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Tratamiento
El tratamiento para la sialorrea es multidisciplinario ya que puede abarcar odontólogos,
pediatras, cirujanos, neurólogos, fisioterapeutas, logopedas, etc. Y en general el tratamiento
para estos pacientes es de forma individual y está sujeto a reevaluación. De tal forma
existen opciones: no farmacológicas, farmacológicas y quirúrgicas (Alcaide, 2020-2021).
2.4.1. Tratamiento no farmacológico
Las medidas no farmacológicas abarcan la terapia miofuncional, las
técnicas de Feedback, el tratamiento logopedia y el uso del vendaje
neuromuscular. Cabe aclarar que el tratamiento no farmacológico debe ir
junto con el tratamiento farmacológico (Rodriguez et al., 2020).
2.4.2.2. Anticolinérgicos
Es el tratamiento más utilizado por su fácil aplicación; siendo administrada
por vía oral, transdérmica o sublingual. Los anticolinérgicos disminuyen la
salivación mediante la inhibición del sistema parasimpático (Alcaide, 2020-
2021).
Pese a ser el tratamiento más utilizado tiene grandes efectos secundarios
como: los vómitos, diarrea, irritabilidad, cambios del estado de ánimo,
insomnio, visión borrosa, dermatitis local en uso de parches,etc (Alcaide,
2020-2021).
Es así como tenemos las siguientes presentaciones de anticolinérgicos:
- Escopolamina. Su administración es mediante el uso de parches y se
ha comprobado que en el 67% de los casos la cantidad de saliva se
reduce a los 15 minutos. Aun así presenta varios efectos adversos,
los más comunes son: sequedad de boca, somnolencia y el deterioro
del alojamiento ocular (visión borrosa y midriasis). En el sistema
nervioso central se presentan como la dificultad para orinar,
erupciones y eritema. Ante estos problemas surgen los estudios
hechos por: Mato et. al (2008), Brodtkorb E. et. al (1988), Talmi YP et.
al (1990) y Firth AY et. al (2006) los cuales concluyen que con el
cese de los parches o el uso alternado cada 2 a 3 días minimiza el
riesgo de efectos adversos y que los medicos deberian ser mas
conscientes de estos al momento de recetarlos. Los parches de
escopolamina pasan la barrera hematoencefálica y se aplican por
debajo o detrás de la oreja, cambiando los parches cada tres días en
ambas orejas. En Neonatos mayores de 32 semanas a 2 años se
utiliza ¼ parche cada 72 horas, en niños de 3 a 9 años ½ parche cada
72 horas y en niños de 10 a 17 años 1 parche cada 72 horas
(Alcaide,2020-2021) (Rodríguez et al., 2020)(Perez, 2014).
- Glicopirrolato. Fue el primer tratamiento farmacológico aprobado por
los EE.UU y la FDA para niños entre 3 y 16 años, de los
medicamentos anticolinérgicos disponibles el glicopirronio sintético
atrae más la atención por su debil penetración en el sistema nervioso
central (no atraviesa la barrera hematoencefálica) y teóricamente con
una menor probabilidad de efectos secundarios. Su modo de
administración abarca la suspensión oral, comprimidos y hasta existe
la posibilidad de administrar vía subcutánea o intravenosa. Zeller RS
et. al (2012) en su estudio de 137 participantes, nos demuestra que
los efectos secundarios más comunes fueron: el estreñimiento,
vómitos, diarrea, fiebre, boca seca, enrojecimiento y congestión nasal.
La dosis inicial es de 0.02 mg/kg cada 12 horas, si la respuesta es
escasa pueden pautarse 0.02 mg/kg 3-4 veces al día; posteriormente
puede aumentarse 0.02 mg/kg/dosis cada 7 días hasta 0.1
mg/kg/dosis. La dosis máxima es de 0.1mg/kg/dosis o 2mg/dosis
(Alcaide,2020-2021) (Rodriguez et al., 2020) (Perez, 2014).
- Trihexifenidilo. Bloquea los receptores antimuscarínicos, tiene un
poco efecto sobre nicotínicos y además pasa la barrera
hematoencefálica. Su modo de administración es oral, con una
presentación en comprimidos de 2 o 5 mg. También se puede
administrar por sonda nasogástrica y gastrostomía, esto se hace
pulverizando el comprimido y disolviendo en 10 ml de agua. Ante los
efectos secundarios raramente estos comprimidos son suspendidos y
abarcan el estreñimiento, retención urinaria, irritabilidad, visión
borrosa, exantema y xerosis. Su administración vía oral va desde los
3 meses de edad hasta los 17 años; con una dosis inicial de 0.1 a 0.2
mg/kg/día c/8-12h, con aumentos de 10-20% cada 1-2 semanas si no
se alcanza el efecto deseado. Dosis media habitual 0.55/mg/kg/día y
una dosis máxima 2 mg/kg/día (Rodríguez et al., 2020).
- Atropina. Bloquea los receptores muscarínicos M3 en las glándulas
salivales, solo se la considera en caso de que no se disponga de
Glicopirronio o Escopolamina. Su administración es vía sublingual en
neonatos se utiliza una ampolla inyectable de 20 a 40
microgramos/kg/dosis de 2 a 3 veces al día, niños de 10 a 19 kg se
administra colirio oftálmico 0.5% 1 gota 3 veces al día en intervalos de
6 horas. Por último en niños de 5 a 18 años (>20 kg) se administra
colirio oftálmico 0.5-1% de 1 a 2 gotas cada 4 a 6 horas. La atropina
está contraindicada en pacientes con deterioro cognitivo, demencia y
alucinaciones (Rodríguez et al., 2020).
- Por otro lado, la sialorrea se puede tratar con éxito mediante el uso
combinado de pirenzepina y solifenacina antagonistas de los
receptores muscarínicos de acetilcolina M1 y M3. Un estudio con
ratones knockout demostró que la presencia de receptores M1 o M3
era suficiente para la salivación. Entonces, el uso combinado de
antagonistas M1 y M3 selectivos podría proporcionar una buena
opción de tratamiento para la sialorrea y así se hizo en un reporte de
caso de Yamamura et. al (2019) y Nonaka et. al (2019) del
departamento de otorrinolaringología de la Universidad Médica
Femenina de Tokio (Yamura y Nonaka, 2019).