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Las teorías de liderazgo que surgieron a mediados del siglo XX sufrieron un cambio de

enfoque en los años 80, década en que aparecieron nuevas herramientas que
buscaban mejorar el desempeño de las organizaciones a partir de ciertas habilidades,
actitudes y talentos de las personas que las dirigían. Uno de esos enfoques fue el
planteado en 1978 por los teóricos James McGregor Burns y Bernad M. Bass, quienes,
sin saberlo, estaban sentando las bases para un exitoso modelo de liderazgo.
McGregor Burns y M. Bass aspiraban a transformar los principios de la administración y
la gestión de las compañías, con lo cual el modelo, que fue rápidamente acogido en el
ámbito empresarial, recibió el nombre de «transformacional».
¿cómo podemos ejercer este liderazgo en nuestra organización?
Es común que el liderazgo transformacional se lleve a cabo en casos excepcionales o
en situaciones de crisis internas. En estos escenarios, las organizaciones se ven
abocadas a generar cambios. Sin embargo, no siempre es así. El cambio no
necesariamente es una respuesta ante una falta. También pueden ser impulsados para
optimizar y agilizar los procesos.
El modelo transformacional es óptimo tanto para grandes organizaciones como para
pequeñas y medianas empresas. Pero al igual que con cualquier otro tipo de liderazgo,
no puede hablarse de una sola manera de aplicarlo. Quizá haya situaciones similares,
pero nunca el todo exactas. Sus variantes dependen de las características y
necesidades de cada caso: número de miembros, objetivos, estrategias empleadas,
naturaleza de la compañía, respuesta de los equipos, entre otros aspectos.
Existen varias herramientas para llevar a cabo un proceso transformacional al interior
de una empresa. En la mayoría de los casos, se trata de métodos pedagógicos –
cursos, talleres, reuniones periódicas– que combinan elementos de formación y
motivación. Los cambios pueden ser impulsados en dos direcciones: desde el área
directiva o desde los cargos intermedios o bajos. En cualquiera de los dos casos, lo
importante es que aborde tres esferas básicas de la organización:
1 - Gestión cotidiana: hace referencia a los procesos habituales que tienen lugar en la
empresa.
2 - Gestión humana: esta categoría engloba todo lo relacionado a los miembros que
conforman una compañía:
3- Gestión del cambio: aun así, sí puede hablarse de ciertos parámetros que ayudan a
implementar el modelo transformacional en cualquier organización. No es un esquema
rígido; por el contrario, el objetivo es adaptarlo a cada situación.

Esto nos va a generar unas Ventajas como: Desarrollo de habilidades sociales, el líder
es un ejemplo a seguir. Aumento de la autoestima de los trabajadores, lo que supone
mayor productividad y mayores beneficios, Menores costes porque no es necesario
rotar o sustituir trabajadores, Aprendizaje corporativo, organización inteligente que
aprende.

Existen una serie de características personales que se pueden implementar para


convertirse en un buen líder transformacional:

 Carisma, la capacidad para transmitir confianza y respeto. A través del carisma


se demuestra autoconfianza, se genera lealtad y compromiso. Comportarse
honesta y coherentemente produce satisfacción en tus colaboradores, lo que
conduce a ganarse el respeto por quién eres, no por tu cargo.
 Estimulación intelectual, debes hacer notar la importancia de la inteligencia y la
racionalidad para solucionar problemas
 Inspiración, para aumentar el optimismo y el entusiasmo. Esto supondrá que
debes implicar a tus colaboradores para priorizar los objetivos importantes y
desarrollar un sentido de identidad con la empresa. Este vínculo debe, a la vez,
ser afectivo y racional.
 Tolerancia psicológica, usar el sentido del humor para resolver conflictos. Es
necesario ser comprensivos con los errores de los demás,

Debemos adquirir estas habilidades para poner en práctica este tipo de liderazgo y
poder transmitir el entusiasmo, liderar grupos y crear satisfacción entre el grupo de
trabajo por la manera en la que se hace.
En conclusión, de lo anteriormente visto, se puede afirmar que un líder siempre
se reconoce, ya que alguien lo debe estar siguiendo. Tal como afirma John
Maxwell que: «El que cree estar guiando, pero nadie lo sigue, solo está dando
un paseo».

No obstante, el liderazgo puede ser visto desde varias perspectivas. Así, desde
la perspectiva de la organización, usualmente le interesa un líder eficaz y
eficiente, ya que centra su atención en el cumplimiento de los objetivos
propuestos y que sea ejecutado al menor costo posible, con el menor uso de
recursos, en el menor tiempo posible. Otra perspectiva la constituye el personal
bajo la dirección del líder, en el cual hay muchos puntos de vista de acuerdo al
temperamento y valores de cada trabajador, quienes pueden ver al líder como
positivo, negativo, o indiferente de acuerdo a sus intereses personales. Otra
instancia de la perspectiva está representada por el líder, quien reaccionará de
acuerdo a su temperamento, su carácter, valores y sus intereses. Por último, se
incluye la perspectiva de la responsabilidad social del liderazgo, la cual es la
perspectiva de la sociedad en general, en la cual la ética constituye un factor
dentro de los principios de liderazgos que no debe ser pasado por alto. también
ejercieron un liderazgo y tenían a personas que le siguieran en el cumplimiento
de su deber. Al respecto, el estudio sobre liderazgo no solo debe centrarse solo
en los factores gerenciales propios a la organización, sino que la responsabilidad
social y la ética deben ser factores a considerar dentro del liderazgo gerencial.
Lo más importante debe ser el ser humano.

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