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LOS ENJAMBRES

REVISTA DE POESÍA

CIUDAD
TERCERA EDICIÓN
ENERO 2023
"Los Enjambres"
Revista poética
Publicación digital

LOS ENJAMBRES
Tercera edición
Lanzamiento en enero 2023

colmenadeescritoras@gmail.com
www.colmenadeescritores.com

Editora Ejecutiva
Laura Cárdenas Armas
laura.cardenas.armas@gmail.com

Directora creativa
Laura Mendoza
lau@boldinary.life

REVISTA DE POESÍA
Editora sección "La poesía es hembra"
Gabriela Rosas
gabrielarosastalleres@gmail.com

Editora sección "Postales de cera"


Edni López
ednilopez@gmail.com

Editora sección "La pluma del café"


Laura Cárdenas Armas
laura.cardenas.armas@gmail.com

Editora sección "Ojos primitivos"


Andrea D' Marco
andreacdmarco@gmail.com

Editor sección "Cuentahílos"


Johann Romero
romeroayalaj@hotmail.com

Editor sección "De otra lengua"


Javier Rey
javierereyv@gmail.com
CIUDAD
La revista de poesía "Los Enjambres" es un
proyecto de difusión poética y literaria a nivel
internacional dirigido por mujeres
latinoamericanas.

A través de convocatorias abiertas e


invitaciones contamos con voces de
diferentes partes del mundo que eligen día a
día vivir poéticamente.

Los derechos de las obras presentadas en esta


tercera edición pertenecen en su totalidad a
sus autores.

Edición a cargo de Laura Cárdenas Armas y


Laura Mendoza con la participación de Andrea
D'Marco, Edni López, Gabriela Rosas, Javier
Rey y Johann Romero como editores de
secciones.
La Ciudad como espacio criatura, hierve en el dynamis
aristotélico desde donde presume su insolente vitalidad.

Lejos del debate de lo natural-puro versus el artificio-


impuro, La Ciudad se abre frente a nosotres con la
solemnidad del más edénico paisaje, presumiendo su
áspera anatomía cavilada pero también accidental,
siendo impredecible mientras señala arrogante con su
uña de acero;
tú me hiciste,
ahora yo te hago.

En esta edición nos acercamos a la ciudad por medio de


cuarenta voces que la ven vientre, escenario, monstruo,
madre, villana, mentora y herida.

Laura Cárdenas
LOS ENJAMBRES
REVISTA DE POESÍA
LOS ENJAMBRES
REVISTA DE POESÍA

ÍNDICE

La tierra bajo nosotros 08


Paul Bogard

Sección Ojos Primitivos 11


Laura Sayán
Zorián Ramírez y Leonardo Almao
Verso Lidio
José Gabriel Rodríguez
Simón Hermida
Lara Blacklock

Sección La poesía es hembra. 24


María Gabriela Lovera
Urbe
Caracas Maze
Claudia Noguera Penso
Dos poemas sobre la ciudad

Sección Cuentahilos 31
Olga Orozco: Un acercamiento
a la imagen poética
La sinécdoque

Sección Postales de cera 40


Edni López
A mi psicoanalista, a mi terapeuta
holística o a quien pueda interesar
Última correspondencia entre Alejandra
Pizarnik y Julio Cortázar
Lennis Rojas
Querido Dan

Sección Tono detonante 46

Sección La pluma del café 48


Adriana Dorantes.
La costumbre del vacío
Mariana Álvarez Castillo
This is Caracas
Laura Cárdenas Armas
La lengua de los gallos
Lena Yau
Panelitas de San Joaquín

Sección Imaginario musical 59


Augusto Bracho
Yo te recuerdo Carcas
En Chapellín

Sección De otra lengua 64


Javier Rey
Traducción de poemas
TERCERA EDICIÓN
Enero de 2023
LOS ENJAMBRES
REVISTA DE POESÍA

ÍNDICE

Sección Polen 76
Alejandra Garibay
Sin título
Eduardo Segura
Ciudad silencio
Elena González
Meditación de banqueta
Eloisa Soto
Caballo final
Felipe Ezeiza
Sobre escribir
amor criatura amor
José Rosales
In The City
Juan Calera
Las Ciudades
Ciudad X
Laulico
Chapultepec, 5:00 a.m.
María José Mures
Las afueras De Dios
Paola De Andrade
danza macabra
Rubén Décrit
Beatus Ille
Éxodo

Recomendación 97

Concursos 98

Libros digitales 100

Paisaje con ruinas 106


Juan Calzadilla

Convocatoria 108
próxima edición

Editores 111

TERCERA EDICIÓN
Enero de 2023
CIUDAD

Los Enjambres Revista Poética 07


LA TIERRA BAJO NOSOTROS
Paul Bogard

No es lo que hay en esta isla, sino lo que es está debajo de ella, lo que me interesa.
Julio Verne, Viaje al centro de la tierra (1864)

(...)

Le cuento de mi primera impresión de la Ciudad de México desde el aire, de lo


escasas que parecían las áreas verdes naturales. Mirando hacia abajo desde el
avión me pregunté qué distancia deben recorrer los niños o cualquier persona
para llegar a este verde. Aquí, en este valle pavimentado, ¿imaginan las mentes
en crecimiento que esto es todo lo que existe: un mundo hecho por los seres
humanos para los humanos hasta donde los ojos pueden ver? Pasan semanas o
meses. O incluso toda la infancia, sin poner las manos en la tierra, los pies sobre
la hierba, sin llenarse los oídos por el canto de los pájaros o la vista por los
grillos o la luna tranquila.

(...)

"Un día, la semana pasada", continúa, "hubo un atardecer muy agradable, y para
la puesta del sol le dije que fuéramos al techo porque tal vez podríamos ver el
volcán, ya que a veces se puede ver desde el techo". Zambrano habla del
Popocatépetl, que en lengua náhuatl significa “montaña humeante”. El hermoso
volcán cubierto de nieve, a unos setenta y tantos kilómetros al sur, se eleva
sobre la ciudad, y si la contaminación del aire no es mucha o las nubes no lo
bloquean, sirve como telón de fondo. Zambrano me aclara que la subida a la
azotea no es fácil, que es un poco peligrosa y que su hija nunca había estado allí
antes. Cuando llegaron a la azotea, ella sonrió.

Los Enjambres Revista Poética 08


Ella me dijo: ‘Es lindo’, y me preguntó: ‘¿Podría venir a la azotea algunas veces?
Porque esta será mi forma de liberarme. 'Si no puedo ir al parque’, dijo, 'déjame
venir aquí’”.
Zambrano se detiene y mira a lo lejos. "Y cuando dijo eso, me sentí mal", dice,
"como ser humano ella necesita ver el paisaje. No es suficiente estar en la casa.
Está aislada de la naturaleza".

Pocos días después, en el Zócalo, la plaza central de la vieja ciudad, me siento


aislado de la naturaleza. Seguramente una de las grandes manifestaciones de la
pavimentación enloquecida en el mundo, la gran plaza tiene cero verde, no hay
árboles, no hay plantas, no hay arbustos, solo un asta que ondea una enorme
bandera mexicana. Esta zona ha sido una plaza durante siglos, y en la época de
los aztecas fue el mercado central. Bernal Díaz del Castillo, un soldado de
infantería del ejército Invasor de Cortés, escribió: "Entre nosotros hubo
soldados que hablan estado en muchas partes del mundo, en Constantinopla y
en toda Italia y Roma, y dijeron que plaza tan bien compasada y con tanto
concierto y tamaño y llena de tanta gente no habían visto".

Los Enjambres Revista Poética 09


Paul Bogard es autor de El fin de la oscuridad: El ocaso de la noche en una era de
luz artificial, publicado en Estados Unidos por la editorial Little Brown, y en el
resto del mundo por la editorial 4th Estate/Harper Collins. El fin de la oscuridad
fue nominado al PEN/E.O Wilson Literary Science Writing Award y ha sido
traducido al alemán, español, japonés, chino y coreano. Está disponible en pasta
dura, e-book, pasta blanda y audiolibro. Paul es además autor de La tierra bajo
nosotros: El concreto hunde nuestro pasado y amenaza nuestro futuro, publicado
por Little Brown, y por editorial Crítica en México.

Paul es editor del libro Solastalgia: An anthology of Emotion in a Disappearing


World, próximo a estrenarse; y es autor, además, del libro para niños What if
Night?, y del libro To Know a Starry Night. Es editor de la antología Let There Be
Night: Testimony on Behalf of the Dark y ha publicado artículos y ensayos en The
New York Times, Slate, Salon, Los Angeles Times, Outside, Audubon, Conservation,
Reader’s Digest, National Geographic, Creative Nonfiction y en muchas otras
publicaciones.

Nacido en Minnesota, Paul creció explorando los bosques y mirando las


estrellas en uno de los tantos lagos ubicados al norte del estado. Ha vivido, y
enseñado, en Nuevo México, Nevada, Wisconsin, Carolina del Norte y Virginia.
Actualmente es profesor asociado de la cátedra English and Environmental
Studies en la Universidad de Hamline en Saint Paul, Minnesota.

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OJOS PRIMITIVOS
Espacio de poesía y arte visual
Fotografía, pintura, collage e ilustración

ANDREA D'MARCO
Editora de la sección

Los Enjambres Revista Poética 11


OJOS PRIMITIVOS
Fotografía arquitectónica por

LAURA SAYÁN
Ubicación: Caracas, Venezuela

Los Enjambres Revista Poética 12


OJOS PRIMITIVOS
Arte por

ZORIÁN RAMÍREZ
Y
LEONARDO ALMAO

Los Enjambres Revista Poética 14


OJOS PRIMITIVOS
Arte por

VERSO LIDIO

Los Enjambres Revista Poética 16


OJOS PRIMITIVOS
Obra por

JOSÉ GABRIEL RODRÍGUEZ


Ubicación: Venezuela

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OJOS PRIMITIVOS
"Caracas ecléctica";
Composición inspirada en el poema «Yo canto al cuerpo eléctrico»
de Walt Whitman

Collage por

SIMÓN HERMIDA

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OJOS PRIMITIVOS
Collage por

LARA BLACKLOCK

Los Enjambres Revista Poética 22


LA
POESÍA
ES HEMBRA

SECCIÓN POR:
GABRIELA ROSAS
Poesía escrita por mujeres.

Los Enjambres Revista Poética 24


MARÍA GABRIELA LOVERA
POETA, EDITORA Y MAQUETADORA

Urbe

Cada vez son menos los árboles que


duermen.
La claridad acelera la vida
y cerrar los ojos no basta
para convocar un bosque.
En todas partes los parques se fragmentan,
se hacen añicos sobre el mapa;
así los sueños,
que ya no brotan del agua
o de la tierra,
que ya no brotan de lo vivo.

Los Enjambres Revista Poética 25


Caracas Maze

Ya no hay hilos,
ni mendrugos que indiquen el camino de vuelta.
Ahora son balas
las que fabrican la salida brutal
del laberinto.

MARÍA GABRIELA LOVERA


Los Enjambres Revista Poética 26
MARÍA GABRIELA LOVERA MONTERO
(Caracas, 1972)

Poeta, editora, maquetadora. Fundadora del espacio de edición alternativo petalurgia.com.


Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Católica Andrés Bello, con Máster en
Edición de Libros de la Universidad de Alcalá de Henares. Participó en dos talleres de
creación literaria del Centro de Estudios Latinoamericano Rómulo Gallegos. Ha publicado los
siguientes títulos: Por debajo del viento (segunda edición), Azalea Ediciones, 2022; Extraño
vértigo, LP5 Editora, 2020; Duendes caseros ¡hasta en la tostadora!, EDAF, Madrid, 2016;
Desvelos, Amargord Ediciones, Madrid, 2012; Sabia Vida Savia: manual de irrealismo
pragmático, Amargord Ediciones, Madrid, 2008; Y de la noche tanto, Editorial 50 de 50,
Caracas, 2004; Por debajo del viento, editorial El Pez Soluble, Caracas, 2000. Ha sido incluida
en varias antologías de poesía venezolana y latinoamericana: Hacedoras; La flor en que
amaneces; Fanky, antología arbitraria Perú- Venezuela; El puente es la palabra; EN-OBRA; La
maja desnuda; Voces nueva; entre otras. Hace collage analógico y digital.

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CLAUDIA NOGUERA PENSO
ESCRITORA VENEZOLANA

Dos poemas sobre la ciudad

Así que podría irme, amanecer en otra ciudad, creer que


respiro otro aire, cambiar de atuendo, gustos, colores y
palabras, variar las salidas, pasar desapercibida, leer de
otros muertos, que me importen menos, de otras guerras
y atrocidades. Cambiar los hábitos, beber otra marca,

comer con menos especias, no caminar o leer el periódico.


Las ciudades me llaman, me susurran vida nueva
y otras delicias, a veces siento el gusto de la distancia y
del extranjero en mi lengua, pero esas ciudades no nos
contienen, ni conocen, no saben quienes somos.
Esa indiferencia me retorna a mi eje.

Me levanto en la mañana y el vaso donde te bebo, aún


continúa lleno.

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Siento como si la ciudad se abriera a mis pies, me ato
para no caer y desaparecer entre puro concreto sin que
a nadie le importe.
Como vamos, venimos. Así se habita en las ciudades,
sobretodo en Caracas, esperando la puñalada en el es-
tómago, el estallido en la nuca, el tiro en el pecho, la
traición y la ausencia.
Yo siempre –últimamente- me resigno al último destro-
zo, pero también siento tu mano en mi cuello y la pala-
bra precisa que llega para salvarme.
Y entiendo que los golpes tocan de muchas formas.

(De: Caracas Mortal, Oscar Todtmann Editores, 2015)

CLAUDIA NOGUERA PENSO


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Claudia Noguera Penso
(Caracas, 1963)

Becaria seleccionada para formar parte de los Talleres de POESÍA con Luis Alberto Crespo,
Armando Rojas Guardia y Rafael Castillo Zapata en la Fundación CELARG; CRÓNICA con
Rafael Osio Cabrices en la Fundación para la Cultura Urbana; NARRATIVA y PERIODISMO
con Milagros Socorro, en la Fundación Polar y UCAB.

Ha publicado los libros Nada que ver (1986), Último trecho (1998), El viaje (2001), Caracas
mortal (2015) y Bajo Infinito (2017).

Su trabajo se encuentra en las Antologías: Voces nuevas (Fundación Celarg, 1986); XII
Aniversario de la Maja Desnuda (Universidad Metropolitana, 2000);101 Poetas Jamming
(Todtmann Editores, 2015); Fervor de Caracas: una antología literaria de la ciudad(Fundavag,
2015); Cien mujeres contra la violencia (Fundavag, 2016);Todas las mujeres: Fulanas y
menganas, (CAAW Ediciones, USA, 2018); EL Puente es la palabra: escritores en la diáspora
(Cáritas Venezuela, 2019);Antología de poesía actual escrita por mujeres (I), (Revista 142 de
España, 2019); La Floresta interminable, poetas de Miami (Editorial ArtesMiami, 2019),
Hacedoras: antología con mil autoras venezolanas (Lector cómplice, 2021); Antología en
tiempos de pandemia (Círculo de Escritores de Venezuela, 2021).

En el 2001 fundó la editorial alternativa "Cincuenta de Cincuenta", dedicada a la poesía


venezolana contemporánea.

Poemas, crónicas, reportajes, entrevistas, traducciones y reseñas han sido publicadas en


antologías, periódicos, revistas y portales en Venezuela, Estados Unidos, España, Colombia,
Argentina, Chile, México, Uruguay, Italia y Brasil, parte de su obra ha sido traducida al inglés,
italiano y portugués.

Su libro“Último trecho” obtuvo mención honorífica en la VII Bienal Literaria Ateneo de


Calabozo “Francisco Lazo Martí” (1997).

Su libro “Contra el olvido” fue finalista en el Premio de poesía Octavio Paz 2021-2022,
convocado por el National Poetry Series, la Feria del Libro de Miami y el Miami Dade
College.

Desde el 2016 vive en Estados Unidos.

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Los Enjambres Revista Poética

CUENTAHILOS
Contenidos técnicos sobre poesía.
Editor de la sección:
Johann Romero
CUENTAHILOS
DIFUSIÓN DE CONTENIDOS TÉCNICOS SOBRE POESÍA

Olga Orozco: La memoria es como una noche que nos habita.


Un acercamiento a la imagen poética

Por Johann Romero

Un día de diciembre llegaron los versos de Olga Orozco bajo la luz y el frío de la mañana.
El verso «el amor reposa su gastado ademán sobre las hierbas cenicientas», suspendió el
tiempo y, poco a poco, uno a uno, los poemas de Olga fueron apareciendo…

Cada uno ha sentido tristeza o amor, pero cada voz es distinta (y aún así, se
acompañan). En la voz de Olga Orozco yace la infancia, Dios, la ausencia y la idea de que
el pasado, en muchas ocasiones, se vuelve presente. Me gustaría que en esta ocasión
pudiéramos ver cómo, en uno de sus poemas, se va construyendo esa voz a través de la
imagen poética, esto es, a partir de su manera de ver el mundo.

El siguiente poema “Para Emilio en su cielo” pertenece al libro Desde lejos,


publicado por la editorial argentina Losada en 1946:

Para Emilio en su cielo


Aquí están tus recuerdos:


este leve polvillo de violetas
cayendo inútilmente sobre las olvidadas fechas;
tu nombre,
el persistente nombre que abandonó tu mano entre las piedras;
el árbol familiar, su rumor siempre verde contra el vidrio;
mi infancia, tan cercana,
en el mismo jardín donde la hierba canta todavía
y donde tantas veces tu cabeza reposaba de pronto junto a mí,
entre los matorrales de la sombra.

Observemos, en primer lugar, la mezcla de sentidos y realidades. Los recuerdos, que son
“este leve polvillo de violetas” caen en las fechas. Un ente tangible, como es el polvo de
violetas, cae en un ente abstracto como son las fechas. Bella manera de nombrar que la
presencia de alguien reposa en los días de un año lejano. Además, tenemos aquí un
recurso frecuente en la poesía: la sinécdoque, (una de sus variantes pues existen más de
doce), esta refiere a: la parte por el todo. Decir “este leve polvillo de violetas” engloba lo
que puede ser: el jardín o la naturaleza.

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CUENTAHILOS
DIFUSIÓN DE CONTENIDOS TÉCNICOS SOBRE POESÍA

El cuarto verso se encuentra solo, pareciera que esa estructura exige un espacio, un respiro.
Para después volver con un énfasis “el persistente nombre que abandonó tu mano entre las
piedras”. Vaya manera de expresar la ausencia. Pues sin nombre, el cuerpo comienza a
desaparecer también. Y como todos sabemos, los nombres son de las palabras que más
evocan recuerdos afectivos. Por ello, cuando un nombre abandona una mano, es, a mi parecer,
más doloroso.

A partir del siguiente verso el poema enumera una serie de escenas que remiten a la familia y
a la infancia, esto nos permite suponer que de la persona para quien está dirigido este texto es
a su hermano. En una entrevista realizada por Jorge Boccanera, Olga nos dice:

[…] éramos seis hermanos pero a dos no los conocí, dos chiquitas que fallecieron
antes de que yo naciera; luego un hermano varón que murió a los 19 años, y la
hermana mayor que me llevaba diez años murió cuando yo era bastante joven.
Yola y yo teníamos edades muy cercanas, compartíamos los juegos, las fiestas,
las mismas cosas. 1

Con estas palabras conmovedoras, seguimos el poema:

Todo siempre es igual.


Cuando otra vez llamamos como ahora en el lejano muro:
todo siempre es igual.
Aquí están tus dominios, pulido adolescente:
la húmeda llanura para tus pies furtivos,
la aspereza del cardo, la recordada escarcha del amanecer,
las antiguas leyendas,
la tierra en que nacimos con idéntica niebla sobre el llanto.

Tenemos ante nosotros un retrato de la memoria. Pero no está escrito en pasado, más bien,
en presente: “Aquí están tus dominios, pulido adolescente”. Olga Orozco ha dicho que: “Yo
tengo una memoria como si actualizara todo; de pronto como si todo fuera presente” 2 . Pero
esta memoria viva se percibe como un muro. Una metáfora de los recuerdos de la infancia, de
la adolescencia.

1 Olga Orozco, “Siempre tuve relámpagos”, entrevista realizada por Jorge Boccanera, Aldea Abisinia, Julio 15, 2021.
2 Ibidem

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CUENTAHILOS
DIFUSIÓN DE CONTENIDOS TÉCNICOS SOBRE POESÍA

–¿Recuerdas la nevada? ¡Hace ya tanto tiempo!


¡Cómo han crecido desde entonces tus cabellos!
Sin embargo, llevas aún sus efímeras flores sobre el pecho
y tu frente se inclina bajo ese mismo cielo
tan deslumbrante y claro.

La idea de hacer el pasado presente lo expresa a partir de un diálogo. ¿Quién no


ha dialogado con los recuerdos? ¿Quién no ha dialogado con las personas que
quiere? ¿Quién no ha sentido que está frente a frente? ¿Quién no ha preguntado
«¿Recuerdas?» como si con en esa pregunta uno se trasladara a ese espacio
añorado?
Recordar es permanecer.

¿Por qué habrás de volver acompañado, como un dios a su mundo,


por algún paisaje que he querido?
¿Recuerdas todavía la nevada?

El presente y el pasado combaten en un solo espacio. Eso es algo que Orozco


hace de una manera fulminante. Y nos hace pensar que los recuerdos, al
nombrarse, se vuelven entes vivos. Tal vez por eso, en el poema se percibe tanto
la añoranza como la nostalgia. En otra entrevista, en 1981, Orozco dice: “Hay en
mi poesía un sentimiento nostálgico del tiempo pero no se trata, jamás, de una
nostalgia pasiva, estéril o paralítica. Es una nostalgia activa: una manera, quizá la
única, de revivir.”. 3

¡Qué sola estará hoy, detrás de las inútiles paredes,


tu morada de hierros y de flores!

Las casas pierden su sentido cuando nadie las habita. Los espacios perciben la
ausencia y la siguiente estrofa así lo atestigua:

Abandonada, su juventud que tiene la forma de tu cuerpo,


extrañará ahora tus silencios demasiado obstinados,
tu piel, tan desolada como un país al que solo visitarán cenicientos pétalos
después de haber mirado pasar, ¡tanto tiempo!,
la paciencia inacabable de la hormiga entre sus solitarias ruinas.

La juventud de un hogar es igual al cuerpo de quien la habitó, esto quiere decir,


que aquella casa sólo fue joven mientras existía Emilio, ya que ahora, esa morada,
extrañará los silencios obstinados (imagínense… extrañar tanto, que se extrañe el
silencio). Y hoy, una hormiga, visita aquellas solitarias ruinas.

3 Olga Orozco: Hacia el verso primordial, Revista de la Universidad, UNAM.

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CUENTAHILOS
DIFUSIÓN DE CONTENIDOS TÉCNICOS SOBRE POESÍA

En este punto del poema, la voz de Olga se sabe lejana, ausente… triste, por ello,
pienso que en la última estrofa hay una petición de espera y, como en un acto de
resistencia al olvido, la llegada de esos recuerdos que uno jamás dejará como es
el grito de la abuela, el sonido de la verja:

Espera, espera, corazón mío:


no es el semblante frío de la temida nieve ni el del sueño reciente.
Otra vez, otra vez, corazón mío:
el roce inconfundible de la arena en la verja,
el grito de la abuela,
la misma soledad, la no mentida,
y este largo destino de mirarse las manos hasta envejecer.

Al final, llega de manera contundente, la soledad, aquella a la cual no se le puede


mentir, una soledad que hace que miremos nuestras manos y veamos cómo pasa
el tiempo, cómo el tiempo nos vuelve a una realidad, que en este caso, nos sabe
a ausencia. Eso interpreto con aquellos dos últimos versos.

Olga Orozco decía: “Creo, con Cioran, que una de las tareas del hombre
consiste en violentar el tiempo: traer el pasado al presente y éste al porvenir,
mezclar una y otra cosa y en ese trámite hacerle una jugarreta al tiempo. Una
jugarreta que no sirve demasiado. El tiempo siempre gana.”. Y, sin embargo, por
breves momentos, el pasado se vuelve presente y hay quien puede volver a la
infancia…para estar con su hermano.

Este fue un breve acercamiento a la obra de Olga Orozco, poeta quien nació en
1920, en La Pampa, Argentina y falleció en 1999, en Buenos Aires. La intención
de este ensayo fue explorar las maneras en que se va construyendo un poema,
con los diferentes recursos tanto formales, como semánticos de la obra. Aunque
en este caso, se le dio un mayor peso al aspecto semántico; debo recalcar que,
en poesía, todo está entrelazado, tanto la forma como el contenido.

Los Enjambres Revista Poética 35


CUENTAHILOS
DIFUSIÓN DE CONTENIDOS TÉCNICOS SOBRE POESÍA

Bibliografía

Orozco, Olga, Relámpagos de lo invisible. Antología, Fondo de Cultura Económica, México, 2009.

__________, “Hacia el verso primordial”, Revista de la Universidad, UNAM, julio, 1981.


[Disponible en: https://www.revistadelauniversidad.mx/results?q=olga%20orozco&page=1]

Boccanera, Jorge, “Olga Orozco: «Siempre tuve relámpagos»”, entrevista.


Abisinia Review, Buenos Aires, Argentina, Julio 15, 2021,
[Disponible en: https://www.abisiniareview.com/olga-orozco-siempre-tuve-relampagos/].

Los Enjambres Revista Poética 36


CUENTAHILOS
DIFUSIÓN DE CONTENIDOS TÉCNICOS SOBRE POESÍA

Sinécdoque 1
Johann Romero

María Luisa Puga tiene un precioso texto que titula “El rostro infinito de las manos”,
dividido en breves, digámoslo así, cuadros poéticos. En cada cuadro dibuja el sentir de
una emoción a través de la descripción y el movimiento de las manos. Están las manos
que luchan, las manos que esperan, las manos que aman, las manos que odian… las manos
que buscan. ¿Por qué digo esto? Porque si contemplamos las manos de una persona
podemos mirar su emoción, su ansiedad, su lucha. Y la sinécdoque es, en palabras
técnicas, la relación que existe entre la parte con el todo. Las manos, en este caso, con el
sentimiento:

Es el momento del amor. Es cuando las manos son simultáneamente gallardas e


inseguras. Necesitan ser tocadas, reafirmadas, aceptadas. Se mueven ahora en
búsqueda de una imagen propia con una vulnerabilidad dolorosa. Nada las
apacigua. Adquieren un aire solitario y sufriente; una obsesividad. El amor es
muy difícil. Está lleno de recovecos inesperados en donde se oculta el
malentendido, listo para dar el zarpazo. Las manos acostumbradas a andar al aire
libre no saben de reservas o disimulos; no saben de estrategias. Se vuelven
torpes y atemorizadas. A punto de estallar, pero sin atreverse (2020: 92).

¿También lo miras? Las manos son la persona. Como menciona Coll y Vehí “una
idea debe de formar parte de la otra”.2 Este tipo de sinécdoque se le conoce como
inductiva, ya que por medio de lo particular expresa lo general; Helena Beristáin escribe
que “por medio de lo menos, lo más; por medio de la especie, el género; por medio de lo
singular, el plural” (1985: 474).

En la sinécdoque es frecuente la presencia de la metáfora y la alusión. Considero


que el soporte de esta figura radica en que el lector pueda realizar un puente entre lo que
se nombra y el significado (o los significados del texto). Veamos otro ejemplo con el inicio
del poema “Lo cotidiano”, de Rosario Castellanos:

Para el amor no hay cielo, amor, sólo este día;


este cabello triste que se cae
cuando te estás peinando ante el espejo.

1 Hay que advertir que, para algunos teóricos, la sinécdoque se le considera un tipo de metonimia.
2 Citado por Helena Beristáin en su Diccionario de retórica y poética (1985:474).

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CUENTAHILOS
DIFUSIÓN DE CONTENIDOS TÉCNICOS SOBRE POESÍA

Parece que uno puede mirar en cámara lenta esa caída del cabello, que, al mismo
tiempo, nos habla de un rostro que se mira ante el espejo, una mañana quizá, del día a día de
dos personas. A mi parecer, lo increíble de la sinécdoque es llevarnos, con un detalle a la
profundidad una historia; de hablarnos de algo más.

Un último ejemplo. Hay quien por medio de mirar las nubes ya sabe cómo será el
tiempo; hay quien por medio de sentir la textura y el peso de una fruta conoce si está madura
o no; hay quien tan sólo con sentir un pedazo de tierra puede conocer si es buen momento
para cosechar; cuentan, que hubo un rey que para conocer a alguien le pedía jugar con él una
partida de ajedrez. A lo que voy con esto es que hay detalles y hechos que nos dicen más de
alguien o de algo. Es en esos detalles donde se sintetiza y refleja lo que hay en un todo.

Bibliografía

Beristáin, Helena, 1985. Diccionario de retórica y poética. México: Porrúa.


Castellanos, Rosario, 2002. “Lo cotidiano”, en Poesía. Raúl Ortiz y Ortiz (prólogo y
selección). México: UNAM, colección Voz Viva.

Puga, María Luisa, 2020. “El rostro infinito de las manos”, en Signos de identidad, Carlos
Martínez Assad (coord..). México: Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM.

Los Enjambres Revista Poética 38


les
so ta
P cera
de Editora de sección
EDNI LÓPEZ
Cartas en prosa poética

Los Enjambres Revista Poética 40


A mi psicoanalista, a mi terapeuta holística o a quien pueda interesar,

Todos mis sueños ocurren en la ciudad donde crecí, sin embargo, no fue ahí donde
nací, ni tampoco es la ciudad en la que me hice adulta, pero, sin duda, quedé
impregnada en mango y néctar de flor de ixora. A veces despierto con el sol pulsante
en la nuca, con la frente sudada y los pelos pegados al cuello, el llano se guarda las
nubes y la brisa, pero comparte estrellas y silencio, nada que envidiarle a la capital.

En ocasiones, camino los pasillos del liceo, escucho los gritos que vienen del patio
central, me tropiezo con niñas corriendo para esconderse y retomo conversaciones
con mis amigos sobre fantasmas y supuestas apariciones en el último salón del
segundo piso, sonrió al ver a Yaremi asustarse y pedir que hablemos de otra cosa,
extraño a Yaremi. A veces despierto con la angustia de una tarea olvidada o de un
examen para el cual no estudié. De vez cuando sueño con la cancha, con mis botas de
básquet, con Julio y con mi primer uniforme. Odio cuando sueño que juego y mis
brazos no tienen la fuerza suficiente como para llegar el balón al aro, lo intento de
nuevo, se pone peor, ahora mis brazos también son lentos, me desespero y lo intento,
lo intento, intento, hasta que el rendirme es igual a despertarme.

Me gusta cuando sueño con mi casa, la que nunca lo fue, la casita del medio, a veces
converso con Candela en el mueble de la sala mientras mi madre habla desde la
cocina, escucho a mi papá estacionar el carro y puedo oler el cigarro en su ropa
cuando cruza la puerta, aunque de este lado de lo sensible ya tenga más de 10 años
sin fumar.

Los Enjambres Revista Poética 41


Sin embargo, no todos los sueños en casa son lindos, hay noches en las que llueve, se
cuela el agua por una filtración en mi cuarto y me despierto agitada para abrirle la
puerta del patio a Harry y Tomasito para que no se mojen, entre la taquicardia
recuerdo que ya no están con nosotros y lloro, lloro mucho.

He soñado con todas las formas en las que se puede acabar el mundo, el apocalipsis,
invasión extraterrestre, la caída de un meteorito, un tsunami gigante, guerras
nucleares y virus letales, extrañamente todos empiezan en los llanos occidentales de
Venezuela, siempre pregunto por mi hermano menor, nunca está cerca y corro a
buscarlo, en mis sueños eternamente es un niño, tierno y con miedo a los ruidos altos.

Cuando sueño, nunca me veo a mí misma en tercer plano y casi siempre sé que estoy
soñando, pero aun así no puedo elegir en qué lugar estar, siempre el mismo techo
machimbrado, la misma palma, la misma acera, supongo que las pesadillas y las dichas
a veces comparten escenarios.

Edni López

Los Enjambres Revista Poética 42


Última correspondencia entre Alejandra Pizarnik y Julio Cortázar

Carta de Pizarnik a Cortázar

Julio, fui tan abajo. Pero no hay fondo.

Julio, creo que no tolero más las perras palabras. La locura, la muerte.
Nadja no escribe. Don Quijote, tampoco.

Julio, odio a Artaud (mentira) porque no quisiera entender


tan sospechosamente bien sus posibilidades de la imposibilidad.

Me excedí, supongo. Y he perdido, viejo amigo


de tu vieja Alejandra que tiene miedo de todo salvo (ahora, ¡Oh, Julio!)
de la locura y de la muerte.
(Hace dos meses que estoy en el hospital. Excesos y luego intento de suicidio -
que fracasó, hélas).

P.D. En el hospital aprendo a convivir con los últimos desechos.


Mi mejor amiga es una sirvienta de 18 años que mató a su hijo.

Alejandra

Los Enjambres Revista Poética 43


Carta de Cortázar a Pizarnik.

París, 9 de septiembre de 1971

Mi querida, tu carta de julio me llega en septiembre, espero que entre tanto estás ya
de regreso en tu casa.

Hemos compartido hospitales, aunque por motivos diferentes; la mía es harto banal,
un accidente de auto que estuvo a punto de. Pero vos, vos, ¿te das realmente cuenta
de todo lo que me escribís? Sí, desde luego te das cuenta, y sin embargo no te acepto
así, no te quiero así, yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del
lenguaje mismo del cariño y la confianza –y todo eso, carajo, está del lado de la vida y
no de la muerte. Quiero otra carta tuya, pronto, una carta tuya. Eso otro es también
vos, lo sé, pero no es todo y además no es lo mejor de vos. Salir por esa puerta es
falso en tu caso, lo siento como si se tratara de mí mismo. El poder poético es tuyo, lo
sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese
poder era el antagonista frente a la vida, y ésta el verdugo del poeta. Los verdugos,
hoy, matan otra cosa que poetas, ya no queda ni siquiera ese privilegio imperial,
queridísima. Yo te reclamo, no humildad, no obsecuencia, sino enlace con esto que
nos envuelve a todos, llámale la luz o César Vallejo o el cine japonés: un pulso sobre la
tierra, alegre o triste, pero no un silencio de renuncia voluntaria. Sólo te acepto viva,
sólo te quiero Alejandra. Escribíme, coño, y perdoná el tono, pero con qué ganas te
bajaría el slip (¿rosa o verde?) para darte una paliza de esas que dicen te quiero a cada
chicotazo.

Julio

Los Enjambres Revista Poética 44


Querido Dan:

A veces me escapo tratando de llegar hasta dónde estás. Me dice Google Maps que en línea recta son
4899 kilómetros, pero le pregunto una ruta real y se ríe: Entre nosotros hay 7173 kilómetros, a pie,
que tardaría mil cuatrocientas horas en salvar.

En nueve horas con cincuenta minutos de avión me sentaría a tu lado. Pero además de las infinitas
subdivisiones decimales que caben en el infinito espacio entre un kilómetro y el siguiente, la distancia
mía también se fabrica de burocracias, calendarios, flaquezas y anhelos.
Para ti, los kilómetros hasta acá están hechos de distinta materia y esta ciudad ya no acoge lo que
dejaste. Mutante disfrazada, se maquilla en locales nuevos y se descascara en edificios viejos.

Trágico e indetenible striptease.


Caracas tiene 433 kilómetros cuadrados de canciones que canté contigo. De esquinas, locales y calles
que me estrujan recuerdos en la mirada. Llantos, cervezas, risas. Una discusión agria. Una
reconciliación. Una obra de Teatro. Un par de empleos. Eventos literarios. Conversaciones sobre
mamá. El país.

Un irremediable me voy.

Un nos volveremos a ver.


Cuando te fuiste y las calles se decoloraron tanto como nosotros, atorada en aquella tarde, yo
manoseaba incansable la escena. Al llegar a Colegio de Ingenieros nos abrazamos y, ante la inminencia
de la siguiente estación, fuimos niños otra vez.

Y lloramos, y te juré, sin creerlo, que todo iba a salir bien.

Al abrirse las puertas del vagón, se anegó todo afuera, se anegó todo adentro.

Allá tienes 641 kilómetros cuadrados donde ser un tú diferente. Una ciudad donde armarte de nuevo.
Cultivo con esmero la esperanza de ir a re-conocerte. Sé que cuando vuelva de esa visita, en esquinas,
locales y calles te rebotarán las nuevas risas, las viejas canciones, las nuevas palabras.

Con los nuevos recuerdos podremos deshacer, uno a uno, más de siete mil kilómetros.

Hasta entonces, siguen existiendo, uno a uno, en la ausencia.

Lennis Rojas
Los Enjambres Revista Poética 45
Tono
detonante
La escritura es la práctica y el borrado.
Compartimos contigo ejercicios prácticos que
puedes integrar a tu rutina de escritura.

Abre el libro que tengas más cerca de ti ve a la


página 27, elige una frase como epígrafe para
un poema.

Extrae un verso de una canción que escuches


durante el día y experimenta modificándola
con palabras que tengan un sonido similar.

Escribe la carta que te hubiera gustado recibir


de una persona que ya no está.

ical
us
m
ón

c i
In s pi ra
Ciudades
oído.

Los Enjambres Revista Poética 46


La plu
ma
Poemas y otros contenidos
literarios relacionados con
la ingesta. d el

ca

Enjambres Revista Poética 48


LA COSTUMBRE DEL VACÍO
Adriana Dorantes

Hace años, todavía adolescente,


soñaba con vivir sola en un departamento arreglado con caprichos a mi
medida.

Tener adultez suficiente para prescindir de controles parentales,


realizada en el trabajo y la recompensa del descanso al final del día.

Gozaría de un salario suficiente y bueno,


llegaría a mis aposentos hambrienta.
Y el hambre sería, tranquilamente, una necesidad digna de satisfacer.
Incluso deseaba tener hambre exacerbada,
el disfrute individual de satisfacer el deseo y la alegre posibilidad de
hacerlo.

El anhelo: una pizza familiar y la certeza de no compartirla con nadie.

La imagen: yo en mi sofá, con una buena cosa que ver en la televisión.

También pensaba en la felicidad,


aunque no moviera aventurado a ponerle un nombre.
Comer era una forma de felicidad.

Pero nada se logra como se sueña.


Crecí.
Podía cumplir el ritual de la pizza,
la soledad era mi reina y le rendía pleitesía.
Al pasar de los años,
no ha tenido aún la determinación de comprar la pizza y mirar la
televisión.

Los Enjambres Revista Poética 49


Qué culpa tan tremenda tendría que expiar una vez engullidas las 1,800 calorías.

No tengo el coraje de completar la misión.


O sí, pero es más grande la culpa.
Mi refugio yace entonces en los reemplazos.

En cuanto a la soledad,
ella sí permanece;
no me pide máscaras,
se adhiere a mí como la única compañera.
Ella sabe de la vergüenza,
aunque a ratos solapa mi necesidad de comer cosas prohibidas,
me vigila.

La coherencia me ha alejado de la comida y de su placer.


Comer es un regalo que me llena de tortura.

(A veces, en días de lucidez o bruma,


ya no sé,
me preguntó si de verdad es tan malo pesar 78 kilos,
si debo obligatoriamente dejar de ser obesa,
por qué la talla M no es suficiente,
por qué algo tan placentero y normal,
en mí se transforma en
el horror del rechazo y la vergüenza).
.

Los Enjambres Revista Poética 50


Adriana Dorantes nació en la Ciudad de México en 1985.
Maestra en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Guanajuato.
Ha publicado poemas y artículos sobre literatura en diversas revistas digitales e
impresas como Revarena, La Peste, Casa del Tiempo, Punto en línea, Tercera vía,
entre otras. Autora del libro de cuentos Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.

También ha publicado los libros de poesía Quién Vive, Entre mares alados, ¿No
habrá puerta de salida?, La costumbre del vacío y La espera y la memoria.

En 2017 ganó el primer lugar del Premio Nacional de Poesía Rosario


Castellanos. Actualmente escribe la columna quincenal “Pequeñas magias
inútiles” en el sitio Los ojos del Tecolote.

Es directora de difusión y prensa en Ediciones Era.

Los Enjambres Revista Poética 51


THIS IS CARACAS
Mariana Álvarez Castillo

Caracas es Caracas, porque lo demás es monte y culebra.

En Caracas la montaña divide la ciudad del mar, odalisca acostada,


sultana frondosa, muralla protectora.

Un racimo de disparos al Oeste. Salsa erótica, vallenato del desamor.

Caracas es Caracas.

Una ciudad a punto de ser costera, casi caribeña, casi playera.

Ellas hacen la tarea cuando escuchan un grito, una sirena, una multitud.
Él iba cruzando y lo mataron.

Mototaxi, aceite quemado, sonrisa gratuita. "dime mami, dime linda, sí


mi amor"
Caracas es Caracas.

La misma ropa todo el año.

Nunca hace frío, nunca hace calor. Sudar es rico. El sol es rico. La
humedad me embellece. 16 grados es invierno.

Estamos muy flacos, la ropa nos queda grande. La cola para comprar
harina pan. La cola para comprar leche. La cola para la gasolina.

Se nos fue la luz durante días y se dañó toda la comida.

Caracas es Caracas.

La facultad de vencer el miedo, de desaparecer el riesgo. La negación


del peligro cuando se va el sol. Toque de queda implícito. Noche
violenta, los tambores de Aguanile, su muslo en mi entrepierna.
Puliendo hebilla bailando rápido sudando mucho yéndonos sin pagar.

Caracas es Caracas y aunque la odio, la amo, aunque no tenga


quimioterapia, aunque no tenga toallas sanitarias, aunque lo apuntaron
en la cabeza.

"Ejercicio basado en This is Tijuana de Sayak Valencia para Feministas Aprendiendo"

Los Enjambres Revista Poética 52


Mariana Álvarez Castillo: (Caracas, 1991) Feminista decolonial, diaspórica y caribeña.
Licenciada en Artes por la Universidad Central de Venezuela y Magíster en
Estudios de la Imagen por la Universidad Alberto Hurtado de Chile.

Actualmente Productora Audiovisual en Ciudad de México.

Los Enjambres Revista Poética 53


LA LENGUA DE LOS GALLOS
Laura Cárdenas Armas

En nuestro tránsito de cuerdas flojas


me he susurrado canciones mansas
en los mejores días
y otros
en que debí golpearme el pecho
a ver si alguien abría la puerta

Con escombros tuyos


he guiado el rebaño ciego de las tempestades

Traté de quebrantar tu delicadeza


como al aire la hoja de grama en silbido
destilar tus semillas grises
de mi pulmón gajo de mandarina

Se quema la duda
se queda muda
ha pasado de todo

¡Santa virgen de la sencillez!


Yo era sólo una mamífera herida

Así crucé
con la violencia salvadora con que recibe el mar a las tortugas
con fuegos de azar
intenté romper tus confines solares
arrasar con tu regalo doloroso
marejada partida de espejos

Los Enjambres Revista Poética 54


Mi inocencia quiso cambiar el idioma para no hablar más Bernardo

Entonces
súbitamente
aprendiste todos los dialectos
hablaste la jerga de los animales
cada lengua en remotos orígenes de las razas

Tanta fricción
tanto alarido
para que al final tu heno en ceremonia de huracanes
acabara por recordarme
que en cualquier latitud
todos los gallos cantan en el mismo idioma.

Los Enjambres Revista Poética 55


PANELITAS DE SAN JOAQUÍN
Lena Yau

Siempre que hay un túnel, un puente, agua o un peaje,


hay buenos augurios.

Eso pensaba de niña y lo sigo pensando.

Túnel de La Cabrera: pega la mano al techo del carro,


levanta los pies y pide un deseo.

Luz de salida, el puente, una extensión verde antes del


agua: los sembradíos en tierra que pica, territorios que
el lago recuperará muchos años después.

Falta poco. Lo sé porque el hombrillo se puebla.

Primero los mangos en tobos, luego las naranjas.

Un poquito antes de que papá baje la velocidad,


busque un bolívar y el cartón de distancias en la visera,
los vemos.

Abanan sus brazos con suavidad y elegancia en un


semicírculo que va del cuerpo al cielo.

Prendido a las manos un paquetito blanco, cubo


perfectamente empacado que se vende solo.

Algunos conductores siguen hasta el peaje porque allí


también hay paneleros y aprovechan la cola de pago
para comprar.

Los Enjambres Revista Poética 56


Papá prefiere orillarse y comprarle a los de coreografía
silenciosa y pregón en compás.

Bajamos, estiramos las piernas, me acerco al monte de


la autopista, escucho un ruido, mi imaginación ve una
cascabel.

Papá anuncia cambio de planes: el día está despejado,


nos vamos al mar.

Subimos al carro con doble alegría: un imprevisto día


de playa y un cargamento de panelitas.

¡No abran el paquete! ¡No quiero miguitas en el


asiento!, escuchamos decir a mamá.

Antes de comerme la última panelita, hago una


pregunta de seguridad:
¿Al volver de la playa podemos comprar más?

Si me prestas un bolívar para el peaje, contesta papá.

Abro mi monedero infantil, entrego mi parte y pienso


en el túnel de regreso.

Reservo deseos.

Los Enjambres Revista Poética 57


Lena Yau (Caracas, 1968) es narradora, poeta, periodista e investigadora.
Especialista en el vínculo entre literatura e ingesta. Licenciada en Letras y
Master en Comunicación Social por la Universidad Católica Andrés Bello.

Asesora literaria de El sabor de la eñe. Glosario de literatura y gastronomía


(Instituto Cervantes, 2011). Autora de los poemarios Trae tu espalda para hacer
mi mesa (Gravitaciones, 2015 y Sudaquia, 2021), de Lo que contó la mujer
canalla (Kalathos, 2016 y 2021), y de Bonnie Parker o la posibilidad de un árbol
(Utopía portátil, 2018); de la novela Hormigas en la lengua (Sudaquia, 2015 y
Baile del sol, 2021) y del libro de relatos Bienmesabes (El Taller Blanco, 2021,
Sudaquia, 2122, Hambre de cultura 2023).

Sus cuentos y poemas han figurado en antologías (Fundavag, Mantis, Kalathos,


Pre-textos, Hypermedia, Universidad de Zaragoza). Ha sido traducida al
portugués y al inglés. Reside en Madrid.

Facebook: Lena Yau


Instagram: Lenayau
Twitter: @LenaYau
Web: www.lenayau.com

Créditos retrato:
Fotos de Marienna García Gallo

Los Enjambres Revista Poética 58


aginario m u s i c a l
Im Selección de canciones-poema.

Los Enjambres Revista Poética


YO TE RECUERDO CARACAS - AUGUSTO BRACHO

Yo te recuerdo, Caracas
Con la derrota en mis labios
A pesar de los calvarios
A pesar del vendaval
Yo te contemplo, Caracas
Con tu sonata de ocasos
Refugiada en el desvelo
Fantasía de un consuelo
Prometido
No sé por qué te espero
No sé por qué te añoro
Aurora de atabales, silencio en mi candil
Asumo que te quiero, asumo que te lloro
Oigo tu voz en la sombra
Pero sé que te perdí
Yo no sé por qué te espero
Y no sé por qué te añoro
Aurora de atabales, silencio en mi candil
Asumo que te quiero, asumo que te lloro
Oigo tu voz en la sombra
Oigo tu voz en la sombra
Oigo tu voz en la sombra
Pero sé que te perdí
Yo te recuerdo, Caracas

Los Enjambres Revista Poética 60


EN CHAPELLÍN - AUGUSTO BRACHO

Hoy quisiera convencerte


En Chapellín
Y sembrar una palabra en tu jardín
Que te diga lo que siento yo por ti
Se soltó tu pelo negro
En Chapellín
Te ofrecí mi peine blanco de marfil
Me besaste desafiando al porvenir
Qué bonito nuestro encuentro
En Chapellín
Sin embargo, tuve miedo, te lo tengo que decir
De perderte en un murmullo tan sutil
Tan sutil
Que me impida estar contigo y ser feliz
En el fondo de aquel puente donde nunca más te vi
Olvidaste el peine blanco de marfil
De marfil
Y tu pelo ya no brilla para mí
Hoy dejé mis ilusiones
En Chapellín
Con olor a guarapita y aserrín
Voy llorando de la plaza al botiquín
Testimonio de tu ausencia
En Chapellín
En Chapellín
En Chapellín

Los Enjambres Revista Poética 61


aginario m u s i c a l
Im
ACERCA DE «EN CHAPELLÍN»:

Los verdaderos amores y desamores del migrante,


aquellos lugares que habita o abandona,
son el combustible de su propio destino. Chapellín es uno
de los barrios más antiguos y
humildes de la ciudad de Caracas, y últimamente para mí,
el escenario de una historia de
encanto y desilusión convertida en bolerito-son.

Cuando era niño viví una temporada corta en Chapellín.


Casi tres décadas después, ya
instalado en Ciudad de México y guardando confinamiento
durante la pandemia, vino la
necesidad de escribir esta canción amparada en un
recuerdo personal, en aquella ilusión
infantil. La idea resultaba sencilla: volver a caminar por
esos callejones, cuestas y canchas,
atravesar una vez más el puente del viejo barrio
beisbolero caraqueño que alguna vez tuvo
como ídolo al Gato Galarraga, y donde se oía a toda hora el
sonido de la salsa brava. Desde
entonces no he regresado. Seguro los ídolos y las músicas
han cambiado bastante; ni hablar
de la asombrosa cantidad de gente que ya se ha ido, no
sólo del barrio, sino de Venezuela.
En fin, aquí seguimos adaptándonos al movimiento
incesante de la existencia, y al de
nuestro continente. Han pasado muchas cosas, muchos
años. Pero eso sí: cada vez que
invoco y canto esta canción, Chapellín regresa a mí.

Augusto Bracho
Ciudad de México, enero de 2023
«En Chapellín» es una de las nueve canciones contenidas en Música moderna, o
boleros actuales sobre la fantasía de un migrante, álbum del artista
latinoamericano Augusto Bracho y publicado en febrero de 2022.
Texto extraído de www.augustobracho.com

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Los Enjambres Revista Poética


Fotografía por Elisa Rugo.

AUGUSTO
BRACHO
Cantautor latinoamericano
https://augustobracho.com

Los Enjambres Revista Poética 63


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Los Enjambres Revista Poética


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OLA LENGUA: MI PAÍS

La lengua: mi país
donde anochecer
rima con esclarecer, y expiración
con respiración.

Y desde la niñez, el regalo


de ver el mundo tal y como
los muertos lo

ven: de cosas brillando

en la luz de su inminente desaparición.

(Franz Wright, trad. Javier Rey)

Los Enjambres Revista Poética 65


CIUDAD

Ahora mismo, un perro amarrado en la calle está ladrando


Con la pena de ser abandonado,
Un perro despojado.
Ahora mismo, un carro está aparcando.

El perro emite
Pétalos y copos de ladridos
Que flotan hacia arriba desde la calle
Hacia donde otra víctima está sentada

Quien escucha a la ciudad entera


Y al perro que pita como alarma,
Y quien no quiere hacerle al perro ningún daño,
Ni sentirle lástima alguna.

(Frederick Seidel, trad. Javier Rey)

Los Enjambres Revista Poética 66


LA CIUDAD DE LA POESÍA

Give me time enough in this place


And I will surely make a beautiful thing.
Annie Dillard
“Mornings Like This”

La palabra japonesa para los versos


encadenados es renga, poesía
interactiva antes de la era del hipertexto

Cuando navegar suponía un viaje


físico, llevado a cabo en barcos
y con, al menos, un año de
provisiones.

Una línea, una imagen, pensada


muchas veces, sobre un té o un
vinito en tazas tan delicadas como
cáscaras de huevos

Pasando de mano
en mano.

El poema como un barco, cargado con rollos


de seda y crisantemos,
compases, instrumentos para
medir y observar las
estrellas.

Legumbres y leguminosas, chicharrones,


agua y generosas tabletas de pergaminos
de marfil.

Los Enjambres Revista Poética 67


El poema se empuja desde la orilla de un río
tierra adentro, molestando a los patos que
dormitan en las cañas y que una multitud
de niños que gritan y corren
persiguen

Ellos han visto a lo alto su suave


estandarte y sus fervientes columnas
de humo

Que por años sentó


en las tranquilas llanuras
recogiendo percebes

Ahora que se aleja


quieren mantenerla a la vista
antes de que entre al mar,
cortando el agua en dos
con su estela.

El agua como dos páginas


levantándose

Su destino es una ciudad


al otro lado del mundo

Un risco oteando océanos


de brumas y árboles antiguos

Sentada en la panza de esta embarcación


abrigo visiones, que bien podrían ser
producto de una especie de mareo

Camino de a ratos
sobre planchas que marcan
mi peso, pero lo cargan

Los Enjambres Revista Poética 68


Cuando no hay nadie
alrededor, acomodándome
en el otro asiento cerca
del timón

El asiento simple de madera


pulida, el que, dicen, está
reservado para un trovador
o poeta

Para ver cómo la vista del cielo


es diferente desde allí

Sueño sobre la ciudad


a donde voy

Elegiré una calle empedrada


con puertas que abren hacia el este
y ventanas que miran al oeste

Un techo que canta bajo la lluvia


un blanco balcón por cada una de las traslaciones
de luz de sol cayendo sobre el mundo

Ahí puedes ir
despojado de nombre y estatus
de todas las otras cosas
con las que te casaste
en vano

Los días serán tan límpidos


como papel nuevo

Las noches, oscuras como tinta


pero nunca ausentes

Los Enjambres Revista Poética 69


La plataforma lo ancho
suficiente para albergar un ejército
de lamentos o el solitario trino
de un grillo

Una jarra de agua llena de lágrimas

La devoción de una azada entrando a la tierra

El florecer de nuevas alas dentro de


capullos color tierra

Estos ecos, rebotando de las


paredes y del techo tan alto
como el techo del mundo.

(María Luisa Aguilar-Cariño, trad. Javier Rey)

Los Enjambres Revista Poética 70


DINOSAURIOS EN EL BARRIO

Hagamos una película que se llame Dinosaurios en el barrio.


Una mezcla de Jurassic Park con El viernes me cambió la vida con En busca de la felicidad.
Tiene que haber una escena en la que un nene negro esté jugando
con un dinosaurio de juguete en el colectivo, mire por la ventana
& vea al tyrannosaurus rex, porque sí o sí tiene que haber un tyrannosaurus rex.

Que no la dirija Tarantino. En su versión, el nene jugaría


con un arma, la metáfora: los chicos negros juegan con sus vidas,
augurio de su fin, vivo retrato del papá.
Que se vaya a la mierda, el chico tiene un brontosaurio o un triceratops de plástico
& ésa es su prueba de que existen la magia o Dios o Papá Noel. Quiero una escena

en que a un patrullero le cague encima un pterodáctilo, una escena


donde el negocio de la esquina se convierta en una batalla campal. Que no salgan
los hermanos Wayans en la película. No quiero ninguna pelotudez racista
sobre los asiáticos ni estereotipos gastados sobre los latinos.
La película es sobre un barrio donde vive gente de la realeza

–hijos de esclavos & inmigrantes & adictos & exiliados– que salvan a la ciudad
de dinosaurios de verdad. No quiero que sea una de esas película de policías
con un sex symbol vietnamita cursi pero progre de protagonista que tiene una compañera
negra graciosa aunque mandona. Ésta no es ocasión para que se luzcan Will Smith
& Sofía Vergara. Quiero abuelas sentadas en el porche bajando dinosaurios a los tiros

con armas escondidas en la pared & abajo del colchón. Quiero esos dinosaurios
babosos & gritones. Quiero que Cicely Tyson dé un discurso, tal vez dos.
Quiero que Viola Davis salve a la ciudad en la última escena clavándole en el largo
cuello al último dinosaurio una peineta afro. Pero no puede ser
una película negra. No puede ser una película negra. No puede ser que la ninguneen

Los Enjambres Revista Poética 71


por su elenco o su público. Esta película no puede ser metáfora
de los negros & la extinción. Esta película no puede ser sobre la raza.
Esta película no puede ser sobre el dolor de los negros ni causarles dolor a los negros.
Esta película no puede ser sobre la larga historia de tener una larga historia dolorosa.
Esta película no puede ser sobre la raza. En esta película nadie puede decir negro

que no sea capaz de decírmelo en público en la cara. Nada de chistes de pollo en la película.
Nada de protagonistas baleados. & nadie mata al nene negro. & nadie mata
al nene negro. & nadie mata al nene negro. De todos modos,
sólo quiero que se haga por la primera escena: el nene negro
en el colectivo con el dinosaurio de juguete, los ojos bien abiertos & infinitos

sus sueños posibles, latiendo, & bien presentes.

(Danez Smith, trad. Zaidenwerg)

Los Enjambres Revista Poética 72


SOBRE LA TORRE DESDE LA QUE SE DOMINA EL RÍO

Junto al río se encuentra, presuntuosa,


la torre de treinta metros de alto;
por allí pasa una enorme
carretera de mil kilómetros;
me basta contemplar el lejano horizonte
desde esta altura
para confortar
la mente y el espíritu.
Los correos no se detienen
a lo largo del camino,
los soldados se precipitan
hacia sus destacamentos.
En tiempos tan alborotados
siento de manera especial
que es bueno estar desocupado.
Ahora que he pasado los cuarenta,
en verdad no es demasiado pronto
para que me retire.
Deja que ahora limpie
los vestidos manchados de polvo.
No es demasiado tarde
para que vuelva a las colinas.

(Bai Juyi, trad. C.G. Moral)

Los Enjambres Revista Poética 73


BREVE HISTORIA DE MI VIDA, PARTE VII

No puedo ir más al East Village


porque es como ir en un tour

de mis peores citas. Me hago vieja, mi corazón


salta al avistar algún niño

que no sea mío, pronuncio todo


como si fuera el título de una ópera italiana.

Solía escuchar canciones, y pensar en alguien


cuando decían “you”, ahora sólo quiero

estar donde la luz es más intensa, quiero


el tipo de calor que te puede matar

si te aproximas sin estar preparado. Esto


no es una metáfora para algo más.

Cuando hablo de la luz, me refiero a la luz.


Voy a misa y me uno en canto y me siento

tan emocionada como si mi fe fuera ciega.


Cuando hablo de la ceguera, me refiero

a la luz. Verdaderamente, lo único que Lindsay Lohan y yo


tenemos en común son nuestras preocupaciones

con la fama y perder peso, y sin embargo reconozco


un parentesco entre nosotras, como si esas cosas

importaran más que nada. Cuando hablo de


la oscuridad, me refiero a esta forma de vivir.

Los Enjambres Revista Poética 74


En un restaurante llamado Caracas
pasé quince minutos discutiendo

sobre un libro de Ayn Rand porque cada


vez que él decía Himno yo pensaba

que se refería a Los que vivimos y le preguntaba


¿qué distopía?, ¿por qué olvidas a la mujer?,

y él mencionaba la Casa de
los Niños, y yo preguntaba, ¿Qué

Casa de los Niños? ¿Qué opinas de amar


tan intensamente a un hombre, que dormirías

con otro sólo pagarle al


primero el tratamiento de la tuberculosis?

Bienvenido a Rusia, le dije, y nos


vimos y luego

no. Traté de imaginarme Caracas, traté


de dejarlo por donde fuera, una fiebre.

(Leigh Stein, trad. Javier Rey)

Los Enjambres Revista Poética 75


Polen
Selección de poemas libres
(Sin título)
Alejandra Garibay

Vivo en las aceras grises


me refugio muro a muro
en sus profundas grietas
entre jardines juego
las escondidas
las traes
piedra papel o tijeras
habito esos patios
borboteantes de
gallinas corucos tierra
me confundo en la basura errante
y no me pierdo
porque llevo en la memoria
el rostro de las calles,
merodeo azoteas
regocijándome con el aliento del sol
él aún no lo sabe, pero seremos amantes
mis pies son raíz
que me hacen existir
entre valle y neblina,
roce del trigo,
verde de milpa
donde me humedezco
y crezco
a la altura
de esta tierra mía.

Los Enjambres Revista Poética 77


Ciudad silencio
Eduardo Segura

Hay silencios escondidos entre las paredes,


Impregnados en el suelo,
Andando plazas y callejones.
Toda la ciudad huele a silencio.
El salitre milenario
Consume los nombres,
Devora las muertes,
Ahoga las preguntas
Primeramente hechas
Por la luna del amanecer
¿Acaso conoce la noche los pecados?

Aquí la sangre escurre a todas horas,


Rellena los canales
De un suelo sediento.
Sangre bebe, río seco
Y arde por dentro.
Ciudad flotando en sangre.
Una isla entre un mar rojo y ferroso
Que se pudre lento
Ahogada en silencio.
.

Los Enjambres Revista Poética 78


Meditación de banqueta
Elena González

Calle gris.
Nací y me críe en tierras
cuyo nombre es el de un poeta.
Nezahualcóyotl.
¡Y qué poeta!
¿Qué otro escondite podría ser el mío,
si no es la palabra?
Es lo único que tengo,
la conexión de lo que soy con mi lengua.

Existe una configuración infinita de rostros,


de rostros que suspiran y anhelan.
Cuerpos caminantes.
Transitar por las noches las calles,
es poder ver esos andares cansados
después de laborar.
Migrar de nuevo a casa.
Un largo trayecto
con el gesto triste
pero atento
contra todo posible asalto.
No había otro modo, más que nacer aquí.
El meneo inconfundible del transporte público
y el olor imparable de las alcantarillas.
Los montes de basura y mugre.

La periferia siempre ha sido


tapete de las grandes urbes,
donde se deposita todo lo que sobra
y no quiere verse.

Los Enjambres Revista Poética 79


Caballo Final
Eloísa Soto

I
Dos niñas cabalgan sobre Thalía.
Una levanta sus brazos para agitar las trinitarias que cuelgan de la alambrada,
la otra contempla el camino de flores coloradas tras las huellas.

Escuchan risas lejanas.


Cabalgan en el asfalto a paso lento,
nadie lleva las riendas.

Escuchan el crepitar del fuego,


se detienen en la cima y desde su lomo escalan al único árbol que creció.
Ascienden a las ramas del ébano
mientras Thalía se desboca hacia el incendio
porque todos los caballos decidieron morir esa tarde.

Los Enjambres Revista Poética 80


II
A veces brotan corceles entre las esquinas de esta ciudad,
los he mirado desde el autobús o cuando atravieso las aceras.
Alerto a todos para que velemos por su nacimiento
pero los habitantes parecen imperturbables
entonces las criaturas se disipan entre dolorosos relinchos metálicos.

Hay un charco de mugre iridiscente donde debería estar un caballo.


¿Cómo es que a nadie le importa?
Creen que pueden redimirse bailando y besando
bajo las luces rojas cuando cae la noche.

Thalía,
vuelve para descosernos
hasta encontrar algún pequeñísimo signo de pureza
y poder montar en tu lomo
y pasear entre la ciudad en llamas.

Thalía,
No seas dócil
que te lleva el fuego
que te arrollan las máquinas
que se levanta otra torre sobre tu cuerpo inerte.
Todas las calles nos arrastran al ojo de la tormenta
navegamos en corrientes circulares
y hay quienes mueren por la repetición de este delirio.

Los Enjambres Revista Poética 81


III
Thalía,
yo te busco en todos lados.
Me adentro en la ciudad y bajo el manto terrestre consigo lo más oscuro:
Aparatos de metal, charcos,
gente que se compacta como un gran animal andante,
y no miran nacer a los caballos, aunque broten sus ojos.

Hay un pasaje secreto, Thalía


Yo lo viajo y encuentro un lago.
Alguna vez me dijiste que la belleza debía resplandecer en verdores
y este lago se pinta con verdes tristes, pero es bello también.

Cielo de ébano, el bosque, la neblina,


el lago subterráneo donde nadé y te vi nadar
dejando estelas de flores coloradas con una niña de cabellos infinitamente largos
sobre tu lomo, Thalía.
Al llegar a la orilla recostaste tu cabeza de hipocampo sobre mis piernas
y mientras tejía tus crines,
miramos llegar la lluvia que extinguió una ciudad entera.
El bosque y la niebla transfigurados en gotas.
El lago sereno.
Gotas de ceniza, de gente y de concreto.
Lluvia como grandes agujas atraídas hacia la luz.
Puntos flotantes de agua en todas las direcciones, desbocadas,
chocando entre sí.

Nosotras,
entreveradas en tu pelaje marrón
nos hicimos tormenta.

¿Recuerdas, Thalía?
Alguna vez dije que nuestras almas serán caballos de agua.

Los Enjambres Revista Poética 82


Sobre escribir
Felipe Ezeiza

A esta hora
escucho los cascos de un ciervo
en medio de la calle

es un viajero enrarecido
al cruzar por la garganta de la noche

también distingo
a través de la oscuridad

el lugar de la emboscada
y el canto que le da muerte

creo
que los versos del pasado
continúan hambrientos

toma mi mano

yo cuidaré de ti
en lo alto de la sombra

tendré
ojos más certeros

el resplandor de los salvajes.


Los Enjambres Revista Poética 83


amor criatura amor
Felipe Ezeiza

Recorrimos el pueblo
alrededor de las gentes y sus cosas
un anciano dormitaba en la esquina de la
catedral con un gesto tristísimo
también en la grama de la plaza vimos a un
escarabajo Hércules
con sensación de irrealidad

Niños con patines y bicicletas


el viento mueve las hojas y tu cabello
hablas con fascinación del sol que encanta a
las copas de los árboles
cómo se filtra el brillo en infinitos
caleidoscopios y nos envuelve

El mundo acontece ensimismado


aprendemos a escribir con una voz de los
tiempos terribles
uno dice poco en el poema a veces nada

Tú eres la flor que reguardo entre líneas.


Los Enjambres Revista Poética 84


In The City
José Rosales

El circo tétrico,

mancomunadas escenas

pálidas

[En fotogramas]
sobre
ojos
[Escabrosos]

conduciendo

al sujeto

del poema,

este ente en vigor

en disección

por escalpelos

a la realidad

(Extraviada)
en la latitud

del pasamanos,

como catamarán

sin puertos al cual zurcir.

Los Enjambres Revista Poética 85


La tumba de Tolstoi

a la deriva

y este nudo

que crepita

al instrumento musical

(Sin documentación)

a la sombra

de un árbol plástico

manchado por la pólvora

en el hoyo de una bala

rozando lo inconveniente,

a convenir la antítesis del sentido:

En la memoria del timón,

como el contorno calcado

en un fondo oscuro

a la posterioridad de la luz...

Los Enjambres Revista Poética 86


La estadía premonitoria

[Del vértigo]

en el canto

[Del pájaro],

anónimo

en las polifonías de la urbe.

El zapato sobre el tendido eléctrico,

ecléctico de su historia por estupor.

El riel de un tren,

como el lenguaje

insospechado

de un palomar.

El pasillo del orfanato

y la naftalina

en los labriegos

de esta tierra

custodiada

por la nada

Los Enjambres Revista Poética 87


[Aparente]

en cada vocablo

al escarnio de la entraña...

La vacuidad catatónica tiritando

en los mausoleos de un motel

o la armónica desentrañando

las melodías de un charco

alzándose en vuelo de buitre,

como virtualidad homónima

a Dios

a Bestia,

para derrumbar

en esta

exposición de vísceras
al aliento del esqueleto
en un helecho cautivo
en la precariedad
de una selva atestada
por petróleo.

Los Enjambres Revista Poética 88


Las ciudades
Juan Calera

Hay ciudades con musgo y cortezas


para que bramen, salten y duerman los ciervos,
con fuentes de alcohol
para que disfruten las aves blancas.

Hay ciudades con vidrio y cemento hermosos,


tentadores de lenguas y silencios, de danza y
sábanas,
de uno y compañía.

Hay ciudades
que aspiran la arena y digieren el asfalto

Hay ciudades que escapan de las huellas


y ciudades que no escapan de la frente.

Hay ciudades a las que otorgamos


siluetas, cauces.
Hay ciudades a las que otorgamos
cicatrices.

Ninguna ciudad le debe nada a nadie.


Toda ciudad contiene espejos para el viajero.
Alguna se engendró antes del amanecer.
Alguna, antes de darle nombre a la noche.

Hay cuerpos que visitarán ciudades


para escribir cánticos en la tarde. Cuerpos
fracasados.
Hay cuerpos que devastarán ciudades
cantando, sencillamente. Cuerpos desnudos.
Para ellos se alzan las ciudades.

Los Enjambres Revista Poética 89


Ciudad X
Juan Calera

¿Cómo nombraré
la siguiente ciudad?
Tal vez la ciudad del cálido abrazo,
con su ausencia total de goteo, danza
y aullido (¿sirena?) a los flancos
de las brújulas.
Pero no sería esta más
que la extensa palpación de una piedra
hasta ocultar el frío,
con imposibilidad total de abrasión
y torno (en silencio), de riego escarchado
y opio controlado en la estatua.
La ciudad del abrazo de la ortiga cálida.

O, tal vez, la ciudad dorada,


de rodillas y
del suave rumor bajo las axilas
—como hace tiempo que escribí—,
pero sin las borlas de inmortalidad
—sensiblemente inexistentes—;
a lo sumo —como hace tiempo que escribí—,
quietud inocua.

La ciudad firme,
la ciudad cuyo único tendón
capaz de asumir batalla
está situado en la frente,
una frente estéril, sin remisión,
ciudad del conocimiento.
La ciudad evolucionada de los ángeles ya, finalmente,
levantados,
contemplando eternamente —finalmente— el hálito,
la ceguera.
Y es entonces, ahora, cuando yo recuerdo el sur de
Alemania,
limpio y amplio
hasta temerlo.

Los Enjambres Revista Poética 90


La ciudad, quizá, laguna,
inmóvil
ciudad charca.

La ciudad del ninguneo del spleen,


de lomos húmedos tan solo por los hongos.

Tal vez no se trata de otra


sino de la ciudad deseada, adonde este hombre
planea la huida con las redondeces de las uvas —tanto de
madurez, tanto de podredumbre—.
Puede ser, es seguro, que este hombre haya dejado de
alzarse en —no ya tan—
determinadas mañanas,
este hombre que contempla —se retuerce en los ángulos
— la constante
permanencia de alojado
y, en su única consciencia —algún afortunado tal vez
consiga verlo—, puede llegar
al llanto discreto. Pero en el centro de todo esto
sabe que

no se trata de otra
sino de la ciudad falsa, habitada por aquellos
que ni han nacido
ni debieron hacerlo nunca —y que, pese a todo,
pueblan secos y adorados todos los anaqueles—,
la ciudad incapaz
de engendrar cuerpos
y que este hombre está nombrando
mientras dura el temor
al último verso involuntario.

Los Enjambres Revista Poética 91


Chapultepec, 5:00 a.m.
Laulico

Cuando muero
pedaleo al vientre de la ciudad

La madrugada me engendra oscura


bajo el azul confundido

Sólo allí la oportunidad


de volver a la vida

Pedaleo

Nos vemos, somos muchos.


Las almas que aquí reposan
gimen y sudan
pero mueren como la ciudad
y se aferran al verde limbo
bajo una existencia otra

La Ciudad de México
por mi decisión,
me lleva en sus entrañas
los demás no parecen migrantes

Pedaleo

Para nacer aquí


éste es mi trabajo de parto,
es sólo mío,
ésta madre no me puja
yo tengo que encontrar la luz

Me apuro
siento mi cuerpo

Salir
estar viva
sudo un poco más

Pedaleo

Duele
y cuando por fin se asoma el mundo
allí estoy:
volví a la vida,
llegué a Reforma.

Los Enjambres Revista Poética 92


Las afueras de Dios
María José Mures

Agua me daban a mí.


Me la bebí.
No sé qué cosa sentí.
Antonio Gala

Córdoba, ciudad soñada


y del ensueño eres parte
al romper la frontera
y ser, como tu obra, andaluz.
¿Eres poeta o místico,
amante o amado?

Eres gubia que ahonda en la palabra


hasta sacar el amor.
Eres, Antonio, gala para Córdoba.

Los Enjambres Revista Poética 93


A Los Teques

danza macabra
Paola De Andrade

el vacío de un pueblo
pare dos voces

una busca remendar


la orfandad
de la otra

la otra suspira
por la repetición de un tren
devorado
que no encuentra vértigo ni
salvación
en el acto de volver a casa

las dos voces danzan


lentamente
junto al fuego

sin darse cuenta


que todo lo que se ha
pronunciado
antes y después de ellas
es delirio encarnizado
en barro caliente

lengua de gólem
que conduce
un carruaje
de dientes punzantes

su danza
empuja las llamas
al abismo

sin darse cuenta


que son
eco
de su propia depredación

Los Enjambres Revista Poética 94


BEATUS ILLE.
Rubén Décrit
Benditos aquellos que con el açada
sustentan sus vidas e viven contentos
Marqués de Santillana.

CRECE la ciudad huérfana de historia,


moribunda, sola, triste, abandonada,
resuelta en avenidas sórdidas
como un trémulo enjambre de ausentes,
como un bosque de milenarias secuoyas
con ventanales
grises como el temporal
que azota sus graves términos,
su garganta ronca, su lengua envenenada de derretido asfalto…
Lejos: el azul de la tierra, el beso lento,
el andar sencillo,
lejos el nombre, la mano,
el rostro…
¿Quién entonces acompañará mi hoguera en la noche,
mis claveles con tinta,
mi aciago silencio?
¿Quién hallará entonces el silencio que pronuncio?
He padecido la dictadura innombrable de sus navíos
el intimidante vértigo de sus andamios,
los letreros rutilantes de sus concurridas plazas,
sus lejanas azoteas dormidas
por el crepúsculo infinito, como una lenta ola
sobre la sal inmensa.
Por los jardines mínimos he rogado:
¿vendrá entonces el pronto exilio,
—recóndito ahora tras la oración desestimada—
a liberar mi silencio cautivo y secreto,
la ansiada marcha a los confines?
Ciudades lóbregas condenadas a la sombra
ciudades con fauces de óxido y azufre
ciudades que no vuelan, sino escarban con sus dientes
la oscura entraña que las nutre.

Yo arrullo en mi mano
el azul de la tierra,
el nombre palpable y cierto, el consabido rostro.
Habito
la morada del sol solamente.

Los Enjambres Revista Poética 95


ÉXODO.
Rubén Décrit

Sé que unas islas hay al sur de todo,


donde hay paisajes que no puede haber.
Fernando Pessoa

Creedme:
El sur es un silencioso hallazgo
al que se llega por entre agitadas olas.
No hay camino, sino tiempo.
Después de la urbe, de la tierra, del siglo:
el nudo deshecho de los azules;
después de la deriva, tras los contornos
se halla el cálido susurro
de unas islas
que nadie habita.

Los Enjambres Revista Poética 96


RECOMENDACIÓN
Ubicación: Av. Michoacán 18B
Col. Hipódromo C.P. 06100
Alcaldía Cuauhtémoc
http://clarice.mx/ Fotografías extraídas de la web:
https://comitedeproyectos.mx/proyectos/clarice/
Redes sociales:
https://www.instagram.com/clarice_mx/
https://www.facebook.com/claricemx

Es un acogedor y delicado espacio ubicado en la Condesa, CDMX Además de los delicados y agradables
fundado por dos amigas; Jenny y Sara, quienes comparten la pasión bocadillos y
por la lectura y el buen café, rituales que consideran inseparables. la buena selección de tés Quinto que hacen
querer regresar, para nosotras el hito de
Tuvimos la oportunidad de que Jenny nos contara un poco sobre el Clarice es la posibilidad de encontrar libros
inicio su proyecto cuya motivación inicial era crear un lugar donde leídos y recomendados por Jenny a través
ambas quisieran ir como consumidoras. Sus gustos guiaron la creación de una pequeña nota reseña en ciertos
textos.
del menú y la selección de textos que encontramos en Clarice,
selección caracterizada por la variedad y presencia de algunas rarezas
Esperamos muy pronto organizar una íntima
fuera de los catálogos literarios más frecuentes.
tarde de poesía, café y té en Clarice junto a
Jenny y Sara.
También están abiertas a recibir obras independientes y de pequeñas
editoriales por lo que puedes encontrar textos que se invisibilizan en
las grandes librerías.

Los Enjambres Revista Poética 97


27
CONCURSOS
certámenes de poesía abiertos.

Punto de Partida
UNAM

Esta es una de las revistas con mayor tradición. Margo Glanz la


fundó hace más de cincuenta años y sigue con la pauta de apoyar a
las expresiones que van naciendo. Un estupendo lugar para
comenzar a encontrar un lugar y un espacio. Para edición de este
año se convoca concurso 54. Las bases se encuentran en el
siguiente link, pero les adelantamos que la recepción de texto
termina en marzo:

http://www.puntodepartida.unam.mx/

Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen


Universidad Autónoma del Estado de México

A pesar de que la recepción de textos empieza hasta


finales de año. Es una buena idea comenzar a
tallerear, corregir y aumentar esos poemas que unx
tiene entre sus cajones. Si gustan encontrar más
detalles, compartimos el link:

https://eventos.uaemex.mx/poesiaynarrativa/

Premio de literatura Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco


Universidad de Guadalajara

A mediados de febrero se publica la convocatoria de este premio el


cual, en sus palabras, “promueve un diálogo entre la literatura y las
ciencias naturales en el contexto del hábitat más artificial que existe
sobre la faz de la Tierra: la ciudad”. Compartimos el link de la
Universidad de Guadalajara en donde se publicará dicho premio:

https://www.udg.mx/es/convocatorias/convocatoria-2022-premio-de-
literatura-ciudad-y-naturaleza-jose-emilio-pacheco-en

Los Enjambres Revista Poética 98


Los Enjambres Revista Poética 61

Libros
digitales
Listado de obras disponibles para
descarga a través de nuestro sitio
web: www.colmenadeescritores.com
Libros digitales
Cartas para soltar
Cartas en prosa poética por Arantxa Castillo

El paisaje que soy


Muestra del taller Horizontes Poéticos, impartido por Gabriela
Rosas y Ana Jimena Sánchez. Un libro digital gratuito, publicado
por La Hoja Poesía Viva.

En el lugar exacto ... cada signo (de puntuación)


Para comprender mejor lo que lees y redactar con eficacia, te
ofrecemos este libro escrito por Arturo Linares Rivas.

Flores o Nada
Versos de Caracas a la CDMX: mano de turquesa, peces flores,
caracoles-astros, arrecifes de cabello. Por Laura Cecilia
Cárdenas. Descarga gratuita.

Lo extraía del fondo de sí mismo.


Poemario escrito por Jhensy Lucena Castillo,
ganadora del IV Certamen de Poesía Venezolana
“Ecos de la Luz”.

Sanar el cancer desde el alma


Recopilación de enfoques relacionados con la salud natural y la
recuperación del equilibrio físico, emocional, mental y energético
mediante técnicas holísticas por Maylida Armas.

Territorio Encendido
Muestra del taller Horizontes Poéticos, impartido por Gabriela
Rosas y Ana Jimena Sánchez. Un libro digital gratuito, publicado
por La Hoja Poesía Viva.

Los Enjambres Revista Poética 100


Libros digitales
Publicados por Ediciones Palíndromus.

Antropología del Fuego Vol. III


Lo femenino Veintiséis poetas de toda Hispanoamérica se reúnen
en torno al fuego y la palabra, guiados por la voz poética a través
de los años y las fronteras que desaparecen en esta antología.

Bernabé
Lo femenino se encuentra con lo masculino en la poesía de Natalia
Gorrito (España, 1983) de manera que el equilibrio busca marcar un
hito en la historia personal de la poeta y presenta de manera directa
los estragos de la transexualidad en una sociedad que poco se hace a
la idea del florecimiento del verdadero yo.

Declaración de un niño amanecido


Los pasajes de la infancia juegan con la madurez del poeta en este
increíble volumen poético, en el que Liwin Acosta apuesta por la
construcción de una poesía cargada de imágenes que han formado
parte de su vida.

El murmullo de las gardenias


Nathaniela Montilla Querales apuesta por un volumen
transgenérico que enriquece la historia que la contiene. Entre sus
páginas, el lector encontrará vivencias que hacen uso de diversos
géneros para llevar una mayor carga emocional. Es decir, quien se
adentre en este libro no dudará en disfrutar una aventura en el
recuerdo.
Haagenti (y otros poemas)
La creencia del hombre convertida en carne y pecado nos lleva por
las páginas de este libro. En sus siente conjuros, José María
Sebastiani se debate entre el pasado, la familia y el erotismo que
envuelve las relaciones homosexuales.
Horizonte de palabras con Historias de mi lengua
Poemario escrito por Jhensy Lucena Castillo, ganadora del
IV Certamen de Poesía Venezolana “Ecos de la Luz” y
publicado por Ediciones Palíndromus.

Los Enjambres Revista Poética 101


Libros digitales
Publicados por Ediciones Palíndromus

Imaginario
Con su estilo único e irreverente, Daniel Tobar Ugalde nos
introduce en un trabajo poético maduro, lleno de matices diversos
que visita la imagen del ser amado, la pérdida y el encuentro
propio desde diversas miradas.

Intervenciones a la luz
La fotocomposición y la poesía se encuentran en este volumen
que Thalía Sánchez propone como vínculo entre la luz y la vida.

Liminares y Transversales
Con pluma voraz y precisa, Leonardo Rivas nos introduce en la
memoria de los Andes. A través de pasajes que el recuerdo trae
consigo, apoyado en un formato y estilo marcado, el poeta
marideño consigue balance entre las imágenes poéticas y el
acontecer diario del pueblo y su gente.

Mirada De Espejo
María Luisa Angarita nos regala un nuevo título cargado de
observaciones meditabundas de la condición humana, con todos
los contrastes posibles, se adueña de ella una construcción poética
delicada, reivindicativa y emocionante.

Muralla urbana y otros relatos


En «Muralla Urbana y otros relatos», Chara Lattuf retrata la
realidad de su país como la crónica de un desastre anunciado,
tomando como enfoque principal los dolores y angustias de todos
los que luchan a diario por sobrevivir en una de las ciudades más
peligrosas del mundo.
Con prosa fina y un imaginario que rebasa los límites, el autor nos
entrega un libro único, con historias imperdibles, que no dejará
indiferente a ningún lector.

Los Enjambres Revista Poética 102


Libros digitales
Publicados por Ediciones Palíndromus

Nené
Al tocar temas del quehacer diario de un país caribeño, Pacheco-
D’Andrea nos permite adentrarnos en las perversiones de las
personas, autoridades o no, involucradas en esta historia única.
«Nené» es una pieza dramática, reflejo de una crónica diaria del
país y una sociedad indolente con la participación de cinco actores
en escena.

Nueva lengua guarida (Antología poética)


Reúne las voces poéticas de siete jóvenes poetas venezolanos,
quienes obtuvieron Mención publicación digital en la quinta
edición del Certamen de Poesía Venezolana «Ecos de la Luz» en el
año 2021, de la mano de un jurado conformado por José Manuel
Nava, Jhensy Lucena y Jorge Morales Corona.

Oráculo del tedio


A través de aforismos, poemas y microficciones, el autor nos
introduce en un universo de revelaciones cotidianas.
Tocando temas como la condición humana, el oficio del escritor o
la historia de las creencias del hombre, «Oráculo del tedio» nos
invita a la reflexión mediante la construcción de un híbrido literario
que no dejará indiferente a ningún lector. Obra escrita por Víctor
Bahena.

Parvulario de heridas
En este libro, nada es lo que parece. Por ende, no te puedes fiar de
lo que una descripción te puede decir. ¿Confías en estas palabras
para decidir si leer este libro o no?
Si lo lees es bajo tu propio riesgo, porque de algo estamos seguros
(¿o no?): las historias que Wilfrido Rodríguez Orozco, ganador del
II Premio Palíndromus de Cuento, ha creado harán que dudes de lo
que, hasta el momento de leerlas, has creído.

Los Enjambres Revista Poética 103


Libros digitales
Publicados por Ediciones Palíndromus

Resonancias triviales
La palabra se encuentra con la imagen en este libro-hogar.
Mediante el ejercicio poético sostenido de Milagro Meleán, el
lector descubrirá el universo de las pequeñas cosas, lo cotidiano
descrito a través de lo extraordinario.

Sin tanto espacio


Álvaro Sanabria explora la naturaleza del hombre: sus fortalezas y
debilidades, miedos y emociones a partir de la «crianza normativa»,
y así exponer rasgos de la masculinidad que, durante mucho
tiempo, fueron ocultados.

Tengo varios ojos


Fabricio Gutiérrez, poeta mexicano reconocido en múltiples
premios de poesía a nivel internacional, nos invita a una comunión
con los colores que ofrece el universo.
«Tengo varios ojos» permite hacer un ejercicio de la observación
meditabunda del autor sobre la vida, la niñez, el asombro y cómo el
color influye en nuestra memoria. Un libro sublime y bien
construido que se cimienta en el pasado y lo animal.

Vestigios
José Manuel López D’Jesús nos propone un libro constituido por
¡un solo poema! Nos sumerge en las aguas del tiempo y crea un
texto poético poblado de voces, pasajes de la memoria y diversos
lugares.

II Premio Internacional de Poesía Bruno Corona Petit


En los textos se encuentran temas como el desarraigo, la pérdida,
el encuentro, el amor y la visión de la poesía actual
hispanoamericana, dándonos una visión más fidedigna de lo que se
escribe actualmente a lo largo y ancho de nuestros países.

Los Enjambres Revista Poética 104


LA POESÍA ES URBANA
Únete a La Colmena.
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compartimos obras, recomendaciones,
talleres, concursos, correcciones y más.
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Hagamos Colmena y llevemos la poesía


a cada rincón del mundo.

Estaremos leyendo la revista en


algunas reuniones junto a sus editores
y seleccionades por convocatoria.
Encuentros gratuitos.
Si te interesa envíanos un mail a
colmenadeescritoras@gmail.com
JUAN CALZADILLA
(VENEZUELA, 1930)

Paisaje con ruinas

Por insensato que parezca, nada es tan impertinentemente


grato como ver las ruinas del palacio desaparecer
en medio de hojas y bejucos de una intrincada jungla.
La naturaleza armoniza bien con el progreso,
pero después que éste ha pasado.

Entretanto, el paisaje que resulta de la mezcla


en porciones iguales de lo que ahora crece y lo que,
beneficiando a la naturaleza, desde hace tiempo
ha muerto, garantiza paz a los restos.

Los Enjambres Revista Poética 106


Juan Calzadilla es uno de los más calificados críticos de arte en Venezuela.
Con una gran trayectoria como: investigador, ensayista, dibujante, premio
nacional de Artes Plásticas en 1996 y, con un destacado reconocimiento
internacional como poeta.

Es en Calzadilla donde vemos al "artista integral", cuando fusiona la tarea de


escritor con las del artista plástico. Su obra busca fomentar espacios idóneos
para el interactuar de sus reflexiones: escritura y dibujo, lenguaje y pintura.

La creatividad e inventiva de Calzadilla refleja en sus publicaciones toda una


versatilidad para entrecruzar motivos artísticos -tanto para la poética, como
para la plástica- con gran coherencia, en donde se disfunden los sentidos
humorísticos, sarcásticos e irónicos, lúdicos; donde su obra se funde con la
crítica social.

La obra de Calzadilla se muestra como un diálogo que se produce entre lo más


sensible del hombre y su relación con la naturaleza humana.

Obtenido de: http://vereda.ula.ve/juancalzadilla/biografia.html

Los Enjambres Revista Poética 107


CON
VOCA
TO
RIA EDICIÓN MAYO 2023

La Revista Poética “LOS ENJAMBRES” es un proyecto de difusión de poesía y


literatura a nivel internacional dirigido por mujeres latinoamericanas. Tiene por
objetivo ser el espacio de creación y comunidad para la belleza así como ser un
lugar para cada voz.

La convocatoria para formar parte permanecerá abierta siempre con el


objetivo de recibir obras constantemente. A través de la evaluación de tus
obras participantes, el Comité Editorial y Consejo Consultivo de La Colmena y
Los Enjambres, proceden a la selección final de quienes estarán en la próxima
edición.

Puedes participar desde donde estés y en todas las secciones que desees con
un máximo de tres aplicaciones por sección, no es necesario que sean obras
inéditas.

PRÓXIMA EDICIÓN: ABRIL 2023


TEMA DE LA EDICIÓN: MANOS

Para aplicar visita nuestro sitio web www.colmenadeescritores.com o


envíanos un correo a colmenadeescritoras@gmail.com
Los Enjambres Revista Poética 108
CON
VOCA
TO TEMA

RIA
PRÓXIMA EDICIÓN ABRIL 2023
PRÓXIMA
EDICIÓN
MANOS
SECCIONES DENTRO DE LA REVISTA
CUENTAHILOS POLEN
Espacio para difusión de información técnica Sección dedicada a poemas libres elegidos
sobre poesía. entre las obras enviadas de los participantes.
Los poemas o prosas deben ser de 4 a 35
Especificaciones: versos.
Artículo de 150 a 300 palabras sobre
figuras retóricas, estructuras y movimientos
poéticos-literarios, entre otros.
Cápsula de “Sabías qué” sobre curiosidades POSTALES DE CERA
o datos históricos de la poesía con un Sección dedicada a cartas en prosa poética
máximo de 100 palabras. relacionadas al tema de cada edición de la
revista. Las cartas deben de 150 a 450 palabras.

LA PLUMA DEL CAFÉ


Sección de contenido literario poético OJOS PRIMITIVOS
relacionado con la gastronomía. Espacio de poesía escrita y arte visual,
Las obras de esta sección pueden ser artículos, fotografía, pintura, collage e ilustración.
crónicas, recetas, reseñas, poemas o prosas de Enviar el formato adecuado de tu tipo de obra
10 a 300 palabras. para ocupar una sola página por emisión.

Los Enjambres Revista Poética 109


LOS ENJAMBRES
REVISTA DE POESÍA
EDITORES
LOS ENJAMBRES
REVISTA DE POESÍA
Andrea D'Marco

Editora de Ojos Primitivos, poesía visual, en la Revista Los Enjambres.

(Caracas, 1993) Comunicadora Social, Universidad Monteávila 2016, es fotógrafa y artista visual formada
en Roberto Mata Taller de Fotografía, y también, autodidacta.Su trabajo se centra en el autorretrato,
naturaleza muerta y retrato donde mezcla fotografía documental y de moda. Sus principales temas a
explorar son la identidad, feminidad, duelo, y más recientemente la migración y sus procesos identitarios,
todo esto a través de metáforas y el uso activo del color para poder describir estás imágenes y los
procesos emocionales detrás de sus inspiraciones. Ha obtenido Mención de Honor en los concursos “The
Woman I Will Become” (2022) y “El Salon Nacional de la Coexistencia” (2022) con dos exposiciones en
Caracas y una Nueva York. Su trabajo ha sido publicado en las revistas, Los Enjambres, Goji Magazine,
Dreamingless, Selin Magazine y Mob Journal. Está basada en Ciudad de México desde 2019.

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Johann Romero

Editor de Cuentahilos, contenidos técnicos relacionados con la literatura y poesía, en la Revista Los
Enjambres.

Egresado de la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la


UNAM. Miembro activo del proyecto Historia de las Literaturas de México siglos XVI-XVIII del Instituto
de Investigaciones Filológicas, UNAM, donde colabora en edición y fotografía.

Colaborador del taller de Creación Literaria del Centro de Enseñanza para Extranjeros, UNAM. Coeditor
del libro Atlas. Ciudades Invisibles con la colaboración de la maestra Shekufeh Mohammadi, Giuditta
Cavaletti y Verónica Soto. Tallerista independiente de los libros (en proceso de publicación): Espacio, de
Luz Elena Reyes, Cabeza de Pico, de Elías Galindo y Antología de Poemas, de Aliria Morales Balcázar.

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Javier Rey

Editor de De Otra Lengua, traducción de poesía, en la Revista Los Enjambres.

Comunicador social por la Universidad Católica Andrés Bello. Fue ganador del primer lugar en el 6º
Concurso Poesía Joven Rafael Cadenas organizado por La Poeteca. Ha sido publicado en la revista
mexicana Aliterante del Colegio de Escritores de Latinoamérica y en la Revista Los Enjambres, donde lleva
una sección de traducción de poesía llamada De otra lengua.

Actualmente vive en la Ciudad de México.


Instagram: @habierrei
Twitter: @habierrei

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Edni López

Editora de Postales De Cera, carta en prosa poética, en la Revista Los Enjambres.

Creció en la ciudad de Barinas y se mudó a Caracas en 2009 para cursar estudios en la Universidad
Central de Venezuela. Se licenció en Ciencias Políticas en 2014 y posteriormente
obtuvo el título de Magister en Gerencia Pública –IESA. Actualmente, se desenvuelve
como Gerente de Programas de una fundación humanitaria en Venezuela. Posee
poemas publicados en las antologías "Antropología del Fuego Vol.II" de Ediciones
Palindromus (Venezuela, 2020), "El Paisaje que Soy" de Editorial La Hoja Poesía Viva
(México, 2021), Hacedoras Tomo I de Editorial Lector Cómplice (Venezuela, 2021),
Agua n°16 de la Revista Agua Poesía Líquida (España, 2021), en la 6° Antología del
Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas (Venezuela, 2021) y en ¨Nueva
lengua guarida¨ de Ediciones Palimdromus (2022). Ha realizado cursos de iniciación
poética en la Fundación La Poeteca dictados por Gabriela Rosas y forma parte de los
alumnos permanentes de la poeta desde 2019, de creación poética con Editorial La
Hoja Poesía Viva a cargo de las poetas Gabriela Rosas y Ana Jimena Sánchez, al igual
que con el poeta mexicano Paco Rubín, tuvo el placer de formar parte del último grupo
de alumnos del maestro Armando Rojas Guardia en su taller Mística y Poesía y cursó
el primer Diplomado en Reflexión y Creación Poética de Fundación La Poeteca.

Es pisciana, vegetariana, amante de los deportes y la filosofía, cantante de ducha y fiel creyente del amor.

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Gabriela Rosas

Editora de La poesía es hembra, poesía escrita por mujeres, en la Revista Los Enjambres.

Poeta, aforista, narradora y editora. Ha publicado los poemarios La mudanza (1999), Agosto
interminable (2008) Editorial Eclepsidra, Venezuela. Blandos (2013) Editorial El Pez Soluble,
Venezuela, reeditado en 2021 por la Editorial Petalurgia, Madrid. Quebrantos (2015) Ediciones
del Movimiento, reeditado en 2018 por La Bienal de Literatura Lydda Franco Farías. La entrega
de aforismos Descarrilada (2022) Editorial Petalurgia, Madrid. Sus cuentos han sido
compilados en la Antología de Cuentos Postmodernistas (2014) NSB Ediciones. Ganadora del
Primer Premio Nacional de Poesía para Jóvenes Juan Antonio Pérez Bonalde (1995), ganadora
de la Bienal Nacional de Literatura Lydda Franco Farías (2014) mención poesía. Forma parte de
diversas antologías en Venezuela y otros países. Recientemente incluida en Nubes-Poesía
hispanoamericana, publicada por la editorial Pre-textos. España (2019) y Poesía en el pecho,
La Hoja Poesía Viva. México (2021). Ha sido traducida a varios idiomas. Desde el año 2015 lleva
adelante el programa Poesía en el aula, iniciativa sin fines de lucro, que busca promover la
lectura de poesía en las aulas venezolanas desde temprana edad, como eje transformador en
la educación. Es editora de la sección Joven Poesía de Venezuela en la revista Letralia y dicta
en ella talleres de poesía on line.

Twitter: @magarosas
YouTube: Magarosas

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Laura Cárdenas Armas

Editora ejecutiva en la Revista Los Enjambres.

Politóloga UCV, empresaria dedicada a la gastronomía sustentable y a la poesía.

Finalista y mención publicación en la 6ta (2021) y 7ma (2022) Edición Premio Nacional de Poesía Joven
Rafael Cadenas y en el concurso Antropología del fuego 2021 de editorial Palíndromus. Algunos de sus
poemas fueron seleccionados para Poesía Joven de Venezuela de la revista Letralia así como en
publicaciones colectivas: Hacedoras de la editorial “Lector Cómplice” y El Paisaje Que Soy publicado por
la editorial La Hoja Poesía Viva (México). Autora de Flores o Nada, 2020, reeditado en 2022.

Curiosa en permanente formación. Exploradora de la antropología de la alimentación, la ritualidad, lo


onírico y el misticismo. Entusiasta del reino mineral y fungi.

@piesdepaginas

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Laura Mendoza

Diseñadora editorial en la Revista Los Enjambres.

Mercadóloga por la Universidad La Salle, asesora de branding y comunicación, experta en estrategias de


marketing digital. Certificada en Marketing de Contenidos y estrategias para redes sociales por HubSpot.
Cursante de la certificación de corrección, estilo y variaciones de la lengua española por la Universitat
Autònoma de Barcelona.

Algunos de sus textos fueron publicados en el poemario Territorio Encendido publicado por la editorial La
Hoja Poesía Viva (México).

Vegana apasionada por el café de especialidad y la historias que cada taza tiene para contar.

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CIUDAD
Esta publicación se editó
en la Ciudad de México en
enero de 2023.
CIUDAD
TERCERA EDICIÓN
ENERO 2023

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