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Tras las huellas de un patólogo.

Roberto Nóvoa Santos (1885-1933)


Desde la perspectiva que dan las siete décadas y media que nos separan de la
fecha del fallecimiento de Nóvoa Santos, hoy se puede afirmar que con la
aparición entre 1916 y 1919 de los tres tomos de la primera edición del Manual
de Patología General, que es sin duda su obra cumbre, hay un punto de inflexión,
un antes y un después en la docencia de la Medicina.

Juan José Fernández Teijeiro


Fernando J. Ponte Hernando

E n el cementerio de Boisaca en Santiago de y dieron vida al periodo más floreciente en la

Compostela, una sencilla lápida de mármol a ras Historia de la Universidad española, aún no su-

de suelo cubre la sepultura donde reposan las perado, y quizás casi imposible de serlo.

cenizas del que fue el gran patólogo gallego Nacido en La Coruña el 6 de junio de 1885,

Roberto Nóvoa Santos. Es muy posible que a los hijo único del matrimonio de un modesto sub-

75 años de su fallecimiento, que tuvo lugar en oficial de Artillería, nadie podía imaginar que

la ciudad del Apóstol el 9 de diciembre de aquel muchacho humilde, excelente estudiante

1933, las huellas de su vida y de su obra hayan de bachillerato y con extraordinario expediente

quedado difuminadas por el inevitable paso del en la licenciatura de Medicina, que culmina con

tiempo. Pero, por otra parte, no deja de ser Premio Extraordinario en la Universidad de San-

cierto que la estela de las grandes figuras se tiago, iba a lograr por oposición la Cátedra de

proyecta y engrandece en la distancia. Patología General de la Facultad de Medicina,

Roberto Nóvoa Santos fue uno de los gran- en una época en que las cátedras se repartían

des de la Medicina española del pasado siglo, entre una élite profesional y familiar. Pero el

en aquel primer tercio del siglo XX, que al lado mérito de haber logrado con todo merecimiento

de otros ilustres nombres - Cajal, Marañón, Ji- esa cátedra en la Universidad no tendría mayor

ménez Díaz, Pittaluga, Hernando, Pi y Suñer, significado si no fuera por la proyección que

Lafora, del Río Hortega, Sacristán, etc. - forjaron tuvo su magisterio no sólo en el saber específico

la denominada Edad de Plata de nuestra cultura de la ciencia médica, en cuyo ejercicio profesio-

44 El.MEDICO
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Roberto Nóvoa enseña,
tanto al estudiante de
Medicina como al
médico práctico, la
importancia que tiene
el conocimiento de la
Psicología normal y
patológica para
conocer y poder curar
al hombre enfermo,
treinta años antes de
que la Psiquiatría fuese
materia de la
licenciatura de
Medicina.

nal fue además un gran clínico y sanador indis- años un verdadero bestseller de la literatura mé-

cutible, sino también por la trascendencia del dica en España y en los países de habla hispana.

humanismo con que impregnó su obra. Representa el paso de la especulación, la Natur-

philosophie al pensamiento científico que se

La Patología General: abre con la Naturwissenschaft. Es el paso de la

un antes y un después mentalidad anatomoclínica a la fisiopatológica y

etiopatogénica.

Desde la perspectiva que dan las siete dé- Con Nóvoa entra en España la modernidad

cadas y media que nos separan de la fecha del de la fisiopatología que en Alemania había ini-

fallecimiento de Nóvoa, hoy se puede afirmar .ciado Ludolf von Krehl, atrás queda definitiva-

Que con la aparición entre 1916 y 1919 de los mente la Medicina filosófica y especulativa que

mos de la primera edición del 'Manual había prevalecido durante el siglo XIX y los co-

ogía General', que es sin duda la obra mienzos del siglo XX.

e ovoa Santos, hay un punto de in-

y un después en la docencia Algo más que un


de a patólogo
Esta obra. de a que se llegaron a realizar

ocho ediciones - póstumas las tres últimas-, es- Nóvoa Santos es un patólogo muy peculiar.

taba destinada a ser durante más de cincuenta Se aproxima al hombre desde un proceso bioló-

EL MEDICO _,4.,.
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HI~ 1UHIA Y Mt:.Ult;INA

gico como es el enfermar, y esta aproximación tela cuya ortodoxia vigilaba con celo el Cardenal

adquiere unas dimensiones especiales que le -Arzobispo Martín de Herrera.

han permitido, desde la patología, alcanzar una En sus otros ensayos, Nóvoa asume una posi-

base antropológica, a partir de la cual va a ela- ción de filósofo en los que es posible que encon-

borar una filosofía de la vida asentada sobre tremos resonancias bergsonianas. Bergson pre-

una concepción dualista del hombre. senta sus obras como "ensayos" que no tratan

El pujante desarrollo que todas las ciencias de resolver problemas de inmediato, ofrece un

tuvieron en la segunda mitad del siglo XIX, den- método y sus posibilidades de aplicación. Nóvoa

tro del marco del positivismo, no proporcionaba, en sus obras de índole no estrictamente médica

en verdad, las condiciones más aceptables para plantea grandes problemas ante los que se en-

la reflexión filosófica, pero el positivismo no lo frenta con dudas, titubeos y vacilaciones, aunque

explicaba todo. El pensamiento científico se siempre quiere brindar la posibilidad del método

abrió camino con la reflexión ante los hechos y científico, tanto para explicar lo biológico como lo

la realidad, y con la duda ante lo posible y lo no metafísico. Bergson, por el contrario, todo lo

posible, tratando de resolver las aparentes con- apoya en la intuición y en ella fundamenta el co-

tradicciones del mundo que nos rodea. nocimiento del yo, del mundo y hasta de la divi-

¿Cuál fue la a~tud de Nóvoa ante el hombre nidad, subordinando el conocimiento científico y

y su mundo?. Roberto Nóvoa Santos no se limita conceptual que parte del análisis y la síntesis. La

a la simple observación superficial de los hechos, utilidad biológica del conocimiento científico sería

tanto en la clínica como en la fisiopatología, de para Nóvoa la clave de su veracidad.

una forma pasiva. Hay un esfuerzo intuitivo por En la base del conocimiento científico de

su parte ante la realidad, realiza una reflexión Nóvoa Santos está el evolucionismo y él mismo se

desde sí mismo y desde ese interior interpreta lo define como evolucionista. Para él, tanto su con-

inmediato racionalmente. De ahí el contenido de cepto de salud como el de enfermedad, constitu-

su célebre discurso en la inauguración del curso ye un camino más en la adaptación del individuo

al medio en su lucha por la existencia, hasta la


El 'Manual de Patología General' representa el paso
vejez y la propia muerte -dice Nóvoa- "deben ser
de la especulación al pensamiento científico, de la
considerados como fenómenos de adaptación
mentalidad anatomoclínica a la fisiopatológica y
aparecidos en el curso de la filogénesis".
etiopatogénica
académico 1920-21 en la Universidad· de Santia-

go que con el título 'El problema del Mundo In- La Psicología en la


terior' determinó el salto cualitativo de Nóvoa Patología
desde los límites de la biología hasta la metapsí-

quica, con el consiguiente escándalo en el am- La concepción darwiniana de la existencia

biente provinciano y clerical de aquella Compos- es lo que condujo a Nóvoa Santos a investigar

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y abrir nuevos horizontes en la Patología. La
revolución originada con la obra de Darwin y

Russel significó un profundo cambio tanto en

la ciencia biológica como en la Filosofía; la Psi-

cología tampoco quedó anclada en la ortodo-

xia que haba mpuesto el estructuralismo

wundtiano Nóvoa no fue ajeno a la impronta


Con Nóvoa entrá en
que el evolucionismo marcó en la Psicología e
España la modernidad
incorpora ésta a la Patología. La Psicopatología de la Fisiopatología que
en Alemania había
General es con Nóvoa un capítulo más del Ma- iniciado el doctor
nual de Patología General. Ludolf von Krehl. Se
trata de la "Patología
En toda la obra de Nóvoa se refleja el pen- de la persona" que
abre una nueva vía en
samiento de un médico humanista, que trata de su Fisiología Patológica.
comprender y acercarse al hombre como perso-

na, como individuo, desde la Patología. Es "la La conciencia para Nóvoa pasa a ser un fe-

patología de la persona" con que Ludolf von nómeno parcial de la psiquis ligado a los pro-

Krehl abre una nueva vía en su fisiología patoló- cesos superiores y le asigna como función la

gica y que Roberto Nóvoa Santos incorpora de- relación del organismo con el ambiente que lo

finitivamente a su Manual de Patología. Ya no rodea. Pero para Nóvoa aún es algo más.

son las células, ni los órganos, ni las funciones, Frente a W. James que la define como "la co-

las que se alteran y enferman: es la persona la rriente que fluye", para nuestro autor es "el

que enferma. cauce donde fluyen los contenidos", y afirma

Frente a una voluntad objetivista de la vida que "es tan ajena al mundo externo como al

psíquica con su base en el reflejo, en línea con propio cuerpo", llegando a identificarla con lo

la psicología objetiva de Bechterev y Pavlov, e "Absoluto" o lo "Impersonal", "algo que no

incluso Sechenov, Nóvoa no ve posible "encua-

drar los fenómenos de pensamiento y de con- En la base del conocimiento científico de Nóvoa
encia en el marco de las leyes físico-químicas".
Santos está el evolucionismo y él mismo se define
como evolucionista
ne encia, que Nóvoa no puede encajar

ele los límites objetivistas, queda incorpo- nos pertenece y que permaneces como espec-

rac1a a anual, sobre todo a partir de la se- tador quieto y silencioso". ¿Es quizás el alma?.

gunda ed eón 922), y es materia de otro de En este debate Nóvoa trata de no dejar la con-

sus importantes trabajos 'Physis y Psyquis' ciencia fuera de la organización fisiológica asig-

(1922) del que publicará una segunda edición nándole una función adaptativa si bien "en el
en 1930, con el título de 'Cuerpo y Espíritu'. momento actual hablamos de fuerzas espiritua-

EL MEDICO _,_
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HISTORIA Y MEDICINA

En 1927, siendo
catedrático en Santiago
de Compostela,
Roberto Nóvoa
consigue, tras unas
memorables
oposiciones, la Cátedra
de Patología General
de Madrid.

les cuya procedencia y cauce desconocemos antes de que la Psiquiatría fuese materia de la li-

por ahora" . cenciatura de Medicina.

El esfuerzo de Nóvoa por encontrar una ex-

plicación fisiológica a los fenómenos 'metapsíqui- El legado de Nóvoa


cos o paranormales, incluso a las experiencias Santos
místicas de Santa Teresa, a la que hizo objeto de

de un profundo estudio patográfico, da lugar a En 1927, siendo catedrático en Santiago,

un flujo y reflujo entre lo físico y lo metafísico, consigue tras unas memorables oposiciones la

lo psíquico y lo metapsíquico, la Ciencia y la Fi- Cátedra de Patología General de Madrid. Su

prestigio y su compromiso político lo llevarán a


En la obra de Nóvoa se refleja el pensamiento de un
ser elegido diputado en las Cortes Constituyen-
médico humanista que trata de acercarse al hombre
tes de la segunda República. Pero lo suyo no
como persona, como individuo, desde la Patología
era la política, eran sus lecciones, sus conferen-

losofía. El hecho importante es que entre sus cias, sus trabajos clínicos. La fama y el renombre

dubitaciones y conjeturas, difunde y enseña de Nóvoa van a difundirse más allá del Atlántico

desde un Manual de Patología General, tanto al en las universidades del continente americano.

estudiante de Medicin.a como al médico prácti- Cuba, Argentina y Uruguay escuchan con entu-

co, la importancia que tiene el conocimiento de siasmo sus lecciones y conferencias. Desgracia-

la Psicología normal y patológica para conocer y damente ya no por mucho tiempo. Al regreso

poder curar al hombre enfermo, treinta años de Buenos Aires y a los pocos meses de una in-

____48~ EL MEDICO
EL MEDICO interactivo
DIARIO ELECTRÓNICO DE LA SANIDAD
tervención paliativa, realizada por el doctor

Gómez Ulla sobre el cáncer estenosante de pílo-

ro, ya muy metastatizado, que padecía, fallece

en su casa de Santiago de Compostela.

Tenía 48 años. Sus discípulos, la escuela mé-

dica que había formado en Santiago y en el ma-

drileño Hospital Clínico de San Carlos serán fie-

les testigos de su memoria. Los nombres de Ou-

teiriño, Herranz, Mosquera, Pescador, los her-

manos Jaso, Azcárraga, las hermanas Fernández

de la Vega, Sánchez Guisande, Puente Veloso,

Bermúdez, Carrasco, Alix y Vara, Villanueva,

Culebras, Díaz Trigo, Pena Pérez, Carmena, y

tantos otros cuyas huellas se han difuminando

con el paso del tiempo, van a quedar siempre

unidos al recuerdo del que fue su maestro.

Nóvoa estaba convencido, lo creía, que no

todo desaparecía con la muerte, y hablaba de

inmortalidad porque era consciente de esa su-

prema realidad del ciclo vital del hombre que es

la muerte. El instinto de la muerte - a la que

dedicó algunos ensayos - y que late en los mís-

ticos y en los sentimientos de morriña y sauda-

de no tiene en Nóvoa esa visión de angustia y

tragedia que manifiesta Unamuno, sino el de un

merecido sosiego y descanso, sobre el que flota

ese deseo de supervivencia que sin duda ha te-

do Nóvoa Santos.

En la escalinata noble de la Facultad de Me-

,. na de Santiago, en la calle de San Francisco,

oy puede contemplarse un busto en bronce,

el célebre escultor gallego Asorey, a la memo-

ª de quien fue, en palabras de Marañón, "el

e más neto y más emotivo que escuchó la

Unive1>.dad española".

ELMEDICO 49

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