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Alimentación
Leche materna
La leche materna es el alimento natural que está mejor diseñado para satisfacer las
necesidades de los bebés humanos. Tiene todos los nutrientes necesarios, en las
cantidades perfectas y es fácil de digerir.
Más allá de los beneficios nutricionales, la leche materna ayuda a construir y
fortalecer el sistema inmunitario del bebé y favorece de forma especial el
vínculo madre-hijo/a. Amamantar, además de ser alimento, también es refugio,
protección, calor y alivio del dolor.
Existen bases científicas sólidas que demuestran que la lactancia materna es
beneficiosa tanto para el bebé como para las madres y para la sociedad en su
conjunto porque:
Cuando el bebé succiona el pezón se alarga en su boca y llega hasta la unión del
paladar duro y el blando. El pezón solo toma la forma de las tetinas anatómicas, las
que son aplastadas por uno de sus lados, cuando el bebé no succiona del todo
bien. Si mama con eficacia el pezón tan solo se alarga dentro de su boca. Para los
bebés que toman el pecho lo ideal es una tetina redonda o alargada y de 2cm,
lo más blanda posible de cara a no forzar las estructuras orales del bebé.
Si no hay más remedio que darle la leche en biberón lo más importante es que el
bebé esté sentado, no tendido y el biberón esté lo más horizontal posible para
que el bebé pueda regular el flujo que recibe. Se puede sentar en el regazo del
cuidador, estimular el reflejo de succión con la tetina tocando los labios y los
carrillos, esperar que abra la boca e intentar ver si succiona la pezonera.
Para ellos no es nada complicado aceptar la nueva situación (estar sin su madre) y
recibir la leche en un recipiente tan diferente al pecho, así que es necesario tener
mucha paciencia y esperar a que la acepten.
Leche de fórmula
Las leches adaptadas son sucedáneos de leche de vaca modificada para parecerse
a la leche materna. En general, contienen más hidratos de carbono y proteínas y se
digieren con mayor dificultad.
Existen dos variedades, las llamadas “de inicio” indicadas al menos hasta los
4-6 meses y las “de continuación”, que se comienzan a ofrecer a partir de esta
edad. En general, se recomienda continuar con la fórmula de inicio hasta el año, ya
que las “de continuación” son nutricionalmente menos correctas, aunque constituyen
una alternativa más económica.
indicada en el envase.
leche que el bebé no haya tomado puede ser guardada solo durante las dos
Existe otra opción, en el caso que se quieran dejar tomas de leche artificial
preparadas. Se trata de seguir todos los pasos hasta el punto 8. Una vez enfriada la
leche se deja en la nevera a una temperatura inferior a 5 grados. Para calentar esta
leche tan solo es necesario sumergirla en un poco de agua caliente e ir removiendo
para que el contenido se caliente de manera homogénea. La leche preparada solo
puede estar 24 horas en la nevera, si no se usa habrá que tirarla.