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POLICIA NACIONAL DEL PERÚ

ESCUELA NACIONAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL


POLICIAL

ESCUELA DE OFICIALES DE LA PNP

“ALFEREZ PNP MARIANO SANTOS MATEO”

TRABAJO APLICATIVO DE NIVELES DEL USO DE LA FUERZA – NIVEL DE


RESISTENCIA

1.- TEMA : Niveles del uso de la fuerza – nivel de resistencia

2.- SECCIÓN : “B”

3. CATEDRÁTICO : MAY PNP Bardales Collantes Héctor Martin

4. CADETE : David Jaque Ramos

LIMA-PERÚ

2023
INTRODUCCIÓN

En este presente trabajo se dará a saber sobre la intervención policial que es aquella
operación que realiza la Policía al advertir la comisión de un delito flagrante y cuando
actúa con sustento en un mandato de detención preliminar o una orden de prisión
preventiva. Así las cosas, el denominado uso de la fuerza en la función policial, resulta ser
un tema polémico en razón de los bienes jurídicos tutelados que se ponen en juego durante
una intervención policial o incluso cuando se produce un operativo o procedimiento de
control de identidad. También se va a conocer el concepto de niveles del uso de la fuerza,
pero en nivel de resistencia, de hablarán de los diversos niveles de resistencias que son dos,
resistencia pasiva que sus derivadas son riesgo latente, cooperador y no cooperador; en la
resistencia activa sus derivadas son resistencia física, agresión no letal y agresión letal.
Agregando el marco legal en el que se conocerán el principio del uso de la fuerza,
principio de legalidad, principio de necesidad y principio de proporcionalidad. Se adjunto
una imagen sobre la pirámide de niveles de uso de la fuerza en el que se explicará cada uno
de los niveles y finalmente con las conclusiones
NIVELES DEL USO DE LA FUERZA – NIVEL DE
RESISTENCIA

Conceptos o definiciones básicos

Se entiende por uso de la fuerza la aplicación gradual de las técnicas policiales para el
control y aseguramiento de individuos o grupos que atentan contra la seguridad el orden
público, la integridad personal y patrimonial de los ciudadanos.

El uso legítimo de la fuerza y de las armas de fuego es la facultad exclusiva de la autoridad


para salvaguardar la integridad de las personas, su patrimonio, sus derechos, sus libertades
y mantener el orden público.

El empleo de la fuerza y las armas de fuego está orientado por la adopción de métodos y
procedimientos que permitan usar de manera gradual y diferenciada sus atribuciones, tal
como lo marcan los estándares internacionales en la materia.

Por ello, el uso gradual y diferenciado de la fuerza se sustenta en la capacidad del policía
para distinguir diferentes situaciones de riesgo ante las que se encuentra el o los
ciudadanos ubicarlas en el nivel correspondiente y actuar en consecuencia con el objetivo
de establecer los lineamientos funcionales para las áreas de reacción, prevención e
investigación, la policía ha centrado su esfuerzo en el desarrollo de manuales y cartillas
sobre la función policial, para que con el establecimiento y métodos se contribuya al
fortalecimiento de una sociedad garante de derechos humanos.

Para su mejor comprensión la escala se representa en una pirámide con una flecha que
indica la forma en que al aumentar el riesgo de agresión grave. Aumenta también el nivel
en la aplicación legitima de la fuerza, en el grafico se observan los niveles progresivos de
aplicación de la fuerza. Sin embargo, es necesario dejar claro que no en todos los casos es
posible pasar por cada uno de los niveles de aplicación de la fuerza ordenada.
Niveles de Resistencia

Resistencia pasiva

Riesgo latente, es la amenaza permanente no visible presente en toda intervención policial.


Está relacionada con la condición y configuración geográfica, entorno social, económico y
actividad delictiva permanente o eventual y que determina el nivel de respuesta policial.

Cooperador, el intervenido acata todas las indicaciones del personal policial sin
resistencia manifiesta durante la intervención. El ciudadano, presunto infractor de la ley,
mantiene respeto hacia el acto de autoridad cumpliendo las indicaciones que se le da para
garantizar el orden e incluso efectuar un arresto.

No cooperador, el intervenido no acata las indicaciones. No reacciona ni agrede. El


ciudadano, presunto infractor de la ley, evidencia una desobediencia manifiesta hacia el
acto de autoridad, sin llegar a la agresión física, que puede expresarse verbalmente.

Resistencia activa

Resistencia física, el intervenido se opone a su reducción, inmovilización y/o


conducción, llegando a un nivel de desafío físico. El ciudadano presunto infractor
de la ley expresa oposición física, sujeción a elementos materiales que evitan su
traslado o empleo de cualquier medio para impedir la acción policial de control
físico.

Agresión no letal, el intervenido agrede físicamente al personal policial o a


personas involucradas en la intervención mediante el empleo de la fuerza corporal
u objeto que atenta contra la integridad física, sin generar un peligro real e
inminente de muerte o lesiones graves.

Agresión letal, es la acción y conducta del ciudadano presunto infractor de la ley


que mediante cualquier acción pone en peligro real e inminente de muerte o
lesiones graves al personal policial o a personas involucradas en la intervención.
Marco legal

La facultad de cuidado y restablecimiento del control interno como parte de la función


policial encuentra fundamento constitucional en el art. 166 de la Constitución Política, que
a letra indica:

Artículo 166.- Finalidad de la Policía Nacional

La Policía Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y


restablecer el orden interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la
comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio
público y del privado. Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y
controla las fronteras.

Aunado a ello, el Decreto Legislativo 1267 – Ley de la Policía Nacional del Perú, establece
como una de sus atribuciones que el efectivo policial debe hacer uso de la fuerza acorde a
la normatividad vigente, al código de conducta para funcionarios encargados de hacer
cumplir la Ley, y principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego, en el
marco de los acuerdos adoptados por las Naciones Unidas.

En ese sentido, en agosto de 2018 se promulgó el Manual de derechos humanos aplicados a


la función policial, como un texto normativo complementario al ya existente Decreto
Legislativo 1186, que regula el uso de la fuerza por parte de la PNP y su correspondiente
reglamento, el Decreto Supremo 012-2016-IN.

Principios del uso de la fuerza. – De conformidad a los instrumentos internacionales


como los principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de las Naciones Unidas, estos principios
también se encuentran desarrollados tanto en el DL 1186, su reglamento y en el manual de
derechos humanos aplicados a la función policial y son los siguientes: principio de
legalidad, necesidad y proporcionalidad.
Principio de legalidad. - La legalidad implica la sujeción de la fuerza pública al mandato
de la ley. Por ello el uso de la fuerza debe orientarse al logro de una finalidad legalmente
establecida.

Asimismo, los medios y métodos utilizados en cumplimiento de deber deben estar


amparados en el marco del derecho, entendiéndose como medios a las armas, equipos,
accesorios y otros elementos de apoyo, proporcionados o autorizados por el Estado y
entendiéndose como métodos a la forma de actuación policial establecidos en sus manuales
de procedimientos operativos, directivas o protocolos institucionales.

Dicho en otras palabras, el uso de la fuerza está limitado y condicionada por los
protocolos, explícitos y previamente establecidos legalmente para el ejercicio legítimo de
esta atribución.

Principio de necesidad. - El principio de necesidad supone someter a análisis del efectivo,


si no existen otros medios que resulten eficaces para garantizar el objetivo de su
intervención u operativo. en otras palabras, cuando la situación en la que se encuentra no
amerita recurrir al ejercicio de la fuerza, los policías no harán uso de dicha facultad, en
cambio, si frente a un nivel de resistencia amenazante o agresivo que presente un
intervenido, resulta lógico suponer que se requerirá necesariamente otro nivel del uso de la
fuerza policial superior al de una llamada de atención moderada.

Pero si luego o durante de la acción policial requieren ejercer esa facultad, esta deberá ser
utilizada de manera necesaria para lograr el éxito de la actividad policial.

La necesidad del uso de fuerza también implica dejar de ejercerla tan pronto como se haya
superado el riesgo originado. Por ejemplo, en cuanto el intervenido desista o reduzca su
grado de resistencia al efectivo policial, deje de resistirse o se haya encontrado el objetivo
buscado.
Principio de proporcionalidad. - El uso de la fuerza es proporcional cuando el nivel de
fuerza empleado para alcanzar el objetivo legal que se busca corresponde a la resistencia
ofrecida y al peligro representado por la persona a la que se interviene o a la situación que
se controla. Sin embargo, la ley 31012 de protección policial, en su única disposición
derogatoria, derogó el literal c) del numeral 1 del art. 4 del derecho legislativo 1186, en
donde se encontraba regulado este principio de proporcionalidad.

Al respecto, cabe precisar que, a pesar de ello, realizando un análisis sistematizado del
marco normativo, nuestro ordenamiento jurídico es claro en señalar que el uso de la
fuerza se aplica con un criterio diferenciado y progresivo, teniendo en cuenta el nivel de
cooperación, resistencia o agresión que represente la persona a intervenir o la situación a
controlar.

Pirámide de niveles de uso de la fuerza


Presencia policial: Es la primera forma de contacto que tienen las o los integrantes con la
ciudadanía en general, se manifiesta a través del uso adecuado del uniforme también del
uso adecuado de equipo (acorde a las circunstancias), y la actitud diligente.

Verbalización: Interacción, a través del uso de palabras entre la o el Integrante y la


persona o grupo de personas a intervenir, sin que éstas se resistan a las órdenes que
reciben, con la finalidad de disuadirlos o convencerlos. La verbalización se caracteriza por
lo siguiente: La comunicación oral con la energía necesaria y de términos adecuados; Sea
realizada con habilidades de comunicación, y esté orientada a la persuasión. La
verbalización debe ser utilizada en todos los niveles del Uso de la Fuerza, en la medida de
lo posible, observando el respeto irrestricto a los derechos humanos.

Control de contacto: Es el nivel de Uso de la Fuerza que puede utilizar la o el Integrante


ante una resistencia pasiva. Se debe tomar en consideración cuando menos lo siguiente,
emitir órdenes directas y claras, por ejemplo: "No pase"; "deténgase"; "tire el arma"; "salga
de ahí"; "identifíquese"; "alto", entre otras expresiones; Advertir la inobservancia a la
orden; Enfatizar que su nivel de resistencia podría complicar su situación; Implementar
acciones de prevención para evitar una resistencia activa, y entablar un diálogo que permita
concientizar el cumplimiento de la ley.
Control físico: Es el empleo adecuado de medios, métodos, técnicas, tácticas, armas
menos letales y equipo que permitan controlar, inmovilizar y conducir a una persona o
grupo de personas causando el menor daño posible, con el fin de inhibir la resistencia
activa. Se pueden emplear técnicas, tales como la sujeción de antebrazos o brazos; Presión
en nervios sensoriales; Formaciones para el control de multitudes; Llaves de sujeción, y
aquellas en las que sean capacitados.

Técnicas no letales: Es el empleo de técnicas y tácticas que permitan a la o el Integrante


defenderse, controlar y/o inmovilizar en proporción a la agresión no letal, mismas
que pueden ser, defensa policial; Formaciones para el control de multitudes, y aquellas en
las que se encuentren capacitados.
Fuerza letal: Es la acción que puede causar daño físico severo o la muerte y que la o el
Integrante realiza o puede realizar frente a una agresión letal, en defensa propia o
de terceros, y en caso de un peligro inminente de muerte o de lesiones graves que
representen una amenaza a la vida y sólo cuando otras medidas resulten insuficientes. La o
el Integrante puede recurrir al uso de armas de fuego solamente cuando sea
estrictamente inevitable para proteger una vida.
Conclusiones

En conclusión, los niveles del uso de la fuerza policial que se mencionaron en este trabajo
son de aplicación diferenciada y progresiva, se debe aplicar con forme a lo establecido,
claro esta que en algunos casos no se podrá aplicar todos los niveles en orden además
es diferenciada puesto que existe un nivel distinto para identificar el grado de resistencia
del intervenido y el nivel del uso de la fuerza aplicable a cada situación.
Mientras que resulta progresiva porque el efectivo no puede iniciar inmediatamente con el
empleo del nivel de táctica letal a menos que sea una situación extrema que concurran uno
de los supuestos para usar arma de fuego.

Los niveles de resistencia del intervenido se subdividen a su vez en resistencia pasiva y


resistencia activa; frente a ambos tipos de resistencia, el DL 1186 prevé que el efectivo
policial responda en principio a nivel preventivo y finalmente a nivel reactivo

Recomendaciones

Es una tarea considerable la que corresponde realizar a la jefatura de mando de un


organismo encargado de hacer cumplir la ley para crear un marco operativo integral
relativo al uso de la fuerza y de armas de fuego a fin de garantizar la aplicación íntegra de
los Principios Básicos.

Se necesita tiempo, dedicación de recursos suficientes y la voluntad y determinación de la


jefatura para garantizar que el uso de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley que están bajo su mando está regido por el respeto del
derecho internacional de los derechos humanos en general.

Las instrucciones y los procedimientos operativos, las decisiones relativas al equipo, la


formación, la jerarquía establecida, los mecanismos de supervisión y control, todo debe ser
revisado constantemente a la luz de las lecciones aprendidas y de los nuevos retos que
puedan plantearse.

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