Está en la página 1de 182

Curso de OPERADORES de instalaciones radiactivas (IR).

MÓDULO BÁSICO

Curso de OPERADORES de
instalaciones radiactivas (IR).
MÓDULO BÁSICO.

TEXTOS

© CSN-CIEMAT - 2004
TEMA 1:INTRODUCCIÓN A LAS RADIACIONES IONIZANTES. NATURALEZA Y
TIPOS DE RADIACIÓN. INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA
MATERIA.

© CSN-CIEMAT - 2004
ÍNDICE:

1.- ESTRUCTURA ATÓMICA Y NUCLEAR.


1.1. Estructura atómica de la materia.
1.2. El núcleo atómico.
1.3. Equivalencia entre masa y energía.

2.- RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA.

3.- RADIACTIVIDAD Y REACCIONES NUCLEARES.


3.1. Núcleos estables e inestables.
3.2. Desintegración radiactiva.
3.3. Reacciones nucleares.

4.- RADIACIONES IONIZANTES Y SU INTERACCIÓN CON LA MATERIA.


4.1. Interacción de partículas cargadas con la materia.
4.2. Interacción de fotones con la materia.
4.3. Interacción de neutrones con la materia.

© CSN-CIEMAT - 2004
1.- ESTRUCTURA ATÓMICA Y NUCLEAR

1.1. Estructura atómica de la materia.


A lo largo de los siglos se han identificado una serie de sustancias, que hoy llamamos elementos
químicos, elementos simples o sencillamente elementos, que aparecen en la composición de las demás
sustancias llamadas compuestos o combinaciones químicas, pero que no pueden considerarse
constituidas por otras sustancias más sencillas. Así por ejemplo, el agua es un compuesto químico
formado por hidrógeno y oxígeno, que son elementos simples.

El estudio de las propiedades de los elementos químicos y de las leyes que regulan las reacciones entre
ellos y que dan lugar a la formación de los compuestos químicos condujo a las siguientes conclusiones
fundamentales:

- Toda la materia está constituida por individualidades, llamadas átomos, que conservan su
identidad en las reacciones químicas.

- Los átomos de cada elemento son iguales entre sí, pero distintos de los de otros elementos, de
los que difieren, al menos, en el peso.

- Las sustancias compuestas o compuestos químicos se forman por la combinación de los átomos
de sus constituyentes, según proporciones sencillas y definidas formando moléculas.

En la actualidad se conocen algo más de un centenar de elementos químicos distintos. La mayor parte de
ellos se encuentran en la naturaleza y solamente unos pocos han sido obtenidos artificialmente. Esto
quiere decir que existen más de un centenar de especies de átomos. Cada elemento químico o especie
atómica se designa con un nombre y un símbolo químico: hidrógeno (H), helio (He), carbono (C),
oxígeno (O), azufre (S), potasio (K), etc.

Los diferentes tipos de átomos se combinan para formar estructuras más complejas que reciben el
nombre de moléculas. Una molécula es el menor constituyente de una sustancia que conserva las
propiedades químicas de la misma. Las moléculas de los elementos simples o elementos químicos están
constituidas por átomos de la misma especie. Así, la molécula de hidrógeno, H2, está constituida por dos
átomos de hidrógeno; la molécula de oxígeno, O2, está constituida por dos átomos de oxígeno. Las
moléculas de algunos elementos, como las de los llamados gases nobles, están constituidas por átomos
aislados.

Las moléculas de las sustancias compuestas están constituidas por átomos de especies diferentes. Así, la
molécula de agua H2O está constituida por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno; la de dióxido de
carbono CO2 consta de un átomo de carbono y dos de oxígeno. Existen sustancias orgánicas cuyas
moléculas son muy complicadas y pueden llegar a tener miles de átomos.

Todas las moléculas de una misma sustancia compuesta o combinación química son iguales entre sí. Así,
todas las moléculas de agua H2O están constituidas por dos átomos de hidrógeno y un átomo de
oxígeno unidos de una misma forma. Sus propiedades físicas y químicas suelen ser muy diferentes de las
de los elementos que la componen; por ejemplo las propiedades del agua son muy distintas de las del

© CSN-CIEMAT - 2004
1-1
hidrógeno y del oxígeno.

Numerosos experimentos desde finales del siglo XIX y comienzos del XX pusieron de manifiesto que
los átomos no son entidades indivisibles sino que tienen una estructura interna. Sin entrar en detalles
acerca de la evolución histórica de los descubrimientos ni de las teorías existentes, un átomo, cuyo
tamaño característico es del orden de 10-10 m tiene un núcleo muy pequeño, del orden de 10-15 m, donde
se concentra la mayor parte de su masa. El núcleo está formado por dos tipos de partículas llamadas
protones (con carga eléctrica positiva) y neutrones (sin carga eléctrica o neutras) que se mantienen
unidas debido a la denominada interacción fuerte (una fuerza de atracción muy intensa y de muy corto
alcance que es capaz de vencer la repulsión eléctrica entre las cargas positivas de los protones). Los
protones y los neutrones reciben el nombre genérico de nucleones, por ser ambos los constituyentes de
los núcleos atómicos. En torno al núcleo se encuentran los electrones, partículas con carga eléctrica
negativa y mucho mas ligeras que los protones y neutrones del núcleo (la masa del protón o de neutrón
son muy parecidas y aproximadamente 1.840 veces la masa del electrón).

Figura 1: El átomo

El número de protones se denomina número atómico del elemento en cuestión (Z) y determina sus
propiedades químicas. En un átomo neutro (sin carga eléctrica), este número coincide con el número de
electrones aunque no es así en el caso de átomos con carga eléctrica (iones). Los números atómicos de
los elementos existentes en la naturaleza comprenden todos los números enteros, desde Z = 1 para el
hidrógeno hasta Z = 92 para el uranio. A éstos hay que añadir los elementos artificiales generados por el
hombre desde el descubrimiento de la energía nuclear, como son el plutonio, Z = 94, el americio, Z =
95, el californio, Z = 96, etc., todos ellos radiactivos.

A cada elemento químico le corresponde un número atómico que coincide con su lugar de colocación en
el Sistema Periódico de los Elementos, en el que se ordenan en sentido creciente respecto a sus pesos
atómicos, presentando un conjunto de regularidades que permiten clasificarlos en diversos grupos afines.
(Figura 2).

© CSN-CIEMAT - 2004
1-2
La imagen del átomo como un sistema planetario en miniatura donde los electrones se mueven en órbitas
circulares o elípticas alrededor del núcleo fue abandonada por la física con el desarrollo de la
denominada mecánica cuántica a partir de 1930, debido a las numerosas incongruencias de dicho
modelo. Sin embargo, para una mayor comprensión de los temas, la representación atómica seguirá este
modelo sencillo, que en primera aproximación da buenos resultados.

Los modelos actuales consideran que los electrones se “distribuyen” alrededor del núcleo en distintos
niveles de energía, que son característicos de los átomos de cada elemento químico. Así, el átomo de
hidrógeno es el más simple de la naturaleza y está constituido por un solo protón en su núcleo y un
electrón (el número atómico del hidrógeno es por tanto Z=1). El átomo de helio tiene dos protones y
dos neutrones en su núcleo, así como dos electrones en su periferia (por tanto, su número atómico es
Z=2). El átomo de carbono tiene seis protones y seis neutrones en su núcleo mas seis electrones en
distintos niveles de energía (el número atómico del carbono es Z=6).

Es posible cambiar la distribución de los electrones en los distintos niveles de energía suministrándoles de
alguna forma la energía necesaria para efectuar el salto. Se dice entonces que el átomo queda en estado
excitado. Dicho átomo puede volver después espontáneamente a su estado anterior (denominado
estado fundamental), liberándose la correspondiente energía mediante la emisión de una radiación
llamada, en general, radiación electromagnética y que en unos u otros casos resulta ser luz visible,
ultravioleta o rayos X.

IA 0
1 2
H He
IIA IIIA IVA VA VIA VIIA
3 4 5 6 7 8 9 10
Li Be B C N O F Ne
11 12 13 14 15 16 17 18
Na Mg IIIB IVB VB VIB VIIB Al Si P S Cl Ar
VII IB IIB
19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36
K C a Sc Ti V Cr Mn Fe C o Ni Cu Zn Ga Ge As Se Br Kr
37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54
Rb Sr Y Zr Nb Mo Tc Ru Rh Pd Ag Cd In Sn Sb Te I Xe
55 56 57 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86
Cs Ba La Hf Ta W Re O s Ir Pt Au Hg Tl Pb Bi Po At Rn

87 88 89 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118
Fr Ra Ac Rf Db Sg Bh Hs Mt * * * ? ? ? ? ? ?

58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71
Lantánidos Ce Pr Nd Pm Sm Eu Gd Tb Dy Ho Er Tm Yb Lu
90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103
Actínidos Th Pa U Np Pu Am Cm Bk C f Es Fm Md No Lr

Metales Metales de Otros


Metales alcalinos
alcalinotérreos transición metales

No metales Halógenos Gases nobles Tierras raras

* Sintetizados y todavía sin nombre

Figura 2. Sistema Periódico de los Elementos.


© CSN-CIEMAT - 2004
1-3
Así mismo, para separar un electrón del átomo es necesario comunicarle una cantidad de energía
llamada energía de enlace o de ligadura del electrón al núcleo. Si se suministra dicha cantidad de energía,
entonces es posible separar completamente un electrón del átomo al que pertenecía, el cual queda
entonces convertido en un ion o átomo ionizado. De esta forma, el átomo primitivo, eléctricamente
neutro, da lugar a dos cargas eléctricas libres: el ion positivo y el electrón negativo. Este proceso,
llamado ionización, puede alterar algunas propiedades de la materia en la que tiene lugar. Por ejemplo,
puede hacer parcialmente conductor de la electricidad a un gas que en condiciones normales es un buen
aislante.

1.2. El núcleo atómico

El número de protones y neutrones que constituyen un determinado núcleo se denomina número de masa
o número másico de ese núcleo y se representa por A. El número de neutrones que existen en un
núcleo se representa por N. Se tiene la relación:

A = Z + N luego N = A - Z

A los diferentes núcleos atómicos que existen en la naturaleza o que pueden producirse artificialmente se
les llama, en general, nucleidos y se les designa mediante el símbolo:

A
Z
X
siendo X el símbolo del elemento químico correspondiente y A y Z el número másico y el número
atómico, respectivamente. Todos los átomos que poseen el mismo número de protones en su núcleo
tienen el mismo número atómico y pertenecen al mismo elemento.

Los nucleidos que poseen el mismo número de protones (igual número atómico Z), de modo que
corresponden a un mismo elemento químico, pero distinto número de neutrones (distinto número másico
A) reciben el nombre de isótopos del elemento en cuestión. Los átomos a que dan lugar los isótopos de
un mismo elemento poseen las mismas propiedades químicas, ya que éstas sólo dependen del número de
electrones en la corteza (Z).

CARBONO: Z=6; A=12 CARBONO: Z=6; A=14


Figura 3: Isótopos del Carbono ( C es un radioisótopo del 12C)
14

© CSN-CIEMAT - 2004
1-4
Por ejemplo, los átomos con 6 protones son todos átomos de carbono, los cuales tendrán normalmente
6 electrones. Puede haber, o pueden producirse, átomos de carbono conteniendo cada uno 4, 5, 6, 7, 8
ó 9 neutrones en su núcleo. Serán, por tanto, átomos de carbono con número másico 10, 11, 12, 13, 14
ó 15 respectivamente. A todos ellos se les llama isótopos del carbono y tienen las mismas propiedades
químicas pero suelen tener distintas propiedades nucleares. Por ejemplo, unos se desintegran
espontáneamente, son radiactivos, y otros no. A los isótopos radiactivos de cualquier elemento se les
llama radisótopos.

Se conocen tres isótopos distintos del hidrógeno: el hidrógeno ordinario, cuyo núcleo 1H está constituido
por un simple protón; el deuterio 2H, constituido por un protón y un neutrón y el tritio 3H, constituido por
un protón y dos neutrones. Los dos primeros son estables y se encuentran en la naturaleza en las
proporciones de 99,985% y 0,014% respectivamente. El tritio es inestable.

El agua cuyas moléculas contienen deuterio en lugar de hidrógeno ordinario, recibe el nombre de agua
pesada; sus propiedades químicas y biológicas son las mismas que las del agua ordinaria, pero sus
propiedades nucleares son muy diferentes.

De entre los elementos naturales, el más pesado es el uranio que tiene siempre 92 protones en su núcleo
y, por tanto, 92 electrones en su periferia cuando se halla en estado neutro. El uranio natural está
formado por mezcla de dos isótopos, el 99,27% está constituido por uranio 238 (238U) con 146
neutrones en su núcleo mientras que el 0,73% restante lo constituye el uranio 235 (235U) con tres
neutrones menos. Según se ha dicho, las propiedades químicas de uno y otro son las mismas, pero las
propiedades nucleares son bien distintas.

Los isóbaros son nucleidos que poseen el mismo número másico A (igual número de nucleones) pero
distinto número atómico Z (distinto número de protones). Por lo tanto también tienen distinto número de
neutrones. Al tener diferente número atómico Z, corresponden a diferentes elementos. Por ejemplo:

40 40
K Potasio-40 y Ca Calcio-40

60 60
Co Cobalto-60 y Ni Níquel-60

1.3. Equivalencia entre masa y energía

En el transcurso de los procesos que tienen lugar en la naturaleza, existen ciertas magnitudes físicas cuyo
valor permanece invariable, dando lugar a los principios de conservación. La física y química clásicas
parecían regirse con toda exactitud por dos principios fundamentales: el principio de conservación de la
masa, según el cual en todo sistema aislado, y en cualquier proceso que en él tuviera lugar, la masa total
que participa debería permanecer constante, y el principio de conservación de la energía, que establece
que ésta ni se crea ni se destruye, sino que sólo se transforma.

En 1905 Einstein publicó su primer trabajo sobre la Teoría de la Relatividad en el que apareció como
principio fundamental la equivalencia entre masa y energía según la expresión:

© CSN-CIEMAT - 2004
1-5
E = m c2

donde m es la masa de la partícula y c la velocidad de la luz en el vacío, aproximadamente c = 3x108


m/s.

Esta equivalencia está hoy en día plenamente demostrada por múltiples experimentos suficientemente
precisos. Se puede crear masa a expensas de energía pura (creación de pares electrón-positrón) y
también puede tener lugar la desaparición de masa que estará acompañada de una aparición de energía
equivalente (fenómenos de aniquilación materia-antimateria).

2.- RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA.

A partir de las investigaciones de Maxwell en 1870 y hasta comienzos del siglo XX, se aceptaba
generalmente que la luz era el resultado de la propagación de una onda electromagnética. Es decir, de
campos eléctrico y magnético oscilantes que se propagan a través del espacio. La velocidad de
propagación en el vacío de tales ondas, c, resulta ser una constante fundamental, cuyo valor es
aproximadamente

c = 3 x 108 m/s

Figura 4: Onda electromagnética

El carácter ondulatorio de la radiación electromagnética es necesario para explicar una serie de


fenómenos, tales como difracción, interferencia, refracción y polarización. Sin embargo, la descripción
puramente ondulatoria, resulta del todo insuficiente para explicar los fenómenos de interacción de la
radiación con la materia, tales como el efecto fotoeléctrico, y en general todos los procesos de
absorción y emisión de energía de átomos o núcleos.

Tales fenómenos fueron correctamente interpretados por Planck y Einstein a principios del siglo XX.
Para ello, hubo de admitirse que las ondas electromagnéticas están constituidas por minúsculos paquetes
de energía, llamados cuantos de radiación o fotones. El fotón puede ser considerado como una
partícula de masa en reposo nula y con una energía dada. La intensidad de emisión de la radiación
© CSN-CIEMAT - 2004
1-6
electromagnética depende del número de fotones por unidad de superficie en el punto de medida.
La representación de la radiación electromagnética como onda o como corpúsculo, constituye dos
aspectos complementarios de una misma realidad, que se manifiesta en una u otra forma según el tipo de
fenómenos que se consideren. La luz se comporta como si fuera una onda en fenómenos de refracción,
difracción, interferencia, etc. En cambio en procesos de intercambio de energía con átomos y núcleos,
actúa como si fuera un corpúsculo.

Estudiando esta naturaleza dual, Luis de Broglie propuso en 1924, que esta propiedad era extensible a
la totalidad de la materia. De acuerdo con esta hipótesis, hoy bien comprobada experimentalmente,
todas las partículas deben exhibir comportamiento ondulatorio en condiciones adecuadas.

Las ondas electromagnéticas conocidas se extienden sobre una amplia gama de longitudes de onda, que
comprenden desde las ondas radioeléctricas más largas, del orden del km hasta la radiación gamma más
dura, que se extiende hasta el femtometro (10-15 m).

En la Figura 5 puede observarse por ejemplo que la luz visible cubre una porción sumamente reducida
del espectro electromagnético, que se extiende desde los 780 nm para la luz roja, hasta los 380 nm del
violeta. Los límites de separación entre las distintas zonas, no presentan valores nítidos y existe siempre
un cierto margen de solapamiento.

Frecuencia Energía Nombre de la Longitud de I


Hz eV radiación onda m. O
8 - 14 N
10 10 10 I
Rayos Z
6 - 12
10 10 10 A
N
4 - 10 T
10 10 Rayos X 10 1 Anstron, A E
S
2
10 10 10 - 8
Ultravioleta
N
10 1 10 - 6 1 Micrón, µ O
Visible
-2
10 - 4
Infrarrojo I
10 O
10 N
-4
10 - 2 1 Centímetro, cm I
Telefonía 10
10 UHF Z
A
móvil -6
10 10 Onda corta
10 0 1 Metro, m
N
T
TV FM E
-8 2
10 10 S
10 Onda media 1 kilómetro, km
- 10 4
10 10
10 Onda larga

Figura 5. Espectro de la radiación electromagnética

3.- RADIACTIVIDAD Y REACCIONES NUCLEARES

© CSN-CIEMAT - 2004
1-7
3.1. Núcleos estables e inestables

La mayoría de los elementos que se encuentran en la naturaleza poseen núcleos estables cuya
constitución, es decir el número de protones y de neutrones que contienen, no varía con el tiempo a no
ser que artificialmente se les someta al bombardeo de otras partículas nucleares. Los elementos
naturales, desde el hidrógeno (H) de número atómico Z = 1 hasta el plomo (Pb) de número atómico Z =
82 están compuestos por uno o varios isótopos con núcleos estables.

Los elementos naturales con Z superior al del plomo hasta llegar al uranio (U) tienen núcleos más o
menos inestables que tienden, a lo largo del tiempo y con mayor o menor rapidez, a modificar su
composición mediante la emisión espontánea de algunas de las partículas que los constituyen. A este
fenómeno de transformación nuclear espontánea se le llama radiactividad, y a los átomos que así se
comportan, radionucleidos. El ritmo o rapidez de transformación espontánea es característico de cada
radionucleido y viene expresado por la llamada constante de desintegración (λ).

La estabilidad o inestabilidad de los núcleos depende únicamente de la estructura del núcleo, siendo
independiente de factores externos a éste como pudieran ser la temperatura, la presión o el estado
químico. Muchos núcleos son inestables y alteran su composición espontáneamente mediante la emisión
de partículas; este proceso implica una desintegración nuclear. Cuando un núcleo inestable
experimenta un proceso de desintegración radiactiva, se transforma en otro núcleo que posee o que
conducirá a una configuración más estable. En los procesos radiactivos en los que se emiten partículas
cargadas (radiactividad alfa y radiactividad beta), el núcleo residual pertenece a una especie nuclear
distinta de la del núcleo original. En los procesos en que tan sólo se emite radiación electromagnética
(radiactividad gamma) el núcleo residual pertenece a la misma especie nuclear que el originario.

3.2 Desintegración radiactiva

La velocidad con que un determinado isótopo radiactivo se transforma en otro nucleido se expresa por
la fracción de átomos que se desintegran por segundo mediante la constante de desintegración (λ),
característica de cada radionucleido. Dicha constante representa la probabilidad de que un determinado
núcleo se desintegre en la unidad de tiempo subsiguiente a un instante inicial arbitrario. Es la misma para
todos los núcleos de una misma especie y es independiente de los factores externos al núcleo, tanto
físicos (presión, temperatura, ...), como químicos. Además, es constante en el tiempo, lo que significa
que es independiente de la "edad" del núcleo; esto quiere decir que el núcleo radiactivo no "envejece" en
el mismo sentido en que lo hace un ser vivo, cuya probabilidad de morir aumenta con la edad.

El número de átomos de un determinado radionucleido presentes en una masa de sustancia radiactiva irá
disminuyendo continuamente con el transcurso del tiempo y con mayor o menor rapidez, según sea
mayor o menor el valor de su constante de desintegración. Al cabo de un cierto intervalo de tiempo, el
número de átomos del radionucleido en cuestión se habrá reducido a la mitad. A dicho intervalo de
tiempo se le llama período de semidesintegración, o simplemente período. Se representa por T1/2 o
simplemente por T.

El período o tiempo que tarda una cantidad inicial cualquiera de un radionucleido en reducirse a la mitad
al transformarse por desintegración en otra especie nuclear puede tener valores muy distintos de uno a
otro radionucleido, y por ello se suele expresar en segundos, minutos, horas, días o años; para el

© CSN-CIEMAT - 2004
1-8
polonio-211 es de 0,52 segundos, para el torio-231 de 25,6 horas, para el radio-226 de 1.620 años, y
para el uranio-238 de 4,5 x 109 años.

Existe una relación sencilla entre la constante de desintegración (λ) y el período de semidesintegración
(T)

Ln 2 0,693
T= =
λ λ

Por tanto, cuanto mayor sea la constante de desintegración, más rápidamente se desintegrará el
radisótopo y menor será su período.

La desintegración radiactiva obedece a una ley de decrecimiento exponencial, característica de todo


proceso de naturaleza estadística, que queda expresado por la fórmula:

N = N 0 · e- λ · t

siendo:

N0 el número de átomos radiactivos iniciales.


N el número de átomos presentes al cabo de un tiempo t por no haberse desintegrado todavía.
? la constante de desintegración.

Si expresamos el tiempo en períodos de semidesintegración, la representación gráfica de la disminución


con el tiempo de la cantidad presente de un isótopo radiactivo, correspondiente a esta expresión
matemática, es la que se muestra en la Figura 6.

Numero relativo de átomos (N/N 0)


1

0,5

0
0 T 2T 3T 4T 5T 6T
Tiempo (en periodos)

Figura 6. Decrecimiento por desintegración de un radionucleido.

Podemos observar cómo la cantidad de radionucleido se reduce a la mitad de la inicial cuando


transcurre un tiempo t = T, a la cuarta parte para t = 2T, a la octava parte cuando t = 3T, etc.
© CSN-CIEMAT - 2004
1-9
De acuerdo con la naturaleza de la radiación emitida, existen tres tipos fundamentales de procesos
radiactivos: radiactividad alfa, radiactividad beta y radiactividad gamma.

Desintegración alfa (α )

Las partículas alfa son núcleos de helio formados por dos protones y dos neutrones fuertemente
ligados. Se trata, por tanto, de partículas pesadas doblemente cargadas con carga positiva. Cuando un
núcleo emite una partícula alfa, su número atómico Z disminuye en dos unidades y su número másico A
disminuye en cuatro unidades. El proceso puede simbolizarse del siguiente modo:

A −4
A
X → Y +α
DESINTEGRACIÓN α
Z Z −2

Por ejemplo:
226
86 Ra → 222
84Rn + α

La mayoría de los radionucleidos que emiten


partículas alfa son núcleos pesados, con número
másico A mayor de 140 y el fenómeno es
consecuencia de la repulsión eléctrica entre los
protones del núcleo atómico. El espectro energético
de las partículas α es un espectro discreto; es
decir, las partículas se emiten con una energía o
energías determinadas, características del
radionúclido considerado.
Figura 7: Desintegración alfa

Desintegración beta (ß)

La desintegración beta agrupa tres procesos: la desintegración ß- o emisión de un electrón, la


desintegración ß+ o emisión de un positrón y la captura electrónica (CE) o captura de un electrón
por el núcleo atómico. Los núcleos que experimentan este tipo de desintegración alteran su número
atómico Z pero no su número másico A, de forma que los núcleos residuales son isóbaros del originario.

La desintegración ß- es el resultado de la desintegración de un neutrón del núcleo que se transforma en


un protón dando lugar a la emisión de un electrón. Se da principalmente en núcleos que poseen un
número excesivo de neutrones. El núcleo inicial se transforma entonces en otro núcleo atómico diferente
que tiene el mismo número másico que el originario pero su número atómico es una unidad mayor.

El espectro energético de los electrones emitidos por un determinado radionucleido emisor ß- es un


espectro continuo; es decir, los electrones emitidos en la desintegración ß- presentan una distribución
continua en energías, abarcando desde cero hasta una energía máxima Emax que es característica del
núcleo en particular.

© CSN-CIEMAT - 2004
1-10
DESINTEGRACIÓN β+
DESINTEGRACIÓN β−

Figura 8: Desintegración beta

La desintegración ß+ consiste en la emisión de positrones por los núcleos atómicos. El positrón es la


antipartícula del electrón: su masa es igual a la del electrón pero su carga eléctrica es positiva. La
desintegración ß+ es el resultado de la transformación de un protón del núcleo en un neutrón, con la
emisión de un positrón. El núcleo residual tendrá el mismo número másico que el originario pero su
número atómico se verá reducido en una unidad.

La captura electrónica (CE). En este proceso, el núcleo captura un electrón, transformándo un protón
del núcleo en neutrón. El núcleo residual tiene el mismo número de nucleones que el originario, pero su
número atómico disminuye en una unidad. El proceso queda representado por:

A
Z X + e− → A
Z −1 Y

Por ejemplo:

55
26 Fe + e − → 55
25 Mn

Desintegración gamma

La emisión de rayos gamma (γ) representa para el núcleo un medio para desprenderse de su energía de
excitación. Un núcleo que acaba de experimentar una desintegración alfa o beta puede quedar en un
estado excitado; se desexcitará emitiendo un fotón γ. Este proceso se representa por:

A
Z X* → A
Z X +γ

en donde el asterisco nos indica que el núcleo estaba en un estado excitado.

A los isótopos emisores de positrones se les debe considerar en la práctica como emisores de radiación

© CSN-CIEMAT - 2004
1-11
gamma ya que por ser los positrones partículas
inestables, se unen a electrones teniendo

Figura 9: Desintegración gamma

lugar la aniquilación de ambas partículas y convirtiéndose la masa en energía que aparece en forma de
dos fotones de radiación gamma de 0,511 MeV de energía cada uno. Además, las desintegraciones β y
α suelen ir acompañadas de emisión γ, quedar el núcleo residual en estado excitado o de mayor energía.

3.3 Reacciones nucleares

Las reacciones nucleares son procesos en los que un núcleo reacciona con otro núcleo, partícula o
fotón, para producirse uno o más núcleos y partículas. La partícula inductora de la reacción se denomina
"proyectil" y el núcleo bombardeado, "núcleo blanco". Como consecuencia de la reacción entre el
proyectil y el blanco, se genera un núcleo intermedio que por formarse en un estado excitado tiende a la
emisión de partículas o radiación, quedando finalmente un núcleo residual que en muchas ocasiones es
radiactivo:

A
Z X+P → Y +Q
A'
Z'

abreviadamente se escribe de la forma siguiente:

A
Z X ( P, Q) AZ''Y

4.- RADIACIONES IONIZANTES Y SU INTERACCIÓN CON LA MATERIA

Se denominan radiaciones ionizantes a todas aquellas partículas (electrones, neutrones, protones,


partículas alfa, fotones) que tienen la propiedad de penetrar en la materia y producir ionización en los
átomos constituyentes de la misma. En el caso de los fotones (radiación electromagnética) solo aquellos
con suficiente energía para extraer electrones de los átomos (rayos X y radiación gamma) son
radiaciones ionizantes.

La comprensión de los principales procesos de interacción de las radiaciones con la materia que
atraviesan, es importante para poder proceder al estudio de los detectores de radiación, de las
magnitudes y unidades asociadas con la radiación, de los efectos biológicos que producen al incidir

© CSN-CIEMAT - 2004
1-12
sobre la materia viva y del diseño de los blindajes apropiados para cada tipo de radiación.

Las radiaciones ionizantes constituidas por partículas cargadas (electrones, protones, partículas a) son
radiaciones directamente ionizantes ya que la ionización del medio está producida por la propia
partícula. La radiación electromagnética (fotones) y la constituida por partículas neutras (neutrones)
también producen ionización en el medio en el que penetran. Pero esta ionización en su mayoría no es
directa, sino indirecta, por intermedio de otras partículas cargadas. Por esta razón, la radiación
electromagnética y los neutrones se consideran como radiaciones indirectamente ionizantes.

4.1 Interacción de partículas cargadas con la materia

Cuando una partícula cargada penetra en la materia, experimenta la acción de fuerzas electrostáticas de
núcleos y sobre todo, de electrones, lo que supone una acción paulatina de frenado que concluye con la
detención de la partícula.

Las partículas cargadas pierden su energía al interaccionar con la materia a través de tres tipos de
interacciones, fundamentalmente:

- Colisión elástica. La partícula choca con los átomos del medio desviándose de su trayectoria y
cediendo una cierta cantidad de energía en forma de energía cinética. No se produce alteración
atómica ni nuclear en el medio.

- Colisión inelástica. La partícula choca con los átomos del medio modificando la estructura
electrónica de los mismos produciendo excitaciones: movimiento de electrones a niveles energéticos
menos ligados o ionizaciones arrancando electrones del átomo.

- Colisión radiativa. La partícula cargada se frena o se desvía en su interacción con los átomos del
medio y, como resultado, emite ondas electromagnéticas (emite radiación, de ahí el nombre de
colisión radiativa), sin modificar la estructura del átomo. Este proceso, a nivel elemental se produce
con mayor probabilidad en las proximidades del núcleo atómico como consecuencia de pequeñas
desviaciones de la partícula incidente. Es la radiación de frenado y recibe el nombre de
bremsstrahlung.

El predominio de uno u otro mecanismo depende de la naturaleza y energía de la partícula cargada


incidente y de la naturaleza del medio natural atravesado.

Por ejemplo, si la transferencia de energía de la partícula cargada al electrón atómico del medio material
que atraviesa es suficiente, es decir, superior a la energía de enlace del electrón en el átomo al que
pertenece, el electrón abandona el átomo y éste queda ionizado. Se crea así un par de iones: un ión
positivo constituido por el átomo ionizado y un ión negativo constituido por el electrón expulsado. Este
tipo de ionización, originado por la transferencia de energía de la partícula cargada incidente a los
electrones atómicos, recibe el nombre de ionización primaria.

Si estos electrones disponen de energía suficiente para, a su vez, producir nuevas ionizaciones en otros
átomos, liberando nuevos electrones atómicos, tiene lugar la ionización secundaria. Ambas ionizaciones
contribuyen a la ionización total. La ionización es la interacción fundamental de las partículas alfa con la

© CSN-CIEMAT - 2004
1-13
materia.

Cuando en la colisión de la partícula incidente con un electrón atómico, se transfiere una cantidad de
energía menor que la energía de ionización correspondiente, el electrón no puede ser arrancado del
átomo al que pertenece, pero sí puede pasar a ocupar un nivel superior de energía. El efecto producido
entonces es una excitación. El átomo excitado volverá inmediatamente a su estado fundamental mediante
la emisión de radiación electromagnética.

La radiación de frenado o bremsstrahlung resulta ser de mucha menor importancia, prácticamente


despreciable, para partículas cargadas e iones pesados (protones, deuterones, partículas alfa, ...) que
para los electrones que atraviesan un medio material. Además, para los electrones, la radiación de
frenado tiene una gran importancia cuando su energía es superior a algunos MeV, en especial si el medio
material tiene un elevado número atómico Z.

4.2 Interacción de fotones con la materia.

La radiación X y gamma son radiaciones electromagnéticas cuya interacción directa con la materia da
lugar a la liberación de electrones secundarios que serán los que producirán fundamentalmente excitación
e ionización de los átomos y moléculas de la materia que atraviesan. Son por tanto radiaciones
indirectamente ionizantes.

La interacción directa tiene lugar a través de alguno de los tres procesos siguientes:

- Efecto Fotoeléctrico. El fotón es completamente absorbido y toda su energía transferida a un


electrón, el cual escapa del átomo al que estaba ligado con una energía cinética igual a la diferencia
entre la energía del fotón incidente y la de ligadura al átomo. Se puede interpretar como una
transferencia total de la energía del fotón a un electrón ligado en un átomo. Como el átomo residual
queda con un electrón menos, se producirá emisión de radiación electromagnética característica al
ocupar dicha vacante otro electrón del mismo átomo, situado en un nivel energético superior.

- Efecto Compton. El fotón sólo cede al electrón con el que interacciona una parte de su energía,
convirtiéndose en otro fotón de menor energía y desviándose de la trayectoria inicial. La energía
cedida al electrón varía dependiendo del ángulo de dispersión del fotón saliente respecto a la
dirección inicial.

- Creación de pares. El fotón gamma al acercarse a un núcleo atómico se transforma


materializándose en un electrón y un positrón. Puesto que se trata de una conversión de energía en
materia. y la suma de las masas del electrón y positrón equivale a una energía de 1,02 MeV, ésta
tendrá que ser la energía mínima del fotón incidente para que pueda tener lugar la creación de pares.

Al incidir un haz de fotones sobre la materia, la probabilidad de que se produzca un efecto u otro
depende de la energía de los fotones y de la naturaleza de la sustancia atravesada. El efecto fotoeléctrico
es el más importante para la absorción de fotones de baja energía. El efecto Compton es el proceso que
prevalece en la absorción de fotones X o gamma de energía intermedia. A partir de un valor mínimo de
1,02 MeV, la producción de pares aumenta con la energía de los fotones incidentes y es el proceso que
predomina a energías altas.

© CSN-CIEMAT - 2004
1-14
En la absorción de la radiación electromagnética, las contribuciones del efecto fotoeléctrico y del de
creación de pares aumentan notablemente con el número atómico Z del elemento que constituye la
materia absorbente. La contribución del efecto Compton depende en menor grado de dicho número
atómico.

El paso de la radiación electromagnética a través de la materia se caracteriza por una ley de atenuación
exponencial. Esto es así porque en la interacción de un haz de fotones con la materia que atraviesan,
estos son eliminados del haz a título individual, mediante los procesos descritos anteriormente.

4.3 Interacción de neutrones con la materia

Los neutrones son partículas que no tienen carga y no pueden interaccionar con la materia a través de
fuerzas culombianas. El neutrón interacciona con un núcleo del material absorbente, que representa un
pequeño volumen frente al volumen del átomo, por lo que son muy penetrantes. Como resultado de la
interacción, el neutrón puede desaparecer (absorción) y ser reemplazado por una o más radiaciones
secundarias, o bien, cambiar significativamente su energía o dirección (dispersión). La probabilidad de
que se produzca un tipo de interacción u otro es función de la energía de los neutrones.

Las interacciones mas significativas son las siguientes:

- Dispersiones elásticas con los núcleos del material absorbente. La máxima transferencia
media de energía tiene lugar cuando chocan los neutrones con núcleos de masa similar, por ejemplo
núcleos de hidrógeno, los cuales se convierten en los llamados protones de retroceso. Estos pierden
seguidamente la energía recibida en el choque ionizando los átomos que encuentran en su camino.
Como consecuencia de estos choques los neutrones van perdiendo energía hasta alcanzar la energía
cinética media de los átomos o moléculas del medio. A estos neutrones de baja energía se les llama
neutrones térmicos y al proceso moderación.

- Dispersiones inelásticas. Tienen lugar cuando el núcleo después del choque queda en estado
excitado y emite la energía en exceso por emisión, en general, de un fotón gamma. El neutrón
cambia significativamente su energía, su dirección o ambas cosas.

- Absorción o captura del neutrón por un núcleo del material absorbente. Se producen
reacciones nucleares de diversos tipos, como captura radiativa, emisión de partículas o fisión. Entre
estas reacciones se encuentran las siguientes:

6
Li (n, a) 3He

10
B (n, a) 7Li

27
Al (n, ?) 28Al

27
Al (n, p) 27Mg

27
Al (n, a) 24Na

© CSN-CIEMAT - 2004
1-15
27
Al (n, 2n) 26Al

113
Cd (n, ?) 114Cd

Los neutrones libres tienen un gran poder de penetración a través de la materia, incluso para materiales
muy densos. No existen materiales eficaces para la absorción de neutrones rápidos, pero sí algunos,
como el Cadmio o el Boro que por su gran capacidad de capturar neutrones con menor energía, según
las reacciones descritas anteriormente, son utilizados como absorbentes para este tipo de neutrones
térmicos (lentos).

La forma más eficaz para detener un haz de neutrones rápidos (de mayor energía) consiste en
convertirlos previamente en neutrones lentos, interponiendo en su camino un espesor conveniente de
agua, parafina o plástico, seguido de unos milímetros de Cadmio o unos centímetros de Boro.

El cuerpo humano contiene un gran porcentaje de hidrógeno y por tanto es muy probable que, si inciden
neutrones sobre el mismo, tengan lugar dispersiones elásticas produciéndose protones de retroceso que
a su vez producirán daños biológicos. Por tanto, el neutrón es una partícula de gran peligrosidad desde
el punto de vista de la radioprotección.

© CSN-CIEMAT - 2004
1-16
TEMA 2: MAGNITUDES Y UNIDADES RADIOLÓGICAS

© CSN-CIEMAT - 2004
ÍNDICE:

1.- INTRODUCCIÓN.
2.- GENERALIDADES SOBRE MAGNITUDES RADIOLÓGICAS.
3.- DOSIMETRÍA.
3.1 Exposición.
3.2 Kerma.
3.3 Dosis absorbida.
3.4 Relación entre exposición y dosis absorbida en un material.
3.5 Transferencia lineal de energía.
4.- ACTIVIDAD
4.1 Relación entre actividad y kerma en aire o exposición
5.- RADIOPROTECCIÓN.
5.1 Dosis equivalente en un punto, H.
5.2 Magnitudes limitadoras.
5.3 Magnitudes operacionales.
6.- DOSIMETRÍA EN EXPLORACIONES MÉDICAS.
6.1 Dosis Integral (Energía impartida).
6.2 Dosis a la entrada del paciente.
6.3 Dosis en órganos.

© CSN-CIEMAT - 2004
1.- INTRODUCCIÓN

Para caracterizar de forma cuantitativa y precisa las radiaciones ionizantes y sus posibles efectos es
necesario disponer de un conjunto de magnitudes con sus correspondientes unidades. Desde la creación
de la Comisión Internacional de Unidades y Medidas de la Radiación (ICRU) en 1925, esta comisión se
ocupa de la definición formal de las magnitudes y unidades radiológicas así como de desarrollar
recomendaciones internacionalmente aceptables acerca del uso de dichas magnitudes y los métodos
adecuados de medida. Por otra parte, la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP),
fundada en 1928 por la Sociedad Internacional de Radiología (ISR) y modificada con su nombre actual
en 1950, se ocupa de establecer recomendaciones similares en relación con la protección radiológica.

La definición formal y una descripción completa de las magnitudes fundamentales utilizadas en dosimetría
de radiaciones y en protección radiológica puede encontrarse en los informes ICRU 60 (ICRU, 1998) e
ICRU 51 (ICRU, 1993), así como en el Anexo A de la publicación ICRP 60 (ICRP, 1991). La
definición utilizada en la legislación española (tomada o traducida de los documentos anteriores) se
encuentra en el Anexo I del Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento
sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes.

La legislación europea establece que desde el 1 de enero de 1986 las mediciones de radiaciones
ionizantes se expresen en unidades del Sistema Internacional (SI). El hecho de que se citen en este
documento las unidades antiguas obedece únicamente a la existencia de instrumentación de medida con
escalas o mostradores expresados en ese tipo de unidades

2.- GENERALIDADES SOBRE MAGNITUDES RADIOLÓGICAS

Todas las magnitudes en el campo de la Radiología se pueden clasificar en cinco categorías:

a) Magnitudes radiométricas. Miden el número y energía de las partículas ionizantes, así como sus
distribuciones espaciales y temporales.

b) Coeficientes de interacción. Caracterizan la interacción de la radiación con la materia (y


dependen por tanto del material considerado). Permiten relacionar las magnitudes radiométricas con
las magnitudes dosimétricas

c) Magnitudes dosimétricas. Miden la cantidad de energía convertida y finalmente depositada en la


materia por la radiación a su paso por ella.

d) Magnitudes para la medida de radiactividad. Magnitudes relacionadas con la medida de la


radiación producida por sustancias radiactivas.

e) Magnitudes específicas para protección radiológica. Magnitudes definidas para tener en


cuenta los posibles efectos biológicos y el riesgo potencial asociado a la exposición a radiaciones
ionizantes.

Entre las magnitudes radiológicas unas son específicas o definidas para partículas cargadas o

© CSN-CIEMAT – 2004
2-1
directamente ionizantes y otras para partículas no cargadas o indirectamente ionizantes. De todas las
magnitudes, se describen a continuación las más utilizadas.
3.- DOSIMETRÍA

3.1. Exposición

Se define esta magnitud para un haz de fotones en aire como el cociente X = dQ/dm, donde dQ es el
valor absoluto de la carga total de todos los iones de un mismo signo producidos en aire, cuando todos
los electrones liberados por los fotones absorbidos en la masa dm sean detenidos completamente en el
aire,

dQ
X =
dm

La definición de la exposición implica una serie de restricciones y consideraciones:

a) Es una magnitud definida exclusivamente para un haz o campo de fotones (radiación X o gamma)
en un medio específico, el aire.

b) El efecto medido es la ionización del aire, cuando la magnitud de importancia radiobiológica es la


energía absorbida. Es una magnitud de paso hacia la dosis absorbida.

c) Con las técnicas actualmente en uso, es difícil medir la exposición para energías inferiores a unos
pocos keV y por encima de unos pocos MeV.

La unidad en el SI de la exposición es el culombio por kilogramo, C/kg, aunque existe una unidad
antigua y hoy obsoleta que es el roentgen, (R). La equivalencia entre ambas unidades es la siguiente:

1 C/Kg = 3876 R

1 R = 2.58 x 10 -4 C/kg

La dificultad que representa el empleo de la unidad SI de exposición por la difícil relación con el R, junto
con la circunstancia de que la exposición esté definida solamente para fotones en aire, hacen que cada
vez sea menos interesante esta magnitud. Para niveles de terapia, el interés se desplaza hacia el kerma en
aire, y en niveles de protección, hacia la dosis equivalente.

La exposición es una magnitud que disminuye con el cuadrado de la distancia a la fuente emisora,
cuando ésta emite fotones de forma homogénea en todas las direcciones.

La tasa de exposición, X& , se define como dX/dt donde dX es el incremento de exposición durante el
intervalo de tiempo dt. La unidad en el SI es el C/kg · s y la unidad antigua el R/s. De acuerdo con los
niveles de radiación se utilizan otras unidades de tiempo como la hora (h) y el minuto (min).

3.2. Kerma

© CSN-CIEMAT - 2004
2-2
El nombre de esta magnitud radiológica, deriva de las iniciales de la definición breve inglesa (Kinetic
Energy Released per unit Mass: energía cinética transferida por unidad e masa), y se define como el
cociente dEtr/dm, donde dEtr es igual a la suma de todas las energías cinéticas iniciales de todas las
partículas ionizantes cargadas, liberadas por partículas ionizantes no cargadas, en un material de masa
dm,

dE tr
K =
dm

La unidad en el SI de kerma es el julio/kilogramo, J/kg, y su nombre especial es gray (Gy). La unidad


antigua de kerma es el rad, cuya relación con la unidad SI es:

1 rad = 0.01 Gy
1 Gy = 100 rad

El kerma es una magnitud característica de un campo de partículas no cargadas (neutrones y fotones).


Una ventaja del kerma, que añadir a su propiedad de ser válido tanto para los neutrones como para los
fotones, es que sus valores numéricos expresados en gray se parecen mucho a los valores numéricos
correspondientes a la dosis absorbida en aire, en agua o en tejido biológico blando, en condiciones de
equilibrio (véase más adelante, el concepto de equilibrio). Estas dos características es lo que hace más
atrayente su uso frente al de exposición.

Se define la tasa de kerma K& , como el cociente dK/dt, donde dK es la variación de kerma en el
intervalo de tiempo dt.

La unidad especial en el SI es el Gy/s y la unidad antigua de tasa de kerma es el rad/s.

3.3. Dosis absorbida

La dosis absorbida, D, en un material dado se define (ICRU, 1998b) como el cociente dε dm donde
d ε es la energía media impartida por la radiación a un material de masa dm


D =
dm

Es decir, ε representa la energía neta que "se queda" en el volumen de materia considerado.

Las unidades especiales en el SI y antiguas de la dosis absorbida y de las correspondientes tasas de esta
magnitud son las mismas que las establecidas por el kerma, pues ambas magnitudes tienen las mismas
dimensiones.

La dosis absorbida, que es la magnitud dosimétrica de más interés, resulta válida para cualquier tipo de
radiación y requiere especificar el material en el que se cede la energía.

A fin de concretar más la naturaleza de las magnitudes definidas, se va a examinar seguidamente la


© CSN-CIEMAT - 2004
2-3
relación existente entre el kerma y la dosis absorbida. Si se considera una pequeña cantidad de materia
aislada, dm, sobre la que incide radiación gamma, la suma de energía cinética de todas las partículas
cargadas liberadas, componen el kerma, pero tan sólo una fracción de ésta energía quedará absorbida
en la masa de referencia, la dosis absorbida. En estas condiciones el kerma será siempre mayor que la
dosis.

En cambio, si la muestra de masa elegida está rodeada de una gran cantidad de masa de idéntica
naturaleza, la energía que escapa del elemento de masa dm puede venir compensada por otras partículas
procedentes de la materia circundante que penetran en dm. Si se produce esta circunstancia conocida
como equilibrio electrónico y es despreciable la producción de radiación de frenado, el kerma y la dosis
absorbida son iguales. Cuando no hay equilibrio, resulta muy difícil relacionarlas.
·
Como en casos anteriores, se define la tasa de dosis absorbida D como el cociente dD/dt donde dD es
el incremento de dosis absorbida durante el intervalo de tiempo dt,

dD
D& =
dt

y se expresa en Gy/s, Gy/min ó Gy/h, según el nivel de radiación.

3.4. Relación entre exposición y dosis absorbida en un material

De la exposición en un punto en el seno de aire, X, se puede obtener por cálculo la dosis absorbida en
ese mismo punto espacial, D, en una pequeña porción de material, m, siempre que el material m que
rodea a ese punto sea de espesor suficiente de modo que reinen condiciones de equilibrio y que el
campo de radiación no se altere significativamente por la presencia del material. En radioprotección, se
designa mediante el símbolo f la relación entre ambas magnitudes:

D=f ·X

En la Tabla 1 se dan tabuladas y para las unidades del SI y unidades antiguas valores de f para
diferentes energías y materiales de interés biológico como el agua, hueso y músculo.

3.5. Transferencia lineal de energía

Se define la transferencia lineal de energía, L? , de un material para partículas cargadas, como el cociente
de dE por dl, donde dE es la energía disipada por una partícula cargada al atravesar la longitud dl a
causa de aquellas colisiones con electrones en las que la pérdida de energía es menor que ?

dE
L∆ =
dl

La unidad es el J/m. E se puede expresar en eV y entonces L? se puede dar en eV/m, o cualquier


submúltiplo o múltiplo convenientes, como keV/µm. Si se consideran todas las colisiones en la pérdida
de energía, L? = L∞.

© CSN-CIEMAT - 2004
2-4
Energía de Dosis absorbida/exposición
los fotones agua hueso músculo
(keV) Gy kg/C rad/R Gy kg/C rad/R Gy kg/C rad/R
10 35,4 0,914 135 3,48 35,8 0,925
15 35 0,903 150 3,86 35,8 0,924
20 34,7 0,895 158 4,09 35,8 0,922
30 34,4 0,888 165 4,26 35,7 0,922
40 34,5 0,891 157 4,04 35,9 0,925
50 35 0,903 137 3,53 36,1 0,932
60 35,6 0,92 113 2,91 36,5 0,941
80 36,7 0,946 75,4 1,94 36,9 0,953
100 37,2 0,96 56,2 1,45 37,2 0,96
150 37,6 0,971 41,3 1,065 37,4 0,964
200 37,7 0,973 38,1 0,982 37,4 0,965
300 37,8 0,974 36,6 0,944 37,4 0,966
400 37,8 0,974 36,3 0,936 37,4 0,966
500 37,8 0,975 36,2 0,933 37,4 0,966
600 37,8 0,975 36,1 0,932 37,4 0,966
800 37,8 0,975 36,1 0,931 37,4 0,966
1000 37,8 0,975 36,1 0,931 37,4 0,966
1500 37,8 0,975 36 0,93 37,4 0,966
2000 37,8 0,974 36,1 0,931 37,4 0,965

Tabla 1. Factor f que relaciona dosis absorbida con exposición para fotones con energías
entre 10 keV y 2 MeV, en condiciones de equilibrio

4.- ACTIVIDAD

La actividad, A, mide el número de desintegraciones por segundo de una muestra radiactiva y se define
formalmente (ICRU, 1998b) como el cociente dN/dt, donde dN es el número de transformaciones
nucleares espontaneas (desintegraciones) ocurridas en el intervalo de tiempo dt, es decir:
dN
A=
dt

La unidad de fluencia en el sistema internacional (SI) es el s-1 (es decir: "desintegraciones"/s) y recibe el
nombre especial de bequerelio (Bq). Una unidad más antigua pero usada en ocasiones es el curio (Ci).
La relación entre ambas es:

1 Ci = 3,7×1010 Bq
© CSN-CIEMAT - 2004
2-5
4.1 Relación entre actividad y kerma en aire o exposición

A efectos prácticos y de manera aproximada, pero compatible con los grados de incertidumbre que se
manejan en radioprotección, resulta útil manejar los factores que relacionan la actividad de un
radionucleido emisor de fotones con el kerma en aire o con la exposición, (ambos en el seno de aire), a
una determinante distancia. Esos factores se denominan constante de tasa de kerma en aire (Gd) y
constante de tasa de exposición (G'd). De esta forma, las tasas de kerma en aire y de exposición a
una distancia l, vendrán dados por:

Γδ · A
K& δ = 2
l
Γ 'δ · A
X& δ = 2
l

donde A es la actividad, l la distancia y Gd y G'd las respectivas constantes de tasa. En la Tabla 2 se dan
valores de Gd y G'd para diferentes radionucleidos y usando unidades SI o las unidades especiales, en el
caso de la constante de tasa de exposición.

Observaciones:

a) El subíndice d, tanto en las tasas como en las constantes de tasa, significa que son
valores para energías de fotones superiores a un valor d.

b) Tanto Gd como G'd se definen para una fuente puntual ideal y en "vacío", es decir
cuando pueden despreciarse todas las interacciones con la materia, en la fuente y entre
la fuente y el punto de interés.

c) Los fotones que contemplan Gd y G'd son rayos gamma, rayos X característicos y
radiación de frenado interno.

De lo señalado en b) procede la aproximación anteriormente citada. En fuentes de tamaño finito


y en distancias considerables, las correcciones a introducir en las expresiones anteriores pueden ser muy
significativas.

© CSN-CIEMAT - 2004
2-6
Gd G' d
NUCLEÍDO
µGyAm2A GBq-1 GyAm2As -1Bq-1 CAkg -1Am2As -1ABq-1 RAm2Ah-1ACi -1

22
Na 281 7,8 x 10-17 2,3 x 10-18 1,19
40
K 19,0 5,2 x 10-18 1,55 x 10-19 0,080
59
Fe 149 4,1 x 10-17 1,22 x 10-18 0,63
60
Co 307 8,5 x 10-17 2,52 x 10-18 1,30
125
I 31,2 8,65 x 10-18 2,56 x 10-19 0,132
131
I 51,9 1,44 x 10-17 4,3 x 10-19 0,22
137
Cs 76,7 2,13 x 10-17 6,29 x 10 -19 0,325
192
Ir 110 3,05 x 10-17 9,01 x 10-19 0,465
198
Au 54,5 1,51 x 10-17 4,47 x 10-19 0,231
226
Ra (2) con hijos 195 5,41 x10-17 1,59 x 10-18 0,825

(1) Los valores de Gd y G' d para valores de d de unos pocos keV no difieren apre- ciablemente de G0 y G' 0 (d
= 0).

(2) En una cápsula de platino de 0,5 mm de espesor.

Tabla 2.- Constante de tasa de kerma en aire, Gd, (y de tasa de exposición, G'd) para
fuentes radiactivas emisoras de fotones (1)

5.- RADIOPROTECCIÓN

5.1 Dosis equivalente 1 en un punto, H

El concepto de dosis equivalente en un punto se introdujo por primera vez en 1962 para tener en cuenta
la distinta eficacia biológica relativa de los diferentes tipos de radiación ionizante en los niveles bajos de
exposición.

En su versión más reciente, la dosis equivalente, H, en un punto de un órgano o tejido se define (ICRP,
1991; ICRU, 1993) como el producto:

H =Q⋅D

donde D es la dosis absorbida y Q es el factor de calidad en ese punto. El factor de calidad se introduce
para cuantificar la mayor o menor eficacia biológica de las partículas cargadas generadas en el proceso
de absorción de energía. De acuerdo con los estudios realizados, ICRP recomienda una relación entre el

1 Traducción incorrecta pero habitualmente utilizada en español, por razones históricas, de la magnitud denominada
en inglés "dose equivalent". Esta magnitud es diferente conceptualmente de la definida en el apartado 4.2.1.

© CSN-CIEMAT - 2004
2-7
factor de calidad Q y la transferencia lineal de energía (o poder de frenado lineal), L∞ = L, para un
material como el agua (ICRP, 1991). En la Figura 1 se muestra una representación gráfica.

30

25

20
Q(L)

15

10

0
0 1 2 3
10 10 10 10

L (keV/ µm)

Figura 1. Factor de calidad, Q (ICRP, 1991)

5.2. Magnitudes limitadoras

Las magnitudes limitadoras son las que se utilizan para establecer límites máximos con objeto de
proteger a los seres humanos de los posibles efectos nocivos de las radiaciones ionizantes. Estas
magnitudes son valores medios, promediados sobre una masa extensa, como puede ser un órgano o un
tejido humano. Las dos magnitudes actualmente en uso fueron introducidas por ICRP en 1991 (ICRP,
1991).

Dosis equivalente en un órgano, HT

Los estudios biológicos han mostrado que la probabilidad de efectos estocásticos sobre la salud debidos
a radiaciones ionizantes depende no solo de la dosis absorbida (energía depositada por unidad de masa)
sino también del tipo y energía de la radiación considerada. Ello es consecuencia de los diferentes
procesos mediante los cuales se deposita la energía a nivel microscópico, que varían dependiendo del
tipo de radiación (fotones, electrones, neutrones, partículas pesadas, etc.). Para tener en cuenta dicho
efecto, ICRP introdujo los denominados "factores ponderales de radiación" o "factores de peso de
radiación" en la definición de una nueva magnitud.

La dosis equivalente en un órgano o tejido T debida a la radiación R, HT,R , se define (ICRP, 1991;
ICRU, 1993) como:

H T , R = wR DT , R

donde DT,R es la dosis absorbida media para la radiación R en el órgano o tejido T y wR es el factor de
ponderación para la radiación R. En el caso de que existan radiaciones y energías con distintos valores
de wR, la dosis equivalente en el órgano o tejido T, HT , es la suma:

© CSN-CIEMAT - 2004
2-8
H T = ∑ wR DT , R
R

Puesto que los factores de ponderación son números, la unidad para la dosis equivalente en un órgano o
tejido es la misma que para la dosis absorbida, es decir: julio/kg. Sin embargo, se utiliza el nombre
especial de sievert (Sv) para distinguir claramente cuando se está hablando de esta magnitud y cuando
de dosis absorbida o de kerma (magnitudes dosimétricas que no tienen en cuenta posibles efectos
biológicos).

Los factores de ponderación para los distintos tipos de radiaciones ionizantes se muestran en la Tabla 3.

Tipo de radiación Energía wR


Fotones todas 1
Electrones, muones todas 1
Neutrones < 10 keV 5
10 keV - 100 keV 10
100 keV - 2 MeV 20
2 MeV - 20 MeV 10
>20 MeV 5
Protones > 2MeV 5
Partículas alfa, fragmentos de fisión, núcleos pesados 20

Tabla 3. Factores de ponderación de radiación (ICRP, 1991)

Dosis efectiva, E

La probabilidad de aparición de efectos estocásticos depende no solo del tipo de radiación sino también
del órgano considerado. Es decir, no todos los órganos y tejidos del cuerpo humano son igualmente
radiosensibles. Por tanto, se consideró apropiado definir una magnitud más, a partir de la dosis
equivalente, que tuviese en cuenta la combinación de diferentes dosis en diferentes órganos como
consecuencia de una irradiación del cuerpo entero.

La dosis efectiva, E, se define (ICRP, 1991; ICRU, 1993) como:

E = ∑ wT H T = ∑ wT wR DT , R
T T,R

donde HT es la dosis equivalente en el órgano o tejido T y wT es el factor de ponderación para dicho


órgano, con la condición:
∑ wT = 1T

© CSN-CIEMAT - 2004
2-9
Los factores de ponderación para los distintos órganos del cuerpo humano se muestran en la Tabla 4, y
representan la proporción del riesgo que se debe al órgano T, dentro del riesgo total cuando el cuerpo
se irradia uniformemente.

Tejido / órgano wT

Gónadas 0,20
Médula ósea 0,12
Colon 0,12
Pulmón 0,12
Estómago 0,12
Vejiga 0,05
Mama 0,05
Hígado 0,05
Esófago 0,05
Tiroides 0,05
Piel 0,01
Superficie ósea 0,01
Resto del organismo 0,05

Tabla 4: Factores ponderales de tejido (ICRP, 1991)

5.3. Magnitudes operacionales

Las magnitudes limitadoras descritas anteriormente no pueden medirse puesto que para ello habría que
situar los detectores en el interior de los órganos del cuerpo humano. Por esta razón, ICRU ha definido
un grupo de magnitudes capaces de proporcionar en la práctica una aproximación razonable (o una
sobreestimación) de las magnitudes limitadoras. Estas magnitudes medibles se definen a partir de la dosis
equivalente en un punto del cuerpo humano o de un maniquí y su relación con las magnitudes limitadoras
puede calcularse para condiciones de irradiación determinadas (ICRP, 1996; ICRU 1998).

Las magnitudes operacionales recomendadas fueron introducidas por ICRU en 1985 para diferentes
aplicaciones de dosimetría personal y ambiental. Una descripción detallada de las mismas puede
encontrarse en el informe ICRU 51 (ICRU, 1993)

6.- DOSIMETRÍA EN EXPLORACIONES MÉDICAS

6.1. Dosis integral (Energía Impartida)

La dosis integral es la energía total impartida por la radiación al material con el que interacciona. Si la
dosis absorbida es constante en todo el material, la dosis integral es el producto de la dosis absorbida
por la masa irradiada. La dosis integral, o energía impartida, se mide en julios (J).

© CSN-CIEMAT - 2004
2-10
6.2 Dosis a la entrada del paciente (dosis entrante)

Ésta es una magnitud utilizada para en radiodiagnóstico para radiación gamma. La dosis a la entrada del
paciente es la dosis absorbida superficial. Debido a las radiación retrodispersada su valor puede
incrementarse en un factor 1 – 1,8 aproximadamente, dependiendo de la energía de los fotones y del
tamaño de área irradiada.

El valor de la dosis a la entrada no siempre es muy indicativo del riesgo al que se expondrá el paciente.
Un haz muy poco filtrado puede dar alta dosis a la entrada y poca dosis en profundidad.

6.3 Dosis en órganos

Solo se puede medir directamente en órganos externos o superficiales como mama, tiroides o testículos.
Para órganos internos hay que recurrir al uso de maniquíes (reales o de ordenador) que simulan el
cuerpo humano. Es el parámetro más importante que se debe evaluar, ya que permite estimar con
precisión el riesgo que tendrá el paciente como consecuencia de la irradiación.

En radiodiagnóstico, las diferentes edades de los pacientes y las altas dosis que se pueden alcanzar en
algunos órganos, hace que éste parámetro sea el utilizado por la mayoría de los países de la CE para la
estimación del riesgo.

© CSN-CIEMAT - 2004
2-11
6.2 Dosis a la entrada del paciente (dosis entrante)

Ésta es una magnitud utilizada para en radiodiagnóstico para radiación gamma. La dosis a la entrada del
paciente es la dosis absorbida superficial. Debido a las radiación retrodispersada su valor puede
incrementarse en un factor 1 – 1,8 aproximadamente, dependiendo de la energía de los fotones y del
tamaño de área irradiada.

El valor de la dosis a la entrada no siempre es muy indicativo del riesgo al que se expondrá el paciente.
Un haz muy poco filtrado puede dar alta dosis a la entrada y poca dosis en profundidad.

6.3 Dosis en órganos

Solo se puede medir directamente en órganos externos o superficiales como mama, tiroides o testículos.
Para órganos internos hay que recurrir al uso de maniquíes (reales o de ordenador) que simulan el
cuerpo humano. Es el parámetro más importante que se debe evaluar, ya que permite estimar con
precisión el riesgo que tendrá el paciente como consecuencia de la irradiación.

En radiodiagnóstico, las diferentes edades de los pacientes y las altas dosis que se pueden alcanzar en
algunos órganos, hace que éste parámetro sea el utilizado por la mayoría de los países de la CE para la
estimación del riesgo.

© CSN-CIEMAT - 2004
2-12
TEMA 3: DETECCIÓN Y MEDIDA DE LA RADIACIÓN

© CSN-CIEMAT – 2004
ÍNDICE:

1. GENERALIDADES DE LA DETECCIÓN
1.1. Fundamentos físicos de la detección.
1.2. Rendimiento
1.3. Resolución en tiempo.

2.- DETECTORES DE IONIZACIÓN GASEOSA.


2.2. Cámara de ionización.
2.3. Contador proporcional.
2.4. Contador Geiger.

3.- DETECTORES DE CENTELLEO.


3.1. Los cristales luminiscentes.
3.2. El fotomultiplicador.
3.3. Centelleo en fase líquida.

© CSN-CIEMAT – 2004
1. GENERALIDADES DE LA DETECCIÓN

1.1. Fundamentos físicos de la detección

El organismo humano no puede percibir directamente muchos agentes físicos del mundo que le rodea;
entre ellos figuran las radiaciones ionizantes.

Gran parte del desarrollo científico y técnico de la humanidad responde al deseo del hombre de
remediar sus propias insuficiencias. Así, el ojo humano constituye un órgano maravilloso, pero no es
capaz de ver todo lo que puede ser visto. Por ello fue inventado y perfeccionado el telescopio, que
aumenta la distancia de visión millones de veces y también el microscópio óptico y el microscopio
electrónico, que permite ver objetos muchísimo más pequeños que los que puede distinguir el ojo
desnudo.

Análogamente, el hombre ha ideado procedimientos y aparatos para detectar, medir y analizar las
radiaciones ionizantes a fin de prevenir sus posibles efectos perjudiciales, y poder, en cambio, sacar
ventaja de sus múltiples aplicaciones. Para ello se aprovechan diversos efectos que produce la radiación
al atravesar la materia. Los principales de tales efectos son:

a) Producción de carga (ej.: ionización de los gases).

b) Excitación de luminiscencia en algunos sólidos.

c) Disociación de la materia.

Como ya se ha dicho, cuando una radiación ionizante atraviesa un gas, provoca la ionización de una
parte de sus átomos y, por consiguiente, la liberación de iones positivos y electrones negativos. Con ello,
el gas, que primitivamente se comportaba como un aislante eléctrico, pasa a ser parcialmente conductor.
Midiendo la corriente eléctrica que por él circula, en determinadas condiciones, puede deducirse la
intensidad de la radiación que lo atraviesa.

De una manera parecida la radiación provoca, al atravesar ciertos sólidos transparentes, la excitación de
una fracción de los átomos de la sustancia atravesada, los cuales se desexcitan inmediatamente
emitiendo fotones luminosos. La medida de la luz emitida permite medir y analizar la radiación ionizante
que la provocó.

Los efectos producidos por la cesión de energía de la radiación, pueden dar lugar a disociación, proceso
en el que se rompen enlaces químicos produciendo alteraciones en la constitución de la materia. Un
ejemplo de este fenómeno es el ennegrecimiento de placas fotográficas.

Las radiaciones ionizantes pueden atravesar la envoltura que protege de la luz ordinaria a una película
fotográfica y ennegrecerla. Midiendo después la intensidad de dicho ennegrecimiento se puede deducir
la dosis de radiación que ha alcanzado a la película fotográfica.

El efecto final de la interacción de la radiación en muchos tipos de detectores, es la aparición de carga


eléctrica en el volumen activo del dispositivo. Esta suposición es cierta solamente en detectores de

© CSN-CIEMAT – 2004
3-1
ionización (cámaras de ionización, contadores proporcionales, contadores Geiger) o detectores de
semiconductor. Sin embargo es igualmente útil en otros detectores en los que la producción de la carga
eléctrica es indirecta, como en los detectores de centelleo.

Al establecer un campo eléctrico suficientemente intenso al dispositivo, los iones positivos creados son
captados por el electrodo negativo (cátodo) y los negativos por el electrodo positivo (ánodo),
midiéndose una corriente cuya intensidad estará relacionada con la intensidad de la radiación ionizante
que la ha producido.

En general, cualquiera de los tres procesos citados puede constituir el fundamento de un detector,
dispositivo genérico que puede adoptar varias configuraciones específicas que permiten alcanzar una
variada información, que puede ser por ejemplo, la mera información de llegada de radiación ionizante,
el tipo de partícula, su energía, etc. En general, se suele distinguir entre detectores, meros contadores
de partículas o fotones que alcanzan el dispostivo, o espectrómetros, donde además de la información
de presencia que da el detector, se mide la energía de la radiación incidente.

Se debe tener en cuenta que los equipos detectores de la radiación ionizante pueden variar su respuesta
en función del tipo y energía de la radiación, la tasa de emisión, la geometría y condiciones ambientales
en las que se realiza la medida.

1.2 Rendimiento de detección

Si en una muestra radiactiva, cada átomo desintegrado tiene como consecuencia la emisión de radiación
ionizante (partículas cargadas o fotones), es en principio deseable que cada una de ellas sea detectada
por el equipo empleado, en especial cuando se miden muestras de muy baja actividad.
Desafortunadamente, salvo casos aislados, esta condición es difícil de cumplir y en estos casos se
requiere definir un parámetro, el rendimiento de detección o eficiencia ε , expresable en principio
como la relación entre las tasas de acumulación de impulsos N y del número de eventos ionizantes que
alcanzan el detector N0:

N
ε=
N0

Si se conoce en un detector el valor del rendimiento, el número de eventos ionizantes se calcula,


conociendo el número de eventos registrados, como :

N
N0 =
ε

Es conveniente clasificar el rendimiento de detección en dos variantes :

El rendimiento absoluto, que se define según la expresión:

© CSN-CIEMAT – 2004
3-2
N 0 de impulsos registrados
E abs =
N 0 de partículas o fotones emitidos por la fuente

esta magnitud depende no sólo de propiedades intrínsecas del detector sino también de detalles
geométricos (principalmente de la distancia fuente-detector).

El rendimiento intrínseco, que se define según la expresión:

N 0 de impulsos registrado s
Ei=
N 0 de partículas o fotones que inciden en el detector

1.3 Resolución en tiempo.

En todos los detectores existe una limitación en la tasa máxima de recuento de partículas o fotones, ya
que es finita su rapidez de respuesta. Así, todos los detectores ofrecen la desventaja intrínseca de que
dos eventos detectados deben estar separados un tiempo mínimo para que ambos impulsos sean
detectados; éste es el llamado tiempo de resolución t . Si un evento se produce en el detector durante
el tiempo de resolución de otro inmediatamente anterior, el segundo de ellos no será registrado. Dicha
resolución temporal finita será en ocasiones debida al propio detector, y en otros casos, a la electrónica
asociada.

Debido a la naturaleza aleatoria de los procesos de desintegración radiactiva, existe siempre cierta
probabilidad de fallo en el registro de impulsos, cuyo valor crecerá cuanto más alta sea la tasa de
recuento. Teniendo en cuenta que la existencia del tiempo de resolución finito es una característica ligada
al proceso de detección, su eliminación es en principio imposible, y por ello los esfuerzos de los
investigadores se han centrado en su corrección, desarrollando fórmulas que suministren el número real
de eventos, conocido el número de impulsos registrados, y el tiempo de resolución del sistema. Veamos
ahora cómo se puede llegar a una fórmula correctiva en un caso simple.

Sea n la tasa real de eventos ionizantes en la unidad de tiempo, m la tasa de impulsos registrados y t el
tiempo de resolución. Si en la unidad de tiempo se han contado m impulsos ello significa que durante
este tiempo el detector ha permanecido insensible un tiempo m .t . Ahora bien, si en la unidad de
tiempo alcanzan el detector n eventos, durante el tiempo m . t lo alcanzarán n .m . t, que precisamente
serán los perdidos. Como los eventos no contados son, obviamente n - m, se tiene:
n - m = n × m ×τ
o bien

m
n=
1 - mτ

expresión que permite el cálculo de la tasa real de recuento, conocida la tasa de acumulación de
impulsos y el tiempo de resolución del sistema.

© CSN-CIEMAT – 2004
3-3
2.- DETECTORES DE IONIZACIÓN GASEOSA

Los detectores de ionización tienen un recinto lleno de un gas a presión conveniente en el que se
disponen dos electrodos a los que se les aplica una tensión de polarización, creando por tanto un campo
eléctrico en el interior del volumen del detector Figura 1.

Figura 1. Detectores de ionización gaseosa.

En las circunstancias descritas, dado que los gases son aislantes, en condiciones normales no circula
corriente eléctrica entre ambos electrodos. Pero si una partícula ionizante alcanza el espacio
interelectródico, el campo eléctrico existente dará lugar a que las cargas eléctricas generadas por la
interacción de la radiación, se muevan hacia los electrodos de signo contrario. De esta forma se origina
en el circuito de detección un breve paso de corriente, o impulso de corriente, que puede ser medido y
revela la llegada de la radiación al detector.

Al variar la tensión de polarización aplicada a los electrodos, varía la amplitud del impulso obtenido
según se ve en la gráfica de la Figura 2, estableciéndose tres tipos de detectores de ionización gaseosa
que se corresponden con las 3 zonas de la gráfica.

2.2. Cámara de ionización

En una cámara de ionización, la tensión de polariación aplicada produce un campo eléctrico suficiente
para que sea posible la captación de toda la carga generada por la radiación incidente. Por otra parte,
como la corriente generada en la cámara es muy pequeña para que pueda ser medida por un instrumento
ordinario, se amplifica previamente mediante un circuito electrónico que constituye un amplificador.

© CSN-CIEMAT – 2004
3-4
Zona de
Zona de cámara de Zona Zona
proporcionalidad Descarga
ionización proporcional limitada Geiger contínua

Amplitud del impulso


1 2 3 4 5 6

Partículas alfa

Partículas beta

Vp Vg Tensión

Figura 2. Variación de la amplitud del impulso en función de la tensión aplicada a una


cámara cilíndrica.

Las cámaras de ionización se clasifican, atendiendo a la forma de los electrodos, en planas o


cilíndricas, según estén dotadas de electrodos plano-paralelos, o cilíndricos. Las últimas están formadas
por un electrodo en forma de cilindro hueco, siendo el otro electrodo un alambre o varilla central Figura
3. La pared exterior de la cámara no debe ser muy gruesa a fin de que pueda ser atravesada por la
radiación que se quiere detectar.

Figura 3. Esquema de una cámara de ionización de tipo cilíndrico.

Las cámaras de ionización se usan preferentemente para la detección de radiación X y gamma y


radiación beta. Para la detección de radiación alfa, de alcance muy corto en la materia, es necesario que
la fuente radiactiva se situe en el interior de la cámara, sobre uno de los electrodos (cámaras planas). En
cambio, la detección de partículas beta se consigue para fuentes externas a través de ventanas
suficientemente delgadas, dado su mayor poder de penetración.

El rendimiento de detección, definido como el número de partículas detectadas por cada 100 partículas
incidentes, se aproxima al 100% para partículas alfa y beta que alcancen el volumen sensible de la
cámara. En cambio para fotones sólo se logran rendimientos del orden del 1%.

© CSN-CIEMAT – 2004
3-5
2.3. Contador proporcional

Al aumentar la tensión de polarización aplicada por encima de la zona correspondiente a la cámara de


ionización, Figura 2 se presenta el fenómeno de multiplicación de carga, al unirse a la ionización
primaria, la secundaria, originada por los electrones, que acelerados hacia el ánodo, ganan energía
suficiente para ionizar, por impacto, moléculas de gas neutro. De esta forma aumenta el tamaño del
impulso proporcionado en un factor, llamado factor de multiplicación gaseosa, que vendrá dado por
el número de nuevos pares de iones producidos por cada electrón primario.

El contador proporcional trabaja satisfactoriamente como espectrómetro siempre que la partícula


ionizante disipe la totalidad de su energía en el volumen sensible del detector ya que entonces el tamaño
de los impulsos es proporcional a la energía de la partícula.

Aunque la magnitud de los impulsos de tensión generados es mayor que en la cámara de ionización, se
requiere como en ésta una amplificación de la señal.

2.4. Contador Geiger

Si se eleva la tensión de polarización por encima de la zona de proporcionalidad, los impulsos resultantes
alcanzan todos la misma amplitud, independientemente de la ionización primaria debida a la partícula
detectada. Se dice entonces que la modalidad de funcionamiento del contador corresponde a la zona
Geiger.

El fenómeno de multiplicación de la carga que ya aparecía en los contadores proporcionales, se


incrementa y se propaga a lo largo de todo el hilo central (ánodo), produciendo una avalancha de iones
que dan lugar a la formación de un impulso mucho mayor que en las cámaras de ionización o contadores
proporcionales. La amplitud del impulso es suficiente para activar directamente sistemas electrónicos de
registro, sin necesidad de amplificación previa. Esta circunstancia, que abarata considerablemente la
cadena electrónica, constituye la cualidad más apreciada en este tipo de detector.

Los equipos detectores de radiación basados en tubos Geiger resultan así mucho más sensibles que los
basados en cámaras de ionización y más adecuados por tanto para medir niveles de radiación muy
bajos. En cambio, un sistema Geiger no supone más que un contador de las partículas ionizantes que
alcanzan el volumen sensible pero no suministra información alguno acerca de la naturaleza o energía de
las partículas detectadas.

Además un contador Geiger es un instrumento de operación lenta, lo que constituye uno de sus mayores
inconvenientes cuando se trata de medir actividades que produzcan tasas de recuento mayores de unos
centenares de impulsos por segundo. Esto es debido a que inmediatamente después de la extensión de la
descarga a toda la longitud del hilo, se produce una perturbación del campo eléctrico, causado por los
iones positivos que rodean el electrodo negativo (ánodo) , que impide transitoriamente la detección de
cualquier partícula o fotón. Cuando dichos iones alcanzan el electrodo negativo, donde captan un
electrón para volver a convertirse en átomos o moléculas neutras, se restablece el campo eléctrico y el
detector es capaz de volver a detectar partículas o fotones de nuevo.

© CSN-CIEMAT – 2004
3-6
Al intervalo de tiempo t , comprendido entre el inicio de la avalancha, y el instante en que el detector
comienza a recuperar su capacidad de producir nuevos impulsos, se denomina tiempo de resolución (o
tiempo muerto). En el contador Geiger, puede variar entre 50 y 300 microsegundos. Debido a la
existencia del tiempo de resolución, la escala ligada a un sistema de recuento Geiger registrará menos
impulsos que partículas ionizantes llegan al mismo y limita el número máximo de fotones o partículas que
puede detectar por unidad de tiempo.

La eficiencia de un contador Geiger es solo del orden de 1-2% para radiación gamma. En cambio, y
debido al relativamente intenso poder ionizante de las partículas beta, la eficiencia del contador en este
caso es excelente, próxima al 100%, para todas aquellas partículas que logran atravesar la ventana y
penetrar en el volumen activo del contador. Los contadores Geiger se usan preferentemente para la
detección de radiación gamma o partículas beta. En el caso de la radiación gamma, los contadores están
provistos de paredes metálicas o de vidrio, teniendo en cuenta el gran poder de penetración de esta
radiación.

3. DETECTORES DE CENTELLEO

La interacción de la radiación ionizante en medios materiales, tiene como consecuencia una absorción
parcial o total de su energía por el medio. Dicha energía cedida origina principalmente procesos de
excitación e ionización, siendo también degradada a calor en la mayor parte de substancias. Sin
embargo, ciertos compuestos cristalinos (materiales luminiscentes) tienen la propiedad de que una parte
de la energía absorbida la reemiten en forma de luz visible o ultravioleta. Esta propiedad permite una
nueva variante en los sistemas de detección, los llamados detectores de centelleo, formados por una
substancia luminiscente y un dispositivo fotoeléctrico llamado fotomultiplicador que convierte los
destellos luminosos en impulsos eléctricos y mide la luz emitida por la sustancia luminiscent. Este detector
es capaz de funcionar como espectrómetro, con las ventajas adicionales de un alto rendimiento de
detección y un tiempo de resolución corto.

3.1. Los cristales luminiscentes

Las substancias luminiscentes usadas en detectores de centelleo son de composición química


orgánica o inorgánica; principalmente deben reunir una serie de características, entre las que destacan las
siguientes:

a) El coeficiente de conversión luminiscente, definido como la fracción de energía cedida por la


partícula o fotón primario que se convierte en energía luminosa, debe ser lo más elevado posible (en
la práctica, el mayor valor observado es 0,2).

b) El cristal luminiscente debe ser lo más transparente posible a la propia luz emitida, por lo cual se
usan, siempre que sea posible, monocristales de tamaño adecuado.

c) La longitud de onda dominante de los fotones luminiscentes no siempre se corresponde con la zona
espectral de máxima sensibilidad del fotomultiplicador (? = 400 nm, correspondiente al color azul
violado). Para ajustar en cada caso la luz emitida a esta banda espectral óptima, los cristales
contienen pequeñas proporciones de substancias llamadas activadores, que desvían la longitud de

© CSN-CIEMAT – 2004
3-7
onda del cristal puro hacia valores mayores (efecto batocrómico).

d) El espesor del cristal debe ser en lo posible igual al alcance máximo si se trata de partículas
cargadas. En el caso de radiación gamma debe tener el mayor espesor posible (limitaciones
prácticas y económicas) y poseer un número atómico lo más elevado posible para favorecer la
absorción de energía.

Entre las substancias inorgánicas fluorescentes más empleadas en detectores de centelleo, figuran el
sulfuro de cinc activado con plata, SZn(Ag), y el ioduro sódico activado con talio, NaI(Tl). El primero
de los cristales citados se utiliza para la detección de partículas pesadas cargadas (alfa, protones,
productos de fisión, etc.) y se usa en forma de microcristales prensados. En el caso de las partículas alfa,
el espesor másico del cristal es de unos 5 mg/cm2, equivalente aproximadamente al alcance de las
partículas alfa emitidas por radionucleidos naturales. Debido a su pequeño espesor, este detector es muy
poco sensible a partículas beta o radiación gamma, propiedad muy útil cuando se desea contar partículas
alfa en un fondo intenso de partículas beta o fotones gamma.

Para la detección de la radiación gamma, el NaI(Tl) constituye el cristal inorgánico más utilizado, dada
su gran transparencia en la banda de emisión luminiscente, su alta razón de conversión de energía a
fotones y que un 80 % de su masa está constituida por iodo, lo que proporciona un excelente
rendimiento de detección, del orden de un 60 % para radiación gamma de unos 0,5 MeV. Estos
cristales son muy higroscópicos (absorbentes de humedad) y el efecto de hidrólisis sobre el ioduro de
talio, propicia la formación de compuestos que dan al cristal coloración amarillo-verdosa y absorben
fuertemente la luz de fluorescencia. Para evitarlo, se manejan siempre encapsulados, con una ventana de
vidrio transparente que deja salir la luz generada.

3.2. El fotomultiplicador

El dispositivo que convierte la luz generada por el cristal luminiscente en un impulso de tensión medible
recibe el nombre de fotomultiplicador. Este dispositivo está integrado por una ampolla cilíndrica de
vidrio en la que se ha hecho un vacío elevado Figura 4. En una de sus bases, en la cara interna, se
encuentra depositado el fotocátodo (generalmente una aleación de antimonio, cesio y potasio) en forma
de capa tan fina que resulta semitransparante y una serie de electrodos, llamados dinodos, en
disposición geométrica conveniente, y polarizados respecto al fotocátodo con tensiónes crecientes de
unos 100 V.

Al incidir luz sobre el fotocátodo, se emiten fotoelectrones que son dirigidos hacia el primer dinodo
donde cada uno de ellos produce por ionización secundaria un número variable de electrones. Este
proceso de multiplicación se repite en cada dinodo, formándose una avalancha de electrones con un
factor de multiplicación del orden de 105 - 107 electrones por cada fotoelectrón inicialmente emitido.

© CSN-CIEMAT – 2004
3-8
Figura 4. Esquema de un tubo fotomultiplicador.

2.3. Centelleo en fase líquida

El centelleo en fase líquida posee una serie de características propias, que han hecho de este tipo de
técnica un campo separado de la espectrometría gamma. En primer lugar, aunque es perfectamente
posible la detección de radiación electromagnética (rayos X o gamma), la principal aplicación del
centelleo líquido no se encuentra precisamente en el análisis de este tipo de radiación, sino en la
posibilidad de detectar partículas beta y alfa con rendimientos muy elevados. Por otro lado, el hecho de
que la sustancia radiactiva se disuelva en el seno mismo del centelleador, permite eliminar los problemas
derivados de la autoabsorción en muestras alfa y beta. Por tanto, se puede afirmar que el centelleo
líquido es un instrumento muy eficaz cuando se desea estudiar cualquier muestra radiactiva, puesto que
permite la detección de radiación alfa, beta o gamma.

En general, un líquido centelleador está compuesto de un disolvente y dos o más solutos. La función del
disolvente es facilitar la distribución homogénea de la muestra radiactiva en el centelleador y transmitir la
energía de excitación al soluto. La función del soluto es transformar dicha energía de excitación en luz.
Con la utilización de los distintos solutos (primario, secundario, etc.) se consigue adaptar la emisión de
luz al intervalo de longitudes de onda en el cual es más sensible el fotomultiplicador.

La muestra radiactiva, junto con el líquido centelleador, se incorporan a viales con tamaños y formas
estándar. Debido a que una parte importante de la luz producida en el centelleador sale del vial por
reflexión total, el rendimiento de detección depende del volumen total incorporado al vial. Normalmente,
volúmenes entre 12 y 15 ml, son los que dan mejores rendimientos.

© CSN-CIEMAT – 2004
3-9
Figura 4. Esquema de un tubo fotomultiplicador.

2.3. Centelleo en fase líquida

El centelleo en fase líquida posee una serie de características propias, que han hecho de este tipo de
técnica un campo separado de la espectrometría gamma. En primer lugar, aunque es perfectamente
posible la detección de radiación electromagnética (rayos X o gamma), la principal aplicación del
centelleo líquido no se encuentra precisamente en el análisis de este tipo de radiación, sino en la
posibilidad de detectar partículas beta y alfa con rendimientos muy elevados. Por otro lado, el hecho de
que la sustancia radiactiva se disuelva en el seno mismo del centelleador, permite eliminar los problemas
derivados de la autoabsorción en muestras alfa y beta. Por tanto, se puede afirmar que el centelleo
líquido es un instrumento muy eficaz cuando se desea estudiar cualquier muestra radiactiva, puesto que
permite la detección de radiación alfa, beta o gamma.

En general, un líquido centelleador está compuesto de un disolvente y dos o más solutos. La función del
disolvente es facilitar la distribución homogénea de la muestra radiactiva en el centelleador y transmitir la
energía de excitación al soluto. La función del soluto es transformar dicha energía de excitación en luz.
Con la utilización de los distintos solutos (primario, secundario, etc.) se consigue adaptar la emisión de
luz al intervalo de longitudes de onda en el cual es más sensible el fotomultiplicador.

La muestra radiactiva, junto con el líquido centelleador, se incorporan a viales con tamaños y formas
estándar. Debido a que una parte importante de la luz producida en el centelleador sale del vial por
reflexión total, el rendimiento de detección depende del volumen total incorporado al vial. Normalmente,
volúmenes entre 12 y 15 ml, son los que dan mejores rendimientos.

© CSN-CIEMAT – 2004
3-10
TEMA 4: DOSIMETRÍA DE LA RADIACIÓN

© CSN-CIEMAT – 2004
ÍNDICE:

1.- DEFINICIÓN DE DOSIMETRÍA. DOSIMETRÍA AMBIENTAL Y PERSONAL.


2.- MONITORES Y DOSÍMETROS DE RADIACIÓN.
2.1. Dosímetros personales.
2.2. Dosímetros operacionales.
2.3. Monitores de tasa de exposición o de dosis.
2.4. Monitores de contaminación.
3.- DETECTORES DE NEUTRONES.
4.- INTERPRETACIÓN DE LECTURAS DOSIMÉTRICAS.

© CSN-CIEMAT – 2004
1.- DEFINICIÓN DE DOSIMETRÍA. DOSIMETRÍA AMBIENTAL Y PERSONAL

La dosimetría es la ciencia que tiene por objeto la medida de la dosis absorbida. Por extensión se aplica
también a la determinación de cualquier otra magnitud radiológica.

Para la vigilancia radiológica continua de los trabajadores expuestos a las radiaciones ionizantes suelen
realizarse dos tipos de controles:

a) Vigilancia radiológica del ambiente de trabajo que comprenderá:

• La medición de las tasas de dosis externas, especificando la naturaleza y calidad de las


radiaciones de que se trate.
• La medición de las concentraciones de actividad en el aire y la contaminación
superficial, especificando la naturaleza de las sustancias radiactivas contaminantes y sus
estados físico y químico.

b) Medida periódica de las dosis acumuladas por cada individuo durante su trabajo.

El primer tipo de medidas es el objetivo de la dosimetría ambiental, utilizando dispositivos que registren
las dosis en puntos claves de la instalación radiactiva, también es necesario para cumplir el requisito de
vigilancia radiológica del ambiente de trabajo utilizar equipos que evalúen la actividad o concentración de
actividad. A estos dispositivos se les denomina monitores de radiación y de contaminación.

La medida de las dosis acumuladas por cada trabajador se realiza mediante la llamada dosimetría
personal, utilizando dispositivos que lleva cada persona permanentemente y que registran por tanto la
dosis que recibe individualmente.

La Dosimetría Personal abarca dos aspectos: Control y medida de las dosis recibidas por irradiación
externa (Dosimetría Personal Externa) , y control y medida de la dosis recibida por contaminación
interna (Dosimetría Personal Interna).

Para el control y medida de las dosis recibidas por irradiación externa se emplean los dosímetros
personales, una breve descripción de los más empleados se desarrolla a lo largo del tema.

La Dosimetría Interna evalúa dosis a partir de los datos de la actividad de un determinado radionúcleido
incorporado en el organismo. La evaluación de dosis es compleja, realizándose medidas directas
(Contador de Radiactividad Corporal) o indirectas (mediante el análisis de excretas).

2.- MONITORES Y DOSÍMETROS DE RADIACIÓN

La detección y medida de la radiación mediante monitores y dosímetros se basa en alguno de los efectos
producidos por dicha radiación en la materia, es decir:

a) Ionización de los gases.

© CSN-CIEMAT – 2004
4-1
b) Excitación de luminiscencia en sólidos.

c) Disociación de la materia (producción de reacciones químicas, como por ejemplo el


ennegrecimiento de placas fotográficas).

Cuando la radiación ionizante atraviesa un gas provoca la ionizacion de una parte de sus átomos y por
consiguiente la liberación de iones positivos y electrones. Con ello, el gas que previamente se
comportaba como un aislante eléctrico, pasa a ser parcialmente conductor. Midiendo la corriente
eléctrica que por él circula puede deducirse, en determinadas condiciones, la intensidad de la radiación
que lo atraviesa.

Por otra parte, las radiaciones ionizantes al atravesar ciertas sustancias pierden parte de su energía en
provocar fenómenos de luminiscencia con emisión inmediata o diferida de fotones luminosos. La medida
de la luz emitida permite a su vez medir, y en ocasiones analizar, la radiación que la provocó.

Las radiaciones ionizantes (a excepción de las partículas alfa por su muy reducido poder de penetración)
pueden atravesar la envoltura que protege de la luz ordinaria a una película fotográfica y ennegrecerla.
Midiendo después la intensidad de dicho ennegrecimiento se puede deducir la dosis de radiación que ha
alcanzado a la película fotográfica.

2.1. Dosímetros personales

Estos dispositivos se utilizan para la vigilancia radiológica individual. Son detectores de pequeño tamaño,
construidos con materiales adecuados equivalentes a tejido biológico. Dependiendo del principio de
funcionamiento, los sistemas mas comúnmente utilizados son los dosímetros de termoluminiscencia, los
de película fotográfica y los basados en detectores de semiconductor o de ionización gaseosa.

Dosímetros de termoluminiscencia

Se denomina termoluminiscencia (TL) a la emisión de luz que presentan ciertas sustancias al ser
calentadas después de haber sido expuestas a radiación ionizante. Las radiaciones ionizantes al atravesar
ciertos materiales ceden parte de su energía produciendo fenómenos de excitación. La peculiaridad de
los materiales utilizados en la dosimetría por termoluminiscencia, también llamada TLD, es que la
desexcitación con la consiguiente emisión de luz no se produce de forma inmediata, sino que necesita el
calentamiento para que ésta se produzca. La intensidad de luz emitida está directamente relacionada con
la dosis de radiación recibida por el material.

Los materiales más adecuados utilizados en TLD son materiales sintéticos (LiF, CaF2, CaSO4, Al2O3,
etc.) dopados con pequeñas cantidades de impurezas (LiF:Ti, Mg), (LiF:Mg,Cu,P), (CaF2:Mn),
(Al2O3:C). Los dosímetros, en forma de discos, cristales, polvo o polvo sinterizado (prensado), van
alojados en un portadosímetro, Figura 1 que se sujeta a la ropa de trabajo del profesional mediante un
imperdible o se coloca en la zona de la instalación de la que se desee obtener información dosimétrica.
Cuando el dosímetro ha sido irradiado, su termoluminiscencia se mide en un aparato que calienta el
dosímetro en una cámara estanca a la luz exterior y se registra la intensidad de la luz emitida mediante un
fotomultiplicador. Con la calibración adecuada, esta intensidad de luz es proporcional a la dosis
absorbida en un determinado rango de medida que depende del material del dosímetro.
© CSN-CIEMAT – 2004
4.2
Los dosímetros por termoluminiscencia resultan más precisos que los de película fotográfica. Ello, unido
a que pueden ser borrados y utilizados de nuevo repetidamente, hace que su uso esté muy extendido. En
contrapartida, no pueden archivarse con el historial dosimétrico como ocurre con los de película
fotográfica.

Tarjeta de aluminio

Esquina de posicionamiento

Código de barras

a 06
7475
a
Elementos termoluminiscentes

Láminas de teflón

Figura 1.- Dosímetro de termoluminiscencia

Dosímetros fotográficos

El principio en el que se basan estos dosímetros, es la exposición de una emulsión fotográfica a la


radiación, seguido del revelado de la placa, y evaluación del grado de ennegrecimiento mediante un
densitómetro. Este último dato permite evaluar la dosis absorbida, tras un calibrado previo para cada
tipo de película.

Los dosímetros fotográficos constan de una película especial envuelta en una funda de papel opaca,
montada en un soporte provisto de una pinza, que permite llevar el instrumento sobre la bata o ropa de
trabajo. El bastidor del soporte está dotado de una serie de ventanas y filtros Figura 2, que permiten la
determinación simultánea de una serie de datos radiológicos de interés.

Diferentes clases de película pueden cubrir distintos y relativamente amplios márgenes de dosis. Las más
usadas suelen cubrir entre 0.1 mSv y 10 mSv y otras entre 10 mSv y 1 Sv. Para medidas o experiencias
especiales se preparan películas que alcanzan a medir hasta 10 Sv.

En el manejo de dosímetros fotográficos deben tenerse en cuenta ciertas precauciones. Por ejemplo, las
placas fotográficas presentan un proceso de envejecimiento con el tiempo de almacenamiento, que sesga
por exceso los valores de dosis registrados. Si la película experimenta los efectos de temperaturas
elevadas o la acción de ciertos vapores, puede sufrir sensibilización espúrea que conduce a un
ennegrecimiento incontrolado en el revelado, y consecuentemente a un error por exceso en las medidas.

© CSN-CIEMAT – 2004
4.3
7 1 5 4 4 5 6 1 3 2 8
TIPOS DE FILTROS

1.- Ventana
2
2.- Plástico, 50 mg/cm
2
3.- Plástico, 300 mg/cm
4.- Dural, 0,1 mm
5.- 0,7 mm Cd + 0,3 mm Pb
6.- 0,7 mm Sn + 0,3 mm Pb
7.- 0,7 mm Pb (blindaje debordes)
8.- 0,4 g de In
9.- Película

Figura 2. Dosímetro fotográfico.

Como ventaja principal, la dosimetría con película fotográfica proporciona un registro permanente de la
información dosimétrica puesto que películas reveladas pueden archivarse para formar parte del historial
dosimétrico del trabajador. En contrapartida, la película fotográfica presenta algunas desventajas
importantes como son: sensibilidad a la luz, mayor imprecisión en la medida de dosis elevada y una
dependencia bastante crítica de los procesos de revelado y medida.

2.2. Dosímetros operacionales

Los dosímetros operacionales son dosímetros digitales de lectura directa, de pequeño tamaño Figura3,
basados en detectores de ionización o en detectores de silicio, que al alcanzar un valor prefijado de
dosis absorbida, emiten una señal acústica.

Proporcionan en todo momento el valor de la dosis acumulada en un sistema de lectura digital, lo que
permite una lectura instantánea de dosis y de tasas de dosis para dosis profunda y superficial.

HP

SIE
ME
NS

NR
PB

Figura 3.- Dosímetro digital.

© CSN-CIEMAT – 2004
4.4
2.3. Monitores de tasa de exposición o dosis

La vigilancia radiológica de áreas de trabajo, en las zonas que exista riesgo de operar en campos de
radiación ionizante, se realiza mediante monitores de radiación que miden la exposición, la dosis
absorbida o las respectivas tasas en zonas determinadas. Estos instrumentos suelen llevar como órgano
detector una cámara de ionización o un contador Geiger Figura 4 y suelen ir provistos de ventanas de
pared delgada, oculta por pantallas absorbentes desplazables, con objeto de medir, bien el efecto
conjunto de radiación beta y gamma (ventana abierta) o sólo la componente gamma (ventana cerrada).
Tienen la posibilidad de modificar el rango de medida adecuándolo al campo de radiación de interés.

Para comprobar el correcto funcionamiento de estos instrumentos cada equipo viene provisto de una
fuente de verificación beta o gamma, que debe producir una irradiación determinada al situar la muestra
en un punto previsto del detector. Así mismo, en todos los monitores existe un sistema de comprobación
del estado de las baterías, en la cual la aguja del instrumento debe situarse en una zona identificada con
un trazo o sector sombreado, en la carátula del instrumento de medida.

Los monitores portátiles provistos de cámara de ionización suelen tener un volumen sensible del orden
de 0,5 litros y como gas de llenado usan aire a presión atmosférica. El rango de medida suele ser de 1 a
1.000 mR/h.

Los sistemas provistos de contador Geiger son bastante más sensibles que los de cámara de ionización,
y suelen tener el detector en el extremo de una sonda conectada al detector por un cable de hasta varios
metros de longitud, o con un sistema de extensión telescópica facilitando así las medidas en zonas de alta
actividad o en espacios restringidos.

Figura 4. Detector portátil de radiación de área

El contador Geiger, que ofrece la importante ventaja de alcanzar rendimientos de detección próximos al
100% para partículas beta y alfa, tiene en cambio una eficiencia de alrededor del 1% para radiación
gamma.
© CSN-CIEMAT – 2004
4.5
En ocasiones, la fuente de radiaciones ionizantes es fija y bien localizada, pero sus condiciones pueden
variar y, en todo momento, se debe conocer el nivel de radiación que existe a su alrededor. Tal sucede,
por ejemplo, con un reactor nuclear que, aún estando rodeado de un blindaje adecuado, puede producir
fuera del mismo niveles de radiación peligrosos que es preciso detectar y conocer. Se colocan entonces
alrededor del reactor y en los puntos adecuados un número suficiente de detectores fijos, generalmente
cámaras de ionización. A través de cables apropiados, dichas cámaras envían su corriente a
instrumentos medidores situados en la sala de control del reactor. El operador puede saber así el nivel
de radiación existente en los puntos donde se hallan los detectores. Suelen estos monitores poseer un
dispositivo de alarma que produce una señal acústica o luminosa cuando el nivel de radiación excede de
un valor fijado de antemano.

Otras veces, se trata de medir la radiación ambiente en múltiples puntos para apercibirse de cualquier
elevación anormal. En más de mil lugares de España se hallan instalados a este objeto monitores de
radiación que tienen como detector un contador Geiger.

2.4. Monitores de contaminación

Se define la contaminación radiactiva como la presencia indeseable de sustancias radiactivas en una


materia, una superficie, un medio cualquiera o una persona. Cuando se manejan sustancias radiactivas no
encapsuladas se hace necesario disponer de instrumentos apropiados para detectar y medir posibles
contaminaciones.

Para la detección de la contaminación en superficies suele utilizarse un monitor portátil, dotado de una o
varias sondas reemplazables provistas del detector adecuado al tipo de contaminación que se debe
detectar Figura 5. Para contaminación con emisores beta el detector suele ser un contador Geiger con
ventana delgada protegida por una leve malla metálica. Para detectar la contaminación por emisores a la
sonda suele estar dotada de un contador proporcional con una ventana muy delgada.
Destello rojo cuando
las pilas están bajas

Destello rojo cuando


se supera el umbral
0.00 S -1
Destello verde - 2
para cada impulso Bq · cm Destello rojo cuando
cuenta en s -1
Berthold Monitor LB 1210 D

Constante de tiempo
- sin pulsar 2 s
Medida de la actividad - pulsada 20 s
en s-1 S -1 τ
Botón pulsado:
125 I indicación acústica
99 mTc
Botón pulsado:
Medida de la contaminación
131 I estado de las pilas
137Cs
con los factores de calibración
de los radionucleidos señalados Boton pulsado:
14 C umbral de alarma
57 Co

90 Sr Potenciómetro que ajusta


32 P el umbral de alarma
FREE Cal Potenciómetro para ajuste
Medida con factor de CAL del factor de calibración
calibración libre
CAL Zero Potenciómetro para ajuste
DISPL del cero (compensación
Pulsado indica el factor de fondo)
de calibración (tabla 1)

Figura 5. Monitor de contaminación Berthold LB 1210 D

© CSN-CIEMAT – 2004
4.6
La contaminación de una superficie puede detectarse acercando directamente a ella la parte sensible de
la sonda detectora pero sin que se produzca contacto pues podría contaminarse. Los monitores de
contaminación suelen estar graduados en Bq o en Bq/cm2 y su calibración se lleva a cabo mediante
fuentes apropiadas de actividad conocida.

3.- DETECTORES DE NEUTRONES

Los instrumentos descritos en apartados anteriores, adecuados para detectar radiaciones alfa, beta o
gamma, no son capaces de detectar neutrones porque los neutrones carecen de carga eléctrica y no son
por ello capaces de producir directamente ionización apreciable al atravesar el gas de una cámara de
ionización o de un contador Geiger, ni provocar efectos luminiscentes.

Sin embargo los neutrones, sobre todo los neutrones de baja energía (neutrones térmicos), son capaces
de provocar el desprendimiento de partículas cargadas al chocar y reaccionar con determinados
núcleos. Así, al chocar con núcleos de boro provocan el desprendimiento de partículas alfa, las cuales
producen corrientes de ionización en un gas o efectos de luminiscencia en determinadas sustancias. Esta
propiedad puede aprovecharse para conseguir un detector sensible a neutrones. Figura 6

NEUTRON DOSE RATE METER 2202D


TC
SHORT BATT.
CHECK
10 10 2
1 10 3
POWER
0,1
INT
10

OUTPUT
4
EX
F

RECORDER
OF

mrem/h 100 µ A
Energy range: PULSE
Thermal - 17 MeV

Studsvik 100

Figura 6.- Detector de neutrones.

Una cámara de ionización o un contador proporcional pueden utilizarse para detectar neutrones
térmicos. Con este fin, el gas de llenado es trifluoruro de boro (BF 3) o una mezcla de éste con el gas de
llenado habitual. La partícula alfa producida en la reacción 10B (n, a)7Li provoca una corriente de
ionización cuya medida proporciona la intensidad del haz de neutrones.

10
B + n ----> 7Li + a

Para detectar neutrones rápidos, el detector se recubre de una sustancia rica en átomos ligeros, como
grafito o parafina, donde se convierten previamente dichos neutrones rápidos en neutrones lentos que
son detectados después en el detector que contiene boro.

Para los flujos elevados de neutrones térmicos se pueden utilizar cámaras de ionización recubiertas con
© CSN-CIEMAT – 2004
4.7
una capa de material fisionable tal como 235U. Los productos de fisión generan impulsos de gran
amplitud fáciles de separar de la radiación de fondo débilmente ionizante.

4. INTERPRETACIÓN DE LECTURAS DOSIMÉTRICAS

Según el Reglamento sobre Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes (R.D. 53/1992), la
dosimetría individual, tanto externa como interna, será efectuada por Entidades o Instituciones
expresamente autorizadas y supervisadas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Estos Servicios de Dosimetría deben informar al titular de la instalación de las dosis recibidas por los
trabajadores expuestos. En el cómputo de la dosis no se incluirán las dosis debidas al fondo radiactivo
natural, las derivadas de exámenes o tratamientos médicos (como pacientes), ni las recibidas
individualmente como miembros del público.

El titular de la instalación debe registrar dichas dosis en forma de un historial dosimétrico individual que
estará, en todo momento, a disposición del propio trabajador. En el historial dosimétrico
correspondiente a trabajadores de la categoría A, el registro de las dosis debe incluir las dosis mensuales
y las dosis acumuladas durante cada período de doce meses y cinco años. En el caso de trabajadores
de la categoría B, se registrarán las dosis anuales determinadas o estimadas.

Los límites anuales de dosis para los trabajadores expuestos que aparecen en el citado Reglamento
hacen referencia a la magnitud "dosis efectiva". Como esta magnitud no es directamente medible, en el
caso de exposición externa, los límites de dosis se consideran respetados si la dosis equivalente
profunda no sobrepasa el límite de dosis fijado para la exposición global, si la dosis equivalente
superficial no sobrepasa el límite de dosis fijado para la piel y si se respetan los límites de dosis para
cristalino, manos y demás localizaciones.

Todo lo expuesto hasta ahora en este apartado hace referencia a la legislación actual en materia de
dosimetría y nos servirá para interpretar la información dosimétrica suministrada por un Servicio de
Dosimetría Externa (SDE) autorizado por el CSN. Como ejemplo, en la Figura 7 se muestra una copia
de la información dosimétrica que el SDE del CIEMAT suministra mensualmente a los trabajadores
expuestos (categorías A y B) que operan en dicho centro. La mayoría de los datos son autoexplicativos
y, por lo tanto, nos referiremos sólo a aquellos de mayor interés:

- Dosis Profunda (mSv): Es la dosis equivalente profunda [Hp(10)] evaluada con el dosímetro
corporal una vez sustraída la dosis correspondiente al fondo natural normalizada al período de uso.

- Dosis Superficial (mSv): Es la dosis equivalente superficial [Hp(0,07)] evaluada con el dosímetro
corporal una vez sustraída la dosis correspondiente al fondo natural normalizada al período de uso.

- Dosis Localizada (mSv): Es la dosis equivalente superficial [Hp(0,07)] evaluada con el dosímetro
localizado una vez sustraída la dosis correspondiente al fondo natural normalizada al período de uso.

- NOTAS: En este campo aparece un código para identificar cualquier posible anomalía en el uso del
dosímetro o en la evaluación de la dosis.
© CSN-CIEMAT – 2004
4.8
Para una correcta interpretación de las lecturas dosimétricas es necesario saber que el CSN recomienda
que la estimación del fondo natural se haga mediante la lectura de un número mínimo de 10 dosímetros
situados en el Servicio de Dosimetría en lugares no influenciados por fuentes de irradiación. Este valor
suele estar en torno a los 0,06 mSv/mes. Además, el CSN establece un nivel de registro en 0,10 mSv, lo
que supone que se registrarán como cero los valores de dosis inferiores a dicho valor.

Para tener una estimación cuantitativa de la magnitud dosis citaremos como ejemplo que la dosis a la
entrada de referencia para una radiografía de abdomen simple es de 10 mGy, lo que supone una dosis
efectiva de 1,2 mSv.

SERVICIO DE DOSIMETRÍA 10/12/2001

D/D Nombre Apellido:

Departamento:

Resultados de la evaluación de los dosímetros personales asignados

Período de uso: 01/11 a 01/12 (Mes: 11/2001) NOTAS

Dosímetro corporal n: 0012345 DOSIS PROFUNDA (mSv): 0,00


DOSIS SUPERFICIAL (mSv): 0,00

Dosímetro localizado n: nnnnnn DOSIS LOCALIZADA (mSv): NO

Dosis acumuladas en los últimos doce meses (12/2000 a 11/2001)

DOSIS PROFUNDA (mSv): 0,00


DOSIS SUPERFICIAL (mSv)): 0,00

DOSIS LOCALIZADA (mSv): NO

* Sobrepasa el límite aplicable


- Dato no disponible

Figura 7: Ejemplo de la información dosimétrica suministrada por un SDE

© CSN-CIEMAT – 2004
4.9
TEMA 5: ASPECTOS GENERALES DE LA INTERACCIÓN DE LA
RADIACIÓN CON EL MEDIO BIOLÓGICO

© CSN-CIEMAT - 2006
ÍNDICE:

1. INTRODUCCIÓN

2. INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA CÉLULA Y SUS


COMPONENTES: RESPUESTA A NIVEL MOLECULAR Y CELULAR.

3. CLASIFICACIÓN DE LOS EFECTOS BIOLÓGICOS RADIOINDUCIDOS


3.1. Efectos deterministas
3.2. Efectos estocásticos
3.2.1.Efectos estocásticos somáticos: Desarrollo de cáncer
3.2.2. Efectos estocásticos hereditarios
3.2.3. Magnitudes utilizadas para cuantificar los efectos estocásticos

4. FACTORES DE RIESGO DERIVADOS DE LA EXPOSICIÓN A


RADIACIÓN IONIZANTE

5. EFECTOS BIOLÓGICOS NO CONVENCIONALES DE LA RADIACIÓN


IONIZANTE.
5.1. Respuesta adaptativa.
5.2. Efectos de la radiación no dirigidos al ADN.

© CSN-CIEMAT – 2006
IR-OP-BA-T5-1
1. INTRODUCCIÓN.

Todos los seres vivos en la Tierra estamos expuestos a la radiación ionizante de forma natural,
procedente bien de la radiación terrestre (radionucleidos naturales presentes en todos los componentes
del medio ambiente acuático y terrestre) o de la radiación cósmica. Adicionalmente, las personas
también estamos expuestas a radiación antropogénica, es decir, originada por el hombre. Entre las
principales fuentes de radiación antropogénica se encuentran los ensayos realizados en el pasado de
bombas nucleares, las actividades que aumentan la exposición a radiación natural como puede ser la
minería, los materiales nucleares utilizados con fines militares, los residuos radioactivos generados en
instalaciones nucleares y ciertas actividades ocupacionales (trabajadores de la industria nuclear o
miembros de tripulaciones aéreas). En los países desarrollados, la mayor causa de exposición a
radiación son las aplicaciones médicas (radiología diagnóstica, radioterapia, medicina nuclear y
radiología intervencionista).

Desde su descubrimiento, la radiación ionizante ha mostrado tener diversas aplicaciones beneficiosas


para el hombre, pero también puede producir efectos dañinos tanto en la salud de las personas como en
el medio ambiente. Para poder proteger al hombre de los posibles efectos nocivos de la radiación
ionizante, es imprescindible conocer tan en detalle como sea posible los efectos producidos por ésta,
sus características y los factores físicos y biológicos que influyen en dichos efectos. Ese es
precisamente el objetivo de este tema, describir el estado actual del conocimiento sobre los efectos
biológicos que puede producir la radiación ionizante, con especial énfasis en aquellos efectos que se
producen tras exposición a dosis bajas.

2. INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA CÉLULA Y SUS COMPONENTES:


RESPUESTA A NIVEL MOLECULAR Y CELULAR.

Como es bien sabido, la unidad básica del organismo vivo es la célula. Los efectos biológicos de las
radiaciones ionizantes derivan del daño que éstas producen en la estructura química de las células,
fundamentalmente en la molécula de ADN (ácido desoxirribonucleico). El ADN contiene toda la
información necesaria para el control de funciones celulares como el crecimiento, la proliferación y la
diferenciación. Además, la información contenida en el ADN se transmite a las células de la
descendencia.

Las trayectorias de radiación pueden depositar energía directamente en el ADN (efecto directo) o
pueden ionizar otras moléculas de la célula, principalmente moléculas de agua, para formar radicales
libres los cuales pueden dañar al ADN (efecto indirecto). Dentro de la célula los efectos indirectos
ocurren en distancias muy cortas, del orden de pocos nanómetros, ya que la distancia de difusión de los
radicales está limitada por su reactividad. Aunque es difícil determinar de forma precisa la contribución
de los efectos directos y los indirectos en el daño del ADN causado por radiación, evidencias obtenidas
introduciendo en las células captadores de radicales libres sugieren que para radiaciones de tipo rayos-
X o rayos-gamma, cerca del 35% del daño es exclusivamente directo y el 65% tie ne un componente
indirecto.

Las lesiones que la radiación puede inducir en el ADN son muy diversas y entre ellas se pueden
mencionar las roturas de una o de las dos cadenas (roturas sencillas o dobles), recombinaciones,
sustituciones de las bases, delecciones, etc. En la Tabla 1 se muestran los principales productos del
daño en el ADN que pueden medirse tras exposición a radiación de tipo rayos-X o rayos-gamma. En
algunos casos, estos cambios en la estructura del ADN se traducen en aberraciones cromosómicas,
lesiones que pueden ser utilizadas como parámetros para la medida de la dosis absorbida (dosimetría
biológica).

© CSN-CIEMAT – 2006
IR-OP-BA-T5-3
Tabla 1. Frecuencia estimada de daño en el ADN en células de mamíferos, causado por exposición
a radiación de tipo rayos-X o rayos-gamma.

Tipo de daño Frecuencia


(número de defectos por células por Gy)
Hélice
hija Roturas de cadena sencilla 1000
Daño en bases 500
Roturas de doble cadena 40
EntrecruzamientosADN-proteína 150

Antes de comentar los efectos que la radiación puede tener a nivel celular es importante explicar el
concepto de radiosensibilidad. Poco después del descubrimiento de los rayos X, se observó que éstos
parecían tener una eficacia selectiva para destruir células cancerosas sin afectar a los tejidos normales.
De aquí nació el concepto de radiosensibilidad, basado en características inherentes a la célula y no a la
radiación. Poco tiempo después se demostró la existencia de una relación entre la radiosensibilidad de
una célula y su nivel de diferenciación, entendiendo como célula diferenciada aquella que está
especializada funcional o morfológicamente, y como célula no diferenciada aquella que tiene pocas
características morfológicas y funcionales especializadas. La misión fundamental de este tipo de
células indiferenciadas es la división, para proporcionar así, las células necesarias para mantener el
tamaño de su propia población y para reemplazar a aquellas células diferenciadas que se van
perdiendo.

La exposición a radiación puede producir daño severo en las células que les conducirá a la muerte, o
bien daños menos severos, subletales, que si bien no provocan la muerte de la célula sí alteran su
composición genética (ADN). La respuesta de las células frente a la exposición a radiación está
influida por un gran número de factores físicos, químicos y biológicos. Entre los factores físicos se
incluyen la dosis, la tasa de dosis y la calidad de la radiación (transferencia lineal de energía). Los
factores químicos son sustancias que bien aumentan o disminuyen la radiosensibilidad celular. Dentro
de los múltiples factores biológicos que intervienen en la respuesta celular a la radiación cabe destacar
la fase del ciclo celular en el que se encuentre la célula en el momento de la irradiación (si está
activamente proliferando o está en reposo) o la eficacia de los mecanismos de reparación para reparar
las lesiones en la molécula de ADN.

3. CLASIFICACIÓN DE LOS EFECTOS BIOLÓGICOS RADIOINDUCIDOS.

Los efectos biológicos de la radiación se clasifican de acuerdo a su transmisión y a su naturaleza


(Tabla 2).

Tabla 2. Clasificación de los efectos biológicos de la radiación.

CRITERIO EFECTO
Hereditarios
Transmisión
Somáticos
Deterministas
Naturaleza Estocásticos

© CSN-CIEMAT – 2006
IR-OP-BA-T5-4
En la Tabla 3 se muestran las principales características que diferencian a los efectos deterministas de
los efectos estocásticos inducidos por exposición a radiación.

Tabla 3. Principales características de los efectos estocásticos y deterministas.

Efectos estocásticos Efectos deterministas


Mecanismo Lesión subletal Lesión letal
(una o pocas células) (muchas células)
Naturaleza Somática o hereditaria Somática
Gravedad Independiente de dosis Dependiente de dosis
Dosis umbral No Sí
Relación Dosis-Efecto Lineal-cuadrática; Lineal Lineal
Aparición Tardía Inmediata o tardía

Si como consecuencia de la irradiación, se produce la muerte de un número de células suficientemente


elevado de un órgano o tejido, habrá una pérdida de función del órgano, efecto que se conoce como
determinista (Figura 1). La gravedad de los efectos deterministas es proporcional a la dosis de
radiación recibida, siempre y cuando ésta sea mayor que la dosis umbral, dosis que establece el límite
entre la aparición o no del efecto. Estos efectos ocurren tras exposición a dosis relativamente altas,
poniéndose de manifiesto a medio-corto plazo.

Radiación
ionizante Radicales
libres
Acción indirecta

Acción

Daño al ADN

Daño letal Daño subletal

Mecanismos de reparación

Muerte Daño letal Célula Célula


transformada normal

Efecto determinista Efecto estocástico


Figura 1. Esquema de las consecuencias de la interacción de la radiación ionizante con las células.

© CSN-CIEMAT – 2006
IR-OP-BA-T5-5
Como consecuencia de la exposición a radiación la célula puede no morir, sino verse modificada
(mutada), hablándose en estos casos de efectos estocásticos (Figura 1). Estos efectos ocurren tras
exposición a dosis moderadas y bajas de radiación y se ponen de manifiesto a medio-largo plazo. La
gravedad de los efectos estocásticos no es proporcional a la dosis recibida, pero sí la probabilidad de
que tenga lugar el efecto. Aunque siguen existiendo discrepancias al respecto, para la estimación de
riesgos de efectos estocásticos se considera que no existe dosis umbral para su aparición

3.1. Efectos deterministas.

Para que tenga lugar un efecto determinista tiene que producirse la muerte de un número sustancial de
células, lo que lleva a que existe una dosis umbral de radiación por debajo de la cual el número de
células afectadas es insignificante para que se ponga de manifiesto efecto alguno. El número de células
afectadas se relaciona con la dosis, por lo que en este tipo de efectos la gravedad resulta proporcional
a la dosis recibida. Por tanto, esta propiedad y la existencia de una dosis umbral son las características
más notables de los efectos deterministas.

Los efectos deterministas ocurren tras exposición a dosis relativamente altas de radiación, y su
aparición suele ser inmediata o tras un corto periodo desde la irradiación. Para describir los efectos
deterministas se utiliza la magnitud dosimétrica dosis absorbida (D), que es la energía absorbida por
unidad de masa. Su unidad es el julio por kilogramo que recibe el nombre especial de Gray (Gy).

Teniendo en cuenta que el mecanismo por el que se producen los efectos deterministas es la muerte
celular, es importante definir lo que se entiende como muerte celular ya que ésta va a depender del tipo
de célula que se esté considerando. Así, para células diferenciadas, que no proliferan, la muerte
significa la pérdida de la función para la que se han especializado; sin embargo, para células que se
dividen, una definición adecuada puede ser la de pérdida de la capacidad de proliferar, pérdida de su
capacidad reproductiva o bien muerte mitótica. Así, tras la irradiación una célula indiferenciada puede
estar físicamente presente, aparentemente intacta, pero haber perdido su capacidad para llevar a cabo
divisiones sucesivas. Esta definición de letalidad se utiliza generalmente en radiobiología y tiene
particular interés en radioterapia de tumores, porque para su curación es necesaria la muerte de las
células, en el sentido que éstas pierdan su capacidad de división, impidiéndose así el crecimiento del
tumor.

Pero la sensibilidad de los distintos tejidos del organismo no sólo depende de la sensibilidad inherente de
las células que lo componen, sino que también varía en función de la cinética de la población,
considerando al conjunto de células. Así, existen diversos tejidos que aún conteniendo todos ellos
células en división, difieren mucho en el tiempo que tardan en expresar la lesión radioinducida. La
evolución de la respuesta frente a la radiación depende fundamentalmente de la velocidad con que las
células de un tejido se reemplazan y de su dinámica de producción, diferenciación, envejecimiento y
pérdida celular.

La mayoría de los tejidos radiosensibles están formados por poblaciones de proliferación rápida, que
contienen células cepa capaces de proliferar indefinidamente. A partir de esta población de células
cepa se forma un compartimiento de amplificación y tránsito, que tiene por objeto aumentar la
producción de células, que finalmente maduran dando lugar a células post-mitóticas diferenciadas
(Figura 2). Una agresión, como la producida por radiaciones ionizantes, puede producir la muerte de
las células cepa, paralizándose con ello la formación de células maduras, radiorresistentes en su
mayoría. El periodo de latencia con que se manifiesta el efecto en las células funcionales, depende
esencialmente de la tasa normal de desaparición de estas células; es decir, de la cinética de renovación

© CSN-CIEMAT – 2006
IR-OP-BA-T5-6
celular. Ejemplos de tejidos con organización jerárquica, son la epidermis, la mucosa intestinal y el
sistema hematopoyético, todos ellos de elevada radiosensibilidad.

Este esquema no es universal y algunos tejidos tienen la capacidad de responder a la muerte celular
con una proliferación masiva de todas sus células, que previamente estaban en estado quiescente
(Figura 2). Ejemplos de este tipo de organización flexible son el parénquima de riñón e hígado.

Organización jerárquica

Células en Células
Células proliferación y funcionales
cepa maduración maduras

RADIOSENSIBILIDAD
DIFERENCIACIÓN

células diferenciadas
con potencial proliferativo

proliferación diferenciación

Figura 2. Distintos tipos de organización en los tejidos del organismo.

En la Tabla 4, se muestra un resumen de los principales efectos deterministas producidos en diferentes


órganos y tejidos del organismo tras exposición aguda a radiación de baja LET. Se indican así mismo
las principales causas de los efectos, la s dosis umbral y las dosis que dan lugar a efectos deterministas
severos.

Una vez descritos los principales efectos deterministas que pueden tener lugar a nivel de tejidos u
órganos, vamos a conocer qué efectos se producen a nivel del organismos completo. Cuando se
consideran los efectos deterministas a nivel de individuo, hay que diferenciar entre adultos y
organismos en desarrollo, ya que la respuesta va a ser diferente entre ellos.

© CSN-CIEMAT – 2006
IR-OP-BA-T5-7
Tabla 4. Resumen de las consecuencias, dosis y causas de los principales efectos deterministas (radiación de baja LET y exposición aguda)

Periodo de latencia Umbral Dosis que producen


Tejido Efecto Causa
aproximado aproximado (Gy) efectos severos
Infecciones 2 semanas Leucopenia
Sistema hematopoyético 0,5 2,0
Hemorragias Plaquetopenia
Sistema Inmune Inmunosupresión Algunas horas 0,1 1,0 Linfopenia
Infección sistémica
Lesión del epitelio
Sistema gastrointestinal Deshidratación 1 semana 2,0 5,0
intestinal
Desnutrición
Piel Escamación 3 semanas 3,0 10,0 Daño en la capa basal
Testículo Esterilidad 2 meses 0,2 3,0 Aspermia celular
Muerte interfásica del
Ovario Esterilidad < 1 mes 0,5 3,0
oocito

Fallos en la barrera
Pulmón Neumonía 3 meses 8,0 10,0
alveolar

Cristalino Cataratas > 1 año 0,2 5,0 Fallos en la maduración

Deficiencias
Tiroides < 1 año 5,0 10,0 Hipotiroidismo
metabólicas

Encefalopatías y Muy variable según Demielinización y daño


Sistema nervioso central 15,0 30,0
mielopatías dosis vascular

© CSN-CIEMAT – 2006
IR-OP-BA-T5-8
La respuesta de un organismo adulto a una exposición aguda (en un tie mpo corto, del orden de minutos
o inferior), que provenga de una fuente externa y que afecte a todo el organismo, produce signos,
síntomas y un cuadro clínico variable que se conoce con el nombre de síndrome de irradiación.

Con objeto de poder comparar los efectos letales producidos por diferentes niveles de dosis, se suele
utilizar el concepto de dosis letal porcentual en función del tiempo, con una notación de la forma DL
50/30 o DL50/60 que significa la dosis necesaria para producir la muerte al 50% de la población
expuesta al cabo de 30 ó 60 días, respectivamente. La DL50/60 está en el orden de los 3-5 Gy para el
hombre (irradiación de cuerpo entero), en ausencia de cuidados médicos especiales.

Los efectos que se observan en un individuo adulto después de una irradiación global aguda se pueden
diferenciar en tres etapas:

- Prodrómica: Comprende los signos y síntomas que aparecen en las primeras 48 horas tras la
irradiación y es consecuencia de la reacción del sistema nervioso autónomo. Se caracteriza por
nauseas, vómitos, diarreas, cefaleas, vértigo, alteraciones de los órganos de los sentidos,
taquicardia, irritabilidad, insomnio, etc. Puede durar desde algunos minutos, hasta varios días.

- Latente: Este periodo se caracteriza por la ausencia de síntomas y varía desde minutos hasta
semanas, dependiendo de la dosis recibida.

- De enfermedad manifiesta: Se caracteriza porque aparecen los síntomas concretos de los


órganos y tejidos más afectados por la radiación.

En función del órgano que contribuye mayoritariamente a la muerte del individuo, se diferencian tres
síndromes post-irradiación:

- Síndrome de la médula ósea. Se produce tras exposición aguda a dosis de entre 3 y 5 Gy. La
fase prodrómica aparece a las pocas horas y consiste en vómitos, nauseas y diarreas. La fase
latente puede durar entre algunos días y 3 semanas, según la dosis. En la 3ª semana se inicia la
enfermedad hematopoyética, con leucopenia y trombopenia muy marcadas. La inmunidad está
deprimida, por lo que aparecen infecciones graves. Habrá hemorragias, por trastornos en la
coagulación sanguínea, que acentuarán más la anemia debida a la lesión medular. A partir de la
5ª semana se inicia la recuperación si la dosis ha sido inferior a 3 Gy; dosis más altas pueden
provocar la muerte en 30-60 días.

- Síndrome gastrointestinal. Se presenta a dosis entre 5 y 15 Gy. La DL100 para el hombre se


sitúa entre los 6-10 Gy. La fase prodrómica se produce a las pocas horas de la exposición y se
caracteriza por nauseas, vómitos y diarreas muy intensas. La fase latente dura desde el 2º al 5º
día después de la irradiación. En la enfermedad manifiesta vuelven a aparecer nauseas,
vómitos y diarreas con fiebre. La muerte se puede producir en 10-20 días tras la irradiación.
Los síntomas se deben a la lesión del tracto gastrointestinal, y en parte a la lesión de la médula
ósea. El intestino delgado pierde su mucosa; existe un cuadro de mala absorción, con pérdida
de líquidos, proteínas y electrolitos por vía digestiva, aparece deshidratación y hemorragias
intestinales. Se favorece además la infección generalizada producida por los gérmenes
habituales del intestino, sobre todo si existe leucopenia por afectación de la médula ósea y
depresión inmunitaria.

- Síndrome del sistema nervioso central. Se produce a dosis superiores a 15 Gy. La fase
prodrómica aparece rápidamente y su duración es a veces de minutos. Hay nauseas, vómitos y
síntomas psíquicos (confusión, irritabilidad, etc.) y neurológicos (disminución de consciencia,

© CSN-CIEMAT – 2006
IR-OP-BA-T5-9
quemazón en la piel, etc.). La fase latente dura escasas horas. A las 4-6 horas de la irradiación
aparece la fase final con síntomas neurológicos, convulsiones, ataxia, grados progresivos de
coma, etc., sobreviniendo la muerte a los 1-5 días después de la irradiación. La causa es un
cuadro de hipertensión endocraneal fuerte, con edema cerebral, hemorragias y meningitis
aséptica por afectación vascular principalmente.

Como se ha comentado anteriormente, la respuesta tras la exposición a radiación de un organismo en


desarrollo no es la misma que en el ni dividuo adulto. Los tipos de efectos que puede producir la
radiación en embriones y/o fetos son:

- Muerte del organismo en desarrollo.


- Anomalías congénitas que se manifiestan en el nacimiento y que son producidas por efecto de la
exposición a radiación en útero.
- Anomalías congénitas que no se manifiestan en el momento del nacimiento sino a edades más
avanzadas.

La mortalidad e inducción de anomalías producidas por la exposición a radiación del embrión o feto
dependen entre otros factores del momento de la gestación en el que tenga lugar la irradiación. El
desarrollo fetal se divide en tres periodos en función de los diferentes tipos de efectos que es probable
que ocurran como consecuencia de la exposición a radiación (Figura 3).

Cuando se produce la fertilización del óvulo comienza una etapa muy activa de división celular. Antes
de que el cigoto se implante en la mucosa del útero (etapa de preimplantación) puede producirse una
elevada mortalidad, si bien, la irradiación en ese momento del desarrollo no origina una alta incidencia
de anomalías congénitas. Una vez que haya tenido lugar la implantación y se inicie la diferenciación
celular característica de la fase de la organogénesis, deja de ser probable que se produzca la muerte
del embrión, pero sí puede producir anomalías estructurales y deformidades. La irradiación a 4-11
semanas de gestación puede producir anomalías graves en muchos órganos, especialmente en el
sistema nervioso central y esqueleto.

Preimplantación Organogénesis Feto


Porcentaje
100 Anomalías innatas

Muerte prenatal
80
Muerte neonatal
60

40

20

0
10 41
Semanas post-concepción
Figura 3 . Incidencia de anomalías y muerte prenatal o neonatal en función de la etapa de gestación
en la que tiene lugar la irradiación del feto (una dosis de 2 Gy).

La radiorresistencia del feto aumenta durante la última fase del desarrollo al incrementarse el número
de células diferenciadas y disminuir la actividad mitótica. Como consecuencia, la irradiación del feto a

-5-10-
partir de la semana 15 de gestación produce un menor número de anomalías aparentes así como una
disminución en la incidencia de muertes tanto prenatales como neonatales. Los efectos más aparentes
se manifiestan por microcefalia y disminución del coeficiente de inteligencia Tabla 5.

Tabla 5. Efectos de la radiación recibida durante el periodo de gestación.

Periodo de gestación Riesgo más importante Dosi


s
Inicio del
Aborto 1,0
Semana
Malformaciones en el 0,5
Semana
Retraso 0,4
Semana

Semana
Poco
Final del

3.2. Efectos estocásticos.

Si como consecuencia de la irradiación la célula no muere sino que sufre una modificación en la
molécula de ADN, podrán producirse los denominados efectos estocásticos. Estos efectos tienen lugar
tras exposiciones a dosis o tasas de dosis bajas de radiación y la probabilidad de que ocurran, pero no
su gravedad, aumenta al aumentar la dosis de radiación recibida. La gravedad de estos efectos
depende de factores como el tipo de célula afectado y el mecanismo de acción del agente agresor que
interviene.

Existe cierta controversia sobre la existencia o no de dosis umbral para los efectos estocásticos. Las
organizaciones nacionales e internacionales responsables de dictar las recomendaciones de protección
radiológica aceptan que no existe una dosis umbral para el caso de efectos estocásticos, ya que opinan
que no se puede descartar, con la información de la que se dispone en la actualidad, que incluso a dosis
muy bajas de radiación exista una probabilidad, aunque sea muy pequeña, de que la célula sea
modificada.

Los efectos estocásticos pueden ser hereditarios y somáticos. Si la célula que ha sido modificada
tras la irradiación es una célula somática, el efecto se pondrá de manifiesto en el individuo que ha sido
expuesto a la radiación, hablándose en este caso de efectos estocásticos somáticos. Si por el contrario
la célula que se ha visto modificada tras la irradiación es una célula germinal, el efecto biológico no se
pondrá de manifiesto en el individuo expuesto sino en su descendencia, hablándose en este caso de
efectos estocásticos hereditarios.

Antes de describir los principales efectos estocásticos producidos por la radiación, es importante definir
que se entiende por dosis y tasas de dosis bajas, ya que este concepto se utilizará con frecuencia en
este apartado. En protección radiológica se consideran dosis bajas aquellas que son inferiores a 0,2 Gy
y tasas de dosis bajas cuando su valor es inferior a 0,1 mGy min -1.

-5-11-
En el contexto de la radiobiología, una dosis o tasa de dosis baja se refiere a situaciones en las que
resulta muy improbable que ocurra más de un evento de absorción de energía de la radiación en las
partes críticas de una célula, antes de que puedan actuar en ella los mecanismos de reparación.

3.2.1. Efectos estocásticos somáticos: Desarrollo de cáncer.

El potencial carcinogénico de la radiación ionizante fue reconocido poco tiempo después de que
Roentgen descubriera los rayos-X en 1895. En 1902, se describió el primer cáncer inducido por
radiación, el cual se caracterizó por un área ulcerada en la piel. En pocos años, se observaron un
elevado número de tumores de piel, y la primera leucemia se describió en 1911 en cinco trabajadores
expuestos a radiación. Marie Curie y su hija se piensa que murieron por complicaciones de una
leucemia inducida por la radiación.

Hoy día se sabe que el efecto estocástico somático de mayor relevancia tras exposición a dosis bajas
de radiación es el desarrollo de cáncer. La transición desde una célula normal a una célula maligna es
un proceso complejo que implica diversos cambios cuya naturaleza exacta dependerá del tipo de célula,
del mecanismo de acción del carcinógeno implicado y del tipo de cáncer que se origine. En medicina se
emplea la palabra cáncer para referirse genéricamente a un conjunto de enfermedades con más de
cien formas clínicas diferenciables, de comportamiento biológico y manifestaciones clínicas muy
distintas, y que abarcan a su vez más de un millar de variedades histopatológicas.

Se han desarrollado diversos modelos generales para describir el proceso carcinogénic o, siendo el más
aceptado actualmente el modelo multietapa. Dicho modelo predice que un cáncer aparece como
consecuencia de una serie de sucesos que pueden ser totalmente independientes, pero que con
frecuencia están ligados, pudiendo incluso estar mediados por el mismo agente.

El desarrollo de cáncer es un proceso complejo en el que pueden intervenir multitud de factores


celulares y ambientales. Aunque en la actualidad los mecanismos implicados en cada una de las etapas
del proceso carcinogénico no se conocen en su totalidad, se presupone que, si bien la radiación podría
actuar en cualquiera de estas etapas, es en la iniciación donde su papel carcinogénico es más
relevante.

3.2.2. Efectos estocásticos hereditarios.

Además de inducir cambios neoplásicos en tejidos somáticos, la radiación ionizante puede producir
efectos transmisibles (hereditarios) en poblaciones irradiadas, a través de la inducción de mutaciones
en el ADN de las células germinales masculinas o femeninas. Estas mutaciones, aunque no tienen
consecuencias directas en el individuo expuesto, pueden expresarse en generaciones posteriores como
desórdenes genéticos de muy diverso tipo y severidad.

Hasta el momento no se ha demostrado la inducción por radiación de enfermedades genéticas


(hereditarias) en poblaciones humanas expuestas a radiación ionizante. Sin embrago, la radiación
ionizante es un mutágeno universal y estudios experimentales realizados en plantas y animales
demuestran claramente que la radiación puede inducir efectos genéticos; por tanto parece poco
probable que los humanos sean una excepción.

La estimación del riesgo de efectos hereditarios en humanos como consecuencia de la exposición a


radiación se basa en el marco general de las enfermedades genéticas que ocurren de forma natural y
en su clasificación en:

-5-12-
- Mendelianas. Debidas a la mutación en un único gen. Dependiendo de la localización del gen
mutado (en autosomas o en el cromosoma X) y de sus efectos en el fenotipo, las
enfermedades Mendelianas se clasifican en autosómicas dominantes, autosómicas recesivas,
ligadas a X dominantes o recesivas.

- Cromosómicas. Debidas a alteraciones en los cromosomas.

- Multifactoriales, debidas a complejas interacciones entre diversos factores genéticos y


ambientales. Incluyen las anomalías congénitas comunes que están presentes en el momento
del nacimiento y enfermedades crónicas en adultos.

3.2.3. Magnitudes utilizadas para cuantificar los efectos estocásticos.

La magnitud dosimétrica fundamental utilizada en protección radiológica es la dosis absorbida (D), que
es la energía absorbida por unidad de masa, siendo su unidad el julio por kilogramo, que recibe el
nombre especial de Gray (Gy).

Se ha observado que la probabilidad de que se produzcan efectos estocásticos depende no sólo de la


dosis absorbida sino también del tipo y energía de la radiación que ha dado lugar a dicha dosis. Esto se
tiene en cuenta ponderando la dosis absorbida por un factor relacionado con la calidad de la radiación.
Este factor de ponderación se conoce con el nombre de factor de ponderación de la radiación (wR) y
se selecciona en función del tipo y energía de la radiación incidente sobre el cuerpo o, para fuentes
internas, en función del tipo y energía de la radiación emitida por la fuente. La dosis ponderada se
conoce como dosis equivalente (HT ), cuya unidad es el julio por kilogramo y recibe el nombre de
Sievert (Sv).

La relación entre la probabilidad de aparición de efectos estocásticos y la dosis equivalente también


depende del órgano o tejido irradiado. Resulta por tanto apropiado definir otra magnitud, derivada de la
dosis equivalente, para expresar la combinación de diferentes dosis equivalentes en distintos tejidos de
forma tal que se pueda correlacionar razonablemente con el efecto estocástico total. El factor utilizado
para ponderar la dosis equivalente en un tejido u órgano se denomina factor de ponderación del tejido,
wT , y representa la contribución relativa de ese órgano o tejido al detrimento total debido a los efectos
estocásticos resultantes de la irradia ción uniforme de todo el cuerpo. La dosis equivalente ponderada se
denomina dosis efectiva (E) y su unidad es el julio por kilogramo y recibe el nombre de Sievert (Sv).

En el caso de los efectos deterministas, los factores de ponderación de la radiación y del tejido son
generalmente inferiores a los estimados para los efectos estocásticos, por lo que su aplicación
conduciría a una sobreestimación del efecto determinista a ocurrir. Por ello como ya se ha comentado
anteriormente, la magnitud empleada en el caso de efectos deterministas es la dosis absorbida y no la
dosis efectiva.

4. FACTORES DE RIESGO DERIVADOS DE LA EXPOSICIÓN A RADIACIÓN


IONIZANTE.

Para poder proteger a las personas de los efectos perjudiciales derivados de la exposición a radiación
ionizante, es imprescindible conocer, hasta donde la información disponible lo permita, todos los riesgos

-5-13-
que supondrían para la salud dichas exposiciones. Todas las actividades humanas acarrean riesgos
aunque algunos de ellos puedan considerarse muy bajos. En otras ocasiones, se aceptan actividades
aún sabiendo que implican un riesgo elevado. Lo que sí parece una actitud general es que estamos
dispuestos a aceptar un riesgo a cambio de disfrutar de los beneficios de una sociedad moderna,
siempre que los riesgos no sean innecesarios o fácilmente evitables. Sin embargo, es difícil establecer
qué niveles de riesgo estaría dispuesta a aceptar la sociedad.

Para poder desarrollar un sistema de protección radiológica es necesario un conocimiento cuantitativo


de cómo la probabilidad de los efectos estocásticos y la gravedad de los efectos deterministas varían
con la dosis. La información más adecuada es la que se obtiene directamente de estudios
epidemiológicos sobre los efectos de la radiación en el hombre. También se puede obtener información
de interés sobre los mecanismos de daño y sobre las curvas dosis-respuesta, de estudios
experimentales realizados con sistemas in vitro (microorganismos, cultivos celulares) e in vivo
(animales de laboratorio). Sin embargo, desafortunadamente, la parte de la información experimental
que puede aplicarse directamente a la protección radiológica es muy escasa o incluso nula, y en
cualquier caso requiere una interpretación muy cuidadosa. Fundamentalmente, la información obtenida
en estudios experimentales sirve de apoyo a los datos obtenidos en estudios epidemiológicos.

En lo que respecta al riesgo de desarrollar cáncer tras exposición a radiación ionizante, se dispone de
información directa procedente de estudios epidemiológicos realizados en diversas poblaciones entre las
que se incluyen los supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki y personas
expuestas a radiación externa o a radionucleidos por motivos médicos u ocupacionales. Estos estudios
aportan información cuantitativa sobre el riesgo de cáncer a dosis intermedias y altas. Existen
igualmente estudios epidemiológicos en poblaciones expuestas a dosis bajas de radiación. Sin
embargo, con frecuencia estos estudios no permiten obtener resultados concluyentes debido a los
factores de confusión que intervienen en dichos estudios.

Las estimaciones actuales del riesgo de cáncer asociado con exposición externa a radiación ionizante
se realizan en base a los datos obtenidos en el estudio de los supervivientes de las bombas atómicas, al
considerarse la muestra más completa. Dicha muestra está compuesta por un número elevado de
personas, de ambos sexos y de todas las edades y que fueron expuestas a un rango de dosis muy
amplio, distribuidas de manera bastante uniforme en el organismo expuesto. Sin embargo, hay que tener
en cuenta que todas las dosis recibidas por el grupo de estudio japonés se produjeron a muy altas tasas
de dosis. La ICRP asume a la hora de estimar riesgos de efectos estocásticos que la relación dosis
efecto es lineal para dosis bajas y que no existe dosis umbral para la parición de efectos estocásticos.

El estudio de los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki ha mostrado un aumento significativo en el


número de tumores sólidos en personas expuestas a 200-500 mSv de radiación. La forma de la curva
dosis respuesta para los tumores sólidos considerados en su conjunto, se ajusta a una función lineal
para dosis de hasta 3 Sv. En el caso de las leucemias, los datos se ajustan mejor a una función lineal-
cuadrática.

Si bien para la estimación cuantitativa del riesgo de efectos estocásticos, hasta el momento se han
utilizado exclusivamente los datos obtenidos de los supervivientes japoneses, los estudios realizados con
pacientes sometidos a irradiación por motivos médicos suponen una valiosa fuente de información y son
objeto de estudios continuos.

En relación con estudios epidemiológicos realizados en poblaciones expuestas a dosis bajas de radiación
ionizante, en julio de 2005 se publicó en el British Medical Journal los resultados del mayor estudio
epidemiológico realizado hasta el momento sobre riesgos en trabajadores profesionalmente expuestos a
dosis muy bajas de radiación (Cardis y col.). El objetivo del estudio era realizar estimaciones directas

-5-14-
del riesgo de cáncer tras exposiciones crónicas a dosis bajas de radiación ionizante y con ello fortalecer
las bases científicas de los estándares de protección radiológica. Se trataba de un estudio retrospectivo
de mortalidad por cáncer en cohortes de trabajadores de la industria nuclear de 15 países (407.391
trabajadores monitorizados para radiación externa; seguimiento 5,2 millones personas). Los resultados
del estudio mostraron para cánceres distintos a leucemia un Exceso de riesgo relativo (ERR) de 0,97
por Sv (IC95%: 0.14-1,97). Para leucemias, excluyendo leucemia linfocítica crónica, el ERR era de
1,93 por Sv (<0-8.47). 1-2% de las muertes de cáncer en esta cohorte de trabajadores puede ser
atribuido a radiación. Los autores concluían que las estimaciones de riesgo realizadas en este estudio
son mayores, aunque estadísticamente compatibles, que las estimaciones de riesgo usadas para los
actuales estándares de protección radiológica.

En relación con los cánceres inducidos por exposición prenatal, éstos van a depender del momento de
la gestación en el que se produzca la exposición. Así, durante el periodo comprendido entre las tres
semanas de la concepción hasta finales de la gestación (período de elevada radiosensibilidad), es
probable que la exposición a la radiación pueda provocar efectos estocásticos que den como resultado
un aumento en la probabilidad de cáncer en el nacido vivo. Los datos disponibles no son consistentes y
existe un alto grado de incertidumbre. No obstante la ICRP supone que el riesgo será, como mucho,
unas pocas veces superior al de la población en general.

5. EFECTOS BIOLÓGICOS NO CONVENCIONALES DE LA RADIACIÓN


IONIZANTE.

En la última década, se han descrito diversos procesos biológicos que ocurren tras exposiciones a dosis
bajas de radiación ionizante y que por lo tanto podrían tener una gran relevancia en el ámbito de la
protección radiológica. Entre estos procesos cabe destacar, la respuesta adaptativa y los efectos de la
radiación no dirigidos al ADN.

5.1. Respuesta adaptativa.

Existen en la actualidad diversas evidencias experimentales que apoyan la existencia de una respuesta
adaptativa de la célula tras su exposición a radiación. Dicha respuesta se produce como consecuencia
de la activación de los mecanismos de reparación celulares tras la exposición a una dosis muy baja de
radiación (dosis condicionante). Como resultado de ello, se producen menos lesiones en el ADN. Con
este proceso se reduciría tanto la incidencia natural de cáncer como la probabilidad de que una dosis de
radiación adicional (generalmente llamada dosis provocadora) causara un desarrollo carcinogénico.
Este proceso ha sido demostrado en distintos tipos celulares tanto de origen humano como de ratón
(linfocitos, fibroblastos, médula ósea y esperma). Los mecanismos de respuesta adaptativa parecen ser
similares a los que se activan después de una exposición a otros agentes genotóxicos, incluyendo
cantidades trazadoras de radicales oxidantes. Por lo tanto, la respuesta adaptativa a la radiación podría
ser el resultado de un mecanismo general de respuesta celular frente al daño. Sin embargo, es
necesario obtener evidencias más concluyentes sobre el papel de la respuesta adaptativa en los
procesos carcinogénicos. La confirmación de este proceso sería de especial relevancia en protección
radiológica, ya que implicaría que las estimaciones del riesgo de efectos estocásticos debidos a dosis de
radiación bajas han sido sobrevaloradas, al no haber tenido en cuenta el proceso de respuesta
adaptativa (Wolff 1998).

5.2. Efectos de la radiación no dirigidos al ADN.

-5-15-
Como se ha podido comprobar a lo largo de este tema, desde el punto de vista radiobiológico se asume
ampliamente que los eventos genéticos inducidos por radiación en células de mamíferos ocurren como
resultado directo de daño en el ADN que no es reparado de forma correcta por los mecanismos
celulares de reparación. Sin embargo, cada vez hay más evidencias de que la exposición de
poblaciones celulares a radiación ionizante también puede producir efectos no-dirigidos, es decir,
pueden aparecer consecuencias genéticas importantes en células cuyo núcleo no ha sufrido irradiación
directa. Son tres, principalmente, las líneas de investigación sobre efectos no dirigidos.

Inestabilidad genética inducida por radiación.

En 1980, unos experimentos diseñados para examinar en detalle la cinética de transformación en


células de ratón 10T1/2 como consecuencia de la exposición a radiación, dieron un resultado algo
sorprendente. Parecía que para que tuviera lugar la transformación celular eran necesarios dos eventos
distintos. El primero era un evento frecuente, que ocurría en una gran parte de la población celular
irradiada (20-30%), y aumentaba la probabilidad de que tuviera lugar el segundo evento. El segundo es
un evento muy poco frecuente (frecuencia aproximada de 10-6) e implica la transformación de una o
más células de la progenie de la célula inicialmente irradiada después de muchos ciclos de división
celular. El segundo evento ocurría con una frecuencia constante por célula por generación durante el
crecimiento de la población irradiada hasta alcanzar la confluencia, y tiene las características de un
evento mutagénico. Basándose en estos resultados, se postuló la hipótesis de que la radiación inducía
un tipo de inestabilidad genética transmisible en una gran fracción de células de la población; esta
inestabilidad tenía el efecto de aumentar la frecuencia con la que aparecían transformantes de forma
espontánea en la progenie. Se presentaron evidencias de que este fenotipo inestable persistía al menos
durante 12 y quizás hasta 25 rondas de división celular después de la exposición a radiación. Resultados
de estudios realizados en sistemas experimentales estaban de acuerdo con esta hipótesis.

La hipótesis en la actualidad ha sido confirmada en diversos sistemas experimentales para distintos


efectos biológicos incluyendo mutagénesis, aberraciones cromosómicas y retraso en la muerte celular.

Por tanto está bien establecido que la radiación por si misma puede inducir un tipo de inestabilidad
transmisible en células que conlleva una aumentada probabilidad de que en las células supervivientes
tengan lugar múltiples eventos genéticos, tras muchas generaciones de replicación. Sin embargo, el
mecanismo preciso asociado con este fenómeno aún está por elucidar. Esto incluye como es iniciado y
como se mantiene.

A pesar de que sigue sin conocerse la importancia de la inducción de inestabilidad en los eventos
iniciales de la carcinogénesis radioinducida in vivo, el fenómeno está ahora bien documentado en una
amplia variedad de sistemas in vitro, y ciertamente cambiará la manera en la que pensamos sobre los
eventos tempranos en la iniciación de la carcinogénesis. Es tentador especular, por ejemplo, que dicha
inestabilidad podría aumentar la probabilidad de que ocurrieran múltiples eventos genéticos en un único
linaje celular que fuera necesario para desarrollar cáncer. Es interesante el hecho de que el concepto
de inestabilidad inducida como un paso inicial en la carcinogénesis es consistente con hallazgos que
van apareciendo en estudios epidemiológicos en poblaciones humanas, que sugieren que algunos tipos
de cáncer inducidos por radiación pueden seguir un modelo de riesgo relativo; es decir, una dosis
determinada de radiación aumenta la tasa a la que se desarrolla el cáncer normalmente a todos los
tiempos post-irradiación, en lugar de inducir una cohorte específica de nuevos tumores.

Inducción de mutaciones por irradiación del citoplasma.

-5-16-
Durante mucho tiempo se ha considerado que el núcleo es el blanco de los efectos biológicos
relevantes inducidos por radiación, y que las alteraciones genéticas resultantes se producen como
consecuencia del daño inducido por la radiación en el ADN. Efectivamente, un número de estudios
realizados inicialmente en diversos sistemas biológicos indicaron que la irradiación nuclear era crítica
para sus efectos citotóxicos. El desarrollo de irradiadores precisos con microhaces ha permitido ahora
el estudio de los efectos de la irradiación localizada en partes específicas de la célula.

Utilizando irradiadores con microhaces se ha observado que la irradiación citoplasmática con flujos
bajos de partículas alfa puede inducir una frecuencia significativa de mutaciones en células de
mamíferos. Según se esperaba en base a trabajos anteriores, la irradiación del citoplasma tenía un
efecto relativamente pequeño en la supervivencia celular. Sin embargo, el paso de una única partícula
alfa aproximadamente duplicaba la frecuencia de mutación espontánea, mientras que se observaba un
aumento de 2-3 veces en la frecuencia de mutación cuando una célula era atravesada hasta con 4
partículas. No se observó aumento en la frecuencia de mutación con mayores flujos de partículas.

A pesar de que son necesarios más estudios para poder sacar conclusiones, los resultados
mencionados anteriormente son muy provocadores en cuanto a que sugieren que la irradiación directa
del núcleo no es necesaria para que se produzcan efectos genéticos importantes.

Efectos circunstantes (“bystander”) en pobla ciones irradiadas.

Los efectos circunstantes ("bystander") en poblaciones celulares irradiadas implican que las
alteraciones genéticas pueden ocurrir en células que no reciben una exposición directa a radiación.
Más bien las señales de daño son transmitidas a estas células desde células vecinas de la población que
han sufrido irradiación. Efectivamente cada vez existen más evidencias que apoyan la hipótesis de que
pueden ocurrir efectos biológicos importantes en células que no reciben exposición directa a radiación.
Si este fenómeno ocurriera in vivo, podría ser de considerable importancia en lo que respecta a efectos
carcinogénicos de dosis muy bajas de radiación de alta LET, tales como las partículas alfa del radón.

El modelo experimental utilizado para estudiar efectos circunstantes generalmente ha implicado la


exposición de cultivos celulares a flujos muy bajos de radiación alfa, de tal manera que sólo una
fracción muy pequeña de la población celular fuera atravesada por una partícula. En el informe inicial
de este fenómeno, se observó un aumento en la frecuencia de intercambio de cromátidas hermanas
(SCE) en el 30-50% de las células expuestas a flujos con los que sólo un 0,1-1% de las células eran
atravesadas por una partícula alfa. Estos resultados indicaban que el blanco para el daño genético
producido por partículas alfa es mucho mayor que el núcleo o incluso que la propia célula.

Posteriormente, se han descrito efectos circunstantes para parámetros como inducción de mutaciones
génicas, micronúcleos, apoptosis o alteración en los patrones de expresión de determinados genes.

Si bien los tres fenómenos descritos han sido observados en cultivos celulares in vitro, no hay razón
para pensar que no puedan también ocurrir en poblaciones celulares in vivo. De hecho se han
presentado evidencias preliminares sobre la transmisión de la inestabilidad genética inducida por
radiación en animales de experimentación in vivo. A pesar de que aún no está clara la importancia de
estos fenómenos en la carcinogénesis radioinducida, podrían cambiar nuestra manera de pensar sobre
los eventos tempranos de este proceso, y en particular sobre los blancos críticos para el daño genético
y carcinogénico producido por la radiación.

-5-17-
TEMA 6. - CRITERIOS GENERALES Y MEDIDAS BÁSICAS DE PROTECCIÓN
RADIOLÓGICA.

© CSN-CIEMAT - 2004
ÍNDICE:

1.- CONCEPTO DE LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA.

2. - EL SISTEMA DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA.

3. - MEDIDAS BÁSICAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA.

4. - ORGANIZACIONES IMPLICADAS EN LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA.

5.-ORGANISMOS NACIONALES RELACIONADOS CON LA PROTECCIÓN


RADIOLÓGICA.

© CSN-CIEMAT - 2004
1. CONCEPTO DE LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA

Tanto las radiaciones ionizantes como los materiales radiactivos han sido siempre parte de
nuestro entorno; no obstante, y dada la falta de impacto sobre nuestros sentidos, sólo nos
dimos cuenta de su existencia a finales del siglo XIX.

A las fuentes de radiaciones ionizantes como los rayos cósmicos, materiales radiactivos que
están en la corteza terrestre, en el aire o incorporados a los alimentos, e incluso sustancias
radiactivas que se encuentran en el interior del organismo humano (K 40 , C14 , etc), se las
denomina radiaciones de fondo o naturales.

Además de estar el hombre expuesto a la radiación de fondo natural, también está expuesto a
fuentes de radiaciones artificiales. La utilización de fuentes de radiaciones ionizantes,
aparatos de rayos X, sustancias radiactivas naturales o radioisótopos producidos
artificialmente, en actividades de la medicina, la industria, la agricultura o la investigación,
han reportado muchos beneficios a la humanidad, pero también la hacen estar sometida a
ciertos riesgos que no quedan limitados a un pequeño grupo de personas, sino que inciden
sobre grupos de trabajadores y sobre la población en su conjunto.

RADIACIÓN EN LA VIDA DIARIA


Dosis
Natural equivalente Artificial
6,9
Por año en Garapari (Brasil) efectiva T.A.C área torácica
(mSv)
10 10

cósmica
0,38 límite de dosis/año para el
por persona/año público (excepto tratamiento
de la tierra
0,46 1,1* 1,0
médico)
1,0
alimentos Media mundial radiografía con inten-
0,24
Gifu Kanagawa 0,6 sificador de imagen
(inspección de estó-
0,4
mago)
diferencia de radiación natural en Japón (anual) radiografía convencional
0,1 tipo tórax (1 insp.)
0,19
0,05

vuelo de ida y vuelta entre Tokio y N. York


(aumenta con la altitud)
proximidad de una C.N. de agua
* radiación recibida a través de 0,01 ligera (por año). (Los valores
la inhalación del radón en aire, actuales son incluso inferiores a estos).
etc. 1,3 mSv/año (media mundial)
Fuente: Nuclear Power Generation 1999

© CSN-CIEMAT – 2004
6-1
Prácticamente desde que se descubrieron las radiaciones ionizantes y se empezó a investigar
en ellas, se identificaron una serie de efectos nocivos para el organismo (enrojecimiento de la
piel, caída del cabello...cáncer) y surgió la necesidad de protegerse contra estos efectos no
deseados, comenzando el desarrollo de la Protección Radiológica, así en el año 1928 se creo
en un Congreso Internacional de Radiología el “Comité Internacional de Protección para los
rayos X y el Radio”. En 1950 este Comité fue reestructurado con el nombre actual de
Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP).

La Protección Radiológica tiene por finalidad la protección de los individuos, de sus


descendientes y de la humanidad en su conjunto, de los riesgos derivados de aquellas
actividades que debido a los equipos o materiales que utilizan suponen la presencia de
radiaciones ionizantes.

El marco básico de la Protección Radiológica necesariamente tiene que incluir valoraciones


tanto de tipo social como científicas, porque la finalidad principal de la Protección
Radiológica es proporcionar un nivel apropiado de protección para el hombre, sin limitar
indebidamente las prácticas beneficiosas que dan lugar a la exposición de la radiación.
Además, se debe suponer que incluso dosis pequeñas de radiación pueden producir algún
efecto perjudicial. Dado que existen umbrales para los efectos deterministas, es posible
evitar dichos efectos restringiendo las dosis recibidas por las personas. No es posible, sin
embargo, evitar del todo los efectos estocásticos porque no existe evidencia científica de un
umbral para ellos.

Como consecuencia del estado actual de conocimientos de los efectos biológicos de la


radiación, la ICRP considera que el objetivo principal de la protección radiológica es
evitar la aparición de efectos biológicos deterministas y limitar al máximo la
probabilidad de aparición de los estocásticos.

2. EL SISTEMA DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA

2.1. Prácticas e intervenciones

El “Sistema de Protección Radiológica” se basa en la distinción entre “prácticas” e


“intervenciones” y en la aplicación de diferentes formas y grados de control a cada uno de los
tipos de exposición (ocupacional, médica y del público)

Dentro del marco conceptual de la PR, se utiliza el término práctica para describir aquellas
actividades humanas que aumentan la exposición global a la radiación.

Habrá que considerar como prácticas:

a) La producción de fuentes y el uso de radiaciones o de sustancias radiactivas


con fines médicos, industriales, veterinarios, de enseñanza o de
investigación.

b) Todas las actividades relacionadas con la producción de energía


nucleoeléctrica, incluidas las correspondientes al ciclo del combustible y la
gestió n de los residuos radiactivos.
© CSN-CIEMAT – 2004
6-2
c) Las actividades laborales con presencia de fuentes naturales de radiación
que supongan un aumento significativo de la exposición de los trabajadores
o miembros del público que no pueda considerarse despreciable desde el
punto de vista de la protección radiológica.

Ejemplos de estas actividades laborales son la exposición en lugares de


trabajo como establecimientos termales, cuevas, minas, lugares de trabajo
subterráneos o no subterráneos en áreas identificadas, actividades laborales
que impliquen exposición a la radiación cósmica durante la operación de
aeronaves.

d) Determinadas actividades que las autoridades reguladoras especifican como


tales.

Las prácticas se vinculan a las diversas fuentes de radiación.

Intervención: se utiliza el término intervención para describir aquellas actividades que


pueden reducir la exposición global al incidir sobre sus causas. Es decir:

- Eliminar o reducir la actividad de las fuentes.

- Modificar las vías que incrementen la exposición.

- Reducir o eliminar el número de individuos expuestos.

Las acciones que se aplican en las intervenciones se denominan acciones de remedio y de


protección.

Las exposiciones que pueden requerir una intervención son las derivadas de accidentes que
originen contaminación radiactiva, las derivadas de fuentes radiactivas naturales, y las
derivadas de antiguas prácticas de las que resultan materiales radiactivos que produzcan una
radiación significativa.

2.2. Tipos de exposición

Las prácticas que dan lugar a exposición a la radiación se clasifican en:

- Exposición ocupacional: la que se produce durante el desarrollo del trabajo con


fuentes radiactivas artificiales o naturales incrementadas por acción humana.

- Exposición médica: la que es consecuencia de los procedimientos de diagnóstico o


de tratamiento a que pueden ser sometidos los individuos.

- Exposición del público: comprenden todas las exposiciones no incluidas en las


ocupacionales ni en las médicas, y que son consecuencia de las actividades que dan
lugar a las dos anteriores así como las derivadas de fuentes naturales que produzcan
una irradiación significativa.

© CSN-CIEMAT – 2004
6-3
Por otra parte, hay una clara diferenciación entre las denominadas “exposiciones normales”,
con certeza de que se produzcan a causa de las actividades que se desarrollan en una práctica
o intervención y, las “exposiciones potenciales”, que sólo se producirán en caso de fallo o
accidente de los sistemas de seguridad y protección.

2.3. Principios Generales del Sistema de Protección Radiológica para prácticas.

El sistema de protección radiológica para las prácticas está basado en los siguientes criterios
o principios básicos :

a) No se debería adoptar ninguna práctica que suponga la exposición a


radiaciones salvo que ésta implique un beneficio para los individuos expuestos
o para la sociedad, que sea suficiente como para compensar el detrimento
causado: JUSTIFICACION.

b) En lo relativo a una determinada fuente asociada a una práctica, la magnitud de


las dosis individuales, el número de personas expuestas y la probabilidad de
que se produzca una exposición, cuando no se tenga la certeza de que ésta se
vaya a recibir, deberán tener en cuenta factores económicos y sociales:
OPTIMIZACION.

c) La exposición de individuos que resulte de la combinació n de todas las


prácticas pertinentes debería estar sujeta a límites de dosis, y a algún
mecanismo de control del riesgo en el caso de exposiciones potenciales. La
finalidad de tales controles es asegurar que ningún individuo sea expuesto a
riesgos de irradiación considerados inaceptables en circunstancias normales:
LIMITES INDIVIDUALES DE DOSIS Y DE RIESGO.

Justificación.

Las decisiones sobre la adopción y continuación de cualquier actividad humana implican el


tener que elegir entre opciones posibles. Para que una actividad o modificación de actividad
pueda ser justificada, deberá proporcionar un beneficio neto positivo. Se considera que los
costes incluyen todos los aspectos negativos de la actividad, como los daños a la salud o al
medio ambiente. En cuanto a los beneficios, deben incluirse todos los que beneficien a la
sociedad y no solamente a un grupo o a un individuo.

El concepto de detrimento producido por una exposición expresa la combinación de la


probabilidad de que se produzca un efecto para la salud y la gravedad del efecto.

El principio de justificación sopesa los costes y los beneficios. No se puede rechazar a priori
una actividad con radiaciones ionizantes porque presente riesgos, pero tampoco se puede
realizar una actividad con radiaciones simplemente porque suponga beneficios. No se
autorizará una actividad, o la modificación de una actividad, si su balance
coste-beneficio es negativo.

© CSN-CIEMAT – 2004
6-4
Optimización

Una vez que una práctica ha sido justificada y adoptada, es necesario considerar cómo utilizar
mejor los recursos disponibles para reducir el riesgo de las radiaciones para los individuos y
la población. El objetivo principal debería ser asegurar que tanto la magnitud de las
dosis individuales, el número de personas expuestas y la probabilidad de recibir
exposiciones, cuando no haya certeza de ser recibida, se mantengan tan bajas como
razonablemente sea alcanzable, teniendo en cuenta factores económicos y sociales. Habrá
que considerar las interacciones que pudiera haber entre estas magnitudes. Si el siguiente
paso en la reducción del detrimento se puede conseguir sólo mediante un despliegue de
recursos evidentemente desproporcionado respecto a la reducción a conseguir, dicho paso no
será de interés para la sociedad, si se ha asegurado la protección adecuada de los individuos.
En este caso, la protección se podrá considerar optimizada y las exposiciones serán tan bajas
como razonablemente sea alcanzable, teniendo en cuenta factores económicos y sociales. Este
principio también se debería de aplicar a la hora de revisar prácticas ya existentes.

El principio de optimización también se conoce como criterio ALARA (acrónimo de la


expresión inglesa "as low as reasonably achievable”, cuyo sentido en castellano es tan bajo
como razonablemente sea posible).

La optimización de la protección radiológica debe efectuarse en el diseño y durante la


ejecución de la práctica que pueda contribuir de manera significativa a la irradiación de los
profesionales y del público. En muchos casos, pueden conseguirse reducciones significativas
de dosis estableciendo y aplicando procedimientos de operación adecuados, lo cual no supone
un incremento apreciable del coste.

En ocasiones, el beneficio y el detrimento no recaen sobre la misma persona. Por ejemplo en


las exposiciones médicas, el beneficio lo recibe el paciente, y parte del detrimento recae sobre
su futura descendencia y sobre el personal de operación.

En el caso de las exposiciones médicas, la dosis recibida por el paciente deberá ser la mínima
que sea compatible con una calidad diagnóstica o terapéutica. Con esta finalidad, habrá que
prestar atención a la selección y control de calidad del equipo, al desarrollo de las técnicas,
etc...

La Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) recomienda el uso de


restricciones de dosis para su aplicación en los procedimientos diagnósticos más comunes y
en estudios de investigación que supongan la exposición de voluntarios.

Limitación de la dosis individual.

La limitación de dosis es el requisito que se establece para asegurar una protección adecuada,
incluso para las personas más expuestas. Los límites que se establecen representan los
valores inferiores de la dosis efectiva y de la dosis equivalente que no deben ser
sobrepasados en las circunstancias en las que las personas se ven implicadas.

Se establecen límites tanto para el trabajador expuesto como para los miembros del público en
general. Estos límites no tienen en cuenta las dosis resultantes del fondo radiactivo natural ni
las debidas a exposiciones médicas. Los límites actualmente vigentes establecidos en el
Reglamento de Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes son:
6-5 © CSN-CIEMAT – 2004
Aplicación Ocupacional Público
Dosis efectiva 100 mSv en un período de 5
años oficiales, no superando 1 mSv/año
50 mSv en un año. oficial*
Dosis equivalente anual en
Cristalino 150 mSv 15 mSv
La piel 500 mSv ** 50 mSv**
Las manos y pies 500 mSv -------

*En circunstancias especiales, el Consejo de Seguridad Nuclear podrá autorizar un valor más
elevado en un único año oficial, siempre que el promedio durante cinco años oficiales
consecutivos no sobrepase 1 mSv por año oficial.

** El límite se aplicará a la dosis promediada sobre cualquier superficie de 1 cm2 , con


independencia de la zona expuesta.

Es importante tener en cuenta que los límites de dosis no deben ser considerados como la
línea divisoria entre la seguridad y el peligro y que han de ser realmente considerados como la
exposición a un riesgo aceptable.

REGIÓN DE RIESGO INACEPTABLE

LÍMITE DE DOSIS

REGIÓN ALARA
NIVEL POR DEBAJO DEL CUAL LA POSTERIOR REDUCCION DE
VALE LA PENA
LA DOSIS NO POR EL COSTO Y ESFUERZO QUE SUPONE EN
POCAS MEJORAS
VISTA DE LAS ADICIONALES QUE
INTRODUCE

2.4. Principios Generales del Sistema de Protección Radiológica para Intervenciones.

Antes de iniciar un programa de intervención, debería demostrarse que la intervención


propuesta está justificada, es decir, que producirá más beneficios que perjuicios, y que la
forma, alcance y duración de la intervención se han seleccionado de tal manera que la
protección estará optimizada.

6-6 © CSN-CIEMAT – 2004


Los principios generales que se aplicaran a toda intervención en caso de emergencia
radiológica o en caso de exposición perdurable son los siguientes principios:

a) Solo se emprenderá una intervención cuando la reducción del detrimento de la salud


debido a la radiación sea suficiente para justificar los efectos nocivos y los costes de
la intervención, incluidos los costes sociales.

b) La forma, magnitud y duración de la intervención deberán optimizarse de manera que


sea máximo el beneficio correspondiente a la reducción del detrimento de la salud, una
vez deducido el perjuicio asociado a la intervención.

c) Los límites de dosis descritos para el caso de las prácticas, no aplicarán en caso de
intervención; no obstante, en los casos de exposición perdurable, los límites de dosis
establecidos para el caso de las prácticas serán de aplicación a los trabajadores que
realicen las intervenciones.

El Consejo de Seguridad Nuclear establecerá niveles de intervención para determinar en


que situaciones es adecuada la intervención y asegurará el cumplimiento de los
principios de PR.

3. MEDIDAS BÁSICAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA.

Las medidas necesarias para limitar la exposición de lo s individuos, ya sea en el control de


una práctica o en la intervención, se pueden tomar mediante la aplicación de acciones en
cualquier punto de la red que vincula las fuentes con los individuos. Tales acciones pueden
aplicarse sobre:

- La fuente emisora de radiación ionizante.


- El medio ambiente.
- Los individuos expuestos.

Las medidas de control sobre la fuente se consideran como medidas prioritarias, mientras que
las medidas aplicables al medio ambiente y a los individuos a veces introducen más trabas en
la operatividad de las instalaciones. En general y donde sea posible, se recomienda aplicar en
la fuente las medidas de protección y control de la exposición.

El control de la exposición al público conviene realizarlo mediante la aplicación de medidas


a la fuente y sólo en el caso de que puedan no ser efectivas se aplicarán al medio ambiente o a
los individuos.

Los riesgos de irradiación a que están sometidos los individuos se reducen aplicando
las siguientes medidas generales de protección:

Ø distancia : aumentando la distancia entre el operador y la fuente de radiaciones


ionizantes, la exposición disminuye en la misma proporción en que aumenta el
cuadrado de la distancia. En muchos casos bastará con alejarse suficientemente de la
fuente de radiación para que las condiciones de trabajo sean aceptables.

6-7 © CSN-CIEMAT – 2004


Ø tiempo : disminuyendo el tiempo de operación todo lo posible, se reducirán las dosis.
Es importante que las personas que vayan a realizar operaciones con fuentes de
radiación estén bien adiestradas, con objeto de invertir el menor tiempo posible en
ellas.
Ø blindaje : en los casos en que los dos factores anteriores no sean suficientes, será
necesario interponer un espesor de material absorbente, blindaje, entre el operador y la
fuente de radiación.

Según sea la energía y tipo de la radiación, será conveniente utilizar distintos


materiales y espesores de blindaje.

4. ORGANIZACIONES RELACIONADAS CON LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA.

La organización más veterana relacionada con la Protección Radiológica es la Comisión


Internacional de Protección Radiológica (ICRP), anteriormente mencionada. De ella
dependen cuatro Comités dedicados a:

• Efectos de las radiaciones.


• Definición de límites secundarios de dosis.
• Protección Radiológica en medicina.
• Implantación de las recomendaciones que ella formula.

La ICRP es una organización autónoma cuyos miembros lo son a título personal por su
excelencia científica en varios campos de interés en radioprotección, emite recomendaciones
que son recibidas por los organismos competentes nacionales e internacionales.

La trascendencia práctica a nivel mundial de las funciones que relacionan dosis con efectos,
fue percibida por la Asamblea General de las Naciones Unidas que, decidió en 1955 crear el
Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las
Radiaciones Atómicas (UNSCEAR).

Este Comité considera la información científica disponible y apoyada en las conclusiones de


revisiones y congresos de organismos y comités nacionales e internacionales relacionados,
confecciona y presenta a la Asamblea General un análisis exhaustivo que contiene, entre otras
cosas, las relaciones dosis-efecto que son la base de la limitación de dosis y riesgos.

Estas evaluaciones de UNSCEAR contribuyen esencialmente al trabajo de la Comisión


Internacional de Protección Radiológica (ICRP).

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) tiene como misión el desarrollo


de Normas y Guías que, conteniendo esencialmente las recomendaciones de la ICRP, hayan
alcanzado un consenso internacional. Este consenso no es solo entre países, sino también con
otras organizaciones de Naciones Unidas, como la Organización Mundial de la Salud o la
Organización Internacional del Trabajo.

La Union Europea (UE), en el tratado EURATOM, establece la normativa sobre Protección


Radiológica, que es exigida a los Estados Miembros de la UE, los cuales posteriormente,
realizan la transposición de la misma a sus respectivas legislaciones..
6-8 © CSN-CIEMAT – 2004
5. ORGANISMOS NACIONALES RELACIONADOS CON LA PROTECCION
RADIOLOGICA

Administración Central del Estado

De los órganos de la Administración en España, el Ministerio de Economía, tiene especial


significación en todo lo relacionado con el uso de las radiaciones ionizantes. Concretamente,
la Dirección General de Política Energética y Minas es la responsable de otorgar las
autorizaciones de las instalaciones radiactivas y elaborar el Registro de instalaciones de Rayos
X con fines de diagnóstico médico.

Otros Ministerios, como el de Medio Ambiente, tienen también competencias en las


evaluaciones de impacto ambiental.

Existen competencias transferidas a las Comunidades Autónomas.

El Consejo de Seguridad Nuclear.

Creado en la ley 15 /1980. El Consejo de Seguridad Nuclear es el único Organismo


competente en materia de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica en España.

6-9 © CSN-CIEMAT – 2004


TEMA 7. - PROTECCIÓN RADIOLÓGICA OPERACIONAL

© CSN-CIEMAT – 2004
ÍNDICE:

1.– CONCEPTOS PRELIMINARES

2.- PROTECCIÓN OPERACIONAL DE LOS TRABAJADORES EXPUESTOS PARA LA


EJECUCIÓN DE LAS PRÁCTICAS.

3. - PREVENCIÓN DE LA EXPOSICIÓN
3.1. Clasificación y limitación de zonas.
3.2. Clasificación de trabajadores expuestos.
3.3. Información y formación.

4. - EVALUACIÓN DE LA EXPOSICIÓN
4.1. Vigilancia del ambiente de trabajo.
4.2. Vigilancia individual.
4.3. Registro y notificación de resultados.

5. - VIGILANCIA SANITARIA DE LOS TRABAJADORES EXPUESTOS

© CSN-CIEMAT – 2004
1. - CONCEPTOS PRELIMINARES

La protección radiológica surge de la necesidad de proteger a los individuos, sus descendientes y el


medio ambiente de los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes. Su objetivo es, por tanto, prevenir
la producción de efectos biológicos deterministas y limitar la probabilidad de incidencia de efectos
biológicos probabilísticos hasta valores que se consideren aceptables.

Las normas relativas a la protección de los trabajadores de los riesgos que resulten de las exposiciones
a radiaciones ionizantes, desarrolladas en este tema, se encuentran recogidos en el Reglamento de
Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes (RPSRI) aprobado por el Real Decreto,
783/2001.

Los principios generales de protección radiológica que establece el RPSRI son:

- El número de personas expuestas a las radiaciones ionizantes será el menor posible.

- La limitación de las dosis individuales y colectivas que resulten de exposiciones controlables,


excluidas las debidas a tratamientos médicos y exposiciones voluntarias para ayudar a pacientes o
participar en programas de investigación médica o biomédica, debe estar basada en los principios
recomendados por la ICRP sobre la justificación, optimización y limitación de la dosis.

- Toda exposición a las radiaciones ionizantes, incluidas las debidas a examen y tratamiento médico,
deberá aplicar los principios de justificación y optimización.

- La aplicación de estos principios en el ámbito de una instalación será responsabilidad del titular de la
instalación.

Partiendo de los citados principios, el reglamento clasifica a las personas en distintos grupos y establece
las medidas de protección adecuadas para cada grupo. La clasificación a las personas en función de los
riesgos a las radiaciones ionizantes es:

- Trabajador expuesto (TE).


- Personas en formación y estudiantes.
- Miembros del público.
- Población en su conjunto.

Se considera trabajador expuesto, a aquellas personas sometidas a una exposición a causa de su


trabajo derivada de las prácticas a las que se refiere el reglamento que pudieran entrañar dosis anuales
superiores a alguno de los límites de dosis fijados para los miembros del público.

Las personas en formación o estudiantes son aquellas personas que, no siendo trabajadores
expuestos, reciben formación o instrucción en el seno o fuera de la empresa para ejercer un oficio o
profesión, relacionada indirecta o directamente con actividades que pudieran implicar exposición a las
radiaciones ionizantes.

© CSN-CIEMAT – 2004
7-1
Se considera como “miembro del público” a cualquier individuo de la población considerado
aisladamente, con exclusión explícita de los trabajadores expuestos y estudiantes durante sus horas de
trabajo habitual y las personas sometidas a exposición por tratamientos médicos y exposiciones
voluntarias para ayudar a pacientes o participar en programas de investigación médica o biomédica.

Población en su conjunto es la colectividad formada por los trabajadores expuestos, los estudiantes,
las personas en formación y los miembros del público.

El reglamento establece los límites de dosis autorizados para cada grupo, tal como se muestran en la
Tabla 1.
Tabla 1: Límites establecidos en el RPSRI

DOSIS EFECTIVA DOSIS EQUIVALENTE

Cristalino: 150 mSv/ año oficial


TRABAJADORES 100 mSv/5 años oficiales - Piel: 500 mSv/ año oficial **
EXPUESTOS (50 mSv/año oficial) - Manos, antebrazos, pies y tobillos:
500 mSv/ año oficial

- Cristalino: 15 mSv/ año oficial


PÚBLICO 1 mSv/año oficial * - Piel: 50 mSv/ año oficial

Mayores de 18 años: Límites de los TE

Entre 16 y 18 años: 6 mSv/año oficial;


ESTUDIANTES
Cristalino: 50 mSv/año**; piel, manos, etc.: 150 mSv/año

Otros: Límite de los Miembros del público


1 mSv/durante el embarazo
EMBARAZADAS (protección del feto como Miembro del Público)

MUJERES EN PERÍODO DE No se le asignarán puestos de trabajo con un riesgo significativo de


LACTANCIA contaminación radiactiva.

Autorizada sólo si las exposiciones están limitadas en el tiempo, se


circunscriben a determinadas zonas de trabajo y no superan los límites
establecidos por el CSN en cada caso:
EXPOSICIONES ESPECIALMENTE
AUTORIZADAS
Sólo podrán participar:
ü TE categoría A
ü Nunca mujeres embarazadas o lactantes
ü Nunca estudiantes

© CSN-CIEMAT – 2004
7-2
*En circunstancias especiales, el Consejo de Seguridad Nuclear podrá autorizar un valor más elevado
en un único año oficial, siempre que el promedio durante cinco años oficiales consecutivos no sobrepase
1 mSv por año oficial.
** Este límite se aplicará a la dosis promediada sobre cualquier superficie de 1 cm2, con independencia
de la zona expuesta.

2. - PROTECCIÓN OPERACIONAL DE LOS TRABAJADORES EXPUESTOS PARA LA


EJECUCIÓN DE LAS PRÁCTICAS.

Las medidas de protección operacional se basan en:

a) Evaluación previa de las condiciones laborales para determinar la naturaleza y magnitud del
riesgo radiológico y asegurar la aplicación del principio de optimización.

b) Clasificación de los lugares de trabajo en diferentes zonas teniendo en cuenta: la evaluación


de las dosis anuales previstas, el riesgo de dispersión de la contaminación y la probabilidad
de magnitud de exposiciones potenciales.

c) Clasificación de los trabajadores expuestos en diferentes categorías según sus condiciones


de trabajo.

d) Aplicación de las normas y medidas de vigilancia y control en las diferentes zonas y a las
distintas categorías de trabajadores expuestos, incluida en su caso, la vigilancia individual.

e) Vigilancia sanitaria.

La protección operacional de los trabajadores expuestos se basa en los principios generales de


prevención, vigilancia y control de las exposiciones, tal y como se desarrolla a continuación.

3. - PREVENCIÓN DE LA EXPOSICIÓN

A efectos de protección radiológica, se identificarán y delimitarán todos los lugares de trabajo en los que
exista la posibilidad de recibir dosis efectivas superiores a 1 mSv por año oficial o una dosis
equivalente superior a 1/10 de los límites de dosis para el cristalino, la piel y las extremidades
establecidos en el RPSRI, y se establecerán las medidas de protección radiológica aplicables. Dichas
medidas deberán adaptarse a la naturaleza de las instalaciones y de las fuentes, así como a la magnitud y
naturaleza de los riesgos. El alcance de los medios de prevención y vigilancia, así como su naturaleza y
calidad, deberán estar en función de los riesgos vinculados a los trabajos que impliquen una exposición a
las radiaciones ionizantes.

Se define una zona radiológica con riesgo de irradiación externa, cuando en esta zona es posible recibir
una irradiación del organismo por una fuente emisora de radiaciones ionizantes externa al mismo.

© CSN-CIEMAT – 2004
7-3
Se define una zona radiológica con riesgo de contaminación radiactiva, cuando en esta zona se considera
que existe la probabilidad de que exista una sustancia radiactiva indeseable, esta sustancia puede estar
depositaba en un medio material (contaminación superficial), en el aire (contaminación ambiental) o en
las personas (contaminación personal).
La protección contra el riesgo de contaminación consiste fundamentalmente en el aislamiento y
confinamiento de las fuentes no encapsuladas (barreras de ingeniería, sistemas de ventilación, celdas de
aislamiento como las cajas estancas con accesos provistos de guantes, vitrinas especiales con métodos
de extracción de aire, etc.).Cuando no es posible confinar dichas fuentes hay que protegerse del
contacto con ellas.

Para trabajar en zonas contaminadas, en función de las características de la contaminación se emplean


medios de protección personal: usos de equipos de protección, protección respiratoria y vestuario
especial.

En el siguiente cuadro se ha esquematizado los riesgos de las fuentes de radiación y los medios básicos
de protección radiológica.

FUENTES DE RADIACIÓN RIESGO MEDIOS DE PROTECCIÓN

APARATOS
GENERADORES
DE RADIACIÓN IRRADIACIÓN
EXTERNA
O TIEMPO: " El menor posible"

FUENTES DISTANCIA : "Lo más lejos posible "


ENCAPSULADAS BLINDAJE: " Interponer un material protector"
" El organismo está expuesto a
fuentes de radiación exteriores a él"

FUENTES NO CONTAMINACIÓN VESTIMENTA ADECUADA


ENCAPSULADAS MÁSCARAS, GUANTES
SISTEMAS DE MANIPULACIÓN
BLINDAJES
Externa: Depositada en las manos , cabello , etc... ENTRENAMIETO DE TÉCNICAS
PAUTAS DE COMPORTAMIENTO
Interna : Depositada en el interior del organismo a
través de la boca , nariz , una herida , etc...

3.1. - Clasificación y señalización de zonas


© CSN-CIEMAT – 2004
7-4
Los lugares de trabajo se clasificarán, en función del riesgo de exposición a las radiaciones
ionizantes en distintas zonas. La clasificación de los lugares de trabajo deberá
estar siempre actualizada, delimitada y debidamente señalizada de acuerdo con el riesgo
existente. El acceso estará limitado a personas autorizadas al efecto.

La clasificación de los lugares de trabajo se realiza en función del riesgo de exposición y


teniendo en cuenta la probabilidad y magnitud de las exposiciones potenciales, en las siguientes
zonas:

ZONA VIGILADA: es aquella en la que, no siendo controlada, existe la posibilidad de


recibir dosis efectivas superiores a 1mSv por año oficial o una dosis equivalente
superiora 1/10 de los límites de dosis equivalentes para el cristalino, la piel y las
extremidades, según se establece en los límites de dosis fijados en el RPSRI.

ZONA CONTROLADA: es aquella en la que existe la posibilidad de recibir una dosis


efectiva superior a 6 mSv/año oficial o una dosis equivalente superior a 3/10 de alguno
de los límites para el cristalino, la piel y las extremidades fijados en el RPSRI para los
trabajadores, o aquella en la que es necesario seguir procedimientos de trabajo con objeto de
restringir la exposición, evitar la dispersión de contaminación o prevenir o limitar la probabilidad
y magnitud de accidentes radiológicos o sus consecuencias.

Además, las zonas controladas se podrán subdividir en las siguientes:

Zona de permanencia limitada: Es aquella en la que existe el riesgo de recibir una dosis
superior a los límites de dosis fijados para los trabajadores.

Zona de permanencia reglamentada: Son aquellas en las que existe el riesgo de recibir en
cortos periodos de tiempo, dosis superiores a los límites de dosis fijados para los trabajadores y
que requiere prescripciones especiales desde el punto de vista de la optimización.

Zona de acceso prohibido: Es aquella en la que existe el riesgo de recibir, en una exposición
única, dosis superiores a los límites de dosis fijados para los trabajadores.

Como indicador de los niveles operativos para la clasificación de zonas se establece los
siguientes:

© CSN-CIEMAT – 2004
7-5
NIVELES DE CLASIFICACIÓN DE ZONAS

TASA DE CONTAMINACIÓN CONTAMINACIÓN


DOSIS SUPERFICIAL (**) AMBIENTAL
ZONAS TRÉBOL
(µSv/h) Despr.(Bq/cm2) (% LDCA)
LIBRE < 0,5 (*) No existe No existe

ZONA VIGILADA Gris azulado <3 < 0,4 (β-γ) No existe


< 0,04 (α)
ZONA Verde < 10 < 4 (β-γ) < 10
CONTROLADA
< 0,4 (α)
ZONA Amarillo < 1000 < 40 (β-γ) < 100
CONTROLADA DE
< 4 (α)
PERMANENCIA
LIMITADA
ZONA Naranja < 105 < 400 (β-γ) < 1000
CONTROLADA DE
(100 mSv/h) < 40 (α)
PERMANENCIA
REGLAMENTADA
ZONA Rojo ≥ 105 ≥ 400 (β-γ) ≥ 1000
CONTROLADA DE
(100 mSv/h) ≥ 40 (α)
ACCESO
PROHIBIDO

(*) En casos excepcionales se pueden permitir zonas con tasas de dosis superiores a
este valor siempre que sean inferiores a 2,5 µSv/h, en las que restringir el acceso sea poco
operativo, si bien estas zonas estarán sometidas a un control radiológico administrativo.

(**) Promediados en 300 cm2.

Señalización de zonas:

Las zonas controladas y vigiladas estarán delimitadas adecuadamente y señalizadas de forma


que quede de manifiesto el riesgo de exposición existente en las mismas.

El riesgo de exposición a radiaciones ionizantes vendrá señalado utilizando su símbolo


internacional: un trébol enmarcado por una orla rectangular del mismo color del símbolo y de la
misma anchura que el diámetro de la circunferencia interior de dicho símbolo.

- Zona controlada: En las zonas controladas dicho trébol será de color verde sobre fondo
blanco.
- Zona de permanencia limitada: En las zonas de permanencia limitada dicho trébol será
de color amarillo sobre fondo blanco.
- Zona de permanencia reglamentada: En las zonas de permanencia limitada dicho trébol
será de color naranja sobre fondo blanco.
- Zona de acceso prohibido: En las zonas de acceso prohibido, dicho trébol será de color
© CSN-CIEMAT – 2004
7-6
rojo sobre fondo blanco.
- Zonas vigiladas: En las zonas vigiladas el trébol será de color gris azulado sobre fondo
blanco.

Si existe solamente riesgo de irradiación externa se utilizará el trébol anterior bordeado de


puntas radiales. Si existe riesgo de contaminación y el riesgo de irradiación externa fuera
despreciable, se utilizará el trébol citado en campo punteado. Cuando exista conjuntamente
riesgo de contaminación y de irradiación se empleará el trébol bordeado de puntas radiales en
campo punteado. Para todo tipo de zonas, las anteriores señalizaciones se completarán en la
parte superior con una leyenda indicativa del tipo de zona y en la parte inferior con el tipo de
riesgo. Estas señales se situarán de forma bien visible en la entrada y en lugares significativos de
dichas zonas.

Cuando se deban señalizar con carácter temporal los límites de una zona se emplearán vallas,
barras metálicas articuladas o soportes por los que se hagan pasar cuerdas, cadenas, cintas,
etc., que tendrán el color correspondiente a la zona de que se trate.

En los lugares entre zonas contiguas de diversas características, podrán señalizarse en el suelo
los límites correspondientes mediante líneas claramente visibles con los colores correspondientes
a las zonas de que se trate. Dicha señalización se podrá completar con una iluminación del color
correspondiente a la zona de que se trate.

Requisitos de las zonas

1. - Teniendo en cuenta la naturaleza y la importancia de los riesgos radiológicos, en las zonas


controladas y vigiladas se deberá realizar una vigilancia radiológica del ambiente de trabajo con
arreglo a lo dispuesto a los principios de protección de los trabajadores.
Además estas zonas:

a) Estarán delimitadas adecuadamente y señalizadas de forma que quede de manifiesto el


riesgo de exposición.

b) El acceso estará limitado a las personas autorizadas al efecto y que hayan recibido las
instrucciones adecuadas al riesgo existente en el interior de dichas zonas. En las zonas
controladas, estas instrucciones serán acordes con los procedimientos de trabajo
establecidos por escrito por el titular de la práctica.

2. - En las zonas controladas en las que exista:

a) Riesgo de exposición externa será obligatorio el uso de dosímetros individuales.

b) Riesgo de contaminación será obligatorio la utilización de equipos personales de


protección adecuados al riesgo existente. A la salida de estas zonas existirán detectores
adecuados para comprobar la posible contaminación de persona y equipos y, en su caso
adoptar las medidas oportunas.
© CSN-CIEMAT – 2004
7-7
3. - En las zonas vigiladas debe efectuarse al menos, mediante dosimetría de área, una
estimación de las dosis que puedan recibirse.

© CSN-CIEMAT – 2004
7-8
ZONA VIGILADA ZONA VIGILADA ZONA VIGILADA

RIESGO DE CONTAMINACIÓN RIESGO DE IRRADIACIÓN Y


RIESGO DE IRRADIACIÓN CONTAMINACIÓN

ZONA VIGILADA:GRIS AZULADO

ZONA CONTROLADA ZONA CONTROLADA ZONA CONTROLADA

RIESGO DE CONTAMINACIÓN RIESGO DE IRRADIACIÓN Y


RIESGO DE IRRADIACIÓN CONTAMINACIÓN

ZONA CONTROLADA: VERDE


ZONA DE PERMANENCIA ZONA DE PERMANENCIA
ZONA DE PERMANENCIA LIMITADA LIMITADA
LIMITADA

RIESGO DE CONTAMINACIÓN RIESGO DE IRRADIACIÓN Y


RIESGO DE IRRADIACIÓN CONTAMINACIÓN

ZONA DE PERMANENCIA LIMITADA: AMARILLO


ZONA DE PERMANENCIA ZONA D E PERMANENCIA
ZONA DE PERMANENCIA REGLAMENTADA REGLAMENTADA
REGLAMENTADA

RIESGO DE CONTAMINACIÓN RIESGO DE IRRADIACIÓN Y


RIESGO DE IRRADIACIÓN CONTAMINACIÓN

ZONA DE PERMANENCIA REGLAMENTADA: NARANJA

ZONA DE ACCESO ZONA DE ACCESO ZONA DE ACCESO


PROHIBIDO PROHIBIDO PROHIBIDO

RIESGO DE CONTAMINACIÓN RIESGO DE IRRADIACIÓN Y


RIESGO DE IRRADIACIÓN CONTAMINACIÓN

ZONA DE ACCESO PROHIBIDO: ROJO

Figura 1: señalización de zonas © CSN-CIEMAT – 2004


7-9
3.2. - Clasificación de trabajadores expuestos.

Por razones de vigilancia y control, los trabajadores expuestos se clasifican en dos categorías,
categoría A y categoría B.

Categoría A: pertenecen a esa categoría aquellas personas que, por las condiciones en las que
se realiza su trabajo, pueden recibir una dosis efectiva superior a 6 mSv/año oficial o una
dosis equivalente superior a 3/10 de alguno de los límites de dosis equivalente fijados en el
RPSRI para el cristalino, la piel o extremidades.

Categoría B: pertenecen a esta categoría aquellas personas que, por las condiciones en las que
se realiza su trabajo, es muy improbable que reciban una dosis efectiva superior a 6
mSv/año oficial o una dosis equivalente superior a 3/10 de alguno de los límites de dosis
fijados en el RPSRI para el cristalino, la piel o extremidades.

No podrán asignarse a menores de 18 años tareas que pudieran convertirlo en un trabajador


expuesto.

3.3. - Información y formación

La formación previa de los trabajadores expuestos constituye una medida importante de


prevención de la exposición.

Antes de iniciar su actividad, los trabajadores deberán ser informados e instruidos, a un nivel
adecuado a su responsabilidad y al riesgo de exposición en su puesto de trabajo, sobre:

a) Los riesgos radiológicos asociados y la importancia que reviste el cumplimiento de los


requisitos técnicos, médicos y administrativos.

b) Las normas y procedimientos de protección radiológica y precauciones que se deben


adoptar, por lo que respecta a la práctica general y a cada tipo de destino o puesto de
trabajo.

c) En el caso de mujeres, la necesidad de efectuar rápidamente la declaración de embarazo y


notificación de lactancia, habida cuenta de los riesgos de exposición para el feto, así como
el riesgo de contaminación del lactante en caso de contaminación radiactiva corporal.

4. - EVALUACIÓN DE LA EXPOSICIÓN:

La evaluación de las condiciones de trabajo servirá para minimizar el riesgo radiológico. Esta evaluación
tiene una doble vertiente, la vigilancia del ambiente de trabajo y la vigilancia individual de la exposición.

© CSN-CIEMAT – 2004
7-10
4.1. - Vigilancia del ambiente de trabajo:

La vigilancia radiológica del ambiente del trabajo comprenderá:

a) La medición de las tasas de dosis externas, especificando la naturaleza y calidad de


las radiaciones.

b) La mediación de concentraciones de actividad en el aire y la contaminación


superficial especificando la naturaleza de las sustancias radiactivas contaminantes y sus
estados físicos y químicos.

Los documentos correspondientes al registro, evaluación y resultado de dicha vigilancia deberán ser
archivados por el titular de la práctica, quien los tendrá a disposición de la autoridad competente.

4.2. - Vigilancia individual de la exposición.

Las dosis recibidas por los trabajadores expuestos deberán determinarse con objeto de comprobar que
el trabajo se está realizando en condiciones adecuadas. Cuando las condiciones de trabajo sean
normales, se determinarán con una periodicidad no superior a un mes para la dosimetría externa y con
la periodicidad que, en cada caso, se establezca para la dosimetría interna si procede. En exposiciones
de emergencia se realizará una vigilancia individual o evaluación de las dosis individuales en función de
las circunstancias.

Para la determinación de las dosis totales, no se tendrá en cuenta las dosis debidas al fondo radiactivo
natural ni las debidas a examen y tratamientos médicos.

Para los trabajadores expuestos de categoría A es obligatorio:

a) En caso de riesgo de exposición externa, la utilización de dosímetros individuales, que midan


la dosis externa, representativa de la dosis para la totalidad del organismo durante toda la
jornada laboral.

b) En el caso de riesgo de exposición parcial o no homogénea del organismo, la utilización de


dosímetros adecuados en las partes potencialmente más afectadas.

c) En caso de riesgo de contaminación interna, la realización de las medidas o análisis


pertinentes para evaluar las dosis correspondientes.

Para los trabajadores expuestos de categoría B:

Las dosis individuales recibidas por los trabajadores expuestos pertenecientes a la categoría B, se
podrán estimar a partir de los resultados de la vigilancia realizada en el ambiente de trabajo, siempre y
cuando éstos permitan demostrar que dichos trabajadores están clasificados correctamente en la
categoría B.
© CSN-CIEMAT – 2004
7-11
La dosimetría individual será efectuada por los Servicios de Dosimetría Personal expresamente
autorizados por el Consejo de Seguridad Nuclear.

4.3. - Registro y notificación:

Todas las dosis recibidas por el trabajador expuesto durante la vida laboral es obligatorio registrarlas en
un historial dosimétrico individual que estará, en todo momento, a disposición del propio trabajador.

En el caso de que éste cambie de instalación o cese en su empleo, el titular de la instalación deberá
proporcionarle una copia certificada de dicho historial. Asimismo, el trabajador deberá entregar una
copia certificada de su historial dosimétrico al titular de su nuevo destino.

En el historial dosimétrico correspondiente a trabajadores de la categoría A, se registrarán como


mínimo las dosis mensuales y las dosis acumuladas durante cada año oficial y durante cada
periodo de 5 años oficiales consecutivos. En el caso de trabajadores de la categoría B, se
registrarán las dosis anuales determinadas o estimadas.

Las dosis recibidas por exposiciones de accidente o emergencia figurarán en el historial dosimétrico
registradas por separado de las recibidas durante el trabajo en condiciones normales. De la misma forma
figurarán las debidas a operaciones especialmente autorizadas.

Los trabajadores expuestos que lo sean en más de una instalación tienen la obligación de dar cuenta
expresa de tal circunstancia a los encargados de la protección radiológica de cada uno de los centros en
los que trabajen, al objeto de que en todos ellos conste, actualizado y completo, su historial dosimétrico
individual. A tal fin, el trabajador deberá comunicar en cada instalación los resultados dosimétricos que
se le proporcionen en las demás.

Tanto el historial dosimétrico de los trabajadores expuestos como los documentos correspondientes a la
evaluación de las dosis y a las medidas de los equipos de vigilancia e informes sobre circunstancias y
medidas adoptadas en exposiciones accidentales o de emergencia deberán ser archivados por el titular
de la actividad donde presten o hayan prestado servicios dichas personas, quien deberá tenerlos a
disposición de la Autoridad competente, pero no podrá ponerlos en conocimiento de otras personas sin
el consentimiento expreso del propio trabajador.

El titular de la instalación deberá archivar el historial dosimétrico hasta que el trabajador haya
o hubiera alcanzado la edad de 75 años y nunca por un periodo inferior a treinta años, contados
a partir de la fecha del cese del trabajador en su condición de trabajador expuesto. En el caso de cese
definitivo de las actividades el titular está obligado a remitir dicha información al C.S.N.

El historial dosimétrico de todo trabajador expuesto de categoría A deberá figurar además, en el


historial médico.

© CSN-CIEMAT – 2004
7-12
5. - VIGILANCIA SANITARIA DE LOS TRABAJADORES EXPUESTOS.

La vigilancia sanitaria de los trabajadores expuestos se basará en los Principios Generales de Medicina
del Trabajo y la ley 31/1995 sobre Prevención de Riesgos Laborales.

Toda persona que vaya a ser clasificada como trabajador expuesto de categoría A deberá ser
sometida a un examen de salud previo que permita comprobar que no se halla incursa en ninguna de
las incompatibilidades que legalmente estén determinadas (es decir, que no padece defecto físico o
psíquico que le incapacite para el trabajo con radiaciones ionizantes) y decidir su aptitud para el trabajo
al que se le destina.

Los aspectos que, como mínimos, debe contemplar el examen médico de aptitud para los trabajadores
de nuevo ingreso son se detallan en la Guía del C.S.N. 7.4.

Los trabajadores expuestos de categoría A están sometidos además, a exámenes de salud


periódicos para comprobar su estado sanitario general y especialmente para determinar el estado de los
órganos expuestos y de sus funciones. Estos reconocimientos se realizarán cada 12 meses y más
frecuentemente si fuera necesario por el estado de salud del trabajador, por las condiciones de trabajo
o por los incidentes que puedan ocurrir. Desde el punto de vista médico los trabajadores expuestos se
clasificarán en aptos, aptos en determinadas condiciones y no aptos.

Los reconocimientos médicos previos, periódicos y adicionales han de realizarse por el Servicio de
Prevención que desarrolle la función de vigilancia y control de la salud de los trabajadores.

Registro y notificación:

Cada trabajador expuesto de categoría A le será abierto un historial médico que incluirá los
resultados de los exámenes de salud y el historial dosimétrico. El historial médico se archivará hasta
que el trabajador haya o hubiera alcanzado la edad de 75 años y nunca por un periodo inferior
a treinta años, contados a partir de la fecha del cese del trabajador en su condición de trabajador
expuesto, y estará a disposición de la autoridad competente y del propio trabajador.

En caso de superación o sospecha de superación fundada de alguno de los límites establecidos se


deberá realizar una vigilancia médica especial. Las condiciones posteriores de exposición se someterán a
lo establecido por el Servicio de Prevención que desarrolle la función de vigilancia y control de la salud
de los trabajadores.

© CSN-CIEMAT – 2004
7-13
TEMA 8.- GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS Y TRANSPORTE DE
MATERIAL RADIACTIVO

© CSN-CIEMAT - 2004
ÍNDICE

1.- GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS


1.1- Introducción.
1.2.- Clasificación de los residuos radiactivos.
1.3.- Opciones en la gestión de los residuos.
1.4.- Fases en la gestión de los residuos.
1.5.- Gestión y almacenamiento definitivo de los residuos de baja y media actividad en
España.

2.- TRANSPORTE DE MATERIAL RADIACTIVO


2.1. Introducción.
2.2. El reglamento para el transporte seguro de materiales radiactivos del OIEA.
2.3. Terminología usada en el transporte.
2.4. Clasificación de los materiales radiactivos.
2.5. Tipos de embalajes y bultos de transporte.
2.6. Categorías de bultos y transporte. Etiquetado.
2.7. Documentación de transporte y otros requisitos.

© CSN-CIEMAT - 2004
1. GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS

1.1. INTRODUCCIÓN.

Cualquier actividad humana, directa o indirectamente, origina desperdicios, desechos o residuos que pueden afectar
al medio ambiente si, por tener un gran volumen o una naturaleza intrínsecamente peligrosa, se liberan en éste de
forma no adecuada.

En los procesos que implican la presencia de materiales radiactivos los residuos pueden contener radionucleidos, en
mayor o menor proporción y, en consecuencia, pueden tener que ser considerados residuos radiactivos.

Internacionalmente se considera residuo radiactivo: cualquier material para el que no se tiene previsto ningún uso y
que contiene o está contaminado con nucleidos radiactivos por encima de los niveles establecidos por las autoridades
(niveles de exención).

Las radiaciones ionizantes emitidas por los radionucleidos presentes en los residuos les confiere la consideración de
"residuos peligrosos", pero su grado de peligrosidad depende de la naturaleza y magnitud de este contenido. En este
sentido se reconoce que, para contenidos radiactivos muy bajos, la peligrosidad radiactiva puede despreciarse.

La presencia de radionucleidos por encima de los límites de exención restringe las posibilidades de uso de los
materiales. En el caso de los residuos radiactivos su peligrosidad potencial para el hombre y el medio ambiente obliga
legalmente al poseedor, de tal forma que no puede desprenderse de ellos incontroladamente sino que debe
gestionarlos adecuadamente para que el riesgo para las personas y su medio resulte tolerable.

La gestión de los residuos radiactivos comprende un conjunto de operaciones de carácter técnico y administrativo,
tendentes a evitar que causen daño al hombre y su medio ambiente, restringiendo el paso de los componentes
radiactivos de los residuos al medio ambiente en las proporciones requeridas.

Desde el punto de vista ético, se considera que la gestión de los residuos debe ser asumida, en todos sus aspectos,
por los que se han beneficiado, sin dejar para las generaciones futuras un riesgo mayor del que estamos dispuestos a
aceptar para nosotros mismos.

Debido a la peligrosidad de los materiales radiactivos, alcanzan la consideración de residuos y terminan


gestionándose como tales los siguientes tipos de objetos:

• Fuentes radiactivas que, debido al decaimiento que han sufrido, ya no son adecuadas para su
utilización en la técnica específica para la que fueron concebidas.

• Fuentes radiactivas que, aún sin haber experimentado un decaimiento significativo, se deben dejar de
utilizar y ser sustituidas por otras técnicas igualmente eficaces pero con menor riesgo potencial.

• Equipos y herramientas que, aún manteniendo su funcionalidad, su utilización en las condiciones


existentes representa un riesgo no admisible debido a la presencia de material radiactivo.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-1
• Cualquier otro material de desecho que contiene o está contaminado con isótopos radiactivos.

Una característica importante de los radionucleidos es que su proceso de desintegración conlleva la ventaja de que su
radiactividad decae, es decir, su peligrosidad disminuye con el tiempo, siguiendo leyes nucleares conocidas que no
dependen de la forma física o química del material, cosa que no ocurre con muchos tóxicos químicos cuya
peligrosidad intrínseca permanece inalterable o se degrada siguiendo unas velocidades altamente dependientes de las
condiciones del medio.

Los residuos con radionucleidos con periodos de desintegración cortos al cabo de unos meses son prácticamente
inactivos. Si están presentes el Cs-137 y el Sr-90 en cantidades significativas, como ocurre en los residuos de las
centrales nucleares, deberán transcurrir periodos del orden de siglos para que lleguen a ser inactivos. Obviamente, el
tiempo que debe transcurrir para que puedan considerarse como no radiactivos, determina el período durante el que
es necesario asegurar que no se produce la injerencia de los componentes radiactivos en el medio ambiente y, por
tanto, la calidad de la gestión a realizar.

Adicionalmente al contenido radiactivo, algunos tipos de residuos pueden llevar asociada otra peligrosidad. Así,
algunos residuos hospitalarios pueden estar contaminados biológicamente y otros residuos, como aceites y
disolventes, tienen una determinada peligrosidad química. Estos residuos, en los que la peligrosidad radiactiva
coexiste con otro tipo de peligrosidad, se denominan residuos mixtos.

1.2. Clasificación de los residuos radiactivos.

Los residuos se pueden clasificar de diversas formas, por ejemplo residuos sólidos, líquidos y gaseosos o residuos
compactables, incinerables, metálicos, etc., no obstante, las principales clasificaciones se basan en propiedades
relacionadas con su contenido radiactivo.

Ateniéndonos al período de semidesintegración de su contenido radiactivo los residuos se clasifican en:

• Residuos de vida muy corta, cuando decaen a niveles radiactivos no significativos al cabo de meses
o pocos años. Contienen principalmente radionucleidos con períodos del orden de unos 90 días.

• Residuos devida corta, cuando decaen a niveles radiactivos no significativos durante un período en
que se puede garantizar el mantenimiento de un control institucional sobre el lugar donde se han
situado (200-300 años como máximo). Sus principales componentes radiactivos tienen períodos
máximos de semidesintegración de unos 30 años. Este límite coincide con los valores del 137Cs y
90
Sr.

• Residuos de vida larga. Su decaimiento requiere periodos tan largos de tiempo que no permiten
garantizar el mantenimiento del control institucional. Contienen cantidades significativas de
radionucleidos con períodos de semidesintegración superiores a 30 años. Como esta es una
característica de los principales emisores alfa, suelen también denominarse residuos α y, por
exclusión los restantes suelen llamarse residuos β – γ.

Por su actividad específica los residuos líquidos, sólidos o gaseosos se dividen en:

© CSN-CIEMAT – 2004
8-2
• Residuos de baja actividad. Son residuos que normalmente no requieren blindaje para su
manipulación y transporte si bien, deben manipularse en sistemas de confinamiento que eviten su
dispersión.

• Residuos de media actividad. Son residuos que tienen una actividad y potencia calorífica media,
requiriendo blindaje para su manipulación y transporte.

• Residuos de alta actividad. Los residuos de alta, debido a su elevado contenido radiactivo, generan
calor que hace que aumente su propia temperatura si no se mantienen adecuadamente refrigerados.

Con independencia de estas diferentes maneras de clasificar los residuos, se tiende a dividirlos en dos grandes
grupos, desde el punto de vista de su gestión final: Residuos de baja y media actividad (RBMA) y Residuos de
alta actividad (RAA).

Adicionalmente, cuando se distingue entre baja y media actividad, suele distinguirse entre vida corta y vida
larga, tal y como puede verse más adelante. La inmensa mayoría de los residuos procedentes de instalaciones
radiactivas, se pueden englobar dentro de los denominados residuos de media y baja actividad, utilizando ésta como
una categoría única. Estos residuos pueden definirse como aquellos cuya actividad se debe principalmente a la
presencia de radionucleidos emisores, beta o gamma, de período corto o medio (inferior o del orden de 30 años) y
cuyo contenido en radionucleidos de vida larga es muy bajo.

Dentro de esa categoría, una vez definido el destino final, los residuos de las II.RR. se clasifican en función del
tratamiento a que van a ser sometidos antes de ser almacenados. Asimismo, la clasificación se realiza teniendo en
cuenta que estos residuos van a ser manipulados para su traslado hasta el centro de acondicionamiento y
almacenamiento y que deberán cumplir la reglamentación de transporte de mercancías peligrosas por carretera. En
función de estos parámetros (manipulación, tratamiento y transporte), la clasificación que se emplea en España para la
gestión de residuos procedentes de II.RR. es la indicada en la tabla I.

El acondicionamiento de los residuos consiste en el conjunto de operaciones o tratamientos a que son


sometidos en el centro de almacenamiento, con el fin de conseguir bultos finales que puedan ser almacenados
definitivamente en el mismo, cumpliendo las especificaciones contenidas en el permiso de explotación del centro en
cuanto a forma físico-química, isótopos autorizados y actividad contenida en cada bulto.

TABLA 1.- CLASIFICACION DE LOS RESIDUOS DE II.RR.

S01. Residuos sólidos compactables.


S02. Residuos no compactables.
S03. Cadáveres de animales. Residuos biológicos.
S04. Agujas hipodérmicas en contenedores rígidos.
S05. Sólidos especiales.
M01. Residuos mixtos compuestos por líquidos orgánicos más viales.
M05. Mixtos especiales.
L01. Residuos líquidos orgánicos.
© CSN-CIEMAT – 2004
8-3
L02. Residuos líquidos acuosos.
L05. Líquidos especiales.
F01. Fuentes encapsuladas cuya actividad no sobrepase los límites establecidos en el Reglamento de
Transporte de Mercancías Peligrosas por Carretera (actualmente ADR) para bulto tipo A y el
conjunto de la fuente con su contenedor de origen no supere los 20 litros.
F02. Fuentes encapsuladas cuya actividad no sobrepase los límites establecidos en el ADR para bulto tipo
A y el conjunto de la fuente con su contenedor de origen no supere los 80 litros.
F05. Fuentes encapsuladas cuya actividad sobrepase los límites de actividad o volumen expresados para
los tipos F01 y F02.

Para tratar de uniformar criterios respecto a límites entre las diferentes categorías, el Organismo Internacional
de Energía Atómica (OIEA) propuso en 1970 una clasificación con el fin de crear un medio de comunicación preciso
entre científicos, tecnólogos e industriales.

Sin duda las clasificaciones que tienen un interés más general cara al futuro son las establecidas con vistas al
almacenamiento definitivo. El OIEA ha establecido, para residuos ya adecuadamente acondicionados con vistas a su
almacenamiento definitivo, la clasificación que se muestra en la Tabla 2. Como puede verse, se admite que los
residuos de baja y media, si son de vida corta, pueden almacenarse en sistemas superficiales, pero si son de vida
larga deben almacenarse, como mínimo, en minas o cavidades adecuadas.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-4
Sistema de
Categoría del residuo Características importantes almacenamiento

Radiactividad ß-? alta


I. Radiactividad alta. Radiactividad a significativa Formaciones
Vida larga. Radiotoxicidad elevada geológicas profundas
Gran producción de calor

Radiactividad ß-? media


II. Radiactividad media. Radiactividad a significativa
Vida larga. Radiotoxicidad media
Formaciones
Pequeña producción de calor
geológicas profundas
Minas o cavidades
Radiactividad ß-? baja naturales
III. Radiactividad baja. Radiactividad a significativa
Vida larga. Radiotoxicidad media
Insignificante producción de calor

Radiactividad ß-? media


IV. Radiactividad media. Radiactivi dad a insignificante
Vida corta. Radiotoxicidad media Formaciones
Pequeña producción de calor geológicas profundas
Minas o cavidades
naturales
Radiactividad ß-? baja
Sistemas
V. Radiactividad baja. Radiactividad a insignificante
superficiales
Vida corta. Radiotoxicidad baja
Insignificante producción de calor

Tabla 2.- Clasificación del O.I.E.A. con vistas al almacenamiento de los residuos

1.3. Opciones en la gestión de los residuos.

Como se ha señalado anteriormente la peligrosidad potencial de los residuos radiactivos obliga a gestionarlos
adecuadamente. El objetivo de esta gestión es asegurar que no se produce la injerencia de los componentes
radiactivos en el medio ambiente en cantidades que pueden considerarse peligrosas.

Desde el punto de vista técnico, tal y como se esquematiza en la Figura 1, la estrategia para evitar el peligro
potencial que representan los residuos radiactivos admite dos alternativas:

• Dilución del material radiactivo y dispersión en el medio ambiente de forma que no se provoque un
aumento inadmisible de la radiactividad natural.

• Aislamiento y confinamiento del material radiactivo en un espacio limitado y controlado para evitar
que se produzca una emigración del material radiactivo en cantidades no admisibles.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-5
RESIDUOS
ORIGINALES

ACTIVIDAD
MUY POCA
VIDA MUY CORTA

VIDA LARGA
ALMACENAMIENTO CANTIDADES
TEMPORAL
DILUCIÓN APRECIABLES

CONFINAMIENTO
DISPERSIÓN Y
MEDIOAMBIENTE AISLAMIENTO

Figura 1. Estrategias generales para la gestión

Desde un punto de vista técnico, para que se pueda realizar la descarga de material radiactivo al medio ambiente es
necesario que el residuo, originalmente o por el decaimiento sufrido, sea de muy baja actividad. Adicionalmente, es
necesario disponer de un medio dispersor adecuado que garantice una homogeneidad rápida en la dispersión. Esta
situación es posible en el caso de residuos líquidos si se dispone de una masa de agua adecuada (río, lago, mar, etc.)
y en el caso de residuos gaseosos si se dan condiciones adecuadas de situación del punto de descarga y estabilidad
atmosférica (velocidad y dirección del viento). Desde el punto de vista administrativo, cualquier descarga o
evacuación de residuos radiactivos requiere la autorización de la autoridad competente.

1.4. Fases en la gestión de los residuos.

La gestión de los residuos con vistas a su aislamiento o almacenamiento definitivo debe planificarse en todas sus fases
de forma integral. Todas las operaciones a realizar deben ser diseñadas con el fin de obtener un producto final,
residuo inmovilizado y envasado para su almacenamiento definitivo, que cumpla las especificaciones mínimas
requeridas en función del almacenamiento previsto. El residuo que cumple estas especificaciones se denomina
"residuo acondicionado".

© CSN-CIEMAT – 2004
8-6
SEGREGACIÓN
RECEPCIÓN

DESCARGA
AL ALMCENAMIENTO
PREVIO
MEDIOAMBIENTE

INMOVILIZACIÓN

ALMACENAMIENTO
TEMP. RES. ACOND.

ALMACENAMIENTO
DEFINITIVO

Figura 2. Relación entre las fases de la gestión

Técnicamente la gestión de los residuos radiactivos conlleva la realización de una serie de operaciones de
ingeniería distribuidas en varias fases, según se esquematiza en la Figura 2:

- Segregación y Recepción.
- Almacenamiento previo.
- Tratamiento.
- Solidificación o Inmovilización.
- Envasado.
- Almacenamiento temporal del residuo acondicionado.
- Evacuación o Almacenamiento definitivo.

Frecuentemente, según los casos, tienen que realizarse una o más veces operaciones de transporte, actuando como
eslabón que conexiona dos o más fases consecutivas.

Las distintas operaciones que integran la gestión de los residuos, las instalaciones donde se llevan a cabo estas
operaciones y el propio personal responsable de las mismas están sujetos a un proceso de autorización y control por
la autoridad competente.

De todas las operaciones de gestión, destacamos, por su aplicación práctica para operadores, el tema del envasado
de residuos de baja y media actividad.

Los recipientes más utilizados para el envasado de estos residuos son bidones metálicos de tapa desmontable y
© CSN-CIEMAT – 2004
8-7
diseño semejante al de los bidones petrolíferos de 55 galones (220 litros) de capacidad. Se emplean, asimismo, con
bastante frecuencia, bidones de mayor capacidad (unos 400 litros). El material empleado en la fabricación de estos
envases suele ser chapa de acero al carbono galvanizada o pintada.

Cuando las necesidades de blindaje lo requiere los bidones pueden ir revestidos interiormente de una capa de
hormigón, alojando en el espacio libre otro bidón de menor tamaño o, directamente, los residuos.

También se suelen emplear recipientes cilíndricos de hormigón y recipientes prismáticos metálicos o de hormigón. En
la Figura 3 se representan diversos tipos de envases utilizados para residuos de baja y media actividad.
Tapa de cierre

Residuo sólido inmovilizado

Dos bidones con revestimientode hormigón Envase prismático de hormigón

Anillo de
cierre Envase
Envase metálico
metálico

Residuo
sólido
Residuo
sólido

Hormigón
reformado

Matriz de
hormigón

Bidón metálico de 220 litros

Envase de hormigón con bidón en el interior

Figura 3. Tipos de envases para residuos de baja y media.

1.5. Gestión y almacenamiento definitivo de los residuos de baja y media actividad en españa.

Tal y como indica la Tabla 2, se admite que los residuos de baja y media actividad, si son de vida corta, pueden
almacenarse en sistemas construidos en la superficie terrestre o a poca profundidad. Su peligrosidad desaparecerá, a
lo sumo, tras un período máximo de unos 300 años y esta peligrosidad no es excesivamente alta, considerándose que
durante este período las instituciones serán capaces de mantener controlados los emplazamientos para evitar
actuaciones (construcción de grandes obras civiles, prospecciones mineras, etc.) que puedan perturbar el aislamiento
de los residuos.
© CSN-CIEMAT – 2004
8-8
El coste de un almacenamiento geológico profundo es desproporcionado para el riesgo real que representan estos
residuos. La utilización de minas abandonadas o cavidades naturales es también muy costosa, salvo que estas tengan
suficiente capacidad para todos los residuos y reúnan las condiciones técnicas necesarias.

Los sistemas de almacenamiento en superficie pueden consistir en una losa de hormigón sobre la que se apilan, de
forma racional, los bultos con residuos. Otra alternativa consiste en construir celdas de hormigón enterradas o
semienterradas en las que se introducen los bultos con residuos (ver en la Figura 4 el sistema construido en España
por ENRESA. “Almacenamiento de residuos de El Cabril”). En ambos casos al final se rellenan todos los huecos
existentes, se recubre la zona con tierra, arcilla y capas impermeabilizantes. Sobre estas últimas capas se pone otra de
tierra vegetal que se planta con vegetación de raíz corta. Durante la realización de las obras se toman medidas para
controlar las aguas de lluvia, aguas freáticas y las que, eventualmente, pudiesen salir del propio sistema.

Cuando los residuos son de vida larga se deben almacenar en sistemas más seguros, recurriéndose a espacios libres
de los almacenamientos de alta actividad.

Estrutura con Contenido de


cubierta hormigón

TECHO MÓVIL

Tierra vegetal
Grava gruesa
1ª Capa de arena (Drenante)
Capa impermeabilizante
de arcilla compacta
2ª Capa de arena (Drenante)
Impermeabilización membrana
sintética
3ª Capa de arena (Drenante) GALERÍA DE
Relleno
INSPECCIÓN

Figura 4 Almacenamiento de residuos de "El Cabril" (España).

Cuando los residuos que se producen en las instalaciones radiactivas en España (residuos de media y baja actividad),
no pueden ser evacuados convencionalmente es ENRESA quien tiene encomendada la gestión integral de los
mismos, pudiéndose distinguir las cuatro fases siguientes:

- Retirada
- Transporte
- Tratamiento y Acondicionamiento
- Almacenamiento definitivo.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-9
Retirada

Por exigencias legales ENRESA utiliza en sus relaciones con los productores de residuos el denominado
Contrato-Tipo, cuyo texto fue aprobado por el Ministerio de Industria mediante resolución de 12 de mayo de 1993.
En él se establecen como obligaciones de los productores de residuos, la preparación de éstos de acuerdo con las
especificaciones desarrolladas en el propio contrato. Asimismo, se fijan las tarifas que serán facturadas a fin de
efectuar el pago de la retirada de los residuos. Como obligaciones de ENRESA figuran en el contrato asumir la
responsabilidad civil y nuclear de los residuos en el momento en que se produce la transferencia de éstos, es decir, en
el momento de la retirada.

El contrato es establecido a iniciativa de la instalación radiactiva que lo solicite y es firmado por ENRESA y el
titular de la instalación en cuestión.

Siguiendo la clasificación de residuos dada en la Tabla I, el propio Contrato establece para cada tipo una
serie de requisitos (criterios de aceptación) que deben cumplir antes de ser entregados a ENRESA.

De forma genérica, existen dos condiciones básicas en la presentación de los residuos:

- Segregación del residuo de acuerdo con las categorías establecidas de una forma homogénea.
- Identificación de las características físicas, químicas y radiológicas de los residuos a evacuar.

Además, para cada tipo de residuo existen unos criterios de aceptación específicos que asimismo están contenidos
en el Contrato.

La operación de entrega de los residuos es planificada previamente y comunicada a la instalación a fin de que
se puedan tomar las medidas oportunas.

La transferencia de titularidad implica que en el momento en que los residuos sean entregados y aceptados
para su retirada, el responsable civil y nuclear del material radiactivo es el receptor del mismo. Esta operación se
documenta mediante la firma de un documento denominado ”Albarán de Entrega” que también se incluye en el
Contrato. En éste se recogen los datos de los residuos entregados y es firmado por el Supervisor de la Instalación y
por el técnico de la empresa que efectúa la recogida. Las mencionadas firmas implican una declaración de la
veracidad de los datos reflejados en el Albarán.

La operación de retirada deberá quedar registrada en el Diario de Operaciones de la I.R., anotando fecha de
entrega de los residuos y archivándose el certificado de entrega (Albarán de Entrega) correspondiente.

2. Transporte de residuos

Al transporte de materiales radiactivos, aparte del riesgo de todo transporte convencional, se une el inherente
a la naturaleza peligrosa de los materiales transportados.
Los riesgos añadidos son los derivados de los efectos que producen las radiaciones ionizantes emitidas por
radionucleidos presentes en el material y, en ocasiones, los riesgos asociados a otras características de los materiales
como es el caso de la toxicidad e inflamabilidad de los líquidos de centelleo.
© CSN-CIEMAT – 2004
8-10
El transporte de los materiales radiactivos viene regulado por el Acuerdo Europeo para el Transporte de
Mercancías Peligrosas por Carretera (ADR). Además de esta regulación en cuanto a la seguridad hay que tener en
cuenta para prever una logística completa de transporte, la situación geográfica de las II.RR. y los volúmenes que
éstas generan.

Los contenedores que se emplean han sufrido los ensayos que requiere la Reglamentación para albergar el
material radiactivo que han de contener. Generalmente, el transporte de los residuos se realiza de acuerdo con las
categorías del ADR que corresponden a bultos industriales, OCS (objetos contaminados superficialmente), BAE
(baja actividad específica), Bulto Tipo A y BultoTipo B(U).

3. Tratamiento y almacenamiento de residuos en el Centro de El Cabril

En general, las Instalaciones productoras de residuos radiactivos no disponen de medios para conseguir que
todos los productos finales que entregan a ENRESA lo sean en forma sólida.

Por ello, en el Centro de Almacenamiento de El Cabril se diseñaron y construyeron instalaciones de


tratamiento y acondicionamiento que permitieran, por una parte reducir el volumen de los residuos finales a almacenar
y, por otra que la forma final de esos residuos fuera sólida. Los objetivos de seguridad fijados han sido asegurar la
protección inmediata y diferida de las personas y del medio ambiente y permitir la libre utilización del emplazamiento
tras un período de duración máxima de 300 años, sin limitaciones de origen radiológico. Para cumplir estos objetivos
es necesario aislar a los residuos del agua y limitar su actividad. Asimismo es necesario garantizar la integridad de los
bultos, lo que condiciona la forma de preparar el residuo para su evacuación final.

Los tratamientos que se realizan a los distintos tipos de residuos antes de proceder a su almacenamiento final
son los siguientes:

- Ultracompactación.
Se aplica a los residuos compactables (S01) y su finalidad primordial es reducir el volumen del
producto final (se consiguen reducciones de hasta cinco veces el volumen inicial). Las “galletas” finales son
introducidas en contenedores de hormigón e inmovilizadas con mortero.

- Incineración.
Se aplica a los residuos de carácter orgánico (S03, L01 y M01). Las cenizas resultantes se inmovilizan en un
contenedor metálico con pared interna de hormigón. Estos contenedores metálicos finalmente son
introducidos en contenedores de hormigón e inmovilizados con mortero.

- Formación de mortero de relleno


Se aplica a los residuos líquidos acuosos (L02). Una vez filtrados, el residuo se incorpora al agente hidráulico
que servirá para formar el mortero de inmovilización de otros residuos.

- Inmovilización Directa.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-11
Se aplica a los residuos no compactables (S02 y S04) y a las fuentes encapsuladas (F01 y F02). Los
residuos son introducidos en contenedores metálicos e inmovilizados con mortero en su interior. Los
contenedores metálicos a su vez se introducen en contenedores de hormigón donde asimismo se inmovilizan.
Una vez llenos, los contenedores de hormigón se sellan con mortero “limpio” y son trasladados a las celdas
existentes en las plataformas de almacenamiento, donde se depositan en una posición espacial claramente
definida y registrada documentalmente.
Las celdas, una vez llenas se sellan con mortero “limpio” y diversas capas impermeabilizantes.
Finalmente, cuando las plataformas se hayan completado se cubrirán con diversas capas impermeabilizantes y
de tierra vegetal con el fin de conseguir una adecuada restauración paisajística.
Es importante conocer estos procesos, ya que a ellos y a las condiciones de seguridad impuestas al Centro
son debidos los criterios de aceptación y los requisitos de segregación cuyo cumplimiento se solicita a los
productores.

2. TRANSPORTE DE MATERIAL RADIACTIVO

2.1. Introducción.

El transporte de materiales radiactivos, al igual que el de otras sustancias en forma potencialmente peligrosa
(explosivos, gases comprimidos, productos tóxicos, corrosivos, etc.), une al riesgo de todo transporte convencional
el inherente a su naturaleza peligrosa.

En el caso de los materiales radiactivos, los riesgos añadidos son los derivados de las radiaciones ionizantes emitidas
por los radionucleidos presentes en el material y, en ocasiones, el riesgo de criticidad (si hay materiales fisionables).

De no tomarse las debidas precauciones, sobre todo si ocurriese un accidente, los operarios del transporte y el
público en general podrían quedar expuestos a la radiación por fallo del blindaje del material radiactivo o por la
dispersión de dicho material.

Se comprende fácilmente la necesidad de una reglamentación específica para este tipo de transportes, cuyos
objetivos son:

* Confinar eficazmente el material radiactivo.


* Amortiguar adecuadamente las radiaciones que emiten los materiales radiactivos.
* Garantizar la disipación del calor generado por la absorción de las radiaciones emitidas.
* Evitar, con la máxima garantía, situaciones de criticidad en el caso de substancias fisionables.

Sobre esta base, el Organismo Internacional de Energía Atómica publicó en 1.961, en el número 6 de su Colección
de Seguridad, el REGLAMENTO PARA EL TRANSPORTE SEGURO DE MATERIALES RADIACTIVOS
que ha sido revisado en distintas ocasiones. En otras publicaciones del Organismo se proporciona información
complementaria sobre dicho Reglamento.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-12
2.2. El reglamento para el transporte seguro de materiales radiactivos del oiea. (guía ts-r-1).

El Reglamento del Organismo es aplicable a los diversos medios de transporte por vía terrestre, aérea o marítima y
contempla normas específicas complementarias para cada medio de transporte. Incluye como clase 7 las “materias
radiactivas”.

No es aplicable a los materiales radiactivos que formen parte del propio medio de transporte, ni a las personas
tratadas con radiofármacos o que lleven implantados dispositivos radiactivos. Asimismo, no es aplicable a los
movimientos de material radiactivo en el interior de las propias instalaciones, que podrán realizarse de conformidad
con los procedimientos de seguridad aprobados por la autoridad competente.

El Reglamento contempla la adopción de una serie de medidas de seguridad, pero no fija la persona jurídica
responsable de su cumplimiento. Esta designación es competencia de la autoridad de cada Estado.

El Reglamento prácticamente ha sido adoptado por todas las organizaciones internacionales con competencias en el
transporte. Gran número de Estados lo ha utilizado como base para el desarrollo de su reglamentación en materia de
transporte de materiales peligrosos.

España ha aceptado implícitamente el Reglamento al haberse adherido a convenios internacionales que lo incorporan,
más aún siendo éste recogido en la reglamentación europea de obligado cumplimiento en nuestro país.

Conviene señalar, que si bien el Reglamento del Organismo contempla el envío de materiales radiactivos por correo,
la legislación española prohibe la utilización de los servicios postales.

2.3. Terminología usada en el transporte.

Tanto el Reglamento del Organismo como los reglamentos de obligado cumplimiento en España sobre el transporte
de mercancías peligrosas por carretera o por ferrocarril utilizan una terminología propia cuyo significado es
conveniente conocer. Con independencia de otros términos que se describen más adelante, es conveniente estar
familiarizado con los siguientes:

"Expedidor".

Remitente. Persona natural o jurídica por cuya orden y cuenta se realiza el envío. Deberá figurar como tal en
los documentos de transporte y poseer conocimientos técnicos suficientes para firmar las certificaciones que
son de su responsabilidad.

"Uso exclusivo".

Modalidad de transporte en la que un contenedor o un medio de transporte (vehículo de carretera; vagón de


ferrocarril; buque, bodega o zona delimitada de su cubierta; aeronave) es utilizado, exclusivamente, para las
mercancías de un único remitente o expedidor.
"Embalaje".

© CSN-CIEMAT – 2004
8-13
Conjunto de componentes necesarios para transportar, con seguridad, el material radiactivo. Según los casos
puede estar formado por uno o más recipientes, materiales de blindaje, materiales absorbentes, estructuras
mecánicas, aislantes térmicos, refrigerantes.
"Bulto".

Es el embalaje con el contenido radiactivo a transportar. En función de éste, debe cumplir unas normas de
resistencia más o menos rigurosas.

"Contenedor".

Elemento de transporte destinado a facilitar el acarreo por una o más modalidades de transporte sin realizar
recargas intermedias. Deberá ser cerrado y estar diseñado para poder usarse repetidas veces.

"Sobreembalaje".

Es un sistema, tal como una caja o un saco, que no tiene que cumplir los requisitos de un contenedor y que se
utiliza por un remitente para agrupar en una sola unidad de manipulación un envío de dos o más bultos para
facilitar su estiba y expedición.

"Índice de transporte"

Es un concepto introducido en el transporte de materias radiactivas para cuantificar su riesgo en las


condiciones de transporte respecto a la criticidad (caso de materias fisionables) y a la exposición a las
radiaciones. Sirve para limitar el contenido de material radiactivo de algunos bultos, sobreembalajes,
cisternas y contenedores, y para establecer sus categorías, así como para determinar si será necesario o no
recurrir a la modalidad de "uso exclusivo".

El índice de transporte de un bulto o sobreembalaje es un número que dividido por cien corresponde al nivel
máximo de radiación existente a 1 m de su superficie exterior en mSv/h.

En el caso de cargas de grandes dimensiones (contenedores, cisternas o materias sin embalar) el valor
obtenido se corrige en función de las dimensiones de la carga. Cuando se trate de materias fisionables se
tomará como índice de transporte el resultado de dividir 50 entre el número máximo de bultos admisibles
para asegurar que el conjunto es subcrítico. Si el valor resultante es menor que el establecido en función del
nivel de radiación a 1 m se deberá tomar este último.

"Índice de Seguridad con respecto a la criticidad” (ISC) asignado a un bulto, es un número que se utiliza
para controlar la acumulación de bultos con sustancias fisionables.

2.4. Clasificación de los materiales radiactivos.

En la normativa sobre transporte se consideran materiales radiactivos aquellos que contengan radionucleidos en los
cuales tanto la concentración de actividad como la actividad total de la remesa excedan los valores especificados en

© CSN-CIEMAT – 2004
8-14
la Reglamentación. La peligrosidad potencial de los materiales radiactivos a transportar dependerá de:

- Los radionucleidos que contiene.


- La actividad específica del material.
- La cantidad de material (actividad total).
- La naturaleza química del material.
- El estado físico del material.

Lógicamente, cuanto más peligroso sea el material a transportar, más rigurosos deberán ser los requisitos técnicos y
administrativos a cumplir, así como los controles de calidad. En la tabla 3, se muestran los distintos tipos de
materiales radiactivos considerados desde este punto de vista, para el transporte.

2.5. Tipos de embalajes y bultos de transporte.

La calidad de los embalajes dependerá del riesgo potencial del material a transportar y las propias condiciones del
transporte. Desde este último punto de vista se pueden considerar tres tipos de condiciones:

- Las normales de un transporte rutinario, sin incidentes.


- Incidentes de poca importancia.
- Situaciones de accidente que de no haber tomado las debidas precauciones podrían acarrear
problemas radiológicos considerables.

En transporte de materiales radiactivos, en orden creciente de calidad mínima que deben tener los embalajes/bultos,
se consideran los siguientes tipos: bultos exceptuados; industriales tipo 1, 2 y 3; tipo A, tipo B y tipo C.

En las tablas 4 y 5 se muestran las condiciones y requisitos generales de los distintos bultos.

2.6. Categorías de bultos y transporte . etiquetado.

Los bultos y sobreembalajes asignados en un transporte se incluirán en una de las siguientes categorías: I-BLANCA,
II-AMARILLA o III-AMARILLA, en función de los niveles de radiación en su exterior.

La utilización de una u otra etiqueta depende de la intensidad de radiación en la superficie externa y del índice de
transporte para determinar la categoría del bulto y sólo el índice de transporte para determinar la categoría del
embalaje.

* "I-BLANCA" (etiqueta de la Figura 5a).

Si el nivel máximo de radiación en la superficie es inferior a 0,005 mSv/h.

* "II-AMARILLA" (etiqueta de la Figura 5b).

Si el nivel máximo de radiación en la superficie externa es superior a 0,005 mSv/h pero no supera los 0,5
mSv/h y el índice de transporte no es superior a 1.
© CSN-CIEMAT – 2004
8-15
* "III-AMARILLA" (etiqueta de la Figura 5c).

Si el nivel máximo de radiación en la superficie externa es mayor de 0,5 mSv/h pero no supera los 2mSv/h o
el índice de transporte es mayor de 1 pero no mayor de 10. Asimismo, esta categoría se asignará a cualquier
bulto que se transporte mediante "acuerdo especial".

Si el nivel de radiación supera los 2 mSv/h o el índice de transporte es superior a 10 se clasificará como
III-AMARILLA pero, además, el transporte se hará bajo la modalidad de "uso exclusivo", aplicándose los
límites al vehículo:

- 2 mSv/h en superficie externa del vehículo.


- 0,1 mSv/h a 2 m de la superficie del vehículo.
- 0,02 mSv/h en los lugares del vehículo normalmente ocupados por personas, a menos que
se controle su dosis.

En cualquier caso el nivel de radiación del bulto no podrá sobrepasar los 10 mSv/h.

ETIQUETADO:

Cada bulto, sobreembalaje y contenedor que contenga materias radiactivas, las etiquetas se fijarán en el exterior; en
dos lados opuestos si se trata de un bulto, en los cuatro lados si es un contenedor y en las cisternas en los dos lados y
en la parte trasera. En el caso que contenga materias fisionables distintas a las exceptuadas llevará una etiqueta según
el modelo de la figura 5d, fijada al lado de la etiqueta de materia radiactiva. Cada etiqueta, que lleva impreso el
trébol y el número 7 como identificadores de las materias radiactivas, debe indicar el contenido (por ejemplo,
Cs-137, materias BAE-I, etc.), la actividad máxima contenida y el índice de transporte.

Aparte de las etiquetas indicadas, cuya colocación y correcta cumplimentación es responsabilidad del remitente o
expedidor, deberá cumplirse lo siguiente en cada bulto :

- Llevar indicado el peso si este sobrepasa los 50 kg.


- Llevar inscrito "TIPO A", "TIPO B(U)" o "TIPO B(M)" cuando el bulto tenga tal consideración.
- Llevar inscrita la identificación asignada por la autoridad competente y el número de serie de
fabricación del bulto si se trata de un bulto Tipo B.
- Llevar estampado, marcado o grabado el trébol característico si el bulto es Tipo B.

Todas estas inscripciones deberán hacerse en forma legible y duradera.

2.7. Documentación de transporte y otros requisitos.

En España la "autoridad competente" es actualmente la DGE. Como ocurre con cualquier tramitación que afecta a la
Seguridad Nuclear y a la Protección Radiológica, se requiere la apreciación favorable del Consejo de Seguridad
Nuclear.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-16
El principal responsable de que el transporte se realice conforme a lo legislado es el remitente o expedidor, que es
responsable de proporcionar toda la información necesaria para un transporte seguro. La documentación básica y
obligatoria de transporte por carretera, que es la más habitual, son 2 documentos: la "CARTA DE PORTE",
documento que debe recoger una descripción adecuada del material y embalaje/bulto objeto de transporte y que
constituye el soporte contractual entre el expedidor, el cargador, el transportista y el receptor. El remitente debe
declarar que la descripción es adecuada y conforme con los reglamentos pertinentes y la “FICHA DE
SEGURIDAD”, donde el expedidor está obligado a facilitar a los conductores instrucciones escritas sobre las
recomendaciones de seguridad para la prevención de riesgos en caso de accidente.

TIPOS DE MATERIALES DEFINICIÓN


RADIACTIVOS
BAE: MATERIAS DE BAJA ACTIVIDAD
ESPECÍFICA
Son las que por su naturaleza tienen una actividad
BAE-I. específica limitada, o a las que se le aplican límites
de actividad específica media estimada
BAE-II :

BAE-III.

OCS: OBJETOS CONTAMINADOS Son sólidos no radiactivos por sí mismos, pero


SUPERFICIALMENTE que tienen materiales radiactivos distribuidos por
su superficie.
MATERIALES RADIACTIVOS EN Son materiales radiactivos sólidos no dispersables,
FORMA ESPECIAL o bien una cápsula que contenga el material
radiactivo y esté construida de forma que sólo
pueda abrirse destruyéndola. Además deberán
reunir las siguientes condiciones:
1 - Al menos una de sus dimensiones debe ser
igual o mayor de 5 mm.
2 - Deberán superar satisfactoriamente los
ensayos de impacto, por caída desde 9 metros,
percusión, flexión y ensayo térmico.
SUSTANCIAS FISIONABLES Son el uranio 233, uranio 235, plutonio 239,
plutonio 241 o cualquier combinación de estos,
excepto el uranio natural y el uranio
empobrecido no irradiados o irradiados en un
reactor térmico.

Tabla 3: Tipos de materiales radiactivos desde el punto de vista del transporte

© CSN-CIEMAT – 2004
8-17
TIPO DE BULTO CONTENIDOS

- Fracciones de A1 y A2
- Instrumentos con dosis muy bajas en superficie
Exceptuado - Artículos con U ó Th natural ó U empobrecido
(Detalle en apartado 7.1.2) - Embalajes vacíos

- Materiales de Baja Actividad Específica


BAE-1, BAE-2 ó BAE-III
Industrial - Objetos contaminados en superficie OCS-I u
(Ver detalles en apartado 7.1.3.) OCS-II
- Dosis máxima a 3m del material sin blindaje:
10 mSv/h
- Según la Ae y la contaminación se precisará
un BI-1, BI-2 ó BI-3

Materiales no BAE ni OCS con actividades inferiores


Tipo A a A1 ó A2 (tabulados en la TS-R-1)
(Para valores no tabulados y de mezclas ver detalles
en el apartado 7.1.4)

Tipo B Materiales con actividad superior a A1 ó A2

- A > 3000 A1 ó 100.000 A2 (material en forma


Tipo C especial)
(Transporte aéreo) - A > 3000 A2 (resto de materiales)

Tabla 4:Limites de contenido en los bultos

© CSN-CIEMAT – 2004
8-18
BULTOS
BULTOS TIPO A
INDUSTRIALES
EXCEPTUADOS
1 2 3 Sólido Liq. y gas

REQUERIMIENTOS
GENERALES
Manejo, izado, vibración, X X X X X X
Aceleración, materiales
Compatibles.

REQUERIMIENTOS
ADICIONALES PARA
TRANSPORTE AEREO
50º superficie
X X X X X
Temperatura –40º + 55º rango
Ambiental
Presión dif. 95 Kpa

TIPO A. REQUERIMIENTOS
GENERALES
Dimensión menor (10 cm) X X X X X
Precinto, amarres, rango
temperatura -40º y 70º sistema de
contención. X X X

CONDICIONES NOR-MALES
DE TRANSPOR-TE; ENSAYOS:
Caída libre (0,3 –1,2 m) X X X X
Apilamiento (24 h) X X X X
Aspersión con agua (5 cm/h) X X X
Penetración de barra 6 Kg. 1m 1m 1,7 m

Tabla 5: Requisitos y ensayos requeridos a bultos exceptuados, industriales y tipo a para


transporte de material radiactivo

© CSN-CIEMAT – 2004
8-19
Figura 5 Etiquetas identificativas: a y b.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-20
FISSILE

CRITICALITY
SAFETY INDEX

DIMENSIÓN DIMENSIÓN
MÍNIMA MÍNIMA
10 cm
7 10 cm

Figura 5 Etiquetas identificativas: c y d

© CSN-CIEMAT – 2004
8-21
Figura 5 Etiquetas identificativas: a y b.

© CSN-CIEMAT – 2004
8-22
FISSILE

CRITICALITY
SAFETY INDEX

DIMENSIÓN DIMENSIÓN
MÍNIMA MÍNIMA
10 cm
7 10 cm

Figura 5 Etiquetas identificativas: c y d

© CSN-CIEMAT – 2004
8-23
TEMA 9.- LEGISLACIÓN ESPAÑOLA SOBRE INSTALACIONES
RADIACTIVAS

© CSN-CIEMAT - 2004
ÍNDICE:

1.- INTRODUCCIÓN AL MARCO REGULADOR NACIONAL.

2.- NORMATIVA ESPAÑOLA APLICABLE A LAS INSTALACIONES


RADIACTIVAS.: LEYES BÁSICAS
2.1 Ley 25/1964 sobre Energía Nuclear.
2.2 Ley 15/1980 sobre Creación del Consejo de Seguridad Nuclear.
2.3 Otras leyes de interés en las instalaciones radiactivas.

3.- NORMATIVA ESPAÑOLA BÁSICA: REGLAMENTOS.


3.1 Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas.
3.2 Reglamento sobre Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes.

4.- OTRAS NORMAS DE INTERÉS APLICABLES A LAS INSTALACIONES


RADIACTIVAS.

5.- LEGISLACIÓN EUROPEA APLICABLE

© CSN-CIEMAT - 2004
LEGISLACIÓN ESPAÑOLA SOBRE INSTALACIONES RADIACTIVAS

1. INTRODUCCIÓN AL MARCO REGULADOR NACIONAL

Toda actividad en la que se manipulen agentes nocivos para la salud y seguridad de las personas y de
sus propiedades, está estrictamente regulada por las autoridades de los distintos países, que deben
vigilar y controlar los riesgos de estas actividades y garantizar que la exposición que se derive de la
actividad contemplada sea la mínima posible y no presente riesgos ni para los trabajadores ni para la
población.

En todos los países del mundo, existe un marco normativo que se suele representar mediante una
pirámide de valores Figura 1. Las normas básicas aplicables en España están constituidas por leyes,
reglamentos que desarrollan aspectos concretos de las leyes, y finalmente las Ordenes Ministeriales e
Instrucciones Técnicas. Éste marco ha sufrido importantes modificaciones en los últimos años, surgidas
de la necesidad de incorporar las recomendaciones de los organismos internacionales. En la pirámide
normativa se incluyen las normas técnicas y de seguridad, que son recomendaciones específicas
elaboradas por los organismos técnicos con competencia en estos temas.

La pirámide normativa española incluye dos leyes básicas (L 25/64 y L15/80), y otras de cierto interés
en algunos aspectos, ya que modifican a las anteriores en parte (L 54/97, L 14/99); varios decretos
desarrollan aspectos concretos tales como: el reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas
(RD 1836/99), el decreto sobre instalación y utilización de aparatos de rayos X con fines de
diagnóstico médico (RD 1891/91), el reglamento sobre protección sanitaria contra las radiaciones
ionizantes, el decreto sobre las medidas fundamentales de protección radiológica de las personas
sometidas a exámenes y tratamientos médicos (RD 1132/90), el decreto sobre protección de
trabajadores externos con riesgos de exposición (RD 413/97), el decreto sobre justificación de la
exposiciones médicas (RD 815/01), y algunas órdenes ministeriales e instrucciones técnicas del CSN
sobre temas de interés.

Entre las órdenes ministeriales e instrucciones técnicas se puede citar la orden de 11 de abril de 1996
en la que se definen las características técnicas de los patrones de medida; la instrucción IS-01 en la que
se define el formato y contenido del documento individual de seguimiento radiológico o carné
radiológico, y la instrucción IS-03 sobre cualificaciones para obtener el reconocimiento de experto en
protección contra las radiaciones ionizantes (BOE, 12 de diciembre de 2002), etc.

En la parte inferior de la pirámide se muestran las normas técnicas y las guías de seguridad publicadas
por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y las publicaciones de las asociaciones de normalización
nacional, Normas UNE y resto de documentos de AENOR.

Esta lección resume los aspectos de la normativa más interesantes, que afectan a las instalaciones
radiactivas y a las actividades relacionadas con ella, así como la legislación europea aplicable.

© CSN-CIEMAT – 2004
9-1
2.- NORMATIVA ESPAÑOLA SOBRE INSTALACIONES RADIACTIVAS

Las leyes son las normas de mayor rango existente en las normas nacionales. Están aprobadas en el
Parlamento y solo pueden ser derogadas o modificadas por otra ley. La primera ley aprobada sobre
temas nucleares y radiactivos es del año 1964 y, si bien se encuentra derogada en parte, todavía hoy
sigue vigente en algunos de los aspectos tratados.

2.1. Ley 25/1964 sobre Energía Nuclear 1

Regula el uso pacífico de la energía nuclear y los usos de fuentes radiactivas en los distintos campos de
aplicación. Establece los principios de seguridad y protección frente al peligro potencial de las
radiaciones ionizantes.

Objetivo:
· Fomentar el desarrollo de las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear en España y regular su
puesta en práctica.
· Proteger a las personas y a sus bienes de los peligros de la energía nuclear y de los efectos nocivos
de las radiaciones ionizantes.
· Regular la aplicación en el territorio nacional de los compromisos internacionales suscritos.
· Establecer las autoridades y organismos competes en materia de seguridad. Corresponderá al
Ministerio, a través de la Dirección General de Política Energética ( DGPE), garantizar el
cumplimiento de esta Ley.

Disposiciones más importantes contenidas en la Ley 25/64:

· La Dirección General de Política Energética (DGPE) es responsable del trámite de las


autorizaciones administrativas exigidas a las instalaciones nucleares y radiactivas. Estos aspectos
se desarrollan en el reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas, y en el decreto sobre
instalación y utilización de equipos de rayos X con fines de diagnóstico médico.

· Las medidas de seguridad y protección contra las radiaciones ionizantes, éstas se desarrollan y
completan en el Reglamento sobre Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes.

· El titular de toda actividad que origine daños estará obligado a repararlos.

· La infracción de los preceptos legales y reglamentarios se sancionará gubernamentalmente


mediante la imposición de sanciones administrativas.

Las sanciones por las infracciones previstas pueden ser: anulación de licencias, permisos o concesiones,
o la suspensión temporal.
La competencia para la imposición de las sanciones corresponde a la Dirección General u

1 Modificada parcialmente por Ley del 80, 25/68, 54/97


© CSN-CIEMAT – 2004
9-2
organismo afín dependiente de las Comunidades Autónomas, al Ministerio o al Consejo de Ministros
según sea la cuantía de las sanciones. Contra las sanciones señaladas en el apartado anterior se podrá
recurrir ante el Ministerio, o el Consejo de Ministros, según el caso.

2.2 Ley 15/1980 en la que se crea el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN2)

Esta ley tiene como objetivo establecer la estructura y las funciones del C.S.N. como ente de derecho
público independiente de la Administración Central del Estado. El Consejo se regirá por un estatuto
propio, pudiendo encomendar algunas de sus funciones a las diferentes comunidades autónomas.

• Misiones del CSN:

. Proponer al Gobierno las reglamentaciones en materia de seguridad nuclear y


protección radiológica.

. Emitir informes preceptivos para la concesión de los diversos tipos de autorizaciones. Sus
decisiones técnicas tendrán carácter vinculante cuando sean denegatorias.

. Realizar las inspecciones en instalaciones nucleares, radiactivas y de rayos X, con


capacidad para suspender el funcionamiento de la misma por motivos de seguridad.

. Conceder y renovar las licencias necesarias para el personal de operación de las


instalaciones radiactivas y las acreditaciones para operar y dirigir en instalaciones de
diagnóstico.

. Proponer la imposición de las sanciones cuando sea necesario incluyendo la anulación


de licencias y autorizaciones.

. Asesorar a los tribunales y órganos de la Administración Públicas en materia de


Seguridad Nuclear y Protección Radiológica.

. Vigilar los niveles de radiación tanto en el interior, como en el exterior, de las


instalaciones mediante el seguimiento de planes de vigilancia radiológica ambiental.

. Informar a la opinión pública directamente o a través de sus órganos representativos.

. Homologar programas de formación para el personal de las instalaciones


radiactivas y establecer los planes de investigación.

. Crear un registro de empresas externas relacionadas con trabajos en las instalaciones

La ley prevé la creación de tasas de servicio en compensación por la realización de las funciones

2 modificada parcialmente por la ley de tasas (L-14/99)


© CSN-CIEMAT – 2004
9-3
asignadas al CSN, actualmente recogidas en la ley de tasa (L14/99) en la que se establece
también que el Consejo debe informar anualmente al Congreso y al Senado.

2.3 Otras leyes de interés.

Las leyes básicas han sido modificadas en ciertos aspectos por la ley de Ordenación del Sistema
Eléctrico Nacional, (L54/1997) en especial, los aspectos relacionados con el régimen sancionador
modificando las sanciones establecidas previamente.

En las instalaciones radiactivas de segunda y tercera categoría se fijan sanciones de 5 millones de Ptas.
( 30.050 €) para las infracciones leves, 50 (300.506 €) para las graves y 250 (1.502.530 €) para las
muy graves. El régimen de imposición de las sanciones corresponderá a las autoridades locales según lo
previsto en el ámbito de las comunidades autónomas, a la DGPE y al Ministerio en función de la cuantía
de la sanción.

La ley de tasas, ya mencionada, faculta al CSN para apercibir a los titulares que hayan cometido
infracciones sancionables, incluyendo la capacidad de imponer multas. El CSN deberá informar a los
órganos competentes para incoar expedientes. También fija tasas de servicios en compensación por la
realización de las funciones asignadas al Consejo.

3.- NORMATIVA ESPAÑOLA: REGLAMENTOS

Dentro del marco normativo tienen especial interés los reglamentos ya que desarrollan los aspectos más
importantes contenidos en las leyes básicas. En este texto se detallan aquellos cuyo contenido se
encuentra relacionado con la vigilancia radiológica y el control de las instalaciones radiactivas.

3.1.- Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas. Real Decreto 1836/1999, de


3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas.
Publicado en el BOE de (31/12/1999). Regula las actividades y las instalaciones.

Este reglamento desarrolla y establece el marco regulador para el régimen de autorizaciones


administrativas, prueba y puesta en marcha de las instalaciones, inspección, personal, documentación de
las mismas y cuanto se refiera a la fabricación de equipos para fines radiactivos.

Resumen del contenido:

• Actividades exentas

Actualiza, de acuerdo con la normativa europea (Directiva 96/29/Euratom), las actividades de radionucleidos
exentas del control administrativo, modificación que afecta a la clasificación de las instalaciones en
categorías y a la exención de las instalaciones y actividades. Asimismo introduce modificaciones en los
trámites administrativos que regulan el régimen de las autorizaciones necesarias para las instalaciones
radiactivas y nucleares. En la instrucción del CSN IS/05 se definen los valores de exención para los
radionucleidos.
© CSN-CIEMAT – 2004
9-4
• Registro de instalaciones radiactivas

Todas las instalaciones autorizadas se inscribirán en un registro adscrito a la Dirección General de


Política Energética (DGPE). Las Comunidades Autónomas (CCAA), que tengan transferencia de
funciones se ocuparán de los trámites para las instalaciones de 2ª y 3ª categoría. En este caso las
CCAA comunicarán a la DGPE una vez al mes las autorizaciones ya otorgadas.

La solicitud de una autorización debe ser dirigida a la DGPE, acompañada de la documentación


requerida, quien remitirá una copia al CSN, para su informe preceptivo y vinculante. Las renovaciones
se tramitarán por el mismo procedimiento enviando la documentación al menos un mes antes de la
caducidad de la autorización.

• Instalaciones Radiactivas: Definición

Se entiende por instalaciones radiactivas:

ü Las instalaciones de cualquier clase que contengan una fuente de radiación ionizante.
ü Los aparatos productores de radiaciones ionizantes que funcionen con tensiones
superiores a 5 kV.
ü Los locales, laboratorios, fábricas e instalaciones donde se produzcan, manipulen o
almacenen materiales radiactivos. Se exceptúa el almacenamiento incidental durante su
transporte.

Las instalaciones radiactivas se clasifican en tres categorías

ü 1ª categoría:

a) Las instalaciones industriales de irradiación


b) Instalaciones radiactivas del ciclo de combustible nuclear:
. Las fábricas de producción de uranio, torio y sus compuestos.
. Las fábricas de producción de elementos combustibles de uranio natural.

ü 2ª categoría:

a) Instalaciones con una actividad igual o superior a mil veces el de exención tomando
como referencia de actividad exenta por nucleido, la fijada por este reglamento, un
resumen se encuentra en el anexo I.
b) Las instalaciones que utilicen aparatos generadores de rayos X que puedan
funcionar con una tensión pico superior a doscientos kV.
c) Los aceleradores de partículas y las instalaciones donde se almacenen fuentes de
neutrones.

© CSN-CIEMAT – 2004
9-5
ü 3ª categoría:

a) Instalaciones que dispongan de una actividad igual o inferior a mil veces los valores
de exención.
b) Las instalaciones que utilicen aparatos generadores de rayos X que puedan
funcionar con una tensión pico inferior a doscientos kV

• Régimen de exención para las instalaciones radiactivas: No tendrán la consideración de


instalación radiactiva:

§ Instalaciones o equipos en los que la actividad o la actividad específica de las sustancias


radiactivas no superen los valores de exención. Figura 2

§ Sistemas de imagen con tubos catódicos cuya diferencia de potencial sea menor o igual
a 30 kV, siempre que la tasa de dosis no supere 1 µSv/h en ningún punto a 0,1 m de la
superficie.

§ Aparatos con sustancias radiactivas o generadores de radiación, previamente


autorizados, con suficiente seguridad contra fuga tanto en operación normal de uso,
como en accidentes, o con fuentes encapsuladas en los que el material radiactivo está
protegido contra todo contacto o fuga, y en todo punto accesible a 0.1 metros de la
superficie del aparato y en condiciones normales de funcionamiento, la tasa de dosis no
sobrepase 1 µSv/h.

§ Material contaminado procedente de evacuaciones autorizadas.

La normativa sobre gestión de materiales sólidos con contenido radiactivo en instalaciones de 2ª y 3ª


categoría que manipulan fuentes de radiación no encapsuladas, ECO/1449/2003, establece el
procedimiento de clasificación y gestión de los materiales residuales sólidos y sus niveles de exención
(BOE 05/06/2003).

En los casos en que se utilice una mezcla de radionucleidos, la exención se mantendrá únicamente si la
suma de los cocientes entre la actividad total presente y el valor correspondiente que figura en la tabla
de instrucción IS/05 donde se definen los valores de exención para los radionucleidos, es inferior a 1.

• Otras actividades reguladas

Necesitarán autorización de la DGPE, previo informe preceptivo del CSN, las siguientes actividades:

· La fabricación de aparatos con sustancias radiactivas y generadores de radiaciones aunque el uso


de los mismos esté exento. El uso de sustancias radiactivas en bienes de consumo, la importación y
comercialización. La asistencia técnica de aparatos radiactivos y generadores de radiación. No se
podrá suministrar materiales radiactivos ni equipos cuando se requiera autorización como instalación
radiactiva y no se disponga de ella.

© CSN-CIEMAT – 2004
9-6
· La eliminación reciclado o reutilización de sustancias radiactivas estará sujeta a autorización salvo
que las concentraciones sean iguales o menores que las establecidas por la normativa. El
transporte de estas sustancias estará sujeto a autorización.

• Autorizaciones de funcionamiento

La construcción, montaje y puesta en marcha de las instalaciones radiactivas, así como la transferencia,
ampliación, traslado o modificación de las mismas, requerirá autorización del Ministerio.

Las instalaciones radiactivas del ciclo del combustible requerirán las siguientes autorizaciones:
autorización previa, autorización de construcción, autorización de explotación, autorización de
desmantelamiento y declaración de clausura.

Las instalaciones radiactivas con fines científicos, médicos, agrícolas, comerciales e


industriales (instalaciones radiactivas de 2ª y 3ª categoría e instalaciones industriales de
irradiación), necesitarán:

Autorización de funcionamiento, declaración de clausura, y autorización de modificación


cuando sea necesario.

El desmantelamiento y la clausura de la instalación serán responsabilidad del titular. La declaración de


clausura se acompañará de los estudios técnicos necesarios, incluyendo inventario, destino y medidas
de protección y de los informes económicos necesarios.

• Solicitud de autorizaciones

La concesión de la autorización de funcionamiento corresponde a la DGPE, excepto las de 1ª categoría


que serán concedidas por el Ministro. Una vez concedida esta autorización y de acuerdo con los límites
y condiciones de la autorización se procederá a la construcción y montaje.

Antes de la operación de la instalación, el CSN procederá a la inspección e informará al Ministerio de


Economía y Hacienda, quien concederá la autorización de puesta en marcha o funcionamiento. La
solicitud de la autorización de funcionamiento incluirá documentación sobre la instalación y su seguridad,
la organización de personal y el reglamento de funcionamiento. Además incluirá el plan de emergencia y
previsiones para la clausura y cobertura económica.

En las instalaciones industriales de irradiación se incluirá en la descripción del emplazamiento,


información sobre terrenos circundantes y el manual de garantía de calidad.

• Control de las instalaciones: Inspección

El personal del Ministerio y el del Consejo de Seguridad Nuclear realizará las tareas de inspección y
verificación de las instalaciones radiactivas. El CSN ha firmado acuerdos con algunas Comunidades
Autónomas en los que se encomienda a personal acreditado, la inspección de las instalaciones
radiactivas.
© CSN-CIEMAT – 2004
9-7
En el ejercicio de su misión, el inspector podrá ir acompañado de los expertos que considere necesarios
y el titular de una instalación radiactiva vendrá obligado a:

· Facilitar la colocación del equipo e instrumentación necesarios para realizar las


pruebas y comprobaciones necesarias.

· Poner a disposición de los inspectores la información, documentación de equipos y


elementos necesarios para el cumplimiento de su misión.

· Permitir la toma de muestras suficientes para realizar los análisis y comprobaciones


pertinentes.

· Facilitar el acceso a los centros de trabajo y servicios de seguridad.

Se invitará al titular de la instalación o a su representante, a que presencie la inspección y firme el acta.


El resultado de las inspecciones se hará constar en un acta, enviando una copia al titular. En los
supuestos de riesgo o manifiesto peligro, el inspector podrán exigir el inmediato cese de la operación.

• Personal de las instalaciones radiactivas: Licencias y acreditaciones del personal de


operación

Todo el personal que manipule los dispositivos de control de una instalación radiactiva, del ciclo o una
instalación nuclear, o que dirija las manipulaciones, debe poseer una licencia específica concedida por
el CSN.

Se distinguen dos casos:

Ø Instalaciones radiactivas del ciclo

Los trabajadores de estas instalaciones dispondrán de licencias personales e intransferibles, específicas


para una instalación determinada, salvo autorización del CSN. El plazo de validez de la licencia para
este caso es de tres años. Existen dos tipos de licencia:

Licencia de Operador, que capacita, bajo la inmediata dirección de un supervisor, para la


manipulación de los dispositivos de control y protección de la instalación.

Licencia de Supervisor, que capacita para dirigir el funcionamiento de la instalación y las actividades
de los operadores.

Estas instalaciones dispondrán además de un Servicio de Protección Radiológica.

Ø Instalaciones radiactivas con fines científicos, médicos agrícolas e industriales ,

© CSN-CIEMAT – 2004
9-8
Los trabajadores de estas instalaciones dispondrán de:

Licencias de Operador y Supervisor específicas para un campo de aplicación autorizado por el


CSN. Las licencias tendrán carácter personal e intransferible. El plazo de validez será de cinco
años.

Licencia de Operador: capacita, bajo la inmediata dirección de un supervisor, para la manipulación de


materiales y equipos productores de radiación, conforme a los procedimientos establecidos en la
instalación.

Licencia de Supervisor: capacita para dirigir el funcionamiento de la instalación y las actividades de los
operadores.

Las acreditaciones del personal de operación de las instalaciones de rayos X con fines diagnósticos
se regirán por la normativa específica.

El CSN podrá requerir un Servicio de Protección Radiológica, propio o contratado, cuando lo estime
oportuno.

ð Solicitud de licencias.

La licencia de operador podrá ser solicitada por titulados de grado medio o por especialistas con
formación equiparable y conocimientos adecuados, como mínimo con enseñanza secundaria obligatoria
o equivalente. La licencia de Supervisor podrá ser solicitada por titulados de grado medio o superior.

Los responsables de los Servicio de Protección Radiológica o de las UTPR estarán en posesión de
diploma de jefe de servicio de protección radiológica. Éste podrá ser solicitado por titulados de grado
superior.

ð Trámite para la solicitud de licencias

Las licencias se solicitarán al CSN adjuntando la formación académica y experiencia profesional, y el


certificado de aptitud como trabajador expuesto emitido por un servicio médico autorizado. En el caso
de instalaciones nucleares y del ciclo se adjuntará también el certificado del titular donde consten las
misiones a realizar por el solicitante.

El CSN extenderá las licencias de operador o supervisor a todas aquellas personas que acrediten haber
superado los programas de adiestramiento o los cursos o titulaciones académicas homologadas por el
mismo. En los demás casos, las licencias serán concedidas por el CSN a propuesta de un tribunal
designado por el mismo.

ð Renovación de licencias

Las licencias se renovarán por el mismo período inicial. Las solicitudes han de enviarse al menos dos
meses antes de su caducidad. El CSN podrá exceptuar la obligatoriedad de disponer de licencias a
© CSN-CIEMAT – 2004
9-9
aquellas personas que trabajen en instalaciones que a su juicio no ofrezcan riesgos significativos.

ð Obligaciones del personal de operación:

El personal con licencia adscrito a toda instalación radiactiva debe cumplir todas las obligaciones del
reglamento y las específicas que se establezcan en cada caso en la autorización y seguir fielmente las
normas de funcionamiento.
El supervisor de una instalación radiactiva garantiza la seguridad en la operación de la instalación, y
tiene la obligación de detener en cualquier momento su funcionamiento si estima que se han reducido las
debidas condiciones de seguridad de la instalación.
El operador de una instalación radiactiva está autorizado a proceder del mismo modo si, además de
darse las circunstancias indicadas anteriormente, le es imposible informar al supervisor con la prontitud
requerida.
En las instalaciones que exista un Servicio de Protección Radiológica o Unidad Técnica de Protección
Radiológica, el jefe del servicio es el responsable del cumplimiento de las normas oficialmente
aprobadas en relación con la protección radiológica y contenidas en el reglamento de funcionamiento de
las instalaciones; con este fin informará al supervisor de la aplicación adecuada.

Información a todos los trabajadores: Toda persona que sin necesitar licencia trabaje en una
instalación radiactiva ha de conocer los riesgos derivados del uso de radiaciones ionizantes y cumplir las
normas de protección así como su actuación en caso de emergencia.

• Documentación de la instalación: diario de operación, archivos e informes.

El titular de la instalación está obligado a llevar un diario de operación donde se refleje de forma clara y
concreta toda la información referente a la operación de la instalación.

El diario de operación numerado ha de estar autorizado, sellado y registrado por el CSN. A tal fin, el
titular solicitará este trámite con la debida antelación. El diario será comprobado y revisado por los
inspectores cuantas veces estimen oportuno. En el diario de operación figurará el nombre y firma del
supervisor de servicio, anotando los relevos.

Contenido del diario de operación: Debe figurar, con fecha y hora, la puesta en marcha, nivel de
potencia de operación, paradas, incidencias de cualquier tipo, comprobaciones, operaciones de
mantenimiento, modificaciones, niveles de actividad, descarga de efluentes radiactivos al exterior y
almacenamiento y evacuación de residuos. Los ejemplares, ya completos, se archivarán bajo la custodia
del titular de la instalación. Su destrucción o pérdida se comunicará al CSN a la mayor brevedad.

El titular de la instalación está obligado a archivar todos los registros que se obtengan de los equipos de
medida existentes en la instalación, otros registros, diarios de operación y los registros que se soliciten.
Asimismo, presentará en la DGPE y en el CSN los siguientes informes:

. Informes anuales en el primer trimestre del año. Excepto en las instalaciones del ciclo del
combustible que será trimestral
. Informes sobre anomalías en la seguridad y accidentes.
© CSN-CIEMAT – 2004
9-10
3.2.- Reglamentación sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes.

Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección
sanitaria contra radiaciones ionizantes. Publicado en el BOE (26/07/2001).

Desarrolla las normas básicas de protección para los trabajadores y los miembros del público
expuestos a las radiaciones ionizantes. Su principal objetivo será prevenir los riesgos de aparición de
efectos biológicos nocivos que pudieran producirse como consecuencia de las actividades que se
desarrollan en las instalaciones radiactivas. El reglamento establece las normas básicas y específicas de
protección radiológica, la vigilancia y control de las actividades con radiaciones ionizantes, y la
clasificación de las personas. Asimismo, establece los límites de dosis autorizados para cada grupo.

Ámbito de aplicación: se aplica a toda práctica que implique riesgos de exposición a las radiaciones
ionizantes, procedente de fuentes artificiales o naturales que hayan sido procesadas. Incluye las
actividades laborales con presencia de fuentes naturales, que supongan un aumento significativo de la
exposición de los miembros del público, que no pueda considerarse despreciable y, las intervenciones,
en caso de emergencia o de exposición perdurable.

El reglamento establece normas básicas y específicas de protección radiológica para los


trabajadores expuestos y los miembros del público.

ð Normas básicas

Las normas básicas de protección establecen que toda exposición a las radiaciones ionizantes, se debe
basar en la aplicación de los principios de justificación y optimización. Además el número de personas
expuestas a las radiaciones ionizantes será siempre el menor posible y las dosis recibidas no superarán
los límites de dosis autorizados para cada grupo.

La limitación de las dosis aplica a todas las prácticas excluyendo las debidas a examen y tratamiento
médico. Por tanto la limitación de las dosis individuales y colectivas que resulten de exposiciones
controlables, excluyendo las debidas a tratamientos médicos y exposiciones voluntarias, estarán basadas
en los principios de justificación, optimización. La aplicación de estos principios en el ámbito de una
instalación será responsabilidad del titular de la instalación.

Las medidas de protección radiológica ocupacional para los trabajadores expuestos a radiaciones
ionizantes se desarrollan en detalle en otro tema.

ð Medidas específicas de protección para los miembros del público.

La protección de los miembros del público y de la población en su conjunto se basa en las medidas y
controles sobre las operaciones de producción y utilización de las radiaciones ionizantes. El titular de
una práctica realizará los estudios oportunos que confirmen que el riesgo de la población no es
significativo.

La vigilancia se basa en la evaluación y registro de las dosis que pudieran ser recibidas en régimen de
© CSN-CIEMAT – 2004
9-11
funcionamiento normal y en caso de accidente, y estará adecuada al riesgo que impliquen las
actividades. Para la vigilancia del medio ambiente radiológico el CSN dispone de redes de vigilancia
ambiental Figura3.

Fuentes naturales de radiación

Las actividades laborales en las que existan fuentes de radiación naturales deben determinar si existe un
incremento significativo de la exposición de los trabajadores o los miembros del público y por tanto un
incremento del riesgo. Por ejemplo: establecimientos termales, cuevas, minas, almacenamiento o
manipulación de materiales o residuos no considerados radiactivos, que contengan radionucleidos
naturales, y que puedan provocar un incremento significativo de la exposición a los trabajadores o
miembros del público.

Se incluyen las actividades que impliquen exposición a la radiación cósmica durante operaciones de
aeronaves. Por este motivo, las compañías aéreas tendrán que tener programas de protección
radiológica, cuando las exposiciones del personal de tripulación puedan dar lugar a dosis superiores a 1
mSv por año oficial.

El CSN requerirá cuando lo estime oportuno programas de protección radiológica adecuados al posible
riesgo.

ð Las intervenciones también pueden afectar a la exposición del público

Intervención es el conjunto de actividades realizadas para evitar o reducir la exposición de las personas
a la radiación procedente de fuentes que no son parte de una práctica o que están fuera de control.

La intervención puede corresponder a una emergencia radiológica, cuando se requieren medidas


urgentes para proteger a personas, o a una exposición perdurable, es decir si se debe a prácticas del
pasado. En este caso aplican los límites.

4.- OTRAS NORMAS DE INTERÉS EN LAS INSTALACIONES RADIACTIVAS.

Real Decreto 1522/84 (actualmente derogado) crea la Empresa Nacional de Residuos radiactivos,
S.A. (ENRESA), con el fin de gestionar los residuos radiactivos generados en las diferentes prácticas.

El RD 1349/03 actualiza los cometidos de ENRESA con el objetivo de llevar a cabo la gestión de
los residuos radiactivos generados en nuestro país por las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear
estableciendo los cometidos principales que llevará a cabo en dicha gestión. La gestión de los residuos
radiactivos se desarrolla en otro tema.
Real Decreto 1132/90 por el que se establecen medidas fundamentales de protección
radiológica de las personas sometidas a exámenes y tratamientos médicos.
Recoge las principales medidas relativas a la protección de los pacientes y mejora de la calidad del acto
radiológico médico, con objeto de evitar las exposiciones innecesarias, y manteniéndolas al nivel más
bajo posible.
© CSN-CIEMAT – 2004
9-12
Real Decreto 815/2001 de 13 de julio sobre justificación del uso de las radiaciones ionizantes
para la protección radiológica de las personas con ocasión de exposiciones médicas (BOE
14/07/2001). Este Real Decreto amplia el anterior, incorporando al ordenamiento jurídico español la
Directiva 97/43/EURATOM.
Establece los principios de justificación y las responsabilidades del uso de las radiaciones ionizantes para
la protección de las personas frente a exposiciones médicas, incluidas las exposiciones como parte de
los procedimientos médico-legales y la participación voluntaria en programas de investigación médica,
biomédica, de diagnóstico o terapia, así como las exposiciones de las personas que colaboran
voluntariamente, previa información, en la ayuda y bienestar de personas sometidas a exposiciones
médicas.

Finalmente podemos destacar la ya mencionada normativa sobre gestión de materiales sólidos con
contenido radiactivo en instalaciones de 2ª y 3ª categoría que manipulan fuentes de radiación no
encapsuladas, ECO/1449/2003, para la clasificación y gestión de materiales residuales sólidos.

5.- LEGISLACIÓN EUROPEA APLICABLE


La Comisión Europea de Energía Atómica (EURATOM)
Constituida en 1957 por los tratados de Roma, surge para abordar la problemática existente ante la
escasez de recursos energéticos que entonces se esperaba. Cabe destacar su facultad reglamentaria, lo
que constituye un fuero de normativa legal y técnica entre las que destacaremos:
Los reglamentos que tienen un alcance general. Son obligatorios en todos sus elementos y directamente
aplicables en cada estado.
Las directivas que obligan al estado miembro en cuanto al resultado que deba conseguirse, dejando a las
autoridades nacionales la elección de la forma y los medios para alcanzarlo.
Las recomendaciones y los dictámenes que no son de obligado cumplimiento.
Con respecto a la Protección Radiológica, el tratado constitutivo del EURATOM establece :
La Comisión ha de fijar y revisar cuando sea necesario, las normas básicas para la protección sanitaria de
la población y los trabajadores contra los peligros derivados de las radiaciones ionizantes.
Cada estado miembro adoptará las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas para garantizar
el cumplimiento de las normas básicas establecidas por la Comisión y ha de tomar las medidas necesarias
en lo que se refiere a enseñanza y educación profesional.
Todo estado miembro, en cuyo territorio vayan a realizarse experimentos de un cierto riesgo potencial,
debe adoptar disposiciones complementarias de Protección Sanitaria.
La adhesión de España a las Comunidades Europeas implica el reconocimiento del carácter vinculante del
derecho comunitario y de los procedimientos existentes para asegurar la uniformidad de interpretación del
mismo.
La directiva 96/29 de 13 de mayo de 1996 establece las Normas básicas de protección sanitaria de
la población y los trabajadores expuestos, contiene las definiciones de los conceptos, unidades y
términos utilizados en Protección Radiológica, el régimen de declaración y autorización de las actividades,
© CSN-CIEMAT – 2004
9-13
la limitación de dosis, los límites derivados, las exposiciones accidentales, etc..., aspectos que, como ya se
ha visto, están recogidos en nuestra reglamentación.

LEYES PARLAMENTO

REGLAMENTOS GOBIERNO
DECRETOS

ÓRDENES MINISTERIOS
MINISTERIALES

CSN
GUÍAS DE SEGURIDAD
EVALUACIÓN E IMPOSICIÓN

NORMAS
DE CONDICIONES

ORGANISMOS
NACIONALES E
INTERNACIONALES
RECOMENDACIONES

PÍRÁMIDE LEGISLATIVA
LEGISLATIVA
Figura 1

Fig 2 Reglamento de Instalaciones Nucleares y


Radiactivas

•Tabla A:
•NUCLEIDO ACTIVIDAD ACTIVIDAD POR UNIDAD DE
MASA (Bq) (kBq /kg)

•Na-22 10 6 10
•Na-24 10 5 10
•P-3 2 10 5 1 03
•P-3 3 10 8 1 05
•S-3 5 10 8 1 05
•Cl-3 6 10 6 1 04

© CSN-CIEMAT – 2004
9-14
Figura 3: Red de estaciones automáticas (REA) - 14/04/2004

Calidad ambiental: valores radiológicos

Red de Estaciones Automáticas (REA) - 14/04/2004 Red de Estaciones Automáticas (REA) - 14/04/2004

© CSN-CIEMAT – 2004
9-15
Figura 3: Red de estaciones automáticas (REA) - 14/04/2004

Calidad ambiental: valores radiológicos

Red de Estaciones Automáticas (REA) - 14/04/2004 Red de Estaciones Automáticas (REA) - 14/04/2004

© CSN-CIEMAT – 2004
9-16
PRÁCTICA 1: MANEJO DE DIVERSOS MONITORES DE RADIACIÓN Y
DOSÍMETROS PERSONALES UTILIZADOS EN PROTECCIÓN
RADIOLÓGICA.

© CSN-CIEMAT-2004
ÍNDICE

GUIÓN
MATERIAL NECESARIO

1. EQUIPOS DE MEDIDA DE NIVELES DE RADIACIÓN.


1.1. verificaciones y calibración.
1.2. procedimiento de medida.
1.3. realización.

2. DOSÍMETROS PERSONALES Y OPERACIONALES


2.1.- dosímetros de termoluminiscencia
2.2.- dosímetros de película fotográfica
2.3.- dosímetros operacionales.

3. ANEXO 1: Ejemplo de un monitor de radiación

© CSN-CIEMAT-2004
PRÁCTICA 1: MANEJO DE DIVERSOS MONITORES DE RADIACIÓN Y
DOSÍMETROS PERSONALES UTILIZADOS EN PROTECCIÓN RADIOLÓGICA

GUIÓN:

a) Mostrar diferentes equipos detectores de radiación ionizante empleados en dosimetría de área y


su uso en las condiciones de operación habituales.
b) Realizar las verificaciones previas al uso de los equipos.
c) Realizar varias medidas con alguno de los monitores de radiación en distintos puntos de la
instalación.
d) Medir a distintas distancias de una fuente emisora, interponiendo diferentes blindajes.
e) Mostrar diferentes dosímetros personales y operacionales y su uso en las condiciones de
operación habituales.
f) Enseñar las diferentes partes de los dosímetros: material sensible a la radiación, soporte,
dispositivos de lectura y de puesta a cero, etc.

MATERIAL NECESARIO:

La práctica descrita se realiza con los materiales y detectores que se detallan a continuación,
pudiéndose llevar a cabo con otros dispositivos, siempre que sean adecuados a los
requerimientos de la práctica definidos en el guión y a las condiciones reales del laboratorio
donde se vayan a impartir.

1) Dosímetros personales: , TLD (termoluminiscencia), Fotografía.


2) Dosímetros operacionales
3) Equipos portátiles con diferentes tipos de detectores: cámara de ionización, contador
proporcional, Geiger-Müller, detector de Centelleo.
4) Fuentes de radiación: Am-241; Cs-137; Co-60;

© CSN-CIEMAT-2004
P1-1
1. EQUIPOS DE MEDIDA DE NIVELES DE RADIACIÓN.

DETERMINACIÓN DE LOS NIVELES DE RADIACIÓN. CRITERIOS PARA EL EMPLEO DE


LOS EQUIPOS DETECTORES DE RADIACIÓN: RESPUESTA EN FUNCIÓN DEL TIPO Y
ENERGÍA DE LA RADIACIÓN.

1.1 Verificaciones y calibración

Antes de utilizar un equipo de medida, el usuario debe asegurarse de que dicho instrumento es el
correcto para realizar la medida exigida. En muchas ocasiones, los datos suministrados por los
fabricantes no son muy rigurosos o son incompletos.

Todos los detectores deben estar homologados. Cada modelo genérico debe tener sus características
bien especificadas y detalladas en el manual de instrucciones. El operador debe conocer al menos las
siguientes características del modelo elegido:

Ø Linealidad de respuesta (error relativo) en el rango de energía común de uso del equipo.

Ø Respuesta al tipo y energía de la radiación ionizante para la que el instrumento se ha diseñado.

Ø Uniformidad de la respuesta del monitor de tasa de radiación en diferentes direcciones.

Ø Respuesta frente a tasas de dosis elevadas. Condiciones de saturación

Ø Respuesta a cualquier condición ambiental especial que pudiera ser relevante como temperatura
o humedad.

Para cada equipo utilizado, la importancia de unos parámetros u otros dependerá fundamentalmente de
sus características constructivas, del destino para el cual se han fabricado o del uso que realmente se les
esté dando.

Cada equipo individual deberá tener un certificado de calibración vigente emitido por un laboratorio
oficial de calibración y verificación. No obstante, antes de hacer una medida, el operador realizará una
serie de comprobaciones para verificar que el equipo funciona correctamente.

Es importante distinguir claramente la magnitud radiológica que mide el equipo a la hora de


realizar comparaciones de medidas con otros equipos.

Antes de comenzar la práctica, se deberán describir los equipos de medida que se van a utilizar,
tipo de detector, características, partes que lo componen y uso habitual. En el anexo 1 se
muestra un ejemplo descriptivo de un monitor de radiación, contador proporcional.

© CSN-CIEMAT-2004
P1-2
1.2 Procedimiento de medida.

Para realizar la medida en los puntos detectados y así obtener el valor de la tasa de dosis con cierto
rigor es necesario seguir los siguientes pasos:

§ Comprobar el correcto funcionamiento del equipo, verificando el funcionamiento de las


baterías o su conexión a red y utilizando una fuente de verificación, cuando proceda.

§ Determinar el valor del fondo en un lugar representativo del área que va a ser medida.(Este
valor de fondo debe ser medido regularmente)

§ Mantener el equipo en la posición de medida durante al menos tres veces el tiempo de


respuesta del instrumento (indicación 95%).

§ Conocer la incertidumbre del equipo dada por el certificado de calibración en esas


condiciones ambientales.

§ Tomar el valor de la medida del equipo y corregirlo con la incertidumbre anterior.

1.3.- Realización de la práctica:

a) Comparar medidas realizadas con diferentes equipos en distintos puntos de la instalación.

En la Figura 1 se representa una instalación radiactiva tipo, clasificada como zona vigilada, donde se
señalan cuatro puntos para su medida con diferentes equipos:

A. En la proximidad del almacenamiento de las fuentes radiactivas.

B. Sobre la superficie del poyete o zona de trabajo.

C. En la proximidad del bidón de residuos radiactivos.

D. En la entrada de la instalación.

© CSN-CIEMAT-2004
P1-3
ZONA DE TRABAJO
ALMACENAMIENTO DE
FUENTES RADIACTIVAS
B

A
BIDÓN DE RESIDUOS
RADIACTIVOS

D
ZONA VIGILADA

RIESGO DE IRRADIACIÓN

Figura 1. Instalación radiactiva tipo

MEDIDA MEDIDA MEDIDA


LUGAR DE LA EQUIPO 1 EQUIPO 2 EQUIPO 3
MEDIDA

MAGNITUD

UNIDAD

Nota: Es importante distinguir claramente la magnitud radiológica y las unidades de


© CSN-CIEMAT-2004
P1-4
medida del equipo, a la hora de realizar comparaciones de medidas con otros equipos.

Medir el nivel de radiación , a distintas distancias, de una fuente emisora, interponiendo diferentes
espesores.

V
TI L
M O 0 e
E N 0 1
C A S 2 nt
O H
N O 3
1 5
SB 4
m C/
A
R/ M 5 m
A
B x
6
R/

D S 2 11
B E 0 7
OS A 10
FFE 8
3
31
C C 1 9
A 5 1
0, 3
0, 1 0
1
3

Figura 2: Medida interponiendo un blindaje entre la fuente y el detector

EQUIPO DE MEDIDA: Distancia 1 Distancia 2 Distancia 3


______________ cm:______ cm:______ cm:______

FUENTE DE RADIACIÓN:
______________

MEDIDA DE RADIACIÓN

Magnitud:__________ Unidad:___________

Sin blindaje

BLINDAJE 1
Material:______
Espesor:______

BLINDAJE 2
Material:______
Espesor:______

BLINDAJE 3
Material:______
Espesor:______

© CSN-CIEMAT-2004
P1-5
c) Efectuar algunas medidas con diferentes fuentes radiactivas, analizando la respuesta de cada
detector en función del tipo y energía de la radiación.

EQUIPO DE EQUIPO 1 EQUIPO 2 EQUIPO 3


MEDIDA: _____________ _____________ _____________

FUENTE DE Magnitud:_______ Magnitud:_______ Magnitud:_______


RADIACIÓN: Unidad:_________ Unidad:_________ Unidad:_________
FUENTE 1:

Tipo emisión:
Energía:

FUENTE 2:

Tipo emisión:
Energía:

FUENTE 3:

Tipo emisión:
Energía:

© CSN-CIEMAT-2004
P1-6
Figura 3: Diversos equipos de detección de la radiación

© CSN-CIEMAT-2004
P1-7
2.- DOSÍMETROS PERSONALES Y OPERACIONALES

La vigilancia radiológica individual se lleva a cabo mediante dispositivos que proporcionan, una vez
evaluados en el correspondiente Servicio de Dosimetría Oficial, la dosis equivalente recibida por el
trabajador durante un tiempo de exposición determinado.

En cuanto al tiempo necesario para obtener la información dosimétrica, se distingue entre dosímetros
pasivos (no se conoce la información sobre la dosis absorbida hasta que no ha transcurrido un tiempo
fijado de exposición, generalmente un mes, y son evaluados en el correspondiente Servicio de
Dosimetría) y dosímetros de lectura directa, conocidos como operacionales (permiten obtener
información en tiempo real sobre las condiciones de exposición).

A continuación se detallan dosímetros usualmente utilizados en protección radiológica

2.1 Dosímetros de termoluminiscencia: tld (Figura 4)

* Principio físico: La termoluminiscencia es la emisión de luz que tiene lugar en algunos sólidos
cristalinos cuando se calientan a temperatura por debajo de la de incandescencia, después de
exponerlos a la radiación ionizante. La emisión de luz es proporcional a la dosis recibida. Este
fenómeno es consecuencia de las imperfecciones estructurales de las redes cristalinas (trampas)
que retienen algunos de los pares electrón-hueco formados a causa de la radiación ionizante
incidente hasta que se les comunica energía suficiente para su liberación, calentándolos a una
determinada temperatura.

* Partes que lo constituyen: Cristales TLD montados en un soporte que generalmente lleva filtros
que permiten la obtención de distintos datos radiológicos.

Lectura del dosímetro: se lleva a cabo en un lector donde se calienta el cristal en


condiciones adecuadas y se mide la emisión de luz a través de un fotomultiplicador.

Puesta a cero: se realiza con un postcalentamiento controlado para vaciar las trampas
completamente.

* Ventajas:

- Reutilizables.
- Linealidad en un amplio margen de energía (100 µGy- 10 Gy)
- Equivalente a tejido. Fácil manejo. Barato.
- Bajo nivel intrínseco de pérdida de información.

* Desventajas:

- No archivables.
- Sensibles a la suciedad.
© CSN-CIEMAT-2004
P1-8
- Autoborrado por estimulación óptica o térmica.

TARJETA DOSIMÉTRICA

Tarjeta de aluminio

Esquina de posicionamiento

Código de barras

a 06
7475
a
Elementos termoluminiscentes

Láminas de teflón

Figura 4.- Dosímetros de termoluminiscencia.

2.2.- Dosímetros de película fotográfica (figura 5):

* Principio físico: Ennegrecimiento de la placa fotográfica debido a la radiación


incidente. Dicho ennegrecimiento es proporcional a la radiación recibida lo que permite
evaluar la dosis tras un calibrado previo.

* Partes que lo constituyen: Constan de una emulsión fotográfica envuelta en un papel


opaco, montado en un chasis. El chasis está dotado de una serie de ventanas y filtros
que permiten la obtención de distintos datos radiológicos.

* Ventajas:

- Alto grado de información cuantitativa y cualitativa.


- Archivable (historial dosimétrico).

© CSN-CIEMAT-2004
P1-9
7 1 5 4 4 5 6 1 3 2 8
TIPOS DE
FILTROS
1.- Ventana
2.- Plástico, 50 2
mg/cm 2
3.- Plástico, 300
mg/cm
4.- Dural, 0,1 mm
5.- 0,7 mm Cd + 0,3 mm
Pb
6.- 0,7 mm Sn + 0,3 mm
Pb 0,7 mm Pb (blindaje bordes)
7.-
de
8.- 0,4 g de In
9.- Película

Figura 5.- Dosímetro de película

* Desventajas:

- Envejecimiento de las placas fotográficas con el tiempo (sesga los valores por
exceso. Vida útil: unos meses)

- Ennegrecimiento de la película debido a la acción de algunos vapores o a la


alta temperatura.

- Secuencias rigurosas en el revelado.

- Imprecisión a altas dosis.

- Distinta absorción de la energía para el tejido cuando incide radiación gamma


de baja energía.

2.3.- Dosímetros operacionales (de lectura directa)

Los dosímetros operacionales permiten al usuario obtener la medida inmediata de la exposición


o dosis recibida, por ello se denominan también dosímetros de lectura directa. Son utilizados como
complemento para la vigilancia dosimétrica personal ya que permiten visualizar la dosis medida en cada
momento y permiten fijar distintos niveles de alarmas.

Dosímetros digitales (Figura 6):

* Principio físico: detectores de semiconductor o de ionización.

© CSN-CIEMAT-2004
P1-10
Dosímetro digital SIEMENS NRPB:

Partes que lo constituyen:

ü Dos detectores semiconductores, uno para medir dosis profundas (radiación


electromagnética, gamma y X, y betas de alta energía) y el otro para medir
dosis superficiales ( betas de baja energía).
ü Caja de aleación de magnesio con una ventana para la radiación beta de baja
energía (aluminio/Kapton).
ü Pantalla digital donde se pueden leer directamente dosis equivalente
superficial, profunda, superficial total, profunda total, tasa de dosis equivalente
superficial y tasa de dosis equivalente profunda. El sistema posee alarmas para
cada una de las medidas.

Puesta a cero: se realiza a través de un lector por acoplamiento mediante rayos


infrarrojos. El lector tiene incorporado los datos del usuario.

* Ventajas:

- Muy resistente.
- Lectura directa.
- Alto grado de información.
- Alta precisión.
- Calibrado de larga duración
- Batería de duración un año.
- Alarmas e incorporación de los datos del usuario en el lector.
- Anotación de las últimas ocho horas de actividad (resolución 15
minutos).

* Desventajas:

- El precio, posiblemente
© CSN-CIEMAT-2004
P1-11
Figura 6.- Utilidades del Dosímetro digital SIEMENS NRPB

3.- ANEXO 1: Ejemplo de un monitor de radiación

CONTADOR PROPORCIONAL: BERTHOLD LB 133.

El Berthold LB 133 es un monitor de radiación portátil, provisto de un contador proporcional


compensado en energía, lo que permite obtener amplios rangos de medida con baja dependencia en
energía.

* Magnitudes dosimétricas que mide:

- Tasa de dosis equivalente. (Escalas: 0-3; 0-30; 0-300; 0-3.000 y 0-30.000 µSv/h)
* Respuesta lineal en energía: 30 KeV-1.3 MeV para radiación electromagnética (γ y X).

* Tiempo de respuesta:

- 2 s (estándar): se utiliza para localizar áreas radiactivas y para medidas de carácter general en
los rangos superiores.
- 20 s (botón t oprimido): para efectuar medidas en el rango x 1 (escala: 0-3 µSv/h) o para
aumentar la precisión en medidas superiores.

* Ventajas:

- Sensibles, buena exactitud incluso para niveles bajos de radiación.

© CSN-CIEMAT-2004
P1-12
- No presentan efectos de saturación en campos de altas dosis de exposición.
* Desventajas:

- Rango de medida con buena respuesta lineal en energía no muy amplio.

- Respuesta isotrópica no muy buena.

VERIFICACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO:

1- Comprobación de la baterías

2- Verificación periódica con su propia fuente (5 µCi 137Cs) suministrada por el vendedor.

3- Calibración en un laboratorio homologado cada 3 años.

1. Indicador de Alarma.
2. Indicador de baterías.
3. 3 a 7. Escalas
8. Zona de comprobación de baterías.
9. Interruptor de puesta en marcha.
10. Pulsador tiempo de respuesta.
11. Interruptor de sonido
12. Comprobación de baterías
13. Potenciómetro de alarmas.

Figura 7.- Contador proporcional Berthold LB 133

© CSN-CIEMAT-2004
P1-13
RADIOACTIVE
Nº 1070-5-86 Date 6.5.86
0,185 MBq Cs-137
Dose rate at 9,5 µ Sv/h
1m distance

ALARM
0,2 0,5
0,1
1 2
0 3

Sv · h -1

berthold LB 133

x 10
x 10 4

x 10 3
RADIOACTIVE
x 10 2

x 10 1

x1

Figura 7.- Contador proporcional Berthold LB 133

© CSN-CIEMAT-2004
P1-14
PRÁCTICA 2.- MANEJO DE EQUIPOS DE DETECCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN
SUPERFICIAL. VERIFICACIÓN PREVIA AL USO DE LOS EQUIPOS.

© CSN-CIEMAT-2004
ÍNDICE:

GUIÓN/MATERIAL

1. VERIFICACIONES Y CALIBRACIÓN.

2. PROCEDIMIENTO DE MEDIDA.

3. REALIZACIÓN DE LA PRÁCTICA:

4. ANEXO 1

© CSN-CIEMAT-2004
PRÁCTICA 2: MANEJO DE EQUIPOS DE DETECCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN
SUPERFICIAL. VERIFICACIÓN PREVIA AL USO DE LOS EQUIPOS.

GUIÓN:

a) Mostrar diferentes monitores de contaminación superficial usados para la vigilancia radiológica de


área.
b) Realizar las verificaciones previas al uso de los equipos.
c) Realizar varias medidas con alguno de los monitores de contaminación y comprobar la respuesta del
detector frente a la contaminación alfa, beta y gamma.
d) Calcular la eficiencia de un detector de contaminación.

MATERIALY EQUIPO UTILIZADO:

La práctica descrita se realiza con los materiales y equipos que se detallan a continuación,
pudiéndose realizar con otra instrumentación y dispositivos, siempre y cuando sean adecuados a
los requerimientos de la práctica definidos en el guión y a las condiciones reales del laboratorio
donde se vaya a impartir.

1) Equipos portátiles para la medida de contaminación radiológica con detectores Geiger-Müller,


proporcionales, centelleo, etc.

2) Fuentes de radiación: Am-241 ó Pu-239,Ra-226, Sr-90, Tl-204 ó Cl-36, Sr-90, etc. Se


requieren al menos dos fuentes del mismo radionucleido emisor beta de iguales dimensiones
con diferentes actividades y dos fuentes del mismo radionucleido emisor alfa de iguales
dimensiones con diferentes actividades. Las dimensiones de las fuentes deben ser próximas a la
superficie de medida del equipo detector que se vaya a emplear.

© CSN-CIEMAT-2004
P2-1
1. VERIFICACIONES Y CALIBRACIÓN.

Antes de utilizar un equipo de medida, el usuario debe asegurarse de que dicho instrumento es el
indicado para realizar la medida exigida. Al seleccionar un detector para la medida de la contaminación
superficial, esta decisión está basada en el conocimiento del tipo de emisión que se quiere medir (no
siempre se conoce este dato) y las características del detector.

Todos los detectores deben estar homologados. Cada modelo genérico debe tener sus características
bien especificadas y detalladas en el manual de instrucciones. El operador debe conocer al menos las
siguientes características del modelo elegido:

Ø Linealidad de respuesta (error relativo) en el rango de energía común de uso del equipo.

Ø Respuesta al tipo y energía de la radiación ionizante para la que el instrumento se ha diseñado.

Ø Uniformidad de la respuesta del monitor de contaminación superficial a lo largo de toda la


superficie del detector.

Ø Respuesta frente a tasas de dosis elevadas.

Ø Respuesta frente a la posible interferencia de otro tipo de radiación ionizante distinta a aquella
para la que se diseñó el instrumento.

Ø Respuesta a cualquier condición ambiental especial, que pudiera ser relevante: temperatura,
humedad, campos magnéticos o campos de radiofrecuencia.

Para cada equipo utilizado, la importancia de unos parámetros u otros dependerá fundamentalmente de
sus características constructivas, del destino para el cual se han fabricado o del uso que realmente se les
esté dando.

Cada equipo individual deberá tener un certificado de calibración vigente emitido por un laboratorio
oficial de calibración y verificación. No obstante, antes de hacer una medida, el operador realizará una
serie de comprobaciones para verificar que el equipo funciona correctamente.

El objetivo de esta práctica es adiestrar al alumno en el manejo y verificación de las condiciones de


operación de un detector de contaminación concreto.

Antes de comenzar la práctica, se deberán describir los equipos de medida que se van a utilizar,
tipo de detector, características, partes que lo componen y uso habitual. En el anexo 1 se
muestra un ejemplo descriptivo de un monitor de contaminación.

© CSN-CIEMAT-2004
P2-2
2. PROCEDIMIENTO DE MEDIDA

Para realizar la medida del valor de la contaminación superficial debemos conocer los factores que
pueden afectar a la misma.

La tasa de recuento que nos suministra el equipo es inferior que la tasa de emisión de la superficie
contaminada, debido principalmente a tres factores:

- Geométrico: que tiene en cuenta la forma del detector y la superficie a medir, así como la
distancia superficie-detector.

Generalmente, en el caso de la medida de una contaminación superficial este factor es 2 ya


que sólo se detecta las emisiones correspondientes a una sóla cara (geometría detector-
emisor 2p), mientras que la fuente emite en todas las direcciones (geometría 4p).

- Autoabsorción: que tiene en cuenta la absorción total de las partículas radiactivas (beta,
alfa) en la propia muestra radiactiva. Depende del espesor de la muestra y de la energía de
las partículas.

Este factor se calcula a través de las curvas de autoabsorción obtenidas


experimentalmente. La norma ISO 1987 recomienda que, a falta de resultados
experimentales, se utilice el factor de 2 para emisores beta de energía de emisión superior
a 0,4 MeV y el factor de 4 para emisores beta de energía máxima comprendidas entre
0,15 y 0,4 MeV y para emisores alfa.

- Eficiencia intrínseca del detector: que tiene en cuenta el número de impulsos registrados en
función del número de partículas o fotones que inciden en el detector (ε int). Depende de las
características del detector y del tipo y energía de la radiación.

La eficiencia intrínseca está especificada en el manual del detector para los distintos tipos y
energías de la radiación: Fefic.intrin= 1/ε int

Figura 1: Medida del valor de la contaminación superficial.

© CSN-CIEMAT-2004
P2-3
Además debe tenerse en cuenta la corrección por el valor del fondo.

La actividad de la zona contaminada vendrá dada por la expresión:

A = Fgeom ·Fautoabsc· Fefic.intrin · (cps –fondo)

Para realizar la medida de una superficie contaminada con cierto rigor es necesario seguir los siguientes
pasos:

Ø Comprobar el correcto funcionamiento del equipo verificando que su respuesta frente a una
fuente conocida no difiere en más del 25 % de la respuesta inicial cuando se verificó.

Ø Determinar el valor del fondo en un lugar representativo del área que va a ser medida. (Este
valor del fondo debe ser medido y comprobado regularmente).

Ø Utilizar elementos separadores para mantener una distancia entre la sonda y la superficie lo más
pequeña posible.

Ø Mantener la sonda en esta posición durante al menos tres veces el tiempo de respuesta del
instrumento (indicación 95%).

Ø Conocer la eficiencia del instrumento para distintos radionucleidos (tipo de radiación y energía)
y factores ambientales que pueden condicionar los resultados de la medida.

Ø Evaluar los efectos de absorción o geométricos de las superficies o de los objetos a medir en
caso de que estos no sean planos.

Ø Calcular el valor de la contaminación, teniendo en cuenta los factores anteriormente


mencionados.

3. REALIZACIÓN DE LA PRÁCTICA:

La práctica consistirá en el cálculo de la actividad superficial para dos fuentes, una emisora beta y otra
emisora alfa. Previamente, se calculará la eficiencia intrínseca del detector con una fuente de las mismas
dimensiones, así como tipo y energía de la radiación. Utilizando los factores de autoabsorción
establecidos en la norma ISO, se calcula la actividad de ambas fuentes problema.

© CSN-CIEMAT-2004
P2-4
CASO 1: FUENTE EMISORA BETA

EQUIPO Nº :
DETECTOR TIPO:

a) Medida del fondo: Tasa de recuento fondo= F [cps]

b) Cálculo de la eficiencia intrínseca con una fuente conocida de igual dimensión y emisión que la
fuente problema. En caso de no disponer de dicha fuente se anotarán la eficiencia intrínseca
correspondiente a la energía de emisión beta de la fuente problema que se detalla en el manual
del equipo.

FUENTE DE VERIFICACIÓN: Actividad: Fecha:

Ø Cálculo la eficiencia intrínseca:

§ medir una fuente cuya actividad sea conocida


§ corregir la medida por fondo
§ corregir la actividad de la fuente a la fecha de realización de la medida
§ calcular la eficiencia absoluta (cps netas/Actividad corregida)
§ calcular la eficiencia intrínseca: en este caso, la eficiencia intrínseca es el doble de la
eficiencia absoluta (Figura 1: al detector le llega la mitad de lo que emite la fuente) y
la autoabsorción es despreciable.

Actividad Actividad
Energía Eficiencia Eficiencia
Radionucleido nominal corregida cps netas
(keV) absoluta intrínseca
(Bq) (Bq)

El factor de calibración correspondiente a la eficiencia intrínseca es: Fefic.intrin= 1/ε int

c) Medida de la fuente problema: Tasa de recuento [cps]

d) Cálculo de la actividad real de la fuente problema:

A = Fgeom ·Fautoabsc· Fefic.intrin · (cps – F) [Bq]

Fgeom = 2; Fautoabs = 1(*)

A= Bq

(*) Para las fuentes de calibración la autoabsorción es despreciable por lo que este factor se considera igual a 1.
En otros casos, se deberá seguir las recomendaciones de la NORMA ISO 1987
© CSN-CIEMAT-2004
P2-5
CASO 2: FUENTE EMISORA ALFA

EQUIPO Nº :
DETECTOR TIPO:

e) Medida del fondo: Tasa de recuento fondo= F [cps]

f) Cálculo de la eficiencia intrínseca con una fuente conocida de igual dimensión y emisión que la
fuente problema. En caso de no disponer de dicha fuente se anotarán la eficiencia intrínseca
correspondiente a la energía de emisión beta de la fuente problema que se detalla en el manual
del equipo.

FUENTE DE VERIFICACIÓN: Actividad: Fecha:

Ø Cálculo la eficiencia intrínseca:

§ medir una fuente cuya actividad sea conocida


§ corregir la medida por fondo
§ corregir la actividad de la fuente a la fecha de realización de la medida
§ calcular la eficiencia absoluta (cps netas/Actividad corregida)
§ calcular la eficiencia intrínseca: en este caso la eficiencia intrínseca es el doble de la
eficiencia absoluta (Figura 1: al detector le llega la mitad de lo que emite la fuente)

Actividad Actividad
Energía Eficiencia Eficiencia
Radionucleido nominal corregida cps netas
(keV) absoluta intrínseca
(Bq) (Bq)

El factor de calibración correspondiente a la eficiencia intrínseca es: Fefic.intrin= 1/ε int

g) Medida de la fuente problema: Tasa de recuento [cps]

h) Cálculo de la actividad real de la fuente problema:

A = Fgeom ·Fautoabsc· Fefic.intrin · (cps – F) [Bq]

Fgeom = 2; Fautoabs = 1(*)

A= Bq

(*) Para las fuentes de calibración la autoabsorción es despreciable por lo que este factor se considera igual a 1.
© CSN-CIEMAT-2004
P2-6
En otros casos, se deberá seguir las recomendaciones de la NORMA ISO 1987

Figura 2: Monitor de contaminación

1
8c
6
4
2
MAR 0µ
10

MN

Figura 3.- Monitor Nardeux MCB1.

© CSN-CIEMAT-2004
P2-7
ANEXO1: DESCRIPCIÓN DE UN EQUIPO DE CONTAMINACIÓN PORTÁTIL

CONTADOR PROPORCIONAL: BERTHOLD LB 1210 D (Figura 4)

Monitor digital portátil de contaminación provisto de un contador proporcional.

* Magnitudes radiológicas que mide:

- Actividad por unidad de superficie: Bq/cm2.

- Actividad: s-1 (tecla S-1 apretada)

El monitor tiene una alarma incorporada que se dispara cuando se alcanza el nivel de
actividad (tecla S-1 apretada) o de contaminación por unidad de superficie prefijados.

* Tiempo de respuesta:

- 2 s (estándar)

- 20 s (botón t apretado)

Se recomienda siempre trabajar con la mayor constante de tiempo pues se aumenta la


exactitud de la medida. Para contaminaciones mayores se utiliza la constante de tiempo menor.

PUESTA EN FUNCIONAMIENTO

1- Puesta en marcha (presionando el interruptor cuadrado) y comprobación del estado de


la batería: si el indicador luminoso de la batería produce destellos es que las baterías
están bajas. Existe un botón "-| -? " que al presionar nos indica el tanto por ciento de la
carga de la batería (si éste fuera menor que 060, deberán cambiarse las pilas).
2- Compensación de fondo (ajuste del cero): Se quita la caperuza negra, donde hay una
muestra de control. Se presionan los botones "t " (tiempo de respuesta mayor) y "90Sr".
Si se ha efectuado la compensación de fondo la pantalla deberá mostrar 0,00 con un
error de 0,02. Si esto no ocurre se compensa el fondo ajustando los dígitos a 0,00 con
un destornillador en el potenciómetro "zero".
3- Verificación del funcionamiento: se lleva a cabo por medio de la fuente de Sr-90 (100
Bq) situada en la cubierta negra que volvemos a colocar en su lugar. Se aprieta el
botón "S -1". El monitor deberá indicar la lectura nominal que hay inscrita en la cubierta,
teniendo en cuenta la corrección por decaimiento de la fuente.
4- Comprobación y ajuste de la calibración: El monitor tiene 6 teclas para la selección del
radionucleido que se quiere medir. Si éste no aparece en los botones del monitor se
selecciona el botón "FREE CAL" que el usuario debe ajustar con la constante de
calibración adecuada. Si no sabemos que radionucleido se va a medir se selecciona el
botón del radionucleido con mayor factor de calibración ( 125I) para asegurarnos que
© CSN-CIEMAT-2004
P2-8
el valor de la medida es superior al real.

Para la comprobación y el ajuste de los factores de calibración se quita la cubierta


negra. Si se aprietan simultáneamente una tecla de preselección de radionucleidos y la
tecla "CAL DISPL" el número que aparece en pantalla deberá coincidir con el factor
de calibración específico de ese radionucleido. Si no fuese así se ajustaría con un
destornillador girando el potenciómetro "CAL". Los factores de calibración aparecen
en la Tabla I.

Destello rojo cuando


las pilas están bajas

Destello rojo cuando


se supera el umbral
0.00 S -1
Destello verde
para cada impulso Bq · cm- 2 Destello rojo cuando
cuenta en-1s
Berthold Monitor LB 1210 D

Constante de tiempo
- sin pulsar 2 s
Medida de la actividad - pulsada 20 s
en s-1 S -1 τ
Botón pulsado:
125 I indicación acústica
99 mTc
Botón pulsado:
131 I estado de las pilas
Medida de la contaminación 137Cs
con los factores de calibración Boton pulsado:
de los radionucleidos señalados 14 C umbral de alarma
57 Co

90 Sr Potenciómetro que ajusta


32 P el umbral de alarma
FREE Cal Potenciómetro para ajuste
Medida con factor de CAL del factor de calibración
calibración libre
CAL
Zero Potenciómetro para ajuste
DISPL del cero (compensación
Pulsado indica el factor de fondo)
de calibración (tabla 1)

Figura 4.- Monitor Berthold 1210 D.

© CSN-CIEMAT-2004
P2-9
TABLA 1

FACTORES DE CALIBRACIÓN

FACTOR DE
CALIBRACIÓN VALOR MEDIO MÁXIMO
NUCLEÍDO (Bq · cm-2 · s) DEL GRUPO ERROR

125
I 0,285 0,275
4%
99m
Tc 0,265 0,275 4%

14
C 0,195 0,190 3%

57
Co 0,185 0,190 3%

131
I 0,038 0,040 7%

137
Cs 0,040 0,040 7%

204
Tl 0,043 0,040 7%

36
Cl 0,039 0,040
7%
32
P 0,026 0,027 3%

90
Sr / 90Y 0,028 0,027 3%

© CSN-CIEMAT-2004
P2-10
PRÁCTICA 3: DETERMINACIÓN EXPERIMENTAL DE LA VARIACIÓN DE LA
DOSIS ABSORBIDA, DEBIDA A UNA FUENTE PUNTUAL, EN
FUNCIÓN DE LA DISTANCIA, TIEMPO Y BLINDAJE

© CSN-CIEMAT – 2004
ÍNDICE

GUIÓN
MATERIAL NECESARIO

1.- INTRODUCCIÓN.

2.- DISTANCIA.

3.- TIEMPO.

4.- BLINDAJE.

5.- CONCLUSIONES .

© CSN-CIEMAT – 2004
PRÁCTICA 3: DETERMINACIÓN EXPERIMENTAL DE LA VARIACIÓN DE LA
DOSIS ABSORBIDA, DEBIDA A UNA FUENTE PUNTUAL, EN FUNCIÓN DE LA
DISTANCIA, TIEMPO Y BLINDAJE

GUIÓN:

a) Medir experimentalmente, con la instrumentación y dispositivos adecuados, la tasa de


dosis absorbida, a distintas distancias fuente-detector.
b) Medir experimentalmente, con la instrumentación y dispositivos adecuados, la dosis
equivalente en un punto, durante distintos intervalos de tiempo.
c) Detectar el número de cuentas por minuto colectadas por un equipo adecuado
interponiendo entre la fuente de radiación y el detector absorbentes de distintos
materiales y espesores.
d) Comparar los valores obtenidos experimentalmente con los calculados teóricamente y
sacar conclusiones.

MATERIAL NECESARIO:

La práctica descrita se realiza con los materiales y detectores que se detallan a


continuación, pudiéndose realizar con otra instrumentación y dispositivos, siempre y
cuando sean adecuados a los requerimientos de la práctica definidos en el guión y las
condiciones reales del laboratorio donde se vayan a impartir.

1. Cámara de ionización.

2. Dosímetros DIGITALES.

3. Detector de NaI(Tl) + analizador monocanal.

4. Colimador de plomo.

5. Absorbentes de distintos espesores de plomo y hierro

6. Soporte de metacrilato.

7. Metro.

8. Cronómetro.

9. Fuentes de radiación: fuente de Ra-226, fuente de Cs-137

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.1
1.- INTRODUCCIÓN

Como se ha visto en las lecciones teóricas, la dosis efectiva que recibe una persona, debido
a irradiación externa, al permanecer en las proximidades de una fuente radiactiva, depende
de tres factores fundamentales:

* Distancia entre la fuente y el operador.


* Tiempo de permanencia.
* Blindaje interpuesto entre ambos.

La variación de dichos factores permite realizar las operaciones necesarias en las


instalaciones donde se generan radiaciones ionizantes, minimizando la dosis recibida por el
operador y por tanto el riesgo al que se ve sometido (criterio ALARA).
La presente práctica tiene por objeto comprobar experimentalmente la influencia que tienen
los tres factores mencionados en la reducción de dosis.

2.- DISTANCIA

La radiación gamma emitida por una fuente radiactiva de reducidas dimensiones o la


generada en un tubo de rayos X, se propaga en el espacio libre siguiendo una ley de
proporcionalidad inversa al cuadrado de la distancia. Según esta ley, al alejarse de la fuente,
la tasa de radiación (tasa de fluencia de fotones o tasa de fluencia de energía) disminuye en
la misma proporción en que aumenta el cuadrado de la distancia. Y análogamente, al
acercarse a la fuente la tasa de radiación aumenta en la misma proporción en que disminuye
el cuadrado de la distancia. Como consecuencia de ello tenemos que:
2
D2 d 1
= 2
D1 d 2
donde D 1 y D2 son las dosis absorbidas (en cualquier material), durante el mismo periodo
de tiempo y en puntos a las distancias d1 y d2 respectivamente de la fuente.
Esquemáticamente:

d 2

d1

Fuente

D1 D2

Para la comprobación experimental de la ley del inverso del cuadrado de la distancia,


utilizaremos un detector de ionización gaseosa, concretamente una cámara de ionización
donde el gas de llenado es aire. Para ello preparamos un dispositivo similar al indicado en
la Figura 1.

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.2
Detector Fuente
Ra-226

Figura 1.- Dispositivo experimental.

Medimos las tasas de dosis absorbida a distintas distancias fuente-detector (120, 110, 100,
90, 80, 70, 60 y 50 cm.) y anotamos los valores obtenidos experimentalmente en la Tabla
1.

A continuación, calculamos los valores teóricos de la tasa de exposición para una distancia
de 1 m aplicando la expresión:

 C · m2 
Γ  · A [Bq]

 kg · Bq · s   C 
X= 2
d m [ ]
2  
 kg · s 

donde: Γ = Constante específica de radiación gamma, para exposición


A = Actividad (Bq)
d = Distancia (m)

En este caso, se utiliza una fuente puntual de 226


Ra de actividad y constante específica de
exposición conocida.

Γ = Constante específica de radiación gamma (exposición)= 1,60 · 10-18 C · m2 / kg · Bq · s


A = Actividad = 33,9 · 10 6 Bq
d = Distancia = 1 m

 C · m2 
1,60 ·10 −18   · 33,9 · 10 [Bq ]
6
·

 kg · Bq · s   C 
X1 =  =
1 [m ]
2
 kg · s 
 C  s −7  C 
= 5,42 · 10 −11   · 3600   = 1,95 · 10  
 kg · s  h  kg · h 
© CSN-CIEMAT – 2004
P3.3
La relación entre la tasa de exposición y la tasa de dosis absorbida en tejido es
aproximadamente:

·
• •
D = f ·X , siendo: f = 38,7 Gy · kg/C

Con este valor de f y para un metro, obtenemos:

·
• •
 Gy·kg   C  −6  Gy 
D = f ·X 1 = 38,7   ·1,95 · 10 − 7   = 7,56 · 10  
 C   kg · h  h 

Para obtener los valores teóricos de las tasas de dosis absorbidas en tejido a las restantes
distancias, no tenemos más que sustituir la x por su valor, en la ley anterior. Así por
ejemplo, para x = 1,2 m, tendríamos:

• 2 2
Dx = d 1 = 1
• 2 2
D1 d x x


12  Gy   µGy 
D 1, 2 = 7,56 · 10 − 6 · = 5,25 ·10 − 6   = 5,25  
h   h 
2
1,2

Una vez calculados todos los valores teóricos los anotamos en su lugar correspondiente en
la Tabla 1 .

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.4
Tabla 1
VARIACIÓN CON LA DISTANCIA
TASAS DE DOSIS ABSORBIDA
DISTANCIAS (m)
EXPERIMENTALES TEÓRICAS (µGy/h)
1,2 5,3

1,1 6,3

1 7,6

0,90 9,3

0.80 11,8

0,70 15,4

0, 60 21,0

0, 50 30,2

Seguidamente representamos en papel milimetrado las tasas de dosis absorbida teóricas en


el eje de abscisas, en función de las tasas de dosis absorbidas experimentales en ordenadas.
Una vez representados los valores teóricos frente a los experimentales, discutir las
discrepancias observadas en los puntos del gráfico respecto a la recta promediada.

3.- TIEMPO.

Las dosis recibida por una persona expuesta a las radiaciones ionizantes es directamente
proporcional al tiempo de exposición. Es decir:

DOSIS = TASA DE DOSIS x TIEMPO

Esta fórmula es aplicable para las distintas magnitudes (dosis absorbida, dosis equivalente
en un punto…) expresadas en sus unidades correspondientes. Así, para dosis equivalente en
un punto, en el Sistema Internacional (SI):

Sievert = Sievert/segundo x segundo= (Sv/s) · s

La comprobación experimental de la influencia del factor tiempo la vamos a llevar a cabo


con los llamados dosímetros digitales (Figura 2).

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.5
Figura 2. - Dosímetro digital

Para ello, se ponen a cero los dosímetros o se anota la medida que muestran. Se colocan en
un dispositivo ( Figura 3) a la misma distancia del centro (unos 7 cm.) en el que
colocaremos la misma fuente de 226 Ra que utilizamos en el apartado anterior [A = 33,93
MBq)], al mismo tiempo que ponemos en marcha un cronómetro que previamente hemos
puesto a cero.

A los 5 minutos se retiran dos dosímetros, se leen y se anotan las lecturas en la Tabla 2. El
resto de los dosímetros se retiran a los 10, 15 y 20 minutos, anotando las lecturas
correspondientes en dicha tabla.

Se representan, en papel milimetrado, los tiempos de exposición (en minutos) en el eje de


abscisas frente a los µSv acumulados en el eje de ordenadas. Se representan también los
valores teóricos, calculados en función de la constante específica de tasa de exposición (Γ ),
la actividad (A) y la distancia ( d), frente a los experimentales.

Fuente de Ra-226

µ HP

HP
SIEMENS
µ
HP

µ SIEME
NS
S
EN
SIEM

NRPB

NR
PB
PB
NR

Figura 3.- Dispositivo experimental con dosímetros digitales

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.6
Como sabemos del apartado anterior la tasa de dosis absorbida en tejido a 1 m (7,56
µGy/h), la podemos calcular a 7 cm usando la ley inversa del cuadrado de la distancia. El
resultado es 1542,9 µGy/h. Para tener el valor por minuto dividimos por 60.

Luego:

•  µGy 
D 0 ,07 = 25,7  
 min 
Como:


D = D 0 ,07 · t
0 , 07

Para t = 5 minutos:

 µGy 
D0, 07 = 25,7   · 5 [min] = 128,6[µGy]
 min 

De la misma manera calcularemos los valores de las dosis para 10, 15 y 20 minutos, que
anotaremos en la Tabla 2 .

Tabla 2

VARIACIÓN CON EL INTERVALO DE TIEMPO

EXPERIMENTALES
TEÓRICOS
TIEMPO
(µSv)*
(minutos)
DOSÍMETRO DOSÍMETRO MEDIA
1 2

5 128,6

10 257,1

15 385,7

20 514,3

*Se ha usado la relación 1 Gy = 1 Sv para el caso de fotones.

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.7
Una vez representados los valores teóricos y experimentales, discutir las discrepancias
observadas de los puntos del gráfico respecto a la recta promediada y de los valores
calculados (teóricos) frente a los valores medidos (experimentales).

4.- BLINDAJE.

Para la radiación electromagnética (X ó γ ), la atenuación producida por la interposición de


distintos espesores de un mismo material, sigue una ley de tipo exponencial:

I x = I 0 · e- µ_x

donde: Ix = Intensidad emergente


I0 = Intensidad incidente
µ = Coeficiente de atenuación lineal
x = Espesor del absorbente

siempre y cuando se cumplan las siguientes condiciones:

a) Haz de radiación monoenergético (fotones emitidos a una única energía).


b) Radiación colimada (haz fino de fotones que llega al detector en dirección
perpendicular al mismo), para evitar la radiación dispersa.
c) Espesores de absorbentes no gruesos (un espesor es no grueso cuando la
probabilidad de que se produzca una doble interacción Compton es menor
del 1 %).

Para que se cumpla la condición a) utilizamos una fuente de Cs-137 que emite fotones de
662 keV. Además seleccionamos en el analizador monocanal un rango de energía limitado
donde el número de cuentas sea máximo. (corresponde a un intervalo de energía centrado
en el fotopico). La condición b) se cumple por el uso de colimadores, según se muestra en
la figura 4. La condición c) para la energía de 662 keV, se cumple para los espesores
señalados en la tabla adjunta.

Para comprobar el efecto que produce el blindaje interpuesto entre la fuente radiactiva y el
detector, se harán varias medidas con distintos espesores de un mismo material (hierro).
Después se repetirá la misma operación utilizando un material diferente (plomo).
Los resultados obtenidos se anotarán en la Tabla 3 .

Esperamos encontrar la ley de atenuación exponencial señalada anteriormente, donde el


coeficiente de atenuación lineal es el correspondiente al material que se interponga entre la
fuente y el detector . La energía es la correspondiente al Cs-137, 662 keV.

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.8
TABLA 3
NUCLEIDO MATERIAL ESPESOR (cm) CPM
137
Cs HIERRO 0,0

0,4

0,8

1,2

PLOMO 0,0

0,4

0,8

1,2

Absorbente

Fuente Colimadores Detector de Analizador


radiactiva de plomo NaI(Tl) monocanal

PHA WINDOW MeV RANGE 0,1 COUNTS PRESET


COUNTS TIME INDEPEN
0,2 X 100 COUNTS/TIME 0 0,4 0,8 1,2 1,4
A
1 2 3 4 5 6 7 SYMMET. 0,5 1 2 3 4 5
B
1,0 KILOVOLTS
2,0 TIME
SYMMET.
JEN - INVENTARIO C
GM (0,01 MIN.)

Ref. 08043 POWER HV


LOWER LEVEL A UPPER LEVEL
PEAK ENERGY B WINDOW WIDTH
C % WINDOW
PICKER SPECTROSCALER 4 CPM SUBSTRACT
0
COUNT DETEC. 1
9 1
0
9 1
0
HV POWER
STOP MANUAL DISPLAY INPUT 2
1 0 9
1
0
9 1 2 3 4 5 0
9
2 8 8 2 8 2 1 9
2 8 8 8
7 2
TEST 3 3
4 6
7
3
3 7
7 3 3 7 7
5 4 5 6 6
4 4 5
6 4 6 4
START AUTO TIME EXTER 5 5
5
6
CYCLE DISPLAY . OFF OFF

Figura 4.- Dispositivo experimental.

5.- CONCLUSIONES.

A la hora de trabajar con fuentes de radiación, debemos tener en cuenta los tres factores
mencionados: distancia, tiempo y blindaje para que la dosis efectiva que recibamos por
irradiación externa, sea lo menor posible. De este modo el riesgo al que estamos sometidos
será lo menor posible (criterio ALARA).

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.9
Siempre que se pueda se aumentará la distancia operador-fuente radiactiva; para ello, en
ocasiones se utilizan telemanipuladores. El tiempo de exposición a la radiación será el
menor posible; a veces, se optimiza mediante el entrenamiento con fuentes simuladas.
Además, siempre que se pueda, se interpondrán blindajes adecuados entre la fuente y el
operador.

© CSN-CIEMAT – 2004
P3.10

También podría gustarte