La invitación al cambio para una vida más feliz hecha desde lo que cada persona necesita y no

desde una imposición, es decir, potencializando las mismas herramientas y habilidades con las que
cuentan las personas.

Autoconocimiento como fuente de autorrealización. Ser persona es ser un movimiento hacia el

otro, un ser hacia el otro por decisión propia.

Ser persona es saberse conectado con otros, con todo.

Preguntarse constantemente ¿Quién soy? Porque nunca somos de una manera estática.

Ser la persona que realmente somos, es un proceso de armonización de si mismo(a), y eso solo se
da a lo largo de la vida, crecemos más, conforme más nos completamos.

Ser consciente es saber y aceptar lo que se es.

Darme cuenta me permite ubicar mis propias y verdaderas necesidades, viéndose reflejado en mi
forma de relacionarme con los demás, siendo relaciones equilibradas el resultado.

Las sensopercepciones generan sentimientos que llevan a intenciones y a acciones, por ello, si
cambiamos la interpretación, cambian los sentimientos.

Para las buenas relaciones interpersonales y el adecuado manejo de nuestros sentimientos

necesitamos reconocer humildemente que nuestras interpretaciones son solamente hipótesis
sobre el mundo y las personas.

Interpretamos lo que sentimos y somos responsables de lo que queremos hacer con esas
interpretaciones.

Un filtro de la realidad son nuestras necesidades y emociones, no percibimos todo, solo

percibimos aquello que nuestra mente puede dibujar.

El problema se presenta cuando nuestras necesidades distorsionan la realidad.

Realidad objetiva y realidad subjetiva: la realidad es lo que tu consideras que es real de acuerdo a
tus necesidades.

La visión que cada persona tiene de la realidad es única y realmente importante como para
invalidarla o destruirla.

No vemos solamente el mundo, si no que hacemos una lectura del mundo.

Ante un mismo estimulo, damos un significado diferente, esto gracias a que cada quien le da un
significado diferente