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EL MORFEMA

La sintaxis y la morfología comparten la palabra como unidad. Para la primera, el


análisis se inicia en la palabra mientras que, para la segunda, se detiene en la palabra.
Hemos señalado que la morfología se ocupa de la estructura interna de las palabras.
Pero, ¿qué se entiende por “estructura interna de la palabra”?
Ángela Di Tullio (1997) afirma que una palabra posee estructura interna cuando
contiene más de un formante morfológico o morfema. El morfema es la unidad mínima
de la morfología. Es el segmento morfológico mínimo que puede identificarse en la
estructura de una palabra, ya que no puede ser descompuesto en segmentos
morfológicos menores. En las siguientes palabras, reconocemos los morfemas que las
forman:
árbol-es / arbol-eda / cont-a-mos / des-cont-a-mos

Tradicionalmente se ha definido el morfema como una unidad mínima


significativa debido a que, en los casos prototípicos, el morfema consiste en una
asociación recurrente entre un segmento (con una forma sonora) y un significado, que
puede ser de naturaleza léxica o gramatical. Así, observamos el segmento arbol-
asociado al significado ‘árbol’ en arboleda, arbolito, arbolado; el segmento -es
asociado al significado ‘plural’ en árboles, pintores, camiones; el segmento re- con el
significado de ‘volver a’ en recontar, repensar, reordenar.
Sin embargo, a algunos segmentos fónicos recurrentes en la palabra no es
posible atribuirles un significado preciso, o bien solo funcionan como elementos de
enlace. Por ejemplo, en am-a-r, tem-e-r y part-i-r, los elementos subrayados -a-, -e-, -i-
carecen de significado, pero indican la conjugación a la que pertenece cada verbo. En
expresiones como hum-ar-eda o cafe-t-ería observamos la presencia del segmento
-ar- en el primer ejemplo y -t- en el segundo, para los que no podemos postular ningún
significado, pero que cumplen una función de enlace: -ar- une hum- con -eda y -t- une
café- con -ería.
Por todo esto, actualmente se prefiere definir el morfema como una unidad
mínima del análisis gramatical, reconocible dentro de la palabra (cabe aclarar que
esta perspectiva considera como gramatical tanto el análisis morfológico como el
sintáctico). Esta conceptualización es menos restrictiva porque permite incluir
segmentos morfológicos que carecen de significado y no excluye la otra definición de
morfema como unidad mínima significativa, en la que un significante se asociaba a un
significado.

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Clases de morfemas

Siguiendo a Ángela Di Tullio y Marisa Malcuori (2012), en las palabras complejas


–es decir, en las que están constituidas por más de un morfema–, podemos realizar
una primera distinción entre raíz y afijos:
human-o
in-human-o-s
human-idad
des-leal
des-leal-tad
blanc-a
cant-ó

Como podemos apreciar en los ejemplos dados, human-, leal-, blanc- y cant- son las
raíces, destacadas en negrita, y el resto de los elementos son los afijos.
La raíz (o lexema) es el morfema que aporta a la palabra el significado léxico o
conceptual, o sea, el significado que aparece en un diccionario: por ejemplo, la
información de que humano significa ‘perteneciente o relativo a nuestra especie’; leal,
‘fiel’; blanca, ‘del color de la nieve’; y cantó, ‘emitió sonidos armoniosos’. Desde el
punto de vista formal, la raíz es el morfema que aislamos una vez que lo separamos
de los afijos. Como muestran los ejemplos, la raíz es una forma ligada, es decir,
requiere de la presencia de algún afijo para funcionar como palabra; sin embargo, en
algunos casos, coincide con una forma libre, es decir, con una palabra (por ejemplo,
leal, pan, ágil, mar).
Los afijos (o gramemas) son siempre formas ligadas, ya que no pueden
funcionar, en forma independiente, como palabras. Obligatoriamente deben adosarse
a una raíz y ocupan una posición determinada en la palabra. Dentro de la categoría de
los afijos, podemos establecer una nueva distinción entre los afijos flexivos y los afijos
derivativos.
Los afijos flexivos, también llamados desinencias, son segmentos morfológicos
que contienen información de tipo gramatical (número, género, persona, tiempo,
modo), conforman la serie de variantes de una palabra, es decir, el paradigma flexivo,
y se utilizan en el proceso morfológico de flexión nominal (en sustantivos y adjetivos) y
verbal (en verbos). En los ejemplos humano y blanca, los segmentos -o y -a aportan
información sobre el género; -s, sobre el número en inhumanos; y -ó, sobre el tiempo,
el modo, la persona gramatical y el número en la forma verbal cantó. Los afijos flexivos

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ocupan siempre el último lugar de la palabra y no cambian la clase o subclase de
palabras.
Los afijos derivativos son segmentos morfológicos que, a diferencia de los
flexivos, contribuyen a la formación de nuevas palabras a través del proceso
morfológico de derivación. Según el lugar que ocupan en relación con la raíz, reciben
diferentes nombres: los que anteceden a la raíz se denominan prefijos (como des- en
desleal) y los que le siguen, sufijos (como -tad o -idad en deslealtad y humanidad).
Los prefijos no cambian la clase de palabra: por ejemplo, si al adjetivo
conveniente le agregamos el prefijo in- de negación para modificar el significado
original del lexema, obtendremos como resultado inconveniente, que también es un
adjetivo.
Los sufijos pueden ser, a su vez, apreciativos y aspectivos. Los apreciativos no
cambian la clase de palabra y se clasifican en diminutivos (casita), aumentativos
(caserón) y despectivos (casucha); como podemos observar, a partir del sustantivo
casa se derivan las formas casita, caserón y casucha que también son sustantivos.
Los aspectivos (o no apreciativos), en cambio, pueden modificar la idea general
contenida en la raíz y pueden cambiar la clase de palabra. Por ejemplo, a partir del
infinitivo cant-ar se obtiene el sustantivo/ adjetivo cant-ante; del adjetivo grande se
obtiene el sustantivo grand-eza y del sustantivo músculo, el adjetivo muscul-ar. Los
sufijos aspectivos son los que se emplean con más frecuencia.
Junto a los prefijos y sufijos están los afijos mediales, llamados infijos e interfijos.
Los infijos son los afijos que se insertan en la raíz y que aportan un significado
generalmente apreciativo (Carl-it-os). Al incrustarse en medio de la raíz, producen un
morfema discontinuo. Los infijos son muy poco frecuentes en español.
Por su parte, los interfijos constituyen afijos sin significado que se colocan entre
la raíz y el sufijo. Por ejemplo, el elemento -ar- en polv-ar-eda. En este caso no se
puede agregar el sufijo -eda directamente a la raíz porque ese procedimiento daría
lugar a la forma *polveda que no existe en nuestra lengua. A su vez, no podemos
descomponer la palabra polvareda en polvar porque no existió nunca la fase
intermedia *polvar como una formación independiente que derive del sustantivo polvo.
Por último, se llaman circunfijos ciertos afijos discontinuos, formados por prefijo y
sufijo, que rodean la raíz, como a-...-ar en amontonar o en-...-ecer en entristecer,
mediante los cuales se forman los verbos parasintéticos (más adelante, veremos este
procedimiento con más detalle).
Como hemos visto, la raíz contiene el significado léxico y los afijos flexivos
aportan informaciones de tipo gramatical. En los afijos derivativos pueden reconocerse
diversas significaciones que no siempre pueden precisarse con facilidad. Suele decirse

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que se sitúan en una zona intermedia entre lo léxico y lo gramatical, ya que aportan
significados de tipo léxico, pero expresados morfológicamente. Por lo tanto, se trata de
significados léxicos que están gramaticalizados, como el de ‘cualidad’ (-eza en
flaqueza); el de ‘acción’ o ‘resultado’ (-ción en destrucción o -miento en tratamiento); el
de ‘golpe’ (-ada en patada); el de ‘agente’ o ‘instrumento’ (-dor en vendedor o en
acelerador); el de ‘oposición’ (anti- en antieconómico); el de ‘negación’ o ‘inversión’
(des- en desobedecer o en desanudar). Sin embargo, como pudimos advertir cuando
caracterizamos el morfema, no siempre es posible postular un significado para algunos
afijos, como sucede con re- o con- en retener o contener o con el interfijo -ar- en
humareda.

INVENTARIO DE AFIJOS

Las siguientes tablas recogen los afijos que se utilizan con más frecuencia en
nuestra lengua. Muchos de ellos (especialmente los prefijos) tienen un origen culto en
el griego o el latín y algunos se han asimilado al español.
Como podrán advertir, ciertos prefijos y sufijos poseen más de un significado
como, por ejemplo, el prefijo ante- o el sufijo -ero.

PREFIJOS

Tipo Prefijo Significado Ejemplos


ante- ‘delante’ antesala, anteponer
circun- ‘alrededor de’ circunvolar, circunnavegar
endo- ‘dentro de’ o ‘interior’ endovenosa
entre- ‘intermedio’ entrepiso
extramuros, extraordinario,
extra- ‘más allá de’, ‘fuera de’
extramatrimonial
infra- ‘por debajo de’ infrarrojo, inframundo
inter- ‘en medio’ o ‘entre’ internacional, interdental
Espacial
intra- ‘dentro’ intrauterino
retro- ‘hacia atrás’ retrovisor
sobre- ‘por encima de’ sobrehueso
‘inferior’ o ‘por debajo
sub- submarino, subsuelo
de’
super- ‘por encima de’ superponer
supra- ‘sobre’ suprarrenales
trans- / tras- ‘más allá’ transportar, trasponer
ante- ‘antes de’ anteayer
ex- ‘que ha dejado de ser’ exalumno
Temporal
pos(t) ‘después de’ posgrado
pre- ‘antes de’ prenatal
Aspectual re- ‘repetición’ rehacer, replantear

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Tipo Prefijo Significado Ejemplos
auto- ‘de o por sí mismo’ autocrítica
interactuar, interreligioso,
inter- / entre- ‘reciprocidad’
Argumental entrecruzar
co- / con- / coautor, consuegra,
‘unión o colaboración’
com- conciudadano, compadre
ambi- ‘ambos’ ambivalencia
bi- ‘dos’ bimotor
mono- ‘uno’ monótono
multi- ‘numeroso’ multifunción
‘abundancia’,
poli- polideportivo
‘cantidad’, ‘variedad’
Cuantificativo
pluriempleo,
pluri- ‘varios’, ‘muchos’
pluridimensional
semi- ‘mitad’ semicírculo
tetra- ‘cuatro’ tetracampeón
tri- ‘tres’ tricolor
uni- ‘uno’ unicelular
equi- ‘igual’ equidistante
hetero- ‘otro, diferente’ heterosexual
homo- ‘igual’ homosexual
macro- ‘grande, amplio’ macroeconomía
micro- ‘pequeño’ microchip, microclima
mini- ‘muy pequeño o breve’ miniserie, minifalda
Calificativo
mega- ‘de gran tamaño’ megaemprendimiento
neo- ‘nuevo’ neoliberal, neocolonialismo
para- ‘junto a’ o ‘contra’ paramilitar, paranormal
proto- ‘primero’ protolenguaje, protohistoria
(p)seudocientífico,
(p)seudo ‘falso, aparente’
(p)seudorreligión
‘el más, el mejor, el
archi- archiconocido
primero’
cuasi- ‘casi’ cuasinormal, cuasidelito
extra- ‘sumamente’ extrafino, extralargo
‘exceso, muy grande,
hiper- hiperactivo, hipermercado
superioridad’
‘debajo, menor,
hipo- hipodérmico
inferior’
entreabrir, entrever,
entre- ‘grado medio’
entrecano
re- ‘intensificación’ relindo, rebueno
Gradativo
requete- ‘intensificación’ requetebueno
semi- ‘situación intermedia’ seminuevos, semiautomático
sobreproteger, sobredosis,
sobre- ‘exceso’
sobrenatural
‘inferior’ o ‘por debajo
sub- subconsciente, subempleo
de’
‘superioridad,
super- superpotencia, superpoblado
excelencia’ o ‘exceso’
ultracatólico,
ultra- ‘grado máximo’ ultraconservador,
ultracorrección

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Tipo Prefijo Significado Ejemplos
sub- ‘por debajo de’ subdirector
De escala o
vice- ‘en lugar de’ vicedecano
jerarquía
pro- ‘en lugar de’ prosecretario
‘negación, privación,
a- apolítico, anormal
carencia de’
Negativo o
‘negación’ o ‘inversión descortés, desobedecer,
de acción des-
del significado’ desenchufar, deshacer
contraria
in- / im- / i- ‘oposición’ inútil, impensable, irreal
dis- ‘oposición’ o ‘negación’ disconforme, discontinuo
De anti- ‘contra’ antiaéreo
orientación o contra- ‘opuesto, contrario’ contragolpe, contradecir
disposición pro- ‘a favor de’ progubernamental

SUFIJOS

NO APRECIATIVOS
Para formar SUSTANTIVOS DEVERBALES
Sufijo Significado Ejemplos
creación, demolición, definición,
-ción (variantes: -zón, Proceso o producto de
hinchazón, picazón, inclusión,
-sión, -ión) una acción
supervisión
Proceso o efecto de una
-miento ocultamiento, funcionamiento
acción
Proceso o efecto de una aterrizaje, maquillaje, reciclaje,
-(a)je
acción abordaje
-dura (variante: -tura) Resultado de una acción mordedura, atadura, abreviatura
poda, quema, corte, cierre, aviso,
-a, -e, -o Resultado de una acción
canto
-ancia (variante: - Cualidad (sustantivo abundancia, enseñanza,
anza) abstracto) mudanza, tardanza
Cualidad (sustantivo
-encia tendencia, preferencia
abstracto)
Acción brusca o
-ón empujón, sacudón
repentina
Ruidos o sonidos como
-ido aullido, ladrido, quejido, silbido
resultado de una acción
administrador, comprador,
trabajadora, vendedora, pintor,
-dor / -dora (variantes: Agente, instrumento,
escritora, computadora, batidora,
-or / -ora) lugar o sustancia
comedor, parador, bronceador,
protector
-dero / -dera Instrumento, lugar heladera, bebedero, matadero
-torio lugar dormitorio, laboratorio, sanatorio
Agente, instrumento, caminante, cantante, oponente,
-nte producto o sustancia, participante, volante, calmante,
lugar lubricante, picante, pendiente

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Para formar SUSTANTIVOS DEADJETIVALES
Sufijo Significado Ejemplos
crueldad, maldad, brevedad,
-dad (variantes: -edad, Cualidad (sustantivos
soledad, debilidad, sinceridad,
-idad, -tad) abstractos)
lealtad
Cualidad (sustantivos aridez, estupidez, timidez,
-ez, -eza
abstractos) pobreza, pureza, tristeza
Cualidad (sustantivos altura, blancura, dulzura,
-ura
abstractos) hermosura
Cualidad (sustantivos
-ía alegría, osadía, cortesía, hombría
abstractos)
Cualidad (sustantivos
-ia audacia, eficacia
abstractos)
-ismo (también con Doctrina, sistema, socialismo, romanticismo,
bases nominales) movimiento, tendencia amiguismo
Cualidad, estado
-tud (variante: -itud) amplitud, esclavitud
(sustantivos abstractos)
Cualidad (sustantivos
-or verdor
abstractos)
Para formar SUSTANTIVOS DENOMINALES
Sufijo Significado Ejemplos
-ada Golpe o acción brusca cachetada, patada, trompada
-azo Golpe o acción brusca cabezazo, pelotazo
Agente, partidario, oficio bombero, enfermera, peluquero,
-ero, -era
o profesión carnicero
Agente, partidario, oficio
-ario, -aria empresaria, bibliotecario
o profesión
Agente, partidario, oficio artista, futbolista, violinista,
-ista
o profesión taxista, peronista
-ario, -era, -ero Conjunto o lugar planetario, cancionero, pajarera
-al, -ar Conjunto o lugar arrozal, basural, palomar
-ía, -ío Conjunto ciudadanía, repostería, gentío
-ería Lugar panadería, librería, juguetería
-aje Conjunto puntaje, plumaje, ramaje
-ado, -ada Conjunto alumnado, paisanada
-eda Conjunto arboleda
Para formar ADJETIVOS
Sufijo Significado Ejemplos
Propiedades de amoroso, celoso, graciosa,
-oso / -osa
personas o cosas verdoso, pegajoso
-(i)ento / -(i)enta Cualidad sedienta, hambriento
-udo / -uda Abundancia melenudo, barbudo
-ón / -ona Exceso cabezón, criticona
cerebral, comercial, circular,
-al, -ar Relación o pertenencia
muscular
-ario / -aria Relación o pertenencia bancario, alimentaria
-ero / -era Relación o pertenencia lechera, hotelera, pesquero
-ista Relación o pertenencia clasista, modernista
cónico, honorífica, humanístico,
-ico / -ica Relación o pertenencia
gimnástico
-aco / -aca Origen y procedencia austriaco
-ano / -ana Origen y procedencia colombiana
-eco / -eca Origen y procedencia guatemalteco

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Sufijo Significado Ejemplos
-eno / -ena Origen y procedencia chilena
-ense Origen y procedencia rioplatense
-eño / -eña Origen y procedencia brasileño
-ino / -ina Origen y procedencia santafesino
-dor / -dora (con bases consumidor, peleador,
Interpretación activa
verbales) prometedora
-nte (con bases Propiedades de abundante, distante, creciente,
verbales) personas o cosas exigente, saliente
-able, -ible (con bases Interpretación pasiva y abarcable, bebible, tratable,
verbales) modal exigible
-dizo / -diza (con
Tendencia o aptitud corrediza, resbaladizo
bases verbales)
-oide (con bases ‘semejante a’, ‘con forma
humanoide, romboide
nominales) de’
-esco / -esca (con
Relación o pertenencia novelesca, dantesco
bases nominales)
-il (con bases
Relación o pertenencia estudiantil, infantil, varonil
nominales)
-izo / -iza (con bases Relación o pertenencia,
enfermizo, rojiza
nominales o adjetivas) semejanza, propensión
-ísimo / -ísima (con Grado extremo de una
carísimo, amabilísima, buenísimo
adjetivos graduables) cualidad
-érrimo / -érrima (con
Grado extremo de una acérrimo, paupérrimo,
bases cultas de origen
cualidad celebérrima
latino)
Para formar VERBOS
Sufijo Significado Ejemplos
curiosear, vagabundear,
‘actuar como’
chusmear
‘ponerse de manifiesto
alguna cosa’ o ‘hacer gotear, bromear, fantasear
alguna cosa’
-ear (con bases
‘repetición de un
nominales y, en menor
movimiento o de una parpadear, pedalear, matear
medida, adjetivas)
actividad’
‘utilizar como
instrumento lo que
cabecear, googlear, escanear
designa el sustantivo de
base’
-ear (con bases
‘iteración’ o ‘atenuación’ besuquear, llorisquear, toquetear
verbales)
-ar (con bases Interpretación causativa
calentar(se), limpiar, vaciar
adjetivas) o de proceso
-ar (con bases Interpretación
martillar, peinar, almidonar
nominales) instrumental
Proceso de llegar al
-ecer estado indicado por la florecer, humedecer, palidecer
base
Hacer lo indicado por la
-izar centralizar, pulverizar, fiscalizar
base
Hacer lo indicado por la
-ificar dosificar, gasificar, dignificar
base

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Sufijo Significado Ejemplos
-(a)r, -(e)r, -(i)r Forma neutra para
amar, temer, partir
(infinitivo) enunciar los verbos
-(a)do, -(i)do Acción o proceso
amado, temido, partido
(participio) concluido
-(a)ndo, -(ie)ndo
Duración amando, temiendo, partiendo
(gerundio)
Para formar ADVERBIOS
Sufijo Significado Ejemplos
-mente (con bases inteligentemente, escasamente,
Modalidad
adjetivas) hábilmente

APRECIATIVOS
Sufijo Significado Ejemplos
-ito / -ita Diminutivo mesita, vientito
-illo / -illa Diminutivo chiquillo
-uelo / -uela Diminutivo tontuelo
-azo / -aza Aumentativo golazo
-ón / -ona Aumentativo problemón
-ote / -ota Aumentativo grandote
-aco / -aca Despectivo pajarraco
-ucho / -ucha Despectivo casucha
-zuelo / -zuela Despectivo reyezuelo, mujerzuela

INTERFIJOS

Interfijo Ejemplos
-ac- machacón
-aqu- terráqueo
-ic- angelical
-uc- bravucón
-az- holgazán, lodazal
-ac- (con sonido z) aguacero
-ec- (con sonido z) blanquecino
-ic- (con sonido z) multiplicidad, carnicero
-ach- riachuelo, bonachón
-ad- panadero
-ed- movedizo
-id- añadidura
-od- espasmódico
-aj- vinajera
-ej- callejero
-ij- sanguijuela
-al- fealdad
-el- hortelano
-il- dormilón
-ol- herbolario
-ul- tubular
-nd- barrendero, lavandera
-ar- vivaracho, llamarada, polvareda
-er- pueblerino, caserón
-arr- bicharraco, jugarreta, nubarrón

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Interfijo Ejemplos
-orr- matorral
-urr- santurrón
-at- dignatario, vinatero
-et- tijeretazo, mahometano, coletazo
-it- hereditario, escupitajo
-ot- manotazo, picotazo
-iz- pastizal
-c- (con sonido z) bomboncito, cafecito
-d- picardía
-e- gaseoso
-on- espionaje
-nch- parlanchín
-n- rousseauniano, gaudinista
-t- cafetero, sarcástico, gimnástico
-r- andariego, escondrijo, polvorín
-i- (en diptongo) mundial, guardián, financiero
-in- vertiginoso
-es- campesino
-est- comestible
-or- polvoriento, tintorero
-u- sexuado, delincuente
-s- ensanchar

LOS PROCEDIMIENTOS MORFOLÓGICOS

Existen cuatro procedimientos morfológicos: flexión, derivación, parasíntesis y


composición. El primero es estudiado por la morfología flexiva, mientras que los
restantes, por la morfología léxica.

Flexión

La flexión es el proceso morfológico mediante el cual se forman las variantes de


una misma unidad léxica, es decir, su paradigma flexivo. No permite formar nuevas
palabras, sino que solamente completa la palabra agregando información relevante
para las reglas sintácticas.
En este proceso participan los afijos flexivos, que ocupan el último lugar de la
palabra. Los afijos flexivos aportan informaciones constantes y regulares a las
palabras flexionadas (por ejemplo, ‘singular’ / ‘plural’; ‘presente’ / ‘futuro’). Puede haber
más de un morfema flexivo en la palabra, como es el caso del afijo de género, que
antecede al de número, y el de tiempo-modo, en el verbo, que es anterior al de
persona-número. Por ejemplo, en una palabra como doctor-a-s, primero aparece el
afijo de género femenino -a, al que le sigue el de número plural -s; en la forma verbal

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representá-ba-mos, se observa, en primer término, el flexivo -ba- que brinda
información de tiempo y modo (pretérito imperfecto del modo indicativo), y luego, el de
persona y número -mos (primera persona plural).
La afijación flexiva no se puede repetir, es decir, no podemos volver a aplicar
afijos flexivos a un mismo lexema, una vez que se han incorporado aquellos que
requiere (por ejemplo, sería agramatical una formación como *buena-o).
Los contenidos de la flexión son gramaticales y obligatorios porque son relevantes
para los procesos sintácticos como el de la concordancia. Por ejemplo, en la oración
Esa calle estaba desierta, el género y el número del sustantivo imponen,
obligatoriamente, la presencia de los afijos flexivos correspondientes en el
determinante, el verbo y el adjetivo. De otra forma, la secuencia sería agramatical: por
ejemplo, *Ese calle estaban desierto.
La flexión es un proceso totalmente productivo, que está restringido a las
categorías morfológicas que aportan información flexiva. Estas se dividen en dos
grupos: por un lado, las propias de la flexión nominal: género, número y, en los
pronombres personales, también persona y caso (que indica la función sintáctica que
desempeña el pronombre personal en la oración); y, por el otro, las correspondientes a
la flexión verbal (número, persona, tiempo y modo).
Finalmente, la flexión no puede cambiar la clase o subclase de palabras; por
ejemplo, al añadirse un flexivo de plural a un sustantivo, el resultado también será un
sustantivo (perro / perro-s).

Derivación

La derivación es el procedimiento morfológico más utilizado por los hablantes para


crear piezas léxicas nuevas. Consiste en la combinación de un lexema con afijos
derivativos para producir el derivado (por ejemplo, honra  des-honra; útil  util-idad).
Solo los sustantivos (o nombres), los adjetivos, los verbos y los adverbios tienen
derivación.
Las palabras derivadas resultantes se relacionan formal y semánticamente con las
bases1, es decir, con las palabras de las que se parte para aplicar el proceso de

1 Cabe señalar que, para la formación de nuevas palabras mediante el proceso de derivación,
pueden utilizarse como bases léxicas expresiones tomadas de otras lenguas. Así, pueden
obtenerse palabras derivadas a partir de las formas importadas, en las que la raíz pertenece a
la lengua de donde se toma el préstamo y el morfema gramatical a la lengua española. Por
ejemplo, stalkear, twittear, chatear, surfear, surfista. En todos estos casos –denominados
híbridos (Alvar Ezquerra, 1996)– se produce una adaptación morfológica del préstamo
lingüístico, puesto que las raíces pertenecen a otra lengua y los afijos son propios de la lengua
receptora.

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derivación, y constituyen el paradigma derivativo o familia de palabras, o sea, el
conjunto de voces que comparten una misma base o raíz y que se consideran
emparentadas (por ejemplo, pan, panadero, panadería; sombra, sombrear, sombrero,
sombrilla). La raíz y la base léxica coinciden si la base léxica termina en consonante o
vocal tónica (sol, mar, luz, pared, café); no coinciden si la base acaba en vocal átona
(por ejemplo, en playa, la base léxica es playa y la raíz es play-; en caja, la base es
caja y la raíz es caj-).
La derivación puede cambiar la clase o subclase de palabras. En efecto, los
sufijos aspectivos poseen esta propiedad, mientras que los sufijos apreciativos o los
prefijos no pueden modificar la clase de palabra. Por ejemplo, del sustantivo periodo
se obtiene el verbo periodizar; del adjetivo hermoso se forma el sustantivo hermosura,
y del verbo representar, el sustantivo representación.
El encadenamiento de afijos en los derivados sigue algunas reglas básicas de
orden que, si no son respetadas, dan lugar a malas formaciones. Estos son los
esquemas básicos que deben observarse:

prefijo + lexema: deshonra


lexema + sufijo: golpista
prefijo + lexema + sufijo: inútilmente
lexema + interfijo + sufijo: humareda

La derivación por sufijación constituye el procedimiento de formación de palabras


más productivo en español, mediante el cual se derivan:
• nombres deverbales –a partir de verbos– (edificar > edificación), deadjetivales
–a partir de adjetivos– (útil > utilidad) y denominales –a partir de otros nombres–
(limón > limonero);
• adjetivos denominales (aceite > aceitoso), deverbales (transitar > transitable) y
deadjetivales (rojo > rojizo);
• verbos denominales (golpe > golpear), deadjetivales (oscuro > oscurecer) y
también deverbales (tocar > toquetear).
• adverbios con el sufijo -mente a partir de bases adjetivales (tonto >
tontamente).

Los procesos de afijación derivativa pueden repetirse dando lugar a nuevas bases
léxicas, es decir, se pueden formar nuevas palabras aplicando nuevos afijos. Por
ejemplo:

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nube > nub-oso > nubos-idad
centro > centr-al > central-izar > des-centralizar > descentraliza-ción

La presencia de los afijos derivativos no viene impuesta por requerimientos de la


sintaxis. Por ejemplo, en la oración Esa calle estaba desierta, podríamos cambiar calle
por callecita sin afectar la buena formación de la oración.
Resulta necesario aclarar que pueden darse irregularidades de significado entre
una palabra derivada y la palabra de la cual deriva. Por ejemplo, el adjetivo bajo hace
referencia tanto a cualidades físicas (un hombre bajo) como morales (un sentimiento
bajo); sin embargo, el sustantivo derivado bajeza toma de la base únicamente el
significado moral, de manera que una expresión como la bajeza de esos hombres no
se refiere al tamaño de los individuos, sino que expresa una evaluación de sus
actitudes. En cambio, en duro y dureza, podemos aludir tanto a la dureza de la madera
como a la dureza del carácter. Incluso, como ya vimos, hay afijos derivativos para los
cuales no es posible postular un significado y solo se los puede reconocer como
unidades distintivas entre piezas léxicas.
La derivación no es un proceso automático y totalmente productivo, ni tampoco
está restringida a un cierto número de categorías, como en el caso de la flexión. Por
un lado, las reglas de formación de palabras no producen todas las palabras posibles
de la lengua; por lo tanto, existen en el léxico lo que se denominan lagunas: por
ejemplo, a partir de los adjetivos decente y útil podemos derivar los antónimos
(palabras de la misma categoría con un significado opuesto o contrario) indecente e
inútil, pero a partir de los adjetivos bueno y lindo no podemos derivar *imbueno ni
*inlindo, ya que la existencia de los antónimos léxicos malo y feo impide o bloquea esa
derivación.
Por otro lado, no todas las pautas de derivación se aplican de manera homogénea
a todas las bases pertenecientes a la misma categoría léxica o clase de palabra: el
sufijo -idad, por ejemplo, no se combina con cualquier base adjetiva para formar
sustantivos. Podemos derivar de feliz > felicidad, pero no podemos derivar de vacuno
> *vacunidad porque feliz pertenece al tipo de adjetivos que expresan cualidades,
mientras que vacuno al tipo de adjetivos que clasifican. Por la misma razón, podemos
combinar el prefijo re- o su variante requete- con feliz (Estoy requetefeliz) y no con
vacuno (*Este ganado es requetevacuno).

13
Parasíntesis

La parasíntesis es un procedimiento morfológico muy productivo que implica


prefijación y sufijación simultáneas respecto del lexema base (nominal o adjetival).
Algunos gramáticos consideran que, en la parasíntesis, se adjunta a una base un afijo
discontinuo o circunfijo. Por ejemplo, en la palabra amontonar podemos reconocer tres
partes: a- monton -ar, donde a- corresponde a una parte A, monton a B y -ar a C. Las
palabras parasintéticas tienen una estructura del tipo A+B+C, en la que B es la base.
Sin embargo, las estructuras *A+B (*amontón) o *B+C (*montonar) darían lugar a
formaciones inexistentes en nuestra lengua.
Por eso, en este caso no corresponde hacer un análisis diacrónico de estas
formaciones léxicas, ya que supondría, primero, un proceso de sufijación y,
posteriormente, la prefijación sobre formas no existentes como *montonar o *amontón.
La gran frecuencia con la que se producen en español los parasintéticos hace que la
teoría morfológica generativa tenga que prescindir de una de sus hipótesis más
aceptadas: las nuevas palabras se forman sobre otras ya existentes, es decir, de
forma gradual.
¿De qué manera podemos saber si estamos ante una palabra derivada o
parasintética? Ante todo, debemos ver si la palabra en cuestión consta de un prefijo y
un sufijo; si al quitar el prefijo obtenemos como resultado una palabra inexistente,
entonces el procedimiento empleado será el de la parasíntesis; de lo contrario,
estaremos ante un caso de derivación. Por ejemplo, enmantecar es parasintética
porque no existe la forma *mantecar; en cambio, ilimitado es derivada porque sí existe
la forma limitado.
Los esquemas parasintéticos más productivos son los siguientes:
• a- adjetivo -ar (achicar, agrandar, asegurar) y a- nombre -ar (agrupar, apuñalar,
abrochar);
• en- adjetivo -ar (endulzar, ensuciar, entibiar) y en- nombre -ar (engrasar,
enmantecar, enmarcar);
• en- adjetivo -ecer (endurecer, envejecer, embellecer) y en- nombre -ecer
(enorgullecer, ensombrecer).
Otros esquemas parasintéticos menos productivos son:
• a- nombre -ado/a (anaranjado);
• des- nombre -ado/a (desalmado/a, desprejuiciado/a).

14
Composición

La composición es el proceso de formación de palabras por medio del cual se


unen dos o más palabras o bases para formar nuevas piezas léxicas denominadas
palabras compuestas o compuestos. Como veremos, no todas las piezas léxicas
que pueden considerarse compuestos se integran en una única palabra ortográfica.
Existen tres tipos de compuestos: los univerbales, los sintagmáticos y los compuestos
con bases cultas.

a) Los compuestos univerbales


Los compuestos univerbales constituyen una única palabra gráfica, presentan un
único acento y reciben también la flexión, que afecta a todo el compuesto y ocupa el
último lugar de la palabra. Por ejemplo, bocacalle / bocacalles; hispanoamericana /
hispanoamericanas; pasatiempo / pasatiempos.
Existen dos tipos de compuestos univerbales: los propios, que son los que
resultan de la combinación de dos palabras (agridulce, drogadicto, pelapapas), y los
impropios, que son producto de la recategorización como pieza léxica de toda una
estructura sintáctica que consta de más de dos palabras (sabelotodo, nomeolvides,
hazmerreír).
Los compuestos univerbales suelen clasificarse de acuerdo con las clases de
palabras a las que pertenecen los elementos que se combinan: N (nombre), A
(adjetivo), V (verbo), Adv (adverbio). Algunos compuestos contienen una -i- como
vocal de enlace. Las posibilidades de combinación son las siguientes:

Combinación Resultado Ejemplos


N-N N casaquinta, motosierra
N-A NoA aguaviva, pelirrojo
N-V V maniatar
A-A A agridulce
A-N N medialuna
V-V N duermevela, subibaja
V-N N lavarropas, quitaesmalte
V-Adv N mandamás
Adv-N N malhumor
Adv-A A malsano
Adv-V V malcriar

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Podemos señalar que el esquema más productivo en el español actual es V-N
(pelapapas, cuidacoches, chupamedias). Con este esquema se forman muchos
nombres de instrumentos, artefactos, utensilios (cuentagotas, lavaplatos, sacacorchos)
y también nombres que designan oficios (limpiavidrios, cuidacoches, alcanzapelotas).
Son muchos los compuestos formados con este esquema que designan propiedades
negativas de las personas, que expresan burla o desprecio (matasanos,
rompehuelgas, hinchapelotas, chupacirios).

b) Los compuestos sintagmáticos


Los compuestos sintagmáticos son aquellas piezas léxicas constituidas por
palabras que mantienen su independencia gráfica y acentual, aunque algunas veces
vayan separadas por un guion (por ejemplo, camión cisterna, salón comedor, palabra
clave, físico-químico, político-económico, teórico-práctico).
Estas formaciones, que se sitúan en el límite entre la morfología y la sintaxis,
tienen las siguientes estructuras: N+N, A+A y N+A.
Los compuestos N+N se forman mediante la combinación de dos nombres
(camión cisterna, salón comedor, palabra clave, situación límite). Son construcciones
nominales próximas a las estructuras apositivas, en las cuales un sustantivo modifica
al otro. El sustantivo que aparece en primer lugar es el núcleo al cual el sustantivo que
aparece en segundo lugar le atribuye alguna propiedad: por ejemplo, camión cisterna
(‘que transporta líquidos’), palabra clave (‘de mucha importancia’). El plural de estos
compuestos se manifiesta en el núcleo: camiones cisterna, palabras clave.
Los compuestos A+A están formados por la combinación de dos adjetivos (físico-
químico, político-económico, teórico-práctico), entre los cuales hay, en la gran mayoría
de los casos, una relación de coordinación: un físico-químico es físico y químico, lo
teórico-práctico es teórico y práctico, etc. Estas construcciones presentan la flexión de
género y número en la posición final, porque afecta a todo el conjunto (las
disposiciones político-económicas, los cursos teórico-prácticos). Ambos segmentos
van unidos por un guion en la escritura.
Los compuestos N+A están formados por la combinación de un nombre y un
adjetivo (cascos azules, relaciones públicas). Muchos compuestos de este tipo
designan individuos. El sustantivo que los encabeza se refiere a una parte o un
componente del cuerpo (cabeza rapada, cara bonita), a prendas de vestir o
aditamentos diversos (camisas negras, cascos azules), que también son nombres de
persona. El género y el número de estos compuestos son independientes de los que
corresponden al sustantivo que los encabeza, como se ve en “los camisas negras
italianos”, “una relaciones públicas excelente”.

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Los compuestos sintagmáticos suelen ser transparentes, ya que pueden
interpretarse a partir de la información aportada por las bases que los componen.
Además, por tratarse de combinaciones fijas de palabras, estas construcciones
presentan restricciones sintácticas que reflejan su carácter de piezas léxicas. Así, las
palabras compuestas no aceptan la presencia de modificadores que afecten a uno
solo de sus componentes ni pueden cambiar el orden en que aparecen: por ejemplo,
guerra civil / *guerra muy civil; camión cisterna / *camión grande cisterna; reloj
despertador / *despertador reloj.

c) Los compuestos con bases cultas


También se consideran compuestos las palabras formadas con, al menos, una
base culta de origen grecolatino (por ejemplo, bolígrafo, filólogo, democracia,
neurocirujano, ecosistema, etc.).
Las llamadas bases compositivas cultas (o semipalabras), de origen grecolatino,
pueden combinarse entre sí (filólogo, antropólogo, logotipo) o con palabras del español
(ecosistema, cardiovascular, geopolítica, neurocirujano). Han sido llamadas
cuasiprefijos o pseudoprefijos ya que se ubican en una posición intermedia entre los
afijos y las palabras. No constituyen palabras porque no son formas libres, es decir, no
pueden funcionar de manera independiente, pero tampoco se asimilan a los afijos
porque tienen comportamientos diferentes. Las semipalabras tienen una gran
importancia en la formación de nuevos vocablos, sobre todo del ámbito científico.
El hecho de que las bases cultas puedan combinarse entre sí las diferencia de los
afijos, que no pueden hacerlo. Por otra parte, admiten afijos para formar nuevas
palabras (á-grafo, fób-ico), lo que resulta imposible para los sufijos y prefijos (*in-ción,
*des-dad). Finalmente, estas bases compositivas cultas pueden aparecer tanto al
principio como al final (fonología, homófono; grafología, bolígrafo), mientras que los
afijos tienen siempre una posición fija en la palabra.

La combinación: un caso especial de formación de palabras

La combinación2 consiste en la unión del comienzo de una palabra con el final de


otra o con otra palabra completa. Es una forma de composición muy moderna y de
carácter técnico. Por ejemplo, en informática se han combinado una parte de
“información” y una parte de “automática”; en cambio, en cantautor se han combinado

2 Cabe aclarar que, para referirse a este procedimiento, algunos autores utilizan el término
acronimia (Aguirre, 2013; Almela Pérez, 1999; Alvar Ezquerra, 1996) o composición acronímica
(Varela Ortega, 2018).

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una parte de “cantante” y la palabra completa “autor”. Los neologismos formados por
combinación son un rasgo característico del discurso de la publicidad, del periodismo y
de las empresas.
Otros ejemplos de combinación son los siguientes:
EJEMPLO FORMANTES
telemática telecomunicación + informática
motel motorist + hotel
“portuñol” portugués + español
prosumidor productor + consumidor
docudrama documental + drama
alfanumérico alfabeto + numérico
expoarte exposición + arte
helipuerto helicóptero + puerto
“payamédico” payaso + médico
“infodemia” información + epidemia

Ahora bien, ¿qué similitudes y qué diferencias existen entre los compuestos
univerbales propios y los neologismos que surgen por combinación? ¿Cómo podemos
distinguirlos? Con respecto a las similitudes, podemos señalar que, en ambos casos,
se fusionan dos bases y el resultado es una sola pieza léxica que puede asociarse a
una determinada clase de palabra (sustantivo, adjetivo, verbo).
En cuanto a las diferencias, en los compuestos univerbales propios pueden
reconocerse con facilidad los elementos que los constituyen ya que, en ese proceso
de fusión, los lexemas mantienen su forma completa. Por el contrario, en los
neologismos surgidos por combinación, ese reconocimiento no resulta muy sencillo
debido a que, al menos, uno de los elementos (por lo general, el primero) presenta una
forma tan acortada que, en ocasiones, no es fácil decir de qué base léxica se trata. Por
ejemplo, el vocablo abrelatas es un compuesto univerbal propio, dado que se vinculan
dos lexemas completos, el verbal abre y el nominal latas, y esto da como resultado el
sustantivo abrelatas. En cambio, la expresión nominal infectadura es un neologismo
surgido por combinación, pues se fusiona el primer componente incompleto infect-
(cuya base nominal es infectólogos, más difícil de reconocer) con el segundo elemento
-tadura, también incompleto y de cierta complejidad, correspondiente al final de la
base nominal dictadura.
Los neologismos surgidos por combinación pueden crearse por diferentes
motivos, entre los cuales se encuentra el lúdico, y pueden tener un uso efímero. En

18
cambio, los compuestos univerbales son más duraderos y suelen incorporarse a los
diccionarios.

RELACIÓN ENTRE MORFEMA, MORFO Y ALOMORFO

Hemos señalado que, tradicionalmente, se ha definido el morfema como una


unidad mínima significativa debido a que, en los casos prototípicos, el morfema
consiste en una asociación recurrente entre un segmento (con una forma sonora) y un
significado, que puede ser de naturaleza léxica o gramatical. Sin embargo, como a
algunos segmentos fónicos recurrentes en la palabra no es posible atribuirles un
significado preciso o solo funcionan como elementos de enlace, actualmente se
prefiere definir el morfema como una unidad mínima del análisis gramatical,
reconocible dentro de la palabra. Como podemos apreciar, esta conceptualización no
excluye la otra definición de morfema como unidad mínima significativa, en la que un
significante se asocia a un significado.
Un morfo es la expresión fónica de uno o más morfemas. Por ejemplo, el morfo -n
en cantaban es la realización de los morfemas de número (plural) y persona (tercera);
el morfo -as en cantas es la concreción de los morfemas de persona (segunda),
número (singular), tiempo (presente) y modo (indicativo). Por lo tanto, podemos decir
que, mientras el morfema es una unidad más bien abstracta, el morfo es la concreción
de un morfema o de varios.
Debemos tener en cuenta que los morfemas pueden presentar variantes formales,
es decir, pueden estar representados por distintos segmentos fónicos. Este fenómeno
se conoce con el nombre de alomorfia y las variantes formales se denominan
alomorfos. Por ejemplo, el morfema de plural se representa a través de los alomorfos
-s (mesa-s), -es (mantel-es) y Ø (los martes / el martes); en este último caso, no existe
la marca de plural es nula y, por lo tanto, el artículo será el encargado de desambiguar
el número del sustantivo.
Existen dos tipos: la alomorfia de raíz y la alomorfia de afijo. Veamos algunos
ejemplos:

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Alomorfia de raíz
Raíces Ejemplos
ten- / tien- / tuv- ten-ía / tien-e / tuv-o
eleg- / elec- eleg-ir / elec-ción
lacrim- / lagrim- lacrim-oso / lagrim-al
lact- / lech- lact-al / lech-ero

Alomorfia de afijo
Afijos Ejemplos
in- / im- / i- in-capaz / im-pensable / i-legal
des- / dis- descosido / disculpar
-ción / -sión deten-ción / inver-sión

La alomorfia se produce por causas muy diversas. Una de ellas tiene que ver con
razones relacionadas con la historia de la lengua y de las palabras; más
específicamente, con el hecho de que la palabra compleja se haya formado, en unos
casos, sobre un formante culto y, en otros, sobre la variante de evolución popular. Así,
por ejemplo, las palabras lacrim-oso y lagrim-al tienen un mismo morfema radical que
se realiza mediante el alomorfo culto lacrim-, en el primer caso, y con el alomorfo de
evolución popular lagrim-, en el otro.
La mayor parte de los alomorfos están condicionados fónicamente, es decir, el
contexto fónico determina una variante formal u otra. Así, i-, im- e in- son alomorfos
asociados al significado ‘negación’ y su selección depende del sonido con el que
comienza el morfema que sigue, es decir, están condicionados fónicamente: si la base
a la que se adjunta empieza con l- o r-, el prefijo tendrá la forma i-; si empieza con b- o
p-, la forma im-; y en los demás casos se realizará como in-.
¿Cuándo podemos hablar con propiedad de alomorfos de un morfema? ¿Qué
requisitos deben cumplirse? Por lo pronto, un requisito imprescindible es que las
formas alternantes sean semánticamente similares, es decir, aporten a la palabra
compleja el mismo significado, pero también es preciso que los alomorfos tengan un
parecido formal o fónico lo suficientemente próximo como para que el hablante, sin
conocimientos de la historia de la lengua, los identifique precisamente como variantes
del mismo morfema. Por ejemplo, el significado que comparten los derivados selénico
y lunar en cuanto a ‘lo relativo a la luna’ no nos permite deducir que las raíces selen- y
lun- sean alomorfos de un mismo morfema porque su origen y, en consecuencia, su
forma fónica son distintos.

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Además, las variantes tienen que estar en distribución complementaria, o sea, en
cada contexto fónico aparece un alomorfo específico y no otro; esto implica que los
formantes son mutuamente excluyentes, es decir, cuando un alomorfo se emplea en
un contexto, no se puede utilizar otro en ese mismo contexto. Es el caso de los
alomorfos i-, im- e in-, que ya explicamos, o de la alternancia de dorm-, duerm- y durm-
en diferentes contextos (dorm-í, duerm-a y durm-amos, respectivamente).
Por último, en algunas situaciones, los alomorfos pueden estar en variación libre;
esto significa que la aparición de una forma u otra en un determinado contexto
dependerá de la elección del hablante y no de condicionantes fónicos o históricos. Es
lo que sucede, por ejemplo, cuando se emplean los alomorfos -ra o -se (ama-ra o
ama-se) indistintamente para expresar una forma verbal en pretérito imperfecto del
modo subjuntivo. La elección de una variante u otra obedecerá a razones netamente
estilísticas.

LA ESTRUCTURA DE LA PALABRA

La identificación de los morfemas

Para identificar un morfema, debemos tomar en consideración la recurrencia: la


asociación recurrente entre un segmento (fónico o gráfico) y un significado.
Dependiendo del lugar que ocupe este segmento en la palabra y del tipo de
informaciones que conlleve, lo incluiremos dentro de una de las clases de morfemas
que hemos estudiado. Aun en los casos en los que no sea posible deslindar un
significado, la aparición recurrente de un mismo segmento nos indicará la presencia de
una unidad morfológica. Por ejemplo:

a. lavar
b. lavado, licuado, asado
c. prelavado, prenatal, prepaladar
d. lavadero, matadero, bebedero
e. lavaplatos
f. lava (de un volcán)

En las palabras correspondientes a los ejemplos a), b), c), d) y e) podemos reconocer
la base lavar y la raíz lav- con el significado ‘limpiar con agua’; en cambio, en f), lava
es una palabra simple no relacionada con el significado anterior. A su vez, en b)
observamos el sufijo recurrente -ado, con el que se forman nombres de acción y efecto

21
a partir de bases verbales; en c), el prefijo pre-, que se repite en varias palabras con el
significado de ‘anterioridad’; y en d) el sufijo -dero, que también es un segmento
recurrente que forma nombres de lugar.
No siempre resulta fácil la identificación de los morfemas de una palabra. Por
ejemplo, si observamos las expresiones destruir, construir, instruir, obstruir o
transmitir, remitir, dimitir, permitir, podemos identificar los segmentos recurrentes -tru-
(en la primera serie) y -mit- (en la segunda). Estos no se corresponden con ninguna
raíz de nuestra lengua, sino que son temas que provienen del latín y a los que, en la
actualidad, no podemos atribuirles ningún significado independientemente del
significado global de la palabra. Por lo dicho, estas palabras no pueden analizarse
desde una perspectiva sincrónica y, por lo tanto, hay que considerarlas como una
unidad.

La segmentación de la palabra

A la hora de analizar la estructura interna de una palabra, es importante tener en


cuenta que los procesos morfológicos que intervienen en su formación no se dan
simultáneamente (salvo en el caso de la parasíntesis), sino uno por vez. Por eso, es
conveniente que el procedimiento de análisis de las palabras complejas ponga de
manifiesto el orden que han seguido los procesos morfológicos; es decir, debe mostrar
las diferentes capas que van conformando la palabra y componiendo su significado.
Este procedimiento dará cuenta de que existe una estructura jerárquica en el interior
de la palabra.

a) Procesos flexionales

Hemos señalado que los afijos flexivos son segmentos morfológicos que se
utilizan en el proceso de flexión nominal (en sustantivos y adjetivos) y verbal (en
verbos) y expresan información de tipo gramatical (número, género, persona, tiempo,
modo). Asimismo, hemos dicho que ocupan el último lugar de la palabra y que no
cambian la clase de palabras de la base.
En la flexión nominal, los segmentos -o y -a aportan información sobre el género
(masculino en gat-o y femenino en gat-a). Los segmentos -s (casa-s) y -es (limon-es)
indican plural. Cuando el morfema no se manifiesta con una marca exterior pero se
opone a otro o a otros, entonces se habla de marca cero de un morfema y se
representa con el símbolo Ø. Por ejemplo: -s es la marca del morfema de plural en

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casa-s; -a es la marca de género femenino en niñ-a y Ø es la marca de singular en el
mismo ejemplo.
En la flexión verbal, un solo segmento puede expresar la información gramatical;
en ocasiones, aparecen dos segmentos, uno que proporciona información de tiempo y
modo y otro, más externo, sobre persona y número. Por ejemplo, el segmento -é en
salté brinda información sobre el tiempo (pretérito perfecto), el modo (indicativo), la
persona gramatical (primera) y el número (singular). En cambio, en la forma verbal
salt-á-ba-mos, se observa, en primer término, el flexivo -ba- de tiempo y modo
(pretérito imperfecto del modo indicativo), y luego, el de persona y número -mos
(primera persona plural); por último, hay que señalar que a la raíz salt- se adosa el
elemento morfológico -a, que se conoce como vocal temática, y ambas forman el tema
verbal salta-.
¿Qué es el tema verbal? Si a un infinitivo le quitamos la terminación característica
-r, obtendremos el tema. Entonces, el tema está formado por la raíz verbal más la
vocal temática que, para los verbos de primera conjugación es -a (ama-), -e para los
de segunda (teme-) y, por último, -i para los de tercera conjugación (parti-). El tema no
es una palabra existente sino una palabra abstracta, ya que nunca aparece
independientemente; debe unirse a un afijo derivativo (ama-ble) o a un flexivo (ama-
bas).

b) Procesos derivacionales

Si tomamos, por ejemplo, la palabra centralizaciones y la segmentamos de la


forma centr-al-iza-cion-es, solamente estaremos identificando las unidades que la
componen; pero este tipo de segmentación no nos dará información acerca de su
estructura porque sugiere que todos los morfemas están en el mismo nivel.
Entonces, es preferible realizar cortes binarios que vayan mostrando las diversas
capas de la palabra:

[[[[[centr]N al]A iza]V cion]N es]N

La capa más interna corresponde a la base léxica nominal centro, de la que se parte
para aplicar el proceso de derivación, y a la raíz centr-; como la base termina en vocal
átona, no hay coincidencia entre base y raíz. Primero se aplica el sufijo -al a la raíz
centr- y se obtiene un adjetivo denominal (a partir de un nombre); después, a la base
central, se le adosa el sufijo -izar y esto da lugar a un verbo deadjetival. Luego, a la

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base centralizar se añade el sufijo -ción para tener como resultado el nombre deverbal
centralización. Finalmente, se agrega el afijo flexivo de plural -es:

centro > central > centralizar > centralización > centralizaciones

Los morfemas flexivos constituyen la capa más externa de la palabra porque se


aplican después de que han tenido lugar los procesos derivativos.

Veamos ahora cómo proceder con la palabra inconfesable, en la que podemos


identificar un prefijo y un sufijo. No es conveniente segmentarla como in-confesa-ble
porque no es una palabra prefijada y sufijada simultáneamente. Tenemos dos análisis
posibles: sobre una base sufijada operó un proceso de prefijación o sobre una base
prefijada operó un proceso de sufijación.
El primer análisis da como resultado la siguiente segmentación:

[in [[confesa]V ble]A]A

1. La capa interior es la base verbal confesar; si bien la raíz de la palabra es confes-,


en la segmentación se observa el tema verbal confesa-, formado por la raíz confes-
más la vocal temática -a, dado que confesar es un verbo de primera conjugación.
2. Luego, mediante un proceso de sufijación, se agrega el sufijo -ble al tema y se
forma el adjetivo confesable, que significa ‘que puede ser confesado’.
3. Finalmente, a través de un proceso de prefijación, se añade el prefijo in- a la base
confesable y se forma inconfesable, que continúa siendo un adjetivo, pero con el
significado ‘que no puede ser confesado’.
Esta segmentación expresa adecuadamente el significado de inconfesable y en cada
una de las capas tenemos una palabra existente.
El segundo análisis, que indica que primero operó un proceso de prefijación sobre
la base verbal confesar, no es válido porque da como resultado en la segunda capa
una palabra inexistente *inconfesar a la que, por lo tanto, no podemos atribuir ningún
significado. La razón por la cual prefijar la base verbal confesar da como resultado una
palabra inexistente es que el prefijo negativo in- se añade a bases adjetivales.
Cuando se analiza la estructura de la palabra hay que considerar que cualquier
afijo no se adjunta a cualquier base. Los afijos pueden seleccionar la categoría léxica
(o sea, la clase de palabra) de la base a la que se añaden y, de ese modo,
combinarse, por ejemplo, solo con bases verbales, nominales o adjetivales y pueden,

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incluso, no combinarse con todos los miembros de una misma clase léxica, como es el
caso del prefijo in- que rechaza ciertos adjetivos (*injoven, *invacuno).

Como último ejemplo tomemos la palabra anormalidad. Nuevamente tenemos dos


análisis posibles como en el caso anterior, pero la situación es un poco diferente
porque existen tanto la palabra normalidad como la palabra anormal. Por lo tanto, en
un primer análisis, podríamos postular que, del adjetivo normal que actúa como base,
se deriva por sufijación normalidad y luego, por prefijación, anormalidad. Sin embargo,
este análisis no es válido debido a que el prefijo negativo a- se adjunta a bases
adjetivales para expresar el concepto contrario al de la base. Por lo tanto, el proceso
de sufijación se aplica a una base ya prefijada:

[[a [normal]A]A idad]N

Es decir, a la base normal se añade el prefijo de negación a-, de lo cual resulta el


adjetivo anormal. Luego, se toma como base léxica el adjetivo anormal y se le agrega
el sufijo -idad, para obtener el sustantivo anormalidad.

Podemos concluir, entonces, que el orden en el que se aplica el procedimiento de


segmentación depende de varios factores, como la clase de palabra de la base y el
tipo de afijo, entre otros. Tenerlos en cuenta nos permite establecer ciertas
generalizaciones acerca de las palabras complejas.

Bibliografía consultada

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