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MAESTRO DE VIDA

Resumen
Jesús seguía comunicando a todos la experiencia que vivía en su corazón: «Ya
está Dios aquí». La gente lo percibe como un maestro de vida que enseña a vivir
de manera diferente bajo el signo del reino de Dios.

1. Un maestro poco convencional


La gente lo llama rabí, porque lo ven como un maestro; es un sabio que enseña
a vivir respondiendo a Dios. Sin embargo, nadie lo confunde con los intérpretes
de la ley o con los escribas que trabajan al servicio del Templo; Jesús no se
dedica a interpretar la ley. Su autoridad sorprende. Como en todos los pueblos,
también en la sociedad judía predominaba una «cultura religiosa» que
impregnaba toda la vida de Israel. Aunque Jesús vive en lo mejor de esta
tradición, de su enseñanza se desprende una conclusión: está llegando el reino
de Dios. Jesús no propone un «camino ancho», ni quiere ser un «guía ciego» , ni
echar un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, ni el vino nuevo en odres
viejos. El reino de Dios exige una respuesta nueva capaz de transformarlo todo
de raíz.
Jesús estaba muy familiarizado con la tradición bíblica, sin embargo no es fácil
saber los textos que acostumbraba a citar; probablemente el texto que más
citaba era Isaías. Jesús tiene su propio lenguaje y su propio mensaje: pa rábolas,
sentencias breves y precisas que apremian a vivir de otra manera. No son
dichos para ser pronunciados uno detrás de otro, sino que se necesita tiempo
para pensar en cada uno de ellos: «Quien quiera salvar su vida la perderá, pero
quien pierda su vida por mí la encontrará» (Mc 8,35). A veces provoca con
expresiones exageradas: «Si tu ojo derecho te escandaliza, arráncatelo y tíralo».
Otras veces con ironía: «¿Cómo es que ves la mota en el ojo de tu hermano y no
adviertes la viga que hay en el tuyo?». Se sirve también de expresiones
populares a las que él mismo les añade algo: «Nadie puede servir a dos señores;
no podéis servir a Dios y al dinero». En otra ocasión recuerda que «no necesitan
médico los sanos, sino los enfermos». Sin embargo, más que refranes
populares, Jesús pronuncia sentencias propias nacidas desde su manera de
entender la vida desde el reino de Dios: «Amen a sus enemigos», «no juzguen y
no serán juzgados».

Para pensar y dialogar


 La forma de vida que propone Jesús es sumamente atractiva, pero, ¿es viable,
factible; es posible vivir como dijo Jesús? ¿No es pura poesía?
EJERCICIO SOBRE LOS EVANGELIOS: “LOS DICHOS DE JESÚS”

Buscamos dichos llamativos que aparecen en los evangelios. Comenten


brevemente cómo las palabras de Jesús se pueden relacionar con su profesión
docente y/o su trabajo en la institución educativa.

DICHO DE JESÚS COMENTARIO COMO DOCENTE

No pueden servir
a Dios y al
dinero.
(Mt. 6,24)

Amen a sus
enemigos.
(Mt. 5,44)

El que quiera ser


el primero, que
sea el servidor
de todos.
(Mt. 20,26)

Sean
misericordiosos
como Dios es
misericordioso.
(Lc. 6,36)
MAESTRO DE VIDA
Resumen
Jesús seguía comunicando a todos la experiencia que vivía en su corazón: «Ya
está Dios aquí». La gente lo percibe como un maestro de vida que enseña a vivir
de manera diferente bajo el signo del reino de Dios.

2. ¡Camben su corazón!
La preocupación de Jesús es: ¿cómo responder al Padre, que está ya actuando
en el mundo? ¿Cómo vivir bajo la compasión de Dios? Jesús observa las
resistencias que encuentra su palabra; y cuenta la «parábola del sembrador».
En algunos terrenos, la siembra ha sido un fracaso; en otros ha tenido éxito, de
modo que al final el sembrador puede disfrutar de una buena cosecha. Con el
reino de Dios sucede algo semejante; no faltan obstáculos y resisten cias, pero la
fuerza de Dios dará su fruto. Jesús está sembrando, es el momento de
responder. Todos han de cambiar para «entrar» en el reino de Dios, pero no en
actitud penitencial, sino movidos por la alegría y la sorpresa del amor increíble
de Dios. No hay que esperar; el reino de Dios está llegando; ahora mismo hay
que entrar en su dinámica; todos están invitados a creer. Dios busca «reinar» en
el centro más íntimo de las personas, en ese núcleo interior donde se decide su
manera de sentir, de pensar y de comportarse: «El hombre bueno, del buen
tesoro del corazón saca lo bueno...», «no hay árbol bueno que dé fruto malo...»
(Lc 43-45). Jesús quiere tocar el corazón de las perso nas. Utiliza un lenguaje
original para acoger a Dios; pide «hacerse como niños». El reino de Dios
pertenece a los niños sencillamente porque son los más débiles y necesitados. A
partir de ahí da un paso más: «Les aseguro que el que no reciba el reino como
un niño no entrará en el reino» (Mc 10,15). No es solo un cambio de conducta,
sino que en el evangelio de Juan se habla incluso de un «nuevo nacimiento».

Para pensar y dialogar


 La forma de vida que propone Jesús es sumamente atractiva, pero, ¿es viable,
factible; es posible vivir como dijo Jesús? ¿No es pura poesía?
EJERCICIO SOBRE LOS EVANGELIOS: “LOS DICHOS DE JESÚS”

Buscamos dichos llamativos que aparecen en los evangelios. Comenten


brevemente cómo las palabras de Jesús se pueden relacionar con su profesión
docente y/o su trabajo en la institución educativa.

DICHO DE JESÚS COMENTARIO COMO DOCENTE

No pueden servir
a Dios y al
dinero.
(Mt. 6,24)

Amen a sus
enemigos.
(Mt. 5,44)

El que quiera ser


el primero, que
sea el servidor
de todos.
(Mt. 20,26)

Sean
misericordiosos
como Dios es
misericordioso.
(Lc. 6,36)
MAESTRO DE VIDA
Resumen
Jesús seguía comunicando a todos la experiencia que vivía en su corazón: «Ya está Dios
aquí». La gente lo percibe como un maestro de vida que enseña a vivir de manera
diferente bajo el signo del reino de Dios.

3. Más allá de la ley


Los judíos hablaban con orgullo de la ley. Dios mismo la había regalado a su pueblo por
medio de Moisés. Era su orgullo y su alegría, su camino de salva ción; estaba escrita la
voluntad del único Dios verdadero. Sin embargo, Jesús no vive pendiente de observarla
escrupulosamente; tampoco entra en discusiones sobre la interpretación correcta de
las normas legales. Jesús busca la voluntad de Dios desde otra experiencia diferente.
No sabemos qué pensaba de la ley; no ofrece una doctrina sistemática sobre la Ley;
también él encuentra en muchos de sus aspectos la expresión válida de la voluntad de
Dios, pero no ocupa en él un puesto central. No basta vivir pendientes de lo que dice la
Ley; hay que buscar la voluntad de Dios. Jesús la busca con una libertad sorprendente.
En tiempos de Jesús se vivía con bastante rigor la observancia de la pureza ritual; Jesús,
por el contrario, se relaciona con total libertad con gente considerada impura. En el
reino de Dios, la verdadera identidad consiste en no ex cluir a nadie, en acoger a todos,
y de manera preferente a los marginados: «Nada de lo que entra en la persona puede
mancharla. Lo que sale de dentro es lo que contamina» (Mc 7,15). Para acoger a Dios,
lo importante no es evitar contactos externos que nos puedan contaminar, sino vivir
con un corazón limpio y bueno. El criterio que Jesús tiene en cuenta es ver si una ley
concreta hace bien a la gente y ayuda a que la compasión de Dios vaya entrando en el
mundo. Es iluminadora su manera de actuar ante la ley del sábado, que aseguraba el
descanso de todos, incluidos los esclavos; en tiempos de Jesús no era solo una ley
exigida por fidelidad a la alianza, sino que se había convertido en signo y emblema de
la identidad del pueblo judío frente a otros pueblos.
Las curaciones estaban prohibidas en sábado, a no ser que el enfermo estuviera en
peligro de muerte. A Jesús no le preocupa observar escrupulosamente una ley que
refuerza la identidad del pueblo, sino que no tolera que una ley impida a la gente
experimentar la bondad de Dios; por eso se atreve a curar en sábado a enfermos que
no están en peligro de muerte. Jesús defiende su actuación con audacia: «¿Qué está
permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o destruirla?» (Mc
3,4). En otra ocasión, los discípulos de Jesús arrancan unas espigas en sábado; los
critican no por robar algo que no es suyo, sino porque hacen un trabajo que no está
permitido en sábado; Jesús les recuerda lo que hizo el rey David cuando dio de comer a
sus hombres panes «consagrados» que comen los sacerdotes. Dios es el amigo de la
vida.

Para pensar y dialogar:


La forma de vida que propone Jesús es sumamente atractiva, pero, ¿es viable, factible;
es posible vivir como dijo Jesús? ¿No es pura poesía?
EJERCICIO SOBRE LOS EVANGELIOS: “LOS DICHOS DE JESÚS”

Buscamos dichos llamativos que aparecen en los evangelios. Comenten


brevemente cómo las palabras de Jesús se pueden relacionar con su profesión
docente y/o su trabajo en la institución educativa.

DICHO DE JESÚS COMENTARIO COMO DOCENTE

No pueden servir
a Dios y al
dinero.
(Mt. 6,24)

Amen a sus
enemigos.
(Mt. 5,44)

El que quiera ser


el primero, que
sea el servidor
de todos.
(Mt. 20,26)

Sean
misericordiosos
como Dios es
misericordioso.
(Lc. 6,36)
MAESTRO DE VIDA
Resumen
Jesús seguía comunicando a todos la experiencia que vivía en su corazón: «Ya
está Dios aquí». La gente lo percibe como un maestro de vida que enseña a vivir
de manera diferente bajo el signo del reino de Dios.

4. Lo decisivo es el amor
Construir la vida tal como la quiere Dios solo es posible si se hace del amor un
imperativo absoluto. Jesús habla del amor asociando de manera íntima e
inseparable dos grandes preceptos: el amor a Dios y el amor al prójimo. Jesús
une el mandato recogido en la oración del Shemá («Escucha, Israel: el Señor es
uno solo, amarás al Señor con todo el corazón...») y otro mandato recogido en
el Levítico: «Amarás al prójimo como a ti mismo». No hay otro mandamiento
mayor que estos (Mc 12.29-31). Para Jesús, el amor a Dios tiene una primacía
absoluta y no puede ser reemplazado por nada. No se di suelve en la solidaridad
humana. Lo primero es amar a Dios: buscar su voluntad, entrar en su reino,
confiar en su perdón. La oración se dirige a Dios, no al prójimo; el reino se
espera de Dios, no de los hermanos.
Por otra parte, el prójimo no es un medio o una ocasión para practicar el amor a
Dios. Jesús no está pensando en transformar el amor al prójimo en una especie
de amor indirecto a Dios. Él ama y ayuda a la gente porque la gente sufre y
necesita ayuda. El amor a Dios hace imposible vivir encerrado en uno mismo,
indiferente al sufrimiento de los demás. En el amor al prójimo se descubre la
verdad del amor a Dios. Jesús añade lo que se ha llamado la «regla de oro»:
«Traten a los demás como quieren que ellos los traten». Amar al prójimo es hacer
por él en aquella situación concreta todo lo que uno pueda.

Para pensar y dialogar


 La forma de vida que propone Jesús es sumamente atractiva, pero, ¿es viable,
factible; es posible vivir como dijo Jesús? ¿No es pura poesía?
EJERCICIO SOBRE LOS EVANGELIOS: “LOS DICHOS DE JESÚS”

Buscamos dichos llamativos que aparecen en los evangelios. Comenten


brevemente cómo las palabras de Jesús se pueden relacionar con su profesión
docente y/o su trabajo en la institución educativa.

DICHO DE JESÚS COMENTARIO COMO DOCENTE

No pueden servir
a Dios y al
dinero.
(Mt. 6,24)

Amen a sus
enemigos.
(Mt. 5,44)

El que quiera ser


el primero, que
sea el servidor
de todos.
(Mt. 20,26)

Sean
misericordiosos
como Dios es
misericordioso.
(Lc. 6,36)
MAESTRO DE VIDA
Resumen
Jesús seguía comunicando a todos la experiencia que vivía en su corazón: «Ya está Dios
aquí». La gente lo percibe como un maestro de vida que enseña a vivir de manera
diferente bajo el signo del reino de Dios.

5. Amen a sus enemigos


Lo que menos se podían esperar muchos era oír hablar a Jesús de amor a los
enemigos. Para el pueblo judío, el Dios de Israel es un Dios que conduce la historia
imponiendo su justicia de una forma violenta. Primero sacó a su pueblo de Egipto,
destruyendo a sus enemigos y llevándolos a la tierra prometida. Cuando el pueblo va al
exilio entiende que Dios se sirve de los imperios extranjeros para castigarlo por su
pecado. Con la violencia siguiente de los griegos y los romanos, el pueblo empezó a
pensar que ya habían pagado por su pecado; entonces se comenzó a pensar en una
intervención de Dios vengando a su pueblo de la violencia que le imponían sus
opresores. Todos esperaban un «Dios vengador» (Sal 94,1); en este clima se invitaba a
odiar a los enemigos de Dios y del pueblo.
Jesús empieza a hablar de algo nuevo: Dios no es violento, sino compasivo; ama
incluso a los enemigos de Israel; no busca la destrucción de nadie. Dios es grande no
porque tenga más poder que nadie para destruir a sus enemigos, sino porque su
compasión es incondicional para todos (Le 6,35; Mt 5,45). No reacciona ante los
hombres según sea su comportamiento; no responde a su injusticia con injusticia, sin
con amor. Jesús no sintoniza con las expectativas mesiánicas que hablan de un Dios
belicoso o de un Enviado suyo que destruiría a los enemigos de Israel. Jesús habla de
«orar» por los enemigos, probablemente como un modo concreto de ir despertando
en el corazón el amor a quien cuesta amar (Lc 6,28; Mt 5,44). Amar al enemigo es
pensar en su bien, «hacer» lo que es bueno para él. El reino de Dios ha de ser el inicio
de la destrucción del odio y la enemistad.
Todas las esperanzas del pueblo estaban puestas en la intervención poderosa de Dios,
que impondría su justicia destruyendo a los enemigos de Israel. Sin embargo, la
experiencia de Jesús es diferente: la justicia llegará, pero no será porque Dios la
imponga de manera violenta, destruyendo a quienes se le imponen. La llegada de Dios
no puede ser violenta y destructora. Al con trario, significará la eliminación de toda
forma de violencia entre las personas y los pueblos. Jesús vive desafiando día a día
diferentes formas de violencia, pero sin usar jamás la violencia que destruye al otro:
«No se resistan violentamente a alguien que es malo con ustedes. Cuando alguien te
abofetee en la mejilla derecha, preséntale también la otra» (Le 6,29; Mt 5,39-41). Jesús
no está alentando la pasividad; invita más bien a ser dueños de la situación to mando la
iniciativa y realizando un gesto que puede desconcertar al adversa rio. El reino de Dios
exige organizar el mundo no en dirección a la violencia, sino hacia el amor y la
compasión.

Para pensar y dialogar


 La forma de vida que propone Jesús es sumamente atractiva, pero, ¿es viable,
factible; es posible vivir como dijo Jesús? ¿No es pura poesía?
EJERCICIO SOBRE LOS EVANGELIOS: “LOS DICHOS DE JESÚS”
Buscamos dichos llamativos que aparecen en los evangelios. Comenten
brevemente cómo las palabras de Jesús se pueden relacionar con su profesión
docente y/o su trabajo en la institución educativa.

DICHO DE JESÚS COMENTARIO COMO DOCENTE

No pueden servir
a Dios y al
dinero.
(Mt. 6,24)

Amen a sus
enemigos.
(Mt. 5,44)

El que quiera ser


el primero, que
sea el servidor
de todos.
(Mt. 20,26)

Sean
misericordiosos
como Dios es
misericordioso.
(Lc. 6,36)

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