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Caso Laura – TBCS

Laura es una mujer de 45 años, independiente y diseñadora gráfica, divorciada hace 10


años, tiene dos hijas: 22 y 18 años. La hija mayor ya independiente, la segunda vive con
ella. Laura convive con su nueva pareja desde hace 5 años (Samuel).
Ni bien llega a la consulta y el terapeuta se presenta, ella comienza a explicar su
problema sin dar oportunidad a que el terapeuta prosiga con su conversación.
Después de 15 minutos de sesión…

Laura: El problema, tal como yo lo veo… bien… hace poco leí un libro de autoayuda y
me sentí identificada con todo lo que se decía. Por eso creo que si un libro me ayudó…
tal vez venir aquí sea bueno, aunque el nuevo nivel de problemas en mi vida me tiene
verdaderamente asustada, me enfrento a situaciones que no puedo manejar… (comienza
a llorar) … Yo he pasado por mucho y esto me aterra porque no lo puedo manejar.
T: Asiente con la cabeza y acerca su cuerpo en posición de escucha hacia ella.
Laura: Desde hace dos meses tengo mucha tristeza, paso como 1 a 2 días tan triste que
descuido mi trabajo, me siento muy impotente.
T: Explíqueme un poco más sobre todo aquello por lo ya ha pasado.
Laura: Mi negocio, mi divorcio y eso ve, no fue fácil, nada fácil.
T: Ya veo, pude leer en la información previa que usted trabaja en su empresa desde
hace 15 años verdad?
Laura: Si, y estuve a punto de cerrar porque no tuve al inicio la suerte de elegir bien a
los empleados, no hacían bien su trabajo y yo no tenía tiempo para ver a mis hijas, fue
muy difícil.
T: Ahora que la escucho entiendo mejor cuando habla de que la aterra no poder manejar
su tristeza cuando usted ha pasado por todo esto y su divorcio y la veo ya con una hija
independizada y la menor iniciando una nueva etapa de estudios…
Laura: Si, yo me sentiré mejor cuando vuelva ese entusiasmo por la vida…cuando
recupere esa parte de diversión y no tanto trabajo, estoy agobiada.
T: ¿A qué aspectos de entusiasmo de su vida se refiere?
Laura: Bueno quisiera tener algo más de distención en mi vida.
T: Cuando me habla de distención refiere a actividades sociales con amistades y con la
familia o hace referencia a pasar un momento más relajado realizando actividades
relajantes.
Laura: No se si usted me entiende, pero yo tengo muchas cosas en mi cabeza, primero
mi empresa sobre todo en este tiempo que es tan complicado con el encierro y nadie
invierte en propaganda escrita o anuncios, no quieren y yo debo cumplir con mis
obligaciones con los contratos asumidos y con mis hijas y mi persona. Por otro lado,
siento que soy la única que está en sus horas en el escritorio con la computadora
trabajando, mientras veo que los empleados están haciendo diplomáticamente lo
mínimo para no quedar mal conmigo que soy la jefa, siento que se me burlan. Mi pareja
si bien es buena, anda más cuidando a sus padres que son mayores que conmigo, mi hija
está más con su pareja y yo siento tristeza y enojo porque me siento sola, burlada por
mis empleados que no producen nada… y eso. Ve que tengo mucho y no se que me
molesta, bueno todo suma y eso…
T: Me gustaría que preste atención a este pensamiento que se me ocurre y luego me
comenta como se engancha todo en su sentimiento. Hay beneficios que aparecen y no
son fáciles de apreciarlos porque estamos centrados en una sola vía de la carretera en
lugar de observar ambas vías. Si ponemos toda su queja en una vía y buscamos en la
otra algo que la ponga más positiva con opciones alternas a la queja con qué se
encontraría…
Laura: Bueno viéndolo así me gustaría obviamente ponerme del otro lado de la vía y no
crea que no lo he intentado, pero vuelvo por algún momento al otro lado.
T: Bien, veo que hay dificultades de imaginarse algo más aliviada y al otro lado de la
vía.
Laura: Si, por eso estoy aquí…
T: En general, ¿qué porcentaje de su vida diaria es confortable y no tan estresante o
tensa?
Laura: El setenta por ciento es estresante y de mucho esfuerzo.
T: ¿Ese setenta por ciento es de lunes a viernes o durante toda su semana?
Laura: Es de toda mi semana porque los fines de semana me preocupo de mantener la
casa limpia, voy de compras, preparo ropa para la semana y son cosas que no puedo
pasar por alto porque desde la pandemia no tengo ayuda en casa para evitar contagios
porque mi pareja visita a diario a sus padres y puede llevar el contagio y sería algo que
yo no puedo permitirme…
T: Cuando la escucho admiro mucho su sentido de responsabilidad pero hay que saber
que tampoco se puede controlar todo. Me puede entonces hablar un poco más sobre esa
diferencia del treinta porciento?
Laura: (Como desentendiéndose de la pregunta del terapeuta) Tengo muchas opciones y
no puedo decidir cuáles me convienen y cuales no dentro de su porcentaje…
T: Bueno, Laura parece que usted tiene en la cabeza muchas cosas que la hacen sentir
muy triste y confundida. Me dijo que a veces se siente sobrepasada con los empleados
de su empresa, con la ausencia de su pareja, con los trabajos de casa y evidentemente
son muchas cosas de las que ocuparse. Entonces yo me preguntaba mientras la
escuchaba: si yo tuviera una varita mágica y pudiera hacer que durante la noche
sucediera todo lo que usted quiere, ¿cómo serían las cosas para usted cuando se
despertara mañana por la mañana?
Laura: Ayyy, si todo fuese así, tendría una meta, una imagen clara de hacia dónde se
encamina mi vida.
T: ¿Cuál cree que será esa meta?
Laura: Sentirme cómoda conmigo misma, con una idea, al menos una de lo que puedo y
de lo que no puedo hacer, me sentiría integrada porque volvería a hacer lo que vine
haciendo, sin verme agotada y sin fuerzas y triste.
T: Si la entiendo bien, cuando usted habla de sentirse integrada refiere al momento de su
vida cuando usted sentía que era muy independiente y mantenía una relación saludable
con sus empleados, pareja, hijas, amigos?
Laura: Si, me gustaría tener una meta
T: Y si ahora tratamos de definir solo una meta, optaría por el área familiar, social o
laboral, ¿cuál elegiría?
Laura: Bueno si lo veo así, entonces quizás es mi hija menor, ella se quiere ir a vivir con
su hermana mayor y me agobia la idea de que esa será una prueba de mis aptitudes
como madre porque siempre la protegí y yo se que será muy cómoda y delegará muchas
responsabilidades en su hermana, así que eso -como se viene ya- me asusta mucho.
T: Suena como si sintiera que cuando su hija se vaya usted recibirá una libreta de
calificaciones
Laura: Rie y asiente. Sufrí mucho e invertí mucho tiempo -que me era poco- en
educarlas y ella era floja y muy cómoda y no es capaz de comunicarse bien conmigo.
T: Me gustaría proponerle trabajar sobre su hija (lee ficha de la entrevista telefónica
para encontrar el nombre de la joven). Mariel tiene que tener un protagonismo en
nuestra conversación para que usted se vaya con algo concreto y sepa que trabajar en la
primera meta ya es algo real.
Laura: Aceptaría de buen grado el desafío de llegar a la primera meta si me alivia de
todo esto que vengo trayendo desde hace un tiempo atrás.
T: Bien, entonces permítame preguntarle un poco más sobre la concreción de la primera
meta. ¿qué otra diferencia habrá conseguido mi varita mágica mañana por la mañana
cuando pensamos en Mariel?
Laura: Que ella simplemente me acompañe y muestre su apoyo por mi trabajo, ya que
desde esta nueva forma de trabajar estoy más aislada…
T: ¿Y cómo reconocerá ese estado? ¿qué notará en sí misma y qué notarán otros en
usted cuando esté más relajada?
Laura: Estaría menos tensa y más segura en mis decisiones, no irracional…
T: Si somos justos con sus esfuerzos entonces tendríamos que hablar de los momentos
de su vida en que se sintió segura, ¿me comenta algo sobre ello, de su “ser” racional?
Laura: Cuando decidí convivir con Samuel, fue muy acertada mi decisión y si estoy más
sola es porque claramente él debe ayudar a sus padres, su madre está en silla de ruedas
por un ACV y su padre está por los 89 años, necesitan ayuda, no es porque no me
quiere, por eso diría que es mi mejor decisión.
T: ¿Y si me comentara alguna otra decisión Laura?
Laura: Trabajé en las necesidades de mis hijas, siempre viendo a mis dos hijas y tengo
miedo de que ahora Mariel pelee con su hermana y termine mal esta experiencia.
T: Creo que ambas hijas han recibido lo mejor de usted y así como le fue bien a la
primera y supo manejarse bien en su vida, también lo hará Mariel. Recuerde que
Patricia tiene experiencia ya de vida lejos de casa y así como usted decide hacer frente a
sus desafíos, ellas también lo harán y es bueno que lo hagan solas…
Laura: Ehhh, no lo vi de esa forma. Tendré que soltar y sentirme sin ataduras.
T: Bien, veo que le están sucediendo muchas cosas sobre las que necesita hablar, ha
tenido una vida de mucho esfuerzo y dedicación, también veo que tuvo momentos y
decisiones muy buenas en su vida. Naturalmente como una mujer responsable de su
vida, de sus hijas, de su trabajo y de su pareja se pregunta muchas cosas. Sería bueno
también que observe que es momento de soltar ataduras y buscar momentos en los
cuales usted se devuelva espacios que le permitan experimentar el logro de todos sus
esfuerzos. Por otro lado, es lógico que sienta tristeza porque es una fase de su vida que
está llegando a su fin, ya no tendrá a sus hijas cerca y también emocionada porque
comienza una etapa nueva. En momentos así no es irrazonable creer que uno no puede
controlar sus emociones y sentirse paralizado, especialmente en el caso de alguien como
usted, que ha hecho un gran esfuerzo para tratar de comprenderse y acompañar bien a
sus hijas.
Bien, dicho esto es bueno aclarar que una persona realmente independiente es la que
sabe cuándo pedir ayuda y cuándo arreglárselas sola. Esto es algo que al parecer usted
ya sabe, porque conoce el valor del apoyo eligiendo a Samuel y porque buscó ayuda al
venir aquí.
Laura: Oh, si, sin duda por eso estoy aquí.
T: Entonces, quizás quiera pensar en lo siguiente para la próxima vez que nos
encontremos: actúe algunos días hasta el próximo encuentro como si hubiese logrado la
primera meta, qué cosas diferentes lograría hacer y cómo responderían las personas de
su entorno.
Laura: Está bien, muchas gracias. Me imagino que la segunda vez podremos trabajar en
los otros pendientes, ¿verdad?
T: Claro Laura, lo importante es trabajar de a poco, creo que habiendo puesto tanto de sí
en este primer encuentro, se podrá sentir mejor logrando situarse en el otro carril.
¿Me permite hacerle una pregunta un tanto extraña?
Laura: Si, claro.
T: Viniendo aquí a trabajar en sus metas, mismas que se irán definiendo según sus
propias necesidades, ¿cómo se situaría dentro de una escala donde cero es igual al
momento que iniciamos este encuentro y diez sería el logro de la primera meta fijada?
Laura: Bueno, me sentiría en un ocho en mis ganas porque me ha alivia dividir las
metas porque llevo mucho en mi cabeza y un seis en hacer mi tarea, tengo aquí miedo
de olvidarme.
T: Bien, como le dije vamos de a poco y nos vemos en quince días Laura.

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