Las estrategias corporativas son los planes y acciones que una empresa adopta para lograr sus

objetivos a largo plazo. Existen varias estrategias corporativas que una empresa puede adoptar,
entre ellas se encuentran:

Estrategia de crecimiento: busca aumentar el tamaño de la empresa mediante la adquisición de

otras empresas, expansión geográfica, lanzamiento de nuevos productos o servicios, entre otros.

Estrategia de diversificación: busca reducir la dependencia de un solo mercado o producto

mediante la entrada en nuevos mercados o la creación de nuevos productos o servicios.

Estrategia de concentración: busca enfocarse en un mercado o producto específico para aumentar

la eficiencia y lograr una ventaja competitiva.

Estrategia de integración vertical: busca controlar todas las etapas del proceso productivo, desde
la adquisición de materias primas hasta la distribución del producto final.

Estrategia de integración horizontal: busca adquirir o fusionarse con otras empresas en el mismo
sector o en un sector complementario para aumentar la eficiencia y reducir costos.

Estrategia de cooperación: busca colaborar con otras empresas para compartir recursos,
conocimientos o tecnologías con el fin de lograr objetivos comunes.

En resumen, las estrategias corporativas son los planes y acciones que una empresa adopta para
lograr sus objetivos a largo plazo, cada una de estas estrategias tienen un enfoque específico, ya
sea en el crecimiento, diversificación, enfoque, integración vertical o horizontal y colaboración con
otras empresas. Es importante mencionar que estas estrategias pueden ser combinadas
dependiendo de la situación de la empresa y su entorno.