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NR y V 8ª.

Arrendamientos y otras operaciones de naturaleza similar

Se entiende por arrendamiento, a efectos de esta norma, cualquier acuerdo, con independencia de su instrumentación
jurídica, por el que el arrendador cede al arrendatario, a cambio de percibir una suma única de dinero o una serie de pagos
o cuotas, el derecho a utilizar un activo durante un periodo de tiempo determinado, con independencia de que el
arrendador quede obligado a prestar servicios en relación con la explotación o mantenimiento de dicho activo.

La calificación de los contratos como arrendamientos financieros u operativos depende de las circunstancias de cada
una de las partes del contrato por lo que podrán ser calificados de forma diferente por el arrendatario y el arrendador.

1. Arrendamiento financiero
Cuando de las condiciones económicas de un acuerdo de arrendamiento, se deduzca que se transfieren sustancialmente
todos los riesgos y beneficios inherentes a la propiedad del activo objeto del contrato, dicho acuerdo deberá
calificarse como arrendamiento financiero y se registrará según los términos establecidos en los apartados siguientes:

Se pueden dar dos casos en los que se presume la transferencia sustancial de los riesgos y beneficios inherentes a la
propiedad:

1) Cuando el arrendamiento incluye opción de compra, se presumirá que se transfieren sustancialmente todos los
riesgos y beneficios inherentes a la propiedad, cuando no existan dudas razonables de que se va a ejercitar dicha
opción.
2) Si en el arrendamiento no exista opción de compra, se presumirá salvo prueba en contrario, dicha transferencia,
entre otros, en los siguientes casos:

a) Cuando la propiedad del activo se transfiera al arrendatario al finalizar el plazo de arrendamiento.

b) Cuando el plazo del arrendamiento coincida o cubra la mayor parte de la vida económica del activo,

c) En aquellos casos en los que, al comienzo del arrendamiento, el valor actual de los pagos mínimos acordados por
el arrendamiento suponga la práctica totalidad del valor razonable del activo arrendado.

d) Cuando las especiales características de los activos objeto del arrendamiento hacen que su utilidad quede
restringida al arrendatario.

e) El arrendatario puede cancelar el contrato de arrendamiento y las pérdidas sufridas por el arrendador a causa de
tal cancelación fueran asumidas por el arrendatario.

f) Los resultados derivados de las fluctuaciones en el valor razonable del importe residual recaen sobre el
arrendatario.

g) El arrendatario tiene la posibilidad de prorrogar el arrendamiento durante un segundo periodo, con unos pagos por
arrendamiento que sean sustancialmente inferiores a los habituales del mercado.

El arrendatario, en el momento inicial, registrará un activo de acuerdo con su naturaleza, según se trate de un elemento
del inmovilizado material o del intangible, y un pasivo financiero por el mismo importe, que será el menor entre el valor
razonable del activo arrendado y el valor actual al inicio del arrendamiento de los pagos mínimos acordados, entre
los que se incluye el pago por la opción de compra cuando no existan dudas razonables sobre su ejercicio y
cualquier importe que haya garantizado, directa o indirectamente, y se excluyen las cuotas de carácter contingente, el
coste de los servicios y los impuestos repercutibles por el arrendador.

La carga financiera total se distribuirá a lo largo del plazo del arrendamiento y se imputará a la cuenta de pérdidas y
ganancias del ejercicio en que se devengue, aplicando el método del tipo de interés efectivo.

El arrendatario aplicará a los activos que tenga que reconocer en el balance como consecuencia del arrendamiento los
criterios de amortización, deterioro y baja que les correspondan según su naturaleza y a la baja de los pasivos financieros
lo dispuesto en el apartado 3.5 de la norma sobre pasivos financieros.

2. Arrendamiento operativo

Se trata de un acuerdo mediante el cual el arrendador conviene con el arrendatario el derecho a usar un activo durante un
período de tiempo determinado, a cambio de percibir un importe único o una serie de pagos o cuotas, sin que se trate de
un arrendamiento de carácter financiero.

Los ingresos y gastos, correspondientes al arrendador y al arrendatario, derivados de los acuerdos de arrendamiento
operativo serán considerados, respectivamente, como ingreso y gasto del ejercicio en el que los mismos se devenguen,
imputándose a la cuenta de pérdidas y ganancias.
3. Venta con arrendamiento financiero posterior: Lease-back

Cuando por las condiciones económicas de una enajenación, conectada al posterior arrendamiento de los activos
enajenados, se desprenda que se trata de un método de financiación y, en consecuencia, se trate de un arrendamiento
financiero, el arrendatario no variará la calificación del activo, ni reconocerá beneficios ni pérdidas derivadas de esta
transacción. Adicionalmente, registrará el importe recibido con abono a una partida que ponga de manifiesto el
correspondiente pasivo financiero.
La carga financiera total se distribuirá a lo largo del plazo del arrendamiento y se imputará a la cuenta de pérdidas y
ganancias del ejercicio en que se devengue, aplicando el método del tipo de interés efectivo. Las cuotas de carácter
contingente serán gastos del ejercicio en que se incurra en ellas.

NR y V 7ª del PGC-PYMES

La principal modificación simplificadora respecto a los contenidos del PGC 2008 se encuentra en la contabilidad del
arrendatario, el cual registrará en todo caso el activo arrendado y el pasivo financiero asumido por el valor razonable
del activo arrendado calculado al inicio del arrendamiento, desapareciendo por tanto la referencia al valor actual del
pasivo financiero como límite máximo de esa valoración

MICROEMPRESAS

Los arrendamientos financieros que no tengan por objeto terrenos, solares u otros activos no amortizables, contabilizarán
las cuotas devengadas en el ejercicio como gasto en la cuenta de pérdidas y ganancias. En su caso, en el momento de
ejercer la opción de compra se registrará el activo por el precio de adquisición de dicha opción.

En la memoria de las cuentas anuales deberá indicarse el valor razonable o valor al contado del activo calculado al inicio
del arrendamiento y su vida útil estimada, las cuotas abonadas, la deuda pendiente de pago y el importe por el que se
pediese ejercer la opción de compra, si la hubiera. La información acerca de las cuotas deberá suministrarse
diferenciando la parte que corresponda a la recuperación del coste del bien y la carga financiera.

El contrato de Renting
El contrato de renting es un contrato mercantil que surge en las relaciones de las empresas. No está regulado
específicamente por nuestro derecho, no obstante, para su tratamiento hay que atender a las normas sobre contratos del
Código de Comercio y a los preceptos más generales sobre contratos del Código Civil. Jurídicamente, se asimilan a
contratos de arrendamiento de bienes muebles, por un tiempo y precio cierto, contratando el arrendatario además del uso
del bien, una serie de servicios complementarios, como asistencia técnica, mantenimiento, seguro, sustitución en caso de
avería y otros similares y en los que no existe opción de compra, si bien en ocasiones, los bienes objeto de estos
contratos son adquiridos por el arrendatario al vencimiento del mismo por un precio aproximado al valor residual.

El contrato de renting tiene extremos coincidentes con el de leasing, para evitar confusiones conviene aclarar algunos
puntos de divergencia entre ambas figuras. Las diferencias sustanciales que encontramos sobre la base del anterior texto
legal son las siguientes:

- En el leasing el arrendatario debe desarrollar una actividad empresarial a la que quedar afectados los bienes, mientras
que en el contrato de renting no es imprescindible cumplir con esa condición.

- Un bien adquirido por leasing aporta valor al inmovilizado de la empresa y a la finalización del contrato ostenta la
opción de compra, por tanto, esta fórmula interesa al arrendatario cuando desee tener la propiedad del bien. Por el
contrario en el renting no existe la opción de compra. Es razonable creer que los tipos de bienes normalmente financiados
por uno y otro sean distintos. El renting se aplicará a aquellos bienes de rápida evolución tecnológica, como la
informática, o en aquellos que el mantenimiento técnico sea especialmente valorable como ocurre en los automóviles y el
leasing queda como vía más aconsejable para adquirir equipos cuyo plazo de obsolescencia sea más largo.

-En las operaciones de renting supone gasto fiscalmente deducible el 100% del pago de cuotas por alquiler en el impuesto
de sociedades, así como en el régimen de estimación directa de los profesionales, mientras que en las de leasing hay que
desglosar la cuota devengada en gastos financieros y en la parte imputable a la compra del bien; los gastos financieros
son deducibles, así como las cuotas por amortización, permitiéndose una amortización acelerada de los activos adquiridos
con leasing hasta el límite del doble del coeficiente de amortización fiscal según tablas.

- Finalmente, mientras que en el leasing es a cargo del usuario el mantenimiento del activo, una compañía de renting
asume esos costes, con la garantía de que el bien siempre estará en perfecto estado de uso, siendo por cuenta del
arrendador la reparación o sustitución del elemento cuando lo precise.

Por lo anterior, no ha de extrañar que el coste de una operación de renting sea más elevado que otras opciones del
mercado encaminadas a diferentes formas de adquisición de activos.

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