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de lodo y paja), encontré a Duc. Duc ~s do rodaba Le Ciel, la Terre.

Por primera
"héroe de tercera clase" del Frente de LI- vez en una película, se mostr:ará un bom-
beración de Vietnam del Sur. Tiene nue- bardeo del Norte a las posiciones norte-
ve años. ¿ Qué ha hecho para merecer este americanas del Sur.
título? Un día, vio, cerca de la casa de Esta eficacia, este poderío creciente de
su abuela, que algunos norteamerican~ los vietnamitas., sólo son posibles gracias a
desmontaban un terreno, para construir las medidas extraordinariamente efectivas
una base de helicópteros. Para obtener un de protección a la vida de los hombres que
metro Duc debe estirar catorce veces la han sido inventadas y sistemáticamente
mano: Inventa un juego que consiste en aplicadas. Duermen bajo tierra, ahí des-
lanzar un bambú de esta longitud. Sabe,
cuando el "juego" ha terminado, que de-
cansan, ahí comen, ahí compran, ahí acu-
mulan los víveres, ahí curan a los heridos.
letras
be alinear trescientas cuarenta y siete ve- Bajo tierra estudian, juegan a las cartas
ces el bambú entre su casa y el helio- o van al cine. Los actores aficionados,
puerto. Por otra parte, entre la casa,. y el cantan y bailan, lo mismo que trabajan
camino que pasa al norte, debe ahnear los artesanos, los sastres, los zapateros, eva-
doscientas cuarenta veces el palo. Tomó cuados de la población Ho-Xa, totalmen-
las medidas. En seguida, dice él, di los te arrasada. Con las piezas recuperadas de
cálculos a mis "tíos" del ejército y vinie- los aviones abatidos, los campesinos, bajo
ron en seguida con los morteros; veintitrés· tierra siempre, construyen arados. Este año de Rubén Daría, que se inició
helicópteros fueron destruidos en tierra. El refugio es un puesto de combate, todo con ceremonias conmemorativas del Cen-
En la aldea donde hemos pasado sema- está puesto al servicio de esta guerra que tenario de su natalicio -no sólo en paí-
na tras semana, viven setecientas cua- hay que ganar. Así, esta imprenta subte- ses de habla española-, está a punto de
renta y tres familias: cuatro mil ciento rránea, que tiene una prensa de pedales, concluir, con actos semejantes en los que
catorce almas. En 1966, cada habitante te- tira el periódico del distrito. Dos hombres México se hallará presente.
nía "derecho" a setenta bombas. Los nor- y dos mujeres lo hacen. En un rincón, un Aquí, como en la patria de Rubén Da-
teamericanos atacan por todas partes: obrero trabaja minuciosamente sobre una ría, al principiar la celebración, hubo de
desde aviones de la VII flota; desde tie- tabla. Está inventando un "truco", un hablarse -cuando se evocó alguna etapa
rra. El peligro es permanente, de día y medio muy simple destinado a imprimir de la vida del poeta- de otros escritores
de noche. Por más increíble que parezca, el periód~co a pesar de todo, en caso de hispanoamericanos con los que él mantuvo
no se pueden pasar aquí abajo quince un desembarco norteamericano. Podría relaciones amistosas.
minutos en calma. El ruido, sin cesar, vie- entonces esconderse más profundamente Entre ellos se contó el poeta y prosista
ne de todas partes: el ritmo terrible de aún bajo la tierra e imprimir clandestina- Amado Nervo, que fue uno de sus más
las granadas, los silbidos de los obuses, la mente la hoja Estamos listos, preparados leales camaradas y sin duda figuró entre
explosión de las bombas que parece el la- para lo peor, nos dijeron. Sobre el rodi- aquellos con quienes lo ligaba una a~is­
drido de una especie de perro electrónico. llo de metal, se puede leer: U. S. Navy, tad muy firme. Colaboraron en publica-
Los golpes de cañón de la D.C.A. contra es una pieza de una bomba de la VII ciones periódicas del Viejo y del Nuevo
los "may bai", estos aviones que la po- flota. En el exterior, hace calor, mucho Mundo, con mucha frecuencia; coincidie-
blación ha bautizado "Johnson". calor. El viento ardiente que viene de ron ambos en sus viajes por tierras de
Por las calles, en nuestro coche militar, Laos, sopla. Se trabaja al ritmo del adver- Francia y de España -estuvieron juntos
el ruido del motor nos ensordece. No oí- sario; si los aviones vienen temprano, se en París y otras ciudades- y había entre
mos el avión que viene hacia nmotros. Él trabaja tarde. Se teme a la sequía, pero ellos afinidades que los aproximaron.
está ciego y nosotros estamos sordos. So- los cráteres, dejados por las bombas, cons- Quienes se hallan en el secreto, por car-
bre una calle, en alguna parte entre Vinh- tituyen excelentes recipientes y viveros pa- tas o confidencias de amigos mutuos, sa-
Linh y Quang-Binh, nos sucedió lo mis- ra las carpas. Otros, han sido llenados por ben que Nervo sustituyó a Darío, en al-
mo. Un avión lanzó encima de nosotros, las brigadas de choque de jóvenes cam- gunas colaboraciones, cuando éste, por
cinco granadas. Tenemos que huir a toda pesinos y campesinas que trabajan con pa- mala salud, se veía obligado a rogarle que
prisa, nos dijeron. Lo que cuenta ahora las y horquillas en los agujeros: 10 me- lo reemplazara.
es la valentía y la sangre fría del chofer. tros de profundidad en medio de campos Aun ha llegado a afirmarse que la co-
Se llamaba Khué. Su reflejo inmediato de papa dulce. En veinte minutos, y ayu- laboración, eficaz y anonima, de Nervo,
fue lanzarse hacia adelante. Un "John- enriqueCIÓ con sus contribuciones m.ás de
dados por el buen humor, el agujero está
son" seguía al primer avión. U na bomba una página de aquellas que aparec~eron,
lleno, entonces vuelven a plantar las pa-
explotó a cincuenta metlOs atrás de nos-
otros. Habíamos ganado.
pas. Los campesinos del paralelo 17, se
aferran a su tierra. No quieren que los
sólo con el numbre de Rubén Dano, al
describir sus peregrinaciones por España. I
<'May bai" ("el avión"), este grito es
la señal de alerta en las aldeas. Es un es-
norteamericanos les roben un solo metro
cuadrado.
A nadie sorprendió, aunque no hubiera I
penetrado muy adentro en tales relacio-
pectáculo asombroso: los artilleros, los Durante estas semanas, no solamente he nes amistosas ~ue subsistieron hasta ~I
campesinos en los campos, los niños, vigi- filmado a los campesinos. He vivido con fin de Daría: entre sus manos, el CruCi-
lan las acrobacias, la rapidez, el sonido ellos. Cuando partí para Vietnam del fijo obsequiado por Nervo-, la elegía
de los aparatos, conocen bien los tipos. Norte, llevaba conmigo una carta de algu- de éste, a raíz del fallecimiento del gran
Prevén las intenc:ones de los pilotos y nos cineastas franceses dirigida a sus co- escritor nicaragüense. .
saben dónde van a arrojar las bombas. legas vietnamitas. Decían, en la carta, que De tal elegía ~ue la mala memona
Bajo tierra -aquí se está siempre bajo deseaban realizar una película de solidari- de un escritor suramericano, atribuyó, en
tierra-, un oficial de Estado Mayor nos dad con el pueblo vietnamita, haciendo reciente discurso conmemorativo, al ma-
dijo: Nosotros conocemos a los norteame- comprender al espectador que no se trata yor de los Machados-- lo que más a me-
ricanos mejor que ningún otro pueblo. de una guerra lejana y aislada, sino de nudo se cita es aquel estribillo del poema:
El armamento, al mismo tiempo que los una elección entre dos concepciones que
conocimientos, se han mejorado mucho. cada uno deberá hacer tarde o temprano "Ha muerto Rubén Daría,
Pude medir los cambios desde 1965 cuan- en su país y en sí mismo. el de las piedras preciosas".
Rubén Daría
y
Amado Nervo

por Francisco Monterde

Indudablemente, la citada frase cons- del nombre que es una piedra preciosa..." frente de la cual se reprodujo, como ilus-
tituye un acierto de Amado Nervo, al En tal frase "impresionista" se halla, tración, un apunte de Los raros que de
evocar, con esa expresión dolorosa, a su por consiguiente, el punto de partida del la edición argentina copió José Juan Ta-
recién muerto amigo y compañero de ex- verso que, tras larga elaboración, cristali- blada, en vez del habitual dibujo de Rue·
periencias literarias. zaría, pluralizado así: las--, se debe a Nervo.
El segundo verso: "el de las piedras Apareció esa "Máscara" en el número
preciosas", alude al Rubén Daría de la "el de las piedras preciosas". de Revista Moderna que corresponde a
época en que el poeta se preocupaba, so- diciembre de 1906. Principia con la men-
bre todo, por lo suntuario, por los fastuo- Transcurridos unos años, de retorno en ción del precedente citado, del Éxodo,
sos detalles de indumentaria. su patria, Amado Nervo iba a colaborar para piesentar a Daría, en el que Nervo
Es aquel período de su producción poé- en Revista Moderna de México, en cuyas transcribe: "En cuanto a mí, yo quisiera
tica en el cual influyen más, en la poesía págmas quedó más de una huella per- ser un gran topacio, un gran topacio y
y la prosa de Daría, la pintura de moda durable del mismo. que la luz del sol me hiriese por todas
en París -los cuadros de Gustavo Mo- Desde comienzos de 1903, Revista Mo- partes, por todas partes me atravesase,
reau-, aparte de aquellas otras fuentes derna había empezado a publicar una sec- brillase en todas mis facetas. Yo no qui-
señaladas por Arturo Marasso. ción titulada "Máscaras" --que Porfirio siera ser más que un topacio ..."
La plástica decadente y la literatura Martínez Peñalosa va a exhumar, en bre- Amado Nervo agrega: "No hay rincón
preciosista -además de las observaciones ve-, la que presidían reminiscencias de de América donde su nombre hecho de
acumuladas por Daría, al hojear catá- otros escritores. una gema asiria y una gema judía no re-
logos de museos y reproducciones de ob- En esas "Máscaras" está presente, en- suene con un raro prestigio y con el tim-
jetos de arte- influyen tanto en él como tre otros, el recuerdo de Remy de Cour- bre agudo y misterioso de un heráldico
en otros poetas modernistas: Julián del mont, por los libros de las Máscaras clarín de oro."
Casal, entre ellos. (1896 Y 1898), a su vez, reminiscentes Aquella cita constituye la segunda eta·
de otras obras que la habían precedido pa del recorrido, en la elaboración de la
Mas la recordada frase de Amado Nervo: en la literatura no sólo francesa. frase que define, certeramente, al gran
"el de las piedras preciosas", resulta a ma- La mayoría de las "Máscaras" de Re- poeta de Nicaragua.
nera de una evocación de otras evoca- vista Moderna está dedicada a escritores Diez años más tarde, al extinguirse, en su
ciones qU2 él había trazado previamente, mexicanos de la época -según 10 recor- tierra natal, la vida de Rubén Daría,
en torno a Rubén Daría. dará Martínez Peñaloza- ; pero entre Amado Nervo traza la poesía elegíaca en
La elaboración de esa frase fue lenta ellas aparecen, también, las de algunos la que, síntesis vital del desaparecido, in-
y se realizó a lo largo de tres lustros, se- hispanoamericanos y un francés: Mauri- crusta la expresión apuntada:
gún acontece con la mayoría de los acier- cio Rollinat.
tos que, al cuajar en su forma definitiva, Los hispanoamericanos incluidos en tal "Ha muerto Rubén Daría,
nos sorprenden de pronto, como súbitos serie fueron José Asunción Silva, Rubén el de las piedras preciosas."
hallazgos. Daría, Manuel Díaz Rodríguez y Leopol-
Es ilustrativo -y aleccionador para la do Díaz: un colombiano, un nicaragüense, La evocación parecerá m<Í1i clara, a la
prisa de algunos jóvenes-, seguir el pro- un venezolano y un argentino. luz de las frases anteriores: aquella de El
ceso de elaboración de la certera frase La "Máscara" de Rubén Darío -al éxodo y las flores del camino, y la otra
de Amado Nervo, en otros escritos suyos, de la "Máscara" de Revista Moderna.
ahora recordados apenas. Acierto indudable del escritor mexicano
Desde comienzos del siglo, cuando se fue el de pluralizar, en el verso:
realiza aquel viaje inicial de Nervo a
Europa, la expresión apunta --en singu- "el de las piedras preciosas",
lar aún-, en una de las páginas de El
éxodo y las flores del camino (1903) que lo que había escrito, en sing-ular, en dos
tratan acerca de los escritores. ocasiones previas, y dar a la expresión,
En esa obra, mixta de prosa y verso, dentro de la elegía, la caraderística de
como Azul... de Daría, -páginas que uno de los aspectos --quizá d más co-
Nervo calificaría después de "notas im- nacido- de Rubén Daría: el lapidario
presionistas"-, el poeta y prosista mexi- que hace definitivo ese verso de la elegía
cano escribió, acerca de Rubén: "Éste trazada por Nervo.

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