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ACUERDOS Y COMPROMISOS DENTRO DE UN HUERTO ECOLOGICO.

1. PLANTA CON MODERACIÓN

Es importante no querer abarcar todas las hortalizas desde el principio ya que no será
efectivo. Lo importante es comenzar con una variedad menor y que luego,
paulatinamente, incorporar otras plantas diferentes.

De esta manera podrás controlar todos los cultivos y sacar el máximo potencial de
cada hortaliza. Además, es necesario que a tu huerto le dé un mínimo de 5 horas
diarias de sol para garantizar la efectividad del cultivo ya que, en caso de no tener
una suficiente exposición al sol, no tendrán un buen desarrollo.

2. POSEE UN TERRENO DE CALIDAD

Para que un huerto tenga un buen resultado en primer lugar es tener un suelo en
buenas condiciones. Por ejemplo, si el suelo está muy encharcado, se debe fresar la
tierra para conseguir que no se acumule tanta agua. Por el contrario, si está muy seca,
se fresará para conseguir acumular mayor cantidad de agua.

En segundo lugar, también es importante suministrar el abono y el sustrato


adecuado. Existen una gran variedad de opciones para conseguirlo, como es el caso
del abono orgánico, que se puede conseguir en casa de forma rápida y fácil.

Para ello, se puede utilizar diferentes restos como es el guano, el estiércol o


el compost. Este último se puede conseguir con la mezcla de madera, lombrices de
tierra y otros desechos orgánicos como las cáscaras de patata, de limón o restos de
verduras.
Además, el fertilizante es un pilar fundamental para conseguir el terreno que tu
huerto necesita.

Durante el crecimiento de las plantas hortícolas se debe suministrar fertilizante al


suelo de manera periódica, así conseguirás que se nutran. Para ello, cubre el
fertilizante de compost (aproximadamente con 5 centímetros) con
una mezcla estándar de 1:5, dependiendo siempre del clima, el tipo de cultivo y otros
factores.

3. TEN A MANO LAS HERRAMIENTAS ADECUADAS

Cuando creamos un huerto, existe una serie de herramientas que son necesarias para


facilitar la actividad. Algunas de esas herramientas son:

 Pala pequeña
 Escarificador pequeño
 Azadilla pequeña
 Saco para desechos
 Guantes de jardinería
 Motoazada
 Herramientas de riego (pistola de riego, manguera, etc.)

4. PLANTA ACORDE AL CLIMA DE TU ZONA


Para asegurarse la calidad de tus hortalizas, el clima es uno de los factores más
importantes en tu huerto. De hecho, si los cultivos son autóctonos, menor será la
probabilidad de contraer enfermedades o plagas.

Es importante saber el momento y el clima adecuado para cada una de ellas, teniendo
siempre en cuenta qué hortalizas son propias de tu zona.

 Si en el lugar que tu vives existe un gran nivel de contaminación, la opción


idónea es plantar aquellos alimentos que son menos propicios a la contaminación
(zanahorias, cebolla, ajo, remolacha, etc.).
 Si el clima de tu zona es húmedo y frío, lo ideal es cultivar brócoli, col o
guisante.
 Si el clima de tu zona es seco y caluroso podrás cultivar tomate, pimiento,
calabacín, perejil o pepino. En este caso recuerda siempre suministrar el
agua y el sustrato necesarios.

5. DALES ESPACIO A TUS CULTIVOS

El huerto tiene unas dimensiones limitadas, y las hortalizas necesitan su espacio. Por


ello, debemos tener en cuenta que no se puede abarcar una gran multitud de cultivos y
sobre todo de la misma familia, pues competirían entre sí por los mismos nutrientes y
no conseguiríamos una buena cosecha.

Una posible solución es asociar cultivos sembrando plantas que se complementen


entre sí, de tal manera que se ayuden a crecer y desarrollarse. De lo contrario,
existiría la posibilidad de que aquellas hortalizas que son de la misma familia compitan
y, como consecuencia, no conseguir un huerto sano y productivo. 

6. RIEGA CUANDO SEA NECESARIO

Es tan importante los demás consejos como saber exactamente cuánto y cuándo


regar los cultivos. El por qué es sencillo: tan malo es no regar lo suficiente como regar
más de lo necesario.

Para evitarlo, la mejor opción es hacer uso responsable del agua. ¿Cómo? Cultivar
juntas plantas que necesitan riegos similares. De este modo, no tendrás plantas que
necesiten un riego diario al lado de plantas que necesiten un riego menos frecuente.

Además, siempre es importante regar las plantas por el atardecer para evitar que el
agua se evapore con el sol y pueda impregnarse con la tierra.

7. CUIDADO CON LAS PLAGAS O ENFERMEDADES


Por último, cuando cultivamos hortalizas u otras plantas, siempre estamos expuestos a
la posibilidad de recibir plagas o enfermedades que debiliten y estropeen nuestro
cultivo. Y como más vale prevenir que curar, es importante saber cómo anticiparse a
ellas.

Una muy buena opción es tener plantas que previenen las plagas y no perjudican a
nuestro cultivo. Además, los insectos como, por ejemplo, las Catarinas y las abejas,
son amigos de las plantas, por lo que traerán beneficios para ellas.

Pon cerca de tus cultivos plantas que atraigan a estos insectos como las margaritas o
los geranios.

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