Está en la página 1de 10

:

Estudio sobre el análisis de datos de casos de violencia


vicaria extrema

VIOLENCIA VICARIA:
Un golpe irreversible contra las madres

El primer estudio sobre violencia vicaria extrema en nuestro país analiza 51 casos de asesinatos
de menores de una muestra de 400 causas.

The first study on extreme “vicaria” violence in Spain analyses 51 cases of child murder from a sample of
400 cases.

[ ENGLISH VERSION ]

Estudio
Descargar el documento en formato PDF.

DESCARGAR
:
Resolución de 25 de febrero de 2021, de la Dirección General de Violencia de Género, Igualdad de Trato y
Diversidad, por la que se convoca para el ejercicio 2021 la concesión de subvenciones, en régimen de
concurrencia competitiva, destinadas a formación y a estudios y publicaciones en materia de violencia de
género.

‘Violencia vicaria: un golpe


irreversible contra las madres’
explica con datos las
características de esta violencia
ejercida sobre las hijas e hijos
para dañar a la madre, que está
aumentando de forma
significativa, para prevenirla.

Con esta investigación se pretende conocer, de


una manera empírica, la realidad social de los
:
asesinatos cometidos en el marco de la
Violencia Vicaria en España -desde el año 2000
hasta diciembre de 2021- con el propósito de
arrojar luz, explicar y comprender cuáles son las
características de este delito que, según los
datos, está aumentando de forma significativa
en nuestro país y en el mundo.

En este estudio hemos investigado la modalidad


extrema de la Violencia Vicaria, que es el
asesinato de las hijas e hijos para dañar de
forma irreversible a la madre. Pero esta
violencia adquiere también otras formas sutiles,
que siempre incluyen como diana a la mujer.
En futuros estudios esperamos continuar
indagando acerca de las formas que cobra esta
violencia machista, en dirección a desvelarlas.

Sonia Vaccaro, diciembre de 2021

La violencia vicaria es un concepto acuñado y definido en 2012 por Sonia Vaccaro, Psicóloga clínica y
perita judicial, experta en victimología y violencia contra las mujeres, sus hijas e hijos; como aquella
violencia contra la madre que se ejerce sobre las hijas e hijos con la intención de dañarla por interpósita
persona. Sonia Vaccaro es la autora del primer estudio en nuestro país sobre violencia vicaria extrema
coordinado por la Asociación de Mujeres de Psicología Feminista de Granada, ‘Violencia vicaria: un golpe
irreversible contra las madres’, que cuenta con la colaboración de Margarita Castillo Cardona, Cristina
Mena Casero, Gemma Mª González García y María Sierra Carballo.

La Investigación
:
La muestra de la investigación creó una base de datos con 400 sentencias judiciales relacionadas con la
violencia hacia la mujer o hacia los/ as menores extraídas de datos del Poder judicial (Cendoj) y de
información de hemeroteca, “ocurre que muchos de los asesinatos no se guardan en el registro judicial debido
a que el asesino se mata a su vez y el caso decae jurídicamente”, puntualiza Vaccaro. De los 400 casos de
asesinatos de menores, las autoras detectaron 51 como de violencia vicaria extrema “casos en los que
hemos comprobado este nexo de concausalidad en el que la intencionalidad está puesta en querer dañar a la
madre”, ha señalado Sonia Vaccaro. El estudio también ha incluido cuestionarios y entrevistas a víctimas
de violencia vicaria, a las madres cuyos hijos e hijas habían sido asesinadas, y constituyó un Grupo focal
con expertas en la temática de violencia contra la mujer para la interpretación de los datos y la discusión
de las conclusiones del proyecto.

El estudio pretende conocer empíricamente la realidad social de los asesinatos cometidos en el marco de
la violencia contra la mujer, como Violencia Vicaria en España, desde el año 2000 hasta diciembre de
2021; y responde a la necesidad de investigar nuevas formas de ejercer la violencia de género para
adaptarla al contexto actual e introducir reformas que permitan profundizar en las políticas de igualdad
y erradicar la violencia de género en nuestra sociedad, desde un enfoque feminista, transversal e
interseccional. El propósito es el de arrojar luz, explicar y comprender cuáles son las características de
esta violencia que, según los datos, está aumentando de forma significativa. Para Mariló Rubio,
presidenta de la Asociación de Mujeres de Psicología Feminista, “el trabajo identifica las amenazas y las
situaciones de riesgo y de peligro para menores de edad, que los mecanismos institucionales y judiciales no
parecen detectar”.

Conclusiones

Las conclusiones señalan, en la mayoría de los casos, al agresor como un hombre de mediana edad, entre
30 y 50 años, principalmente de nacionalidad española. Un 82% era el padre biológico de los/as niños/as
que asesinó. Cuando se comete el delito, la pareja está separada y no ha transcurrido mucho tiempo
desde la separación. No se observa en el asesino la existencia de discapacidad intelectual ni física y los
casos con diagnóstico previo de algún trastorno o enfermedad mental son residuales. La mayoría de la
muestra no tiene antecedentes penales y sí los tienen, en un 60%, son por delitos relacionados con la
violencia de género. La misma proporción de agresores había verbalizado su intención de hacer daño a la
madre o a los/as hijos/as antes de cometer el crimen, amenazando con frases como: “te quitaré a los
:
niños”, “ya verás lo que le pasa a las niñas”, “te quitaré lo que más quieres”. Los casos en los que el asesino
se mata o intenta matarse después de cometer el crimen, suponen el 48% de la muestra. En el 12% casos
el asesino niega los hechos cometidos. Aún frente a la evidencia, culpa a otras personas o dice no
recordar nada de lo que realizó.

La mayoría de los asesinatos se producen cuando los padres están al cuidado exclusivo de las niñas/niños
(48%), ya sea por estar en el ejercicio del régimen de visitas (44%) o de custodia compartida (4%). Sólo en
el 18% de los casos, el crimen se comete durante la convivencia. El lugar del asesinato principalmente es
en casa del asesino (42%), sin presencia de otras personas (68%). Los agresores utilizan en su mayoría un
arma punzante (cuchillo) para realizar los crímenes; el tipo de arma, comprada ex profeso para cometer el
asesinato y el contacto corporal nos indica, no solo la falta de empatía hacia las víctimas, sino además, el
dominio de la escena del agresor con la consecuente vulnerabilidad de las mismas. En ninguno de los
casos analizados había una orden de protección hacia los/ las niños / niñas y las víctimas suelen ser
menores de entre 0 y 5 años (64%). En un 14% de la muestra las niñas y niños manifestaron síntomas de
estar siendo maltratados. Estos síntomas/signos fueron principalmente cambios de conducta y quejas
sobre la actitud del asesino. En un 96% de la muestra no hubo una evaluación por parte de algún/a
profesional (psicólogo/a, servicios sociales, etc) sobre el estado de estos niños/niñas, o al menos, no se
deja constancia en las causas judiciales /hemeroteca.

Las investigadoras destacan la ausencia de datos de las niñas y niños asesinados, su conducta, el vínculo
emocional con el agresor, etc., no visibilizadas en las causas juzgadas ni en la hemeroteca. Sonia Vaccaro
y su equipo denuncian que “las niñas y los niños son invisibles en estas causas, no existen, no se les considera,
no tienen voz y por lo mismo, falla la protección que el Estado en general y las Instituciones en especial, deberían
poder otorgarles. Su palabra es devaluada, al punto de silenciarla y se comete una discriminación flagrante por
causa de su edad, olvidando que son seres de derecho con derechos”. Defienden que los asesinatos de niñas y
niños pueden y deben prevenirse; hay que extremar las actuaciones para que no sucedan y esperan que
la legislación al respecto se aplique y “de lugar a una protección efectiva, haciendo posible que ningún
hombre violento les pueda utilizar como objetos para continuar dañando a la madre. No sirve de nada
ninguna acción tras la muerte de criaturas vulnerables que no pudieron ni elegir ni ponerse a salvo de las
manos de su asesino. Nada puede resarcir el dolor de esas mujeres, nada hará retornar a sus hijas e hijos.
Un maltratador no es un buen padre, y mientras se privilegien sus derechos sobre los de las víctimas, no
se podrá impartir justicia”, concluye el informe.

Descargar el ESTUDIO
:
Descargar nota de prensa

!e study about this type of gender


violence by proxy, which is aimed at
harming a partner by inflicting
damage on their children, explains
with data the characteristics of this
violence, which is increasing
significantly in the country, in order
to prevent it.

“Vicaria” violence is a concept coined and defined in 2012 by Sonia Vaccaro, clinical psychologist and
legal expert, specialist in victimology and violence against women, their daughters and sons; as violence
against the mother that is exercised to the daughters and sons with the intention of harming her through
an intermediary person. Sonia Vaccaro is the author of the first study in Spain on extreme vicarious
violence coordinated by the Women’s Association of Feminist Psychology, ‘Vicarious violence: an
irreversible blow against mothers’, with the collaboration of Margarita Castillo Cardona, Cristina Mena
Casero, Gemma Mª González García and María Sierra Carballo.

 
:
Research

The research sample created a database with 400 judicial sentences related to violence against women
or minors, extracted from data from the Judicial Power (Cendoj) and information from newspaper
archives, “it happens that many of the murders are not kept in the judicial register because the murderer kills
himself and the case lapses legally“, Vaccaro points out. Of the 400 cases of murders of minors, the authors
detected 51 as cases of extreme vicarious violence “cases in which we have verified this nexus of co-causality
in which the intentionality is based on wanting to harm the mother“, pointed out Sonia Vaccaro. The study
also included questionnaires and interviews with victims of vicarious violence, with mothers whose sons
and daughters had been murdered, and set up a focus group with experts in the field of violence against
women to interpret the data and discuss the conclusions of the project.

The study aims to empirically understand the social reality of murders committed in the context of
violence against women, as Vicarious Violence in Spain, from 2000 to December 2021; and responds to
the need to investigate new forms of gender violence to adapt it to the current context and introduce
legal reforms to deepen equality policies and eradicate gender violence in our society, from a feminist,
cross-sectional and intersectional approach. The aim is to shed light, explain and understand the
characteristics of this violence which, according to the data, is increasing significantly. For Mariló Rubio,
president of the Women’s Association of Feminist Psychology, “the work identifies the threats and
situations of risk and danger for minors, which institutional and judicial mechanisms do not seem to detect“.

Conclutions

The findings indicate, in most cases, that the perpetrator was a middle-aged man, between 30 and 50
years of age, mainly of Spanish nationality. 82% were the biological father of the children they murdered.
When the crime is committed, the couple is separated and not much time has passed since the
separation. No intellectual or physical disability is observed in the murderer, and the cases with a
previous diagnosis of a mental disorder or illness are residual. The majority of the sample did not have a
criminal record and if they did, 60% of them had a criminal record for crimes related to gender violence.
The same proportion of aggressors had expressed their intention to harm the mother or the children
before committing the crime, threatening with phrases such as: “I will take the children away from you”,
“you will see what happens to the girls”, “I will take away what you love the most”. Cases in which the
murderer kills himself or tries to kill himself after committing the crime account for 48% of the sample. In
:
12% of cases the murderer denies the acts committed. Even in the face of evidence, he blames other
people or claims not to remember anything he did.

The most murders occur when the fathers are in sole care of the children (48%), either because they are
in the exercise of visitation (44%) or joint custody (4%). Only in 18% of the cases, the crime is committed
during cohabitation. The place of the murder is mainly at the murderer’s home (42%), without the
presence of other people (68%). The aggressors mostly use a sharp weapon (knife) to carry out the
crimes; the type of weapon, bought specifically to commit the murder, and the body contact indicate not
only the lack of empathy towards the victims, but also the aggressor’s control of the scene with the
consequent vulnerability of the victims. In none of the cases analysed was there a protection order for
the children and the victims are usually minors between 0 and 5 years of age (64%). In 14% of the sample
the children showed symptoms of being abused. These symptoms/signs were mainly behaviour changes
and complaints about the perpetrator’s attitude. In 96% of the sample there was no assessment by a
professional (psychologist, social services, etc.) about the state of these children, or at least no record is
made in the court cases/newspaper archive.

The researchers highlight the absence of data on the girls and boys murdered, their behaviour, the
emotional link with the aggressor, etc., which are not visible in the cases brought to trial or in the
newspaper archives. Sonia Vaccaro and her team denounce that “children are invisible in these cases, they
do not exist, they are not considered, they do not have a voice and therefore the protection that the State in
general and the institutions in particular should be able to give them fails. Their words are devalued, to the point
of being silenced, and flagrant discrimination is committed because of their age, forgetting that they are legal
beings with rights“. They advocate that the killing of children can and must be prevented; action must be
taken to ensure that it does not happen and they hope that the legislation on the subject will be applied
and “lead to effective protection, making it possible that no violent man can use them as objects to continue
harming the mother. No action is of any use after the death of vulnerable creatures who could neither choose nor
make themselves safe from the hands of their murderer. Nothing can make up for the pain of these women,
nothing will bring back their children. An abuser is not a good father, and as long as his rights are privileged over
those of the victims, justice cannot be served,” the report concludes.

Download RESEARCH

Download Press Note


:
Download Press Note

Contáctanos

Siempre puedes encontrarnos por email para responder a cualquier consulta que tengas:
info@psicologiafeminista.com

Quieres que te escribamos?

Nombre Apellidos

Email

Sí, he leído y acepto la Política de Privacidad.

Enviar

© 2023 - Asociación de Mujeres de Psicología Feminista    |    Política de Privacidad   -  


Contacto
:

También podría gustarte