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Nuestra historia comienza con la tribu kobold de los Granjunco.

Los
Granjunco poseen el control de los recursos de un inusual gran
territorio alrededor de un meandro del río Agis, al norte del Calimshan y
al este de Memnon.

En esta zona desértica, el territorio cerca del cauce es muy preciada.


Los Granjunco, sin embargo, viven en relativa paz. Esto se debe a un
pacto con un dragón de bronce adulto Viyaylommaxius: El dragón les
proporciona protección a cambio de un pago.

La tribu incluso ha desarrollado un trato amigable con los comerciantes


que usan el río como vía de transporte. Los kobolds disponen de un
puesto cerca del río donde intercambian comida y otras materias
primas a cambio de bienes mas escasos.

La tribu vive de forma humilde pero desentendida. Viviendo de la tierra


sin sufrir demasiado por hambrunas o sequías y dedicándose a
cosechar y recolectar lo suficiente para vivir, pagar el diezmo y
comerciar. Les encanta la música y el arte, pero parecen valorar mas la
que ellos producen que la importada.

Yip hijo de Yip tuvo una infancia y primeros años de vida bastante
normales. Era flojuelo y algo panzón, y aunque carismático, esto no le
salvo de acabar en el humilde puesto de clasificador de musgo. Un
trabajo necesario, aunque con poca autorealizacion. Desde que tenia
conciencia, se sentía fuera de lugar, incomodo siendo el, y el trabajo no
cambio esto.

Yip yip tenia escamas de latón, y una cabeza algo extraña, y aunque
eran normales las variaciones de color y formas entre kobolds, lo que
no era normal era la magia. Durante una acalorada discusión
académica sobre la importancia de la clasificación por olor por encima
de la clasificación por color, Yip yip descubrió que podía hacer magia:
De sus dedos desprendía leves llamas doradas.

Este hecho le propulso a la fama, y le consiguió el respetable e


indispensable trabajo de vigilafuegos, un honor otorgado a pocos. A Yip
yip le gusto el cambio, pero sentía que algo no cuadraba del todo. Se
sentia como siempre... fuera de sitio.

Los mas ancianos de la tribu le recomendaron hablar con el dragón.


Cuando realizasen la peregrinación bienal a las montañas, para
entregar a Viyaylommaxius su ofrenda, debía preguntar a la sabia
sierpe a ver si podría ofrecerle consejo.

El pago al dragón no era lo que uno podría creer. Si, incluía tesoros,
pues todos los dragones adoran el tesoro por alguna razón
sobrenatural, pero gran parte de la oferta tenia valor intelectual.
Durante tres días y tres noches, los kobolds ofrecían una fiesta donde
deleitaban al dragón con canciones y danzas, obras de teatro y piezas
de arte con las que maravillar y entretener al dragón. Cuadros, estatuas,
libros y abalorios. Todo esto para Viyaylommaxius valía lo mismo que
el oro.

Yip yip se presento al dragón después de las celebraciones y le pidió


ayuda con su problema. Estuvieron hablando largo y tendido durante
horas. Yip yip al parecer tenia sangre draconica, algún antepasado
distante suyo era dragón de latón, el cual había pasado su regalo de
forma recesiva en sus genes, hasta que en el este rasgo se manifestó
de forma dominante.

Yip yip era dragón, o al menos parte dragón. Yip yip sintió como su
metafórico huevo draconiano se quebraba y se descubría a si mismo.
Es mas, a través de cultivar el poder durmiente en su sangre, podría
físicamente tener el cuerpo de un dragón. Pero para yip yip, no era
suficiente.

En el, los dragones inspiraban una imagen de nobleza, de poder y de


sabiduría. También quería acercarse a este ideal del dragón que
pretendía ser. Quería ser mágico, fabuloso y transcendental.

Un año acompaño a Viyaylommaxius en su guarida, donde con su


ayuda y la de varios tomos, este dio a Yip yip una cultura y
conocimientos, y le ayudo a ser mas el dragón que el quería ser.

Por desgracia, todo el poder arcano del mundo en sus venas no seria
suficiente para una transformación física final. Necesitaría a alguien
que canalizase este poder, como un mago, o un favor divino de alguna
deidad, como Bahamut, dios patrón de los dragones buenos.

Tenia su meta clara, y era algo que no podría conseguir encerrado en


la guarida de Viyaylommaxius: Tenia que aumentar su poder, conseguir
el favor de algún poderoso mago o miembro de la iglesia de Bahamut, y
ya puestos, amasar una buena fortuna.

Después de todo ¿Que dragón que se precie no tiene su tesoro?

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