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Aleatoriedad

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Puntos esparcidos aleatoriamente sobre un plano bidimensional. Los puntos más cercanos entre sí
están resaltados en rojo.

La aleatoriedad se discierne a todo retroceso cuyo proceso es previsible más


que en razón de la inversión del azar; un ejemplo muy sencillo de un evento
aleatorio es el lanzamiento de dados. El resultado de todo suceso aleatorio no
puede determinarse en ningún caso antes de que este se produzca. El estudio
de los fenómenos aleatorios queda dentro del ámbito de la teoría de la
probabilidad y, en un marco más amplio, en el de la estadística.
La palabra aleatorio se usa para expresar una aparente carencia de
propósito, causa, u orden. En cambio, el término aleatoriedad se usa a
menudo como sinónimo con un número de propiedades estadísticas medibles,
tales como la carencia de tendencias o correlación, es decir, que no haya
patrones que se puedan identificar.
La aleatoriedad ocupa un lugar importante en la ciencia, la filosofía y la historia.

Índice

 1Historia
 2Aleatoriedad en la ciencia
o 2.1Experimento aleatorio
o 2.2Causas de la aleatoriedad
o 2.3Aleatoriedad estadística y algorítmica
 3Aleatoriedad en la filosofía y la religión
o 3.1Aleatoriedad contra impredecibilidad
o 3.2Aleatoriedad y religión
 4Aplicaciones y usos de la aleatoriedad
o 4.1Generando aleatoriedad
o 4.2Enlaces relacionados con la generación de aleatoriedad
 5Malinterpretaciones o falacias lógicas
o 5.1Un número está «debido»
o 5.2Un número está «maldito»
 6Citas
 7Véase también
 8Bibliografía
 9Enlaces externos

Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la aleatoriedad
La especie humana se ha preocupado de la aleatoriedad y la imprevisibilidad
aparejada desde tiempos prehistóricos. La creencia en la posibilidad de
la adivinación (al leer mensajes siguiendo patrones aleatorios e imprevisibles),
los juegos de azar y en parte la encomendación a deidades religiosas están
conectadas con la preocupación por la imprevisibilidad y la aleatoriedad.
[cita  requerida]

En tiempos históricos, la contraposición entre libre albedrío y determinismo ha


sido una cuestión ampliamente discutida en la filosofía y la teología desde hace
milenios, y documentada desde muy antiguamente en numerosas culturas.
A pesar de la prevalencia de los juegos en todas las épocas y culturas, por un
largo período hubo una cierta investigación occidental sobre el tema,
posiblemente debido a la desaprobación que la Iglesia católica mantenía en
cuestiones de juegos y la adivinación. Si bien Gerolamo
Cardano y Galileo escribieron sobre los juegos de azar, fueron Blaise
Pascal, Pierre de Fermat y Christiaan Huygens quienes nos condujeron a lo
que hoy se conoce como teoría de probabilidad.
Los matemáticos se centraron primero en aleatoriedad estadística y
consideraron frecuencias de bloque (es decir, no solo las frecuencias de
ocurrencias de elementos individuales, sino también bloques de longitudes
arbitrarias) como la medida de la aleatoriedad, un acercamiento que se
prolongará hacia la entropía de la información en la teoría de la información.
A principios de los años 60, Gregory Chaitin, Andréi Kolmogórov y Ray
Solomonoff introdujeron la noción de aleatoriedad algorítmica, en la cual la
aleatoriedad de una secuencia depende de si es posible comprimirla.

Aleatoriedad en la ciencia[editar]
En la investigación científica, la aleatoriedad es estudiada por la estadística y
la teoría de la probabilidad. En física, la mecánica estadística y la teoría del
caos han servido para construir modelos científicos para sistemas que
presentan un alto grado de imprevisibilidad y aleatoriedad aparente.
Experimento aleatorio[editar]
En teoría de la probabilidad, un experimento aleatorio es aquel que bajo el
mismo conjunto aparente de condiciones iniciales, puede presentar resultados
diferentes, es decir, no se puede predecir o reproducir el resultado exacto de
cada experiencia particular. Un punto clave de la teoría de la probabilidad es
que los resultados de un fenómeno aleatorio tiene una distribución de
probabilidad bien definida.
El lanzamiento de un dado real se aproxima mucho a buen ejemplo de
experimento aleatorio. El resultado de dicho lanzamiento se contrapone al de
un fenómeno determinista previsible, donde es posible conocer todos los
factores condicionantes de un experimento, prediciendo con bastante exactitud
el resultado del mismo. Si bien el lanzamiento de un dado es proceso físico
determinista, en condiciones prácticas es difícil observar los factores
condicionantes o incluso calcular la trayectoria real porque es
altamente caótica.
Esto contrasta típicamente con un experimento determinista, previsible y no
caótico. Por ejemplo, conociendo la altura desde la que se arroja un móvil, es
posible saber exactamente el tiempo que tardará en llegar al suelo en
condiciones de vacío. Sin embargo, una colección de eventos
estadísticos puede ser tratada como un fenómeno determinista en estadística.
Por ejemplo, lanzando un dado de seis caras seiscientas veces, el resultado
para cada una de las caras del mismo será aproximadamente cien.
Artículos principales: Estocástico,  Proceso estocástico  y  Teoría de la probabilidad.
Causas de la aleatoriedad[editar]
En el mundo físico macroscópico la aleatoriedad se debe fundamentalmente a
la existencia de sistemas físicos con evolución temporal caótica. La teoría del
caos se ocupa de caracterizar muchos de dichos sistemas caóticos. En ellos, si
bien los mecanismos físicos pueden ser incluso deterministas, pequeñas
variaciones de los factores condicionantes conducen a resultados muy
diferentes. Esa propiedad se llama «dependencia sensible de las condiciones
iniciales» y es una característica básica de muchos sistemas llamados
«caóticos».
A nivel microscópico muchos científicos postulan que existe un tipo de
aleatoridad cualitativamente diferente, la asociada a los procesos de
la mecánica cuántica. Si bien se han postulado modelos cuánticos
deterministas, esencialmente mediante el establecimiento de teoría de
variables ocultas, en la actualidad muchos físicos cuánticos aceptan
interpretaciones como la interpretación de Copenhague o la interpretación del
colapso objetivo que indican que en un nivel muy fundamental, la evolución
temporal de los sistemas cuánticos sí presenta elementos de aleatoriedad. Sin
embargo, esto sigue siendo discutido y parece que interpretaciones
deterministas como la interpretación del Multiverso han ganado muchos
adherentes entre los físicos cuánticos en las últimas décadas.
Aleatoriedad estadística y algorítmica[editar]
Artículo principal: Aleatoriedad estadística
Durante el siglo XX surgieron nuevas ideas para modelizar la aleatoriedad que
surge entre datos tomados del mundo real y dentro de las propias matemáticas.
La complejidad de Kolmogórov engloba varios enfoques relacionados con las
estructuras matemáticas y los conjuntos de datos, que inevitablemente han
conducido a preguntas filosóficas profundas sobre la existencia de fenómenos
aleatorios o la constructividad de objetos. El trabajo de Gregory Chaitin, por
ejemplo, relaciona la aleatoriedad de números reales o el problema de la
parada de Turing con la irreductibilidad o incompresibilidad algorítimica
(ver constante de Chaitin).

Aleatoriedad en la filosofía y la religión[editar]


Hay que notar que la predisposición a creer que «todo tiene un propósito o una
causa» está de hecho implícita en la expresión «aparente carencia de propósito
o causa». Los humanos están siempre buscando patrones en su experiencia, y
el patrón más básico parece ser el patrón causa-efecto. Esto parece embebido
en el cerebro humano, y quizás en el de otros animales también. Al parecer la
arquitectura cognitiva de los seres humanos ha sacado partido a lo largo de
la evolución biológica de la predicción de patrones regulares. Esto también
parece haberse encontrado en otros mamíferos. Por ejemplo, los perros y los
gatos a menudo muestran establecer aparentemente una conexión de causa y
efecto que nos parece divertida o peculiar, como puede ser la situación por la
cual un perro que, después de visitar el veterinario cuya clínica tenga los suelos
embaldosados de un azulejo concreto, rechace a partir de entonces acercarse
a esa clase de suelos, estando o no en la clínica veterinaria.
Es debido a esta tendencia que la ausencia de una causa parece problemática.
Para resolver este problema, a veces se dice que los eventos aleatorios
son causados por azar. Más que resolver el problema de la aleatoriedad, esto
abre el enorme hueco de definir el azar. Es difícil evadir la circularidad al definir
el azar en términos de aleatoriedad.
Aleatoriedad contra impredecibilidad[editar]
Algunos discuten que la aleatoriedad no debe confundirse con
la impredecibilidad práctica, la cual es una idea que está relacionada con el uso
ordinario. Algunos sistemas matemáticos, por ejemplo, pueden verse como
aleatorios; sin embargo son de hecho impredecibles. Esto se debe a
una dependencia sensible de las condiciones iniciales. Muchos fenómenos
aleatorios pueden exhibir características organizadas a algunos niveles. Por
ejemplo, mientras la media porcentual del incremento de la población humana
es bastante predecible, en términos sencillos, el intervalo real de los
nacimientos y muertes individuales no se pueden predecir. Esta aleatoriedad a
pequeña escala se encuentra en casi todos los sistemas del mundo real. La ley
de Ohm y la teoría cinética de los gases son estadísticamente descripciones
reales de cálculos (por ejemplo, el resultado neto o la integración) de vastas
cantidades de números de eventos individuales atómicos, cada uno de los
cuales son aleatorios, y ninguno de ellos son individualmente predecibles.
Los sistemas caóticos son impredecibles en la práctica debido a su extrema
dependencia de las condiciones iniciales. Si son o no impredecibles en
términos de la teoría de la computabilidad es objeto de actuales
investigaciones. Al menos en algunas disciplinas la teoría de la computabilidad,
la noción de la aleatoriedad termina siendo identificada con impredecibilidad
computacional.
Se requiere la impredecibilidad en algunas aplicaciones, tales como los
múltiples usos de los números aleatorios en la criptografía. En otras
aplicaciones, como el modelado o la simulación, la aleatoriedad estadística es
esencial, pero la predictibilidad también sirve de ayuda (por ejemplo, cuando se
ejecutan repetidamente simulaciones o pruebas de reconocimiento, puede ser
muy útil poder volver a ejecutar el modelo con la entrada aleatoria
exacta numerosas veces).
Lidiar sensiblemente con la aleatoriedad es un problema duro para
la ciencia moderna, las matemáticas, la psicología y la filosofía. Meramente
definirlo adecuadamente para los propósitos de una disciplina es dificultoso.
Distinguiendo entre aparente aleatoriedad y la verdadera no ha sido más
sencillo. En adición, asegurar imprevisibilidad, especialmente contra una grupo
bien motivado, ha sido más difícil aún.
Algunos filósofos han discutido que no hay aleatoriedad en el universo, solo
imprevisibilidad. Otros encuentran la distinción sin sentido
(ver determinismo para más información).
Aleatoriedad y religión[editar]
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interesados en el tema.
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general, sin eliminar los detalles técnicos que interesan a los especialistas.

Algunos teólogos han intentado resolver la aparente contradicción entre


la deidad omnisciente y el libre albedrío usando la aleatoriedad, arguyendo que
si la deidad omnisciente conoce pasado, presente y futuro, las personas no
tendrían una libertad total, puesto que realmente todo su futuro —que incluye
las decisiones humanas libres— estaría ya predestinado y sabido, y esto
contradiría una propiedad del libre albedrío que implica que una acción humana
libre debe poder realizarse de un modo, o de su contrario, sin poder predecirse.
Por tanto, para un libre albedrío han intentado usar de la aleatoriedad en los
principios intrínsecos de la acción humana libre. Los discordianistas tienen una
fuerte creencia en la aleatoriedad, el caos y en la impredecibilidad.

Aplicaciones y usos de la aleatoriedad[editar]


Los números aleatorios fueron investigados primero en el contexto de las
apuestas, y muchos dispositivos aleatorizados —tales como los dados,
las cartas y las ruletas— fueron primero desarrollados para ser usados en
apuestas. La habilidad de producir justamente números aleatorios es vital en la
apuestas electrónicas, y como tal, los métodos usados para crearlas son
usualmente regulados por las juntas de control de juego gubernamentales.
Los números aleatorios son también usados para otros propósitos, donde su
uso es matemáticamente importante, tal como en muestras de urnas de
opinión; y en situaciones donde la equidad es aproximada por aleatorización,
tal como seleccionar jurados. Soluciones computacionales para algunos tipos
de problemas usan extensivamente números aleatorios, tal como en el método
de Montecarlo y en algoritmos genéticos.
Generando aleatoriedad[editar]
En su libro Un nuevo tipo de ciencia, Stephen Wolfram describe tres
mecanismos responsables de, aparentemente, la conducta aleatoria en los
sistemas:
1. Aleatoriedad viniendo del entorno (por ejemplo, movimiento
browniano, pero también hardware generador de números
aleatorios).
2. Aleatoriedad viniendo de las condiciones iniciales. Este aspecto
es estudiado por la Teoría del Caos, y es observado en sistemas
cuyo comportamiento es muy sensitivo a pequeñas variaciones
en dicha condiciones iniciales (tales como las máquinas
de pachinko, dados...).
3. Aleatoriedad intrínsecamente generada por el sistema. Esta es
también llamada secuencia pseudoaleatoria, y es el tipo usado
en los generadores de números pseudoaleatorios. Hay muchos
algoritmos —basados en aritmética o autómatas celulares— para
generar números pseudoaleatorios. El comportamiento del
sistema puede ser determinado sabiendo el estado de la semilla
y el algoritmo usado. Este método es más rápido que obtener
«verdadera» aleatoriedad del entorno.

Secuencia 2D Pseudoaleatoria

Las muchas aplicaciones de la aleatoriedad han llevado a muchos métodos


diferentes para generar datos aleatorios. Estos métodos pueden variar
dependiendo de cuán impredecible o estadísticamente aleatorios son, y cuán
rápido pueden generar números aleatorios.
Antes del avance de los generadores computacionales de números aleatorios,
generar grandes cantidades de números suficientemente aleatorios —
importante en estadística— requería mucho trabajo. Los resultados podían ser
algunas veces colectados y distribuidos como tablas de números aleatorios.

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