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Magíster en Psicología

Mención Teoría y Clínica Psicoanalítica

Ensayo

Cátedra:

CLÍNICAS PSICOANALÍTICAS

LA TRANSFERENCIA ES
REPETICIÓN

Docente: Daniela Facuse

Estudiante: Cristián Andreo

Santiago, Julio 2019.


1. INTRODUCCIÓN

Este ensayo abordará un estudio inicial, para desarrollar el concepto de transferencia


como repetición, con algunas definiciones desde el psicoanálisis, tanto en la obra freudiana,
como Lacaniana.

La pregunta que tenemos para este ensayo, es: ¿En qué sentido la transferencia es
una repetición?.

En la primera parte del desarrollo del ensayo, trataremos de captar diferentes


definiciones e implicancias respecto al concepto de repetición y su relación con la
transferencia desde la obra de Freud, desde los textos: Sobre la dinámica de la transferencia
(1912), Recordar, repetir y reelaborar (1914) y Más allá del principio del placer (1920).

En la segunda parte, abordaremos nuestra hipótesis en que la transferencia es una


repetición desde Lacan, a través de sus textos: Seminario 8 y 11. También, abordaremos la
pregunta de este estudio con el libro de Gérard Bonnet: La transferencia en la clínica
psicoanalítica.

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2. DESARROLLO

2.1.- Consideraciones respecto a los conceptos de repetición y transferencia:

El concepto de transferencia emerge primeramente como un desplazamiento de


afecto desde una idea a otra, pero después con el tiempo, Freud la refiere a la relación
del paciente con el médico, en el trabajo analítico mientras se desarrolla la cura. (Evans,
2007).
Freud en la relación analítica respecto a la cura afirma que: “El mecanismo de la
transferencia se averigua sin duda, reconduciéndolo al apronte de la libido que ha
permanecido en posesión de imagos infantiles; pero el esclarecimiento de su papel en la
cura, sólo si uno penetra en sus vínculos con la resistencia”. (Freud, 1912, p. 102). En
relación a la cita anterior, concebimos respecto a la transferencia en el sentido que, el
paciente repite vínculos anteriores en la relación con el analista, especialmente de sus
padres, debido a la imago que se exterioriza comúnmente como resistencia, en el
trabajo analítico.
Por lo mismo y en relación a ciertas dificultades del psicoanalista, los fenómenos de
la transferencia ofrecen el imperceptible servicio de volver actuales y manifiestos los
sentimientos amorosos escondidos y olvidados de los pacientes. (Freud, 1912).
Como repetición, la transferencia es resistencia, al mismo tiempo permite asistir a
dicha repetición. Para dominar la repetición, la clave es el manejo de la transferencia, es
decir, darle un nuevo sentido a los síntomas en el vínculo transferencial. (Freud, 1914).
En relación al trauma, es cuando al sujeto le ocurre algo que no le puede hacer
frente, que no puede integrar al curso de sus representaciones. En el trauma se repite
algo que no se puede simbolizar, porque la repetición no alcanza la meta de la
simbolización como salida al trauma, no llega. Y respecto a la repetición y el recuerdo,
la transferencia es un fragmento de repetición, en el sentido que la transferencia es
repetición del pasado olvidado, porque mientras menos recordamos, más actuamos.
(Freud, 1914).
La transferencia es repetición, en el sentido que la transferencia tiene como objeto la
apropiación de lo rechazado, el retorno mínimo de la inasistencia. Debemos considerar

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que lo que repite, es el vínculo, porque el paciente muchas veces, no sabe lo
determinado que está en esa forma de vincularse (cómo se vincula con el Otro).
En el trabajo analítico ya no se trata sólo de intervenir sobre las formaciones del
inconsciente, sino también en la repetición y su efecto, que sería la transferencia.
Freud (1914) en relación a la transferencia y la repetición, afirma: “Por supuesto
que lo que más nos interesa es la relación de esta compulsión de repetir con la
transferencia y la resistencia. Pronto advertimos que la transferencia misma es una
pieza de repetición, y la repetición es la transferencia del pasado olvidado; pero no sólo
sobre el médico: también sobre todos los otros ámbitos de la situación presente”. (p.
152).
El proceso inconsciente más típico de la transferencia, se trata de la repetición,
porque la transferencia es repetición, ya que es esencial en su funcionamiento, aunque
no sea el único lugar de la repetición. La transferencia es su expresión más directa, más
accesible al análisis, ya que el Otro está involucrado en ella.
La teorización más subrayada de Freud respecto a la compulsión de repetición
(Wieder-holungszwang) se evidencia en más allá del principio del placer de 1920, en
donde la relaciona con la pulsión de muerte. (Evans, 2007).
En más allá del principio del placer, Freud interroga el punto de vista económico del
aparato psíquico. Esta interrogación tomará lugar en base a tres hechos: a) el juego
infantil, b) la neurosis traumática y c) la repetición en la transferencia.
La repetición instala un trabajo nuevo en el aparato psíquico, porque no es usual que
el niño remueve la experiencia de la pérdida, es decir, que el juego no está en el objeto
de enviarlo lejos. Entonces lo que conmemora el juego, es la misma pérdida. La
repetición como un momento inaugural en la construcción subjetiva. Si repetimos es
porque hay objeto perdido, porque es la ausencia la que permite el movimiento del
aparato psíquico. (Freud, 1920).
En la neurosis traumática y en lo que se refiere a la transferencia, ésta es un sustituto
de recordar, más bien el paciente se ve forzado a repetir lo reprimido como vivencia en
el presente. Es decir, que si la repetición trae consigo retoños de lo reprimido, la
transferencia, sería su expresión en el presente al vincularse con el analista. Freud
(1920) respecto a la repetición en la transferencia, refiere: “En el analizado, en cambio,

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resulta claro que su compulsión a repetir en la transferencia los episodios del período
infantil de su vida se sitúa, en todos los sentidos, más allá del principio del placer. (p.
36).
En el mismo texto, el autor deja claro que existen dos tipos de repeticiones. Una que
es mortífera, mediante una repetición sistemática, con dogmatismo y que le hace el
juego a la pulsión de muerte. Y también teorizó una repetición ligante, accesible a
nuevos objetos, con apertura a la renovación, a lo imprevisto, y que le hace el juego a la
pulsión de vida. Ésta última repetición, permite nuevos materiales a los fantasmas
anteriores, el cual en aquella renovación, se permite cierta satisfacción y en la ligazón
que ella opera. (Bonnet, 1996).
Podemos ver que, en la relación analítica, se forma cierta dinámica de la
transferencia con la repetición, cuando se repiten vínculos anteriores que no están
simbolizados, no tratándose sólo de exteriorizaciones hacia la figura del analista de
ciertas emociones reprimidas, sino más bien, es la transferencia como expresión fiel de
la repetición dentro de una relación intersubjetiva.

2.2. La transferencia es repetición:

En esta segunda parte, abordaremos algunos textos de Lacan que nos servirán para
aproximarnos al sentido de que, la transferencia es una repetición.
La transferencia es un efecto de la repetición, ya que es su producción más
imprevisible y directa. De todos los procesos inconscientes que están implicados en la
transferencia, la repetición tiene un papel esencial. La transferencia no es el único lugar de
repetición. (Bonnet, 1996).
Lacan (1961) comenta que le resulta imposible eliminar el diálogo intersubjetivo en
el fenómeno de la transferencia, porque: “Este hecho es constitutivo. Constituye una
frontera, y nos incita al mismo tiempo a no diluir el fenómeno de la transferencia en la
posibilidad general de repetición que constituye la existencia misma del inconsciente”. (pp.
203-204).

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La expresión de la compulsión de repetición en la cura analítica, es producida a
través de la transferencia, porque el analizante reedita o mejor dicho, repite en la relación
con el analista, algunas actitudes que forman parte de su historia, ya sea la relación con sus
padres u otras personas, en donde Lacan enfatiza marcadamente en el aspecto simbólico de
la transferencia, diferenciándolo de su dimensión imaginaria, como los afectos de amor y
odio. (Evans, 2007).
Lacan (1961) insiste en recordar que: “hay que partir del hecho de que la
transferencia, en último término, es el automatismo de repetición”. (p. 200).
Entendemos que Lacan en el seminario 8 estaría esbozando a la transferencia con la
repetición, porque más bien está articulando al tema del amor, donde la idea fuerza del
seminario es pensar cuál es la función del amor en la transferencia y cómo el neurótico
intentan transformar al amado, que en este caso sería el analista, en amante.
En el seminario 11 Lacan aborda a la transferencia como repetición y va a distinguir
dos vertientes de la repetición tomando dos conceptos de Aristóteles sobre el estudio de la
causa. Automaton, designa la existencia de signos con el principio de la cadena simbólica,
es la repetición significante. En cambio, en el concepto Tyche, es lo que está en el inicio de
la repetición, lo que desencadena esa insistencia, y el trauma, no impide olvidar esto. Es el
encuentro que no ha podido ser evitado de algo insoportable para el sujeto, a saber lo
imposible, lo imposible de simbolizar, y de enfrentar para el sujeto, es decir, el encuentro
fallido (la falta de simbolización). Con esto Lacan (1964) afirma: “la tyche (…) la hemos
traducido por el encuentro con lo real. Lo real está más allá del automaton, del retorno, del
regreso, de la insistencia de los signos, a que nos somete el principio del placer. Lo real es
eso que yace siempre tras el automaton (…) Sólo a partir de la función de lo real en la
repetición podremos llegar a discernir esta ambigüedad de la realidad que está en juego en
la transferencia”. (p. 62).
Por lo mismo, la función del tyche es importante para proceder de manera eficiente
en el trabajo interpretativo de la transferencia en el análisis. (Lacan, 1964). El meollo del
asunto sería, cómo la transferencia puede llevarnos a la cuestión de la repetición. Para esto,
es importante considerar, el acontecimiento de cierta contingencia, respecto a que algo se
repite, y en esa contingencia, algo puede variar de sentido en el trabajo analítico, porque:

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“la función de la tyche será esencial para volver a establecer de manera correcta cuál es el
deber del analista en la interpretación de la transferencia”. (Lacan, 1964, p. 71).
Lacan (1964) señala que es preciso no confundir a la repetición con el retorno de los
signos, ni tampoco con la reproducción o la modulación por la conducta de un tipo de
rememoración actuada, por lo mismo refiere: “La repetición es algo cuya verdadera
naturaleza está siempre velada en el análisis, debido a la identificación, en la
conceptualización de los analistas, de la repetición y la transferencia”. (p. 62).
Entonces perfilando aún más el sentido de la transferencia como repetición (tema
igualmente complejo) Lacan (1964) afirma: “Si la transferencia no es más que repetición,
será siempre repetición del mismo malogro. Si la transferencia pretende, mediante esta
repetición, restituir la continuidad de una historia, sólo lo logrará provocando el
surgimiento de una relación que, por su naturaleza, es sincopada”. Entonces para que esta
relación no sea abreviada, la transferencia no sólo debe ser considerada en el sentido como
repetición, sino que también con la restitución de lo que está oculto en el inconsciente y con
las descargas de los elementos inconscientes.

3. CONCLUSIONES

Se pudo corroborar que, la repetición siempre es mortífera en un punto, pero si


trabajamos, podríamos tener una función ligante, a propósito del significante.
En la realidad clínica estos dos tipos de repetición (mortífera y ligante), están
enmarañados, el cual representan un arma de doble filo, ya que puede facilitar un rebrote de
vida, pero también sin que nos demos cuenta de ello, provocar la muerte y la destrucción.
La transferencia es repetición en el sentido de restituir la continuidad de una historia en
el trabajo analítico.
Por último, la transferencia es repetición en el sentido de que precipita una serie de
aspectos que dan inicio y precipitan la constitución subjetiva. La transferencia es repetición,
en el sentido de que ésta actualiza en la transferencia las coordenadas del deseo
inconsciente.

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5.- REFERENCIAS

-Freud, S. (1912): Sobre la dinámica de la transferencia. En, J. L. Etcheverry (Trad.), Obras


Completas V. XII (pp. 93-105). Buenos Aires: Amorrortu (eds.).

-Freud, S. (1914): Recordar, repetir y reelaborar. En, J. L. Etcheverry (Trad.), Obras


Completas V. XII (pp. 145-157). Buenos Aires: Amorrortu (eds.).

-Freud, S. (1920): Más allá del principio del placer. En, J. L. Etcheverry (Trad.), Obras
Completas V. XVIII (pp. 1-62). Buenos Aires: Amorrortu (eds.).

-Lacan, J. (1961): Seminario 8: La transferencia. Editorial Paidós, Barcelona, 2003.

-Lacan, J. (1964): Seminario 11: La transferencia. Editorial Paidós, Barcelona, 2003.

-Bonnet, G. (1996): La transferencia en la clínica psicoanalítica. Amorrortu editores.


Buenos Aires.

-Evans, D. (2007). Diccionario introductorio de psicoanálisis Lacaniano. Editorial Paidós.

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