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Carrera: Ingeniería en Aeronáutica

Materia: Habilidades del pensamiento

Actividad 3 Unidad 3. Pensamiento Crítico y Creativo

Profesor. Juan Leobardo Sánchez Reyes

Integrantes de equipo:

Jesedh Ali Umares Bueno 362112372

Iván Dimitri Romero González 362112390

Grado y Grupo: 4to 31A IA


Un pensamiento hace referencia a procesos mentales, mediante los cuales un
individuo desarrolla sus ideas acerca del entorno, los demás o él mismo. En esta
unidad profundizamos en el pensamiento crítico, los pasos que se necesitan para
alcanzarlo, y la explicación de Daniel Kahneman sobre la toma de decisiones.

El pensamiento crítico es la capacidad de analizar y evaluar la información existente


utilizando la reflexión, flexibilidad, lógica y detección de sesgos para esclarecer su
veracidad. Es decir, un pensador crítico formula preguntas con claridad, siendo
inquisitivo; está bien informado y es capaz de acumular y evaluar la información que
recibe además de interpretarla; argumenta sus juicios y opiniones; reconoce y es
honesto con respecto a sus sesgos personales; es de mente abierta y confía en la
razón; comunica de forma efectiva su proceso de razonamiento, sus conclusiones y
soluciones; y está dispuesto a reconsiderar y retractarse si es necesario.

Para ilustrar nuestro aprendizaje mediante una


construcción de legos, creamos un laberinto cuyo
propósito es encontrar un tesoro. Para poder salir del
laberinto, y llegar al tesoro, se necesitan seis llaves.
Estas se encuentran esparcidas en los diferentes
caminos del laberinto. Las llaves representan los
retos u objetivos que deben alcanzarse para tener un
pensamiento crítico de calidad.

Las primeras dos llaves que el aventurero encuentra


son las que contiene el pensamiento concreto.
Dentro de este pensamiento se encuentran los
pensamientos deductivo e inductivo. Estos parten del
momento presente, de lo que observamos,
escuchamos y sentimos. Por ejemplo, el
pensamiento inductivo se apoya en particularidades o
patrones de los que extraemos una conclusión
general. Y el pensamiento deductivo, por el contrario,
parte de algo general y lo aplica a una particularidad.
Ambos son parte del sistema 1 que Daniel
Kahneman explica. El aventurero se deja llevar por lo primero que ve, y saca
conclusiones apresuradas, cree que con una o dos llaves podrá abrir la puerta al
tesoro, no trata de asegurarse de que sea cierto. Esto es algo que las personas
hacemos frecuentemente, solemos juzgar por la primera impresión de algo o
alguien, o generalizar ideas por alguna experiencia previa. Es necesario recordar
que es bueno cuestionarse.
La tercera llave, es el pensamiento interrogativo.
Preguntarse siempre es bueno para llegar a la
verdad. El aventurero al encontrar esta llave se
cuestiona, ¿hay más de una llave?¿cuántas serán
necesarias para llegar al tesoro?¿se debe explorar
todo el laberinto?. A menudo los sesgos nos impiden
tomar decisiones de manera acertada, incluso
hacemos opiniones erróneas. Un buen ejemplo es el
sesgo de confirmación, el cual se refiere a la
tendencia a buscar y ver información que confirme
nuestras creencias, pero al mismo tiempo, ignorar
toda información que las contradice. Si el aventurero busca información para
confirmar que existen tres llaves, encontrará que sí existen. Sin embargo, no es la
verdad completa, ya que en total son seis llaves. Para evitar esto, necesitamos
trabajar más en el sistema 2.

La cuarta llave, es el pensamiento analítico. Este se


centra en decidir que hacer o en qué creer. Divide el
problema en partes más pequeñas que son
categorizadas y analizadas para solucionar una a
una. El aventurero encuentra la tercera llave, observa
que no ha recorrido el laberinto por completo. Si se
deja llevar por el sesgo de confirmación, iría
directamente en busca de la puerta al tesoro, pero al
llegar ahí se daría cuenta que en realidad necesita 6
llaves. Es por eso que el aventurero, usó el
pensamiento analítico para decidir cómo trabajar.
Opta por recorrer cada parte del laberinto, descifrando el mensaje de las llaves que
ha recolectado hasta el momento, y así llegar a una solución que lo guíe a la
siguiente. Es importante mencionar que utilizamos más el sistema 2 en el
pensamiento analítico. Se deja a un lado la intuición y las emociones, pensamos
lento porque se trata de profundizar en cada detalle.

La quinta llave se trata del pensamiento convergente.


Un pensamiento que se centra en llegar a una
solución bien definida para un problema dado. Va de
la mano con el pensamiento analítico. El aventurero
lo utiliza para descubrir el camino correcto que lo
lleve al tesoro. Sabe que solo hay una entrada, por lo
que debe concentrarse en ella. Aquí está presente el
sistema 2 y sistema 1. A pesar de que trata de
analizar la información que se presenta, sigue cerrado a encontrar solo una
solución, algo a lo que estamos acostumbrados. El sistema 1, no deja que explore la
posibilidad de encontrar más maneras de llegar al destino.

La sexta llave es el pensamiento divergente. Un tipo


de pensamiento que establece una división entre dos
o más aspectos de una idea, y explora las diferentes
posibilidades de esta partición. Se encuentra dentro
del sistema 2, lento, analítico y muy creativo. El
aventurero debe usar el pensamiento divergente para
explorar todas las rutas que lo lleven al tesoro. Es la
recta final, ha adquirido poder a través de las llaves,
su conocimiento es amplio. Las decisiones que toma
son analizadas por el sistema 2; asimismo, utiliza el
sistema 1 para estar alerta a cualquier situación que
se pueda presentar.

Finalmente el aventurero llega al tesoro llamado


“Pensamiento Crítico”. El pensamiento crítico no se
trata de llevar la contraria al mundo, sino de ser
capaces de elaborar nuestro propio punto de vista en
base a la comprobación y contrastación de datos. Al
llegar aquí, el aventurero es capaz de tomar
decisiones siendo imparcial, indagando a profundidad
los hechos, y enfocándose en los objetivos. Su
sistema 1 no controla la forma en la que se comporta,
por lo que no se deja llevar por la intuición o
emociones.
Resuelve los conflictos separando las causas posibles hasta encontrar el origen del
problema antes de tomar una decisión. No cree inmediatamente en lo que alguien
más le dice, sino que detecta los sesgos para llegar a un razonamiento correcto y de
calidad. El aventurero tuvo que recorrer un largo camino para llegar aquí, pero
gracias a los todos aprendizajes que adquirió, obtuvo un preciado tesoro.

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