En la Europa moderna, el sexo femenino fue considerado el
desordenado por excelencia. "Une bate ¡mparfaicte -rezaba un adagio- sans foy, sans ley, sans craitute, sans eonstance." El desorden femenino se vio ya en el Jardín del Edén, cuando Eva fue la primera en ceder a la tentación de la serpiente e incitó a Adán a desobedecer al Señor. Se tenía porcierto también que los hombres de más baja condición estaban especialmente inclinados al motín y á la inquietud sediciosa. Pero se pensaba que los defectos de los varones no procedían tanto de la naturaleza como de la crianza: la ignorancia en que crecían, lo grosero de la vida y de las conversa ciones en lachoza del campesino o en el taller del artesano, junto a su pobreza, les conducían a la codicia.' En el caso de las mujeres, el desorden tenía su base en la fisiología. Como todo médico del siglo xvi sabía, la hembra estaba compuesta por humores fríos y húmedos (el macho era caliente y seco) y frialdad y humedad significaban temperamento voluble, falaz y difícil. Su útero era como un animal hambriento; cuando no estaba generosamente alimentado por el trato carnal o la reproduc ción, era probable que vagara por su cuerpo, dominando su palabra y sus sentidos. Si la Virgen María estuvo libre de tal debilidad, fue
• "Women on Top", cap. 5 de su Scátíj and Cu/tur» in Eerlj Medtm Frauf
(Stanford University Press, Stanford, California, 1975), pp. 124-152 (notas en pp. 310-315). 1 Pierres Grosnet, La mtíz dtm dt Catbtn tn franají tí tu latía- Pmxrbts, Adogu, Aunarte* tí dilt mrabe da Saiga (París, 1530/31), f. F.vü'. Oaude de Rubys, LaptmUguJrandisa tíimmumln «tírvjta par lamjn„ aoe antnltt~. tíiaUtam di la vilk dtLjen (Lyon, 1574), p. 74. Christopher HUÍ, "The Many-Headed Montter in Late Tudor and Early Stuart Political Thinlcing", en G H. Cárter (ed.), Fren Ai Rtnaiuana tettt CamUr-Rtfematit*. Euays m Hmsr tfGarrtít Mattaglj (Londres, 1966), pp. 296-324. 60 NATA1.II5 7.. DAVIs S MUNDO Al. REVÉS: I.AS MUJERES UN EL PODER 61 porque había sido el bendito receptáculo del Señor. Pero ningun.i .¡uenouille". Para el pastor John Knox era un "régimen monstruoso", otra mujer había sido concebida inmaculadamente e incluso la "la subversión del buen orden... de toda equidad y justicia", dama bien nacida podía caer víctima de un arrebato de la"madre", mientras que para el moderadoCalvino "contaba entre los castigos como se denominaba al útero. El varón también podía sufrir por la >|ue envía la cólera de Dios", aunque debería sobrellevarse con retención de los jugos sexuales, pero (como indicaba el Doctor paciencia, como cualquier tiranía. Incluso un defensor contemporá Francois Rabelais) tenía el juicio y la voluntad de controlar sus neo de que reinaran las mujeres, John Aylmer, llegó a admitir que ardientes deseos mediante el trabajo, c) vino o el estudio. En lugar cuando pensaba en la obstinación de las mujeres, prefería que el de ello, la mujer se ponía histérica.* A finales del siglo xvu, I'.irlamento tuviera un papel importante. En época tan tardía como cuando los médicos de vanguardia abandonaron las teorías humo 1"42, frente a las pruebas entomológicas en contra, algunos rales de la personalidad en favor de nociones más mecanicistas de expertos en abejas pretendían que la naturaleza requería el gobier "espíritus animales" y comenzaron a señalar que los hombres no de un Rey de las abejas. •' sufrían enfermedades emocionales curiosamente parecidas a la ¿Quéremedios se proponían para doblegar el carácter indómito histeria, sostenían todavía que la mente femenina era más proclive de la mujer? Educación religiosa que impulsara los frenos de la al desorden por su temperamento frágil e inestable. Mucho antes modestia y humildad; educación selectiva que mostrara a la mujer de que los europeos afirmaran positivamente que la "inferioridad" mis deberes morales sin alentar su imaginación indisciplinada ni de los negros africanos era innata, más bien que resultado digamos soltar su lengua para el parloteo; trabajo honesto que ocupara sus del clima, atribuían la "inferioridad" femenina a la naturaleza.2 manos; y leyes y coacciones que la sujetaran a su marido.4 En la mujer, lo más bajo gobernaba a lo más alto, y si se le En algunos sentidos, esta sujección se fue intensificando dejara el campo abierto trataría de regir sobre quienes estaban por gradualmente desde el siglo XVI al xvín, al lograr la propia familia encima de ella en su entorno. Su desorden le conducía a las artes patriarcal un acceso más eficiente a la propiedad, movilidad social, diabólicas de la brujería, afirmaban las autoridades eclesiásticas; y y la conservación de la estirpe; al mismo tiempo, el progreso en la cuando se embarcaba en algún proceder para el que estaba constitución de los estados y la extensión del capitalismo comercial incapacitada por su débil inteligencia, como la especulación teoló conseguían sus logros a costa de la autonomía humana. En el siglo gica o la predicación, se achacaba también a su desorden. En wiii, en Francia y en Alemania, las mujeres casadas habían perdido Francia, el gobierno de una reina era imposible a causa de la ley gran parte de la personalidad legal independiente de que antes sálica y era objeto de burla en el conocido refrán: "tomber tu habían disfrutado y tenían menos derecho legal para tomar decisio- * \ju mujeres que practicaban la medicina también aceptaban la teoría del 1 llcinrich Institoris y JacobSprenger, Molleas Male/uorttm (ca. 1487), traducido "útero enante" y facilitaban remedios para la histeria femenina. Véase A Chota l«r M. Summers (Londres, 1928), Parte 1, Cuestión 6: "Why it is that Women are Manuel of.. Stlta Stmtí in Pbysick... Collected and Practised *jr... tbe Countesie of Kent chicfly addicted lo livil Superstitions?". Florimond de Raemond, L'bistoire de la (Londres, 1653), pp. 114-145; Reaieil da Remeda... Kecueillii par hs OrdrttCbaritables «amanee prvgme etdecadente de Fbttitie de ce sítele (Ruán, 1623), pp. 847-848, 874-877. de-. Madame Fouautt <4.« ed.; Dijon, 1690), pp. 168-189; Jcan de Rostagny, Traite de I'lcury de Bellingcn, L'Etymologie ou Expliealions da Proverbafrancois (La Haya, 1656), Primtrost sur la erreurs pulgaira de la mtdetine (l.yon, 1689), p. 774; Angélique Du pp. 311 y siguientes. James E. Phillips, Jr.,"The Background of Spenser's Attitude Coudray, Abregéde fart des Attaubemens (París, 1759), p. 173. loward Women Rulers", Huntington LibraryQuarterly, 5 (1941-1942), pp. 9-10. [John 1 Laurent Joubert, Errtun populairet au fait de la mtdecme (Burdeos, 1578), pp. Aylmer), An Hatborove for Faitbfull and Trewe Subteeta, agaynst tbe late bicorne Blaste, 161 y siguientes. Fran;ois Poullain de I-a Barre, DeFexttllence da bommes centre fegalité ctacerninge tbe Government of Wemen (Londres, 1559). J. Simón, Le gomemement du texa (París, 1675), pp. 136 y siguientes, 156 y siguientes. HzaVeith, Hysteria, Tbe admirable ou la Rtpublique da Aballa (París, 1742), pp. 23 y siguientres. John History of a Diieaie (Chicago, 1965). Michael Screech, Tbe Rabelaisian Marriage lliorley, en Tbe Femóle Mommbj, Bting an Enauiry into tbe Nature, Ordtr and Government (Londres, 1958), cap. 6. Thomas Sydenham, en su importante Epistolar/ Dissertation o/ñtts (Londres, 1744), todavía encuentra necesario argumentar contra quienes no lo Dr. Colé (1681), relaciona la delicada constitución de la mujer con los movimien pueden creer en una abeja reina (pp. 75-86). tos irregulares de sus "espíritus animales" y explica a partir de aquí su especial 4 Véase, por ejemplo, Juan Luis Vives, Tbe Instruetian of a Cbristian Woman susceptibilidad a la histeria. Winthrop Jordán, Wbite oter Black, Ameritan Altitudes (Londres, 1524), y Francois de Salignac de la Mothc Fénelon, Fenelai en Edtuation, tovard tbe Negro, ISSO-1812 (Chapcl Hill, N.C.. 1968), pp. 11-20, 187-190. traducida por H. C Barnard (Cambridge, 1966). 64 NATAI.IK Z. DAVIS UN MUNDO Al. RKVRS: LAS MUJERES EN EL PODER 65 para el respetuoso ciudadano inglés de la misma época. "Los blanco, sobre un monstruo varón; es Santa Margarita de Antioquía matrimonios son los seminarios de los Estados", comenzaba el atando con cuerdas al diablo. Cerca hay otras mujeres armadas preámbulo de la ordenanza francesa que reforzaba el poder paterno golpeando agrotescos animales del Averno.9 en el seno de la familia. Para John Locke, opuesto a las pautas Las Margaritas de Bruegel no están de ningún modo solas en despóticas en la cosa pública y en el matrimonio, la renuncia de la la Europa preindustrial. En las sociedades jerárquicas yconflictivas esposa al derecho de decisión en favor del marido como "natural que gustaron de reflejar un mundo vuelto de arriba aabajo, el topos mente... más capaz y más fuerte" era análoga a la renuncia del de la mujer en el poder fue de los más encomiados. En efecto, la individuo a su libertad natural de decisión y de acción en favor del inversión sexual -esto es, los cambios de rol sexual- fue una forma brazo legislativo del gobierno.7 generalizada de diversión cultural en la literatura, el arte y las En efecto, ¿cómo podía separarse la ¡dea de subordinación de fiestas. A veces, el cambio incluía el vestirse y ponerse máscaras la existencia de los sexos? En el extraordinario país imaginario de como miembros del sexo opuesto, a pesar de las prohibiciones del Australia (1673), salido de la pluma de Gabriel de Foigny, utopía Dcuteronomio 22, San Pablo, San Jerónimo, el derecho canónico y de hermafroditas, se muestra hasta qué punto se percibían próxi Calvino.,0 Otras veces, el cambio consistía simplemente en adop mos los lazos entre ambos sexos. El australiano, en quien los dos tar ciertos roles o formas de conducta características del sexo sexos eran uno, no podía comprender cómo podía evitarse un opuesto. Las mujeres representaban a hombres; los hombres a conflicto de voluntades en la "posesión mutua" del matrimonio mujeres; los hombres representaban amujeres que representaban a europeo. El viajero francés respondía que era sencillo, porque la hombres. madre y el hijo estaban subordinados al padre. El hermafrodita, Los usos de la inversión sexual y más concretamente de la horrorizado ante tal violación de la autonomía total, signo de los interpretación con la imagen de la mujer rebelde, tanto en verdaderos "hombres" completos, desechaba como bestial el mode literatura, como en fiestas populares y en la vida ordinaria, lo europeo." constituyen el tema central de este ensayo. Es evidente que en la La posición de la mujer se utilizó para simbolizar no sólo la Europa moderna, el impulso primario tras cada inversión no era la subordinación jerárquica sino también la violencia y el caos. El homosexualidad o problemas de identidad de género. Aunque terrorífico Du/k Gríet de Bruegel, pintado durante la ocupación de Enrique III describiera los especiales deseos que sentía cuando son los Países Bajos por los soldados españoles, hace de una mujer sus "mignons" varones se disfrazaban de amazonas hacia 1570, y enorme, armada e invisible, Mad Meg, el emblema de ladestrucción aunque en el siglo xvh el Abad de Choisy, vestido de chica por su violenta, de la opresión brutal y del desorden. La pintura de madre durante la adolescencia, tuviera razones especiales para usar Bruegel, sin embargo, tiene más de un significado y muestra cómo nombre de mujer y vestir ropas femininas hasta que alcanzó los al desorden femenino -la mujer fuera de su lugar- se le puede treinta y tres años," el travestismo literario y festivo de la época asignar otro valor. Próxima aMad Meg hay una pequeña mujer de tuvo un significado psicosexual ycultural más amplio todavía. 7Jean Calvin, Cemmtntariu en tbt Ephtla ofPaul tbt ApcilU lo tbt Cerinlbianí, traducido porj. Pringle (Edimburgo, 1848), 1, pp. 353-361 (Cor. 11:3-12). William » Roben Delevoy. Brutal (Lausana, 1959). pp. 70-75. Gouse, Domutitall Dalia, citado en W. y M. Haller. "The Puntan Att of Uve". ,0 Deut. 22:5; 1Cor. 11:14-15. Saint Jerome. Ultm ofSaint Jtnmt, traducidas Huntingfon Library Qnarttrfy, 5 (1941-1942). p. 246. John G. Halkett, Millo» anj tbt por C. C Mierow (Londres. 1963). 1, pp. 161-162 (Carta 22 aEustaquio). Roben of Uta ofMatrimony (New Haven, 1970). pp. 20-24. Gordon J. Schochet, "Parriarcha- Flamborough, Libtr PmttntiaÜ, J. F. Firth (ed.) (Toronto, 1971). Libro 5. p. 264. lism. Polines and Máss Attitudes in Stuart England", Hittoriial Jmrnai, 12(1969), (Agradezco aCarolly Erickson yStephen Horowitz las dos ultimas referencias). Jean pp. 413-441. Catherine E. Holmes, Utloqutna juimam dt 1620 a 1660 (París, Calvin, "Sermons sur la Deutéronome", en loannh Cabtni opera ana, suptriunl amia, 1967), p. 76. Ourliac y de Malafosse. Dnit privé, 3, p. 66 ("Uipoqut Ja naabscha G. Baum. E. Cunta y E. Reuss (eds.) (Brunswick. 1863-1880). 28, pp. 17-19. 234 al autti ailt Ja pira abiolm"). John Locke, Tbt Stand Tnatist of Certmmtnt, T. P. (en adelante citado como Cahini optra). Vem Bullough. "Transvestites in the Middle Peatdon (ed.) (Indíanipolis, Ind., 1952). cap. 7. par. 82; cap. 9. pars. 128-131. Ages". AnrrúanJcnrnaltfSoMw, 79 (1974), pp. IM.-M » [Gabriel de Foigny). ha aamütra Jtjaeaua SaJtnr Jam la Jkomrtt tt It peyagf 11 Pierre de L'Estoile. Mtmomt-joarnaux, Bruner et al. (ed.) (París, 18BB-18W), Jt lattrrt autralt (Amsterdam. 1732), cap. 3. en especial pp. 128-139. 1, pp, 142-143. 157, 180. Francois-Timoleon de Choisy. Mimara, G. Mongrédieu 66 NATAI.IE Z. DAVIS IN MUNDO AL REVÉS: LAS MUJERES EN El. PODER 67 Los antropólogos ofrecen diversas sugestiones sobre las funcio Pero, así se afirma, no cuestionan el orden básico de la propia nes del travestismo mágico y de la inversión ritual de los roles sociedad. Pueden renovar el sistema, pero no cambiarlo.,2 sexuales. En primer lugar, el disfraz sexual puede proteger del Es probable que los historiadores de la Europa moderna encuentren menos inversiones y cambios en los ritos prescritos que peligro de demonios, hadas malignas y otros poderes que amenacen en carnavales y fiestas. Es probable también que sus bufones con la castración o desfloración. En segundo lugar, el travestismo eludan los limites de la ceremonia,,3 y que su acopio de fuentes y el cambio sexual pueden ser ritos del tránsito de la adolescencia, literarias sobre la inversión incluya no sólo los cuentos tradiciona bien para sugerir la marginalidad del estado transicional (como les de transformación mágica del sexo, sino también variedad de cuando un varón iniciático es comparado a una mujer en menstrua relatos en que hombres y mujeres eligen cambiar su status sexual. ción) o para permitir que un sexo obtenga parte del poder del otro Además, hay costumbres y géneros cómicos, como la picaresca, (como en ciertas costumbres iniciáticas y matrimoniales en la que proporcionan mucha diversión con los roles sexuales. Esas Grecia, primitiva). En tercer lugar, el cambio de sexo puede formar nuevas formas ofrecieron mayores ocasiones y modos para usar el parte de lo que Víctor Turner ha llamado "ritos de cambio de desbarajuste y la confusión como crítica explícita al orden social. status", como sucede cuando las mujeres de ciertas partes de África Sin embargo, los estudiosos de esas formas literarias y festivas usurpan las ropas, armas o tareas del varón, su superior, y se llegan de ordinario a la misma conclusión que los antropólogos en comporta de forma obscena con el fin de aumentar la probabilidad cuanto a los límites de la inversión simbólica: un mundo patas para de una buena cosecha o para desviar una catástrofe natural arriba, solamente puede enderezarse, no cambiarse. Citemos el reciente estudio de Ian Donaldson titulado Comtdy from Jonson to inminente. Por último, como ha señalado James Peacock, el actor, Fielding: "El gobernador lunático..., el juez incompetente, el doctor sacerdote o hechicero travestido puede simbolizar categorías de fingido, el cura equívoco, el marido regañado: esas son las figuras organización cosmológica o social. Por ejemplo, en Java, el actor familiares y recurrentes en la comedia de una sociedad que da su travestido refuerza con su irregularidad la importancia de las consentimiento general a la necesidad de confiar el poder a sus categorías alto/bajo, masculino/femenino. gobernadores, jueces, doctores, curas y maridos".M Por muy diversos que sean esos usos de la inversión sexual, los Me gustaría argumentar, por el contrario, que esa inversión antropólogos suelen estar de acuerdo en que, como otros ritos y cómica y festiva podría tanto socavar como reforzar ese consenti ceremonias de cambio, son en último extremo fuente de orden y miento a través de sus conexiones con la vida cotidiana, lejos del estabilidad en una sociedad jerárquica. Pueden clarificar la estruc tura mediante el proceso de darle la vuelta. Pueden proporcionar 12 Max Gluckman, OrJtr and Rtbtt/ion in Tribal África (Nueva York, 1963), un cauce de expresión a los conflictos dentro del sistema y al Introducción y cap. 3. Víctor Turner, Tbt Fertsl ofSjmbolt, Atptctt cfNdtmlm Ritual mismo tiempo constituirse en válvulas de seguridad. Pueden (lthaca, N.Y., 1967), cap. 4. Uta, Tbt Ritual Procui. Slrutturt anJ Anti-Struttnrt corregir y mitigar el sistema cuando éste se ha hecho autoritario. (Chicago. 1968), cap. 3-5. Gregory Bateson, "Culture Contad and Schismogenesia", Man, 35 (Diciembre, 1935). p. 199. J. C Flüge!. Tbt Ptjcbokgj ofChiba (Londres. 1930), pp. 120-121. Marie Delcourt. Hermapbndüt. Mjtbi and Rita eftbt Bittxual Figurt in Claaical Antiquity (Londres, 1956). cap. 1. James Peacock. "Symboüc (ed.) (París, 1966), pp. 286- 360. El anículo de Bullough "Transvestites in the Reversal and Social History: Transvestites and Clowns of Java", en Barbara Middle Ages", que he leído mientras este ensayo se encontraba en prensa, discute Babcock-Abrahams (ed.), Formt ofSymbolk Invtrsion (en preparación). Véase también también el travestismo masculino más bien en términos sociales que psicopatológi- la discusión de Rodney Needham de la inversión simbólica y su relación con la cos, esto es, en términos de cualidades superiores e inferiores asignadas a las clasificación en su introducción a E. Durkheim y M. Mauss, Primitivt Clatsifitatioñt, peculiaridades masculinas y femeninas: los hombres que se visten como mujeres traducido por R. Needham (Chicago, 1972), pp. xxxviü-xl. tienen el deseo temporal o permanente de perder su status (p. 1393). Creo que esto " William Willeford, Tbt Fool and Hit Sapttr (Evanston, 111., 1969), en especial es correcto en una formulación muy provisional. Mi ensayo muestra las enriadas pp. 97-98. funciones de la inversión del rol y del travestismo, así como la adquisición de poder •« Ian Donaldson. Tbt World Upiidt-Dcsm, Comtdyfian Jaam to FUIdmg (Oxford, que estas opciones reportaban al varón. 1970). p. 14. 70 NATAI.IE Z. DAVIS l'N MUNDO AL REVÉS: LAS MUJERES EN EL PODER 71 maridos cristianos y defienden la piedad cristiana por encima del glo xvi titulada Las Nueve Pieles de una arpia, en que las nueve pieles bajo legalismo judío. Disfrazadas de hombres, rescatan esposas de son arrancadas una a una por varios castigos. La leyenda de la prisión y el honor familiar, de sus máculas. Por ejemplo, en La Papisa medieval Juana tiene también un potencial limitado para Amazona francesa, una de las reconstrucciones de Mademoiselle mofarse del orden establecido. Como la contaba Boccaccio, se PHéritier sobre un viejo cuento francés, la heroína mantiene las trataba de un híbrido entre una santa travestida y una arpía relaciones de su padre con la corte luchando en lugar de su cruelmente amansada: Juana alcanza el papado por su talento y su hermano gemelo, que había sido asesinado y que era bastante conducta ejemplar, pero su poder ilícito se le sube a la cabeza o inepto. Al final, por supuesto, se casa con el príncipe. Junto con la más bien se le baja al útero. Queda embarazada, alumbra durante Britomart de Spenser, la Clorinda de Tasso y otras, la amazona una procesión y muere miserablemente en el calabozo de los francesa pertenece a la línea de nobles mujeres guerreras, todas cardenales.I8 ellas virtuosas viragos, generosas, bravas y castas.I7 Hay múltiples situaciones, sin embargo, en que se asignan ¿Hasta qué punto podían servir esas personificaciones del significados más ambiguos a la mujer rebelde. Podemos escoger orden para censurar la jerarquía aceptada? Podían reprobar con su para nuestros fines tres formas en que se usa esta imagen multi- ejemplo la cobardía y la brutalidad de los hombres y mujeres valente. En primer lugar, hay un rico tratamiento de las mujeres ordinarios. Pero utilizaban su poder para apoyar una causa legíti que ceden de buen grado a las inclinaciones de sus sentidos o que ma, no para desenmascarar la verdad en las relaciones sociales. Al utilizan todos los ardides a su alcance para triunfar sobre los mostrar el bien que podían hacer las mujeres fuera de su lugar hombres. Está, por supuesto, la esposa de Bath, que disfruta de sus habitual, tenían la potencialidad de inspirar a unas pocas mujeres órganos sexuales y sobrevive a sus cinco maridos. Y la Gargamelle acciones excepcionales y a las feministas, a reflexionar sobre las de Rabelais -mujer gigante que hace el amor con fruición y posibilidades de las mujeres (más tarde veremos si esa potenciali frecuencia, que come arrobas de callos, trasiega vino, bromea dad se convirtió en acto), pero son símbolos demasiado remotos obscenamente y pare en una grotesca explosión fecal que provoca para mover a las masas populares a la resistencia. un salto mortal de su hijo Gargantúa, quien grita: "Bebamos, Es muy distinto el trato de la mujer desordenada en las obras bebamos". Está también la inteligente y poderosa esposa deQuimet cómicas; en éstas, la inversión que puede esperarse de la mujer es joies de mariage -que pone los cuernos a su marido y burla sus que dé rienda suelta a lo más bajo de sí misma y que trate de esfuerzos por encontrarla, se engalana con ricos vestidos en su imponerse a sus superiores. Algunos de estos retratos son tan ausencia, le golpea y por último le encierra en su habitación. feroces (como el de la cruel Radagunda de Spencer y otras viragos También la Libuschka, alias Coraje, de Grimmelshausen, una de viciosas) que excluyen la posibilidad de una liberación imaginaria o las heroínas de la picaresca -que lucha en el ejército con ropas de la crítica de la jerarquía. Sucede lo mismo con aquellos cuentos, soldado, domina a sus numerosos maridos y amantes, les devuelve considerados graciosos en la época, que describen la doma brutal centuplicadas sus revanchas o traiciones, fornica, engaña ynegocia de la arpía, como el romance de La Dame escoiilée, en el que la para sobrevivir o hacerse rica. Las dominadoras de maridos se autoritaria dama es sometida a una falsa pero dolorosa"castración" hallan por todas partes en la literatura popular apodadas St. por parte de su yerno, y en la tira de caricaturas alemana del si- Cudgelman (Sankt Kolbmann) o Doctor Siemann ("she-man") entre los alemanes. El casoen estos retratos es que las mujeres son divertidas y amorales: están llenas de vida y energía, y ganan la " Thompson, Metif-inJex, K 3.3, K 1837. A- Aarne y Stith Thompson, Tbt Tjpa eftbt Folktalt (2.« ed. rev.; Helsinki. 1964), 88 A, 890 A. 891 A. Giovanni Boccaccio, Dttamtrat, segundo día. Historia Novena. William Shakespeare, Tbt '» Spenser. Faene Quttnt, Libro V, Cantos 4-5; Wright, "Amaaons", pp. 449-454. Mertbant of Venia, Acto II, Escenas 4-6; Acto IV, Escena I. M. J. L'Héritier de "The Lady Who Was Castrated", en Paul Brians (ed. y trad.), BawJj Tala fia» tbt Villandon, La tapriat du destín ou Rttueil d'bistoini singuliirts el amulantes. 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Tras un interludio amoroso del oso con Rosetta, se le medio de relatos, poemas, proverbios u hojas impresas.n daba muerte, revivía, se le cortaba el pelo y se le mataba de Además, las fiestas y costumbres populares, aunque son difíci nuevo.23 les de documentar, presentan muchas diversiones con cambios en También en Inglaterra, en la época de Enrique VIII, durante el los roles sexuales y prestan mucha atención a las mujeres en el período del Obispo Niño, después de Navidad, algunos de los poder. Al examinar esos datos advertimos que la inversión sexual niños que pedían de puerta en puerta se vestían de niñas en lugar en las fiestas populares difiere en dos aspectos de la que aparece en de hacerlo como sacerdotes y obispos. Los ejemplos ingleses más la literatura. Mientras que el elemento puramente ritual y/o importantes del varón como mujer grotesca, sin embargo, fueron mágico de la inversión sexual estaba presente en la literatura sólo el de Bessy y la Doncella María. En los condados del norte, hom en pequeña medida, se le concede más importancia en las fiestas bres ataviados con camisas blancas, arrastraban por todo el campo populares, junto alas funciones carnavalescas de burla ydesenmas un falso arado, normalmente el primer lunes tras la Epifanía. Algu caramiento de la verdad. Mientras que la inversión sexual en la nos de ellos bailaban la danza del sable, mientras la vieja Bessy y obra literaria o pictórica presenta con más frecuencia a la mujer su Loco vestido de pieles, hacían piruetas y pedían su óbolo a los que adopta el rol masculino o se viste de hombre, en la inversión espectadores. La Doncella Marian presidía con Robin Hood los festiva es más frecuente que el varón adopte el rol o la vestimenta juegos de mayo. Si en esta fase eran unas veces una mujer de de la mujer, esto es, la mujer rebelde -aunque esta asimetría puede verdad y otras un varón disfrazado, cuando llegaba la Danza de no haber existido varios siglos atrás. Morris con Robin, la danza del Caballo, el dragón y todo lo demás, Las funciones rituales y/o mágicas de la inversión sexual las Marian era un hombre. De nuevo aquí los ademanes o el vestido llevaron a cabo en casi todos los casos varones disfrazados de de la Doncella podían ser licenciosos.2A grotescas mujeres de comportamiento extravagante. En partes de Alemania y Austria, en la época de carnaval, los hombres, la mitad de ellos disfrazados de mujeres y la mitad de hombres, corrían, glo ix, Hincmar de Rcims lanzaba invectivas contra "juegos vergonzosos" entre osos saltaban y brincaban por las calles. En Francia era el día de San y mujeres que danzaban. Richard Bernheimcr ha probado la conexión entre la caza Esteban o el de Año Nuevo cuando los hombres, vestidos como del oso y la del hombre salvaje, representada en varias panes de Europa, b que ha sido confirmado por Claude Gaignebct, quien, además la relaciona con el juego bestias salvajes o como mujeres, saltaban y danzaban en público (o popular de Valentín y Ourson. Bruegel representó este juego en un grabado y en su al menos así sucedía en la Edad Media). Las Fiestas de Locos cuadro de la Batalla de Carnaval y Cuaresma: un hombre, con careta y ropas de saturnales, que decorosos doctores en teología y prelados trataban mujer, hace entrega de un anilloal hombre salvaje. Véase R. Bcrnheimer, WilJMtn de desterrar de las catedrales francesas en los siglos xv y xvi, in tbe Midd/e Aga (Cambridge. Mass., 1952), pp. 52-56; C Gaignebct, "LeCombat de Carnaval et de Caréme de P. Bruegel (1559)", Amala, Economía, Sociétés, involucraban a jóvenes clérigos y seglares, algunos disfrazados de Cmlisations, 27 (1972), pp. 329-331. mujeres, que hacían travesuras yademanes licenciosos. En algunas 21 S.L. Sumberg, Tbt Nuremberg Stbtmbart Caminal (Nueva York, 1941), en partes de los Pirineos, en la Candelaria (2 de febrero), tenía lugar especial pp. 83-84, 104-105. María Leach (ed.), FmJt and Wagnalis Standard Dietiaurf la Ca?" del Oso,* que contaba con un oso lascivo, cazadores ofFolUort, Mytbolegf and Ltgtnd (Nueva York. 1949-1950). "Schemen". Jean Savaron, Traillé centre la masques (París, 1608), p. 10. M. du Tilliot, Mémoira pour servir a fbiitoirt dt la File da Fomx (Lausana y Ginebra, 1751), pp. 8, 11-12. Arnold Van Gennep, Manuel du Folklore fiancais (París, 1943-1949), 1.3, pp. 908-918. Violet " Véase, por ejemplo. John Ashton (ed.). Humour, Wit anj Satín in tbe Seventtentb Alford, Pyrenean Festival! (Londres, 1937), pp. 16-25. Compárese el oso de los Ctntury (Nueva York, 1968, publicado sobre la edición de 1883). pp. 82 ysiguientes. Pirineos y Rosetta con el Gyro o gigante femenino grotesco, representado por. John Wardroper {ed.). Jal upan Jal (Londres, 1970). cap. 1. Aame y Thompson, jóvenes varones el día de la Candelaria en las Islas Orkney (F. M. McNeill, Tbe Siletr FolktoU, 1375-1376 A. Kunzle, Early CanitStrip, pp. 222-223. Bougb (Glasgow, 1961], 3, 28-29). Curt Sachs, World Hiitory oftbt Dana (Nueva « Los testimonios de la fiesta de la Caza del Oso en la Candelaria sonmás York, 1963), pp. 335-339. completos yclaros en los Pirineos franceses yespañoles que en ninguna otra pane, 24 Joseph Strutt, Tbt Sports and Pastima aftbt PeopU ef EagLmd (nueva ed., pero hay indicios de que durante la Edad Media estuvo más difundida. En el si- Londres, 1878), pp. 449-451. 310-311. 456. C L. Barber. Sbakaptart's FtstíPt UN MUNDO Al. REVÉS: LAS MUJERÍOS EN EL PODER 77 NATAI.1E 7. DAVIS 76 cuando se metían con alguien humorísticamente, nadie debía Los intérpretes de este travestismo lo ven, al igual que en el sentirse ofendido".J6 ejemplo africano antes mencionado, como un rito de fertilidad Las sociedades festivas masculinas que jugaban en Europa a -biológica o agrícola-25 ensartado en fiestas que también podían decir la verdad eran mucho menos amables que las de los gansos tener otros significados. En el contexto europeo, el uso de los de Sorlinga. Esas organizaciones eran los Reinos y Abadías del atavíos femeninos era especialmente apropiado, porque no sólo Desorden.27 (En Inglaterra y Escocia tenemos Señores del Desgo conectaba con la inevitable asociación de la mujer con la reproduc bierno y Abates de la Sinrazón, aunque el carácter exacto de ción, sino también con la definición contemporánea de la mujer esos grupos sigue pendiente de estudio). Entre otros roles, en la como sexo más lujurioso. ¿Conectaba también con otros rasgos del ciudad y en el medio rural, las Abadías expresaban el interés de la simbolismo sexual de la Europa moderna, por ejemplo, con la comunidad en las bodas y sus desenlaces mucho más abiertamente relación del subordinado al superior? ¿Sugería a los campesinos o a que las extravagantes Bessy o Rosetta. En las ruidosas demostra las gentes de la ciudad (como nuestro travestido Arlequín de la ciones de disfraces -"charivaris", "scampanete", "Katzenmusik", Commedia dejarte) el difuminado o la inversión de los límites "cencerradas" y otras "músicas violentas"— se hacía burla de los sociales? Quizás. Cuando vemos los roles que más tarde iba a recién casados que no habían tenido un niño lo bastante pronto y representar la mujer en el poder es difícil creer que esos ritos no tic la gente que se casaba por segunda vez, en especial cuando estimularan algunos de esos efectos. En la Fiesta de los lxxos de había una gran disparidad de edad entre novia y novio. En las ciudades, en todo caso, la función de fertilidad del travestismo realidad, cualquier escándalo local podía convertirse en blanco de estaba ya oscurecida por la mofa carnavalesca del celibato de la sus pucheros, panderetas, campanas y cuernos. La mujer rebelde aparecía en los juegos de las Abadías en dos jerarquía eclesiástica. formas. En primer lugar, como altos cargos de Desgobierno. En Junto a estos ejemplos del travestismo masculino festivo, las áreas rurales, esos cargos eran de Señores y Abades; en las tenemos escasas evidencias de cambios más simétricos. Durante los ciudades francesas, sin embargo, tomaban toda clase de títulos doce días de Navidad o en la Epifanía, las máscaras ydisfraces del |xjmposos. Entre esas dignidades estaban las Princesas y las norte de Inglaterra, de las tierras bajas de Escocia ydel norte de Damas, y sobre todo las Madres: en Dijon, Langres y Chalon-sur- Francia podían incluir hombres ymujeres que vestían las ropas del Saóne encontramos a la Madre Ixxra; a la Madre Boba, en París y sexo opuesto. En las Nochebuenas del siglo xv, los hombres de (ximpiegne; y la Madre de la Infancia, en Burdeos. Desconozco Nuremberg se vestían de mujeres ylas mujeres de hombres, ylo títulos festivos de mujeres en Gales, pero los hombres que dirigían mismo sucedía en el Carnaval inglés del siglo xv. y quizá en el los ceffyl pren, como se llamaba a las ruidosas comparsas musicales Martes de Carnaval de la Francia de la época moderna. Ioíble locales, se ennegrecían las caras y vestían ropas de mujer.28 Había mente también hay aquí alguna vieja relación con los ritos de fertilidad, pero el cambio puede conectarse mejor con la libertad, *• IIcnry Boumc, Anliquitatts Vulgares; or tbe Anliquities of lbt Common People más flexible, de la inversión carnavalesca. Al menos en el caso de (Ncwcastlc. I7?5), pp. 147-148. McNeill, Silvtr fíougb, 4, p. 8?. Roger Vaulticr. U la "danza del ganso", de la época de Pascua en las islas Sorhngas, Folklore pendan! laguerre dt Cent Ans(París. 1965). pp. 93-100. J. I.cfehvrc, Usfols ellafolie (París, 1968). p. 46, n. 66. A. Holtmont. Die Hesenrotte (Munich, 1925), pp. a mediados del siglo xvm, sabemos que la licencia se usaba para 54-55. Donaldson, World Upsidc-Doam, p. 13. Van Gennep, Manuel, 1.3, p. 884. decir la verdad: "las doncellas se vestían de jóvenes y los jóvenes Siruii, Sporti. p. 135. de doncellas; así disfrazados visitaban en grupos asus vecinos; allí 21 Para una documentación y bibliografía completas sobre este material, véase bailaban y bromeaban sobre lo que había sucedido en la isla; mi estudio "Tlie Rtasons of Misrule" [en el libro Sodeiy and Culture in Early Modern France (Stanford, 1975), pp. 97-123] y 15. P. Thompson, "'Rough Music", I.cCharivari anglais". Annalts ESC, 27 (197?), pp. 285-312. M P. Sadron, "I.es associations permanents d'actcurs en France au moyen-age", Comedy (Princeton, 1951), p. 28. Leach. Dictionar, of Folklore, «Fool Plough". Reme tPbittoirr de tbtítrt, 4 (1952). pp. 222-231. Du Tillíot. Mémoira, pp. 179-182. David Williams. Tbt Rebata Riots (Cardiff. 1955). pp. 53-54. Willeford. Tbe Fool, "M°^Leach. Dictívory ¿Folklore, Transvestism". Willeford. Tbt Fool, p. 8£Vjn pp. 175-179. Gennep. Manuel, U. p. 910. Alford, Festín, pp. 19-22. Sachs. Dona, pp. 335-339. NATALIE Z. DAVIS UN MUNDO AL REVÉS: LAS MUJERES EN EL PODER 79 78 en todo esto una doble ironía: el joven aldeano que se convertía en En la Europa moderna, las mujeres reales tenían menos Abad, el artesano que pasaba aser príncipe, adoptaban directamen oportunidades que los hombres para iniciar o tomar parte en sus te para su Desgobierno un símbolo del poder lícito; sin embargo, propias fiestas de inversión. Es cierto que una mujer loca llamada el poder invocado por el hombre que se convertía en Madre Loca Mathurine floreció en las cortes de Enrique IV y Luis XIII, y, desafiaba e1 orden natural -un poder peligroso y vital que podía vestida de amazona, hacía comentarios sobre temas políticos o asumir porque su disfraz le salvaguardaba. religiosos; pero no hay indicios de organizaciones festivas para las La mujer rebelde no sólo dirigía algunas de las organizaciones jóvenes. Las cofradías para jóvenes solteras, allá donde existían, se festivas masculinas, sino que era muchas veces su auténtico fin. La mantenían próximas a la devoción religiosa. Se elegían reinas para mujer regañona del pueblo o la esposa dominanta podía ser ocasiones especiales, como la noche de Reyes o de la Cosecha, pero zambullida en la alberca, empujada por las calles con la boca su gobierno era gentil y aburrido. Las jóvenes reinas de mayo, con amordazada, maniatada o atrapada por una red.2» Las gentes de sus flores y cintas blancas pedían dinero para sus dotes o para el las ciudades de los siglos xv al xvm estaban aún más interesadas altar de la Virgen, prometiendo a cambio no más que un beso. Sin por el marido al que su mujer golpeaba, yel hombre apaleado (o un embargo, algunas costumbres del mes de mayo, todavía comunes vecino que representaba su papel) era paseado por las calles, de en la Europa moderna, apuntan hacia un rol bullanguero de las espaldas sobre un burro, por los ruidosos juerguistas. En los mujeres. En la zona rural del Franco Condado, durante el mes de Midlands ingleses este paseo se conocía como "Skimmington" o mayo, las esposas podían vengarse de sus maridos por haberles "Skimmety", quizá por el gran cucharón ("skimming ladle") que pegado, tirándoles al agua o haciéndoles montar en burro; las solían usar las mujeres para golpear asus maridos. En el norte de mujeres podían bailar, saltar o celebrar festines libremente, sin Inglaterra yen Escocia, la víctima oquien le representaba montaba permiso de sus maridos; y las cortes de mujeres proclamaban un "stang" (un gran caballo de juguete) y una cabalgadura similar decretos burlescos. (En la cercana Dijon, en el siglo xvi, es se usaba en el ctfjylpren de Gales. En algunas ciudades se paseaban interesante hacer notar que la Madre Loca y su infante habían efigies de la pareja cuestionada. En otras, la organización festiva usurpado esta venganza a las mujeres; mayo era el único mes del montaba carros alegóricos para exhibir las circunstancias concretas año en que la Abadía del Desgobierno haría una cencerrada a un de la monstruosa paliza: se mostraba alas esposas golpeando asus hombre que hubiera golpeado a su esposa). Generalmente se T¿j maridos con ruecas, tripas, palos, platos, pucheros; tirándoles pensaba que en mayo -mes de Flora en los tiempos romanos- las .ís9 piedras; estirándoles de las barbas; o pegándoles patadas en los mujeres eran fuertes y sus deseos, más inmoderados. Como decía el viejo refrán, una novia de mayo mantendría a su marido sujeto genitales.30 Con estas últimas dramatizaciones, las Abadías del Desorden todo el año. Y, de hecho, las bodas no eran frecuentes en mayo.3I M **! introdujeron ambigüedades en el tratamiento de la mujer en el En Nuremberg, en los siglos xvi y xvu, las mujeres podían poder, como ya hemos visto en la literatura cómica. La mujer •asumir algún tipo de licencia especial en la época de carnaval. rebelde del carromato era escandalosa, violenta; era también Proclamas ilustradas en pomposos lenguajes humorísticos conce vigorosa y dominante. La burla se volvía contra el martirizado dían el derecho a toda mujer que tuviera un "miserable marido marido. Y el mensaje del carnaval urbano era mixto: al mismo tiempo exhortaba al marido dominado a recuperar el mando e 11 Enid Welsford, TbtFool, Hit Social and Literary History (Londres, 1935), pp. invitaba a la mujer indócil a mantener la lucha. 153-154. Van Gennep, Manuel, 1.4, pp. 1452-72, 1693-1694. Lucienne A. Roubin, Cbambretta da Prortntaux (París, 1970), pp. 178-179. Davis, "The Reasons of Misrule", n. 13. Jean Vostet, Almanacb m Prognostitation da Labonreurs (París, 1588), » Véase mi ensayo "The Reason of Misrule". n. 34. J. W. Spargo. Juridital (• 12". Erasmo, Adagierum Cbiliadu (Ginebra, 1558), col. 135, "Mense Maio Folklore in England llhalrated by tbe Cucking-Stool Purham. N.C. 1944). McNeill. nubunt malae". Gabriel Le Bras, Eludes dt toa'elogit religitutt (París, 1955), 1, p. 44. Silrer Bougb, 4,p.61. . Sobre la venganza de las mujeres el día de santa Ágata en Saboya, véase A. Van JO Además de las fuentes dadas en n. 28. véase la ilustración de Hoganh de un Gennep, "Le cuite populaire de Sainte Agathe en Savoie", Reput d'etbnqgrapbit, 17 paseo de "Skimmington" hecha hacia 1726 para el Hudibros de Samuel Butler (1924). p. 32. ("Hudibras encounters the Skimmington''). 80 NATAI.1E 7. DAVIS UN MUNDO AL REVÉS: LAS MUJERES EN EL PODER 81 disoluto" de negarle su libertad y de golpearle hasta que su "ano imaginar era una utopía hermafrodita imposible o un estado tronara". Otro decreto, hecho público por Feminarius, Administra primitivo de igualdad entre los sexos, ya irrevocablemente perdido dor Hereditario del Valle de la Riña y la Disputa, concedía tres (quizá la experiencia de la inversión festiva de los roles ayudara al años de privilegios a la sufrida Compañía de Esposas para que menos a mantener vivo este sueño igualitario, como ha sugerido gobernaran a sus maridos; se les permitía llevar armas, elegir su Víctor Turner refiriéndose aotros aspectos). Lo mejor que podían propio corregidor y salir a divertirse cuando quisieran, mientras esperar y recomendar, como la mujer capitán de Shadwell, eran que sus esposos no podrían comprar nada, ni beber vino o cerveza vías para prevenir la tiranía de los maridos: mejor educación para sin permiso de las esposas. Y, desde luego, los hombres harían las mujeres o mejor elección de los cónyuges. El único contramo todas las tareas domésticas y acogerían acualquier bastardo que las delo para la familia que habían llegado a reconocer, amediados del esposas pudieran llevar.32 siglo xvm, era el igualmente jerárquico del matriarcado." Por tanto, este estudio no destierra la teoría tradicional sobre los ritos y fiestas de inversión; pero aspira a añadirle nuevas dimensiones. En lugar de agotarse por completo durante la pausa [III] privilegiada de la broma, el relato, la comedia o el carnaval, la representación de la confusión tuvo mucha influencia en la vida La relación entre el matrimonio real y las licencias del mes de cotidiana "seria" y sus efectos fueron a veces incómodos e incluso mayo, entre el embarazo y los juegos del "Fastnacht" (martes de innovadores. Como la inversión literaria y festiva en la Europa carnaval) nos hace volvernos auna cuestión planteada con anterio preindustrial era producto no sólo de una jerarquía estable, sino ridad en este trabajo. ¿Cuáles eran, en conjunto, las funciones de también de los cambios en la situación del poder yde la propiedad, esas inversiones festivas y literarias sobre los roles sexuales? Es esta inversión pudo iniciar nuevas formas de pensamiento sobre el sistema y reaccionar contra él. evidente que en parte llenaban el rol que les atribuyen antropólo Comencemos con una reflexión histórica sobre la familia. Los gos e historiadores de la literatura: permitían la expresión ydaban europeos de los siglos xv al xvm encontraban muy difícil concebir salida a los conflictos de autoridad dentro del sistema; y también proporcionaban ocasión para que el habitual autoritarismo de la la institución familiar como algo que tenía "historia", que cambiaba familia, el taller y la vida política pudiera moderarse por las risas con el tiempo. Su forma patriarcal se retrotraía tanto al Jardín del del desorden y de la representación paradójica. De acuerdo con Edén, donde la sujeción de la mujer al hombre era apacible, como al momento del comienzo de la historia humana, cuando el esto, servían para reforzar la estructura jerárquica. matrimonio monógamo sacó a la humanidad de la horda promis De hecho, durante la Edad Moderna hasta finales del siglo xvm, cua. Las formas políticas podían seguirse unas a otras de una forma la familia patriarcal no fue cuestionada como tal, ni siquiera por los cíclica predecible; con ellas, los sistemas económicos, religiosos y críticos más agudos de las relaciones.entre los sexos. Las feministas culturales podían cambiar con el tiempo (como pensaba Vico). de finales del siglo xvii Francois Poullain de La Barre y Mary Pero la familia permanecía inalterada. A decir verdad, se habían Astell creyeron que la sumisión de la esposa al marido no estaba observado curiosas costumbres sexuales en el Nuevo Mundo, pero justificada por alguna inferioridad natural de las mujeres; pero que se las citaba meramente para satirizar los abusos europeos o para de todos modos era necesaria. Como decía Astell: "No puede haber desecharlas como producto del salvajismo o de la degeneración. una sociedad, grande o pequeña, desde los imperios hasta las familias privadas, sin un último recurso para tomar decisiones sobre los asuntos de esa sociedad con una sentencia incontestable... " Poullain de la Barre, De texallena da bomrna. Prefacio, en especial su Esta supremacía debe fijarse en alguna parte". Lo mejor que podían discusión de san Pablo. ídem, Dt tégalité des deux stxa (París, 1676), pp. 16-22. Mary Astell, Some Rtfkctions upen Marriagt (4.« ed.; Londres, 1730), pp. 99-107. Un temprano ejemplo de la teoría de la edad de oro primitiva se encuentra en Agrippa, « Kunzle, Early Comic Strip, pp. 225. 236. Sobitítit and Exalltncit, f. G i'". Turner, Ritual Procos, cap. 5(citado en n. 12). NATALIE Z. DAVIS UN MUNDO AL REVÉS: LAS MUJERES EN EL PODER 83 82 Representar con diversas imágenes ala mujer en el poder por encomendado, a Christine de Pisan le encantaba exponer ejemplos So. mantenía abierta una forma alternativa de concebir a de antiguas mujeres conquistadoras, presentar personajes en las entura familiar. •Por último, cuando el jesuíta Lafitau encontró leyendas sobre las amazonas y en relatos y proverbios acerca del eSao de los extraños modelos familiares (matrihneal ymatnlo- gobierno de las mujeres, demostrar que "en muchas mujeres hay cl) que había observado entre los iroqueses yde los que había.ído gran valor, fuerza y firmeza para emprender cualquier tipo de que existieran entre los caribeños, pudo «donarlos con las acción difícil y coronarla con éxito como hicieron... grandes pendas de las amazonas yde los licios, sobre quienes había sabido hombres y conquistadores". Los escritores posteriores sobre "Muje através de Heredoto. La nueva teoría de <* "^"a™ * res Ilustres" incorporaron casi siempre algunas viragos, incluyendo Lafitau como llamó al estado matriarcal, fue publicada en 1724 en de oficio a Juana de Arco en el conjunto. A principios del si TZrsl sauvages ameriauains, comparée aux muursdespnmters glo xvm, las especulaciones sobre las virtuosas amazonas podían emplearse no sólo para encomiar el prudente gobierno de las reinas temps. Al fin yala postre, algo le debía ala mu,er rebelde. Representar aUmujer en el poder, la virtuosa virago, fue legítimas contemporáneas (como ya había sucedido en la época de también" recurso para la reflexión feminista sobre las potenaa.,- Isabel I), sino también para sugerir la posibilidad de un rol más amplio de las mujeres como ciudadanas.3S jal de la mujer. Aunque no tratara de demostrar que hombres y mujeres pudieran cambiar las funciones distintas que Dios les había Además, la excepcional mujer-fuera-de-su-lugar alimentó la fantasía de algunas mujeres reales y pudo haberlas animado a acciones excepcionales. Marie Delcourt ha argumentado de forma convincente que el atavío masculino de Juana de Arco, al que se ^n^zonas juegan un 1^^°'¿rSl^St:t Thomas Hobbes sobres el dominio dentro de ^ ^ ^ ^ ,, han aferró obstinadamente hasta el final, no era producto de meras ¿poca, insiste en que debe recaer enuna soU P-°na £ro ^ „ consideraciones militares prácticas, sino que estaba inspirado en el tribuido el dominio solamente **"*£££* ^ „de prenda entre el ejemplo de las santas travestidas de la Leyenda Dorada. La insólita equivocan. Porque no siempre^^^¿^Jün lucha". hombre y la mu,er. lo mismo que » P " S En la x deciden mística del siglo xvn Antoinette Bourignon comenzó su carrera escapando de un matrimonio inminente con las ropas de un cosa publica, el ^^^£,£¿££2. h" £•«"- «<««" por el padre- Pero «=" el CS «c 'trmm ,n l, historia que las amazonas ermitaño. Entre sus visiones posteriores, una consistía en que el Zniños. Puede hacerse por contrata ^™T^ establecían sus contratos con los hombres de lo.P^« v«*J * ,^ zurrían hcmhrM género humano fue creado originalmente en forma andrógina, estado de completa perfección al que se volvería con la resurección de la carne. La católica inglesa Mary Ward, fundadora de una innovadora orden abierta de enseñanza, exclusiva para mujeres, sin dominio pertenece ala madre, aúnica persona que¿^«^^ 20. otro superior masculino que el Papa, tomó su modelo de los padresMcalvino. ytiene capacidad para aUmentar -*Tfc^^b Commentaria on Génesis, trad. por J. King iwurn ^. .g^,, / p. jesuítas pero pudo sentirse alentada porlas tradiciones de inversión ,72 (Gen 3,6¿ Giamba,ústa^o.Tbe£,^^*,^v¡L J^&^JS^T^i. sus i*, yen el carfeter de la dote describe cambios en la autonaau K . , paterna permanecen 35 Christine de Pisan, Cylt of Ladya, ff. Ff v'-Hhii'. Thomas Heywood, Cynaikeion, or Nine Booka of Various Hislory, toncemingt Wemen (Londres, 1624). La de la esposa, pero c. -^^ÍÍi*--"J'' discusión del temade las amazonas porPierre Peth en DeAmazonibus Dissertatio (2.* "aUCra^ Ía^ 724W 2TEÍ SpaZTa la obra de Bachofen sobre /,«»»« /«*?» (P»rf*. ,724>- '• PP" 7y ÁTl^fitau sobre la "gynaccracia" no ed.; Amsterdam, 1687) y por Claude Guyon en Histoire da Amazona aniwmts tí moderna (París, 1740), trata de encontrar argumentos plausibles para darcuenta de el matriarcado, de un siglo después, la tcorf> *|~ "£todaflas ^«fades. su bravura y de sus acertadas normas. Ambosinsisten en queexistieron realmente. desarrolla por completo la noción ^^^"^"^ Grecil ylas is.as El cartesiano Poullain de La Barre no hizo uso de ellas en sus argumentos para la entrada de las mujeres en la magistratura (Dt ttgolité, pp. 166 y siguientes). En los primeros aílos de la Revolución francesa, Condorcet y Olympe de Gouges hicieron un alegato en favor de la plena ciudadanía de las mujeres, con argumentos sostenidos en términos de derechos. W /A, N»> (Cambridge. 1970). caps. 1-2. NATAl.IK Z. DAVIS UN MUNDO Al. REVÉS: LAS MUJERES EN El. PODER 85 84 sexual. Cabalgando por todo el país en el vano mentó de Las mujeres normales podían ser también rebeldes en público. reconvertir a los ingleses a la Santa Madre Iglesia ella y los En principio, las mujeres sólo podían pronunciarse sobre la ley y la miembros de su Compaflía asombraron a los observadores como doctrina si eran reinas, si tenían una instrucción excepcional o si caían en un trance de éxtasis. Virtualmente, nunca iban a tomar "amazonas apostólicas". * la ley en sus manos. De hecho, las mujeres aparecían insultando a Dos de esas mujeres acabaron en prisión; una tercera escapó por poco del arresto. Después de todo, la virtuosa virago podía ser sacerdotes y pastores, eran actores centrales en los motines de tenaza para el orden. éPero qué sucedió con la mayoría de subsistencias en ciudades y pueblos, y participaban en las revueltas mujeres, no excepcionales, que vivía con sus fem.has? <Qué pudo contra los impuestos y otros disturbios rurales. En la Inglaterra de principios del siglo xvu (así lo ha descubierto Thomas Barnes), un significar la mujer en el poder para ellas? porcentaje significativo de los amotinados contra los monopolios Alas muchachas se les educaba para que creyeran que deberían de tierras y a favor de los derechos comunales eran mujeres. En la . obedecer asus maridos; yalos muchachos, en la creencia de que calvinista Edimburgo de 1637, la resistencia a la imposición por tendrían poder para corregir asus esposas. En el matrimonio reaK parte de Carlos 1 de la liturgia anglicana comenzó por una la sujeciórpodía resultar moderada por causas comunes de apoyo muchedumbre de "miserables mujeres de servicio" en la iglesia de económico al cual contribuyeran ambos, de necesidad sexual de San Giles, que interrumpió el sermón del Deán, lanzó los bancos educación de los hijos y por intereses ^Lgiosos compart.<tas contra el Obispo de Edimburgo y cuando éste se evadió tiraron Temporalmente, durante el período del parto podía producirse piedras a puertas y ventanas. La revuelta contra los impuestos de una Versión en la que la madre reciente mandara de. ™"^o <™ Montpellier, en 1645, fue iniciada por mujeres, conducidas por las impunidad. Yla sujeción podía agravarse por las repetidas pal zas calles por una virago llamada La Branlaírc, que daban gritos del marido a la esposa. Algunas mujeres aceptaban esos arreglos pidiendo la muerte de los recaudadores de impuestos, quienes Otras mujeres les daban la vuelta con manipulaciones solapadas, quitaban el pan de la boca a sus hijos.38 que hacían pensar alos maridos que eran ellos S~ dc'f¡"- Otras esposas se rebelaban, mandaban asus mandos al infierno, les atormentan ydespreciaban. Eran muchas las ™™™c™^ res que pegan a sus maridos, además de las cencerradas contra ellos, véase un caso podían conducir auna esposa del tercer upo. Solo deseo apunta de 1712, llevado en último extremo al Parlamento de París, contra la esposa de un £uí que la ambigua mujer en el poder de la representación podía mercader batidor de oro, lacual insultaba y golpeaba a su marido (E. de la Poix de ayudar aconcebir la mujer rebelde dentro de la familia. l-réminville. Traite de la pólice genérale des filies, bourgs, paroisses el seigieuriet de la campagnt (París, 1758]). Alison Klairmont hadescrito los privilegios de lamujer en el período del parto mr en un trabajo de seminario, no publicado, en la Universidad de California. Las "T^n. Nb^tA PP- 93-96. Salomón ^^^'Z^an'wZ íParfs 19051. »PP- 430. 453-456. M. C E. Chambcrs, Tbe Ufe of Mar, Word "salvadoras de nacimientos" italianas (esto es, bandejas usadas para llevar bebidas a X -'( 645tlllL 1882). Mademoiscl.e de Montpensier, una de las agente* de las mujeres durante el parto yen el postparto) datan de finales del siglo xv ydel xvi, ,a Í1I y^unf,d«;ra en el sitio de Orlcans. pudo haberse ,nsp,rado en pane en y estaban decoradas con escenas clásicas y bíblicas que presentaban mujeres que dominaban a los hombres (Victoria y Albcrt Museum; el Uuvre) (agradezco esta JU¡1" tb^el poder del marido para corregir ala esposa, véase William Blackstone. información a Elizabeth S. Cohén y Susan Smith). r«Ü J£Z***B*¿ (Oxford" 1770). Libro 1. cap. .5; yOur ac yde J" Sobre las mujeres en diferentes clases de algaradas, véase E. P. Thompson. '•The Moral Economy of the English'Crowd ¡n the Eightecnth Century", Pait and ÍZTIdZ^VP- de. examen de diarios, casos>33.criminales .40 (ciudoyredros en n. *Y&ZT?5£ del Cons,J™ *¿££ Pmenl, 50 (Feb. 1971). pp. 115-117. Olwen Hurton. "Women in Revolution. 1789-96", Pasl and Pmenl, 53 (Nov. 1971), p. 95 y siguientes. Mi colega Thomas Véase, por ejemplo, .a carta de !^J^^\^J)^f^m Bames mehamostrado amablemente varios casos que serefieren a mujeres echando manejos en su ^.^T^Ú^^^**" n*™^ Fronte atanl la Réníutim (París, lo I*), A pp- D-"» , _T , ,. ,„..,_ abajo cercados, que ha estudiado en conexión con su estudio sobre la "Star Chambcr". Véase también el excelente artículo de Patricia Higgins. "The Reactions of Women". en Brian Manning (ed.). Polilia, Religión and lie Eagliib Civil War (Londres, 1973), pp. 179-222. John Spalding. Tbe Hiilory <f Ib, Tnxblts and Memorable Traniadimt in Seotland and Englandjroa 1624 lo 164S (Edimburgo, 1828), NATAL1E Z. DAVIS UN MUNDO AL REVÉS: LAS MUJERES EN EL PODER 87 86 Hay varias razones para esta participación femenina que no Por otra parte, la inversión sexual también concedió una podemos considerar aquí, pero buena parte del fondo de la licencia más positiva a la mujer rebelde: su derecho como subdita y cuestión se encuentra en las complicadas concesiones con que como madre a levantarse a decir la verdad. Cuando una mujer podía contar la mujer rebelde. Por una parte, no era responsable de embarazada, al frente de una muchedumbre, maldice a los acapara lo que hacía. Dadas las inclinaciones de sus bajas pasiones, no era dores de grano o a las autoridades que engañan, la irreverente Gargamelle es parte de su tradición. Cuando Katherine Zell, de responsable de sus actos; el responsable era el marido, a quien Estrasburgo, se atreve a escribir un ataque contra el celibato estaba sujeta. Realmente esta "incapcidad" estaba recogida en clerical, hacia 1520 y afirma: "No pretendo ser Juan el Bautista grado variable en la ley inglesa yen algunas leyes consuetudinarias increpando a los fariseos. No declaro ser Natán reprendiendo a francesas. En Inglaterra, en la mayor parte de los actos delictivos David. Sólo aspiro a ser el asno de Balaam, castigando a su realizados por una casada, en los que el marido pudiera ser dueño", en ese caso la Dama Loca es parte de su tradición.40 implicado como cómplice oen los que estuviera presente, la esposa Resulta, sin embargo, que la Dama Loca también podía servir no podía ser considerada del todo culpable. Si se le procesaba, para validar la conducta desobediente y disoluta de los hombres. podía ser absuelta o recibir una sentencia menor que la del marido También ellos podían ocultarse tras el sexo. Los historiadores han por el mismo crimen. En Normandía y Bretaña, el marido podía escrito mucho sobre los ideales, tradiciones, símbolos y solidarida tener que responder ante la corte por los crímenes de la esposa y des que legitimaron los numerosos levantamientos rurales y urba en todas partes el sexus imbectllus era castigado con menor severi nos en la Europa moderna. Entre esas tradiciones estaba el dad. El peso completo de la ley caía sólo sobre el varón dominan derecho de crítica y burla del carnaval, que en ocasiones degeneró te. No es de extrañar que a veces los maridos pensaran que era en auténticas revueltas. Por ejemplo, en Dijón, en 1630, la Madre más seguro dejar a las esposas participar solas en las algaradas. Y I-oca y sus hijos formaron parte, con sus máscaras, de un levan tampoco que la "Star Chamber" (tribunal secreto muy severo) se tamiento contra los recaudadores reales de impuestos. De hecho, el quejara en 1605 de que algunas mujeres que habían estado que los hombres vistieran ropas femeninas y adoptaran nombres de derribando cercados "se ocultaran tras su sexo".w mujer para los motines fue sorprendentemente frecuente desde principios del siglo xvii (o al menos así lo sugieren nuestros todavía escasos datos). En muchos de esos disturbios, los hombres 2, pp. 47-48. S. R. Gardiner, Tbt Fall (f tbe Klaurthy ef Charla 1, 16)71649 trataban de proteger los derechos tradicionales frente al cambio; (Londres, 1882), f, pp. 105-112. Le Roy Udurie, La paytans, p. 497. J. Beauroy, en otros, eran los amotinados quienes presionaban a favor de la "The Prc-Revolutionary Grises ¡n Bergcrac, 1770-1789" (trabajo presentado a la "Western Society for the Study of Frcnch History", Flagstaff, Arizona, 14 y 15 de innovación. Pero en todos los casos, hacían un uso nuevo de marzo de 1974) describe el importante papel de las mujeres en las grandes revueltas la inversión ritual y festiva. de los cereales de Bergcrac, en mayo de 1773. Así, en Beaujolais, hacia 1770, los campesinos embetunaron *» Margara Ruth Kittel, "Married Women in Thirteenth-Ccntury England: A sus caras y vestidos de mujeres atacaron a los agrimensores que Study ofCommon Law" (tesis doctoral inédita. Universidad de California, Berkeley, medían sus tierras para un nuevo propietario. Más tarde, cuando 1973). pp. 226-233. Blackstone, Commatarits (1770). Libro IV, cap. 2; Libro I, cap. 15. Ourliac y de MaWbsse. Drat Privé, í, pp. 135-136. Agradezco sus consejos en llegaron los agentes de policía, las esposas de los campesinos nada esta materia aJohn M. Beattie, de la Universidad de Toronto. autor de un ensayo de próxima aparición sobre "The Criminality of Women in Eighteenth-Century Sobre la forma en que maridos y esposas manipularon conjuntamente sus England". que aparecerá en el Jornal ofSocial History. Carol Z. Wiener discute las diversos roles en beneficio mutuo,véase N. Castan, "La criminalité familiale dans le ambigüedades en la responsabilidad de las mujeres casadas ante ciertas felonías y tessort de Parlemem de Toulouse, 1690-1730", en A. Abbiateci tí al., Crima et delitos en la Inglaterra de finales del siglo XVI y principios del XVII, en un interesante Crimmalitien Fraim, t7e- ISesíteles (Cahier des Annales, )); París, 1971), pp. 91-107. artículo titulado "Is a Spinster an Unmarried Womanf" (próxima aparición en Harvard Law School, Ms. 1128, n.° 334, Pagt vs. Pag, 13 de noviembre, 1605 American Jornal <f Legal History}. Aventura que la descripción de algunas mujeres (comunicado porThomas Bames). casadas condenadas por motines y oíros crímenes en las Sesiones trimestrales de 40 Roland Bainton, "Katherine Zell", MeJíevalia et Humanística, n.s., 1 (1970), Hertfordshire como "solteras", pudo haber sido una ficción legal encaminada aexigir p. \ que las mujeres aceptaran la responsabilidad por sus actos. 88 NATALIE Z. DAVIS UN MUNDO AL REVÉS: LAS MUJERES EN EL PODER 89 sabían y dijeron que los atacantes eran "hadas" que bajaban de las montañas de vez en cuando. * Entre las vendedoras de mercados del cierre de sus bosques por orden del rey. Estaban dirigidos por que marcharon sobre Versalles en octubre de 1789, es muy hombres vest.dos de mujeres, que se llamaban entre sí «Ladv probable que hubiera hombres con trajes femeninos. Y en 1829-30 Sk.mm.ngton". En mayo de 1718, los estudiantes de Cambridee tuvo lugar en el Departamento de Ariege, en los Pirineos, la s.gu.eron a "una virago, o a un hombre con traje de mujer, "Guerra de las Señoritas". Los campesinos se vistieron con largas coronada de laurel" en el asalto a una reunión de la Iglesia camisas blancas, que sugerían rops femeninas, se pusieron som d.s.dente. Dos años después, los jornaleros de Surrey se amotina breros de mujer, y defendieron sus derechos, vitales, a la leña y al ron con rops de mujer y, a mediados de siglo, campesinos pstoreo en los bosques, amenazados por un nuevo Código Fores disfrazados de mujeres demolieron los odiados puestos de peaje v tal.41 las puertas de las barreras de los límites de Gloucestershire. En Lo mismo encontramos en Inglaterra. En 1451, a la estela de abnl-de 1812, las «Esposas del General Ludd", dos tejedores la rebelión de Cade, "servidores de la Reina de las Iladas", con las vestidos de mujeres, condujeron a una multitud de centenares de caras negras, irrumpieron en el prque del Duque de Buckingham personas para destruir los telares de vapor yquemar una fábrica en Stockport.42 en Kent y se llevaron sus animales, machos y hembras. En 1629, "el capitán" Alice Clark, de hecho mujer, encalxzó una muchedum También en Gales y Escocia hubo levantamientos bajo el bre de tejedores, mujeres y hombres, vestidos todos de mujer, en d.sfraz de mujeres. El cefol prtn, con sus hombres travestidos de una revuelta por el problema de los cereales cerca de Maldon, en ™ emlfut"nadas' dio P350 e" el oeste de Gales, en las décadas de Essex. En 1641, en las regiones lecheras y ganaderas de Wiltshirc, 1830 y 1840, a las revueltas de Rebeca contra las detestadas bandas de hombres se amotinaron y derribaron vallas en contra barreras aduaneras ycontra otros motivos de queja de los agricul- * La asociación con las "hadas" de esas figuras disfrazadas, que también se lii/o xJls KR' Vc'."^'"* Oonma"' >"*><">'>* ofMedieval Kentisb Society (Ashford, InEl en algunas otras algaradas, añade otra dimensión al travestismo político. Lacreencia en hadas y duendes era todavía fuerte en la Europa rural del siglo xvm, habiéndose S Tand2,^,!fc Ubelion A" Hum'England, Social Changc mEssex, ""* God* ™d *"(Harvard 1570-1688" Vulgar:Univeísity. Religiot originado de diversas tradiciones, cnire ellas una que asociaba con los espíritus de V,IÍL C, Tíf- 7l£Revoto fa ™t.hi« Agains, Charles 1". The XTiUsblre •Ircbaeolog.cal and Natural History Magazine, 57 (1958-1960), pp. 68-71. Historical los muertos. l.osduendes podían asumir formas masculinas o femeninas, adoptaban diversos tamaños y formas, y vestían de diferentes minios; pero todos ellos Manuscnp,, Commi$,¡on, R,^ „tbt M<mlU(ript, of... ,be Duke ofPortland (landres. tenían un poder espiritual que podían ejercer sobre los seres humanos benévola o ' *»). 7, pp. 237-238 (referencia amablemente comunicada por l-awrcncc Stone) malévolamente. Mujeres y duendes combinaban su poder en esos motines para Sesiones trimestrales de Surrey. lista de sesiones 241, Oct. 1721 (amablemente ayudar a los campesinos. Véase K. M. Uriggs, Tbe Fairíes in Traditim and IJteralure •omunicado por John M. Beattie. de la Universidad de Toronto). Ipnrid, Journal 5 (Londres, 1967) y Keith Thomas, Religión and tbe Decline ofMagic (landres, 1971), de agosto de 1749 (amablemente comunicado por Robert Malcolmson, Oueen's pp. 606-614. 41 Hcnry llours, "Les fayettes de Saint Just d'Avray, Puissance et limites de i"C'í; T™'?m)„A; of Social Protcs."Folklore W- Smi,h- 77 (1967), "S™ ***>" pp. 244-245. Hlcments "Memorial of the inInhabitan.s Movcmen.sof solidante dans une communauté rural en 1774",preparado para un próximo número Mockport and Vicinity" (Public Record Office. HO 42/128). Agradezco esta del Bullttin de rAcadimie de villefranebe (M. llours me ha mostrado amablemente el «•terencia a Roben Cien, quien presenta este episodio en su tesis doctoral "The manuscrito). «orfcmg Classes ofStockport During the Industrial Revolution" (Universidad de Sobre el trasfondo de las dificultades económicas en Ariege y su relación con el ajitomia, Bcrkeley, en curso de realización). uso del bosque, véase Michael Chcvalier, La ríe bumaine dans les pyrénia ariígeoises En un artículo escrito hace muchas décadas. Ellen A. MacArthur dice que (París, 1956), pp. 500-517. Fuentes sobre el levantamiento: Gazette des Tribunaux, í. hombres vestidos de mujeres formaron parte de una manifestación femenina muy 1432-1433, 14-16 de marzo, 1830, pp. 446-447, 450-451; M. Dudébat, "Le procés numerosa en agosto de 1643. que golpeó alas puertas del Parlamento para presentar des Dcmoisclles: Resistance a l'application du code forestier dans les montagnes de peticiones en demanda de la paz en Escocia y la instauración de la religión 1"Ariege, 1828-1830", Bullttin périodique de la socielé ariégeoist des sciences, lettres etarlt, protestante reformada ("Women Petitioncrs and the Long Parliament". Englisb 7, n.» 6 (1900); L. Clarenc, "I-e code de 1827 et les troublcs forestiers dans les lUstoncal Rnie*, 24 [1909], pp. 702-703). La obra reciente de Patricia Higls, Pyrénécs centrales au milicu du XlXe sítele". Amala du Midi, 77 (1965), pp. >«aoa en un minucioso estudio de muchas fuentes contemporáneas, no toma muy 293-317. Está próximo a aparecer un nuevo estudio de este levantamiento por John en seno la afirmación contemporánea de que "algunos hombres del populacho con Mcrriman (ed.), .1830 in Frunce (próxima aparición). opas de mu,er" se mezclaron con la multitud. Véase "The Reactions of Women" (citada en n. 38), pp. 190-197. NATALIE /. DAVIS UN MUNDO Al. REVÉS: LAS MUJERES EN Kl. PODER 91 sexual y de las variantes de inversión sexual debería ayudarnos a tores Eran dirigidos por una tal "Rebeca" yhombres bulliciosos comprender por qué sucedió así. En parte, la cara pintada de negro con"opas de mujer- Y en 1736, en Edimburgo, los motines de Portel estallaron por culpa de un ^^oof, al inglés,^ y el vestido de mujer eran una forma práctica de ocultarse, de fácil disposición en casas raramente provistas con vestuario de fantasía. abusivas leyes aduaneras ycomo resistencia ala unión de Lscocia for.nglaterra; fueron llevados acabo P-J¿^£^ * mujeres, con un cabecilla conocido como Madge Wildf'e. Más importante, sin embargo, eran las variadas formas en que las supuestas mujeres justificaban su defensa. Por una parte, el disfraz liberaba al hombre de la plena responsabilidad de sus acciones y Rnálmente, en Irlanda, donde viejas historias hablaban de la quizá, también, del miedo a una violenta venganza sobre él como muerte ritual del rey en Samhain amanos de hombres disfrazados racimales yde mujeres, ydonde los velatorios de los fuñéis hombre. Después de todo, eran meras mujeres quienes actuaban en aquella forma desordenada. Por otra parte, los varones usaban el comprendían «tos de fertilidad con mu,eres vestid*¡de hombres, poder y la energía sexual de la mujer rebelde y su licencia (queellos enemos el ejemplo más amplio de «*°*™/^^QtZ bres disfrazados de mujeres. Durante una década, desde 1760 hasta habían asumido hacía tiempo en carnaval y en los juegos) para promover la fertilidad, con el fin de defender los intereses y 1770 los^hiteboys" vestidos con largas blusas blancas ycon as normas de la comunidad y de decir la verdad sobre el poder aras'ennelcidas, se constituyeron en una fuerza armada popular Ta ^¿rcionar justicia alos pobres, «restablecer las ant.guas injusto. berras comunales yreparar otros agravios". Echaban abajo cerca- d^as'gaban alos propietarios que elevaban «a,^rentas forzaba La mujer en el poder fue un recurso de la vida privada y pública, en las formas que hemos descrito, sólo en tanto que se alos ducL adejar en libertad alos aprendices poco dispuesto > dieran dos situaciones: primero, en tanto que el simbolismo sexual combatían implacablemente aquienes hacían pagar los diezmos a r.abradoresPQuienes se oponían asus normas T^fÍLJ ridiculizados. Decían aveces que actuaban con laconcia de se, tuviera una estrecha conexión con cuestiones de orden y subordi nación, con el sexo femenino inferior concebido como el desorde nadamente carnal; segundo, en tanto que el estímulo para el juego duendes" y una firma predilecta en sus proclamas fue b.e%c de la inversión fuera doble -estructuras jerárquicas tradicionales y OutlaS" (o «Sadhbh Amhaltach") -«el fantasma Sally". Por ultimo Seon diados por las fuerzas armadas de caballeros ymagistra cambios discutidos en la distribución del poder en la familia y en do no antevé que dejaran un legado para las sociedades •a vida política. Al entrar en el período industrial, con sus estados modernos, clases y sistemas de propiedad privada, y con su "Mollv Maguires" y de la "Cinta" del siglo xix. explotación de los grupos raciales y nacionales, tanto el simbolismo El de m^jer fue uno de los varios disfraces populares adoptados como los estímulos se transformaron. Un pequeño signo del nuevo ñor los vagones para los alborotos en los siglos xv« yxvm pero ; ^sJSmuTacep^o yextendido. Nuestro análisis de. simbolismo ; orden es el cambio de blanco de las cencerradas: en el siglo xix, en Inglaterra, era más probable que estas ruidosas músicas se dedica ran al marido que apaleaba a la esposa que contra el marido dominado, y hay indicios de un cambio similar en América e incluso en Francia.45 15.19. Vivien Mercier. T» W* C-^g**Jj^¿5 Undres. 4* Thompson," 'Rough Music'", enespecial pp. 296-304. Ejemplos decencerra- <l.is contra maridos que golpean asus esposas en Francia, acomienzos del siglo xix, 1892). 1, PP. 81-84; 2, pp. 55-5J WEH. Ucky oj, de „BrowI1 pueden verse en Cl. Xavier Girault, "Etymologic des usages des principales époques Eittlmib Caitur, 0«Jucva York. 1893). 2, PP- " ?*•^ ¿ , me ni„ "le l'année ct de la vie", Memores de rAcadimii Ctltiqui, 2 (1808), pp. 104-106 (menciona cencerradas contra hombres solamente cuando golpean asus esposas en mayo; Girault vivid en Auxonne, no lejos de Dijon, donde la prohibición de mayo «taba vigente en el siglo xvi); J. A. Du Laure, "Archeographe au lieu de LaTombe 11 de ses environs". Mimara de fAcaUmit Ctliiqut, 2 (l808), p. 449 (menciona se traduce como "Sally" significa "bondad" o riqueza .