Está en la página 1de 16

MEDICINA

&
HISTORIA
Nº 1
2008
CUARTA ÉPOCA

REVISTA DE ESTUDIOS
HISTÓRICOS DE LAS
CIENCIAS MÉDICAS
Publicación trimestral
Fundada en 1964

Fundación Uriach 1838


Centro de Documentación
de Historia de la Medicina

Polígono Industrial
Riera de Caldes
Avda. Camí Reial 51-57
08184 Palau-solità i
Plegamans
(Barcelona-España)
www.fu1838.org
fundación-historia@uriach.com

Director:
Dr. Juan Uriach Marsal

Secretario de Redacción:
Dr. José Danón Bretós

Soporte Válido con la


Ref. SVR nº 479
Dep. legal: B.27541-1963
ISSN: 0300-8169

© de la edición.
Fundación Uriach 1838
Reservados todos los
derechos.
El contenido de la presente
publicación no puede ser
reproducido, ni transmitido
por ningún procedimiento
electrónico o mecánico,
grabación magnética, ni
registrado por ningún
sistema de recuperación de
información, en ninguna
forma, ni por algún medio,
José Mª Villaverde:
sin la previa autorización
por escrito del titular de los
derechos de explotación de
retrato de un desconocido
la misma.

Olga Villasante Armas


Antonio Rey Gonzáles
José Vicente Martí Boscà

1♦
MEDICINA & HISTORIA

El negocio del biógrafo Apuntes Durante el curso 1910-1911 bibliografía secundaria que pudiera
ofrecer datos sobre su trayectoria
es el detalle biográficos se matriculó en la Univer- vital y profesional, para luego
Henry James sidad Central de las cuatro indagar en los archivos pertinentes;
la exploración se tradujo en un
José María Venancio Emete- asignaturas de doctorado, pe- trabajo que ofreció nuestra primera
rio Villaverde y Larrar nació ro por problemas de salud versión de su biografía, un análisis
Introducción 1
de la polémica en cuestión y un
el 3 de marzo de 1888, en la que le obligaron a estar aleja- primer acercamiento cuantitativo
a su obra, que presentamos a
José M.ª Villaverde perteneció ciudad de Vitoria, provincia do de Madrid, las cursó en el las VI Jornadas de Historia de la
a la que se ha venido en lla- de Álava3, donde realizó estu- siguiente. Psiquiatría: REY, A; MARTÍ BOSCÀ,
JV. Un monárquico y un anarquista.
mar como escuela de Psiquia- dios de bachillerato en el Ins- A los 24 años de edad soli- Debate sobre el psicoanálisis
(1924-1928): José M.ª Villaverde
tría madrileña, inaugurada tituto General y Técnico. En citó a la Junta para Amplia- e Isaac Puente, en: CAMPOS, R;
por Pedro Mata (1811-1877) 1903 comenzó los estudios ción de Estudios e Investiga- VILLASANTE, O; HUERTAS, R
(eds). De la “Edad de Plata” al exilio.
y gestada y continuada por su en la Facultad de Medicina de ciones Científicas (JAE) una Construcción y “reconstrucción” de
discípulo José M.ª Esquerdo Valladolid, obteniendo el gra- pensión para continuar sus la psiquiatría española, Madrid,
Frenia, 2007. Por otro lado, nos
(1842-1912). En su ya clási- do de licenciado el 9 de junio estudios de Psicología y Psi- animó la pequeña empresa de
realizar la biografía de este casi
co esquema, Gracia2 lo ads- de 1910. Su expediente aca- quiatría con el profesor Alois inexplorado neuropsiquiatra para el
cribe a la generación de 1916, démico se puede calificar de Alzheimer (1864-1915) en Diccionario Biográfico Español. Vid:
VILLASANTE, O. Voz: Villaverde, en:
también llamada “generación muy brillante, logrando ma- Breslau. En la solicitud argu- Diccionario Biográfico Español, Real
Academia de la Historia (en prensa).
de los Archivos de Neurobio- trículas de honor en todas las mentó que ya había acudido 2
GRACIA, D. “Medio siglo de
logía”. Estos jóvenes alienis- asignaturas de la carrera a ex- al curso de Psicología Expe- psiquiatría española: 1885-1936”,
Cuadernos Hist Med Esp, 1971,
tas se plantearon la concep- cepción de un sobresaliente rimental durante dos años y 10:305-9
ción de la enfermedad men- en Pediatría. Paradójicamen- que tenía conocimientos de
3
Todos los datos sobre su nacimiento,
estudios primarios, bachillerato y
tal desde unos fundamentos te, el único aprobado lo ob- francés, inglés y alemán7. De estudios universitarios proceden del
ARCHIVO DE LA UNIVERSIDAD
radicalmente nuevos, por lo tuvo en lengua alemana, idio- hecho, el curso de Psicología DE VALLADOLID, Sección Archivo
que este grupo puede tam- ma que años más tarde le sir- Experimental era impartido Histórico, Expediente académico de
Don José María Villaverde y Larrar.
bién denominarse como la vió para su formación, así co- por Luis Simarro en la Facul- Hasta ahora, gran parte de las
noticias biográficas sobre Villaverde
“primera generación psiquiá- mo para destacadas publica- tad de Ciencias de Madrid8, provienen de: VALENCIANO,
trica española”, ya que sus in- ciones y traducciones. donde probablemente con- L. El Doctor Lafora y su época,
Madrid, Morata, 1977, que
tegrantes elaboraron una Psi- Sus profesores fueron impor- tactó con él. Fruto de esta co- obtuvo la mayoría de los datos
quiatría de altura, científi- tantes personalidades de la laboración fue el trabajo “Un por conocimiento personal del
biografiado y de entrevistas orales
ca y actual, introduciendo la medicina de la época, desta- nuevo método para el teñi- con uno de sus discípulos, el Dr.
Puyuelo. En la breve biografía
Psiquiatría alemana desde la cando su maestro en Histo- do de la neuroglía”, publica- seminal de ÁLVAREZ SIERRA, J.
base neurológica que supo- logía, Leopoldo López Gar- do en el Boletín de la Sociedad Diccionario de autoridades médicas,
Madrid, Editora Nacional, 1963, se
ne la Histopatología del siste- cía (1854-1932)4, del que Española Biología. En enero hace constar que nació en Valladolid
y que su segundo apellido era
ma nervioso de Ramón y Ca- era entonces profesor ayu- de 1914 solicitó otra pensión Larraz, errores que ya se habían
jal (1854-1934). Uno de los dante Pío del Río Hortega5. en el extranjero, esta vez pa- cometido en vida del autor, y que se
han arrastrado penosamente hasta la
puntales del nacimiento de Fue alumno disector (inter- ra estudiar Neurología con el actualidad.
esta nueva disciplina fue, sin no por oposición) en la cáte- profesor Max Lewandowsky
4
Leopoldo López García perteneció
a la generación de los artífices de la
lugar a dudas, Luis Simarro dra de Anatomía del segundo (1876-1918) en Berlín9. En incorporación en el orden médico y
científico de España al movimiento
(1851-1921), que compar- curso, de Leonardo de la Pe- 1916 la JAE le concedió es- europeo positivista: LÓPEZ
tió con Cajal la creación de ña Díaz (1875-1957). Tam- tudiar el semestre de verano PIÑERO, JM.ª. Santiago Ramón y
Cajal, Valencia, PUV, 2006
una escuela de neuropsiquia- bién fue alumno, en el cur- en Zurich con Eugen Bleuler 5
LÓPEZ PIÑERO, JM.ª. op. cit.
Enciclopedia Universal Ilustrada. Voz:
tras que renovaron comple- so 1907-1908, del que pos- (1857-1940)10, que se prolon- García del Real, Eduardo, Barcelona.
tamente la materia en nues- teriormente fuera una im- gó hasta agosto de 191711. Así Hijos de J. Espasa Editores,
1930. También: CARRILLO, JL.
tro país. Entre estos discípu- portante figura de la Histo- ¿Demolición controlada?: una exigencia
los comunes cabe mencionar ria de la Medicina en Espa- del proceso de profesionalización de la
Historia de la Medicina en España, en:
al histólogo Pío del Río Hor- ña: Eduardo García del Real MARTÍNEZ PÉREZ, J et al. (coords)
1
Hace aproximadamente dos La medicina ante el nuevo milenio: una
tega (1883-1945) y a los psi- Álvarez (1870-1946), que en años, uno de nosotros, trabajando perspectiva histórica, Cuenca, UCLM,
quiatras Nicolás Achúcarro aquellos años era titular de la sobre el médico libertario Isaac 2004
Puente (1896-1936), y al revisar
7
RESIDENCIA DE ESTUDIANTES,
(1880-1918), Gonzalo Ro- asignatura de Patología y Clí- sus publicaciones de los años ARCHIVO JAE, Caja 151/319
(En adelante se referenciará JAE),
dríguez Lafora (1886-1971), nica Médica6. 20, advirtió que este autor había
documento de 15.11.1913
mantenido durante cuatro años
Miguel Gayarre (1886-1936) Con fecha 30 de septiembre una polémica sobre el psicoanálisis
8
VIDAL PARELLADA, A. Luis
con el neuropsiquiatra José M.ª Simarro y su tiempo, Madrid, CSIC,
y, desde luego, el propio Vi- de 1910, previos los ejerci- Villaverde. Vid: MARTÍ BOSCÀ, 2007
llaverde, que se formaron co- cios de oposición correspon- JV. Isaac Puente, el médico que quiso
9
JAE, documento de 30.1.1914
curar al pueblo, en: FERNÁNDEZ DE
10
JAE, documento de 7.2.1916
mo clínicos junto a él, antes dientes, obtuvo el premio ex- MENDIOLA, F; RIVERA, A; MARTÍ
11
JAE, carta del 15.9.1916, dirigida
BOSCÀ, JV. Isaac Puente, el médico desde Zurich al presidente de la
de su incorporación al labo- traordinario de licenciatura anarquista, Tafalla, Txalaparta, 2007. JAE, para prolongar el tiempo de
ratorio de Cajal. en la Facultad de Valladolid. La primera medida fue localizar la pensionado.

♦2
José Mª Villaverde: retrato de un desconocido

tana, José Palancar y Tejedor,


José M.ª Albiñana y Sanz, Án-
gel Durán Gao, José de Elei-
zegui López, Tomás Orellana
de Massa, Leonardo Rodri-
go Lavín, Manuel de los Re-
yes García y Misael Bañue-
los García19. Tras una serie de
cambios en el tribunal, y des-
estimada una denuncia pre-
sentada por Albiñana, se ce-
lebró la oposición y, en marzo
de 1921, Eduardo García del
Real fue nombrado catedráti-
co numerario, a la vez que se
declaró vacante la que ocupa-
ba de Patología Clínica en la
misma Facultad20. 12
GARCÍA, E; HERRERO, F.
Como muchos profesiona- Neuropsiquiatría y psicología en
España en el primer tercio del siglo
les liberales y personajes li- XX. El papel de la JAE, en: Un siglo de
gados al mundo cultural de psiquiatría en España. I Congreso de la
Sociedad de Historia y Filosofía de la
la época, también Villaverde Psiquiatría, Madrid, Extra Editorial,
perteneció al Ateneo de Ma- 1995
13
BERTOLÍN, JM. Literatura
Dr. D. José Maria de Villaverde drid desde 192121. Allí dictó psiquiátrica en España en el período
1901-1936, Valencia, PUV, 1990
tres conferencias; una de ellas 14
“El Dr. José M.ª Villaverde en
pues, desde el 8 de mayo de Neuropsiquiatría en el Hos- el 25 de enero de 1922, sobre la Academia, Siglo med, 1934, 94
(4224):587-90. Como ha puesto
1916 fue pensionado por es- pital del Buen Suceso (Ma- “Los desórdenes mentales, de de manifiesto LÓPEZ PIÑERO,
JM.ª op. cit., al referirse a la llamada
pacio de quince meses, asis- drid). Luis Valenciano (1905- Roberto Schumann”, reali- “Escuela histológica española” lo
tiendo al Instituto de Anato- 1985) aludió a que “Villaver- zando la presentación Ama- habitual ha sido no distinguir de
forma adecuada los dos grupos
mía Cerebral y a la Policlíni- de tenía también una acredi- lio Gimeno (1852-1936); claramente diferenciados que la
ca de Enfermedades Nervio- tada consulta, acaso menor una segunda, el 22 de febrero integraron: el de los discípulos
directos de Cajal y el encabezado
sas, ambas de la Universidad de lo que le correspondía por del mismo año, titulada “Los sucesivamente por Achúcarro y Río
Hortega. La lista de los primeros
de Zurich, con el profesor la peculiaridades de su perso- cerebros de los grandes hom- comenzaría cronológicamente por
Constantin von Monakow nalidad”15. Aunque descono- bres”, esta vez con proyeccio- su hermano Pedro Ramón y Cajal y
la continuarían Domingo Sánchez
(1853-1930), donde estudió cemos la fecha, fue también el nes, y la última, el 2 de abril Sánchez, José Francisco Tello Muñoz
(1880-1958), Fernando de Castro
la Histopatología del cuerpo médico encargado de la Neu- del año siguiente, que dedicó (1996-1967) y Rafael Lorente de No.
calloso y, posteriormente en ropsiquiatría en el Instituto a “Esquerdo y los problemas A la lista de los discípulos directos
hay que añadir, sin duda, el nombre
la misma Universidad, en la Médico-Quirúrgico de la En- psiquiátricos nacionales”. Las de Villaverde.
Policlínica de Psiquiatría con carnación16. tres debieron publicarse por
15
VALENCIANO, L. op. cit. Véase
también: REY, A; MARTÍ BOSCÀ,
los profesores Bleuler y Ma- El día 14 de junio de 1919 se este organismo cultural, aun- JV. op. cit.
16
“El Dr. José M.ª Villaverde en la
yer, sobre las teorías de la de- expidió el acta del grado de que no hemos podido locali- Academia”, op. cit.
mencia precoz12. doctor, calificado como so- zar ningún ejemplar. El 30 de 17
UNIVERSIDAD DE VALLADOLID,
Ibídem.
Si bien en su formación histo- bresaliente17, tras la lectura de abril de 1925, y sin que sepa- 18
Gaceta de Madrid, 317(13 de
noviembre de 1919):642
patológica fue discípulo de “El método de Binet-Simon y mos el motivo, se anotó la ba- 19
Gaceta de Madrid, 334(30 de
Santiago Ramón y Cajal, su sus resultados”, siendo uno ja del socio número 10.210, noviembre de 1919):1021
20
Gaceta de Madrid, 75(16 de marzo
contacto con la psiquiatría de los primeros en utilizar di- José de Villaverde, domicilia- de 1921):890
clínica lo realizó en el Mani- cho test en España. do en la calle Lealtad22.
21
MEMORIA. Memoria leída en el
Ateneo de Madrid por el secretario
comio de Ciempozuelos con El 13 de noviembre de ese En el año 1924 tradujo el Tra- primero D. Victoriano García Martí
con motivo de la inauguración del curso
Antonio Fernández Victo- año se convocaron las oposi- tado de psiquiatría, de Eugen académico de 1922–1923, Madrid,
rio (1867-1925)13. En el año ciones a la cátedra de Historia Bleuler, con un breve prólogo Gráfica Ambos Mundos, 1922
22
Comunicación por correo
1918, y tras su vuelta de Zu- Crítica de la Medicina18, va- de Ramón y Cajal23, que recibió electrónico de 5 de mayo de 2006,
de la Biblioteca del Ateneo de
rich, comenzó a trabajar en cante en la Universidad Cen- las críticas de Lafora. Cuan- Madrid, sobre la anotación de baja
el Laboratorio de Investiga- tral, presentándose Villaver- do la traducción de la terce- en el libro de socios.
23
BLEULER, E. Tratado de psiquiatría,
ciones Biológicas14 y, proba- de como aspirante a ella jun- ra edición del libro estaba en Madrid, Calpe, 1924. Traducción
blemente, ese mismo año fue to con Eduardo García del prensa, apareció la cuarta en de la 3ª edición alemana (1920) y
adiciones de la cuarta (1922) del
encargado de la consulta de Real, Fermín Garrido Quin- alemán, lo que obligó a Villa- Lehrbuch der Psychiatrie.

3♦
MEDICINA & HISTORIA

verde a introducir un apéndi- Con la muerte repentina de tración Local, que no admitía que no en cuantía suficien-
ce al final de la obra con al- José Sanchís Banús (1892- ampliación de plazas. Apa- te, por lo que la plaza fue de-
gunas modificaciones dig- 1932), quedó vacante la je- sionadamente, los discípulos clarada desierta. Volvió a con-
nas de mención. Unos años fatura del Servicio de Neu- de Lafora elevaron un recurso vocarse la oposición en mar-
más tarde, tradujo la segunda ropsiquiatría, del Hospital contencioso-administrativo, zo de 1935, a la que ya pu-
edición alemana de El pensa- Provincial29, a la que sólo as- encabezado por Luis Valen- do presentarse Sacristán, jun-
miento indisciplinado y autísti- piraron Rodríguez Lafora y ciano, que se resolvió por ca- to con Villaverde, López Ibor,
co en la medicina y la manera Villaverde. Los discípulos de ducidad en plena Guerra Ci-
de evitarlo, del mismo autor. Lafora se agruparon a su al- vil, debido a la ausencia de la
Valenciano, además, le atri- rededor, mientras Villaver- formalización de los denun-
buye el capítulo Pathohistolo- de paseaba con un amigo in- ciantes ante la Audiencia Te-
gie der Neuritis und Polineuri- condicional, Carlos González rritorial de Madrid35. Desde
tis de la enciclopedia neuro- Bueno (1898-1984)30, ambos la polémica oposición quedó 24
IV Congreso de Estudios Vascos:
Vitoria 1926. Orientación y enseñanza
lógica alemana Handbuch der con sombrero verde, que en- duplicado el Servicio de Psi- profesionales, San Sebastián,
Neurologie, publicada bajo la tonces usaban los monárqui- quiatría: Lafora se encargó de Sociedad de Estudios Vascos, 1927
25
Gaceta de Madrid, 205(24 de julio
dirección de Oswald Bumke cos porque reunía las inicia- las mujeres y Villaverde de los de 1930):593
26
JAE, documento de 3.7.1931
(1877-1950) y Otfrid Foers- les de «Viva El Rey De Espa- hombres. Al año siguiente, el 27
JAE, documento de 4.7.1932
ter (1873-1941). ña»31. Moya dice haber re- 13 de diciembre (en la misma 28
GARCÍA, E; HERRERO F. op.
cit.:111-38
En 1926 asistió como ponen- cogido dos versiones acer- fecha que Lafora), se produ- 29
VALENCIANO, L. op. cit.:80,
y MOYA, G. Gonzalo R. Lafora.
te al IV Congreso de Estudios ca de esta oposición. La pri- jo el ingreso de Villaverde en Medicina y cultura en una España en
Vascos, dedicado a la orienta- mera expresa que la ganó bri- el Cuerpo Médico Farmacéu- crisis, Madrid, UAM, 1986:85-9
30
Carlos González Bueno fue,
ción y enseñanza profesiona- llantemente Lafora y que los tico de la Beneficencia Pro- después de la Guerra, presidente
les24. Unos años después, el amigos de Villaverde preten- vincial, figurando en el esca- del Colegio de Médicos de Madrid,
del Consejo General de Colegios
19 de julio de 1930, se dic- dieron que se dividiera el ser- lafón como profesor médico, Médicos y de la Diputación
Provincial de Madrid. Véase:
tó la Real Orden 1448, desig- vicio en dos, uno para Lafo- con un sueldo de 6.500 pese- ALBARRACÍN, A. Historia del Colegio
nando a D. José María Villa- ra y otro para Villaverde. Pa- tas anuales36. de Médicos de Madrid, Madrid,
COMM, 2000
verde y Larraz (sic) para que, rece ser, según esta versión, En marzo de 1933 ocurrió un 31
MOYA, G. op. cit.
32
Ídem. Aquí se reproduce una carta
como delegado oficial del Mi- que Lafora no puso dificul- hecho de gran trascendencia dirigida a José Miguel Sacristán, con
nisterio de Instrucción Públi- tad alguna, ya que según di- para la enseñanza oficial de fecha de 22 de octubre de 1933, que
podría aclarar en parte lo sucedido,
ca y Bellas Artes, y a propues- jo, con unas pocas camas le la Psiquiatría en España al in- y a cuya cita remitimos al lector.
ta de la JAE, asistiera al Con- bastaba para trabajar adecua- tentar crearse por vez prime-
33
Villaverde pertenecía a las
redacciones de El Siglo Médico y La
greso anual de la Sociedad de damente. La segunda versión, ra una cátedra de la asigna- Medicina Ibera.
34
Según MOYA, G. op. cit., fue el Dr.
Neurólogos alemanes, que en cambio, explica que Villa- tura37, primero en Madrid y Sacristán quien propuso la división
se celebró en Dresde en sep- verde, de verbo brillante, rea- posteriormente en el resto de del Servicio en dos independientes,
con la plena aquiescencia de
tiembre de 193025. Villaver- lizó unos ejercicios extraordi- Facultades de Medicina. Pri- Enríquez de Salamanca. Como
sabemos, esta solución salomónica
de también representó a Es- nariamente llamativos por su mero se comentó que la cáte- fue la que le permitió a Lafora
paña en el Congreso Inter- calidad en la exposición, fren- dra se creaba para favorecer a regresar al Hospital Provincial tras
su vuelta del exilio mexicano.
nacional de Neurología, que te a Lafora, que estuvo muy Sanchís Banús, pero muerto 35
ARCHIVO REGIONAL DE LA
se celebró en Berna en agos- premioso y lento, como lo era éste en 1932, la Junta de Es- COMUNIDAD DE MADRID.
Recurso Contencioso-Administrativo
to del año 1931, asignándo- con frecuencia32. El resultado tudios quería que fuera ca- interpuesto por D. Luciano (sic)
Valenciano Gayá y D. Miguel Prados
le la JAE 30 pesetas diarias de la oposición, que ganó La- tedrático de Psiquiatría J. M. Such (…), Sig. 4649. carpetilla 14. El
de pensión y 500 para el via- fora, la discutieron revistas Sacristán, pero no era doctor sobreseimiento del recurso permitió
a Lafora, a su regreso del exilio,
je26. Al año siguiente, se con- médicas partidarias de Villa- y no pudo opositar38. Una vez ocupar la plaza de Villaverde, ya que
la suya, abandonada en la contienda,
cedió una nueva asignación verde33. El tribunal, consti- nombrado el tribunal se pu- fue adjudicada en propiedad a Juan
a petición de Ramón y Ca- tuido por José Mouriz Ries- blicó la relación de aspirantes José López Ibor. Un resultado que
no deja de ser irónico.
jal27. De nuevo, en septiem- go (1884-1934), José Mi- admitidos a la oposición, en- 36
ARCHIVO REGIONAL DE LA
bre de 1932, Villaverde acu- guel Sacristán (1887-1957), tre los que se encontraban Jo- COMUNIDAD DE MADRID.
Escalafón del Cuerpo Medico-
dió al XXI Congreso Alemán Gregorio Marañón (1887- sé M.ª de Villaverde junto con Farmacéutico de la Beneficencia
Provincial (en Julio de 1936). Sección
de Neurología28. Sin embar- 1960), José Goyanes Capde- José M.ª Aldama Truchuelo, de Gnº Interior. Personal.
go, este año no fue importan- vila (1876-1964) y Fernan- Román Alberca Lorente, Án- 37
Gaceta de Madrid, 193 (12 de julio
de 1933):262
te para Villaverde por esta re- do Enríquez de Salamanca gel Suils y Pérez, Juan José 38
ANGOSTO, T. “D. José Pérez-
López Villamil o la pasión por el
unión científica, por excelen- (1890-1966), solicitó a la Di- López Ibor y Miguel Prados recuerdo”, Revista AEN, 1985, 5,
te que fuera, sino por un he- putación la creación de una Such39. Al fin se realizaron las (15):487-8
39
Gaceta de Madrid, 62(3 de marzo
cho relacionado con su activi- segunda plaza34, que se con- pruebas40, en las que obtu- de 1934):1766-1767.
dad profesional que desperta- cedió a Villaverde, vulnerando vieron votos, Villaverde, Pra-
40
PÉREZ PEÑA, F. Los últimos
clínicos de San Carlos, Madrid. Visión
ría no poca polémica. ciertamente la ley de Adminis- dos Such y López Ibor, aun- Net, 2005

♦4
José Mª Villaverde: retrato de un desconocido

a Río Hortega, y un tercero, ba culpables de los atropellos


con Antonio Simonena Zaba- sufridos y que “no deben ni
legui (1861-1941) como re- pueden quedar sin la sanción
presentante, a Villaverde. La merecida” 48.
cuestión debía resolverse en Según el expediente que se
una votación a celebrar quin- instruyó por la incorpora-
ce días más tarde. Estaba cla- ción de su asesinato a la Cau-
ro que era una lucha en el se- sa General, fue arrestado el
no de la Academia entre pro- 29 de septiembre de 1936
gresistas y conservadores y, en la Pensión Monge, sita en
tras muchas peripecias, la vo- la Avenida de Peñalver, 8, de
tación dio la mayoría a Villa- Madrid, donde suponemos
verde44. Lafora renunció a su que debió esconderse; desde
condición de académico y allí fue trasladado a la checa
realizó desde la prensa una de Fomento. En el expedien-
denuncia, ya que considera-
ba que Villaverde había sido
elegido más por intrigas po-
lítico-religiosas que por méri-
tos profesionales. El día 23 de
ese mismo mes se leyó la car-
ta de Villaverde aceptando la
designación como académi-
co, por lo que quedó procla- 41
La Real Academia Nacional
de Medicina, institución médica
mado y, como sabemos, pre- creada en 1734, se denominó
paró su discurso de entrada. Academia Nacional de Medicina
desde 1933 hasta 1975, año en que
Villaverde no pudo tomar po- con la finalización del franquismo
recuperó su denominación actual.
sesión de su sillón45, ya que Véase: RODRÍGUEZ NOZAL, R.
en septiembre de 1936, du- Real Academia Nacional de Medicina,
en: Enciclopedia Universal, DVD,
rante la represión acaecida Micronet, 2004
Causa General (1939) en el Madrid republicano en
42
RODRÍGUEZ LAFORA, G.
“Academia Nacional de Medicina. La
los primeros meses de la con- sucesión de Cajal”, Diario de Madrid,
(31 de octubre de 1934)
Prados y otros, quedando de rior, consideraba que los dig- tienda, fue asesinado46. Esta 43
DÍAZ-RUBIO, M. 100 médicos
nuevo sin ocupar. nos herederos del puesto de situación no ha podido con- españoles del siglo XX, Madrid,
You&Us, SA, 2000
En septiembre de ese año, Cajal eran Pío del Río, ya en- firmarse porque nunca apa- 44
Sabemos del marcado
pensamiento monárquico y
Villaverde participó en el X tonces mundialmente cono- reció su cadáver y, al finalizar conservador de Villaverde, así
Congreso Internacional de cido por sus investigaciones la Guerra, el juzgado le consi- como de la declaración a la Causa
General de su propia hermana
Historia de la Medicina, cele- sobre la Histología e Histopa- deró “desaparecido”47. sobre su militancia en opciones
brado por vez primera en Es- tología del sistema nervioso, Aún en plena Guerra Civil, ultraderechistas: Renovación
Española y Falange Española (vid
paña y que contó con la pre- J. Francisco Tello o Fernan- Francisco Javier Cortezo, di- infra). Aunque no hemos obtenido
documentación directa de su
sencia de los más destacados do de Castro, todos ellos de rector de El Siglo Médico, le militancia política, hay constancia
expertos del momento, for- proyección internacional42. dedicó un apasionado artí- de su participación en algunas
actividades de los monárquicos,
mando parte de la Junta Or- La Academia no se demoró culo, en el que recordando como su conferencia sobre el
psicoanálisis en la tribuna de Acción
ganizadora que presidió Ma- y convocó una reunión para su carrera profesional lo ele- Española: HERRERO GARCÍA, M.
rañón. el 2 de noviembre, en la que vaba a la categoría de “mártir “Actividades culturales”, Acción
Española, 1932, 2(10): 427
Poco antes, otro hecho en- se debían proponer los can- de la barbarie rojo-marxista- 45
VALENCIANO, L. op. cit.:122-
frentó a Villaverde con Lafo- didatos para la vacante. Al fi- judaico-masónica”, con gra- 126. También MOYA, G. op.
cit.:94-5, y HUERTAS, R. Lafora.
ra. A la muerte de Cajal, el nal los tres candidatos fue- ves acusaciones al entonces Vallejo Nágera. Garma. Los médicos
de la mente. De la neurología al
17 de octubre de 1934, se ron: Pedro Ara Sarriá (1898- ya fallecido Sanchís Banús psicoanálisis, Madrid, Nívola,
presentó a la Academia Na- 1973), catedrático de Anato- (“buen pájaro”), a Rodríguez 2002:49-51
46
MINISTERIO DE CULTURA.
cional de Medicina la candi- mía en Valencia, Cádiz y Ma- Lafora (“…modelo de villano Archivo Histórico Nacional, Fondos
Contemporáneos, Causa General,
datura de Pío del Río Horte- drid43, propuesto por un gru- y ejemplo de farsante cientí- legajo 1504, caja 2, folio 2629r
ga, como justificado sucesor po de académicos encabeza- fico! Ya hablaremos, porque 47
El 13 de febrero de 1940, por
auto del juez de Primera Instancia,
al sillón dejado por el maes- dos por Enrique Slocker de la éste aún no se ha muerto”) se realizó la inscripción en el
tro41. Lafora, miembro de la Rosa (1882-1943); otro gru- y Sacristán (“¡Aquel Sacris- Registro Civil como “desaparecido”:
REGISTRO CIVIL DE MADRID,
institución desde al año ante- po, cuyo portavoz era Lafora, tán!”), a quienes considera- Sección 3ª, tomo 169-5, folio 366v

5♦
MEDICINA & HISTORIA

sinado un día de los últimos La obra médica


del mes de septiembre” y que
“súplicas y recomendaciones La obra científica de José M.ª
que se hicieron al efecto para Villaverde ha sido descrita en
evitar que se perpetrase el cri- un trabajo anterior54, al que
men fueron inútiles”50. cabe ahora añadir el reperto-
El discurso para su entrada rio de sus publicaciones que
en la Academia Nacional de hasta ahora hemos podido
Medicina quedó bajo la cus- localizar. La extensión de la
todia de su ponente, Joaquín misma impide, por motivos
Decref y Ruiz (1864-1939), de espacio, su estudio com-
que lo habría entregado a la pleto, por lo cual se ha deci-
institución cuando ésta se re- dido analizar los trabajos de-
constituyó pasada la Guerra; dicados a tres temas de espe-
pero Decref murió en abril cial relevancia para la época:
de 1939, y nada se supo de la Psiquiatría Forense, el tra-
la disertación durante años. tamiento intrarraquídeo de
Al final, sus herederos la ha- la lues y los tratamientos por
llaron entre sus papeles y la narcosis prolongada, traba-
remitieron a la Corporación, jos que aportan una adecua-
que encargó a Pedro Laín En- da valoración de la relevancia
tralgo (1908-2001) su lectu- científica de Villaverde. Tam-
ra oficial, en 1946. El discur- bién se han excluido los tex-
so titulado “Degeneración y tos relativos al psicoanálisis
regeneración de las neuritis”, por haber sido tratados ante-
en el que abordaba las lesio- riormente55.
Causa General (1943) nes neurológicas producidas La importancia investigado-
por la intoxicación satur- ra de Villaverde fue puesta en
te, su hermana, María Villa- ral de Seguridad los antece- nina, fue leído en la Acade- duda en el contexto de la po-
verde y Larrar, de 38 años, dentes que obrasen en rela- mia de Medicina e incluido lémica ya citada con motivo
soltera y residente en capital, ción con José M.ª Villaverde y en sus Anales51. En su prólo- de la plaza vacante en la Aca-
que compareció ante el juez se le contestó que solamente go “Hablar con los muertos”,
en calidad de testigo el 29 de existía en su expediente per- relata Laín cómo Villaver-
mayo de 1939, declaró igno- sonal la copia de un telegra- de había sido elegido miem-
rar donde fue conducido su ma que el comisario jefe de bro numerario de la Acade-
48
CORTEZO, FJ. “Altar de
hermano José María, ya que Seguridad (Grupo Civil) diri- mia para sustituir la vacan- Hermanos. El doctor José M.ª de
su cadáver no fue hallado “en gió a Alicante con fecha 29 de te que había dejado el maes- Villaverde”, Semana Médica Española,
4 (24 de septiembre de 1938):125-
ningún sitio”. Al ser pregun- mayo de 1938, que dice así: tro Cajal: “Escribió con pun- 127
tada por el juez si conocía o “Ruego le ordene se averigüe tualidad el discurso de ingre-
49
MINISTERIO DE CULTURA.
AHN, Fondos Contemporáneos,
sabía de personas sospecho- Manicomio de esa provincia so, que remitió al Dr. Decref, Causa General, legajo 1800, caja 1,
Estado A, relación nº 4
sas de participación en el cri- en que esté recluido Médico encargado de contestarle en 50
DIRECCIÓN DEL INSTITUTO
men, declaró: “no se sabe pe- JOSE MARIA VILLAVERDE nombre de la Academia. Así CAJAL. “José M.ª Villaverde Larrar.
Caído por Dios y por España.
ro pueden dar algunos datos LARRA (sic) participándome las cosas, llegó el mes de ju- ¡Presente!”, Trabajos de Instituto
Cajal de Investigaciones Biológicas,
el personal izquierdista del resultado.- Salúdale.- Trans- lio de 1936 y con él la decisi- 1940, 32. No hemos podido recabar
Hospital General de Madrid, mítase.” Se subraya que no va ocasión española de nues- ninguna información sobre las
actuaciones para evitar su muerte,
de donde se supone partió la obran más antecedentes del tro Alzamiento. Villaverde, más allá de las atribuidas al propio
denuncia contra él”. Por últi- interesado así como tampo- entrañable y gallardamente Lafora, que recomendó a Villaverde
que se fuera a vivir y a dormir al
mo, confirmó que su defun- co figuran nombres de de- fiel, de por vida, a lo que el Hospital para evitar ser “paseado”.
Villaverde, evidentemente, no aceptó
ción no había sido inscrita en nunciantes ni de otras perso- Alzamiento significaba, dio el consejo. MOYA, G. op. cit.:89
esa fecha en el Registro Civil, nas que pudieran haber in- con su existencia testimonio 51
ANALES DE LA REAL
ACADEMIA NACIONAL DE
ni los hechos denunciados en tervenido en su detención”49. de su fidelidad, víctima de la MEDICINA. Solemne sesión, Madrid,
Imp. de J. Cosano, 1946, 63(1)
ningún juzgado militar. En 1940, la dirección del Ins- saña y del odio”52. 52
ANALES. op. cit.:II
Años más tarde, y a instancia tituto Cajal, en su publica- Según Valenciano53, sus dis- 53
VALENCIANO, L. Ídem: 80
54
REY GONZÁLEZ, A; MARTÍ
del fiscal delegado instruc- ción oficial, le dedicó una ne- cípulos más destacados fue- BOSCÀ, JV. op. cit.:88-91
tor de la Causa General, éste crología en la que se expresa- ron Puyuelo, Portillo y, algún
55
Ídem, y CARLES, F et al.
Psicoanálisis en España (1893-1968),
solicitó a la Dirección Gene- ba que “fue cruelmente ase- tiempo, Górriz. Madrid, AEN, 2000:103-9 y 129-31

♦6
José Mª Villaverde: retrato de un desconocido

demia Nacional de Medici- ceso de institucionalización bos casos no se logró librar


na. Rodríguez Lafora, al com- de la Psiquiatría, logrando el al reo del patíbulo, pero fue-
parar su producción con la reconocimiento social de los ron la base de unas conferen-
de Río Hortega dijo que los frenópatas como expertos en cias pronunciadas entre 1880
materiales aportado por és- materia de patología mental59. y 188164, con el título “Locos 56
MOYA, G. op. cit.:94-5
te “constituían una columna Así en España, de la mano de que no lo parecen”65. Los psi- 57
Se han descontado las dos
de medio metro de monogra- los primeros mentalistas, a quiatras no cejaron en su em- traducciones de obras de Bleuler y
los dos últimos trabajos. Véase al
fías” y que frente “a este fru- partir de los años cincuenta, peño y a finales de siglo Jo- final de este texto el repertorio de
Villaverde.
to de la enorme labor de Río algunos juicios civiles gene- sé M.ª Escuder66, Luis Sima- 58
CAMPOS, R; MARTÍNEZ
Hortega, presentó su ex dis- raron gran eco social como el rro y Jaime Vera (1859-1918) PÉREZ, J; HUERTAS, R. Los
ilegales de la Naturaleza, Medicina y
cípulo tres pequeños trabajos de Juana Sagrera60, en 1862. lograron que el cura Galeote degeneracionismo en la España de la
Restauración (1876-1923), Madrid,
que versaban sobre el mismo En otros casos, los psiquiatras fuera conducido al Manico- CSIC, 2000
tema (neuritis saturnina)”56. trataron de demostrar la irres- mio de Leganés67. 59
HUERTAS, R. Organizar y
persuadir. Estrategias personales y
Nada más lejos de la verdad, ponsabilidad del acusado pa- En el último tercio del si- retóricas de legitimación de la Medicina
aunque no pretendemos en- ra poder evitarle la pena, co- glo XIX, médicos como Án- mental española (1875-1936),
Madrid, Frena, 2002
trar en comparaciones entre mo en el caso Fiol en el que gel Pulido Fernández (1852- 60
REY, A; PLUMED, J. La verdad
sobre el “caso Sagrera”, en: ÁLVAREZ,
la obra de ambos científicos. Pedro Mata, Antonio Puja- 1932) o Esquerdo, solicita- JM.ª; ESTEBAN, R. Crimen y Locura,
Incluso confrontando, de for- das (1811-1881) y Emilio Pi ban una aplicación estricta o Madrid, AEN, 2004:85-134
61
ESQUERDO Y SÁEZ, J;
ma cuantitativa, la obra de Vi- i Molist (1824-1892) consi- la modificación del Código VILLAVERDE, JM.ª. “Informe
medico legal sobre el estado mental
llaverde con la del propio La- guieron la reclusión manico- Penal de 187068. Si bien en de MVP presentado a la Sala cuarta
fora, uno de los neuropsiquia- mial para el procesado diag- este Código las circunstancias de lo criminal de la Audiencia de
Madrid con motivo de la causa que
tras contemporáneos más ac- nosticado de monomanía. que eximían de responsabilidad se sigue a aquel por el asesinato de
tivos, encontramos que, en el Este aspecto legal también in- criminal incluían al imbécil y N.B.G.” Siglo med, 1927, 79:537-42,
577-81 y 605-6
mismo período de tiempo, el teresó a Villaverde que parti- al loco, Villaverde conside- 62
CONSEGLIERI, A; VILLASANTE,
O. Un regicida frustrado: la
total de trabajos de Lafora fue cipó junto a Jaime Esquerdo raba que se abordaba el pro- imbecilidad de Otero según Esquerdo,
de 161, frente a los 111 de Vi- y Sáez, médico director del blema de un modo esquemá- en: MARTÍNEZ PÉREZ, J; ESTÉVEZ,
J; BLAS, VL; DEL CURA, M (eds) La
llaverde57. Por ello, pensamos manicomio de Carabanchel, tico, simplista, inadecuado y locura y su gestión: enfermedad mental
y psiquiatría en España, UCLM, (en
que no se sustentan objetiva- en el juicio por el asesinato de anticientífico, opinión verti- prensa).
mente las descalificaciones un mecánico en la carretera da en 192869. Ese mismo año 63
HUERTAS, R. Entre la “ciencia”
forense y la legitimación social: En
que Lafora hizo de Villaverde, de Galapagar, en 1925. Am- realizó una intervención en torno al caso Garayo, en: ÁLVAREZ,
antes fruto de las divergencias bos médicos, después de so- la Real Academia de Medici- JM.ª; ESTEBAN, R. , op. cit.:17-34
64
CONSEGLIERI, A; VILLASANTE,
políticas entre ambos que del meter al detenido a un exa- na, “El perito médico en los O. “La imbecilidad como exención
de responsabilidad: el peritaje de
rigor académico. men somático y mental, dic- tribunales de Justicia”70, en la Esquerdo en el proceso judicial de
taminaron que se podía diag- que intervino Tomás Maestre Otero”, Frenia, 2007, 7:213-28
65
ESQUERDO, JM.ª “Locos que no
Villaverde y la nosticar de dementia prae- Pérez (1857-1936), catedráti- lo parecen”, El Anfiteatro Anatómico
Español, 1880, 8(173):69-72
medicina forense cox. El informe médico le- co de Medicina Legal y Toxi- (Reproducida en Frenia, 7:229-41)
gal fue publicado en la pren- cología. De hecho, durante 66
VARELA, J; ÁLVAREZ-URÍA, F.
El cura Galeote, asesino del obispo de
EL interés creciente de los fre- sa y en un pequeño libro61, y las últimas décadas de siglo Madrid-Alcalá. Proceso médico-legal
nópatas por reclamar el reco- en él se realizó una diserta- XIX y las primeras del XX se reconstruido y presentado por Julia
Varela y Fernando Álvarez Uría,
nocimiento de la Psiquiatría ción sobre la esquizofrenia y habían realizado varias pro- Madrid, La Piqueta, 1979
67
CAMPOS, R. “Criminalidad y
como disciplina científica y adjuntaron una serie de in- puestas de modificación del locura en la restauración. El proceso
rama de la medicina, duran- teresantes documentos escri- Código Penal, materializadas del cura Galeote (1886-1888)”,
2003, Frenia, 3(2):111-45
te el siglo XIX, se reflejó en las tos y dibujados por el pro- a finales de 1928. Villaver- 68
PULIDO, A. “Conflictos entre el
la frenopatía y el Código”, V-XL,
revistas especializadas, confe- pio paciente mientras se ha- de consideraba que el nuevo y ESQUERDO, JM.ª Discurso
rencias e intervenciones pe- llaba en la cárcel de El Esco- Código permitía mayor liber- pronunciado por el Dr. Esquerdo
en la inauguración de la Academia
riciales58. El encuentro entre rial. Jaime Esquerdo no hacía tad a los peritos para infor- Frenopática Española, XX, ambos en:
la locura y la medicina legal sino continuar una actividad mar ante el tribunal y resal- GUISLAIN, Lecciones orales sobre las
frenopatías o tratado teórico y práctico
en España se facilitó gracias a que su padre J. Mª Esquerdo tó como positivo que se ad- de las enfermedades mentales, Madrid,
Imp. Enrique Teodoro, 1881-1882
tres vías: los textos de psiquia- había empezado en los tribu- mitiera la irresponsabilidad71, 69
VILLAVERDE, JM.ª “Algunas
tría forense, la creación de las nales de justicia. Este último en caso de perturbación o de- consideraciones sobre la actuación
del experto mentalista ante los
cátedras de Medicina Legal y había participado como pe- bilidad mental (artículo 55), tribunales de justicia”, Siglo med,
1928, 81:251-7
la participación de los frenó- rito en la defensa de diferen- y que se estableciera la res- 70
Anales de la Real Academia de
patas en los tribunales, a par- tes reos como el frustrado re- ponsabilidad atenuada (artí- Medicina, 1928:249-66
71
VILLAVERDE, JM.ª “La psiquiatría
tir de mediados de siglo. Esta gicida de Alfonso XII62, Ote- culo 65)72. en el nuevo Código Penal”, Med
última vía constituyó uno de ro González y el “Sacamante- En otro orden de cosas, tam- Ibera, 1928, 22: 620
72
CÓDIGO PENAL. Madrid,
los pilares esenciales del pro- cas”, Díaz Garayo63. En am- bién relacionado con la Psi- Góngora, 1929:77 y 117

7♦
MEDICINA & HISTORIA

tículo homólogo de Lafora76. paciente; a la hora se extraía


La exposición del desacuer- por punción venosa unos
do entre ambos colegas en re- 30-40 cm3 de suero; inactiva-
lación a la patogenia de la ta- do éste, se inyectaba por vía
bes, no fue sino el comienzo intrarraquídea o intraventri-
de una serie de polémicos ar- cular, previa trepanación. Los
tículos que, durante toda la defensores de este tratamien-
década, originaron descalifi- to sostenían la superior efica-
caciones mutuas. En La Me- cia de los métodos intrarra-
dicina Ibera, en el año 192677, quídeos sobre los intraveno-
Villaverde realizó una amplia sos o intramusculares, ya que
exposición sobre la afectación se favorecía el contacto de la
nerviosa de la sífilis y la clíni- medicación con los espirilos
ca de la psicosis luética (cua- del tejido nervioso.
dros maníacos y depresivos), A lo largo de la década de los
así como del diagnóstico a veinte, médicos como Isidro
través de la reacción de Was- Sánchez Covisa (1879-1944)
serman en el LCR. Un quin- se habían ocupado del trata-
quenio más tarde expuso, en miento de la sífilis que, evi-
otra extensa crónica neuroló- dentemente, no interesaba
gica78, las anomalías del ca- solo a psiquiatras. Este jefe
Caricatura del Dr. Villaverde en el Siglo Médico (Hacia 1930) rácter atribuidas a la tabes, del Servicio de Dermatología
enunciadas ya en 1866 por y Sifiliografía, del Hospital de
quiatría Forense, el psiquia- listas, a psiquiatras ya que en- W. Erb. En esta ocasión, Vi- San Juan de Dios (Madrid),
tra vitoriano se ocupó sobre fermos aquejados de las com- llaverde se hizo eco de biblio- había presentado un trabajo
la capacidad civil de los para- plicaciones neuropsiquiátri- grafía francesa citando la tesis junto a Bejarano sobre el tra-
líticos, asunto que, entonces, cas de la lúes -demencia pa- doctoral de Nageotte o des- tamiento intrarraquídeo de la
generó cierta polémica73. La ralítica, tabes, taboparálisis, cribiendo el término francó- neurosífilis con el salvarsán-
esperanza que algunos médi- parálisis general progresiva fono de “tabetiques gais”, que plata en la Academia Médico-
cos habían puesto en la tera- (PGP)- habían inundado al- R. Cassier había utilizado en Quirúrgica que suscitó diver-
pia palúdica, les hizo pensar gunas de las instituciones ma- 1903 para designar la expre- sas discusiones. A partir de
que, una vez remitida la en- nicomiales europeas. A partir sión de felicidad de los tabé- 1917, fecha en la que Lafora
fermedad, los pacientes po- de 1905, cuando Fritz Schau- ticos. publicó su primer artículo so-
dían reanudar sus actividades dinn (1871-1906) descubrió En 1909 Paul Elrich había bre el tema, otros psiquiatras
y retirarse su incapacitación, la spirocheta y August von descubierto el salvarsán (ars- como César Juarros, Enrique
sin embargo Villaverde se Wasserman (1866-1925) in- phenamine) y, posteriormen- Fernández Sanz o Belarmino
mostraba reacio a dicha cues- trodujo la reacción serológica te, se había introducido el ar- Rodríguez Arias también pu-
tión. Consideraba que, bajo se precipitaron numerosos es- senical trivalente neosalvar-
una apariencia de normali- tudios de los enfermos afectos sán (Magic bullet) como trata-
dad, los pacientes podían di- de PGP. Villaverde no se man- miento más eficaz para la sífi-
lapidar su patrimonio, por lo tuvo al margen de estos deba- lis. Sin embargo, dada la difi-
que era necesario considerar tes científicos, de modo que cultad de acción de las medi-
la incapacitación en función las diferentes complicaciones caciones cutáneas, intramus-
de la evolución, tal como se neuropsiquiátricas de la sífilis culares o intravenosas, Ma- 73
VILLAVERDE, JM.ª “Sobre la
consideraba en el Código Ci- y su tratamiento ocuparon, al rinesco pensó que introdu- capacidad civil de los paralíticos
tratados por la malaria”, Siglo med,
vil alemán. menos, una docena de inter- ciendo dentro del conducto 1930, 85:103-10
venciones en la prensa médi- raquídeo suero sanguíneo de
74
VILLAVERDE, JM.ª “La
alucinosis de Plaut y los síndromes
Las ca entre 1920 y 1931. La alu- enfermos previamente trata- esquizofrénicos en los sifilíticos”,
Arch Neurobiol, 1920, 1(3):251-73
complicaciones cinosis de Plaut, descrita en dos con salvarsán, los tabéti- 75
VILLAVERDE, JM.ª “Sobre la
neuropsiquiátricas 1913 en un congreso de psi- cos podían mejorar. Esta téc- patogenia de la ataxia tabética”, Siglo
med, 1921, 68:357-60
de la lúes y el quiatras alemanes, fue objeto nica fue ensayada por otros, 76
RODRÍGUEZ LAFORA, G. “Sobre
la patogenia de la ataxia tabética”,
tratamiento del primer artículo que escri- entre ellos Swift y Ellis, cuyo Arch Neurobiol, 1920, 1:381-8
intrarraquídeo bió Villaverde74. En 1921 des- método fue el más utilizado. 77
VILLAVERDE, JM.ª “Sobre la
psicosis luéticas”, Med Ibera, 1926,
cribió la patogenia de la ataxia El tratamiento consistía en in- 20:581-92
La patología sifilítica había tabética75, en cuyas primeras yectar una dosis intravenosa
78
VILLAVERDE, JM.ª “La psicosis
de la tabes”, Med Ibera, 1931,
ocupado, entre otros especia- líneas hace referencia a un ar- de salvarsán o neosalvarsán al 25:371-83

♦8
José Mª Villaverde: retrato de un desconocido

Cabecera de La Medicina Ibera

Cabecera de El Siglo Médico

blicaron sus experiencias con Villaverde82, aunque derma- neurología o la neuropatolo-


esta terapia. Sin embargo, la tólogos como Bejarano, Fer- gía surgió todo un arsenal de
raquiterapia no contó con la nández Criado o Sainz de Aja terapias biológicas que trata- 79
VILLAVERDE, JM.ª “La neurosífilis
aceptación de Villaverde, que también describieron el trata- ban de dar respuesta a las en- y la terapéutica intrarraquídea”,
se manifestó contrario a es- miento, después de sus pri- fermedades psiquiátricas más Med Ibera, 14(2):459-61.
RODRÍGUEZ LAFORA, G. “Sobre
ta terapéutica desde 1921. A meras experiencias terapéuti- graves como la malariotera- la terapéutica intrarraquídea”, Med
Ibera, 1921, 4(2):403-7 [15(1):4-
partir de entonces estableció cas, como funesto. pia85, las ya citadas terapias 6]. VILLAVERDE, JM.ª “Sobre la
una polémica con Lafora, tal Las posiciones encontradas intrarraquídeas o las terapias terapéutica intrarraquídea de la lúes
nerviosa. Contestación a un estudio
como se puede comprobar de Villaverde y Lafora gene- de sueño prolongado induci- del Dr. Gonzalo Rodríguez Lafora”,
Med Ibera, 1921, 15(1):339-43
través de la Medicina Ibera y raron un enfrentamiento dia- das por barbitúricos86. Entre 80
VILLAVERDE, JM.ª “Las
El Siglo Médico, periódicos en léctico que salpicó la pren- estos fármacos utilizados para inyecciones intrarraquídeas en la
lúes nerviosa (errores teóricos)”,
los que se sucedieron artícu- sa, prácticamente durante to- la sedación y el control com- Siglo med, 1921, 68:1085-9
los de ambos79. Villaverde ar- da la década de los veinte. En portamental destacó el Vero-
81
VALLEJO NÁGERA, A. “El
tratamiento intrarraquídeo de
gumentaba que, en el Con- 1927, Villaverde publicó tres nal o barbital -ácido dietilbar- la parálisis general”, Clínica y
laboratorio, 1927, 10:253-269
greso de Dermatología que artículos consecutivos sobre bitúrico-, primer hipnótico 82
VALENCIANO, L. op. cit.:80
se había celebrado en la pri- el tratamiento intrarraquí- de esta familia introducido a 83
VILLAVERDE, JM.ª “El
tratamiento intrarraquídeo de la
mavera de 1921 en Alema- deo, en los que mantenía que principios de siglo como se- parálisis general”, Siglo med, 1927,
79:509-515. VILLAVERDE, JM.ª
nia, nadie había apoyado el la parálisis general progresi- dante. Su elevada toxicidad y “Insistiendo en el tratamiento
método salvo Wilhelm Gen- va era una enfermedad incu- la larga semivida obligaron a intrarraquídeo de la parálisis
general”, Siglo med, 1927, 79:664.
nerich, autor del ensayo más rable y mortal. Aportó datos la búsqueda de diversas mo- VILLAVERDE, JM.ª “Equívocos y
importante sobre dicha tera- sobre las clínicas de Leipzig o dificaciones químicas, consi- extremos desatendidos en relación
con la parálisis general”, Siglo med,
pia. Consideraba que Lafo- la Burghölzli de Zurich, afir- guiéndose, entre otros, el fe- 1927, 80:389-96
84
VILLAVERDE, JM.ª “La tabes y los
ra la seguía defendiendo por- mando que el número de in- nobarbital o luminal. Éste fue tratamientos intrarraquídeos”, Med
que se basaba únicamente en gresos no había disminuido utilizado en la clínica psiquiá- Ibera, 1927, 21(1):660-6
85
BROWN, EM. “Why Wagner-
el libro Das Syphilis des zen- después de la introducción trica de la Universidad de Tu- Jauregg won the Nobel Prize for
discovering malaria therapy for
tralnervensystems ihre Ursa- de las terapias intrarraquí- rín, en 1915, por Giuseppe General Paresis of the insane?,
che und Behandlung de Gen- deas83 y, el mismo año, des- Epifanio como hipnosis far- History of Psychiatry”, 2000,
11(4):371-82, VILLASANTE, O.
nerich80. Antonio Vallejo Ná- cribió los efectos iatrogénicos macológica, un anteceden- La malarioterapia en el tratamiento
gera (1888-1960) realizó una del tratamiento84. te de las “curas de sueño”. La de la parálisis general progresiva:
primeras experiencias en España, en:
amplia descripción recogien- Dauernarkose o narcosis pro- FUENTENEBRO, F; HUERTAS,
R; VALIENTE, C. Historia de
do las diferentes opiniones La narcosis longada había sido expuesta la psiquiatría en Europa. Temas
tanto de psiquiatras como prolongada como por Jacob Kläsi en la reunión y tendencias, Madrid, Frenia,
2002:175-88 y VILLASANTE, O.
neurosifiliógrafos81, sin mos- tratamiento 59ª de la Sociedad Suiza de “La malarioterapia ¿un tratamiento
revolucionario”, El médico, 2004,
trar una posición contunden- psiquiátrico: el Psiquiatría, en 1920. Este 919:68-76
te de apoyo o rechazo a la te- caso del somnifen médico asistente de la clíni- 86
BARONA, JL. Institutos de
investigación, utopía científica y
rapia. Sin duda, en España ca psiquiátrica de la Univer- reduccionismo epistemológico, en
“el paladín de la antirraquite- Paralelamente a los avances sidad de Zurich leyó el traba- BARCIA, D (ed). Historia de la
Psicofarmacología, Tres Cantos, You
rapia” estuvo representado en en áreas como la histología, la jo “Ueber Somnifen, eine me- & Us: 1998, 421-47

9♦
MEDICINA & HISTORIA

Villaverde con Cajal y Achúcarro

dikamentöse Therapie schi- tratamiento psicoterapéuti- pia o el tratamiento con nu-


zophrener Aufregungszus- co88. Esta idea de tranquili- cleinato en la esquizofrenia,
lände”, proponiendo el trata- zar al paciente previamen- afirmando que el vitoriano
miento con somnifen para la te a comenzar una psicote- siempre se mostraba contra-
esquizofrenia87. rapia fue recogida por Villa- rio a cualquier nuevo inten-
El somnifen (somnifene o verde, quien realizó una des- to terapéutico. Lafora había
somnifeno), dietil diprope- cripción de la técnica de Klä- comenzado a utilizar el tra-
nilbarbitúrico de dietialmina, si que, a su modo de ver, era tamiento en 1921, poco des-
fue preparado en el Instituto similar a la hipnosis farmaco- pués de leer los trabajos de
Farmacológico de la Univer- lógica de Epifanio89. Se refi- Kläsi en Schweizer Archiv für
sidad de Zurich, bajo la direc- rió, también, a la experiencia Neurologie und Psychiatrie. Las
ción de Max Clöetta y la cola- del profesor suizo con los ca- sucesivas críticas de Lafora,
boración del español Tomás sos de 23 mujeres y 3 varones a finales de 1924, encontra-
Alday Redonet. Este com- esquizofrénicos. Villaverde se ron respuesta al año siguien- 87
RODRÍGUEZ LAFORA, G.
puesto, producido por la fir- mostró crítico con este méto- te en Villaverde, quien man- “Sobre la narcosis prolongada por
ma Hoffman-La Roche, era do, al que el mismo Kläsi re- tenía su desconfianza sobre la el Somnifene en psiquiatría”, Med
Ibera, 1924, 18(2):1157-9
un hipnótico completamente conocía sólo una mejoría de eficacia del método91. Al pa- 88
SHORTER, E. A history of
Psychiatry. From the Era of the Asylum
soluble capaz de inducir una la tercera o cuarta parte de los recer, Lafora se había negado to the age of Prozac, New York, Wiley,
narcosis prolongada, de ab- pacientes, por lo que se negó a mostrarle a aquél las prepa- 1997:204
89
VILLAVERDE, JM.ª “La narcosis
sorción y eliminación rápida aplicarlo. Lafora, argumen- raciones de centros nerviosos continua de Kläsi y sus aplicaciones
terapéuticas”, Med Ibera, 1924,
produciendo menos toxici- tando que había utilizado el de animales intoxicados (ga- 18:1052-6
dad que los previos. Sin em- método en cerca de un cente- tos anestesiados con somnife- 90
RODRÍGUEZ LAFORA, G. “La
terapéutica por el sueño prolongado
bargo, la primera intención nar de enfermos, acusó a Vi- ne) del Laboratorio Cajal, por en psiquiatría”, Med Ibera, 1924,
de Kläsi al provocar el sue- llaverde de “actitud anticien- no considerarlo una persona 18(2):1061.
91
VILLAVERDE, JM.ª “Sobre la
ño en los pacientes esquizo- tífica, intransigente y negati- de confianza92. narcosis continua por el Somnifene
en psiquiatría”, Med Ibera, 1925,
frénicos, no fue sino prepa- va”90. Dicha actitud, a juicio El mismo año que estos inter- 19:53-8.
rarlos para una relación me- de Lafora, también había sido cambios dialécticos entre Vi- 92
RODRÍGUEZ LAFORA, G.
“Sobre la narcosis prolongada por el
jor con el médico e iniciar un sostenida ante la malariotera- llaverde y Lafora habían salta- Somnifene en psiquiatría”, op. cit.

♦ 10
José Mª Villaverde: retrato de un desconocido

incidieron otros autores pos-


teriormente como Fritz Möll-
enhoff94. Estos problemas de
seguridad y la introducción,
a partir de 1930, de los cho-
ques insulínicos, los choques
cardiazólicos de Von Meduna
o la terapia de electroshock
redujeron progresivamente el
uso del somnifen.

Homenaje a Villaverde. Trabajos del Instituto Cajal (1940)

do a la prensa, José M. Sacris- menzado el sueño, se aplica- do que el paciente pudiera


tán junto a José G. Pinto pu- ban dos ampollas de somni- comer y realizar sus necesi-
blicaron el tratamiento de dos fen (cada una de 2 cm3) in- dades.
mujeres diagnosticadas de yectándose una en cada ex- En definitiva, estas “curas de
psicosis maníaco-depresiva tremidad inferior, con las que sueño”, que adquirieron gran
con somnifen93. En este tra- el sueño duraba de 6 a 10 ho- popularidad en los años vein-
bajo se detalló la técnica utili- ras y se prolongaba otras 8 ó te, sobre todo, en los países 93
SACRISTÁN, JM; PINTO, G.
“La narcosis permanente de Klaesi
zada por el psiquiatra de Zu- 10 horas más con otra ampo- de habla germana, no estaban en dos casos de psicosis maníaco
rich que consistía en inyec- lla. Se trataba de conseguir un exentas de riesgo. De hecho depresiva”, Arch Neurobiol, 1924,
4:139.
tar subcutáneamente 1 mg sueño de seis o siete días, más en la primera serie de Kläsi 94
WINMDHOLZ, G;
de escopolamina (hioscina) y superficial que aquel provo- fallecieron tres de los 26 pa- WITHERSPOON, LH. “Sleep as
cure for schizophrenia”, History
1 cg de morfina. Una vez co- cado por el luminal, de mo- cientes, cuestión sobre la que Psychiatry, 1993, 4:83-3.

11 ♦
MEDICINA & HISTORIA

Repertorio de la ataxia tabética, Siglo áreas del cerebro del co- ce du lapin, Trav Lab Rech
Bibliográfico med, 68:357-60 nejo, Libro en honor de D. Biol, 22:1-23
- (1921) La cuestión de los Santiago Ramón y Cajal, 1, - (1924) Les connexions
VILLAVERDE, JM.ª; SIMA- manicomios españoles, Si- (59):624 commisureles des ré-
RRO, L (1913) Un nuevo glo med, 68:424-6 y 447-50 - (1923) La esquizofrenia. gions postérieures du cer-
método para el teñido de la - (1921) Las inyecciones in- Evolución de su concepto, veau, Trav Lab Rech Biol,
neuroglía, Bol Soc Esp Biol95 trarraquídeas en la lues ner- Med Ibera, 17:448-55 22:99-142
VILLAVERDE, JM.ª Resulta- viosa, Siglo med, 68:1085-9 - (1923) Las crisis tabéticas - (1925) Sobre la narcosis
dos obtenidos obtenidos con - (1921) La neurosífilis y la en las formas oligosintomá- continua por el Somnifene
el método de Binet-Simon en terapéutica intrarraquídea, ticas, Siglo med, 71:49-53 en psiquiatría, Med Ibera,
un imbécil, Rev clin Madrid, Med Ibera, 14(2):459-61 - (1923) Beitrag zur Kennt- 19:53-8
14:354-7 - (1921) Sobre la terapéuti- nis der kortiko-thalamis- - (1925) Epilepsia y secre-
- (1916) La apreciación de ca intrarraquídea de la lúes chen Beziehungen in der ciones internas, Med Ibera,
pesos en niños normales y nerviosa. Contestación a motorischen Zone beim 19:504-11
anormales, Bol Soc Esp Biol, un estudio del Dr. Gon- Kaninchen. Schweiz Arch - (1925) Les lésions céré-
4(Año V):140-3 zalo R. Lafora, Med Ibera, Neurol Psychiat, 13:665-74 belleuses dans un cas
- (1918) Espasmo del orbi- 15(1):339-43 - (1923) Esquerdo y los proble- d’idiotie. Trav Lab Rech Biol,
cular palpebral y los mús- - (1921) Los desórdenes men- mas psiquiátricos nacionales, 23:101-34
culos de la nuca, Med Ibera, tales, de Roberto Schumann, Madrid, (se)
5:317-22 Madrid98 BLEULER, E (1924) Tratado
- (1918) Contribución al co- - (1921) Los cerebros de los de psiquiatría, Madrid, Calpe.
nocimiento del desarrollo grandes hombres (con pro- Traducido de la última edi-
fetal del cuerpo calloso, Bol yecciones), Madrid ción alemana por José M.ª de
Soc Esp Biol - (1921) Contribución al es- Villaverde
- (1919) Beitrag zur Entwic- tudio de la siringomielia y VILLAVERDE, JM.ª (1924)
kelungsgeschichte des Ba- otros procesos patológicos Las últimas «novedades» en
lkens, Schweiz Arch Neurol afines, Trab Lab Invest Biol, materia de psicoanálisis, Siglo
Psychiat96, 3(45-87) 19:1-36 med, 73:81-84
- (1919) Desarrollo fetal del - (1921) Sobre el origen de - (1924) Sobre el psicoanáli-
cuerpo calloso, Bol Soc Esp las fibras callosas en el área sis, Siglo med, 73, 536-41
Biol, 7(Año VIII):32-46 “Gigantopyramidalis” del - (1924) La psiquiatría mo-
95
En el listado de El Siglo Médico
(1934) aparece esta revista como
- (1919) Mielinización del conejo, Trab Lab Invest Biol, derna y las ideas de Bleuler, Academia Española de Biología
aunque con toda seguridad se trata
cuerpo calloso, Bol Soc Esp 19:195-208 Siglo med, 74, (4-5):34-36 del Boletín de la Sociedad Española de
Biol, 7(Año VIII):121-30 - (1921) Estudios anatómi- - (1924) Sobre un pretendi- Biología (Bol Soc Esp Biol), publicado
en Madrid entre 1911 y 1931. Así
- (1919) Beitrag zur Ent- co-experimentales sobre el do síndrome nervioso nue- constará en adelante.
96
Esta prestigiosa revista suiza,
wicklungsgeschich- curso y terminación de las vo (parálisis homónima de aparece en unas ocasiones con su
te des Balkens, Arch fibras callosas, Trab Lab In- cara y miembros y amau- nombre en alemán, Schweizer Archiv
für Neurologie und Psychiatrie, o en
Suis Neurol Psychiat, vest Biol, 29:37-70 rosis unilateral alterna; sín- francés, Archives Suisses de Neurologie
4(45-67):199-234 - (1921) Las degeneraciones drome de embolia de la et de Psychiatrie.
97
En los archivos del Instituto
- (1920) La alucinosis de secundarias consecutivas a porción terminal de la ca- Cajal, con cuyos ficheros hemos
completado los trabajos de
Plaut y los síndromes es- las lesiones experimentales rótida interna). Siglo med, Villaverde, aparece curiosamente
quizofrénicos en los sifilí- del cerebelo. Madrid, Impr. 74:468-72 esta revista como Trab Lab Res
Biol, como si se tratara de una
ticos, Arch Neurobiol, 1(3), y Libr. de Nicolás Moya - (1924) Algo sobre el mo- publicación en lengua francesa. Aquí
hemos utilizado la abreviatura de su
251-73 - (1922) La cuestión del pre- vimiento psicoanalítico de nombre original. Se trata de Trabajos
- (1920) Los reblandeci- tendido diagnóstico precoz la actualidad, Med Ibera, del Laboratorio de Investigaciones
Biológicas de la Universidad de Madrid
mientos bulbares, Siglo de la parálisis, Med Ibera, 18:208-12 (Trab Lab Investig Biol Univ Madrid)
med, 67:181-206 16:153-6 - (1924) Carta abierta a «Un que se publicó en Madrid entre
1901 y 1942. Es continuación de
- (1920) Sobre un caso de - (1922) Las secreciones in- Médico Rural». Med Ibera, Revista de Microglía (Rev Microg)
editada también en Madrid entre
afección de la cauda equi- ternas y la Neuropatología, 18(1) [cubiertas], 245 1896 y 1900, y siguió con el título
na, Siglo med, 67:565-7 Med Ibera, 16:412-6 - (1924) La narcosis conti- de Trabajos del Instituto Cajal de
Investigaciones Biológicas (Trab Inst
- (1920) Las degeneraciones - (1922) Sobre la necesidad nua de Klaesi y sus aplica- Cajal Investig Biol), entre 1943 y
1979.
secundarias consecutivas de una terminología psi- ciones terapéuticas, Med 98
Tanto este título como el siguiente
a lesiones experimentales quiátrica en lengua españo- Ibera, 18:1052-6 son conferencias pronunciadas por
el autor en el Ateneo de Madrid (ver
del cerebelo, Trab Lab Invest la, Siglo med, 70:56-61 - (1924) Contribution à la texto), sin constancia por nuestra
Biol97, 18:143-98 - (1922) Las conexiones cór- connaissance du système parte de su publicación, aunque
pensamos que era lógico incluirlas
- (1921) Sobre la patogenia tico-talámicas de algunas commisurel de l’aire motri- en el repertorio.

♦ 12
José Mª Villaverde: retrato de un desconocido

l’intoxication par le
plomb, Trav Lab Rech Biol,
24:267-86
- (1927) El tratamiento intra-
rraquídeo de la parálisis ge-
neral, Siglo med, 79:509-15
ESQUERDO, J; VILLAVER-
DE, JM.ª (1927) Informe
médico legal sobre el estado
mental de M.V.P. presentado
a la Sala cuarta de lo criminal
de la Audiencia de Madrid,
con motivo de la causa que
se sigue a aquel por el ase-
sinato de N.B.G., Siglo med,
79:537-42, 577-81 y 605-11
- (1927) VILLAVERDE, JMª.
Algunas consideraciones
sobre la intolerancia para
la escopolamina y el me-
canismo de las reaccio-
nes psicopáticas, Siglo med,
79:457-461
- (1927) Insistiendo en el
tratamiento intrarraquídeo
de la parálisis general, Siglo
med, 79:664
- (1927) El profesor P. E.
Bleuler, Med Ibera, 21, [cu-
biertas], 551-3
- (1927) Los problemas psi-
quiátricos en España. Es-
tado actual de algunos de
sus aspectos olvidados
que siempre debieran te-
nerse en cuenta, Med Ibe-
ra, 21[cubiertas]:523-51,
571-81 y 599-605
- (1927) La tabes y los tra-
tamientos intrarraquídeos,
Med Ibera, 21:660-6
- (1927) Sobre las manifesta-
ciones motoras que acom-
pañan a la narcolepsia. A
propósito de un caso obser-
vado en un niño, Arch Esp
Pediatr, 11:652-66
Portada del Tratado de Bleuler (1924) - (1927) Equívocos y extre-
mos desatendidos en rela-
- (1925-1926) Algunas con- - (1926) Sobre las psico- - (1926) Les résultats tardi- ción con la parálisis gene-
sideraciones sobre el térmi- sis luéticas, Med Ibera, fs de l’intoxication satur- ral, Siglo med, 80(2):389-96
co polyomiositis, An Acad 20(1):581-90 nine expérimentale des - (1927) Lésions du cerve-
Med-Quir Esp., XIII: 370-72 - (1926) Lésions des nerfs nerfs, Trav Lab Rech Biol, let dans l’intoxication par le
- (1926) El problema de dans l’intoxication saturni- 24:155-80 plomb, Trav Lab Rech Biol,
las neurosis, Med Ibera, ne expérimentale, Trav Lab - (1926) Les lésions des 25:41-80
20:490-6 Rech Biol, 24:1-63 plaques motrices dans - (1927) Phènomènes de

13 ♦
MEDICINA & HISTORIA

- (1928) Las psicosis y las


enfermedades del apara-
to circulatorio, Med Ibera,
22(2):582-90
- (1928) La psiquiatría en el
nuevo Código Penal, Med
Ibera, 22:620-4
- (1928) Üuber einige Eigen-
tümlichkeiten der Narko-
lepsie, Archiv für Psychia-
trie und Nervenkrankheiten,
86(1):129-50
- (1929) Contribución al
conocimiento de las for-
mas incompletas del sín-
drome talámico, Siglo med,
83:147-54
- (1929) A propósito de la
llamada epilepsia extrapira-
midal, Siglo med, 84:445-9
- (1929) Contribución al co-
nocimiento de la esquizo-
frenia gemelar, Siglo med,
84:601-9
- (1929) Algo a propósito
de la angustia, Med Ibera,
23(1):769-79
- (1929) En torno a la epide-
mia de poliomelitis, (sl), (se)
- (1929) Algo sobre la su-
puesta patogenia de la en-
fermedad de Dupuytren,
Med Ibera, 24(2):213-22
VILLAVERDE, JM.ª; MON-
TAUD99 (1929) Sobre las re-
laciones de la jaqueca con
la esquizofrenia, Med Ibera,
23:631-7

Portada del Libro Anatomía-Patología-Cirugía

dégénérescence dans les samiento indisciplinado y autís- del experto mentalista ante
berfs intoxiqués par le tico en la medicina y la mane- los tribunales de justicia, Si-
plomb, Trav Lab Rech Biol, ra de evitarlo, Madrid, Agui- glo med, 81:251-7
25:81-128 lar. Traducción de la segunda - (1928) Los problemas psi-
- (1927) La orientación pro- edición alemana por José M.ª quiátricos en España. Es-
fesional de los deficientes de Villaverde tado actual de algunos de
mentales, en: IV Congre- VILLAVERDE JM.ª (1928) sus aspectos olvidados que
so de Estudios Vascos: Vitoria Contribución al conocimien- siempre debieran tenerse
1926. Orientación y enseñan- to de los trastornos mentales en cuenta, Med Ibera, 22(1)
za profesionales, San Sebas- producidos por la escopola- [cubiertas]:3-9
tián, Sociedad de Estudios mina, Siglo med, 81:137-44 - (1928) El psicoanálisis 99
Puede tratarse de Raul Montaud
Vascos:120-38 - (1928) Algunas considera- y la epilepsia, Med Ibera, Noguerol: REY, A et al. (2006)
Tres siglos de psiquiatría en España,
BLEULER, E (1928). El pen- ciones sobre la actuación 22:303-9 Madrid, AEN 2006

♦ 14
José Mª Villaverde: retrato de un desconocido

VILLAVERDE, J. M.ª (1929- co de la siringomielia, Med fasern in der motoris- Real Academia Nacional de
1930) Lésions du cerveau Ibera, 24:37-46 chen Rinde bei der Fleder- Medicina 63(1):465-531
causées par les sels de plomb. - (1931) Las psicosis de la ta- maus, Deut Zschr Nervenh, - (sa) Die Balkenfasserung
Trav Lab Rech Biol, 26:9-54 bes, Med Ibera, 25:371-83 130:85-8 der Sehrinde100.
- (1929-1930) Sur l’évolution - (1931-1932) Les lésions - (1933) Ueber die Regene-
de lésions des neurones cor- cérébelleuses dans l’idiotie rationsmöglichkeiten bei Agradecimientos
ticaux dans l’intoxication mongoloide et quelques der experimentellen Blei-
expérimentale par le consiérations sur la patho- neuritis, Zeitschrift fur die Los autores agradecen todas
plomb, Trav Lab Rech Biol, logie du cervelet, Trav Lab gesante Neurologie und Psy- las facilidades obtenidas por
26,55-74 Rech Biol, 27:111-60 chiatry, 146(3-4):317-42 parte de archiveros, bibliote-
- (1929-1930) Sur l’avenir - (1931-1932) Les lésions - (1933) Altérations initia- carios y documentalistas de
des parties constitutives de la fibre musculaire dans les de la microglie dans las instituciones consultadas,
de la fibre nerveuse dans l’intoxications saturnine ex- l’intoxication expérimen- así como a cuantas personas
l’intoxication expérimen- perimentale, Trav Lab Rech tale par le plomb. Trav Lab nos han facilitado datos e in-
tale par le plomb, Trav Lab Biol, 27:227-48 Rech Biol, 28:369-86 formaciones, ya que sin ayu-
Rech Biol, 26:163-88 - (1931-1932) Sur la termi- - (1933) Consideraciones da de todos ellos hubiera sido
- (1930) Sobre la capacidad nation des fibres calleuses sobre la psicología del mé- imposible este trabajo.
civil de los paralíticos tra- dans l’écorce cérébrale, Trab dico y sus relaciones con
tados por la malaria, Siglo Lab Invest Biol, 27:275-98 las modernas orientaciones
med, 85:103-10 - (1932) Sobre la epilepsia de la Medicina, Med Ibera,
- (1929-1930) L’évolution parasimpático, Med Ibera, 27(2):663-4 y 834-5
des lésions de l’écorce céré- 26(739):33-8 - (1934) Síndrome talámi-
brale dans l’intoxication - (1932). La mielitis dise- co incompleto, Arch med,
expérimentale par le minada aguda, Med Ibera, 37:1297
plomb, Trav Lab Rech Biol, 26:829-39 - (1934) Síndrome talámi-
26:189-214 - (1932) Consideraciones co incompleto, Med Ibera,
- (1930) Consideraciones sobre un caso de lesión del 28(2):629
sobre las neuritis alcohóli- plexo braquial, Siglo med, - (1935) Pathohistologie der
cas y algunos aspectos mo- 89:621-54 neuritis und polineuritis,
dernos del alcoholismo, Si- - (1932) Quelques détails en: BUMKE, O; FOERS-
glo med, 86:509-17 sur la manière dont les fi- TER, O, Handbuch der Neu-
- (1930) Sobre el tratamien- bres calleuses se distri- rologie, Berlin, Springer:
to quirúrgico de la epilepsia buent dans l’écorde céré- 145-91
llamada esencial, Med Ibera, brales, Trav Lab Rech Biol, - (1935) Santiago Ramón
24:717-32 27:345-75 y Cajal (1852-1934),
- (1930) Sobre la importan- - (1932-1933) Contribution Arch Suis Neurol Psychiat,
cia de la psicoterapia en las à la connaissance du systè- 35(2):374-8
neurosis, Medicina. Revista me commisural de l’écorce - (1935) Santiago Ramón y
mensual de ciencias médicas, motrice de la chauve- Cajal (1852-1934), Zeits-
1:117-32 souris, Trav Lab Rech Biol, chrift fur die gesante Neu-
- (1930) Las alteraciones hu- 28 : 75-102 rologie und Psychiatry,
morales en la epilepsia, Esp - (1932) Les effects tardifs de 152:617-21
Med, 21:13-5 l’action des sels de plomb VILLA, J de la; DÍAZ, E; VI-
- (1930) La epilepsia. Madrid, sur le cervelet, Trav Lab LLAVERDE, JM.ª (1936)
Imp. Suc. E. Teodoro Rech Biol, 28:137-48 Conferencias sobre el sistema
- (1930) Zunächst möch- - (1932-1933) Les lésions nervioso: anatomía, patología,
te ich dieser Gesellschaft initiales de l’ecorce cére- cirugía, Madrid, Centro Edi-
meine höplischen Crüsse brale dans l’intoxication ex- torial Marban
aussprachen. Deuts Zschr périmentale par le plomb, VILLAVERDE, JM.ª (1936)
Nervenh, 116:31-4 Trav Lab Rech Biol, 28:331 Les effets tardifs de l’action de
- (1930) Considérations - (1933) Consideraciones sels de plomb sur le cervelet,
sur l’epilepsie extra- sobre las causas del ata- Arch Internat Neur, 55:3-10 100
Trabajo destinado a la revista
pyramidale. L’Encéphale, que de apoplejía, Siglo med, - (1946) Degeneración y re- Zeitschrift für die gesante Neurologie
und Psychiatrie, cuyo manuscrito
25(3):201-26 91:73-81 generación de las neuritis. inédito, en 1934, se hallaba en
- (1930) Sobre la posibilidad - (1933) Ueber die Endi- Discurso de recepción del poder del profesor W Spielmeyer,
vid: “El Dr. José M.ª Villaverde en la
del tratamiento quirúrgi- gungsweise der Balken- Excmo. Sr. D., Anales de la Academia”,

15 ♦
MEDICINA & HISTORIA

2007, 488 p., 15 h. ISBN dicina y Cirugía Prácticas, am-


978-84-7290-351-1 bas de Madrid y en la tan po-
Digno colofón a 40 años de co conocida La voz médica, de
dedicación a la Paleopato- Almería.
logía, especialidad científi-
ca que Campillo introdujo Medicina e
en nuestro país y que man- Historia
tiene viva desde el Museu
d’Arqueologia de Catalunya, Con la finalización de la 3ª
es este nuevo libro en el que época de Medicina e Historia
expone la evolución de la tre- en el año 1998, se interrum-
panación en la península ibé- pió la habitual distribución
rica a través, como ya es habi- de las cubiertas para encua-
tual en él, de una amplia ca- dernarla que agrupaban vo-
suística propia, con excelen- lúmenes de 25 números cada
Recensiones lència, 2008, 366 p. ISBN te iconografía y gráficos acla- uno. Iniciada la actual 4ª épo-
978-84-370-0974-6 ratorios, recogiendo –según ca en 1999, en la que se ha
ALCANYÍS, Lluís. Regi- Dentro del extenso capítulo sus palabras– parte del am- variado su frecuencia y nu-
ment preservatiu e cura- que contempla la evolución plio espectro que constituyen meración, se ha iniciado la
tiu de la pestilencia. Edi- de la sanidad española desde los rituales cruentos, muchos distribución de las tapas co-
ció crítica de Jon Arrizaba- las últimas décadas dels iglo de los cuales en la actualidad rrespondientes al quinquenio
laga. Barcelona, Editorial XIX hasta el final de la II Gue- aún persisten de 1999 a 2003 con capaci-
Barcino (Els Nostres Clàs- rra mundial, en buena parte dad para 20 números. Dado
sics), 2008, 161 pp. ISBN ya estudiados por los profeso- DOMÉNECH SÁEZ, José. que únicamente se enviarán a
978-84-7226-733-6 res Barona y Bernabeu, la pre- Memoria médico topográfica de quienes estén interesados en
Se trata de una edición crí- sente monografía trata de ex- la ciudad de Cuevas, en la pro- ellas y con el fin de actuali-
tica del Regiment preserva- plicar y comprender la evolu- vincia de Almería. Estudio pre- zar nuestra base de datos, ro-
tiu e curatiu de la pestilencia ción de la sanidad española liminar de José Antonio Gar- gamos nos remitan el nom-
[Valencia, Nicolaus Spinde- de aquel periodo en relación cía Ramos. Mojácar, Arráez bre y dirección correctos, ya
ler, c.1490] de Lluís Alcan- con las políticas pública y sa- Editor, 2007, lxxxiv, 87 p., 1 sea por correo postal o bien
yís (c.1440-1506), acom- nitaria del país, la transforma- h. ISBN 978-84-96651-34-0 electrónico a: Medicina e His-
pañada de la biografía de ción del tradicional modelo Un minucioso estudio sobre toria, Pol. Ind. Riera de Cal-
este médico judeoconver- asistencial y la relación entre la vida y la obra de José Do- des, Avda. Camí reial, 51-57,
so valenciano en el contex- el movimiento sanitario inter- ménech Sáez (Ocaña, 1850 08184 Palau-solità (Barcelo-
to del primer Renacimien- nacional y la evolución de la – Almería, 1913) precede la na), o bien fundacion-histo-
to hispano y de un análisis política española. Las confe- edición facsímil de la topo- ria@uriach.com.
del contenido de esta obra rencias sanitarias internacio- grafía médica de Cuevas de
en el marco de la literatu- nales, los sucesivos congre- Almanzora, de José Domé- Errata
ra médica europea sobre la sos de higiene y demografía, nech Sçaez, publicada en
peste y las pestilencias en la colaboración de la Funda- 1880 y premiada en uno de En la p. 5 del nº 3 de 2007
la Baja Edad Media y el Re- ción Rockefeller en el desa- los tradicionales concursos de Medicina e Historia, y en el
nacimiento. El volumen se rrollo de nuestra salud públi- convocados por la Real Aca- estudio de Josep L. Barona y
completa con los índices ca, el Comité de Higiene de la demia de Medicina y Cirugía Josep Bernabeu Mestre, Apo-
terminológicos, el glosario, Sociedad de Naciones, la cor- de Barcelona. geo de la ciudad en crisis. Cien-
la bibliografía y un inven- ta etapa de la Segunda Repú- En la introducción, García cia y sanidad en la Valencia ca-
tario de bienes de Alcan- blica y los avatares de la Gue- Ramos nos acerca a una his- pital de la República (noviembre
yís que incluye más de cin- rra civil, conforman los dis- toria de la medicina almerien- 1936-octubre 1937, apareció
cuenta libros de su biblio- tintos capítulos de la presen- se muy poco conocida, a tra- erróneamente la imagen de
teca. te obra. vés del análisis de la obra de Jesús Mª Bellido como rector
un autor, también desconoci- de la Universidad de Valencia
BARONA, Josep L.; BERNA- CAMPILLO, Doménec, do pero evidentemente prolí- ,cuando debió haber sido la
BEU MESTRE, Josep. La salud La trepanación prehistórica. fico en su tiempo colaboran- de José Puche Álvarez, rector
y el Estado. El movimiento sani- Coordinación Elena Gar- do, más allá de esta Topogra- de aquella Universidad entre
tario internacional y la adminis- cía-Guixé, Prólogo Miguel fía, en revistas de ámbito na- febrero de 1936 y el final de
tración española (1851-1945). C. Botella López. Barcelo- cional, como el Anfiteatro Mé- la guerra civil.
Valencia, Universitat de Va- na, ediciones bellaterra, dico Español y la Revista de Me-

♦ 16

También podría gustarte