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PROVIDENCIA: Sentencia ejecutoriada de segunda instancia del 28 de agosto de 2012.

RADICACIÓN: 15001313301120020018601
MEDIO DE CONTROL: REPARACIÓN DIRECTA
DEMANDANTE: GRACIELA BERNAL GAMBA Y OTRA
DEMANDADO: MUNICIPIO DE NUEVO COLÓN
DESCRIPTORES –

FOTOGRAFÍAS – Valor probatorio.

TESIS:

Aduce el apelante que con el líbelo introductorio se allegaron fotografías, donde se afirmó
además que las imágenes en ellas contenidas, correspondían a actos de la entidad
demandada, sin que el ente territorial las haya tachado de falsas, por lo que el juez
desconoció lo establecido en los artículos 252-3 y 280 del C.P.C. El a quo no dio alcance
probatorio a las fotografías allegadas, al aducir que las mismas solo muestran imágenes, en
las cuales no se determina su origen, lugar o época en la que fueron registradas. Debe
señalarse que el artículo 251 del C.P.C., establece las diferentes clases de documentos, para
ser apreciado como pruebas al indicar: […] Son documentos los escritos, impresos, planos,
dibujos, cuadros, fotografías, cintas cinematográficas, discos, grabaciones magnetofónicas,
radiografías, talones, contraseñas, cupones, etiquetas, sellos y, en general, todo objeto
mueble que tenga carácter representativo o declarativo, y las inscripciones en lápidas,
monumentos, edificios o similares. (Resaltado fuera de texto)[…] A su vez el artículo 252
ibídem, numeral tercero, indica uno de los casos en los cuales se tiene como auténtico un
documento «Si habiéndose aportado a un proceso ya firmado estar suscrito, o haber sido
manuscrito por la parte contra quien se opone, ésta no lo tachó de falso oportunamente, o los
sucesores del causante a quien se atribuye dejaron de hacer la manifestación contemplada
en el inciso segundo del artículo 289.» y el artículo 280,presenta los supuestos de fecha
cierta de un documento privado. Fueron allegadas con la adición de la demanda unas
fotografías con las cuales se pretende establecer la ocupación del inmueble de las
demandantes y los daños derivados de ésta, a lo que la Sala dirá que si bien las fotografías,
al tenor de los artículos trascritos, pueden presumirse documentos auténticos, las mismas no
demuestran las situaciones de tiempo, modo y lugar de lo que ellas representan, dado que al
tenor del artículo 280 del C.P.C., la fecha cierta de los documentos privados se establece con
la fecha en la cual fueron aportadas al proceso, esto es, para el caso de autos con la fecha
de presentación de la adición de la demanda, 8 de septiembre de 2003 (el.67), y los hechos
aducidos en la demanda ocurrieron entre el 7 de julio de2000 y julio de 2002, razón por la
cual las fotografías aportadas no tienen Eficacia probatoria para demostración de la
ocupación y daños alegados, con la simple demostración que las mismas se reputen
auténticas, de esta manera ha sido manifestado por el Consejo de Estado:[…] Al respecto la
Sala advierte lo siguiente: En primer lugar, que son auténticos de con lo previsto en el
artículo 25 del decreto ley 2.651 de 1991 según el cual "Los documentos presentados por las
partes para ser incorporados a un expediente judicial, tuvieron o no como destino servir de
prueba se reputarán auténticos sin necesidad de presentación personal ni autenticación ( )".
En segundo lugar, que la sola presunción de autenticidad de las fotografías no define las
situaciones de tiempo y modo de lo que ellas representan, por cuanto la fecha cierta de un
documento privado, respecto de terceros, se cuenta, según términos del artículo 280 del C.
P. C., a partir de uno de los siguientes hechos: o por el fallecimiento de alguno de los que lo
han firmado, o desde el día en que ha sido inscrito en un registro público o en que conste
haberse aportado al proceso, o en que haya tomado razón de él un funcionario competente
en su carácter de tal, o desde que haya ocurrido otro hecho que le permita al juez adquirir
certeza de su existencia. En tercer lugar, la justicia con base en la doctrina, como
mecanismo auxiliar en la administración de justicia, ha acogido el estudio sobre el valor
probatorio de las fotografías como documentos representativos que son; dice que las
fotografías de personas, cosas, predios, etc. sirve para probar el estado de hecho que existía
al momento de haber sido tomadas, de acuerdo con la libre crítica que de ellas haga el juez y
que son un valioso auxiliar de la prueba testimonial, cuando el testigo reconoce en ella o en
ellas el lugar o la cosa que dice haber conocido. Por consiguiente, y para el caso, como la
fecha cierta de las fotografías es la de presentación de la demanda, porque se aportaron con
ésta, 24 de octubre de 1996, de nada sirve para la eficacia probatoria que las fotografías
allegadas se reputen auténticas pues esos documentos privados representativos no prueban
la situación temporal ni circunstancial de modo de la ocurrencia del suceso, como el actor lo
pretende. […] Así las cosas, las fotografías allegadas se tienen como documentos auténticos
que carecen de valor probatorio, pues las mismas solo registran imágenes, de las cuales no
se pude establecer el tiempo, modo y lugar en que fueron tomadas y consideradas como
medio auxiliar de la prueba testimonial que las reconozca haber ocurrido o de cotejo con
otros medios de prueba, lo cual ha sido reiteradamente considerado por la Corporación de
Cierre de lo Contencioso Administrativo así: Debe advertirse que para acreditar la
responsabilidad de la entidad demandada se aportaron con la demanda, de una parte, unas
fotografías que supuestamente contienen imágenes del accidente ocurrido sobre el río Recio
el día 15 de abril de1998 y del estado en que quedó el automóvil en que se desplazaba el
occiso después del accidente [fls. 49-52 C-1], las cuales, sin embargo, no tienen mérito
probatorio porque no existe certeza de que correspondan al hecho causante del daño por el
cual se solicita reparación, es decir, sólo son prueba de que se registró una imagen, pero no
es posible determinar su origen, ni el lugar y la época en que fueron tomadas, dado que no
fueron reconocidas por testigos ni cotejadas con otros medios de prueba dentro del proceso.
La Sala considera, al amparo de la sana crítica, que el actor no logró probar la ocupación
permanente del inmueble de su propiedad, razón por la cual no resulta procedente endilgar
responsabilidad al Municipio de Nuevo Colón, pues en el caso sub judice, es innegable la
falta de material probatorio, con el cual se pretende atribuir la responsabilidad a la entidad
demandada, por la ocupación del inmueble de las demandantes como consecuencia de los
hechos acaecidos entre julio de 2000 y 2002, pues nada de lo dicho tanto en la demanda
como en el recurso de alzada encuentra respaldo probatorio.
Sobre el valor probatorio de las fotografías ver sentencias de febrero 3 de 2002, exp: 12.497,
25 de julio de 2002, exp: 13.811 y 1° de noviembre de 2001, AP-263 y 21 de agosto de 2003,
AP-01289. Sobre el valor probatorio de los artículos de prensa, ver sentencia de 15 de junio
de 2000, exp. 13.338.

La fotografía es un medio probatorio documental de carácter representativo. Por lo tanto, esa


representación debe ser inmediata, para que tenga suficiencia probatoria. En cambio, si la fotografía
muestra una variedad de hechos posibles, formará parte de la prueba indiciaria.

Así lo señaló la Corte Constitucional, al precisar que este medio de prueba debe ser valorado por
el juez de acuerdo con las reglas de la sana crítica.

Según el alto tribunal, como se trata de un documento, debe examinarse la naturaleza pública o
privada de la fotografía, con el fin de verificar su autenticidad.

“El valor probatorio de las fotografías no depende únicamente de su autenticidad formal sino
de la posibilidad de establecer si la imagen representa los hechos que se le atribuyen, y no otros
diferentes en razón del tiempo, del lugar o del cambio de posición de los elementos dentro de la
escena capturada. Para ello, el juez debe valerse de otros medios probatorios, apreciando
razonablemente el conjunto”, señala la sentencia.

Examinada esta condición, es necesario observar la certeza de la fecha en la que se capturaron las
imágenes y efectuar un cotejo con los testimonios, documentos u otros medios de prueba

(Corte Constitucional, Sentencia T-269, mar. 29/12 M. P. Luis Ernesto Vargas)

3.7 Valor probatorio de las fotografías.


3.7.1 La fotografía es un medio probatorio documental de carácter representativo. Es un
objeto que muestra un hecho distinto a él mismo, el cual emerge del documento sin que
tenga que hacerse un ejercicio de interpretación exhaustiva de su contenido. Esto
significa que la representación debe ser inmediata, pues si a simple vista la fotografía
muestra una variedad de hechos posibles, “ella formará parte de la prueba indiciaria,
ya que está contenida en la mente de aquél (el intérprete), y no en el objeto que la
documenta”.

3.7.2 Al igual que el dictamen pericial, la fotografía es un medio que el juez está en
obligación de valorar dentro del conjunto probatorio partiendo de las reglas de la sana
crítica. No obstante, la jurisprudencia ha establecido unos parámetros específicos para su
correcta apreciación. En primer lugar, como es tradición tratándose de un documento,
debe verificarse su autenticidad conforme a la normatividad correspondiente,
dependiendo de si las imágenes fotográficas aportadas al proceso constituyen un
documento público o privado.

Pero superado este examen, el Consejo de Estado ha sostenido que las fotografías por si
solas no acreditan que la imagen capturada corresponda a los hechos que pretenden
probarse a través de ellas. Debe tenerse certeza de la fecha en la que se capturaron las
imágenes y, para ello, corresponde al juez efectuar un cotejo de las fotografías con
testimonios, documentos u otros medios probatorios. (Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil.
Sentencia del 1 de abril de 2005. M.P. Silvio Fernando Trejos Bueno)
“Las fotografías o películas de personas, cosas, predios, etc., sirven para probar el
estado de hecho que existía en el momento de ser tomadas, de acuerdo con la libre
crítica que de ellas haga el juez; pero cómo es posible preparar el hecho fotográfico o
filmado, es indispensable establecer su autenticidad mediante la confesión de la parte
contraria o de testigos presentes en aquel instante o que hayan formado parte de la
escena captada o intervenido en el desarrollo posterior del negativo o por el examen del
negativo por peritos o por un conjunto fehaciente de indicios; cumplido este requisito,
como documentos privados auténticos, pueden llegar a constituir plena prueba de
hechos que no requieran por ley un medio diferente; si falta, tendrá un valor relativo
libremente valorable por el juez, según la credibilidad que le merezcan y de acuerdo
con su contenido, las circunstancias que pudieron ser obtenidas y sus relaciones con las
demás pruebas (…)

También son un valioso auxiliar de la prueba testimonial, cuando el testigo reconoce en


la fotografía a la persona de la cual habla o el lugar o la cosa que dice haber conocido;
en estos casos, el testimonio adquiere mayor verosimilitud. Los Códigos de
Procedimiento Civil y Penal colombianos lo autorizan”

En este orden de ideas, el valor probatorio de las fotografías no depende únicamente de


su autenticidad formal sino de la posibilidad de establecer si la imagen representa los
hechos que se le atribuyen, y no otros diferentes en razón del tiempo, del lugar o del
cambio de posición de los elementos dentro de la escena capturada. Para ello, el juez
debe valerse de otros medios probatorios, apreciando razonablemente el conjunto.

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