GENERADOR DE IONES NEGATIVOS
Cuando faltan los iones
negativos, nuestro organismo
sufre desequilibrios biológicos
debido al aumento de una
hormona llamada «serotonina»
y, sin motivo aparente, nos
sentimos de mal humor,
irritables, desganados, con
menos memoria, inapetentes,
etc. Como estos iones no son
dificiles de fabricar, os
presentamos un proyecto capaz
de restablecer este equilibrio
biológico, que es indispensable
para la salud de nuestro
organismo.
Para preservar a los astronautas contra
desequilibrios biológicos, la NASA instala en
el interior de cada cápsula espacial unos
Bioestimuladores ya que, ante la falta de
iones negativos, nuestro organismo
reacciona produciendo más cantidad de
serotonina, una hormona que provoca
distintas alternaciones que se pueden
manifestar en forma de irritabilidad,
depresión fisica, dificultad de concentración,
falta de memoria, inapetencia, dolor de
cabeza, hipertensión arterial, etc.; malestares
que, si se descuidan, pueden alterar a largo
plazo nuestra salud.
Cuando la concentración de estos iones
negativos es superior a la cantidad habitual
que la naturaleza puede proporcionamos,
nuestro organismo, estimulado por esta
carga bioeléctrica beneficiosa, puede
protegerse mejor contra las infecciones
microbianas; además, parece ser que estos
iones retrasan el proceso de envejecimiento,
eliminan la depresión física, reducen la
irritabilidad, la hipertensión arterial, la fatiga
física y nerviosa, incrementan el poder de
concentración mental (muy útil para los
estudiantes), eliminan los estados depresivos
y de angustia, el insomnio, etc.
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Como ya hemos mencionado, la propia
naturaleza se encarga de liberar en la
atmósfera moléculas ricas en iones
negativos, totalmente imprescindibles para la
vida.
De hecho, los rayos ultravioletas del sol, la
clorofila, las descargas eléctricas durante las
tormentas, son origen de iones negativos y
cuando decimos que el aire de alta montaña
o de un bosque nos parece «mejor» que el
que respiramos en la ciudad debido a su
menor contaminación, decimos una verdad,
pero no porque en la ciudad haya menos
«oxígeno»: lo que pasa es que el de la
montaña, los bosques y campos abiertos es
más rico en iones negativos.
Aunque la naturaleza es tan generosa que
se encarga de suministrarnos continuamente
estos iones negativos, no debemos olvidar
que existen determinados factores que los
destruyen.
Por ejemplo, cuando los iones negativos
entran en contacto con iones de polaridad
contraria, es decir positivos, pierden de
inmediato su carga electrostática. Cuando los
iones negativos tropiezan con polvillo
contaminante, lo atacan y lo destruyen, pero
esta operación también provoca su
aniquilación.
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 Por esta razón, en la ciudad, donde la
atmósfera está más contaminada, hay una
carencia de iones negativos; por el contrario,
en el campo, donde la contaminación es
menor y la clorofila produce continuamente
estos iones, la concentración de ellos es
mayor.
A título informativo, podemos indicar que
los valores promedio de concentración de
estos iones, en un metro cúbico de aire, son
los siguientes:
en zonas de montaña =1.000 millones
en las playas = 700 millones
en el campo abierto = 700 millones
en los bosques = 800 millones
en ciudades limpias = 200 millones
en ciudades contaminadas =50 millones
Por consiguiente, los habitantes de los
grandes centros urbanos, donde el tráfico
libera gases nocivos, o quienes viven cerca
de fábricas contaminantes, respiran aire con
muy pocos iones negativos y este
desequilibrio los deja más expuestos al
riesgo de contraer enfermedades
cardiorespiratorias, así como a padecer de
un malestar generalizado.
Ahora es fácil de explicar esa sensación
de bienestar que notamos después de una
tormenta; en efecto, las descargas eléctricas
NUEVA ELECTRÓNICA
que suelen acompañar a este fenómeno
meteorológico, esparcen por el aire una
cantidad enorme de iones negativos que, al
absorberlos nuestro organismo, purifican la
sangre de iones positivos, que son
escasamente saludables.
También la sensación de respirar «mejor»
que notamos al alejamos de la ciudad, yendo
al campo o a la costa, se debe al hecho de
que el oxígeno respirado en tales lugares es
más rico en iones negativos, puesto que no
quedan neutralizados por la polución.
Aunque la contaminación que nos rodea
impide que nuestro organismo reciba una
cantidad suficiente de estos saludables iones
negativos, podemos «ayudar» a la
naturaleza, fabricando un generador que
pueda producirlos.
Si colocáis el Bioestimulador que ahora os
presentaremos, en la habitación de la casa
en que pasáis más tiempo al día, o en la
oficina, los iones que este aparato libera
podrán limpiar el aire de humos, polvillo y
bacterias, garantizando de esta forma una
oxigenación perfecta de la sangre y la
atenuación de algunos de los trastornos más
frecuentes: colesterol e hipertensión, así
como de las alteraciones psiquicas y de los
nervios, como son el estrés, el agotamiento
nervioso, la falta de concentración, el
insomnio, etc.
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ESQUEMA ELÉCTRICO DEL CIRCUITO

El proyecto que ahora presentamos, es

muy potente, ya que puede proporcionar una
cantidad de iones casi igual a la existente en
la atmósfera de alta montaña, es decir 800
millones por metro cúbico; en consecuencia,
restablece con mayor rapidez el equilibrio
bioeléctrico del organismo.
Como el consumo de una cantidad de
iones superior a la necesaria sólo provoca un
incremento del efecto beneficioso, se puede
dejar el generador conectado durante dias,
sin contraindicación alguna.
Aunque se coloque en un local muy
amplio, saturado de humo de cigarrillos o de
polvillo contaminante que penetre por las
ventanas o que se produzca en el interior, el
aire quedará «limpio» en pocos minutos,
gracias a su elevada potencia.
En realidad, al saturar la habitación de
iones negativos, todo el polvillo contaminante
recibe una «agresión» y queda neutralizado;
aunque los iones se autodestruyan al
efectuar esta limpieza, como el capaz de desarrollar en su secundario unos
Bioestimulador sigue produciendo más, no 12 voltios 0,5 amperios.
permite que su número descienda por debajo Esta tensión, una vez rectificada, se utiliza
de los valores mínimos. para alimentar el convertidor de alta tensión,
Como se observa en la figura 1, para formado por los dos transistores darlington
realizar este Bioestirnulador de iones TR1 yTR2.
negativos, hemos utilizado un primer Al utilizar para 12 un transformador de
transformador, de unos 10 watios (veril), ferrita se puede conseguir que la etapa

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osciladora (ver TR1-TR2) trabaje en una
frecuencia de aproximadamente 6.500 Hz,
obteniendo de esta forma en su secundario,
una onda cuadrada, cuya amplitud pico-pico
logra alcanzar un máximo de 800-900 voltios.
Esta tensión se rectifica con cuatro etapas
duplicadoras de tensión y, al final de esta
cadena, se consigue una tensión continua de
polaridad negativa de aproximadamente
12.000
- 14.000 voltios respecto a tierra. Podemos
garantizar que esta elevada tensión es
inofensiva; de hecho, si se toca una de las
agujas emisoras no se recibe ninguna
descarga eléctrica, ya que la resistencia de
1 megaohrnio (véase RS) conectada en
serie, en presencia de una carga, lirnita la
corriente en la salida a 12-14 miliamperios.
Aunque en el secundario de un
transformador de alta tensión, ya se hubieran
podido recoger los 800-900 voltios, sin
necesidad de una etapa convertidora
complementaria, hemos optado por esta
solución por dos razones muy sencillas:
1º No hemos encontrado ningún fabricante
capaz de garantizamos, entre primario y
secundario, un aislamiento de 20.000 voltios
aproximadamente.
2º Al utilizar un convertidor de alta tensión
capaz de funcionar con 12-15 voltios en
continua, se puede instalar este
Bioestimulador en el coche o en la caravana.
Aunque de esta forma alimentamos la
etapa osciladora con 12 voltios y no con 15
voltios (logrando un flujo menor de iones
negativos), no debemos olvidar que el
volumen interior de un vehículo es
considerablemente inferior al de la habitación
de cualquier casa.
Como las etapas duplicadoras de tensión
trabajan con tensiones muy elevadas, hemos
empleado —también por razones de
seguridad—, diodos rectificadores especiales
de alta tensión, BY.509, capaces de soportar
picos de 15.000 voltios.
En cuanto a los condensadores de 10.000
pF, como no los hemos encontrado con la
tensión de trabajo necesaria, hemos utilizado
16 de 1.000 voltios de trabajo, consiguiendo
una «serie» capaz de soportar una tensión
máxima de 16.000 voltios.
REALIZACIÓN PRÁCTICA
Para realizar este proyecto se necesitan
dos circuitos impresos de una cara, que
hemos identificado como LX.936 y LX.936/B.
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El circuito LX.936 se utiliza para realizar la
etapa de Baja Tensión, mientras que el
LX.9361B sirve para la etapa multiplicadora
de Alta Tensión.
Aconsejamos empezar el montaje por la
etapa de Baja Tensión (véase la figura 2),
instalando las escasas resistencias
necesarias y los dos diodos de silicio DS1 y
DS2, con la franja amarilla que rodea un lado
de su cuerpo situada hacia el transformador
de ferrita 12.
Por motivos prácticos, en el dibujo hemos
coloreado esta franja en negro, aunque en
realidad es amarilla.
Los dos transistores TR1 yTR2 que se
montan a continuación, se sitúan con la parte
de su cuerpo ligeramente redondeada hacia
el puente rectificador RS 1, que hay que
soldar a continuación, cuidando de no invertir
el terminal — con el +.
Para terminar este lado del circuito
impreso, se montan el condensador
electrolítico C1 y la regleta de 3 polos, que
sirve para el cable de alimentación de 220
voltios.
Ya sólo resta instalar y soldar los dos
transformadores T1 y 12, operación que no
presenta problemas especiales, ya que la
colocación de sus terminales sólo permite
montarlos en la posición correcta.
Finalizada esta parte del circuito, se monta
la segunda etapa LX.9361B, colocando todos
los condensadores y diodos tal como se
indica en la figuras.
Al montar los diodos de alta tensión,
pueden surgir dificultades para distinguir el
cátodo del ánodo, ya que no llevan ninguna
franja de color en sus cuerpos.
De hecho, sólo se puede identificar este
terminal gracias a un pequeño punto negro
de barniz, depositado directamente en el hilo
del terminal.
Como suele ser frecuente, si se borra este
punto, nos tropezamos con un diodo en el
que no se pueden identificar los terminales
positivo y negativo.
Si se intenta la identificación con ayuda de
un téster en posición «ohmios», se descubre
que con este sistema no se consiguen
indicaciones prácticas, ya que la resistencia
de estos diodos es demasiado elevada.
El único sistema válido para identificar el
terminal positivo consiste en aplicar en la
entrada una tensión continua de 12 voltios y
leer la tensión existente en el terminal
contrario.
Si el terminal positivo está hacia el téster
(véase figura 6), en el último se leerán unos 6
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 voltios; si está invertido, no se lee tensión
alguna.
Una vez identificado el terminal positivo,
hay que orientarlo hacia el punto de color
negro que lleva la letra K y que hemos
dibujado en el esquema práctico de la figura
5.
Para terminar este circuito, sólo queda
montar la resistencia R5 de 1 megaohmio y,
en los cinco orificios situados en la pista que
enlaza con esta resistencia, cinco alfileres —
que seguro que tenemos en casa—,
soldándolos a la pista de cobre.
En lugar de los alfileres se pueden utilizar
agujas o clavillos con punta: lo importante es
que el extremo de estos difusores tenga
punta, ya que ésto es lo ideal para conseguir
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que los iones negativos sean «disparados»
hacia el ambiente.
Una vez finalizado el montaje, se colocan
estos dos circuitos impresos en el contenedor
de plástico que se incluye en el kit.
Como se puede observar en las fotografias
de este artículo, los dos circuitos impresos se
fijan en las dos tapas, superior e inferior, por
medio de tomillos autorroscantes.
Para dar salida a los cinco alfileres
soldados al circuito impreso LX.936/B, hay
que perforar la tapa de la caja con una broca
de 4 mm: no es difícil ya que el plástico se
perfora con gran facilidad.
Una vez fijados ambos circuitos impresos,
se conectan los dos terminales de salida del
circuito LX.936 a los dos terminales de
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 entrada del LX.936/B, utilizando un cable
bifilar.
Para suministrar al transformador la
tensión de 220 voltios, hay que utilizar un
cable de red (incluido en el kit) y con tres
hilos (el tercer hilo, de color verde/amarillo,
es el de tierra), ya que es imprescindible que
el aparato lleve torna de tierra.
Quienes deseen instalar este
Bioestimulador en el coche, sólo tienen que
fijar en el panel trasero del contenedor, dos
conectores, uno rojo para el positivo y uno
negro o azul para el negativo de los 12
voltios.
Por el contrario, en el panel delantero se
aplica el diodo led, para saber cuando está
funcionando el generador, y el interruptor Si
para apagarlo y encenderlo.

ULTIMOS CONSEJOS

El transformador 12 en ferrita deberían

entregárnoslo pegado, para que sea
silencioso.
Si observáis que emite un molesto silbido,
sólo tenéis que verter en la unión de los dos
núcleos una gota de pegamento.
Como estos iones negativos no se ven ni
se oyen, muchos se preguntarán cómo se
puede comprobar que se generan, una vez
construido el aparato.
La solución más sencilla consiste en
acercar a la punta de los alfileres la palma de
la mano, previamente humedecida.
A pocos milímetros de distancia, se notará
un soplo frío, como si cada alfiler lanzara un
chorro de aire.
Os garantizamos que aunque toquéis sin
querer los alfileres, no recibiréis descarga
alguna.
Otro sistema puede ser el de acercar a
unos 2 milímetros de los alfileres, la hoja de
un destornillador.
En una habitación en penumbra se
percibirá un pequeño halo luminoso entre la
punta del alfiler y el destornillador.
Esperamos haber dicho todo lo necesario
sobre los iones negativos, así que nos
despedimos, deseando que nuestro proyecto
contribuya a conservar vuestra salud.

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