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2022- 2023
TEMA 1: LAS UNIDADES LINGÜÍSTICAS. PRIMER TRIMESTRE
LA FORMACIÓN Y SIGNIFICADO DE PALABRAS.
EL LÉXICO ESPAÑOL.
La fonología estudia los fonemas y sus rasgos distintivos. El castellano tiene 24 fonemas: 19
consonánticos y 5 vocálicos. La representación escrita de un fonema se llama grafía o letra. El
castellano tiene 27 letras. ( no correspondencia entre fonemas y letras). Fonema /k/ c, k. qu
La fonética estudia los sonidos del lenguaje articulado y describe su emisión. El sonido es la
expresión de un fonema. El número de sonidos es variable.
1.2.- El nivel morfosintáctico
La morfología se ocupa de la estructura de las palabras, su constitución interna y sus variaciones,
determina la forma (raíz y afijos) y la categoría gramatical de las palabras.
La sintaxis analiza la manera en que se combinan y se disponen linealmente las palabras, los grupos
que forman y sus funciones.
La semántica estudia el significado de las palabras, las relaciones semánticas y los cambios
semánticos experimentados por las palabras.
Las palabras son unidades esenciales de la lengua que pueden funcionar de forma autónoma.
La morfología léxica estudia la estructura de las palabras y las pautas que permiten construirlas
o derivarlas.
Las palabras derivadas se forman a partir de una base o raíz léxica por un proceso de afijación.
Por ejemplo dormitorio a partir de dormir y entristecer a partir de triste.
Glosario
Base léxica: palabra de la que se parte en un proceso derivativo o flexivo. La base léxica
de librería es libro, mientras que su raíz es libr-. En algunas palabras la base léxica y la raíz
coinciden, como en sol-ar, mar-ino, papel-era.
Afijación: proceso de unión de un afijo, sea flexivo o derivativo, a una base de derivación.
Ejemplos: móvil-es des-hacer.
Paradigma flexivo: es la serie de las variantes flexivas de una palabra (alt-o, -a, -os, -as) y
también las voces flexionadas mediante las desinencias verbales (leo, leyendo o leeré son
variantes de una misma raíz léxica).
Paradigma derivativo (o familia de palabras): se obtiene con las voces derivadas de ella
(altura, alteza, altitud o el verbo enaltecer), así como las palabras compuestas que la
contengan (altímetro, altiplano, altibajo).
Alomorfo: variente formal de un morfema, sea este una raíz o un afijo. Por ejemplo en la
palabra caluroso, calur- es alomorfo de calor; en pusimos, pus- lo es de pon- y en la
palabra lealtad, -tad es alomorfo del afijo –dad.
RAÍZ: poseen el significados léxico de la palabra.
MORFEMAS Prefijos
DERIVATIVOS Sufijos
Debemos tenr en cuenta que las informaciones flexivas no alteran la clase de palabra a la que
pertenece la base, mientras que las derivativas sí (sufijos).
Siglas: formada por las iniciales de un grupo de palabras y designan por lo general
organizaciones, instituciones o corporaciones. Por ejemplo ONG (mirar aclaraciones
RAE al final de este tema)
Acrónimo: son unidades que se forman mediante la unión de distintos segmentos de
varias palabras, como Mercosur (Mercado Común del Sur) o Emplater (Envases
Plásticos del Ter) y también lo son las siglas con estructura silábica normal que se
integran en la lengua como sustantivos (ovni, láser).
En relación con este apartado recordar el concepto de familia léxica: conjunto de palabras, de
distintas categorías gramaticales, que comparten la misma raíz..
SOBRE LA DERIVACIÓN
prefijos: delante de la raíz ( a-, anti-, des-, i-, pre-, pos-,re-, sub-, trans-…)
sufijos: detrás de la raíz (-ero, -ería, -ador, -ista, -edor, -idad, -able... y los apreciativos.
infijos o interfijos que funcionan de enlace, en algunos casos, entre la raíz y el sufijo.
Hay que recordar el sufijo del superlativo –ísimo o el culto –érrimo y el sufijo de formación de
adverbios –mente.
También se debe destacar la derivación apreciativa. Se llaman apreciativos los sufijos que se
añaden para expresar valoración afectiva que se hace de las personas o de las cosas. Palabras
como amiguete, casita, listillo, feúcho o tipejo transmiten connotaciones subjetivas (cercanía,
cariño, ironía, menosprecio, etc.). También pueden expresar tamaño (chuletón o terracita).
Diferenciamos los diminutivos, aumentativos y despectivos:
Diminutivos: –ita/o, -illa/o, -ete, -ica/o, -ín... en chiquita, pajarillo, listilla, majete.
Aumentativos: -ón, -azo, -ote... en peliculón, cabezón, cochazo, machote, grandote.
Despectivos: -ucho/a, -aco/a, -uza, -ato/a... en debilucho, pajarraco, gentuza, niñato.
A veces se da un cambio de referente: cama/camilla, pasta/pastilla, cera/cerilla, boca/boquilla.
Nombres de acción o efecto que designan el golpe, la acción expresada por el verbo, y, a
veces, también su efecto. Por ejemplo los sufijos –ción, -sión, -ión, -aje, -miento, -dura,
-azo y -ón en traducción, descripción, conclusión, rebelión, aterrizaje, nombramiento,
abreviatura, codazo o empujón.
compuestos cultos formados mediante la unión de dos o más raíces, de las cuales, por
lo menos una es de procedencia clásica (griega o latina); sus constituyentes reciben el
nombre de raíces prefijas y raíces sufijas. (biología, cardiograma, teólogo,
macrocéfalo, microbio, cronómetro…).
En el significado de una palabra hay que distinguir dos tipos de información: el significado
denotativo que es el de referencia para todos los hablantes de una comunidad lingüística y el
significado connotativo que es el conjunto de matices subjetivos añadidos en un determinado
contexto lingüístico o situación comunicativa.
Antonimia : se produce cuando dos o más palabras tienen significados opuestos. Los
antónimos gramaticales son los que se forman por prefijación (des-,a-, in-) y los otros
son antónimos lexicales. A partir de la oposición que presentan podemos hablar de
antónimos recíprocos (una palabra implica a la otra), complementarios (la afirmación
de una supone la exclusión de la otra) y graduales (admiten gradación intermedia).
Habeat (forma latina del verbo haya –haber-) haya (1ª/ 3ª persona singular presente de subjuntivo verbo haber)
Faguea (sustantivo árbol) Haya
Además halla (verbo hallar) y aya (sustantivo “encargada del cuidado y educación de los niños y niñas”.)
metáfora
metonimia (sinécdoque)
Toda lengua, transmitida de generación en generación como un legado social, está sometida a
un cambio constante, ya sea lento o rápido. Algunos de los factores que influyen en la
evolución lingüística son:
- el propio sistema lingüístico.
- el contacto con otras lenguas.
- los conceptos nuevos que se incorporan al caudal léxico de la lengua, y que hay que codificar.
Entre los factores sociolingüísticos que contribuyen a la evolución de las lenguas, uno de los
más importantes es el cambio de lugar geográfico de una lengua, lo que da origen a la teoría
de los estratos lingüísticos: SUSTRATO, SUPERESTRATO Y ADSTRATO.
SUSTRATO: Se entiende por sustrato la influencia ejercida por una lengua nativa o indígena
sobre otra lengua implantada en el mismo territorio, de manera que algunas manifestaciones
(fonéticas, gramaticales o léxicas) prevalecen en el uso de la lengua impuesta por parte de
hablantes nativos. En España las lenguas prerromanas (fenicio, celta, íbero, tartesio y griego)
son lenguas de sustrato del latín implantado y triunfante en la Península Ibérica (siglo III a. C.)
y del español por ser este derivado de aquel. Todas las lenguas prerromanas fueron
desapareciendo, excepto el vasco.
Aquí aparecen ejemplos de los ITALIANISMOS: se introducen sobre Acuarela, soneto, batuta, novel
más importantes. todo durante el Renacimiento por el
prestigio cultural y artístico de Italia. a, capricho, …
ANGLICISMOS: entran a partir del XVIII Cheque, club, fútbol, tranvía, líder,
y sobre todo recientemente debido a vagón, champú, túnel, …
la importancia del inglés a nivel
mundial.
Actualmente se hace necesaria la creación de palabras, los neologismos, para dar nombre a
nuevas realidades. Hay diferentes mecanismos: préstamos, derivación, composición, siglas,
acrónimos o volver a las lenguas clásicas.
Normas sobre la escritura de los prefijos (incluido ex-, que ahora recibe el mismo
tratamiento ortográfico que los demás prefijos: exmarido, ex primer ministro)
Por primera vez se ofrecen en la ortografía académica normas explícitas sobre la escritura de
las voces o expresiones prefijadas.
Los prefijos son elementos afijos, carentes de autonomía, que se anteponen a una base léxica
(una palabra o, a veces, una expresión pluriverbal) a la que aportan diversos valores
semánticos. Se resumen a continuación las normas que deben seguirse para la correcta
escritura de los prefijos en español:
a) Se escriben siempre soldados a la base a la que afectan cuando esta es univerbal, es decir,
cuando está constituida por una sola palabra: antiadherente, antirrobo, antitabaco,
cuasiautomático, cuasidelito, exalcohólico, exjefe, exministro, exnovio, expresidente,
posmoderno, posventa, precontrato, prepago, proamnistía, probritánico, provida,
superaburrido, superbién, supermodelo, vicealcalde, vicesecretario, etc. En este caso, no se
consideran correctas las grafías en las que el prefijo aparece unido con guion a la palabra base
(anti-mafia, anti-cancerígeno) o separado de ella por un espacio en blanco (anti mafia, anti
cancerígeno). Si se forma una palabra anteponiendo a la base varios prefijos, estos deben
escribirse igualmente soldados, sin guion intermedio: antiposmodernista, requetesuperguapo.
b) Se unen con guion a la palabra base cuando esta comienza por mayúscula, de ahí que se
emplee este signo de enlace cuando el prefijo se antepone a una sigla o a un nombre propio
univerbal: anti-ALCA, mini-USB, pos-Gorbachov, pro-Obama. El guion sirve en estos casos para
evitar la anomalía que supone, en nuestro sistema ortográfico, que aparezca una minúscula
seguida de una mayúscula en posición interior de palabra. También es necesario emplear el
guion cuando la base es un número, con el fin de separar la secuencia de letras de la de cifras:
sub-21, super-8.
c) Se escriben necesariamente separados de la base a la que afectan cuando esta es
pluriverbal, es decir, cuando está constituida por varias palabras. Hay determinados prefijos,
como ex-, anti- o pro-, que son especialmente proclives, por su significado, a unirse a bases de
este tipo, ya se trate de locuciones o de grupos sintácticos, característica por la cual la
gramática ha acuñado para ellos la denominación de prefijos separables: ex relaciones
públicas, anti pena de muerte, pro derechos humanos. Esta misma circunstancia puede darse
también con otros prefijos: pre Segunda Guerra Mundial, super en forma, vice primer ministro.
Así pues, un mismo prefijo se escribirá soldado a la base, unido a ella con guion o
completamente separado en función de los factores arriba indicados: antimafia, anti-OTAN,
anti ácido láctico; provida, pro-OLP, pro derechos humanos; supercansado, super-8, super en
forma, etc.
Las normas aquí expuestas rigen para todos los prefijos, incluido ex-. Para este prefijo se venía
prescribiendo hasta ahora la escritura separada —con independencia de la naturaleza simple o
compleja de su base— cuando, con el sentido de ‘que fue y ya no es’, se antepone a
sustantivos que denotan ocupaciones, cargos, relaciones o parentescos alterables y otro tipo
de situaciones circunstanciales de las personas. A partir de esta edición de la ortografía, ex-
debe someterse a las normas generales que rigen para la escritura de todos los prefijos y, por
tanto, se escribirá unido a la base si esta es univerbal (exjugador, exnovio, expresidente, etc.),
aunque la palabra prefijada pueda llevar un complemento o adjetivo especificativo detrás:
exjugador del Real Madrid, exnovio de mi hermana, expresidente brasileño, etc.; y se escribirá
separado de la base si esta es pluriverbal: ex cabeza rapada, ex número uno, ex teniente de
alcalde, ex primera dama, etc.
Equiparación en el tratamiento ortográfico de extranjerismos y latinismos, incluidas las
locuciones
En la nueva ortografía se da cuenta de las normas que deben seguirse cuando se emplean en
textos españoles palabras o expresiones pertenecientes a otras lenguas, siendo la principal
novedad en este sentido la equiparación en el tratamiento ortográfico de todos los préstamos
(voces o expresiones de otras lenguas que se incorporan al caudal léxico del español), con
independencia de que procedan de lenguas vivas extranjeras (extranjerismos) o se trate de
voces o expresiones latinas (latinismos).
De acuerdo con estas normas, los extranjerismos y latinismos crudos o no adaptados —
aquellos que se utilizan con su grafía y pronunciación originarias y presentan rasgos gráfico-
fonológicos ajenos a la ortografía del español— deben escribirse en los textos españoles con
algún tipo de marca gráfica que indique su carácter foráneo, preferentemente en letra cursiva,
o bien entre comillas. En cambio, los extranjerismos y latinismos adaptados —aquellos que no
presentan problemas de adecuación a la ortografía española o que han modificado su grafía o
su pronunciación originarias para adecuarse a las convenciones gráfico-fonológicas de nuestra
lengua— se escriben sin ningún tipo de resalte y se someten a las reglas de acentuación gráfica
del español:
Me encanta el ballet clásico / Me encanta el balé clásico. Juego al paddle todos los domingos /
Juego al pádel todos los domingos La reunión se suspendió por falta de quorum / La reunión se
suspendió por falta de cuórum.
Así pues, según la nueva ortografía, y tal como ilustra el último ejemplo, los préstamos del latín
solo se escribirán en letra redonda y con sometimiento a las reglas de acentuación gráfica del
español cuando estén completamente adaptados a nuestro sistema ortográfico, al igual que se
hace con los préstamos de otros idiomas.
Por su parte, las locuciones o dichos en otras lenguas que se utilicen en textos españoles
deben escribirse igualmente en cursiva —o, en su defecto, entre comillas— para señalar su
carácter foráneo, su consideración de incrustaciones de otros idiomas en nuestra lengua:
La historia tuvo un happy end de película. Su bien ganada fama de femme fatale le abría todas
las puertas. La tensión fue in crescendo hasta que, finalmente, estalló el conflicto.
Según se establece en la nueva edición de la ortografía, las locuciones latinas (expresiones
pluriverbales fijas en latín que se utilizan en todas las lenguas de cultura occidentales, incluido
el español, con un sentido más o menos cercano al significado literal latino) deben recibir el
mismo tratamiento ortográfico que las provenientes de cualquier otra lengua. Por lo tanto,
deben escribirse, de acuerdo con su carácter de expresiones foráneas, en cursiva (o entre
comillas) y sin acentos gráficos, ya que estos no existen en la escritura latina:
Así fue, grosso modo, como acabó aquel asunto. Se casó in articulo mortis con su novia de toda
la vida. Renunció motu proprio a todos sus privilegios. Decidieron aplazar sine die las
negociaciones. El examen post mortem reveló indicios de envenenamiento. Las grandes
potencias eran partidarias de mantener el statu quo.