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ESTUDIO FORENSE DE PELOS Y CABELLO

Autora: Mª del Pilar Cornago Ramírez

El Tema 4 del programa de la asignatura de criminalística “Fibras textiles y


pelo”, lo integran:
- El Tema 4 recogido en el texto Química Forense, UNED “La química en la
investigación forense de fibras textiles” y
- Este anexo “Estudio forense de pelos y cabello”

En dicho anexo se recogen en primer lugar aspectos relacionados con la


estructura, composición, función y morfología del pelo para a continuación describir
como recoger de forma correcta este tipo de muestras, que técnicas utilizar y qué
pasos seguir en su examen y caracterización. Todo ello, pondrá de manifiesto la
importancia de este indicio en el esclarecimiento de un suceso.

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4.8. INTRODUCCIÓN

El pelo de algunos animales se incluye y estudia (Tema 4 del texto base) dentro de
las fibras de origen animal así como sus diferentes usos entre ellos el de la fabricación de
textiles. No obstante, el pelo de animales de compañía, de granja y en particular el pelo
humano, es en numerosas ocasiones objeto de estudio forense como veremos a
continuación.

Los pelos provenientes de la cabeza o del cuerpo, son evidencias físicas que se
encuentran con frecuencia en agresiones y crímenes y por tanto son valiosas pistas y un
recurso forense muy utilizado en el curso de una investigación para determinar la identidad
de un agresor. Son el resultado de una transferencia directa entre individuos y objetos, por
lo que siempre que dichas muestras sean recogidas y enviadas al laboratorio de forma
adecuada pueden ser una evidencia importante para corroborar la presencia de una persona
en el lugar del suceso. Así, la tricología forense es la rama de la biología forense que
estudia el pelo, destacando sus características morfológicas más importantes, siempre con
fines de identificación y aplicación en la investigación criminal y el derecho.

Históricamente, el pelo se ha considerado una evidencia que no permitía identificar


con certeza la pertenencia a una persona concreta. El estudio de su morfología (apariencia,
forma y estructura), hacía posible conocer sus características físicas (color, grado de rizo,
etc.), la región de la que provenía (barba, cuero cabelludo, axilas, pubis, etc.) y a veces la
raza de la persona. De esta forma, un científico forense basándose en estos estudios, solo
podía establecer que una determinada muestra de pelo era consistente o similar con otra
muestra. La introducción de los test de ADN dio un giro radical a la consideración del pelo
como evidencia. Inicialmente los estudios se centraron en la determinación del ADN nuclear,
que permite identificar a un individuo sin ninguna ambigüedad y que solo se encuentra
presente en el folículo que rodea la raíz del pelo. Pero aunque la muestra no contenga ADN
nuclear, si puede contener ADN mitocondrial (mtADN), que aunque no es único al provenir
solo de la madre y no permite caracterizar a un individuo, si permite estrechar la búsqueda,
por lo que su determinación se usa frecuentemente debido a su mayor rapidez de análisis y
a su menor coste frente al test de ADN. No obstante, el estudio morfológico del pelo sigue
siendo una parte importante del trabajo de un laboratorio forense como un primer screening
que permite excluir muestras que no presenten coincidencias.

El pelo como evidencia es importante también desde el punto de vista de la


toxicología forense, en lo que a la investigación de drogas y venenos, se refiere, ya que a
diferencia de lo que ocurre con otras muestras como sangre, orina o saliva, estas sustancias

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se incorporan al pelo y permanecen estables durante meses e incluso años. Su análisis es
importante en aquellos delitos relacionados con drogas y también en los casos de dopaje.

4.9. ESTRUCTURA DEL PELO

La piel, el órgano más extenso del cuerpo humano con una superficie aproximada de
dos metros cuadrados, actúa de barrera protectora y separa el organismo del medio que le
rodea. La piel, como se aprecia en la figura 4.14, está constituida por tres capas que de
fuera hacia dentro son:

• Epidermis, formada por tejido epitelial.


• Dermis, formada principalmente por tejido conjuntivo y capilares y separada de la
epidermis mediante una lámina basal ondulada.
• Hipodermis o panículo adiposo. Acumula células con contenido lipídico,
denominadas adipocitos.

FIGURA 4.14. Estructura microscópica de la piel

De esta forma, se denomina pelo a la formación filiforme de la epidermis, que cubre


la piel de ciertos animales y determinadas zonas del cuerpo humano, mientras que el
término cabello hace referencia a cada uno de los pelos que nacen en la cabeza del ser
humano.

4.9.1. Composición y funciones del pelo

El pelo es un elemento característico de los mamíferos que cubre casi por entero su
superficie corporal, exceptuando mucosas, ombligo y superficies palmoplantares. En los
seres humanos además de una importante función estética, contribuye a proteger la piel de

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agresiones externas y a regular la temperatura del organismo mediante disipación. Es
producido en la epidermis y su composición química es:
• 70% de agua
• 28% de proteínas, mayoritariamente queratina (80-85%), una proteína muy rica en
azufre, que le proporciona la rigidez y resistencia.
• 2% de lípidos.

4.9.2. Morfología del pelo

Longitudinalmente hablando, cada pelo (figura 4.15) se forma en el folículo piloso,


una invaginación tubular de la piel, situado a 3-4 mm por debajo de su superficie y donde se
encuentra la raíz, que está engrosada en la base formando el bulbo piloso y creciendo en un
tallo que se proyecta hacia arriba por encima de la epidermis. La zona papilar está
compuesta de tejido conjuntivo y vasos sanguíneos que aportan al pelo las sustancias
necesarias para su crecimiento. En el interior del bulbo piloso desembocan una o más
glándulas sebáceas que secretan una sustancia aceitosa formada por ceras y lípidos siendo
su misión la de actuando como aislante y también como lubricante.

Partes del pelo:

• Folículo piloso
• Bulbo piloso
• Raíz del pelo
• Tallo
• Papila dérmica
• Glándula sebácea
• Musculo erector

Figura 4.15. Corte longitudinal de un pelo

A cada pelo se une el músculo erector, un músculo de fibras lisas cuya contracción,
normalmente en situaciones de miedo o frío da lugar a que el pelo se erice.

Dando un corte transversal al tallo, parte visible del pelo, se aprecian tres zonas:

1. Una interna, la médula. El pelo humano puede no exhibir médula o tenerla


fragmentada, raramente muestra una medulación continua. En el estudio del pelo se

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debe determinar, con un microscopio óptico, el diámetro total del pelo en su punto
más grueso y el diámetro medular, obteniéndose así unos valores del índice medular
(I) que en el hombre son de 0,25 a 0,35 y en la mujer inferiores a 0,20.
2. Una intermedia, la corteza o córtex, compuesta por fibras de queratina y donde se
localiza los gránulos de melanina que es el principal pigmento del pelo. La
observación del color y distribución de estos gránulos en el laboratorio proporciona al
científico puntos de comparación entre cabellos humanos.
3. Una externa, la cutícula que en el ser humano es suave y carece de pigmentación.
Está formada por escamas imbricadas (figura 4.16) y es susceptible al daño por
exposición al calor, luz y tratamientos físicos y químicos.

FIGURA 4.16. Escamas imbricadas de la superficie de un pelo humano

El índice escamoso es un parámetro que permite conocer la cantidad de escamas


por unidad de longitud y aunque su valor es muy parecido en todos los individuos, su
determinación permite descartar pelos de distinto origen. El estudio de la cutícula se hace al
microscopio añadiendo una gota de agua, tiñendo el pelo con el colorante azul de metileno o
a partir de moldes, embebiendo el pelo en distintos medios flexibles como esmalte de uñas.

4.9.3. Tipos de cabello

En función de su estructura

Su estructura viene determinada por la información contenida en el ADN. De acuerdo


con dicha estructura, podemos diferenciar entre:

- Cabello liso o lisótrico, cuando el folículo es redondeado y está orientado verticalmente


a la superficie de la piel formando un ángulo de 90º.
- Cabello ondulado o cinótrico, si el folículo tiene forma oval y forma con respecto a la
superficie de la piel un ángulo menor de 90º.
- Cabello rizado o ulótrico, cuando presenta un folículo con forma elíptica y está
orientado paralelamente a la superficie de la piel.

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En función de su emulsión epicutánea

La emulsión epicutánea también denominada manto hidrolipídico, es una mezcla de


sebo, sudor y células muertas que recubre la piel. Esto da lugar a cuatro tipos de
cabello:

• Normal, la emulsion epicutánea está equilibrada y confiere al cabello un


aspecto brillante y suave.
• Seco, la emulsión epicutánea tiene poco contenido en grasa y agua y el
aspecto es áspero y quebradizo.
• Graso. Emulsión epicutánea con alto contenido en grasa. Aspecto brillante y
pegajoso.
• Mixto. En él las raíces tienen mayor contenido en grasa que las puntas que
tienden a resecarse. En este grupo se pueden incluir cabellos teñidos o
decolorados.

4.9.4. Fases de crecimiento del cabello

El crecimiento del cabello no se produce de forma indefinida sino que tiene un ciclo
de vida en el que se va renovando, llamado ciclo capilar (figura 4.17). Cada pelo crece en
una unidad folicular y tiene su propio ciclo independiente de los del resto, estimándose que
el 85% se encuentra siempre en fase de crecimiento. Esta falta de sincronización en el
crecimiento garantiza que siempre haya pelo. En el ciclo de vida del cabello se pueden
distinguir tres fases:

• Fase anágena o de crecimiento, con una duración entre dos y siete años. En ella el
pelo nace y crece sin parar adherido a la papila, aumentando un centímetro al mes.
• Fase catágena o de transición. Dura entre tres y seis semanas en las que el pelo
deja de crecer, la raíz se reduce hasta ocupar un tercio de su tamaño original y el
cabello se desprende de la papila, desplazándose hacia el cuero cabelludo.
• Fase telógena o de reposo. Su duración es de dos a tres meses y en ella se
produce la caída capilar al cepillarlo o lavarlo. Finalizada esta etapa comienza un
nuevo ciclo.

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FIGURA 4.17. Ciclo de crecimiento del cabello

4.9.5. Color del cabello

El color del cabello es debido a la presencia de unas sustancias químicas


denominadas melaninas y de las que existen dos tipos: las eumelaninas que son negras y
marrones y las feomelaninas que son rojas (figura 4.18). Todos los seres humanos tienen
feomelanina que es más estable que la eumelanina negra y menos que la eumelanina
marrón. La presencia de unas u otras en mayor o menor cantidad afectará al color del pelo.
De esta forma cuanto más eumelanina contenga un individuo más oscuro será su cabello y
cuanto más feomelanina más claro será. Así, y de forma aproximada el cabello negro posee
un 99% de eumelanina y 1% de feomelanina. El castaño y rubio un 95% de eumelanina y un
5% de feomelanina y el cabello pelirrojo un 67% de eumelanina y un 33% de feomelanina.
La producción de uno u otro pigmento así como su concentración es hereditaria. El cabello
con el tiempo puede llegar a adquirir una tonalidad gris o blanca debido a la pérdida de
capacidad de los melanocitos presentes en los bulbos de producir melanina.

FIGURA 4.18. Estructura química de las feomelaninas y eumelaninas

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4.10. INVESTIGACIÓN FORENSE DEL PELO

Determinar y conocer la estructura del pelo encontrado en la escena de un delito es


fundamental desde un punto de vista forense ya que permite distinguir, si el pelo pertenece
a un animal o es humano, si es de hombre o de mujer, a que raza o a qué parte del cuerpo
corresponde e incluso, a veces, conocer la edad del individuo. Debido a su fácil
transferencia en un contacto físico, su comparación con un microscopio hace posible
asociarlos a la víctima o al sospechoso del delito cometido y en ocasiones conocer como
pudo ocurrir la transferencia. El pelo es muy estable y no se descompone fácilmente con el
tiempo, resiste la putrefacción y por eso es un elemento preciso de juicio en la identificación
incluso de esqueletos y cadáveres en mal estado.

4.10.1. Recogida de muestras

El pelo que se encuentra en la escena de un suceso y que va a ser objeto de análisis


debe recogerse, de forma muy minuciosa y por una persona especializada, con unas pinzas
adecuadas que no dañen la muestra y a continuación introducirse cada uno de ellos en
sobres de papel convenientemente etiquetados y remitidos al laboratorio para su examen.

Una vez que la muestra llega al laboratorio, debe sacarse de los sobres e introducirla
en frascos con tapa de vidrio esmerilado para no alterar su olor y convenientemente
etiquetados, hacer una descripción por escrito de cada muestra resaltando características
físicas y método de embalaje y proceder a su examen lo más rápidamente posible. Para ello
usando guantes y pinzas, se coloca cada muestra en un portaobjetos, se añade una gota de
agua destilada, se cubre, procurando no aplastarla, con un cubreobjetos y se procede a su
examen en el microscopio, con el fin de detectar posibles manchas en el pelo, como sangre,
pus, esperma, etc.

Hecho esto, se lava la muestra con una disolución jabonosa o con carbonato de
potasio al 10% y se procede a su preparación para observación en microscopía óptica. Para
ello, se siguen los siguientes pasos:

• Se deshidrata la muestra con concentraciones crecientes de etanol.


• Se reemplaza el etanol con xileno (miscible con el etanol y con la parafina) y la
muestra se sumerge en parafina fundida para que esta se infiltre en el pelo.
• Finalmente, la muestra se introduce en parafina fresca y se deja que solidifique.

Este proceso hace posible cortar secciones, generalmente con la ayuda de un micrótomo de
unos 5 μm o menores.

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En el caso de que la muestra sea de pelo muy oscuro, a veces y para examinar
alguna característica en concreto puede ser aconsejable decolorarlo, por ejemplo con agua
oxigenada de 100 volúmenes, lo que no altera su estructura.

4.10.2. Valor criminalístico del pelo

• En peritajes realizados para investigar delitos contra personas como son robos,
secuestros, violaciones, homicidios o trata de personas.
• En peritajes para identificar cadáveres desfigurados, descuartizados o en estado
de putrefacción.
• En la investigación de robo de pieles y delitos contra el patrimonio.
• En la investigación de robo de ganado principalmente caballos y vacas, conocido
como abigeato, casos de zoofilia y de tráfico de especies en vías de extinción.

4.11. IDENTIFICACIÓN DE PELOS

4.11.1 Microscopia del pelo

Cada especie animal tiene un pelo con un color, forma, apariencia de la raíz y
características microscópicas que son propias y que le distinguen de otras especies. Dentro
de una misma especie existen, en función de la zona del cuerpo de que se trate, distintos
tipos de pelo lo que permite diferenciar su origen corporal, siendo el pelo procedente de la
cabeza y zonas púbicas el más utilizado en comparaciones forenses. También, la morfología
de un pelo aislado es distinta si se ha caído de forma espontánea o si ha sido arrancado
(figura 4.19) y si los pelos contienen el folículo, se pueden realizar estudios de ADN y de
sexo, así como determinar el grupo sanguíneo; lo que permite investigar la identidad del
individuo con un 99,9% de probabilidad.

FIGURA 4.19. Aspecto al microscopio de la raíz de un pelo desprendido (A) y de un pelo arrancado
de un tirón (B).

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Las características del pelo en las muestras halladas en la escena del suceso se
comparan con las del sospechoso (no menos de 12-15 pelos) utilizando un microscopio de
comparación, integrado por dos unidades de microscopía óptica conectadas mediante un
puente óptico (figura 2.7 del texto base), de forma que se pueden visualizar
simultáneamente las dos muestras.
Se informará de cotejo positivo cuando el indubitado coincide al menos con uno de
los pelos testigo (muestras dubitadas) en la totalidad de las características que se
describirán a continuación.

Aspectos periciales en la identificación de pelos

El proceso de examen de muestras de pelos realizados con la técnica de microscopía


implica una serie de pasos a seguir:

1. Diferenciar si es pelo humano o pelo de animales, generalmente de animales de


compañía, perros y gatos, aunque también pueden proceder de una prenda de piel.
En este sentido, no existen características específicas que permitan identificar el
pelo humano con respecto al pelo animal, pero si se puede afirmar que el pelo de
ningún animal reúne todas las características del pelo humano.

2. Determinación racial. Los pelos del cuero cabelludo proporcionan el criterio más
fiable para identificar la raza. La técnica consiste en hacer moldes del pelo en
parafina y realizar cortes transversales. Aunque existen muchas clasificaciones
raciales, las más aceptadas son:
• Grupo leucodermo o caucasoide, que engloba entre otras la raza nórdica y la
mediterránea
• Grupo xantodermo o caucasoide. Razas mongólica, polinesia, esquimal, etc.
• Grupo melanodermo o negroide. Razas etíope, melanesia, melanoindia, etc.
• Grupo australoide. Razas, australiana y vedda.

3. Determinación de la zona corporal de la que procede. Para ello se considera la


longitud, el diámetro, la forma de la punta, el rizado, color y sección transversal del
pelo.

4. Determinación de la edad y el sexo.


- No es posible determinar de forma concluyente la edad aunque si incluir al
individuo en una etapa de la vida generalmente amplia.
- La determinación del sexo se lleva a cabo por tinción diferencial de los
cromosomas sexuales de las células de la vaina de la raíz del pelo. En la mujer, en
el núcleo de uno de los cromosomas X, genéticamente inactivo, aparece una masa

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condensada de cromatina sexual conocida como corpúsculo de Barr y que se
detecta mediante tinción con orceína en medio acético (figura 4.20 izquierda) a
partir de un frotis con la raíz del pelo. Si el 30% de las células contienen
corpúsculos de Barr se considera que el pelo tiene origen femenino. En el caso del
hombre el cromosoma Y aparece como una mancha fluorescente de color verde al
teñirse la muestra con clorhidrato de quinacrina (figura 4.20 derecha).

FIGURA 4.20. Corpúsculo de Barr y cromosoma Y en frotis de cabello.

5. Cabello teñido. Suele presentar uniformidad en su tonalidad y a menudo falta de


brillo y aspecto quebradizo. Además no suelen estar teñidos en la parte próxima a
la raíz.

6. Cabello cortado, caído o arrancado. El pelo recién cortado muestra en el extremo


seccionado unos bordes netos, mientras que el que cae muestra un bulbo lleno y
bien formado porque ha completado su ciclo de crecimiento y los arrancados un
bulbo hueco al no haber llegado a completar su desarrollo. Cuando ha sido
arrancado de forma violenta, se encuentra que la raíz tiene células de la piel
adyacente, lo que permite realizar análisis de ADN.

7. Determinación del grupo sanguíneo. Se aplican las mismas técnicas descritas en el


análisis de sangre. El análisis se lleva a cabo cortando el pelo previamente lavado
en tres trozos y aplicando el correspondiente antisuero (anti-A, anti-B o anti-H). Tras
un periodo de incubación y lavado se agregan glóbulos rojos y se observa la
aglutinación.

8. Enfermedades del cabello. Las anomalías presentes en el tallo del pelo


(enfermedades nodulares como la tricorrexis, la alopecia o a presencia de parásitos
entre otras) son muy útiles en la identificación de un individuo.

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4.11.2. Ensayos enzimáticos

Se ha demostrado en la raíz del pelo, la presencia de una serie de sistemas


enzimáticos, cuya presencia puede detectarse mediante la técnica denominada
electroenfoque, un tipo de electroforesis que se basa en el desplazamiento de las moléculas
en un gradiente de pH. Estos estudios suponen un valioso aporte para su tipificación.

4.11.3. Ensayos por activación neutrónica

Se trata de una técnica, basada en procesos en el núcleo atómico que se lleva a


cabo por irradiación con una fuente de neutrones y que permite la determinación cuantitativa
de un gran número de elementos químicos. Tiene la ventaja de no ser destructiva y de no
requerir ningún tratamiento inicial de la muestra. Se obtiene así una información química del
cabello; presencia de plomo, arsénico, hierro, silicio, etc.

4.12. CONCLUSIONES

A partir del análisis microscópico de muestras de pelo realizado con un microscopio


de comparación, el técnico forense podrá extraer una serie de conclusiones:

• Si en el pelo objeto de examen y en el de la muestra conocida se observan los


mismos caracteres microscópicos es posible atribuirles un mismo origen y/o
procedencia.

• Si ambas muestras difieren en sus características microscópicas, no es posible


asociarles a un mismo origen o procedencia.

• Si se observan similitudes pero también diferencias, no podría llegarse a ninguna


conclusión en cuanto a su semejanza.

En el primer supuesto y partiendo de la premisa de que las comparaciones de pelo


no constituyen una prueba absoluta para la identificación personal, a la hora de realizar el
correspondiente informe, sería conveniente y recomendable añadir la siguiente frase:

“Cabe señalar, que aunque es sumamente extraño encontrar pelos de personas o


animales que presenten las mismas características microscópicas, en el caso de que
esto ocurra sería razonable afirmar una fuerte asociación entre ellos”.

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LECTURA

“Caso de Ignacio Terán Luna”

El 21 de septiembre de 1997, Ignacio de 20 meses, hijo del jefe de guardabosques


del Parque Nacional de Iguazú fue, según el relato de su hermana de 6 años y de otros
niños que estaban con él, atacado por un puma y arrastrado al interior del Parque. Al día
siguiente sus ropas fueron encontradas entre unos matorrales y el puma fue abatido por
una patrulla y trasladado al laboratorio veterinario.

Tras un primer examen del felino, los resultados fueron negativos al no ser posible
detectar la presencia de carne humana en su contenido estomacal. Sin embargo, se
extrajeron pelos del estómago del animal que junto con pelos procedentes de diferentes
partes de su cuerpo así como con pelos del menor fueron enviados a un laboratorio
especializado para su análisis por comparación.

El examen del contenido intestinal del puma reveló la presencia de pelo


procedente de pequeños animales y también de cabello humano. Al comparar este pelo
extraído del puma con el del niño se pudo comprobar que sus características morfológicas
(pigmentación, índice medular, longitud, diámetro promedio, índice escamoso y tipo de
médula) eran similares.

De esta forma, aunque se obtuvo la certeza de que se trataba de cabello humano,


al no existir raíz no se pudieron realizar otros estudios, por ejemplo la determinación del
sexo, grupo sanguíneo o del ADN que permitieran confirmar su origen como
pertenecientes a Ignacio.

La ausencia de denuncias de otros ataques a personas dentro del Parque hacia


poco probable que se tratara de otra persona. Además en la garra del animal se
encontraron restos de sangre que se remitieron al laboratorio y que se identificó como
perteneciente al pequeño Ignacio.

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