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La segunda de estas premisas dice que nidades es para abogar por el respeto
la adquisición de conocimiento es difícil a hacer las cosas como siempre se han
y que debemos luchar contra las tenta- hecho.» (Pinker, 2013, 33).
ciones de la superstición y las soluciones
sencillas que nuestro cerebro tiende a En este contexto queremos analizar
aceptar con facilidad. Ninguna de estas cómo afecta este debate al conocimiento
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mentos desconfiados con las instituciones gia Europa 2020 de la Comisión Europea
y con el poder pueden parecer atractivos que pretenden una reducción al 10% del
pero resultan insuficientes porque no ata- abandono escolar temprano para toda la
can la pretensión de fondo de toda investi- UE. Un segundo nivel, estaría referido a
gación y sólo se basan en la existencia de la elaboración y propagación de eslóganes
mala ciencia y mala política. Sin embargo, (Munday, 2010, 188) por parte de la po-
la existencia de mala ciencia no destruye lítica como, por ejemplo, «defender una
la posibilidad de buena ciencia y de ri- educación de calidad» o «una educación de
gurosos estudios empíricos que de hecho todos y para todas», eslóganes que tienen
existen. como finalidad influir en la opinión públi-
ca y generar un determinado estado de
El segundo grupo de argumentaciones opinión. En el tercer nivel, el más práctico
se centra en considerar que la propia polí- de la política, lo constituyen la propuesta
tica demanda un rango más amplio de in- de prácticas concretas que deberían rea-
formación centrado en las relaciones que lizarse para mejorar la acción como, por
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La prioridad de la filosofía de la educación sobre las disciplinas empíricas
ejemplo, «que la formación del profesora- vele por los derechos de la infancia, dife-
do se realice en un alto porcentaje en las rentes escuelas con proyectos sometidos,
mismas aulas». Estos niveles exigen un a su vez, a diferentes tradiciones. Pero,
determinado tipo de certeza diferente al al mismo tiempo, tenemos la obligación
que nos proporcionan los estudios empíri- como profesionales de la educación de ir
cos. Evidentemente también pueden apa- acumulando los conocimientos necesarios,
recer en algunos de estos niveles distintos racional y moralmente defendibles, sobre
aspectos técnicos pero además, todos tie- lo que significa educarse humanamente.
nen en común, aunque con distinto peso, Si se adopta esta perspectiva, basada en
el carácter normativo y valorativo de la la posibilidad de alcanzar verdades teó-
política educativa que recoge principios ricas y prácticas, entonces es necesario
tanto morales como pedagógicos que son mantener el vigor e incluso el atrevimien-
previos a los datos empíricos. to de defender que hay tradiciones que pa-
recen ajustarse mejor, en este momento, a
En efecto, en la medida en que las las aspiraciones y posibilidades del desa-
decisiones políticas dependen de sopesar rrollo humano que otras.
diferentes opciones bajo criterios valora-
tivos, se hace necesario conocer, preci- Una idea especialmente interesante
samente, los supuestos de partida y los sobre esto nos la propone Derrick al afir-
valores que las diferentes tradiciones po- mar, con respecto a la libertad de cátedra,
líticas y sociales pretenden instaurar en pero igualmente podríamos decir con res-
sitamos argumentos filosóficos para per- tos tiene que ver con el examen atento de
suadir a otros de que las consecuencias los buenos profesores. En efecto, la activi-
que buscamos deberían ser valoradas» dad educativa es de tal complejidad que
(Noddings, 1995, 5). Smeyers lo ha expli- no hemos conseguido encontrar reglas o
cado así: «el tema no es si necesitamos es- secuencias que nos permitan desentra-
tudiar investigación educativa empírica, ñar su dinámica en una serie de pautas
sino la naturaleza de la investigación que que estandaricen técnicamente la buena
es útil en orden a comprender el campo de enseñanza. Estas reglas no las podemos
la educación» (Smeyers, 2007, 333). encontrar por dos razones. Primero, por
el carácter imprevisible de las propias in-
Estas limitaciones de los estudios em- teracciones humanas y, segundo, por las
píricos están apoyadas por la propia in- limitaciones del método científico para
vestigación que no es capaz de encontrar, alcanzar tal conocimiento (Barrow, 2006,
por ejemplo, la clave de una buena escue- 288). En el caso de la educación lo que po-
la. En un importante metaestudio publi- demos encontrar son principios generales
cado recientemente (Glewwe, Hanushek, que tratan de guiar la acción y que nacen
Humpage y Ravina, 2011) los autores, a del razonamiento teórico en torno a lo que
partir del análisis de más de 9.000 traba- queremos conseguir. Estos principios son
jos, mostraron que una vez seleccionados abstractos y necesitan ser correctamente
aquellos que responden a un exigente ni- interpretados en los casos particulares
vel de calidad, sólo unas pocas variables (Barrow, 2006, 306).
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ñan, parecían tener efectos significativos de pensamiento social o político, que ga-
en los resultados de enseñanza. Este re- ranticen ni el aprendizaje ni la educación
sultado, tal y como reconocen los propios (Winch, 2012, 311-312). Lo que sí causa
autores, poca orientación empírica puede el éxito es, sin embargo, el juicio concre-
ofrecer para las políticas futuras. to que toma en cuenta las circunstancias
del caso o situación. Este juicio tiene que
apoyarse en el conocimiento empírico dis-
5. Los argumentos basados en el ponible, pero teniendo como posibilidad
carácter relacional de la actividad abierta que, tal vez, estemos precisamente
educativa y el valor del juicio frente a la excepción o minoría que los es-
Aún podemos encontrar un tercer tipo tudios empíricos afirman y que, por tan-
de argumentaciones que nos permitan ex- to, lo que necesitamos no son reglas de
plicar la insuficiencia de la investigación aplicación estadísticamente cerradas sino
empírica a la hora de dirigir las prácticas una atención particular a la realidad edu-
educativas. Este tercer tipo de argumen- cativa. Veamos esto con detalle.
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La prioridad de la filosofía de la educación sobre las disciplinas empíricas
acciones que les perjudican. Estudiar las tíficos y tecnológicos que tiene el educador
condiciones de posibilidad de la formación sobre las acciones educativas alcancen
humana estriba, precisamente, en tener realmente al educando, tiene que mediar
la convicción de que hay acciones que un juicio valorativo, de carácter encau-
contribuyen a la plenitud del ser huma- zador, que sea asumible, asequible, para
no y otras no. Esto supone asumir que la el propio sujeto. Los trabajos estadísticos
consecución de la plenitud humana tiene tienen que contar así en la educación con
marcada sus particulares exigencias in- el hecho de que lo que un hombre hace o
ternas y, por tanto, no cabe la realización decide hacer para educarse a lo largo de
u omisión de cualquier acción. su vida, no es una decisión científica, ni
técnica, ni probabilística, sobre su forma-
Por último, cabe considerar otra línea ción, sino unas deliberaciones entre de-
argumental muy relacionada con el juicio seos, gustos, ideas, actitudes, etc. Por eso,
educativo que acentúa de nuevo la nece- como educador tengo que comprometerme
sidad de la filosofía de la educación y, en con la adopción personal, con respecto a
general, de los estudios teóricos frente a mí mismo, de los juicios valorativos de ca-
la investigación empírica. Nos referimos a rácter formativo y humanizador que trato
la fuerte presencia en la relación educati- de aplicar a los educandos. En la medida
va, a diferencia de otras, del compromiso que vivo en lo que enseño, me comprometo
personal. En efecto, en la medida en que, responsablemente con ellos.
como hemos visto, no es posible establecer
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estructurales de la educación.
2013, 15) o bien superficial e irrelevante. una herramienta con un sentido mecánico
El segundo corolario hace referencia a la estimulador del rendimiento óptimo sino
necesidad de ir más allá de los datos em- una manera de mostrar interés por la per-
píricos y juzgar su aplicación a partir de sona a la que se educa independientemen-
principios antropológicos. Ya pusimos an- te de su potencial, así como un medio para
tes como ejemplos el caso de Hellen Key la creación y el mantenimiento de hábitos
y Ann Sullivan y el de la realización de de estudio. Evidentemente un uso correc-
exámenes. No es que los educadores de- to de los datos empíricos nos obliga a una
ban desatender los datos que ofrecen los modulación prudencial de lo que se puede
estudios empíricos. Todo lo contrario. Se exigir pero conociendo el principio edu-
trata de juzgar rigurosamente las impli- cativo de la exigencia que no es el mismo
caciones de estos datos pero a la luz de la que el que tiene en mente un selecciona-
normatividad pedagógica. Veamos otro dor deportivo.
ejemplo con más detalle: un caso típico
sobre el modo en que un educador puede Finalizamos con una tercera apor-
basar sus decisiones de aula en datos ex- tación respecto al interrogante que nos
traídos de la literatura empírica. Imagi- hacemos en este apartado. Esta aporta-
nemos que este supuesto educador acaba ción nace de una última línea argumen-
de encontrarse con un alumno reciente- tal interesante según la cual los filósofos
mente diagnosticado de TDAH y que lee de la educación y, en general, los que se
algunos artículos que concluyen que hay dedican al estudio teórico de la educación
tura filosófica, que sean valiosos para la [3] Los propios defensores de este tipo de medicina
clarificación crítica de cuestiones educa- basada en la evidencia se tuvieron que defen-
tivas» (Ruitenberg, 2010, 2-3). Pues bien, der de los recelos que despertaba inicialmente
como hemos argumentado, ese modo par- su práctica pues se la acusaba de acabar con el
ticular de razonar es el que se encuentra juicio experto. La investigación empírica es un
en algunas formas de especulación teórica elemento más, desde luego muy importante, a la
comprometidas en mostrar las razones hora de formar el juicio médico y tomar decisio-
para la deseabilidad de determinados fi- nes, pero no el único: «Los buenos médicos utili-
nes y medios educativos, y en sopesar qué zan tanto la experiencia clínica individual y la me-
propuestas, entre todas las posibles, son jor evidencia externa disponible, y ninguna por sí
las más adecuadas para el desarrollo hu- sola es suficiente. Sin la experiencia clínica, los
manizador. riesgos de la práctica quedan tiranizados por la
evidencia, incluso aunque la experiencia sea ex-
Dirección para la correspondencia: celente puede ser inaplicable o inapropiada para
David Reyero. Departamento de Teoría un paciente individual. Sin la mejor evidencia
e Historia de la Educación. Facultad de disponible, la práctica se arriesga rápidamente
Educación. Universidad Complutense. a estar caducada, en perjuicio de los pacientes»
Rector Royo Villanova, s/n. 28040 Madrid. (Sackett et al, 1996, 72).
Email: reyero@ucm.es.
[4] ¿Qué hacer frente a los estudios empíricos como
Fecha de recepción de la versión definiti- por ejemplo, los del premio Nobel de economía
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va de este artículo: 25. I. 2014. del año 2000, Heckman, que en un estudio pu-
blicado el año 2006 analiza el impacto en la
inversión en la formación educativa de niños
Notas desfavorecidos y llega a la conclusión de que las
[1] Los argumentos de Pinker referidos a la subor- inversiones realizadas en los primeros años de
dinación de las humanidades con respecto a la edad tienen efectos muy superiores a aquellas in-
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ciencia fueron contestados en la misma revista tervenciones realizadas más adelante (Heckman,
por Leon Wieseltier quien defendía la clásica 2006)?, ¿No deben guiar estudios como este las
separación entre ambas estrategias de conoci- decisiones de la política educativa, no deben in-
miento fruto de los diferentes objetos de estudio cluso ayudar a formar el juicio de los padres que
(Weiseltier, 2013). El debate ha terminado, de deciden realizar fuertes inversiones en educación
momento, con la publicación de un diálogo entre superior descuidando las intervenciones en in-
ambos también en New Republic (Pinker y Wei- fantil?
seltier, 2013).
[5] Gadamer ya discutió el interrogante más abarca-
[2] No queremos entrar aquí en la ya clásica distin- dor acerca de «(...) si la filosofía representa real-
ción entre teoría de la educación y filosofía de la mente una disposición natural del hombre y si
educación (Gil, 2003). Nos referiremos por igual no es más bien una mera fase de la inmadurez
a aquellas disciplinas que pretenden un conoci- del espíritu cognoscente, que aún no ha logra-
miento normativo del fenómeno educativo y no do alcanzar su propia racionalidad» (Gadamer,
meramente descriptivo de su funcionamiento. 1981, 84).
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La prioridad de la filosofía de la educación sobre las disciplinas empíricas
[6] Una aplicación interesante de la «lógica del senti- FEITO, R. (2013) ¿Merecen la pena las reválidas?
do» desde las nuevas tecnologías puede leerse en El País, 2.09.2013. Disponible en internet:
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[7] Es interesante pensar en el caso de Ana Sullivan (Consultado el 06. 12. 2013).
que más allá del sentido común, e incluso, en
contra de lo que decían los conocimientos cien- GADAMER, H-G. (1981) La razón en la época de
tíficos de su época, se dedicó, contra toda espe- la ciencia (Barcelona, Alfa).
ranza, a enseñar a Helen Keller, una niña, ciega,
sorda y muda, mostrándonos así principios edu- GARCÍA GUTIÉRREZ, J. (2013) Aproximación
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empíricas en la investigación edu-
cativa
jos empíricos. Estas aportaciones pueden minant character of the empirical para-
agruparse en torno a tres tipos. Primero, digm and find three types of arguments.
aquellas que contribuirán a establecer un The first one, would consist in arguments
juicio epistemológico de dichas investiga- that criticize the technification of politi-
ciones, segundo, aquellas que ofrecen una cal decisions. The second one, arguments
visión holística del fenómeno educativo based in educational particularities and
que permita situar los alcances y límites the third one, arguments based on rela-
de las mismas y tercero, aquellas que pro- tional characteristic of the educational
porcionan modos particulares de articular activity and the value of practical moral
el pensamiento que colaboren en la clari- judgment. The text ends with a reflection
ficación crítica de cuestiones educativas. on the contributions of that philosophy of
education can make to empirical research.
Descriptores: Investigación educativa, These contributions can be grouped into
filosofía de la educación, política de la three categories. First, it can help to es-
educación, investigación empírica. tablish an epistemological approach to re-
search, second, it offers a holistic view of
the educational phenomenon that enables
Summary: to see better the scope and limits of re-
The priority of the philosophy of search results and third, it provides par-
education on the empirical discipli- ticular modes of articulating thought, to
assist educators in critical clarification of
nes in educational research
año LXXII, nº 258, mayo-agosto 2014, 263-280
educational issues.
The paper explores the relationship
between empirical educational research Key Words: Educational research, phi-
and philosophy of education. The authors losophy of education, educational policy,
analyze the arguments against the do- empirical research.
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