Está en la página 1de 6

Reseña normativa de la OMS: Gestión de la

infodemia sobre la COVID-19


14 de septiembre de 2022

Puntos principales
• Capacitar a los trabajadores sanitarios, que suelen ser la fuente más fiable de información
sanitaria, para que puedan identificar y hacer frente a la información sanitaria errónea.
• Adaptar las iniciativas de salud, información y conocimientos digitales en función de cada
población, y tratar de desenmascarar la información errónea antes de que se difunda
ampliamente a través de medios digitales y otros canales.
• Realizar esfuerzos orientados a desarrollar información sanitaria accesible y de alta calidad en
diferentes formatos digitales concebidos para su reutilización, combinación e intercambio, así
como para su rápida difusión digital por medio de redes sociales.
• Establecer un equipo especial que rápidamente genere información precisa sobre la infodemia
y le dé respuesta, en su caso, mediante la capacitación de personal para esas funciones, y
asegurar que esa labor esté claramente vinculada y armonizada con las actividades relativas a
comunicación de riesgos y participación comunitaria.

Introducción
Transcurridos dos años y medio desde que se notificaron las primeras infecciones con el SARS-CoV-2, la
pandemia de COVID-19 sigue siendo una emergencia mundial aguda. En la actualidad, millones de personas
siguen infectándose cada semana y, en los ocho primeros meses de 2022 se notificaron más de un millón de
defunciones por COVID-19 (WHO COVID-19 Dashboard). Gracias el acceso a las herramientas salvavidas
existentes y al uso apropiado de esas herramientas, la COVID-19 se puede convertir en una enfermedad
manejable, con tasas de mortalidad y morbilidad considerablemente bajas. Se pueden salvar vidas y medios
de subsistencia, pero queda trabajo por hacer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce los retos que afrontan los países para mantener su
respuesta a la COVID-19 y, al mismo tiempo, abordar otros problemas de salud pública, conflictos, el cambio
climático y crisis económicas; consiguientemente, la Organización seguirá prestándoles su apoyo para
perfeccionar estrategias contra la COVID-19 que permitan reflejar los éxitos y aprovechar las enseñanzas
derivadas de las respuestas nacionales.
A fin de contribuir a los esfuerzos nacionales y mundiales destinados a acabar con la emergencia provocada
por la COVID-19 en todo el mundo, la OMS actualizó en 2022 el Plan Mundial de Preparación, Disposición
Operativa y Respuesta frente a la COVID-19 (Global Preparedness, Readiness and Response plan) y trazó dos
objetivos estratégicos. El primero consiste en reducir la circulación del SARS-CoV-2 mediante la protección de
las personas, en particular las vulnerables al riesgo de enfermedad grave o exposición ocupacional al virus.

-1-
Reseña normativa de la OMS: Gestión de la infodemia sobre la COVID-19

Esta medida aliviará la presión sobre el virus y con ello reducirá las probabilidades de que evolucione y
aparezcan variantes en el futuro, al tiempo que reducirá la carga sobre los sistemas de salud. El segundo
consiste en prevenir, diagnosticar y tratar la COVID-19 con miras a reducir la mortalidad, morbilidad y secuelas
a largo plazo. Además, el plan de la OMS apunta a la investigación, el desarrollo y el acceso equitativo a
contramedidas y suministros esenciales eficaces.
Reconociendo que los países se encuentran en situaciones diversas en lo que respecta a la COVID-19 debido a
factores tales como los diferentes niveles de inmunidad de sus poblaciones, la confianza del público, el acceso
y uso de herramientas contra la COVID-19 como pruebas diagnósticas, tratamientos, vacunas y equipos de
protección personal, y los problemas derivados de otras emergencias sanitarias y de otra índole, la OMS ha
elaborado un conjunto de seis breves reseñas normativas destinadas a ayudar a los países a actualizar sus
políticas y centrarlas en aspectos críticos necesarios para gestionar las amenazas agudas y a largo plazo que
plantea la COVID-19 y, al mismo tiempo, fortalecer las bases de una infraestructura de salud pública más sólida
(Strengthening the Global Architecture for Health Emergency Preparedness, Response and Resilience).
Las reseñas normativas describen medidas esenciales que las instancias normativas nacionales y
subnacionales pueden aplicar en los ámbitos siguientes: pruebas de detección de la COVID-19, manejo clínico
de la COVID-19, logro de las metas de vacunación contra la COVID-19, mantenimiento de las medidas de
prevención y control de las infecciones (PCI) por el virus de la COVID-19 en los establecimientos de salud,
fomento de la confianza mediante la comunicación de riesgos y la participación comunitaria, y gestión de la
infodemia en relación con la COVID-19. La presente reseña normativa se centra en la gestión de la infodemia
en el contexto de la COVID-19 (enlace con las seis reseñas normativas).

Finalidad del presente documento


La presente reseña normativa (al igual que las otras cinco reseñas normativas sobre la COVID-19), ofrece un
panorama general de las principales medidas sugeridas a los Estados Miembros, basadas en las
recomendaciones publicadas en las orientaciones técnicas de la OMS sobre la COVID-19. Además, expresa la
necesidad de financiación sostenida y de personal capacitado, protegido y respetado que permita mantener
esas medidas que salvan vidas en el contexto de emergencias en pugna, tanto sanitarias como de otra índole.
Por otra parte, la presente reseña reconoce la necesidad de fortalecer la respuesta a la COVID-19 aguda y a
largo plazo en relación con otras cuestiones apremiantes de salud pública.

Medidas esenciales que los Estados Miembros deberán considerar al actualizar


sus políticas relativas a la COVID-19
La gestión de la infodemia requiere herramientas y técnicas para reducir y mitigar los daños ocasionados por
la información sanitaria errónea. La infodemia relativa a la COVID-19 se caracteriza por una sobreabundancia
de información, incluida información inexacta u obsoleta, difundida por medios digitales, personalmente y
por otros canales (1, 2, 3, 4). La interconectividad y la digitalización a escala mundial posibilitan que esos tipos
de información se divulguen más amplia y rápidamente que nunca antes y lleguen a poblaciones con datos
que con frecuencia no son creíbles, oportunos ni pertinentes. Esta infodemia puede causar confusión,
desconfianza en las autoridades sanitarias y daños a la salud (1, 2, 3, 4).
En el moderno entorno de información digital, la transmisión y difusión de información sanitaria no basta para
llegar o convencer a cada persona para que cumpla las recomendaciones de salud pública, ni siquiera en
emergencias, por ejemplo, cuando se requiere un cumplimiento elevado para frenar un brote o prevenir
morbilidad y mortalidad (4). Sin una estrategia de gestión de la infodemia más eficaz, dirigida por la autoridad
sanitaria, la mayoría de las personas pueden tener dificultades para distinguir la información fidedigna de la
inexacta y, consiguientemente, seguir las orientaciones sanitarias correctas. En ausencia de una estrategia de

-2-
Reseña normativa de la OMS: Gestión de la infodemia sobre la COVID-19

gestión de la infodemia, las personas pueden perder la confianza en el gobierno y su respuesta de emergencia
y recurrir a diagnósticos o tratamientos sin base científica. Además, podrían estigmatizar a las personas que
buscan atención de salud o a los trabajadores sanitarios, o promover la violencia contra ellos (1, 4, 7, 9).

1. Capacitar a los trabajadores sanitarios para que puedan identificar y


luchar mejor contra la información errónea
Ampliar la capacitación previa al servicio y en el servicio, así como la formación continuada, a fin de incluir
técnicas basadas en pruebas científicas para escuchar las inquietudes de los pacientes y abordarlas, y técnicas
de gestión de la información errónea. Será importante proporcionar orientaciones actualizadas y otros
instrumentos y recursos sobre relatos de información errónea, y responder a las preguntas frecuentes que se
formulen (1, 3, 11, 12, 13, 14, 15).
El personal, incluidos los agentes de salud comunitarios, los agentes de promoción de la salud, los asistentes
sociales y otros trabajadores con puestos pertinentes, deberán recibir capacitación sobre la manera de
abordar la confusión y la información sanitaria errónea en línea y en lugares en los que esos trabajadores
interactúan con miembros de la comunidad por medio de programas de salud existentes ejecutados con las
capacidades disponibles (1, 3, 11, 12, 13, 14, 15). Además, se deberá capacitar al personal pertinente en
técnicas y enfoques para el seguimiento de indicadores relativos a la infodemia (5, 6, 8, 9, 10).

2. Adaptar las iniciativas concernientes a salud, información y conocimientos


digitales
Muchos tipos diferentes de comunidades son sensibles a los efectos de la información sanitaria errónea. Los
grupos vulnerables (por ejemplo, migrantes, comunidades minoritarias, poblaciones aisladas) están
particularmente expuestos a riesgos, debido al acceso limitado a fuentes de información creíble y exacta. Esto
puede menoscabar el acceso a la atención sanitaria y su aceptación, que ya de por sí podrían ser limitadas. Es
importante identificar a las comunidades vulnerables particularmente afectadas por la información sanitaria
errónea, y adoptar estrategias adecuadas que respalden su capacidad de recuperación. Las principales
estrategias comunitarias para la gestión de la infodemia incluyen el desarrollo de la resiliencia comunitaria
respecto de la información sanitaria errónea, mediante enfoques entre pares, y el aprovechamiento de las
redes sociales locales (en línea y fuera de ella) en las que las comunidades puedan rastrear y hacer frente a la
información errónea en sus propios espacios comunitarios (1, 5, 6, 8, 9, 10).
La información errónea prospera en contextos que dificultan el acceso de las personas a información sanitaria
de fuentes fiables. Ese vacío informativo es evitable, y si se lo detecta a tiempo se lo puede llenar rápidamente
con información sanitaria creíble adaptada a una población específica. Esta es la estrategia de prevención
más eficaz para reducir los efectos de la información sanitaria errónea durante una emergencia (1, 5, 6, 8, 9,
10).
En las comunidades, los relatos, las percepciones y las motivaciones evolucionan con rapidez. Las respuestas
demoradas pueden ser ineficaces e incluso contraproducentes, por cuanto podrían erosionar la confianza en
el gobierno y en su respuesta a la emergencia. Para evitar ese riesgo, es crucial identificar sin demora las
fuentes de confusión y averiguar de qué manera las personas buscan información sanitaria y cómo se pueden
satisfacer eficazmente sus necesidades de información. A medida que cambian los relatos en la comunidad,
se pueden utilizar datos fidedignos para modificar el rumbo de la programación de las comunicaciones y la
respuesta a la emergencia (1, 5, 6, 8, 9, 10).

-3-
Reseña normativa de la OMS: Gestión de la infodemia sobre la COVID-19

La elaboración de un árbol de decisiones es un enfoque que ayuda a orientar el seguimiento y las decisiones
sobre cuándo y cómo actuar en relación con la infodemia. El prebunking (desenmascarar preventivamente) se
ha identificado como una técnica crucial, consistente en enseñar a las personas a reconocer la manipulación
de los medios de comunicación mediante la exposición de las técnicas de información errónea y la descripción
preventiva de la información errónea posible, antes de que se difunda de forma generalizada y las personas
se vean expuestas a ella en su vida cotidiana (1, 3, 11, 12, 13, 14, 15).
Es posible enseñar a las personas a reconocer la información errónea y las técnicas de manipulación de los
medios de comunicación. Esto se puede hacer mediante estrategias digitales, entre ellas los cursos de
prebunking basados en SMS, los chatbots que imitan conversaciones entre personas, el aprendizaje lúdico
mediante aplicaciones, y otros recursos (1, 3, 11, 12, 13, 14, 15).
Los periodistas y los verificadores profesionales de hechos son clave para asegurar la difusión de información
sanitaria fidedigna. Ellos podrían tener atribuciones para refutar las declaraciones sanitarias falsas.

3. Realizar esfuerzos para elaborar información sanitaria accesible y de alta


calidad en diferentes formatos digitales.
Se deberían revisar y fortalecer los sitios web y las publicaciones de las autoridades nacionales o locales de salud
pública en redes sociales, a fin de facilitar el acceso a contenidos de salud mediante motores de búsqueda y
otras tecnologías de internet. También convendría establecer una página web de referencia para las
organizaciones verificadoras de hechos, las plataformas de redes sociales y los medios de comunicación. Esa
página podrá corregir toda información sanitaria errónea, y el material se debería renovar periódicamente con
contenidos nuevos y actualizados. Por otra parte, se suprimirán las orientaciones y la información sanitarias
obsoletas que pudiesen dar lugar a confusión y alimentar la información errónea (1, 3, 11, 12, 13, 14, 15).
Se examinarán los tipos de acceso a internet disponibles para diversos grupos. Esto incluye a personas con
conexiones de poco ancho de banda y personas discapacitadas. Los sitios web se adaptarán a las culturas
locales y se traducirán con el fin de llegar a audiencias multilingües. El contenido se adaptará a los dispositivos
móviles que la mayoría de las personas de todo el mundo utilizan para buscar información sanitaria (1, 3, 11,
12, 13, 14, 15).
La información sanitaria llega más lejos cuando las personas la adaptan y utilizan por sí mismas, en vez de
aceptar los mensajes de las autoridades sanitarias en las que algunas comunidades podrían no tener plena
confianza. Esto se puede alentar mediante la difusión de información sanitaria en formatos diseñados para su
reutilización, combinación y distribución, y concebidos de cara a la difusión digital a través de las redes
sociales. Si no se dispone de contenidos precisos, de alta calidad y adaptables, ese lugar lo ocuparán
contenidos inexactos, estigmatizantes o posiblemente dañinos (1, 3, 11, 12, 13, 14, 15).
Es preciso ampliar las alianzas con nuevos tipos de comunidades en línea y fuera de ella orientadas a fomentar
un entorno informativo más sano, en el que la información sanitaria precisa predomine y la información
errónea sea difícil de encontrar y distribuir. Los ejemplos incluyen redes profesionales, redes sociales de citas
y redes sociales basadas en intereses comunes (1, 3, 11, 12, 13, 14, 15).
Los sectores de educación, telecomunicaciones, alimentación, medicina y protección del consumidor pueden
participar en la gestión de la infodemia. Por ejemplo, en los programas de educación se podrían introducir
conocimientos básicos sobre salud, tecnología digital e información. Es necesario fortalecer los programas
que proporcionan acceso a información sanitaria creíble relativa a la inocuidad de los alimentos y la seguridad
de los medicamentos. Se puede pedir al sector privado que introduzca enlaces con los sitios gubernamentales
de salud pública u otros sitios web, o publicaciones y contenidos fidedignos relacionados con emergencias o
temas de salud (1, 7).

-4-
Reseña normativa de la OMS: Gestión de la infodemia sobre la COVID-19

4. Establecer un equipo especial que rápidamente genere información


precisa sobre la infodemia y le dé respuesta
Algunas autoridades de salud pública aún no han nombrado equipos encargados de gestionar la infodemia,
si bien muchas ya están respondiendo a la información errónea sobre la COVID-19. Para comenzar, es
conveniente identificar las competencias, recursos y capacidades disponibles entre el personal para realizar
esa labor, así como las enseñanzas adquiridas en la lucha contra la información sanitaria errónea durante la
respuesta a la COVID-19.
Como segundo paso, se podrán determinar las necesidades de gestión de la infodemia, incluidos el
presupuesto, la dotación de personal y la creación de capacidad en lo que respecta a preparación frente a
emergencias y el uso de esa capacidad en la programación sanitaria sistemática. Para aplicar la estrategia se
podrá utilizar un plan de acción sobre gestión de recursos humanos basado en un marco de competencias.
Un tercer paso consistiría en capacitar y establecer un equipo con conocimientos profundos de la infodemia,
que se pueda desplegar con flexibilidad en situaciones emergencia y hacer frente a la información sanitaria
errónea y otros contextos de salud pública. Además, se definirán las funciones de ese equipo en el marco de
una estructura de respuesta frente a emergencias. También se desarrollarán procedimientos operativos
normalizados con miras a conocer rápidamente los elementos de la infodemia. La gestión de la infodemia
está claramente vinculada y armonizada con las comunicaciones de riesgo y las actividades de participación
comunitaria.

Conclusiones
El fortalecimiento de la gestión de la infodemia es una estrategia vital para superar la actual pandemia de
COVID-19. En el futuro, el seguimiento y la evaluación de la gestión de la infodemia serán críticos para
determinar su eficacia y sostenibilidad.

Planes de actualización
La OMS seguirá de cerca la situación para detectar cualquier cambio que pudiese afectar a la presente reseña
normativa. La OMS difundirá todas las actualizaciones necesarias, a medida que los datos estén disponibles y
revisados.

Referencias
1. WHO’s Framework for Managing the COVID-19 Infodemic,
https://www.who.int/publications/i/item/9789240010314
2. Weekly epidemiological record, 8 July 2022, No 27, 2022, 97, 313–324. Delivering actionable
infodemic insights and recommendations for the COVID-19 pandemic response. Weekly
Epidemiological Record = Relevé épidémiologique hebdomadaire. Julio de 2022 8;97(27):313- 24.
3. WHO competency framework: Building a response workforce to manage infodemics.
https://www.who.int/publications/i/item/9789240035287
4. Programa OMS de investigación en materia de salud pública para la gestión de infodemias
5. Finding the Signal through the Noise: A landscape and framework to enhance the effective use
of digital social listening for immunization demand generation

-5-
Reseña normativa de la OMS: Gestión de la infodemia sobre la COVID-19

6. WHO Early AI-enabled response with social listening (EARS) on COVID-19 and COVID-19 vaccine
narratives - https://www.who-ears.com/#/
7. WHO third global infodemic management conference: Whole of Society challenges and
solutions to respond to infodemics
8. Update to 2022 WHO research and development agenda: Chapter 7: Infodemiology: COVID-19
Research and Innovation. Powering the world’s pandemic response – now and in the future
9. WHO’s response to COVID-19 - 2021 Annual Report, April 2022
10. 5th IM conference, Nov 2021: WHO fifth infodemic management conference: steps toward
measuring burden of infodemics
11. Open WHO course “Infodemic Management 101”
12. 1st WHO infodemic manager training - https://www.who.int/teams/epi-win/infodemic-
management/1st-who-training-in-infodemic-management
13. 2nd WHO infodemic manager training - https://www.who.int/news-room/articles-detail/call-for-
applicants-for-2nd-who-training-in-infodemic-management
14. 3rd WHO infodemic manager training - https://www.who.int/teams/epi-win/infodemic-
management/3rd-who-training-on-infodemic-management
15. GAVI/WHO/UNICEF/US CDC vaccine demand training - https://www.who.int/news-room/articles-
detail/call-for-applicants-for-comprehensive-training-for-promotion-of-vaccine-demand-to-
maintain-and-restore-routine-immunization-and-promote-COVID-19-vaccination;
https://www.youtube.com/channel/UChNXDnWCc4bi9-bP6_LorHw

© Organización Mundial de la Salud 2022. Algunos derechos reservados. Esta obra está disponible en virtud
de la licencia CC BY-NC-SA 3.0 IGO.

WHO reference number: WHO/2019-nCoV/Policy_Brief/Infodemic/2022.1

-6-

También podría gustarte