La violencia es el uso intencional de la fuerza física o el
poder real o como amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones, la muerte, privación o mal desarrollo. La violencia provoca muchas muertes todos los días, particularmente entre hombres jóvenes y niños.
La exposición a la violencia puede aumentar el riesgo de
fumar, o consumir alcohol o uso de drogas; de sufrir enfermedades mentales o tendencia al suicidio; así como enfermedades crónicas como enfermedades del corazón, diabetes o cáncer.
La violencia es producto de la evolución cultural, donde
se moldea al individuo desde el aprendizaje y desde los hábitos violentos. No es una enfermedad. Por lo tanto, para revertirla o solucionarla es necesario un cambio cultural y educativo.
Otra manera en que las sociedades pueden prevenir la
violencia es mediante la reducción de ciertos factores de riesgo, por ejemplo, el alcoholismo, la drogadicción, las armas de fuego, la desigualdad económica y de genero.