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La Revolución Francesa
fue un proceso social y
político que se
desarrolló en Francia
entre 1789 y 1799, y que
puso fi n al período
conocido como Antiguo
Régimen. En una
primera etapa,
estableció la monarquía
constitucional. Luego,
abolió la monarquía y
proclamó la República.
Con la llegada de
Napoleón Bonaparte al
poder, la República se
convirtió en Imperio. En
1815, Napoleón fue
derrotado en la batalla
de Waterloo y se
restauró la monarquía.
La revolución de 1830 llevó al poder a Luis Felipe, duque de Orléans, alrededor del
cual se constituyó una especie de monarquía burguesa centrada en el poder
financiero, que relegó a segundo plano a los sectores de la industria y limitó la
representación política de la clase media, los trabajadores y los campesinos. Desde
1845, se agravó el descontento de la población debido a una serie de malas
cosechas, al aumento del precio de los alimentos y al desempleo generado por la
crisis de la industria textil.
A estos problemas se sumaron las demandas de los sectores medios que
solicitaban una ampliación del régimen de participación electoral, restringido –hasta
ese momento– a muy pocas personas. Las campañas y las movilizaciones
opositoras, finalmente, obligaron a Luis Felipe a abdicar –el 25 de febrero de 1848–
y a constituir un gobierno provisional, entre cuyos objetivos estaba resolver el
problema social y convocar rápidamente a elecciones.
Dadas las expectativas que había despertado, esta breve etapa ha sido llamada
República social. El 23 de abril de 1848, se realizaron las elecciones para la
Asamblea Constituyente. En ellas triunfaron los sectores moderados, pero la
agitación urbana continuó. En junio, los trabajadores urbanos fueron brutalmente
reprimidos. La República social había sido vencida. La Asamblea decidió, entonces,
sancionar una constitución, lo que señaló el triunfo de la República burguesa. En
coincidencia con el modo en que se resolvió la crisis revolucionaria, la nueva Carta
Magna consideró la necesidad de establecer un poder ejecutivo fuerte, alrededor de
un presidente de la República, y un poder legislativo, que se elegiría cada tres años
por sufragio universal directo y secreto.