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Memoria del Encuentro

ORGANIZACiÓN
Comision organizadora

Omar Ruz Aguilera, Coordinador Comité Latinoamericano y Caribeño de


organizaciones profesionales de Trabajo Social/Servicio Social COLACATS
presidente Colegio de Asistentes Sociales de Chile A.G.

Malvina Ponce de León Nuñez, secretaria Comité Latinoamericano y


Caribeño de organizaciones profesionales de Trabajo Social / Servicio Social
COLACATS secretaria nacional Colegio de Asistentes Sociales de Chile A.G.,
presidente Comité Organizador Primer Encuentro Latinoamericano y del
Caribe: 'Escenarios del Debate Contemporáneo del Trabajo Social y sus
Proyecciones Regionales: Tendencias y Desafíos.

Laura Acotto, presidenta región Latinoamérica y Caribe Federación


Internacional de Trabajo Social, representante de FAAPSS - Argentina.

Rodolfo Martínez (Uruguay) miembro vocal región Latinoamérica y Caribe


Federación Internacional de Trabajo Social, presidente ADASU - Uruguay)

Comision científica

Ornar Ruz Aguilera Colegio De Asitentes Sociales De Chile A.G


Teresa López Vázquez Colegio De Asitentes Sociales De Chile A.G
Malvina Ponce de León N Colegio De Asitentes Sociales De Chile
Violeta Flores Flores Universidad Valparaiso
Daniela Sánchez Stumer Universidad Cardenal Silva Henríquez.
Sonia Zapata Donoso. Universidad Arturo Prat

Comision finanzas

Verónica Valenzuela M. Colegio De Asitentes Sociales De Chile A.G


Paola López López Colegio De Asitentes Sociales De Chile A.G

Comision logística

Alicia Yañez Merino Colegio De Asitentes Sociales De Chile A.G

Secretaría ejecutiva y gestión administrativa

Jeanette Ruiz Oliva

 
Convocatoria
El Colegio de Asistentes/Trabajadores Sociales de Chile A,G., y el Comité
Latinoamericano y Caribeño de Organizaciones Profesionales de Trabajo
Social/Servicio Social COLACATS, con el auspicio del Consejo Económico
para América Latina (CEPAL) de las Naciones Unidas, invitan a todos los
trabajadores sociales latinoamericanos al Primer Seminario Latinoamericano y
del Caribe: "Escenarios del Debate Contemporáneo del Trabajo Social y sus
Proyecciones Regionales: Tendencias y Desafíos, a realizarse en Santiago de
Chile, entre el 24 al 26 de abril de 2014.

Propósitos.

Generar las bases de una agenda de Trabajo Social de América Latina y el


Caribe que recoja la revisión y análisis críticos de los escenarios del debate
contemporáneo del Trabajo Social y sus proyecciones regionales, tanto en la
formación como ejercicio y práctica profesional; e identificando sus tendencias
y desafíos en el corto, mediano y largo plazo.

Fundamentación.

En junio de 2010 en Hong Kong, más de tres mil profesionales de trabajo


social, educadores y cooperantes al desarrollo se reunieron, discutieron y
generaron las bases para un gran movimiento mundial de Trabajo Social, con
el desafío de levantar una Agenda Global de Trabajo Social y Desarrollo Social,
considerada como el camino hacia una agenda de compromisos que debería
contemplar la movilización de trabajadores sociales, educadores de trabajo
social, actores políticos y cooperantes al desarrollo para un cambio social':

Este movimiento global debería hacer frente a los retos más importantes de
nuestras sociedades, por ello, los delegados convinieron que las tres
organizaciones más importantes deberían tener un rol protagónico y
pronunciarse con claridad acerca de nuestras experiencias en las cuestiones
relacionadas con la sociedad en general. Insistieron en la necesidad de centrar
su atención en las cuestiones sociales centrales y relevantes que estén
relacionadas directa e indirectamente con la profesión, considerando además,
el acuerdo de una serie de aspectos de relevancia global para futuras
deliberaciones y desarrollos. Enfatizaron que, la Agenda Global, debería servir
como fundamento para la enseñanza, la investigación y la acción profesional:
para aclarar las direcciones futuras de la profesión; para dar apoyo a los actos
de defensa y promoción, así como a otras campañas que permitan hacer
realidad nuestros valores más preciados. Para conseguir el compromiso tanto
de todos aquellos que forman parte de la profesión como de aquellos que sin
ser parte, participan y aportan.

Tomando como base la decisión alcanzada en la conferencia de Hong Kong, el


liderazgo de las tres organizaciones internacionales (la Federación
Internacional de Trabajadores Sociales (FITS), la Asociación Internacional de
Escuelas de Trabajo Social (AIETS) y el Consejo Internacional del Bienestar
Social (CIBS), las que representan a escala mundial el más amplio espectro de

 
las prácticas de Trabajo Social, de la formación en Trabajo Social y de las
labores de desarrollo social. Se aspira a que todos sus miembros participen en
el desarrollo de esta Agenda Global conjunta.

Así, en esta misma agenda se plantea a modo de reflexión que, los mandatos
básicos de la profesión incluyen facilitar el cambio social, el desarrollo social, la
cohesión social y el fortalecimiento y la liberación de las personas, a través del
reconocimiento de los factores históricos, socioeconómicos, culturales,
espaciales, políticos y personales que interconectados sirven como
oportunidades y / o barreras para el bienestar humano y el desarrollo.

Por otro lado, dichos mandatos se fundan en los principios que guían el
quehacer profesional, entre los cuales se cuentan el respeto al valor y dignidad
de la persona humana; no hacer daño,; respetar la diversidad; actuar en la
defensa de los derechos humanos y la justicia social. "La promoción y defensa
de los derechos humanos y la justicia social es la motivación y la justificación
para el Trabajo Social. La profesión de Trabajo Social reconoce que los
derechos humanos tienen que coexistir con la responsabilidad colectiva. La
idea de la responsabilidad colectiva pone de manifiesto la realidad de que los
derechos humanos individuales sólo se pueden realizar en el día a día si las
personas asumen la responsabilidad por los demás y la importancia de crear
relaciones de reciprocidad dentro de las comunidades. Por lo tanto, un aspecto
importante del trabajo social es abogar por los derechos de las personas en
todos los niveles, con el propósito de asegurar que ellas asuman la
responsabilidad de su bienestar y comprendan y respeten la interdependencia
entre persona y medio ambiente.

En conformidad a lo señalado, la mencionada Agenda Global suscrita por los 3


organismos más importantes del Trabajo Social Mundial, constituye los pilares
básicos de esta propuesta a través de los cuales se nutre y justifica este
Encuentro que pretende a través de la construcción participativa de una
agenda programática por los trabajadores sociales de esta región, contribuir a
ella desde la peculiaridad de nuestros países de la región de América Latina y
el Caribe, asumiendo los principios, fundamentos y contenidos globales y
considerando los actuales escenarios políticos, económicos, sociales e
interculturales que vive y enfrenta, los debates que nos unen, tensionan,
articulan y caracterizan, se hace necesario considerarlos o incluidos como
elementos relevantes de la formación de los trabajadores sociales.

Al respecto entonces, nos surgen numerosas interrogantes, que guían nuestra


reflexión y que pretendemos revisar, debatir, concluir y aportar entre los cuales,
cabe mencionar:

¿Es posible identificar en los actuales escenarios los principios y valores por lo
cual aboga el Trabajo Social, que se constituyan en efectivos derechos sociales
para la población latinoamericana en general?, ¿Cuáles son los escenarios
políticos, sociales, culturales y económicos que enfrenta el Trabajo Social
latinoamericano y del Caribe?

 
¿Qué escenarios específicos tenemos hoy para hacer frente e intervenir en
diferentes contextos sociales y culturales, que permitan la promoción y defensa
de los derechos humanos y la apreciada justicia social? ¿Qué herramientas
políticas, formativas y metodológicas tenemos que nos exigen estos
escenarios?

¿Cuáles son los debates globales y específicos del trabajo social al respecto?

¿Qué cuestiones sociales nos interpelan y cuáles son nuestras propuestas


especificas y globales, corporativas y colegiadas? ¿Siguen siendo la
educación, la vivienda y salud, las necesidades y problemáticas asociadas, las
de mayor demanda de la población y de respuesta profesional. ¿Cuáles son las
categorías emergentes más relevantes en nuestro ejercicio y formación
profesional?

 
OBJETIVOS.

Objetivo General I

Propiciar el debate activo y refiexivo de los principales escenarios de los


debates de Trabajo Social en el ámbito de la formación e intervención
profesional a nivel de Latinoamérica y el Caribe.

Objetivo Especifico 1.1: Identificar los escenarios y debates del trabajo social
latinoamericano y del caribe en cuanto a la formación profesional.

Objetivo Especifico 1.2: Identificar los escenarios y debates del trabajo social
latinoamericano y del caribe en cuanto al ejercicio y práctica profesional.

Objetivo Especifico 1.3: Revisar e Identificar nudos críticos de los escenarios,


áreas y debates del trabajo social latinoamericano y del caribe en cuanto a la
formación y ejercicio profesional.

Objetivo General II

Generar una agenda política y programática latinoamericana del trabajo social


en relación a los principales escenarios y debates en la formación y práctica
profesional.

Objetivo específico 2.1: Levantar propuestas políticas y programáticas de los


trabajadores sociales participantes en relación a ejes y escenarios prioritarios
en relación a la formación profesional.

Objetivo específico 2.3: propiciar el consenso sobre criterios y aspectos


básicos a considerar en una agenda política y programática en relación al
ejercicio profesional y en relación a la formación e intervención profesional
según áreas y programas.

Los temas propuestos a tratar en este Encuentro, son los siguientes:

• El mundo global zado y la formación de los Trabajadores Sociales en el marco


de la cuestión social. Encuentros y desencuentros.

• Discusión política del Trabajo Social y su aporte al proyecto de Sociedad:


direccionalidad, sentido de Proyectos ético-político del Trabajo Social.

• Aportes desde el perfil, la formación y la práctica profesional a la construcción


de la democracia, Estado y ciudadanía.

• La Política latinoamericana y del Caribe como respuesta de la cuestión social y


su relación con los aportes de la intervención profesional situada.

• La Institucionalidad de COLACATS: Tendencias y desafíos. "Desde la acción


transformadora a la dignificación profesional"

 
PROGRAMA OFICIAL

Jueves 24 de abril de 2014

9.00 hrs. REUNION COLACATS

Lugar sede: COLEGIO DE ASISTENTES SOClALE S DE CHILE A.G.


Dieciocho 45 oficina 401, Santiago.

Bienvenida

Comienzo reunión con integrantes de COLACATS:

• Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social


FAAPSS
• Conselho Federal de Serviço Social- CFESS
• Asociación de Asistentes Sociales de Uruguay - ADASU
• Colegio de Asistentes Sociales y Trabajadores Sociales de Chile - CATSC
• Colegio de Profesionales de Trabajo Social de Puerto Rico - CPTSPR
• Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica - CTS
• Colegio de Trabajadores Sociales de Perú - CTSP
• Federación Colombiana de Trabajadores Sociales - FECTS
• Asociación Dominicana de Profesionales de Trabajo Socíal-ADOPTRASOC
• Asociación Nicaragüense de Trabajadores Sociales Mildred Abauza- ANTS
• Asociación de Trabajadores Sociales Mexicanos A.C - ASMACT
• Sociedad Cubana de Trabajadores Sociales de la Salud - SOCUTRAS

Coordinación:

Sr. Omar Ruz Aguilera, Presidente Nacional Colegio Asistentes Sociales de


Chile A..G., y Coordinador Comité Latinoamericano y Caribeño de
Organizaciones Profesionales de Trabajo Social/Servicio Social COLACATS.

Objetivos:

1) Consolidar el Comité a través de la elección de Coordinación y la aprobación


del Plan de trabajo para el período siguiente. 2) Fortalecer los compromisos de
trabajo con las organizaciones de Trabajo Social: F1TS y ALAIETS. 3)
Propuesta de COLACATS para Agenda Global 20l4, para ser presentada en
Reunión Internacional de FITS en Melbourne, en Julio 2014.

 
Programa:

1. Acreditación

2. Bienvenida

3. Lectura y aprobación Acta Fundacional, Sra. Malvína Ponce de León.

4. Elección de Secretaria para Reunión Constitución.

5. Lectura de Estatutos

6. Informe de las Organizaciones Profesionales Integrantes de COLACATS

7. Informe FITS y Agenda Global por Laura Acotto y Rodolfo Martínez

.
8. Posición de COLACATS ante FITS.

9. Presentación de candidaturas de Organizaciones Integrantes para coordinación


y Secretaria COLACATS

10. Elección de Coordinador /a y secretario/a

13.00 A 14.00 HRS. ALMUERZO.

2ª Parte reunión y finalización.


Firma Declaración de Santiago

 
DECLARACIÓN DE SANTIAGO

Reunidos en Santiago de Chile, los días 24, 25 Y 26 de abril de 2014, las


organizaciones gremiales que conforman la Comité Latinoamericano y
Caribeño de Organizaciones Profesionales de Trabajo Social/Servicio Social
(COLACATS), iniciamos el proceso de trabajo y convocatoria a las
organizaciones del continente bajo las siguientes consideraciones:

Conscientes de que el modelo neoliberal acelera los procesos de


empobrecimiento, pauperización y mercantilización de las relaciones sociales,
nuestra acción profesional debe constituirse en una estrategia para garantizar
los derechos en todos los sentidos.

Como gremios de Trabajadores Sociales, debemos hacer escuchar nuestros


análisis críticos y propuestas a favor de los sujetos sociales en mayor situación
de vulnerabilidad, quienes a pesar de todo se movilizan por la defensa de los
derechos y libertades individuales y sociales.

Las luchas de indígenas y campesinos, de jóvenes y mujeres; las distintas


agendas ciudadanas; los procesos unitarios de diálogo desde lo local, lo
sectorial y regional. Ellos representan desafíos que nos interpelan.

Las y los trabajadores sociales no debemos ser ajenos al debate social,


económico y político; a la defensa de nuestros recursos y nuestro patrimonio
ambiental, histórico y cultural, y mucho menos a la necesidad de construir la
posibilidad de la justicia social sustantiva. Hoy tenemos la oportunidad de
incidir, junto con otros actores, en la construcción de una nueva sociabilidad.
Nos corresponde trabajar en el fortalecimiento de la ciudadanía y los sujetos
sociales de nuestra intervención profesional, para impulsar su participación en
la vida pública y cotidiana, con una perspectiva de integralidad y en diálogo
franco con otras disciplinas.

Ello implica no ceder nuestro objeto de intervención y materia de trabajo a otros


profesionales, sino articular trabajo y formación académica profesional de
trabajadores sociales. Hacemos énfasis en la importancia de integrar a la

 
formación gremial y académica el posicionamiento Ético-político de Trabajo
Social, que impulse nuestra intervención profesional.

Nos comprometemos a convocar a las Y los trabajadores sociales a través de


las organizaciones gremiales, colegios y asociaciones de las distintas
procedencias, generaciones y trayectorias a compartir sus experiencias y
saberes para la construcción de espacios gremiales dialogantes, críticos y
propositivos.

Estamos llamados a constituirnos en actor social colectivo y renovado, que


tenga un posicionamiento claro, una agenda de interés público y mecanismos
de comunicación y articulación de iniciativas locales y regionales.

Es la apuesta por intentar demostrar y demostrarnos que "otro mundo social es


posible" y que su construcción lleva el aporte del Trabajo Social
Latinoamericano y del Caribe.

Por estas razones, convocamos a la articulación gremial y el intercambio


profesional como dos ejes que favorecen la integración de los ámbitos
locales, regionales e internacionales que den cabida a un frente común.

Reafirmamos el compromiso con la valoración del ejercicio profesional de las y


los trabajadores sociales y la defensa de sus condiciones' laborales.

 
18.00 A 19.00 HRS. ACREDITACION, INSCRIPCION.

19.00 HRS.INAUGURACION

1° SEMINARIO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE "ESCENARIOS DEL


DEBATE CONTEMPORANEO DEL TRABAJO SOCIAL Y SUS
PROYECCIONES REGIONALES: TENDENCIAS Y DESAFIOS':

Bienvenida

Sr. OMAR RUZ AGUILERA, Presidente Colegio de Asistentes Sociales de


Chile A.G.

SRA. LAURA ACOTTO, Presidenta Región Latinoamérica y Caribe Federación


Internacional de Trabajo Social.

Palabras de saludo a los participantes del Seminario del Sr. JORGE BAEZA
CORREA, Rector Universidad Cardenal Silva Henríquez.

Conferencia: Orador Principal.

SR. LUIS RIFFO PÉREZ, Investigador, Área de Desarrollo Regional y Local,


ILPES-CEPAL Título de la exposición: "Globalización, desigualdades y
migraciones. Tendencias y desafíos'. Investigador de CEPAL para las Naciones
Unidas.

Discurso de Bienvenida de Omar Ruz, presidente Colegio de Asistentes


Sociales de Chile

Con enorme satisfacción, el Colegio de Asistentes Sociales de Chile y el


Comité Latinoamericano y Caribeño de Organizaciones Profesionales de
Trabajo Social y Servicio Social (COLACATS), inauguramos hoy el Primer
Seminario Latinoamericano y Caribeño de esta naciente organización, fundada
en Montevideo el 29 de mayo de 1013, con la participación de representantes
de once países de la región a los que brindamos nuestro cordial y fraternal
saludo.

Este Seminario no habría sido posible sin el apoyo solidario de las instituciones
y empresas que nos han brindado su auspicio y patrocinio, a quienes
expresamos nuestro sincero agradecimiento por su confianza y reconocimiento
a la labor que realizan los Trabajadores Sociales de la región.

De manera especial, deseamos expresar en la persona de su Rector, Sr. Jorge


Baeza Correa, nuestra gratitud a la Universidad Católica Silva Henríquez,
institución con la compartimos los anhelos de justicia social, compromiso con
los derechos humanos y elevación de la calidad de la formación de los
Trabajadores Sociales, lo que nos ha permitido mantener una fructífera relación
que hoy nos posibilita realizar nuestros trabajos y reflexiones en su sede
central.

 
Estimadas y estimados colegas:

El tema central del Seminario “Escenarios del Debate Contemporáneo del


Trabajo Social y sus proyecciones regionales: Tendencias y Desafíos”, invita a
los trabajadores sociales del continente a reflexionar sobre los obstáculos que
limitan el ejercicio profesional en el marco de un mundo globalizado,
economías abiertas y sociedades marcadas por la desigualdad y la exclusión
social.

El Congreso pretende debatir con una mirada gremial crítica y desde la


diversidad de realidades nacionales y de enfoques profesionales, las
formulaciones que intentan dar cuenta del actual estado del Trabajo Social y
visibilizar las acciones profesionales más eficaces para enfrentar la actual
coyuntura.

Nuestra región vive un momento en que las promesas no cumplidas del modelo
de la economía de mercado, basada en la exacerbación del consumo y la
mercantilización de todas la esferas de la sociedad, han provocado la irrupción
de movimientos sociales que exigen un nuevo pacto social que nos permita
vivir en una sociedad donde los derechos ciudadanos a la educación, la salud,
la vivienda, la educación, un medio ambiente no contaminado, por mencionar
sólo algunos, sean una realidad efectiva y no meras mercancías distribuidas de
manera desigual, en concordancia con el poder adquisitivo de las personas.

En nuestros países los movimientos sociales están impulsando una nueva


agenda social con la convicción de que otro mundo es posible, pasando de la
denuncia de la desigualdad, la exclusión y la pobreza al anuncio y la propuesta
de nuevas formas de articulación del rol del Estado, de formulación de las
políticas públicas y de distribución de la riqueza, lo que –ante la perplejidad de
la clase política- dibuja un escenario de reformas ineludibles en todos los
campos de la sociedad, las que surgirán más temprano que tarde por el
impulso y la presión sostenida de esos mismos movimientos, los que se han
convertido en un sujeto colectivo que reclama su lugar y exige ser parte de
esas transformaciones sociales.

El Trabajo Social no puede estar ausente de esta nueva coyuntura regional que
se expresa en todos los países y por ello, al igual que en la década de los
sesenta, debe concretar su compromiso ético y político con los sectores
populares en una reflexión colectiva tendiente a la creación de una plataforma
de lucha nacional y continental que ponga en el centro de la acción la defensa
y ampliación de los derechos de nuestros usuarios, junto a las demandas
reivindicativas del gremio.

Sabemos que las estructuras dominantes y su consiguiente carga valórica de


individualismo y desconfianza hacia las organizaciones gremiales y sindicales,
junto a las prácticas de los gobiernos y empresarios para deslegitimar y frenar
su surgimiento y accionar, también han permeado a nuestras organizaciones
profesionales, pero también sabemos, que a pesar de todo ellas siguen siendo

 
un referente y una instancia de articulación de las luchas sociales y gremiales
de los Trabajadores Sociales.

No deseamos un ejercicio de nostalgia, pero es inevitable recordar la re


conceptualización del Trabajo Social, que constituyó un movimiento
profesional que corresponde a un momento histórico especial de América
Latina y del Caribe. Una etapa en la que, al igual que hoy, la democracia y la
aspiración de cambio se instalan en la región como un reflejo de corrientes
renovadoras del orden social, lo que permite la irrupción de movimientos
estudiantiles, obreros, campesinos y de sectores populares, lo que configura
una percepción generalizada que todo tiene que cambiar.

Al calor de ese movimiento se consolida una conciencia y una práctica


profesional de pertenencia regional, que más allá de las características y
enfoques propios prevalecientes en cada país debido a sus condiciones
particulares, fue capaz de articular un proceso de integración continental en los
sucesivos encuentros que, bajo el nombre de Seminario Regional
Latinoamericano de Servicio Social se efectúan desde el año 1968 en
diferentes países. Por ello, a éste encuentro lo denominamos Seminario y
eludimos el nombre de Congreso que se les atribuye en forma habitual.

No pretendemos ni posible revivir ese movimiento, pero sí es posible


apropiarnos de la apertura epistemológica, la conceptualización teórica y la
innovación metodológica con que abordó los problemas de su tiempo y hacer
un esfuerzo por crear una nueva actitud profesional, con la misma mirada
abierta para realizar lecturas de la realidad que permitan la elaboración de
estrategias y modelos de intervención con sólidos sustentos teóricos y
significativas pruebas empíricas, buscando recuperar su capacidad para
imaginar métodos y modelos técnicos.

Entendemos que en clave del tiempo presente, COLACATS, se orienta en esa


misma perspectiva, como queda de manifiesto en su acta fundacional de mayo
del 2013, en la que en forma textual se afirma:

Que en este momento histórico que viven nuestros países, como Trabajadores
Sociales y Asistentes Sociales estamos convocados a trabajar por la
construcción de formas de vida y organización social más justas e igualitarias,
luchando por la democratización de las relaciones sociales y de poder, la
distribución más justa de la riqueza, el ejercicio efectivo de la ciudadanía, el
respeto irrestricto de los derechos humanos, el reconocimiento de la diversidad
étnica, cultural, sexual y religiosa, contribuyendo de esta manera a los
procesos emancipatorios de nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños.

Para ello, la misma declaración sostiene:

Que las organizaciones profesionales de Servicio Social/Trabajo Social


tenemos la oportunidad histórica de ser protagonistas de estos procesos de
cambio , aportando nuestra particular mirada como profesión, nuestro bagaje
de competencias teórico-metodológicas y nuestro compromiso con los sectores
más vulnerables y desprotegidos de nuestros países.

 
Invitamos a los trabajadores sociales a incorporarse a esta reflexión colectiva
tendiente a la creación de una plataforma de lucha nacional y continental que
nos invita a unirnos a un proyecto profesional que nos haga parte de los
movimientos sociales que pugnan por un mundo mejor.

Palabras de saludo a los participantes del Encuentro Latinoamericano


Escenarios del debate contemporáneo del Trabajo Social y sus
proyecciones regionales: Tendencias y desafíos. Jorge Baeza Correa,
Rector Universidad Católica Silva Henríquez

Mis primeras palabras son para agradecer el que pensaran en esta institución
para realizar este encuentro tan importante. Si bien acontecen a diario muchas
actividades dentro de esta Universidad, siempre es un honor y una alegría que
nuestra Casa de Estudios pueda ser espacio para el encuentro del mundo
académico; más aún, si en dicha actividad están presentes personas de
distintos puntos de América Latina.

Los salesianos dicen, y nosotros somos una universidad salesiana, que sus
instituciones deben ser “casas que acogen, centros formativos que educan
para la vida, parroquias que evangelizan y patio para encontrarse con los
amigos”. Si dos de estas cuatro, o tres y, más feliz aún, si las cuatro se
cumplen, más contentos estamos de acogerlos.

Quienes me invitaron a decir unas palabras no sólo cometieron un error al no


decirme cuánto tiempo tenía, sino el error más grande es haber invitado a un
sociólogo, que difícilmente se va limitar a entregar un saludo protocolar a
colegas trabajadores sociales que estima y valora y que se reúnen, además, a
debatir sobre tendencias y desafíos contemporáneos.

Permítanme compartir algunas ideas al respecto:

Existe una gran coincidencia entre los autores que analizan la realidad actual,
de que vivimos en una sociedad de una gran incertidumbre. Una Sociedad
Líquida, dice Zygmunt Bauman; una Sociedad del Riesgo, señala Ulrich Beck;
en una Era del Vacío, afirma Gilles Lipovestky o en un mundo de Corrosión del
Carácter, agrega Richard Sennett.

Hoy a los hombres y mujeres no les toca vivir en una sociedad donde se
avanza de acuerdo con patrones graduales y preestablecidos (en gran medida
lineales y determinados desde afuera del individuo), sino que se ven
enfrentados a diversos caminos, lo que les genera una permanente tensión.
Además, no se está en una sociedad de logros permanentes: ya que los
estudios no son para toda la vida; el trabajo es inestable y difícilmente único y
la ciudad que se habita ya no se proyecta hasta la muerte. Pero más aún, se ha
vivido una transformación en los referentes vitales y en el horizonte cultural que

 
abre a lo desconocido. Las culturas han dejado de ser cuerpos compactos y
homogéneos. Prima lo que se ha denominado “culturas híbridas”, donde
conviven manifestaciones diversas -y a veces contrapuestas- en un mismo
espacio. Por otro lado, un signo de la época es la paradoja de un avance
inconmensurable en redes de comunicación, pero, a su vez, de grandes
ciudades pobladas de seres anónimos.

Para muchos esta realidad social resulta demasiado compleja e imposible de


controlar y se viene sobre sí en forma angustiante, con lo cual se sienten
insignificantes, sin injerencia alguna en los acontecimientos. Esta es la razón
por la cual muchos estudiosos de nuestra época han sostenido que la realidad
ha traído aparejada una crisis de sentido. No esos múltiples sentidos parciales
que cada uno puede encontrar en las acciones que realiza, sino al sentido que
da unidad a todo lo que existe.

Aquí ya hay un gran tema de debate: cómo ayudar a construir sentido para
superar esta sociedad de incertidumbre y fragmentación.

La preocupación por la construcción de sentido no es algo filosófico, sino que


está presente o mejor dicho, ausente, en los más diversos campos.

En Chile la política de los consensos, al salir de la dictadura, nos llevó a discutir


sólo temas en que sabíamos que podríamos llegar a acuerdo; por el contrario,
los que sabíamos que nos pondrían en posiciones diferentes, no los
enfrentamos. Hoy Chile está viviendo la consecuencia de ello. En el campo de
la educación, discutimos sobre qué enseñar y cómo enseñar; nunca para qué
enseñar. Sabíamos que para unos se debía enseñar para profundizar en los
Derechos Humanos, para otros instruir para competir en los mercados
internacionales. No discutimos sobre el sentido de la educación, no discutimos
con ello sobre el modelo social que queríamos como sociedad y la tarea de la
educación dentro de ese modelo.

Pero no sólo vivimos una sociedad de incertidumbre y fragmentación, pareciera


que estamos viviendo, como indica más de un autor, el tránsito de un modelo
cultural a otro, desde uno basado en la razón social a otro fundado en la
autorrealización autónoma. Desde aquel donde lo legítimo es lo útil a la
colectividad, a otro donde lo genuino es aquello que el individuo juzga bueno
para su desarrollo personal. Donde lo principal ya no es lo mejor para todos,
sino lo mejor para mí. Con lo cual la vida se transforma en una crónica del yo,
donde todo logro es sólo esfuerzo personal.

La ética de primacía de la realización personal y del triunfo individual es el


resultado de una sociedad altamente diferenciada, que facilita e invita a vivir
una vida propia. Una sociedad, donde es necesaria una gestión cada vez más
activa de sí mismo para conducir la propia vida. Una sociedad, por lo demás,
donde la relación con los pares y en especial con los pares desconocidos, es
una relación de desconfianza. Lo que se acrecienta con la interconexión entre
las sociedades y los procesos migratorios que caracterizan a las sociedades
interculturales actuales, donde la movilidad voluntaria y la forzada, la
experimentan a diario miles de personas.

 
La búsqueda de la propia realización olvidando a los demás, cuando es llevada
a un extremo, genera una desconfianza extrema. Aparece con ello un nuevo
estado del individualismo: el narcisismo. El surgimiento de un perfil inédito del
individuo en sus relaciones con él mismo y su cuerpo, con los demás, el mundo
y el tiempo. “Si la modernidad se identifica con el espíritu de empresa, con la
esperanza futurista --señalo Lipovetsky, G. (1983) en “La era del vacío”- está
claro que por su indiferencia histórica el narcisismo inaugura la
posmodernidad…”.

En este marco de exagerado egoísmo individualista, que acrecienta la


desigualdad, para autores latinoamericanos como Jesús Martín-Barbero,
hemos dejado de vivir en el modelo de integración social y estamos en un
modelo de sociedad dual -de integrados y excluidos- en la que el mercado
pone las lógicas y mueve las claves de la conexión/desconexión,
inclusión/exclusión, social.

Los datos más recientes de América Latina sobre la materia siguen siendo
preocupantes. En el Informe Panorama Social de América Latina 2013 de la
CEPAL, se indica que el 28,2% de la población de América Latina es pobre,
mientras que la indigencia llega un 11,3%. Esto significa que 164 millones de
personas son pobres, de las cuales 66 millones viven en una pobreza extrema.
Pero el dato resulta aún más grave, cuando se aprecia en América Latina que
el quintil más pobre, es decir el 20% de los hogares de menos ingreso, toman
en promedio un 5% de los ingresos totales; mientras que el quintil más rico,
logran para sí un 47% en promedio.

La desigualdad está en la base de cientos protestas que claman por el respeto


a la dignidad, la justicia social y por el bien común. Ello es lo que está en el
discurso de indignación de los miles de jóvenes que protestan a gritos y, en
ocasiones, con violencia en las plazas y calles de todo el mundo; pero también
está en las voces silenciosas e invisibles de los enfermos que no encuentran
salud y en las quejas de los ancianos con pensiones de miseria, porque los
Estados han traspasado esta responsabilidad a los privados y no tienen como
pagarla. Es ello, por lo demás, lo que se conversa a diario entre los obreros,
que sólo encuentran trabajos con sueldos de pobreza; mientras ven que otros
ganan en un día, lo que ellos no lograrán reunir en toda su vida laboral.

Hoy nos toca vivir en una sociedad que nos pide que construyamos sentido,
como camino para superar la sociedad de incertidumbre y fragmentación en
que vivimos. En una sociedad que nos desafía a trabajar en la construcción de
fraternidad, como camino para la superación del individualismo y la
desigualdad.

Estas son a mi juicio, modestamente, las tendencias y desafíos que nos


presentan la sociedad en que vivimos.

Permítanme concluir hablando del hombre del cual llevamos su nombre como
Universidad: El Cardenal Raúl Silva Henriquez.

 
Para cualquier chileno, el Cardenal Silva es sinónimo de respeto y de trabajo
por los Derechos Humanos. Todos sabemos que sus obras y acciones son
múltiples, pero todas ellas tenían un centro la dignidad de la persona:

• Cuando el pueblo tuvo hambre, él creó organizaciones para entregar alimentos


a los necesitados.
• Cuando las familias sufrían por la ausencia de viviendas, él generó
cooperativas y construyó poblaciones para los más pobres.
• Cuando los más pobres entre los pobres, los campesinos chilenos, vivían y
sufrían el inquilinaje, él entregó las tierras de la Iglesia a la reforma agraria.
• Cuando Chile vivió los momentos más negros de su historia, cuando miles de
personas fueron detenidas, torturadas, hechas desaparecer; él fundó la Vicaría
de la Solidaridad.

Cuando las universidades fueron ocupadas por lo militares, creó está institución
como un espacio de libertad, para que aquí trabajaran los académicos que por
discrepar de la dictadura resultaban expulsados de sus cátedras universitarias.
Aquí llegaron, también, cientos de jóvenes para terminar sus estudios, ya que
estaban siendo perseguidos por pensar diferente al régimen. Aquí también
encontraron, y siguen encontrando, un espacio miles de jóvenes que son
excluidos de universidades que confunden los talentos para la vida universitaria
con un puntaje de una prueba, que no mide otra cosa, que el capital cultural
asociado al nivel socioeconómico de origen. Aquí otros muchos han encontrado
una educación que busca fomentar en cada joven su máximo potencial y no
obtener la máxima ganancia económica, transformando la educación en un
negocio.
Al Cardenal Silva, como hombre de su época, le correspondió actuar en lo que
algunos han llamado los derechos humanos de primera generación, los
derechos civiles y políticos centrados en el principio de la libertad. Pero hoy, en
una sociedad más compleja y globalizada (con las tendencias y desafíos antes
identificados), seguramente el Cardenal Silva estaría abogando también por los
derechos sociales, culturales y económicos, basados ya no sólo en la libertad
sino también en la igualdad. Más aún, estaría también preocupado por los
derechos de tercera e incluso de cuarta generación. Hoy los derechos
humanos han unido a los principios de libertad e igualdad el principio de la
solidaridad; desde este último principio, nacen las exigencias a la fraternidad y
la responsabilidad con las próximas generaciones.

No nos ha tocado un tiempo fácil para vivir, pero todo tiempo posee su
complejidad y está en nosotros convertir las amenazas en oportunidades, en
identificar las tendencias y los desafíos, y en agruparnos para su mejor
identificación; pero, por sobre todo, para enfrentarlas como un sólo colectivo,
que es capaz de animarse unos a otros para afrontar estas tendencias y
desafíos con un realismo esperanzado.

Una vez más les doy la bienvenida a Chile y a nuestra Casa de Estudios.
Espero que tengan una excelente estadía junto a nosotros y un fructífero
trabajo durante estos días.

Muchas gracias.

 
Conferencia de Sr. LUIS RIFFO PÉREZ, Investigador, Área de Desarrollo
Regional y Local, ILPES-CEPAL Título de la exposición: "Globalización,
desigualdades y migraciones. Tendencias y desafíos'. Investigador de
CEPAL para las Naciones Unidas.

Compartimos la presentación exhibida durante la conferencia.

 
 

 
 

 
 
 

 
 

 
 

 
 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
Vino de Honor

Viernes 25 de abril de 2014.

Lugar: Salón" Don Bosco", Universidad Católica Cardenal Silva Henríquez,


Carmen 350. Santiago.

8.30 HRS. ACREDiTACION PARTICIPANTES:


Inscripciones., credenciales, documentación.

9.30 HRS. PRESENTACION DEL 1° Encuentro latinoamericano Escenarios


del Debate contemporáneo del Trabajo Social y sus proyecciones
regionales: Tendencias y Desafíos.

Sra. Malvina Ponce de León Núñez, Secretaria Nacional, Colegio de Asistentes


Sociales de Chile A.G., y Secretaria Coordinadora, Comité Latinoamericano y
Caribeño de Organizaciones Profesionales de Trabajo Social/Servicio Social,
COLACATS.

10.00 HRS. 1º PANEL

• El mundo globalizado, la formación de los Trabajadores Sociales en el


marco de la cuestión social. Encuentros y desencuentros.
• Formación universitaria y no universitaria de trabajo social, pública y/o
privada del Trabajo Social, Laica y de Fundaciones religiosas.
• Perfil profesional del trabajador social, demandas y desafíos del mundo
moderno
• Currículos formativos de trabajo social, temáticas, extensión y características
comparativas etc

Moderador de Panel: Rodolfo Martínez (uruguay) Miembro vocal Región


Latinoaméricana y Caribe, Presidente ADASAU –Uruguay)

Panelistas:

1. Enilda Lemos (Brasil)


2. Silvana Martínez (Argentina)
3. Patricia Castañeda . (Chile)
4. Teresa Matus (Chile)

11.15 HRS. COFFE BREAK.

11.45 HRS. 2º PANEL

Discusión Política del Trabajo Social y su aporte al proyecto de Sociedad.


Moderador de Panel: Esterla Barreto (Puerto Rico)

 
Panelistas:

1. Paula Fonseca Do Nascimiento (Brasil)


2. Mirla Cisnes (Uruguay)
3. Marcelo Torres (Chile)
4. María Gregoria Carvajal (México)

13.30 A 14.30 HRS. DESCANSO.

15.00 HRS. TRABAJO EN MESAS DE DEBATE

Mesas por Eje Temático y Distribución en Salones Universidad.


Inscripción en acreditación .Cupos limitados por Mesa.

MESA 1 . El mundo globalizado, la formación de los Trabajadores Sociales en


el marco de la cuestión social. Encuentros y desencuentros .

Coordinador: Rosemarie Richardson

Nombre Ponencia Nombre/s País


Práctica profesional en la formación de Jorge Ariel Jofré Alfaro Chile
los y las trabajadoras sociales: desafíos
y experiencia en los escenarios de
complejidad social”
Formação Profissional do assistente Maria Luisa da Costa Brasil
social e a comunidade negra: uma Fogari
revisão bibliográfica
Globalização, formação Professional e Maria da Graças rodrigues Brasil
questão social: Implicações para o mendes; Ana Karina da Silva
serviço social brasileiro. 2. A extensão Alves; Erica María Santiago;
universitaria como potencial para a Flávia Rebecca Fernández
formação do assistente social. Rocha; Irineia Raquel Vieira;
Sara Rebeca da Mota Sales
Política social e serviço social: os Hiago Trinidade de Lira Silva Brasil
rumos do debate, tendéncias e
perspectivas sob a égide do
neoliberalismo
Aporte desde el perfil profesional, desde Nelson Arellano Escudero Chile
la formación y práctica profesional en la
construcción de la democracia, Estado y
ciudadanía. 2.- Trabajo social y
sustentabiliadad,etc
Discriminación del género masculino en Javier Becerra y Oscar Colombia
el aprendizaje del trabajo social, una Javier Gutierrez
realidad naturalizada en los discursos y
aulas
A atuação do serviço social frente á Claudia Sombrìo Fronza Brasil
informalizaçao do processo de trabalho
e a superexploração do trabalho

 
MESA 2· Discusión Política del Trabajo Social y su aporte al proyecto de
Sociedad.

Coordinador: Lenin Fuentes

Nombre Ponencia Nombre/s País


Trabajo Social y prácticas profesionales Victoria del Carmen Flores Roa Chile
1.- Bienestar Laboral, industria e Nelson Arellano Escudero Chile
identidad de trabajo social
latinoamericano: el caso chileno desde
una perspectiva histórica . 2.-
Participación Social en la evaluación y
monitoreo de programas sociales
Desafíos para el Trabajo Social: análisis Magdalena Pilar Calderón Chile
de indicadores de desempeño, el caso Orellana
chileno 1006-2013
Desde el Trabajo Social, protocolo que Ignacio Antonio Meriño Montero Chile
reglamente acciones y funciones de
intervención para el acompañamiento en
el proceso de aceptación homosexual de
hombres y mujeres
El Trabajo Social en el mundo Alexis Bustos Villarroel Chile
postmoderno: tensión entre la
especialización y los límites en la
intervención
¿Por qué se hace necesaria la teoría María Fernanda Gómez Colombia
social crítica en los procesos Gómez; Yudy Judith Méndez
investigativos e interventivos del trabajo Esparza; Clara Inés Santander
social profesional del siglo XXI? Dueñas
Semánticas de la vejez en situación de Francisco Javier Jaramillo Chile
desastre socionatural, una observación Álvarez
desde las distinciones de funcionarios
públicos en la región del Libertador
Bernardo O´Higgins
Contexto Laboral de los/as profesionales Emilia Gutiérrez Encina Chile
miembros del Colegio de Asistentes (Consejo Provincial Linares,
Sociales, Provincial Linares Colegio de Asistentes Sociales)
Condiciones laborales en Trabajo Social Teresa Dornell Bachs; Sphir Uruguay
Stemphelet; Romina Mauros
Apresentar o debate sobre ejercicio Cintia Aparecida da Silva Brasil
profissional do assistente social na
área sociojuridica
Serviço Sociale desafios da atualidade Simone Albieri Bordonal Brasil
no cénario brasileiro
El desafío de los movimientos juveniles Francisco Xavier Ramírez Chile
locales Varela

 
Sábado 26 de abril de 2014.

Lugar Sede: Centro de Extensión y Servicios, Universidad Cardenal Si/va


Henríquez, Carmen 340. Santiago

9.30 HRS. 3ER. PANEL

Direccionalidad, sentido de Proyectos ético-político del Trabajo Social.

• Enfoques y dimensiones éticos y/ o políticos del trabajo social


• Proyectos y estrategias éticos políticos de trabajo social
• Aportes constructivos y desconstructivos de trabajo social al proyecto de
sociedad y los derechos sociales

Moderador de Panel: Teresa López (Chiíe) vicepresidenta Colegio de


Asistentes Sociales de Chile A.G.

Panelistas:

1. Jaqueline Quintana (México)


2. Alba Marín Rengifo (Colombia)
3. Patricía Kriegger Grosi (Brasil)
4. Andrea Comelin Fornes (Chile)
5. Cristian Ovando Santana (Chile)

11.15 hrs. COFFE BREAK.

11.45 HRS. 4TO. PANEL

La Política latinoamericana y del Caribe como respuesta de la cuestión social y


su relación con los aportes a la construcción de la democracia, estado y
ciudadanía

• La política latinoamericana respecto a la cuestión social


• Actores y sujetos de la política latinoamericana en cuanto a la cuestión social
• La intervención situada de trabajo social, características, tensiones, y logros.

Moderador de Panel: Judy Méndez Esparza (Colombia)

Panelistas:

1. Víctor Yáñez (Chile)


2. Elaine Narcizo (Brasil)
3. Laura Accoto, (Argentina)

13.30 A 14.30 hrs. DESCANSO.

15.00 hrs. TRABAJO EN MESAS DE DEBATE

 
Mesas por Eje Temático y Distribución en Salones Universidad.
Inscripción por Eje Temático, en Oficina de Inscripciones del Evento.

Cupos limitados por Mesa.

• El mundo global izado, la formación de los Trabajadores Sociales en el


• marco de la cuestión social. Encuentros y desencuentros.
• Discusión Política del Trabajo Social y su aporte al proyecto de Sociedad.
• Direccionalidad, sentido de Proyectos ético-político del Trabajo Social.
• La Política latinoamericana y del Caribe como respuesta de la cuestión social y
su relación con los aportes a la construcción de la democracia, estado y
ciudadanía.
• Políticas Públicas y Sociales.

MESA 3· Direccionalidad, sentido de Proyectos ético-político del Trabajo


Social.

Nombre Ponencia Nombre/s País


Aportes desde la formación a los Laura Victoria Carillo Rojas Colombia
comunitario ; propiedad horizontal como
escenario emergente a la construcción
de ciudadanía
1.- Trabajo Social: práctica profesional e Jorge Yaitul Strormansen Chile
investigación social aplicada, entre el
practicismo y la perspectiva histórica
crítica
Alcances preliminares del entorno laboral Violeta Flores Flores Chile
y ético de los trabajadores sociales de
Valparaíso
Situación de los Derechos Humanos en Mable Llopez Ortiz y Jessenia Puerto
Puerto Rico: un acercamiento a los Ribera Rico
derechos sociales
Trabajo Social y decolonialismo Alex Rubén Cea Cea Chile
Trabajo Social de Alteridad Bonnie Xyomara Velásquez Colombia
Rodríguez; Humberney
Ramírez Cepeda
O que foi feito é preciso contecer,para Tiagio Barbosa do Santos Brasil
melhor prosseguir: a afirmação do
projecto ético-político so serviço social,
o revigoramento das abordagens “`psi” e
as novas roupagens do conservadorismo
O trabalho sazonal da colheita decafé e Jeovana Nuñez Brasil
as condições do trabalho rural
O conjunto CFESS/CRESS e a vontade Everton Souza de Aruaujo Brasil
colectiva

 
MESA 4· La Política latinoamericana y del Caribe como respuesta de la
cuestión social y su relación con los aportes a la construcción de la
democracia, Estado,ciudadanía, políticas públicas y sociales.

Coordinador: Teresa López Vazquez

Nombre Ponencia Nombre/s País


Território e a possibilidade do trabalho Cassia María Carloto y Tatiana Brasil
social com familias nos centros de Olivera
referencia de asistencia social
Analisar pratica do Assistente Social a Estela Mary Lima Martins Brasil
partir dos parámetros para atuação na Soares; Maxciene da Penha
área saúde dos Anjos; Silmara Gomes da
Silva; Tania María de Araujo
Práctica social forense Paola Rojas: Iván Cisternas Chile
1.- Pobreza, asistencialismo y
ciudadanía: las paradojas del ingreso Rodrigo Marcelo Cortés Chile
ético familiar en Chile. 2.- Mancilla
Configuraciones ideológicas y Trabajo
Social: análisis y reflexiones sobre
relación indispensable para la formación
profesional.
Modelos de atención para adultos Mireya Patricia Arias Soto; Mexico
mayores desde Trabajo Social en el Claudia Angélica Alcaraz
estado de Colima, México. Un estudio Munguía; Susana Aurelia
de caso Preciado Jimenez; Jesús
David Amador Anguiano
Análisis de las políticas sociales en Tierra Rodolfo Cárdenas; Carmen Chile
del Fuego (Chile): Sekoulovic
aproximándonos a un enfoque de
derechos
O direito aos benefícios eventuais: Gisella Aparecida Bovolenta Brasil
algumas considerações em debate.
Género, Trabajo Social y Política Carla Escobar Gómez Chile
educativa: análisis de las percepciones
sociales y el contexto escolar
Las reformas estructurales en México y la Norma Angélica Gómez Ríos México
ciudadanía  

14.00 HRS. CIERRE DE MESAS Y EXPOSICION EN PLENARIA

Coordinación de Plenaria: Violeta Flores (Chile)

16.30 HRS. CIERRE DEL SEMINARIO

ACTO MUSICAL

 
PONENCIAS

PANELES

Panel Nº I

Tema: “El mundo globalizado y la formación de los trabajadores sociales en el


marco de la ‘cuestión social’. Encuentros y Desencuentros.”

Moderador : Rodolfo Martínez de Uruguay.

Panelistas : Enilda María Lemos Brasil


Silvana Noemí Martínez Argentina
Patricia Castañeda Chile
Teresa Matus Chile (no hay ponencia esxrita)

Fecha: 24 de abril de 2014 10:00 horas

 
TRABALHO AMBIENTAL E O ASSISTENTE SOCIAL

Enilda Maria Lemos ∗

Profa. Dra. Célia Maria David


∗∗

RESUMO

Este estudo tem por objeto o espaco sócio-ocupacional do assistente social na


questáo ambiental, tendo sido motivado pela seguinte pergunta: em que ancora
o assistente social pode se apoiar para exercer a sua prática na questáo
ambiental? Tem, ainda, a intencáo de buscar elementos que configuram a
questáo ambiental como uma demanda para o Servico Social. A investiqacáo
foi realizada a partir de uma pesquisa bibliográfica que deu suporte para
compreender a questáo ambiental como uma das expressóes da questáo
social. Discute-se o uso da natureza no projeto da burguesia vigente, que se
orienta pela "razáo instrumental", e, em decorréncia, o Estado e as lutas
ambientalistas, pois que compartimentam a questáo ambiental. Numa direcáo
contrária, as Diretrizes Curriculares do Curso de Servico Social fornecem
elementos que configuram o espaco socio-ocupacional do Servico Social na
questáo ambiental.

Palavras-Chave: Servico Social, questáo social e questáo ambiental, Meio


Ambiente. I

                                                                                                               

Doutoranda do Programa de Pós-Graduacáo em Servic;:o Social da Faculdade de Ciencias
Humanas e Sociais da Universidade Estadual Paulista "Júlio de Mesquita Filho" (Unesp-FCHS-
Franca-SP), Av. Eufrásia Monteiro Petráglia, 900Bairro: Jd. Dr. Antonio Petráglia CEP 14409-
160, Telefone: (16) 3706-8700 (16) 3706-8700 Fax: (16) 3706-8740 Franca, Sáo Paulo, Brasil,
sob orientacáo da profa. Dra. Célia Maria David. enildalemos1@gmail.com

Prof Adjunta do DECSPIFCHS-Unesp-Franca-SP, docente e orientadora do Programa de


∗∗

Pós- qraduacáo em Servtco Social da Universidade Estadual Paulista "Júlio de Mesquita Filho"
(FCHS- Unesp-Franca-SP). cmdavid48@gmail.com

 
1 INTRODUÇÃO

Os estragos que o capital vem causando à natureza nos dias atuais têm
se constituído em desafios para a sociedade. Obrigatoriamente, os desafios
ambientais têm mobilizado as áreas profissionais, entre elas a área do Serviço
Social, que neste estudo motivou a seguinte pergunta: em que âncora o
assistente social pode se apoiar para exercer a sua prática na questão
ambiental? A partir daí, definiu-se como objeto deste estudo o espaço sócio-
ocupacional do assistente social na questão ambiental, pois que seu intento é
buscar elementos que configuram a questão ambiental como uma demanda
para o Serviço Social.
Se o foco deste estudo é o trabalho do assistente social na questão
ambiental, é necessário conhecer a distinção entre o projeto de sociedade
vigente, que segue a “razão instrumental”, e o projeto original da burguesia,
que segue a “razão dialética”. Somente nesse entendimento será possível
verificar em que âncora o Serviço Social pode se apoiar na prática ambiental.
Orientado pela “razão instrumental”, o Estado fragmenta a questão social, o
que acaba refletindo também nas lutas ambientalistas.
Outro ponto a refletir é que a destruição da natureza fatalmente remete
para a ciência e para as tecnologias de ponta, as quais viabilizam as
monoculturas que ocupam extensões longínquas de terra, sendo que os
grandes empreendimentos são implantados tanto no ambiente rural como no
ambiente urbano. O que se observa vê é que tais empreendimentos pouco se
importam com as características dos recursos naturais e com as necessidades
humanas. Isso fez com que se buscasse em pesquisadores que discutem o
Serviço Social na sociedade capitalista, elementos para subsidiar o assistente
social nas demandas ambientalistas, lembrando que a urgência dessas
demandas engloba o conjunto da sociedade. Estando a raiz dos problemas
ambientais localizada no processo de produção capitalista, desta a análise
ambiental não pode desobrigar-se.
Cabe então mencionar os pesquisadores que referenciam este texto:
Marilda Villela Iamamoto; Raul de Carvalho; Carlos Nelson Coutinho; Carlos

 
Montaño; Maria Lúcia Duriguetto; Yolanda Guerra; Karel Kosic; István
Mészáros.

2 A EXPLORAÇÃO DA NATUREZA NO PROJETO DO CAPITAL

A natureza foi percebida pelos seres humanos sob diversos pontos de vista
que foram definindo o seu uso contemplativo, exploratório, entre outros. O que
domina nos dias de hoje é a exploração da natureza e a exploração humana
pelo capital cujos estragos fazem ecoar vozes abafadas que clamam por outros
tipos de convivência. Entretanto, a mídia mostra, em tempo real, catástrofes
ambientais que ocorrem nos diversos pontos do planeta sem a preocupação de
descobrir as determinações do capital. O modo de tratar a natureza e o ser
humano está vinculado ao projeto de sociedade que é hegemônico. E este não
é o projeto original da burguesia.
Para Coutinho (1972, p.7), o projeto original da burguesia, baseado na razão
moderna, nasceu entre o renascimento e Hegel, época em que, para Netto
(1994, p. 28), “[...] a burguesia expressa [...] os valores mais avançados e altos
do conjunto da sociedade” e para Coutinho (1972, p. 8), “[...] a burguesia era o
porta-voz do progresso social [...].” Pela razão moderna, diz Guerra (2011,
p.41), “[...] foi possível ao homem libertar-se das concepções religiosas
fundamentadas na razão divina, encetando uma nova maneira de conceber o
mundo.” A “razão dialética”, segundo Guerra (2011, p. 44), “[...] desaliena,
desmistifica, nega o dado na sua aparência e é capaz de engendrar ações que
ultrapassem a dimensão manipulatória e instrumental.” Para Kosic (1976, p.
96), essa razão é “[...] um processo universal e necessário, destinado a
conhecer e a plasmar a realidade [...].”
Entre “1830-1848”, diz Coutinho (1972, p. 7), a burguesia rompeu “[...] com as
conquistas do período anterior [...]” e criou o projeto de sociedade que segue a
“razão instrumental”. Guerra (2013, p. 14, on-line) a entende “[...] limitada a
operações formal-abstratas e a práticas manipuladoras e instrumentais,
fragmentadas, descontextualizadas e segmentadas [...].” Ressalta que “[...] por
isso ela é funcional à reprodução social da ordem burguesa.” Kosik (1976, p.
92) diz: “O ponto de partida da razão racionalista é o indivíduo atomizado.”
Desde então, é esse o projeto de sociedade que impera.

 
A “razão dialética” ajuda a decifrar as ações ideológicas do capital e a articular
processos de resistência – à exploração da natureza e à exploração humana –
assim como, a formar sujeitos históricos, buscando representações que
emanam da realidade. A “razão instrumental” não questiona e não explica o
fato no movimento do capital e, por conseguinte, orienta ações interventivas e
educativas remodeladoras. Ao projeto de sociedade em vigor, vinculam-se
práticas sociais e ambientais que o referenciam.
Na sequência, serão colocados alguns pontos que tratam da gestão ambental
na ordem burguesa.

3 ESTADO, MEIO AMBIENTE E TECNOLOGIAS NA ORDEM BURGUESA

Para entender a prática que a burguesia vem desenvolvendo em relação


aos homens e à natureza, serão destacados elementos que tratam do Estado
de classe e que tratam do Estado liberal, intervencionista e neoliberal.
Sobre o Estado de classe, Coutinho (1996, p. 18) diz que para Marx “[...]
o Estado tem sua gênese nas relações sociais [..]” e “[...] em nome de um
suposto interesse geral, defende os interesses comuns de uma classe
particular.” Essa é a concepção restrita do Estado. Segundo Coutinho (1996,
p. 53), Gramsci incorpora “[...] o caráter de classe e o momento repressivo de
todo poder do Estado [...]”, mas também detecta na superestrutura a esfera da
“sociedade civil” e a da “sociedade política”, as quais formam o Estado
ampliado.
Quanto ao Estado liberal, Montaño e Duriguetto (2011, p. 64-65) afirmam
que o liberalismo econômico (século XVIII e XIX) dava liberdade ao mercado e
minimizava o poder do “[...] Estado monárquico, absolutista, dono do destino de
todos os seus súditos.” No pós-guerra, segundo esses autores (2011, p. 57),
Keynes substituiu “[...] a ‘“mão invisível do mercado’” [...] e o laissez-faire [...]
pela regulação estatal do mercado, pela intervenção do Estado na economia
[grifo do autor] [...].” Os autores (2011, p. 60) concluem: “[...] Keynes quis
enfrentar a crise capitalista com a intervenção estatal na esfera do consumo,
quando o problema surge na esfera da produção.” Nos anos de 1970, Hayek
implantou o projeto neoliberal para acabar com o intervencionismo estatal.
Ainda segundo Montaño e Duriguetto (2011, p. 65), o neoliberalismo encontra

 
“[...] um Estado que, para além da sua função essencial para com o capital,
contém conquistas históricas dos trabalhadores [...].” Como se vê, o liberalismo
clássico, o intervencionismo estatal e o neoliberalismo defendem a manutenção
da sociedade burguesa.
Pode-se tirar daí que, na prática, o Estado utiliza instrumentos de gestão
ambiental para alcançar o desenvolvimento sustentável: o planejamento, a
intervenção, a participação da comunidade e a tecnologia. Acerca disso, são
criadas leis e políticas que não expressam interesse pela natureza e pelo
trabalhador, pois o que importa é a mais valia e a exploração da natureza. As
medidas ambientais com tecnologias aplicadas em empreendimentos quase
sempre vêm acompanhadas de materiais educativos ideológicos para justificar
tal empreendimento. Eles não deixam brechas para um trabalho de formação
política, pois o que predomina é a ideia de que a vida humana e a natureza
podem ficar para depois. Em função do privilégio que a técnica vem dando ao
capital, é bom lembrar que os problemas ambientais merecem ser discutidos
também pelo assistente social. Cabe agora buscar âncoras na formação
profissional que legitime o Serviço Social nas práticas ambientalistas.

4 O SERVIÇO SOCIAL E A QUESTÃO AMBIENTAL

Para discutir o Serviço Social na questão ambiental é bom recorrer às


Diretrizes Curriculares para o Curso de Serviço Social que indicam uma
formação profissional que traduza a questão social na sociedade capitalista.
De acordo com Iamamoto e Carvalho (2006, p. 77), a questão social se
manifesta “[...] no cotidiano da vida social, da contradição entre o proletariado e
a burguesia, a qual passa a exigir outros tipos de intervenção mais além da
caridade e repressão.” A questão social, diz Iamamoto (2006, p. 62), é “[...] a
matéria prima ou o objeto do trabalho [...]” do assistente social. Ela “[...]
provoca a necessidade da ação profissional junto à criança e ao adolescente,
ao idoso, a situações de violência contra a mulher, a luta pela terra etc.” Numa
direção oposta à fragmentação, as Diretrizes organizaram os conteúdos no
“núcleo de fundamentos teórico-metodológicos”, no “núcleo de fundamentos da
formação sócio-histórica da sociedade brasileira” e no “núcleo de fundamentos
do trabalho profissional”. (DIRETRIZES CURRICULARES PARA O CURSO DE
SERVIÇO SOCIAL, 2002, s.p., on-line).

 
A seguinte competência e habilidade que constam das Diretrizes
Curriculares para o Curso de Serviço Social (2002, s.p., on-line) aponta para a
“[...] identificação de demandas presentes na sociedade, visando a formular
respostas profissionais para o enfrentamento da questão social, desvelando as
possibilidades de ação contidas na realidade [...].” Já é comum a sociedade se
deparar com coisas que antes não eram notadas. Contribuem para isso as
inovações tecnológicas que, aliadas à exploração do homem e da natureza,
vêm produzindo novas expressões da questão social. Muitas delas requisitam o
assistente social.
O Estado trata a questão social “[...] fragmentando-a e recortando-a em
questões sociais a serem atendidas pelas políticas sociais [...]”, como a
assistência social, a educação, a saúde, entre outras, é o que indica Guerra
(2013, p. 5, on-line). As políticas sociais focalizadas retiram a possibilidade de
o assistente social apreender o problema social do usuário e a sua prática nas
determinações do capital o que reduz o trabalho profissional a procedimentos
instrumentais operativos (GUERRA, 2013, p. 5-6, on-line). Por outro lado, a
demanda institucional cobra um trabalho polivalente, o que torna ainda mais
exaustiva a tarefa do assistente social, em relação, especialmente, aos
problemas “insolucionáveis” (calcados na estrutura social).
Um dos problemas “insolucionáveis” é o ambiental. O capital tem sido
impotente para corrigir os estragos que ele mesmo provoca na natureza ainda
que tendo a ciência e a técnica a seu dispor. Sobre isso, Mészáros (2003, p.
51) cita a “[...] produção dos alimentos geneticamente modificados por gigantes
transnacionais americanos [...].” No campo, por exemplo, a ciência e a técnica
se articulam e acabam com as culturas de subsistência. De acordo com
Roussef (2014, 11 fev., s.p., on-line), a presidenta Dilma Roussef afirmou, em
Lucas do Rio Verde (MT), na “[...] abertura oficial da colheita da safra
2013/2014, que a produção recorde é uma vitória do agronegócio.” E
acrescentou: “Quero comemorar com vocês a fartura da safra em Lucas do Rio
Verde (MT) e no Brasil.” Essa notícia mostra que o Brasil prioriza a soja e a
cana-de-açúcar e não a produção de alimentos.
Tanto a soja como a cana-de-açúcar, e outras lavouras produzidas em
escala, causam enormes prejuízos para o ambiente, seja ele da natureza ou
humano. No entanto, a agricultura não é organizada, apenas, no âmbito

 
governamental, muito menos no local; ela é definida no âmbito internacional.
Por isso, nessa sociedade, a questão ambiental é “insolucionável”. Mészáros
(2002, p. 95) é certeiro quando declara: “[...] nenhuma ‘”questão única”’ pode,
realisticamente, ser considerada a ‘”única questão’”.” Se no capitalismo a
‘”única questão’” é a questão social, a questão ambiental deve ser tratada
como uma das expressões da questão social. Isso quer dizer que os problemas
ambientais devem ser discutidos no processo de produção capitalista e que o
trabalho ambiental deve ser discutido por todas as áreas profissionais e não só
pela geografia, pela biologia etc.
Com base em Mészáros (2002, p. 95), o assistente social numa
campanha ambientalista poderá aliar a resistência à formação política porque a
campanha por si só não consegue decifrar as mediações do capital. Ela é
essencial na mobilização para a resistência, mas, ela pode e deve se somar à
formação política. A campanha se baseia no imediato, na aparência e tende a
deformar o conteúdo da luta.
O conhecimento imediato remete para o que Mészáros (2003, p. 48) chama de
“[...] slogan pense globalmente e aja localmente.” Segundo ele (2003, p. 48),
“[...] não é possível negar a importância potencial da ação local adequada [...]”;
contudo, o realce às ações locais, em geral, atribui às pessoas uma
responsabilidade que elas não podem cumprir. As ações ambientalistas locais
não vão além da aparência e não vislumbram o protagonismo dos sujeitos.
Considerando a importância da resistência que os ambientalistas vêm fazendo,
é certo que as ações calcadas no imediato não conseguem ultrapassar as
formas manipuladoras de consciência social. As ações ambientalistas, então,
percebem a luta ambientalista na “razão instrumental’ e não na “razão
dialética”.
Nisso, a formação teórico-metodológica e a ético-política podem ajudar o
estudante a compreender a questão social e o Serviço Social, como também, a
orientar a sua prática futura para decifrar as mediações do capital no meio
ambiente. Como bem diz Kosik (1976, p. 9), “[..] a ‘coisa em si’ não se
manifesta imediatamente no homem.” Se o profissional focar somente no
problema e na política ambiental, fatalmente terá seu trabalho reduzido a
procedimentos operativos. Não é essa a prática prevista no arcabouço teórico e
metodológico das Diretrizes Curriculares do Curso de Serviço Social.

 
Na imediaticidade dos problemas, a política ambiental e as ONGs desenvolvem
ações focalizadas, por exemplo, na campanha. Não há espaço e nem tempo
para trabalhar elementos de fundo da produção capitalista. Isso resulta em que,
quase sempre, ao término de uma campanha, cessa também a luta. O que se
percebe é que o assistente social, ao discutir os problemas ambientais no
âmbito da produção capitalista, estará fortalecendo a direção dada pelo seu
projeto ético-político.

CONSIDERAÇÕES FINAIS

Como se viu, as Diretrizes Curriculares para o Curso de Serviço Social indicam


uma formação que tem por base uma rica bibliografia fundamentada nos
clássicos. Ocorre que nem todos os cursos privilegiam essa formação, pois
uma coisa é : subsidiam o assistente social para atuar nos problemas
ambientais, tendo por base uma rica bibliografia fundamentada nos clássicos.
Ocorre que nem todos os Cursos privilegiam esta formação: uma coisa é seguir
as Diretrizes Curriculares como mera formalidade, outra coisa é oferecer uma
formação profissional em acordo com o projeto ético-político da profissão
hegemônico. Também não dá para focar a discussão somente no Ensino à
Distância (EaD), pois muitos cursos presenciais seguem a lógica existente no
mercado, ou seja a lógica do lucro.
Os problemas ambientais estão aí e o assistente social é um profissional
que possui em sua formação elementos para refletir coletivamente sobre a
destruição ambiental, aliando-se a grupos de resistência à destruição do
capital. Entre os desafios, está o enfrentamento da lógica mercadológica do
ensino que vem penalizando estudantes e professores. Cabe lembrar a
resistência à educação mercadológica que vêm fazendo a Associação
Brasileira de Ensino e Pesquisa em Serviço Social (ABEPSS), o conjunto do
Conselho Federal de Serviço Social (CFESS) e do Conselho Regional de
Serviço Social (CRESS), a Executiva Nacional dos Estudantes de Serviço
Social (ENESSO) e outras entidades. O que as Diretrizes e a direção
hegemônica do Serviço Social apontam é um trabalho ambiental a partir da
questão social.

 
REFERÊNCIAS
COUTINHO, Carlos Nelson. O problema da razão na filosofia burguesa. In: O
estruturalismo e a miséria da razão. Rio de Janeiro: Paz e terra, 1972. p. 7-
46.

DIRETRIZES CURRICULARES PARA O CURSO DE SERVIÇO SOCIAL.


Resolução n, 15, de 13 de março de 2002. Disponível em: <
http://www.cfess.org.br/arquivos/legislacao_diretrizes_cursos.pdf>. Acesso em
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recorde-e-uma-vitoria-do-agronegocio.html>. Acesso em 12 fev. 2014.

 
UNA APROXIMACIÓN A LOS PROCESOS DE POLITIZACIÓN DE LAS
ORGANIZACIONES PROFESIONALES DE TRABAJO SOCIÁL EN
ARGENTINA DESDE MEDIADOS DE LA DÉCADA DE 1960 A LA
ACTUALIDAD.

Silvana Noemí Martínez


Juan Omar Agüero
Mario Eduardo Villarreal
Carina Érica Núñez
Carlos Alberto Pascanán
María Inés Scívoli.
Universidad Nacional de Misiones
Email
silvanamartinezts@gmail.com

SÍNTESIS

En esta ponencia se expone un avance del estudio de los procesos de


politización de las organizaciones profesionales de Trabajo Social en Argentina,
en el marco del Proyecto de Investigación PICTO-2011-0120 que se viene
realizando en la Universidad Nacional de Misiones. En los diversos textos
sobre la historia del Trabajo Social en Argentina, se observa que los procesos
de construcción de identidades profesionales, de legitimación como profesión y
de construcción de sentido de pertenencia a las organizaciones profesionales,
no son abordados en profundidad por los autores y esto no permite conocer las
disputas de sentido acerca de la importancia de la asociatividad, los intereses
en juego y las concepciones político-ideológicas acerca de la profesión,
vigentes en diversos momentos históricos. El método utilizado es cualitativo y
los resultados que se exponen en esta ponencia corresponden a la lectura y
análisis de las actas de la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales
de Servicio Social
(FAAPSS).

Palabras clave: organizaciones profesionales; trabajo social; política

 
Desarrollo

En esta ponencia exponemos un avance del estudio de los procesos de


politización de las organizaciones profesionales de Trabajo Social en Argentina,
que venimos realizando en el marco del Proyecto de Investigación PICTO-
2011-0120 de la Universidad Nacional de Misiones. Observamos que en
diversas publicaciones que tratan sobre la historia del Trabajo Social en
Argentina, los autores no abordan en profundidad los procesos de construcción
de identidades profesionales, de legitimación como profesión y de construcción
de sentido de pertenencia a las organizaciones profesionales. Esto no permite
conocer, por ejemplo, las disputas de sentido que se fueron dando en distintos
momentos históricos sobre la asociatividad de los profesionales, los intereses
en juego y las concepciones político-ideológicas acerca de la profesión. En esta
ponencia, nos referimos a estos procesos, en base al análisis que hemos
hecho de las actas de la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales
de Servicio Social (FAAPSS) y algunas entrevistas realizadas a informantes
claves. En la primera parte nos referimos conceptualmente a los procesos de
politización y las organizaciones profesionales, en la segunda exponemos
algunos datos sobre la FAAPSS a modo de contextualización y en la tercera
nos referimos a los hallazgos de nuestra investigación en cuanto a los procesos
de politización.

1. Los procesos de politización y las organizaciones profesionales


¿Qué entendemos por procesos de politización y por organizaciones
profesionales? Ante todo, tenemos que referirnos a la política y lo político. En
general, se trata de dos inscripciones distintas de la política como fenómeno
humano. Por un lado, la acción, la lucha, la discusión de ideas y la
confrontación de intereses, que desencadena un proceso de
institucionalización que se denomina lo político. Por el otro, el resultado de la
acción, la forma civilizada de resolver el conflicto de intereses entre los seres
humanos, que se denomina la política, y que se expresa en un conjunto de
instituciones en forma de soluciones, pactos, acuerdos, normas jurídicas, entre

 
otras. En consecuencia, estamos hablando de dos caras de una misma
moneda: lo instituyente y lo instituido (Martínez, S. y Agüero, J., 2008).

¿Cómo entender hoy la política? Para Hannah Pitkin, es “la actividad a


través de la cual grupos relativamente grandes y permanentes de personas
deciden lo que harán colectivamente, establecen cómo van a vivir juntos y
deciden su futuro, cualquiera que sea la medida en que esté en su poder
hacerlo” (Pitkin, H., 1981:343). Para Roberto Unger, se refiere a “la lucha por
los recursos y acuerdos que fijan los términos básicos de nuestras relaciones
prácticas y pasionales. Es preeminente en estos acuerdos el contexto
institucional e imaginario de la vida social” (Unger, R., 1987:145).

Para estos autores, la política aparece claramente identificada con el poder


de decisión de la forma de vida colectiva, incluyendo esto la disputa por los
recursos y los acuerdos institucionales. La vida social, en esta concepción,
tiene un fuerte contenido político, cualquiera fuere la participación de los
actores. En base a ello, Iris Young sostiene que “la política abarca todos los
aspectos de la organización institucional, la acción pública, las prácticas y
hábitos sociales y los significados culturales, en la medida en que están
potencialmente sujetos a la evaluación y toma de decisión colectiva” (Young, I.,
2000:23).

La autora taxativamente rechaza la identificación de la política sólo con las


actividades de gobierno o con las organizaciones formales que defienden
intereses de grupo. Se refiere, obviamente, a los partidos políticos. Por el
contrario, reivindica expresamente la necesidad de politizar la vida institucional,
social y cultural, para contrarrestar la acción del neoliberalismo, que busca
precisamente lo inverso, despolitizar la vida pública. En este mismo orden,
critica las prácticas que definen la política como territorio de los expertos y
reducen el conflicto a la negociación sobre la distribución de los beneficios
sociales entre grupos de interés.

La política es, por lo tanto, una cuestión de participación y poder para decidir
los asuntos colectivos de una sociedad. Tanto el significado como el valor de la
política radican en el hecho de ser el ámbito en el cual se decide quiénes
construyen qué orden, para quiénes, con qué finalidad y con qué recursos. La

 
política necesariamente afecta la vida de los sujetos sociales, sin diferenciar
entre espacios privados y públicos, entre vida íntima y vida pública. La vida en
sociedad es esencialmente de naturaleza política.

No se puede prescindir de la política, ya que si de todas maneras alguien va


a decidir sobre nuestras vidas y nuestro futuro, resulta evidente y de estricto
sentido común la necesidad de participar en la toma de decisiones. Por lo
tanto, cuanto más politizada esté una sociedad, más poder político tendrán sus
miembros, mayor capacidad de resistencia y mayor conciencia política. No
resulta fácil doblegar a un pueblo politizado y consciente de sus derechos y de
su poder político. En consecuencia, cuando hablamos de politización estamos
aludiendo a procesos de formación y concientización política, construcción de
sujetos y subjetividades políticas, desarrollo de actividades con sentido político
y ejercicio del poder.

Por otra parte, tenemos que referirnos a las organizaciones profesionales.


Toda organización es un agrupamiento humano construido intencionalmente
para algo. Lo que distingue a una organización de otra es justamente esta
intencionalidad, este para qué. El para qué define a su vez el cómo, es decir los
recursos, las estrategias, las actividades y las formas organizacionales. Hay
muchas formas de organización, algunas son más dinámicas y otras más
estáticas, algunas son más flexibles y otras más rígidas, algunas son más
abiertas y otras más cerradas. ¿De qué depende esto? Entre otros factores, del
contexto donde se inscriben las organizaciones, de las características de sus
miembros, de los recursos que tengan y de las estrategias que adopten.

Las organizaciones profesionales también pueden adoptar diversas formas,


según para qué son constituidas: a) Los sindicatos o gremios de profesionales
se constituyen para defender los derechos laborales de sus miembros; b) Las
asociaciones de profesionales se constituyen para el crecimiento y el desarrollo
profesional, para nuclear y sumar fuerzas, para construir poder, para tener
presencia como profesión, para ser reconocidos socialmente y para representar
a los profesionales que la integran, entre otras razones; c) Las cooperativas de
profesionales se constituyen para prestar servicios a terceros y a sus propios
miembros; d) Los colegios o consejos profesionales son organizaciones

 
paraestatales creadas por legislaciones locales para regular la matrícula,
controlar el ejercicio profesional y ejercer la representación de los matriculados;
e) Las federaciones son organizaciones de segundo grado conformadas por
organizaciones de primer grado: sindicatos, asociaciones, cooperativas,
colegios o consejos profesionales y f) Las confederaciones son organizaciones
de tercer grado conformadas por federaciones.

A su vez, estas organizaciones tienen distintos ámbitos de actuación, ya que


pueden ser locales, nacionales, regionales e internacionales. Cualquiera fuere
la forma que adopten, las organizaciones profesionales son instrumentos muy
valiosos para la acción colectiva. Su poder se funda precisamente en esta
acción colectiva, basada en la asociatividad de sus miembros y por eso tienen
un valor en sí mismas que va más allá de éstos.

2. La Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio


Social (FAAPSS)

La FAAPSS es una entidad de segundo grado que nuclea a los Colegios,


Consejos y Asociaciones Profesionales de Servicio Social o Trabajo Social de
Argentina. Estas organizaciones de primer grado se encuentran en las
Provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde tienen jurisdicción
y competencia para el control del ejercicio profesional de los/as
Trabajadores/as Sociales. El antecedente histórico más remoto de la FAAPSS
es la Federación Argentina de Asistentes Sociales (FAAS), creada en 1948 por
la asistente social italiana Carmen Bellavita. Si bien fue creada como
federación, era una entidad de primer grado integrada de manera individual por
asistentes sociales y no por organizaciones de asistentes sociales.
En 1967 la asistente social Sela Sierra retoma la idea y propone la
refundación de FAAS, pero constituida por organizaciones y no por miembros
individuales. En 1981 se constituye formalmente la FAAPSS y en 1982 se
aprueba el estatuto y asume la primera comisión directiva presidida por Sela
Sierra. Desde entonces, la FAAPSS ha tenido continuidad institucional, como lo
prueban las actas de reuniones y asambleas y la sistemática organización y
desarrollo de las Jornadas Nacionales de Servicio Social, luego transformadas
en Congresos Nacionales de Trabajo Social. El 24 de Marzo de 1999 obtiene la

 
personería jurídica por Resolución Nº 049 “A” de la Dirección de Personas
Jurídicas de la provincia de Córdoba. Actualmente la Federación está integrada
por 24 organizaciones profesionales de todo el país.

3. Los procesos de politización en la FAAPSS


Para el estudio de los procesos de politización de la FAAPSS, en la
investigación se utilizan como indicadores: a) el análisis del contexto político,
social y económico, ya sea a nivel internacional o nacional, b) el uso de
términos con significado político, c) los pronunciamientos sobre cuestiones
políticas y d) los temas propuestos para las jornadas o congresos nacionales.
En base a estos indicadores, podemos distinguir diversos momentos en
relación a los procesos de politización.
Un primer momento se da entre 1967 y 1972, esto es, en una etapa que
podemos denominar de organización de la Federación y que coincide con el
período denominado de reconceptualización del Trabajo Social. Esto se
evidencia, por ejemplo, en los resúmenes y conclusiones de los encuentros y
jornadas nacionales que existían en esa época. En las VI Jornadas Nacionales
de Servicio Social, realizadas en Posadas, Misiones, en 1972, una de las
conclusiones decía textualmente: “nos hallamos en una situación de
colonialismo y dependencia de polos hegemónicos internacionales y de los
grupos dominantes locales que apoyan la misma, a través de una política
antinacional e imperialista”.
Podemos advertir aquí la clara conciencia histórica que ya manifestaban los
Trabajadores Sociales de aquella época, que identificaban nítidamente los
verdaderos motivos que causaban la situación de colonialismo y dependencia:
en primer lugar, el colonialismo español, caracterizado por la posesión
territorial, política y militar; en segundo lugar, el neocolonialismo británico que
reemplazó al español, caracterizado por la dominación de las estructuras de
poder económico a través de personeros ingleses y, en tercer lugar, el
imperialismo norteamericano que se expande luego de la Primera Guerra
Mundial generando un nuevo tipo de dependencia caracterizado por la
dominación política y económica utilizando personeros nativos a su servicio.
También señalaban los Trabajadores Sociales de entonces que esta
subordinación configura una ruptura de nuestra identidad nacional

 
latinoamericana, que trae como consecuencia la dependencia económica,
política, social, cultural, científica y tecnológica.

Otra de las conclusiones de aquellas Jornadas se refería a la integración


latinoamericana y decía textualmente: “abandonamos este sistema
interamericano que nos tiene atrapados, tan extraño a nosotros, pensado y
decidido para defender otros intereses que no son los nuestros. Por integración
entendemos que es la lucha de todos los iberoamericanos por la liberación a
través de un proceso revolucionario que abarque todos los aspectos y que
tenga por protagonista al pueblo. El modelo que creemos debe proponerse
será protagonizado por los sectores oprimidos. Ello no significa que otros
sectores conscientes de la sociedad no puedan incorporarse al proceso de
liberación por los trabajadores”.

A partir de estas conclusiones, entre otras, los Trabajadores Sociales


reunidos en estas Jornadas reconocen la necesidad de propiciar un modelo
socialista, humanista y nacional para el Trabajo Social Argentino, y aclaran el
significado de cada uno de estos términos. Socialista: porque apunta a eliminar
el régimen de explotación capitalista, fundado en la propiedad privada de los
medios de producción y la riqueza social. Humanista: porque coloca al hombre
como objetivo esencial del desarrollo social. Nacional: porque apunta a un
modelo original de sociedad que tenga en cuenta la particularidad nacional y no
sea una burda copia o traslación mecánica de otras experiencias históricas.

A su vez, en esta época también se reflejaban en los debates la conciencia


de clase trabajadora y la necesidad de agremiación. Respecto a esto último, en
las conclusiones de las Jornadas de 1972, la mayoría de los grupos de trabajo
expresaba “la necesidad de agremiación para la defensa de nuestros derechos
profesionales, pero esto sólo lo lograremos cuando tengamos bien definidos
nuestros objetivos, siendo uno de ellos la defensa y amparo de los asistentes
sociales en todos aquellos problemas que puedan surgir en su lucha por la
liberación del hombre”.

Respecto a la conciencia de clase trabajadora en las mismas Jornadas se


concluye: “Pensamos que a los trabajadores sociales no nos resulta fácil
agremiarnos por una actitud individualista que viene arrastrándose desde

 
nuestra formación profesional a través de algunas escuelas de servicio social.
Para que el asistente social pueda llegar a realizar el trabajo que se propone,
tiene que sentirse un trabajador más y participar en la defensa de los derechos
de todos los trabajadores. El trabajador social está mal remunerado, a veces
debe tener más de un trabajo, sintiéndose solo frente a las situaciones de
conflicto que puedan presentarse en su quehacer profesional. La acción de la
agremiación debe extenderse a los alumnos de las escuelas de servicio social
tratando de formar en ellos una conciencia gremial”.

Este proceso de construcción de conciencia de clase trabajadora y de lucha


de clases es claramente un proceso de politización que existió efectivamente
en el Trabajo Social Argentino de entonces y que se trunca por la dictadura
cívico-militar que se inicia en 1976, donde precisamente muchos profesionales
y estudiantes de Trabajo Social, que encarnaban y lideraban esta construcción,
son torturados, asesinados u obligados a exiliarse del país para salvar sus
vidas.

Un segundo momento se da entre 1983 y 1989, esto es, en una etapa que
podemos denominar de institucionalización de la Federación y que coincide con
el período de recuperación definitiva de la democracia en Argentina. Algunos
hechos que dan cuenta de los procesos de politización en este momento son,
por ejemplo, el posicionamiento de FAAPSS sobre la necesidad de formación
universitaria de los profesionales. Al respecto, se reconoce expresamente a la
universidad como único ámbito de formación profesional. Asimismo, se reclama
la reapertura de departamentos y unidades académicas de Trabajo Social, que
habían sido cerrados por la dictadura cívico-militar y la reincorporación de
profesores cesanteados. También se pide la liberación de presos políticos en
Chile.
Por otra parte, se solicita la incorporación en el 2º Seminario
Latinoamericano de Trabajo Social de temas como la deuda externa y el
bienestar social en América Latina, la pobreza como modo de violación de los
derechos humanos y el derecho a la tierra, entre otros. Se decide incluir en
todas las reuniones como tema un análisis de la coyuntura política y social. Se
envía notas a funcionarios provinciales obteniendo la reincorporación de
Trabajadores Sociales cesanteados.

 
Hacia fines de la década de 1980 se realizan análisis críticos de la coyuntura
nacional en las reuniones de FAAPSS. Se discute acerca del proceso de
despolitización y desideologización que se da en Argentina a partir de 1976, el
vaciamiento de historia y memoria de los jóvenes, la desmovilización que
provoca la pobreza, el impacto de la tecnología, la brecha entre pobres y ricos,
el desarraigo popular de la clase política y la necesidad de que el Trabajo
Social sea el gran movilizador político, no en sentido partidario sino de
concientización política y democratización del poder.
Un tercer momento se da a partir del 2006 en adelante, esto es, en una
etapa que podemos denominar de consolidación de la Federación y que
coincide con el período de recuperación económica, ampliación de derechos,
reparación social y repolitización de la sociedad argentina, en el marco de la
consolidación de la democracia como forma de vida y sistema de gobierno.
Comienza a visibilizarse en los debates de FAAPSS la dimensión política e
ideológica de la profesión. Precisamente, los Congresos Nacionales del 2007 y
2010 tienen como lemas, respectivamente, la dimensión política del Trabajo
Social y los aportes del Trabajo Social a los procesos de emancipación social.
A partir del 2010 se inicia un proceso de construcción de la FAAPSS como
actor político. Se crea una comisión de pronunciamientos sobre temas
significativos no sólo para la profesión, sino para la vida política del país. En
una decisión histórica, se cambia el día del Trabajador/a Social en Argentina,
pasando del 2 de Julio al 10 de Diciembre de cada año, aquella fecha vinculada
a la liturgia católica y esta última inscripta en la conmemoración del día
internacional de los Derechos Humanos. Esto denota un fuerte cambio de
posicionamiento ideológico de la Federación, ya que abandona su sentido
religioso conservador, para asumir una clara postura de defensa y
reivindicación de los Derechos Humanos.
Otro hecho altamente revelador del proceso de politización de FAAPSS es la
elaboración, discusión y aprobación de un Anteproyecto de Ley Federal de
Trabajo Social con vigencia en todo el territorio nacional, que recupera no sólo
la impronta gremial de la Federación y el histórico sueño de contar con una ley
nacional que sirva de marco jurídico institucional para el ejercicio profesional,
sino que recupera también el carácter de trabajadores de los profesionales. El
impulso de este anteproyecto de ley genera contactos y reuniones con

 
dirigentes políticos nacionales que a su vez posibilitan por primera vez
espacios de trabajo en conjunto con la FAAPSS.

Conclusiones

En los procesos de politización de la FAAPSS podemos identificar


claramente dos elementos o dimensiones fundamentales de los mismos: por un
lado, el contexto histórico y, por otro lado, los liderazgos de quienes han
ejercido la conducción de la Federación en distintos momentos. El contexto
tiene que ver con las condiciones históricas que posibilitan, propician o
favorecen los procesos de politización. En la investigación que se viene
llevando a cabo aparece muy claramente esta vinculación entre condiciones del
contexto y procesos de politización de la FAAPSS.
Así, en un primer momento, que ubicamos hacia fines de la década de 1960
y principios de la década de 1970, la politización de la FAAPSS se vincula con
los procesos revolucionarios que se vivían en América Latina y El Caribe, el
tercermundismo, la educación popular y la reconceptualización en el Trabajo
Social. En un segundo momento, que se da en la década de 1980, se vincula
con los procesos de recuperación de la democracia como forma de vida y
sistema de gobierno que se dan en los países latinoamericanos y en Argentina.
En un tercer momento, que se inicia a mediados de la década de 2000, se
vincula con la recuperación de la política como instrumento de transformación
social y con los procesos de emancipación que se desarrollan en varios países
latinoamericanos.
El segundo elemento o dimensión de los procesos de politización son los
liderazgos de quienes han ejercido la conducción de la FAAPSS en distintos
momentos. Estos liderazgos muestran a los sujetos sociales que están detrás o
por debajo del dispositivo institucional y que son los que impulsan, promueven
y sostienen los procesos de politización. Estos sujetos sociales tienen ciertos
rasgos que los caracterizan, entre los cuales se destacan una fuerte formación
política, compromiso social y profesional, carisma para la conducción y
capacidad de generar adhesión. Esto se combina a su vez con una mirada

 
aguda de la realidad y la capacidad de análisis necesaria para identificar los
grandes ejes por donde transita el cambio social.

Bibliografía

YOUNG, Iris Marion (2000) La justicia y la política de la diferencia, Cátedra,


Madrid.
UNGER, Roberto (1987) Social Theory: Its Situation and Its Task.
Cambridge, Cambridge University Press.
PITKIN, Hannah (1981) “Justice: On Lelating Public and Private”, Political
Theory, Nº 9, p. 327-352, Agosto 1981.
MARTÍNEZ, Silvana y AGÜERO, Juan (2008) La dimensión político-
ideológica del Trabajo Social. Claves para un Trabajo Social emancipador.
Buenos Aires, Dunken.

 
TRABAJO SOCIAL CHILENO Y FORMACIÓN PROFESIONAL. ANÁLISIS Y
ALCANCES DE UNA FRACTURA FORMATIVA. PERÍODO 1973-2013.

Patricia Castañeda Meneses∗

Ana María Salamé Coulon ∗∗

RESUMEN

A partir del Golpe Militar de 1973, el Trabajo Social chileno se vio forzado a
realizar un viraje metodológico de fuerte raigambre positivista, en donde la
objetividad y la neutralidad valórica asociadas a las metodologías de
investigación social y planificación social normativa contribuyeron a blindar la
formación social y a tornarla menos vulnerable en su discurso profesional,
considerando el marco histórico político que enfrentaba. Asimismo, la
implementación del modelo económico neoliberal, consolidó un Estado
subsidiario y regulador que abandonó progresivamente sus funciones históricas
de protección social, validando el cobijo tecnocrático de contingencia en el que
se había albergado el Trabajo Social, impulsando la profesionalización de su
tarea principalmente desde modelos de raigambre positivista. Dicho perfil
formativo característico de las décadas de 1970 y 1980 ha perdurado como
núcleo identitario predominante de la profesión hasta la actualidad,
fortaleciendo la profesión a nivel instrumental, pero afectando sus reales
oportunidades de reflexión social crítica y de desarrollo disciplinario.

Palabras claves: Trabajo Social – Formación Profesional

                                                                                                               

Trabajadora Social y Licenciada en Trabajo Social, Universidad de Valparaíso. Doctora en
Ciencias de la Educación. Universidad de Barcelona. Académica e Investigadora. Escuela de
Trabajo Social. Universidad de Valparaíso

∗∗
Trabajadora Social. Pontificia Universidad Católica de Chile Doctora en Ciencias de la
Educación. Universidad de Barcelona. Académica e Investigadora. Departamento de Trabaio
Social. Universidad de La Frontera

 
PRESENTACIÓN

Para Chile, el período histórico comprendido entre el 11 de Septiembre de 1973


y el 10 de Marzo de 1990 se inicia con el traumático quiebre de la
institucionalidad democrática del país a través de un Golpe de Estado, seguido
por un gobierno militar dictatorial de facto, que impulsa transformaciones
económicas estructurales en el marco de acciones represivas que afectaron la
Dignidad y los Derechos Humanos de vastos sectores de la población
(Informede la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, 1996; Informe de
la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, 2004).

Durante este período, la represión ejercida hacia las diversas formas de


expresión social, cultural, artística y política, tuvo una de sus más potentes
manifestaciones en la censura y cuestionarniento ideológico de la formación
universitaria en las áreas disciplinares de humanidades, artes y ciencias
sociales. En este difícil contexto, Trabajo Social debió transitar por adversos
derroteros en la búsqueda de su sobrevivencia profesional, junto con la
realización de sus esfuerzos más encomiables, para mantener vigente su
compromiso explícito con los sectores más vulnerables de la sociedad
(Castañeda y Salamé; 2012, p 26). Por lo tanto, a 40 años del aciago evento
fundacional del período, se hace necesario valorizar los aprendizajes
heredados y los efectos que las decisiones asumidas en contingencia han
tenido para el desarrollo en las décadas posteriores para el Trabajo Social
chileno.

En dicho marco, la presente ponencia producto de una investigación


interuniversitaria, tiene por objetivo caracterizar la formación y el ejercicio
profesional de Trabajo Social chileno en el período 1973-1990, proyectando los
efectos de dicho período en los procesos formativos y de trabajo profesional
desarrollados en las décadas posteriores. Las estrategias de recolección de
información que sirven de respaldo a este trabajo, corresponden a entrevistas
con enfoque biográfico a estudiantes, equipos académicos y profesionales en
ejercicio durante el período, junto con análisis documental en escuelas

 
universitarias tradicionales y en instituciones y fundaciones vigentes en la
época de interés del estudio.

RESULTADOS

Durante los años inmediatamente anteriores al Golpe de Estado, Trabajo Social


se encontraba realizando profundos procesos de redefinición y cuestionamiento
profesionales, evento recordado en la literatura especializada como
Reconceptualización. En ese marco, su reflexión le permitía reconocer la
existencia de una abierta tensión entre un ejercicio profesional histórico
definido desde las estabilidades sociales requeridas por la funcionalidad de la
sociedad mayor o una redefinición de su rol profesional desde la. clásica
asistencialidad, hacia estrategias de promoción social expresadas en un
compromiso explícito con los sectores más desposeídos de la sociedad. El
efervescente contexto socio político de la época facilitaba la exploración de
estrategias de intervención de mayor cuestionamiento social, en donde la
academia asumía un rol de liderazgo a través de su estamento estudiantil,
permitiendo la consolidación de un nuevo nivel de intervención,
correspondiente a Organización y Desarrollo Comunitario, que venía a sumarse
a los históricos niveles Caso/Familia y Grupo. Este nuevo referente teórico
metodológico se tradujo en prácticas profesionales y procesos de
formación insertos en contextos de participación social en poblaciones,
sindicatos, comunidades indígenas y predios agrícolas afectos a la Reforma
Agraria, entre las más recurrentes experiencias referidas desde el período.
Asimismo, la incorporación de bibliografías de mayor espectro político, fue
permeando progresivamente la formación y aportando mayores contrapuntos a
la interpretación social de la realidad nacional revisada en las aulas.

El Golpe Militar detuvo abruptamente estos procesos. La profesión fue


cuestionada y declarada bajo sospecha. Durante los años inmediatamente
posteriores a Septiembre de 1973, las Escuelas de Trabajo Social que

 
constituían el núcleo histórico de la formación fueron duramente diezmadas.
Según registros del Colegio de Asistentes Sociales de Chile A.G. nueve
profesionales y nueve estudiantes de Trabajo Social fueron víctimas directas de
la represión política en calidad de detenidos desaparecidos o ejecutados
políticos. En ese marco, se cerraron las escuelas de Trabajo Social de la
Universidad de Chile, dependientes de las sedes La Serena, Chillán y Osorno y
la escuela dependiente de la Universidad del Norte en Arica. Las escuelas de
1
Trabajo Social de la Universidad de Chile de las sedes de Antofagasta ,
2 3 4
Valparalso , Santiago , Talca y Ternuco junto con las escuelas de la Pontificia 5

Universidad Católica de Chile, Universidad Católica de Valparaíso y


Universidad de Concepción, continuaron funcionando bajo fuerte control y
censura. Los años inmediatamente siguientes al Golpe Militar no hubo ingreso
de nuevas generaciones a la carrera. Las generaciones estudiantiles que
cursaron estudios entre los años 1970 a 1973, debieron volver a estudiar su
carrera, en planes de estudios transitorios que se redefinieron desde las tareas
clásicas del ejercicio de la profesión.

No obstante, no todo el estamento estudiantil regresó a las aulas, dado que se


expulsaron por razones políticas a un número indeterminado de estudiantes y
se establecieron fuertes restricciones para quienes fueron autorizados a volver,
incorporando como condición de continuidad de estudios una renuncia explícita
a la pertenencia a organizaciones políticas o a la realización de actos con dicha
connotación, a riesgo de la cancelación de la matrícula. Los cuadros
académicos fueron fuertemente mermados. Se sucedieron las expulsiones,
despidos, sumarios, renuncias y abandono voluntario de los cargos debido al
exilio o la clandestinidad. Los nuevos cuadros se conformaron con quienes

                                                                                                               
1
Actual Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Antofagasta
2
Actual Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso
3
  En la Reforma Universitaria de 1980, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Chile fue
transferida al Instituto Profesional de Santiago, fracción institucional desprendida de la Universidad de
Chile y que concentró a un conjunto de carreras que no fueron definidas con rango universitario en
aquella oportunidad. Posteriormente en 1990, el Instituto Profesional de Santiago fue refundado como la
Universidad Tecnológica Metropolitana.
4
 Escuela cerrada actualmente en la Universidad de Talca.
5
Actual Escuela de Trabajo Social de la Universidad de La Frontera.

 
fueron autorizados a permanecer en la universidad junto a nuevas
contrataciones. Las autoridades delegadas reorganizaron las universidades en
general y las escuelas de Trabajo Social en lo particular, exigiendo garantías
de una posición de asepsia ideológica explícita.

Frente a la permanente amenaza de cierre definitivo de la carrera, la profesión


realiza un fuerte viraje hacia modelos teóricos y concepciones metodológicas
de raigambre positivista, apoyándose en los núcleos históricos de formación
vinculados a las ciencias sociales, la planificación social y la investigación
social cuantitativa. Este viraje en coyuntura, que busca revestir a la profesión
de un repertorio tecnológico para la intervención social expresado en un
lenguaje técnico no contingente, se instala en el núcleo histórico formativo
como única opción posible de implementar en la realidad social, permeando
transversalmente los niveles de intervención profesionales históricos e
identitarios correspondientes a Caso/Familia, Grupo y Comunidad que habían
orientado el desarrollo de la profesión en las décadas anteriores. Durante los
17 años de gobierno militar, el ciclo metodológico heredado del modelo de
planificación social normativo característico de la década de 1960 y expresado
en las etapas de diagnóstico, programación, ejecución y evaluación, se
consolida como lenguaje tecnocrático universal del Trabajo Social chileno.

Debió ser aprendido por los equipos docentes, y en forma simultánea,


transmitido al estamento estudiantil, los que fueron conformando nuevos
cuadros profesionales egresados con esta impronta metodológica de
sobrevivencia profesional. Como consecuencia, las reflexiones académicas
respecto de la realidad social que forzadamente omitían la contingencia, se
comienzan a adscribir con fuerza a la coherencia metodológica del proceso de
intervención social, como eje principal del debate.

Como contrapunto, el colectivo profesional de Trabajo Social que ejerce en el


sector público y que sobrevive a los procesos de exoneración política de los
primeros años, enfrenta las vicisitudes derivadas de la implementación del
modelo de desarrollo del país, ajustado a una economía de mercado a ultranza
en forma traumática. Como resultado, el Estado comienza a abandonar o

 
disminuir su presencia en diversas áreas económicas y sociales, ocasionando
una ostensible baja en la demanda de profesionales de Trabajo Social en
diversas reparticiones públicas. Paralelamente, al imponerse fuertes
restricciones a la organización social, las intervenciones profesionales
distintivas en los niveles de Grupo y Comunidad resultan prescindibles,
desvalorizándose la experticia profesional en esas materias. Las intervenciones
profesionales en la dimensión Caso/Familia se mantienen vigentes,
fuertemente asociadas a temáticas de asistencialidad. Se produce un
importante desplazamiento de profesionales desde cargos históricos, perdiendo
la exclusividad del ejercicio de las jefaturas de bienestar de diversos
organismos y empresas. En medio de sucesivas crisis económicas que afectan
a Chile a fines de la década de 1970 y en gran parte de la década de 1980, los
recursos destinados a salud, educación, vivienda y previsión son severamente
restringidos, debiendo el colectivo profesional ajustar épicamente el acceso a
los derechos básicos de la población, desde el límite crítico y el interlineado de
la norma. En medio de esta adversa situación, la profesión logra reinventarse
en la coyuntura, al comenzar a implementarsela dimensión subsidiaria de la
economía de mercado, que requiere de un aval profesional para la asignación
de beneficios concebidos bajo ese carácter, alineando de esa manera la
experticia histórica del manejo de la asistencialidad con los requerimientos de
equipos técnicos e instrumentos especializados para la medición de la pobreza.

Es en esta realidad de servicios públicos, que el Trabajo Social universitario


ancló sus procesos de formación teóricos, metodológicos y prácticos,
potenciando su formación tecnocrática al alero de los criterios impacto,
cobertura, eficacia y eficiencia característicos de la implementación de las
políticas sociales subsidiarias del período y que han trascendido en los años
posteriores como lógicas predominantes de la intervención social generada del
Estado.

En forma simultánea, se reconoce la existencia durante este período de un


colectivo profesional de Trabajo Social que ejerce en las organizaciones no
gubernamentales, instituciones que funcionaron fuera de los marcos formales
de la institucionalidad pública, apoyadas por la Cooperación Internacional; la

 
Iglesia Católica y otros credos; Fundaciones; grupos políticos y aportes de
compatriotas en el exilio. El ejercicio del Trabajo Social en esta vertiente,
contribuye a contener los efectos de la represión política y las consecuencias
económicas y sociales derivadas del impacto de la reconversión productiva del
país en aras del modelo de libre mercado. Los equipos profesionales insertos
en este tipo de organizaciones, contribuyeron a la contención y a la reparación
de las víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos, resignificando los
niveles de Caso/Familia y Grupo en intervenciones inéditas que configuraron
repertorios específicos en contingencia, para apoyar los efectos derivados del
crítico contexto de atropellos a las libertades individuales y sociales que se
vivía el país.

Asimismo, en los dolorosos ajustes sociales del nuevo modelo de desarrollo -


expresados en sucesivas y desoladoras crisis económicas, altos índices de
desempleo y progresivo derrumbe de la actividad industrial y agrícola nacional
tradicional - Trabajo Social contribuyó junto a otras profesiones, al desarrollo de
estrategias de sobrevivencia asociadas a alimentación, salud, tecnologías
alternativas y procesos de generación de inqresos en el nivel de subsistencia
en diversos contextos urbanos y rurales.

En esta tarea, la profesión resignificó sus niveles de intervención de Grupo y


Comunidad y sus saberes en torno a la promoción social, a través de la
revalorización de la educación popular, las metodologías activo participativas y
la animación socio cultural; apoyando decididamente desde este acervo la
recomposición de los procesos de participación social que habían sido
severamente dañados por la represión ejercida en la dirigencia y membresía de
organizaciones poblacionales, políticas, sindicales y gremiales. La búsqueda de
financiamiento de las organizaciones no gubernamentales para enfrentar las
múltiples necesidades existentes, reconoció en el Trabajo Social el liderazgo
metodológico asociado a la formulación de proyectos sociales, unidad clave
para el respaldo de los flujos de financiamiento de las acciones realizadas.
Asimismo, los códigos de registro, rescate y análisis de las intervenciones
profesionales alternativas transitaron en la búsqueda de enfoques
comprensivos, subjetivos y sociocríticos, que fueran capaces de devolver la voz

 
y el protagonismo social al Chile silenciado. Las experiencias profesionales
comienzan a reconocer en los enfoques cualitativos y en la sistematización sus
aliados metodológicos en el rescate y la transmisión de los aprendizajes
obtenidos durante estas dolorosas décadas.

Sin embargo, como resultado de una estricta autocensura, asociada al riesgo


permanente del cierre de la carrera, la academia no compone una relación
explícita con esta segunda vertiente del ejercicio profesional. La formación
recogerá informalmente estos aprendizajes a partir del testimonio
comprometido en el café universitario y la fotocopia clandestina circulando
entre apuntes estudiantiles. Su entrada formal al aula ocurrirá a través de
experiencias puntuales que serán acogidas sólo en las postrimerías del
régimen militar.

REFLEXIONES FINALES: LA BÚSQUEDA DE UNA SÍNTESIS.

La información presentada devela que durante el período 1973-1990, Trabajo


Social se enfrentó a una fractura formativa, en donde la academia cauteló la
amenazada existencia de la profesión en las aulas universitarias, incorporando
en contingencia una impronta metodológica tecnocrática, basada en modelos
teóricos y concepciones de raigambre positivista, que se transformó
progresivamente en un sello identitario de la formación profesional, que ha
respaldado la empleabilidad de Trabajo Social, en los organismos públicos del
país, a todo evento.

Enfrentando una amenaza de cierre nunca superada totalmente, la academia


concentró su diálogo con el ejercicio profesional en organizaciones
gubernamentales, alineando la pertinencia de su formación. tecnocrática con
las demandas sociales del Chile oficial y resguardando con ello la potencial
empleabilidad de las diezmadas nuevas generaciones. Los aportes del ejercicio
profesional en organizaciones no gubernamentales no llegaron a ser
considerados formalmente en los contenidos ni en las prácticas de la

 
academia. Tampoco formaron parte de una coordinación explícita regular con
el colectivo profesional de las organizaciones gubernamentales. Sin embargo,
se advertía su presencia desde una ausencia forzada, ya que aportaba en
forma velada con nuevos aprendizajes y repertorios en la formación y con
nuevas fuentes de recursos y estrategias de trabajo en la intervención social.
La coordinación profesional entre acciones oficiales y alternativas se realizaba
mediada por los sujetos de atención y no por una relación directa entre
profesionales.
Superada progresivamente la situación de Chile en estado de excepción a
contar de Marzo de 1990, es posible observar que a cuatro décadas del Golpe
Militar y a dos décadas del retorno formal de la democracia, la formación
profesional de Trabajo Social continúa anclada en la lógica tecnocrática como
sello distintivo. Las iniciativas que se generan desde enfoques comprensivos,
subjetivos y sociocríticos se han incorporado de manera complementaria, sin
tener aún la capacidad de desplazar el eje formativo ni resiqniticar el
desempeño profesional cotidiano desde nuevos modelos o enfoques
profesionales. Los principales respaldos a la lógica tecnocrática formada en las
aulas universitarias del Trabajo Social, se encuentran en la impronta subsidiaria
del modelo económico vigente, que garantiza la empleabilidad profesional. Los
actuales repertorios profesionales avanzados en torno a estrategias de
intervención social, gestión social y gerencia social, han sido fortalecidos
durante cuatro décadas de formación tecnocrática y han dotado al Trabajo
Social de procesos y procedimientos caracterizados por una sólida calidad
técnica funcional al modelo de desarrollo definido para el país.

Por tanto, en los procesos formativos actuales, prevalece como preocupación


central la coherencia y consistencia metodológica de las propuestas de trabajo,
por sobre los procesos reflexivos y críticos en torno a los sujetos, los contextos
y los conflictos del mundo social y las condiciones estructurales y contingentes
que impulsan, redefinen y resignifican los procesos de cambio y de
transformación social del Chile contemporáneo.

 
BIBLlOGRAFIA

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Santiago de Chile; Chile: Universidad Católica de Chile.

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Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación. (4a Edición)
Santiago de Chile: Andros Impresores.

 
Panel Nº II

Tema: “Discusión Política del trabajo social y su aporte al proyecto de


sociedad”

Moderadora: Esterla Barreto de Puerto Rico

Panelistas:

Paula Fonseca do Nascimento Viudes Brasil


Mirla Cisnes Uruguay (no hay ponencia escrita)
Marcelo Torres Chile
María Gregoria Carvajal México

Fecha: 25 de abril de 2014 12:00 hrs.

 
TERRITÓRIO: CONCEITO CHAVE NA VIGILÁNCIA SOCIOASSISTENCIAL E
V POLíTICA PÚBLICA DE ASSISTENCIA SOCIAL BRASILEIRA

Paula Fonseca do Nascimento Viudes


RESUMO

O presente artigo tem como tema central apresentar os marcos em que se dá


hoje, no Brasil, o desafio da elaboração de uma política pública focada no
enfrentamento da diferentes e complexas desigualdades sociais e
socioespaciais. Mais especificamente, trata-se aqui de colocar em evidência a
definição legal de vigilância socioassistencial, em primeiro lugar. Tomando-a
como ponto de partida, questiona-se em que medida esta definição legal, como
parte constitutiva da Política Nacional da Assistência Social somente pode
ganhar sentido se pensada e problematizada a partir de uma clara concepção a
respeito da reflexão acumulada sobre o conceito de território na Geografia
brasileira. Assim, em segundo lugar, é trabalhado o conceito de território e
território usado, a partir das contribuições de Milton Santos e outros autores. O
objetivo é o de, ao final, ser possível a proposição de uma síntese que articule
as proposições deste rico debate acadêmico ao esforço da formulação e
implementação da política pública.

Palavras-chave: Território, Território usado, Vigilância socioassistencial,


Política pública.

                                                                                                               

Mestranda em Geografia pela Universidade Estadual Paulista – UNESP
aulageosocial@gmail.com

 
Introdução
Atualmente no Brasil, o desenho institucional da Política de Assistência
Social pauta-se no Sistema Único da Assistência Social (SUAS), que regula e
organiza, em todo território nacional, serviços, programas, projetos e benefícios
socioassistenciais, por meio de um sistema descentralizado e participativo.
Esse sistema de caráter federalista, supõe a habilitação de todos os municípios
brasileiros, cujas responsabilidades são também atribuídas à gestão regional
dos Estados, do Distrito Federal, além da União como instância federal
(SPOSATI, 2001).
O Sistema Único de Assistência Social (SUAS) apresenta-se como uma
das possibilidades de expansão e ampliação dos direitos de proteção social
não contributiva. Aprovado em 2005, e mais recente em 2012 com algumas
alterações, o SUAS define e organiza os elementos essenciais e
imprescindíveis à execução da política de assistência social, buscando, sob
sua responsabilidade, dar respostas a três funções: Proteção Socioassistencial,
Defesa Social e Institucional e Vigilância Social.
Nosso trabalho terá como foco a função da Vigilância Social que
consideramos como uma ferramenta estratégica no desenvolvimento da
capacidade e de meios de gestão assumidos pelo órgão público gestor da
assistência social para conhecer a presença das formas de vulnerabilidade
social da população, no território pelo qual é responsável (SUAS, 2005, p.21).
Além desta introdução, nosso trabalho está dividido em outras cinco
seções: A primeira faremos uma análise da função da vigilância
socioassistencial enquanto estratégia de gestão e uma das funções da
Assistência Social; Na segunda seção apresentamos os marco normativos da
Vigilância Socioassistencial; Na terceira seção expusemos sobre os três
principais conceitos da Vigilância Socioassistencial; Na quarta seção
discutimos sobre o conceito de território usado, e principalmente, nas
contribuições de Milton Santos; E por último, na quinta seção apresentamos
nossas considerações sobre o que foi tratado no decorrer do nosso trabalho.

Vigilância Socioassistencial: estratégia de gestão da Política de


Assistência Social Brasileira

 
No atual estágio de desenvolvimento do SUAS tornam-se cada vez mais
visíveis os desafios referentes ao fortalecimento da gestão e qualificação dos
serviços; desafios estes cujo enfrentamento pressupõe a organização efetiva
da Vigilância Socioassistencial. O desenvolvimento de capacidades de
planejamento e gestão torna-se crucial para o amadurecimento da assistência
social como política pública setorial, a qual compete garantir ou mediar o
acesso a direitos sociais específicos. Nesse contexto, os processos de
produção, análise e utilização de informações ganham relevância na medida
em que possibilitam qualificar a intervenção dos agentes públicos de forma que
suas ações produzam processos e resultados mais condizentes com as
expectativas e necessidades da população em geral e, em particular, dos
segmentos sociais mais vulneráveis (BRASIL, 2014).
A Norma Operacional Básica do SUAS aprovada em 2012 – NOB 2012 -
em seu artigo 1º afirma a Vigilância Socioassistencial como uma função da
política de assistência social, conjuntamente com a Proteção Social e a Defesa
de Direitos. Essas três funções possuem fortes relações entre si, e em certo
sentido, podemos afirmar que cada uma delas só se realiza em sua plenitude
por meio da interação e complementariedade com as demais.
A partir da aprovação da NOB em 2012 a Vigilância Socioassistencial
para a ser obrigatória sua implementação e deve ser realizada por intermédio
da produção, sistematização, análise e disseminação de informações
territorializadas, e trata:
I – das situações de vulnerabilidade e risco que incidem
sobre famílias e indivíduos e dos eventos de violação de
direitos em determinados territórios;
II – do tipo, volume e padrões de qualidade dos serviços
ofertados pela rede socioassistencial. (BRASIL, 2012,
p.40)

Neste trabalho vamos evidenciar e focar nas situações de


vulnerabilidade e risco social e nos eventos de violação de direitos no território.
De acordo com as determinações da NOB/SUAS (2012) a Vigilância
Socioassistencial deve estar estruturada e ativa:
Em nível municipal, estadual e federal, contribuindo com
as áreas de proteção social básica e de proteção social

 
especial por meio da elaboração de estudos, planos e
diagnósticos capazes de ampliar o conhecimento sobre a
realidade dos territórios e as necessidades da população,
e auxiliando no planejamento e organização das ações
realizadas nesses territórios. Deve, ainda, contribuir com
a própria Gestão – em sentido amplo – auxiliando a
formulação, planejamento e execução de ações que
induzam à adequação da oferta às necessidades da
população. Para isso, faz-se necessário que também
sejam produzidas e analisadas informações sobre o
financia- mento; sobre o tipo, volume, localização e
qualidade das ofertas; bem como das condições de
acesso aos serviços, benefícios, programas e projetos
(BRASIL, 2014, p.9).

Já o Caderno 3 do CapacitaSUAS (BRASIL, 2013) a Vigilância deve


responder não só pela identificação das situações de vulnerabilidade e risco
que incidem sobre as famílias que vivem no território, mas também deve
permitir compreender porque e como se configuram territorialmente as
necessidades e demandas por seguranças socioassistenciais. Somente assim
poderá produzir uma visão territorializada e interligada entre as demandas e
respostas de proteção social (BRASIL, 2013, p.26).
Ou seja, é preciso identificar as famílias, onde estão essas famílias no
território e também qual a sua necessidade de proteção social para que a
assistência social possa atuar na intervenção.

Marco Normativo da Vigilância Socioassistencial


Apresentamos a seguir a redação dos documentos normativos da
Assistência Social que se referem à Vigilância Socioassistencial, a fim de
resgatar a completude do Marco Normativo da área e analisá-los mais
detidamente. A Vigilância ganhou um importante aliado com a redação da
Norma Operacional Básica (NOB) 2012, que reitera a importância dada à
Vigilância na Lei Orgânica de Assistência Social (LOAS) e na Política Nacional
de Assistência social (PNAS). Estes três documentos ajudam a dar concretude
às atividades próprias da Vigilância e mostram como este tema é necessário
para alavancar a agenda do SUAS no país.
A LOAS, afirma em seu artigo 2o que:
A assistência social tem por objetivos: I - a proteção
social, que

 
visa à garantia da vida, à redução de danos e à prevençã
o da incidência de riscos, especialmente: (...); II - a
vigilância socioassistencial, que visa a analisar
territorialmente a capacidade protetiva das famílias e nela
a ocorrência de vulnerabilidades, de ameaças, de
vitimizações e danos; III -
a defesa de direitos, que visa a garantir o pleno acesso a
os direitos no conjunto das provisões socioassistenciais.
(Lei nº 8.742, de 1993, segundo redação dada pela Lei nº
12.435, de 20111).

Esta redação aponta para a importância da Vigilância Socioassistencial


como objetivo da política da Assistência Social, no mesmo patamar que as
proteções sociais e a defesa dos direitos, ao mesmo tempo que, estabelece o
que é de responsabilidade da Vigilância realizar: analisar territorialmente a
capacidade protetiva das famílias e nela a ocorrência de vulnerabilidades, de
ameaças, de vitimizações e danos (BRASIL, 2014).
A PNAS, desde 2005, também estrutura assertivas sobre a Vigilância
Socioassistencial. Assim, se inicia o difícil trabalho de dar materialidade a
Vigilância Socioassistencial, ligando-a à produção, sistematização das
informações, indicadores e índices territorializados, apontando assim para o
campo de atuação da Vigilância.
A partir da NOB/SUAS 2012 - em seu artigo 87 e seguintes - cria-se a
obrigação de instituir a área da vigilância socioassistencial vinculada aos
órgãos gestores da política de assistência social, dispondo de recursos de
incentivo à gestão para sua estruturação, desenvolvimento de atividades,
manutenção e delimita as responsabilidades dos entes. A citada norma traz o
amadurecimento da área nos últimos anos, materializando quais são, de fato,
as atividades que a Vigilância deve executar.
A NOB clarifica a relação entre Vigilância Socioassistencial e a gestão
da informação (art.95 a 98), o monitoramento (art. 91 e art.99 a 104) e a
avaliação (art.105 a 108) no SUAS. Mesmo que estas atividades sejam
realizadas por núcleos específicos que não são exclusivos do SUAS, mesmo
que sejam realizadas por organizações externas, ou que existam atividades
realizadas em outras áreas ou proteções, é responsabilidade da Vigilância
Socioassistencial traduzir e organizar estrategicamente estas informações para
                                                                                                               
1
Disponível em: < http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_Ato2011-2014/2011/Lei/L12435.htm>

 
a linguagem do SUAS e para a tomada de decisão. A Vigilância é a gestora
das informações no âmbito do SUAS e deve se responsabilizar pelas
informações do e para o sistema.

O três principais conceitos da Vigilância Socioassistencial


Em sua dimensão teórico-conceitual, a concepção de Vigilância
Socioassistencial instituída pela PNAS está ancorada em um conjunto
integrado de conceitos e categorias que buscam instituir uma abordagem
específica para a produção de conhecimentos aplicados ao planejamento e
desenvolvimento da política de assistência social.
Como apontado nos artigos 1º e 6º da LOAS, a Vigilância evoca a
apropriação e utilização de três conceitos-chave, a saber risco, vulnerabilidade
e território, que inter-relacionados propiciam um modelo para análise das
relações entre as necessidades de proteção social no âmbito da assistência
social, de um lado; e as respostas desta política em termos de oferta de
serviços e benefícios à população, de outro (BRASIL, 2014).
Seguindo a perspectiva do Ministério de Desenvolvimento Social e
Combate a Fome - MSD a operacionalização do conceito de risco visa
identificar a probabilidade ou a iminência de um evento acontecer e,
consequentemente, está articulado com a disposição ou capacidade de
antecipar-se para preveni-lo, ou de organizar-se para minorar seus efeitos,
quando não é possível evitar sua ocorrência. Sendo assim, a aplicação do
conceito de risco está necessariamente associada à pré-definição de um
evento (ou de um certo conjunto de eventos), tendo em vista a peculiaridade de
cada área (BRASIL, 2014).
Então, para a operacionalização do conceito risco exige a definição do
conjunto de acontecimentos e compete desenvolver diretamente esforços de
prevenção ou de enfrentamento para redução de seus agravos.
Em relação a tais acontecimentos é necessário desenvolver estudos que
permitam algum tipo de mensuração e monitoramento da sua incidência ou da
probabilidade de sua ocorrência. Desta maneira, com base na PNAS é possível
definir que, no âmbito de atuação da Assistência Social, constituem situações
de riscos a incidência, ou a probabilidade de ocorrência.

 
O segundo conceito-chave da Vigilância Socioassistencial é o de
vulnerabilidade. Segundo a PNAS (2004) a vulnerabilidade se constitui em
situações ou ainda em identidades que podem levar a exclusão social dos
sujeitos. Estas situações se originam no processo de produção e reprodução
de desigualdades sociais, nos processos discriminatórios e aqueles que
segregam, gerados nas construções social e históricas e privilegiam alguns em
relação a outros.
Kaztman e Filgueira (2006) têm trabalhado com o conceito de
vulnerabilidade social e afiançam :
[...] chamamos de vulnerabilidade ante a pobreza ou a
exclusão social as situações que surgem quando as
configurações de recursos que controlam e podem
movimentar os municípios não são suficientes para
aproveitar as estruturas de oportunidade de acesso ao
bem estar (KAZTMAN E FILGUEIRA, 2006, p.71).

A abordagem da vulnerabilidade social mostra-se relacionada ao acesso


ao bem estar social que os autores acima citados denominam de “estruturas de
oportunidade de acesso ao bem estar”.
E por fim, o terceiro conceito-chave da Vigilância é território. Segundo
Souza (1995, p.75) território é "fundamentalmente, um espaço definido e
delimitado por e a partir de relações de poder". Tal poder só se exerce "com a
referência a um território e, muito frequentemente, por meio de um território"
(SOUZA, 2013, p. 87).
Couto (2010) destaca que o território é também o terreno das políticas
públicas, onde se concretizam as manifestações da questão social e se criam
os tensionamentos e as possibilidades para seu enfrentamento.
Assim sendo, pensar as políticas públicas na ótica do território e dos
vínculos sociais não significa buscar a homogeneização das condições sociais
e das realidades cotidianas, mas buscar uma visão estratégica para a
otimização dos esforços públicos.
Vale a pena destacar que a noção de território ultrapassa os limites
geográficos e deve ser baseada no reconhecimento das capacidades criadas
coletivamente no território enquanto espaço de vivência com características
políticas, econômicas e culturais.

 
Ao atentarmos para o conceito de território, consideramos a perspectiva
trazido por Milton Santos mais adequada para a discussão da Vigilância.
Partimos para esta categoria de análise pois suscita a depuração dos
usos pelos sujeitos, individual ou coletivamente, em grupos organizados ou
não, e revela a realidade no presente e seu movimento.
O território usado permite a elaboração de trabalhos que lidem com a
complexidade do período histórico atual, por sua vez, caminhe para a
compreensão do movimentos do mundo. Para Santos (2007a) o território
usado, visto como uma totalidade, é um campo privilegiado para a análise, na
medida em que, de um lado, nos revela a estrutura global da sociedade e, de
outro lado, a própria complexidade do seu uso.

O território usado
Santos (1998) destaca que vivemos com uma noção de território
herdada da Modernidade incompleta e do seu legado de conceitos puros,
tantas vezes atravessando séculos praticamente intocados. É o uso do
território, e não o território em si mesmo, que faz dele o objeto da análise social
(SANTOS, 1998, p. 15). Santos (1996) ainda defende que ao atentarmos para
o uso do território poderemos desvendar os diferentes interesses dos diversos
agentes sociais que, relacionando-se entre si, atuam na formação dos
territórios.
Milton Santos (1998) expôs que o "território são formas, mas território
usado são objetos e ações, sinônimo de espaço humano, espaço habitado"
(SANTOS, 1998, p. 16).
Santos (2007) nos apresentou o significado do território:
O território tem que ser entendido como o território usado,
não o território em si. O território usado é o chão mais a
identidade. A identidade é o sentimento de pertencer
àquilo que nos pertence. O território é o fundamento do
trabalho; o lugar da residência, das trocas materiais e
espirituais e do exercício da vida (SANTOS, 2007b, p.22).

Nesta citação, Milton Santos elucida o valor de um território, pois


relaciona a identidade e o sentimento de pertencer a tal local, deixando clara a
relação de uso do território.

 
Koga (2003) apresenta sua definição de território e afirma:
O território também representa o chão do exercício da
cidadania, pois cidadania significa vida ativa no território,
onde se concretizam as relações sociais, as relações de
vizinhança e solidariedade, as relações de poder. É no
território que as desigualdades sociais tornam-se
evidentes entre os cidadãos, as condições de vida entre
moradores de uma mesma cidade mostram-se
diferenciadas, a presença/ausência dos serviços públicos
se faz sentir a qualidade destes mesmos serviços
apresentam-se desiguais (KOGA, 2003, p.33).

Consideramos a contribuição de Koga importante quando afirma que o


território representa o chão do exercício da cidadania, onde se materializa a
presença/ausência dos serviços públicos, sendo que essa presença/ausência
não significa (simplesmente) o acesso a todos os serviços e com qualidade.
Segundo PNAS é necessário considerar a alta densidade populacional
do Brasil e, ao mesmo tempo, seu alto grau de heterogeneidade e
desigualdade socioterritorial presentes nos mais de 5.560 municípios
brasileiros.
A análise da adequação entre as necessidades da população e as
ofertas dos serviços e benefícios socioassistenciais, vistos na perspectiva do
território, deve constituir-se como objeto central e de permanente reflexão da
Vigilância Socioassistencial. Esta visão de totalidade, integrando necessidades
e ofertas, permite traçar melhores ações e estratégias para prevenção e para
redução de agravos, contribuindo para o planejamento, gestão e execução da
política de assistência por meio de seus serviços e benefícios, objetivando
sempre o fortalecimento da função de proteção social do SUAS.

Considerações finais
A partir do reconhecimento de que o conceito de território usado é mais
adequado para nossa discussão, apresentamos uma síntese que, desejamos,
ser capaz de articular as proposições do debate acadêmico ao esforço da
formulação e implementação da Vigilância Socioassistencial.
É inegável e vale destacar as contribuições e reflexões acumuladas pela
Geografia Brasileira sobre o conceito de território e território usado. Essas

 
contribuições, e principalmente a partir da perspectiva de Milton Santos,
serviram como base na construção da própria PNAS em 2004 e tais discussões
vem avançando e embasando formulações e implementações de políticas
públicas.
A Vigilância Socioassistencial tem sido, e ainda será, um grande desafio
na materialização da PNAS e do SUAS, mas que vem se consolidando no
decorrer dos anos e, principalmente, a partir da NOB 2012 se tornando uma
obrigação sua implementação nos municípios e nos estados.
Assim sendo, pensar as políticas públicas (e principalmente a Política de
Assistência Social tratada neste trabalho) na ótica do território e dos vínculos
sociais não significa buscar a homogeneização das condições sociais e das
realidades cotidianas, mas buscar uma visão estratégica para a otimização dos
esforços públicos e uma visão de totalidade.

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ESCENARIOS SOCIOPOLÍTICOS Y SUS INFLUENCIAS EN EL TRABAJO
SOCIAL CHILENO ∗

Marcelo Torres Fuentes ∗∗

RESUMEN

La presente investigación se enmarcó dentro de lo que se conoce en


investigación como metodología cualitativa, esta se desprende del paradigma
teórico/epistemológico Interpretativo de las Ciencias Sociales. Por eso la
verdad no es única, sino que surge como una configuración de los diversos
significados que las personas le dan a una cierta situación (Briones G, 1999).
De esta manera se pretendió descubrir el significado de las y los trabajadores
sociales a través de sus vivencias, historias de vida y percepciones de cómo el
trabajo social desde su construcción histórica política ha ido situándose en
estos escenarios y como a partir de esos contextos se ha desarrollado la
disciplina al interior de las ciencias sociales. Por ello los objetivos que busco
éste trabajo estuvieron orientados a describir las dimensiones sociopolíticas
que han configurado el desarrollo de la profesión, y conocer las nuevas
configuraciones de la profesión en los escenarios sociopolíticos emergentes.

Palabras claves: trabajo social -escenarios soclopolíticos- Identidad


profesional - escenarios emergentes

                                                                                                               

 Ese artículo surge en el contexto de un proyecto de investigación que está en desarrollo y que
es financiado por el concurso de Investigación de Ciencias Básicas y Aplicadas de la
Universidad Central de Chile año 2012. En este contexto se dará a conocer los principales
temas que ocupan y preocupan al equipo investigativo ( Investigador Responsable Marcelo
Torres.y Co- Investigadores: Diego Palma, Adolfo Castillo e Ignacio Monsalve)

∗∗
  Chileno. Trabajador Social. Doctor en Análisis de Problemas Sociales de la Facultad de
Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad de Granada España, Magíster en Políticas
Sociales y Gestión Local. Universidad ARCIS. Académico Escuela de Trabajo Social,
Universidad Central de Chile, Correo electrónico ltorresf@ucentral.cl

 
1 2 TRABAJO SOCIAL DESDE LAS DIVERSAS CONFIGURACIONES
SOCIOPOLíTICAS

Los diversos contextos sociopolíticos del país, han tensionado el desarrollo


disciplinar del Trabajo Social Chileno, pues los diferentes regímenes políticos
han permeado el desarrollo de la profesión en sus diferentes dimensiones, en
este escenario el Estado en su funciones reguladoras de orden y de control
social ha establecido en su marco jurídico y político normativas que han
definido tanto el crecimiento como el desarrollo del país.; los diversos proyectos
políticos a lo largo de la historia han permitido que el Trabajo Social se haya ido
desarrollando desde diversas perspectivas ideológicas, éticas,
epistemológicas, teóricas y metodológicas que han tensionado los actuales
escenario de la profesión.

Según Matus nos señala que profundizar en las formas en que Trabajo Social
accede al conocimiento de la realidad, implica sin lugar a dudas una
reconstrucción histórica. No se trata, por tanto de presentar exhaustivamente
los diferentes momentos históricos del Trabajo Social dado que en la literatura
existen diversas apreciaciones que dan cuenta de ello y que están abordada en
su amplia profundidad. Sin embargo dicha reconstrucción histórica nos permite
adentrarnos en la problemática de la identidad y en los desafíos de un Trabajo
Social contemporáneo.

Situar el contexto histórico de la profesión necesariamente debe de hacerse


conociendo las diversas variables estructurales que se dan en un contexto, en
este sentido la historia del Trabajo Social es una historia política, económica,
cultural, social y ahora además tecnológica, es decir, para descubrir y entender
al Trabajo Social en su historia, se necesitan de elementos de contexto, sin
aquellos difícilmente se puede hacer una comprensión histórica del desarrollo
de la profesión. Sin estos elementos se dificulta la posibilidad de valorar la
importancia de los trabajadores sociales quienes son los que han ido

 
generando aquellos aprendizajes, sus resignificaciones de los procesos
históricos y como éstas han influido en las actuales discusiones respecto las
formas de entender la profesión.

Como dice Michel Chauvière (Bec et al., 1994), la profesionalización del


Trabajo Social es compleja y no unívoca. Se forja en el tiempo; es una
construcción que se hace progresivamente, alimentándose de diversas
corrientes, utilizando numerosas estrategias, inscribiéndose en el conjunto de
los hechos sobresaliente de la época. Es pues algo socialmente e
históricamente construido. Pues bien, cuando la Enciclopedia de Trabajo Social
de la NASW se plantea el tema de la historia y la evolución de la práctica del
Trabajo Social afirma taxativamente que el Trabajo Social se desarrolló como
disciplina especializada desde la mitad del siglo XVIII al final del XIX, a partir de
las sociedades organizadas para la asistencia a los pobres.

Hoy en día la formación del Trabajo Social es el resultado de toda su historia


pasada. Principalmente, es la identidad profesional la que ha adquirido un
carácter particular, según, Mario Quiroz señala que la identidad se edifica con
fundamento en la historia, depende del pasado donde surgen las primeras
identificaciones que dan origen a la profesión, y a partir de esta se va
enriqueciendo y modificando en función de las demandas sociales. Dentro de
esto también se encuentra el nacimiento de nuevos roles aumentando su
caudal de conocimiento y la reflexión sobre su propia práctica.

Para Mario Quiroz, es primordial a la hora de hablar sobre el Trabajo Social de


hoy, acerca del mito fundacional. Lo que trata de decir es que el Trabajo Social
edifica su propia leyenda, en base a una historia que una vez tuvo sentido y
que le fue funcional: la caridad y la filantropía, pero esto actualmente, desde
una perspectiva crítica, está en discusión y es negada rotundamente. “La
esencia del Trabajo Social está en su historia, en la profundidad de sus raíces,
es decir, en su conciencia histórica”(Quiroz M. , 1990).De acuerdo a lo anterior

 
se presenta una descripción de los diversos momentos sociopolíticos y como
el Trabajo Social se ha situando.

ESCENARIOS SOCIOPOLÍTICOS Y SUS INFLUENCIAS EN EL TRABAJO


SOCIAL EN CHILE: 1920 - 2010

Desde su aparición como profesión, en la década de los años 20 del siglo XX,
el Trabajo Social ha ido manifestando un progresivo cambio, la cual está
estrechamente relacionada con el contexto en que tiene lugar su
desenvolvimiento. Sus fundamentos y orientaciones prácticas se han basado
durante su trayectoria, en los elementos de realidad que se presentan, al
empleo de los avances en las ciencias, a un desarrollo endógeno de la
reflexividad disciplinar resultante del contexto político y social y a las relaciones
de poder que en la sociedad se van expresando en el decurso histórico.

Para la historiadora Angélica Illanes es Estado chileno en el siglo XX es “como


una construcción netamente histórica, esto es, se configura en torno a los
desafíos sociales y económicos del período, los cuales exigirán del Estado
asumir un creciente protagonismo” (Illanes, 1993: 16) y llega se ser una “figura
subsidiaria del movimiento popular, se levanta a nombre del Pueblo,
convirtiendo a éste en objeto central de su política” (Idem: 16). En efecto, las
luchas populares de décadas del movimiento social obrero, había logrado que
la clase política gobernante acogiera e integrara demandas sociales
largamente exigidas desde las bases populares.

Este periodo está marcado por la creación de la primera escuela de Trabajo


Social en Chile y en América Latina, fue una iniciativa del Dr. Alejandro del Rio,
nace con una orientación paramédica y parajurídica, motivado por una acción
filantrópica y apostólica. Esta escuela fue denominada “Escuela de Servicio
Social de Beneficencia”. Es en este contexto que se define el Trabajo Social de
la época como una modalidad benéfico asistencial, no solo se trata de una
prolongación de la etapa pre profesional sino que es el estilo dominante de las
primeras asistentes sociales en América Latina: siendo definido como un

 
técnico de la caridad. Los problemas sociales se circunscribían a
considerarlos como problemas individuales que necesitan asistencia,
atribuyéndoles causas muy diversas enfermedad, raza, apatía falta de espíritu
emprendedor… Dejando de lado o no considerando la relación entre los
problemas individuales con los problemas estructurales de la sociedad. (Ander-
Egg, 1995).

Durante la segunda mitad del siglo pasado el Estado se constituyó en el


escenario de la polarización global, lo cual también se reflejó en el campo del
movimiento asociativo. El conflicto entre capital y trabajo se proyectó a toda
forma de organización, y en el marco de la sociedad de masas que emergió
junto con el desarrollo capitalista chileno, contribuyó a escindir aún más ambas
dimensiones del conflicto contemporáneo. Ese tejido asociativo que nació bajo
el impulso de un Estado fuerte, centralista, heredero de la tradición borbónica,
no tuvo, al menos durante la mayor parte del siglo XX, la autonomía suficiente
para intervenir en la esfera pública y construir procesos de participación y
empoderamiento ciudadano. La matriz histórica de articulación sociopolítica se
estructuró en torno al Estado.

La marginalidad y la pobreza son una causa del capitalismo de la dominación


de clases lucrativas insensibles a los problemas de estos sectores de la
sociedad. Un jesuita, Roger Vekemans escribió que la marginalidad era un
fenómeno histórico estructural no originado en el desarrollismo sino en el
dualismo estructural del mundo latinoamericano por lo que cabía una estrategia
civilizatoria. Esta tesis fue la base para montar la política de Promoción Popular
durante el gobierno de Frei. Lo que vino después fue una forma de populismo
donde se generan dualidad de poderes, y la clase política fue incapaz de
encontrar formas de dialogo con el movimiento social popular.

En contraposición al Servicio Social Tradicional surge LA CONCEPCIÓN


DESARROLLISTA donde no solo hay que resolver los problemas individuales,
sino que también hay que contribuir al funcionamiento de la sociedad. La
concepción desarrollista proviene de los estudios presentados por la CEPAL,
que estimulan la participación del Servicio Social en las iniciativas de
encaminar la región hacia el desarrollo. Dicha concepción fue un paso

 
importante para el desarrollo de nuestra profesión, dado que genera una nueva
mirada en un contexto global. El Asistente Social pasa a intervenir en la
realidad con el objetivo de modificarla, teniendo presente que la realidad es
dinámica con un sin número de variables que influyen en la conformación de
los procesos.

El Servicio Social ya no puede seguir desarrollándose como un agente


repetitivo de acciones sin sustento teórico, en esta lógica hace sentido el
esquema conceptual referencial operativo (ECRO), de Pichón Riviere, instalado
por Trabajadores Sociales Argentinos en 1965. Desde esta fecha se comienza
a realizar la búsqueda de una teoría que sustente a la profesión en América
Latina. Pues hasta los sesenta el Servicio Social era un instrumento de los
sectores dominantes para mantener un sistema que perpetuo las
desigualdades sociales.

Desde lo anterior la Reconceptualización seria fruto de las condiciones


históricas, sumado a la incapacidad que tendría el Servicio Social para dar
respuestas efectivas a las demandas del medio social cambiante sobre el cual
desarrolla su accionar. Llevado a cabo por profesionales de la época que
realizaron críticas a la profesión, planteando la necesidad de elaborar teorías
que dieran sustento a la praxis profesional.

Durante los años 1973-1989 Gobierno autoritario e impuesto “de facto”. Estado
represor que limita las garantías individuales, viola los derechos humanos y, en
general, recorta la condición y el derecho de la ciudadanía. En algún sentido
los cambios generados por el golpe de Estado de 1973, provocaron una
profunda reestructuración entre Estado y sociedad. El resultado impactó la
sociedad civil despedazando las redes comunitarias, los vínculos sociales, los
mecanismos de protección, por lo que se puso en marcha el escenario de la
incertidumbre, de la privatización de la vida, de la crisis del espacio público”.2

El proyecto que atravesó el periodo fue la instalación, consolidación y


desarrollo, en todos los aspectos de la vida económica, social y en la cultura,

                                                                                                               
2  Portantiero,  Juan  Carlos.,  “La  sociedad  Civil  en  América  Latina:  entre  autonomía  

descentralización”,  en  Sociedad  y  Política  en  América  latina:  Representación  de  Intereses  y  
Gobernabilidad.,  Hengstenberg,  Peter  y  otros.FES,  Ed.  Nueva  Sociedad,  Venezuela,  1999.  Pág.  33.  

 
de un “orden” inspirado en la doctrina neo liberal. El Estado se resta de
intervenir en aquellas cuestiones que, teóricamente, podría solucionar la
iniciativa privada a través de los mercados (estado subsidiario) y siempre va a
intervenir, con fuerza, frente a situaciones sociales y políticas (pasa a ser lo
mismo) que obstaculizan el libre funcionamiento de las fuerzas en los
mercados (de allí la proscripción de los partidos y el descabezamiento de las
organizaciones).

En definitiva en éste periodo se vive un periodo de restricción de los derechos


políticos, el rol del Estado es subsidiario, abandonando el Estado de bienestar,
se disminuye el gasto público por lo cual se restringe el campo profesional, se
suma a ello la expulsión del país sufrida por varios profesionales, mientras que
los (as) Trabajadores (as) Sociales que permanecían en el país debían
adaptarse a una nueva situación. En este contexto el Trabajo Social vuelve a
retomar el asistencialismo, tan cuestionado anteriormente.

La década de los noventa constituye para los actores y movimientos sociales


de Chile, un escenario de experimentación, innovación y despliegue de
creatividad ciudadana, no obstante las dificultades y severos déficit de
modernidad e integración a los mercados y al orden democrático observable en
las periferias del mundo local y regional. El resultado de los cambios en el
Estado en el tránsito de la dictadura militar a los gobiernos democráticos post
1990, generaron transformaciones en su sociedad civil, alterando el patrón o
matriz Estado céntrica, que se reflejó en la redefinición del modo en que las
políticas públicas son desarrolladas por el Estado, particularmente, la manera
en que las organizaciones de la sociedad civil van interactuando con las
agencias de gobierno.

Así, durante la dictadura, existieron trabajadores sociales que trabajaron en las


políticas focalizadas y asistenciales del estricto neo liberalismo más aún, hubo
trabajadores sociales que se creyeron el cuento del mercado como
solucionador de la cuestión social) y, en ese mismo período, otros/as criticaron
esos enfoques y prefirieron incorporarse a las ONGs e impulsar “experiencias

 
piloto” junto a las organizaciones subalternas.3. Durante la primera
Concertación, estaban aquellos/as profesionales que instalaron democracia
cumpliendo fielmente con incrementar la eficacia de la acción social oficial y
con ampliar las coberturas de los servicios sociales y aparecieron aquellos/as
quienes, sin negar la necesidad de lo anterior, buscaron ir más allá e
impulsaron formas innovativas en los programas, especialmente en espacios
más liberados respecto del aparato estatal central, como son los municipios.4
Los profesionales conforme a los principios de equidad y justicia social,
comienzan a combinar lo asistencial con lo promocional, aportando al proceso
de planificación de las políticas sociales, la labor de los profesionales es de
mediadores entre la sociedad y el Estado.  

 
En síntesis en Chile, A lo largo del tiempo que aquí consideramos, desde
19395 , hasta la actualidad, el estado en Chile ha sido ocupado por sucesivos
gobiernos, de distinto signo ideológico, pero que, a lo largo de esta etapa han
mantenido ciertos rasgos básicos comunes: el estado siempre apoyó el orden
económico capitalista (incluso durante los tres años de la Unidad Popular), el
régimen político siempre fue presidencialista y el carácter político administrativo
se mantuvo siempre bajo la forma “unitaria” (con énfasis hacia el centralismo).

En este sentido éste proyecto de investigación se sitúo desde el escenario


nacional considerando aquellos momentos históricos relevantes y que han
marcado su desarrollo con la intención de tensionar y conocer las nuevas
visiones acerca de la disciplina y sus aportes a las ciencias sociales.
Antecedentes que fueron profundizados en el desarrollo de esta investigación a
partir del relato de los principales actores de ésta historia: Trabajadoras y
Trabajadores Sociales como sujetos constructores de nuestra profesión ,es
                                                                                                               
3    Cabe  mencionar  al  Colectivo  de  Trabajo  Social  que,  en  ese  período  se  propuso  “reflexionar  sobre  
la  profesión  en  términos  alternativos”  y  que  pudo  sostener,  durante  todo  ese  período,  una  revista  
de  bastante  circulación.    
4Así  surgieron  los  primeros  “Fondos  Concursables”  en  la  antigua  comuna  de  Conchalí  o  la  

desconcentración  de  los  servicios  municipales  que  se  ensayó  en  la  comuna  de  Rancagua.  
5    La  elección  de  Pedro  Aguirre  Cerda,  a  finales  de  1938,  marcó  un  parte  aguas  en  la  historia  política  

de  Chile,  ya  que,  por  primera  vez,  la  coalición  triunfante  (el  Frente  Popular)  no  incorporó  ni  a  la  
oligarquía  terrateniente  ni  a  la  burguesía  minero  financiera:  así  se  marcaba  el  fin  de  la  “dominación  
oligárquica”,  un  proceso  que  se  había  iniciado  en  1920  con  el  triunfo  electoral  del  presidente  Arturo  
Alessandri..  

 
decir, iinteresó como objetivo de trabajo conocer, describir y resignificar desde
la voz de los propios actores las visiones tradicionales desde donde nace la
profesión y como está en su transitar sociopolítico ha ido desarrollándose en
las diversas complejidades sociales situadas históricamente. Este
planteamiento permitirá entender la visión actual del Trabajo Social, es decir un
Trabajo Social crítico y situacional donde a partir de la incapacidad del Estado
en abordar las diversas demandas sociales y con una emergente sociedad civil
que organizadamente ha ido planteando en estos últimos años sus
necesidades ha requerido que las ciencias sociales y específicamente el
Trabajo Social desarrollen una discusión pertinente a las dinámicas actuales.
 
La discusión queda abierta y los aportes de ésta investigación se publicaran
oportunamente para aportar a la comprensión de la profesión.

BIBLIOGRAFÍA

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Hengstenberg, Peter y otros.FES, Ed. Nueva Sociedad, Venezuela,

 
COMPETENCIAS QUE DESARROLLA EL ESTUDIANTE DE LA
LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL, EN SU PRÁCTICA ACADÉMICA,
EN UN MODELO CENTRADO EN EL APRENDIZAJE.

Ma. Gregoria Carvajal Santillán ∗

Marisa Mesina Polanco ∗∗

Catalina Suarez Dávila ∗∗∗

Sergio Wong de la Mora ∗∗∗∗

RESUMEN

Para que el Trabajador Social, responda a las necesidades sociales del mundo
globalizado, las escuelas y facultades de Trabajo Social, deben ofrecer
estrategias de formación en los alumnos, que les proporcione elementos que
promuevan un cambio social. De ahí que la Facultad de Trabajo Social, de la
Universidad de Calima, en Colima, México, ha implementado desde hace 10
años un modelo de enseñanza centrado en el aprendizaje, una de las razones
que se han argumentado, es que éste permite realizar un recorrido por el
aprendizaje, de manera inversa al que se ha seguido tradicionalmente, además
de que propicia de manera consciente el trabajo colaborativo, puesto que una
estrategia didáctica utilizada, son los grupos pequeños, en los que se propicia
que los estudiantes compartan la experiencia de aprendizaje, desarrollen
habilidades de observación y reflexión, además de propiciar un acercamiento
directo entre profesor-alumnos, alumnos-alumnos. Con este breve antecedente
de busca, Conocer cuáles son las competencias y habilidades, que desarrolla
el estudiante de la licenciatura en Trabajo Social, en su práctica académica, en
un modelo centrado en el aprendizaje.
El presente estudio, es de corte cualitativo y presenta un recorrido por tres
generaciones de alumnos de la licenciatura en Trabajo Social, por medio de
una revisión a las memorias presentadas, al finalizar su intervención en
escenarios reales.

Palabras clave: Competencias, práctica académica, modelo centrado en el


aprendizaje

                                                                                                               

margre@ucol.mx
∗∗
alejanse@hotmail.com
∗∗∗
catysuarezl0@gmail.com
∗∗∗∗
Sergio@ucol.mx

 
Introducción

En los últimos años, los cambios sociales, políticos y económicos, demandan


una dinámica educativa desde una perspectiva diferente, la cual debe
responder a los nuevos escenarios globales, de ahí que las instituciones de
educación superior deben preparara profesionistas que atiendan estas nuevas
exigencias sociales.
El profesional del Trabajo Social, debe estar inmerso en estas
transformaciones, debido a que permanentemente está enfrentándose con
problemas de diversa índole, lo que conduce a prepararse con nuevas
competencias laborales, al ser una profesión de servicio, cuyo campo de
acción son las necesidades sociales, las labores principales de este
profesionista son la gestión social, educación informal, investigación, buscando
ante todo, propiciar un cambio de actitudes en las personas, para que puedan
enfrentar con mayores posibilidades de éxito las situaciones problemáticas que
le generan conflictos.
El Plan de Estudios de la licenciatura en Trabajo Social, en la Universidad
de Colima, sufrió reestructuración teniendo ahora un Modelo Centrado en el
Aprendizaje, caracterizado por incorporar un conjunto de objetivos, estrategias
y recursos orientados a lograr aprendizajes significativos y enfatizar la actividad
autónoma del alumno de aprender a aprender, se fundamenta en las teorías
constructivistas del aprendizaje, en los principios del aprendizaje de los adultos
y en el desarrollo de modelos andragógicos, que tiene el propósito de ayudar a
los estudiantes a desarrollar habilidades para dirigir su propio aprendizaje.
Los contenidos se agruparon considerando al eje del ciclo vital y la teoría
de sistemas, de tal forma que se revisan contenidos desde la perspectiva
micro, meso y macro; a la vez se clasifican en grupos de edades : niñez,
adolescencia, adultez (los primeros tres semestres), familia grupos y sociedad
(de cuarto a sexto) y campos profesionales (séptimo y octavo) contando con
cuatro modalidades didácticas: tutorial, disciplinar, integrativa y crecimiento
personal en las que se propicia el trabajo colaborativo y permite a los
estudiantes compartir experiencias de aprendizaje, así como desarrollar las
habilidades de observación y reflexión.

 
La modalidad de la práctica integrativa, es un pilar fundamental, en la
formación del licenciado en Trabajo Social, se busca que el estudiante
combine la teoría con las habilidades técnicas, que comprenda que los
conocimientos, habilidades y capacidades, que se desarrollan en las demás
modalidades, que conforman el plan de estudios, son parte de un todo que le
dará elementos para conocer e intervenir en problemáticas específicas. En el
plan de estudios la Práctica Integrativa, está programada en cuatro cursos,
que se ubican del cuarto al séptimo semestre, teniendo como propósito
principal, que alumnos organizados en equipos de máximo 15 alumnos y
asesorados por un profesor, se sitúan en un escenario de intervención real, en
áreas tradicionales o emergentes

Desarrollo

El Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), es una herramienta metodológica


de enseñanza aprendizaje, que ha tomado importancia en las instituciones de
educación superior en los últimos años, nace en los campos clínicos del área
de ciencias de la salud, a finales de los sesentas, en McMaster Canadá, esta
metodología, busca desarrollar actitudes de aprendizaje para la adquisición de
conocimientos, hábitos de auto aprendizaje, capacidades de resolución de
problemas, así como fomentar el trabajo en equipo.
Trabajar con la metodología ABP, un proceso de enseñanza
aprendizaje, es trabajar en pequeños grupos, aunque también hay
universidades que hacen adaptaciones a esta propuesta, como el caso de las
Universidades de Maaastrich para grupos de 25-30 estudiantes o Hong Kong
en grupos de 50-70 estudiantes, estas variaciones permiten atender las
necesidades específicas de cada país. La experiencia de trabajo en grupos
orientado a la solución del problema, es una de las características distintivas
del ABP. En estas actividades grupales los alumnos toman responsabilidades y
acciones que son básicas en su proceso formativo.
En la modalidad tutorial, los estudiantes deberán demostrar con su
participación activa y permanente dentro de las sesiones, su comprensión por
elementos teóricos, conceptuales, filosóficos, éticos, metodológicos que le

 
permitan construir un marco de referencia teórico – conceptual de la disciplina
de Trabajo Social. El profesor a su vez, deberá propiciar la discusión, reflexión,
análisis y generación de hipótesis, procurando el desarrollo integral del proceso
de enseñanza-aprendizaje. Para lograr lo anterior, los estudiantes deberán, leer
y analizar el problema, discutir en el grupo los puntos necesarios para
establecer un consenso, sobre cómo se percibe problema propuesto, pasa a
identificar cuáles son los objetivos de aprendizaje que se pretenden cubrir con
el problema que el profesor - tutor les ha planteado, cuando se cuenta con los
objetivos planteados se jerarquizan y en cada sesión, los alumnos traen
información necesaria para dar cumplimiento a los objetivos planteados. Todo
el grupo debe participar en este proceso, de tal modo que cada miembro tenga
la capacidad de responder a cualquier duda sobre los resultados. La
retroalimentación debe ser constante a lo largo de todo el proceso de trabajo
del grupo, de tal manera que sirva de estímulo a la mejora y desarrollo del
mismo, se recomienda dejar un espacio de tiempo al final de cada sesión para
la retroalimentación grupal. A lo largo del proceso el grupo debe estar atento a
retroalimentar en tres diferentes coordenadas de interacción:
- La relación de grupo con el contenido de aprendizaje.
- La relación de los miembros dentro del grupo.
- La relación de los miembros con el tutor del grupo.
El modelo de enseñanza centrado en el aprendizaje de la Facultad de
Trabajo Social (MECAFTS) busca estar acordes con los principios propuestos
por la UNESCO, en el informe Delors (Los cuatro pilares de la educación):
1) Aprender a conocer: en el cual, la institución debe propiciar que los
estudiantes conozcan y dominen los instrumentos y métodos del conocimiento;
aspecto que se vincula con la modalidad tutorial.
2) Aprender a hacer: se busca que los estudiantes se preparen para hacer
aportaciones a la sociedad, así como el propiciar las competencias para el
trabajo en equipo, colaborativo, desarrollar habilidades, destrezas, ejecutar
procedimientos, técnicas, métodos, entre otros; relacionado con la modalidad
disciplinar.
3) Aprender a convivir: aspecto trascendental en la formación de recursos
humanos, pues destaca el elemento de la diversidad, bajo este criterio la
educación en valores es uno de los principales componentes para propiciar las

 
actitudes que se orientan al desarrollo armónico y pleno de las personas, a la
convivencia solidaria; la promoción de los derechos humanos; así como la
erradicación de los llamados antivalores; principio que corresponde con las
modalidades integrativas y disciplinarias.
4) Aprender a ser: la que conjunta el desarrollo total y máximo posible de cada
persona. La educación integral de la que se viene hablando desde finales del
siglo XIX y comienzos del XX; aquella del pensamiento autónomo (Delors
1996), que se asocia con la modalidad de crecimiento personal

Tutorial Disciplinar
Aprender:
A conocer,
A hacer
Convivir

Integrativa A convivir, y Crecimiento personal


A ser

En este sentido, el MECAFTS propone un esquema integrador de elementos,


procesos y estructuras cognitivas (uso de estrategias educativas, ejes
articuladores del conocimiento, procesos de integración teórica-práctica) y
metacognitivas (motivación, identidad personal, expectativas, evaluación) que
mediante la comprensión, discusión, reflexión, análisis, toma de decisiones y
acción de los fenómenos sociales, derivará en la construcción (reconstrucción)
de referentes teóricos que en Trabajo Social se han ido acumulando.
Las competencias que se busca desarrollar en los estudiantes de la Facultad
de Trabajo Social son:

1. Competencia conceptual.
Constituida por el dominio y la pericia que el alumno debe mostrar sobre
los fundamentos teóricos de la disciplina, tanto en el ámbito de la

 
formación básica como en el de la formación específica del área en la
que se desenvuelve.

2. Competencia metodológica.
Está constituida por el dominio y la pericia que el alumno debe mostrar
en la comprensión y utilización de los fundamentos que subyacen a las
estrategias, procedimientos e instrumentación empleados para resolver
demandas planteadas en los campos de aplicación profesional.

3. Competencia técnica.
Dominio y pericia que el alumno debe mostrar para seleccionar y aplicar
procedimientos e instrumentación psicológica, así como para interpretar
y comunicar los resultados derivados de su función profesional.
4. Competencia contextual.
Constituida por el dominio y la pericia que el alumno debe mostrar sobre
la pertinencia de su práctica profesional con relación a la realidad social,
regional y nacional.
5. Competencia integrativa.
Dominio y pericia que el alumno debe mostrar para combinar la teoría de
las habilidades técnicas en la práctica profesional.
6. Competencia adaptativa.
Dominio y pericia que el alumno debe mostrar para anticipar y ajustarse
a cambios importantes que afecten su quehacer profesional.
7. Competencia ética.
Dominio que el alumno debe mostrar de los valores profesionales.

Desarrollo de la Práctica integrativa:


Los escenarios, son espacios públicos, y organizaciones no
gubernamentales, en el que los alumnos organizados en equipos, ponen en
práctica los conocimientos y buscan desarrollar competencias. La elección de
los escenarios de intervención, es un factor clave en la formación profesional,
ya que la improvisación en la selección de este espacio, frustra a docentes,

 
alumnos y a las propias personas involucradas en el área de trabajo, ya que no
se logra el objetivo deseado.

La práctica integrativa, tiene asignadas 12 horas semana/mes, dos horas se


trabajan en el aula en formato de taller y las otras diez en escenarios reales. El
escenario es trabajado por dos años que inician con el Diagnóstico Social. En
Trabajo Social, la adquisición de conocimientos, es sólo una parte de su
objetivo, ya que es necesario que éstos se lleven a la práctica, buscando que
ésta, sea una actividad transformadora del hombre y de la sociedad, que
responda a necesidades concretas, nada puede modificarse o cambiarse sin
tener conocimiento de lo que se pretende transformar; es por esto, que el
diagnóstico, tiene como objetivo, otorgar los elementos básicos y suficientes
que indiquen, cómo es una realidad y que se adquieran elementos para la
formulación de proyecto de intervención, con acciones comunitarias, grupales
y familiar.

La definición del Modelo de Intervención, se realizará de acuerdo con los


problemas detectados y las necesidades por atender, cuidando que se tomen
en cuenta los planteamientos de quien requiere el apoyo.

Todo proyecto de intervención, es creado para ejecutarlo y es precisamente en


este momento del proceso, que el alumno conocerá la eficacia y eficiencia de lo
que propuso para la resolución de la situación problema. Será aquí cuando
llevará a cabo, junto con el o los usuarios, las acciones propuestas y podrá
identificar si fueron las más adecuadas.

En el caso de Trabajo Social, no es posible esperar hasta tener un diagnóstico


y un proyecto para intervenir, de manera simultánea se realizan acciones de
forma permanente, ya que surgen necesidades que deben ser atendidas
inmediatamente; así como ser flexibles ante la presencia de situaciones
imprevistas no contempladas en el proyecto, las cuales tendrán que
solucionarse.

 
El alumno de Trabajo Social, necesita conocer lo que requiere el usuario y para
ello es primordial que evalúe sus acciones para identificar aquellos elementos
no funcionales y que precisen cambios para el éxito del ejercicio profesional,
por lo que debe estar preparado para proponer las estrategias adecuadas. Es
necesario que la evaluación sea permanente.

La evaluación de la intervención de los estudiantes requiere criterios


específicos para medir su aprendizaje y rendimiento, por lo que se elaboró un
instrumento de forma colegiada que es la base para que los Supervisores-
Maestros responsables, registren los avances semanales de cada uno de los
alumnos, con relación a los criterios de: puntualidad, participación, iniciativa,
creatividad, metodología aplicada, modelo de intervención que fundamenta su
práctica, capacidad del alumno para integrar la teoría con la práctica y la
rigurosidad con la cual sistematiza.

En la práctica académica, la experiencia y la comunicación profesor-alumno es


muy significativa, ya que es el primer acercamiento a la sociedad, porque aquí
se establecen las bases sobre las que el joven interactuara en su vida laboral,
mucho depende, de la experiencia del profesor para motivar y desarrollar
aprendizajes en los jóvenes, ya que los conceptos, la metodología, la técnica,
la integración de procesos, la ética, estrategias de comunicación, y tolerancia,
son detonantes para la adquisición de aprendizajes, también sucede que los
jóvenes requieren que el profesor escuche lo que el alumno/a le cuente. Todo
es importante. Cada alumno/a, es una persona con un potencial individual.
Todas las personas tienen capacidades innatas que pueden desarrollar. Hay
que intentar conocerlas, definirlas y potenciarlas. Esto hará que se sientan
valorados y que comprendan que, aunque todos somos diferentes, con
distintas capacidades, formamos parte de un colectivo y se nos reconoce el
trabajo realizado.

Se ha observado que profesores con menos de diez años de experiencia


impartiendo la materia y sin una formación de profesores de carrera, les cuesta
trabajo aplicar, aunque dispongan de teoría, porque en ocasiones no basta con
conocer teorías sino aplicarlas, saber dónde y con quien, esta aseveración

 
parte de que se observa que es este grupo de profesores, los que más se
conflictuan con los alumnos, en el sentido que repiten esquemas, a todos los
alumnos por igual.

La muestra observada, la conforman 102 alumnos, organizados en 10 equipos,


que se ubican 4 en el area educativa, 2 en el area penitenciarias 2 en
desarrollo comunitario o desarrollo rural y 2 en Organizaciones no
gubernamentales. El 75% se ubica en escenarios tradicionales del trabajo
social.

Las competencias que desarrollan según las evidencias estudiadas, es que el


100% de los alumnos, realizan procedimientos ya establecidos en los
escenarios, es decir Aplican la competencia técnica, los estudiante describe y
propone actividades de enlace entre la comunidad, la familia y las instituciones
publicas de apoyo.

Planea y ejecuta las diferentes tipos de entrevistas.

Acompaña la observación como elemento complementario de la entrevista.

Planea y ejecuta visitas domiciliarias.

Registra y documenta acciones


La competencia que se ve sutilmente dibujada es la conceptual, ya que los alumnos
solo son operativos de acciones ya establecidas, que según Rosa María Cifuente,
corresponde a una propuesta instrumental-funcionalista, que se ubica en el marco de
la modernidad; en ella los (as) profesionales se especializan para hacer una
intervención racional, técnicista con base positivista.

Conclusiones

El desempeño docente se ve influenciado por las estructuras


académicas, las actividades, se centran en segmentos que no promueven un
desarrollo integral del alumno, pareciera que dos años de prácticas con 12

 
horas a la semana fuera tiempo suficiente para desarrollar el cumulo de
competencias que debe poseer el profesional del trabajo social, que forma la
Universidad de Colima, lo cierto que es, que como está organizado la practica,
en tiempo real se reduce a un semestre y en actividades en su mayoría
asistencialistas, de aquí que el profesor debe contar con elementos necesarios
para aprovechar al máximo este espacio, en la generación y aplicación del
conocimiento.

El profesor de la práctica requiere detenerse en el análisis de los procesos, que


implementa en su modelaje del proceso enseñanza aprendizaje y realizar un
diagnóstico de sus alumnos, que le permita ver las habilidades del grupo y de
cada uno de los alumnos para que las promueva y el alumno se sienta
motivado por hacer lo que él sabe hacer.

Debemos integrar en los procesos de enseñanza-aprendizaje, lo cognitivo, lo


afectivo, lo procedimental y lo conductual. No es insuficiente entrenar alumnos
sólo en estrategias cognitivas y en la adquisición de destrezas
procedimentales, se debe pasar de la mera acumulación de información,
habilidades y competencias, a una concepción que incluya el desarrollo de la
sensibilidad y los afectos la motivación, los valores, las conductas y los modos
de ser y hacer trabajo social.
A nivel institucional se debe trabajar en la intencionalidad No se puede
comprender la intervención profesional al margen, pues quedaría reducida a
una mera expresión técnica, operativa o instrumental.

Susana García diferencia los objetivos externos, configurados a partir de las


políticas sociales e institucionales, de los objetivos específicos de Trabajo
Social, referidos a modificaciones que se buscan con los actores sociales,
desde el saber especializado y que corresponden a la concepción teórica,
ética, y metodologica para la intervención.

Para comprenderlas, es importante relacionar los contextos y propuestas


institucionales (su desarrollo histórico, nivel de legitimación e
institucionalización), con las personales y profesionales del Trabajo Social,

 
correspondientes al saber especializado, que se materializa en las acciones
cotidianas; en tal sentido Susana García propone establecer objetivos
explícitos, generales y particulares, verbalizados y actuados, en relación con
las problemáticas, los sujetos, los recursos y los portadores de recursos como
proyección de ese saber. Lo cual dará dirección y sentido a la acción, en
cualquiera de las áreas de intervención.

Bibliografía
Díaz F. Hernández R., Estrategias docentes para un aprendizaje significativo.
México, Mc Graw Hill, 1998
DUPONT, P. La dinámica de la clase. Narcea. España, 1984.
FLANDERS, N. A. Análisis de la interacción. Anaya. España, 1977.
GIMENO S. Comprender para transformar la enseñanza. Morata. Madrid. 1988
STODOLSKY, Susan. La importancia del contenido en la enseñanza. Paidós.
España, 1991.
CASTELLANOS C. Manual de trabajo social. La prensa medica mexicana.
2004
Cifuentes, R. Conceptos para leer la intervención de Trabajo Social, aporte a la
construcción de identidad,
http://www.google.com.mx/search?client=safari&rls=en&q=porque+el+trabajador+soci
al+no+relaciona+los+fundamentos+teoricos+d+ela+disciplina&ie=UTF-8&oe=UTF-
8&gfe_rd=cr&ei=rw4pU53YIOzf8gfD5ICgAw consultado el 10 de marzo del 2014.

RAMOS M. Descripción de la práctica docente en las escuelas secundarias,


http://educar.jalisco.gob.mx/01/01Mario.html.- tomado de la red 6 de octubre
del 2010a
UNIVERSIDAD DE COLIMA. 2003. Facultad de Trabajo Social. “Manual de
curso propedéutico julio 2003”. Manuscrito.
2003. Facultad de Trabajo Social. “Manual de curso Profesores con
enfoque constructivista, julio agosto 2003”.
2003. “Modelo Académico Curricular para la Universidad de Colima”.
Universidad de Colima.
2001. “Plan de Desarrollo Institucional 2002-2005” Universidad de
Colima.
1999. Plan de estudios de la licenciatura en Psicología”. Universidad de
Colima.

 
Panel Nº III
Tema: “Direccionalidad, sentido del proyecto ético político del
trabajo social”

Moderadora: Teresa López V. de Chile

Panelistas: Jacqueline Quintana Muñoz Chile


Alba Marín Rengifo Colombia
Patricia Krieger Grossi Brasil
Andrea Comelin Fornes Chile
Cristian Andrés Ovando Santana Chile

Fecha: 26 de abril 9,30 hrs.

 
MUJERES DE ATENCO: UN DESAFÍO PARA LA ACCIÓN
TRANSFORMADORA EN EL QUEHACER DEL TRABAJO SOCIAL.

Jacqueline de Lourdes Quintana Muñoz

RESUMEN

El 22 de octubre de 2001, el gobierno federal, encabezado por el presidente


Vicente Fox, anunció en el diario oficial diecinueve decretos expropiatorios
mediante los cuales se planeaba la construcción de una nueva terminal aérea
en la zona de Texcoco, Estado de México. Con esta decisión gubernamental se
verían afectados los municipios de Texcoco, Ateneo y Chimalhuacán, con sus
respectivos trece núcleos ejidales. La Policía del Estado de México y la Policía
Federal Preventiva entran fuertemente armados al poblado de San Salvador
Ateneo. En el operativo, más de 3 mil elementos policíacos enfrentan la
resistencia de un reducido grupo del Frente de Pueblos. "La lucha no terminó
allí, los días 3 y 4 de mayo de 2006 el gobierno ejecutó su venganza traducida
en el ingreso de la policía a nuestros pueblos, entrando a viviendas sin órdenes
de cateo, golpeando y torturando, dejando más de 200 compañeros detenidos,
más de cuarenta compañeras violadas y dos jóvenes asesinados, Javier Cortés
de 14 años y Alexis Benhumea.

Palabras claves: Mujeres, conflicto social y participación

 
El municipio de Atenco está ubicado al oriente del Estado de México y de la
cuenca lacustre del Valle de México, es uno de los ciento veintidós municipios
Mexiquenses. (Sánchez; 1999,17). Por su configuración geológica, Atenco
cuenta en su gran mayoría con suelos salinos, propensos acumular salitre, así
como con que se caracterizan por ser también salinos y cuya utilización
agrícola es variada y productiva (Sánchez; 1997, 17 y 18).
Atenco desde su especificidad sociopolítica, cultural e histórica, junto con
Acuexcomac, Nexquipaac, Santa Isabel Ixtapan y otros más, han sido una
materialización a nivel regional, de algunos de los más relevantes procesos
históricos que fueron perfilando la sociedad y el Estado Mexicano. Desde la
conquista, pasando por las leyes de Desamortización, la revolución mexicana
y llegando hasta la actual dinámica capitalista (Tesis, Edith, 2008). Sin
embargo, en el caso concreto del Estado de México, entre 1856 y 1910 la
mayoría de los pueblos habían sido despojados de sus tierras, gran parte
pertenecieron a los Jesuitas. Con la Revolución de 1910, se plantea la libertad
municipal, la cual quedó garantizada en la Constitución de 1917 al quedar
abolidas las prefecturas políticas y al estipularse la libertad municipal en el
artículo 115 constitucional.
El 22 de octubre de 2001, el gobierno federal, encabezado por el presidente
Vicente Fox, anunció en el diario oficial diecinueve decretos expropiatorios
mediante los cuales se planeaba la construcción de una nueva terminal aérea
en la zona de Texcoco, Estado de México. Con esta decisión gubernamental se
verían afectados los municipios de Texcoco, Atenco y Chimalhuacán, con sus
respectivos trece núcleos ejidales, decisión basada en “la integración creciente
de la economía mexicana a la economía mundial ha venido incrementando
sustancialmente los flujos de mercancías y de personas; y, en razón de ello, la
cantidad de rutas y vuelos hacia el aeropuerto internacional de la ciudad de
México” (Alcayaga; 2002,23). Al respecto, el entonces subsecretario de
Comunicaciones, Aarón Dycther, comentó que entre los grupos mexicanos
interesados en la construcción del nuevo aeropuerto se encontraban ICA, de
Bernardo Quintana; Gutsa, de la familia Gutiérrez Cortina; y el Grupo Martínez
Hermanos. Además, en cuanto a los grupos interesados en lograr la concesión
para la operación aeroportuaria, se encontraban el British Airport y el
aeropuerto de Francfort. (Ríos, 2001).

 
El aeropuerto propuesto contaría además con tres pistas paralelas
secundarias, que duplicarían la capacidad del aeropuerto actual y reducirían
significativamente retrasos y cancelaciones. Se afirmaba que se designaría al
área del lago de Texcoco como zona de protección ecológica, lo que evitaría el
riesgo de la especulación.
A partir del mes de marzo de 2001, diferentes organizaciones civiles y
ambientalistas a nivel nacional e internacional así como diversas universidades
elaboraron estudios con el propósito de evaluar las dos posibles sedes
aeroportuarias: Texcoco o Tizayuca. De acuerdo a los distintos estudios
técnicos una de las principales razones en favor de Texcoco se vinculaba con
la optimización de recursos económicos y de infraestructura. La zona de
Texcoco se ubica solo a 26 kilómetros de la ciudad de México, mientras que
Tizayuca se encuentra a 73 kilómetros. La demanda de vuelos sería cubierta
por Texcoco hasta el año 2050, en tanto en Tizayuca hasta el 2035. De igual
forma, Texcoco contaba con una superficie que posibilitaba la realización de
las operaciones en un solo aeropuerto, mientras que en Tizayuca se debía
dividir las operaciones en dos terminales aéreas. (Javier, 2001, TESIS)
Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), señala que ser Texcoco
la nueva sede aeroportuaria, existiría el peligro de generar una estructura
urbana fragmentada, la degradación del entorno urbano, el descontrol en el uso
del suelo, además del riesgo permanente de inundaciones y el daño de
recursos naturales y del medio ambiente en general. Según la CONAPO, la
decisión federal sobre la nueva terminal aérea no podía circunscribirse a
razones técnicas, aeronáuticas o financieras; sino también, era preciso
considerar los factores demográficos y urbanos. Bajo esa lógica, esta instancia
proyectaba que el impacto del nuevo aeropuerto en Texcoco y los seis
municipios aledaños, absorberían alrededor del cincuenta por ciento de
incremento poblacional total de la zona metropolitana, y con las consecuencias
que ello implica. “El terreno donde se pretende construir el aeropuerto
internacional de la ciudad de México alberga 117 especies de aves migratorias,
incluyendo aquellas de peligros de extinción” (Alcayaga; 2002,79).
Por otra parte, el Programa Universitario del Medio Ambiente (PUMA) por
instrucciones del entonces Rector Dr. Juan Ramón de la Fuente de la
Universidad Nacional Autónoma de México, “… participa en la elaboración de

 
los estudios del programa universitario de medio ambiente (PUMA), para
decidir el lugar del nuevo aeropuerto de la ciudad de México en coordinación
con la Secretaría del Medio Ambiente y recursos naturales” (Alcayaga, 2002;
51). Si bien, los resultados de esta evaluación no se inclinaban a favor de
ninguna de las alternativas, sí se señaló que Texcoco implicaría un mayor
riesgo de desequilibrio ecológico.
Es así que otros actores sociales expresaron su preocupación, específicamente
un grupo de ambientalista mexicanos señaló que la edificación del aeropuerto
en Texcoco implicaba la urbanización de un área de restauración ecológica
donde arriban anualmente 100 mil aves migratorias, de forma específica
argüían que esta zona mexiquense es el reducto avifaunístico más importante
de la región, por lo que el aeropuerto constituía un enorme riesgo para la
supervivencia de dichas especies, además del peligro latente de colisiones
entre aviones y aves.
Otro de los argumentos para la no construcción del aeropuerto en Texcoco fue
referido por los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH), pues refirieron que miles de restos de animales prehistóricos
quedarían enterrados en zonas que se distinguían por su vasta riqueza
paleontológica, como lo es la localidad de Tocuila, en donde desde años atrás
se habían encontrados restos óseos de mamuts, caballos, aves, camellos,
bisontes y conejos (Salinas, 2001).
El 4 de diciembre del 2001 al término de una larga jornada, los campesinos
frente al palacio nacional dejan un recordatorio “el pueblo unido jamás será
vencido”, “demostraremos al pueblo de México que no somos gente irracional
que tenemos conciencia y que nuestra lucha es justa y se basa solo en la
defensa de la tierra”, fue la consigna de cientos de ejidatarios de los pueblos
de Atenco y Texcoco en su marcha desde el ex vaso de Texcoco hacia el
Zócalo. (Alcayaga; 2002, 70). El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra
(FPDT), surgió en protesta del decreto expropiatorio que afectaba el patrimonio
de 4 mil 375 familias, y estaba constituido por un pequeño grupo de ejidatarios,
que se movilizó contra la expropiación por “causa de utilidad pública”, la cual
devaluaba el valor de la tierra, pues el gobierno federal ofrecía
indemnizaciones de 7.20 pesos por cada metro cuadrado de temporal y 25
pesos en las tierras de riego. (González, 2008). El secretario de

 
comunicaciones y transportes, Pedro Cerisola afirmó que “las indemnizaciones
por la expropiación de las tierras donde se construiría el aeropuerto de Texcoco
se ajustarían al avalúo gubernamental entre seis y diez pesos, por metro
cuadrado aunque ofreció otras formas de compensación para los ejidatarios
afectados por el decreto” (Alcayaga; 2002, 63). La propuesta no fue aceptada,
gestándose así el conflicto por la tierra; “En dicha visión, la tierra representa
mucho más que un bien económico enajenable y susceptible de
comercialización: representa el asiento indispensable de una tradición cultural
de corte comunitario, forjada y preservada al paso de muchas generaciones”.
(Alcayaga; 2002,28). Pues es importante identificar el contexto de “ser
campesino /a” como un actor plural, constituido –debido a su vínculo con su
territorio- por individuos rurales vinculados al campo y la ciudad, que son
hombres, mujeres, ancianos y niños: campesinos, tamaleros, costureros,
neveros, merengueros, loneros, obreros, maquiladoras, productores de fajas,
estudiantes, amas de casa, comerciantes, profesionistas, etc., mejor conocidos
en las comunidades como “los talibanes” y en el país como “los macheteros de
Atenco”, “los de Atenco”, o “los y las atenquenses (Carmacho,2008,Tesis). Por
tanto, la defensa del territorio, corresponde en si mismo a una identidad, una
cultura, y un legado histórico, donde el territorio es producido a partir del
espacio y que su representación, la tierra es el resultado de una acción que se
apropia de una abstracción espacio y las relaciones producidas en todo este
proceso conducen a la “territorialidad” (GIT, 2001: 29), lo que se traduce en una
dimensión cósmica y geográfica.
El día 11 de julio se informa la posible entrada del ejército y de la policía
federal preventiva, quienes en la noche tendrían rodeado al pueblo de San
Salvador de Atenco diversas organizaciones sociales proveniente de Oaxaca,
Yucatán, guerrero y Michoacán entre otras se dirigían al pueblo. (Pineda;
111,2008). La movilización por parte del pueblo de Atenco, y su oposición a la
construcción del aeropuerto, constituye el eje central del conflicto, provocando
costos significativos para los y las actores sociales atenquenses, y cuando
hablamos de un costo nos referimos principalmente a la insoslayable
vulneración y violación a los Derechos Humanos, pues “En ese panorama se
incrusta el caso de Atenco… desencadenaría una larga historia cubierta de
sufrimientos, muertes, encarcelamientos, y distanciamiento familiar, pero

 
también lecciones contundentes como; la organización, y el trabajo colectivo
que pueden revertir y anular las determinaciones gubernamentales. (César
Brito; 2011, Tesis).Destacar que fue asesinado el compañero José Enrique
Espinosa Juárez. Como respuesta al brutal ataque fue la resistencia y
organización, permitiendo otorgar libertad a los presos políticos de ese
entonces.
El 2 de agosto de 2002 se destruye el decreto expropiatorio que despojaba de
las tierras, raíces y costumbres a los y las ejidatarios/as de SSA. El gobierno
federal anunció la cancelación del proyecto aeroportuario, argumentando que
“vuelven el proyecto incompatible con la preservación del orden y la paz social
y, en consecuencia, la superficie de que se trata no ha sido utilizada para
cumplir con el objeto de la expropiación” (Cesar Brito; 2011, Tesis).
El segundo hito del conflicto se presenta después del anuncio de la Sexta
Declaración de la Selva Lacandona, lanzada por el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) en junio de 2005, el Frente de Pueblos manifiesta
su adhesión a la Sexta y su incorporación a La Otra Campaña. Es decir, se
compromete junto a los zapatistas en la construcción de otra forma de hacer
política, de un programa nacional de lucha y una nueva Constitución. En el año
2006 desde su conformación el FPDT se involucra solidariamente en las luchas
y resistencias de esta zona del Estado de México y de otras regiones del país,
entre ellas la de los floricultores de Texcoco, que comercian sus productos en
la vía pública, fuera del mercado. La venta en la vía pública es una de las
principales fuentes de ingresos y de subsistencia de los campesinos en esta
región, pero les era impedida por las autoridades municipales de Texcoco. El 3
de mayo un grupo de floricultores se oponen a dejar su puesto de venta, siendo
desalojados por policías municipales. Transcurre todo el día en tensión. Se
organizan bloqueos en la carretera Lechería-Texcoco y se enfrentan con la
policía fuertemente armada para evitar el desalojo de los mismos. Empiezan
las detenciones y la policía asesina de un disparo a un adolescente de 14 años
de edad. El FPDP mantiene en el auditorio Emiliano Zapata a 11 policías
retenidos.
La Policía del Estado de México y la Policía Federal Preventiva entran
fuertemente armados al poblado de San Salvador Atenco. En el operativo, más
de 3 mil elementos policíacos enfrentan la resistencia de un reducido grupo del

 
Frente de Pueblos. “La lucha no terminó allí, los días 3 y 4 de mayo de 2006 el
gobierno ejecutó su venganza traducida en el ingreso de la policía a nuestros
pueblos, entrando a viviendas sin órdenes de cateo, golpeando y torturando,
dejando más de 200 compañeros detenidos, más de cuarenta compañeras
violadas y dos jóvenes asesinados, Javier Cortés de 14 años y Alexis
Benhumea de 21.
En este sentido y frente al grave acto realizado por el Estado de México con
las mujeres de Atenco, y las condenas a los principales líderes por una
cantidad de años incalculables, fortalece la participación femenina declarando
en sus marchas “Atenco no se vende, la tierra se ama y se defiende”.
Observar el caso Atenco y la influencia de las mujeres, nos permite indagar e
investigar el actuar colectivo para con la defesa de la tierra, presentado un
ejemplo de transformación social de la vida cotidiana, pues en sus historias de
vida la mayoría de las actoras sociales no presentan una influencia política en
su cotidianeidad, pero las circunstancias de la vida , o más bien las injusticias y
las vulneraciones de derechos a la que se vieron sometidas, fortalecieron su
lucha primero en exigir su derecho a participar junto a sus compañeros, y por
otro lado al derecho de la tierra que en ese entonces el Estado de México
pretende despojar, promoviendo una acción social donde “los actos humanos
están socialmente condicionado según su esencia, el individuo solo aprende a
actuar según los actos de los otros hombres. Los actos de los demás, la
consecuencia de estos actos y la lengua socializan además la conciencia del
hombre normal, en la medida en que sus actos también están socialmente
determinados… podemos dirigirnos especialmente a ese tipo importante de
acción en que se erige, se sostiene y se transforma una sociedad; la acción
social es en sentido estricto, social es una acción cuyo sentido subjetivo se
dirige a otros hombres o a sus actos.”(Luckmann; 1992,97).Pensar la
participación, y el actuar de las mujeres frente a la defensa de su tierra,
revindica el rol y poder de las mujeres que anteriormente no estaba
visualizado, pues generalmente la participación se desarrolla desde lo
marginal, es decir, las mujeres cocinan, las mujeres abren y cierran el salón
donde realizan las asambleas, con una escasa participación en la toma de
decisiones, pues esta se encuentra asociada principalmente a los hombres,
por lo que este hecho constituye un quiebre de paradigmas en el rol de la mujer

 
Las preguntas de investigación son:
-¿Cómo fue el proceso de participación de las mujeres de Atenco en el conflicto
social de Atenco?
-¿Cómo las mujeres de Atenco significan su participación en el conflicto social
de Atenco?

Objetivos de Investigación
Objetivo general

Analizar el significado que otorgan las mujeres a su participación en el


conflicto social de Atenco
Objetivos Específicos
Conocer las características de las mujeres atenquenses que participaron en el
conflicto social de Atenco.
Describir el proceso de participación de las mujeres en el conflicto social de
Atenco.
Conocer el significado que otorgan las mujeres a su participación en el conflicto
social de Atenco.

METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION

El enfoque de este estudio es cualitativo. El paradigma o nivel epistemológico


corresponde al Paradigma Interpretativo o Hermenéutico, el que resultó
pertinente, en tanto observa la realidad desde los sujetos estudiados, en el
sentido que ésta es construida a partir de los propios sujetos y su contexto, en
este caso, las mujeres de Atenco. En palabras de Beuchot “la hermenéutica es
el arte y ciencia de interpretar textos, entendiendo por textos aquellos que van
más allá de la palabra o enunciado (2000:15).
El método a utilizar es de caso, el que permitirá conocer las características
individuales y la descripción de la realidad específica de cada una de las
mujeres que participaron en el conflicto de Atenco, intentando reflejar una
imagen de esta situación en particular (Pérez Serrano, 1998).
Selección de informantes, las mujeres que participarán en esta investigación
tienen como principal característica haber participado en el en el conflicto

 
social de Atenco y ser originarias de San Salvador de Atenco utilizando la
entrevista a profundidad.
Categorías de análisis
Como se señaló anteriormente, el tema central de esta investigación esta
orientado a saber el proceso de participación de las mujeres en el conflicto
social de Atenco y el significado que estas mujeres le otorgan a esta
participación; por ello las dimensiones a explorar a través de la entrevista a
profundidad son:
Participación: “participar es influir, responsabilizarse. La participación es un
proceso que ensalza necesariamente a los sujetos y los grupos, la participación
de alguien en algo, relacionan a ese uno con los otros también involucrados.
Ser participante implica ser coagente, cooperante, coautor, corresponsable”
(Giménez 2002,25). Lo relevante de conocer la participación radica en primera
instancia en conocer los procesos del actuar de las mujeres y posteriormente el
involucramiento de ellas en el conflicto social de Atenco.
Significados: “los hombres comparten significados acerca de las cosas. El
significado es algo creado por el hombre y que reside en las reacciones de los
hombres. (Sáez 1988,26).
Conflicto Social: Lo que significa una lucha con respecto a valores y derechos
sobre estados, poderes y recursos escasos, lucha en el cual el propósito es
neutralizar, dañar o eliminar sus rivales”. (Coser; 1961,8). La presente
categoría remite a la revisión del conflicto social de Atenco a partir del año
2001, pues lo que radica en la presente investigación es conocer el
involucramiento de las mujeres desde el origen del problema en el pueblo de
san salvador de Atenco.
La vida cotidiana: Es heterogénea en los sentidos y aspectos más diversos. Y
esta es la razón por la que su centro solo puede ser el particular, en el cual
aquellas esferas, formas de actividad etc., decididamente heterogéneas se
articulen en una unidad (Héller1987, 87).
Acción social: los actos humanos están socialmente condicionado según su
esencia, el individuo solo aprende a actuar según los actos de los otros
hombres. Los actos de los demás, la consecuencia de estos actos y la lengua
socializan además la conciencia del hombre normal, en la medida en que sus
actos también están socialmente determinados… podemos dirigirnos

 
especialmente a ese tipo importante de acción en que se erige, se sostiene y
se transforma una sociedad; la acción social es en sentido estricto, social es
una acción cuyo sentido subjetivo se dirige a otros hombres o a sus
actos.”(Luckmann; 1992,97)

El análisis de la información se realizará a través del análisis de contenido,


según Krippendorff (1990, p 28) define el análisis de contenido como “una
técnica de investigación destinada a formular, a partir de ciertos datos,
inferencias reproducibles y válidas que puedan aplicarse a su contexto”.
El trabajo social contemporáneo debe reconfigurar su actuar , pensar, hacer y
ser desde la praxis a la teoría, y no se debe encontrar ajeno a la realidad
social contemporánea, por tanto el desafío es definir cuál es esa realidad social
contemporánea como objeto de nuestro actuar y transformar, pero un
transformar coherente en conjunto con las nuevas comunidades que a mi
parecer se encuentran en las calles, en las marchas, pues son los espacios
donde se visualiza la organización y acción colectiva, que como en el caso de
Atenco lograron cambios y la abolición del decreto expropiatorio. Desde esta
perspectiva es necesario presentarnos con un compromiso ético –político con
las luchas sociales, y teorizar desde sus propias prácticas que nos permitirán
rediseñar nuevas estrategias de organización y participación, pues como ya
entendemos en palabras de Paulo Netto la política social interviene no en las
causas sino en las consecuencias, en las refracciones, en las secuelas de la
cuestión social, estas recortadas como problemáticas particulares(el
desempleo, hambre, carencia habitacional , la falta de escuelas, etc) y así
enfrentadas, tal segmentación opera en ethos individualistas que transfigura
los problemas sociales en problemas personales, en una clara psiciologizacion
de la problemática que tanto deseconomiza y deshistoriza la cuestión social,
presentando una autorresponsabilización de los propios sujetos individuales
por sus problemas, por tanto las Políticas Sociales como instrumentos tanto de
preservación de la fuerza de trabajo y en nivel estrictamente político, operan
como un vigoroso soporte del orden socio-político y es ahí que nos surge otro
desafío ¿Es posible unir el Estado y la nueva realidad social contemporáneo
en la que el trabajo social se presente como un actor social movilizador de las
luchas sociales?

 
Finalmente pensar en la acción transformadora del trabajo social, es el desafío
constante que debemos revisar, pues en la sociedad se encuentran los y las
actores sociales, en este sentido la acción social y colectiva debe ser situarse
en las temáticas sociales que afectan a la sociedad, pues pensar en
movimiento social no solo es pensar en los cambios estructurales que estos
pueden generar, sino también como en micro-espacios constituyen conciencia
frente a una equidad de género, eliminando practicas reproductoras de
desigualdad en hombres y mujeres, fortaleciendo actoras sociales que con la
misma coherencia que exigen la no vulneración de sus derechos ante un
Estado, son capaces de exigirlo al interior de sus hogares.

Bibliografía
.-Alcayaga Cristina: “Atenco, el peso del poder y el contrapeso de la resistencia
civil”, Edición Miguel Ángel Parrúa; México.2002
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incertidumbre. México y España .2009.
.-Peter l.Berger y Thomas Luckman: “Construcción social de la realidad”,
edición Amorrortu;Buenos Aires.2011
.-Taylor; Bogdan: “Introducción a los métodos cualitativos de investigación”,
Editorial Piados; Barcelona-España. 1987.
.-Mauricio Beuchot: “Tratado de Hermenéutica analógica hacia un nuevo
modelo de interpretación”, Editorial Itaca; México.2000
.-Forrester Viviana: El horror económico.Mexico.2009
.-Lima, Boris: Exploración Teórica de la participación. Buenos Aires.1998
.-Moulian, Tomas: El consumo me consume. Chile. 1998
.-Ruiz Olabuénaga, José Ignacio: “Metodología de la Investigación Cualitativa”,
Universidad de Deusto; Bilbao España. 2003.

 
PRÁCTICAS FUNDAMENTADAS EN EL PROGRAMA DE TRABAJO
SOCIAL: UNA APUESTA A LA CONSOLIDACiÓN DEL PROYECTO ÉTICO -
POLíTICO PROFESIONAL

Alba Lucia Marín Rengifo ∗∗

Jhon Sebastián Aquirre ∗∗∗

Sandra Vallejo González ∗∗∗∗

Resumen

1. Resumen

La reflexión obedece al interés por sistematizar el proceso de enseñanza y


aprendizaje de las prácticas académicas en el programa de Trabajo Social
de la Universidad de Caldas, entendiendo que estas configuran apuestas
personales, sociales, éticas, políticas, académicas trascendentales en la
formación de los futuros profesionales.

Las prácticas académicas se desarrollan en contextos institucionales en los


cuales confluyen diversos actores (estudiantes, población, orientadores de
práctica, profesores de sistematización y coordinadores institucionales) que
contribuyen a la configuración de las intencionalidades profesionales en el
marco de la inclusión, justicia, equidad, igualdad, dignidad y protección de los
derechos humanos. En este sentido, se considera relevante aportar a la
compresión de las prácticas fundamentadas en el Programa de Trabajo social,
a partir de los procesos de enseñanza y aprendizaje entre estudiantes,
orientadores de práctica, asesores institucionales y profesores de
sistematización y al mismo tiempo identificar los aportes al proyecto ético-
político profesional.

Palabras claves

                                                                                                               
∗∗
 Trabajadora social, magister en estudios de familia y desarrollo: Correo:
alba.marin@ucaldas.edu.co
∗∗∗
 
Trabajador social, magister en educación y desarrollo humano:
Correo: sebastian.aguirre@ucaldas.edu.co
∗∗∗∗
 Trabajadora social, candidata a magister en ciencias sociales.
Correo: sandravallejogonzales@hottnai:.com

 
2. Provocación inicial

El Programa de Trabajo Social de la Universidad de Caldas viene


implementando a partir del año 2008 un proceso de transformación curricular
liderado por estudiantes, profesores y administrativos, con el fin de fortalecer
los procesos formativos en torno a tres retos de la profesión en la actualidad.

El primero de ellos, la consolidación de la práctica de los trabajadores sociales


como un proceso fundamentado6, mediado por la reflexión y la construcción de
conocimiento para consolidar sus presupuestos epistémicos, teóricos y
metodológicos como campo profesional ubicado en las ciencias sociales.

El segundo, consolidar la relación de la intervención y la investigación como


acciones articuladas a la práctica de los profesionales, para que las
capacidades, modelos y técnicas de la investigación social, orienten el
desarrollo de alternativas a las problemáticas de la realidad socio-ambiental.

El tercero, contribuir a la construcción de un proyecto ético-político de los


profesionales, comprendiendo la multiplicidad de actores y de intereses
implicados en sus intervenciones, que hacen necesario reflexionar los impactos
de sus decisiones en los derechos humanos, la construcción de la democracia,
la interculturalidad, las relaciones de convivencia y el ejercicio de la ciudadanía.
Estos retos conllevan a realizar una mirada atenta a las prácticas académicas
en trabajo social, no solo por las características del objeto-sujeto, sino por el
vínculo que establece, entre la formación y el ejercicio profesional, ya que las
actuaciones y las relaciones que establecen los estudiantes con otros actores
se transforman en lugares de producción de saber fundamentales en la
formación.

Las prácticas académicas en el Programa de Trabajo Social configuran un


lugar trascendental en la formación, por tres razones: El primero, la confluencia
de diversos actores, estudiantes, orientadores de práctica, asesores
                                                                                                               
6
La práctica fundamentada se entiende como un proceso en donde se pueden identificar las diferentes
dimensiones que movilizaron la acción, en consecuencia esta transversalida por un proceso reflexivo de
principio a fin respaldada por los tipos de investigación aplicada: diagnóstico, sistematización y
evaluación.

 
institucionales y de sistematización con diferentes perspectivas del proceso,
concepciones de mundo y por tanto intereses que nutren o limitan la finalidad
de la práctica.

El segundo aspecto, se asocia con la ubicación de las prácticas en el contexto


formativo e institucional. Esta situación puede potencializar la formación del
estudiante, comprendiendo las apuestas profesionales en lo que respecta la
inclusión social, la justicia, la equidad y los derechos humanos, no obstante
puede suscitar limitaciones en la medida que los intereses institucionales se
contrapongan a los formativos, tanto en su concepción como en su manera de
abordarlas.

El tercer y último aspecto, es la relación entre práctica e investigación. En la


práctica se realizan ejercicios de investigación aplicada como el diagnóstico, la
sistematización y la evaluación, que dan fundamento a su estructura,
posibilitando acciones reflexivas y movilizando las capacidades investigativas
de los estudiantes en la comprensión y transformación de la realidad.

Esta manera de incorporar la investigación en las prácticas académicas, ha


generado una discusión constante entre los actores que participan en ella, pues
si bien hay claridad frente a la importancia de la investigación, no siempre se
encara el oficio investigativo desde la formación y la práctica con las exigencias
necesarias, generando actitudes de mecanización, de aplicación y de
reificación de modelos, sin tener en cuenta el contexto histórico, cultural y
social del escenario de práctica. Estos aspectos contextúan las situaciones en
las que se configuran las prácticas académicas en el Programa de Trabajo
Social en la Universidad de Caldas, emergiendo el siguiente interés
investigativo:

¿Cómo se construyen prácticas fundamentadas en el Programa de Trabajo


social, a partir de un proceso de enseñanza y aprendizaje entre estudiantes,
orientadores de práctica, asesores institucionales y profesores de
sistematización, que aporte a la consolidación de un proyecto ético político
profesional?

 
Esta pregunta surge con la intención de generar conocimiento frente a este
proceso formativo por medio de la co-creación un escenario de reconstrucción
de la experiencia vivida para el aprendizaje colaborativo, en el que la reflexión
crítica de las acciones y apuestas que sustentan los procesos sociales llevados
a cabo por los futuros profesionales en dialogo con “los otros y las otras”
coadyuve a enfrentar las realidades latinoamericanas, colombianas y de la
región cafetera, dónde se sitúa la propuesta.

Continuando con los aportes del proceso de sistematización de la práctica, se


puede señalar el valor de la investigación en la reflexión curricular. Sin duda, el
currículo requiere de indagación constante, para confrontar sus presupuestos,
con las situaciones generadas en su implementación7. Ello además de
acercarlo a las situaciones reales en las que se materializa, permite que la
comunidad académica que se reúne alrededor de este, pueda conocer su papel
y aporte, teniendo en cuenta sus capacidades, apuestas y propósitos
personales, profesionales y sociales.

Por otra parte, producir conocimientos frente a las prácticas académicas en


Trabajo Social en el marco de la transformación curricular que se viene
gestando en el programa, permite profundizar la comprensión de la relación
teoría y práctica, un tema de vital interés en las comunidades académicas de
las ciencias sociales latinoamericanas, encaminadas a situar los conocimientos
en el contexto de las comunidades, comprendiendo la relevancia de su saber y
la necesidad de construir alternativas a las problemáticas a partir de los
contextos de aplicación. (Gibbons, Limoges, Nowotny, Schwartzman, Scott,
Trow, 1997)

1. Un panorama de las prácticas y la formación profesional

La práctica ha sido un tema de constante reflexión para el trabajo social, no


solo por las características de su objeto, sino por el papel que ha tenido en la

                                                                                                               
7
El currículo en el Programa de Trabajo Social en la Universidad en mención se considera como un proceso inacabado
y en constante construcción. Currículo de Trabajo Social2012

 
configuración de las relaciones de la profesión, con las disciplinas de las
ciencias sociales, el estado y los actores sociales.

Galeano, Rosero y Velásquez (2011) expusieron que la práctica en las ciencias


sociales se ha estudiado e incorporado, desde diversos paradigmas8,
demarcado concepciones reduccionistas o integrales al valor de este concepto.
La práctica vista desde las miradas integrales, adquiere un papel de igual o
mayor importancia con relación a la teoría, demarcando rumbos de acción,
orientando posibles fines a alcanzar y constituyendo un lugar de regreso, en el
que la teoría nunca podría ser la misma, después del contacto con la realidad.
Esta situación adquiere mayor complejidad al ubicar la mirada en una práctica
intencionada a la transformación/ cambio, como la realizada por el trabajador
social, pues este proceso al estar mediado por capacidades cognitivas y no
cognitivas, influidas por actores sociales, contextos sociales e históricos,
espacios geográficos, configura rutas y finalidades cambiantes y dinámicas, de
acuerdo a la incertidumbre de la realidad.

Por otra parte, cuando se discute la relación construida entre Trabajo Social y
política social, a través de la práctica, es necesario tener en cuenta los
antecedentes históricos de esta, en lo que se ha llamado intervención, surgida
del propósito del Estado por mantener cohesionada la sociedad “Lo social en
términos de intervención remite, entonces, a la idea de conjuntos de
dispositivos de asistencia y de seguros en función de mantener el orden o la
cohesión de lo que denominamos sociedad9” (Carballeda, 2002)

La práctica del trabajador social en términos de la integración de la sociedad,


se torna cada vez más compleja en la medida que emergen diferentes
intereses contrapuestos, (libertad económica Vs igualdad en los derechos
humanos, crecimiento económico Vs bienestar integral, inclusión social Vs
exclusión social entre otras) demarcando otros caminos para concebir la
integración. En consecuencia se configuran modos de hacer la práctica, que

                                                                                                               
8
Paradigmas comprensivos, explicativos, socio crítico (clasificación concebida en el marco de
los análisis de los planteamientos de la Escuela de Frankfurt).
9
La cursiva es del autor

 
son el resultado de orientaciones teóricas, metodológicas y conceptuales,
decisiones ético políticas, historias de vida, maneras de ser y de actuar,
determinando formas de abordar las demandas de la sociedad.

En cuanto a la última relación propuesta al iniciar el texto, los actores sociales


establecen expectativas frente a las prácticas del trabajador social, situación
que estructura diferentes tipos de relaciones del profesional y los actores
sociales: colaborativas, de dependencia, de independencia, entre otras. Y al
mismo tiempo orientan la finalidad de la práctica, por medio de demandas y
exigencias al Estado, en donde el trabajador social aparece como un mediador
entre ambas partes. Es por esto que la dimensión ético política de la práctica,
se tensiona por situaciones que desbordan las construcciones contextuales de
lo que podría ser su ejercicio profesional.

Estas relaciones históricas que confluyen alrededor de la práctica del


trabajador social, hacen que este concepto adquiera relevancia investigativa,
aportando a la construcción de un saber profesional que lo particulariza en el
escenario de las ciencias sociales y en la contribución a la discusión ya
histórica de la relación teoría y práctica, en lo que Souza Santos (2010, p17)
nombra como “relación fantasmal entre teoría y práctica” o Zemelman (2005),
como la disonancia entre la práctica y la teoría.10

En lo que respecta al conocimiento práctico en Trabajo Social Ordoñez (2011,


p154) comenta:

Prácticas que tienen como escenario el mundo de la vida donde convergen y


se entrecruzan los diversos saberes y trayectorias históricas de los sujetos
que hacen presencia en la intervención, de tal manera que aunque nos
anteceda una formación conceptual y metodológica como profesionales, lo
que acontece en la práctica supera lo previsible y nos reta continuamente a
buscar y gestionar nuevos caminos en permanente interacción, diálogo y

                                                                                                               
10
Ambos autores hacen referencia a la tensión que se presenta en la relación teoría y práctica, por las dificultades que
ha tenido la primera para dar cuenta de la segunda, específicamente por situaciones de trasplantación de conceptos de
contextos eurocéntricos a no eurocéntricos, en los cuales los sujetos quedan atiborrados por los datos teóricos,
olvidando las condiciones coyunturales en las que están situados.

 
negociación con los sujetos con quienes llevamos a cabo la intervención y las
apuestas y utopías que la sustentan.

En este sentido, surge el interés por sistematizar las prácticas académicas en


el Programa de Trabajo Social de la Universidad de Caldas, ya que se espera
recuperar un conocimiento, a menudo invisibilizado por las nociones teóricas y
metodológicas tomadas a manera de pasos, técnicas e instrumentos11 para
desarrollar la práctica, en detrimento de las decisiones tomadas por el
estudiante ante los problemas que el escenario de práctica le impone.

De acuerdo con los razonamientos presentados, surgen las siguientes


preguntas ¿Cómo hacer prácticas académicas fundamentadas en trabajo
social? Y ¿Qué papel tienen cada uno de los actores, que intervienen en la
construcción de prácticas fundamentadas? Práctica fundamentada,
comprendiendo los aporte de Aquin citada por Acevedo y Peralta (2011), quién
la diferencia de una práctica indiscriminada, ya que en esta última el estudiante
por la ausencia de cuestionamiento, no puede justificar los factores ideológicos,
científicos, de militancia, de voluntariados, que la estructuraron.

Para hacer claridad se entiende por práctica académica:

La práctica académica es considerada un proceso integral que involucra


elementos administrativos y formativos, la cual se sustenta en un enfoque
diferencial que propende por el respeto a las diferentes formas de vida, en un
escenario de diversidad y pluralidad, con la perspectiva, de contribuir a la
construcción democrática, respeto y reconocimiento de los derechos
humanos, convivencia y ciudadanía y la transformación de la realidad social
en los contextos locales, regionales y nacionales (Currículo de Trabajo Social
2012, p 99)

En el Programa de Trabajo Social de la Universidad de Caldas se le asigna


especial importancia a la práctica académica, puesto que allí los estudiantes
confrontan los objetivos profesionales como la democracia, los derechos
                                                                                                               
11
Lo que Schon (1992, p1) referencia como la “racionalidad técnica”

 
humanos, la inclusión, entre otros. Con los intereses institucionales, sociales e
individuales. En esta misma línea Cifuentes (2005) expresa que la práctica
académica es el lugar donde se entrecruzan los saberes formativos, los retos
éticos y políticos, no solo del profesional, sino de la universidad con el contexto.

Si bien la práctica académica en el Programa de trabajo social, no se considera


una fase final del proceso formativo y más teniendo en cuenta que previamente
a este proceso el estudiante lleva cabo ejercicios prácticos de acercamiento a
los escenarios de intervención. Es en ella donde se ponen en juego las
diferentes capacidades, apuestas y concepciones desarrolladas por el
profesional en formación, comprendiendo situaciones reales enmarcadas en
intencionalidades institucionales, demandas sociales e individuales y objetivos
profesionales.

En la práctica del Programa de Trabajo Social cobra especial importancia la


figura de los asesores institucionales, orientadores de práctica y asesores de
sistematización. Los primeros entendidos como enlace institucional, se
encargan de contextualizar a los estudiantes en las necesidades de esta y
llevar a cabo los procesos de inducción. Su papel se vuelve trascendental en la
medida que se transforman en el soporte para la complejidad del proceso de
inserción en el campo de práctica. En el contexto de la formación de
profesores, el cual es similar al Trabajo Social por las características de su
objeto profesional, Marcelo citado por Romero y Maturana (2012, p 656)
plantean las dificultades de la inserción de practicantes al contexto laboral:

Ahora bien, el proceso de inserción es complejo porque requiere una red de


apoyo que propugne relaciones de colaboración y no de supremacía entre la
universidad y la escuela, al tiempo que los profesores en formación se
benefician de la discusión con otros compañeros principiantes, con profesores
de la escuela y con profesores de la universidad.

El ingreso de los estudiantes a las prácticas académicas requiere de una red


de relaciones generadas por la construcción de significados compartidos, entre

 
las instituciones y la Universidad y para ello adquieren vital importancia, tanto
los asesores institucionales como los orientadores de práctica.

Los orientadores de práctica, son profesores del programa de trabajo social,


que tienen roles en la formación; en lo referente a las características reflexivas
del proceso de construcción del objeto de práctica; el asesoramiento en las
fundamentaciones teóricas y metodológicas en coherencia con formas de ser y
hacer de los estudiantes para intervenir la realidad; en su inducción a las
condiciones de la práctica a nivel normativo, expectativas institucionales,
proyección; en la coordinación de los contactos con la institución del inicio
hasta el final del proceso; en el desarrollo de estrategias de investigación
aplicada para generar conocimiento con el fin de hacer un seguimiento a la
práctica. Para sintetizar, el orientador de práctica busca configurar un entorno
pedagógico para que el estudiante aprehenda y apropie la práctica académica
como proceso de formación profesional.

Tanto asesor institucional como orientador de práctica, se transforman en


actores fundamentales en los procesos de enseñanza y aprendizaje, puesto
que al final ambos buscan materializar intereses que deberían ser
complementarios, pero que constantemente presentan pocas afinidades en lo
que requieren unos y otros de la práctica.

Por último, el asesor de sistematización pretende generar un ambiente de


dialogo y discusión a través de la materialización de tres momentos, el primero
donde el estudiante pueda apropiar, las apuestas profesionales de acuerdo con
los soportes teóricos, metodológicos y de contexto que sustentan el proyecto
de práctica, el segundo, se encamina a elaborar una propuesta de
sistematización en la que el estudiante pueda interpelar la intervención, y el
tercero, relacionado con la implementación de la propuesta y socialización de
los resultados, evidenciando el trayecto recorrido, las decisiones tomas y los
saberes colectivos recreados.

El ejercicio de recuperación reflexiva del conocimiento o sistematización,


posibilita el encuentro de fuerzas y contrafuerzas que tensionan el trasegar

 
“normal de la práctica”12, por esto el estudiante empieza a develar la marcha,
los caminos propios que toma el proceso, y las decisiones, que la mayoría de
veces no corresponden a los presupuestos de inicio. Situación generadora de
complejidades, teniendo en cuenta los requerimientos institucionales y las
finalidades trazadas en el proceso, por medio del proyecto social.

Este contexto, genera un cuestionamiento fundamental para el proyecto de


sistematización aquí propuesto ¿Cómo es la relación entre orientadores de
práctica, asesores institucionales, asesores de sistematización y estudiantes en
los procesos pedagógicos que se llevan cabo en las prácticas académicas? Y
al mismo tiempo obliga a plantearse otra pregunta ¿De qué manera estas
relaciones formativas, potencian o limitan los objetivos propuestos desde la
práctica, frente a las necesidades de los actores sociales?

Estas relaciones pedagógicas construidas alrededor del estudiante en práctica


académica, configuran el entorno del aprendizaje, materializado en el
desarrollo de competencias situadas en la estructura curricular del Programa,
de interés constante en investigaciones o sistematizaciones de las prácticas
académicas, como lo evidencian los trabajos de Ordoñez (2011) Torres y
Zapata (2002, p9), estas últimas expresan:

A manera de síntesis la competencia se concibe como un conocimiento que


se manifiesta en un saber hacer o una actuación frente a la práctica que
plantea exigencias específicas. Supone conocimientos, saberes y
desempeños que emergen en la interacción entre el estudiante y una
determinada situación, fenómeno o problema.

Las competencias en el Programa de Trabajo social, se materializan a medida


que el estudiante transita por la práctica académica, presentándose exigencias
que van desde la construcción del objeto de intervención; en primer nivel, la
elaboración de una propuesta teórico metodológica para la práctica, segundo
nivel, su implementación y la obtención de resultados esperados, tercer nivel.
Todo este proceso es transversalizado por la sistematización de la práctica.
                                                                                                               
12
Las comillas son del autor

 
Esta última cuestión, establece una relación con la investigación realizada por
Corominas y García (2010) sobre las prácticas académicas en psicología,
identificando en lo respectivo a la opinión de los actores sociales y los
estudiantes, una mayor contribución a los aprendizajes formativos, que a la
resolución de las problemáticas, objeto de la práctica. En consecuencia
emergen diversas preguntas por la dimensión ético política de las prácticas
académicas en el Programa de Trabajo Social ¿Quién y cómo se define el
objeto de la práctica? ¿Sobre qué se debe intervenir en la práctica? ¿Cuál es la
finalidad de la práctica en términos de la formación profesional, las
necesidades institucionales y las demandas sociales, en el marco de los
derechos humanos, la construcción democrática, la convivencia y la
ciudadanía?

Las preguntas anteriores abren la posibilidad de clarificar la manera en que se


entiende la dimensión ética y política en las prácticas académicas. La ética y lo
moral según, Cortina y Martínez citados por Cazzaniga (2006, p9), se
diferencian en que la primera se pregunta ¿Para qué debemos hacerlo? Y la
segunda, ¿Qué debemos hacer? De allí que la ética sea el proceso reflexivo
acontecido a las decisiones profesionales, las cuales siempre son políticas
teniendo en cuenta su intención de generar cambios o transformaciones en las
problemáticas socio ambientales de los sujetos, grupos y comunidades,
insertos en tradiciones históricas y contextuales de nivel macro y micro.

El Programa en su definición de la práctica académica, como se evidenció en


un párrafo anterior, propone explícitamente su interés de la construcción
democrática, el respeto a la pluralidad y el reconocimiento de los derechos
humanos. Estas apuestas, entran en contradicción continuamente, con las
concepciones de los estudiantes sobre la práctica y los lineamientos
institucionales. En coherencia con Tamayo (2005, p 106) al referirse al caso de
las prácticas académicas de Trabajo Social en el contexto laboral, expone:
La motivación interinstitucional, el mejoramiento del clima organizacional y el
establecimiento de relaciones empáticas y colaborativas entre los
trabajadores y entre estos y las diferentes dependencias de la organización,

 
son objetivos de los proyectos de los estudiantes, los cuales se convierten en
mediadores de intereses, necesidades y expectativas, entre colaboradores de
las planta, operarios y el ente administrativo.

Se resalta en la cita anterior, la complejidad del entorno en el que se ubican los


estudiantes en la práctica académica y su protagonismo en el proceso
formativo, comprendiendo la trascendencia de sus decisiones para los actores
sociales, la profesión, y su configuración como sujeto. En consecuencia,
cuestionar la profesión desde las dimensiones ético políticas que se estructuran
en la formación profesional se vuelve una tarea ineludible, en la medida que allí
emerge el papel de la reflexividad de los estudiantes y los actores que hacen
parte del proceso, movilizando la discusión con respecto a los principios y
finalidades no en el sentido de homogenizar sino el de establecer acuerdos del
proyecto de sociedad a la que se quiere aportar.

2. Referencias bibliográficas

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VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN LAS ZONAS RURALES DE RIO
GRANDE DO SUL , BRASIL Y LOS DESAFÍOS PARA LAS POLÍTICAS
PÚBLICAS

Patricia Krieger Grossi


Ana Rita Costa Coutinho
Geovana Prante Gasparotto
Monique dos Santos Vieira
Clarete Nespolo David
Madalena Leite
PUCRS

RESUMEN

Este artículo tiene como objetivo identificar la violencia contra las mujeres que
viven en zonas rurales en Rio Grande do Sul, Brasil, en sus múltiples
expresiones y los desafíos de las políticas públicas para garantizar sus
derechos. Se realizaron entrevistas con los representantes de los
movimientos campesinos, administradores públicos y coordinadores de las
políticas para las mujeres de la ciudad y las del campo y los datos fueron
sometidos a análisis de contenido. Se encontró que las mujeres
rurales tienen un conocimiento parcial de la ley María da Penha y dificultad
para acceder a las políticas de protección pública. Los resultados de las
entrevistas apuntan a la invisibilidad de la violencia en las zonas
rurales, la necesidad de actuar para romper con la cultura patriarcal y las
políticas públicas para la promoción de la autonomía y el empoderamiento de
las mujeres.

Palabras clave: Violencia de Género, Mujer Rural, Políticas Públicas.

 
1 INTRODUCIÓN

La violencia contra la mujer es un fenómeno universal que cruza las


fronteras de raza/etnia, edad, orientación sexual, religión y países. Entretanto,
existen algunos segmentos de mujeres más vulnerables que otras y con menor
acceso a las políticas públicas de protección. Los resultados del Censo 2010
apuntan que 759.365 mujeres gauchas vivían en la zona rural, correspondiendo
a 47,6% da población rural y 13,8% del total de mujeres en comparación a la
urbana. Según la Pesquisa Nacional por Amuestra de Domicilios, realizada en
2009 por IBGE, cerca de 7,5 mil de estas mujeres con 10 años o más de edad
fueron víctimas de agresión física. Levantamiento realizado por la
Confederación de Trabajadoras Rurales (CONTAG) en 2008, reveló que las
trabajadoras rurales sufren agresiones domésticas rutineramente. Escolaridad
e encajamiento en movimientos sociales no fueron considerados factor de
protección. Un dato evidenciado por el estudio de CONTAG es que la
independencia financiera de la mujer parece no ser una variable relevante en el
cuadro de violencia. De las entrevistadas, 81,5% no dependían del marido para
sobrevivir, siendo que 61,2% se declararon como jefes de familia. Otro factor
preocupante, identificado es que dentro de 529 mujeres de las diversas
regiones del país, 55,2% sufrieron algún tipo de violencia doméstica y familiar.
De estas 27,6% sufrieron amenazas de muerte, 11,9%, estupro marital y 4,3%
cárcel privado y casi 50% de las entrevistadas informaron la inexistencia de
atención a las mujeres en situación de violencia. (BAGATINI et. al., 2013,
p.27).
Delante de esta realidad, fue creada la Portaría n° 85, en 10 de agosto
de 2010, editada por la Secretaria Especial de Políticas para las Mujeres de la
Presidencia de la República que instituya Directrices de Enfrentamiento a
Violencia contras las Mujeres del Campo y de Floresta, visando la garantía de
condiciones para el cumplimiento, en el campo y en la floresta, de las
recomendaciones previstas en los tratados internacionales en la área de
violencia contra las mujeres. A través de esta Portaría, también está prevista la
implementación de acciones que dejen de construir los estereotipos de género
y que cambien los padrones sexistas, perpetuadores de las desigualdades de
poder entre hombres y mujeres y de la violencia de género, de forma a

 
contemplar las especificidades del campo y de la floresta. Además de esto,
visa la creación de condiciones para la implementación de la Ley María de la
Peña en el campo y en la floresta y la garantía de acceso de estas mujeres al
sistema de justicia y de seguridad pública. Este documento, por sí solo, nos
muestra que fue detectado por el gobierno una vulnerabilidad de esta población
específica. Dentro de la realidad de Rio Grande do Sul (RS), mientras los datos
del site de la Secretaria de Política para las Mujeres de RS nos demuestran la
existencia de 16 comisarias, 27 puestos de atención a mujer y 21 Centros de
Referencia de la Mujer, muchos municipios predominantemente rurales en RS
no disponen de esta red de servicios y acceso al CRAS y CREAS, cuando
existentes, es dificultado debido a las largas distancias. Esto nos llevó a
cuestionar hasta qué punto está resguardado el derecho a dignidad de la mujer
rural y como las políticas públicas y los movimientos de mujeres campesinas
tienen enfrentado a la cuestión de violencia contra este segmento poblacional.

2 PROCEDIMIENTOS METODOLÓGICOS

La encuesta tuvo como objetivo general identificar el alcance y eficacia


de la red de protección en la garantía de la integridad física de la mujer del
campo en Rio Grande do Sul. Cuanto a la metodología se optó por la pesquisa
cualitativa, con la perspectiva histórico-estructural, cuyas categorías teóricas
centrales son totalidad, contradicción e historicidad. Los procedimientos y
instrumentos de coleta de datos fueron : a) aplicación de formulario con
cuestiones cerradas y abiertas enfocando en las características socio-
demográficas de las mujeres rurales ; b) grupos focales con las mujeres
rurales; c) entrevistas con las coordinadoras de las Regionales de Mujeres
Trabajadoras Rurales de FETAG; d) Gestores de los Centros de Referencia de
las Mujeres, coordinador de las Mujeres y profesionales de la red de protección
a la mujer ; e) representantes de movimientos sociales campesinos y
mapeamiento de la red de servicios ofrecidos en los municipios de Rio Grande
do Sul de las 9 Regiones Funcionales. Para los datos cualitativos fue utilizado
el análisis temático de contenido de Bardin (1977).
Fueron seleccionados los municipios polos de la red de atención a mujer en
RS, totalizando 30 municipios. Los municipios polo definidos para la

 
implementación de las acciones focalizadas al enfrentamiento de la violencia
contra las mujeres están en consonancia con la política de la región del Estado
y con los criterios establecidos por el Pacto Nacional por el Enfrentamiento a la
Violencia contra las Mujeres.

3 POLÍTICAS PÚBLICAS PARA MUJERES Y EL ENFRENTAMIENTO DE LA


VIOLENCIA

Muchas acciones han sido realizadas con el intuito de minimizar esta


realidad mundial vivida por mujeres que sufren violencia, sin embargo supimos
que estamos lejos de erradicarla totalmente. Tratando de las políticas públicas
de atención a la mujer en situación de violencia doméstica, se constata que
históricamente, siempre hubo un retroceso, un descaso en relación a estas
situaciones.. Desde los años 80, se observa en Brasil que la acción del Estado
se restringió básicamente a protección policial y al encaminamiento jurídico de
los casos, visando la punición del agresor y reparación a la víctima.
(CAMARGO; AQUINO, 2003, p. 12).
Un primero avanzo que se puede verificar en este periodo fue la
implementación de las Comisarias de Atención a Mujer. La primera fue creada
en São Paulo, en agosto de 1985, debido a la presión del movimiento de
mujeres y del Consejo Estadual de Condición Femenina. Después, otra 152
fueron instaladas, siendo que más de la mitad de ellas en el Estado de São
Paulo e las demás principalmente en las capitales. Este avanzo posibilitó una
mayor visualización de la violencia contra la mujer, en aumento de las
denuncias, bien como, sus límites. Otro avanzo significativo, a partir de los
años 80, se dio con la creación de las Coordinadorias de la Mujer en diversos
gobiernos Municipales y Estaduales; campañas publicitarias nacionales
discutiendo la violencia contra la mujer y la iniciativa de proponer la creación de
la Secretaria Especial de Políticas Públicas para la Mujer (CAMARGO;
AQUINO, 2003).
Dentro los diferentes eventos realizados en los años 90 se destacan la
IV Conferencia Mundial Sobre a Mujer (1995) y la Convención de Belém del
Pará – Convención Interamericana para Prevenir, Punir y Erradicar la Violencia
Contra la Mujer (1994), que trataron directamente del tema de la violencia

 
sexual, violencia de género y de todas las formas de discriminación contra la
mujer, incluso cuanto a su autonomía y derechos. (MOREIRA, 2002).
En enero de 2003 fue constituida la Secretaria Especial de Políticas para las
Mujeres (SPM), de la Presidencia de la República. Explican Camargo y Aquino
(2003) que el mismo tuve status de Ministerio, como referencia gubernamental
de elaboración de políticas y articulaciones de igualdad de género en el
gobierno federal, destacando el compromiso con el Programa de Prevención,
Asistencia y Combate a Violencia contra la Mujer. En 2004, a partir das
directrices definidas en la I Conferencia Nacional de Políticas para las Mujeres
(CNPM), fue elaborado el Plano Nacional de Políticas para las Mujeres
(PNPM) que proponía la promoción de igualdad de género, tiendo como
destaque la cuestión del enfrentamiento a violencia domestica contra la mujer y
en 2007, el II Plano Nacional de Políticas para las Mujeres donde fueron
incluidos seis nuevos ejes estratégicos de intervención.
Otro avanzo que se observó fue no campo legislativo, con la Ley 11.340 de 07
de agosto de 2006, intitulado como la Ley María de la Peña, en vigor desde el
día 22 de septiembre de 2006. Son creados Juzgados Especiales contra la
Violencia Doméstica y Familiar, con competencia civil y criminal. Así, la queja
desencadenará tanto acción civil como penal, debiendo el juez adoptar de
oficio medidas que hagan cesar la violencia: el retiro del agresor de la casa;
impedirlo que se aproxime de la casa; evitar que se comunique con la familia o
encaminar la mujer y los hijos a abrigos seguros. Esta legislación, entretanto,
no obtuvo tutelar de una forma amplia a mujer en territorio brasileño,
principalmente a las mujeres que residen y trabajan fuera de la zona urbana y
que tienen acceso a comisarias bastante restricto. Cabe resaltar que, en Rio
Grande do Sul, las Comisarias de la Mujer son limitadas por la falta de recursos
financieros, por falta de personal capacitado para la atención y
acompañamientos.
Para Daron (2012), el enfrentamiento a la violencia contra las mujeres
del campo y de la floresta es una reivindicación de los movimientos y
organizaciones de las mujeres y vienen haciendo parte de la agenda política de
la Secretaria de Políticas para las Mujeres de la Presidencia de la República,
por lo medio de estudios, de la creación del Disque 180, del Fórum Nacional
de Enfrentamiento a Violencia contra la Mujer del Campo y de la Floresta, de la

 
campaña “Mujeres dueñas de sus vidas”, el Pacto de Enfrentamiento a
Violencia y los instrumentos para la implementación de la Ley María de la
Peña. Sin embargo, hay mucho por hacer para que las mujeres del campo y de
la floresta tengan la plenitud de sus derechos asegurados. El Rio Grande do
Sul fue el último Estado del Brasil a firmar el Pacto Nacional por el
Enfrentamiento a Violencia contra las Mujeres en 2011. Este Pacto destina
recursos para la inversión en acciones de enfrentamiento a violencia a ser
ejecutados por diversos ministerios y secretarias especiales con la
coordinación de la Secretaria de Políticas para las Mujeres. En el Estado del
Rio Grande do Sul, se resalta también el Plano Estadual de Políticas Públicas
para las Mujeres, denominado “RS Mujer”, lanzado en octubre de 2008, como
resultado da III Conferencia Estadual de Políticas Públicas para las Mujeres.
Dentro los ejes temáticos, que siguen el Plano Nacional, el Enfrentamiento a
Violencia contra la Mujer gana el destaque. Otra conquista importante para la
garantía de los derechos de las mujeres en RS fue la creación de la Secretaria
de Políticas para las Mujeres a través de ley nº. 13.601, de 1º de enero de
2011. Uno de los grandes desafíos de la Secretaria de Políticas para las
Mujeres consiste en la ampliación de la red de atención a mujer debido a
insuficiencia de servicios en la zona rural, que dificulta la denuncia de la
violencia sufrida por la mujer, entre otros factores que mostraremos a seguir.

4 LAS MÚLTIPLAS EXPRESIONES DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER


RURAL

A partir de los años 90, aparecieron las primeras casas-abrigo


reivindicadas por el movimiento de mujeres y apoyadas por las propias
comisarias, una vez que las providencias policiales y jurídicas eran burladas
por los agresores y, muchas veces las denunciantes sufrían violencia mayor
como castigo por su iniciativa (CAMARGO; AQUINO, 2003). En Rio Grande do
Sul existen 496 municipios y solamente 12 casas-abrigos, con capacidad para
atender, en promedio, 10 mujeres y sus hijos dependientes hasta 12 años. La
dificultad de acceso a las mujeres que residen en zonas rurales a estos
equipamientos y otros de la red pública, además de la falta de información y del

 
propio reconocimiento de la situación fue evidenciado en nuestra pesquisa
conforme las narrativas a seguir:

“Tienen toda esta dificultad de hacer la denuncia porque no hay


comisaria especial, no tienen CRAS, no tienen [...] una
mujer que va tener que andar sesenta, ochenta,
doscientos quilómetros, van hacer denuncia en un lugar de
estos, entonces, esta falta de red en general, las mujeres
del campo, falta hasta donde denunciar, tienen miedo de
llegar en la propia comisaria. [...]” (Líder de Movimiento
Rural).

“Para empezar, la mujer rural, ella tiene una dificultad mucho grande en
denunciar. Yo creo que, una mayor demanda, según
nosotros levantamos en conferencia, es llevar información
a zona rural. Entonces la mayor demanda de ellas es el
conocimiento al respecto de la ley, a respecto de la red de
atención”.. (Coordinadora de Políticas para Mujeres).

“Yo creo que la mayor dificultad es la mujer asumir que ella sufre
violencia, e entonces cuando mira para la violencia parece
que es solamente cuando alguien le da una bofetada, un
tirón, no sé lo que, y todas las otras violencias, la
prohibición toda de salir de casa, de estudiar, de pensar
que puede decidir, de hablar lo que quiere (...) “(Líder del
Movimiento Campesino).

Estudio reciente desarrollado por Costa (2012) en 08 municipios del


RS enfocando en violencia contra las mujeres rurales, en las prácticas
profesionales de salud y en las agendas públicas municipales en relación al
enfrentamiento de esta violencia, concluyó que la violencia contra la mujer en el
ambiente rural es considerada como “destino de género”. En la habla de los
profesionales y gestores de la salud, esta mujer es visualizada con la óptica de
“subordinación” y de “obediencia”, de la responsabilidad exclusiva por la

 
reproducción biológica, tareas domésticas e de la agricultura, con poca o
ninguna legitimidad para disconformidades. En la dimensión política, la
fragilidad de la gestión de las políticas e de los recursos atestan la falta de
preparo de los municipios para conducir el proceso de gestión pautado en las
directrices y principios del SUS y de la inexistencia de agenda local
direccionada a violencia contra las mujeres rurales y la falta de responsabilidad
y compromiso de gestión local frente a este fenómeno. Para Sagot (2007,
p.31), en algunas comunidades, sobre todo las rurales, “por razones de
aislamiento y cultura, los agresores tienen más facilidad para privar las mujeres
de libertad o separarlas del grupo familiar o social, en lo cual podrían encontrar
algún tipo de apoyo”. Una de las estratégicas de los gestores es la busca activa
y la disponibilización de transporte para posibilitar el acceso al servicio.

“Yo creo que ellas tienen dificultad de acceso, entonces en este sentido,
lo que hicimos? La gente va hasta la zona rural, no es
hacer un llamado de mujeres y tener trescientas y ochenta
mujeres como nosotros tenemos acá en la zona urbana. En
zona rural, hay que tener disponibilidad de transporte para
estas mujeres, hay mujeres que llegan a vivir en una
distancia de 50 quilómetros de locales donde la gente se
reúne . [...] “(Coordinadora de Centro de Referencia a Mujer
).

Otro factor también relacionado a no denuncia es la propia naturalización


de la violencia y no identificación de la misma. A pesar de grande divulgación
de la realización de algunas políticas públicas para cohibir diferentes tipos de
violencia, las mujeres residentes en áreas rurales (campesinas) todavía hacen
parte de un grupo de victimas que ni llegan a las estadísticas. Esto puede ser
debido al fato de que la mujer del campo está inserida en un contexto de
anonimato e invisibilidad, sin información y acceso a las redes de apoyo.
Todavía Lorenzoni (2007) afirma que su peculiaridad de vida familiar, de cultura
y de clase trabajadora (y en este caso) en el campo, sus necesidades en el
cotidiano, sus problemas, mucho raramente son citados. Cuando aparecen en
los medios de comunicación, es por consecuencia de sus propias

 
organizaciones y de sus luchas, que acaban llamando la atención pública.
Organizaciones como la FETAG, CONTAG y otras asociaciones de
trabajadoras insertan la cuestión de violencia en el campo como uno de sus
temas del movimiento y reafirman la importancia de dar visibilidad al fenómeno.

“Yo creo que se hace mas denuncia porque antes esta


cosa quedaba mucho mas velado, y es tan difícil de decir si
la violencia aumentó, los números indican que ella aumentó
porque hay un poco mas de posibilidad, creo que
impulsada por la Ley María da Peña de hacer más
denuncias y decir no, usted me pegó, usted es el agresor y
va ser punido. En la cabeza de las mujeres ni siempre
ellas quieren que ellos vayan presos, pero, voy hacer la
denuncia para asustar. [...]” (Líder del Movimiento
Campesino).

Además de la violencia domestica, existe la presencia de la violencia


institucional, porque las mujeres rurales cuando llegan a efectiva la denuncia
en la comisaria, no raro son cuestionadas sobre el motivo de ter sufrido la
agresión, como la entrevistada de la investigación revela “se tu está así
morada, marcada, alguna cosa tú hiciste, una acusación es lo que se mas
escucha de esta mala atención que es muy fuerte acá en el Estado, ellos
(policiales) medio que dicen, si aconteció esto es porque alguna cosa hiciste”.
La violencia institucional se revela en la aplicación u omisión en la gestión y
ejecución de políticas públicas, en las instituciones donde son reproducidas las
relaciones de poder, autoridad y dominio. Esta violencia es reproducida en las
instituciones públicas y privadas, siendo una agresión política, en nivel macro
(MINAYO, 2004). Se materializa cotidianamente en la vida de las mujeres
rurales, sujetas de nuestro estudio, que constituyen también la clase
trabajadora e, de alguna manera, son sometidas a prejuicio de género o
discriminación en el acceso a sus derechos, especialmente en el acceso a los
órganos de deberían protegerla.

 
5 CONCLUSIONES

Entre los factores identificados en nuestra investigación que contribuyen


para la invisibilidad de la violencia contra la mujer rural están el miedo, la
dependencia económica del agresor, la distancia de los locales para hacer
efectiva la denuncia, falta de apoyo familiar e falta de políticas públicas, como
se refiere una de las entrevistadas “La propia ley (Ley María da Peña ) es un
avanzo bastante grande, se reconoce esto, pero ella no se efectiva en políticas
públicas cuando no tiene estructura” (Líder Campesina). Aliado a estos
factores, compartimos la posición de Daron (2012) de que para enfrentarnos la
violencia contra la mujer del campo, tenemos que enfrentar la cultura patriarcal
opresora que se entrelaza con el capitalismo y la violencia que se refleja en la
exploración del trabajo de la mujer del campo, en la división sexual del trabajo y
la discriminación en todas las esferas, pública y privada. Solamente así,
podemos mente visionar la posibilidad de vivir en una sociedad centrada en la
vida, en justicia y en dignidad. Esto implica también romper con la cultura
patriarcal y patrimonialista de las políticas públicas.

REFERENCIAS

BAGATINI, N. et. al. Violência Doméstica. Revista das Mulheres. RS: FETAG,
ano XVI, nº 16, março de 2013, p.26-27.

BARDIN, L. Análise de Conteúdo. Edições Lisboa, 1977.

BRASIL. II Plano Nacional de Políticas para Mulheres. Secretaria Nacional


de Políticas para Mulheres. Brasília, DF, 2007.

CAMARGO, M; AQUINO, S. de. Redes de cidadania e parcerias-


Enfrentando a rota crítica. In:Secretaria Especial de Políticas para as
Mulheres. Programa de prevenção, assistência e combate à violência contra a
mulher- plano nacional.Brasília Secretaria, 2003.

COSTA, M. C. da. Violência contra Mulheres Rurais, Práticas Profissionais de


Saúde e Agendas Públicas Municipais: O Visível e o invisível na inconsciência
do óbvio. Tese de Doutorado. Programa de Pós graduação em Enfermagem da
UFRGS, Porto Alegre, RS, maio de 2012.

 
DARON, Vanderleia. Entrevista fornecida a Thamiris Magalhães. “O reconhecimento
das mulheres trabalhadoras rurais” Revista do Instituto Humanitas. UNISINOS, IHU
Online. Nº387 Ano XII, 26.03.2012
http://www.ihuonline.unisinos.br/index.php?option=com_content&view=article&id=4319
&secao=387. Acesso em 05/04/2013.

IBGE. Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios. Indicadores sociais


dos municípios do RS, 2009.

LORENZONI. C. Violência Nas Relações De Gênero E Classe; Uma


Interpretação A Partir Das Mulheres Camponesas Do Rio Grande Do Sul.
Libertas, Juiz de Fora, edição especial, p.82 - 98, fev / 2007.

MINAYO, M.C.Violência contra idosos: o avesso de respeito à experiência e


à sabedoria. Brasília: Secretaria Especial dos Direitos Humanos, 2004.
Disponível em:
<http://www.observatorionacionaldoidoso.fiocruz.br/biblioteca/_manual/4.pdf>,
acesso em jun./2011.

MOREIRA, V. A Experiência Vivida do Estigma: Um Estudo sobre Gênero


no Nordeste do Brasil. Projeto de Pesquisa, Mestrado em Psicologia,
Universidade de Fortaleza, Fortaleza. 2002.

SAGOT, Montserrat. “A Rota Crítica da violência intrafamiliar em países latino-


americanos”. In: Stella Nazareth Meneghel (org.). Rotas Críticas: Mulheres
Enfrentando a Violência. São Leopoldo: Editora Unisinos, 2007, p.23-50.

 
¿BUENAS PRÁCTICAS LABORALES CON EQUIDAD DE GÉNERO?: UN
ANÁLISIS DEL PROGRAMA IGUALA BASADO EN LA MATRIZ PARA LA
IDENTIFICACIÓN DE POLÍTICAS JUSTAS DE IGUALDAD DE GÉNERO DEL
OIG DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE - CEPAL

Andrea Comelin Fornés"

Clave: Política Social – Igualdad de Género - Evaluación

Abstract:

Las Políticas Públicas en la Región Latinoamericana deben responder a


problemas sociales en un contexto cada vez más complejo. Identificar las
causas y respuestas para los mismos se hace difícil dada la tensión de los
diversos actores sociales claves que intervienen en ellas. La visibilización de
derechos de los actores que presentan mayor desigualdad impone la
necesidad de integrar parámetros e indicadores de igualdad y justicia social.
Uno de ellos es la Igualdad de Género. Este trabajo consiste en un análisis del
Programa “IGUALA”, política de Buenas Prácticas Laborales con equidad de
género, bajo los criterios establecidos en la Matriz de Análisis para la
Identificación de Políticas Justas de Igualdad de Género del OIG de CEPAL,
con el objetivo de conocer cómo promueve en su formulación, implementación
y evaluación- control parámetros de justicia distributiva, de reconocimiento y
de representación en la relación mujer, trabajo y familia.

En un Estado de Derecho las Políticas Públicas pasan a ser la herramienta no


solo política, sino que administrativa y de gestión para que los gobiernos
puedan dar respuesta a problemas sociales que se han definido como
prioritarios dentro de la agenda pública. Sin embargo de un tiempo a esta parte
con la conjunción de los Estados Democráticos en la Región, ya no sólo basta
dar respuesta a las demandas sociales, si no que la forma en que ello se haga
es relevante en el momento de proponer respuestas que permitan garantizar
los derechos de todos y todas, permitiendo mayor cercanía a principios como la
equidad, la igualdad y la justicia social. La adscripción a tratados
internacionales entre las naciones y con organizaciones representativas de la
Región así lo confirma.

Uno de los principios trasversales sobre los que los tratados internacionales
han establecido lineamientos claves es el de la igualdad de género, la que pasa
a ser no sólo un derecho, sino que un eje clave para la gestión democrática de
una nación. Lo anterior implica que se debe considerar las diferencias que se
presentan entre hombres y mujeres, en el estudio de un problema social, como
también las consecuencias que implica la toma de medidas para ambos. La
necesidad de incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas

 
radica en “que ni el Estado ni las políticas son neutrales, si no que reflejan y
reproducen valores, normas y sesgos vigentes en la sociedad en que están
inmersos, incluidas las percepciones sobre lo femenino y lo masculino”
(Batthyány, K. 2012: 21-22).

Medir la desigualdades de género para generar diagnósticos que sustenten


estas políticas es un desafío que los indicadores de igualdad de género
diseñados por comunidades académicas como la CEPAL, han permitido
hacerlo hoy con mayor precisión, permitiendo develar las brechas que afectan
a las mujeres en relación a los hombres en lo familiar, social, económico y
cultural (CEPAL, 2010. Pág 42). Sin embargo un desafío mayor es alcanzar la
medición de los logros de estas políticas mediante indicadores para la
medición de su proceso y resultados. Instrumentos con tal objetivo no habían
sido formulados integralmente hasta el 2012, en que la CEPAL propone la
Matriz de Análisis para la Identificación de Políticas Justas de Igualdad de
Género, en la que se proponen parámetros para conocer si éstas políticas
responden desde su formulación hasta su evaluación en la promoción y avance
hacia la justicia distributiva o económica; a la justicia de reconocimiento,
aquella que rescata la valorización de las diferencias y especificidad del género
dentro de una cultura y, la justicia de representación de las mujeres a nivel
político para visibilizar sus derechos.

Los parámetros propuestos permiten evaluar cada fase de la política. En su


fase de identificación y definición del problema público se plantea necesario
conocer si la política contó con un conocimiento de la realidad del problema a
la luz del enfoque de derechos, reconociendo interpretaciones de género e
identificando las desigualdades que puedan existir. En su fase de formulación y
diseño se deben observar planteamiento de objetivos definidos, marcos
normativos y marcos políticos sociales de sustento, siendo inclusivas en su
diseño de los grupos representativos de las mujeres o actores sociales
relevantes y no sólo producto de las acciones de técnicos del Estado. En la
fase de implementación debe contar con una descripción general de los
mecanismos de accesibilidad física y económica a sus beneficios, incluyendo
difusión de los derechos, medidas preventivas y acciones positivas en el ámbito
administrativo y operativo de la misma. Debe articular distintos sectores,
formalizando acuerdos entre los organismos públicos, privados y la sociedad
civil, generando alianzas y consensos en pro de la consolidación de procesos
democráticos y de justicia de género. Además debe presentar sostenibilidad es
decir contar con recursos administrativos y recursos financieros explícitos y en
ejecución. En su última fase la de Evaluación, control y vigilancia es relevante
la presencia de mecanismos establecidos de seguimiento que den cuenta
diferenciadamente del impacto general y en las mujeres, como también
dispositivos que aseguren la difusión pública de esta información a través de
información estadística confiable, con mecanismos que permitan el diálogo
sociedad civil y Estado para velar por el cumplimiento de la política, rescatando
aquellos temas pendientes que la política no pudo abordar en temas de
equidad de género.

 
La política analizada: Programa de Buenas Prácticas Laborales con
Equidad de Género- Sello Iguala. Conciliación entre la vida Laboral,
Familiar y Personal
I.- Un poco de Historia

El año 2006 por mandato presidencial de Bachelet se forma una comisión,


liderada por SERNAM, el Servicio Civil y la OIT, cuyo objetivo es poder formar
un Código de Buenas Prácticas Laborales para generar directrices en materias
relativas al acceso al empleo digno. Este Código establece 07 dimensiones
para trabajar las buenas prácticas laborales: Procesos de reclutamiento y
selección, Desarrollo de carrera y acceso a la capacitación, Representación
equilibrada entre hombres y mujeres en los cargos de jefatura y de
responsabilidad directiva, Condiciones de Trabajo, Protección de los derechos
de maternidad y responsabilidades parentales, Conciliación de
responsabilidades laborales con obligaciones familiares, Prevención y sanción
del acoso laboral y/o sexual en el trabajo.

En un inicio SERNAM fue el encargado de llevar a cabo la implementación del


Código en los Servicios Públicos, lo que se instauró a través de un Diagnóstico
y acciones establecidas en sus planes operativos anuales (POA), que se
reflejaba en el cumplimiento de metas de mejoramiento de gestión (PMG) de
cada Servicio. El año 2008 SERNAM evalúa que si bien se ha logrado una
gestión alentadora de este programa en el ámbito público estatal, aún en el
ámbito de la empresa Privada no se ha introducido el Código, dejando espacios
de desigualdades de género sin trabajar, por lo que surge el Programa IGUALA
para instalarse en empresas privadas que postulen a esta certificación.

II.-Programa de Buenas Prácticas Laborales con Equidad de Género- Sello


Iguala.

El objetivo principal de este programa es “Contribuir a promover e instalar


buenas prácticas laborales en las organizaciones, relacionadas a propiciar la
reducción de brechas, mejorar la incorporación femenina y desarrollo de
carrera de las mujeres, así como contribuir al aumento de la productividad y
competitividad de las organizaciones, a través de la implementación de
acciones que promueven igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres”. Implica promover la conciliación vida laboral, familiar y personal para
hombres y mujeres en una lógica de co-responsabilidad, como lo establece su
segundo objetivo específico declarado

El Programa trabaja tres grandes líneas: Certificación de empresas públicas


y privadas que instalen voluntariamente acciones, planes y programas de
buenas prácticas laborales con equidad de género; la intermediación laboral
cuyo objetivo es ayudar a las mujeres a buscar empleo en trabajos con bajo
índice de reclutación femenina, incentivando a las empresas a abrir estos
espacios; Apoyo al resto de las reparticiones públicas en el cumplimiento del
Código de Buenas Prácticas Laborales (BPL) sobre No Discriminación para la
Administración Central del Estado.

 
Respecto a la primera línea con empresas privadas, la que analizaré, trabaja
mediante la adscripción voluntaria de las empresas privadas que deseen
obtener el sello iguala de buenas prácticas laborales, lo que a las empresas les
significa contar con estándares de calidad en esta materia para posicionarse
mejor a nivel internacional. El trabajo consiste en establecer un referente de
SERNAM con una contraparte de la empresa, generalmente del área de
recursos humanos, para desarrollar primeramente un análisis de las políticas
de contratación, información y de recursos humanos de las empresas aplicando
una matriz que contiene las 7 dimensiones del código. Para cada dimensión se
analizan las acciones informativas que la empresa ejecuta para socializar
esa dimensión con sus trabajadores, las acciones y políticas concretas que
se han desarrollado en el ámbito según el marco legal chileno y las acciones
positivas que se traduce en medidas diseñadas e implementadas por la
empresa que sobrepasen las exigencias legales nacionales en la materia. De
acuerdo a los resultados se evalúan los aspectos por mejorar para llegar al
óptimo de un puntaje preestablecido. Si la empresa lo desea se establece un
Plan de Acción con remediales y nuevas propuestas surgidas desde la
empresa. Este plan se monitoriza posteriormente con reuniones de
coordinación y revisión de reportes, en vistas a obtener en un plazo de dos
años la Certificación con el Sello de Calidad de Equidad de Género.

Respecto a evaluaciones que se hayan realizado al Programa, una efectuada


por el SERNAM el año 2012, cuyos resultados se encuentran publicados en la
página web del MAM, se desarrolló como un análisis más bien cuantitativo,
mostrando preferentemente datos duros, destacando que el año 2012 hubo 43
empresas distinguidas con el sello (41 privadas y 2 públicas), seis más que el
2010. Las empresas distinguidas abarcan todas las regiones del país. No se
observan resultados estadísticos declarados por dimensión que estén como
información disponible, ni estudios oficiales de percepción de beneficiarios, en
el portal del SERNAM, lo que puede responder al manejo reservado de la
información interna de las empresas privadas.

III.- El Programa IGUALA bajo la óptica de la Matriz de análisis para la


identificación de políticas justas de igualdad de género

El análisis se realiza en base a las dimensiones propuestas en la matriz de


análisis para la identificación de políticas justas de igualdad de género, del
Observatorio de Igualdad de Género de AL y el Caribe (CEPAL, 2012):

Dimensiones de la Realidad Observada


Matriz
Identificación y • La política no está sustentada sobre un marco
definición de los de derechos, como garantía estatal, toda vez que
problemas públicos a queda al arbitrio y voluntad de la empresa el
que responde: adscribirse el él y proponer medidas de mejora. No
• Marco de sentido hay obligatoriedad por no ser ley.

 
• Identificación del • El problema a que responde es las prácticas
problema laborales inadecuadas o pugnar por el trabajo
• Identificación de decente, en base a la perspectiva de igualdad de
injusticias de genero género. En ese sentido se fundamenta en la baja
tasa de inserción laboral femenina chilena, en la baja
tasa de mujeres ocupando puestos de jefatura o
directivos, en las estadísticas de acoso laboral, en la
falta de medidas que permitan conciliar la vida
laboral y familiar a hombres y mujeres, el
cumplimiento de legislación de
maternidad/paternidad. Todo esto apunta a reducir
las brechas de género y facilitar la
corresponsabilidad entre hombres y mujeres.
• Se basa en identificar las injusticias de género
ya señaladas, que de no abordarse aumentarían las
brechas de desigualdad de género de nuestro país,
no respondiendo a los tratados firmados por Chile en
la materia.
Formulación y Diseño • El objetivo explícito de la política apunta a
(objetivos y reducir las brechas de igualdad de oportunidades de
resultados inserción laboral de las mujeres, en las empresas
esperados, marco públicas y privadas. En ese sentido busca aumentar
normativo y marco la inclusión de la mujer en el mundo productivo,
político institucional) mediante la facilitación de medidas de conciliación
trabajo y familia para hombres y mujeres,
favoreciendo la corresponsabilidad, como también
trabajando barreras culturales de ocupación de
cargos directivos por mujeres, acceso a campos
laborales tradicionalmente masculinos y acoso
laboral.
• El marco normativo es muy débil, ya que es
sólo un programa voluntario para el mundo
empresarial privado, no se sustenta en ley, por
cuanto no permite garantización de derechos. No
presenta obligatoriedad para la empresa
• El marco político institucional, es restringido a
la institucionalidad pública estatal. Solo participan un
Servicio Público, SERNAM. Se puede destacar la
OIT como organismo internacional. No existe
participación de la sociedad civil, ni de los afectados
(agrupaciones de mujeres, sindicatos, etc), en la
elaboración. Tampoco participación de grupos
académicos.
Implementación En cuanto a la implementación se observa:
(Descripción general, • Los responsables de la implementación son el
transversalidad, MAM y la contraparte de la empresa privada o
relación sistemas pública. Respecto a ello no hay participación explicita
políticos, sistemas de otras autoridades o actores que permitan
administrativos y Soc. asegurar su cumplimiento (seguimiento y
civil, información y cumplimiento de remediales, o debilidades de este

 
difusión, plan). En este sentido los medios para asegurar el
sostenibilidad, cumplimiento no obligan a la empresa (depende de
desarrollo de su voluntariedad y compromiso). Se basan en un
competencias) acuerdo firmado y en el monitoreo de esos acuerdos
que llevan a la certificación. Una investigación13
muestra que cuando no se cumplía algún parámetro
las empresas en vez de modificar sus prácticas o
lineamientos, determinaban que no aplicaban a su
realidad y proponían medidas “comodines que se
ajustaban a sus propias políticas” (Comelin y Leiva,
2010) El mismo estudio muestra que no existía una
regularidad en la participación de otros actores
relevantes tanto en el diagnóstico, como en la fase
de propuesta y seguimiento de remediales, como lo
son sindicatos, grupo de mujeres contratadas, etc.
Sin embargo la comunicación SERNAM y
Contraparte era fluida y ordenada.
• L
a mayoría de las medidas señaladas y
propuestas en el programa, que se observaron
en el estudio señalado, apuntan más a
aumentar la incorporación laboral de la mujer
en el mundo laboral que hacia la
corresponsabilidad de género. Se observó
cumplimiento de leyes de maternidad e incluso
acciones positivas al respecto que respondía al
carácter transnacional de las empresas
estudiadas, lo que no podría generalizarse por
no contar con datos oficiales. Aún con déficit es
un avance en cuanto a la disminución de las
brechas de género en el ámbito estatal, y sobre
todo del mundo privado. Dentro del instrumento
diseñado para el Diagnóstico y seguimiento de
acuerdos, se explicitan acciones de difusión del
programa y temáticas de género asociadas, lo
que permite socializar con los actores
beneficiarios, funcionarios administrativos y
directivos este ámbito. El estudio señalado
observó difusión por amplios medios escritos y
la web, sin embargo no existían medios de
información cara a cara con los beneficiarios.
• La sostenibilidad del programa es alta, ya que
existen recursos diseñados en el MAM para tal
efecto, como en las empresas distinguidas, tanto
administrativos como financieros. De hecho han
aumentado las empresas con sello desde el 2010 al
2012. En la pág.WEB del MAM se explicita como
                                                                                                               
13
Proyecto de Investigación Interno: “CONCILIACIÓN ENTRE VIDA FAMILIAR Y LABORAL
EN UNA EMPRESA MINERA EN LA REGION DE TARAPACA” Comelin, A y Leiva, S (2010).
Universidad Arturo Prat. Iquique. Chile

 
programa permanente.
• Permite el desarrollo de competencias en los
funcionarios del MAM sobre el enfoque de género.
Sin embargo este es limitado en la empresa privada,
ya que quien lo aplica y es interlocutor válido es una
sola persona, quien se capacita. Los demás solo
aplican medidas o miden resultados, pero sin
capacitación.
Evaluación • Existe un mecanismo establecido de
(Monitoreo, monitoreo respecto a las metas del programa,
producción de llamado plan de remediales con cada empresa sobre
información el cual hay un protocolo de seguimiento a realizar.
estadística, Sin embargo no está establecido dialogar con los
resultados en base a grupos claves de mujeres, sindicatos, solo con la
objetivos, avance en contraparte administrativa y jefatura.
justicia para las • Dentro de la estructura del programa no se
mujeres, temas establece la tarea de producción de información
pendientes) estadística. Esto debe responder a la privacidad de
la información, ya que la mayoría de las empresas
distinguidas son del ámbito. Solo se cuenta con la
información del número y localización de las
empresas distinguidas con el sello.
• Respecto a los objetivos, pareciera tener un
resultado positivo en cuanto han aumentado las
empresas distinguida el 2012, respecto del 2010. En
el estudio citado se pudo apreciar que la mayoría de
las medidas implementadas correspondían a
medidas para facilitar la incorporación de la mujer al
trabajo y conciliar vida laboral y familiar, una sola
medida de difusión estaba dirigida a fomentar
corresponsabilidad.
• Esta política ha sido un avance en cuanto a
fomentar la igualdad de oportunidades de inserción
laboral de hombres y mujeres, en cuanto refuerza
medidas legales y positivas en este ámbito,
sobretodo mediante la conciliación. Sin embargo
adolece de participación directa de las mujeres en su
evaluación y reformulación, como también no se
observan dimensiones en la matriz del IGUALA
dirigidas a formar en corresponsabilidad, lo que se
observa solo en medidas de difusión, problemática
pendiente en esta política.

 
IV.-Conclusiones:

1. La política analizada es una política que propende a desfamiliarizar,


(Esping Andersen, 2000, citado por Pautassi, 2010), en el sentido que involucra a
otros actores proveedores del cuidado, como lo son el Estado y el mercado
(empresa privada), no asignando toda la responsabilidad a la familia. Lo
anterior propende a la igualdad de oportunidades de incorporación al mundo
laboral de mujeres, disminuyendo brechas de género en base a facilitar la
conciliación entre el mundo laboral y familiar, de hombres y mujeres.

2. Sin embargo la mayoría de las medidas están diseñadas bajo la lógica


de que es la mujer mayoritariamente quien debe hacerse cargo de las tareas
de cuidado, ya que tanto las medidas legales, como las positivas van dirigidas
a ello, al igual que el objetivo general que busca “alivianar” esta carga a las
mujeres para facilitar su ingreso al mundo laboral, más que formar a hombres y
mujeres en la corresponsabilidad. (Caro, P 2007, Pág. 35 -36). Así a pesar de
ser un avance en ámbito de disminuir brechas de género, no ataca en la
formación cultural de reformular la división sexual del trabajo.

3. El mayor problema de esta política es la imposibilidad de garantizar


derechos de género a los destinatarios, ya que no cuenta con el marco
normativo para exigirlo (es un programa, no una ley), quedando a voluntariedad
de las empresas adscritas el cumplimiento de las propuestas de remediales y la
incorporación de acciones que disminuyen los sesgos de género. El otro gran
problema es la participación de los actores sociales relevantes, tanto en su
formulación, aplicación y evaluación. Esto conlleva a que la aplicación del
proceso de la política pública sea lineal y no con una perspectiva de
mejoramiento, entendiendo que los ciclos de las políticas sociales (subirats y
otros 2008; Cepal 2012) no contemplan etapas rígidas.

4. Las mejoras propuestas en forma congruente serían: Propender a que se


establezca como ley y no solo como programa voluntario para permitir garantización de
derechos, establecer espacios participativos para los actores beneficiarios y generar
programas educativos que apunten a provocar el cambio cultural de la
corresponsabilidad de género.

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18 de Agosto de 2013

 
LAS APROPIACIONES SIMBÓLICAS DEL ESPACIO FRONTERIZO
TARAPAQUEÑO: APORTES DESDE LA MIRADA DEL TRABAJO SOCIAL
HACIA LA INVESTIGACIÓN REGIONAL.

Cristian Ovando Santana∗

Romina Ramos Rodríguez ∗∗

RESUMEN

Nuestra intención es problematizar lo referido a la pugna por la significación del


espacio tarapaqueño, cuestión que nos permitirá interpretar la vigencia que
presentan las referencias nacionales. en desmedro de territorios basados en
una historicidad particular- local. Por ello, el objetivo de/ este trabajo es
interpretar el contenido de los imaginarios geográficos que exponen algunos
habitantes presentes en este territorio, particularmente el Estado representado
por funcionarios que se apropian simbólicamente de aquel, a partir de
dispositivos y prácticas utilizadas por ellos en el Paso Fronterizo de Colchane.
Paralelamente, también nos referiremos a los habitantes y migrantes que
forman parte de estos asentamientos y a cómo se ven afectados por esta
imposición de sentido. Conjeturamos que actualmente la presencia estatal,
reeditada por la seguridad en torno al contrabando y el narcotráfico, ha
transformado la organización espacial de las relaciones sociales en que se
desenvuelven los espacios locales tarapaqueños.

Palabras claves: Región de Tarapacá-Transfronterizo-Estado.

                                                                                                               

 Máster y Doctorando en Estudios Internacionales, Universidad del País Vasco, Leioa, España. Becario
CONICYT y Académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Arturo Prat, Iquique,
Chile. Contacto: covando@unap.cl. Dirección postal: Avenida Arturo Prat 2120, Casilla 121 ,Iquqiue,
Chile.

∗∗
  Trabajadora Social de la Universidad Arturo Pral. Máster y Doctoranda en Modelos y Áreas de
investigación en Ciencias Sociales, Universidad del País Vasco, Leioa, España. Académica de la Facultad
de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Arturo Prat, Iquique, Chile. Contacto:
romina.ramos@unap.cl. Dirección postal: Avenida Arturo Prat 2120, Casilla 121 ,Iquqiue, Chile

 
Introducción

La región de Tarapacá, ubicada en el extremo norte de Chile, dentro de sus


características destaca por constituirse como un territorio marginal, ubicado
muy distante de su centro político. A su vez, como toda zona anexada
tardíamente al territorio nacional, también se caracteriza por estar subordinada
a un Estado nación en consolidación que, desde una representación espacial
oficial, impuso y normalizó durante buena parte del siglo XX un espacio
fronterizo, caracterizado como conquistado, vacío y desprovisto de toda
sociabilidad que no fuere promovida por dicha ocupación (Nuñez et. al, 2013).

Estas formas normalizadoras del espacio, históricamente, han promovido


valores y prácticas que en general afectan las formas de sociabilidad previa a
la emergencia de lo nacional como demarcador, delimitando el sentido que
cada actor le da al espacio habitado. Nos referimos particularmente a los
habitantes Aymaras de dicha franja fronteriza y a los cruzadores de frontera.

En respuesta a esta imposición de sentido, en estas fronteras complejas


surgen procesos de alienación territorial, los que "suscitan la movilización de
crecientes fracciones poblacionales" (Machado, 2009:77), respondiendo de
distintas formas a la invasión de sus espacios intersubjetivos de cotidianeidad.

Sostenemos que el Estado chileno ha apostado por nuevas tendencias


globales tendientes a la securítízacíón (Dammert y Bailey, 2005) de los
territorios1 considerando que la región de Tarapacá históricamente ha sido un
territorio con una fuerte presencia estatal y militar. Ésta surge como una región
conquistada militarmente, por tanto padece los efectos de guerras, asonadas
fronterizas y dispositivos nacionalizadores como fueron la educación fiscal y la
mirada geopolítica del espacio. Aún más, esta memoria colectiva se reedita a
partir de los actuales conflictos de límites que confrontan a Chile, Perú y
Bolivia. A partir de estos procesos vemos como paulatinamente durante las
últimas tres décadas, el espacio nortino se ve imbuido en realidades múltiples
                                                                                                               
1
Ejemplo de esta dinámica es la puesta en marcha del El Plan Frontera Norte por parte del gobierno del
presidente de Chile, Sebastián Piñera

 
con sus propias valoraciones. Éstas van desde un Estado que vela por su
seguridad y desarrollo con una herencia nacionalista que perdura, hasta una
comunidad local de carácter histórico que habita la frontera prescindiendo de
alguna manera de aquélla.

En efecto, la frontera tarapaqueña, desde mediados del 2000, comienza a ser


conocida a través de los medios de comunicación a partir del constante
trasiego por el "Paso Colchane. Ésta, comienza a identificarse con atributos
que la asocian con un extendido contrabando y el narcotráfico (Corder y Ruiz-
Tagle, 2013); se considera además una frontera con una presencia estatal
fuerte en torno a barreras fitosanitarias y aduaneras (Ovando, Álvarez, 2011).

Por otro lado, se la vincula con un espacio tradicional, marcado por el habitar
transfronterizo de comunidades locales (Tapia y Ramos, 2013) y municipios
rurales, con una extendida red de relaciones transfronterizas emprendidas en
pos de su desarrollo (Rouviere, 2009; Tapia y Ovando 2013); finalmente,
debemos mencionar el constante trasiego de migrantes fronterizos que van
dejando su huella como portadores de territorio (Tapia, 2012).

En suma, pese a la pluralidad de actores e imaginarios espaciales (Zulzman,


2013) presentes en este espacio, la tendencia ha sido a construir
representaciones desde la hegemonía y uniformidad, a partir del peso de los
imaginarios nacionales (Giménez, Beliveau, 2011), nuestra problematización
permite comprender de qué manera los actores que transitan y habitan tienen
su propia mirada del espacio a través de diversas prácticas cotidianas. Lo
anterior, se analiza discutiendo la tensión que surge en el espacio cotidiano
desde la representación oficial del territorio tarapaqueño y sus prácticas
históricas y permanentes como "Estado-nación" y, a su vez, tomando en cuenta
a los sujetos que la resignifican.

Tarapacá: De una frontera en transición a una Franja fronteriza.

 
Las características de Tarapacá la hacen un territorio complejo, en el que se
superponen dinámicas y discursos contradictorios, que dejan en evidencia una
serie de cuestiones silenciadas y otras sobre valoradas.

Un ejemplo de discursos soberanistas en torno a la seguridad, es la creación


del Plan Frontera Norte. Creado en el año 2010 en Chile por los Ministerios de
Defensa e Interior. Este plan propone fortalecer el combate fronterizo al
narcotráfico en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta
aumentando los controles y cautelando la frontera con mayores recursos y
tecnología. Si bien no contempla ninguna medida legalmente amparada que
afecte el flujo migratorio, en la práctica se han implementado medidas,
informalmente, que afectan su desarrollo (Ovando, 2012). Es el caso de la
decisión por parte de la Gobernación Provincial de Iquique de Tarapacá de
retener autobuses para realizar controles de identidad, en sectores no previstos
por la legislación vigente, en concreto fuera de los controles fronterizos. Se
consideró por algunos sectores de la opinión pública como una medida
arbitraria e inconstitucional2. En suma, se estima que en el marco del Plan
Frontera Norte, estas prácticas se reeditan o dan cuenta de patrones culturales
de larga duración presente en la región, que se engarzan con el marco de la
compleja historia de la estructuración fronteriza de todos los Estados
sudamericanos (Fernandois, 2005, pp. 68-83).

Identidad en franja fronteriza de Tarapacá: a un lado y otro.

Como se ha señalado, por otro lado en la franja fronteriza tarapaqueña de


Chile, se han mantenido permanentes prácticas de cooperación, una cultura
ancestral común, una convivencia histórica producto de su contigüidad
territorial y sus trayectorias espaciales, con un "fuerte y reconocible perfil
cultural" (Marteles, 2010). Estos rasgos culturales se han manifestado desde
antes de la formación de los Estados y de manera sostenida desde finales del
                                                                                                               
2   Pues la medida afectaba el libre tránsito. En efecto el "Diario e121" (Marzo 28, 2011,18:37) señala: "En
medio de la polémica por la idea de introducir un decreto, por parte de la Subsecretaría de Transportes y
Telecomunicaciones para restringir el ingreso de vehículos de transporte internacional de Bolivia entre la
medianoche y las ocho de la mañana, así como la incorporación de una segunda fiscalización para éstos
en Huara".

 
siglo XIX hasta la actualidad. Un rasgo relevante ha sido la existencia de una
lengua común. Palominos señala tajantemente a propósito de este elemento
identitario clave, "el habla es también una nación Aymara por encima de la
fronteras territoriales" (Palomino: 1994. Citado por Paredes, 2011; 206). Así el
componente étnico común Aymara de los poblados limítrofes chilenos-
bolivianos se ha convertido en el integrador natural del territorio alto-andino.

Por tanto, se observa una articulación supranacional y subnacional de espacios


regionales, que muestran cómo los procesos tienden y oscilan al mismo tiempo
entre la dimensión local y la global. En efecto, este marco cultural, ha permitido
instaurar el proyecto "Fronteras Abiertas" con la cooperación de actores
subnacionales, es el caso de la "Alianza Estratégica Aymaras sin Fronteras"3
considerado, sin lugar a dudas, como un factor clave para decidir poner en
marcha proyectos de más largo alcance4. Rouviére (2007), indica que la
consolidación de este espacio de diálogo subregional, promueve el desarrollo
económico del espacio transfronterizo y permite la inserción de éste en el
mercado global por medio de la cooperación política.

A pesar de que a nivel de cancillerías5 aún no se han resuelto muchos de los


conflictos de territorialidad y límites fronterizos ligados a un proceso histórico no
resuelto, igualmente se está dando un interesante proceso de integración,
construido desde abajo y donde el componente étnico común Aymara es clave.

                                                                                                               
3   Este proyecto, Alianza Estratégica Aymaras Sin Fronteras, se ha convertido en una plataforma política
de carácter trifronterizo e innovador, que ha sido capaz de generar un discurso integrador ligado a un
territorio con identidad Aymara, que reside e interacciona con regularidad en la zona alto-andina de
Bolivia, Chile y Perú, más allá de los límites fronterizos de estos tres países. En los últimos tres años, la
Alianza Estratégica Aymaras Sin Fronteras se ha consolidado notoriamente de forma que ha sido capaz
de atraer y captar la atención de numerosos actores internacionales, convirtiéndose en destinataria de
abundantes fonqos de la cooperación internacional o bien como caso de estudio por su carácter
innovador (Marteles, 2010).
4   SEI objetivo estratégico principal del Proyecto Fronteras Abiertas consiste en fortalecer las relaciones y
las capacidades de los actores subnacionales (intermedios y locales), activando procesos virtuosos de
intercambio (norte-sur y sur-sur) para el desarrollo territorial de las áreas de frontera en América Latina.
Las primeras actividades del Proyecto Fronteras Abiertas se remontan indirectamente al estudio de
factibilidad, realizado por el CeSPI (Centro Studi Politica Internazionale) en el último tercio de 2006, de la
promoción de la cooperación descentralizada italiana con los gobiernos subnacionales que conforman los
corredores bioceánicos de América del Sur. Es, precisamente, en esta Triple Frontera de Bolivia-Chile-
Perú donde se iniciaron las primeras relaciones con algunos actores nacionales, regionales y locales 113
de estos tres países, que más tarde se convertirían en socios estratégicos del Proyecto Fronteras Abiertas
que empezó a ejecutarse en julio de 200? (Marteles, 2010)
5  La cancillería, es un ministerio o centro diplomático desde el cual se dirige la política exterior del país.

 
Este componente, consolida una cultura propia, ligada a la identidad Aymara,
que va más allá de las características culturales de cada uno de los países que
configuran el territorio (González, 2005). Esto se ve manifestado por ejemplo,
en que la franja fronteriza de Tarapacá con Bolivia, siga manteniendo su
autonomía con respecto al idioma oficial, conservando el uso de dos lenguas
como es el castellano y el Aymará, lengua que se hablaba desde tiempos
precoloniales. Esto indica que en este espacio se comparte una cultura desde
tiempos previos a la colonización, lengua que se mantiene hasta nuestros días
(Marteles, 2010) Y a su vez, se convive con prácticas oficiales impulsadas por
los mecanismos de la globalización y, entre ello, un histórico conflicto
soberano. Estos conflictos han afectado históricamente las distintas soberanías
que configuran esta región natural supranacional y han impactado
ideológicamente en las comunidades materializando por un lado, un discurso o
acciones nacionalistas de determinados grupos. Y, por otro lado, como
dispositivos de reproducción cultural (Althusser, 2003) y prácticas cotidianas de
los habitantes que han manteniendo desde antiguos tiempos.

Para ilustrar esta antagonía, se recoge una entrevista que se emite en el mes
de Abril del presente año en el periódico La Tercera, en donde se refleja dicha
forma antagónica de la vida cotidiana de la franja fronteriza, y cómo los
actores oficiales la representan:

"Un grupo de carabineros sale a patrullar ( ... ) ya nadie sale sin un policía que
conozca muy bien la zona y los límites de la frontera. No podemos arriesgarnos
a pasarnos ni un metro hacia el lado boliviano". Cada carabinero en la frontera
ocupa fusiles de guerra, en caso de que las cosas se compliquen. El camino
llega a su fin. A un lado hay cerros chilenos y al otro lado, el salar, que es casi
totalmente boliviano. Un poco más allá de uno de los hitos que marca la línea
imaginaria de la frontera hay un puesto de avanzada del Ejército boliviano con
capacidad para unas 12 personas, según los carabineros. A diferencia de
Chile, donde es la policía la que se encarga del patrullaje fronterizo, en Bolivia
los encargados de esta tarea son los militares. El teniente Tapia y el cabo Cofré
avanzan hasta el hito para asegurarse de que no haya sido movido.

 
¡Hasta ahí no más! -les grita el teniente coronel Hugo Zenteno, quien mira
atento que nadie salga del refugio militar boliviano. (Bázán, 2013: 19).

Estas prácticas reflejan la creciente percepción de la frontera por parte de las


policías que la controlan como un lugar soberano, el que hay que "cuidar".

La gubernamentalidad dice Foucault, (2006) "designará todo un entramado de


formas de hacer y pensar que tiene por objeto, sobre la base de la economía
política y de una serie de dispositivos de seguridad, el ordenamiento de la
población, donde adquiere una relevancia importante ordenar el espacio. Por
ello, Mendiola, hace hincapié en analizar de forma crítica las violencias
simbólicas en los espacios que la regulan y analizar también, las posibilidades
de articular otras movilidades que se despojen de las lógicas de domesticación
(Mendiola, 2012:5). Siguendo esta mirada entonces, desde la otra perspectiva,
se encuentran los habitantes de la franja. Que, a través de actividades
comerciales informales reflejan una vida cotidiana marcada por la inexistencia
de fronteras políticas. Asimismo en este sentido, reflejan el sentimiento de
abandono que sufren debido al distanciamiento de sus respectivos Estados.

Este abandono se evidencia en siguiente relato:

"Colchane no es más que un grupo de casas al final del altiplano chileno. El


pueblo se sostiene por el pastoreo de llamas y la plantación de quínoa,
cebollas y papas. La calle principal es la carretera que llega hasta a Bolivia,
donde se alinean la municipalidad, el liceo, el retén y un par de hoteles. El
aislamiento se siente en temas como la electricidad, la que únicamente se da
entre las 20 horas y la medianoche a través de generadores. La gente se
abastece de mercadería al otro lado, en Pisiga Bolívar, [Bolivia] que es tres
veces el tamaño de Colchane, [Chile]. Sábado por medio se hace una gran
feria en el pueblo boliviano, donde se vende prácticamente de todo" (Bázán,
2013: 19).

 
El relato muestra la representación del espacio no oficial que tienen los
Aymaras, una representación del habitar transfronterizo donde el
abastecimiento y la sobrevivencia se encuentra allende la frontera y viceversa.

En efecto, el abandono y el habitar transfronterizo también se percibe desde


Bolivia, sobre todo en las posibilidades de educarse al otro lado de la frontera:

"En Colchane dicen que es como ir al mal!. El intercambio se da hacia el lado


chileno también. Son 10 los niños bolivianos que cruzan la frontera de Lunes a
Viernes para ir al colegio. Ángela Soto, la directora del liceo, dice que es
porque la educación es mejor: "Se les da útiles escolares, tienen
computadores, acceso a internet. Por eso vienen, y no hay problemas ( ... ) "Al
otro lado de la frontera, Pisiga Bolívar funciona como pueblo-aduana. Son
varios los camiones apostados sobre la carretera esperando pasar al lado
chileno. Y a pesar de que el pueblo es más grande que Colchane, también da
la sensación de un descuido mayor: las calles no están pavimentadas y muy
cerca de la frontera proliferan puestos de comercio más bien precarios.
Tampoco es raro ver gente de raza negra, colombianos o dominicanos,
esperando su oportunidad para cruzar a Chile. La base militar, encargada de
vigilar la frontera, se encuentra varios kilómetros hacia Bolivia, camuflada
estratégicamente por un cerro. Nadie en Pisiga admite problemas con Chile.
Una mujer aimara [sic] dice que los problemas se dan porque nadie sabe bien
dónde está la frontera" (Bazán, 2013: 19-20).

Al poner de manifiesto ambas percepciones (la oficial y la del abandono)


acerca del territorio fronterizo tarapaqueño, podemos pensar que la movilidad
es el hacerse y deshacerse del espacio en el modo en que se practica, las
formas en las que se ordena, las conexiones que se trazan. (Mendiola, 2012).

Por tanto, se debe tener en cuenta que la movilidad lleva una huella de otros
espacios y cómo las personas se posicionan en ese espacio, responde a
procesos sociohistóricos, dejando entre ver que la presunta idea de que hay un
"supuesto espacio que corresponde habitar" se vuelve falaz (Mendiola, 2012:3).
Cuando se afirma que la concepción de la vida cotidiana está basada

 
fundamentalmente en desplegar aquellos mecanismos de los que se valen los
individuos y grupos para satisfacer sus necesidades materiales básicas (León,
1999; Arpal, 2007; Legarreta, 2012). Se esgrime que lo cotidiano es también
cargar de sentidos y significados a las experiencias de vida. La satisfacción de
necesidades, no supone la simple subsistencia, sino que conlleva también dar
sentido a la existencia. Ambas dimensiones se encuentran ineludiblemente
entrelazadas, puesto que subsistir necesita un universo concreto de
significados que dotan de sentido la experiencia cotidiana (Arpal, 2007). Así los
habitantes trasfronterizos, conscientes del abandono y de sus necesidades,
cruzan la frontera de manera permanente y construyen su vida en virtud de las
oportunidades que se les manifiesta a uno y otro lado. Las redes de
cooperación entre ambos países suponen una concepción común a la hora de
instaurar territorio.

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Panel Nº IV
Tema: “la Política Latinoamericana y del Caribe como respuesta a la ‘cuestión
social’ y su relación con los aportes a la construcción de la democracia,
estado y ciudadanía”.

Moderador: Judy Méndez Esparza de Colombia

Panelistas: Víctor Yáñez Chile


Elaine Narcizo Brasil
Laura Accoto, Argentina

Fecha: 26 de abril de 2013 12:00 hrs

 
NOTAS SOBRE LA COMPLEJIDAD DEL TRABAJO SOCIAL:
“develación de la densa trama entre observaciones, gramaticalidades y
debates disciplinarios”14.

Profesor, Víctor R. Yáñez Pereira15

RESUMEN

En este artículo partimos de la base que la realidad se va formando como una


trama que urde gráficas con palabras, tras una densa y expansiva matriz de
relaciones capaz de armar, a nivel de la conciencia y del lenguaje, una
gramaticalidad y semántica que concatena un corpus de vivencias, a través de
las cuales se hacen traslucir y se trasparentan nuestras más diversas
experiencias. Estas últimas, exigen ser enfrentadas a complejas distinciones
que, mediante una observación que supere el nivel basal, se comprometan con
el momento y las consecuencias en que lo exterior, los fenómenos, entran en
nuestra subjetividad; pero, en la modalidad de situaciones que, en un
determinado tiempo y espacio, otorgan sentido al saber que rodea nuestro
pensamiento, permitiéndonos aprendizajes, conocimientos, sabiduría para su
uso en la convivencia social cotidiana. Desde allí parte nuestra responsabilidad
y promesa ético – política de articular observaciones de segundo orden,
gramaticalidades y debates de segunda generación, que nos permitan traducir
situaciones en problematizaciones, sobre aquellos asuntos que ubican a los y
las Trabajadores y Trabajadoras Sociales en algún topos de la realidad del
mundo fenoménico, con base en códigos lingüísticos particulares a la
disciplina, así como de cruce común con las ciencias sociales; claro que,
siempre, en atención a ciertas condiciones y circunstanciasque cualifican
nuestros atributos y pertinencias de investigación/intervención en lo social.

Palabras Clave: Trabajo Social, Complejidad, Observaciones de Segundo


Orden, Gramáticas, Semánticas, Debates Disciplinarios.

                                                                                                               
14
Esta ponencia recoge algunos planteamientos desarrollados con mayor profundidad en: Yáñez
Pereira, Víctor R. (2013). Trabajo Social en Contextos de Alta Complejidad: reflexiones sobre el pensum
disciplinar. Editorial espacio, Buenos Aires, Argentina.
15
Asistente Social y Licenciado en Servicio Social de la Universidad de Concepción. Diplomado
en Mediación e Intervención Familiar en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Magíster en Trabajo
Social y Políticas Sociales en la Universidad de Concepción. Doctorando en Ciencias de la Educación en
la Universidad de Sevilla, España. Actualmente es Profesor Asociado y Director de la Carrera de Trabajo
Social en la Universidad Autónoma de Chile, Sede Talca. Además, es Director del Programa de Magíster
en Trabajo Social con mención en Intervención Social y Director del Centro de Estudios y Gestión Social
del Maule, en la misma Casa de Estudios Superiores. Ha oficiado como profesor Invitado en Programas
de Pre y Post Grado a nivel nacional e internacional. Email: vyanezp@uautonoma.cl.

 
PRESENTACIÓN.

Pensar en la complejidad implica asumir una especie de locus dialógico,


recursivo y holográmico entre las diversas dimensiones que componen lo
social, así como de este espacio con la ciencia, la filosofía y su fundamento
material en la sociedad. De este modo, la complejidad(del latín complectere),
comporta el proceso de asociar, enlazar o mantener unido aquello que
aparenta ser dual, estar separado o fragmentado. Por lo tanto, parafraseando a
Edgar Morin (2001, P. 14), será complejo todo cuanto va tejido junto
(complexus), o sea, lo que se mantiene hermanado, donde se incluye,
además, el sentido de lo contrapuesto y no sólo de lo que es concurrente y/o
complementario.

Dicha cuestión, por cierto, no anula el valor de independencia de los


componentes dentro de una totalidad, sino que, más bien, relativiza su
dependencia en una relación de autonomía-heteronomía. Entonces, asumir la
existencia de la complejidad conlleva, primeramente, asimilar la presencia de
un tejido “de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados”
(Morin, E.: 2003, P.17), donde podemos descubrir y revelar los enlaces entre
eventos, acciones, interacciones, retroalimentaciones, determinaciones y
acontecimientos, a través de los cuales se va armando, una y otra vez, nuestro
mundo fenoménico.

De ahí que la complejidad del Trabajo Social expresa dentro de sus lógicas, los
perturbadores trazos de desorientación, ambigüedad e incertidumbre de la
propia realidad social de la que, también, forma parte. Ahí radica nuestra
obligación de alcanzar una más adecuada apropiación, conducción y manejo
del conocimiento, en cuanto multi-referenciada construcción del pensamiento
disciplinar.

Ello posibilitará que las observaciones de los Trabajadores y las Trabajadoras


Sociales conciban el orden en el desorden de los fenómenos, para que sus
gramaticalidades aporten a comprender lo que se manifiesta confuso y sus
debates ofrezcan elocuencia, distinción y selección a la identidad disciplinaria,

 
como diferenciada y significativa variación de sus procesos de investigación/
intervención en lo social. En este contexto vemos, nosotros, que el mundo
fenoménico representa aquellas propiedades que la realidad de las cosas
manifiestan como apariencias, como aquello que se pone frente a nuestra
conciencia (phenomena) y que reconocemos como experiencia de contacto
fáctico y formal.

En rigor constituye la realidad de ese mundo, aquella que construimos por


medio de los sentidos y el lenguaje, por lo cual para conseguir que este mundo
de los fenómenos pueda mutar a la realidad de situaciones sociales
aprehensibles para nosotros, el mismo debe volverse hacia la comunicación
pública, toda vez que su contenido se suscita y expone en una comunalidad de
lenguaje y discurso compartido, desde el cual se articula la intencionalidad e
intereses de hablantes y oyentes dispuestos a la comprensión social. Eso los
hace capaces de poner en epojé, entre paréntesis, sus ideologías socio-
normativo-culturales, para alcanzar un entendimiento interpretativo que les sea
inteligible, recto, veraz y racional, ofreciéndole a cada cual las mismas
posibilidades para exhibir sus mejores argumentaciones ante la cuestión en
discusión.

Eso justifica la pertinencia de constelar la realidad situacional a través de la


aperturidad a la crítica de los otros, con miras a buscar el mejor argumento
entre los desplegados en la escena comunicativa, lo que a nivel disciplinario
exige de los Trabajadores y las Trabajadoras Sociales la exploración y el
encuentro del fundamento de las mismas, en aquello que se ha logrado
consensuar por medio de razones y no sólo de motivos, pues se orienta hacia
la observación y no hacia la percepción. Nos referimos a la capacidad de
representar imaginando desde un segundo orden, que nos permite argumentar
sobre la acción de relacionarnos con el mundo fenoménico, tras debatirlo y
hacerlo transitar entre quienes observan y lo que observan, pues “[…] nacen,
se desarrollan y desaparecen según leyes que les son propias […]” (Satre, J.:
1964, P. 18), o sea, producen un lazo donde la razón simbólica urde los hilos
para argumentar la acción (sus productos y consecuencias), por medio de
signos y códigos socialmente compartidos.

 
Es eso lo que nos conecta con lo inmediato a la empiri, fundando potenciales y
genealógicos episodios de comprensión sobre el mundo subjetivado y
objetivado; pero ahora desde un encadenamiento de regímenes de la mirada,
en el cual es factible distinguir una diversidad de perspectivas dispuestas a
contrastarse con la experiencia. El mundo fenoménico se desenfrena en
nuestra edificación de su realidad, sus estados y contenidos de verdad,
convirtiéndonos en observadores, privilegiadamente, incluidos en el campo de
observación que se configura en torno a lo cotidiano, por medio de cartografías
de entendimiento que, pensadas como meta-códigos de sentido, nos permiten
percibir, identificar, describir, explicar, interpretar e intervenir sobre una
multiplicidad de objetos constitutivos de ese mismo mundo.

Parte Primera. Desarrollo de Observaciones de Segundo Orden en


Trabajo Social: trascendencia de las interacciones basales, el primer reto
a la complejidad disciplinaria.

Tengamos presente que es en la fuerza de la reinvención disciplinar (Yáñez, V.


& cols.: 2009 Pp., 57 – 66), donde se nos ofrece una redención renovadora en
nuestras observaciones sobre la realidad cotidiana y lo real de las cosas del
mundo fenoménico, pues nos conduce fuera del nihilismo negativo del
pensamiento, posibilitándonos ser autores de nuestro propio texto en lo social.
Observar implica asumir decisiones y elecciones, fruto de una voluntad de
verdad capaz de crear el presente como futuro, no involucra capturar la
realidad cerrándola en un instante precario, sino comprender que aquello que
sucedió no es o se quedó en el pasado inmediato, sino que es un abismo de
posibilidades para el conocimiento.

De lo contrario, la procesualidad histórica de lo social se instituiría como un


espacio lejano, inerte y vacío, algo que solamente fue; por lo mismo, cuando
observamos volvemos una y otra vez a incorporarnos en la realidad, a ser en
ella, sin un sentido de continuo, sucesión o final, sino que más bien iniciando la
originalidad del “[comprender] sin categorías preconcebidas y juzgar sin aquel
conjunto de reglas consuetudinarias que constituyen la moralidad” (Arendt, H.:

 
1995, P. 44). Eso implica transitar desde la zona basal hacia el segundo orden,
en una búsqueda de fundamentos sobre lo que nos funda y sobre lo que
fundamos en lo contemporáneo.

Toda observación de segundo orden (Yáñez, V.: 2007 [1], Pp., 198 – 210) u
observación de orden segundo, es aquella capaz de incluir y sobrepasar los
umbrales de las miradas inmediatas, propias de la actitud natural, es una
especie de observación análoga, una suerte de observación de observaciones.
Conlleva una superación de la mera apariencia de los hechos, datos e
información, es un rebasamiento de los nichos de conocimiento cerrados en sí
mismos, una especie de “[…] ser objeto de creación por parte del querer”
(Vattimo, G.: 2002, P. 53).

Eso supone que la observación siempre se formule incluyéndose en ella


misma, lo que nos indica que no puede librarse de lo que cada profesional y el
Trabajo Social, en su globalidad, es e implica; pero, siempre en su relación de
diferencia con aquellas innumerables experiencias que enfrentamos cuando
construimos los objetos de investigación/intervención. Se pone en duda aquello
que el conocimiento acusa como real, ya que dicha observación alberga en su
seno una complejidad interna, esto es, sus propios medios, códigos y
operaciones, dentro de un ámbito de todas las vinculaciones posibles.

Complejizar nuestras observaciones es, más bien, una alternativa de actitud


crítica y heurística, que nos ofrece el pensamiento comprensivo y deliberativo
(das Denken), para desatarnos de la tradición pragmático – empirista y del
determinismo funcionalista, recuperando “las coyunturas conceptuales de que
depende el sentido nuevo […]” (Cordua, C.:1999. P. 11). Ello exige superar la
falacia de primacía de la teoría sobre la experiencia o de la práctica sobre las
conjeturas y reflexiones, ya que observar complejamente comporta la fusión
entre lo teórico y lo empírico, formando un saber praxiológico que nos
posiciona en la premisa de que conocer implica “pasar de la marca visible a lo
que se dice a través de ella y que, sin ella, permanecería como la palabra
muda adormecida entre las cosas” (Foucault, M.: 1995, P. 40).

 
Esta construcción de la observación compleja escapa del sujetamiento a la
noción de verdad como objetividad, ayudándonos a “[…] distinguir entre lo que
en ella es fundamental e irremediable y lo que, por el contrario, se puede
todavía corregir […]” (Vattimo, G.: 2002. Pág., 99), pues lo que se propone es
rescatar la sensible racionalidad del discurso, no sobre cómo pensar en
Trabajo Social, sino sobre qué pensar, o sea, sobre lo que acontece. Lo mismo
quiebra el curso unidireccional que va del ego cogitans a la res-extensa, que
determina una mono-causalidad en nuestros procesos de
investigación/intervención, emprendiendo la penetrante necesidad de crear una
praxis que devenga tanto conjetural como auto-refutable, apoderándonos de la
eventualidad, de lo efectual de la experiencia vivida, en tanto únicos
indicadores confiables para ser sometidos a la indagación e indignación del
pensamiento y la acción.

Allí nos acercamos a la realidad del mundo fenoménico, hermanando los


propósitos de observación con los de transformación estructurante y cambio
situado, modificando nuestros modos de ver las cosas, en una re-significación
de totalidades concretas dentro de totalidades abstractas, circunscritas a un
cierto tiempo y espacio (Bachelard, G.: 2003). Es así que la teoría excita la
actitud consciente del o la Trabajador y Trabajadora Social, no sólo para
iluminar sus cuestionamientos, sino, además, para poner en tensión sus ideas
con la intuición y a esta última con lo azaroso de la empirí, como lo avizoraron
Arquímedes, Galileo, Pascal o Einstein, quienes nos demuestran que “[…] la
percepción viva de los problemas no es más que una fase preliminar de la
invención” (Laloup, J.: 1964. P. 244).

Tales procesos han de venir mediados por la capacidad de interrogar, pero, no


con el fin último de buscar respuestas que se acomoden a nuestras propias
preguntas, sino que más bien para rescatar la riqueza en el despliegue de las
contestaciones, ya que cada pregunta en medida alguna conduce hacia un
único agregado de respuestas coherentes y alineadas, sino que nos encaminan
hacia la dialéctica y conversacional verdad oculta, en cuanto espacio
provocador de cambios y bifurcaciones. Aludimos al despertar de una profunda
zona de comprensión en torno a la realidad de las situaciones, agentes y

 
contextos de nuestra investigación/intervención, que han de ser fortalecidos a
través del quiebre con aquellas nociones de la conciencia común, presentes
en nuestras opiniones primeras sobre el mundo fenoménico, las cuales “se
presentan como una colección falsamente sistematizada de juicios de uso
alternativo” (Bourdieu, P. & otros: 1999, P. 28).

Entonces, la eventualidad de la observación que se gesta desde el segundo


orden, va unida a la voluntad que es creadora, redefine, reorganiza y
reconfigura, emancipatoriamente, lo que está vigente, trayendo una nueva
necesidad de conocimiento, al reducir el mero carácter cíclico y reproductor de
lo aprendido como supuestamente verdadero. Dicho asunto, nos permite
pensar y comprender la realidad en su ligazón a una serie de categorías de
entendimiento, que superan su atomización y su desagregación en partes
inconexas, como por ejemplo ha ocurrido y sigue ocurriendo con la lógica
instrumental-estratégica y la modalidad operativa que define al método básico
en Trabajo Social, todavía popularmente empleado por amplios colectivos de
profesionales.

A la inversa, el segundo orden de la observación “al menos, afianza el interés


cognoscitivo emancipatorio a constelaciones históricas azarosas y, con ello, la
autorreflexión toma relativistamente la posibilidad de una fundamentación de su
pretensión de validez [ante la realidad situacional]” (Habermas, J.: 1998, P. 25).
De este modo, hacemos la advertencia de que la certidumbre, la verificación y
la objetividad pasan a ser una ilusión, toda vez que el azar, lo improbable y la
intersubjetividad son la fuente del descubrimiento, así como la posibilidad de la
adveración y la creación, que superan la evidencia, seguridad, confirmación y
apaciguamiento de la rutina y el conformismo, siempre amenazante, en los
procesos de investigación/intervención.

De esta manera, nuestras observaciones reflejarían un incesante diálogo entre


sujeto y objeto, un puente de sentido entre lo subjetivo y su objetivación, entre
el misterio de la complejidad y la oscuridad del saber. Lo mismo, proclama una
nueva trama en la connotación sintética y la denotación analítica de nuestras
propuestas y apuestas, permitiendo demarcar, seleccionar, focalizar y

 
objetualizar la realidad de diversas situaciones incluidas en lo social, que es
desde donde el campo de observación se torna problemático y pertinente a la
razón de ser de la disciplina (Yáñez, V.: 2007 [1], Pp. 208 – 210).

Ello nos exige dejar de entender el concepto de racionalidad bajo un criterio


que asigna orden frente al caos, desajuste, ilogicidad que, intrínsecamente,
define lo social como la anarquía de las alternativas (Bauman, Z.: 2007, P. 77),
esto es, en su convivir con lo contemporáneo, con aquello que cada vez se
asemeja y se confunde más con nosotros mismos. Estamos planteando que la
complejidad de esta forma de concebir las fuentes de nuestra observación
radica en la necesidad de comprender, pero, partiendo de la multivocidad de
signos que atraviesan la conexión entre significantes y significados.

Por lo mismo, esta tarea reclama de los y las Trabajadores y Trabajadoras


Sociales comenzar por una indagación abierta sobre las estructuras y
dinámicas simbólicas, contenidas en los discursos y narrativas de los agentes
imbricados en nuestros diversos procesos de investigación/intervención,
confrontando los estilos de explicación e interpretación en juego y revisando
con criticidad reflexiva los contenidos argumentativos que dotan de diversidad a
los textos y relatos en desarrollo. Así, pues, emerge la necesidad de que
nuestra disciplina haga proliferar lo que, en otro texto, llamamos lenguaje
significante, el que asume “la comprensión en el sentido amplio de la
inteligencia de los signos […]” (Ricoeur, P.: 2008, P. 10).

Aludimos a una observación que se está haciendo y que se torna manifiesta en


la construcción de nuestro discurso disciplinar, donde se envuelve una “serie
de acontecimientos” (Foucault, M.: 1999, P. 61), dados en relación con otros
acontecimientos discursivos. Aquí el o la Trabajador o Trabajadora Social,
mediante una suerte de <<arqueología del saber>> (Foucault, M.: 2003), sale
del lugar de los meros espectadores para colocarse en la zona de los agentes
que piensan su acción que, a la vez, activa su pensamiento, tras una voluntad y
un juicio razonado-razonable sobre lo que vendrá y lo que ya está instaurado,
encaminándonos hacia la emancipación de nuestra autonomía con
autenticidad creadora.

 
Parte Segunda. Gramaticalidades del Trabajo Social: la cualidad
semántica y el atributo de nombrar, el segundo reto a la complejidad
disciplinar.

Trabajo Social junto con dar cuenta de la realidad deber ser capaz de
desarrollar un activo proceso de creación de significados sobre ella, gestado a
nivel del espíritu disciplinar, el cual mediado por el lenguaje promueva
incidencias semánticamente relevantes en el mundo fenoménico, transfiriendo
sentido a los actos instrumentales, respecto de los cuales se requiere un
profundo esfuerzo de interpretación y explicación para que dejen de ser,
simplemente, datos disponibles en un momento y lugar determinado. Ello
involucra transitar hacia un sistema discursivo apto para atrapar la posibilidad
de lo real, a través de expresiones colmadas de la aristotélica hermeneia, que
nos librade la creencia, tan entronizada en las conciencias de los y las
Trabajadores y Trabajadoras Sociales, de que comprender nace y culmina en
supuestas impresiones respecto de las cosas en sí mismas.

Es este intento de elucidación, nos llama a reconocer ese atributo y talento


que debemos desarrollar los y las Trabajadores y Trabajadoras Sociales para
explicar interpretando. Nos referimos a ofrecer un sentido significativo a aquello
que pensamos y expresamos mediante nuestro lenguaje y acción, pues la
comprensión es hermana del saber y conocimiento que somos capaces de
construir a lo largo de nuestra existencia, ya que “[…] el comprender no tiene
término y no puede, por tanto, producir resultados definitivos […]” (Arendt, H.:
2010, P. 15).

Se alude a un juego intelectual, que va más allá de la explanación sobre las


cosas que aparecen en nuestro diario vivir, para aproximarnos a los contenidos
de verdad que poseen los fenómenos de la cotidianeidad, obligándonos a
revisar nuestras categorías de entendimiento, puntos y niveles de observación,
así como las preguntas de entrada a los procesos de
investigación/intervención, hasta llegar a unos umbrales que trasciendan la
pura identificación y descripción de hechos, vistos como aquello que

 
simplemente es y existe, como una realidad que es absolutamente inexcusable
e incuestionable. Lo mismo exige efectuar un permanente esfuerzo por
descifrar y traducir el fundamento discursivo con que los demás y nosotros nos
damos a conocer, nos ponemos en presencia, en definitiva a través de los
cuales unos ante otros nos presentamos en la esfera política de la
comunalidad.

Ello representa un intercambio lingüístico que asegura el potencial de


integración de significados, mediante “el uso de signos que no son cosas, sino
que valen por cosas […] en la interlocución […]” (Ricoeur, P.: 2009, P. 33). Lo
que en el plano de las gramáticas de nuestra investigación/intervención deja a
la luz conjuntos socio-culturales mediante los cuales se aportan visiones de
mundo, que se entrecruzan entre quienes designan referentes - los hablantes-,
y, quienes desentrañan conceptos referidos – los oyentes.

Ahora bien, al valor legatario de la traducción le cabe una responsabilidad de


relectura y revisitación permanente que, además, pueden efectuar terceros.
Así, pues, el paradigma de la traducción constituye, también, una apuesta
ético-política para el Trabajo Social, ya que se erige en la dialéctica de lo propio
con lo foráneo, esto es, en el brío por atravesar la experiencia de lo que está
fuera de mí, y que comporta diversidad y pluralidad.

Eso responde al hecho de que el mundo no es una infraestructura estática, sino


un producto que nace en la complejidad del pensamiento y conocimiento del
observador que, incluido en aquello que observa, permanentemente, lo
construye, de-construye y reconstruye. Por tanto, como miembros de una
congregación disciplinar, inmersa en el universo cognoscente y cognoscible de
las ciencias humanas y sociales, debemos hacer frente a aquella tendencia
que nos induce a seguir respondiendo a las demandas de lo social, a través de
códigos, medios y operaciones que, pese a nombrar de manera diferente, no
han evolucionado y aún se encuentran rígidamente rutinizadas en nuestros
discursos y acciones.

 
Lo importante es re-aprender a situarnos en el interior de aquello que
nombramos, penetrando en el discurrir de la verdad de su contenido, lo cual no
implica mera nominación o notificación de algo, sino que exige un brío de
reconciliación y de pertenencia con lo que queremos decir cuando expresamos
algo (Israel, Ricardo, M., R. & Yáñez, V.: 2011. Pp., 105-110). Es un intento por
pensar sin límites sobre lo que, realmente, estamos diciendo cuando referimos
a objetos de discurso, capturándolos con un nombre y no con otro, ya que al
nombrar preñamos las cosas de manifestaciones lingüísticas, de una carga
simbólica, respecto de un determinado estado de situación temática y de
densos procesos argumentativos.

El acto de nombrar lo reconocemos mediado por un complejo proceso de


interacción comunicativa, donde se van estableciendo diálogos entre lo de
adentro de la connotación y lo de afuera de la denotación, creándose lazos
sígnicos de subjetivaciones y objetivaciones, dadas dentro de ciertas zonas de
experiencia y contextos de realización, gramaticales y semánticos,
particularizados en nuestras investigaciones/intervenciones. Es allí donde
tomamos las nuevas experiencias por medio de las palabras que
desencadenan nombres, los cuales, a su vez, albergan ideas, nociones,
conceptos y concepciones preliminares y por lo tanto conectan lo emergente
con lo previamente conocido.

Las gramáticas (grammatĭca) nos acercan al corpus de reglas, normas y


principios que regulan el uso del lenguaje significativo en Trabajo Social, pues
organizan la construcción de las narrativas y la formación de los discursos
disciplinarios, en un sentido que no es meramente prescriptivo o regulatorio,
sino que, además, da cuenta de las modalidades y los métodos con que se
desarrolla la acción comunicativa de los y las Trabajadores y Trabajadoras
Sociales, de acuerdo al contexto-situación, tanto lingüística como extra-
lingüística, que abren los horizontes de la gramaticalidad a la realidad viviente
del propio lenguaje. Tal apertura exige de nuestras semánticas (semantikos)
provocar y acoger todo lo que tiene un significado relevante en la configuración
de lo social, al otorgar tangibilidad expresiva al corpus de imágenes mentales

 
que sobre ello poseemos y constituimos tras el encadenamiento de un
conjunto de talantes conceptuales asociadas a unos significantes externos.

En definitiva, nuestras constelaciones gramaticales y semánticas se originan en


las construcciones de la memoria y en sus elocuciones significantes dentro de
un tiempo y espacio, las cuales están ceñidas a la pragmática de determinadas
circunstancias y contextos de elucidación y exégesis. Explanación y
esclarecimiento comprensivo que reclama una constructiva des-construcción,
respecto de nuestros dilemas ético-políticos y problematización
epistemológicas, en torno al proceso de nombrar la realidad, así como respecto
de la congruencia y consistencia de los debates que desarrollamos sobre los
objetos de investigación/intervención. Solo así podremos aportar tanto
variación como re-estabilización a dichos procesos y sus propuestas de cambio
y/o transformación, validados por la contingente, transitoria y flexible búsqueda
de respuestas ante las tupidas y cada vez más ascendentes irritaciones de lo
social.

Tales exigencias a nuestros modos de ser, pensar y hacer se fundamentan en


la inevitabilidad de la contingencia, no sólo de la filosofía, la ciencia y la
técnica, sino ante todo de los momentos históricos y las concepciones de
mundo que se correlacionan con el desarrollo del propio Trabajo Social en la
sociedad. Ahí emana la otredad como un alter – ego, oficiando al modo de
una inacabable e indeterminada creación de figuras, formas e imágenes, a
partir de las cuales atendemos aquello que nombramos como realidad de lo
social, las cuales actuan como representaciones generales sobre ciertas
propiedades empíricas, asociadas a referentes concretos de realidad.

Es en dichos espacios sociales del mundo fenoménico, donde la disciplina


erige y desarrolla asuntos polémicos y controversiales, susceptibles de
promover posturas diversas ante encuentros dialógicos, en cuyo acontecer se
exponen las razones que validan una diversidad de posiciones argumentativas,
formuladas con miras hacia el consenso. Entonces bien, dado que somos
capaces de argumentar nuestros modos de ver la realidad, así como las
propuestas que elaboramos para contribuir al cambio y transformación social,

 
somos, conjuntamente, portadores de atributos discursivos compuestos por
dimensiones lógicas, dialécticas y retóricas, asociadas a dimensiones
epistemológicas, teóricas, metódicas y metodológicas, así como ontológicas,
deontológicas y axiológicas, que orientan nuestra capacidad para construir
intersubjetivamente lo cotidiano del mundo fenoménico, en cuanto escenario
donde se legitima la existencia del otro que, junto a nosotros, es también
acreedor de un lugar en ese mundo.

Parte Tercera. En la construcción de Debates en Trabajo Social: rupturas


y continuidades con los actos enunciativos y proposicionales, el tercer
reto a la complejidad disciplinaria.

Los y las Trabajadores y Trabajadoras Sociales transferimos luminosidad a los


hechos inexpresivos, pues cuando decimos algo realizamos actos de habla que
nos posibilitan reiniciar la provisión de sentido y de organización de la
experiencia de constituir nuestros debates (debattuĕre). Dicho proceso está
formado por cuerpos elásticos de expresiones y códigos lingüísticos, cuyas
urdiembres persiguen incorporar concepciones que nos involucran con el
mundo fenoménico, dentro de un horizonte simbólico, sobre el que las palabras
cumplen su labor de nombrar en narrativas, bien sean hiladas como textos y/o
como relatos temporalizados.

Entonces, cuando alzamos la voz en el proceso de debatir, nos ocupamos de


ilustrar una realidad o parte de una realidad, atrapada en una sensibilidad
emergente y discontinua, donde radica el desafío de encontrar nuevos puntos
de vista, conceptos y signos, mediante los cuales elaboramos conjeturas y les
procuramos atención refutativa a la apertura y el cambio proposicional en torno
a lo social. Contexto en el cual el debate se entiende como el espacio por
medio del que se exteriorizan categorías de entendimiento, paralelas al mundo
real fenoménico, organizado por condiciones espacio – temporales que es
donde se habitúa y tipifica la vida cotidiana.

Aludimos a la zona donde surgen nuestros objetos discursivos, de investigación


e intervención, relevando los imaginarios individuales y colectivos como, al

 
mismo tiempo, lo que es singular y trans-histórico a ellos (Castoriadis, C.: 1999,
P. 246), ya que el debate ostenta una voluntad propia, en la medida que entra
en fricción con los y las profesionales que, a su vez, se incorporan en la
dinámica dialogante que es propia a él, sin dejarse guiar, solamente, por
quienes exponen. Se generan desvíos y fracturas en su desarrollo, que
demandan ligaduras entre argumentos oficiales y otros que surgen
alternativamente, allí donde es posible potenciar el encuentro de los agentes
con sus propias preguntas y cuestionamientos, donde el debate no surte de
soluciones sino que más bien testimonia y problematiza.

Ahí se evidencia el poder del lenguaje sobre los hablantes y oyentes, así como
sobre la sucesión de sus coloquios, el recorrido de sus textos, la narrativa de
sus relatos y el ritmo de sus pensamientos en marcha, ya que las fuerzas
devenidas del debate interpelan como “algo [que] aparece puesto en medio, y
[donde] los interlocutores participan de ello y se participan entre sí sobre ello”
(Gadamer, H.: 2004, P. 13). Se va formando, entonces, una especie de
puentes de comprensión, como una forma de asociar a los dialogantes en un
espacio no sólo de diferencias, sino que, además, de compromiso reflexivo y
de atributos de concurrente expresividad.

Por vía de nuestros debates disciplinarios modelamos el pensamiento y su


encarnación en realidades concretas, como a su vez nos dejamos impregnar
por sus propuestas y aseveraciones, formando representaciones cognitivas y,
además, expresivas, que nos posibilitan calar tanto en los lugares de la
conciencia como en la estructura socio-política a la que pertenecemos como
agentes. Ello nos relaciona con los propósitos incorporados en nivel eidético,
ahora, expuesto por actos de habla, lo que de una u otra manera nos lleva a
un conflicto de interpretaciones y explicaciones, permitiéndonos captar la densa
conexión y lazo de identidad entre el pensamiento y la realidad.

En esa manifestación del debate, los aspectos denotativos y referenciales del


lenguaje se unen con los elementos connotativos y poéticos, ya que la misma
es compleja en su ineludible situalidad al interior de los contextos, así como en
su tangible contacto con las audiencias, esto es, con los otros a quienes se

 
dirige el proceso de acción comunicativa. Por lo mismo, el campo gramatical y
semántico, como factor analítico y significativo de su complejidad, no puede
concebirse simplemente como reflejo de la realidad, sino que más bien
constituye un constructo con validez científica y sentido disciplinar, en torno a
los asuntos y objetos del mundo fenoménico.

Ahora bien, el carácter de constructo que asumen nuestros debates no implica,


únicamente, un texto y relato totalizador, una función epistemológica absoluta o
un modelo teórico unitario, sino que el mismo se demarca, selecciona, focaliza
y objetualiza de cara a un espacio empírico, desde el cual deriva su potencial
realización. Ello respecto de la experiencia sensible sobre lo social, donde
fluyen las incertezas y los errores, donde las decisiones se visibilizan como
prácticas discursivas, toda vez que nuestros argumentos enlazan fundamentos
a fenómenos y estos a situaciones, tras un curso de reflexión hablada
delimitado y tematizado desde variados lugares de interpelación, de registro y
de devolución de experiencias, que somos capaces de traducir teórica y/o
conceptualmente, por medio de categorías de entendimiento.

Hacemos ver que, a través de sus debates, el Trabajo Social presenta una
imagen de sí mismo en inclusión con la permeabilidad de factores históricos e
ideológicos, lo cual posibilita desenmascarar la contingencia de las figuraciones
que, lingüísticamente, transmitimos a través de él. De esta manera, dejamos
ver la naturaleza constructiva y deconstructiva de nuestro discurso disciplinar,
así como su separación de aquella dicotomía que mutuamente excluye los
ejes interpretativos de los explicativos, logrando, en definitiva, poner en
concordancia el sentido con la referencia.

El sentido de las referencias se crea en función de un mundo donde las cosas


existen en alianza con sus propias características, son pues creaciones ex
nihilo, donde tutela un discurso que se nutre no sólo de oficialidad, sino que,
además, de realidades cotidianas marginadas (Castoriadis, C.: 1989).
Tengamos presente que el debate busca, por un lado, poner en presencia
presente cuestiones tematizadas, y, por otro, convencer razonada y
razonablemente acerca de la validez enunciativa y proposicional que se

 
sostiene sobre aquello que problematizamos, concitando una especie de
resistencia a la fragmentación entre lo interior y lo exterior, haciendo notar que
nuestras gramáticas y semánticas se cruzan con las ajenas, ahí donde las
palabras son capaces de perturbar los estados de realidad.

En definitiva, cada debate deja correr el saber narrativo, conceptuando criterios


pertinentes y admisibles para los agentes de lenguaje que se involucran en tal
proceso, según sus respectivas posturas de interlocución y en cuyos textos y
relatos se van tejiendo argumentos que no solamente se disponen a cumplir
funciones enunciativas pues, además, y, sobre todo, determinan qué se debe
plantear para ser oído, así como lo que hay que oír para poder hablar. Allí se
genera la intersección entre el espíritu que fundamenta la praxis y la revuelta
de una acción discursiva, concebida “[…] como facultad de puro inicio, como
vida que no se instala en lo creado sino en el principio de la pura creación”
(Bárcena, F.: 2006, P. 35), pues escapa de la mera estabilidad, del statu quo,
de la invariabilidad.

El memento nascendi constituye la procura del novum, que nos encauza hacia
el ímpetu de lo extraordinario, radicado en las posibilidades de originalidad del
pensamiento, los diálogos y las acciones sobre la realidad misma, en tanto
empuje para la comprensión y reconciliación del Trabajo Social con el mundo
fenoménico. Por lo mismo, consideramos que debatir, en alguna medida, es
encontrar la entrega y valentía para continuar diciendo sobre nuestra realidad
y sobre la realidad de lo social, de la cual también nosotros somos parte y
donde al tiempo que nos arrojamos a lo plural, singularizamos nuestras propias
oportunidades de desarrollo.

En consecuencia, configurar nuestros debates en las ciencias humanas y


sociales, ha de evitar la enajenación del Trabajo Social por el dominio de la
totalización del discurso generalista, y, además, diluirse en los a prioris de la
cotidianidad. Su destinación es hacia la explanación y exploración de las
cuestiones humanas y los asuntos sociales instituyentes de un mundo común,
esto es, la conditio política de aludir a todo aquello que es realizado o puede

 
realizarse en la esfera pública, haciendo emerger la libertad como nuevo
comienzo.

Así pues, al debatir no sólo dejamos palabras pronunciadas, sino que legamos
contenidos, en los cuales se habrá de hurgar sobre lo que los y las
Trabajadores y Trabajadoras Sociales sabemos, conocemos, imaginamos y
pensamos respecto de lo social. Su importancia radica en lograr comprender,
en Trabajo Social, el “uso del lenguaje” (Wittgenstein, L.: 1989, P. 87), dentro
de una trama argumentativa que, a la vez, podemos des-construir y reconstruir,
al momento en que nos planteamos sobre objetos de discurso, de investigación
e intervención, así como indagamos en torno a posibilidades para su abordaje.

Dicha posibilidad de construir des-construyendo emerge con las “preguntas que


enfatizan la significación ético-política [de nuestros debates]” (Berrios, V. &
Rodríguez, N.: 2005, P. 54), que es donde se hace fecundo aprehender lo
misterioso de la realidad, a través de la runa y la objetivación que hacemos de
los fenómenos, sucesos y/o hechos que la constituyen, atrapándolos como
objetos de discurso y acción. Surge una especie de batalla asentada en la
búsqueda de respuestas, al formular interrogantes que cuestionan y se
cuestionan, haciendo discurrir dialécticas que se manifiestan como contra-
tendencias, ante las maneras instituidas de conocer y hablar sobre lo social,
“pues en realidad quien habla es el lenguaje” (Heidegger, M.: 1994, P. 141).

Esa es la manera en que se manifiesta el uso público del debate, que es donde
los y las Trabajadores y Trabajadoras Sociales nos arrojamos hacia las
cuestiones de estos tiempos, sus polémicas y asombros, lo cual, siguiendo a
Habermas, sin duda implica asumir “[…] una idea general de la concepción de
la verdad teórica y práctica propia de la ética del discurso […]” (Habermas, J.:
2006, P. 13). Consiguientemente, lo que deben perseguir nuestros debates
disciplinarios es la comprensión del riesgo y la oportunidad que ofrecen los
contemporáneos escenarios sociales, para la definición de alternativas y la
formulación de propuestas complejas de interpelación, tras el permanente
aprendizaje que se gesta en las discontinuidades del pensamiento, así como

 
en las rupturas con los nichos de conocimiento acumulativo que, únicamente,
niegan la divergencia como parte de la realidad del mundo fenoménico.

Reflexiones Finales. La Necesidad de Resituar la complejidad disciplinar:


el Trabajo Social en lo complejos de los escenarios sociales
contemporáneos.

Hemos de hacer elocuencia sobre la necesidad, o, quizá sea mejor decir, la


obligación de que nuestro Trabajo Social, para poder comprender y potenciar
sus actuales procesos de investigación/intervención, reclama de un cambio de
lógica que no es formal, sino una expresión dialéctica y dialógica de lo
contemporáneo contenido y expresado en la disciplina. Cuestión que, por
cierto, requiere revisar los procesos de cambio que han enfrentado y enfrentan
los actuales escenarios sociales, esos que hoy debemos ver como espacios de
alta complejidad, producto de las contradicciones y ambivalencias entre las
cuales se movilizan las relaciones sociales.

Tales relaciones nacen mediadas por formas de articulación entre discursos y


praxis, son además concebidas como objeto universal de nuestra investigación
e intervención, cuya riqueza es eminentemente simbólica (Yáñez, V.: 2007 [1].
Pp., 294 – 305), en tanto manifestación del caos que, desde el siglo XX,
acuñan los rostros del Mundo Moderno. Nos referimos a los rostros duros de la
modernización y no estamos aludiendo sólo a la pobreza, sino a todas las
formas de exclusión y desigualdad que, claro está, no son únicamente
económicas.

Ello nos obliga a resituarnos, buscar los lugares tanto empíricos como no
empíricos desde los cuales podamos comenzar a movernos en esos
complejos escenarios, que logramos concebir como una expresión de la
disipativa organización de la vida moderna. Esa es una modalidad de inclusión
del orden en el desorden, dinamizando de otra manera el horizonte temporal y
espacial del presente, al reemplazar la imaginaria simetría de lo social, por la

 
explicita asimetría einestabilidad estructural de su realidad (Prigogine, I. y
Stengers, I.: 1994, P. 202).

Tal consideración nos da a entender que son los fenómenos y nos los hechos,
la cualificación y no la cosificación de la realidad, aquello a lo que debemos
enfrentarnos en nuestros procesos de investigación/intervención. Es allí donde
adquiere sentido el análisis y la interpretación de los datos que, como formas
de lenguaje, están enormemente repartidos, pero, muchas veces ocultos
detrás del ruido, de lo que simplemente distorsiona.

Debemos re-aprender a trabajar con las evidencias, para darles un significado


trascendente, para escuchar los sonidos del silencio y para conocer las
oportunidades de igualdad, justicia y libertad desde dentro, desde el propio
Trabajo Social en su compromiso ético – político y teórico – metodológico con
lo social. Así por ejemplo, los más de 82 días que, a contar del 12 de julio del
año 2010, 23 comuneros mapuches -en prisión preventiva- de Concepción,
Lebu y Temuco pasaron sin comer, como medida de presión para cambiar la
ley antiterrorista, dejará de ser concebida, unidireccionalmente, como una
huelga de hambre, para leerse como una lucha política reivindicatoria.

Dicha capacidad de traducción nos posibilita, como Trabajadores Sociales,


tomar una posición de incidencia respecto de aquello que acontece
históricamente en nuestra realidad, ya que las demandas sociales sólo operan
como irritaciones de lo otro (los entornos y contextos) sobre la disciplina, por lo
cual hemos de reemplazar nuestra sobrecarga valorativa o sobre-
semantización en torno a lo social, por criterios de distinción que releven
categorías de entendimiento aptas para contrastar las zonas de realidad
construidas como situaciones concretas pensados. Así, desnaturalizaremos
las convenciones y las creencias, bases de una racionalidad mítica que nos
aferra a lo inauténtico, para, por el contrario encontrarnos con el propio
fundamento del Trabajo Social que, en rigor, es lo esencial a sus procesos de
investigación/intervención en lo contemporáneo.

 
Únicamente desde este quebrantamiento podremos posicionarnos en los
actuales escenarios sociales de alta complejidad, que implican des-regular,
primeramente, aquel espejismo de la modernidad sólida que, de acuerdo a
Bauman (2007), nos instaba hacia la concepción de un orden social
predefinido que, junto a Durkheim, vimos manifiesto en una suerte de
estructura instalada por sobre los comportamientos individuales. Planteamos, al
contrario, que lo contemporáneo es la manifestación de una vida líquida, la
cual representa esa “[…] desaparición de las utopías centradas en la sociedad
y, en general, de la idea misma de la <<sociedad buena>>” (Bauman, Z.: 2006,
P. 21), dispositivos que, por el aprendizaje de la repetición y de la procedencia,
se traducen en la petrificación del discurso instituido sobre el discurso
instituyente (Foucault, M.: 1992, Pp., 24 – 27).

Tales prácticas discursivas se exteriorizan en lo que los y las Trabajadores y


Trabajadoras Sociales hacemos cuando reducimos los aleas de la condición
humana -labor, trabajo y acción- a patrones pre-formados de organización y
desarrollo. Corresponde, entonces, a lo que provocamos cuando seguimos
nombrando cuestiones y cosas distintas como homólogas y que son producto
de la ficción de la metáfora, aquella poderosa estrategia política
contemporánea de modernización, que comporta una especie de inversión
semántica, una analogía que expresa el otro figurado, o sea, significados
distintos a los del contexto en el cual se emplea.

Entonces, nuestro esfuerzo por rebasar la estrategia hegemónica de la


metáfora, que ahora vemos como lo incorporado por mecanismos externos,
bien sean las políticas públicas o los dispositivos de consumo de la falsa
necesidad, como les denomino Marcuse, nos exige revisitar las
contemporáneas demandas sociales. Eso también incluye la “desacralización”
de la teoría y categorías sociológicas propias de la tradición viejo europea, que
tan fuertemente han calado en nuestra razón, trayéndonos unos modos de
pensar mecánicos y causalistas, que nos llevaron a concebir los fenómenos
sociales como hechos problemáticos.

 
Podemos aludir como ejemplo de este caso, a la idea de patología (lo funcional
y lo disfuncional, lo normal y lo anormal, lo sano y lo enfermo) propia deuna
racionalidad estratégica, o, a la materialización de la diada medio – fin (costo –
beneficio), centrada en una racionalidad teleológica. Ambas perspectivas
residuales y limítrofes que, por cierto, hemos de entender superadas, por el
sólo hecho de asumir el reto de la complejidad.

Ello nos exige desarraigarnos de códigos binarios y restrictivos, para


encontrarnos con las indispensables mediaciones y diálogos entre el
pensamiento, la voluntad y el juicio. No olvidemos que la complejidad de estos
tiempos emerge como desorden, como antinomia, como contraste ante las
restricciones del razonamiento cartesiano – newtoniano, poniéndonos en
presencia de lo improbable, de aquello que emana en las casualidades que
perturban a los fenómenos y donde “[…] el horizonte de predicciones resulta
impredecible” (Vivanco, M.: 2010, P. 6).

Lo improbable surge en el creciente indeterminismo interno del mundo


fenoménico, donde se pierden las distinciones y claridades en las identidades,
donde la heterogeneidad restringe el trazo de lo dominante y lo normativo,
ampliando áreas de mayor plasticidad e irregularidad social. Con ello, se
presenta una inevitable exigencia de re-aprender a observar y volver a nombrar
aquellos preceptos que nosotros mismo hemos perpetuado, como parte de una
tradición monolítica, lo cual imbrica un acto de síntesis entre tesis y antítesis,
donde Trabajo Social funda la investigación con la intervención, trascendiendo
la ideología de un pasado construido como ideológico.

Ello perfila las formas y los fondos de la época en que se incorpora la


disciplina, afrontando la emergencia y ebullición de aquellos escenarios donde
emanan complejos fenómenos para la investigación/intervención, pues los
mismos acusan una dinámica desequilibrante que despierta el desafío de
asumir la excepcionalidad de lo nuevo e inédito. En tal medida, tenemos que
reorganizar las tesis fundamentales de nuestro pensamiento sobre la realidad
de lo social, en honor a lo que es coyuntural y eventual en el mundo
fenoménico, donde nos jugamos una permanente reinvención, como principio

 
que ilustra el complejo ensamblaje entre nuestras observaciones,
gramaticalidades y debates, en una especie de lenguaje de segunda
generación, desde el cual se funda la composición praxiólogica del Trabajo
Social.

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fundamentos de una cosmología disciplinaria”. Editorial Espacio, Buenos Aires,
Argentina.

 
O FORTALECIMENTO DO PROJETO ÉTICO POLÍTICO DO SERVIÇO
SOCIAL BRASILEIRO: a contribuição da arte para a interlocução com os
Movimentos Sociais.

Elaine Cristina Narcizo ∗

Raquel Santos Sant’ ana ∗∗

RESUMO
O presente artigo discute a utilização da arte na atuação do serviço social
voltada para o fortalecimento dos movimentos sociais. A potência da arte e
sua capacidade de fortalecimento dos sujeitos são discutidas a partir das
contribuições de Luckács, principalmente a partir de elemento apresentados
em sua obra Estética (1970). O texto procura fornecer elementos para reflexão
do que no Brasil se convencionou chamar como projeto ético político do serviço
social e os caminhos que o profissional pode se utilizar no sentido de fortalecer
os sujeitos coletivos, em especial aos movimentos sociais utilizando-se das
vivencias estéticas.

PALAVRAS CHAVE: serviço social; movimentos sociais, arte.

                                                                                                               

Universidade Estadual Paulista “Julio de Mesquita Filho – UNESP elainenarcizo@yahoo.com.br
∗∗
Universidade Estadual Paulista “Julio de Mesquita Filho – UNESP raquelssfranca@yahoo.com.br

 
INTRODUÇÃO

O presente artigo discute a utilização da Arte na atuação do Serviço


Social voltada para o fortalecimento dos Movimentos Sociais. A potência da
Arte e sua capacidade de fortalecimento dos sujeitos são discutidas a partir das
contribuições de Lukács, principalmente a partir de elementos apresentados
em sua obra Estética (1970). O texto procura fornecer elementos para reflexão
do que no Brasil se convencionou chamar como projeto ético político do
Serviço Social e os caminhos que o profissional pode se utilizar no sentido de
fortalecer os sujeitos coletivos, em especial aos Movimentos Sociais utilizando-
se das vivências estéticas.

O projeto profissional do Serviço Social foi construído no contexto


histórico de transição dos anos 1970 aos 1980, período este de
redemocratização da sociedade brasileira. O objetivo e esforço principal do
projeto profissional era re-dimensionar os aspectos conservadores que
compunham a profissão. No entanto, o amadurecimento do projeto se efetiva
na década de 1990, período de profundas transformações societárias oriundas
da esfera da produção, marcadas pelo modelo de acumulação flexível e pelo
neoliberalismo.

O Projeto Ético Político, possui uma estrutura básica e uma dimensão


política que subsidia esta estrutura e que pode ser expressa nos seguintes
termos: reconhecimento da liberdade como valor central; compromisso
ineliminável com a autonomia, a emancipação e a plena expansão dos
indivíduos sociais e vinculação a um projeto societário que propõe a construção
de uma nova ordem social. Política e ideologicamente o projeto postula-se
radicalmente democrático, defendendo a socialização da participação política e
da riqueza socialmente produzida. Por isso, posiciona-se a favor da eqüidade e
da justiça social, na perspectiva da universalização e, portanto, da ampliação e
consolidação da cidadania.

Na afirmação do Projeto ético-político da profissão, é reforçado que a


superação da desigualdade social somente é viável através da socialização da

 
riqueza e da emancipação humana, com a conquista de melhores condições
materiais e subjetivas de vida, perspectiva esta acampada por determinados
Movimentos Sociais.

Portanto, a necessidade de maior apropriação teórica e ampliação do


trabalho profissional, junto aos Movimentos Sociais, é uma reflexão que desafia
todos os assistentes sociais a defender, com radicalidade, estes movimentos
na perspectiva do enfrentamento de todas as formas de exploração e de
opressão, potencializando os Movimentos Sociais como espaços concretos de
construção, luta e de afirmação do próprio projeto ético-político da profissão.

Os Movimentos Sociais trabalham com temáticas integrantes das


expressões da questão social, que é também objeto de trabalho do serviço
social; podemos citar neste sentido a propriedade privada, as opressões e
explorações que advém das questões de raça, gênero, etnia, entre outras.

Entretanto, a discussão acerca da necessidade de alcançar sujeitos


coletivos, por parte do Serviço Social, ainda mostra-se consideravelmente
escassa, o que de certa forma, aponta um hiato entre o que anuncia o projeto
profissional e o que se efetiva na realidade objetiva. Somando-se a este
aspecto, observamos ainda que, a reflexão que contemple a articulação entre a
construção da perspectiva da coletividade, Movimentos Sociais e Serviço
Social, tem sido um dos temas menos debatidos no interior do Serviço Social.
A análise dos processos históricos que conformam o Serviço Social,
aponta que um dos requisitos para que o projeto ético político da profissão
pudesse se afirmar e se fortalecer, foi a organização e potencialização dos
Movimentos Sociais junto a sociedade. Haja vista que, os Movimentos Sociais,
até hoje, representam para o Serviço Social, espaço privilegiado para a
realização da transposição das demandas particulares, em demandas
coletivas, e portanto, na superação de propostas focalistas e utilitaristas.
Levando-se em consideração os limites que circunscrevem o Serviço
Social, enquanto profissão inserida na divisão sócio-técnica do trabalho, mas,
também, observando a contribuição que este pode fornecer, a partir de seu
acúmulo teórico-prático, podemos avaliar que, transcender as demandas
imediatas, alocadas no espaço do cotidiano a fim de, perseguir a perspectiva

 
da totalidade, pode servir a construção de possibilidades de luta e
enfrentamento social, o que passa necessariamente pela capacidade de
apropriar-se de mecanismos e estratégias fundados em bases teórico-
metodológicas sólidas, que partam dos direitos já conquistados mas que,
almejem uma transformação, sendo precisamente esta a contribuição que a
Arte pode fornecer, como veremos a seguir.

MOVIMENTOS SOCIAIS E SERVIÇO SOCIAL: um diálogo a ser


aprofundado

Como já exposto acima, desde o final da década de 1970, o Serviço


Social brasileiro vem arquitetando seu projeto profissional comprometido com
os interesses das classes trabalhadoras. No entanto, o avanço e
aprofundamento do projeto profissional do Serviço Social encontram-se hoje
intensamente tensionados pelos rumos neoliberais que compõem o contexto
atual da sociedade, e seus rebatimentos no interior da profissão. Rebatimentos
estes que condicionam uma fragilização da apreensão por parte dos
assistentes sociais, dos Movimentos Sociais.
No início do século XXI os espectros que compõem os
mecanismos da ideologia dominante se espraiam para todos os
interstícios da vida social e ganham formas de ser
naturalizadas que tentam diluir os embates entre as classes e
as opressões advindas das dominações de gênero e
raça/etnia; vão criando mecanismos que consolidam
representações fragmentárias da vida social onde o indivíduo
passa a não identificar-se como sujeito coletivo. Vários são os
canais existentes para a consolidação das idéias dominantes
como idéias dominantes para o conjunto da sociedade: os
meios de comunicação de massa, a educação, as novas
formas de gestão do trabalho, as proposições de organização
sindical advindas do novo sindicalismo. (SANT´ANA, 2011, p.
2)

E esta configuração individualizante da realidade, fundada em modo de


produção da vida fragmentado e superficial, que se veicula por diversos meios,
desde os canais de televisão, passando pela educação, e fundamentando a
atual organização sindical tem sob medida a manutenção da ordem capitalista.
O assistente social, que tem como principal (mas não única) protoforma de
trabalho a política social de assistência, não foge a esta realidade.

 
O papel do Estado para garantir as condições sociais,
econômicas e políticas necessárias à manutenção da ordem é
essencial: por meio de políticas públicas, especialmente as
sociais, constrói-se os mecanismos de consenso necessários à
reprodução da ideologia dominante; este processo de
reprodução, porém, é contraditório: é possível pensar estas
políticas também como espaços não só de efetivação de
direitos, como de difusão de um discurso contra ideológico
questionador das relações instituídas. [...]Daí a importância do
discurso questionador nos interstícios da vida social como no
caso do trabalho educativo e desmistificador do serviço social.
(SANT´ANA, 2011, p. 2)

Diante disto, faz-se necessário e urgente combater práticas autoritárias,


que possuem como pano de fundo a luta de classe. No caso dos meios de
comunicação em massa, por exemplo, estes são concessões públicas e estão
nas mãos das elites, o que, coloca obstáculos ao direito de difundir idéias,
manifestar pensamentos, agir de forma organizada e divulgar informações por
parte dos Movimentos Sociais.

Portanto, é diante deste contexto, onde a luta dos Movimentos Sociais


sofre uma profunda deslegitimação por parte da mídia de massa e
conservadora e, diante de um contexto neoliberal que aprofunda as
desigualdades sociais, que devemos vislumbrar formas de efetivar a
perspectiva da coletividade. O que não se mostra uma tarefa fácil.

A efetivação do projeto ético político do Serviço Social no atual contexto


exige capacitação teórica metodológica na efetivação das políticas públicas na
área social, mas também para contribuir com o fortalecimento dos sujeitos
coletivos e, em especial, com os Movimentos Sociais. Por isso o Serviço
Social, em sua ação cotidiana, tem que saber analisar e discutir as formas de
resistência instituídas no território onde atua e, também, e ter claro o seu papel
no fortalecimento da luta dos trabalhadores e dos Movimentos Sociais.

O Serviço Social, como profissão inscrita na divisão sócio-técnica do


trabalho, cada vez mais tem sido alocado para a operacionalização de políticas
públicas segmentadas e para a viabilização de benefícios focalizados, esses
utilizados como estratégia de diminuição da pobreza extrema em toda a
América Latina. A sobrecarga e a precarização do trabalho, associadas às
restrições das políticas sociais tem feito com que os profissionais convivam

 
com manifestações cada vez mais graves da questão social e, com uma
situação de impotência permanente.

Transcender as demandas imediatas alocadas no espaço do cotidiano, a


fim de perseguir a perspectiva da totalidade pode servir a construção de
possibilidades concretas para que se recupere a possibilidade de luta e
transformação social. Para isto é necessário ter a capacidade de apropriar-se
de mecanismos e estratégias fundados em bases teórico-metodológicas e
ético políticos e que permitam identificar aquilo que é possível para o Serviço
Social fazer, mesmo em condições institucionais limitadas. É preciso apreender
que os determinantes do trabalho profissional são decorrentes das condições
objetivas materializadas pelo espaço sócio ocupacional, mas são também do
posicionamento assumido pelo profissional, decorrente do seu referencial
teórico metodológico e da sua opção ético política.

O compromisso profissional com os sujeitos coletivos e em especial com


os Movimentos Sociais é fundamental no sentido de constituir-se como espaço
privilegiado para a realização da transposição das demandas particulares, em
demandas coletivas. A ação educativa do Serviço Social pode materializar-se
diretamente junto aos Movimentos Sociais ou, mediada pelas políticas públicas.
A Arte pode contribuir, no cotidiano institucional, para novas abordagens e
apreensões sobre as ações resultantes das lutas de classe de maneira a criar
possibilidades de fortalecimento dos sujeitos; pode facilitar que os usuários se
identifiquem com as ações dos sujeitos coletivos que lutam e resistem na
sociabilidade atual.

SERVIÇO SOCIAL E A UTILIZAÇÃO DA ARTE PARA UMA APROXIMAÇÃO


COM OS MOVIMENTOS SOCIAIS

A vivência propiciada pela Arte provoca um enriquecimento do sujeito e


de sua personalidade. A fruição, a contemplação, a criação, categorias
fundantes da arte, são em potencial o último território livre, onde se firma a
humanização do homem, sua ontologia, e o fazer teleológico. A Arte, na
contramão de um mundo que glorifica o produto e visa dispensar o produtor,
valoriza o criador e não só a criação. (LUKÁCS ,1966)

 
Na relação estética o homem apreende o mundo de maneira direta e
total; a consciência apreende a realidade sem as regras e preconceitos do
cotidiano, que são suspensos e assim, há o rompimento com uma estrutura
gigantesca de condicionamentos e ampliação do horizonte perceptivo, o que
auxilia na problematização da prática das pessoas em sua realidade.
(LUKÁCS, 1966)

Sendo assim, alcançar a consciência humano-genérica é alcançar a


humanização do homem, como aponta Netto:

“A consciência humano-genérica (...) só se dá quando o indivíduo


pode superar a singularidade, quando ascende ao comportamento no
qual joga todas as suas forças, mas não toda a sua força numa
objetivação duradoura (...). Trata-se então, de uma mobilização
anímica que suspende a heterogeneidade da vida cotidiana – que
homogeneíza todas as faculdades do indivíduo e direciona num
projeto em que ele transcende a singularidade numa objetivação na
qual se reconhece como portador de consciência humano-genérica.
Nesta suspensão (...) o indivíduo se instaura como particularidade,
espaço de mediação entre o singular e o universal e comporta-se
como inteiramente homem” (NETTO, 1996, p.28).

Partimos do pressuposto de que “a arte como conhecimento da


realidade pode nos revelar um pedaço do real, não em sua essência objetiva,
tarefa específica da ciência, mas em relação com a essência humana”
(LUKÁCS, 1966, p. 311).

Assim, refletir sobre a Arte e o Serviço Social com o objetivo de construir


processos de identificação dos movimentos sociais como sujeitos fundamentais
da luta política no atual contexto é parte do esforço para o fortalecimento a
direção política que a profissão tem assumido nos últimos 30 anos no Brasil.

Segundo Lukács, é inerente a Arte a passagem do indivíduo-


individualidade ao indivíduo genérico humano, e os Movimentos Sociais, como
espaços que surgem, via de regra, impulsionados pela necessidade de
transformação, podem ser o espaço objetivo onde se passa e concretiza esta
gradação humana nos sujeitos por meio da Arte. Trata-se, portanto, de
entender os Movimentos Sociais como chão objetivo de sujeitos movidos
esteticamente, sendo que, esta articulação – sujeito esteticamente movido e
Movimentos Sociais – tem por objetivo canalizar a potência das forças que se

 
passam no movimento indivíduo versus generidade, para que estas não se
dispersem por não encontrarem na realidade objetiva um instrumento de
assimilação que auxilie a realização das mediações necessárias.

O Serviço Social em seu cotidiano de trabalho pode reproduzir o


ideário vigente que invisibiliza os Movimentos Sociais, ou pelo contrário,
destacar seu papel fundamental no processo de luta e resistência. Os
assistentes sociais tem contato direto com os trabalhadores usuários das
políticas sociais públicas e, em diversos espaços sócio ocupacionais
promovem grupalização e debates sobre diversos temas. A direção social dada
pelo Serviço Social brasileiro pressupõe um direcionamento crítico para esse
trabalho que reforça a perspectiva educativa da profissão. E o profissional pode
fazer todo um processo de desconstrução da ideologia dominante promovendo
reflexões sobre mundo do trabalho, preconceito, os fundamentos das
desigualdades, tudo isso mediado por temas do cotidiano dos usuários.

Neste sentido, a Arte pode oferecer um arsenal teórico-prático,


elencado nas diversas técnicas que a compõem – teatro, poesia, fotografia,
música, literatura, dança – ao Assistente Social, no sentido de enriquecer e dar
amplitude ao seu trabalho profissional. O que implica, necessariamente, dada a
potência da arte nos termos lukacsianos de produzir no sujeito uma vivência
universalizante, o que é intrinsecamente a própria vivência estética. No limite, o
trabalho com Arte, portanto, é também uma forma de perseguir e alcançar a
perspectiva da totalidade.

Diante disto, o Assistente Social pode lançar mão da Arte como medida
desfitichizadora da realidade reificada, que coloca os Movimentos Sociais,
como disposto acima, em uma invisibilidade e descrédito produzidos pela
ideologia dominante, e muitas vezes, reproduzidos pelos próprios assistentes
sociais.

A fim de elucidar esta proposta, e a título de uma prévia introdução às


possibilidades infinitas que a articulação Arte - Movimentos Sociais - Serviço
Social, pode oferecer, destacaremos alguns exemplos. É importante salientar
que não se trata de um modus operandi, mesmo porque toda práxis deve partir
de uma análise de conjuntura que sempre desvelará elementos que

 
conectados entre si expressarão uma particularidade que necessitará de uma
objetivação prática única.

O Teatro do Oprimido formulado por Augusto Boal, como forma de


enfrentamento da injustiça e desigualdade social, tem por objetivo, transformar
o teatro em verdadeiros fóruns sociais. Através de jogos teatrais que visam
transformar o espectador em espec-ator de sua história, ou seja, indivíduos em
sujeitos, o Teatro do Oprimido torna-se uma poderosa arma estética de
enfrentamento social, porque postula uma busca de entendimento das causas
das opressões e preconceitos. Aqui, então o teatro poderia auxiliar o assistente
social na desmistificação dos Movimentos Sociais, na medida em que, coloca-
se em movimento um processo de elucidação da formação, constituição e
atuação dos movimentos, não apenas através de uma mera representação do
real, mas antes, de uma experimentação e criação estética que desnudasse o
papel e alcance dos Movimentos Sociais hoje.

Podemos, neste sentido, também apontar a Fotografia como forma de


re-significar a realidade. Em uma sociedade imagética, grande parte da
ideologia dominante se difunde por meio da produção incessante e massificada
de imagens. São nos jornais, revistas e programas de televisão que vemos
estampadas as imagens que inundam e formam a concepção cotidiana dos
indivíduos. São nestes mesmo meios que, como já apontamos, há uma clara e
intencional criminalização dos Movimentos Sociais. Um trabalho com produção
de imagens, por parte dos usuários da política de assistência, que tenham
como conteúdo as questões sociais que atravessam a vida dos indivíduos,
facilmente, apresentará um paralelo com as temáticas dos Movimentos Sociais.
Exatamente porque, os Movimentos Sociais são fruto de uma captação coletiva
destas demandas. Esta posto aqui, um evidente meio de extrapolar os limites
institucionais, que amiúde, assolam a prática dos assistentes sociais, já que,
esta produção desfitichizadora de imagens apreende as demandas individuais
e as re-alocam na esfera coletiva, o que em si, tanto é um modo de formação
de Movimentos Sociais como, de divulgação positiva dos já existentes.

No cotidiano institucional, o Serviço Social pode promover a troca


experiências entre os usuários das políticas e os sujeitos participantes dos

 
Movimentos Sociais. Só para ilustrar: o trabalho sócio educativo com grupos de
programas sociais como aqueles destinados a geração de renda em
municípios de pequeno porte, ao invés de promover o discurso global do
empreendedorismo, pode trazer um assentado para socializar sua experiência.
A percepção por parte do usuário das condições vivenciadas pelo assentado e
o acesso a moradia, trabalho e dignidade pode despertá-lo para a participação
e envolvimento com as propostas coletivas dos movimentos e com isso
fortalecê-los. Nos debates realizados com grupos, o Assistente Social pode
trazer outras versões sobre os Movimentos Sociais que não aquelas veiculadas
pela mídia; pode mostrar a necessidade da luta por moradia, por terra, por
direitos.

E esta possibilidade pode ser enriquecida pela posterior produção de


contos e poesia a cerca do encontro, já que, a poesia e a literatura são canais
humanos de criação de mundos e sonhos inéditos. Neste caso, a arte, através
do conto e da poesia, partiria da realidade objetiva, ou seja, da aproximação
concreta de entre sujeitos que acreditam e lutam por uma outra sociabilidade e
os usuários da assistência, para estimular a criação poética, mas objetiva, de
como a partir de sua realidade, o usuário pode conceber um mundo diferente
do que está posto.

CONSIDERAÇÕES FINAIS

A proposta de aproximação entre Arte – Serviço Social, fundamentada


nas reflexões estéticas trazidas por Lukács, apresenta-se como uma forma de
afirmar o Projeto Ético-Político profissional, primeiro por enraizar ainda mais
uma perspectiva filosófica crítica no âmbito de Serviço Social, porque ao nos
remetermos a Estética de Lukács, falamos de uma estética marxista, e por
consequência, aprofundamos o debate sobre a teoria social de Marx, o que se
mostra um elemento fundamental quando pretende-se a defesa do projeto. Um
segundo ponto que deve ser considerado, é que, diante dos desafios postos
pela realidade hoje, a articulação entre Serviço Social e Movimentos Sociais,
representa, uma possibilidade de não subjugar o alcance do trabalho
profissional, aos férreos limites institucionais, isto porque, esta articulação parte

 
do pressuposto que a luta pela efetivação de direitos realizada no bojo das
políticas sociais, pode apresentar-se não como um fim em si mesmo, mas
antes, como um meio de perseguir a construção de novas possibilidades
sociais, tendo para tanto, os Movimentos Sociais como sujeito desta
construção.

O Projeto Ético Político do Serviço Social possui, claramente, uma


dimensão coletiva que precisa ser re-dimensionada e que não pode ser
esquecida, porque isto implica na verdade, no tensionamento negativo do
próprio projeto. Significa, portanto, uma implosão do projeto, realizada a partir
de uma apreensão do mesmo, que não leva em consideração aquilo que o
conecta de forma coletiva as demandas da sociedade. Desta forma, lançar mão
da Arte, para fortalecer os Movimentos Sociais, tem por objetivo a realização
de uma luta que dê a possibilidade de experimentação, vivência e construção
concretas de outras formas de sociabilidade. Porque a constituição de uma
nova ordem social, deve ser criada a partir da realidade dada, os Movimentos
Sociais são sujeitos que expressam isso, e a Arte, pode auxiliar na
potencialização e fortalecimento disto.

REFERÊNCIAS

BOAL, A. Teatro do Oprimido e Outras Poéticas Políticas. Rio de Janeiro:


Editora Civilização Brasileira, 1980.
LUKÁCS, Georg. Estética, La peculiaridad de lo estético – Problemas de La
mímesis. Tradução: Manuel Sacristán. Vol 2. Barcelona: Grijalbo, 1966.
NETTO, J. P. Transformações Societárias e Serviço Social: notas para
uma análise prospectiva da profissão no Brasil. In Revista. Serviço Social &
Sociedade, N° 50, São Paulo, 1996.
SANT’ANA, Raquel. Ex cortadores de cana e trabalhadores integrantes
do MST: diferentes trajetórias que colocam a questão agrária para o
serviço social.

 
LA INTERVENCIÓN PROFESIONAL DEL TRABAJO SOCIAL
LATINOAMERICANO Y EL CARIBE. IDENTIDAD PROPIA. AVANCES Y
DESAFÍOS

Mgter. Laura Elizabeth Acotto ∗

(Mendoza - Argentina)

Palabras clave:

EJE TEMATICO:

La Política Latinoamericana y del Caribe como respuesta de la cuestión social y


su relación con los aportes de la intervención profesional situada.

El desarrollo de la política en America Latina y Caribe ha ido mutando de la


homogenización de los noventa dónde la irrupción de la nueva cuestión social
en los noventa, producto del desmantelamiento del Estado Social y la

consolidación de la instauración del neoliberalismo impuesto merced a


mandatos del capitalismo mundial, ha una heterogeneidad que incluye una
multiplicidad de políticas que van de las políticas focalizadas y reproducidas en
los diversos países hasta las políticas universales en perspectiva de derechos.

No obstante esta diversidad el Trabajo Social regional a partir de sus


asociaciones profesionales ha podido construir en identidad que en los últimos
años se ha consolidado y ha involucrado posicionamientos éticos políticos que
han marcado la diferencia en términos de desarrollo profesional y han colocado
en debate el ser y el quehacer profesional, propiciando una disciplina situada,
                                                                                                               

Magíster en Política y Planificación Social. Licenciada en Trabajo Social. Presidenta Regional America Latina y
Caribe de la FITS (Federación Internacional de Trabajo Social). Docente nivel terciario y universitario. Universidad
Católica de San Juan, Carrera Licenciatura en Trabajo Social. Directora de Carrera Tecnicatura Superior en
Organizaciones de la Sociedad Civil en ISTEEC. Representante de Dirección General de Escuelas en el Consejo
Provincial de Niñez y Adolescencia de Mendoza-Argentina. Presidenta de la FEDEM (Federación De Entidades de
Niñez y Adolescencia de Mendoza.). E-mails: lalyacotto@yahoo.com.ar

 
en función de la proponer respuestas comprometidas teórica, metodológica,
ideológica y éticamente. El declararse como una profesión históricamente
situada, le da una impronta muy cercana a la realidad por la que transitan sus
pueblos.
·
El Trabajo Social preponderantemente a lo largo de su historia se ha dedicado
a la administración y ejecución de Políticas Públicas, hacemos aquí referencia
al conjunto de acciones, servicios, prestaciones, normativas, instituciones que
el Estado como administración de los bienes públicos socialmente producidos
instrumenta para satisfacer las necesidades y demandas societales. En este
sentido hemos sido testigos privilegiados de cómo se fue enfrentando la
cuestión social y como se fue consolidando primero con el neoliberalismo la
política focalizada y luego las políticas de derecho.

En este sentido las mismas son producto de un modelo de sociedad


determinado, son una construcción colectiva, cuentan con una determinada
planificación para utilizar o no utilizar los recursos disponibles para satisfacer
problemas públicos. Esto implica que se encarga de la ejecución de acciones
que dan respuestas a cuestiones sociales que han sido valorizadas como
prioritarias y deja de dar respuestas aquellas cuestiones que no considera de
interés del Estado.

Así entonces se encolumna con modelos societales determinados que


provocan respuestas puntuales a las necesidades societales, así entonces
identificar claramente el modelo socio-económico en el que se enmarque un
proyecto de política publica nos posibilitara ver cual es su capacidad y
potencialidad real de transformación social.
Esto también nos posibilitara ver hasta donde llega su efectivización, su
capacidad de humanización de los servicios y prestaciones y hasta dónde se
puede desde los diversos modelos societales y de gestión afrontar
exitosamente mecanismos de equidad e inclusión social..

Dentro de las políticas públicas se encuentran el área de competencia más


específica del Trabajo Social, las denominadas políticas sociales. La política

 
social es un conjunto de prácticas orientadas a instrumentar respuestas a las
necesidades sociales (económicas, culturales, productivas, etc.) de los
ciudadanos, que contribuyen a equilibrar los desajustes estructurales y
coyunturales productos de las consecuencias de los desequilibrios del modelo
hegemónico capitalista vigente en nuestras sociedades. Expresa María Lorena
Molina16 “que cuando hacemos referencia a Política Social debemos tomar en
consideración en el desarrollo teórico “categorías claves para la comprensión la
protección y su expresión en la política social”. Entre estas categorías están el
bienestar y la justicia social, el Estado; la Sociedad Civil, las Necesidades
Sociales y mínimos sociales; la concepción de estos que se priorice nos
impone un proyecto de sociedad”17

“Las políticas de bienestar hoy devenidas en políticas sociales en la sociedad


actual, en que ha desaparecido la sociedad salarial y su protección social
vinculada al empleo, constituyen un instrumento para la reproducción y
conservación de la gobernabilidad, el bienestar y la integración social. Existen
dos orientaciones básicas en la política social: en primer lugar garantizar a los
ciudadanos políticas de protección, frente a emergencias, situaciones que
ponen en riesgo al individuo y sus familias, ejemplo: enfermedades,
incapacidad laboral, vejez, etc. Y en segundo lugar están orientadas a dar
respuestas a condiciones de carencia que afectan a grupos poblacionales,
asociados a la satisfacción de necesidades básicas, ejemplo: alimentación,
vivienda, integración social, suelen sintetizarse en indigencia y exclusión”18.

Si se vincula la política social también con la Justicia Social, dice María Lorena
19
Molina, en el mismo artículo acerca de la justicia social “Citando a Borón
(2001:255) y éste a Platón…que la justicia es la virtud suprema de la
política…La justicia exige que la política se oriente por parámetros de
distribución que estén de acuerdo con el derecho, no con el mérito o
                                                                                                               
16
MOLINA, María Lorena. (2011). Protección Social (asistencia y seguridad social) - Justicia Social. Los fundamentos
ético-políticos de la protección y la (des) protección social. En XI Congreso Nacional de Trabajo Social. Primera
Conferencia Latinoamericana de Bienestar Social y Trabajo Social. Montevideo Uruguay. Asociación de Asistentes
Social de Uruguay.
17
ACOTTO, Laura Elizabeth (2013) Clientelismo social, patronato y organizaciones de la sociedad civil individuales y
colectivas (redes) de trabajo con niños, niñas y adolescentes (Estudio de los últimos 10 años en el Gran Mendoza,
debates y propuestas para su transformación). Tesis. Maestría en Política y Planificación Social. Universidad Nacional
de Cuyo. Mendoza. Argentina.
18
ACOTTO, Laura Elizabeth (2013) Op. Cit.
19
MOLINA, María Lorena. (2011).

 
privilegio… difiere del perfil clásico de satisfacer necesidades sociales para
colocar la centralidad de acceder al derecho. Este criterio se identifica con el
principio de igualdad…El concepto de justicia distributiva está relacionado con
los conceptos de igualdad, equidad, libertad y necesidades sociales gestados
al final del siglo XIX y consolidados en el siglo XX”.

La nueva cuestión social, determinada por el desmoronamiento de la Sociedad


Salarial, representado en el desempleo masivo, la precarización del trabajo y
los sistemas clásicos de protección, provocó en los individuos desafiliación,
perdida de identidad, vulnerabilidad y al dejar de existir el trabajo como soporte
privilegiado de la estructura social, impuso fracturas considerables en la
cohesión social, repliegue al individualismo de masas y retroceso en la
solidaridad, todo esto acompañado de la perdida de la protección y la
subsidiariedad del estado, como regular de las relaciones sociales y la
satisfacción de las necesidades sociales.

A lo largo de los últimos veinte años, Latinoamérica paso a ostentar la pobreza,


al inequidad y la distribución injusta más profunda de su historia y ha liderar a
nivel mundial los países con mayor grado de desequilibrio en protección
social, llegando en su momento a supera la pobreza y la indigencia al 50% de
la población de varios países, para ello se instrumentaron primeros políticas
enlatadas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco
interamericano de Desarrollo, que sirvieron para palear las dificultades peor no
lograron detener la emergencia de la cuestión social ni volver a implementar
políticas de generación de empleo que de laguna manera restablecieron el piso
de protección que había regido durante la sociedad salarias. Se creció en
índices macro económicos, se contuvo la pobreza y una década después de
los noventa la combinación con políticas en perspectiva de derechos en
algunos países se provoco una baja significativa en los niveles de indigencia y
pobreza.

El Trabajo Social siendo una profesión institucionalizada a través del Estado y


en él encontró su fuente laboral preponderante, ante el repliegue del Estado en
de Bienestar paso por un proceso de desestabilización y búsqueda de nuevos

 
rumbos, en esta búsqueda se circunscribieron algunas experiencias
noventistas de gerenciamiento social, marketing social, tecnocracia extrema y
el quehacer profesional puesto en lo instrumental y metodológico.
Paradójicamente en esta misma etapa, tras el fracaso del derrame y todas las
recetas del consenso de Washington rebrota el espíritu sesentista de la
reconceptualización y las asociaciones profesionales impulsan el debate por el
proyecto ético político que se va consolidando como desafío en los 2.000.

Detenernos en la cuestión social y cómo esta atraviesa al Trabajo Social en su


existencia y en el ejercicio profesional, implica poder definir algunas precisiones
iniciales, sin las cuáles el análisis quedaría ambiguo:
 la utilización del término ha sido tan manipulado que en cierto modo pierde el
sentido y trasciende como sinónimo de problemas social, de pobreza, de
exclusión, de efectos del neoliberalismo, etc.
20
 Tal como expresa Estela Grassi “ la cuestión social no refiere a cualquier
cuestión ni a problemas indiferenciados, sino a la puesta en escena de la
problemática social en las sociedades capitalistas modernas, en las cuales el
trabajo se realiza en una relación de subordinación directa o de articulación
subordinada al dominio del capital..............El trabajo siendo la variable de
inclusión social más tangible y con mayor nivel de impacto positivo, fortalece el
tejido social, posibilita que el sujeto se encuentre protegido a través de la
seguridad social, le otorga identidad adulta, etc.
 la nueva cuestión social que surge como producto de las formas de relación
entre capital/trabajo en el capitalismo moderno, pone en vigencia el viejo
problema de cohesión social y la capacidad de la sociedad para enfrentarlas
como conjunto integrado de relaciones sociales.
 Tener en cuenta, cómo plantea Marilda Iamamoto, la cuestión social como
generadora de desigualdades y resistencia, es prioritario para comprender la
vinculación de la profesión y los mecanismos utilizados históricamente para la
resolución de la misma.

                                                                                                               
20
GRASSI; Estela - El eje del trabajo en la cuestión social y en la política social. Algunos problemas y acciones
políticas necesarias.

 
21
 ”Tomar la “cuestión social” como directriz teórica de la formación es asumir
un camino teórico- metodológico que permita comprender, interpretar y
resignificar las particularidades que asume en vinculación a la mirada de los
actores, sólo así se podrá generar dispositivos profesionales que trasciendan el
carácter inmediatista que ha caracterizado históricamente a la profesión” ... “la
cuestión social como manifestación de las desigualdades y antagonismos
políticos, económicos y culturales anclada en las contradicciones propias del
desarrollo capitalista y poniendo en jaque el poder hegemónico de la
burguesía, atentando contra el orden social establecido generó múltiples
estrategias del poder instituido para enfrentarla, callarla, naturalizarla,
disminuirla o incorporarla”.

En los años noventa en plena expansión de la cuestión social años la


profesión ingreso en una meseta configurada por la excelencia teórica-
instrumental. La tecnocratización y la metodologización constante y
ascendente dieron como producto una inserción más plasmable del trabajo
social entre los cientistas sociales y lo alejo del compromiso con las clases
populares que habían sido productos de la etapa anterior de la
reconceptualización.

A su vez el proceso de desarrollo de la denominada cuestión social, atravesó y


condiciono nuestro accionar en la época neoliberal, entre sus impactos en
dicha época podemos señalar: La subordinación del quehacer profesional a la
sobrevivencia laboral, la necesidad de mantener la fuente de sustento diario fue
y es tan fuerte que termina en muchos casos condicionando la no -
interpelación ético política del ejercicio profesional; el letargo en las
confrontaciones ideológicas con las instituciones; la aceptación de condiciones
indignas de atención para los ciudadanos; la aceptación de reglas liberales en
torno a los servicios sociales (privatización); el desvío de la mirada ante
prácticas clientelares; la aceptación de la caridad en lugar de la justicia social y
la equidad; la solidaridad de carácter compensatoria (promovida desde afuera)
en lugar de la perspectiva de la solidaridad basada en el sentido de comunidad
                                                                                                               
21
ROZAS PAGAZA, Margarita, SIEDE Virginia, BENEGAS Marcela (Versión actualizada diciembre 2003) Propuesta
de las directrices teóricas para la Reformulación del Plan de Estudios de la Carrera de Trabajo Social de Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

 
(promovida desde adentro); la ambivalencia desde lo ideológico, la no
explicación de los contenidos políticos de nuestro accionar, etc.

En los noventa surgen en las asociaciones profesionales de trabajo social de la


región una fuerte confrontación con el neoliberalismo y el modelo focalizado de
política social. Todas las declaraciones públicas de las mismas estaban
orientadas a denunciar lo que el modelo provocaba en el deterioro en las
condiciones de vida de las poblaciones. No obstante no se visualizaban
caminos para salir de la crisis, al menos desde la propia disciplina, con lo cuál
los debates eran más contestatarios que propositivos. Esto comenzó a mutar
en los 2.000, dónde claramente se comienza a producir documentos tanto a
nivel Regional como mundial de enfrentamiento disciplinar a la cuestión social.
Se empieza a configurar propuestas que luego constituyen los principios éticos
políticos del Comité Mercosur de asociaciones profesionales, la nueva
definición regional de Trabajo Social impulsada por las asociaciones
profesionales miembros de FITS de la Región y la Agenda Global Mundial.

Se avanza significativamente en términos de defensa de la profesionalización


del trabajo social, impulsándose la formación universitaria como mecanismo de
desarrollo de la categoría profesional, se amplia considerablemente la
producción teórica y bibliográfica y se debate en toda la región los
lineamientos de un posible proyecto ético político para el trabajo social
Latinoamericano y Caribeño.

Asimismo la profesión se aleja de los mandatos funcionalistas e


instrumentalizas (aséptico y desideologizado), y se acerca nuevamente a los
procesos de ideologización y politización de la disciplina.

Entre tanto en varios de los países que integran la región se desarrolla también
un cambio político e ideológico, que provoca una transición en las formas de
gobernar (con más autonomía con relación a los organismos internacionales),
más cercanos a sus clases populares, con un enfrentamiento abierto contra los
sectores económicos y comunicacionales que defienden el status quo
neoliberal. También esto va de la mano de una nueva generación de políticas

 
publicas que utilizan como transición a los programas de transferencia
condicionada que en la etapa anterior impulsaron los organismos de
cooperación internacional, para arribar a propuestas neo universales que se
acompañan con legislaciones encolumnadas en perspectiva de derechos.

Algunos países continúan en las políticas de transferencia condicionadas y en


otros que se encolumnan en lo universal se erige una profunda contradicción
en términos de dos grandes tendencias:
 por un lado el creciente desarrollo jurídico y administrativo en términos de leyes
y políticas publicas que dan paso a la perspectiva de derechos, la cuál incluye
medidas que son de corte neo-universalista, territorializado, que abarca la
mayor cantidad de individuos posibles a los que les afecte una determinada
necesidad, o requieran satisfacer un determinado derecho;
 por otro lado se profundizan algunas desigualdades que se sostienen de
manera persistente y que reproducen condiciones de subsistencias
encaramadas en la violación sistemática de accesibilidad a los derechos. Esto
se expresa especialmente en los sectores urbanos.

22
“Las políticas en perspectiva de derechos, se vinculan con la
conceptualización de justicia, la cuál posee varias interpretaciones, por un
lado, apela a los derechos del ciudadano y señala al Estado como garante de
su satisfacción y por otro lado posee un carácter de provisión material que
apela a lo distributivo. Así decimos que hay injusticia y esta se refleja en
desigualdad cuando esta se expresa en su condición distributiva y
asegurativa”.

Las políticas para hacer realidad la justicia distributiva deben responder a lo


que Franco23 sostiene que constituyen las funciones básicas de la política
social:

                                                                                                               
22
  ACOTTO,   Laura   (2013)   Desafíos   para   las   organizaciones   sociales   en   un   contexto   configurado   por     desigualdades   persistentes,  
políticas  en  perspectiva  de  derechos    y    co-­‐responsabilidades.       Seminario  Internacional  Desigualdades  Urbanas  en  la  infancia  y  la  
adolescencia:  derechos  y  políticas  sociales  urbanas.  Universidad  de  3  de  febrero.  Buenos  Aires.  Argentina.  
23
  FRANCO,   Rolando   (2002)   Grandes   temas   del   desarrollo   social   en   América   Latina   y   el   Caribe,   en   Desarrollo   social   en   América  
Latina:  temas  y  desafíos  para  las  políticas  públicas.  FLACSO-­‐Banco  Mundial.      

 
 Inversión en capital humano (calidad de los servicios de educación y salud, así
como de inversiones en infraestructuras, invertir en la formación de habilidades
y capacidades, consolidación de habilidades políticas y culturales).
 Compensación social (redes de protección social de caracteres permanentes y
enmarcadas institucionalmente).
 Cohesión social. Que resulte en una sociedad integrada. Donde haya sentido
de unión entre los actores que las ejecutan y los ciudadanos que las utilizan.
La disposición de capital humano y social impacta en la mejora de condiciones
de integración social.

Las políticas sociales en todo momento responden a concepciones de Estado y


se sostienen sobre la base distributiva que cada Nación se impone para si.

Tal como he expresado en varios trabajos anteriores, las nuevas políticas para
encolumnarse en la perspectiva de derechos que es: universalista (alcanza a
todos los individuos); descarta la condición para el acceso (el sujeto no
necesita ser “merecedor”, ni entregar nada a cambio, es acreedor por el solo
echo de ser ciudadano); establece obligación política y legal del Estado;
garantizar el Acceso; señala responsabilidades; establece reconocimiento
de Derechos; Indaga las causas de los problemas(no los síntomas); concibe
a las personas como sujetos de derechos (no como objetos de intervención,
lo que lo coloca en condición de incapaz, habilita la inconsulta, la no
participación); posee metas globales (abarca todos los derechos para todas
las personas); es irrenunciable; reconoce habilidades y capacidades y
desde estas construye respuestas; posee progresividad y no regresividad
(aumenta los grados de cobertura, calidad, impacto, etc.); propicia la
Participación de los destinatarios; establece igualdad y no discriminación;
pone en vigencia recursos (movilizar todos los esfuerzos posibles para el
logro de la efectivización de derechos especialmente los derechos sociales,
educativos, económicos y culturales); establece exigibilidad.

Si tomamos en consideración todos estos parámetros y analizamos las


políticas sociales vigentes en la Región veremos que si bien hay una tendencia
a intentar la neo-universalización, esta todavía en la mayoría de los países no

 
supera lo neo. Aunque ha habido un avance en términos jurídicos del enfoque
de derechos que va señalando las bases para la futura universalización.

El Enfoque de Derechos parte por hacer un reconocimiento a los sujetos como


titulares de derechos y dicha titularidad impone al Estado la obligatoriedad de
hacerlos cumplir. Trabaja en garantizar mínimos que constituyan una base para
la integración e inclusión social.

Se sustenta en el compendio Acuerdos, Convenciones, Tratados, Pactos,


Protocolos, Principios, documentos y directrices, construidos por el compendio
de Derechos Humanos emanados de los organismos internacionales que
constituyen un marco teórico conceptual consensuado por la comunidad
internacional. Dicho marco propone guías de actuación, adjudica
responsabilidades, En algunos países configura un compendio jurídico que
regula lo administrativo.

A su vez se hace efectiviza en la justicia, no en la caridad.24“Tanto


reconocimiento, como reparto son las dimensiones fundamentales de la
Igualdad de derechos. La noción de reparto se refiere básicamente al acceso a
los servicios y activos que caracterizan el producto y el grado de desarrollo en
que se encuentra una sociedad específica…reconocimiento se refiere a la
visibilidad que obtienen los diversos agentes sociales”. Este expresa una
dimensión política y se vincula a la noción de ciudadanía. Ambos derechos de
reconocimiento y reparto se vinculan y retroalimentan”

En este sentido las políticas en perspectiva de derechos nos aleja del control
social y los acerca a la emancipación social, anhelo ampliamente manifestado
por la profesión en los últimos años. Aun con el riesgo de provocar una
deslegitimación de la profesión en términos sociales ante sociedades que le
otorgaban al trabajo social que le daba legitimidad a través de considerarlo el

                                                                                                               
24
ERAZO, Ximena, ABRAMOVICH; Víctor y ORBE ,Jorge (Edit.) (2008) Políticas Públicas para un Estado Social de
Derechos. El paradigma de los Derechos Universales, Volumen 2. Capítulo Derechos, reconocimiento y reparto frente
a actores discriminados. Autores HOPENHAYN, Martín; GUTUERREZ, Verónica. Santiago de Chile. Fundación Henry
Dunant America Latina.

 
profesional que certificaba condiciones de accesibilidad y permanencia en los
programas sociales.

A su vez si bien el Trabajo Social es complejo por la diversidad que lo


constituye, el que se desarrolla en la Región Latinoamérica y Caribe, lo es aún
más, dado que hace más de 40 años inicio un recorrido de construcción de
identidad que lo diferencia del resto del trabajo social mundial y ha marcado
una tendencia que junto con la seguida hoy por movimientos de colegas a nivel
mundial de la corriente denominada trabajo social radical colocan un desafío
renovador que entra en contradicción y discute la construcción del Trabajos
Social tradicional, poniendo en debate toda suerte de cuestiones, inclusive el
origen disciplinar, además de sus parámetros éticos, sus producciones
teóricas, metodologías y especialmente sus posicionamientos ideológicos,
políticos y éticos.

En la siguiente síntesis podemos observar algunas de estas heterogeneidades:

 
Es indudable que para poder en medio de esta diversidad viabilizar proyectos
colectivos superadores del rol que tradicionalmente la sociedad nos asignara
de “controladores de lo social y certificadores de la cuestión social” , se
requiere de procesos de construcción colectiva constantes, fundamentados y
cuyos frutos sean socializados a todos y todas los Trabadores y Trabajadoras
sociales.

Otro desafío esta dado por el echo que para conducir dichos procesos hacen
falta organizaciones fuertes, con habilidad política para incidir en las políticas
publicas; con capacidad de incidir en el contexto social en el que se
desarrollan; con habilidad para conducir procesos de transformación social y
liderar cambios profundos en las practicas disciplinares para trocar los resabios
de acciones “controladoras”, “asistencialistas”, “paternalistas” y “clientelares”,
en acciones que efectivicen Derechos mediante la promoción , protección y
restitución de los mismos y sea un vehiculo de configuración de participación y
desarrollo de ciudadanía emancipada. Y en este camino se encuentran hoy las
asociaciones profesionales de la región, fruto de ello es que hoy estamos en
este encuentro.

Así mediante la construcción del trabajo social colectivo de la región, primero


impulsado en cada país por las asociaciones nacionales, luego por el Comité
Mercosur, después por el encuentro de las asociaciones integrantes de FITS
Región Latinoamérica y Caribe y hoy por la COLACATS, indudablemente esto
redunda en un trabajo social situado en la convergencia de lo que desea ser
como profesión y d elo que acontece en la realidad socio histórica de nuestros
países.

Por supuesto que la construcción que se viene dando no es homogénea, ni


despojada de contradicciones y tiene todavía un largo camino por recorrer para
consolidar un proyecto ético político para el trabajo social regional, peor los
avances son muchos y palpables.
Sería utópico pensar que no van a existir dilaciones, marcha sy contramarchas
y luchas internas por la supremacía ideológica, ya que el trabajo social en si
mismo representa esto.

 
25
Tal como lo expresauna definición de Susana Cazzaniga, si consideramos
que el Trabajo Social es un campo disciplinar, entendiendo como campo a la
constelación de sentidos que expresan una multiplicidad de miradas sobre las
prácticas. Dentro de esta concepción de campo, se puede definir que existe en
el mismo tensiones, fuerzas en juego, que expresan en el mismo la tensión
permanente entre lo conservador y lo transformador, y que sus límites tienen
una redefinición histórica.

La profesión nació y se legitimo en nuestros países a partir de la instauración


del control social, paramédico y para jurídico, encarno en todas su primera
conformación el modelo normativo.

El Trabajo Social es una profesión contextualizada social e históricamente y


por ende reproduce las condiciones de contexto que se dan con determinadas
matrices y variables que configuran el contexto en determinado tiempo y
espacio.

Las organizaciones de Trabajadores Sociales han seguido las tendencias de


épocas que se dan en las construcciones colectivas. Tanto las organizaciones
gremiales, como las académicas a lo largo de los últimos 50 años se ha dado
de la siguiente manera:

 entre los 60/70 se produce la creación de varias organizaciones, tanto a nivel


nacional, como regional. Producto esto de la Reconceptualización y con ella el
nacimiento de la corriente critica. Este pensamiento alcanzó un alto nivel en
desarrolló metodológico y teórico que dio a América Latina y Caribe una
identidad diferente al resto del Trabajo Social mundial, la cuál hoy se mantiene.
Se puede decir que esta fue nuestra gesta de concepción y nacimiento, como
disciplina diferencial y regional. (Surge la ALAETS, el CELATS, en lo nacional
las federaciones y asociaciones nacionales)

                                                                                                               
25
SALERA, Marisel (2005) El Trabajo Social en el Contexto de las Nuevas Relaciones de Poder y la Diversidad
Cultural – IV Jornadas de Producciones Escritas de Trabajadores Sociales Locales – Consejo Profesional de
Asistentes Sociales de Formosa – Argentina.

 
 80 comienzo de las crisis. Ante la disminución “forzada” de la ideología y la
política al interior de la disciplina, resurge el posicionamiento normativo,
funcionalista que pretende mantener el status quo. Se cambia el modelo de
asociación de derecho privado a institución de derecho publico, se pasa de
asociación a colegio profesional.
 90 imperio de la crisis. De la mano de la instauración del modelo neoliberal. Se
constituye el imperio de la tecnologización, comienzan nuevamente a
fortalecerles al interior de la disciplina las fuerzas críticas. Surgen algunas
organizaciones regionales (COMITÉ MERCOSUR DE ASOCIACIONES
PROFESIONALES DE SERVICIO SOCIAL, RELATS, Comisión refundadora de
ALAETS- ALAIETS-)
 2000 se consolida el resurgimiento ya sea por refundación o por creación de
las organizaciones de Trabajadores Sociales, ó por que las existentes toman
un rumbo más claro en cuanto a la conformación, modelo de organización,
clarificación de misión y objetivos y diseño de proyectos de corte más ético
político e ideológico que teórico práctico. Este resurgimiento en parte es
motivado por la crisis provocada por la precarización laboral que mediante la
implementación del neoliberalismo de los noventa, hace mella en el trabajo
social de toda la región, unirse es una forma de combatir la globalización
capitalista, los efectos nefastos del neoliberalismo, el pensamiento post
moderno, la supuesta muerte de las utopías y de la ideología, etc. Se da una
suerte de fuerte exposición pública, se acompaña con la socialización de la
información mediante la utilización de la revolucione en las comunicaciones
que impone al Internet.
 En 2010, se consolidan nuevos espacios, se articula sistemáticamente en las
asociaciones profesionales y las académicas, se impulsa una fuerte presencia
en las organizaciones internacionales de trabajo social. Se desarrolla la primer
investigación regional de condiciones laborales, se produce una definición para
el trabajo social consensuad por 14 países. (Comité Latinoamericano y
Caribeño de Organizaciones Profesionales de Trabajo Social/Servicio Social –
COLACATS-y Asociación Latinoamérica de Enseñanza e Investigación en
Trabajo Social –ALAEITS-)
 )

 
Esta forma de ser Trabajador/a Social latinoamericano/a, marca la diferencia,
en algunos momentos cuando uno debate sobre la disciplina con profesionales
de otras latitudes del mundo, podría decirse que hasta hablamos de dos
disciplinas diferentes, una orientada a la resolución de problemas prácticos,
que cuenta con métodos, instrumentos y herramientas específicas, mas
cercanas a la gerencia social, preponderantemente vinculada a las
dimensiones teórico, metodológicas de la profesión y otra basada en la
reflexión, la criticidad de los acatos propios y ajenos, dónde las recetas son
puestas aprueba cotidianamente, dónde las metodologías y las teorías están
en permanente reciclado y auto cuestionamiento y dónde la dimensión política,
ideológico y ética son determinantes del actuar.

Ambas formas de ser Trabajadores Sociales pueden o no cumplimentarse,


uno puede hacerle “acciones cosméticas” a las consecuencias de la pobreza y
a la distribución injusta y concentración de la riqueza; o puede intentar” hacer
cirugía de raíz” eliminando las causas del sometimiento de los pueblos
latinoamericanos creando conciencia colectiva de Derechos; o puede aplicar el
primero mientras promueve ciudadanía y exigibilidad. Ahora bien muchas
veces se excluyen una a otra, así asumimos papeles sociales diferenciados:
somos gerentes, planificadores tradicionales, brindamos asistencia social, nos
centramos en el “caso” o el grupo ò en otro posicionamiento y desde otra visión
de la profesión interactuamos y acompañamos las luchas de los movimientos
sociales oprimidos de América Latina y nos centramos en el trabajo
comunitario, en el empoderamiento, en el desarrollo de ciudadanía
emancipada, en la incidencia para la reforma de políticas públicas, siendo esta
última posición la más difícil de sostener, porque en general las instituciones y
los políticos defienden nuestro rol de “apagadores de incendios” y ello no
demanda reflexión, sólo acción.

Estos debates de lo ideológico, lo ético y lo político en el quehacer cotidiano y


la formación académica del Trabajo Social se han venido incrementando
fuertemente en los últimos años, tal vez por el fracaso de la instauración de la
región del modelo neoliberal, tal vez por la pobreza que se acrecentó en los
inicios del 2.000, tal vez porque el espíritu de la reconceptualizaciòn (que

 
cumplía 30 años) se reavivó, o tal vez porque era el momento evolutivo
adecuado para que esto pasara, lo importante es que este resurgimiento ha
promovido construcciones colectivas interesantes no solo al interior de la
disciplina, sino también con la vinculación con otros actores, tanto el estado,
como las organizaciones sociales los movimientos populares.

Entre estas construcciones podemos señalar algunas que están en pleno


proceso de afirmación y que a futuro pueden llegar a cambiar el
posicionamiento del Trabajo Social latinoamericano o por lo menos a unificarlo
y mostrar un frente común más sólido que el que actualmente sostenemos.

Arriesgo aquí un concepto que se me ocurre debería definir lo que el proyecto


ético político para el trabajo social debería ser: “Conjunto de principios éticos
políticos, basados la efectivizacion de los derechos humanos, la justicia,
equidad e inclusión social, que promuevan organización, movilización,
construcción colectiva y emancipación en los sujetos sociales que atraviesan
situaciones de vulnerabilidad social, para que logren la transformación social, a
través de la puesta en acción de opciones ideológicas, políticas, éticas,
teóricas, metodológicas y practicas en consonancia con los principios
expuestos”, dicho de esta forma entonces no se centra en el sujeto los males y
las capacidades y habilidades para resolverlos, sino en una sociedad injusta y
en la organización colectiva las propuestas de resolución.

El Trabajo Social actual en America Latina y Caribe es así producto de varios


aspectos que emanan de las construcciones del trayecto histórico que le da
sentido:
 los debates profundos que a 40 años de la reconceptualización han
configurado un proceso de profesionalización del Trabajo Social en la Región;
 los vaivenes societales que enmarcan lo histórico político en la Región donde
el enfrentamiento entre el modelo capitalista y el que posee tendencias
socialistas han marcado constantes condicionantes para el modelo de
intervención social;
 la consolidación de modelos económicos en disputa que constituyen un mix
que oscila entre el modelo de mercado (oficial en las economías nacionales y

 
tendencia de la globalización a nivel regional y mundial) y el modelo de la
economía social (subterráneo, de subsistencia entre las clases populares);
 las tendencias en las políticas públicas que a su vez desarrollan condiciones
propicias para un Trabajo Social más tecnocrático, más humanizado, ó más
cercano a la efectivización de derechos;
 los acuerdos llevados a cabo por las construcciones colectivas del Trabajo
Social en las asociaciones regionales que nuclean a las y los colegas y la
articulación de estas construcciones con las que a nivel mundial se establecen
;
 la construcción de proyectos éticos políticos que contienen contradicciones
intrínsecas.

A nivel regional en Latinoamérica y Caribe la agenda asume además otros


compromisos:
 Impulsar la reforma de la Definición Internacional del Trabajo Social. El Debate
por la definición internacional de Trabajo Social en America Latina y Caribe
viene trabajándose desde hace más de 10 años impulsando el cambio en la
definición, dado que la misma no da cuenta del desarrollo de la profesión en
nuestra región, para desarrollar este trabajo se realizaron debates nacionales
que fueron puestos en común en el Workshops sobre la Definición de Trabajo
Social de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) Región
Latinoamérica y Caribe de Río de Janeiro, Brasil en marzo de 2012. En los
diversos debates y deliberaciones desarrolladas en Río se contó con la
presencia de autoridades internacionales y regionales de FITS (Federación
Internacional de Trabajo Social), y autoridades internacional y regional de las
Escuelas, de AIETS (Asociación Internacional de escuelas Trabajo Social) y de
ALAIETS (Asociación Latinoamericana de Investigación y Escuelas en Trabajo
Social) y representantes de las Asociaciones Nacionales de Trabajo Social. Allí
se construyo una sola propuesta por la Región que fue elevada conjuntamente
por 13 países para provocar el debate a nivel internacional. Hoy contamos con
un miembro de la región en el comité internacional que trabaja la reforma y la
definición trabajada en America Latina ha sido adoptada como propia por el
más reciente espacio de construcción regional la COLACATS (Comité
Latinoamericano y Caribeño de Organizaciones Profesionales de Trabajo

 
Social/Servicio Social). La definición propuesta en la Región reconoce al
Trabajo Social como “una profesión que se inserta en el ámbito de las
relaciones entre sujetos sociales y entre estos y el Estado, en los distintos
contextos socio históricos de actuación profesional. Desarrolla una praxis social
y un conjunto de acciones socioeducativos, que inciden en la reproducción
material y social de la vida con una perspectiva de transformación social
comprometida con la democracia y el enfrentamiento de las desigualdades
sociales, fortaleciendo la autonomía, la participación y el ejercicio de la
ciudadanía, en la defensa y conquista de los derechos humanos y la justicia
social”.

 Hacer efectivo un ejercicio profesional encolumnado en los principios ético-


políticos desarrollados por el Comité Mercosur de Asociaciones Profesionales
de servicio Social en el año 2000 y adoptados por la COLACATS.

 El desarrollo de objetivos comunes para todo el Trabajo Social mundial y


regional.

 Fortalecer la colaboración entre las organizaciones de trabajo social, sus


líderes y sus miembros para perseguir objetivos comunes de promoción en
relación con la práctica, la educación y el desarrollo de políticas.

 Ser inspiración para los trabajadores sociales prácticos y educadores.

 Movilizar a los trabajadores sociales y los profesionales del mundo del trabajo
social participando activamente en la política, el desarrollo de políticas y la
acción social, con énfasis en el uso estratégico del poder.

 Aumentar la competencia y el valor que demostramos en nuestro ejercicio


profesional.

 Empíricamente demostrar la competencia y el valor del trabajo social y los


profesionales de la política social a la sociedad.

 
 Fortalecer la influencia del trabajo social.

 Fortalecer la capacidad de trabajo social internacional y organizaciones de


desarrollo social para identificar y articular claramente, con una sola voz, los
temas de importancia para la profesión.

 Abordar el impacto del racismo y otras formas de opresión, la injusticia social, y


otras violaciones de los derechos humanos a través de la educación del trabajo
social, desarrollo social y la práctica.

 Promover el desarrollo de las intervenciones de trabajar de manera más


culturalmente relevantes social y metodologías de investigación en las áreas de
justicia social y el bienestar social, e identificar y articular los resultados de
costo-beneficio.

 Fortalecer la capacidad de trabajo social y el desarrollo social para influir en el


panorama empresarial y político a nivel local, nacional y mundial.

 Asegurar la excelencia en las cualificaciones y competencias en todos los


niveles del trabajo de desarrollo social la educación, práctica, investigación y
social, especialmente en el envejecimiento.

 Tecnologías de la integración. Integrar las tecnologías que sirven a la práctica


del trabajo social y la educación y el desarrollo social de una manera ética,
práctica y responsable.

 Enriquecer la práctica en Trabajo Social y Desarrollo Social


Desarrollar modelos éticos, sostenibles y prácticas de gestión en el trabajo
social y la elaboración de políticas en los entornos sociales.

 Adoptar la iniciativa de Piso de Protección Social como parte de una visión


común en el desarrollo de la política social.
 Desarrollar la capacidad de la sociedad civil de participar activamente con los
gobiernos nacionales.

 
 Incluirnos en las representaciones ante los organismos en los cuáles la
Federación es consultor permanente tales como (ONU, Anmesty Internacional,
Organización Internacional del Trabajo; Organización Mundial de la Salud entre
otros); En la Región la aspiración es ser consultor permanente de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Esta prevista un
encuentro conjunto entre las asociaciones miembros de FITS y CEPAL en
Chile en abril de 2014.

 Respetar la Autodeterminación de los pueblos, tema discutido a partir del


pedido de inclusión de Puerto Rico como asociación independiente en la
Federación Internacional de Trabajo Social. Puerto Rico llevaba varios años
intentando incluirse en la FITS como asociación independiente de la asociación
norteamericana, situación que era postergada en su debate, luego de impulsar
en America Latina un trabajo de apoyo a dicha inclusión el tema finalmente se
debatió en Estocolmo en julio del 2012 y Puerto Rico fue incluido como
Asociación Independiente de Estados Unidos.

 Hacer efectivo un Estudio Regional sobre Condiciones Laborales de los/las


Trabajadores/ras Sociales

El Trabajo Social en Latinoamérica y Caribe, posee una identidad propia, que


es ha ido configurando en los últimos cincuenta años.
Ha desarrollado competencias teóricas posicionadas ideológicamente, ha
creado metodologías que hoy orientan las prácticas especificas de varias
disciplinas sociales y ha expresado un fuerte compromiso ético político con las
causas de los pueblos de la Región.
Y ha podido posicionarse de manera situada enfrentando la cuestión social con
estos avances, es una pieza del engranaje de transformaciones societales que
America Latina y sus gobiernos han emprendido, peor es una pieza relevante
para la transformación social.

En definitiva los espacios Regionales sustentan lo que esta presente en el acta


fundacional de COLACATS:

 
Valores de emancipación humana, libertad, justicia social, solidaridad y
participación, y en su acción defiende con firmeza los siguientes principios
éticos políticos:
 Defensa de los derechos humanos sociales, políticos, civiles, culturales y
económicos de todas las personas sin discriminación de ningún tipo.
 Ampliación y la consolidación de la democracia en cuanto constitutiva del
Estado, reafirmando la independencia de los poderes Legislativo, Ejecutivo y
Judicial.
 Conformación de nuevos espacios públicos de participación y colectivización
de la riqueza socialmente producida.
 Apoyo a la promoción a iniciativas que amplíen la integración de la región de
América Latina y el Caribe.
 Búsqueda y ampliación de formas de acceso real de todas las personas a los
bienes y servicios materiales y culturales producidos socialmente, y a la
participación social en las decisiones referentes a las cuestiones colectivas en
su condición de ciudadanos.
 Defensa del mantenimiento y ampliación de la responsabilidad del Estado en
dar respuestas a la cuestión social a través de las políticas sociales universales
con la participación de la sociedad civil organizada en su formulación,
implementación y control.
 Respeto a la autodeterminación de los pueblos, personas, grupos,
organizaciones, expresiones y movimientos populares.
 Contribuir a mantener la memoria colectiva de los pueblos.
 Ejercicio profesional competente (teórica y técnicamente) y comprometido
(ética y políticamente) con las demandas sociales, garantizando la calidad de
los servicios prestados.
 La creación, defensa y consolidación de la regulación legal de la profesión, de
códigos de ética y de la formación profesional con bases comunes en la región,
a partir de principios decididos en forma colectiva, autónoma y democrática,
que garanticen el libre ejercicio de la profesión, con derechos y obligaciones
asegurados de acuerdo a los marcos jurídicos y en situación de reciprocidad
legal.
 La garantía del pluralismo a través del respeto a las corrientes teóricas y
políticas democráticas existentes en el ámbito de la profesión.

 
 Fiscalización del ejercicio profesional y de los títulos habilitantes, que de
acuerdo con los principios éticos reafirmados, puedan responsabilizar a los
profesionales por las consecuencias éticas que surjan de su intervención
profesional.
 Formación profesional permanente y la inclusión de la ética en las currículas o
planes de estudio de las unidades académicas de formación específica en cada
país.
 Garantía de condiciones dignas y adecuadas de trabajo en el ejercicio
profesional (ingreso, seguridad social, ambiente laboral, funciones, etc.) y
respeto a la autonomía técnico profesional.

REFLEXIONES PRO ACTIVAS:

En un principio estuve tentada de colocar a esta parte reflexiones finales, pero


en realidad cada uno de los interrogantes que propongo tiene como humilde
pretensión convocar a nuevas deliberaciones y desoíos para la rica
construcción que el Trabajo social aporta a la construcción social. De allí que
van en forma de interrogantes.

¿El trabajo social regional lograra mantenerse a la altura de las profundas


transformaciones que están impulsando algunos gobiernos progresista de la
región’

¿lograremos profundizar la dimensión política de la profesión intentando


impactar significativamente mediante la incidencia en las políticas publicas,
pasando de ser meros ejecutores a diseñadores actores protagonistas de
definiciones?

¿El trabajo social esta preparado a la universalización de políticas en


perspectivas de derechos que se impulsan hoy en varios países de la región?.
Tomando en consideración que el modelo universalista no requiera de
nuestra determinación acerca de quienes son los “merecedores” de soluciones

 
y nos corre de varios sectores donde se ejerce el control social desde la
distribución de recursos.

¿La identidad de la profesión en la Región continuara consolidándose?

¿Los avances producidos en las construcciones colectivas regionales de los


últimos años impactaran en una profesión altamente calificada, profundamente
comprometida con la realidad social de su pueblo y claramente posicionada
ideológicamente?

Me encantaría responder a estos interrogantes con un si rotundo, pero solo la


voluntad activa de cada uno de los trabajadores y trabajadora sociales de
Latinoamérica y Caribe harán posible un mañana donde la valoración social de
la profesión sea producto de nuestra asertividad para situarnos en cada
contexto societal en el que desarrollemos nuestro quehacer profesional,
nuestra competencia para intervenir fundamente en las expectativas y
necesidades sociales y nuestro compromiso ético político con la inclusión y la
igualdad social.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

ACOTTO, Laura y SALERA, Maricel (2005) -¿Qué implica la profesionalización


del Trabajo Social en el contexto de las transformaciones sociales, políticas,
económicas y culturales?. Encuentro Latinoamericano de Trabajo Social - La
profesionalización del Trabajo Social en el siglo XXI:”Rupturas y continuidades
de la Reconceptualización a un proyecto y/o proyectos ético-políticos que hoy
se propugnan”. La Plata. Buenos Aires. Argentina.

ACOTTO, Laura. (2008). El enfrentamiento de la pobreza en América Latina y


Caribe, un posicionamiento ético político del trabajo social de la región- Boletín
Electrónico SURÄ Nro. 138 enero de 2008. Facultad de Trabajo Social.
Universidad de Costa Rica. San José. Costa Rica. En
http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/sura/sura-0138.pdf.

ACOTTO, Laura (2010) Incidencia del Trabajo Social en el tratamiento de la


exclusión social y el combate contra la pobreza” dimensiones éticas, políticas,
teóricas y prácticas. Paneles simultáneos- Conferencia Mundial de Trabajo
Social, Hong Kong, China, Organizado por Federación Internacional de
Trabajadores Sociales (FITS), Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo
Social (IASSW) y Internacional del Bienestar Social (ICSW).

 
ACOTTO, Laura Elizabeth (2013) Clientelismo social, patronato y
organizaciones de la sociedad civil individuales y colectivas (redes) de trabajo
con niños, niñas y adolescentes (Estudio de los últimos 10 años en el Gran
Mendoza, debates y propuestas para su transformación). Tesis. Maestría en
Política y Planificación Social. Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza.
Argentina.

ACOTTO, Laura (2013) Desafíos para las organizaciones sociales en un


contexto configurado por desigualdades persistentes, políticas en perspectiva
de derechos y co-responsabilidades.Seminario Internacional Desigualdades
Urbanas en la infancia y la adolescencia: derechos y políticas sociales urbanas.
Universidad de 3 de febrero. Buenos Aires. Argentina.

ACOTTO, Laura. (2013) Conferencia Época de derechos y desigualdades


persistentes: condiciones de existencia de los adolescentes y jóvenes.IX
Congreso Nacional y VI Internacional de Trabajo Social. Organizado por la
Universidad de Costa Rica. Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica,
universidad Latina y Universidad Ulicori. Costa Rica.

COLATS- Comité Latinoamericano y Caribeño de Organizaciones


Profesionales de Trabajo Social/Servicio Social. (2013) Estatuto.

GRASSI, Estela - El eje del trabajo en la cuestión social y en la política social.


Algunos problemas y acciones políticas necesarias.

MOLINA, María Lorena. (2011). Protección Social (asistencia y seguridad


social) - Justicia Social. Los fundamentos ético-políticos de la protección y la
(des) protección social. En XI Congreso Nacional de Trabajo Social. Primera
Conferencia Latinoamericana de Bienestar Social y Trabajo Social. Montevideo
Uruguay. Asociación de Asistentes Social de Uruguay.

PARRA, Gustavo Antimodernidad y Trabajo Social, Orígenes y expansión del


Trabajo Social argentino. Univ. de Luján . Bs. As. 1999.

ROZAS PAGAZA, Margarita, Siede Virginia, Benegas Marcela - Propuesta de


las directrices teóricas para la Reformulación del Plan de Estudios de la
Carrera de Trabajo Social de Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
de Buenos Aires. (Versión actualizada diciembre 2003)

SALERA, Marisel - El Trabajo Social en el Contexto de las Nuevas Relaciones


de Poder y la Diversidad Cultural – IV Jornadas de Producciones Escritas de
Trabajadores Sociales Locales – Consejo Profesional de Asistentes Sociales
de Formosa - Argentina- junio 2005

 
MESAS

Mesa 1
El mundo globalizado la formación de trabajadores sociales en el marco
de la cuestión socila. Encuentros y desencuentros

Coordinadora: Rosemarie Richardson


Relator: Luis Cáceres

Panelistas:

1. Jorge Ariel Jofré Alfaro Chile


2. Maria Luisa da Costa Fogari Brasil
3. Maria da Graças rodrigues mendes Brasil
Ana Karina da Silva Alves
Erica María Santiago
Flávia Rebecca Fernández Rocha
Irineia Raquel Vieira
Sara Rebeca da Mota Sales
4. Hiago Trinidade de Lira Silva Brasil
5. Nelson Arellano Escudero Chile
6. Javier Becerra y Oscar Javier Gutiérrez Colombia
7. Claudia Sombrío Fronza Brasil

 
PRÁCTICA PROFESIONAL EN LA FORMACIÓN DE LOS Y LAS
TRABAJADORAS SOCIALES: DESAFÍOS Y EXPERIENCIAS EN LOS
ESCENARIOS DE COMPLEJIDAD SOCIAL.

Jorge Ariel Jofré Alfaro *


Rosa Estela Villarroel Valdés**

RESUMEN

En los nuevos escenarios, la acción y formación en Trabajo Social se ve


enfrentada a nuevos desafíos. El Trabajo Social requiere desarrollar una
comprensión social compleja de estas nuevas configuraciones, generando
propuestas de formación e intervención innovadoras. De allí la necesidad de
mirar permanentemente los procesos de formación de trabajadores sociales,
principalmente en el reconocimiento de aspectos relevantes de la práctica
profesional.

El objeto de la investigación estuvo orientado a reconocer los aspectos


relevantes de la práctica profesional en la formación de los y las trabajadores
sociales en Chile. Una experiencia desde la carrera de Trabajo Social de la
Universidad Andrés Bello de Viña del mar. Ello a través del análisis cualitativo
del proceso de práctica profesional entre los años 2012- 2013. Para ello se
analizaron los discursos de los estudiantes plasmados en las evaluaciones
semestrales del proceso, los perfiles de ingreso y egreso de los estudiantes,
así como documentación académica referida a la práctica profesional.

Palabras Claves:

                                                                                                               
*
Psicólogo, Magister en Políticas sociales, Docente Escuela de Trabajo Social, Universidad Andrés Bello,
Viña del Mar. jjofrealfaro@gmail.com

**  Asistente Social, Magister en Ciencias Sociales Universidad ARCIS, Docente, Escuela de Trabajo
Social Universidad Andrés Bello, Viña del Mar. rosavillarroelvaldes@gmail.com

 
1.- APROXIMACIÓN TEÓRICA:
La intervención social en Trabajo Social y los desafíos en la formación
Profesional

Los contextos y escenarios cambiantes que caracterizan a nuestras sociedades


globalizadas, plantean una serie de nuevas interrogantes y desafíos en lo que
respecta la intervención social, particularmente en el ámbito del trabajo social
en tanto disciplina y profesión. La complejidad de estos nuevos escenarios se
encarna en la familia, el barrio, la escuela, la universidad o el trabajo; instancias
de socialización que dan cuenta de un conflicto de los espacios de construcción
de subjetividad, de transmisión de pautas, de códigos, de identidades y de
pertenencia. En este contexto, las problemáticas sociales, están atravesadas
por componentes que tienen su propia representación tanto en la esfera del
sujeto, su grupo de pertenencia, así como de su red social. Las
representaciones de los problemas sociales, como construcción simbólica, se
recrean en las interacciones con la propia sociedad, las instituciones, las
prácticas que se ejercen sobre ella y los propios sujetos de intervención
(Carballeda, 2002), abriendo permanentemente espacios dinámicos de
significación que requieren de profesionales aptos para desarrollar
evaluaciones pertinentes que aporten a mejorar dichas problemáticas. Se
presentan así, nuevas expresiones de la “cuestión social”, caracterizada por la
complejidad de los problemas sociales y su impacto en la sociedad.
En estos nuevos escenarios, la acción y la formación en trabajo social se ve
enfrentada a nuevas interrogantes y desafíos, puesto que para alcanzar el
horizonte ético político de transformación, constitutivo de la intervención
profesional, el Trabajo Social requiere desarrollar una comprensión social
compleja de estas nuevas configuraciones, de modo de generar propuestas de
formación e intervención innovadoras, que recojan y contengan esta
complejidad (Matus, 1999). En este sentido, la intervención en trabajo social,
implica un proceso de conocimiento, problematización y propuestas de
solución, que se desarrollan siempre desde un lugar teórico y epistemológico.
Se trata así de una acción racional, intencional, fundada en el conocimiento

 
científico, que tiene por objeto desencadenar procesos de cambio social Es
intencional, dado que tiene su inicio, acontece en un punto del presente, pero
tiene un pasado que constituyó una situación problema en la que tiene lugar la
acción; y tiene un futuro en el que el problema habrá sido modificado, En este
sentido, es una acción racional que rompe con el acontecer dado, lo modifica y
hace la diferencia. Lo que implica abordar la situación problema, definirla y
darle un significado (De Robertis & Pascal, 1994). En este contexto, surgen
desafíos en la formación profesional de los trabajadores sociales, puesto que
para intervenir en los nuevos y diversos escenarios sociales se requiere
“resignificar el concepto de Trabajo Social. Situarlo en un horizonte de
intervención que tenga como fundamento una rigurosa y compleja comprensión
social, recapturando la tensión existente entre teoría y praxis” (Matus, 1999).

La formación académica en Trabajo Social


La formación académica no remite exclusivamente a un proceso de enseñanza
que se orienta a la construcción de conocimiento por parte de los estudiantes.
A través del proceso educativo se trasmiten además maneras de aprender, de
pensar y de hacer. “El hecho educativo, como hecho histórico y concreto debe
acompañar la urgencia de formar personas críticas, conscientes, con una
capacidad intelectual que garantice la participación activa en las
transformaciones sociales. Esto significa una referencia permanente a la
práctica profesional y a las necesidades del contexto” (Cazzaniga, 1993, pág.
33). Esta referencia al contexto, en el caso de la formación en Trabajo Social,
se desarrolla principalmente en las Pasantías y Prácticas Profesionales,
modalidades formativas que se transforman en un espacio que permite a los y
las estudiantes intervenir en contextos sociales reales y donde se entrecruzan
diversas formas de aprendizaje que permiten el desarrollo de la acción
profesional. Se constituye así, en una experiencia de trabajo guiada y
programada, donde se pretende que los y las estudiantes puedan anticipar su
actuación profesional y sean capaces de integrar teoría y práctica.
En la actualidad la mayoría de los programas de formación de trabajadores
sociales en Latinoamérica, se orientan a una formación de profesionales
capaces de intervenir en la complejidad de lo social y por ende, no reducen la
formación a la entrega de herramientas metodológicas, sino que rescatan la

 
necesidad de intencionar procesos formativos que atienda la complejidad de
los entornos en los cuales se desarrolle el trabajo. (Cazzaniga,S, 2011)
La formación de profesionales de calidad, preparados para ejercer en contextos
cambiantes y dinámicos, ha venido a validar la práctica profesional como un
espacio formativo y evaluativo fundamental para el desarrollo del Trabajo
Social, lo que permite a los y las estudiantes intervenir en contextos sociales,
pudiendo observar la consolidación de habilidades propias del quehacer
profesional. La relevancia de la Práctica Profesional en el proceso formativo,
radica en que se configura como “un proceso de aprendizaje original, con una
identidad propia, un proceso complementario e integrador respecto al
aprendizaje teórico” (Domínguez, 2006, pág. 4), que pone de manifiesto un
conjunto visiones y habilidades. Así mismo, se configura en un proceso donde
dialogan diversos actores sociales, que constituyen el contexto de desempeño
profesional, caracterizado por el encuentro de miradas y expectativas diversas
sobre el estudiante en práctica y el ejercicio de la profesión.
El período de práctica profesional, según Pelpel, 1989 (Correa, 2009), presenta
tres características esenciales para el estudiante:
• Una zona intermedia de experiencia entre su mundo interno (ideas, teorías,
representaciones, etc.) y el mundo externo (realidad laboral);
• La confrontación con la realidad al permitir la articulación de la satisfacción e
insatisfacción y las expectativas que los y las estudiantes llegan a la
experiencia práctica.
• La defensa contra la angustia o frustración de deber abandonar sus antiguas
certezas para exponerse a la realidad del mundo externo.

La práctica profesional se transforma en un espacio de enriquecimiento en la


formación de los y las trabajadoras sociales, donde puede descubrir si posee o
no las competencias requeridas para funcionar en ese medio profesional.
(MEQ, 1994; Pelpel, 1989, Correa, 2009). Frente a esta experiencia, parece
relevante entender cuándo las pasantías y prácticas se transforman en
experiencia provechosas y enriquecedoras para los y las estudiantes, cuándo
responde satisfactoriamente como experiencias de aprendizaje, es decir es
necesario tener claridad qué es lo que el estudiante está aprendiendo, si esas
experiencias están vinculadas al objetivo de la formación profesional y en qué

 
medidas ésas experiencias permiten estimular positivamente las habilidades y
capacidades de los estudiantes (Feiman-Nemser et Buchmann,1985; Correa
2009). Es decir qué aprenden, como se integran las experiencias a la formación
y como esas experiencias estimulan nuevas experiencias.
En este proceso resulta relevante el rol de la Supervisión Académica como
parte del proceso formativo y la Supervisión Institucional, como un proceso de
acompañamiento y evaluación progresiva de las prácticas del trabajo social,
entendiéndose esta como un espacio de aprendizaje y reflexión donde se
propicia la relación entre teoría y práctica, muchas veces dicotómica para el
trabajo social. Este espacio permite a los estudiantes en proceso formativo
resolver dificultades, plantear interrogantes y fortalecer las habilidades y
competencias propias del ejercicio profesional.
Para Reynolds, 1965 (Fernandez, 2006) “supervisar es la necesidad de una
flexible y enriquecedora asociación de mentes capaces tanto de análisis como
de la síntesis; de la sensibilidad hacia las personas, la habilidad de expresar
sentimientos y ponderar los factores positivos y negativos de las situaciones…”
Ello implica que el espacio de supervisión se transforma en un modelo
pedagógico de aprendizaje, en el cual se enseña, en función de la práctica de
lo cotidiano la aplicación de los principios del trabajo social, con la finalidad de
conseguir estudiantes preparados para su ejercicio profesional.
Es entonces en el contexto de las prácticas profesionales donde los
estudiantes asumen un protagonismo relevante en la formación como
profesionales, estableciéndose una relación de interacción y cooperación tanto
con el supervisor académico, como con la institución en la que se inserta y con
los sujetos a los que debe atender e intervenir. Todo este contexto se configura
relevante en la adquisición de la identidad profesional del trabajador social que
se adquiere a partir del aprendizaje de su rol profesional en un contexto real.
Para Bunk (La transmisión de competencias de la formación de la R.F.A, 1994)
la formación profesional debe estar orientada al fortalecimiento de diversas
competencias, que marcarían el desarrollo integral de los estudiantes, estas
competencias estarían ligadas a cuatro ámbitos: competencias técnicas,
competencias metodológicas; competencias sociales y competencias
participativas. Las competencias técnicas están asociadas a los conocimientos,
destrezas y aptitudes necesarias para el ejercicio profesional; las competencias

 
metodológica se refieren a los procedimientos utilizados por el profesional para
resolver los problemas, capacidad de adaptación, planificación, etc; las
competencias sociales están asociadas a la capacidad de los estudiantes de
socializar y de relacionarse con los otros en el contexto de práctica profesional,
así como todas aquellas características que configuran la ética profesional; las
competencias participativas están referidas a la participación activa de los
estudiantes en su proceso de práctica y a las formas en que este organiza el
trabajo.

La relevancia de la práctica radica en que se configura como “un proceso de


aprendizaje original, con una identidad propia, un proceso complementario e
integrador respecto al aprendizaje teórico” (Domínguez, 2006, pág. 3). Ello
queda de manifiesto en que en los programas de formación académica se
dedique un número importante de horas para su desarrollo, situación que se ve
reflejada en las mallas curriculares vigentes para la carrera de Trabajo Social,
tanto en la Universidad Andrés Bello, como en otros espacios académicos.

2.- ANÁLISIS CUALITATIVO DE LAS EXPERIENCIAS DE LOS


ESTUDIANTE DE TRABAJO SOCIAL, UNIVERSIDAD ANDRÉS BELLO EN
EL PROCESO DE FORMACIÓN Y LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES:

El análisis de la información se realizó desde un enfoque cualitativo, a través


de Análisis de Discurso, que consideró la organización del material generado
por la evaluación semestrales de las prácticas profesionales, de los años 2012
y 2013. Esta información es producto de grupos focales con estudiantes en
proceso de práctica, las que son sistematizadas y analizadas preliminarmente
por otros estudiantes que realizan dicho proceso. También es parte del análisis,
la documentación de los perfiles de ingreso y egreso que forman parte de los
programas de estudio. Por último se incluye otra documentación administrativa
referida la organización y síntesis del proceso de práctica.
Metodológicamente se realiza un análisis axial descriptivo, donde confluyen
categorías originadas desde los referentes teóricos y conceptuales, descritos
anteriormente y las categorías que se observan preponderantes en los

 
discursos de los sujetos, a partir de la relevancia que atribuyen así como a la
reiteración presente en las distintas fuentes.
Una de las categorías de análisis que aparece en el discurso, es la gradualidad
en la secuencia de las diferentes actividades prácticas, que se plantean y son
percibidas desde una estructura coherente e integradora. La gradualidad de las
pasantía macro-meso-micro social, descrita en los perfiles de ingreso y egreso,
no se manifiesta en los discursos como un aspecto determinante, pero sí
facilitador del proceso formativo, es vista como la exigencia de problematizar,
desarrollando una flexibilidad epistemológica y conceptual, dentro de una lógica
ético-política: “este curso está relacionado con todos los cursos anteriores… es
poner en práctica todo lo que hemos aprendido”.
Respecto a que las prácticas constituyen un espacio de confrontación con la
realidad, destaca la relevancia dada a la supervisión, validada como el eje
indiscutido en ese proceso formativo: “se percibe un compromiso por parte de
los estudiantes en su proceso educativo, expresado en su alta asistencia y
dedicación en su proceso de práctica profesional, como en su motivación por
aprender más y mejorar sus aspectos débiles”. Sin embargo surgen tensiones
en las expectativas y necesidades de las practicas con la estructura y los
tiempos curriculares: “Se propone una mayor duración de las pasantías en
todos sus niveles (con una duración mínima de 6 meses), y en especial en la
práctica profesional”; el reconocimiento de procesos que demandan mayor
tiempo o que están determinados por ritmos diferentes a los tiempos
curriculares afecta negativamente a las expectativas de las practicas. Por otro
lado es concordante la tensión que se genera cunado coinciden las prácticas y
el desarrollo de las tesis: “efectuar ambos procesos juntos, dificulta el
aprendizaje y los logros en ambos contextos, pese a que estos pueden estar
interrelacionados o complementarse, se requiere separarlos para desarrollarlos
por separado y de mejor manera”. A pesar de que las actividades están
determinadas por sus respectivas cargas curriculares, en los hechos es
descrito como que las practica resultan afectadas por la demanda del trabajo
de tesis o en otros casos la doble exigencia juega en desmedro de un mejor
aprovechamiento de ambas: “yo creo que en cuanto a las evaluaciones el profe
espera más de nosotros, pero como estamos en la tesis no nos queda tiempo
para hacer algo mejor…”; “se pueden hacer es hacer la práctica sola o que la

 
tesis sea más tiempo… porque la práctica pasa a un segundo plano y no
debería…”.
El espacio de supervisión, demanda un activo rol del supervisor académico,
quién debe articular la confluencia de diferentes procesos, tanto académicos
como formativo-profesionales, aunque es reconocido como un actor más de
este espacio, los diferentes discursos lo relevan su rol como catalizador de
procesos más complejos a nivel individual y grupal. Desde una dimensión más
subjetiva: “se valora la existencia de una enseñanza más personalizada, en
donde la contención de emociones en todo este transcurso lo hace más
cercano (docente) y afectivo, desempeñando un rol esencial en todo el
proceso”; “se evidenciaron muchos temores en un principio destacando que
ellos fueron desapareciendo con el trabajo en conjunto con el profesor,
mediante el dialogo y contención que este proporciona ante las dificultades
presentadas en la praxis, señalando que ha sido esencial debido a su
experiencia como profesional y el conocimiento de este”. El Supervisor
Académico, por lo tanto es parte activa de ese proceso permite integrar las
experiencias de los estudiantes, pero también permite la modulación de las
dinámicas subjetivas y discursivas que se desarrollan en el espacio de
supervisión, donde también es parte. Debe posibilitar contextos reflexivos para
resignificar conceptos en Trabajo Social y los proceso identitarios de la
disciplina, articulando distintas dimensiones que muchas veces están en
tensión: “Nosotros hacemos trabajo social en la práctica….” “… los
aprendizajes más significativos es aprender del profe como de tus compañeros
de la constante retroalimentación…”.
Otras líneas discursivas que aparecen, en cuanto a definir la supervisión como
una instancia multidimensional compleja, considera a los pares como un
referente significativo para la retroalimentación y la evaluación: “Que se
incorpore una auto y co-evaluación para aumentar los aprendizajes de la
práctica profesional”, validando la creación de ese espacio con los pares: “que
la metodología sea como taller igual nos ayuda a todos porque se comparte la
experiencia de todos…siempre hay tutorías antes y después de un informe y te
retroalimenta”.
Por otro lado el rol del Supervisor Institucional no parece tan relevante, se
plantea mayor demanda por la continuidad que se espera de su función, lo que

 
implica un rol más activo por parte de este supervisor: acompañando y
retroalimentando durante el proceso. En este mismo sentido, un académico,
denominado “evaluador externo”, que participa de la evaluación en comisión,
es valorado como una fuente de retroalimentación: “la ausencia del evaluador
externo... se visualiza como un obstaculizador al permitir una retroalimentación
limitada...”. En ambos casos la importancia está dada por la por constituir una
posibilidad de retroalimentación.

Por lo tanto es posible señalar que la centralidad de la supervisión como eje


articulador de la formación profesional en el Trabajo Social, conlleva a
considerar los distintos niveles que van más allá de la problematización de los
fenómenos y las demandas curriculares, sino que también implican proceso de
subjetivación en los distintos actores de ese espacio: estudiantes, supervisores
y sujetos.

3.- CONCLUSIONES:

Se reconoce la relevancia de la práctica profesional en la formación académica


de los profesionales del trabajo social, proceso tensionado por las exigencias y
la complejidad de lo social, como de los tiempos y estructura curricular.
La práctica surge estrechamente asociada a la noción de supervisión, que
además de incluir los aspectos técnicos-metodológicos, platea las dimensiones
ético-políticas y releva la dimensión subjetiva y emocional de la experiencia.
Se releva fundamentalmente el proceso de supervisión académica, por sobre la
institucional, que se transforma en un espacio no solo de evaluación, sino que
de contención emocional, de resolución de problemas, de reflexión y
cuestionamiento de las experiencias vividas en la práctica profesional. Se
configura como un espacio de aprendizaje recíproco.
La práctica profesional, no está exenta de tensiones que es necesario relevar
para trabajar en un modelo de acompañamiento y supervisión que rescate los
aprendizajes significativos de los actores vinculados en este proceso. Se
realzan las tensiones en cuanto al rol de supervisores y las demandas
cambiantes del trabajo en la realidad social. Ello nos lleva a concluir que los
supervisores a cargo de las asignaturas de práctica profesional deben ser

 
capaces de conocer la realidad social, desde la práctica no solo
académicamente, de modo de promover la vinculación de lo teórico-práctico. El
rol del supervisor se configura así, desde la mirada de una supervisión
pedagógica, como guía, apoyo y contención de los estudiantes de trabajo
social. El rol del supervisor académico, constituye un referente identitario y
apoyo técnico.
En este contexto, es importante rescatar la dimensión fundamental de las
prácticas profesionales, en cuanto a su capacidad de producir procesos
simbólicos de problemáticas sociales, en estrecha concordancia con el
desarrollo discursivo de subjetividades que construyen las identidad
profesional, identidad que implica co construir una estructura significativa que le
dé sentido a la profesión en una relación tripartita entre estudiante, supervisor
académico y los distintos sujetos sociales en los que se interviene.

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FORMAÇÁO PROFISSIONAL DO ASSISTENTE SOCIAL E A COMUNIDADE
NEGRA: URNA REVISÁO BIBLIOGRÁFICA

Maria Luisa da Costa Fogari*

RESUMO:

Este texto foi elaborado, para a disciplina: “Formação Profissional em Serviço


Social: elementos constitutivos”, oferecida pelo Programa de Pós-Graduação
em Serviço Social da UNESP/Franca-SP. Este artigo versará sobre a
importância da desconstrução da visão reducionista dos negros brasileiros, que
foram e, ainda são acometidos pelas ações negligentes por parte do Estado.
Apreende-seque a temática aqui proposta é intrínseca na fase formativa do
assistente social, que deverá receber uma base teórica e reflexiva sobre este
assunto. “Nessa perspectiva, o conjunto de conhecimentos e habilidades
adquiridos pelo Assistente Social ao longo de seu processo formativo são parte
do acervo de seus meios de trabalho.” (IAMAMOTO, 2004, p. 63). Propomos
que ao final do curso, os alunos conheçam os direitos e as legislações
vigentes. Espera – se, assim desmascarar os discursos sobre o mito da
democracia racial.

Palavras - chave: Formação Profissional. Afro-brasileiros. Assistente Social

                                                                                                               
*   Graduada em Serviço Social, Doutoranda no Programa de Pós- Graduacáo em Serviço Social da
Universidade Estadual Paulista "Júlio de Mesquita Filho", Franca, S13.o Paulo, Brasil. E-mail:
luisafogari@terra.com.br. Assistente Social Judiciário - Tribunal de Justica de Santa Rita do Passa Quatro
- SP/Brasil.

 
INTRODUÇÃO

“Não caçamos pretos, no meio da rua, a pauladas,


como nos Estados Unidos. Mas fazemos o que talvez
seja pior. A vida do preto brasileiro é toda tecida de
humilhações. Nós tratamos com uma cordialidade que
é o disfarce pusilânime de um desprezo que fermenta
em nós, dia e noite” Nelson Rodrigues (FERREIRA,
2002, p. 2).

Este texto foi elaborado, enquanto processo avaliativo para a disciplina:


“Formação Profissional em Serviço Social: elementos constitutivos”, ministrada
pela profa Dra. Cirlene Aparecida Hilário da S. Oliveira, no ano de 2012,
cursada pela doutoranda do Programa de Pós-Graduação em Serviço Social
da Faculdade de Ciências Humanas e Sociais, da Universidade Estadual
Paulista-UNESP/Franca - SP.

Perante os conteúdos programáticos propostos pela disciplina e, em


consonância com o objeto de estudo da tese a ser apresentada para a
renomada instituição educacional, elaboramos este artigo, que terá como
enfoque central, estudar a questão da comunidade brasileira e a formação de
assistentes sociais no Brasil do século XXI.

Diante das observações apresentadas, está revisão bibliográfica


versará sobre a importância da desconstrução da visão reducionista dos
negros brasileiros, que ainda são acometidas pelas ações negligentes por parte
do Estado.

O precedente histórico ainda se faz presente nas ações cotidianas


destinadas à população em estudo. Diante do exposto, qual é a importância
desta temática para a formação profissional em Serviço Social? O que se
propõe?

 
1-COMUNIDADE NEGRA E FORMAÇÃO DO PROFISSIONAL ASSISTENTE
SOCIAL

Com a introdução do trabalho escravizado no Brasil colonial e os


reflexos deste cenário dramático para os africanos e afro-brasileiros é que a
temática proposta se faz necessária na fase formativa do assistente social,
para que recebam uma base teórica que os levem a refletir sobre os
precedentes históricos e a realidade contemporânea da comunidade negra
brasileira. “Nessa perspectiva, o conjunto de conhecimentos e habilidades
adquiridos pelo Assistente Social ao longo de seu processo formativo são parte
do acervo de seus meios de trabalho.” (IAMAMOTO, 2004, p. 63).

Entende – se que os “descasos/omissões” decorrentes nos


acontecimentos retrógrados repercutem na prática do profissional assistente
social na contemporaneidade, inclusive quando se necessita fazer a
interlocução destas negações com os direitos conquistados pelos afro-
brasileiros, no decorrer dos séculos.

Segundo exposto acima, institutos de pesquisa, como o IPEA (2009),


apontam que em vários âmbitos os negros encontram-se em
detrimento/desfavorecimento, nas políticas públicas destinadas à sua etnia.
Entende–se que os dados apontados discorrem sobre a necessidade de se
“criar, propor, proceder e enfim, prevenir” tais insultos sociais, culturais,
econômicos e políticos. Quando se refere a insultos, demonstra-se que são
“insultos” sim, quando após mais de um século da assinatura da “Lei Áurea
(1888)”, ainda têm-se dados gritantes, frente à sociedade “dita moderna”.
Neste ângulo, envolvendo a problemática em destaque com a
produção de conhecimento para a formação profissional, Iamamoto (2007, p.
317) apreende que o assistente social atua no enfrentamento das expressões
da questão social “[...] por meio das políticas públicas, das políticas de
formação e gestão de recursos humanos – nas instâncias da produção
material, na circulação de mercadorias e distribuição da riqueza – e dos
processos de luta e resistência das classes subalternas.”

 
Desta forma, o bacharel em Serviço Social deverá ser portador de
conhecimentos sobre as políticas públicas existentes para a questão racial
brasileira, pois ao concluir o curso e, posteriormente, na prática interventiva
será o interlocutor das informações a serem perpassadas para a comunidade
negra. Estas ações poderão legitimar ou embargar os direitos sociais, políticos
e culturais apreendidos pela população em estudo. Entende-se que muitos
deles ainda desconhecem seus direitos e a maneira de acessá-los. Assim, qual
é o papel do assistente social, frente a está demanda? Segundo, a estudiosa
Marilda V. Iamamoto, (2007, p. 222):

Pensar o projeto profissional supõe articular uma dupla dimensão: de


um lado, as condições macrossocietárias, que estabelecem o terreno
sócio-histórico em que se exerce a profissão, seus limites e
possibilidades; e, de outro, as respostas sócio-históricas, ético-
políticas e técnicas de agentes profissionais a esse contexto, as quais
traduzem como esses limites e possibilidades são analisados,
apropriados e projetados pelos assistentes sociais.

Parafraseia-se Iamamoto ao reportar à importância do construto


histórico, do estudo, da compreensão da dimensão política, social, econômica
e cultural construída ao longo do tempo para o exercício e sistematização da
prática profissional, sendo está dotada de criticidade à realidade da população
brasileira; ao polarizar que a profissão rebate concepções exploratórias
presentes na égide capitalista, que impõe a tendência da premissa neoliberal,
cogitando o individualismo, a competição, a privatização, as ações meramente
fragilizadas e reificadas. Porém, é notório informar que:

A regulamentação legal do projeto da profissão se materializa no


Código de Ética Profissional do Assistente Social (1993), na Lei da
Regulamentação da Profissão de Serviço Social (Lei n.8662/93) e na
proposta das Diretrizes Curriculares para a Formação Profissional em
Serviço Social (ABEPSS, 1996; MEC-SESu/CONESS, 1999) apud,
(IAMAMOTO, 2007, p. 224).

A formação profissional respalda-se no projeto da profissão, que possui


aparatos legais que dão suporte formal/legal ao trabalho interventivo dos
assistentes sociais brasileiros. A Lei nº. 8.662/93, que regulamenta a profissão,
é considerada a base, o cerne, que sustenta, concede visibilidade e

 
credibilidade ao desempenho da prática profissional do assistente social, o
Código de Ética impõe respeito ao usuário do Serviço Social e as Diretrizes
Curriculares uniformizam e padronizam a formação dos profissionais
brasileiros. Assim, o assistente social deverá pespontar sua atuação
prática/teórica coesa as definições dispostas para os negros brasileiros,
previstas na Lei 8.662/93 (CODIGO DE ÉTICA DO/A ASSISTENTE SOCIAL,
2012), se detendo no artigo 4º que retrata as competências profissionais.

A propósito entende-se que o assistente social, ao término da


graduação, está apto para atender as mais diversificadas expressões da
questão social, realizando avaliações socioeconômicas e propondo estratégias
que dêem autonomia social e política aos usuários. Diante de tal entendimento,
lançaremos nas próximas linhas o Código de Ética e as Diretrizes Curriculares,
demonstrando que o projeto ético político do assistente social atenta para as
questões sobre “pluralidade e diversidade”, sendo estes prementes na vida
cotidiana dos afro-brasileiros.

O Código de Ética dos assistentes sociais aprovado em 1993 determina


quais condutas são permitidas na relação assistente social e usuário. Seus
capítulos e artigos normatizam a prática profissional, porém digo que todos os
princípios fundamentais se atêm a temática, devendo ser a base para o
atendimento em questão.

A exemplo do Código de Ética, a versão das Diretrizes gerais para o


Curso em Serviço Social de 1996 foi oficializada e proposta pela Associação
Brasileira de Ensino de Serviço Social (ABESS) que paramenta, tece os elos
que são indissociáveis dos itens já explicitados, que coesos aos Projetos
Pedagógicos das Unidades de Ensino protagonizarão ensino de qualidade,
abarcando conteúdos que lhes sejam inerentes.

Este documento expressa que o processo formativo do assistente


social deverá estar articulado à contemporaneidade, segundo sistematizações
que busquem a qualidade do ensino em Serviço Social no Brasil. Entretanto,
como pensar a formação profissional? Deve pensá–la a partir do projeto
pedagógico, e/ou da formação inicial.

 
O projeto pedagógico define, portanto, as ações educativas e as
características necessárias ao cumprimento dos propósitos e
intencionalidades do curso, tendo a ver, assim tanto, com a
organização do curso como um todo, como do trabalho pedagógico na
globalidade. É projeto político porque estabelece e dá sentido ao
compromisso com a formação do cidadão e da pessoa humana para
um tipo de sociedade, revelando portanto, a intencionalidade da
formação com os compromissos deste profissional com um tipo de
sociedade (SILVA, 1998, p. 21).

Os compromissos e a intencionalidade da formação decorreram do


“Movimento de Reconceituação”, das discussões, no rompimento das barreiras
institucionais, articulada aos planejamentos dos cursos de graduação em
Serviço Social. Deve-se, levar em consideração, o resultado desta base
formativa. Será uma formação autônoma? Retrógrada? Democrática? O que
desejamos? Competência profissional?

Este desenho ou projeção profissional correspondem às ações pré-


estipulas pela Associação Brasileira de Ensino em Serviço Social e Centro de
Documentação e Pesquisa em Políticas Sociais e Serviço Social (ABESS-
CEDEPSS), órgão inspirador das normatizações de ensino e pesquisa em
Serviço Social no Brasil. A ABESS em 1993 “[...] deliberou sobre os
encaminhamentos da revisão do currículo mínimo vigente desde 1982 (Parecer
CFE nº412, de 4/8/1982 e Resolução nº6, de 23.9.82).” (ASSOCIAÇÃO
BRASILEIRA DE ENSINO DE SERVIÇO SOCIAL, 1997, p. 58).

Iamamoto (2004, p.169) ao se referenciar a revisão do currículo mínimo


destaca-se que houve uma preocupação com a qualidade na formação,
segundo os debates contemporâneos, que sejam capazes de se construir um
diálogo crítico, capaz de formular propostas profissionais no campo das
políticas sociais. A preocupação perpassa pelo movimento histórico premente a
partir de 1973, que desestruturou o modelo Keynesiano de regulação da
economia, diante do processo de acumulação do capital. Momento este que
“acolhe” a entrada da ideologia neoliberal, que trouxe vários reflexos negativos
para a categoria trabalho.

Diante da necessidade da introdução do currículo mínimo, os


pressupostos da formação profissional, se expressam em tópicos, que

 
redundam em itens que demonstram a base interventiva do assistente social, a
relação do Serviço Social com a questão social e o agravamento desta. Para
(IAMAMOTO, 2000, p.203) “[...] o desafio pedagógico central está em articular
elementos teórico-metodológicos e históricos, transmitidos e aprofundados no
decorrer de várias disciplinas do curso, resgatando-os e aprofundando-os em
função da explicação e do encaminhamento práticos de situações particulares
e singulares [...]”.

Segundo o tema em estudo, dos onze princípios que fundamentam a


profissão (ABESS, 1997, p.61-62) destaca-se o item que mais se aproxima da
discussão sobre a comunidade negra no processo formativo, sendo: “[...] 9.
Exercício do pluralismo como elemento próprio da natureza da vida acadêmica
e profissional, impondo-se o necessário debate sobre as várias tendências
teóricos, em luta pela direção social da formação profissional, que compõem a
produção das ciências humanas e sociais; [...]”

As diretrizes curriculares (ABESS, 1997, p.62) definem a capacitação


teórico-metodológica, ético-política e técnico-operativa para se ter uma:

1.Apreensão critica do processo histórico como totalidade; 2.


Investigação sobre a formação histórica e os processos sociais
contemporâneos que conformam a sociedade brasileira [...] 3.
Apreensão do significado social da profissão [...] 4. Apreensão das
demandas – consolidadas e emergentes – postas ao Serviço Social via
mercado de trabalho, visando a formular respostas profissionais que
potenciem o enfrentamento da questão social [...] 5. Exercício
profissional cumprindo as competências e atribuições previstas na
legislação profissional em vigor.

Os debates ideológicos deste artigo estão articulados a preocupação


com a prática interventiva, prevista nos (ABESS, 1997, p.63) “[...] núcleos de
fundamentação constitutivos da formação profissional. São eles: 1.núcleo de
fundamentos teóricos metodológicos da vida social; 2. núcleo de fundamentos
da formação sócio-histórica da sociedade brasileira; 3. núcleo de fundamentos
do trabalho profissional.”

José B. da Silva (2004, p.58) em sua pesquisa de mestrado na


Universidade Federal Fluminense buscou coletar dados sobre a formação do

 
assistente social, segundo a questão do negro na realidade brasileira,
questionando: Como os discentes lidam com este assunto? Para (SILVA, 2004)
de 1948-2002, dos 1.237 trabalhos de conclusão de curso defendidos na UFF,
apenas 06 discutiram a situação dos negros.

Em sua dissertação, o pesquisador demonstra uma citação referente a


um trabalho de conclusão de curso que define a fragilidade entre a questão do
negro e a formação profissional na UFF. “[...] Nessa trajetória, percebi que o
assistente social trabalha com a população negra sem ao menos ter
conhecimento de sua história, de sua cultura e dos seus problemas... (PINTO,
ob.cit., p.23), apud (SILVA, 2004, p.58)”.

Ainda neste estudo, o pesquisador (SILVA, 2004, p.58) discorre que


mesmo os discentes demonstrando nos tcc’s que estudaram variados
assuntos, estes não compreendem a questão racial enquanto causa para os
objetos de suas pesquisas. Neste óbice questionamos: Como introduzir está
temática para a formação profissional?

2-POLÍTICAS PÚBLICAS, AFROBRASILEIROS E ATUAÇÃO DO


ASSISTENTE SOCIAL: APREENSÕES

Assim, declaramos que a temática sobre a comunidade negra faz-se


importante para a formação dos profissionais assistentes sociais, pois se sabe
que os africanos foram e continuam sendo indissociáveis do construto histórico,
econômico, cultural, social e político deste país. O coro, a voz desta população
transparece através dos movimentos sociais, das reivindicações que os
acompanharam desde o desembarque dos navios negreiros até atualidade.
“[...] Enquanto escravos, porém, eles construíam a única força oposta ao
sistema que, exercendo uma ação subversiva constante, exigia a reação
permanente de um aparato repressivo. [...] (RIBEIRO, 1995, p.278).”

O Movimento Negro é uma organização política que cumpre o papel de


explicar a contradição étnica no cenário brasileiro. Assim, também é
uma forma de organização social que luta e procura articular o
desenvolvimento da democracia e da cidadania da sociedade
brasileira, bem como a formação de cidadãos conscientes e

 
questionadores das desigualdades sociais e étnicas. (GOMES &
JÚNIOR CUNHA, 2008, p.38)

Estas manifestações que visualizaram a introdução dos direitos sociais


eclodem, sendo expressos: o Estatuto da Igualdade Racial, a Seppir, as
Conferências/Conselhos de Participação da Comunidade Negra (Federal,
Estaduais e Municipais), a Lei 10.639, cota de ações afirmativas para
universidades e concursos públicos.

Entendemos que estas abordagens devam ser estudadas, analisadas e


observadas ainda na formação acadêmica, pois são instrumentos entendidos
enquanto políticas públicas reparatórias para os negros brasileiros. O
profissional ao compreender que tais documentos contêm meios que podem
“emancipar/libertar” os afro-brasileiros despirá do olhar paliativo desdenhado
nos programas sociais.

Comprometido com o projeto ético político profissional, os assistentes


sociais deverão compreender que no desenrolar do processo histórico os
negros conquistaram direitos; direitos que não estão sendo incutidos
teoricamente aos discentes nos cursos regulares de Serviço Social. Neste
óbice, propõem-se que os alunos tenham acesso a compreensão das
conquistas, apontando que o Estatuto da Igualdade Racial equipara-se ao ECA
– Estatuto da Criança e Adolescente, ao Estatuto do Idoso e etc.

Compreende–se que o graduando terá acesso aos rebatimentos


contemporâneos que os norteiem para o princípio da “democracia racial”.
Segundo Jaccoud apud (THEODORO, 2008, p.58) em 2003 institui-se a
SEPPIR – Secretaria Especial de Políticas de Promoção da Igualdade Racial,
órgão público responsável pela proposição de políticas públicas para os afro-
brasileiros. Na esfera federal, tem-se:

[...] i) Programa de Combate ao Racismo Institucional (PCRI); ii) ações


afirmativas de promoção de acesso ao Ensino Superior; iii) ações de
implementação da Lei no 10.639/2003, que estabelece a
obrigatoriedade da inclusão no currículo do Ensino Básico do estudo da
História e da Cultura Afro-Brasileira; iv) Programa de Promoção da

 
Igualdade de Oportunidades para Todos, do Ministério Público do
Trabalho (MPT)(JACCOUD, apud, THEODORO, 2008, p.140-141).

Ainda orientados pela busca pela igualdade racial, em 2011 o governo


federal em parceria com a ONU (Organização das Nações Unidas) lança a
Guia de Orientação das Nações Unidas no Brasil, que traz em suas quarenta e
três páginas orientações para denúncias de preconceitos, sendo uma conquista
do povo negro.

Compreende-se que estas conquistas vieram para “corrigir” os erros


cometidos pelos nossos antepassados no final do século XIX, quando se
lançou nas ruas um contingente populacional, como disse Fernandes (1965),
despreparado para integrar-se à sociedade de classes. “[...] Os senhores foram
eximidos da responsabilidade pela manutenção e segurança dos libertos, sem
que o Estado, a Igreja ou outra qualquer instituição assumissem encargos
especiais, que tivessem por objeto prepará-los para o novo regime de
organização da vida e do trabalho [...]” (FERNANDES, 1965, p.01).

Em 2011 Paulo Daniel no texto: “A população negra brasileira” segundo


o (Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada) que publicou uma pesquisa
intitulada: A Dinâmica Demográfica da População Negra Brasileira, com bases
no Censo 2010, aponta que mesmo após a introdução de políticas públicas, a
ascensão dos negros encontra-se em processo, devido à perpetuação da
ausência de oportunidades no mercado de trabalho. O autor considera que:

Na medida em que o debate da identificação racial ganha às páginas


dos jornais e a sociedade vê que é um tema legítimo; na medida em
que negros são apresentados nas telenovelas como personagens
poderosos e não apenas empregados domésticos; na medida em que
negros são vistos, como por exemplo, compondo o Supremo Tribunal
Federal e ocupando os mais diversos cargos na política; na medida em
que o Movimento Negro sai da marginalidade e ocupa espaços no
debate político, a identidade negra sai fortalecida, não é que o Brasil
esteja tornando-se uma nação de negros, mas, está se assumindo
como tal. (DANIEL, 2011, p. 02).

Ao término deste artigo, que traduz a importância do assistente social


receber uma formação atrelada à realidade social brasileira, de acordo com os
dados coletados, que primam pelo estudo étnico racial, indagamos: “Outra
realidade é possível?”

 
3-CONSIDERAÇÕES FINAIS

Conclui-se que outra realidade é possível, considerando-se as propostas


curriculares oriundas da ABESS; lembrando-se que também é matéria do
Serviço Social informar o usuário sobre seus direitos e, dinamizar as formas de
acessá-los. Compreende-se que o projeto ético político do assistente social
ainda prevê a participação dos profissionais em movimentos sociais,
Conselhos/Conferências nos três âmbitos gestores, para buscar a interlocução
com outros setores e profissionais em prol da minimização das injustiças entre
as minorias sociais, inclusive dos afro-brasileiros.

Precisam-se oferecer conteúdos sobre contexto histórico precedente e


contemporâneo dos negros já na fase formativa do bacharel em Serviço Social,
a exemplo da introdução da Lei 10.639/2003 (BRASIL, 2003, online) que prevê
a inclusão da História da África e cultura dos afrodescendentes em todo
currículo escolar do ensino fundamental e médio.

Enfim, espera–se desmarginalizar nosso olhar e o da sociedade sobre


as condições do negro, através de debates que reflitam sobre a desconstrução
do “mito da democracia racial”, segundo o provérbio português: “quem muito
fala, pouco faz26, que se perfaz numa imagem “deformada” do negro,
considerando-o “inerte”, em detrimento aos direitos adquiridos, nutrindo-se a
importância do assistente social para a temática.

4 - REFERÊNCIAS

ASSOCIAÇÃO BRASILEIRA DE ENSINO DE SERVIÇO SOCIAL. Formação


Profissional: trajetórias e desafios. São Paulo: Cortez, 1997. (Cadernos
ABESS, 7).

BRASIL. Lei 10.639 de 09 de janeiro de 2003. Diário Oficial da República


Federativa do Brasil, Brasília, DF, 09 de janeiro CÓDIGO DE ÉTICA DO/A
                                                                                                               
26 Fonte: Disponível em: <http://www.quemdisse.com.br/frase.asp?f=quem-muito-
fala-pouco-faz&a=proverbio-portugues&frase=64710>. Acesso em: 10 fev. 2014.

 
ASSISTENTE SOCIAL. Lei 8.662/93 de regulamentação da profissão. - 10ª. ed.
rev. e atual. - [Brasília]: Conselho Federal de Serviço Social, [2012].

DANIEL. Paulo. A população negra brasileira. 2011. Disponível em:


<http://www.cartacapital.com.br/economia/a-populacao-negra-brasileira>
Acesso em 27 de out. de 2012.

FERNANDES, Florestan. A integração do negro na sociedade de classes.


São Paulo: Dominus, 1965.

FERREIRA, Ricardo Franklin. O brasileiro, o racismo silencioso e a


emancipação do afro-descendente.Psicol.Soc. [online].2002, vol.14, n.1, pp.
69-86.ISSN 1807-0310. http://dx.doi.org/10.1590/S0102-71822002000100005.

GOMES, Ana Beatriz Sousa & JÚNIOR, CUNHA Henrique. A prática


pedagógica do movimento negro. Revista Ethnos Brasil, São Paulo, Ano 6,
p.35-46, jun. 2008.

IAMAMOTO, Marilda V. Renovação e Conservadorismo no Serviço Social:


ensaios críticos. São Paulo: Cortez, 2000.

IAMAMOTO, Marilda V.O Serviço Social na contemporaneidade: trabalho e


formação profissional. São Paulo: Cortez, 2004.

IAMAMOTO, Marilda V. Serviço Social em tempo de capital fetiche: capital


financeiro, trabalho e questão social. São Paulo: Cortez, 2007.

INSTITUTO DE PESQUISA ECONÔMICA APLICADA. Igualdade Racial.


Indicadores 2009. Disponível em:
<http://www.ipea.gov.br/igualdaderacial/index.php?option=com_content&view=
article&id=614&Itemid=18 > Acesso em: 23 jun. 2012.

JACCOUD, Luciana. O combate ao racismo e à desigualdade: o desafio das


políticas públicas de promoção da igualdade racial. In: THEODORO, Mário
(org) As políticas públicas de desigualdade racial no Brasil 120 anos após
a abolição. Brasília: IPEA, 2008.

 
RIBEIRO, Darcy. O Povo Brasileiro: a formação e o sentido de Brasil. 2. ed.
São Paulo: Companhia das Letras, 1995.

SILVA FILHO, José Barbosa da. A Questão do Negro no Curso de


Formação em Serviço Social da Universidade Federal Fluminense.
Dissertação de Mestrado em Política Social: UFF, Rio de Janeiro, 2004, 126 p.

SILVA, Ana Célia Bahia. Das Diretrizes Curriculares à Construção dos


Projetos Pedagógicos em cada Instituição. São Paulo: Cortez, 1998.
(Cadernos ABESS, 8).

UNESCO. Guia de Orientação das Nações Unidas no Brasil para


denúncias de discriminação étnico racial. 2011. Disponível em:
<http://unesdoc.unesco.org/images/0021/002140/214091por.pdf> Acesso em
27 de out. de 2012.

 
GLOBALlZAÇÃO, FORMAÇÃO PROFISSIONAL E QUESTAO SOCIAL:
IMPLlCAÇÓES PARA O SERVIÇO SOCIAL BRASILEIRO.

Maria das Graças Rodrigues Mendes*


Ana Karina da Silva Alves
Érica Maria Santiago
Flávia Rebecca Fernandes Rocha
Irinéia Raquel Vieira
Sara Rebeca da Mota Salesl.

RESUMO:

Este artigo prop5e reflex5es sobre a forrnacáo profissional em servíco Social


no Brasil e a questáo social no cenário de transtormacóes societárias no
processo de qlobalizacáo do capital. A questáo social enquanto eixo central da
torrnacao profissional em Servic;o Social no Brasil requer compreender tais
processos, por trazer para a profissáo novas demandas as práticas
profissionais, aos processos da torrnacao profissional e a orqanizacáo dos
sujeitos da profissáo, Utilizamos como aportes metodológicos a abordagem
qualitativa, e as pesquisas bibliográfica e documental. Os tópicos abordam o
processo de qlobalizacáo e as transforrnacñes nas sociedades
contemporáneas: a torrnacáo profissional dos assistentes sociais no Brasil e a
questáo social e as trnplicacoes para o servíco Social brasileiro na opcao
política da categoria profissional em seu projeto profissional e societário.

Palavras-chave: Globalizac;ao. servíco Social brasileiro. Formação


Profissional. Questño Social.

                                                                                                               
*   Assistentes Sociais, mestrandas em servíco Social, Trabalho e Questáo Social pela UNIVERSIDADE
EST ADUAL DO CEARÁ (UECE) e bolsistas da Coordenacác de Aperteicoamento de pessoal de nível
superior (CAPES) e Fundacáo Cearense de Apoio ao Desenvolvimento Científico e Tecnológico -
FUNCAP. E-mails:mgrmendes@yahoo.com.br; karinebarcelos@hotmail.com;
erica.santiago.ems@gmail.com; rebeccarocha.as@gmail.com; raquelle_Ol@hotmail.com;
rebecasales.a.s@hotmail.com

 
1.- INTRODUÇÃO

1. Introdução

O Brasil é afetado diretamente pelos processos de globalização dos


mercados e o avanço do Neoliberalismo. O país vive um momento de
redefinição, decorrente dos rearranjos políticos internacionais, que
aprofundaram ainda mais as diferenças e desigualdades incidindo
principalmente o mundo do trabalho, com a reestruturação produtiva e os altos
índices de desemprego que flexibilizam e precarizam os vínculos de trabalho.
Observamos também a redução das responsabilidades do Estado sobre a
Seguridade Social e os direitos sociais da população, um Estado mínimo para o
social e máximo para o capital.
O presente artigo pretende fazer uma reflexão teórica acerca das
categorias Globalização, Formação profissional e Questão Social, como
temáticas intensamente discutidas no Serviço Social, objeto de formulação
teórica, metodológica e política da profissão. A questão social enquanto eixo
central da formação profissional em Serviço Social no Brasil requer o estudo e
esforço de compreender a articulação destes processos haja vista sua
incidência sobre os processos da formação profissional e à organização dos
sujeitos da profissão na realidade brasileira. Utilizamos para elaboração deste
texto, a abordagem qualitativa, e as pesquisas bibliográfica e documental.

2. O processo de globalização e as transformações nas sociedades


contemporâneas.

Nos processos de globalização um dos traços marcantes, por exemplo,


desta nova configuração da economia é a primazia total das empresas
multinacionais como agentes do “mercado global” (SOUSA SANTOS, 1997). A
Globalização, como conceito sociológico e/ou categoria utilizada pelas ciências
sociais para entendimento dos novos processos e formas de organização das
relações sociais em esfera mundial, é muito recente. Pode ser datada nos anos
80 e 90, como prática e evidencia transformações e metamorfoses intensas no

 
pós-guerra fria27. Assim, a globalização constitui-se num fenômeno amplo de
padronização de valores, de costumes e de consumo em esfera mundial; com
isso, o que Ianni (1997) denominou de produção e reprodução socialmente
contraditória, desigual e combinada do capital e dos valores culturais e
espirituais em esfera global se concretiza. Há uma concepção de trocas, fixos e
fluxos, submete o Estado aos interesses transnacionais, sejam produtivos ou
especulativos, em nome da “modernização do país”.
A intensificação do capital em um determinado espaço, artificializando as
relações sociais e excluindo mais do que incluindo populações vulneráveis28,
nos leva à reflexão de que em um mundo globalizado marcado e fundamentado
na informação como império, temos no processo histórico (contemporâneo).
Santos (1999). Desta forma haveria a coexistência de três mundos possíveis
em um só: o da aparência, que tomou forma de “verdades”, dada a repetição
(mais midiática nas nações do mundo) com representações simbólicas de
“grande aldeia”, sob domínio do inglês. O segundo seria o mundo
materialmente dado, com as grandes disparidades da globalização na perda da
qualidade de vida e no aumento da pobreza; e por fim, temos o terceiro: o
mundo com seu potencial, ou seja, a globalização possível ou outra
globalização condicionada ao assentamento de outros paradigmas
econômicos, político-institucionais e éticos, lastreados por uma autêntica
cultura de paz (SANTOS, 1991).
Dentro da perspectiva econômica, Cano (2000) afirma que a
globalização está ligada a uma orientação neoliberal que traria o aumento da
dependência financeira da economia nacional. Para os autores, o
neoliberalismo como uma orientação política reinante na década de 90, tanto

                                                                                                               
27
Esse processo de integração econômica e cultural em esfera global tem sido um fator
preponderante em todo o século XX, porém alguns marcos merecem destaque, um deles é o já
mencionado no texto supra e o outro para nos atermos a apenas dois destes momentos é o fim
da Guerra Fria com a dissolução do bloco soviético e a intensificação e extensão do
desenvolvimento capitalista.
28   Esse processo foi marcado historicamente pela base territorial como o espaço no qual o
homem se insere ao mesmo tempo de forma harmoniosa e conflituosa com a natureza. Nesse
sentido, o longínquo e o próximo, o mundial e o local passariam a compor a nova redefinição
das relações sociais de subordinação e/ou hegemonia no espaço e no tempo (SANTOS, 1999).

 
nos países centrais, quanto nos periféricos, é um mal distribuidor de riqueza e
mau gerador de emprego29:
Dentre as alterações geradas pelo processo de globalização bem como
seus desdobramentos político-econômicos, o caso da influência do
neoliberalismo na América Latina temos como marco o “Consenso de
30
Washington” . A América Latina, nos anos de 1990, tornou-se bastante
disponível para a expansão dos fluxos internacionais de bens, serviços e
capital; para o acirramento da concorrência nos mercados internacionais e para
a maior integração entre os sistemas econômicos nacionais, (GONÇALVES,
1998).
Mas, a América Latina se constituiu em um espaço cuja história colocou
limitações e podemos destacar: a vulnerabilidade externa, o atraso tecnológico,
ausência de uma infraestrutura, a crise fiscal do Estado e o alto endividamento
externo etc. (AYERBE, 1998). Para o Brasil, em particular, as estratégias
recomendadas no Consenso de Washington foram estas:

a) a rápida privatização das empresas estatais (federais e estaduais),


principalmente as de caráter estratégico (tais como telecomunicações
e energia) para compor “caixa” para o pagamento das dívidas externa
e interna;
b) as reformas constitucionais – sobretudo na área fiscal – para
redução dos impostos sobre os capitais privados;
c) a desregulamentação dos aspectos econômicos em todas as
instâncias;
d) a flexibilização dos direitos trabalhistas;
e) a redução dos investimentos estatais em políticas públicas básicas,
e
                                                                                                               
29   Mais de oitenta por cento da população mundial vivem em condições de pré-modernidade
nos países do Sul periférico. Por outro lado, menos de vinte por cento da população planetária
vivem nos países centrais, que detêm aproximadamente vinte por cento da renda. No caso da
América do Sul, o montante de transferência de renda é da ordem aproximada de 14 bilhões de
dólares-ano. Eis o quadro da impossibilidade histórica de uma solução democrática dentro das
leis do mercado capitalista, fato que aumenta a complexidade do dilema democrático
(PACHECO, 1997, p. 116).
30
Esse foi um plano de ajustamento das economias periféricas, endossado pelo FMI e pelo
BIRD para ser adotado nos países do Sul (FIORI, 1995).

 
f) as reformas no aparato burocrático do Estado, a fim de reduzir
gastos em geral, incluindo aquelas em recursos humanos (SAUER,
2002).
As Reformas implicaram em novos arranjos político-institucionais, para
se ajustarem a novos desafios, visando à sinergia maior com as orientações
econômicas internacionais e redefinindo o ‘mundo’ do trabalho no final do
século XX. Tais fatores influíram diretamente na integração dos mercados,
agora numa lógica espacial multilateral de um “Estado mínimo” 31.
Esse cenário para Dowbor (1995) acresce a interpretação acerca do que
ele denomina de “barbárie da acumulação” desse período, ou seja, a
capacidade de aumentar a acumulação e a concentração da miséria, acirrando
mais ainda as diferenças entre a miséria/pobreza e a riqueza concentrada,
elementos que vão dar um caráter cada vez mais multifacetado à questão
social.

3. A formação profissional dos assistentes sociais no Brasil, a questão


social e as implicações para o Serviço Social brasileiro, na opção política
da categoria profissional em seu projeto profissional e societário.

Enquanto proposta consolidada pela categoria, o projeto de formação


profissional do assistente social é um dos documentos que expressam o
projeto ético-político, resultado de um longo movimento de construção coletiva
da categoria profissional. O surgimento do Serviço Social como profissão está
vinculado, desde o seu princípio, à questão social oriundas da contradição
entre capital e trabalho32.

                                                                                                               
31  A ideia do “Estado mínimo”, requeria uma nova forma de atração das Economias Satélites às
nações hegemônicas, com redefinições no papel do Estado, nos aspectos institucionais e
regulatórios. Configurou-se a exigência de um “Estado mínimo, porém forte”, ou seja, um
mínimo de intervenção e com uma forte atuação reguladora com a formulação de arranjos
institucionais (dentre os quais, os de caráter político partidário) para incentivar o mercado.  
32   A primeira expressão da questão social advém do pauperismo decorrente dos impactos da
primeira onda industrializante (NETTO, 2001), com destaque a partir do último quartel do
século XIX, período em que o capitalismo experimenta profundas modificações no seu
ordenamento e na sua dinâmica econômica, com incidência na estrutura social e nas instâncias
políticas das sociedades o desenvolvimento do capitalismo imperialista visava à urgência de
viabilizar um objetivo primário: o acréscimo dos lucros capitalistas através de controles de
mercado. (NETTO, 1992).

 
Segundo Netto (2001), há cinco momentos historicamente importantes
para compreender a questão social. Dessa maneira, a primeira delas é que a
expressão “questão social” surge para dar conta do pauperismo decorrente dos
impactos da primeira onda industrializante, e relacionava-se diretamente aos
seus desdobramentos sociopolíticos, a partir da metade desse século, de
acordo com a segunda nota do autor, a expressão “questão social” entra para o
vocabulário do pensamento conservador33.
A terceira nota destaca que foi apenas em 1867 com o livro “O capital”,
de Karl Marx, que se produziu uma compreensão teórica acerca do processo
de produção do capital, relevando a anatomia da questão social. Na quarta
nota Netto expõe que no período do Welfare State (1945-1970), período dos
trinta anos gloriosos, a questão social e suas manifestações pareciam remeter-
se ao passado, e apenas os marxistas insistiam em assinalar que as melhorias
das condições de vida dos trabalhadores não alteravam a essência exploradora
do capitalismo34. Por fim, na última nota, Netto defende que não se trata de
uma nova questão social uma vez que a emergência de novas expressões da
questão social35 é decorrente da ordem do capitalismo.
Em consonância a esse pensamento, Iamamoto (2010) aponta que a
questão social é indissociável da sociabilidade capitalista e que esta
condensaria então o conjunto das desigualdades e lutas sociais, produzidas e
reproduzidas no movimento contraditório das relações sociais, tendo alcançado
a plenitude de suas expressões e matizes em tempo de capital fetiche.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   
33
Com o caráter de urgência para manutenção e a defesa da ordem burguesa, a questão social
perde paulatinamente sua estrutura histórica determinada e é crescentemente naturalizada,
tanto pelo pensamento conservador laico como no do confessional, no primeiro as
manifestações da questão social eram vistas como características inelimináveis, de toda e
qualquer ordem social e para amenizá-las e reduzi-las era preciso uma intervenção política
limitada, enquanto que para o segundo, a gravitação da questão social só era possível com
uma exacerbação da vontade divina. Assim, para ambos, a questão social é objeto de ação
moralizadora, o enfrentamento de suas manifestações deve ser função de um programa de
reformas que preserve a propriedade privada dos meios de produção.
34
Já a partir da década de 1970, com o esgotamento da onda longa expansiva, o capitalismo
mostrou que não havia nenhum compromisso social, e a intelectualidade acadêmica descobriu
uma nova questão social.
35
Robert Castel, sociólogo e filosofo francês, em seu texto “As metamorfoses da questão
social”, de 1998, assinala que a “questão social” é uma aporia fundamental sobre a qual uma
sociedade experimenta o enigma de sua coesão e tenta conjurar o risco de sua fratura. Numa
mesma linha de pensamento, Rosanvallon (1998) ressalta que as transformações
contemporâneas decorrentes da crise da década de 1970, fez surgir uma nova questão social,
em suas análises dos sistemas seguradores, e do Estado-providência que quase conseguiu
vencer a antiga insegurança social e vencer o medo do futuro.

 
A formação profissional enquanto processo permanente de qualificação
e atualização deve ser um projeto elaborado coletivamente, articulado, e
comprometido com a definição de que profissional se pretende formar; para
que formar e para quem formar (Abepss/Cedepss, 1997). Nessa perspectiva,
as pesquisas sobre a formação profissional necessitam ser fortalecidas no
contexto em que as metamorfoses no mundo do trabalho incidem para além de
competência técnica em lidar com a questão social. O projeto de formação aqui
tratado coloca a sua responsabilidade, contemporaneidade e potencialidade
face aos desafios que emergem para a graduação em Serviço Social36.
Para Abramides (2006) as Diretrizes Curriculares de 1996 são a
referência da formação profissional articulada ao exercício profissional e
buscam a direção estratégica da profissão, que implica em mediações políticas,
teóricas, culturais, éticas e técnico-operativas que articulem o projeto
profissional à conjuntura nacional e ao mercado de trabalho, onde se efetivam
as reais condições de trabalho do assistente social.
Essa perspectiva que articula a profissão à realidade envolve a definição
da questão social como eixo central da formação profissional, pois isso
pressupõe compreender a vinculação da profissão com as novas configurações
da questão social, no interior do processo de reprodução da relação entre
capital e trabalho” (ABESS/CEDEPSS, 1996, p.149). Assim, o trabalho do
assistente social é a expressão de movimento que articula conhecimentos, luta
por espaços no mercado de trabalho, competências e atribuições privativas,
com base nos marcos regulatório do exercício profissional (regulamentação
profissional, Código de Ética, Diretrizes Curriculares da formação profissional),
e o projeto ético‑político é o aporte que configura a direção social ao trabalho
profissional pois, inserida na divisão do trabalho, a profissão Serviço Social
atua nos âmbitos da produção material e reprodução ideológica da vida social e
intervêm de forma continuada e estratégica sobre os reflexos da questão
social.

                                                                                                               
36   Podemos dizer que na formação profissional, o que se põe em discussão é o próprio perfil
do profissional que se pretende assegurar: um técnico treinado para intervir num campo de
ação determinado com a máxima eficiência operativa, ou um intelectual que, habilitado para
operar numa área particular, compreende o sentido social da operação e a significância da
área no conjunto da problemática social (NETTO, 1996, p.125-6).

 
4. Conclusões.

Sobre a globalização, como um processo determinado historicamente,


pode-se afirmar que por meio dela muitas evidências foram levantadas para
que as lideranças políticas no Brasil pactuassem com os atores e grupos
hegemônicos da sociedade brasileira, a fim de incorporarem as reformas por
ela veiculadas, dentre elas, a privatização dos setores de infraestrutura, por
exemplo.
O desenvolvimento do Serviço Social no Brasil, no Século XX,
representa indiscutivelmente um giro de seu projeto profissional na direção de
uma tradição de pensamento fundada no materialismo histórico enquanto
referencial teórico hegemônico, que indubitavelmente requisita uma prática
política contestatória e crítica. O Serviço Social, enquanto profissão, se
constitui a partir das dimensões [indissociáveis] técnica e teórico-metodológica,
que se articula a seu caráter interventivo no trato das expressões da questão
social, o que implica também uma orientação ético-política articulada a uma
práxis social crítica pautada no projeto ético-político (o projeto profissional).
Sendo assim, a direção social que foi construída ao longo desse processo tem
que ser cotidianamente defendida e (re)afirmada como uma opção política e
teórico-metodológica por seus sujeitos.
Para Barroco (2008) a defesa dos princípios que balizam o projeto ético-
político do Serviço Social não podem assumir um caráter liberal conservador ou
interpretações ideologizadas e frequentemente utilizadas para justificar um
reformismo social, pois, para o pensamento liberal, princípios como liberdade,
justiça social e democracia significam considerar a igualdade entre os
indivíduos como mero fundamento jurídico, em detrimento da contradição das
relações sociais fundadas na exploração do trabalho.

5. Bibliografia

AYERBE, L. F. Neoliberalismo e política externa na América Latina. São


Paulo: Fundação Editora da UNESP, 1998.

BARROCO, Maria Lúcia S. Ética: fundamentos sócio históricos. São Paulo:


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Cortez, 2008b.

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______. Cinco Notas a Propósito da “Questão Social”. In: Temporalis.


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n. 3. Brasília, ABEPSS, 2001.

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SOUSA SANTOS, B. Pela mão de Alice: o social e o político na pós-


modernidade. São Paulo: Cortez, 1997.

 
A EXTENSAO UNIVERSITÁRIA COMO POTENCIAL PARA A FORMAÇAO
DO ASSISTENTE SOCIAL.

Maria das Gracas Rodrigues Mendes*


Ana Paula Silveira de Morais Vasconcelos
Eveline de Sousa Landim
Jéssica Araújo de Carvalho;
Régia Maria Prado Pinto
Thacyana Karla de Araújo Ferreira
Thais Cristine de Queiroz Costal.

Resumo

o presente artigo propõe uma reflexáo sobre a extensáo universitária como


espaco de tormacao articulada com a prática profissional. Usamos como
experiencia o Programa de Educa<;ao pelo Trabalho para a Saúde - PET-
Saúde, este se caracteriza como instrumento de qualificacáo em servico para
estudantes dos cursos de qraduacao da área da saúde. Apresentaremos as
acoes do PET -Saúde realizadas pelos docente e discente da Universidade
Estadual do Ceará em parceria com a Coordenadoria de Gestao do Trabalho e
Educacáo na Saúde (Cogets). Esse programa se apresenta como espaco de
articulacáo entre ensino, servico e comunidade na busca de mudanca na
torrnacáo dos profissionais ainda em torrnacao e aquele já graduados. O
objetivo é socializar a experiencia vivencia da por estes estudantes através da
insercáo precoce nos servicos de saúde e nas comunidades fortalecidos pelo
processo de ensino-aprendizagem em servico, A metodologia utilizada foi
abordagem qualitativa, observacao participante e pesquisas bibliográfica e
documental.

Palavras Chaves: Servico Social. Saúde. Forrnacao profissional.


Interdisciplinaridade.

                                                                                                               
*   Assistentes Sociais, mestrandas em servíco Social, Trabalho e Questáo Social pela UNIVERSIDADE
EST ADUAL DO CEARÁ (UECE); bolsistas da Coordenacáo de Apertelcoarnento de pessoal de nível
superior (CAPES) e Fundacáo Cearense de Apoio ao Desenvolvimento Científico e Tecnológico -
FUNCAP.E-mails:mgrmendes@yahoo.com.br; anapaulasilveirass@yahoo.com.br ;
evelinelandim@yahoo.com.br; jessica_araujo88@yahoo.com.br regiapradop@hotmail.com;
thacy_mp@yahoo.com.br ; thaisc_costa@hotmail.com

 
O Sistema Único de Saúde constitui-se a partir da promulgação da
Constituição Federal Brasileira em 1988. Além de reconhecer a saúde como
um direito de todos e dever do estado determinou que este fosse o responsável
pela formação dos seus recursos humanos.
O Programa Nacional de Reorientação da Formação Profissional em
Saúde (Pró-Saúde) constitui-se como uma iniciativa do Ministério da Saúde, da
Secretaria de Gestão do Trabalho e da Educação na Saúde (SGTES) em
parceria com o Ministério da Educação, com o Instituto Nacional de Estudos e
Pesquisas educacionais Anísio Teixeira (INEP) e apoio da Organização Pan-
Americana de Saúde (OPAS) na direção de atender aos preceitos
constitucionais de reorientar a formação para o SUS e fazendo-o ainda na
graduação.
O referido programa tem como objetivo integrar ensino-serviço,
reorientando a formação profissional por meio de uma abordagem integral do
processo saúde-doença, nos três eixos: orientação teórica, cenários de prática
e orientação pedagógica com ênfase na atenção primária (BRASIL, 2007).
O programa acima referendado foi regulamentado pela Portaria
Interministerial MS/MEC nº 2.101, de 03 de novembro de 2005, contemplando,
inicialmente, os cursos de graduação das profissões de nível superior que
compõem as equipes de Saúde da Família e de Saúde Bucal da Estratégia de
Saúde da Família, que são: Enfermagem, Medicina e Odontologia. Com a
publicação da Portaria Interministerial MS/MEC nº 3.019, de 27 de novembro
de 2007, o programa ampliou-se para os demais cursos de graduação da área
da Saúde.
Em consonância com o pensamento de Ceccim; Feuerwerker (2004),
observamos que apesar das iniciativas de mudanças a formação dos
profissionais de nível superior ainda segue modelos “essencialmente
conservadores”. Ainda em consonância com esses autores, reconhecemos que
Ministério da Saúde percebe a necessidade de reorientação da formação de
saúde, para a qualificação da gestão, da atenção e do controle social.
Acrescentamos que a referida instituição vem implantando estratégias de
superação desse modelo de formação ultrapassado e que não atende as
necessidades do SUS.

 
O Programa de Educação pelo Trabalho para a Saúde, o PET-SAÚDE,
caracteriza-se como instrumento de qualificação em serviço para estudantes
dos cursos de graduação, que precocemente tem contato com o sistema
público de saúde podendo assim orientar sua formação para o mesmo e de
forma a atender suas demandas.
O Programa de Educação pelo Trabalho para a Saúde – PET foi
implementado em 2009 através da Portaria Interministerial nº 1.802 de 26 de
agosto de 2008. O mesmo tem como uma das propostas promover a formação
de grupos e equipes de aprendizagem para o desenvolvimento de áreas
estratégicas no âmbito da política de saúde, mas para potencializar a relação
ensino-aprendizagem faz-se necessário uma importante ferramenta: a
interdisciplinaridade.
Esse programa é executado no modelo de extensão universitária
complementando o tripé ensino e pesquisa da graduação. A Extensão tem o
papel de fazer o aluno ultrapassar os muros da Universidade e conhecer a
realidade na qual irá atuar após sua formação.
Na Cidade de Fortaleza, as ações do PET-Saúde são realizadas através
da parceria entre as seguintes instituições: Universidades Estadual do Ceará -
UECE; Universidade Federal do Ceará - UFC; e da Universidade de Fortaleza
– UNIFOR, com a Coordenadoria de Gestão do Trabalho e Educação na
Saúde (Cogets) é um órgão da Secretaria Municipal de Saúde, no entanto nos
deteremos à experiência da UECE, pois é a única dentre as três instituições de
ensino que tem o curso de graduação em Serviço Social.
Fortaleza anteriormente ao Pet-Saúde vivenciou outra experiência que
se assemelhava em diversos aspectos que foi A Liga de Saúde da Família.
Essa experiência se desenvolveu nas duas Universidades Públicas da cidade.
Nestes dois momentos os estudantes e professores puderam de forma
evidente experimentar um modelo de formação com um diferencial e potencial
incomparável para a formação dos estudantes.
Dentre os diferenciais que esse modelo formativo pode ofertar ao
educando, podemos destacar os seguintes aspectos: a inserção precoce no
serviço de saúde e no território; a construção dos conhecimentos mediados
pela prática e sua relação com a teoria que eles já conheciam ou se motivam a
conhecer a partir do contato com a realidade; e a atuação em equipes

 
multidisciplinares que favorece a troca de saberes, a interdisciplinaridade
articula-se com a clínica ampliada.
Para Vasconcelos (1997, p. 141) a interdisciplinaridade se caracteriza
pela horizontalidade das relações entre os sujeitos que compõe as equipes e
grupos, o objetivo é a troca de conhecimentos entre as diferentes disciplinas.
Ortiz (2011, p. 195) concorda e ressalta, “(...) uma atuação interdisciplinar é,
portanto, aquela que possibilita a interlocução horizontal entre os diversos
saberes e práticas, sem desconsiderar as particularidades de cada profissão,
nem a natureza da contribuição de cada um dos sujeitos envolvidos”.
O aluno aprovado no processo seletivo para compor as equipe eram
agrupados em equipes com um representante de cada uma das categorias
profissionais integrantes do programa daquela Universidade. Esse era para a
grande maioria o primeiro momento em equipe multiprofissional que podiam
experimentar.
Suas atividades eram divididas entre atividades no serviço de saúde,
que englobava atividade dentro da instituição de saúde em si e no território, ou
seja, na comunidade, fazendo atividades coletivas de saúde, como: promoção
da saúde; educação e ou assistência domiciliar.
Outras atividades também compunham o processo formativo, são elas:
as reuniões gerais; as rodas de categoria; as reuniões de equipe. A primeira
era um momento coletivo de planejamento do “grupão”, onde se fazia os
encaminhamentos gerais do programa.
O segundo consistia em um olhar mais apurado para o fazer da sua
categoria na Estratégia de Saúde da Família - ESF, buscando referências de
como atuar e que inflexões eram possíveis sobre a prática da sua profissão
naquele espaço. No caso do Serviço Social buscou-se referências
principalmente nas experiências de profissionais da área no campo da ESF,
bem como referenciais teóricos que subsidiassem a discussão fundante que é
a atuação profissional, suas especificidades na área da saúde e no saúde da
família.
A última consistia em uma reunião da equipe para planejamento,
discussão de caso, problematização de situações de saúde e também
afinamento do relacionamento interpessoal, pois o convívio às vezes gerava
conflito e o mesmo precisava ser resolvido pelo conjunto para que essas

 
divergências não atrapalhasse o desenvolvimento do grupo, bem como aquele
também pudesse ser um momento formativo.
Eles estavam trabalhando a partir de uma mudança de paradigma, não
havia um “chefe” na equipe e sim uma relação horizontal e percebiam que o
conhecimento adquirido em anos na graduação não seria suficiente para
solucionar todas as demandas que chegariam e por isso precisariam articular-
se com os demais colegas e esse processo é lento e precisa ser potencializado
cotidianamente.
Contudo, possibilitar essa “horizontalidade” é o principal desafio quando
se fala em interdisciplinaridade, isso porque nas relações entre equipes e
grupos o “Saber” ainda é considerado como um “Saber-Poder”, centrado na
figura de um sujeito prioritário, que toma decisões e define as estratégias de
ação sem considerar as outras formas de conhecimento. Sampaio (1989) deixa
claro que a interdisciplinaridade “deve ser uma comunicação entre os domínios
do Saber” (SAMPAIO, 1989, p. 83).
Os atores envolvidos devem ter a clareza de que suas formas de
conhecimento apresentam limites de acordo com as particularidades de seus
objetos de estudo e intervenção profissional. É preciso conhecer minimamente
o objeto de intervenção de cada profissional que integra as equipes e grupos,
logicamente que isso só será possível a partir do estabelecimento de uma
relação dialógica e respeitosa do ponto de vista ético entre os profissionais,
para somente assim, identificar os possíveis pontos de intercessão no trabalho
a ser realizado. (ORTIZ, 2011, p. 194).
É comum os profissionais e atores envolvidos nos processos de
aprendizagem e espaços socioocupacionas confundirem a interdisciplinaridade
com conceitos semelhantes como multidisciplinaridade37;
transdisciplinaridade38 e pluridisciplinaridade39. Os sujeitos comumente trocam
informações sobre os casos, e definem essa troca como “interdisciplinar”. Na
concepção de Ortiz (2011, p. 194) é insuficiente conversar sobre a demanda.
“Às vezes qualifica-se uma reunião como trabalho interdisciplinar outra
tendência completamente diferente, na qual se faz uma reunião, em que todo

                                                                                                               
37
O trabalho acontece de forma isolada, geralmente com troca e cooperação mínima entre as disciplinas.
38
As disciplinas se agrupam de forma justaposta, cada sujeito toma as decisões de forma isolada.
39
Propõe-se a criação de um campo de autonomia teórica, disciplinar e operativa.

 
mundo emite uma opinião, debatem sobre determinado assunto e fazem um
relatório.”
Incentivar práticas interdisciplinares nos espaços de formação
profissional como o PET implica em capacitar os sujeitos para socialização do
conhecimento, para a convivência e para o exercício da aprendizagem diante
da pluralidade de saberes.

(...) a interdisciplinaridade, favorecendo o alargamento e a


flexibilização no âmbito do conhecimento, pode significar
uma instigante disposição para os horizontes do saber.
(...) Penso a interdisciplinaridade, inicialmente, como
postura profissional que permite se pôr a transitar o
“espaço da diferença” com sentido de busca, de
desenvolvimento da pluralidade de ângulos que um
determinado objeto investigado é capaz de proporcionar,
que uma determinada realidade é capaz de gerar, que
diferentes formas de abordar o real podem trazer.
(RODRIGUES, 1998, p. 156)

Não se espera que a promoção da interdisciplinaridade seja um campo


de relações harmoniosas entre os sujeitos, pois historicamente a fragmentação
do saber desenvolveu uma cultura do trabalho individual e disciplinar, no qual
as decisões foram tomadas de modo isolado.
Se as ações do PET pressupõem ações coletivas, nada mais coerente
do que fomentar a interdisciplinaridade com o objetivo de contemplar as
múltiplas dimensões presentes nas questões e demandas da saúde, aliando
saberes científicos à possibilidade de transformação da realidade.
Os estudantes de Serviço Social da Universidade Estadual do Ceará
estiveram presentes e puderam compartilhar práticas e saberes nesse
processo formativo, bem como essa experiência trouxe um diferencial para
suas formações.
Muitos foram os aprendizados forjados nesses encontros, muitas
tecnologias leves foram construídas, mas o mais importante se formaram
profissionais que futuramente conseguiram articular os princípios do Sistema

 
Único da Saúde com o Projeto Ético-político da profissão e saberão com atuar
em equipe superando a dimensão da multiprofissionalidade e trabalhando
verdadeiramente de forma interdisciplinar.

Bibliografia

BRASIL. Ministério da Saúde/ Ministério da Educação. Programa de


reorientação da formação profissional em saúde- Pró-Saúde: objetivos,
implementação e desenvolvimento potencial. Brasília: Ministério da Saúde,
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uno e o múltiplo nas relações entre as áreas do saber. São Paulo: Cortez:
1998.

SAMPAIO, C.C: Interdisciplinaridade em questão: análise de uma política


voltada à mulher. In: Serviço Social e interdisciplinaridade. São Paulo: Cortez,
1989.

VASCONCELOS, E.M. Serviço Social e interdisciplinaridade: o exemplo da


saúde mental. Revista Serviço Social e Sociedade. São Paulo: Cortez, n. 54,
1997.

 
POLÍTICA SOCIAL E SERVIÇO SOCIAL NO BRASIL: OS RUMOS DO
DEBATE, TENDENCIAS E PERSPECTIVAS SOB A ÉGIDE DO
NEOLIBERALISMO

Hiago Trindade de Lira e Silva*


José Whellison Brito dos Santos **

Resumo

O modelo de políticas sociais do Estado neoliberal demanda um perfil


profissional adequado as prerrogativas do grande capital, direcionando, assim,
a intervencáo do Assistente Social a psicoloqlzacao, tocalizacáo e seletividade.
Tendo em vista esta premissa, o objetivo deste texto é problematizar o debate
que vem se delineando sobre a intervencáo profissional no Brasil, bem como
apresentar algumas tendencias e perspectivas que a conformam, diante dos
rebatimentos da crise estrutural do capitalismo e suas inflexóes nas diversas
dirnensóes da sociedade. Para tanto, realizamos uma pesquisa bibliográfica e
documental, que analisa as producoes sobre esta temática nas publicacóes da
revista "Servico Social e Sociedade", no lastro dos anos 2012 e 2013.

Palavras-Chave: lntervencáo Profissional. Pesquisa. Política Social

                                                                                                               
*  Universidade Federal do Rio Grande do Norte (UFRN) hiagolira@hotmail.com
**  Universidade Estadual da Paraíba (UEPB) josewhellison@gmail.com

 
1. lntroducáo:

Este artigo consiste no resultado parcial de duas pesquisas de mestrado,


realizadas nos Programas de Pós-Graduação em Serviço Social da
Universidade Federal do Rio Grande do Norte (UFRN) e Universidade Estadual
da Paraíba, financiadas pelo Centro de Aperfeiçoamento de Pessoal de Ensino
Superior (CAPES).
O objetivo da publicação foi discutir as principais tendências presentes
nas pesquisas sobre a intervenção profissional do Assistente Social no Brasil,
tomando como principal referência as publicações da revista “Serviço Social e
Sociedade”, enquanto um dos principais meios de divulgação das pesquisas na
área. Para tanto, realizamos uma discussão sobre o sentido da pesquisa para a
categoria dos assistentes sociais, retomando alguns aspectos históricos que
marcam o desenvolvimento da produção do conhecimento no Serviço Social,
seguida da apresentação dos resultados da pesquisa, traçando um debate com
outras produções na área.

1. Serviço Social, Pesquisa e construção do conhecimento:

  A pesquisa sobre a intervenção profissional do Assistente Social segue


por um percurso histórico, político e social que fornece elementos para
fugirmos de equívocos já anteriormente vistos e avançarmos na construção do
conhecimento que baliza a intervenção. O desenvolvimento e ampliação da
pesquisa no Brasil e na América Latina a partir da década de 1970, somada ao
seu constante amadurecimento nas três décadas posteriores, mostra um jovem
campo de pesquisa que já possui muitas contribuições para as ciências sociais
aplicadas, mas que ainda desfruta de muitas possibilidades.

Este processo instaurado na década de 1970 significa uma profunda


dinâmica de transformação endógena da profissão, que por sua vez, rima com
as transformações ocorridas no Brasil e no mundo nessa época, como se sabe,
pelo importante significado desse momento, o início da abertura democrática
no declínio da ditadura militar e processo de crise capitalista que pressupõe
sua nova reconfiguração. O denominado “movimento de renovação” (NETTO,

 
2009) marcou uma ruptura com o antigo paradigma Norte-Americano e
Europeu que predominava no Serviço Social brasileiro. Como todo processo de
transformação social, não ocorre um salto qualitativo que gera algo novo,
gradualmente rompe-se com a busca do método da prática, com a
incorporação de metodologias da ação profissional, com a aplicação de teorias,
questiona-se os antigos paradigmas positivistas e fenomenológicos presentes
na profissão (NETTO, 2009).

Esse novo momento é marcado pelo início da construção da sua


“maioridade intelectual” e do seu Projeto Ético Político Profissional. Essas
denominações tentam sintetizar os acontecimentos históricos que desdobram
na atual configuração da cultura profissional, no âmbito acadêmico, consistem
no reconhecimento do campo do Serviço Social na área das ciências sociais
aplicadas pelos órgãos nacionais de pesquisa como o Centro de
Aperfeiçoamento de Pessoal de Ensino Superior (CAPES) e pelo Conselho
Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq), a criação de
programas de Pós Graduação e a consequente ampliação do desenvolvimento
de pesquisas na área (SPOSATI, 2007). Para além da discussão se o Serviço
Social seria ou não uma ciência, o trabalho que vem sendo realizado desde
esse período, como também o já construído nas duas décadas anteriores,
mostrou que independe da denominação somos um campo de construção do
conhecimento com muitas contribuições já realizadas e com muitas a dar.

De forma abrangente, o fator que desenha essa nova fase é o


pensamento coletivo da categoria profissional, de forma consciente, sobre sua
posição na divisão social do trabalho, do seu lugar na estrutura da
sociabilidade capitalista. As manifestações da categoria demostram e
consolidam essa forma de pensar e agir, alguns dos momentos históricos que
ratificam isso, é a realização do “Congresso da Virada”40 em 1979, seguido de
aprovação do Código de Ética do Assistente Social em 1993 e das Diretrizes
Curriculares da ABEPSS em 1996, sendo esta última uma preocupação na

                                                                                                               
40
Um debate mais abrangente sobre o assunto pode ser encontrado na publicação do
Conselho Federal de Serviço Social (CFESS), de 2012, intitulada “Seminário Nacional: 30 anos
do Congresso da Virada”.

 
forma de pensar uma formação profissional qualificada, voltada já aos novos
princípios que norteiam a profissão.

Tendo como principal influência o pensamento crítico da teoria social de


Marx os ideais de emancipação humana, liberdade e igualdade passam a
predominar como princípios que direcionam a ação e o pensamento da
categoria (NETTO, 2009). Essa vertente, predominante nas produções
acadêmicas, torna-se a principal linha de pensamento que influência os
estudos na área, desdobrando em importantes publicações, consideradas
clássicas para o Serviço Social. Sem dúvida, uma das mais significativas
contribuições foi a percepção do sentido político da profissão, de sua ação
dentro de uma sociedade de classes, proporcionando sua visão de trabalhador
a serviço da classe trabalhadora. Implicando a consciência de ser ao lado do
sentido caro de para quem servir, construindo hoje o que chamamos de Projeto
Ético Político (IAMAMOTO et al, 2008).

A pesquisa mostra-se como uma importante forma de produzir


conhecimento sobre a realidade e subsidiar a ação, avançando na
compreensão do modelo de sociedade capitalista, na sua organização de
Estado, nas políticas que construímos e objetivamos, no nosso modo de fazer.
Tornando-se uma importante ferramenta da qual não podemos mais nos
desvincular, tendo em vista o sentido dinâmico de crescimento que propicia.

Instrumento de nossa análise, um dos resultados e símbolo desse


processo de amadurecimento foi a criação da revista “Serviço Social e
Sociedade”, esta, assim como outras, tornou-se um importante espaço de
socialização da produção do conhecimento na área, um meio de tornar público
e disseminar resultados das pesquisas na área e afins, sobre questões de
interesse da categoria e do público em geral.

A “Serviço Social e Sociedade” foi criada em 1979 e é reconhecida como


a primeira revista de circulação nacional na área e manteve-se ativa desde
então, com um fluxo regular e já chegou a mais de 100 publicações. Conta com
um denso Conselho Editorial composto por pesquisadoras reconhecidos na
área, dentre elas Maria Carmelita Yazbek, Maria Inês de Sousa Bravo e Raquel

 
Raichelis, autoras com uma densa bibliografia publicada sobre diversas
temáticas e que são atores participes da história do Serviço Social no Brasil.

Tem classificação A1 no padrão nacional do “Sistema Qualis Periódicos


da Capes/MEC” o que mostra, não só por isso, mas também pelo seu histórico,
o reconhecimento enquanto uma revista qualificada e de leitura recomendada
para profissionais, pesquisadores e estudantes, através da qual é possível
estudar e debater o que vem se discutindo sobre o Serviço Social e as mais
variadas questões de interesse geral e da categoria. Em números, a versão
online completa tem mais de 990.495 acessos em seus artigos41, partindo da
premissa que esse número de leitores esteja espalhado por todo o país, temos
também o efeito do que já está sendo difundido nos distintos espaços.

Analisar a discussão sobre a intervenção profissional presente na revista


nos últimos dois anos, permite analisar quais as principais tendências e
perspectivas apresentadas ao público através de uma síntese do que esta
sendo estudado sobre o tema.

2. Política Social e Serviço Social no Brasil: os rumos do debate:

Analisar o exercício profissional é sempre uma tarefa difícil. Para


compreendê-lo, numa perspectiva que consiga captar sua complexidade e
essência, é necessário situá-lo na totalidade da produção e reprodução
capitalista, percebendo os “fios invisíveis” que compõe o processo de trabalho
da categoria profissional. Neste sentido apesar de compreendermos as
contribuições presentes na revista “Serviço Social e Sociedade” a primeira
constatação do nosso estudo é que ainda precisamos avançar nesse debate.
Corroborando com alguns estudiosos do Serviço Social que discorrem sobre a
dimensão interventiva da profissão, a exemplo de Guerra (2011), fazem-se
necessárias as produções da categoria se debruçarem amplamente sobre o
conhecimento do exercício profissional.

                                                                                                               
41
Informações disponibilizadas pelo endereço eletrônico dessa revista, encontrado em:
http://scielo-log.scielo.br/scielolog/scielolog.php?script=sci_journalstat&lng=pt&pid=0101-
6628&app=scielo&server=www.scielo.br

 
O levantamento das publicações dos 2012 e 2013 da revista “Serviço
Social e Sociedade” evidencia um grupo de pesquisas que tratam sobre o fazer
profissional em espaços sociocupacionais específicos, sendo eles: educação,
empresas e o sociojurídico. Assim como, estudos sobre aspectos que
compõem a intervenção profissional, como a inserção dentro dos atuais
modelos de proteção social, a dimensão da pesquisa e configurações de
trabalho. Além disso, é perceptível a predominância das análises dentro do
campo da teórica crítica marxista, perceptível pelos aspectos de metodologia e
categorias de analise.

No entanto não podemos deixar de considerar que, tendo como referência


o lastro dos dois anos estudados, as publicações que tratam especificamente
sobre o fazer profissional ainda são tímidas. Das 8 edições, contendo 61
artigos, 14 abordavam sobre o fazer profissional, dos quais, apenas dois
tratavam a temática de forma mais abrangente e universalizada, discutindo a
intervenção como um todo, para além de seus desdobramentos em políticas
específicas. Desta forma, realizamos uma analise ampliada com as
contribuições presentes nessas edições, dando foco a temática da intervenção
como um todo.

Seguindo na discussão, partimos do pressuposto que a análise da


intervenção profissional não pode ser desenvolvida se descolada de uma
análise das determinações e transformações societárias que embalam a
sociedade na exata medida em que elas trazem rebatimentos para as diversas
profissões e, mais particularmente, para o Serviço Social. Estamos querendo
chamar atenção, para a necessidade de encontrar a chave a nos balizar neste
estudo, a partir da análise da realidade tendo em vista a conformação das
relações sociais que a dinamizam, ou seja, pelo modo como os homens e
mulheres se organizam para produzir e reproduzirem-se num determinado
tempo histórico.

Isso porque, de um lado esses acontecimentos precisam ser


historicizados a fim de que não visualizemos a realidade como eterna e
imutável e, de outro, porque fazem emergir situações com as quais
precisamos, enquanto profissionais, nos posicionar, ou de maneira intelectual,

 
ou mesmo através de alguma prática interventiva, atentando-se para o fato de
que, em nossa compreensão, não há dissociação entre estas duas esferas
(teoria e prática), ou seja, para nós, elas fazem parte de uma mesma
totalidade.

Parece ser consensual, entre as diversas publicações, que o período


compreendido entre o final da década de 1970 e começo da década seguinte
foi responsável por operar modificações substantivas na realidade, impactando
fortemente todas as dimensões da vida social, tanto as subjetivas, quanto as
objetivas. E esse período é central, na exata medida em que carrega o germe
da crise responsável por abalar as bases de acumulação capitalista e expor ao
mundo as contradições e antagonismos inerentes ao sistema de metabolismos
de segunda ordem. Realmente, a chamada crise estrutural do capital
(MÉSZÁROS, 2010) não teve precedentes na história e sua imersão modificou
substancialmente a realidade, para pior.

Suas formas de enfrentamento incidiram sobre as artes, a literatura, no


circuito produtivo de mercadorias, entre tantas outras esferas. Nossa
pretensão, contudo, é chamar atenção para as transformações ocorridas no
âmbito do Estado, das Políticas Sociais e consequentemente do Serviço Social.

As saídas do capitalismo pra conseguir reerguer-se ocorrem com a


instauração de seu reconfigurado e novo molde de ação, o neoliberalismo, que
caracteriza-se pela retomada do liberalismo clássico, visto principalmente no
início das primeiras décadas do século XX, na ideia de “mão invisível do
mercado” através da qual teríamos a total independência do mercado e a
retração de poder do Estado regulador (MÉSZÁROS, 2010). O seu molde
reconfigurado, conta com respaldo estatal para retração de direitos trabalhistas,
aliada a ampliação da precarização do trabalho, e, tocando especificamente no
ponto que mais nos interessa para o foco deste artigo, a reestruturação
produtiva no próprio aparelho do Estado e a redução dos denominados “gastos
sociais”, enxugar os gastos com políticas sociais que, de forma precária e
privatizante, passam a ser de principal responsabilidade da “sociedade civil”.

O Assistente Social é afetado duplamente por essas transformações, por


fazer parte da classe mais afetada por esse processo, a trabalhadora, e sofrer

 
com as características gerais de precarização dos seus meios de reprodução
social, e, por ser uma profissão em sua maioria vinculada a instituições
públicas que objetivam políticas sociais cada vez precarizadas direcionadas a
uma classe cada vez mais pauperizada.

O Estado estabelece a dinâmica de investimento num modelo de proteção


social que prioriza a garantia de mínimos sociais ao mesmo que precariza a
prestação de políticas sociais mais estruturantes, como saúde, educação,
emprego e previdência. Como afirma Mota (2007, p. 129), discutindo
especificamente o caso das políticas sociais que compõem a seguridade social,

[...] longe de formarem um amplo e articulado mecanismo de


proteção, adquiriram a perversa posição de conformarem uma
unidade contraditória: enquanto a mercantilização da saúde e
da previdência precariza o acesso aos benefícios e serviços, a
assistência social se amplia, transformando-se num novo
fetiche de enfrentamento à desigualdade social.

. Particularmente, depois que o neoliberalismo é aceito como sistema


sócio-econômico e político – nos países de capitalismo central por volta de
1970/80 e, no Brasil, em 1990 – passa a determinar o modo pelo qual devem
ser desenvolvidas as políticas sociais. Nesse contexto, merece atenção dois
aspectos: a perda do caráter civilizatório do capitalismo, acompanhado da
instauração de uma nova fase, na qual não é mais possível conjugar, em
nenhuma medida, crescimento econômico com a dimensão social.

Estas relações estabelecem impactos para a categoria profissional. A


forma do Estado de intervir nas expressões da “Questão Social” propõe um
determinado direcionamento para a intervenção profissional, ou seja, o formato
dos serviços sociais e/ou políticas sociais assim como sua forma de
organização influenciam na intervenção profissional.

O rearranjo do conjunto das relações sociais impõe novas requisições e


demandas a categoria profissional. Estas demandas, segundo Mota (1997, p.
52), constituem
[...] requisições técnico-operativas que através do mercado de
trabalho incorporam as exigências dos sujeitos demandantes.
Em outros termos elas comportam uma teleologia dos
requisitantes a respeito das modalidades de atendimento de
suas necessidades.

 
Tendo em vista que o trabalho profissional não fica ileso as mudanças
ocorridas nas políticas sociais, estas demandas, por sua vez, suscitam
respostas a serem desenvolvidas pelos/as Assistentes Sociais nesta
conjuntura. Para tanto,
[...] se as demandas, com as quais trabalhamos são saturadas
de determinações (econômicas, políticas, culturais,
ideológicas), então elas exigem mais do que ações simples,
repetitivas, instrumentais, de rápida execução, de resolução
imediata, de decisões tomadas em caráter de urgência, isentas
de conteúdos ético-políticos. Elas implicam em intervenções
emanadas de escolhas ético-políticas, que passem pelos
condutos da razão dialética e das escolhas conscientemente
refletidas, inscritas no capo dos valores universais. (GUERRA,
2005, p. 25).

A discussão sobre a intervenção profissional é essencial para a


categoria profissional neste momento, cabe problematizar qual a direção que a
intervenção profissional segue diante da atual conjuntura de crise. O Projeto
Ético Político do Serviço Social, conquistado por um longo processo de
articulação e luta, fundamenta a intervenção profissional e afirma sua
vinculação com o projeto societário dos trabalhadores em contraposição à
hegemonia burguesa. Diante disso, uma problemática instaura-se,

[...] corre-se o risco de um retrocesso da profissão às suas


origens, de operarmos a redução pscicologista do projeto
profissional. Em outras palavras, à medida que a ambiência
cultural atual é bastante propicia a deixar os indivíduos a cargo
de si mesmos, a regatar as soluções individuais, a enfatizar os
rebatimentos e as soluções interpessoais, a criatividade, a
razão subjetivista instrumental, a concepção da sociabilidade
individualista do ‘salve-se quem puder’, o projeto profissional
fica refém das investidas na sua psicologização (GUERRA,
2005, p. 26).

As transformações societárias ocorridas, sobretudo, no final dos séculos


XX e no início do século XXI, redimensionam aspectos sociais ocasionando
desafios para diversas práticas sociais, nas quais estão inclusas as atividades
profissionais (MOTA, 1997). No que se refere ao Serviço Social, tem-se
desafios expressos em dois planos:

[...] um, mais visível e imediato, relaciona-se com questões que


afetam diretamente o exercício profissional, como é o caso das
alterações no mercado de trabalho e nas condições de
trabalho; o outro, mais amplo e complexo, refere-se tanto no
surgimento de novas problemáticas que podem ser

 
mobilizadoras de competências profissionais estratégicas,
como à elaboração de proposições teóricos, políticas, éticas e
técnicas que, levando em conta as particularidades do Serviço
Social, apresentem-se como respostas qualificadas no
enfrentamento de questões que lhe são postas (MOTA, 1997,
p. 51).

Todo esse universo das políticas sociais cerca a atuação profissional do


Assistente Social, na exata medida em que a materialização dessas políticas
fornecem a base para o profissional intervir nas expressões multifacetadas da
questão social, que constituem seu objeto ou, como diz Netto (referência), sua
“razão de ser”. As configurações que elas assumem num determinado tempo
histórico, portanto, trazem rebatimentos para a prática profissional.

Reforçamos o argumento de que o estudo sobre a dinâmica da intervenção


profissional é fundamental para a profissão conseguir compreender os
processos nos quais está inserida atualmente. Portando, a pesquisa sobre a
realidade constitui o meio pelo qual o Serviço Social pode abstrair sobre sua
ação e, composto na mesma relação, agir de forma consciente.

Referências

CFESS. Seminário Nacional: 30 anos do congreso da virada. Brasilia, 2012.

GUERRA, Y. Condições de trabalho e projeto ético político do Serviço Social. In:


Seminário Nacional: o trabalho do Assistente Social no SUAS. Brasília: CFESS,
2011.

__________. O Serviço Social frente à crise contemporânea: demandas e


perspectivas. In Revista Ágora: Políticas Sociais e Serviço Social. nº 3. Rio de
janeiro: UFRJ, 2005.

IAMAMOTO, M. V. Relações Sociais e Serviço Social no Brasil: esboço de uma


interpretação teórico metodológica. São Paulo: Cortez, 2008.

__________. As transformações no mundo do trabalho e seus desafios para o


Serviço Social. In: O Social em Questão Nº 1, Rio de Janeiro: PUC-Rio, 1997.

MÉSZÁROS, I. A crise estrutural do capital. São Paulo: Boitempo, 2009.

 
MOTA, A. E. Serviço Social e Seguridade Social: uma agenda recorrente e
desafiante. Revista em Pauta, nº20. Rio de Janeiro: UERJ, 2007.

NETTO, J. P. Ditadura e Serviço Social: uma análise do serviço social no


pós-64. São Paulo: Cortez, 2009.

SPOSATI, A. Pesquisa e produção do conhecimento no campo do Serviço


Social. In: Revista Katálises. Florianópolis, 2007.

 
DISCRIMINACIÓN DEL GÉNERO MASCULINO EN EL APRENDIZAJE DEL
TRABAJO SOCIAL, UNA REALIDAD NATURALIZADA EN LOS
DISCURSOS Y EN LAS AULAS*

Javier Leonardo Becerra Pava **


Oscar Javier Gutiérrez
Jorge Enrique Aponte Otalvaro***

Resumen

La inclusión, la discriminación, la participación, equidad e igualdad, entre


muchos otros, son temas comunes a los trabajadores sociales en el mundo.
Por y con ellos se encuentra a diario en la academia, en la práctica y en la
investigación. Sin embargo, pareciera que este discurso se ha quedado en el
papely resulta contradictorio para quienes en caminamos nuestra formación
profesional en una carrera que pareciera naturalizada como exclusivo
patrimonio femenino.
El ejercicio investigativo que se presenta, se fundamentó a partir del paradigma
emergente con un enfoque cualitativo usando como método la narrativa. Esta
labor fue realizada por dos alumnos para la asignatura: "Identidad Cultural y
Representaciones Sociales" entre agosto y noviembre de 2013 en la Fundación
Universitaria Monserrate (Bogotá-Colombia). Sus resultados, no pretenden
convertir en norma los prejuicios y estereotipos encontrados en un contexto en
el que la relación hombre-mujeres de 50 a 1 sino, dejar sobre la mesa el asunto
como aporte a la construcción del marco teórico y práctico de la profesión.

Palabras claves: Trabajo Social; genero; discriminación; feminismo; narrativas;


cualitativo.

                                                                                                               
*   Investigación realizada entre agosto y noviembre de 2014, como parte del trabajo en el Aula de clase,
para la asignatura: IDENTIDAD CULTURAL Y REPRESENTACIONES SOCIALES, perteneciente al
pensum de V Semestre de formación de Trabajo Social.

**  Estudiantes VI Semestre Jornadas Diurna y Nocturna, respectivamente. Dirección: FUNDACiÓN


UNIVERSITARIA MONSERRATE Calle 72 No. 11-41PBX: 57 12494959 Bogotá, Colombia
javierleonardobecerra@gmail.com silvoscar@hotmail.com

***   Docente, Licenciado en educación básica con énfasis en ciencias sociales de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas, Magister en estudios sociales de la Universidad Pedagógica Nacional

 
Desarrollo del Documento

Los cambios en el discurso de las Ciencias Sociales han dejado como gran
legado la creación de nuevos paradigmas, esos que llamamos emergentes y
que son solo una postura más, una forma alternativa de acercarnos a la
realidad diferente a la propuesta por el positivismo clásico. Las investigaciones
no lineales en las que la escritura dialógica y narrativa se convierten en
herramientas para la producción científica han ganado terreno en los últimos
años y hoyes común encontrar artículos de esta índole en revistas
especializadas. La narrativa se ha convertido en objeto de diversos análisis
discursivos desde el paradigma emergente que en su fin concentra su atención
en la subjetividad, en esa posibilidad inherente al ser de crear a partir de su
experiencia personal, de su relatividad y de su multicausalidad; ese mismo
paradigma que entiende al hombre no como un sujeto individual sino como
sujeto social, que en su vivencia diaria y relación con el entornoconstruye
discursos desde la cotidianidad construye conocimiento, un conocimiento que
no pretende medir ni racionalizar los fenómenos sociales sino más bien
propende por la liberación y emancipación1. Desde allí, desde la construcción a
partir de la narración de la vivencia personal parte esta historia, nuestra historia
que ahora será la de muchos más que podrán a partir de ella construir,
analizar, discutir y un sinfín más de acciones, todas con un solo propósito: el
conocimiento.
Estaba ahí sentado, no en la primera fila, no lo acostumbro; me parece un
atrevimiento de mi parte con tan distinguido cuerpo colegiado que suele ser el
que ocupa generalmente estas sillas, y a la vez, lo considero demasiado banal.
Debo reconocer que a muchos de estos encuentros académicos asisto más
que por interés formativo para mi vida profesional, por esa leve morbosidad que
me causa el conocer la experiencia académica de otros colegas en formación.

                                                                                                               
1   Retomando el Concepto del Paradigma Emergente propuesto por Carlos Angarita, Docente e
Investigador Social de la Pontificia Universidad Javeriana y expuesto en el artículo: "Apuntes de Carácter
Epistemológico y Metodológico para la Investigación Social" en Comunicación preparada para el taller
sobre "Nuevos paradigmas de la investigación social y su incidencia en el estudio de la administración
pública", organizado por la Facultad de Investigaciones de la Escuela Superior de Administración Pública,
ESAP, Bogotá, 23 de septiembre de 2004

 
Siempre me ha gustado comparar, soy un fanático del benchmarkinq2. En otras
ocasiones también lo hago impulsado por lo que se escucha de este o aquel
autor o ponente, por lo que se dice sobre la poca producción literaria y
científica del trabajo social, por la discusión de si es o no una ciencia social con
conocimiento propio o si se lo está arrebatando a la Sociología y en ultimas por
tener una referencia que me sirva en el posicionamiento de mi hoja de vida. Al
final para eso estudiamos, para laborar, para devengar, para vivir bien.
Estuve ahí sentado sin importar la temática, todos al fin y al cabo se relacionan
entre cóncavo y convexo con la profesión, aquí en Bogotá3 en Cali4 e incluso,
en Cartagena ó Medellín5, ciudades en donde encontrándome por cosas de
trabajo, no del social sino de aquel que me permite solventar los gastos de mi
educación y otros tantos, o simplemente en un pasillo cualquiera o en las aulas
de mi universidad, resultó que sin importar el tema tratado o el lugar que bien
tuviera por nicho la charla, las conclusiones involucraron siempre al principio o
al final, de frente o por un ladito, con ánimo conciliador o expiatorio, el
estadístico informe sobre la cantidad de hombres y mujeres presentes como
asistentes, no así como ponentes.
Algo molesto e intimidado por la situación comente en el momento con varios
docentes mi inquietud sobre la pertinencia de cerrar un Congreso Nacional con
un efusivo discurso de marcada tendencia feminista, basado no en las
cualidades o calidades del movimiento tan luchado por aquellas mujeres
trabajadores, sino en la mera comparación burda sobre cual genero ocupaba
más sillas que el otro, en un escenario muy similar al de una competencia
ganadera, en donde lo que se busca y se premia es a aquel ejemplar que
produzca más carne o leche. Perdonarán el símil, pero es que hasta perdimos
la decencia que si acompaña a nuestros ancianos cuando desean contarnos en
número para repartir un dulce o un postre, mi abuela siempre decía: "Con la
                                                                                                               
2   Benchmarking; El benchmarking es una forma de determinar qué tan bien se desempeña una empresa
(o una unidad de esta), comparado otras empresas (o unidades).

3
XIV Congreso Colombiano de Trabajo Social, Universidad Externado de Colombia, Bogotá,

Agosto 14 al 16 de 2013.
4
IV Encuentro Nacional sobre Familia, Universidad del Valle, Cali. Agosto 28 al 30 de 2013
5   Simposio Nuevas Reglamentación en Salud Ocupacional. Mintrabajo, Cartagena, Medellín. Noviembre
de 2012.

 
venia de Dios, perdonen ustedes los cuento". Buscando en la "Enciclopedia
Salvat" de nuestros días, es decir en "Google", encontré varios blogs y páginas
con comentarios escritos por hombres y mujeres de diversas nacionalidades,
españoles, chilenos ó argentinos, en donde se trata el tema de la diferencia de
género entre los y las trabajadoras sociales y que no voy a referir
bibliográficamente porque no deseo viciar esta conversación, por lo cual
prefiero dejar a su libre decisión consultarlos para verificar el credo de mi
afirmación. Con los hombres como protagonistas en el papel estelar de
víctimas o victimarios ya sea desde la angustia que genera ingresar al estudio
de una profesión referida como propia de mujeres o de aquel que denuncia
machismo en el ejercicio laboral de alguna institución en la que los hombres
son alejados del seguimiento a casos de abuso sexual en menores, o
simplemente de aquel que como yo, se siente agredido en público por el conteo
de una mayoría, por el saludo de la docente en clase a sus congéneres, o por
el retiro obligado sobre el seguimiento de un caso por la amenaza de una grave
acusación por acoso sexual de una exasperada madre que no encuentra
ningún otro accionar ante el delicado estado de su hija que ahora y después de
la bulimia ha descubierto ella, se auto inflige con las cuchillas de un tajalápiz en
sus piernas de manera consciente y metódica, la escritura en estos espacios
de la red, pareciera no más que una cuestión de género sin
explicación contundente a alguna diferente del fervor de las hormonas o del
resentimiento del modelo patriarcal de sus autores.
Gilberto Giménez hace una diferencia entre la distinguibilidad de las cosas y la
distinguibilidad de las personas a partir de la identidad, una diferencia causada
en un segundo participante que observa y que no requiere un reconocimiento o
aprobación al referirnos a "cosas", pero si al tratarse de otro, de otra persona.
(Giménez, 1996). Para el autor, basado en las teorías de Habermas, no basta
que las personas sean percibidas como distintas bajo algún aspecto, sino que
deben ser además reconocidas por el otro, lo que llama: reconocimiento social.
En ese reconocimiento del otro, se pudiera establecer que el imaginario social
ha querido encaminar el estudio y práctica del trabajo social como
eminentemente apta y exclusiva para mujeres, es decir, guiar a ese otro de
manera forzada a reconocer el quehacer del oficio como una cuestión de
género, viable para unas y no para otros.

 
Resulta tan contradictorio este ejercicio como irónico si tenemos en cuenta los
mismos valores que promueve el trabajo social y que deberían ser motivo
suficiente para contradecir y eliminar esta situación o presunción de manera
inmediata. Sin embargo y haciendo caso al refrán popular, en la casa de los
trabajadores sociales al parecer el azadón es de palo6 Más allá del
reconocimiento social que cada quien debiera labrar por su actuar profesional y
en el que hombres y mujeres debieran competir en virtud del conocimiento y
por el compartir del mismo en pro de la educación y no del odio como
escribiera Freire:
"La educación que no reconoce un papel altamente formador en la rabia justa,
en la rabia que protesta contra las injusticias, contra la deslealtad, contra el
desamor, contra la explotación y la violencia, está equivocada. Lo que la rabia
no puede es, perdiendo los límites que la confirman, perderse en -un rabiar
que corre siempre el riesgo de resultar en odio." (1997:41).
Teniendo en cuenta lo anterior, el estereotipo de la mujer como dueña y señora
de lo social y todo lo que le atañe y que no podemos negar, le fue
encomendado en los comienzos asistencialistas del Trabajo Social y otras
muchas profesiones. Se visibiliza más como la reivindicación o revancha por
una batalla perdida en otros campos de la igualdad y el acceso a oportunidades
que por el resultado de algún estudio anatómico o cognitivo sobre las
condiciones más favorables de uno u otro género en la realización especifica
de la praxis del trabajo social. Pudiera ser también y atendiendo los discursos
de algunos miembros de grupos feministas como en el caso de Juanita
Barrero7, quien ha llamado la atención sobre este asunto en conferencias y
seminarios, la clara intención de hacer visible y naturalizar de manera arbitraria
lo referente a lo social, al prójimo, al cambio, entre otros pilares del trabajo
social, como dependientes en su análisis y actuación solo desde una
perspectiva de género.

                                                                                                               
6
De la Cultura popular y tradicional: "En casa de herrero, azadón de palo
7  Juanita Barreto es hoy una de las representantes más destacadas de la lucha femenina en Bogotá. Fue
asesora para la Política Pública de Mujer y Géneros de la Alcaldía Mayor y, se le reconoce el incluir en el
Plan de Desarrollo de la capital las propuestas de las mujeres en torno a la planeación de la ciudad y
unas metas específicas para hacer posible el Plan de Igualdad de Oportunidades. Trabajadora Social de
la Universidad Nacional de Colombia, docente y recurrente expositora sobre temas de equidad de género

 
Algunos me dirán con entonado aliento que esta es una discusión a la que el
gobierno, por lo menos en Colombia, le ganó la batalla hace mucho tiempo
cuando siguiendo los lineamientos de alguna política de igualdad, acuñó el
forzado uso del símbolo "arroba" que explicaré más adelante, cosa que de
paso me recuerda un mal chiste pastuso8 que recitaba a diario Justino Guaical,
quien fuera mi profesor de química por allá en mis años dorados de la
secundaria escolar, quien con la sabiduría premonitoria que marcó a aquella
generación, con un gesto alegre al iniciar su clase nos decía: "buenos días a
todas!", a lo que después de una pausa agregaría: "a todas las personas!",
dejando así por el piso, cualquier malhumorado comentario sobre si saludaba
solo a las mujeres de la clase y de paso dejando en el ambiente una gran
enseñanza, al fin y al cabo, más allá de hombres ó mujeres, resultamos siendo
personas.
En mi agitado y entusiasta, corto y a la vez muy interesante paso por los
salones de clase de la Fundación Universitaria Monserrate me he encontrado
con algunas situaciones muy similares pero a las que no les acompaña el
chiste o la broma y ese pequeño asunto marca una gran diferencia. En esta
academia, que desde su creación se ha caracterizado por orientar la formación
de personas comprometidas con el desarrollo personal, familiar y social,
inicialmente con los programas de preparación para el hogar y posteriormente
con programas profesionales y de formación posgraduadal donde actualmente
adelanto mis estudios en trabajo social desde hace tres años, he podido notar
que en un 90 los programas curriculares cuya docencia es encargada a
mujeres corresponde a las temáticas propias de la carrera, como por ejemplo,
campos de acción I y 11, procesos históricos, aproximación a la realidad,
sentido y estructura de la familia, asesoría y educación familiar, trabajo social
individual y familiar, comunidad9, entre otras. Contrario a lo anterior, para las
áreas relacionadas con la formación en contexto, con materias como por
ejemplo, modelos socioeconómicos, sentido del hombre, organización de la
sociedad, sujeto individual, entre otras, la cifra se invierte, y pareciera ser
                                                                                                               
8  En Colombia, se reconoce la expresión "Chiste pastuso" como aquellos que recrean las vivencias de los
habitantes de Pasto, capital del Departamento de Nariño, ubicado en el suroccidente del país en los
límites con Ecuador. Sus gentes se reconocen por su extrema ingenuidad que es ridiculizada para causar
gracia
9
Cifra según la carga asignada a docentes durante el segundo semestre del año 2014.

 
propiedad intelectual casi que exclusiva de hombres10. Los grupos de clase
están compuestos en su gran mayoría por mujeres y en algunos casos su
presencia es exclusiva. Debo referirme también y como complemento a lo
anterior a lo percibido en los eventos académicos en los que priman las
ponentes femeninas que además, en sus consultas bibliográficas por lo menos
con referentes colombianos, resultan ser en su mayoría igualmente del género
femenino pero no así cuando refieren escritores internacionales, donde priman
los del género masculino cuando estos se refieren en ambos casos, a textos
relacionados con temáticas propias del trabajo social.
Lo anterior indicaría que si bien en la formación de los futuros profesionales se
lee a hombres y mujeres en cuanto a autores internacionales se refiere, en el
caso de la consulta nacional resultan ser más libros con autoría femenina y en
la docencia por lo menos en la FUM, se encomienda a las mujeres los
contenidos propios de la praxis profesional, mujeres que a su vez y
seguramente de manera involuntaria, resultan ignorando en cosas tan
elementales como el saludo a los pocos hombres que toman asiento en su
clase.
Si bien se vienen produciendo cambios en las últimas décadas, sigue estando
presente en los imaginarios sociales que las actividades relacionadas con el
mundo privado son esencialmente para mujeres, como por ejemplo el cuidado
y la orientación o consejería, o aquellas que van estrictamente relacionadas a
lo social, a lo afectivo.
Repasemos un poco la historia. En El Colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario11, cuya misión era armonizar la caridad y la justicia social, se crea la
primera escuela de servicio social colombiana en octubre 22 de 1936, que
inicia labores el 3 de abril de 1937. La escuela nace sin la autorización del
Ministerio de Educación, ya que era difícil elevar a nivel universitario a una
mujer para quién aún no existía el bachillerato, y menos tratándose de graduar
profesionales en una profesión poco conocida en el país (Martínez; 1981).

                                                                                                               
10
Análisis hecho durante el mismo periodo.
11   Institución Universitaria de gran tradición en el país llamada hoy Universidad del Rosario, fundada en
1653 y de la cual han salido egresados grandes personajes ilustres y presidentes del país y de la cual fue
catedrático, entre muchos otros celebres, José Celestino Mutis, Francisco José de Caldas y Camilo
Torres.

 
Dieciocho meses después, los primeros diplomas serian firmados por el
entonces Ministro, Jorge Eliécer Gaitán, quien les confería el título de
Visitadoras Sociales a quienes cumplían con los requisitos mínimos. En ese
primer plan de estudios, era notoria la incidencia del género masculino en la
creación de un programa exclusivo para mujeres, más no pareciera así si se
consulta aquel primer pensum: Religión, ética y filosofía, psicología, sociología,
economía política; biología, anatomía, derecho civil, administrativo, laboral;
bacteriología, parasitología y epidemiología; Higiene general de la mujer,
enfermería y primeros auxilios, contabilidad y técnicas de oficina, beneficencia
y asistencia pública, organización de obras sociales, Servicio técnico social; y
para el segundo nivel: Religión, liturgia, doctrina social y ética; psicología
infantil, pedagogía; economía doméstica, puericultura, dietética, higiene de la
mujer; estadística, técnica en encuesta de las visitas sociales y demografía;
ante lo anterior no creo que exista quien pueda afirmar con certeza que las
anteriores están destinadas a unos u otras, pero si el título que se otorgaba:
visitadora. No existió la figura, por lo menos en esos primeros años, del
visitador social.
Esta concepción parece encajar perfectamente en los orígenes asistencialistas
del trabajo social, desarrollado por las damas de la caridad y en el campo de la
salud por las enfermeras. Las características más sobresalientes de esta
primera escuela responden a las condiciones de la época, teniendo en cuenta
además que surge bajo el impulso del sector privado y de la iglesia católica -
con su apoyo financiero-, el Estado no tenía las condiciones económicas
necesarias, razón por la cual los programas sociales fueron, desde su
nacimiento, acordes con los intereses de las clases dominantes (y traducidos
en aspectos importantes de lo que se conoce como la política social),
ejemplarizado en la cita textual de uno de ellos:
"Educar a las mujeres de hogar para que los oficios domésticos cumplieran
eficazmente la función social de crear las condiciones de reproducción de la
fuerza de trabajo presente y futura" (Escobar, 2010).12
                                                                                                               
12   TRABAJO SOCIAL, REFLEXIONES SOBRE LA FORMACiÓN PROFESIONAL Y LAS
HERRAMIENTAS DE INTERVENCiÓN SOCIAL. john Beltrán Escobar. Doctorando del Programa
Interinstitucional en Educación, Universidad Distrital, 2013. Magister en Educación de la Universidad
Nacional de Colombia, 2010. Trabajador Social de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.
Docente UNICOLMAYOR programa de Trabajo Social. axolote3@yahoo.es

 
Sin embargo, podemos aducir lo mismo a otras carreras en sentido contrario
como en el caso de las ingenierías, en donde el estereotipo del hombre fuerte,
el casco y las botas han menguado la posibilidad de considerar a la mujer
ingeniera como procedente para dicha labor. La educación pareciera en
Colombia, estar enmarcada no en una elección de aptitudes, vocación,
intereses o capacidades, sino en el señalamiento de lo permitido o no para este
u aquel género. Tenemos profesiones para mujeres, tenemos profesiones para
hombres en un país que desde su Constitución y contradictoriamente con lo
anterior, nos considera a todos como iguales.
Volviendo al comienzo de esta reflexión, en la pasada versión XIV del
Congreso Colombiano de Trabajo Social, realizado en la Universidad El
Externado, una de las ponentes invitadas a cerrar el encuentro fue la Sra.
Juanita Barrero13, Trabajadora Social egresada de la Javeriana14 y quien se ha
merecido el reconocimiento en el sector por su participación en la formulación
de las políticas públicas distritales de género y por sus posturas intelectuales
netamente feministas. Así, y como es su costumbre, esta vez su ponencia no
podía iniciar de una manera distinta a la consulta de los datos de inscripción.
La cifra no resultó tan contundente como ella hubiera podido esperar, su tono
de asombro fue evidente:800 asistentes, de los cuales 300 resultaron ser
hombres; claramente esta cifra indica un cambio en el rumbo de la profesión,
por lo menos en cuanto a la que se refiere a la participación masculina, debo
repetir y resulto reincidente con mi concepción de que si bien esta inculcado en
el imaginario colectivo que el trabajo social es una profesión para mujeres, esto
no tiene razón alguna, por lo menos no desde la investigación científica.
Resulta más un concepto construido desde lo político, lo cultural, lo histórico y
hasta lo humorístico.
Aunque esta cifra y su comparación pueda resultar para algunos desafiante,
para otros insípida y para algunos más hasta apresurada, fue la misma Barrero
quien después de haber prendido la hoguera intento apagarla con un llamado

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   
13
ídempág. 4.
14   La Pontificia Universidad Javeriana es una universidad privada que pertenece a la Compañía de-jesús
en Colombia, fue fundada en 1604, con más de 400 años de historia, es una de las más antigua del país y
con mayor tradición.

 
de atención a la mujer para retomar el control, para recuperar el protagonismo
pero no desde lo académico sino al parecer desde la asistencia masiva; un
grito desesperado que no llama a la integración, a la construcción conjunta del
saber, a la eliminación de aquellos estereotipos con los que a diario convivimos
los hombres en algunos salones de clase donde el artículo "las" parece
etiqueta obligada que aliena a mujeres y disipa a los hombres como
trabajadores sociales en una especie de "matoneo" que arranca con la omisión
semántica del artículo, es decir, a un nuevo feminismo que contrario a lo cual
emergió, pareciera más bien caer en un "machismo" con tetas.
Las diferencias de género no han sido exclusivas de las profesiones. La
sexualidad ha marcado el desarrollo de la misma idea de Estado, de las
políticas que amparan a sus habitantes y de los miles de conceptos que la
regulan. Desde hace algunos años, apareció en el común de textos y de los
grafos cotidianos la utilización del símbolo "@" como herramienta de inclusión,
más como un modismo que evita en la escritura de la frase los adjetivos de
género y reduce su extensión, que como un verdadero cambio en la
concepción de igualdad. Se ha convertido el @ en una frase más del himno
nacional que nos pretende a todos iguales pero que en la práctica social está
lejana de su fin, más en una carrera que las mujeres reclaman como propia o
por lo menos eso pretenden, pero que si así fuera, de manera consciente y
responsable, estarían inundadas las bibliotecas de textos e investigaciones
trascendentales sobre los temas de la profesión escritos por mujeres y los
hombres no estaríamos tratando en este momento de reclamar un espacio que
ellas mismas nos hubieran brindado hace mucho tiempo, acordes con su
creencia y formación profesional, con su carácter de mujer pensante que
históricamente ha tenido que reivindicar sus derechos y lejos de cualquier
concepción de las que ellas mismas han sido víctimas, entendiendo el trabajo
social como un producto exclusivo de su vientre materno y para la cual,
debemos estar alejados por estar pre destinados a otro tipo de labores, de
formación, a la ingeniería o la economía, por ejemplo, o mejor aún, a ser el
destinatario eterno de sus atenciones y cuidados, al retorno perenne del
asistencialismo de caridad.
En Cali, en el Encuentro Nacional de Familia realizado en el pasado mes de
agosto del 2013 y solo quince días después del encuentro en Bogotá,

 
curiosamente el caso fue similar, eso sí, con diferentes protagonistas. El panel
de conclusiones del certamen tuvo a bien iniciar su discurso haciendo alusión
al número de hombres y mujeres presentes, allí la diferencia fue abismal ante
la muy escasa participación masculina y el llamado el mismo, a reclamar lo que
pareciera solo suyo: "Un aplauso para las mujeres que hoy demostramos una
vez más, que este número de asistentes no es una coincidencia", (2013)y aquí
no voy a referir el autor de esta frase en un intento de ser responsable con mi
propio discurso. Al parecer somos solo una cifra o nos medimos así, es decir,
queremos escribir las Ciencias Sociales desde lo cualitativo pero nos seguimos
viendo desde el cuantitativo. Así comenzó y cerró un encuentro nacional sobre
familia, desdibujando nuestra subjetividad y convirtiéndonos en una cifra, en un
nuevo llamado a la mayoría, a esa que va como Vicente va, para donde va la
qente15.
Así las cosas, seguiremos sentados intentando demostrar el equívoco o
acoplándonos a una diferencia de género que en una labor que llama a la
inclusión social, desconoce en su mismo acontecer que todos somos iguales.
Un concepto que se ha construido desde la práctica profesional estereotipada
del trabajo social, pero que en ningún caso justifica o institucionaliza que dicha
situación no esté sujeto al cambio.
Las identidades culturales regulan las prácticas sociales, esa identidad que el
género femenino ha encontrado hacia la profesión justificada en la historia, en
la práctica asistencialista influenciada por la iglesia, en la normatividad que
ellas mismas denunciaron y ante la cual exigieron un cambio y que ahora
parecieran desconocer cuándo pasan de víctimas a victimarias; una identidad
que les ha permitido construir un imaginario en el colectivo un estereotipo sobre
la idoneidad que a la vez le permite la exclusividad sobre el ejerció del trabajo
social y que gracias a los discursos estadísticos ahora pretenden normalizar, al
final la Estadística todo lo puede.
Reflexión o no, valida o no, interesante o no, cada quien podrá elaborar su
análisis y acompañar o no este discurso. Lo que sí es claro, es que el accionar
del trabajo social está nuevamente cada día más cercano al asistencialismo y
más lejano a la promoción social y así, pareciera que por el mismo discurso

                                                                                                               
15
Refrán popular. "¿Para donde va Vicente?, para donde va la gente!".

 
que le sirvió de pretexto al estado machista para crear la profesión, las mujeres
quisieran que el hombre perdiera cualquier interés o el mero impulso para
participar en una labor que ellas reclaman como suya lastimosamente desde
una percepción a la que durante muchos años le hicieron el quite pero que hoy,
les sirve de espada en una guerra que enfrentan solas, sin contendor alguno
porque los hombres se dedicarán a las cosas de hombres y las mujeres a las
cosas de mujeres.

Bibliografía.

Angarita, E. (2004). Apuntes de Carácter Epistemológico y Metodológico para


la Investigación Social. Bogotá: Escuela Superior de Administración Pública,
ESAP.

Escobar, J. (2010). Trabajo social, reflexiones sobre la formación profesional y


las herramientas de intervención social. Bogotá. Universidad Colegio Mayor de
Cundinamarca.

Giménez, G. (1996). La identidad social o el retorno del sujeto en sociología.


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Investigaciones Sociales UNAM

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práctica educativa Cambio. Bogotá: Editorial América Latina.

Martínez, M; (1981). Historia del Trabajo Social en Colombia.1900-1975.


Bogotá: Cuadernos Universitarios.

 
A INFORMALIZAÇÃO E A SUPEREXPLORAÇÃO DO TRABALHO:
um grande desafio na contemporaneidade

Claudia Sombrio fronza *

RESUMO

A crise contemporánea de acumulacáo e a rnundializacáo do capital imprimem


inúmeras transforrnacóes no mundo de trabalho e o agravamento de suas
contradicñes, manifestas num complexo de formas de absorcao da torea de
trabalho, necessários a rnanutencao do modo de producáo e de reproducáo
relacóes sociais capitalistas. Essa dinámica de acurnulacáo de capital
apresenta várias irnplicacóes ao agravamento da questáo social e importantes
preocupacóes teóricas e práticas ao Servic;o Social, entre elas: a
desreqularnentacáo dos direitos sociais, a fraqilizacáo da orqanizacáo coletiva
e política dos trabalhadores e o fetiche da realidade de superexploracáo do
trabalho. A tónica do momento é flexibilizar, tercerizar e informalizar associada
aos processos de valorizacáo do capital e de rnanutencáo da sociedade de
classes. Neste contexto adverso, o profissional de servíco Social é desafiado a
defender os direitos sociais e contribuir no processo de orqanizacáo política e
coletiva da clase do trabalho para o enfrentamento das desigualdades sociais.

Palavras – chave:

                                                                                                               
*   Estudante   de   Doutorado   do   curso   de   Pós-­‐Graduacáo   em   Servic;o   Social     Universidade   Federal   de   Santa  
Catarina  Florianóplis  -­‐  Santa  Catarina  -­‐  Brasil  e-­‐mail:  csfronza@hotmail.com  

 
1 - INTRODUÇAO

Ao longo do século XX e XXI e do processo de industrialização se


identificou que “onde o capital vai o conflito vai a atrás” (SILVER, 2004, p.53).
As dimensões essenciais para mensuração dessas contradições, os
movimentos grevistas e as expressões de insatisfação, como por exemplo: os
protestos, as ocupações de fábricas e as revoltas por subsistência. A
viabilização das transformações no mundo do trabalho continua diretamente
associada a capacidade dos trabalhadores reivindicarem e resistirem as
injusticas e as desigualdades provenientes das relações políticas, econômicas
e sociais vivenciadas na sociedade capitalista.

A dinâmica de exploração e de valorização do capital no século XXI


apresenta várias implicações para o agravamento das desigualdades sociais e
importantes preocupações ao Serviço Social, entre elas: a constante perda dos
direitos sociais, a criminização da pobreza,

fragilização da organização política do coletivo de trabalhadores e o fetiche da


realidade de superexploração do trabalho. Essas mudanças favorecidas,
segundo David Harvey pelos processos de acumulação flexível e de acordo
com Francisco de Oliveira e a informalização do processo de trabalho, que
imprimem relações distintas a assalariada para a venda da força de trabalho.

Para dimensionar essa realidade, no Brasil, a Pesquisa Nacional por


Amostra de Domicílio do Instituto Brasileiro de Geografia e Economia (2009-
2010) indica que a População Economicamente Ativa, neste referido período
era de aproximadamente 101 milhões de pessoas e que 92,7 milhões
encontram-se ocupadas e 8,4% sem ocupação, mas em busca de um
emprego. Dos ocupados, 41,4% encontram-se empregado; 58.6% encontram-
se trabalhando e sem proteção social, ocupados como: 7,8% trabalhadores
domésticos; 20,5% trabalhadores por conta própria; 4,3% empregadores; 4,6%

 
não renumerados; 4,1% trabalhadores na produção para consumo própria;
10,1% trabalhadores em atividade de construção para o próprio uso. (grifos
nossos).

Além destas informações, em 2011, verificou-se o aumentou da


participação dos ocupados de 59,0% para 61,3% e dos trabalhadores por conta
própria de 20,7% para 21,2%. Por outro lado, houve redução de 7,8% para
7,1% nos trabalhadores domésticos e de 4,4% para 3,4% nos empregadores.
O contingente de ocupados cresceu 5,2% nos setores de serviços (41,5
milhões de pessoas), 1,9% no comércio e reparação (16,5 milhões) e 13,6% na
construção (7,8 milhões), de 2009 para 2011, enquanto foram registradas
quedas de -7,3% no setor agrícola (14,1 milhões) e –8,0 % na indústria (12,4
milhões).

Diante desses números, cabe o questionamento de quais são “novas”


relações estabelecidas entre os capitalistas e os trabalhadores e quais os
impactos na condição de vida e de viver das pessoas.

Para problematizar essa realidade apresentou-se algumas informações


sobre a condição do trabalhador no setor têxtil-vestuário de Blumenau e
elementos para reflexão das relações e das condições de trabalho na
contemporaneidade. Por fim, realizou-se uma breve reflexão sobre as
dificuldades de atuação do assistente social frente as transformações em curso
no mundo do trabalho e na defesa dos direitos civis, sociais e políticos das
classes trabalhadoras

2 – A SUPEREXPLORAÇÃO DO TRABALHO NO SETOR TÊXTIL-


VESTUÁRIO EM BLUMENAU

O município de Blumenau, até a década de 1990, foi conhecido como


um dos principais pólos fabris brasileiros, por concentrar grandes indústrias
têxteis e vestuaristas, como por exemplo: Hering, Artex, Sul Fabril, Cremer,
Teka, Altenburg, Karsten, Dudalina, entre outras, geradoras de mais 50% do
total de empregos microrregionais. Entretanto, após esse período, vários
estudos apontam evidências de crises de desenvolvimento, ocasionados pela

 
concentração monoindustrial, pouca diversificação de atividades produtivas,
abertura do mercado mundial, aumento da competividade e introdução de
novas tecnologias (SIMÃO, 2000; RAUD, 2000; THEISS e ZENI, 2000) .

No setor têxtil e vestuário essas crises concentram-se, especialmente,


entre 1995 e 2002. Desde então, os trabalhadores blumenauenses vivenciam
inúmeras transformações na relação capital-trabalho, como: a redução dos
grandes parques produtivos, uma forte tendência a informalização do processo
trabalho, a emergência de inúmeras empresas prestadoras de serviço de
médio e pequeno porte, bem como, a constante substituição do emprego pela
ocupação em tempo parcial ou sem jornada de trabalho definida.

Essas mudanças sentidas pela classe trabalhadora, por meio da


redução no número de trabalhadores nas indústrias, o crescente desemprego e
a redução salarial. No setor têxtil entre 1995-2001 a evolução de empregos não
ultrapassou 0,8% com perdas salariais de até 24,8%. No setor do vestuário
esta evolução foi negativa (-30,05%) e o achatamento salarial atingiu (-42,4%).
Contudo, no mesmo período, houve a ampliação de 30% dos trabalhadores no
setor de serviços, em particular, de trabalhadores atuando em facções,
associações, cooperativas e de trabalhadores considerados “autônomos”
(FRONZA, 2006).

Os trabalhadores, neste setor, deixam de ser empregados para serem


autônomos, trabalhadores por conta própria; trabalhadores em domicílio;
cooperados; empreendedores; contudo, mantendo relações de subordinação e
de dependência as empresas contratantes. As empresas contratantes, por
muitas vezes, é quem oferece a materia-prima, define o preço da mercadoria e
controla o ritmo da produção. Nesta condição os trabalhadores parecem ser
livres, contudo não são, pois o tempo do trabalho é executado mediante a
obrigação de resultados e sobre rigoroso controle.

Essa realidade nos sinaliza alteram-se e intensificam-se as formas de


exploração da força de trabalho, por meio da proliferação de inserções
ocupacionais distintas da relação salarial regulamentada, não regida pelas
garantias devidas do contrato formal e sem proteções efetivas.

 
Generaliza-se no Brasil, e em vastos setores da
classe trabalhadora em âmbito mundial, a
superexploração, que manifesta uma forma mais
intensa e extensiva da exploração, nesse caso, uma
forma de exploração da força de trabalho que não
respeita seu valor de sua reprodução. Ao não
respeitar o valor da força de trabalho, que é
determinado pelos meios necessários à

subsistência, se modifica a lógica de satisfação das


necessidades dos trabalhadores, uma vez que o
valor da força de trabalho deveria corresponder um
valor específico a determinadas necessidades
básicas suficientes para reproduzirem-se a si e a sua
família, conforme valores materiais sancionados e
simbólicos adquiridos (PAIVA, 2011, p.20).

Na sociabilidade capitalista a extorsão do tempo de trabalho, na sua


forma assalariada como mercadoria, consome o tempo de vida pessoal e
familiar, ocorrendo a destruição de espaços valiosos de sociabilidade humana
e social. Aprendemos que o tempo é o campo de desenvolvimento humano.
Por isso, a tarefa de libertá-lo da medida do dinheiro é a nossa luta do presente
(PAIVA, 2011, p.24).

Por mais que a indignação com a desigualdade e injustiça seja


metamorfoseada em resignação, por mais que o limite de reproduzir a vida não
gere condições automáticas para conscientização e mobilização, capazes de
nutrir de convicção e estímulo organização política dos trabalhadores, neste
instante se faz urgente e necessário o trabalho do assistente social como
mediador para compreensão crítica da realidade social, em sua dinâmica
estrutural e conjuntural, bem como propulsor da luta contra a desigualdade e a
favor da garantia de direitos sociais plenos e universais (PAIVA, 2011).

 
3. CONSIDERAÇÕES FINAIS

As transformações econômicas, sociais, políticas, das últimas décadas,


tornaram mais difíceis à reprodução material da grande maioria da população
superexplorada, assim como a organização política dos trabalhadores, diante
das “novas” formas de trabalho, das dificuldade de construir uma identidade
coletiva e de se reconhecer como classe social. A precarização expandiu-se
para todos os espaços, relações e de diversas formas, como se fossem uma
“fantasmagoria”, ou melhor, “ornotorinco”, um animal difícil de identificar o que
é e de descrever.

Neste mesmo período, O Serviço Social brasileiro, em especial, após a


década de 90, com a definição de seu Código de Ética, afiança o compromisso
com a defesa do trabalho e dos trabalhadores e com a opção por um projeto
profissional vinculado ao processo de construção de uma nova ordem
societária, que condene qualquer forma de preconceito, de discriminação, de
desigualdade e de injustiça. Entretanto, questiona-se como colocar esse
projeto em prática?

Sabe-se que viabilizar esse projeto não algo simples e que a


responsabilidade não pertence a uma única profissão, aqui em destaque, os
assistentes sociais, mas, porém é necessário pensar como trilhar esse
caminho. Conforme já nos dizia Bertolt Brech “a realidade precisa ser
conhecida para ser mudada”. Desafio que esta posto aos assistentes sociais e
todo o conjunto de trabalhadores que vendem sua força de trabalho de forma
assalariada e se sentem injustiçados com as relações estabelecidas na
sociedade capitalista. Algo é certo a constestação desta realidade nasce do
inconformismo e do desejo de transformação, bem o fortalecimento da
capacidade resistir, contestar e reinvidicar mudanças

 
REFERÊNCIA

ANTUNES, Ricardo. Mundo do trabalho e teoria do valor: as formas de vigência


do trabalho material e imaterial. In: Os sentidos do trabalho: ensaio sobre a
afirmação e a negação do trabalho. São Paulo: Boitempo Editorial, 2001. (p.
119 - 134)

FRONZA, Claudia Sombrio. As forças do trabalho no setor têxtil e vestuário. A


Fino Toque Cooperativa. Dissertação em Sociologia Política, UFSC,
25/08/2006.

HARVEY, David. Condição pós-moderna. São Paulo: editora Loyola, 2000, 12ª
edição.
IBGE. Pesquisa Nacional por Amostra a Domicílio 2001.
http://www.ibge.gov.br/home/presidencia/noticias/noticia_visualiza.php?id_notic
ia=2222&id_pagina=1

IPS/FURB. Relatório de Análise do Mercado de Trabalho Sindicato Vestuário,


2003.

LESSA, Sergio. Trabalho e proletariado no capitalismo contemporâneo. São


Paulo: Cortez, 2008.

OLIVEIRA, Francisco de. Crítica à razão Dualista – O Ornitorrinco. São Paulo:


Boitempo Editorial, 2003.

PAIVA, Beatriz Augusto. Trabalhadores Sociais do SUAS: qual agenda a


construir. Caderno de Textos VIII Conferencia Nacional de Assistência Social,
Brasília: CNAS, 2011

MARINI, Ruy Mauro. Dialética da Dependência. Petrópolis, Rio de Janeiro:


Vozes, 2000.

MARX, Karl. O capital: critica da economia politica. São Paulo: Nova Cultural,
1988.

NETTO, Jose Paulo e BRAZ, Marcelo. Economia política: uma introdução


crítica. São Paulo: Cortez, 2006.

 
RAUD, Cecile. As dinâmicas territoriais do desenvolvimento: reflexões teóricas
e aplicação à analise do pólo têxtil-vestuário de Blumenau. . In: THEIS, Ivo M.
et al. Novos olhares sobre Blumenau: Contribuições críticas sobre seu
desenvolvimento recente. Blumenau: Edifurb, 2000.

SIMÃO, Vilma M. Desemprego e Sobrevivência: alternativas de trabalho.


Blumenau: Edifurb, 2000.

TAVARES, Maria Augusta. Os fios (in)visíveis da produção capitalista:


informalidade e precarização do trabalho. São Paulo: Cortez, 2004.

THEIS, Ivo M.; ZENI, Gerson A. Manus manum lavat? Dilemas do


desenvolvimento do Médio Vale do Itajaí. In: THEIS, Ivo M. et al. Novos olhares
sobre Blumenau: Contribuições críticas sobre seu desenvolvimento recente.
Blumenau: Edifurb, 2000.

 
Reflexiones y Conclusiones Mesa 1

El Mundo Globalizado y la formación de los Trabajadores Sociales en el


Marco de la cuestión social. Encuentros y des encuentros

Coordinadora de la Mesa: Rosemarie Richardson, Directora Carrera de


Trabajo Social del IP Santo Tomas.

Relator: Luis Cáceres Hidalgo, Asistente Social, Coordinador de la


Corporación Ayún.

Frente a las preguntas formuladas por la organización del Seminario, se


aportaron las siguientes reflexiones y propuestas.

¿Cuáles son los enfoques y/o paradigmas que subyacen en la formación de los
Trabajadores Sociales?

En el debate se recogieron algunos conceptos entregados en el Panel de la


mañana del viernes 25:

Existen, a lo menos, dos paradigmas que se perciben como antagónicos y


contradictorios en la formación de los Trabajadores Sociales.

Uno, por llamado así, Tradicional, anclado en el positivismo Comtiano; que se


traduce actualmente en una formación de un Trabajador Social tecnocrático
con intervenciones sociales focalizadas y con una orientación neo liberal. Cabe
destacar, que es el paradigma predominante en nuestras escuelas u centros de
formación.

El otro, crítico anclado en la tradición de la reconceptualización, teniendo como


base la pedagogía de la autonomía de Paulo Freire, la escuela crítica de
Frankfurt, la cosmovisión indígena, que se traduce en un Trabajo Social
Autónomo, crítico, transformador, comprometidos con los sujetos de los
cambios radicales y constructor de la democracia participativa. Educador de la
emancipación humana y respetuosa de la Madre Tierra. Este paradigma es
criticado y atacado por las estructuras de poder; pero se ha ido consolidando
en los países que han ido profundizando los cambios radicales y de orientación
eco-humanista.

¿Cuáles son los debates globales y específicos del Trabajo Social al respecto?
Se discutió la legitimidad del concepto "Cuestión Social", en la medida que se
recogen los argumentos aportados por la colega del Uruguay en el panel de la
mañana.

Podríamos hablar del Buen Vivir en armonía con el medioambiente, concepto

 
que está muy enraizado en la cultura de los Pueblos Originarios. Esto implica
trabajar por una riqueza social, lo que significa enfrentar el problema de la
pobreza, desigualdad y justicia social.

No hay consenso para caracterizar el mundo que nos toca vivir. Hablar de
sociedad globalizada es recoger sólo la visión neoliberal. Hablar de Capitalismo
Mundial Integrado (Guattari), es otra visión; de Sistema-Mundo Capitalista
(Wallerstein), Tercera Revolución Capitalista o Economía Global (André
Gunder Frank) son algunas visiones que requieren mayor análisis de parte
nuestra.

¿Cuáles son los debates globales y específicos del trabajo social al respecto?

1. Enfrentar la pobreza en el continente, la redistribución de la riqueza social y


generar justicia social.

2. Defender el medioambiente frente a la voracidad neo liberal y resguardar el


AMAZONAS como el pulmón del planeta.

3. tener una formación que permita trabajar las migraciones en el Continente.

4. Ayudar a resolver los problemas energéticos del continente (Agua, petróleo)

5. Ayudar a resolver el problema planteado con los derechos y dignidad de los


Pueblos Originarios de Nuestra América.

6. Contribuir a formar un profesional que pueda desempeñarse en éstas


problemáticas en el ámbito en Nuestra América.

¿ Cuáles son las categorías emergentes más relevantes que configuran el


currículo formativo del Trabajador Social?

Cada escuela en su realidad, configura en el currículo formativo las categorías


emergentes más relevantes. El paradigma que sustenta esta postura lo
podemos formular como que es importante la construcción de la unidad en la
homogeneidad. Esto significa, que se hace necesario crear las instancias de
coordinación académicas para discutir y construir propuestas innovadoras que
den cuenta de los nuevos desafíos.

Se coincidió que existe transposición, tanto en Chile como en Colombia, acerca


del rol y significación del Trabajador Social, del Asistente Social y Técnico en
Bienestar Social. Todo indica que el capital busca abaratar los costos de la
mano obra. Se hace necesario una nueva lectura y re formulación del Trabajo
Social.

¿Es posible distinguir hitos históricos en la formación del Trabajador Social?

 
Siguiendo la exposición de Patricia Castañeda podemos hablar de: 1925 hasta
la segunda guerra mundial, se construye un Servicio Social asistencialista para
hacer frente a la crisis de la economía mundial. 1946 a 1960 con la
descolonización de África, con el triunfo de la revolución cubana, se genera una
profesión, que sin dejar el asistencialismo busca formas en grupo y la
organización y desarrollo de la comunidad. Frente al desafío que representa
larevolución cubana, en particular para los Estados Unidos, este conflicto fue
resuelto mediante la intervención de las fuerzas armadas y el apoyo activo de
las oligarquías nativas y de Estados Unidos, mediante cruentos y brutales
golpes de estado.

1990 en adelante, se construyen procesos para recuperar la democracia en


nuestro continente, lo que lleva a formar un profesional tecnocrático con énfasis
en la focalización y sectorización de la intervención social. Encuentros y
Desencuentros en la formación curricular del Trabajo Social.

Hay encuentro, en que es necesario desarrollar una conciencia y cultura de la


integración de Nuestra América que vaya perfilando la construcción de una
ciudadanía americanista; lo que permitirá asumir los desafíos que enfrenta el
continente con este nuevo paradigma. Hay desencuentro y poca claridad en
cómo lograrlo.

Hay acuerdo, de que es necesario dinamizar las estructuras académicas


existentes de coordinación a nivel del continente para abrir el debate y lograr
avances en los acuerdos para enfrentar los desafíos actuales. No hay claridad
de cómo hay que seguir este camino. Es posible de que la escuálida
participación en este seminario corresponda a que estos eventos ya no están
respondiendo a las actuales necesidades y expectativas.

Finalmente se rinde homenaje a los/as estudiantes y profesionales que


entregaron su viva en aras de su compromiso con nuestros pueblos por su
verdadera emancipación de la explotación e injusticia social. Sin: memoria
histórica no hay futuro emancipador y de plena autonomía.

 
MESA 2

Discusión Política del Trabajo Social y su aporte al proyecto de Sociedad.

Relator Lenin Fuentes

1. Victoria del Carmen Flores Roa Chile


2. Nelson Arellano Escudero Chile
3. Magdalena Pilar Calderón Orellana Chile
4. Ignacio Antonio Meriño Montero Chile
5. Alexis Bustos Villarroel Chile
6. María Fernanda Gómez Gómez Colombia
Yudy Judith Méndez Esparza
Clara Inés Santander Dueñas
7. Francisco Javier Jaramillo Álvarez Chile
8. Emilia Gutiérrez Encina Chile
Consejo Provincial Linares, Colegio de Asistentes Sociales
9. Teresa Dornell Bachs Uruguay
Sphir Stemphelet
Romina Mauros
10. Cintia Aparecida da Silva Brasil
11. Simone Albieri Bordonal Brasil
12. Francisco Xavier Ramírez Varela Chile

 
"TRABAJO SOCIAL Y PRÁCTICAS PROFESIONALES: LOS SIGNIFICADOS
QUE REFIEREN LOS ESTUDIANTES DEL PROCESO DE PRÁCTICA DE LA
CARRERA DE SERVICIO SOCIAL, AÑO 2010, DE LA UNIVERSIDAD DE
ANTOFAGASTA"

Victoria Flores Roa ∗

Resumen

La investigación está desarrollada en el contexto de las prácticas profesionales


de la carrera de Servicio Social de la Universidad de Antofagasta planteando
como problema de investigación ; ¿ Cuáles son los significados que refieren los
estudiantes del proceso de práctica profesional de la Carrera de Servicio
Social, año 2010, de la Universidad de Antofagasta?
El objetivo es describir e interpretar los significados generados por los
estudiantes del proceso de práctica profesional, la investigación es de tipo
descriptiva- interpretativa con estrategia metodológica cualitativa, utilizando la
técnica de recolección de la información "entrevista en profundidad" y como
sustento teórico la Teoría de la Significatividad de Schütz, siendo los sujetos de
investigación los estudiantes que han realizado sus prácticas en los distintos
centros. Entre los hallazgos se destacan tópicos relativos al proceso de
supervisión académica y los aprendizajes logrados en los espacios de
intervención profesional integrando la teoría y la práctica, generando
conocimientos de relevancia que aportan a la formación como al perfil
profesional.

Palabras claves: Trabajo Social, Prácticas profesionales.

                                                                                                               

 Universidad de Antofagasta, Académica Carrera Trabajo Social E-mail:
victoria.flores@uantof.clDirección: Campus Coloso: Avda. Universidad de Antofagasta 02800. Chile -
Antofagasta

 
Desarrollo del documento

El interés de dicha investigación está centrado en los cambios que se vienen


produciendo a nivel de reestructuración de currículums académicos y las
consecuentes orientaciones en materia de desarrollo de competencias
personales y profesionales que rigen el modelo educativo de la Universidad de
Antofagasta, teniendo en cuenta que los procesos de praxis de los alumnos
adquieren cada vez mayor importancia, la que radica en la inserción
profesional que se produce en los distintos centros de práctica, instancia que
favorece la integración teórico-práctica permitiendo la obtención de nuevos
saberes, producto de la problematización que implica reflexionar y comprender
la realidad social en la que entran en tensión las teorías sociales y la vida
cotidiana, convirtiéndose en el espacio que va conformando el perfil
profesional de los futuros Trabajadores Sociales.

En el desarrollo de las prácticas profesionales están presentes diversos


actores sociales; alumnos en práctica, centros de práctica, supervisores
académicos y de terreno, docentes, personas, familias, grupos y comunidades;
todos los cuales conforman el escenario en el cual los estudiantes de Servicio
Social, desarrollan sus aprendizajes prácticos que los aproximan a la realidad
social, la que está contenida en los significados que refieren y que constituyen
el principal objetivo de esta investigación, cual es, Describir los significados
que refieren los estudiantes del proceso de práctica profesional de la
carrera.

Dicha investigación es abordada desde un enfoque cualitativo, sustentada


en la teoría de la Significatividad del autor Alfred Schütz. La utilización y
aplicación de esta teoría permitió describir, analizar e interpretar a partir del
discurso de los propios actores sociales; alumnos y alumnas en práctica
profesional de la Carrera de Servicio Social de la Universidad de Antofagasta,
los significados que refieren respecto del desarrollo de este proceso conforme
a sus vivencias particulares.
En relación a la estrategia metodológica utilizada para recolección de la
información se utilizó la entrevista en profundidad logrando en sucesivos

 
encuentros cara a cara un adecuado rapport entre la investigadora y los
informantes.
Para el desarrollo del análisis de los datos obtenidos durante el proceso
de investigación, se utilizó el denominado Análisis Categorial, Taylor y Bogdan
(1996) derivando en la definición de Tópicos y Subtópicos los que a partir del
discurso de los propios sujetos de investigación fueron interpretados por la
investigadora dando con ello lugar a los hallazgos, conclusiones y sugerencias.
Entre los tópicos relevados se destacan Proceso Práctico Profesional,
Aprendizajes Logrados, Proceso de Supervisión.
En el contexto del marco teórico y referencial , los discursos permiten
interpretar los significados que generan los alumnos respecto del ejercicio del
rol profesional como parte de sus aprendizajes logrados durante el período de
práctica profesional , en sus distintos niveles, haciendo especial mención a
que es en el espacio de práctica donde les hace sentido la elección de la
profesión, donde el actuar genera resultados y logros que están vinculados al
rol educador, concienciador, que ejercen en sus procesos de intervención
profesional. Refieren que en el ejercicio práctico es donde surgen los mayores
aprendizajes y que éstos no se aprenden en el aula , por tanto, en este espacio
resignifican la valoración de la carrera de Trabajo Social, la importancia del rol
que cumple el profesional en las distintos ámbitos e instituciones centros de
práctica y como lo visualizan los sujetos de intervención y los profesionales con
los cuales se vinculan, situación significada como el “Aquí y Ahora” donde son
vistos como verdaderos profesionales, donde sus proyectos y roles son
interpretados intersubjetivamente en un contexto de trabajo que los reconoce
como trabajadores sociales y en consecuencia genera expectativas de su rol, lo
que asumen en una definición de objetivos cuyos horizontes de acción incluyen
la toma de decisiones, la planificación de sus acciones, el cumplimiento de
metas y objetivos que forman parte importante del ejercicio práctico profesional.

 
Referencias Bibliográficas:

Colomer, Monserrat y Domenech Rosa. (1987). La supervisión en Trabajo


Social. B.Aires. Editorial Hvmanitas.

Fernández Barrera, Josefina. (1997). La supervisión en el trabajo social.


Buenos Aires. Ed. Paidos.

Schütz, Alfred.(1993).La construcción significativa del mundo social. Barcelona


Ed. Paidos.

Taylor, S. Bogdan, B.(1996).Introducción a los métodos cualitativos de


investigación. Barcelona. Editorial Paidos.

Documento Resumen de Foros de Discusión, II CONGRESO NACIONAL DE


TRABAJO SOCIAL y Encuentro Latinoamericano de Profesionales, Docentes y
Estudiantes de Trabajo Social Universidad Nacional del Centro de la Provincia
de Buenos Aires. Argentina TANDIL, 19 al 21 de Septiembre de 2007” Las
prácticas en la formación y en el ejercicio profesional del Trabajo Social”.
Revista de Trabajo Social. Facultad de Ciencias Humanas Carrera de Trabajo
Social. UNCPBA. Tandil, Año 1 Nº 1, p. 142 – 150. Diciembre de 2008 – ISSN
1852-2459. Recuperado de: http://plazapublica.fch.unicen.edu.ar.

 
BIENESTAR LABORAL, INDUSTRIA E IDENTIDAD DEL TRABAJO SOCIAL
LATINOAMERICANO: EL CASO CHILENO DESDE UNA PERSPECTIVA
HISTÓRICA

Nelsón ArelLano Escudero∗

Magdalena Calderón∗∗

Resumen:

La relación Trabajo Social e industria en Chile es una dimensión de la profesión


que ha convocado atención intermitente durante el siglo XX y XXI Y que desde
los últimos 30 años ha transformado su identidad, orientándose hacia las
empresas y configurándose desde teorías de gestión de personas y seguridad
social. Con todo, se pretende reflexionar acerca del momento actual del trabajo
social en el ámbito laboral, desde el pasado reciente de esta dimensión de la
profesión y desde distintas memorias que se hacen parte de la configuración
identitaria del Trabajo Social en el área laboral. Para cumplir lo anterior, se
presenta el contexto industrial de Chile desde fines delsiglo XIX, como
escenario de la configuración de la profesión en el área, y se revisan vivencias
laborales de las primeras egresadas de Trabajo Social, para releer una
dimensión de la profesión.

Palabras claves: bienestar laboral, industria, historia del trabajo social

                                                                                                               

Profesor media jornada, Escuela de Trabajo Social UNAB, Viña del Mar. narel/ano@unab.cl

∗∗
Profesora media jornada, Escuela de Trabajo Social UNAB, Viña del Mar. mcalderon@unab.cl

 
Existe una visión habitual sobre Chile, como la de un país que jamás desarrolló
industria pesada. Sin embargo, teniendo en cuenta que hoy en día los modelos
de industrialización están en cuestión, parece recomendable revisar esta
apreciación general para ponderarla con una medida diferente. 1

Lo anterior, porque en el curso de unas cuantas décadas se montó un complejo


tecno-institucional a nivel planetario, 2
cuyas características y alcances
rompieron con las escalas conocidas y exigió la creación de dispositivos de
producción que rediseñaron los cánones que se habían establecido desde fines
del siglo XVIII. Se cultivaba y cosechaba así el proyecto modernizador, con sus
afanes de progreso, el gusto por la estandarización y esmero por el control del
tiempo, entre otras tantas de sus aristas. 3

En Chile el censo industrial en 1895 permitió apreciar la relevancia que había 4

cobrado el proyecto del ministro y luego presidente de la República, José


Manuel Balmaceda, pero que evidentemente trascendía su persona y su
5
partido político.

La industrialización era la cara visible del proyecto que quería hacer de Chile
un país moderno.

No obstante, en este encuadre ideológico hubo cabida para orientaciones y


principios valóricos de variado origen, por lo que en el ámbito industrial se
combinaron postulados del humanismo tanto cristiano como laico, propuestas
social-demócratas y otras tantas combinaciones permeadas por enfoques

                                                                                                               
1
Kirsch, Henry (1977) Industrial Development in a Traditional Society: The Conflict of Entrepreneurship
and Modernization in Chile, Miami, University Presses of Florida, 210

2
Hughes, Thomas (2000) "The Evolution of Large technological Systems", 51-82, en: Bijker, Hughes &
Pinch (1987) The Social Construction ofTechnological Systems, MIT, Mass. USA.

3
Tipps, Dean C. (1973) "Modernization Theory and the Comparative Study of National Societies: A Critical
Perspective", Comparative Studies in Society and History, 15, 199-226

4
Sociedad de Fomento Fabril, Boletín de la estadística industrial de la República de Chile 1894-1895, W 1
- 20, publicados entre 1885 y 1887.

5
Sagredo Baeza, Rafael (2012) "¿Por qué Chile necesita ser industrial a fines del siglo XIX?", lx-xxv, en
Espech, Román (2012) La Industria fabril en Chile. Estudio sobre el fomento de la industria nacional
presentado al Ministerio de Hacienda {1883}, Santiago, Biblioteca Fundamentos de la Construcción de
Chile.

 
higienistas, filantrópicos o caritativos, cuando no darwinistas; con todo ello se
instituyeron los Servicios de Bienestar para los/as trabajadores/as en las

En cierta medida, en los inicios del siglo XX, el Bienestar laboral o el trabajo
social industrial comenzaron a ser un eslabón más dentro de la cadena de la
productividad industrial y dejó, muchas veces, una honda huella en las
prácticas culturales de la intervención social, que se hace necesario estudiar.

Respecto al bienestar laboral, conviene detenerse en el problema del acceso a


la vivienda, que ha sido una de las complejidades de mayor cuantía desde
mediados del siglo XIX, especialmente vinculado a las fases de crecimiento del
desarrollo industrial y su colateral más conocido: el crecimiento urbano 6

Por ello no es de extrañar que en el ámbito industrial se haya entendido como


parte de los incentivos a los/as trabajadores/as la provisión de vivienda y que el
trabajo social haya tenido un rol preponderante en esta tarea. Aún más, desde
la perspectiva del Bienestar, cuando la industria no entregó directamente la
vivienda a los/as trabajadores/as y sus familias, colaboró en su construcción o
bien facilitó las condiciones para que se activaran procesos de
autoconstrucción. 7

Se materializaban así una serie de requisitos de carácter ideológico, en los que


se sumaron principios higienistas y lógicas del darwinismo social imperante
8
durante el siglo XIX.

La relevancia alcanzada por Vicuña Mackena en los diseños de ciudades como


Santiago y Viña del Mar nos permite enlazar las influencias que él recogiera en
su período de exilio en Estados Unidos y Europa que manifestaran el expreso

                                                                                                               
6
La Transformación de los Barrios Pobres l. Santiago, 28 de Abril de 1872, Editorial del Ferrocarril.
Reproducido en Grez Toso, Sergio (1995) La cuestion social en Chile. Ideas y debates precursores (1804-
1902). Santiago, Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, 211.
7
Arellano Escudero, Nelson (2005) "Historia local del acceso popular al suelo. El caso de la ciudad de
Viña del Mar", INVI, 54, 20, 56-84.

8
Leyton, César y Huertas, Rafael (2012) "Reforma urbana e higiene social en Santiago de Chile. La tecno-
utopía liberal de Benjamín Vicuña Mackenna (1872-1875)", Dynamis, 32 (1): 21-44.

 
deseo de oponer la idea de civilización a la de barbarie. Así, una amplia gama
de industriales en Europa adoptaron ópticas que justamente se proponían
disolver las exclusiones; por ejemplo, en Francia varios propietarios de
industria financiaron la construcción de villas para obreros con un cierto modelo

urbanístico: la ciudad jardín." En Cataluña el destacado industrial Eusebi Güell 9

(1846-1918) comisionó al arquitecto Antonio Gaudí para el diseño de "Colonia


Güell", ciudad obrera que estaría ligada a la industria textil de su propiedad
motivada por su traslado en 1890 desde Barcelona a Santa Coloma de
Cervelló.

Entre estos casos encontramos un pionero, Robert Owen (1771-1858), galés,


industrial y dirigente socialista, que financió la construcción de los proyectos
New Lanark y New Harmony. Hay aquí una síntesis entre la idea de la ciudad
ideal y la ingeniería social que se espera conseguir a través de la instauración
de una reforma que implicaba mejorar la educación de los/as trabajadores/as al
punto que su proyecto abrió la primera escuela infantil del Reino Unido en
1816, tanto como limitó la venta de bebidas alcohólicas. 10

Desde luego, Chile era parte de la cadena productiva mundial mayormente


centralizada por las metrópolis europeas y, en otra medida, por los centros
productivos de los Estados Unidos. Con ello, el país también era parte de la
circulación de las ideas que se divulgaban en el siglo XIX. Por ello no es de
extrañar que se constituyeran poblaciones para trabajadores/as en la oficina
salitrera de Humberstone o en la explotación de cobre de Sewell de la
Compañía Braden Copper CO. que en 1918 contaba con un Servicio de 11

Bienestar que atendía los temas de alimentación, entretenimiento, primeros 12

auxilios y, también, vigilaba el cumplimiento de la ley seca que la compañía


impuso dentro de su faena.
                                                                                                               
9
Dorel-Ferré, Gracia (2008) "Architectures du travail et nouvelle société dans les villages et cités de
I'industrie (1780-1930)", en Daumas J.c. et Chouquer G. (dir) Autour de ledoux, architecture, vil/e et
utople, Presses Universitaires de Franche-Comté.

Trincado, Estrella & Santos-Redondo, Manuel (2012) "Bentham and Owen on entrepreneurship and
10

social reforrn", The European Journal of the History of Economic Thought, 19, 4, 1-26
Dorel-Ferré, Gracia (2008) op. cit.
11

Fuenzalida Grandón, Alejandro (1919) El Trabajo y la vida en el mineral "El Teniente", Santiago de Chile,
12

Imprenta-Litografía Barcelona. 211

 
Este era el marco general para el trabajo social y la historiadora María Angélica
Illanes estableció que la primera incursión del Servicio Social profesional en la
industria se llevó a cabo en 1927 en el rubro minero de la extracción del
Carbón, con la acción profesional de Berta Hecabarren. Entre 1929 y 1935 13

once grandes industrias tomaron la misma iniciativa.

A lo largo del siglo XX este modo de vinculación entre trabajadores/as y


empresa fue mutando hasta llegar al punto de inflexión de la crisis de 1982 14

donde ocurre un episodio de transformación económico-productivo re-


fundacional que le cambiará la dirección a la trayectoria de las estrategias de
desarrollo, bienestar y seguridad social. La irrupción y hegemonía de la 15

mentalidad liberal económica alcanzó su cenit a inicios de la década de 1980


cuando los procesos de privatización abarcaron todas las áreas estratégicas de
la esfera económica: tanto los derechos de agua, como las reclamaciones
mineras, los sistemas de salud y los sistemas previsionales adoptaron las
formas de empresas con fines de lucre. 16

En aquel tiempo se revirtió un proceso que comenzara en la década de 1920 y


se consolidara en 1952 al mismo tiempo que en la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) en su trigésimo quinta reunión suscribió el CONVENIO OIT
102 conocido como "Convenio sobre la seguridad social (norma mínima), 1952 17

En el devenir de la historia de las ideas que se entrelazaron el oficio de la


visitación social, luego asistencia social y hoy en día Trabajo Social, fue
demarcando sus propios derroteros.

                                                                                                               
13
IIlanes, María Angélica (2001) "Ella en Lota-Coronel: poder y domesticación: el primer servicio social
industrial de América Latina", Santiago de Chile, Mapocho, 49, 1, 141-148;

Lira, Robinson (1996) "Modelo de relaciones industriales y orientación sindical. El caso de la refinería de
14

azúcar de Viña del Mar, 1930-1973", Santiago de Chile, Proposiciones, 27, 186-201.
Montaner Herrera, Lorena (2005) Compañía de Refinería de Azúcar de Viña del Mar CRAV: Icono y
15

ejemplo de industria nacional durante su desarrollo.1970-1981, Viña del Mar, tesis para optar al grado de
Licenciado en Historia y Licenciado en Educación, Universidad de Valparaíso, 162.
Soto, Mauricio (2007) "The Chilean pension reform: 25 years later", Pensions, 12,98-106.
16

Von Gersdorff, Hermann (1984) "El sistema previsional chileno durante los diez últimos años", Estudios
17

de Economía, 11,87-116.

 
Con todo, los antecedentes recabados establecen que la lógica del bienestar
laboral, a través de servicios de bienestar, se formalizó incluso antes que se
crearan las primeras escuelas de servicio social en el país. En efecto, como se
ha mencionado anteriormente, la Compañía Braden Copper Co. en Sewell ya
en 1918 contaba con un Servicio de Bienestar, situación que se condice con la
puesta en vigencia de las llamadas leyes sociales en 1924, lapso en el que las
empresas salitreras crearon sus propios Departamentos de Bienestar. B En la 18

misma época se instituyen las primeras escuelas de Servicio Social: en 1925 la


Escuela Doctor Alejandro del Río y en 1929 la Escuela Elvira Matte de
Cruchaga de la Universidad Católica. El ambiente sociopolítico y cultural
articuló un escenario en que empresas e industrias demandaban una
profesional que se integrara a sus filas para aportar al mejoramiento de las
condiciones de vida de los trabajadores y de alguna manera, para prevenir el
crecimiento de los sindicatos. 19

Es en ese ambiente que una profesional universitaria formada en Servicio


Social se integró a trabajar en el área de Bienestar Laboral en 1927. Ella era
Berta Recabarren, quien ingresó a la Compañía Minera e Industrial de Lota en
el cargo de "Visitadora Social", 20
desarrollando la primera experiencia de
servicio social industrial en Latinoamérica. Si bien, la práctica profesional de
Berta se desarrolla casi 10 después de la instalación del Servicio de Bienestar
de la Minera Braden Copper Co.(la primera en Chile), la experiencia de la
visitadora social se configura como precursora, toda vez que se realiza desde
el espacio de la profesión del Servicio Social, poniendo a disposición de su
quehacer los conocimientos que obtuvo en la Escuela Doctor Alejandro del Río.
Luego de esta primera experiencia, el espacio de acción para las visitadoras
sociales en las industrias se comienza a multiplicar. El trabajo que realizaban
las Visitadoras sociales en los orígenes de la práctica profesional en esta área
era diverso y amplio tal como es presentado por la Visitadora Social de la
Empresa de Ferrocarriles del Estado: "El Servicio Social que debo efectuar en

                                                                                                               
18
Monckeberg Pardo, Isabel (sin fecha)

Illanes, María Angélica (2007) Cuerpo y Sangre de la Política: La Construcción Histórica de Las
19

Visitadoras Sociales, Chile, 1887-1940, Santiago de Chile, LOM, 497.


Illanes (2001) op cit
20

 
mi labor de Visitadora Social en los Ferrocarriles es una actividad de Bienestar
Industrial en muchos de sus aspectos, pues, se dedica como ésta a mejorar las
condiciones de vida de los obreros ayudándoles a levantarse en el sentido
espiritual, moral y económíco 21

El carácter regulador y de adecuación que ejerció la visitadora también se


puede reconocer en otros testimonios:

"Empecé mi trabajo en la Fábrica de Cemento de "El Melón"; el16 de octubre


de 1933. El primer tiempo lo dediqué a visitar los hogares de los obreros, con el
fin de imponerme de sus condiciones de vida e hice las correspondientes
encuestas familiares. Marqué con señas de colores los diferentes los diferentes
problemas que había que solucionar, como por ejemplo: legalizar uniones ante
la iglesia y el Civil, hijos que inscribir, analfabetos, ya sea entre los obreros o
familia de estos, niños que por dejación no concurrían a la escuela, enfermos
que necesitaban asistencia médica, los dueños de las mejoras y en cuanto
estaban avaluadas éstas y los terrenos que ocupan, el grado de aseo, cultura,
religión, moralidad, etc. etc. " 22

La moral, la regulación, la legalización, fueron temas claves en el ejercicio del


trabajo social en industrias que, con el paso de los años, se fue fortaleciendo
como una dimensión del quehacer profesional; a estos efectos, la Escuela de
Servicio Social Elvira Matte de Cruchaga de la Universidad Católica de Chile
crea en 1936 un organismo que preparaba a las estudiantes para desarrollar su
prácticas en las empresas, consolidando un espacio laboral que ya en 1952 se 23

define como Servicio Social industrial, el cual integra entre sus funciones las
siguientes labores: labor económica (tramitación de pensiones, cobro de
subsidios, ahorro), labor médica, labor cultural, trabajo con centros sociales,

                                                                                                               
Reveco, Ivonne (1938:8) Mi labor como Visitadora Social de los Ferrocarriles del Estado, Memoria para
21

obtener el título de Visitadora Social, Escuela Elvira Matte de Cruchaga.


Valenzuela, Apolonia (1934:4) Trabajo efectuado durante mi estadía de práctica como Visitadora Social
22

en la Fábrica de Cemento El Melón, Memoria de Prueba para optar al título de Visitadora Social.
23
Memoria de 10 años de la Escuela Elvira Matte de Cruchaga, Archivo de PUCCH

 
sala cuna, organización de fiestas y biblioteca; labor deportiva y acción
católica. 24

Esta caracterización de lo que era el Servicio Social Industrial hacia la década


de los 50' demuestra de alguna manera, la consolidación de un espacio de
acción de profesional en el área y la instalación de un enfoque de la práctica
profesional que se ha mantenido en las principales definiciones, hasta la
actualidad. El péndulo de cambio y continuidad tiende a balancearse más del
lado de la continuidad respecto a las temáticas, mientras que en lo
metodológico pueden suponerse ciertas modificaciones al igual que en el
supuesto ético - político.

Ahora bien, al igual que los sistemas de seguridad social, el marco que
sostenía al servicio social industrial fue puesto en crisis en base a las reformas
privatizado ras que se dieron en Chile desde comienzo de la década de 1980.
De esta manera, los cambios en los sistemas de seguridad social, que superan
la dimensión solidaria y se instalan en un paradigma de cotizaciones
individuales, impactaron en la gestión social en las organizaciones productivas.

La instalación de políticas neoliberales en el país, impacta directamente el


ejercicio del trabajo social en el espacio laboral. Si bien, la trayectoria de la
profesión en el área ha mantenido temáticas, espacios de acción y
eventualmente metodologías, el contexto cambió y transformó el ejercicio
profesional en el área.

Dado lo anterior, es necesario revisar esta historia, conocer experiencias y


vivencias de visitadoras, asistentes y trabajadoras sociales; para de esta
manera reconfigurar enfoques y perspectivas en trabajo social laboral, que
permitan reconocer la complejidad del contexto y las demandas articuladas
desde el derecho al trabajo decente.

                                                                                                               
Rivera, Filomena (1952) El Servicio Social Industrial Comparado, Memoria para optar al título de
24

Asistente Social, Pontificia Universidad Católica de Chile, Escuela de Servicio Social.

 
BIBLIOGRAFíA
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caso de la ciudad de Viña del Mar", INVI.

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Servicios Y Beneficios, Escuela Trabajo Social, PUC

 
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Silencios, memorias y verdades de su quiebra. 1970-1981, Viña del Mar, tesis
para optar al grado de Licenciado en Historia, Universidad de ValpaReveco,
Ivonne (1938:8) Mi labor como Visitadora Social de los Ferrocarriles del Estado,
Memoria para obtener el título de Visitadora Social, Escuela Elvira Matte de
Cruchaga. Rivera, Filomena (1952) El Servicio Social Industrial Comparado,
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del siglo XIX?", ix-xxv, en Espech, Román (2012) La Industria fabril en Chile.
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N o 1 - 20, publicados entre 1885 y 1887.

Tipps, Dean C. (1973) "Modernization Theory and the Comparative Study of


National Societies: A Critical Perspective", Comparative Studies in Society and
History.

Valenzuela, Apolonia (1934:4) Trabajo efectuado durante mi estadía de


práctica como Visitadora Social en la Fábrica de Cemento El Melón, Memoria
de Prueba para optar al título de Visitadora Social.

 
PROPUESTA DE PROTOCOLO PARA EL ACOMPAÑAMIENTO EN EL
PROCESO DE ACEPTACION HOMOSEXUAL

Ignacio Antonio Meriño Montero ∗

Resumen

La presente ponencia se aboca a la necesidad de proponer, desde el Trabajo


Social, protocolo que reglamente acciones y funciones de intervención para el
acompañamiento en el proceso de aceptación homosexual de hombres y
mujeres.

El perjuicio hacia la comunidad LGBTI; evidenciado en una sociedad que


discrimina, que violenta por orientación sexual, que niega derechos
fundamentales y genera, implícitamente, ciudadanía de segunda clase,
disminuye las potencialidades de individuos que atraviesan por situaciones
desbordantes.

La pertinencia del Trabajo Social en esta área recala su fuerza en el ámbito de


la casuística, contribuyendo como eje temático a la discusión política del
Trabajo Social y su aporte al proyecto de sociedad.
La propuesta nace a partir de una investigación cualitativa realizada a jóvenes
homosexuales que componen, principalmente, parte del voluntariado de
Fundación Iguales, institución que se llevó a cabo el presente trabajo,
inspiradas ante la lógica de modelos de intervención en crisis.

Palabras claves homosexual, Intervención en Crisis. Protocolo,


Homosexualidad, Aceptación

                                                                                                               

 Universidad de Valparaíso.: ignacio.merino.m@gmail.com

 
Desarrollo del documento

El presente trabajo se aboca a la necesidad de proponer intervenciones


referentes a temáticas de diversidad sexual, específicamente al proceso de
aceptación homosexual. Dicho proceso constituye uno de los hechos más
significativos que pueda experimentar una persona. El reconocimiento de la
propia orientación homosexual de un ser humano es la aceptación de si mismo,
es la declaración de la definición de identidad, el cual constituye, de este modo,
un afrontamiento libre de sesgos y de prejuicios que atentan contra el propio
individuo.

El encause de este proceso acepta y asume la diversidad, rechazando un


modelo único de vida heterosexual que se superpone ante el resto como un
modelo de vida mejor en comparación con distintas orientaciones sexuales e
identidades de género. Por lo tanto, y en concordancia con lo expuesto, el
concepto de diversidad sexual “rompe con lo que se conoce como
heteronormatividad que supone considerar la heterosexualidad como un
modelo hegemónico, superior y “normal” frente a otras realidades sexuales”
(Stockmeyer, 2011).

Sin embargo, las barreras culturales existentes han propiciado una sociedad
que excluye, discrimina y violenta a sus miembros a causa de su orientación
sexual, donde estas expresiones de homofobia “se cimientan tanto en la
intolerancia derivada del fanatismo ciego como en una displicencia
pseudocientífica que etiqueta los comportamientos sexuales no heterosexuales
y no procreativos como “desviaciones” o resultados de “defectos en el
desarrollo” (OPS, 2013) siendo éstos focos de actitudes fuertemente negativas,
afrontando un estigma que atenta contra la integridad moral, física, psicológica
y social de hombres y mujeres.

La pertinencia del Trabajo Social en esta área, si bien ha sido poco abordada
desde la disciplina, recala su fuerza en el desarrollo de la actividad profesional
en el ámbito de la casuística, el cual contribuye al desarrollo integral del ser

 
humano centrado en el trabajo desde la persona y hacia la persona, buscando
nuevos espacios de acción que permitan mejorar la calidad de vida de las
personas a través de procesos de intervención en crisis.

En este sentido, la complejidad de la realidad social y el quehacer del Trabajo


Social, se configura como un elemento significativo a la hora de abordar la
temática, considerando a su vez los aportes que pueden surgir de las
intervenciones profesionales con el sujeto de atención en el acompañamiento
del proceso de aceptación homosexual del individuo.

Fundación Iguales, institución patrocinante del presente que cobijó gran parte
de las entrevistas realizadas, y del trabajo desplegado, en la búsqueda de
respuestas adecuadas para realizar y proponer una serie de procedimientos
que permitieran a jóvenes llevar de manera adecuada el proceso de “salida del
closet”, entendiendo éste último no solo como el compartir con terceros su
propia homosexualidad, sino también para llevar de manera óptima su proceso
interno.

Para la consecución de lo mencionado en los párrafos anteriores, y lograr


conocer a cabalidad cada una de las etapas vividas en el proceso de
aceptación homosexual, y así lograr dar procedimientos lógicos de
intervención, fue trazado como objetivo general el “Proponer protocolo que
reglamente acciones y funciones de intervención para el acompañamiento en el
proceso de aceptación homosexual del individuo”.

Sumado a lo anterior, el segundo objetivo general que dice relación con el


proceso investigativo fue “Conocer las etapas vividas en el proceso de
construcción de identidad homosexual durante la adolescencia de jóvenes
gays, lesbianas y bisexuales de la Región Metropolitana de Santiago de Chile”,
los que delinearon el encause del estudio.

En relación a la metodología utilizada, el tipo de enfoque fue de corte


cualitativo, los que permitieron aproximarse a los discursos que relataron el
proceso de construcción de identidad homosexual, siendo el tipo de estudio

 
exploratorio – descriptivo. La investigación se presenta como semi emergente y
no experimental, al ser modificado durante el curso del mismo y al no manipular
las variables. Para ello, las entrevistas en profundidad se utilizaron como
técnica de reproducción de datos para recabar las perspectivas de sus vidas.

En relación al universo y muestra, se conformó por un total de 13 personas; 8


gays, 3 lesbianas y 2 bisexuales. Por lo tanto, fueron considerados como
criterios de inclusión:

a) Jóvenes homosexuales, de entre 20 y 29 años


b) Construcción de identidad homosexual durante la adolescencia
c) Proceso de construcción de identidad homosexual como
desencadenante de crisis identitaria
d) Homosexuales que no sean padres ni madres.

Por otro lado, se reconoce que la diversidad sexual se compone por la


comunidad LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e
Intersexuales), sin embargo para los propósitos del estudio, se consideraron
solo a Lesbianas, Gays y Bisexuales, ya que la inclusión de Transexuales e
Intersexuales desborda los propósitos de la investigación.

Gracias a las aportaciones teóricas de intervención, principalmente la


Intervención de Primer Orden, o Primera Ayuda Psicológica (PAP), de Slaikeau
(1996) se desarrolla una sistematización para la atención del sujeto en
situación desbordante, homologando los componentes del PAP para la
propuesta de protocolo:
1. Contacto Psicológico
2. Examinar dimensiones de Problema
3. Explorar posibles Soluciones
4. Ayudar a optar la Acción Concreta
5. Garantizar el posterior Seguimiento

De acuerdo a esta mixtura, y a lo anterior mencionado, es que se presenta la


siguiente propuesta.

 
Propuesta de protocolo

Ante la presencia de jóvenes que enfrentan periodos de crisis producto


de su orientación sexual homosexual, es de suma importancia una atención
oportuna para acompañar dicho proceso.

El desequilibrio por el cual atraviesa la persona no le permite visualizar con


claridad la situación que está viviendo, adquiriendo connotaciones negativas de
su ser que no le dejan estar en paz consigo mismo. En este sentido, el
individuo está en un proceso conocido comúnmente como “salir del closet”,
cuyo proceso, en este caso, da cuenta de una “salida” para sí, vale decir, una
resignificación propia de su orientación sexual.

Estas situaciones de crisis requieren de un acompañamiento en el proceso de


construcción de identidad sexual homosexual que permita generar y/o
potenciar recursos en dicho momento.

Frente a la situación:

1) Escuche atentamente lo que el o la joven quieren decir. Es


importante propiciar espacios de diálogos adecuados mediante una
postura empática, atenta y cordial (verbal y gestual). En este primer
encuentro, genere disposiciones de dialogo que permitan al individuo
desahogarse y contar su situación. Indague sobre sus miedos y
concepciones que tiene respecto a la homosexualidad. Evite en todo
momento dar opiniones y juicios de valor al respecto, por el contrario,
utilice preguntas abiertas para que el individuo pueda desarrollar sus
ideas, contar sus experiencias, sentimientos y emociones.
2) Utilice un vocabulario adecuado, inclusivo y claro. Evite referirse con
términos como “minorías sexuales” o aquellas que posean alguna carga
negativa que desvalorice la homosexualidad. Es importante mantener un
lenguaje que rescate la diferencia como elemento positivo y que no pase
a llevar ni a herir algún tipo de sensibilidades. La sutileza del lenguaje
permitirá afrontar de mejor manera este tipo de situaciones.
3) No actúe forzadamente. Resulta importante enfrentar la situación de
forma natural, la persona no esta viviendo “nada del otro mundo”. El

 
individuo no busca un trato especial sino que sentirse comprendido,
valorado y aceptado. Actuar de otro modo podría generar un clima de
victimización y de no valorar las propias fortalezas que él mismo posea.
El trato diferencial lo vive a través de la exclusión, del bullying e
indiferencia. Hágale saber, a través de su trato y explícitamente con sus
palabras, que él no está solo y puede contar con Ud.
4) Desmitifique concepciones erradas. No de por hecho lo que pueda
parecer obvio. Es importante aclarar conceptos básicos sobre la
homosexualidad, el individuo puede estar altamente cargado en
creencias basadas en mitos y prejuicios. Este proceso de
deconstrucción propiciará a reducir culpabilidad y temor en el sujeto.
5) Facilite canales de información. Es importante que la persona que se
ve envuelta en esta situación posea la mayor cantidad de referencias
que le permitan aclarar su situación (folletos, páginas web, libros, etc.
especializados en el tema). Darle a conocer el trabajo realizado a lo
largo del tiempo por distintas personas e instituciones que han pasado
por su misma situación y que trabajan por una causa común permitirá
crear un ambiente en el cual no se sienta solo.

Es importante que en caso de que el o la joven presente evidentes


muestras de comportamientos autodestructivos, o que Ud. tenga
sospecha de posibles autoagresiones, indagar sobre los hechos y, en caso
de menoscabo físico, asegure la adecuada derivación a centros médicos,
enfermerías, entre otros según corresponda.

La “salida del closet” se produce también con su entorno mas cercano. El o la


joven, al saber y estar claro de su propia orientación sexual homosexual,
buscará las formas de decirlo y el momento apropiado para contarlo. Si bien no
hay “recetas” que indiquen el instante y lugar para hacerlo, bien pueden
buscarse estrategias necesarias para que dicho instante sea el más adecuado.

 
Frente a estas situaciones:

1. Tener en consideración que la “salida del closet” no es una tarea


que se haga solo una vez y para siempre. Hombres y mujeres
homosexuales se verán enfrentados a lo largo de sus vidas a este
proceso. Serán ellos y ellas, precisamente, los que tomarán la decisión a
quienes contarles y a quienes no, considerando que, más que un
secreto con el cual deban vivir, es una intimidad la cual desean
compartir.
2. El hecho de contar su orientación sexual homosexual es una
decisión exclusivamente personal. Este momento no puede ser dado
por exigencias y/o recomendaciones de terceros en base a lo creen que
es oportuno y lo que no. La decisión debe ser tomada a conciencia por
la persona que está enfrentando la situación de acuerdo a sus propias
necesidades y creencias al sentirse seguro de su identidad y tranquilo
de lo que es. Nadie más que la persona que pasa por este periodo sabe
cuando enfrentarlo y abordarlo con el resto. El que busque apoyo en
terceros responde a la necesidad de examinar estrategias, pero estas
deben ser tomadas considerando siempre la autodeterminación del
individuo.
3. Contar con recursos - materiales e inmateriales – que permitan, en
el peor de los escenarios, hacer frente a la situación. En muchos
casos, producto una formación conservadora y envestidos de una carga
valórica y cultural homófaba que poseen los padres, echan de sus casas
a sus hijos e hijas a causa de su homosexualidad. Frente a esta
situación, es importante contar con apoyo necesario, ya sea de amigos o
familiares a los cuales acudir.
4. Al momento de revelar la homosexualidad, deben hacerlo con
confianza, orgullosos de su orientación, mostrarse tranquilos y
contentos consigo mismo. Esto permite entregar seguridad a la
persona que se le está contando. Por el contrario, decir que se está
confundido, o que no sabe lo que le está pasando, despierta en el otro
inseguridades y creencias de que la situación es pasajera y que su
identidad constituye un problema que deba ser solucionado. Transmitir

 
que su homosexualidad es motivo de alegría y felicidad y no de aversión
en su vida, permitirá naturalidad frente a la situación y su
homosexualidad. Hacer hincapié en que su orientación no es solo la
parte sexual sino que también forman parte importante sus sentimientos,
el cariño, respeto y amor que se tiene a personas de su mismo sexo.
5. Entender que el proceso que él o ella vivió ahora corresponde que
lo vivan los padres. Si bien nunca se está preparado para escuchar
insultos, palabras crudas por parte de los padres o integrantes de un
círculo cercano, estas provienen de la homofobia que ha generado la
sociedad machista, heteronormativa y patriarcal. Los padres, en muchas
ocasiones, no poseen los recursos necesarios para poder ser empáticos
frente a la situación, por ello, el proceso de aceptación que se vivió en
un comienzo y que fue difícil para él, lo es ahora para su entorno.
Muchas veces, en distintas ocasiones, dirán cosas que realmente no
sienten por temor a enfrentarse ante un escenario totalmente nuevo.
6. Valorar la situación que se vive como una oportunidad. Revelar la
homosexualidad a personas significativas representa alivianar una carga
y dejar atrás el peso de ocultar una parte importante de lo que es la vida
de jóvenes gay, lesbianas y bisexuales. Contar su homosexualidad
generará sentimientos de libertad y desahogo y atenuará posibles
malestares que se presentaban en un comienzo. De aquí en adelante la
persona visualizará opciones y oportunidades que antes no existían y
que ahora puede contar con ellas.

Bibliografía

1. Ituarte, A. (1992) Procedimiento y proceso en Trabajo Social Clínico,


Siglo XXI. Madrid.
2. Slaikeu, K. (1996) Manual de Intervención en Crisis, manual moderno.
México D.F.

 
Linkografía

3. Stockmeyer, V. (2013) Conceptos básicos sobre diversidad sexual,


consultado el 18 de marzo, desde

http://iguales.operativelab.net/wp-content/uploads/2011/09/Conceptos-
b%C3%A1sicos.pdf
4. OPS (2013) “<Curas>” para una enfermedad que no existe”, consultado
el 18 de marzo, desde  

http://www.iguales.cl/wp-content/uploads/2012/10/OPS-TR.pdf
 
5. ONU (2013) “Declaración Universal de derechos humanos”, consultado
el 10 de marzo, desde  

http://www.un.org/es/documents/udhr/  

 
EL TRABAJO SOCIAL EN EL MUNDO POSTMODERNO: TENSIÓN ENTRE
LA ESPECIALIZACIÓN TI Y LOS LÍMITES EN LA INTERVENCIÓN.

Alexis Bustos Villarroel


Resumen

El Trabajo Social en el Mundo Postmoderno: Tensión entre la Especialización y


los Límites en la Intervención. El título antes mencionado, supone la existencia
de varias problemáticas relacionadas con el Trabajo Social y los campos de
acción inherentes a ello. La primera de ellas es la necesidad de
especialización, la cual cumple un rol fundamental en la páxis profesional y la
segunda se relaciona con los límites profesionales o disciplinares que existen
en correspondencia con otras profesiones (Psicología, Derecho, Sociología,
etc). Para abarcar dicha problemática se ha efectuado la recopilación
bibliográfica como principal método de recolección de información. Siendo el
objetivo principal: Reflexionar y problematizar aspectos de la metodología de
intervención en Trabajo Social Familiar, en relación con los distintos espacios
interventivos (Caso, Grupo y Comunidad) Para concluir en la revisión de la
Terapia Narrativa, propuesta por el Trabajdor Social Australiano Michael Withe
y el Antropólogo Neozelandés David Epston (1990).

Palabras Clave: Ciencias Sociales, Epistemología, Desarrollo, Modelos de


Intervención en Trabajo Social, Trabajo Social Familiar, Terapia Narrativa.

                                                                                                               

Chileno. Asistente Social, Licenciado en Trabajo Social, Postitulo en Psicología Familia y Derecho,
Postitulo en Psicología Jurídica al Servicio de la Investigación Forense y Criminal, Terapeuta Familiar
Sistémico. Docente en AIEP en las carreras de Trabajo Social y Técnico en Trabajo Social, efectúa
cátedras de Familia y Sociedad, Taller de Intervención Social Fundada, Taller de Intervención Social con
Personas y Elaboración y Evaluación de Proyectos Sociales. Adscrito a la Red Comunal Por La No
Violencia Valparaíso, Actualmente Trabajador Social en Programa de Reparación de Maltrato Grave y
Abuso Sexual, PRM CAVAS Regional de Valparaíso, convenio SENAME-PDI. Mail:
bustosvillarroel@gmail.com

 
1. Epistemología y Ciencias Sociales.

1.1. Desarrollo de las C.C.S.S.

El Trabajo Social en el mundo contemporáneo y postmoderno supone la


necesidad de comprender los fenómenos que ocurren en la sociedad Chilena
actual, cuyos fenómenos pueden ser considerados productos o resultados de
este complejo proceso denominado globalización, la cual hace referencia no
sólo a la transculturalidad inherente a ella, sino también que es un proceso
complejo, complejo porque los “mecanismos de globalización son
irreversibles”42, esto quiere decir y en relación con el Trabajo Social, que la
mecánica del actuar profesional, debe, necesariamente estructurarse en el
presente. (Teresa Matus, 1999, p. 18-19).

Respecto del fenómeno estudiado y en relación con la generación de


conocimiento, podemos informar que, la historia de la humanidad y el
desarrollo de las formas de conocer y explicar los fenómenos, han estado
caracterizadas por tres epistemologías que han permeado en menor o mayor
grado las ciencias sociales en general, de esta manera lo lineal-causalista
(positivista), lo sistémico-circular (teoría general de sistemas) y lo cibernético
(constructivista), obedecen a cambios de paradigmas al interior de un cuerpo
de conocimientos sistematizados, los cuales podríamos llamar ciencia,
profesión o teorías (Demicheli, 1995).

Respecto de la cibernética, existe consenso en admitir que fue el matemático y


filósofo Norbert Wiener, quien acuño este concepto, el cual, inicialmente se
preocupó de los problemas de la organización y los procesos de control,
retroalimentación y comunicación específicamente (Rodríguez y Arnold, 2007;
Demicheli, 1995). El segundo momento importante en el desarrollo de la
cibernética, es la se ha denominado de segundo orden, en la cual, entran en
escena personajes como H. Von Foerster, H. Maturana, F. Varela, entre otros.
En esta etapa, se orienta el desarrollo de la cibernética al fenómeno del
conocer y “los distintos modos de organización del sistema nervioso en seres
humanos y seres vivos en general, más allá de las aplicaciones al ámbito de la
                                                                                                               
42
Teresa Matus Sepúlveda. Propuestas Contemporáneas en Trabajo Social, Hacia una Intervención
Polifónica. Editorial Espacio, Buenos Aires, , 1999. Pág. 15.

 
ingeniería, la computación y la física”43. Es en este momento la cibernética
desborda su desarrollo inicial, vinculado a la matemática y permea campos tan
disímiles como la inteligencia artificial y robótica de Von Neumann,
comunicación de Weaber, en psiquiatría con Ashby, en economía con Beer
(teoría de los juegos) y en macroeconomía con Lange, neurología con Mc
Culloch y por supuesto Maturana y Varela (Autopoiesis, el primero y teoría
biológica del conocimiento entre ambos). Luego de ello, el paradigma
tradicional de ciencia objetiva fue fuertemente cuestionado, en donde, no se
contaría con el mundo, sino, con nuestras experiencias en el mundo, posición
contraria que plantea la ciencia “objetiva” la existencia de un mundo real,
objetivo e independiente de quien lo observa (Rodríguez y Arnold, 2007). La
invalidación de la objetividad como argumento teleológico inamovible, ya no se
posiciona como la verdad absoluta, al integrar esta la concepción de realidad
dependiente de quien la observa, también se hace relevante la posición del
observador que distingue, ya que “Cada vez que un observador trae a la mano
una entidad, sea ésta objeto, idea, concepto o noción, hace una operación de
distinción en la que lo distinguido y su dominio de existencia aparecen (…) El
observador hace distinciones en el lenguaje que es su dominio de existencia
tal”44.

1.1. Modernidad y Postmodernidad.

Entonces, las ideas centrales de la modernidad o el pensamiento moderno,


tenemos que “Lo que sostiene es que en la medida que se abra en la
modernidad la noción de macrosujeto (…) La idea de salvaguardar la
concepción de lo real como un todo unívoco (…) En efecto, el privilegio de una
visión omnicomprensiva conduce a la imperfección de las partes, a la
necesidad de existencia de un orden que les otorgue sentido” (T. Matus, p. 108
y 109, 1999). Las ideas anteriormente expuestas se relacionan con un orden
establecido, una realidad observable, medible, cuantificable, verdades
absolutas y universales. En este sentido, las teorías se aplicarían
indefectiblemente a los fenómenos estudiados, dejando de lado, la importancia
del contexto y la historia en las cuales están inmersos esos fenómenos. En otro
                                                                                                               
43
Demicheli, G. (1995) Comunicación en Terapia Familiar Sistémica, bosquejo de una epistemología
cibernética, Valparaíso, Ed. Universidad de Valparaíso, p. 37.
44
Maturana, H. (2003) Desde la Biología a la Psicología, Santiago, Lumen, p. 87.

 
sentido y siguiendo los planteamientos de Bertrando (2011) la modernidad
supone la carencia de la perspectiva política y las influencia de los distintos
tipos de poderes que pueden –o no-, influir en la vida de las personas. Por
perspectiva política, el autor hace referencia a la autonomía de la persona en
dirigir sus actos de forma deliberada, no influenciada por alguna teoría,
creencia o mandato.

Por otra parte, las ideas postmodernas vienen a contravenir a su antecesora


modernidad. De esta forma, las influencias de grandes pensadores como
Lyotard (1979), Derrida (1984), Foucault (1971), Butler (1993) entre otros. Han
aportado con serias críticas al modernismo, destacando la noción de “realidad”
no es una construcción unívoca o universal, por el contrario, dicha concepción
de realidad, debe ser considerada estrictamente como una construcción social.
Las teorías no son más que un sistema de metanarrativas, como cualquier
narrativa o metanarrativa que pueda esgrimir una persona, científico o
vendedor. Argumentan que, “los sistemas globales que se posicionan a sí
mismos como absolutos y “verdaderos”” (Bertrando, 2011) Deben ser
altamente cuestionados e incluso rechazados, la importancia del conocimiento
no yace en las teorías, sino, en los microrelatos de las personas, sus contextos,
su cultura y su política.

2. El Trabajo Social y su relación con el desarrollo de las C.C.S.S.

De esta forma, autores como Aylwin y Solar, sostienen que el trabajo social se
ha nutrido de este desarrollo científico y teórico, es más, el trabajo social se ha
desarrollado en paralelo con los cambios epistemológicos en la física, la
biología, la filosofía, la lingüística, la antropología, la sociología, la psicología y
en casi todo el campo del conocimiento social y científico (Aylwin y Solar, 2002,
p.108).

Luego de ello, comienza a gestarse la crisis intelectual y teórica que culmina en


la reconceptualización y como los antiguos “modelos” heredados del
positivismo, del análisis fragmentario de la realidad social, de la cuantificación y
la búsqueda de explicaciones universales, comenzaban a perder sentido.
Finalmente, el trabajo social se relaciona con la postmodernidad sumándose a
los planteamientos de Derrida, Lyotard y Foucault, entre otros. Donde la

 
premisa fundante del postmodernismo es la desconfianza de “relatos
metanarrativos de valor universal y cuestiona la capacidad de alcanzar una
verdad que no sea relativa en un contexto parcial y localizado” (Matus, 1999, p.
128).

2.1. Desarrollo de los modelos de intervención en trabajo social.

Modelos Clásicos de Intervención en Caso-Familia: Psicosocial: (1937 y ss)


inmerso en el Casework. Resolución de Problemas: (1940). Intervención en
Crisis: (1950). Terapia Familiar: (1950 y ss). Centrado en Tareas: (1965 y ss).
Ecológico: (1980 y ss). Modelos Contemporáneos de Intervención en Caso-
Familia: Modelos de primera Onda; Sistémico y Fenomenológico. Modelos de
segunda Onda; Enfoque Social-Sistémico: Ralph E. Anderson e Irl Carter.
Servicio Social y Modelo Sistémico: Anna María Campanini45 y Francesco
Luppi46, influencias del modelo de Millán. Trabajo Social Clínico: Amaya Ituarte
Tellaeche47. Terapia Familiar: Joseph Pérez48. Proceso de Cambio: Peggy
Papp49. La Voz Terapéutica: Olga Silverstein50. Proceso de validación Humana:
Virginia Satir51. Intervención Familiar en Trabajo Social: Vesna Tomic52. La Red
Invisible: Marianne Walters53

Modelos Emergentes en Trabajo Social de Caso-Familia: Narrativo: Michael


Withe54 y David Epston55. Cibernético de primera Onda, Cibernético de
Segunda Onda (Constructivista) y Construccionista Social: Los autores han
llamado, el paradigma de la complejidad, para referirse a la Cibernética,
Constructivismo y Construccionismo. Se han efectuado trabajos a nivel
metateórico, según lo investigado, no existen aún propuestas o modelos de
intervención que oscilen en estas teorías.    

3. Terapia Narrativa

                                                                                                               
45
Asistente Social y Terapeuta Familiar Italiana.
46
Psicólogo y Terapeuta Familiar Italiano.
47
Trabajadora Social Española.
48
Trabajador Social, Psicólogo Clínico y Terapeuta Familiar Estadounidense.
49
Trabajadora Social y Terapeuta Familiar Estadounidense.
50
Trabajadora Social y Terapeuta Familiar Estadounidense.
51
Trabajadora Social y Terapeuta Familiar Estadounidense.
52
Trabajadora Social y Terapeuta Familiar Chilena.
53
Trabajadora Social y Terapeuta Familiar Estadounidense.
54
Asistente Social y Terapeuta Familiar Australiano.
55
Licenciado en Antropología y Sociología, Certificado de Capacitación en Trabajo Social Neozelandés.

 
La Terapia Narrativa es propuesta por el Asistente Social Australiano Michael
White y el Antropólogo y Terapeuta Familiar Neozelandés56 David Epston,
quienes en 1980 formalizaron sus ideas en un libro llamado “Medios Narrativos
para fines terapéuticos”. Ambos autores, por separado y luego en conjunto, se
encontraban trabajando con ideas “poco ortodoxas”57 en el campo de la terapia
familiar.

3.1. Analogía del Texto.

Desde la práctica narrativa, la persona es considerada como una posibilidad de


cambio constante, en tanto, no estaría definida ni por sus condicionantes
biológicos, sociales o culturales, sino, la persona estaría íntimamente
relacionada con su historia y las historias que cuentan de él o ella. De igual
forma, como esas historias moldean su vida. Este sujeto histórico-contextual ha
de ser considerado como un texto, como posibilidad abierta de ser leída,
releída, escrita y rescrita. Ello posibilita la revisión histórico-vital del ser, en la
cual, se encuentran otras versiones de sí mismo, las historias no dichas o
“irrelevantes”, las cuales ocupan un lugar secundario en la historia dominante
del ser y posibilitan el ejercicio de reautoria o de rescribir la vida (Withe, M.
2004; Morgan, A. 2000).

“La estructuración de una narración requiere la utilización de un proceso de


selección por medio del cual dejamos de lado, de entre el conjunto de los
hechos de nuestra experiencia, aquellos que no encajan en los relatos
dominantes que nosotros y los demás desarrollamos acerca de nosotros
mismos” Withe y Epston, 1993.
                                                                                                               
56
Si bien, David Epston posee nacionalidad Neozelandesa, es originario de Canadá.
57
Por ideas “poco ortodoxas” se hace referencia, en primera instancia a las disciplinas que representan
David Epston y Michael White, quienes no pertenecen al campo de la psicología o psiquiatría, quienes
históricamente han desarrollado modelos, técnicas y teorías en el campo de la terapia familiar. Si bien,
tanto en Australia como en Nueva Zelanda, existe apertura a quienes quieran perfeccionarse como
terapeutas familiares, las propuestas en dicha área, se caracterizaba –hasta ese entonces-, por
profesionales de la psicología y la psiquiatría. En segunda instancia, las ideas propuestas por David
Epston se relacionaban con los ritos de pasaje, propuestos por Van Gennep trabajados por el antropólogo
Victor Turner, la comprensión de los fenómenos de Clifford Geertz (Antropólogo). Por su parte Michael
Withe estuvo interesado en la epistemología de Gregory Bateson (Antropólogo) los planteamientos
generales del Sociólogo Michel Foucault, los planteamientos de Jerome Brunner (Psicólogo y Pedagogo)
respecto de su teoría en general, Jacques Derrida Filósofo, de quien retoma los planteamientos acerca de
la deconstrucción y la critica textual. Como se aprecia, los autores basales en los que se apoyan Epston y
White, se relacionan con campos de acción distintos de la psicología y la psiquiatría, disciplinas
dominantes hasta el momento, en terapia familiar. “Poco ortodoxas” por el hecho de incluir aspectos
socioculturales, contextuales y políticos al espacio terapéutico y sobre todo, por distanciarse del
positivismo (el problema es la persona) de las teoría de sistemas (el problema es la relación) y quedarse
en el postmodernismo-constructivismo (el problema es el problema).

 
3.2. Relato, Conocimiento y Poder.

En este sentido, el ser o la persona, experimenta ciertas situaciones en la vida


a través del tiempo, a las cuales les otorga significado y comienzan a engrosar
una trama o historia dominante (Morgan, A. 2000) la cual será preponderante al
explicarse quien se es, en la actualidad. Teniendo presente ello, existen
también, historias secundarias o dotadas de menor significado e importancia,
las cuales, no se encuentran disponibles en la historia dominante. En este
sentido, es importante destacar que, la historia dominante o la historia
secundaria, se encuentra enraizada en los aspectos culturales y sociales, los
cuales contribuyen a generar soportes para dicha historia.
Las historias moldean las vidas de las personas, ello es posible, en tanto el
conocimiento y poder se encuentran indefectiblemente relacionados, por lo
tanto, son los efectos de ese poder-conocimiento los que van moldeando
lentamente a las personas. Los efectos experimentados no son los que
comúnmente podríamos argumentar, los efectos descalificadores, limitantes,
negadores o coactivos (White, 1990). Por el contrario, son los efectos positivos
los que afectan a la persona, los efectos de “verdades normalizadoras” las
cuales configuran las vidas de las personas y las relaciones de ésta. “Estas
“verdades”, a su vez se constituyen o producen en el funcionamiento del poder
(Foucault, 1979, 1980, 1984a. citando en White y Epston, 1990).

3.3. La Imposibilidad de Acceder a la Realidad.

El primer aspecto epistemológico fundamental en terapia narrativa, retrotrae los


aportes de Gregory Bateson, en relación a la imposibilidad de conocer o tener
acceso a una realidad “objetiva”, ya que, todo conocimiento requiere un acto de
interpretación (White, M. 1993).

A este respecto la posición del sujeto que conoce no se encuentra fuera del
sistema observado, por el contrario, se encuentra inmerso en las
observaciones y distinciones que realiza, en las cual, participa activamente de
la construcción del objeto observado (Keeney, B. y Ross, J. 1993).

 
3.4. Reflexiones finales

La práctica narrativa58 expone que el término “terapia” es un concepto


inadecuado para describir el trabajo que se realiza desde esta práctica. En el
entendimiento que, el concepto de terapia aduce al tratamiento de
enfermedades, desórdenes, defecto, etc., En la práctica narrativa, no se
entienden los problemas en términos de enfermedades, defectos o déficits y no
se cree en nada que pueda relacionarse con una “curación” (White, 1990).
Existe una visión despatologizadora, no centrada en el diagnóstico. Lo que no
quiere decir que se invalide o se desconozca lo anteriormente mencionado,
sino, que el diagnóstico o la patología, es parte de una historia más amplia y en
ningún caso, la patología o el diagnóstico va a definir a la persona.

Entonces aparece la estrategia fundamental en Narrativa, la externalización. La


externalizar el problema es la técnica terapéutica central usada por Michael
White para ayudar a las personas a comenzar a definir sus problemas como
separados de sus identidades. Para ello desarrolla un estilo particular de
entrevista, preguntando acerca de cómo el problema ha estado afectando la
vida de la persona y sus relaciones. Lo cual posibilita la identificación de los
aspectos problemáticos y cuando se ha tenido el control sobre ellos. De igual
forma, otorga el control a la persona sobre el problema y no a la inversa, que el
problema es quien gobierna sus vidas. Lo que se busca como fin último es la
recuperación de la agencia personal.
Respecto de la posición de las personas como agentes en sus propias vidas,
Michael White y David Epston realizan una comparación acerca de la
representación del modo lógico científico y del modo narrativo acerca de esta
visión del ser humano. Para estos autores el modo lógico científico representa
a la persona como pasivo/a frente a fuerzas internas y externas que moldean
sus vidas (Impulsos, impactos, transferencias, etc).
En cambio el modo narrativo sitúa a la persona como protagonista de su propio
mundo o historia. Es un mundo interpretativo en donde re contar una historia es
contar una historia nueva, generando nuevos significados a medida que la

                                                                                                               
58
La terapia narrativa inicialmente es conocida como un enfoque, luego se posiciona como terapia y
posteriormente es denominada como práctica narrativa (White, 2007)

 
persona con sus semejantes van re-escribiendo y moldeando sus vidas y
relaciones (White, M. Epston, D. 1993).
Otro aspecto central en la práctica narrativa, es la posición y rol de las
disciplinas. Al mismo respecto, las disciplinas profesionales –independiente
cual sea ésta-, contribuyen a generar el mantenimiento del discurso dominante.
En este sentido, no es el poder en sí mismo la herramienta que posibilita la
mantención y reproducción de un conocimiento tal, sino, son los sujetos los que
posibilitan dicha reproducción (Carassale, S y Vitale, A. 2010).

“Esta revisión ética (…) se dirige enseguida a los riesgos de privilegiar el


micromundo de la terapia por encima de los macrocontextos de las vidas de las
personas” (White, 2002) hace referencia a las formas y tiempos de atención,
por lo general breves en su duración, con exigencias de logros exitosos y
márgenes de error exiguos, sobre ello, la idea de acción efectiva, se vincula
directamente con la ética del control (White, M. 2002).

Otro aspecto fundamental de los aspectos micropolíticos en Pakman, se


relaciona con lo esperado en el espacio psicoterapéutico, lo que se relaciona
con la trasmisión de una praxis imperturbable, la cual se sostiene en los
discursos profesionales y en las pretensiones de verdad en la relación
psicoterapeuta-consultante (Withe, M. 2002) sobre ello, Pakman realiza una
crítica sobre la praxis profesional del psicoterapeuta en relación con otras
disciplinas, ello tiene relación con “la tradición de la psicoterapia no están muy
bien vistas, porque se piensa que pertenecen a lo que tiene que hacer un
trabajador social y no una persona del mundo "Psi". Es decir, tradicionalmente
lo que se supone que es legitimo de un terapeuta es trabajar sobre lo
estrictamente mental, pero resulta que buena parte de lo que es mental son
cuestiones sociales y políticas que tienen que ver con definiciones de la
realidad sobre las cuales hay que operar de algún modo. Por tanto, este
aspecto micropolítico es un intento de legitimar como parte genuina del trabajo
terapéutico que hacer todas esas cosas es parte de lo que debemos hacer y, a
la vez, un reclamo para evitar caer en algo en lo que lo que se cae con
frecuencia, que es decir: "bueno, yo sabría hacer muchas cosas en esta

 
situación, pero lamentablemente no puedo, porque hay problemas contextuales
que me impiden hacer lo que debería hacer como psicoterapeuta que soy””59

La mantención de un saber encapsulado en una disciplina tal, posibilita la


disección entre “lo mental” y “lo social” teniendo presente que, ambos términos
se encuentran indefectiblemente relacionados. Al mismo respecto, mantenerse
en la posición de trabajar sobre lo mental o lo social, conlleva a fragmentar al
ser humano, descontextualizarlo y efectuar un trabajo psicoterapéutico
fraccionado.

Bibliografía

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59
Entrevista a Marcelo Pakman, realizada por Alicia Moreno en la Universidad P. Comillas de Madrid, en
febrero de 2006, después de que impartiese un taller organizado por el Master en Terapia Familiar y de
Pareja

 
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¿POR QUÉ SE HACE NECESARIA LA TEORÍA SOCIAL CRÍTICA EN LOS
PROCESOS INVESTIGATIVOS E INTERVENTIVOS DEL TRABAJO SOCIAL
PROFESIONAL DEL SIGLO XXI?

María Fernanda Gómez Górnez ,


Yudy Judith Méndez Esparza ,


∗∗

Clara Inés Santander oueñas∗∗∗

Resumen

El trabajo se basa en visibilizar la importancia que debiera representar la teoría


social crítica en los procesos investigativos e interventivos de la profesión de
Trabajo Social en el siglo XXI; los elementos de la teoría social crítica, generan
cuestionamientos ante el papel que la profesión del Trabajo Social ha
desarrollado a lo largo de su historia y el que actualmente desempeña; este
paradigma permite además, contribuir a la reflexión crítica, reflexiva y
propositiva sobre sujetos, objetos e intencionalidades en los procesos
investigativos e interventivos de la profesión. La ponencia se centra, en primer
lugar, en presentar aproximaciones históricas de la profesión; en segunda
medida, se problematiza en torno a las consecuencias que ha acarreado la no
contemplación de la teoría social crítica en Trabajo Social; finalmente, se
presenta la construcción de un marco de reflexiones en torno a la relevancia de
la teoría social crítica en la profesión del siglo XXI.

Palabras claves: Trabajo Social - Trabajo Social crítico - intervención.

                                                                                                               

  Estudiante de Trabajo Social; Universidad Industrial de Santander -UIS-, Bucaramanga, Colombia,
mariafernandaGomezGomez@hotmail.com
  Estudiante de Trabajo Social; Universidad Industrial de Santander -UIS-, Bucaramanga, Colombia,
∗∗

sanpio629@hotmail.com
∗∗∗
  Estudiante de Trabajo Social; Universidad Industrial de Santander -UIS-, Bucaramanga, Colombia,
clarinesander@hotmail.com

 
Como Trabajadoras Sociales en formación, abordar el tema de la influencia de
la teoría social crítica en los procesos investigativos e interventivos del Trabajo
Social profesional, se constituye en un verdadero desafío, en primer lugar
porque no poseemos argumentos suficientes, o los que conocemos resultan
ser muy escasos, de pronto, no hemos logrado trascender del sentido común al
juicio razonado; o como diría (Rodríguez, 2009) no estamos acostumbrados a
tener una voz propia frente al concierto de las voces de la tradición; en
segundo lugar, porque no existe una postura definida del Trabajo Social frente
al sentido de su práctica.

En su proceso histórico la profesión del Trabajo Social se ha desarrollado en


constantes ires y venires que han permitido evidenciar la relación dilemática
entre ideología, teoría y práctica, sus necesidades de transformación y su
conceptualización como profesión.

Consideramos importante establecer algunas aproximaciones en torno a la


historia del Trabajo Social, desde tres momentos: el periodo clásico, el periodo
del movimiento de la reconceptualización, el periodo contemporáneo.
Haciendo referencia al periodo clásico de la profesión del Trabajo Social,
coincidimos con (Torres, 1987) en que la etapa clásica de la profesión
correspondería al Trabajo Social tradicional, que, consolidado como profesión y
equipado con los tres métodos tradicionales de caso, grupo y comunidad, se
desempeña en diversos campos gubernamentales y no gubernamentales,
teniendo como foco de interés las necesidades humanas y las políticas
sociales; y con (Quiroz Martin, 1976), quién plantea que el Servicio Social nació
y se desarrolló en los países capitalistas desarrollados, con una intencionalidad
clara de curar las heridas y atenuar contradicciones que este modo de
producción generaba. El Trabajo Social llega a América Latina por penetración
europea, inicialmente al cono sur, creándose las primeras escuelas de Trabajo
Social en torno a 1925, y, posteriormente se ramifica por todo el continente
estableciéndose por influencia norteamericana. En Latinoamérica, el Servicio
Social crece y se multiplica como un producto de la intención de beneficencia
de los grupos dominantes, los que buscaban sanar las patologías que
producían sus privilegios sin cambiar el sistema que generaba esas ventajas.

 
Como productor social esta profesión acepta espontáneamente y sin ninguna
duda los objetivos y tareas que el sistema le adjudica.

El desarrollo de la reconceptualización, según (Parra, 2001) se dio bajo


circunstancias históricas y políticas en el mundo, tales como: el fin de la II
Guerra Mundial y una nueva configuración geopolítica internacional, la
hegemonía absoluta de los Estados Unidos en el mundo capitalista, el
desarrollo de la guerra fría, un nuevo marco regulatorio de las políticas sociales
a través del Welfare State, el surgimiento de importantes movimientos
culturales, feministas, raciales y estudiantiles, así como un nuevo papel de la
Iglesia Católica producto del Concilio Vaticano II. A nivel latinoamericano, la
revolución cubana, las propuestas de Alianza para el Progreso como reacción
de los Estados Unidos ante posibles futuras revoluciones, las teorías
desarrollistas impulsadas principalmente por la CEPAL (Comisión económica
para América Latina y el Caribe), la teoría de la dependencia, la organización
de nuevos partidos de izquierda y la lucha armada, las comunidades eclesiales
de base y la teología de la liberación, las brutales y sanguinarias dictaduras
militares.

Las décadas de 1960 y 1970 implicaron para el Trabajo Social intentos de


ruptura con la concepción asistencialista y adaptativista de la profesión,
planteando cambios a nivel teórico, ideológico y metodológico e insertándola
críticamente en la realidad socioeconómica, cultural, y política para buscar así
la transformación social en las luchas de explotación y dominación y construir
una nueva sociedad.

Dentro de las características de la reconceptualización planteadas por


(Quezada Venegas, 2001) encontramos: análisis de las realidades nacionales y
latinoamericanas a la luz de la emergente teoría de la dependencia como factor
explicativo de los desequilibrios del modelo de desarrollo urbano–industrial;
esfuerzo por integrar elementos analíticos socioeconómicos para entender e
integrar la profesión a la realidad de nuestros países; intentos de crear una
teoría del Trabajo Social latinoamericano; abordaje del método científico por
oposición a la “metodología” entendida como simple suma de técnicas (caso,
grupo y comunidad); adecuación de técnicas a nuevos objetivos trazados por el

 
Trabajo Social, como técnicas de concientización, participación popular y
movilización popular, acción, reflexión, etc.; énfasis en el estudio de la teoría
del conocimiento, dentro de la concepción dialéctica materialista, lo que
significa también reflexión sobre el alcance transformador de la práctica
profesional y la práctica social en general; acentuación de la variable política en
el Trabajo Social; intentos de que las prácticas profesionales concreten los
principios liberadores asumidos por los trabajadores sociales.

Según (Vélez Restrepo, 2003) Las propuestas de acción que conforman los
denominados Modelos Críticos o Radicales se inspiran en la Educación
Popular y en la Sociología Crítica, y las directrices y procedimientos por ellos
utilizados están metodológicamente soportados en la Investigación Temática
(Concientización) y en la IAP (Investigación Acción Participativa).

Aunque los Modelos Radicales permitieron establecer una ruptura importante


con las tradiciones positivistas presentes en la profesión, y, aportaron
elementos de valor para la consolidación teórica de la misma (bajo el amparo
de las Ciencias Sociales), las demandas y necesidades que el conocimiento y
la situación social le imponen hoy al Trabajo Social obligan a cuestionar el
alcance y pertinencia de tales modelos en el momento actual.

Modelos Contemporáneos: Conjunto de propuestas de acción social (unas más


consolidadas que otras), que se instalan en el concierto de la profesión como
alternativas contemporáneas de actuación compartiendo su preocupación por
las interacciones de las personas con su entorno social desde una perspectiva
integral, holística y global e insinúan el posible camino a recorrer en lo que
sería la reconfiguración metodológica de la profesión, en este nuevo siglo.

Están inspirados en la Teoría General de Sistemas y en un conjunto de teorías


sociológicas y escuelas de pensamiento que como el Interaccionismo
Simbólico, la Fenomenología, el Construccionismo, la Hermenéutica, la Teoría
de la Complejidad y la Cibernética de Segundo Orden se abren paso
actualmente y permiten direccionar la actuación profesional colocando especial
atención en la centralidad de la subjetividad como constitutiva de lo social en
los procesos de comunicación que mediatizados por el lenguaje configuran la
acción social, en la interacción y percepción como componentes sustanciales

 
de las relaciones sociales, en la reflexividad, en el mundo de la vida y en la
cotidianidad, entre otros.

Son modelos dinámicos, abiertos, flexibles, y como tales están en proceso de


permanente construcción y deconstrucción. Su aplicación está atravesada por
la dimensión individual y colectiva, estableciendo un sano equilibrio entre
ambas.

Según (Viscarret Garro, 2007) el Trabajo Social crítico surge hasta finales de
los sesenta y principios de los setenta en el Reino Unido, Canadá, Australia y
Estados Unidos. Los antecedentes intelectuales del Trabajo Social critico son
muy diversos y recogen un amplio conjunto de teorías sociales, que van desde
las teorías feministas, el marxismo, el desarrollo comunitario, la teoría radical
de la educación (Freyre), la antipsiquiatría, la sociología radical hasta las
teorías críticas sobre la raza y el carácter étnico y la teología de la liberación.

Según señala (Healy, 2001) todas las teorías sociales criticas tienen sus
fundamentos en el ideal de la ilustración de una sociedad basada en la
igualdad y libertad humana. Igualmente, se pueden encontrar en ellas una serie
de fundamentos teóricos básicos que han sido relevantes para la práctica del
Trabajo Social.

Los enfoques críticos radicales buscan explicar el orden social y su


transformación; no desprecian el conflicto porque lo conciben como un
elemento básico de la estructura social, una estructura social que se encuentra
dividida en opresores -que defienden sus intereses para mantener la opresión
dentro del sistema capitalista- y oprimidos -los individuos que están sujetos a
las determinaciones que los opresores le imponen- . Para transformar la
realidad social es indispensable la concientización y el análisis crítico de las
ideologías dominantes por parte de los dominados ya que el enfoque crítico
radical no concibe una transformación de la realidad sin la participación activa
de estos.

Según (Piotti, 2007) una ciencia social crítica busca producir una reflexión en la
conciencia de quiénes están afectados por las relaciones verticales de poder y

 
por las naturalizaciones que la historia de dominación y las ideologías la
signan.

Esta reflexión está ligada a la noción intelectual orgánico de Gramsci que se


define como la parte activa de las clases de la sociedad civil en la lucha por la
hegemonía; responsable de crear una concepción nueva e integral del mundo y
añadimos nosotras, que dé respuesta a las necesidades de democracia,
justicia y dignidad humana de los diferentes movimientos sociales. Situación
muy distinta a la del intelectual tradicional o postmoderno que no busca
cuestionar los sistemas de significados hegemónicos sino adaptarse y adaptar
los sujetos de la intervención a ellos, a veces con el doble juego de sus
discursos y sus prácticas profesionales.

El proyecto emancipador del Trabajo Social crítico se va a oponer a una visión


individualista de la intervención social, tal y como hacia el psicoanálisis que
atendía a individuos concretos porque entendían sus problemas como
problemas originados en ellos mismos y aislados de los demás. Los enfoques
críticos radicales y en este sentido los trabajadores sociales críticos lo que van
a hacer es trabajar allí donde los problemas sociales producen problemas a las
personas, por lo tanto, van a entender que no pueden trabajar con individuos
aislados, pues trabajar de esa forma lo único que provocaría sería fortalecer a
los sistemas opresores que les mantienen oprimidos. Por lo tanto el Trabajo
Social critico lo que hace es trabajar con las personas para que tomen
conciencia, también trabaja con la sociedad para que se produzcan los
necesarios cambios para su transformación. En este orden de ideas la finalidad
del Trabajo Social no puede ser adaptar al individuo al medio social en el que
vive, muy al contrario el Trabajo Social crítico y el Trabajo Social crítico radical
está a favor de los desposeídos, de los oprimidos, de los inadaptados y los
desahuciados de la sociedad, se pone a su lado para intentar que ellos mismos
tomen conciencia de su situación y cambien y transformen la sociedad en la
cual viven generando para ellos un proceso de liberación personal.

El Trabajo Social critico basa su intervención en un carácter pedagógico; el


autor que mejor lo plantea es Paulo Freyre, cuándo se refiere a lo pedagógico
como un enseñarle a las personas a tomar conciencia de las situaciones en las

 
cuales viven y ofrecerles instrumentos, herramientas y apoyo para que inicien y
generen de manera activa la transformación de la sociedad a la cual están
sometidos, buscando que se den cuenta de quienes son y cómo se puede
cambiar el mundo material por medio de sus capacidades, para dejar así el
camino de la alienación. Por lo tanto el proyecto emancipador del Trabajo
Social critico se centrará además del individuo, en la propia transformación de
la sociedad, en los grupos y en lo comunitario; el Trabajo Social critico va a
cuestionar al Trabajo Social tradicional y lo va a cuestionar porque cree que
este lo único que hace es ofrecer recetas estándar para las personas desde las
instituciones, pero ya de por sí estas instituciones son dependientes de un
sistema que mantiene el statu quo que oprime a las personas, por lo tanto, van
a criticarle que lo único que hace es mantener el control social sobre los
oprimidos al mantenerlos dentro del sistema de opresión que controla a los
oprimidos dentro de la sociedad. El trabajador social debe darse cuenta de cuál
es su rol, dentro del sistema; para el Trabajo Social crítico si el trabajador
social no se da cuenta que trabaja para el sistema, que mantiene el statu quo,
en donde hay oprimidos y opresores, el trabajador social se va a convertir él
mismo en un instrumento de control social; por lo tanto el trabajador social
critico debe politizar, siendo él mismo un agente de cambio, que este
trabajando por la promoción de la justicia social más que por un
profesionalismo aséptico, exento de valores, que en definitiva por omisión lo
que hace es reproducir los valores existentes de opresión y de desigualdad
social.

Al realizar este breve recorrido por los diferentes procesos que la profesión del
Trabajo Social ha experimentado a lo largo de su historia, retomamos la
pregunta objeto de nuestro análisis, una pregunta que sin duda alguna,
remueve las concepciones e ideologías más profundas del espíritu de un
profesional en Trabajo Social ¿Por qué se hace necesaria la teoría social
crítica en los procesos investigativos e interventivos del Trabajo Social
profesional del siglo XXI?

A nuestro parecer, son necesarios los elementos de la teoría social crítica en


los procesos investigativos e interventivos del Trabajo Social profesional en el
siglo XXI, pues son los que generan el cuestionamiento ante las lógicas de

 
dominación imperantes; ante el papel que la profesión del Trabajo Social ha
jugado a lo largo de su historia; este paradigma permite además contribuir a la
reflexión crítica, analítica y propositiva sobre contextos, propuestas y objetos de
la profesión.

En Trabajo Social, no concebimos la intervención e investigación sin


comprender el por qué, para qué y sobre qué se actúa, haciéndose necesaria
la utilización de distintos referentes teóricos y la relación entre intervención y
comprensión es insustituible entre intervención y sistema de comprensión
social -generados por la teoría social crítica-, haciendo que la investigación se
configure como una de las formas posibles de desarrollar los procesos de
comprensión social.

A continuación se presentan algunos apartados textuales de la conferencia del


Docente Juan Manuel Latorre Carvajal realizada el día 10 de Abril de 2013 en
una de las aulas de la Universidad Industrial de Santander, consideramos de
suma importancia plasmarla en el ensayo, ya que sintetiza a nuestro parecer la
tesis planteada.

“La experiencia que dentro de mi vida he vivido dentro de Trabajo Social, es


una experiencia, tengo que decirlo aquí, totalmente dinámica, comprometida
con movimientos sociales de 24 horas sin parar, trabajando por y para la gente.
Mi generación y algunas generaciones posteriores a la mía, logramos mantener
una estructura organizacional de Trabajo Social que era envidiable a los ojos
de muchos profesionales a fines y no a afines…

…La experiencia que he vivido me lleva a pensar que como vamos, vamos
mal…

…Ninguna profesión en el planeta tierra había logrado los niveles


organizacionales de Trabajo Social…

… Muchos pensamos, lo mío es estudiar Trabajo Social y obtener un título y


botarme a una sociedad del sálvese quien pueda, con esa mentalidad,
cualquier individuo en esa lógica es presa fácil de la manipulación…

 
…Con el importaculismo estamos dejando morir la profesión. No crean ustedes
que no se sufren, y cuando hablo de esta manera es porque he vivido la
frustración de ver un potencial humano importante como el potencial humano
del colectivo de trabajadores sociales sometidos a muchos tipos de esclavitud,
con una absoluta incapacidad, por falta de mirada, por falta de compromiso con
la profesión y con la sociedad. Con ese importaculismo estamos dejando morir
la profesión, y eso es una total desgracia…

… Hablamos de una profesión que habla todos los días de organización, de


participación, una profesión que se cree la dueña de los procesos organizativos
de las poblaciones. No hagamos en el pulpito el papel del pederasta que se
para y habla en contra de esta cuando es un pederasta. Hablamos de
participación y ni siquiera participamos de un evento familiar, hablamos de
democracia y somos no demócratas en nuestra vida cotidiana. ¿Para que
hablamos de responsabilidad en procesos si somos irresponsables?,
irresponsables frente a nosotros mismos, irresponsables frente al momento que
la vida nos ofreció como oportunidad para formarnos como trabajadores
sociales. A muchos les importa un comino lo que están haciendo, con gente así
como puede esperar un futuro promisorio para la profesión, como vamos,
vamos mal, esto no es exclusivo de esta escuela, está en todas las escuelas de
Latinoamérica…

…Por ese camino no podemos pensar en una profesión que se vaya a


mantener en el mundo…

…Debemos unirnos en torno a una intencionalidad, comprometernos en unos


valores, en unos principios, en unos objetivos por cumplir con distintos grupos
de población, debiéramos ser un colectivo organizado para pensar no
solamente su profesión sino la sociedad, ese si es un colectivo que será
respetado, valorado y requerido socialmente…

…En la actualidad lo que le interesa al profesional en Trabajo Social es hacer


bien lo que le manden a hacer. Son muy pocos los profesionales
comprometidos que propongan lo que deben proponer en las organizaciones.
¿No podemos hacer acaso contrapropuestas? ¿A lo que me dice el jefe o el
alcalde?...

 
…Debiéramos estar en la prensa, en la radio, divulgando comunicados, dando
a conocer un colectivo profesional para pensar una sociedad, para proponer
una nueva sociedad, para criticar la sociedad, eso sí sería un gremio
respetable de trabajadores sociales… (Latorre Carvajal, 2013).

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SEMÁNTICAS DE LA VEJEZ EN SITUACIÓN DE 
DESASTRE
SOCIONATURAL. UNA OBSERVACIÓN DESDE LAS DISTINCIONES DE
FUNCIONARIOS 
PÚBLICOS EN LA REGIÓN DEL LIBERTADOR
BERNARDO O'HIGGINS"

Francisco Javier Jaramillo Álvarez ∗

Resumen

Los desafíos planteados en relación al envejecimiento de 'Ia población chilena,



es relevante tematizar otro elemento significativo de las sociedades
modernas, 
y que es la ocurrencia de desastres naturales, y como estos al
igual que los 
procesos de envejecimiento, también refieren a la
autoproducción de las 
sociedades modernas, es decir, la manifestación del
desastre tiene un origen 
natural, pero hoy en día se generan distinciones
respecto a la posibilidad de 
que la consecuencia de los mismos, como
también las causas puedan referir a 
elementos no naturales.
La centralidad de la investigación se encuentra en la posibilidad de descripción

de un espacio de observación de la vejez como proceso altamente
contingente, 
desde espacios relevantes de intervención social y en relación a
la respuestas 
que se desarrollan en situaciones de desastres socionaturales.

Palabras claves: Riesgo/peligro, Vejez, Vulnerabilidad, Desastre, socionatural

                                                                                                               

  Centro de Investigación en Vulnerabilidades
y Desastres Socionaturales, CIVDES. Universidad de
Chile. Iniciativa Científica Milenio Ministerio de Economía, Fomento y Turismo. Correo electrónico:
francisco.j.jaramillo.a.5@gmail.com

 
Desarrollo:

Los desafíos planteados en relación al envejecimiento de la población chilena,


es relevante tematizar otro elemento significativo de las sociedades modernas,
y que es la ocurrencia de desastres naturales, y como estos al igual que los
procesos de envejecimiento, también refieren a la autoproducción de las
sociedades modernas, es decir, la manifestación del desastre tiene un origen
natural, pero hoy en día se generan distinciones respecto a la posibilidad de
que la consecuencia de los mismos, como también las causas puedan referir a
elementos no naturales.

La centralidad de la investigación se encuentra en la posibilidad de descripción


de un espacio de observación de la vejez como proceso altamente contingente,
desde espacios relevantes de intervención social y en relación a la respuestas
que se desarrollan en situaciones de desastres socionaturales.

7.- Desarrollo:

Los efectos de los desastres de origen natural en el mundo presentan diversas


características, que dependen del tipo de desastre, la preparación de la
sociedad, los grados de vulnerabilidad, la intensidad, por lo tanto de un
desarrollo previo a este, que se traduce en una serie de decisiones, que
amplifican o reducen los daños. Pero también es posible realizar distinciones
que permitan aportar al conocimiento de los desastres y a su conceptualización
como socionaturales, es decir, producto de decisiones previas, durante y
posterior al evento.

Los desastres tal como lo define Andrew Maskrey (1993), no son naturales,
existen unas serie de elementos que configuran la posibilidad de que un
fenómeno natural se convierta en un desastre socionatural. En este sentido
podemos advertir una red de decisiones, que previo al desencadenamiento de
un fenómeno natural, facilitan que este se transforme en riesgo directo para la
población.

 
En este sentido se considera que los desastres naturales, producen
importantes modificaciones en las sociedades en las cuales se producen, es
decir son elaborados como elementos externos que generan irritaciones lo
suficientemente significativos para impulsar cambios.

Dado lo anterior, se produce un tránsito semántico en la conceptualización de


los desastres naturales a desastres socionaturales, la distinción de una
comunicación externa que produce cambios al sistema, se tiende a diluir, dado
que el efecto de las irritaciones traducidas en daños, son efectos
principalmente de las redes desicionales del propio sistema, es decir son
autocuasadas.

En el tránsito semántico es posible comprender los desastres de origen natural,


como fenómenos que acompañan la evolución de la humanidad, desde los
inicios de esta. Encontramos referencias en diversas culturas y tiempos
distintos, desde la Biblia, el Corán, los diálogos de Platón (el hundimiento de la
Atlántida), mitos mapuches, pascuenses, mayas, aztecas, incas, uros,
kawesqar, guaraní, entre otras, que comparten   referencias en la historia escrita
y oral respecto a desastres naturales.

En general es posible apreciar como elemento común a las referencias


señaladas la asociación entre desastres naturales y castigo de origen divino. La
conducta moral de los humanos, es la causa en general del
desencadenamiento de estos fenómenos. En este sentido el diluvio es la forma
mayormente generalizable en la cual se desencadena el castigo.

La presencia del mito sobre el diluvio ha sido identificada en Babilonia, Grecia


Antigua, India, Oriente, Archipiélago Índico, Australia, Nueva Guinea,
Melanesia, Polinesia, Micronesia, Suramérica, América Central, América del
Norte y África (Frazer 1986, citado en Taipe, 1999). En cada una de estas
regiones, la forma de los mitos varía según se trate de una u otra etnia; no
obstante, éstos se erigen sobre una misma estructura.

 
La Biblia (génesis, capítulo 6 al 9), define como consecuencia el progresivo
alejamiento de las leyes sagradas. Similar explicación se encuentra en los
diálogos de Platón respecto a la Atlántida (Platón, trad. S.f.), donde los dioses
deciden castigar a los atlantes por la soberbia.

Los relatos orales del pueblo mapuche hacen referencia a las luchas entre las
serpientes Treng Treng Vilu (protectora de los hombres) y Caicai Vilu (enemiga
del hombre) (Pino, 2008). En ella Treng Trebg Vilu avisa sobre la intensión de
Caicai Vilu de inundar las tierras y así exterminarlos. Solo algunos hacen caso
a las advertencias y se refugian en tierras altas, comenzando posteriormente
un nuevo ciclo con quienes sobrevivieron.

También es posible encontrar referencias en la mitología Quechua (Taipe,


1999), donde una raza de gigantes (que contaba con poderes sobrenaturales)
habitaba la tierra en conjunto con la humanidad, pero en el camino de su
evolución se vuelven codiciosos, desencadenando el castigo de la divinidad en
forma de diluvio.
Es posible apreciar la presencia de elementos similares entre las referencias de
la antigüedad, donde el agua, la desobediencia o conflicto con divinidades y el
inicio de nuevos ciclos posteriores al desastre, marcan puntos de encuentro
entre los distintos mitos.

Con la evolución de los procesos societales, en especial la creciente


secularización y la incipiente racionalización, los desastres de origen natural
comienzan a generar una génesis explicativa distinta, en la cual, las referencias
a la conducta moral y la relación con el castigo de parte de la divinidad, se
transforman principalmente a referencias de carácter natural, y al azar. Desde
esta perspectiva la posibilidad de intervenir o anticiparse a los efectos son
prácticamente nulos, dada la concepción azarosa de los mismos, como
también por el escaso conocimiento de los fenómenos.  

Con la profundización de la racionalización de los procesos societales y la


creciente especialización de sistemas parciales, en particular el sistema
ciencia, se comienza a generar una nueva aproximación a los fenómenos de

 
origen natural. En este sentido se desarrollan distinciones respecto a las
decisiones (red de decisiones), que permitirían la posibilidad de amplificar o
disminuir las consecuencias de desastres de origen natural. Se avanza también
en sistemas predictivos (para algunos fenómenos de origen natural,
principalmente tornados, tormentas, huracanes, y en menor medida maremotos
y erupciones volcánicas) que facilitan la prevención de daños y entregan
elementos para la planificación del riesgo.

De acuerdo a los elementos revisados, es posible conceptualizar el tránsito


semántico del concepto desastre natural, desde concepciones que sustentan la
relación entre el comportamiento moral y fuerzas externas (divinos), hasta la
forma actual, donde se puede apreciar una síntesis entre manifestaciones
naturales, que en su producción se transforman en desastres socionaturales,
dado el alcance que hoy en día presentan las decisiones del sistema sociedad.

Un posible análisis respecto al tránsito semántico, tiene relación con la


posibilidad de la autoproducción. En el actual desarrollo de la forma semántica
se conceptualiza, que el daño ocasionado se relaciona con redes decisionales
que pueden amplificar o disminuir el daño. En la forma desarrolla en la
antigüedad, también es posible distinguir espacios de autoproducción, aun
cuando se asocia principalmente a elementos de carácter moral y al devenir de
las decisiones del mundo divino, pero aun así se aprecian posibilidades de
autoproducción, presentes también en la actualidad, principalmente referidas a
procesos de racionalización.

A pesar de que en la actualidad se conceptualiza el concepto ligado a


manifestaciones de la naturaleza, la autoproducción de los mismos comienza a
correr el alcance del mundo social, sobre el mundo natural, dado que factores
ya no solo ligados a los daños ocasionados una vez producido el desastre, sino
que se discute en la actualidad la posibilidad del incremento de
manifestaciones de la naturaleza producto de procesos desarrollados por el
sistema social, como por ejemplo el cambio climático.

 
Por lo tanto es relevante abrir la reflexión a la posibilidad de nuevas
conceptualizaciones, que puedan incorporar la complejidad actual.

Un elemento que se debe considerar en el análisis de la complejidad actual es


la relación que se establece en los procesos de envejecimiento, como en los
desastres socionaturales, los cuales responden principalmente a efectos
evolutivos de los sistemas sociales, donde el aumento de la esperanza de vida,
los avances en la medicina, el aumento de la población, el crecimiento
exponencial de equipamiento e infraestructura, sin la adecuada gestión del
riesgo terminan por adiccionar elementos desagregados, que terminan por
complejizar los logros alcanzados.

El desafío que se establece como posibilidad de reducción de la complejidad


autocausada, es la necesidad de profundizar el conocimiento de ambos
factores, para poder generar las necesarias adecuaciones al sistema, y de esta
forma efectivamente no se transformen en efectos no deseados de la
complejidad.

En la sociedad chilena se seguirá probabilizando el envejecimiento y los


desastres socionaturales se seguiran produciendo tanto como manifestación de
la naturaleza, como también por redes desicionales propias del sistema
sociedad. En este sentido es necesario abordar la gestión del riesgo como
posibilidad de reducción de complejidad, dado que se entiende que la
eliminación total del riesgo no es un objetivo factible, en una sociedad
denominada como de riesgo.

En este sentido la construcción de semánticas de la vejez en situaciones de


vulnerabilidad (como desastres socionaturales) en sujetos que se diluye la
relación interventor-afectado dada la amplitud del daño, en una sociedad que
no ha desarrollado elementos adecuados para abordar los procesos de
envejecimiento y desastres socionaturales, se define como el elemento
significativo de la investigación, y que pretende aportar al conocimiento de
ambos temas y de la posibles relaciones que se produce entre procesos.

 
Antecedentes del envejecimiento en Chile

La conformación y situación de la población en Chile, presenta en la actualidad


características significativas de análisis. Es posible apreciar importantes
cambios demográficos, por ejemplo, la esperanza de vida al nacer ha crecido
sostenidamente en el país, alcanzando en la actualidad cifras similares a la de
los países desarrollados, proceso asociado a la transición demográfica
avanzada, definida por una baja tasa de natalidad y de mortalidad, que se
traduce en un crecimiento natural bajo (año 2004: 1%) (Revista chilena de
obstetricia y ginecología, 2007). También se ha modificado la tasa global de
fecundidad, llegando en la actualidad a un promedio de 1,9 hijos por mujer
(DEIS, 2010), el cual se encuentra bajo la tasa de renovación de la población
que se estima en 2.1 hijos (INE, 2013).

Estos hechos han comenzado a cambiar la estructura de la población en el


país, transformando algunos elementos significativos, tales como los índices de
reemplazo de la población y simultáneamente ha comenzado un
envejecimiento paulatino pero sostenido, cambiando las proyecciones de la
estructura etaria, con la posibilidad cada vez más cierta que el segmento de
personas mayores de 60 años se transforme en un elemento de un peso
relevante en una serie de definiciones en la estructura social del país.

En este sentido, la esperanza de vida en Chile, ha sufrido importantes cambios,


desde mediados del siglo XX a la actualidad. En la tabla que se presenta se
puede apreciar que en el periodo que va desde 1950-1955 al periodo
proyectado 2010-2015 la esperanza de vida ha aumentado en 24,3 años, lo
cual representa un crecimiento levemente superior a 4 años por decenio (4,05).

 
Tabla 1 esperanza de vida al nacer (en años) por periodo y sexo.
Chile, 1950-2025

Periodo Ambos sexos Hombres Mujeres


1050-1955 54,80 52,91 56,77
1955-1960 56,20 53,81 58,69
1960-1965 58,05 55,27 60,95
1965-1970 60,64 57,64 63,75
1970-1975 63,57 60,46 66,80
1975-1980 67,19 63,94 70,57
1980-1985 70,70 67,38 74,16
1985-1990 72,68 69,59 75,89
1990-1995 74,34 71,45 77,35
1995-2000 75,71 72,75 78,78
2000-2005 77,74 74,80 80,80
2005-2010 78,45 75,49 81,53
2010-2015 79,10 76,12 82,20
2015-2020 79,68 76,68 82,81
2020-2025 80,21 77,19 83,36

Tabla construida con datos del INE (2004)

Otro elemento a considerar tiene relación con la tasa de recambio poblacional.


Las proyecciones hacia el 2050 muestran una inversión en la estructura de la
conformación poblacional del país. En la actualidad el grupo de adultos
mayores es el de menor peso en el total 13,1% (Naciones Unidas, 2010),
siendo los menores de 14 años el segmento más significativo 22,3% (INE,
2010). Hacia el 2050 según proyecciones de las Naciones Unidas los mayores
de 60 años serán los de mayor peso en la estructura poblacional, reduciéndose
significativamente el segmento de 0 a 4 años, pero representando en el total
del país (bajo la actual normativa) las personas económicamente no activas (es
decir mayores de 65 para hombre y 60 para mujeres y menores de 14) el
mayor porcentaje en el total del país.

Esta posibilidad se enfrenta a la pregunta respecto a la preparación actual y


proyectada para enfrentar cambios significativos en la estructura poblacional,
pero también a como ésta se encuentra configurada, dada las condiciones de
formulación de políticas públicas y las formas predominantes de intervención
social.

 
Lo anterior se complementa con la idea de que puede crear la paradoja del
aumento de la población mayor dados los avances técnicos, de salud, en el
contexto de la evolución de la sociedad, pero que estas poblaciones que
presentan mayores grados de autonomía con una mejor capacidad de llegar a
viejos, puedan encontrarse empobrecidos, y bajo políticas públicas
mayormente asistencialistas o con la ausencia de las mismas, como también
con mayores grados de desvinculación de sus familias traducidas en redes
primarias.

De acuerdo a las estadísticas del caso chileno (Terremoto y maremoto 2010)


es posible apreciar la siguiente distribución de fallecidos:
Tabla 2, distribución de fallecidos por rango de edad

Rango de edad Número de Porcentaje


(años) fallecidos
0-2 9 1,8%
2- 9 38 7,8%
10-18 21 4,3%
18-30 49 10%
30-45 68 13,9%
45-60 103 21,1%
60- y mas 193 39,7%
Sin información 5 1%

Tabla construida según datos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (2010)

En la Tabla 2, es posible apreciar que el grupo etario, que presenta la mayor


cantidad de fallecidos, es la de adultos mayores, representando
aproximadamente un 39% del total.

De acuerdo al estudio Características epidemiológicas de los fallecidos durante


el terremoto y maremoto de Chile 2010 (Revista Med Chile 2012;140:732-739),
se aprecia una significativa prevalencia en la concentración de fallecidos en
grupo de mayores de 60 años. En específico es significativa la diferencia que
se establece en la tasa de fallecidos por cada 100.000 mil habitantes en la
población mayor de 80 años:

 
Tabla 3 Tasa de fallecidos por rango de edad (por 100.000 habitantes)

Rango de edad Tasa de fallecidos


0a9 2,09%
10 a 19 1,34%
20 a 29 1,72%
30 a 39 2,03%
40 a 49 2,25%
50 a 59 3,66%
60 a 69 5,53%
70 a 79 7,74%
80 y mas 22,64%
Tabla construida a partir de datos aportados por Revista Med Chile (2012)

La mayor concentración de fallecidos por rango de edad, resulta un elemento


relevante de análisis respecto a la concentración del daño en grupos que
presenten mayor vulnerabilidad. Este elemento encuentra su correlato en
experiencias de otros de desastres de origen natural.

En el caso de Nueva Orleans es posible apreciar la disminución sostenida de la


población, que en el caso del huracán Katrina se vio mermada en un 64% cinco
meses después. Se estima que la mitad de los residentes de Nuevas Orleáns
vivía en casas o departamentos arrendados. Los residentes evacuados viajan o
se trasladaron a otras ciudades, y dentro de un mes, los refugiados de Nueva
Orleans se pueden encontrar en todos los Estados. La amplia cobertura de los
medios compartió el fracaso de la evacuación completa, la situación de los que
permanecen en la ciudad, y la posterior emigración con una audiencia
global. La carga de estos fracasos más pesado cayó sobre los miembros afro-
americanos, pobres, ancianos y enfermos de la población. Cuatro meses
después de Katrina, la población se estimaba en 158.353, sólo el 37% del pre-
Katrina. (R. W. Kates, 2006).

La población afectada principalmente (75%) es afro-americana y el 29%


pobres. De los muertos un poca más de la mitad eran enfermos y adultos
mayores. Nueva Orleáns es definida como una de las ciudades más pobres de
Estados Unidos (R. W. Kates, 2006).

 
Ambos casos referidos (Terremoto y maremoto, Chile 2010 y Huracan Katrina,
Estados Unidos 2005) presentan similitudes respecto a la concentración del
daño en poblaciones principalmente vulnerables y con significativos elementos
de exclusión.

Pero uno de los elementos de mayor relevancia para la investigación en


relación a los desastres socionaturales, tiene que ver con la pregunta sobre
¿Quién es el dañado y quién no?, es posible entonces delimitar con claridad
quienes son los llamados intervenir en desastres socionaturales de gran
amplitud entendiendo que el efecto puede también alcanzar a quienes son
llamados a intervenir en situaciones de emergencia. Particularmente relevante
resulta la experiencia del huracán Katrina en Nueva Orleans, según
estimaciones realizadas, el 80% de Nueva Orleans fue afectada por Huracán.

Se rescata el análisis realizado en torno a los equipos profesionales públicos


como privados presentes en la ciudad de Nueva Orleáns. Se define la idea que
la amplitud de la catástrofe afectó a gran parte de la población, como también a
la infraestructura que sustenta en muchos casos el trabajo de los equipos. Por
lo tanto es necesario tener en consideración la contingencia que se presenta en
estos casos. Por una parte se definen como los equipos convocados a dar
apoyo las víctimas en situaciones de desastres, pero a la vez también son
víctimas del mismo evento (Lynn, 2006)

En este sentido se diluyen significativamente las diferencias, y se genera la


necesidad de desarrollar la gestión del riesgo como estrategia planificada para
la reducción de los efectos de desastres socionaturales, como también en la
intervención posterior a un desastre.

8.- Bibliografía:

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Contemporánea. Revista MAD, 9, 1-31. Extraído el 10 de octubre de 2012
desde http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/mad/09/index.html

 
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fondo para la reconstrucción económica y social del eje cafetero, después del
terremoto de 1999 en Colombia. Monografía de Magister no publicada,
Departamento de Ingeniería Industrial, Universidad de Chile.

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http://habitat.aq.upm.es/dubai/08/bp2247.html

Kates, R, Colten, C, Laska, S, Leatherman, S. (2006), Reconstruction of New


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National Academy of Sciences of the United States of América, 40 14653-
14660. Extraído el 6 de junio de 2012 desde
http://www.pnas.org/content/103/40/14653.full.pdf+html

Luhmann, N. (1992) Sociología del Riesgo, Guadalajara, Universidad


Iberoamericana/Universidad de Guadalajara.

Osorio, P. (2006), La longevidad: más allá de la biología. Aspectos


socioculturales. Papeles del CEIC, nº 22, CEIC (Centro de Estudios sobre la
Identidad Colectiva), Universidad del País Vasco. Extraído el 5 de mayo de
2013 desde http://www.ehu.es/CEIC/papeles/22.pdf

Pino, Y, (2008), Cuentos mapuches chilenos. Santiago, Copesa.

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Senama, Magister en Análisis Sistémico Aplicado a la Sociedad (2011). Arnold,


M. Thumala, D. Urquiza, A. Abusleme, M. Massad, C, García, C, Retamal, M.
Segunda Encuesta Nacional. Inclusión y Exclusión Social del Adulto Mayor en
Chile.

Taipe, G (1999), El diluvio en los mitos quechuas contemporáneos. Revista de


Investigaciones Folclóricas, Volumen 14. Extraído el 20 de marzo de 2013,
desde http://www.naya.org.ar/ifa/publicaciones/rif_index.htm

Université Catholique de Louvain-Brussels, Belgium, Centre for Research on


the Epidemiology of Disasters (CRED) Institute of Health and Society (IRSS).
Annual Disaster Statistical Review 2011, The numbers and trends. Extraído el 1
de octubre de 2012, desde
http://www.cred.be/sites/default/files/ADSR_2011.pdf

 
CONTEXTO LABORAL DE LOS/AS PROFESIONALES MIEMBROS DEL
COLEGIO DE ASISTENTES

Emita Gutiérrez Encina ∗

María de los Ángeles Oyarzún Farías ∗∗

José Sazo Bustos ∗∗∗

RESUMEN

El Consejo Provincial Linares, dependiente del Colegio de AASS de Chile y que


acoge 
a alrededor de 50 Trabajadores y Asistentes Sociales se constituye en
una instancia para 
promover el perfeccionamiento profesional y reflexionar
respecto a la formación y práctica 
que permita enfrentar los cambios y
desafíos que establece la realidad social actual. En este 
contexto, durante el
año 2013, se desarrolló un estudio preliminar de carácter cualitativo, 
cuyo
objetivo era conocer la realidad en la que se desempeñan estos profesionales

colegiados, todo esto a través de grupos de discusión en donde participaron
socios que 
realizan labores en diversas áreas de la comuna, analizándose
aspectos como la situación laboral, formación académica y ejercicio
profesional. Siendo una investigación preliminar, se 
espera a futuro llevar a
cabo un análisis respecto a los hallazgos encontrados y generar 
conclusiones
en busca de un mejoramiento continuo de la profesión.

Palabras claves: Trabajo Social, Situación Laboral, Ejercicio Profesional,


Formación 
Académica.

                                                                                                               

 Trabajadora Social, Magíster en Ciencias Sociales, I miembro Colegio AASS de Chile, Provincial Linares,
Profesional Dirección Desarrollo Comunitario, Ilustre Municipalidad de Linares, correo electrónico:
egutierreze@yahoo.es
∗∗
 Trabajadora Social, Magíster en Ciencias Sociales, miembro Colegio AASS de Chile, Provincial Linares,
Jefe Carrera Trabajo Social Universidad Santo Tomás, Sede Talca, correo electrónico:
maof30@yahoo.es
∗∗∗
 Trabajador Social, miembro Colegio AASS de Chile, Provincial Linares, profesional Centro Comunitario
de Salud Familiar (CESCOF) Luis Navarrete Carvacho de Linares, correo electrónico:
josesazo@yahoo.com

 
INTRODUCCiÓN:

Alrededor del año 1995 surge en la ciudad de Linares el interés de


conformar una organización dependiente del Colegio de Asistentes Sociales de
Chile, de esta forma, nace la Delegación Provincial que agrupó en un comienzo
a aproximadamente 15 Trabajadores y Asistentes Sociales. En la actualidad, y
luego de modificados los estatutos de los Consejos Regionales de la citada
Asociación Gremial, opera el Consejo Provincial Linares dependiente del
Colegio de AASS de Chile.

Linares es una ciudad y comuna capital de la provincia de Linares,


Región del Maule, Chile. Esta ciudad cuenta con alrededor de cien mil
habitantes y constituye un importante centro urbano de la Región junto a las
ciudades de Talca y Curicó.

OBJETIVOS:

Objetivo General:

“Identificar el contexto laboral en el que se desempeñan los/as miembros del


Colegio de Asistentes Sociales, Provincial Linares”.

Objetivos Específicos:

“Conocer la situación laboral en la cual se desenvuelven los/as miembros del


Colegio de Asistentes Sociales, Provincial Linares”.

“Describir la injerencia de la formación académica en la práctica profesional de


los/as miembros del Colegio de Asistentes Sociales, Provincial Linares”.

“Detectar nudos críticos presentes en el ejercicio profesional los/as miembros


del Colegio de Asistentes Sociales, Provincial Linares”.

METODOLOGÍA:

El presente trabajo corresponde a un estudio preliminar con un Enfoque


Cualitativo, presentando un diseño de carácter exploratorio descriptivo. La

 
técnica de recolección de información empleada fue el grupo focal,
desarrollándose dos grupos, con una asistencia de 10 miembros del Colegio de
Asistentes Sociales, Provincial Linares en cada uno de éstos, para cada grupo
se elaboraron guiones temáticos que orientaron el diálogo entre los
participantes. La información audiograbable de cada grupo de discusión fue
transcrita para su posterior análisis.

El análisis de los datos se está desarrollando de acuerdo al


procedimiento de análisis de datos cualitativos propuesto Hernández,
Fernández y Baptista (2010), el cual contempla una serie de pasos,
organizando el análisis en dos niveles. Los resultados que se presentan en
este trabajo corresponden al primer nivel en el cual se realizó la codificación de
las unidades de análisis constituyendo las categorías teóricas e in vivo.

PRINCIPALES HALLAZGOS:

TEMA 1 “SITUACIÓN LABORAL”:

1.1.ÁREAS DE TRABAJO: en esta categoría se presenta el análisis respecto a


los programas, servicios, instituciones u organismos en los que se desempeñan
los/as Trabajadores y Asistentes Sociales. A continuación se exponen los
principales resultados:

-­‐ Se desempeñan en diversas áreas, tanto públicas como privadas


reconociéndose un amplio campo laboral. No obstante, se identifican
áreas de trabajo que son propias de la profesión pero que son ocupadas
por otros profesionales.
-­‐ Los profesionales se reconocen como expertos en lo Social,
desempeñándose en distintos programas y/o proyectos principalmente
en la ejecución de los mismos.
-­‐ El Estado sigue siendo el gran empleador y continúa el desafío de
incursionar más en el área privada, como por ejemplo en el tema de
Recursos Humanos. No obstante, se reconoce que en el ámbito privado
es difícil de ejercer, ya que las empresas sólo buscan “producción”, sin
importarles de sobre manera el recurso humano.

 
-­‐ Finalmente, se expresa la importancia de “conservar” la inserción que ya
se ha logrado en áreas no tradicionales como la docencia.

1.2. TIPO DE CONTRATOS/SUELDOS: se hace referencia a la realidad


contractual que viven los/as profesionales (planta, contrata, honorarios, código
del trabajo, entre otros) y nivel de remuneraciones o rentas que se perciben,
encontrándose los siguientes hallazgos:

-­‐ Se reconoce que se han impulsado políticas sociales de muy “corto


plazo” que consideran lo cuantitativo por sobre los procesos profundos
que realmente provocarían cambios a nivel cultural, esas condiciones de
corto plazo hacen que las contrataciones de los profesionales también
sean de esa manera, principalmente de carácter a honorarios, con la
consiguiente inestabilidad laboral.
-­‐ Paralelo a ello, los/as Trabajadores y Asistentes Sociales no se motivan
a participar en el Colegio de AASS, por lo que disminuye la influencia
que esta entidad pueda tener para visibilizar estos temas u otros, como
por ejemplo, la baja remuneración al momento de jubilar.

1.3 DIFICULTADES DE LA REALIDAD LABORAL: en esta categoría se


identifican obstáculos de diversa índole que inciden negativamente en el
desarrollo de la actividad laboral, reconociéndose los siguientes:

-­‐ En algunas áreas muy específicas se encuentran marcos institucionales


que no permiten que el TS se inserte o realice acciones innovadoras, así
también se reconocen dificultades relacionadas con los marcos
organizativos, principalmente en cuanto a la estructura, destacándose la
burocracia presente en la mayoría de los servicios públicos.
-­‐ Como consecuencia del modelo económico y político, se evidencia que
el TS se mueve en un contexto competitivo, evidenciándose
comportamientos poco solidarios entre colegas, como por ejemplo: falta
de cooperación/compañerismo, percepción de amenaza del colega
nuevo.
-­‐ Se presenta una contradicción en lo que el/la Trabajador y Asistente
Social piensa y hace, se promueve el trabajo en equipo, la participación

 
social; sin embargo, en la realidad con los otros profesionales o
compañeros de trabajo no se dan esas acciones.
-­‐ Influye de forma negativa en la situación laboral la gran oferta de
Trabajadores, Asistentes y Técnicos Sociales, lo cual va en desmedro
del nivel de remuneraciones y posibilidad de insertarse laboralmente.
-­‐ La realidad institucional muchas veces desmerece la postura o
desempeño de los/as Trabajadores y Asistentes Sociales, quedando en
un nivel más bajo en comparación a otros profesionales, por ejemplo, en
los Centros de Salud Familiar los funcionarios de la salud, como
médicos, enfermeras u otros, se consideran por sobre la acción de los/as
Trabajadores y Asistentes Sociales.
-­‐ La variable política también influye en la permanencia de los/as
Trabajadores y Asistentes Sociales en el puesto de trabajo, muchas
veces se continúa en éste dependiendo si se comparte o no la misma
tendencia política con el jefe o autoridad.
-­‐ No obstante lo señalado, los profesionales reconocen que se puede
hacer más allá de lo solicitado por la institución, superando las limitantes
de los recursos y condiciones propias de su organización. Además en
este esfuerzo influyen fuertemente los costos que ello implica: tiempo
personal, perjuicio en la salud, entre otros.

1.4. CAPACITACIONES/PERFECCIONAMIENTO: hace referencia al acceso,


participación e impacto de actividades como seminarios, cursos, talleres u otros
de similares características. Los hallazgos encontrados son:

-­‐ En general, los/as Trabajadores y Asistentes Sociales no presentan


grandes cambios/impactos laborales productos de las capacitaciones,
muchas veces se asiste a variadas acciones de este tipo, pero de baja
calidad en lo que a contenidos se refiere.
-­‐ Se reconoce la existencia de colegas que no se interesan por participar
en capacitaciones y perfeccionamientos, quedándose con los elementos
básicos de su formación de pregrado para desempeñar el puesto de
trabajo.
-­‐ En lo habitual, las capacitaciones se buscan como una forma de
desarrollar de mejor forma el trabajo pero también tiene un carácter

 
instrumental ya que permite a los/as profesionales mejorar su calidad de
vida.

TEMA 2 “FORMACIÓN ACADÉMICA”:

2.1 CALIDAD: entendiéndose por propiedades y características de la formación


académica que reciben los/as Trabajadores y Asistentes Sociales y que
permiten responder o no a los desafíos, funciones y responsabilidades de
dichos profesionales. En este punto se encontraron los siguientes aspectos
relevantes:

-­‐ Se estima que la calidad en la formación de los/as Trabajadores y


Asistentes Sociales se ha visto afectada considerando el gran número y
diversidad de planes de estudio en este ámbito.
-­‐ Se da cuenta que en el año 2010 existían aproximadamente 140 planes
de estudio de Trabajo Social (en sus distintos niveles) a nivel nacional.
En todo esto influye la gran cantidad de instituciones que imparten
dichos programas, muchos de ellos sin encontrarse acreditados.
-­‐ En este sentido también, se analiza que no hay claridad respecto a un
plan de estudios consensuado y con una única formación central para
todos los organismos a nivel país. Es tanta la diversidad de programas
que algunos podrían no considerar elementos fundamentales para la
formación y el posterior ejercicio de la profesión.
-­‐ Dentro del ámbito de la formación académica es importante destacar la
falta de rigurosidad o exigencia a la hora de evaluar el ingreso de
estudiantes a esta carrera, ya que en algunas casas de estudios de
carácter privado, no presentan o establecen bajas exigencias en cuanto
a competencias de entradas de los alumnos (Prueba de Selección
Universitaria).
-­‐ Asimismo, se observa de parte de las instituciones de educación
superior una preocupación por la retención de alumnos, lo que lleva a
disminuir en algunas ocasiones los niveles de exigencia de aprobación
de asignaturas, incidiendo de forma directa en la calidad del programa y
de los futuros Trabajadores y Asistentes Sociales.

 
-­‐ En cuanto a la calidad de la formación profesional, se reconoce como
relevante el proceso de Acreditación, ya que un gran número de
instituciones de educación superior y programas de Trabajo Social no
están acreditados, por lo que no se dan garantías de contar con los
mínimos básicos para su funcionamiento.
-­‐ Hay que reconocer que existen Trabajadores y Asistentes Sociales
preocupados por la baja calidad de algunos programas, por lo que no
estarían dispuestos a participar de acciones de docencia, sin embargo,
se presenta la realidad de que hay profesionales disponibles para
aquello apelando a una necesidad económica (ante una cesantía y un
segundo trabajo para aumentar los bajos ingresos).
-­‐ Por otro lado, es importante destacar que el proceso de acreditación es
un proceso “voluntario” para las casas de estudios, siendo el principal
objetivo para participar, el hecho de que sus alumnos puedan ser
receptores de beneficios estatales (Crédito con Aval del Estado –CAE-,
Becas). En cuanto a las carreras, a excepción de aquellas del área de
educación y salud, es también un proceso voluntario.
-­‐ Se reconoce que dentro de las motivaciones de ingreso a la carrera
están aquellas relacionadas con el fácil acceso a ésta y las bajas
exigencias en el transcurso de la formación de pregrado, lo cual
permitiría la obtención de un título profesional de carácter más bien
instrumental, y no por una real vocación hacia el Trabajo Social.
-­‐ Por otro lado, existen personas que por un interés de beneficios
instrumentales (como por ejemplo ascensos laborales, obtención de
incentivos económicos u otros) se matriculan en programas de Trabajo
Social de baja o “dudosa” calidad.

2.2 POSGRADOS y DIPLOMADOS: hace referencia al acceso, participación e


impacto de programas que entregan un grado académico posterior a la
formación de pregrado u obtención del grado de licenciado; también se
analizan en este punto los diplomados. En este apartado se destacan los
siguientes hallazgos:
-­‐ Para cursar estudios de posgrado existe desmotivación en algunos
profesionales debido a que bastaría con la formación de pregrado para

 
la inserción y mantención laboral, sin existir exigencias posteriores, ni
beneficios en el aumento de remuneraciones y menos una incidencia en
el ascenso dentro de una institución.
-­‐ Si bien el posgrado no tiene un impacto en la realidad laboral actual, sin
duda incide en la competitividad laboral pensando en futuras
postulaciones de trabajo, mejorando las oportunidades de obtener otros
puestos laborales.
-­‐ Respecto a las motivaciones para desarrollar un posgrado los/as
profesionales reconocen por un lado un interés “personal”, en la
búsqueda del efectivo crecimiento y desarrollo profesional y por otra
parte, fines instrumentales como acceder a los beneficios económicos
que ofrece un determinado empleador.
-­‐ Se reconoce como un obstaculizador para la realización de posgrados la
falta recursos económicos debido a la realidad laboral anteriormente
descrita y el alto de costo los mismos.

2.3 NIVELES EN LA FORMACIÓN DE PROGRADO


(TÉCNICO/ASISTENTE/TRABAJADORES SOCIALES): en este punto se
presenta un análisis en torno a las relaciones que se establecen en el ejercicio
laboral de quienes desarrollan funciones como Técnicos en Trabajo Social (o
similares), Asistentes Sociales y Trabajadores Sociales. Destacándose los
siguientes hallazgos:

-­‐ Se reconoce una falta de diferenciación clara respecto a las funciones


que le competen al profesional y al técnico. No se vislumbra
adecuadamente la complementariedad y el apoyo que se debería dar
entre estos profesionales, así como se da en otras áreas.

-­‐ Por otra parte, la percepción negativa de los profesionales hacia la labor
técnica estaría favorecida por el hecho de que las instituciones en
algunas oportunidades privilegian la contratación de técnicos por un
valor más bajo en la remuneración, entregándoles funciones y
responsabilidades muy similares a las del profesional.

 
TEMA 3 “EJERCICIO PROFESIONAL”

3.1 VINCULACIÓN TEORIA-PRÁCTICA: este punto hace referencia a los


aspectos fundamentales que se originan producto de la relación entre la teoría
vinculada al Trabajo Social y la práctica concreta que desarrolla el profesional.
En este sentido, se presentan los siguientes resultados:

-­‐ En general, las políticas sociales que implementan los Trabajadores y


Asistentes Sociales se diseñan en instancias superiores y la función de
estos profesionales se limita a la ejecución de las mismas. Esto
contribuiría a que exista sólo preocupación por desarrollar los programas
y proyectos sociales sin reflexionar en lo teórico que otorga sustento a
estas intervenciones.

-­‐ Lo anterior, se vincula con el hecho de que algunos profesionales no se


motivan por el perfeccionamiento, dejando cada vez más de lado el
ejercicio de vincular la teoría con la praxis.

-­‐ Sumado a esto, se aprecia una directa relación en que a mayor cantidad
de años de ejercicio profesional se presenta una mayor dificultad para
articular lo teórico con lo práctico, debido a la rutinización de las
acciones por el hecho de que habitualmente se aplican programas y
proyectos en lo que está todo predeterminado (modelos teóricos,
actividades, técnicas, etc.)

-­‐ Sin embargo, igualmente se presentan realidades en donde sí se


percibe una vinculación entre lo teórico y lo práctico, buscando mejorar
las intervenciones desde la teoría y determinando las mejores
estrategias de acción según los paradigmas sociales.

-­‐ Se detecta que en algunas realidades institucionales se prefiere


que los/as profesionales tengan una menor capacidad crítica frente a las
diversas intervenciones propuestas desde niveles superiores.

3.2 LIMITANTES INSTITUCIONALES: entendiéndose por variables negativas


que se desprenden de la realidad institucional en la cual se insertan los/as
Trabajadores y Asistentes Sociales, entre éstas se destacan las siguientes:

 
-­‐ La primera gran limitante institucional que se presenta, se refiere a la
contingencia política, vista como una dificultad que impide desarrollar
ciertas acciones profesionales. En algunas circunstancias existe una
manipulación de las decisiones técnicas para implantar decisiones
políticas o simplemente la autoridad impone sus intereses por sobre lo
técnico.
-­‐ El modelo económico y político imperante da espacios al ejercicio de
otros profesionales, sobre todo en el ámbito de la administración y
economía que invaden áreas sociales que debieran ser ocupadas por
Trabajadores y Asistentes Sociales.
-­‐ También es visible el hecho de que se desarrollan políticas sociales que
dan relevancia a lo cuantitativo en perjuicio de lo cualitativo,
desconociendo los procesos y las relaciones con los usuarios y dando
énfasis a indicadores cuantitativos.

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Editorial Síntesis. España.

 
CONDICIONES LABORALES EN TRABAJO SOCIAL

Teresa Dornell 
Sacho∗

Saphir Stemphelet 

mina Mauros 

Resumen

El contexto social se ha visto influenciado por cambios generados en las


últimas décadas: un mercado laboral con nuevas lógicas de regulación,
complejidades familiares sin correlación con las Políticas Sociales y el interés
de procesos de inclusión 
con participación y accesibilidad a bienes y servicios,
forjan una suerte de "saturación" 
en el rol del Trabajo Social. Profesión que se
encuentra inmersa en una infinidad de 
condicionantes que por su naturaleza
social la delimitan y la hacen sensible ante 
factores estresantes siendo muy
difícil discernirlos en la cotidianidad del ejercicio 
profesional.

La acción social por sí, ya es un factor adverso para la salud del trabajador, por

eso lograr establecer fronteras de autocuidado, y un clima organizacional
generador de 
intervenciones interdisciplinarias, contribuirían al diálogo en pro
de estrategias que 
favorezcan no sólo al ciudadano con el cual se involucra,
sino también al profesional.

Palabras clave: Trabajo Social - Actividad Laboral- Factores estresantes

                                                                                                               

Profesora, Licenciada en Trabajo Social. Contacto: teresadornell@hotmail,com

 
Introducción

La determinación trabajo es considerada una necesidad humana, con un valor


incalculable para el individuo, el cual más allá de permitirle percibir una
remuneración 
económica para su sustento diario, lo habilita al crecimiento y
desarrollo personal, 
desplegando asimismo la capacidad de cambio, creación
y transformación; al tiempo 
que genera un espacio donde el individuo pueda
establecer nuevas relaciones sociales.

"Así pues muchos de los ingredientes esenciales de satisfacción, salud y


bienestar en la 
vida están intrínsecamente vinculados con el trabajo y la
profesión". (Kalima, R. et al. 
1988:6) De manera que el trabajo representa
aquella actividad objetiva a través de la 
cual "(. . .) el Hombre crea su realidad,
el trabajo tiene un sentido ontológico o fisiológico. 
(. . .) es una forma de
praxis, y la praxis es la esfera del ser Humano. Sin praxis no hay 
realidad
Humana (. .. )". (Kosik, K; 1988:6)

Sin embargo, en algunas circunstancias las condiciones de trabajo originan


riesgos y situaciones desfavorables para la salud de los individuos y en
determinados 
contextos puede provocar estados hostiles para los mismos. El
Hombre cuenta con 
capacidades físicas e intelectuales que le asignan un
lugar preponderante respecto al 
resto de los animales que habitan este
universo. La inteligencia del Ser Humano lo 
habilita a poner en práctica y dar
origen a esa actividad llamada trabajo, por medio de la 
cual pone en ejercicio
todos sus sentidos, aptitudes físicas, destrezas y habilidades. La 
actividad del
trabajo es presteza del Hombre entero poniendo en acción todas sus
potencialidades físicas y mentales, acrecentando el autoestima, porque el
resultado del 
mismo es producido y producto de su propia actividad.

El trabajo forma parte del diario vivir de todo individuo y es parte esencial de la
sociedad, otorgándole al hombre (en sentido genérico) un papel de prestigio y
suma importancia. Es "(, . .) la reproducción del particular, es reproducción del

 
hombre 
concreto es decir, que en una determinada sociedad ocupa un lugar
determinado en la 
división social del trabajo". (Heller, A; 2002:37) La sociedad
globalizada ha desarrollado 
un gran entusiasmo e interés por el impulso de la
producción, la economía y la 
tecnología con el fin de aumentar la
productividad y ganancia económica, subestimando 
el desarrollo de las
capacidades de los individuos, creatividad individual y por sobre 
todo la propia
Salud. El mundo actual ha abierto las puertas a los cambios en la 
producción
exigiendo a los individuos la tecnificación constante y la readaptación a los

instrumentos tecnológicos y sociales. Generando "( ... ) el más formidable
desafío jamás 
planteado a la familia: la más peligrosa de las injusticias. Una
cruel selección de los 
más aptos para la competitividad y la supervivencia".
(Eroles, C.; 2006:191) De manera 
que la sociedad de la cual formamos parte
se vuelve un "enemigo" del individuo, su vida 
y trabajo, representando un
riesgo para la salud del trabajador.

1.- Trabajo como valor de uso y como valor de mercancía

La sociedad actual presenta un doble desafío para las personas que la


integran, lograr un lugar dentro del mercado laboral y por otra parte,
permanecer en él. IIAdentrarnos en las transformaciones en el mundo del
trabajo, hoy, implica necesariamente, no solamente reflexionar sobre la
verdadera mutación tecnológica, instituciona/, laboral, cibernética, sino también
comprender que el Liberalismo y el neo liberalismo vivido a nivel macro, tiene
sus repercusiones en la vida cotidiana, en la intimidad más profunda, en la
construcción y de-construcción de subjetividades". (Araújo, A.M. et al.;
2008:11) Esta realidad ejerce un poder invaluable en el individuo, adentrándose
en todas sus esferas. El trabajador pone al servicio de su labor su propia
esencia y vida misma, en medio de las exigencias que requiere el mercado.

En incansables oportunidades se ha hablado de la importancia del trabajo para


la 
vida de todo individuo, sin embargo en los últimos tiempos también hemos

 
escuchado 
del lado "oscuro" del mismo: 11(. . .) pérdida de trabajo o falta de
trabajo o lo que se 
denomina desocupación, desempleo masivo". (Sarachu,
G.; 2003:11) El trabajo debe 
considerarse en relación al mercado, es decir,
toda actividad laboral tiene un fin, por 
tanto no se lo puede concebir fuera de
las leyes del mercado, dinero y de las 
necesidades de los individuos. El valor
del trabajo como mercancía reside en el uso 
dado por los otros, aquellos que
hacen uso del resultado del trabajo.

Colson sostiene que: 11(. . .) el trabajo es el empleo que el hombre hace de


sus fuerzas físicas y morales para la producción de riquezas o de servicios".
(1963:13) De 
manera tal que la actividad del trabajo está delimitada
teleológicamente, respondiendo 
de algún modo a la ecuación: trabajo igual a
mercancía; la cual ha de responder a un 
determinado uso. Al considerar la
actividad del trabajo, no podemos evitar hablar del 
valor del trabajo para el
individuo, más allá de la importancia que adquiere para la 
sociedad toda,
como actividad humana, sino que también debemos considerarlo en su 
valor
monetario, en el valor que adquiere por medio del salario.

El trabajo, como se ha dicho en varias oportunidades, tiene una fuerte


correlación con la salud, ya que por intermedio del salario el trabajador
adquiere los 
bienes necesarios para la subsistencia diaria. El lugar que ocupe
dentro de la división 
socio-técnica del trabajo representa un fuerte
componente en su bienestar tanto físico como psicológico. Plantea Dejours.
"(,..) hay que volver a dibujar la historia de la Salud 
de los trabajadores (. . .)
Surge así un frente de protección al cuerpo; resguardarlo de los 
accidentes,
prevenir enfermedades profesionales e intoxicaciones y asegurarle 
adecuado
cuidado y tratamiento". (2008:11).

La salud laboral manifiesta la concordancia entre las condiciones y medio


ambiente de trabajo, en correspondencia con la salud del individuo/trabajador a
través 
de los factores de riesgo a nivel físico, social y/o psíquico. Un lugar de

 
trabajo (sobre 
todo aquel al que un individuo dedicó tiempo para su adecuada
capacitación) que 
cuente con las condiciones ambientales y físicas
adecuadas, ha de ser generador de un 
clima propicio para el ejercicio de la
actividad.

2.- Condiciones de Trabajo y su acercamiento a la profesión del Trabajo


Social

En medio de cambios tecnológicos, de la mercantilización del trabajo y la


globalización, la población trabajadora se enfrenta a los retos de la exclusión
de la 
actividad laboral. El campo de la salud, presenta dos situaciones
diferentes: por un 
lado, los desempleados que enfrentan la realidad de verse
excluidos de un bien tan 
preciado para la sociedad actual, y por otra parte los
que sí poseen un trabajo pero que 
son presos de la "nuevas" exigencias
laborales, a fin de mantenerse "en el ruedo", ya 
que si el trabajador "(. . .) se
involucra verdaderamente en el trabajo, la empresa puede 
asegurarle una
hermosa carrera". (Dejours, C. 2006:46)

La falta de trabajo, por la razón que lo genere, (sea por enfermedad, vejez,
desocupación) inmediatamente se convierte en padecimiento, y no sólo ello,
sino que 
trae aparejado un sentido de vergüenza al ser portadora del
abandono de la actividad 
laboral: "Si uno está enfermo, es porque es
perezoso". "Cuando se está enfermo, uno 
se siente juzgado por los otros".
(Dejours, C.; 1990: 32) Como consecuencia se genera 
el silencio ante la
presencia de la enfermedad, con ello se evita el rechazo, el 
juzgamiento y la
vergüenza. "El bienestar y las enfermedades de los individuos no son 
vistas
ordinariamente como resultados organizacionales, ni siquiera en parte. " (Katz,
O; 
Kahn, R; 1992: 11)

"Los posibles mecanismos que vinculan el estrés y la enfermedad con la


dedicación sin alegría a un trabajo arduo están relacionados con las reacciones

 

cognoscitivas, emocionales, de conducta y fisiológicas". (Kalimo, R. et al;
1988:77)

Desde la jerga popular en incansables oportunidades hemos escuchado decir


(y hemos 
dicho): "una persona bajo presión funciona mejor". El estado de
estrés bajo su 
concepción científica denominada "eustrés", respondería de
alguna manera a ello, 
generando en el individuo un rendimiento óptimo en
cuanto a su tarea. Sin embargo, si 
consideramos la situación en la que el
individuo no pueda hacer frente a las demandas 
que se le presentan, el
estado de estrés ha de fundar en él consecuencias de índole 
negativa,
sumergiéndolo en condiciones de depresión, agotamiento, angustia y
sentimiento de no dar más de sí; este estado ha recibido el nombre de
"distrés".

"Acción, trabajo y sufrimiento están indefectiblemente unidos, aunque cada uno


de los términos sea irreductible a los otros dos". (Dejours, C.; 2006: 150). La
psicopatología del trabajo utiliza el término sufrimiento a fin de hablar de la
inestabilidad 
mental que puede atravesar el individuo en el medio laboral. "El
sufrimiento (. . .) implica 
entonces una confrontación entre los factores
patógenos provenientes de la 
organización del trabajo y los procedimientos
defensivos elaborados por los mismos 
trabajadores." (Dejours, C.; 1990: 182)
Si bien no existe una clara definición y una única 
clasificación de los factores
de estrés y sobre todo del significado específico de "estrés 
ocupacional" ha
sido posible (de acuerdo a algunos autores) establecer una clara 
clasificación
sobre algunas situaciones de acuerdo a la rama laboral en la cual se
desempeñe el individuo diferenciando entre: estresores de rol, de desarrollo de
la 
carrera, de sobrecarga cualitativa, y otros de carácter social; o estresores
tales como: 
ruidos, temperatura, contaminación (condiciones de ambiente
físico) monotonía y falta 
de control sobre el trabajo.

Las condiciones y medio ambiente de trabajo (CyMAT) están referidas a la

 
organización de trabajo tiempo y áreas de descanso higiene espacio físico,
remuneración, entre otros. Los factores de riesgo del medio ambiente de
trabajo son 
considerados como la posibilidad de padecer un daño a la Salud
causando cargas 
laborales con fuertes consecuencias sobre las capacidades
de los trabajadores.

Dentro de las condiciones y medio ambiente de trabajo específicamente en lo


que refiere al Trabajo Social debe considerarse como factor preponderante el
nivel de 
respaldo con que cuenta el profesional dentro de la organización en la
cual está inserto. 
El resultado final de la carga laboral es producto de la
articulación de: factores físicos, mentales y psíquicos. Sin embargo, las
consecuencias sobre los individuos han de 
depender de las características
individuales de los trabajadores, su capacidad de 
adaptación y resistencia a
los factores agresivos.

La actual realidad de los trabajadores es consecuencia directa de los cambios


sociales con repercusión en el ámbito laboral: recorte de recursos, falta de
autonomía, 
disyuntivas éticas, instancias conflictivas y una nueva realidad
sobre los usuarios y sus 
características y demandas. Estos últimos han
pasado de ser "simples usuarios" a ser 
sujetos de con capacidad de decisión
y complejas demandas acompañadas por 
diversas realidades. El alto
intercambio de contacto directo e interacción con los 
usuarios y sus diversas
realidades hacen del Trabajador Social un individuo en contacto 
con diversos
conflictos.

Por otra parte, el Trabajador Social se encuentra inmerso en una serie de


transformaciones producto de cambios políticos y sociales: relaciones efímeras
con los 
usuarios, sobrecarga de funciones que van más allá de su realidad
social y 
desvalorización de la profesión. Estos han generado asimismo una
especie de incógnita 
y confusión de los límites de la profesión. Todo ello en
enlace, impide un adecuado 
contacto e interlocución entre el Trabajo Social y

 
el usuario a fin de interiorizarse en su 
historia de vida y dar una adecuada
repuesta a su problemática. Pero cuestionémonos, 
¿qué sucede con la
población usuaria ante los cambios que se producen en el Trabajador Social
ante la falta de respuesta? Ellos son individuos que concurren en 
busca de
soluciones de contención; la falta (o ausencia) de apoyo y respuesta por parte

del profesional han de repercutir también en su propio estado, generando

incertidumbre, desamparo y por qué no frustración en su propio plan de vida.

La falta de autonomía y participación en las decisiones son elementos adversos



al individuo. El Trabajador Social como profesional inserto en el todo de una

organización, forma parte de la misma y por ende de su planificación y
desarrollo. 
Durante su formación académica se le instruye sobre la
elaboración y planificación de 
proyectos, por lo cual puede considerase que
esta tarea forma parte de su "naturaleza 
profesional". En este aspecto puede
surgir un desencadenante de estrés (como 
resultado de dicha contradicción)
formando parte así de una falta de control extrínseco 
del individuo.

La falta de oportunidad para poner de manifiesto nuevas habilidades es un


fuerte 
factor generador de estrés. La importancia que adquiere poner en
ejercicio nuevas 
actividades, propuestas y soluciones, evita caer en la
aburrida monotonía, adaptándose 
al mismo tiempo a nuevas realidades. Los
individuos tienen características, historias, 
realidades y vivencias distintas, por
lo cual se necesitan respuestas distintas. Si el 
profesional no logra superar
dicha realidad, ha de caer en una suerte de monotonía que 
le impedirá
desarrollarse profesionalmente y no logrará la emancipación de los propios

afectados; lo cual se conjugará en una ausencia de entusiasmo por la labor.

El Trabajador Social por naturaleza de la profesión debe desenvolverse en el


seno de las relaciones laborales, en constante interacción con el resto del
equipo a fin 
de contar con soluciones adecuadas. La carencia de confianza y
cooperación puede respaldar la aparición de estresares. Ahora bien, dentro de

 
todo grupo existen determinadas expectativas hacia cada uno de sus miembros
por parte de los demás, lo 
cual también forma parte de una fuente de estrés,
llevando muchas veces al individuo a 
deshacerse de sus propias convicciones
y motivaciones para proseguir el ritmo "normal" 
de la organización.

Entre ellos debemos considerar la calificación profesional y la capacidad de


poner en práctica dicha formación. Es decir, la formación educativa con la que
cuenta el individuo, experiencia, destrezas, y las posibilidades de articular dicha
formación con 
las imposiciones del medio laboral.

La actividad del Trabajador Social requiere una importante actividad mental,


comúnmente combinada por la recurrencia al mecanismo de la memoria, sea
ésta a 
corto, mediano o largo plazo (más allá de los registros escritos con los
que cuente).

Un 
ejemplo: la memoria referente a detalles de historias de vida, y sus


principales características, más aún ante la presencia de un usuario que no ha
frecuentado el
Servicio Social, así como los requisitos necesarios para la
adopción de una Política 
Social que remita a una respuesta inmediata.

Freidson sostiene: "(, . .) una profesión se considera una ocupación, "que ha


asumido una posición predominante en la división del trabajo, en el sentido que
logra el 
control sobre la determinación de la esencia de su propio trabajo", "y
es autónoma o 
independiente". "Así alega ser la autoridad más confiable en la
naturaleza de la realidad que trata" Por lo tanto, el análisis de una profesión
implica pensar en los dos 
significados que la palabra tiene: en tanto tipo
especial de ocupación y como voto o 
profesión de fe. De allí que la
profesionalización como ocupación, mantiene el estatuto 
especial, porque
promete sobre la integridad de sus miembros, tanto en la práctica 
científica
como por la adhesión a un código ético" (2008: 25)

El desarrollo de la profesión es funcional al sistema ¿pero cuál es límite?

 
¿hasta dónde el accionar es autónomo? "La acción profesional en esos
espacios no es sencilla, ya que la misma se enfrenta permanentemente a un
modelo autoritario. El riesgo que se corre es el de que el propio profesional
termine siendo transformado por 
el sistema que se propone transformar (. .. )"
(Casas, A. et al.; 2008: 171 - 172) La 
naturaleza de la misma exige cierta
direccionalidad desde la misma realidad social, en 
esta se enlazan ideas,
saberes doctrinas distintas con las que el profesional debe 
aprender a
trabajar.

La profesión de Trabajo Social parece encontrarse "amenazada" o tal vez


"invadida" por otras profesiones, ante las cuales en vez de lograr una adecuada

articulación en pro de los individuos entran en competencia, limitando el
espacio de 
cada uno y con ello las capacidades de ejercicio de la profesión. El
Trabajo Social se 
encuentra en una instancia de cambio, al cual aún parece
no adaptarse. El contexto en 
el cual se desarrolla le imprime de sobrecarga de
demandas, no sólo a nivel social sino
también político. El Estado está
enfrentando una serie de cambios, entre los cuales se encuentran el rumbo a
tomar de las Políticas Sociales, principal herramienta del 
Servicio Social, las
cuales en su nuevo alcance son de tipo focalizadas siendo dirigidas a las
poblaciones de menores recursos generando en cierta forma aumentar las

desigualdades.

El Servicio Social a lo largo de su historia ha ido sufriendo una serie de


modificaciones desde la naturaleza de la profesión, las cuales también han
conllevado 
cambios a nivel social. Desde las "Hermanas de la Caridad", las
visitadoras sociales 
dependientes del poder médico hegemónico, al
movimiento de reconceptualización de 
los años '70 que se extiende hasta hoy,
parecen dar cuenta de las innumerables 
actividades a desarrollas por esta
profesión y hasta en ocasiones, parecen confundirse 
los roles con otras
disciplinas. "(. . .) El ser profesional se trata de una construcción permanente en
la que los diversos perfiles se interpelan mutuamente y constituyen el campo
de posibilidades de desarrollo de la profesión. La pregunta no es qué es lo

 

específico de la profesión, sino a qué demanda podemos dar respuestas y
cómo 
ampliamos nuestro repertorio teórico - práctico para que dichas
respuestas sean 
creativas y generadoras de nuevas posibilidades ampliando
así los campos de 
actuación protesionel". "Es posible la búsqueda de un
Servicio Social no alienado, que 
intente superar su lugar de subordinación y
de mero instrumento administrativo y pase a 
asumir los desafíos que supone
intervenir en una compleja contextualidad, analizarla críticamente y dar
respuestas creativas para la solución de los problemas con los que 
se
debate". (Bentura J.P; Sarachu, G.; 1972: 74)

Con los cambios generados durante los '90, los problemas sociales generados
en medio de un Estado que hecha la suerte al libre mercado, lo social adquiere
soporte 
bajo las manos de los cientistas sociales. Estos últimos se enfrentan a
duras demandas 
bajo políticas focalizadas y sectoriales. Asimismo este
profesional adquiere nuevos 
lugares donde desarrollar su trabajo, producto
(en los últimos años) de nuevos 
programas destinados a diferentes
problemáticas, los cuales suelen ser de corta 
duración, lo cual genera
incertidumbre en el individuo. Acompañado de nuevas fuentes 
de empleo, que
si bien el Estado ha sido y sigue siendo el principal empleador, nuevas

instituciones privadas han dado lugar a este profesional.

En síntesis, el mundo laboral actual se enfrenta a grandes desafíos de diversa


índole: tecnológica, geográfica, física. El Trabajo Social no escapa a dicha
realidad, por 
el contrario, se encuentra inmerso en una infinidad de factores
que por su naturaleza 
social la delimitan como profesión fuertemente
potenciadora de la aparición procesos 
de desgaste laboral, si bien no es la
única propensa a padecerlo.

La naturaleza de la profesión la delimitan como profesión sensible ante factores



de estrés y desgaste profesional siendo muy difícil discernirlos en el
transcurso diario 
del ejercicio técnico. Sin embargo, la acción social por sí ya

 
se vuelve un factor adverso 
para la Salud del trabajador, motivo por el cual se
hace más compleja aún la situación 
para evadir los factores generadores de
daño.

La esencia de la profesión requiere enfrentarse a situaciones complejas con


emotivas y angustiosas situaciones de vida de las cuales el profesional debe
aprender a separarse. El ambiente donde se desenvuelve generalmente el
Trabajador Social 
responde a ciertas situaciones de vulnerabilidad social.

La contradicción ejercicio profesional - herramientas (políticas sociales) remiten


a la compleja realidad que enfrenta diariamente el profesional en el ejercicio de
su rol; 
en medio de su interés y esmero por generar cambios en la realidad
que se le presenta 
encuentra además "vallas" que saltar en medio de la
política institucional y la acción del 
propio actor social.

En la actualidad la profesión está logrando un reconocimiento de vital


importancia a nivel social ganado espacios en cuestiones antes impensadas;
esto ha 
conllevado un aumento en las demandas todo lo cual repercute en un
aumento de la 
actividad laboral, se hace preponderante entonces la
articulación entre espacio laboral y 
tiempo libre, porque un factor no menos
importante es el fin de la jornada laboral, el 
equilibrio entre vida profesional y
vida personal; el disfrute de tiempo libre, actividades 
recreativas, buen
descanso, son fuertes generadores de bienestar y funcionan como 
"como
"aislantes de problemas".

Por eso, cabe preguntarse si ¿la ausencia de bienestar en el ejercicio de la


profesión ha de repercutir negativamente en el desempeño de la función? y si
¿.Ias 
complejas situaciones a las cuales se enfrenta el profesional y la falta de
herramientas 
indispensables para la actuación han de generar un sentimiento
negativo en la Salud 
del profesional?

"(. . .) la angustia provocada por los riesgos profesionales no siempre se

 
manifiesta en 
lo que dicen los trabajadores. Ha de buscarse bajo actitudes
defensivas (. . .) IJ. (Kalima, 
R. et al. 1988:69) Al respecto resulta importante
cuestionarse ¿cómo lo oculta un 
Trabajador Social? ¿Cuál es su acto
defensivo? Así como, ¿qué sucede a medida que 
nos vamos haciendo
"experientes" en el medio profesional y en el ámbito laboral?, 
¿disminuyen o
se acentúan los factores de estrés laboral en Trabajo Social?

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Kosik, K. (1963). Dialéctica de lo concreto. Ed. Grijalbo. México .

Sarachu, G. (2003). Cambios en el mundo del trabajo. Desafíos para la


intervención profesional. En: Seminario- taller. Los debates actuales en trabajo
Social y su impacto a nivel regional. UdelaR. Uruguay.

 
COMO O SERVÍCO SOCIAL VEM DEBATENDO O EXERCÍCIO
PROFISSIONAL NA ÁREA 
SOCIOJURÍDICA: UM ESTUDO A PARTIR DOS
EVENTOS NACIONAIS DO SOCIOJURÍDICO.

Cíntia Aparecida da Silva


Resumo

Este trabalho objetiva apresentar o debate sobre o exercício profissional do


assistente social na área sociojurídica por meio da análise de dois eventos
nacionais realizados pelas entidades da categoria profissional (Conselho
Federal de Servi90 Social e Conselhos Regionais de Servico Social): I
Encontro 
Nacional Sociojurídico ocorrido em 2004 e " Seminário Nacional "O
Servico 
Social no campo sociojurídico na perspectiva da concretizacáo de
direitos" 
realizado em 2009. A OP9ao pela análise acerca das torrnulacóes
decorrentes 
dos dois eventos em epígrafe decorreu do entendimento de que a
realizacáo 
desses abriu uma imensa gama de possibilidades de pensar e
repensar 
coletivamente o exercício profissional nas mstituicoes que cornpóern
a área 
sociojurídica. Destarte, verifica-se a necessidade de retomar na
agenda 
profissional a realizacáo desses eventos. Assim, pretende-se discorrer

conceitualmente a escolha pelo termo área sociojurídica e os principais

desafios postos aos assistentes sociais que atuam em instituicóes como

Ministério Público, Tribunal de Justica, dentre outros.

Palavras-Chave: área sociojurídica; servico social; trabalho profissional.

                                                                                                               

Doutoranda em servíco Social Pontifícia Universidade Católica de Sao Paulo- PUC-SP. Mestre em
Servico Social pela Universidade Estadual Paulista UNESP Franca-SP. Assistente Social do Ministério
Público do Estado de Sáo Paulo. cintia.unesp2004@gmail.com

 
INTRODUCÁO

Este texto tem por objetivo apresentar como está o debate sobre o
trabalho profissional do assistente social na área sociojurídica. Para tanto,
optou-se por analisar os documentos finais produzidos no I Encontro Nacional
Sociojurídico realizado nos dias 03 e 04 de setembro de 2004 na cidade de
Curitiba – Paraná e no II Seminário Nacional “O Serviço Social no campo
sociojurídico na perspectiva da concretização de direitos” realizado nos dias 29
e 30 de outubro de 2009 na cidade de Cuiabá – Mato Grosso. Ressalta-se que
somente foram realizados estes dois eventos em âmbito nacional até o
momento que tratavam especificamente do trabalho profissional na área
supramencionada.
Os eventos supracitados ocorreram em virtude de deliberação dos
Encontros Nacionais do Conjunto CFESS/CRESS60. O primeiro contou com a
participação de cerca de 180 pessoas, dentre assistentes sociais atuantes na
área, estudantes de serviço social e convidados. Já o segundo evento teve a
participação de 500 pessoas, entre profissionais e estudantes de serviço social.
Além disso, este último teve transmissão online.
Verifica-se que é utilizado nos eventos o termo “campo sociojurídico”,
todavia, far-se-á uso do termo “área sociojurídica”, em entendimento do avanço
sobre o conceito, tendo como referencial os estudos de Elisabete Borgianni
(2013). Para esta autora, o espaço institucional do Ministério Público, Tribunal
de Justiça, Defensoria Pública, Fundação Casa, Sistema Penitenciário,
serviços de acolhimento institucional de crianças e adolescentes, constituem-se
em instituições da área sociojurídica e locais de área de atuação da profissão
que possibilitam por meio da reflexão sobre o fazer profissional, a produção de
conhecimentos sobre o trabalho desenvolvido.
Sobre o primeiro encontro, como resultado das discussões, foi
deliberada uma agenda política, já do segundo encontro foi elaborado um
documento final, cujos textos referem-se a integralidade das falas dos
palestrantes. Portanto, serão desses dois documentos que as análises a seguir
incidirão.

                                                                                                               
60
Conselho Federal de Serviço Social/Conselho Regional de Serviço Social

 
Ressalta-se ainda que as reflexões sobre os dois eventos têm por
objetivo apontar a necessidade de retomar na agenda profissional a realização
de encontros nacionais para discussão do trabalho profissional na área
sociojurídica, pois entende-se que o exercício profissional nesse âmbito
apresenta particularidades que precisam ser debatidas pelos profissionais que
a compõem, bem como a realização de interlocução com profissionais que
atuam nas áreas da saúde, assistência social, habitação, previdenciária, porém
para tanto, é necessário que os assistentes sociais da área sociojurídica
tenham conhecimentos dos processos de trabalho aos quais estão inseridos e
produzam estudos sobre eles, a fim de qualificar a sua atuação profissional.

Desenvolvimento

Um dos primeiros pontos a respeito do trabalho profissional na área


sociojurídica é sobre o fato de que a inserção do assistente social nesse âmbito
não é recente em todas as instituições que compõem a área sociojurídica, pois
em estudos como de Alapanian (2004), Fávero (2013), têm-se que a inserção
do assistente social nos tribunais de justiça datam da década de 1930 no país.
Ainda sobre este tema, Iamamoto e Carvalho relatam no livro Relações Sociais
e Serviço Social de 1982 que o Juízo de Menores do Rio de Janeiro, foi um dos
primeiros espaços de trabalho de assistentes sociais na área estatal.
Sobre o trabalho profissional no Sistema Penitenciário, com a aprovação
da Lei de Execuções Penais (LEP), em 1984, o Serviço Social é provocado a
desenvolver produções sobre a inserção profissional no âmbito do sistema
penitenciário com o objetivo de conhecer como seu deu esse processo e a
repensar sua prática profissional. Verifica-se que com a nova lei, em muitos
aspectos, ocorreu a descaracterização da trajetória profissional nessas
instituições.
A respeito da inserção no Ministério Público, esta instituição já existia
anteriormente à Constituição Federal de 1988 e contava esporadicamente com
a atuação de assistentes sociais, sendo o trabalho realizado de modo particular
por cada profissional, que comumente era funcionário público municipal e era
requerido a atuar na instituição, sem a elaboração de um plano de trabalho.

 
Sobre isso, Sâmya Rodrigues Ramos em sua fala na mesa “Serviço Social no
campo sociojurídico: possibilidades e desafios na consolidação do projeto
ético-político profissional” no II Seminário Nacional relata pesquisa realizada
por orientando da graduação para elaboração de trabalho de conclusão de
curso na Universidade Estadual do Rio Grande do Norte – UERN com o tema
sobre as condições de trabalho, demandas e desafios na atuação do Serviço
Social no Ministério Público na cidade de Mossoró (RN), que constatou a
ausência de cargo de assistente social e de concurso público para a
contratação dos profissionais, e demonstrou que todas as assistentes sociais
que trabalharam na instituição em questão, no período de 2001 a 2009 foram
cedidas de outras instituições de caráter público.
A inserção formal dos assistentes sociais no MP, por meio da criação de
cargos, concursos públicos ocorre somente a partir dos anos 2000 e ainda não
apresenta unificação para todos os Ministérios Públicos Estaduais.
A esse respeito, a inserção do assistente social no estado de São Paulo
decorre por meio de concurso pela primeira vez em 2005 e pela segunda vez
em 2012, quando desta segunda vez, há a contratação de um número
significativo de profissionais. Ademais, foi constatado no IV Encontro Nacional
dos Assistentes Sociais no Ministério Público ocorrido no ano de 2012, que
apesar dos profissionais lotados no estado do Rio de Janeiro apresentarem-se
como o maior contingente profissional em uma unidade do Ministério Público, a
maioria desses profissionais não são concursados, mas foram contratados por
meio de cargos comissionados e/ou contratos temporários.
Uma das teses acerca do aumento considerável de assistentes sociais
atuando nas unidades do Ministério Público pelo país decorre da promulgação
da Constituição Federal de 1988, que passa a atribuir à instituição função na
defesa dos direitos difusos e coletivos.
A inserção nas Defensorias Públicas também ocorre nos anos 2000,
porém esta instituição apresenta diferenciação, pois ela é a mais jovem dentre
as instituições que compõem o universo (Tribunal de Justiça, Ministério Público
e Defensoria Pública), sua criação data da promulgação da Constituição
Federal de 1988. E desse modo, verifica-se que o trabalho do assistente social
nesta instituição apresenta diversos desafios aos profissionais, sendo um
deles, para os assistentes sociais que atuam nas unidades da Defensoria

 
Pública Estadual e da União no estado de São Paulo, o direito à carga horária
de 30 horas semanais, conforme a Lei 12.317 de 26 de agosto de 2010 que
altera o artigo 5º da Lei 8663/1993 – Lei de Regulamentação da Profissão.
Considerando essa breve explanação sobre a inserção do serviço social
nas instituições que compõem a área sociojurídica, o objetivo era apresentar
que por mais que se tenha uma evidência sobre o trabalho profissional na área
sociojurídica se dado a partir dos anos 2000, a inserção profissional nessas
instituições não é algo recente e já ocorreram algumas reflexões sobre o
exercício profissional. Desse modo, a opção por realizar análises acerca das
agendas e formulações decorrentes dos dois encontros em epígrafe, decorreu
do entendimento que a realização desses eventos abriu uma imensa gama de
possibilidade de pensar e repensar coletivamente o exercício profissional nas
instituições que compõem a área sociojurídica.
Pontua-se a importância da realização de debates sobre o trabalho
profissional em instituições que compõem a área sociojurídica com o objetivo
de conhecer, debater, analisar e refletir sobre a atuação profissional nestas
instituições que são permeadas por estruturas e culturas organizacionais
fortemente hierarquizadas, práticas com forte cunho autoritário, encarregadas
da preservação da ordem, do status quo, de sustentação do capitalismo e das
desigualdades da sociedade capitalista.
Para Borgianni (2009) em sua fala de encerramento do II Encontro
Nacional,
“a esfera do jurídico é aquela da resolutividade dos
conflitos pela impositividade, que é o que a diferencia das
outras esferas. E mais: ao mesmo tempo em que esse é o
campo da proteção jurídica dos direitos, ele é também o
campo onde se ergue um sistema de responsabilização
judicial, dimensão da qual não é possível escapar. Faz
parte dessa totalidade que estamos chamando de campo
sociojurídico. Trabalhamos, portanto, no interior dessa
polaridade. Vejamos isso com alguns exemplos: o
Judiciário, quando acionado em um caso de agressão
contra uma criança, tem que, com sua ação, proteger os
interesses dessa criança, mas também irá responsabilizar
o réu, ou o/a possível agressor/a. O Ministério Público
desenvolve seu trabalho, buscando a proteção e, ao
mesmo tempo, responsabilizando alguém, alguma
instituição ou entidade pela falha naquela proteção. A
Defensoria Pública protege os interesses dos que

 
necessitam de defesa, perante o Estado ou a sociedade,
ao mesmo tempo em que busca a responsabilização ou
aponta quem faltou com essa proteção. (p. 167/168)

Considerando o exposto, é de suma importância refletir acerca das


tensões vivenciadas cotidianamente pelo assistente social, por um lado seu
trabalho é tensionado pelas condições institucionais e, por outro, pelas
demandas postas pelos usuários, que se apresentam nestas instituições de
modo diferenciado como nos serviços da rede de saúde e socioassistencial.
Pois, quando se dirigem a uma unidade do Ministério Público, Defensoria
Pública ou são encaminhados para o Tribunal de Justiça, a demanda que
apresentava-se inicialmente pela necessidade de acesso a algum serviço da
rede, apresenta-se em condição de extrema precariedade e de não acesso aos
direitos de cidadania, e passa a ser judicializada.
Desse modo, apresenta-se para o assistente social que atua em uma
das instituições da área sociojurídica supramencionadas a reflexão acerca da
realização do trabalho na perspectiva da garantia dos direitos fundamentais, na
análise pelo assistente social das condições estruturais da sociedade
capitalista que tem por objetivo a transformação em mercadoria de direitos
adquiridos, tais como o acesso a educação, saúde, dentre outros.
Desse modo, cabe retomar como apontado na introdução a opção por
“área sociojurídica” e não mais “campo sociojurídico”. Verifica-se um avanço na
concepção dos termos “área” e “campo” e quem aprofunda essa análise é
Borgianni (2013)61. A autora afirma que campo jurídico é um conceito
formulado por Pierre Bordieu, que o define como o determinado espaço social
no qual os chamados “operadores do direito” – magistrados, promotores de
justiça, defensores públicos e advogados – “concorrem pelo direito de dizer o
Direito” (Bordieu apud Shiraishi Neto, 2008, p. 83; Gaglietti, 1999, p. 84-85).
Ainda segundo Borgianni (2013) quando se trabalha na área
sociojurídica é possível observar o debate pelos sujeitos supramencionados
pela busca de elementos que melhor permitam a cada um, dizer o Direito,
diante dos conflitos jurídicos.

                                                                                                               
61
Verifica-se em análise do documento final do II Encontro que Borgianni ainda fazia uso do
termo “campo sociojurídico”.

 
“não seria “campo”, naquele sentido de Bourdieu, porque
não estamos disputando (corporativamente) com
magistrados, promotores ou advogados, nesse espaço ou
nessa área, o direito de dizer o direito (ainda que seja o
direito social). Antes, é preciso ver tais operadores ou
especialistas do direito como trabalhadores que, tal qual
os assistentes sociais, psicólogos, educadores, etc, estão
subordinados à mesma lógica do assalariamento de suas
atividades, ainda que com diferenças bastante
acentuadas” . (p. 423)

Partindo dessas considerações, e em análise dos dois documentos


decorrentes dos encontros nacionais, temos uma agenda política como
resultado final do I Encontro Nacional Sociojurídico, onde este elenca algumas
ações que deveriam ser realizadas de modo mais amplo62, a saber:
1. Necessidade de continuidade de realização de eventos regionais e
nacional referente a área de atuação;
2. Fomento à incorporação das temáticas da área no âmbito do ensino,
pesquisa e extensão;
3. Necessidade de realização de concursos públicos para assistentes
sociais no Ministério Público, Defensoria Pública;
Referente ao II Encontro, que apresenta maior sistematização quanto às
discussões ocorridas, verifica-se inicialmente como ponto para reflexão a
necessidade de participação mais ativa de assistentes sociais que atuam na
área para debater os desafios enfrentados no cotidiano profissional. Pois,
algumas palestras e mesas foram apresentadas por teóricos de referência no
Serviço Social, mas que não possuíam experiência de trabalho profissional na
área sociojurídica e em determinados momentos suas análises distanciam das
situações vividas cotidianamente pelos assistentes sociais do Ministério
Público, Tribunal de Justiça, Defensoria Pública, dentre outros.
Assim, apresenta-se a necessidade de estudar e pensar sobre o
trabalho profissional na área sociojurídica, dos assistentes sociais que a
compõem realizarem análises da inserção profissional, das formas de
contratação, das atribuições, da dinâmica do trabalho profissional, das
estratégias para enfrentamento às condições postas pelas instituições
empregadoras do sociojurídico considerando seus limites e possibilidades. Não
                                                                                                               
62
Além destes pontos foram levantadas demandas específicas para atuação em penitenciárias,
unidades de acolhimento, medidas socioeducativas, dentre outros.

 
desconsiderando que tais espaços apresentam um forte viés conservador,
integram o aparelho ideológico do Estado burguês servindo para manutenção
da ordem vigente, não incidindo no cenário atual de judicialização das
expressões da questão social e de criminalização da pobreza.
O trabalho nestas instituições pautam-se principalmente pela realização
de ações pontuais, mas que não são capazes de alterar a estrutura social
vigente, pois este não é objetivo. Ou seja, há um imenso desafio ao assistente
social que atua em instituições onde se criminaliza a classe trabalhadora,
portanto, contrapondo-se ao projeto ético-político do Serviço Social.

Considerações

Compreende-se que os desafios postos aos assistentes que atuam


nessas instituições que têm o seu trabalho permeado pela esfera do jurídico, e
que apresenta como mediação principal a resolução dos conflitos pela
impositividade do Estado é o desvendamento do real por trás das situações
aparentes.
Cabe ao assistente social que atua em instituições dessa área a
capacidade de propor ações diferenciadas das que já estão postas com o
objetivo de materializar um trabalho que contribua para a efetivação dos
direitos sociais e que se insere no reconhecimento de que o espaço
institucional é permeado por contradições, impondo determinados limites à
ação profissional e que perpassa o tempo todo a ambiguidade de proteger os
direitos do indivíduo social, mas também de responsabilizá-lo criminalmente.

Referências

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tribunal de justiça do estado de São Paulo 1948- 1988. Tese (Doutorado em
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Doutorado (Ciência Política). Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências
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sociojurídica. In: Serviço Social e Sociedade. Área Sociojurídica. n.115.
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Profissão de Assistente Social. Lei nº 8.662, de 07 de junho de 1993. Dispõe
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na área jurídica. In: CFESS (org.) O estudo social em perícias, laudos e
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__________. O Serviço Social no Judiciário: construções e desafios com


base na realidade paulista. In: Serviço Social e Sociedade. Área Sociojurídica.
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_______. Serviço Social e Ministério Público: aproximações mediadas pela


defesa e garantia de direitos humanos. In: Serviço Social e Sociedade. Área
Sociojurídica. n.115. Especial. p. 462/486. Julho/dezembro, 2013.

 
SERVÍCO SOCIAL E DESAFIOS DA ATUALIDADE NO CENÁRIO
BRASILEIRO

Simone Albieri Bardonal 
 



Resumo:

o presente trabalho tem par objetivo apresentar alguns aspectos presentes 
no
cenário atual do capitalismo mundial e, mais especificamente no Brasil, em
interface com alguns apontamentos relacionados ao Servi<;o Social, enquanto
profissional partícipe na divisáo sócio-técnica do trabalho, apresentando alguns
elementos que emergem do chao do trabalho da categaria, assim como alguns
enfrentamentos postos no momento pelo movimento da realidade, cuja
conñquracáo é tributária de uma conjuntura mundial e local fartemente impelida
pelos ideários capitalistas, em todas as esferas do tecido social e demanda res
postas sempre mais qualificadas e alicercadas em bases teórico-metodológicas
e técnico-operativas, sem detrimento da necessidade de participacáo coletiva
na 
definicáo dos rumos de história, cujo processo e resultado sáo
fundamentalmente 
intrínsecas a realízacao do ser social, enquanto parte da
natureza.

Palavras-chave: Capitalismo - servíco Social - Trabalho - Sociedade -



Participacáo Social

                                                                                                               

simonebardonal@ig.com.br

 
1.- Serviço Social: desafios e possibilidades

A fragmentação profissional vivenciada no cotidiano de trabalho do


Serviço Social traduz sua inserção num cenário econômico-político sustentado
por ideologias de matiz neoliberal e subjetivistas, comprometidas com a
manutenção e ampliação do domínio do capital, desvinculadas de qualquer tipo
de responsabilidade que se traduza em controle social dos recursos gerados
coletivamente, dado que são privatizados em poucas mãos. Nesse rumo,
caminham também as políticas públicas que, voltadas para as mais diversas
áreas e que, em princípio, denotariam as necessidades emergentes das
populações às quais seriam direcionadas, caracterizadas por ações e
propostas segmentadas e não raro distantes na prática da realidade social à
qual deveria corresponder. Há, portanto, um constante discurso de crise do
capital sem a percepção de que a realidade é movida pela contradição e, nesse
sentido, aquilo que emerge como uma ameaça à reprodução do capitalismo, na
realidade, torna-se uma forma de retroalimentação. Sem dúvida que o capital
está em crise, dado que ele já nasceu em crise, justificado e movido por ela.
A crise do capital traz subjacente o apontamento constante da
responsabilidade de cada indivíduo no seu enfrentamento, não com vistas à
sua superação por outro modo de produção, ao contrário, faz com que todos
forçosamente assumam uma parcela de culpa pela fome, a miséria, o
desrespeito aos direitos fundamentais do homem, inclusive o maior deles: a
vida. E assim todos passam a ter uma resposta pronta para a causa de todas
as problemáticas sociais que, embora contemporâneas, carregam embutidas
suas raízes no bojo da história. Ou seja, tudo passa a ser culpa da crise e
todos são responsáveis por ela, inclusive aqueles que vendem sua força de
trabalho para sobreviver, sujeitos a engordar o sistema responsável pela sua
miséria e supressão de sua realização humano-social, enquanto ser social,
parte da natureza que constantemente se faz instrumento de destruição para
enriquecimento alheio. Sem embargo, é possível falar em uma espécie de
globalização da crise e da fatura dessas contas, no cenário de mundialização
do capital e de suas mazelas, inclusive dos países mais pobres.

 
Todavia, o capital é gerador de necessidades, ilusões e
pseudorealizações, de modo a fantasiar realidades como o desemprego,
falseando o concreto pensado e apresentando um véu a turvar a visão do real e
que, entretanto, não deixa de ser experimentada como um verdadeiro
massacre no cotidiano do trabalhador. Uma catástrofe crescente, nos termos
de Mészaros (2002), sobretudo ao considerar-se que toda a existência material
e social (em seus aspectos mais amplos) é resultado do trabalho humano, ou
seja, há um dilaceramento do ser social em sua base, naquilo que lhe é mais
intrínseco, desumanizando no sentido mais profundo do termo a própria
humanidade. Ainda com Mészaros:
[...] os grandes avanços produtivos são realizados pelo sistema do
capital por meio da criação histórica de necessidades sociais e da
transferência de condições da produção em todas as indústrias para
fora dele, para o contexto geral, transcendendo as restrições originais
– pois “necessidade natural é suspensa” – graças ao impacto
produtivo de um círculo imensamente maior de necessidades e
carências reunidas na troca geral por intermédio do mercado mundial.
(MÉSZAROS, 2002, p.257).

O contraditório, no entanto, porta consigo a oposição, o movimento, o


descontentamento, logo, a possibilidade de transformação. A impossibilidade
de conviver com tamanha desumanidade partilha da luta por direitos coletivos,
da mesma forma que pode engendrar novas formas de organização e de busca
de estabelecimento de uma ordem societária correspondente à escolha de
cada sociedade, em oposição às forças hegemônicas sustentadas pelo poder
econômico-político contrárias àqueles que na realidade a formam. E nesse
sentido, o mundo tem assistido manifestações que indicam a necessidade dos
povos de participação responsável e coletiva no trato das questões de
interesse geral, ainda que muitas vezes tais movimentos sejam abalados e
descaracterizados de seus ideais mais originais por forças contrárias ou
simplesmente desprovidas do entendimento de seu real objetivo.
No caso do Brasil, é possível afirmar que, recentemente, o país iniciou
um processo de luta pela conquista de determinadas necessidades imediatas
de grupos de trabalhadores que, nas ruas, juntamente com tais demandas,
questionam temas fundamentais na agenda do país, como a corrupção, a falta
de transparência e direcionamento correto nos gastos do dinheiro público e a
precariedade na viabilização de políticas públicas consideradas essenciais,

 
como saúde, educação e segurança, dentre outras. Jovens e velhos,
empregados ou não, liberais e funcionários públicos, categorias diversas,
populações que experimentam diversas formas de violência, manifestas na
condição da falta, ausência de condições dignas de vida sob os mais variados
aspectos, mas que em determinado momento da história pararam avenidas e
gritaram das ruas sua indignação diante do descaso político. Na palavra de
muitos, é como se o país tivesse acordado de um longo sono (processo esse
que precisa ser entendido a partir de diversos elementos e que fogem ao
objetivo desse trabalho, mas que ajudam a pensar a respeito de problemáticas
importantes).
Ao mesmo tempo, o país continua a atravessar um momento particular
no âmbito da construção e viabilização no que concerne às políticas sociais
públicas. E aqui é necessário lembrar que o entendimento do que sejam as
Políticas Públicas, sua trajetória constitutiva e sua relação com o Serviço Social
é de fundamental importância tendo em vista o descortinamento de aspectos
no que diz respeito ao contexto sócio histórico, assim como dos jogos de forças
presentes e atuantes. Tal perspectiva conduz ao fato de que as Políticas
Públicas emergem em um determinado momento histórico, como mecanismo
de resposta à Questão Social. Destarte, sair às ruas e gritar por mudanças é,
sem dúvida, fundamental ao processo que forceja por respostas às demandas
da população, ao mesmo tempo em que questiona as bases existentes,
levando as forças sociais em tensão à busca de outros caminhos. Sem
equívoco, a trajetória para tal não é tranquila como parecem as palavras, ao
contrário, é turbulento e muitas vezes violento, sobretudo ao choque de
interesses. Mas, o capital jamais voltaria a atenção às demandas da classe
trabalhadora não fossem as constantes pressões dessa.
Mas, o trabalho “é um ato de pôr consciente” (LUKÁCS,1978), o que
impõe a necessidade de conhecimento autêntico de suas determinações, de
seus elementos constitutivos e de sua finalidade, pois, na medida em que as
ações humanas se tornam abstrusas, igualmente as contradições e os conflitos
emergem, se radicam, e somente mediante a consciência desses fenômenos
há a possibilidade de neles se inserir através da luta e da resistência.

 
É possível afirmar que se trata de um momento histórico repleto de
desafios a todos os trabalhadores e, portanto, ao Serviço Social, enquanto
profissão inserida na divisão sociotécnica do trabalho. Não há espaços para
ilusões. Ao mexer nos fios que dão manutenção ao padrão societário atual, os
trabalhadores de todas as esferas vêm sofrendo ao longo das últimas décadas,
sobretudo no último decênio, o avanço de uma lógica autoritária, muito aquém
do discurso democrático que sustenta, e tributária de padrões neoliberais,
balizados por matizes dos padrões fordista-taylorista e do toyotismo. É
crescente o avanço de padrões de desempenho estipulados e medidos a partir
de metas quantitativas. Há uma inversão nos nortes do arcabouço do saber-
fazer profissional, forçada pelas demandas institucionais, de modo que vincular
rendimentos a metas numéricas atingidas e não à qualidade dos serviços
prestados, embora essa terminologia nunca deixe os discursos.
Ao mesmo tempo, aumentam as formas de controle do tempo, através
de diversos mecanismos, inclusive informacionais. Nesse sentido, todo o tempo
deve ser preenchido com alguma tarefa, porém, o pensar, o refletir, o teorizar
ou ainda, o pensar a realidade enquanto concreto pensado, nesse caso,
prescinde de tempo, pois, não há tempo para tais atividades, tendo em vista
que, pensar e sistematizar o savoir-faire, sob essa lógica, não são
considerados trabalho. Em seu lugar, emergem demandas que constrangem o
trabalhador a realizar ações distantes da sua formação profissional ou a
assumir várias tarefas que se sobrepõem e que não raro conduzem ao risco de
se tornar um mero tarefeiro, traduzindo a mais nova tendência de funções
ampliadas, com nomenclaturas generalizadas e que apenas incluem a
profissão como uma característica a mais do cargo, tornado então
multifuncional e formalizado juridicamente, motivo não raro para o não
cumprimento da jornada de trabalho estabelecida para a categoria após muitos
embates. Da mesma forma, o profissional é distanciado do processo de
construção de novos projetos alinhados com a sua formação e com as
demandas da população, reforçando um papel mero executor de políticas
sociais, mas de certa forma esgotado em suas potencialidades de pensador e
propositor de outros construtos sociais em conjunto com a população que
atende.

 
O cotidiano de trabalho, envolto das contradições postas pelo
movimento da realidade é de certa forma violentado pela sombra constante da
reificação - coisificação sob vários aspectos: o profissional que incentivado a
trabalhar como máquina de produção de metas acaba mecanizando sua ação;
a precarização das relações e das condições de trabalho intensamente
vivenciadas pela classe trabalhadora continua presente no cotidiano do
trabalho profissional do Serviço Social, não raro desprovido de condições
adequadas ao exercício profissional; o usuário atendido no contexto de
políticas sociais fragmentadas que se sente quase sempre na prática excluído
delas; as políticas sociais já focalizadas se realizam na contramão do que
deveriam ser os seus aspectos inerentes, ou seja, de maneira discriminada e
discriminadora, subjetivista e individualista, segmentária, ou quando não,
simplesmente não existente enquanto tal, mas apenas como mais uma via de
controle social por parte do capital e aí se entendem também aquelas
instituições por ele orientadas e cuja maior manifestação pode ser encontrada
no Estado moderno. Novamente, trata-se da desumanização do próprio
homem, seja ele o trabalhador social, seja ele o seu usuário.
Não é de estranhar tais alinhamentos, que melhor seriam designados
como desalinhamentos, das políticas públicas nem que assumam tais
fisionomias, distanciadas das reais demandas da classe trabalhadora, quando
se considera que o capital estende seus tentáculos pelos espaços de poder e,
portanto, do Estado, contaminando tudo ao seu redor com a lógica da
mercadoria e assim tudo e todos se tornam mercadorias. As políticas públicas
não raro se revelam formas de facilitação dos mecanismos de reprodução e
ampliação do domínio do capital, o qual também as entende em muitos
momentos como maneiras viáveis de movimentação da economia e de
desoneração de muitas das suas responsabilidades para com o trabalhador, a
quem além de vender o seu trabalho para a manutenção da sua própria
reprodução é demandado que também seja um consumidor (incrivelmente
daquilo que ele mesmo produziu):
Sob o comando do capital, o sujeito que trabalha não mais pode
considerar as condições de sua produção e reprodução como sua
própria propriedade. Elas não mais são os pressupostos auto-
evidentes e socialmente salvaguardados do seu ser, nem os
pressupostos naturais do se eu como constitutivos da “extensão
externa de seu corpo”. [...]. O “ter” domina o “ser” em todas as esferas

 
da vida. Ao mesmo tempo, o eu real dos sujeitos produtivos é
destruído por meio da fragmentação e da degradação do trabalho à
medida que eles são subjugados às exigências brutalizantes do
processo de trabalho capitalista. Eles são reconhecidos como
“sujeitos” legitimamente existentes apenas como consumidores
manipulados de mercadorias. Na verdade, eles se tornam tanto mais
cinicamente manipulados como fictícios “consumidores soberanos” –
quanto maior a pressão da taxa decrescente de utilização.
(MÉSZAROS, 2002, p.611).

Em conformidade com o ideário capitalista, processos de precarização


tornam-se cada vez mais disseminados também no âmbito da formação
profissional e também nas condições de exercício da docência, através do
incremento de instituições de ensino à distância, desprovidos de momentos
necessários à construção do conhecimento científico e de uma formação
profissional alicerçada em bases mais densas e sólidas, na contramão de
propostas críticas de algumas academias, sustentadas ainda que com
dificuldade, sobretudo para reunir não apenas acadêmicos como também
profissionais inseridos em outros espaços sócio-ocupacionais, como os grupos
de pesquisa e estudos, oficinas, seminários, dentre outros.
O momento atual traz questionamentos a respeito de uma crise de
legitimidade e reconhecimento, sobretudo em alguns espaços sócio-
ocupacionais do Serviço Social, o qual não raro enfrenta embates cotidianos no
sentido de revelar e fortalecer suas especificidades, cujas inflexões não podem
ser confundidas ou diluídas face às demandas dos cargos e funções ampliadas
ou mesmo diante de expectativas equivocadas sobre a profissão e seu
conteúdo ético-político, teórico-metodológico e técnico-operativo.
Sem equívoco que diante de tantas ambiguidades e desafios, questões
no âmbito da ética ecoam de maneira latente e muitas vezes tensa no cotidiano
profissional, justamente em decorrência de seu posicionamento, cuja leitura do
real depende do entendimento da singularização do universal através da
mediação, categoria fundamental para a análise crítica do movimento da
realidade. De acordo com essa perspectiva:
[...] a mediação aparece neste complexo categorial como um alto
poder de dinamismo e articulação. É responsável pelas moventes
relações que se operam no interior de cada complexo relativamente
total e das articulações dinâmicas e contraditórias entre estas várias
estruturas sócio-históricas. Enfim, a esta categoria tributa-se a
possibilidade de trabalhar na perspectiva de Totalidade. Sem a
captação do movimento e da estrutura ontológica das mediações
através da razão, o método, que é dialético, se enrijece, perdendo,
por conseguinte, a própria natureza dialética. (PONTES, 2008, p. 81).

 
Todavia, ninguém muda nada sozinho. Não existe neutralidade. Ao
considerar que o ser humano é antes de tudo um ser que dá respostas
(LUKÁCS, 1969), é preciso levantar alguns questionamentos: Quais respostas
vêm sendo demandadas e quais de fato precisariam ser respondidas no bojo
da luta pela realização de todas as potencialidades humanas? O Serviço Social
é um trabalho situado no marco de um cenário que envolve posições
completamente antagônicas e, de certa forma e por várias razões, vinculada a
ambas, de modo que possui direcionamento sociopolítico, norteado por sua
visão de homem-mundo. Pensar criticamente é parte do processo de
transformação, pois é assim que se torna consciente o real, contudo, é
absolutamente insuficiente e alienado quando se torna isolado e esvaziado da
participação de outros na construção de tal processo.
Entende-se que os momentos de discussão conjunta com outros
profissionais, sobretudo através das instituições da categoria, assim como o
estabelecimento de canais mais próximos e flexíveis de consulta aos órgãos
colegiados, como os conselhos, dado o seu papel também consultivo e
orientador, mas do qual muitas vezes o profissional se afasta, somados,
conforme já mencionado, a espaços de diálogo e de reflexão em conjunto com
as universidades, seja através de momentos mais amplos e definidos como
naqueles propícios à formação continuada, como os grupos de estudos.
Possivelmente, no momento atual, a grande questão é quem move os
rumos de uma história que não deve ser privatizada por um ou alguns grupos,
dado ser coletiva. Ao emergir a consciência de que a realidade é produto de
todos há a possibilidade de fortalecimento da participação social, caminho
necessário para a mudança dos rumos sociais, econômicos e políticos, cujos
desdobramentos também aportam as bases dos valores ético-morais e,
sobretudo, humanos, lançando as bases para um projeto de sociedade da qual
todos sejam parte não por conta de conceitos escritos, mas por sê-lo de fato e
em verdade.
Sob esse aspecto, a construção de espaços de discussão e articulação
coletivos, ainda que voltados a problemáticas imediatas, podem se revelar
momentos profícuos na busca de respostas a elas, ao mesmo tempo em que,
ao deixarem de ser percebidas como individuais, mas antes ampliadas a

 
inúmeras pessoas e grupos, sinalizam para o exercício da participação social,
responsável e coletiva. Não é possível refletir ou sistematizar dados da
realidade sem pisar o chão dela com aqueles que dela fazem parte,
trabalhadores usuários, profissionais de outras áreas, conselhos. Trata-se da
busca da realização de um projeto ético-político comprometido com a
constituição de um projeto de sociedade, cuja materialidade transcende o
próprio projeto profissional, tendo em vista que o enfrentamento e a superação
da alienação nos processos de produção humanos só são possíveis por meio
de uma prática humana autoconsciente e vinculada ao movimento da
realidade.

 - Considerações Finais

O Serviço Social, enquanto especialização do trabalho inserido na


divisão sócio-técnica do trabalho e, portanto inserido no espaço sócio-
econômico balizado pelo ideário capitalista, enfrenta em seu cotidiano de
trabalho tendências e movimentos próprios desse cenário, cujos rebatimentos
dizem respeito a toda classe trabalhadora da qual também é parte. Da mesma
forma, as políticas públicas obedecem à necessidade do capital, afirmando-se
cada vez mais de modo segmentário e focalizado. Tais aspectos afetam tanto
os espaços de atuação profissional quanto a própria formação profissional,
manifestas nas tendências de cargos e funções ampliadas, sobreposição do
quantitativo em detrimento do qualitativo, avanço da privatização do ensino,
assim como da Educação à Distância, distanciamento entre acadêmica e os
espaços sócio-ocupacionais do Serviço Social, dentre outras. Todavia, algumas
ações são entendidas enquanto possibilidade de enfrentamento dessas e de
outras questões no sentido de forcejar e tencionar as próprias contradições que
emergem do cotidiano profissional, no sentido de encontrar coletivamente
alternativas diante da brutalidade posta à cabo pela lógica do capital: os
momentos de discussão conjunta com outros profissionais, o estabelecimento
de canais mais próximos e flexíveis de consulta aos órgãos colegiados, o
fortalecimento de espaços de diálogo e de reflexão em conjunto com as
universidades, assim como a construção de espaços de discussão e

 
articulação coletivos em conjunto com a população. Trata-se da busca da
realização de um projeto ético-político comprometido com a constituição de um
projeto de sociedade por meio de uma prática humana autoconsciente e
vinculada ao movimento da realidade.

 - Referências Bibliográficas

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centralidade do mundo do trabalho._4a ed._ São Paulo: Cortez; Campinas, SP:
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categoria teórica e sua apropriação pelo Serviço Social. _ 5ª Ed. _ São Paulo:
Cortez, 2008.

 
LOS NUEVOS MOVIMIENTOS GLOCALES JUVENILES

Francisco Xavier Ramírez Varela"

Resumen

Los movimientos sociales juveniles se han visto caracterizadas por expresiones


y 
practicas culturales innovadoras y que rompen con lo tradicional, viéndose

influenciados por elementos relativos a la cibercultura juvenil y la socialización

tribal; ambos elementos fundamentales en la determinación de una nueva

Generación Glocal.

Palabras Claves: Glocalización, Cibercultura, Socialización Tribal

 
1.- Movimientos Sociales y Juventud

La siguiente reflexión surge paralelamente a la realización de las investigación


sobre la formas de participación y socialización virtual de los jóvenes, donde se
realiza un estudio de caso del movimiento estudiantil en Chile del año 2011;
imprescindible destacar que dicho movimiento reflejo las transformaciones, que
indudablemente son parte de un proceso de las formas de organización, de
comunicación y los elementos creativos que canalizan el malestar estudiantil.
Si bien es cierto no me centrare en el fondo de las razones que fundamentan la
movilización estudiantil, no se puede obviar las razones de peso que moviliza
a los estudiantes, las que tienen su principio en la calidad y acceso de la
educación, sin embargo como veremos esta tiene diferentes aristas qua
revisaremos en el desarrollo de estas paginas.

Para entender las formas de participación y socialización de los jóvenes en el


movimiento estudiantil, hay que entenderlos dentro de los contextos de los
nuevos movimientos sociales, entendiendo estos como los actores organizados
con propósitos definidos quienes determinen sus acciones para la consecución
de ellos, conforme a sus propias características, las que nos van variando, no
solo en base a los contextos donde ubicaremos a los movimientos sociales,
sino que también bajo los grupos generacionales que lo conformaran.
Hay que recordar que dentro del estudio de los movimientos sociales, si bien
estos fueron vinculados a inicios del siglo pasado sobre todo al movimiento
obrero, no es sino recién en los años 60 que la juventud pasa a ser un
protagonista activo de ellos, convirtiendo la década en un referente mítico de
los movimientos juveniles (Feixa, 2000), como se ha hecho recurrentemente
referencia en cuanto en los estudios de juventud en America Latina, ubicando
de esta manera una pauta en cuanto a la distinción generacional de la época,
referente que permite explicar las generaciones posteriores desde esta
perspectiva.
Si bien es cierto se caracteriza a la juventud al utilizar el concepto de
generación, también “ha servido para construir algunos estereotipos sobre la
gente joven de determinada época” (Alpizar, 2003). Es de esta forma que las
diferentes generaciones extienden las características de la juventud acorde a

 
su contexto y a sus elementos diferenciadores, las que se construyen a partir
de su inserción social, en base a sus formas de participación y socialización.
Hay que recordar eso si, que las generaciones no son estructuras cerradas
inalterables, sino solo referentes simbólicos que apoyan a identificar a los
actores socializados en unas mismas coordenadas temporales (Feixa, 2000).
En ese sentido la historia del siglo XX puede verse como la sucesión de
diferentes generaciones de jóvenes que irrumpen en la escena pública para ser
protagonistas en la reforma, la revolución, la guerra, la paz, el rock, el amor, las
drogas, la globalización o la antiglobalización. Sin embargo diferentes estudios
realizados o ensayos, en vías de clasificar y describir características
generacionales, en su gran mayoría parten desde primeramente una visión
adultocéntrica, que al enfocar la mirada generacional, es desde una mirada
desde el “mundo de los adultos”, que refleja la visión de pasividad e inactividad
de la juventud, esto por que, por lo general se realiza la comparación de las
generaciones propias. En segundo, las visiones generacionales, tienden a una
descripción basada en criterios eurocentristas, en función de características
históricas influyentes y cultura predominantes, muchas veces alejada de su
propia realidad.

Los nuevos paradigmas no solo epistemologicamente, posiciona hoy una


generación que pasa a ser actores de su propia construcción, si no que
también desde los procesos de socialización y la participación en movimientos
sociales, empiezan a ser constructores de nuevas realidades, surgiendo
nuevos factores movilizadores de esta generación, los cuales se enmarcan en
nuevos contextos, claramente influenciado por fenómenos globalizantes, con
especial énfasis con las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
El transcurso de este siglo, no solo marca fuertemente esta construcción de lo
juvenil, desde la propia generación, sino que nos enfrenta que los jóvenes hoy
adaptan y absorben elementos de la globalización, dentro de sus propias
realidades locales. La participación política de los y las jóvenes ha tenido
cambios profundos en la última década, acompañando los cambios de los que
intentamos dar cuenta, en comparación del termino del pasado Siglo, donde
existía una gran desilusión acerca de su participación partidaria o política. Entre
la desconfianza y el desencanto, miles de jóvenes elegían otras formas de

 
participación, más puntual, específica y local (Croce, 2012). Si bien es cierto
adquieren elementos culturales y comunicacionales, vertidos por la
globalización, estos son reflejados a su manera en los espacios locales. Los
jóvenes se movilizan desde una perspectiva global, pero con sus intereses
locales bien marcados, reflejandose en los movimientos juveniles de la primera
etapa del siglo XXI, donde las transformaciones sociales se manifiestan en
espacios muy localizados, pero que han conseguido trascender las fronteras
locales y nacionales (Feixa, 2009).

Es indispensable tener en cuenta para ello la incorporación de las nuevas


tecnologías a sus mecanismos de participación, donde, ayudados por las
innovaciones tecnológicas, la participación juvenil actual está teniendo fuerte
capacidad articuladora a niveles nacionales, regionales y globales. Los jóvenes
que están comprometidos con una causa local, conocen bastante de cerca lo
que sucede en otros lugares y no pocas veces tienen relaciones directas con
otros jóvenes que luchan por causas similares en otros puntos de América
Latina y del planeta (Croce, 2012). En este sentido la presente generación ha
encontrado nuevos modos de movilizarse, donde se saben en los medios de
comunicación, hay, por decirlo así, una “consciencia mediática” arraigada en
ellos (Cuadra, 2012). Esto nos lleva a enfrentarnos a la construcción de una
nueva generación, la que podemos desarrollar como la Generación Glocal.

2. Paradigma de lo glocal

Si hablamos de la inserción de los jóvenes como una Generación Glocal,


debemos partir con adentrarnos en la búsqueda del contenido conceptual de la
globalización, como una palabra que se utiliza en todo tipo de contextos y en
algunos casos usada de tal modo que parece atribuir todo lo que ocurre en la
sociedad y la economía a este fenómeno, en otros contextos se reduce
simplemente a un aspecto o una dimensión. Wallerstein (1999), hace hincapié
“que la globalización es un slogan, es una etiqueta con la que uno puede
clasificar o desclasificar los productos, fenómenos y/o sociedades actuales”.
Es por este medio que la conceptualización de globalización parte por la
primera imagen que se nos viene a la cabeza, el de la economía, el del que

 
tienen más puede abarcar más a nivel mundial, pero este no es el único
aspecto de la globalización, aunque si bien es la más fuerte, impositiva e
injusta en nuestras economías nacionales y locales. Desde el punto de vista de
muchos la globalización es el culpable de todos los males de la sociedad
actual, junto con su fiel acompañante el neoliberalismo, esto se debe a que son
términos sobreutilizados con acepciones positivas y negativas, por lo que si
bien esta claro que la globalización ha existido un empoderamiento de las
políticas económicas neoliberales. Pero cuando se piensa en globalización, no
se debe solo pensar en que esta es de carácter económico, este concepto
transciende fronteras físicas, concierne a diversos sectores; contienen en si un
conjunto de características que predominan en las relaciones económicas,
políticas, sociales y culturales, denotando el acercamiento y la profundización
de las relaciones e instituciones a través del espacio y tiempo, en tal forma que
las diversas actividades diarias son influidas por sucesos en la otra parte del
globo. La globalización, más que seguir tratando de conceptualizarla, hay que
revisarla en las tres dimensiones o aspectos fundamentales que la integran, el
primero de ello obviamente tendrá relación con el ámbito económico, pero
también están las dimensiones políticas y socioculturales. Todo ello con un eje
transversal de vital importancias que son las tecnologías y la información.

Los diversos aspectos de la globalización se ven cruzados con el crecimiento


incesante de las tecnologías y la información, donde la globalización ha abierto,
facilitado y dinamizado los procesos donde se desarrollan los adelantos
tecnológicos, que a la vez permiten una mayor fluidez en los diversos aspectos
de la información, contribuyentes al crecimiento de las diferentes relaciones
dentro de la globalización, convirtiendo a los jóvenes, como los principales
usuarios de Internet, en los protagonistas de la globalización.

La globalización es un proceso histórico por su capacidad para generar su


propia historia; y sobre todo hoy, no hay una delimitación de la influencia de la
globalización, pero si existe un reflejo claro que tiene su principal connotación
en el ámbito local, donde por el efecto de la globalización surten secuelas,
beneficios y consecuencias; por ende lo que es un fenómeno global se
convierte en una realidad local. Es de esta manera donde surge un elemento

 
esencial en la comprensión de la globalización, en las nuevas formas de
interacción entre los actores globales y locales. Al respecto Robertson (1992)
acuñó el término de glocalización, el cual ha venido tomado fuerza en las
ciencias sociales en el último tiempo, que se asocia a la globalización de los
fenómenos, pero al mismo tiempo a la localización de sus relaciones
económicas y políticas. Es asi que el neologismo glocalización, alude a las
relaciones que se vienen entretejiendo entre dos esferas: la local y la global.

Es en este entramado de lo glocal que se ve representada la generación de


jóvenes del ultimo decenio; pensando que la globalización es un proceso que
persiste en la vida diaria y en la concepción de la cotidianeidad de nuestras
sociedades, donde más que un concepto y un proceso, es una realidad que
gravita sobre ella; llevando con ella los procesos glocales, convirtiendo a la
glocalización en una realidad cotidiana. Una realidad que se ve reflejada en las
prácticas de las personas, pero con mayor énfasis en la población joven,
incorporándolas en su cotidianidad, en su expresión cultural, pero también en
sus formas de asociatividad, generando un cambio en la generación de sus
necesidades sociales y sus formas participativas.

Estos los cambio socioculturales de la glocalización se han visto reflejados en


la formas de socialización y participación de los jóvenes, nos sirven de base
para entender el movimiento estudiantil universitario del año 2011 en Chile,
esto sobre todo a manera de estudio de caso - si se permite el libertinaje del
uso del término- ya que elementos similares han estado presente en los
diferentes movimientos juveniles en los últimos años, dándose con realce, con
los movimientos de los indignados en diferentes latitudes del mundo, en
especial aquellos países dícese desarrollados, así como con el movimiento
estudiantil mexicano “#soy132”, en torno a la polémicas elecciones de ese país
o los estudiantes colombianos; por dar algunos ejemplos.

3. Raíz de una tesis de la Generación Glocal

Se da un cambio en las formas de participación de los jóvenes universitarios,


en una primera instancia aquí analizada, por medio de la inserción de

 
elementos culturales característicos de la generación, que trascienden la
participación informal, insertándose y adoptándose estás dentro de las
estructuras de la participación organizada, es así como el movimiento
estudiantil, se ve impregnado de nuevas formas de participación, las que
resultan innovadoras y que rompen el esquema tradicional.

Para ejemplificar la tesis a proponer, partiré por uno de los hechos gatillantes
de la misma, el cual se presenta en una de las manifestaciones vivenciadas
durante el movimiento estudiantil en el año 2011, bajo el llamado a la
realización de un “Genkidama por la Educación”. Es por medio de una
convocatoria virtual, generada dentro del movimiento juvenil, que se citan en la
Plaza de Armas de la capital a más de tres mil jóvenes para realizar esta
particular manifestación. Si bien es cierto realizaron una coreografía poco
entendible para la gran mayoría de adultos que observaban en las calles de la
ciudad, está guardaba un gran significante para la población joven, no
solamente por el apoyo y convocatoria que tuvo dentro del movimiento, sino
por lo transversal que resulto desde la organización formal, la inserción de
elementos de socialización cultural propios.

Es que el “Genkidama”, es una representación de una forma de lucha ocupada


por la seria japonesa animada Dragón Ball, que consiste en cómo se puede
aplicar una técnica de lucha teniendo el “corazón limpio”, canalizando la
energía de la tierra. El simbolismo implícito de esta representación está en la
forma representativa de la lucha desde la pureza de la base que da sentido al
movimiento estudiantil, que dice en función de lo básico que debe ser una
educación con calidad y gratuidad. Pero no se queda en ello el discurso de este
movimiento, sino que refleja la forma de participar y organizarse a través de
una representación del sentimiento de una generación de estudiantes
universitarios, que crecieron asociados al programa televisivo del anime
japonés de Dragón Ball. La representación de este anime se puede asociar a
elementos representativos de la cultura juvenil, donde los participantes se
aglutinan por una demanda educativa, pero también por características
socioculturales que les son comunes y que son movilizadores dentro de la
juventud. Sin la necesidad de pertenecer a una tribu urbana determinada, hay

 
un factor característico sociocultural que es transversal a ellos y que guardó un
significante por medio de la manifestación de este “Genkidama” por la
educación.

No es solamente el ejemplo del Genkidama de la educación, sino que también


podemos hacer mención a los diferentes “flashmobs” (acciones instantáneas y
organizadas) convocados durante el movimiento, ya sea en base a
representación musical como el “Thriller por la educación”, el «Gagazo por la
educación», bailes masivos de axé y hasta una versión orquestada de "El baile
de los que sobran", todos ellos con acento a los elementos culturales de los
jóvenes, así como aquellos convocados en representaciones puntuales, donde
se observaron la representación de un suicidio simbólico por la educación
realizado en diferentes puntos estratégicos del país, la representación de
vacaciones veraniegas en los frontis de las universidades, o las altas
convocatorias a cicletadas y skaters por las avenidas principales. Ligado a
aquello se dan los Cosplay (representaciones en base a disfraces)
representado peleas de superhéroes y villanos, o la marcha de los 300
espartanos por la educación. No podemos dejar de lado manifestaciones como
la besatón o los cacerolazos presentes a lo largo del movimiento estudiantil.

De la misma forma se observa en como se empoderan de los apelativos con


que desde los medios se caracterizaron las diferentes manifestaciones, así una
marcha mientras llovía copiosamente, se denomino como la «Marcha de los
paraguas», por el uso masivo de este implemento; de igual forma sucedió con
una marcha familiar organizada por los dirigentes estudiantiles, esta vez en el
Parque O’higgins de Santiago, el que por la alta asistencia de niños con sus
padres, el encuentro fue llamado también como ”Marcha de los remolinos”, por
el colorido juguete tradicional que llevaban los menores.

En todos los casos, el uso de redes sociales fueron no solamente


características básicas, si no que también fundamentales para poder promover
y coordinar dichas acciones; como para su difusión y socialización por los
estudiantes, de esta forma podemos observar que en el ejemplo referido del
evento del “Genkidama” de la educación, esté fue promovido por medio de las

 
redes sociales virtuales ocupadas por los jóvenes, donde haciendo un recuento
rápido vislumbramos cerca de doce mil confirmaciones de asistencia al
“evento” convocado por la red social “Facebook”, así como el mismo se
ramificó a las diversas regiones del país. Luego de la manifestación
propiamente tal, esta se siguió difundiendo y adquiriendo adherentes, como se
puede observar por las redes sociales para compartir videos, en lugares como
“Youtube”, donde se encuentran cientos de videos de la manifestación
mencionada y miles de visita a los mismos con los enlaces y comentarios
respectivos, reflejando la característica de participación informal de esta
generación de jóvenes universitarios, como es a través de la socialización
virtual. De esta forma, Internet se convirtió en uno de los más importantes
aliados del movimiento estudiantil. Acorde a lo afirmado por Mielli (2012) “del
megáfono a la Internet, en cada momento histórico la juventud es el segmento
de la sociedad que busca utilizar de forma más creativa las modernas
herramientas comunicacionales para expresarse”.

Los elementos descritos que distinguen estos movimientos juveniles, que


caracterizan a esta generación, es posible entenderlos desde dos
características contextuales en los jóvenes, los cuales son manifestación de los
procesos de glocalización en que están insertos, que son la cibercultura
juvenil y la socialización tribal.

4. Hacia la cibercultura juvenil.

Es un echo innegable el avance de la Tecnologías de de Información y


Comunicación (TIC), posesionándose en todos los espacios públicos y
sociales, haciendo que nos movamos bajo un eje tecnológico que traspasa las
fronteras de lo productivo económico, a los diversos ámbitos de la sociedad,
asistimos no solo a un cambio en el paradigma de lo tecnológico, si no que a su
vez cambios paradigmáticos en lo social, comunicacional y lo cultural. Es
necesario aclarar que si bien las nuevas tecnologías han sido los dispositivos
fundamentales para la reestructuración del capital, lo que aparece en el
horizonte es una reconfiguración del orden simbólico y de los lazos sociales,
así como las relaciones de fuerza implícitas en ellas (Cuadra, 2008). Los

 
cambios tecnológicos han reconfigurado las relaciones sociales, y los espacios;
dando pie a nuevas formas comunicacionales que nos transforman el quehacer
cotidiano. Esta interconexión, trae consigo nuevos códigos y simplismos en la
socialización de los individuos, que se vierten sobre las relaciones sociales
nuevos espacios donde llevar las practicas sociales, ya sea para socializar,
informar y/o comunicar, cambiando los territorios reales por espacios virtuales
de encuentro de los individuos.

Pierre Lévy (2001) describe las nuevas prácticas sociales, bajo el concepto de
cibercultura, entendiendo en ella los nuevos paradigmas tecnológicos y
digitales, y el surgimiento de nuevos valores, racionales y fenómenos
subculturales, que se manifiestan en nuestra sociedad. La cibercultura basa su
sentido en la universalidad, que se da gracias a un desarrollo del ciberespacio
dentro de la sociedad, lo cual es entendido por, bajo premisas básicas: “Desde
lo más elemental hasta lo más elaborado, fueron tres los principios que
orientaron el crecimiento inicial del ciberespacio, la interconexión, la creación
de comunidades virtuales y la inteligencia colectiva” (Lévy, 2001). Estas
premisas básicas del ciberespacio, y sus características puntuales en los
jóvenes, nos permitirán entender el posible desarrollo de una cibercultura
juvenil.

a. Interconexión

Si partimos de la premisa que “una de las impulsiones más fuertes al origen del
ciberespacios es la interconexión. Para la Cibercultura, la conexión siempre es
preferible al aislamiento” (Lévy, 2001). Al realizar un breve análisis de esta
interconexión, encontramos que lo más representativo dentro del uso del
ciberespacio, es el Internet.

Si bien es cierto el uso de Internet, aun no da cobertura todos los pobladores,


dentro de lo cual existe un porcentaje que no conoce su existencia o
funcionamiento; llegando a ser su acceso en algunos sectores exclusiva y
elitista. Pero aun con lo anteriormente mencionado, no debemos de ignorar que
la gran mayoría de población joven, hoy se encuentra conectada, reflejando

 
una brecha digital, que en si será una brecha generacional, siendo los jóvenes
una generación “nativa digital”, que le da una nueva utilización a las
tecnologías, incorporándolas en sus proceso de participación y socialización.

Diversos estudios reflejan la penetración y el alto uso de Internet en Chile, esto


no solamente con los usuarios con acceso a la conexión fija, sino que también
con la penetración de Internet por medio de la conexión móvil. Sin embargo se
puede ver la disparidad que alcanzan los usuarios de Internet diferenciados por
grupos etáreos, haciendo énfasis en la población juvenil. Es así que si
separamos la población joven casi la totalidad de ella usa habitualmente
Internet, en contraposición de un porcentaje menor que no puede ocupar las
funciones en Internet. Este dato es inversamente proporcional respecto al
rango de edad correspondiente de la población adulta, sobre todo mayor de los
60 años.

Aun así no debemos caer en la confusión, dándole todos los créditos a Internet,
como base para las nuevos movimientos sociales y juveniles, hay que partir del
principio que no es Internet el que transforma, sino las personas que, utilizando
esta herramienta comunicacional –y otras más tradicionales- pueden
transformar la realidad (Mielli, 2012).

b. Comunidades virtuales

Con el desarrollo de las tecnologías, no solo se abre espacio para el


mejoramiento de las formas comunicacionales, si no que también resurge la
necesidad del ser humano de establecer relaciones sociales con quien se
comunica. En este sentido se reafirma la idea de que aunque la tecnología es
una facilitadora de las formas de producción, también atraviesa la cotidianidad,
y con fuerza en la cotidianidad de las relaciones sociales.

El informe de Desarrollo Humano de PNUD (2006), menciona que “La difusión


de las nuevas plataformas tecnológicas de integración global no sólo crea un
espacio de nuevo tipo para la acción, sino también para los vínculos sociales.
La red, sin embargo, también hace posibles algunas formas nuevas de acción

 
colectiva.” Estas socializaciones y acciones colectivas se dan a través de las
llamadas comunidades virtuales.

Pierre Levy (2001), entiende que la comunidad virtual, “se construye sobre
afinidades de interés, de conocimientos, el compartir proyectos, en un proceso
de cooperación o de intercambio y ello independientemente de las
proximidades geográficas y de las pertenecías institucionales”. No esta demás
decir, por obvio que sea, que como menciona el autor, el desarrollo de las
comunidades virtuales se apoya en la interconexión. Al estar conectados nos
insertamos en un mundo virtual tan amplio, que nos lleva centrar la conexión en
los intereses individuales, encontrándonos en ellos con diversos individuos con
los que encontramos la afinidad, de donde surgen procesos comunicacionales
que se podrán conformar en comunidades virtuales; guardando como
característica que en su proceso “los participantes de las comunidades
virtuales han desarrollado una moral social fuerte, un conjunto de leyes
consuetudinarias – no escritas – que rigen sus relaciones” (Lévy, 2001)

Es de esta manera que Lévy (2001) nos reafirma que “con la Cibercultura, se
expresa la aspiración a construir una sociabilidad que no estaría fundada ni en
la pertinencia a un territorio ni en relaciones institucionales ni tampoco en las
relaciones de poder, sino entorno a centros comunes de interés, en el juego, en
compartir el saber, en el aprendizaje cooperativo, en procesos abiertos de
colaboración”.

El ciberespacio ha abierto las posibilidades de desplazamiento virtual,


ampliando los límites más allá de lo imaginable a principios de siglo, del
alcance de las relaciones y redes sociales. Gracias a las redes globales, han
aumentado los medios de acción disponibles, hay una mayor cantidad de
espacios para aplicarlos y una mayor pluralidad en los fines que justifican y
orientan su uso. (PNUD, 2006).

Todo ello potenciándose con la irrupción de nuevas formas de socialización en


Internet, que potencia la participación del individuo, bajo premisas de lo
colaborativo, donde destaca la creación de redes sociales virtuales en torno de

 
objetivos organizacionales comunes, potenciando aun mas las comunidades
virtuales. Es importante la participación de los usuarios de Internet en muchas
de estas redes, no es menor el como varios estudios muestran el crecimiento
de usuarios jóvenes en redes sociales, donde se interrelacionan con
amistades, trabajo u opinión, entre otras cosas; siendo de gran influencia los
lugares colaborativos en el ciberespacio. Si realizamos una mirada rápida al
uso que se da a Internet entre la juventud, podemos ver que un las mayores
frecuencias de uso de Internet y las acciones que más desarrollan son
búsqueda de información, enviar y recibir e-mails y chatear con amigos o
participar en charlas interactivas, y con fuerza en el uso de las diversas redes
sociales lo que indica el alto uso de Internet, como herramienta de socialización
y comunicación para los jóvenes.

c. Inteligencia Colectiva

Como se ha descrito anteriormente la interconexión lleva a la interrelación de


las personas conformando comunidades virtuales, pero estar involucradas en
estas está fijada por el satisfacer y lograr objetivos, que son comunes a los
integrantes de una determinada comunidad. Para cumplir con esto es que
dentro de las comunidades se da el intercambio de información y conocimiento
que colaborativamente se va conformando en lo que se puede entender con
Inteligencia Colectiva. Pierre Levy (2001) entiende al respecto que los grupos
humanos se constituyen en comunidad virtual para acercarse a lo ideal
colectivo inteligente, más imaginativo, mas rápido, con mejor capacidad para
aprender e inventar; donde el ciberespacio solo es el indispensable desvió
técnico en el camino hacia la inteligencia colectiva.

Es claro entonces que los procesos de la conformación de la inteligencia


colectiva, esta dada por el trabajo mancomunado y organizado de los
individuos, al conformar una organización y/o comunidad de cualquier índole,
pero que en este contexto tenga el plus de contar con el ciberespacio aparece
como la herramienta de organización, pero también como el instrumento que
permite la articulación entre si de los colectivos inteligentes.

 
Asociado a lo anterior es el crecimiento exponencial de la cantidad de
información circulante, la cual es proporcional al crecimiento de la
interconectividad al ciberespacio, donde no solo se da el proceso de la
inteligencia colectiva, por medio del intercambio de información, si no que parte
de ella es el acceso a la información, que permite incorporar nuevos elementos
a su cotidianidad. Las transformaciones en la vida cotidiana que se manifiestan
a raíz de la inteligencia colectiva, se pueden ver ejemplificadas en el entorno de
la educación y de la participación ciudadana. Donde no solo se ha
transformado los sistemas educacionales, desde el apoyo mediático y de
información existente en el ciberespacio, hasta las formas pedagógicas de
llevar la educación hacia los espacios que antes no alcanzaba; generándose a
la vez el intercambio colaborativo de enfoques teóricos, metodológicos y
prácticos de las diversas ciencias, siendo un resorte en la discusión académica
de hoy.

Por otro lado la inteligencia colectiva se refleja en la participación ciudadana,


donde también las alternativas de información y los nuevos canales de
comunicación, ha permitido, por un lado, al ciudadano acercarse y ser parte
dentro de las políticas públicas sociales, pudiendo ser parte de su entorno
social y los entes estatales que lo involucran. Pero este empoderamiento que
ofrece el ciberespacio, permitiendo acceder a lo publico, también inserta a los
usuarios no solo a los entes estatales, si no que la inteligencia colectiva se ha
reflejado también en la participación social de las personas, entorno de
movilizaciones sociales, manifiestos sectoriales y/o políticas sociales y locales
desde la sociedad civil, donde podemos fundamentar entonces que la
inteligencia colectiva, muchas veces se presenta proactiva, a partir de la
información y la comunicación alcanzada en el ciberespacio.

Es de esta manera que podemos sin duda aseverar que la cibercultura ha ido
generando nuevas formas de socialización en los jóvenes, ampliando lo global,
generando como hemos visto nuevas practicas sociales, influyentes en un
cambio cultural dentro de los jóvenes en sus espacios locales.

 
5. Las nuevas formas de socialización

Y es que el fenómeno de la socialización no es ajeno de cualquier reflexión


acerca de lo social, de lo humano, de lo relacional, siendo un conjunto de
procesos complejos de interacciones sociales, encontrando dimensiones
significativas de las relaciones sociales en que se desenvuelven procesos
específicamente determinantes de la vida juvenil. Estos procesos de
socialización se van desarrollando en diferentes ámbitos pero con énfasis en
los jóvenes en los grupos de pares y los de referencia; los cuales refieren a las
relaciones dadas en espacios horizontales de iguales, de relaciones cotidianas
donde l pueden reconocerse y ser reconocidos, donde suelen adscribir a
dinámicas culturales, que les brindan identidad.

Es en estos ámbitos que se empiezan a detonar la selección de los referentes


culturales, a los cuales van expresando conformidad y apropiación a sus
formas de vida. Esta manera de manifestar intereses particulares y de
seleccionar aquellos, es lo que muchos denominan “cultura juvenil”. Las que un
sentido amplio, las culturas juveniles refieren el conjunto de formas de vida y
valores, expresadas por los grupos de referencia “en respuesta a sus
condiciones de existencia social y material”(Feixa, 1995); quienes se ven
afectados por el acceso generacional a la diversidad cultural que existe,
acrecentada por los rasgos de la modernidad y la globalización, son los que
afectan a las relaciones sociales, antes descritas como generación, en que la
mayoría de la población que transita por la juventud se ve expuesto a la
diversidad de practicas sociales. Pero es en el ámbito de las relaciones en los
grupos de referencia, que los jóvenes irán “optando” las practicas que para
ellos sean representativas, de esta forma reflejaran estilos y actitudes, por ellos
elegidos y con los cuales se sientan identificados. Estos mismos rasgos se ven
atravesados por la irrupción de las nuevas tecnologías tal como se analizaba
anteriormente, generando características propias de una “cibercultura juvenil”,
siendo los jóvenes no solamente los mayores conectados a la red, sino que
también se encuentran fuertemente empoderados dentro de las diferentes
comunidades virtuales y en el intercambio de conocimientos y de trasmisión de
elementos socioculturales.

 
En ese sentido, Maffesoli (1990), habla de una complejidad de la cultura dentro
de los jóvenes, llevándolos a un proceso de tribalización de la sociedad
moderna, donde se da el surgimiento de, las por él denominadas, «tribus
urbanas»; termino referido desde las ciencias sociales pero sobreutilizado por
los medios masivos de comunicación, llegando a influir en la construcción de
un imaginario sobre las mismas, alejándolas de su sentido primario.

Estas formas de socialización, de las tribus urbanas, se dan con fuertes


particularidades y con afinidad a características específicas por parte de sus
integrantes, que reflejan las distinciones entre los grupos de referencia. Estas
características son muchas veces observables en factores movilizadores de
estos jóvenes como son por ejemplo la música – en los grupos de hip-hop,
metaleros o los cumbieros -, o bien por su vestimenta – góticos, punk -, a como
puede ser el deporte – los skaters, a través de clubes deportivos del barrio o
las barras bravas -, a como también en factores de carácter fuertemente
ideológico - como es el caso de los mensajes antisistema de los graffiteros o
los skinhead -; los jóvenes manifiestan así diferentes practicas sociales, que
van adquiriendo su especificidad, dentro de una sociedad compleja, lo cual
marca un estilo que se convierte en lo distintivo de las culturas juveniles. Como
menciona Feixa (1995) se da la «manifestación simbólica de las culturas
juveniles, expresadas en un conjunto más o menos coherente de elementos
materiales e inmateriales que los jóvenes consideran representativos de su
identidad como grupo».

Si bien es cierto se generaliza y se estigmatiza toda actitud sociocultural de la


juventud en función de la pertenencia a determinada tribu urbana, llegando a
distinguirse características que bordean los límites de la discriminación y la
exclusión, aun dentro de los mismos jóvenes. Aun así no podemos agrupar a
todo joven dentro de una tribu urbana determinada, mas aun bajo determinados
rasgos y características socioculturales puntuales, como las tribus
paradigmáticas (Costa, 1996) mas reconocidas y cuya identidad no solo es
dentro de sus espacios de cotidianidad, sino que también establecen fronteras
identitaria muy claras; sin embargo existe una apropiación de los elementos

 
simbólicos, que van siendo adaptados por los mismos grupos acorde a sus
propias realidades, en un proceso de socialización tribal.

En la socialización tribal dentro de sus grupos de referencia, los jóvenes se


empoderan de los elementos brindados por esa diversidad cultural, adoptando
aquellos que lo identifiquen y adaptándolos a sus espacios definidos. De esta
manera podemos ejemplificar que los grupos afines a las practicas definidas
como hip-hop, quienes no solo se identifican con un estilo de vestimenta, si no
estilos expresivos a través de la música, la cual podrán tener un ritmo de
carácter global, pero el contenido de sus letras, tal como lo expresan diversos
estudios a nivel mundial, van a ir acorde con realidades y situaciones de
vivencias de los jóvenes en sus espacios locales.

Vemos entonces una suerte de hibridación cultural (García Canclini, 1989)


dado por procesos globales dentro de los jóvenes, teniendo a modo de ejemplo
cortes de pelo punk en Santiago, graffitis hiphoperos en México y hooligans
transformados en barras bravas de Buenos Aires, de las que se trata de
entender su presencia en nuestras sociedades modernas; todo ello potenciado
como ha de inferirse por la cibercultura juvenil, teniendo mayora acceso no solo
a la información, sino que también a los simbolismos culturales implicados en
esta socialización tribal, todo ello dado es en sus propios espacios, delimitados
por sus prácticas sociales particulares en cada grupo de referencia, donde se
manifiesta la hibridez cultural.

En este sentido, las manifestaciones de las prácticas sociales de los jóvenes,


por lo general no es una sola forma de expresar esa “cultura juvenil”, si no es
un híbrido cultural, que utilizan los jóvenes en búsqueda de su propia identidad.
En lo híbrido los símbolos adquieren nuevos significados, haciendo alusión a
los fenómenos de la cultura que han sido absorbidos indistintamente para la
formación de una nueva cultura (García Canclini, 1989).

Las juventudes siempre han sido clasificadas como contestatarias y rebeldes a


los sistemas políticos y estatales, siendo como hemos visto, una respuesta a la
instauración de modelos modernistas; en este sentido, “las Tribus Urbanas

 
podrían constituir una cristalización de tensiones, encrucijadas y ansiedades
que atraviesan a la(s) juventud(es) contemporánea(s). Son la expresión de una
crisis de sentido a la cual nos arroja la modernidad, pero también constituyen la
manifestación de una disidencia cultural o una “resistencia” ante una sociedad
desencantada por la globalización (Zarzuri, 1999).

Si bien las ideas y concepciones sobre lo tribal, pueden sonar como recientes,
enfatizando sus estudios y sobre todo la clasificación en las ultimas décadas;
no podemos abstraernos de la idea que la modernidad, ha sido
permanentemente acompañada por una respuesta subjetiva a la potenciación
de los espacios locales, respuesta que se ha expresado más fuertemente con
un empoderamiento de la juventud en la modernización; donde, sin embargo,
poco se ha debatido sobre las formas de incorporación de los jóvenes en las
sociedades modernas y su inclusión en las políticas publicas.

Los jóvenes en América Latina, no han sido ajenos hacia las formas
denominadas como tribus urbanas, si bien es cierto estas se han visto
manipulados por los medios y su inserción en un mundo globalizado, donde los
estilos podrían decir que se han ido imitando, pero no cabe duda que es
también la respuesta comunitaria local de los jóvenes latinoamericanos.

6. Los Movimientos Glocales

Podemos observar, acorde a lo revisado anteriormente, que los elementos


asociados a la cibercultura juvenil y a la socialización tribal son característicos
de la Generación Glocal, los que se encuentran presentes en su actuar
cotidiano, pero sobre todo presentes como un elemento diferenciador en sus
manifestaciones asociativas, en función de construir movimientos sociales.
Es así que hacemos énfasis como los movimientos juveniles, tienen en su gran
mayoría, su inicio en elementos y contextos locales, que luego tendrán una
repercusión macro y global. A diferencia de lo que en otras épocas
observábamos, los jóvenes militantes de las primeras décadas del Siglo XXI no
se plantean construir “movimientos juveniles” u “organizaciones juveniles”, no

 
se plantean un cambio radical de sistema como pudieron platearse
generaciones anteriores; su perspectiva es intergeneracional, enfocados en
espacios o situaciones locales, salvo situaciones muy particulares, como lo es
el caso de los movimientos estudiantiles quienes proponen un cambio
sustancial al sistema educativo vigente (Croce, 2012). Pero aun estos últimos,
como fue sucedido con el movimiento estudiantil chileno, tuvo muchos de sus
factores gatillantes en elementos locales, ya sea problemas de reconstrucción
post-terremoto de algunos recintos educacionales, problemas con becas
escolares o con el sistema transporte.

La diversidad de movimientos sociales, hoy confluyen entre si en diversos


aspectos y tienen muchos de los aspectos antes descritos, se observa en los
movimientos indigenistas a lo largo del continente, como puede ser el
reconocimiento de loa lucha del pueblo mapuche a un nivel global y como
dejar de mencionar los Zapatistas en Chiapas, que marca una pauta innegable
en cuanto a movimientos glocales, que merecería un capitulo aparte de
reflexión. Así mismo se dan las agrupaciones medioambientalistas, que parten
desde una realidad específica y se globalizan en sus alcances, como puedes
ser el movimiento “Patagonia Sin Represas” o la defensa de la amazonía; pero
aun así es la juventud que mejor refleja, estos nuevos movimientos, dadas las
características glocales mencionada anteriormente. Y es que los jóvenes no
solo saben el manejo de las herramientas y tecnologías, sino que saben
aprovecharlas, masificando sus expresiones en el ciberespacio, donde no solo
vemos su cotidianidad, si no que es parte de ella en la convocatoria a una
manifestación, las imágenes de una protesta o los blog de opinión libre sobre
los hechos que les acontecen.

Los movimientos sociales juveniles y sus expresiones, son un manifiesto de


esta glocalidad, confundidas desde miradas conservadoras y adultocéntricas,
cayendo en el discurso fácil de juventud apática, relacionada con elementos
perversos de la globalización y alienantes; sin caer en cuenta en que es una
juventud que rompe con los esquemas tradicionales de la asociatividad y de la
participación, planteándose elementos irrumptivos, incluyendo nuevas formas
de entender y hacer la política desde sus propios ámbitos. Lo que hace falta es

 
voltear las miradas a entender a la juventud desde sus propias formas de
construir su realidad, quienes plantean elementos en permanente dinámica,
desde sus propios espacios, pero con una mirada propia dentro de la
globalización.

Los movimientos glocales juveniles, son parte la expresión de una nueva


ciudadanía, empoderada de su espacio, participando en el entorno local, pero
manifestándose globalmente; siendo en si una ciudadanía con derechos que
son globales, pero con un fuerte compromiso con sus deberes locales.
 
 
Bibliografía  
 
- Alpízar, L; Bernal, M. (2003) La Construcción Social De Las Juventudes
Ultima Década Nº19, Cidpa Viña Del Mar, Noviembre 2003.
- García Canclini, N. (1989). Culturas híbridas: Estrategias para entrar y
salir de la modernidad. México: Grijalbo
- Costa, PO. (1996). Tribus Urbanas. El ansia de identidad juvenil.
Paidos. Buenos Aires, Argentina.
- Croce, A. (2012) Nuevas realidades juveniles en América Latina Revista
América en Movimiento. Alainet, Nº 477, Julio 2012 año XXXVI, II Epoca
- Cuadra, Á. (2008). Hiperindustria Cultural. Universidad ARCIS, Chile.
- Cuadra, Á (2012) Manifestaciones estudiantiles en Chile Cultura de la
protesta: Protesta de la cultura. En: Revista América en Movimiento.
Alainet, Nº 477, Julio 2012 año XXXVI, II Época
- Feixa, C. (1995). “Tribus urbanas & chavos banda. Las culturas juveniles
en Cataluña y México” en Nueva Antropología. UAM-ACIESAS, vol. XIV,
Marzo.
- Feixa, C. (2000). Generación @ la juventud en la era digital. En: Rev.
Momadas, Num 13, Octubre 2000. Universidad Central, Colombia. Pp 75
– 91
- Feixa, C. (2008) De Jóvenes, Bandas y Tribus. Editorial Ariel, Barcelona,
España.
- Feixa, C y Nilan, P. (2009) ¿Una juventud global? Identidades híbridas,
mundos plurales. Educación Social, núm. 43, p75-89.
- Lévy, P (2001). Cibercultura. Ed. Dolmen. Chile.
- Maffesoli, M. “El tiempo de las tribus” Icaria editorial S.A. España, 1990

 
- Mielli Renata (2012) Brasil: Protagonismo juvenil ocupa las calles y las
redes. En: Revista América en Movimiento. Alainet, Nº 477, Julio 2012
año XXXVI, II Epoca
- PNUD. (2006) Informe de Desarrollo Humano en Chile 2006 “Las nuevas
tecnologías: ¿un salto al futuro?” PNUD, Chile.
- Robertson, R. (1992) Globalization. Social Theory and Global Culture,
Sage, London, UK.
- Wallerstein, E. (1999) A ruina do capitalismo; Diario Folha de Sao Paulo,
edición No 25.774, Brasil.
- Zarzuri, R. (2002) Culturas Juveniles, Narrativas Minoritarias y Estéticas
del Descontento. Ediciones UCSH.

 
Reflexiones y consideraciones MESA 2

“Política de Trabajo Social y su aporte al proyecto de sociedad”

Como grupo, valoramos altamente la realización de este Encuentro que permite


profundizar los lazos de unidad del Trabajo Social latinoamericano y del Caribe.

Este tipo de eventos se hace muy necesario en el contexto de tensión que une
nuestro continente que comienza a desprenderse de la dominación neoliberal
que ha controlado la vida por décadas, con su estela de miseria, desigualdades
abismantes y el Imperio del individuo por sobre el bien común.

Nuestros valores y principios nos indican un camino, el eje humanitario, sin


embargo, nuestro hacer choca con el muro neoliberal y muchas veces,
absorbidos por elmodelo de sociedad que nos rige y actuamos meramente a
nivel de control social.

En el esperanzador escenario de cambios, debemos profundizar el debate,


generar propuestas desde nuestros espacios laborales. No podemos
permitirnos ser tan sólo aplicadores de una u otra política social. El contexto
actual exige interactuar con los sujetos de intervención. Esdecir, debemos
consultar como llega nuestra acción y desde allí, promover los cambios si es
necesario.
En la Academia se debe trabajar conlos estudiantes, se deb concer sus
inquietudes,promover la discusión y análisis de la realidad. Desarrollando
proyectos colectivos que permitan la integración teórico-práctico.

Como lo hemos señalado anteriormente, la falta de humanidad, el hambre, la


desigualdad en que vive nuestro continente nos interpela, nos exige actuar y
para ello debemos `profundizar en laidentidad de nuestros pueblos y desde allí,
trabajar un proyecto de sociedad del Trabajo Social latinoamericano.

El proyecto ético y político del Trabajo Social está en construcción


permanente, lo que nos obliga a definir nuestra relación con el poder. No
podemos influir en los procesos de cambio si seguimos atomizados en
pequeños mundos laborales. Proponemos una alianza estratégica entre la
academia y el gremio y desde allí, la interpelación al poder para promover el
cambio.

Finalmente, nuestro reconocimiento a los colegas que presentan sus


experiencias en nuestra mesa de trabajo. Sus exposiciones nos muestran que
el Trabajo Social esta vivo y se proyecta en el tiempo.

Felicitaciones también a los Comisión Organizadora de este Encuentro, el que


debe realizarse con mayor regularidad y contribuir así a la identidad del Trabajo
Social latinoamericano y caribeño.

 
MESA 3

Direccionalidad, Sentido de Proyecto ético Político del Trabajo Social

Relator: Everton Souza de Araujo

Ponentes:

Laura Victoria Carillo Rojas Colombia


Jorge Yaitul Strormansen Chile
Violeta Flores Flores Chile
Mabel López Ortiz Puerto Rico
Alex Rubén Cea Cea Chile
Bonnie Xyomara Velásquez Rodríguez Colombia
Tiagio Barbosa do Santos Brasil
Jeovana Nuñez Brasil
Everton Souza de Aruaujo Brasil

 
APORTES DESDE LA FORMACiÓN A LO COMUNITARIO; PROPIEDAD

HORIZONTAL COMO ESCENARIO EMERGENTE A LA CONSTRUCCiÓN
DE 
CIUDADANíA

Laura Victoria Carrillo Rojas∗

Bibiana Paola Marin Zambrano ∗∗

RESUMEN

El ámbito comunitario es comprendido por el Trabajo social como un


espacio en donde los sujetos sociales son reunidos en favor de intereses
colectivos, compartiendo características comunes, generando gran incidencia
en la ciudadanía; Sin embargo, aparecen nuevos concepciones de
territorialidad (propiedad horizontal) que dejan de lado los fenómenos
colectivos individualizando las necesidades e incluso generando controversia
en relación a la construcción de ciudadanía dado que logran transformar
procesos participativos. Esta investigación pretende dar respuesta a la
siguiente pregunta: ¿Cómo incide la interacción del Trabajador social en las
nuevas formas de lo comunitario (propiedad horizontal)?, siendo éste un
escenario emergente de intervención comunitaria que está demandando un
actuar comprometido y fundamentado en el contexto y la realidad social, en
cual, el Trabajo Social busca identificar nuevas formas metodológicas y
prácticas para atender la transformación de la comunidad en los escenarios
locales que proporcionan el reconocimiento de la crisis del tejido social.

PALABRAS CLAVE: Trabajo Social, Comunidad, Propiedad Horizontal,


Ciudadanía.

                                                                                                               

Semillero   Prácticas,   Diálogos   &   Saberes   Corporación   Universitaria   Minuto   De   Dios   Facultad   de   Ciencias   Humanas   y  
Sociales  Programa  de  Trabajo  SocialBogotá,  Colombia    
 lauracarri 110007 @hotmail.com

∗∗
 kach i ra2414@hotmail.com

 
El siguiente documento pretende relacionar las nuevas formas de intervención
comunitarias para el Trabajo Social por ello se abordará el tema de la
propiedad horizontal en la construcción de ciudadanía como un escenario
emergente.

El documento inicia retomando el concepto de comunidad desde su evolución


histórica enlazando lo anterior con los recientes cambios de las formas de
organización comunitaria y cómo la globalización es un factor determinante en
estos. A partir de lo anterior, se comienza a analizar cómo desde esta crisis
surgen nuevas formas de entender y crear los territorios, es allí donde aparece
lo que se denomina propiedad horizontal y que actualmente en Colombia
predomina como una innovadora manera de organización territorial. Para
continuar se realiza un acercamiento a lo que es ciudadanía y cómo se
desarrolla este ejercicio desde lo comunitario, consecuentemente se hará una
descripción de la metodología que se pretende emplear para desarrollar esta
investigación (Investigación Acción Participativa) finalizando con algunos
aportes que surgieron a partir de esta propuesta de investigación que
actualmente se encuentra en curso.

El trabajo social comunitario es uno de los métodos tradicionales en la


intervención profesional, numerosos autores y estudios han desarrollado teoría
alrededor de la organización comunitaria y de los procesos comunitarios, estas
situaciones son tan antiguas como la misma historia, la cual enseña que desde
el origen de los tiempos los seres humanos se han agrupado de diversas
formas y con variados motivos.

Uno de ellos y bajo el precepto anterior en el que cobra sentido la afirmación de


Zygmunt Bauman cuando relaciona la palabra comunidad con la sensación que
produce en los seres humanos, una buena sensación, pues la comunidad es
asociada con un lugar cálido con seguridad.

Sin embargo para Bauman esa seguridad que presta el vivir en comunidad
implica necesariamente la pérdida de libertad, representada en la autonomía,
en el derecho a la autoafirmación y al derecho de ser uno mismo.

 
Pensamiento que puede ser relacionado directamente con la globalización y el
pensamiento individualista del modelo neoliberal actual, este modelo en pocas
palabras consiste en la ausencia de un Estado y la reproducción de la pobreza.
La comunidad nace en un contexto de conflicto en el que se dio “la invasión de
todas las esferas de la realidad social por parte del capitalismo” (Torres. 2013.
P. 14), esto trajo consigo un miedo generalizado, que puede entenderse como
la desarticulación del tejido social, es por ello que se dan las nuevas formas y
tendencias de asociación y agrupación humana como también novedosas
formas y hábitos en la vida cotidiana.

Es así como la internacionalización de la economía y la caída de las barreras63


“han dado origen a un modo diverso de considerar el territorio con una
creciente atención a nivel local, los cambios generalizados impuestos por la
globalización han tenido efectos o impactos territoriales” (Dematteis- Governa.
2005. P. 35), es relevante relacionar los cambios del territorio con lo que es la
comunidad hoy en día, además que desde la posguerra se empieza a
posicionar un discurso de desarrollo64 que establece por sí mismo una relación
de poder y jerarquía en el mundo, los países que se encuentran en la periferia,
uno de esos Colombia, tienen desde esa época la meta de alcanzar el tan
anhelado “Desarrollo”

Para comprender estas nuevas formas de vida que han venido de la mano con
la globalización y la mundialización de los bienes y servicios, lo que a su vez
desarrolla nuevas formas de asociación agrupación y vida en comunidad, es
preciso comprender lo que tradicionalmente se ha entendido por comunidad y
lo que la experiencia y la teoría tradicional ha enseñado sobre la misma.

Para Ezequiel Ander- Egg la comunidad se entiende como:

“algo” que se inscribe en un espacio o territorio delimitado. Se trata de la


utilización del término para designar a las personas y relaciones que se

                                                                                                               
63
“Para que el poder fluya, el mundo debe estar libre de trabas, barreras, fronteras fortificadas
y controles. Cualquier trama densa de nexos sociales, y particularmente una red estrecha con
base territorial implica un obstáculo que debe ser eliminado” (Bauman. 2000. P. 15)
64
Se ha tratado de convencer al mundo de esta promoción del desarrollo y convencerlos de su
situación de inferioridad, todo este modelo implantado ha sido a través de convencer por medio
de la violencia.

 
establecen entre los que viven en un determinado espacio o territorio:
barrio, pueblo, aldea, etc., que constituye una entidad identificable e
individualizable por límites geográficos precisos. Ander-egg pág. 30

Principales elementos o dimensiones de la comunidad según Ezequiel Ander-


Egg

• Agrupación o conjunto de personas.


• Que habiten en un espacio geográfico delimitado y delimitable.
• Cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o identificación de
algún símbolo local.
• Interacción entre si más intensamente que en otro contexto.
• Operando en redes de comunicación, de interés y apoyo mutuo dentro
de la misma. (Ander- Egg P.P. 33-34-35)

El Trabajo Social en la actualidad se enfrenta a un reto en el cual se busca


indagar y proponer nuevas teorías propias, que permitan implantar modelos
alternativos para la intervención con individuos, grupos y comunidades, dando
orientación a las problemáticas que se generan en el mundo actual. Más
precisamente si se habla de comunidades, y de las reacciones que se
producen en las interacciones actuales, de las personas para la construcción
de un bienestar común.

Con el fin de abordar el tema de los nuevos escenarios de intervención


profesional para el Trabajo Social, se hace necesario partir del hecho de las
nuevas formas vivenciales y de organización para la satisfacción de las
necesidades, que han adoptado los seres humanos en los últimos tiempos, por
ello, es preciso mencionar el interés de interactuar en campos no tradicionales,
con nuevas estrategias que desde la interdisciplinaridad proponen fortalecer el
actuar profesional del Trabajador Social del siglo XXI.

Teniendo en cuenta que Colombia es un país principalmente agrícola y de


tradición campesina, en donde las familias se caracterizaban por ser extensas
y se tenía un manejo menos racionalizado del espacio en el que se habitaba;
contrastando con la actualidad, en donde se ha reducido el número de
miembros de la familia, lo que conlleva a crear territorios que racionalizan el

 
espacio, siendo más prácticos y propuestos para satisfacer las necesidades
actuales. En la grades ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, el desarrollo
urbano acelerado implica el aumento de las viviendas en propiedad horizontal
pues la optimización del uso del suelo en ciudades en donde la población crece
rápidamente debe ser acorde a esta situación, sin embargo este fenómeno
comienza a trasladarse a pueblos y a ciudades más pequeñas, lo cual debe
cuestionar al trabajo social Colombiano en relación a los métodos,
metodologías y a la misma actuación del profesional en el trabajo social
comunitario, ya que la construcción de nuevos territorios trae consigo nuevas
formas de territorialidad.65

De acuerdo a lo mencionado anteriormente se propone como campo innovador


de actuación, un abordaje a la comunidad desde el fundamento de la propiedad
horizontal, teniendo en cuenta que la propiedad horizontal, hace referencia a:

LEY 675 DE 2001. Artículo 3, párrafo 2. Régimen de Propiedad


Horizontal: Sistema jurídico que regula el sometimiento a propiedad
horizontal de un edificio o conjunto, construido o por construirse.

La institución jurídica vinculada a la división y organización de los


inmuebles resultantes de la segregación de una construcción común.
Dicha propiedad reglamenta la manera en que se divide el inmueble y su
relación con el resto de los bienes privados y comunes del edificio.,
(http://definicion.de/propiedad-horizontal/, párr.4)

Siendo así, un espacio para propender a la organización comunitaria, que


armonice la convivencia de quienes se encuentran inmersos en estos espacios
de residencia, y contribuya al desarrollo de óptimos niveles de vida.

Como estrategia para avanzar en la construcción de nueva teoría


fundamentada en la práctica, se formula implementar desde el campo de
práctica profesional de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, una alianza
interinstitucional con una constructora, quienes desarrollan proyectos de
vivienda, dentro de los cuales se pretende implementar labores propias de
                                                                                                               
65
“La territorialidad es un conjunto de relaciones que nacen en un sistema tridimensional
sociedad-espacio-tiempo con el propósito de alcanzar la mayor autonomía posible compatible
con los recursos del sistema” (Raffestin)

 
Trabajo Social con la comunidad que allí reside, dando cuenta de nuevas áreas
de intervención que requieren metodologías, técnicas y herramientas
innovadoras, las cuales beneficien tanto a la constructora, que hace parte del
sector privado, como a la comunidad que adquiere el producto, en este caso su
vivienda.

Para el actuar profesional del Trabajador Social, es indispensable desarrollar


labores en conjunto con instituciones u organizaciones, que propicien espacios
de intervención social, por ello, con el objetivo de retomar la experiencia que
fundamentará teóricamente el actuar profesional en el campo de la propiedad
horizontal, el Trabajador Social en formación, se encontrará vinculado a la
constructora, con la cual se pretende desarrollar proyectos de convivencia
vecinal en el que como trabajadores sociales se deben formular una propuesta
pedagógica, desde la educación y formación en cultura ciudadana que
concientice a la apropiación del territorio y así mismo garantice la sana
convivencia, facilitando un acompañamiento entorno al proceso de transición a
la vida en propiedad horizontal. Otro de las propuestas de intervención es
acudir a la creación de redes y alianzas interinstitucionales, cuyo fin consiste en
solventar las necesidades de los residentes generando un portafolio de
servicios que facilite el acceso y el uso de instituciones de acuerdo a los
intereses de la comunidad, generando la apropiación de los distintos servicios
que se ofrecen desde lo local, evitando un impacto negativo a estas nuevas
formas de organización territorial, que en algunas ocasiones no posibilitan el
acceso cercano a lo institucional y comercial.

Es así como el tema de ciudadanía, es fundamental para construir una forma


de actuar político desde lo individual hacia lo colectivo, cómo lo mencionan Will
Kymlicka y Wayne Norman, “El concepto de ciudadanía está íntimamente
ligado, por un lado, a la idea de derechos individuales y, por el otro, a la noción
de vínculo con una comunidad particular.” (1997). En donde el Trabajo Social
debe incidir con estrategias que promuevan la ciudadanía, detectando como
pilar, la implementación de una escuela de formación social que promueva el
control social, incorporando criterios e iniciativas al desarrollo local en los
entornos en donde transcurre la vida cotidiana.

 
El reto del actuar profesional consiste en interpretar la comunidad, a partir de
las acciones de cada uno de los individuos que la componen, atravesar las
barreras de la subjetividad e interactuar en una construcción conjunta de
empoderamiento, no se trata de imponer soluciones, sino por lo contrario de
construirlas, así como menciona Hernández

No somos indicadores en el camino hacia un lugar o meta, más bien


somos como señales de vías y caminos distintos hacia metas o objetivos
distintos, que el viandante debe elegir, nos podemos convertir en
acompañantes en el camino trazado o buscado por el cliente. Nuestra
tarea no es decirle al cliente lo que tiene o tendría que hacer, sino más
bien que descubra y proyecte sus propios objetivos, poner al vivo sus
recursos y en su caso acompañarles en la realización de los mismos”.
(Hernández, 2008, P. 10).

Por ello, en la formulación de nuevos escenarios de intervención, la expectativa


consiste en la innovación de estrategias de orientación para solidificar los
potenciales de la misma comunidad. Es de vital importancia volcar la mirada a
esas trasformaciones a la cuales la profesión debe responder asertivamente y
cuestionarse ¿Qué se trasforma al vivir en propiedad horizontal? Un
acercamiento a la respuesta de esta pregunta consiste en decir que la
transformación con mayor impacto es la forma de ejercer la ciudadanía, por
cuanto se convive en espacios comunes, los cuales exigen el cumplimiento de
normas para una convivencia armoniosa, potenciando así, las habilidades y
competencias que cada uno de los habitantes debe poner en práctica para
mejorar su calidad de vida y de las personas con las que interactúa en la
comunidad, es decir que cuando se menciona la intervención del Trabajo
Social en propiedad horizontal, indiscutiblemente se debe hacer referencia a
las relaciones sociales desde el ejercicio de ciudadanía como prevención de los
conflictos vecinales.

Por lo anterior se comprende que la mejor forma de abordar este escenario


emergente y desde la perspectiva de ciudadanía es la investigación acción
participativa principalmente por la relación que le permite al trabajo social un

 
papel subsidiario como lo afirma el colectivo Ioé en su texto: Investigación
acción participativa: propuesta para un ejercicio activo de la ciudadanía.

El papel subsidiario del trabajo social implicara directamente permitirle a la


comunidad florecerse en su formación ciudadana sin dependencia del
profesional y esto a su vez le demanda al profesional adaptarse al ritmo y
lenguaje de la comunidad en una actitud de dialogo y escucha permanente.

Incluyendo en su ejercicio profesional la potenciación de recursos materiales y


humanos propios de la comunidad siempre priorizando las demandas y
expectativas de la misma, creando así una relación armoniosa entre la reflexión
y la acción o la teoría y la praxis.

¿Cuáles son esos elementos que tradicionalmente se ha entendido como


básicos en la formación de una comunidad, y sí esos mismos se requieren
para que exista comunidad en propiedad horizontal? Profe se podría concluir
con esta pregunta…

 
REFERENCIAS

 Dematteis, G. – Governa, F. (2005) Territorio y territorialidad en el


desarrollo local. la contribución del modelo SLOT. Boletín de la A.G.E.
N° 39.
 Colectivo Ioé. (s.f ) Investigación acción participativa: propuesta para un
ejercicio activo de la ciudadanía. Lineas básicas de IAP.
 Ezequiel Ander- Egg (1998) Metodología y Practica del Desarrollo de la
Comunidad, Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, Santa Fe de
Bogotá, Colombia. Editorial Precolombi- David Reyes.
 Kymlicka, W. Norman W. (1997). El retorno del ciudadano. Una revisión
de la producción Reciente en teoría de la ciudadanía. Universidad de
Otawa. Canadá
 Torres, A. (2013) El retorno a la comunidad: problemas, debates y
desafíos de vivir juntos. Ed. El Búho.Colombia.
 Zygmunt, B. (2003) COMUNIDAD en busca de seguridad en un mundo
hostil, siglo XXI de España editores S.A, Madrid Español. Traducción:
Jesus Albores

WEB GRAFÍA

 Definición.de Definición de propiedad horizontal.


http://definicion.de/propiedad-horizontal/  
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=4162 Ley
675 de 2001
 HERNÁNDEZ A. (2008) Retos y desafíos de la postmodernidad al
trabajo social. Recuperado de
http://www.gingko.es/archivos/articulo%20retos%20en%20la%20postmo
dernidad.pdf

 
TRABAJO SOCIAL: PRÁCTICA PROFESIONAL E INVESTIGACION SOCIAL

APLlCADA. ENTRE EL PRACTICISMO y LA PERSPECTIVA HISTORICO-
1

CRITIC0 2

Jorge Rodrigo Yaitul Stormansan ∗

Resumen

El objetivo del trabajo, en primer lugar y de modo general, trata del sentido y
significado que se le da a la investigación social y a la práctica profesional en
Trabajo Social. Un segundo propósito, es plantear una serie de reflexiones que
permiten advertir la necesidad de hacer investigación a partir de diseños más
integradores y comprensivos (Falla, 2009). Y por último, recoger, de cierto
modo, el debate histórico que en la profesión se ha dado acerca de la
generación de conocimiento, por una parte, enfatizado en la búsqueda de
especificidad, que se relaciona con el practicismo, y por otra, por los argumentos
planteados desde la opción histórico-crítico.
En suma, se trata de una discusión de naturaleza teórica, que busca desde un
lugar teórico específico (practicismo e histórico-crítico) responder la pregunta
por el quehacer investigativo del Trabajo Social.

Palabras Clave: Trabajo Social, investigación social, práctica profesional.

                                                                                                               
1
 Usamos la significación práctica profesional en cuanto al quehacer cotidiano de los trabajadores (as) sociales en el
ámbito de su ejercicio profesional. Asimismo, utilizamos el término investigación social aplicada, en el sentido de
que la investigación que se desarrolle, se oriente en torno a un uso concreto que tienda a modificar las condiciones
sociales iniciales de una persona, familia o de una comunidad. De este modo, en adelante en el texto usaremos la
denominación de nvestigación social cuando nos refiramos a investigación social aplicada.

2
 El artículo es un producto del PROYECTO ULA 0806/MECESUP2I2010-2012, denominado "Rediseño curricular de
la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Los Lagos, centrado en aprendizajes de los estudiantes,
competencias y necesidades del medio sociolaboral." Además, en el marco del mismo proyecto, es resultado de la
estancia corta de especialización en la Facultad de Trabajo Social (FTS) de la Universidad de Jaén (UJA), Jaén,
Andalucía/España, entre el 25 de octubre al 19 de noviembre del 2010.


Académico jornada completa del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Los
Lagos 
(ULA), Osorno. Correo electrónico: jyaitul@ulagos.cl

 
Investigación Social, Trabajo Social y Práctica Profesional

Como bien sabemos, la investigación social no se da en abstracto. Por el


contrario, se verifica bajo circunstancias históricas específicas y se apropia
como un proceso concreto de carácter socio-histórico. De esta forma, el
problema de la investigación social se relaciona con quien conoce y lo que es
cognoscible. En definitiva, “se trata de la naturaleza, el carácter y las
propiedades específicas de la relación cognoscitiva, así como de las
particularidades de los elementos que intervienen en esta relación y de sus
avances y desarrollos” (Falla, 2009, p. 317).
En este orden, se exige que la selección de los “sujetos/problemas de
estudio,” como los diseños, los “productos” o sus resultados, se encuentren en
función de intereses sociales, personales, como institucionales/académicos. Ello
persigue que las derivaciones de los trabajos de investigación social, en el
mediano o largo plazo alcancen un uso sociopolítico, es decir, ser aplicados
para transformar las condiciones de vida de las personas.
El (la) trabajador (a) social como ser histórico implicado políticamente,
como observador involucrado en términos de Maturana, parte de un campo
experiencial, y en conjunto con los sujetos envueltos en la problemática,66
indaga desde su presente y su pasado para explicar su devenir. Precisamente,
la pretendida neutralidad científica queda sujeta a “la presencia de intereses
intra-teóricos y extra-teóricos en la persona que investiga, está determinando las
preguntas de investigación, así como el abordaje metodológico, teórico y
epistemológico que asuma, pero también va a determinar el tipo de respuestas
que dé y las propuestas innovadoras que este en capacidad de aportar” (Falla,
2009, p. 314).
Para el Trabajo Social, el reconocimiento del acoplamiento práctica
profesional e investigación social son de significado esencial, por cuanto le
permite a la disciplina generar preguntas de investigación desde una
                                                                                                               
66
En otros términos: “¿Cómo es posible que yo mismo pueda dar cuenta de las regularidades y variaciones
perceptuales de mi propio mundo, incluyendo el surgimiento de explicaciones sobre ellas, siendo que no tengo
manera de situarme “fuera” de mis propias percepciones? Es decir, que en este caso, en vez del triángulo
clásico: observador-organismo-ambiente, lo que hay es un círculo con el observador al centro, donde el
observar es solo un modo de vivir el mismo campo experiencial que se desea explicar. El observador, el
ambiente, y el organismo observado, forman ahora un solo e idéntico proceso operacional-experiencial-
perceptual en el ser del ser observador. ¿Cómo podemos, en tales condiciones hablar “objetivamente” de
nuestros procesos de conocimiento?, qué criterio explicativo cabe aquí” (Behncke, 2005, XIX).

 
perspectiva interdisciplinaria, las cuales, van a depender de la firmeza de sus
argumentos y propuestas para establecer una corriente de pensamiento con
capacidad de instituir un espacio de trabajo intelectual que reclame la
confluencia de las ciencias del conocimiento. En este orden, planteamos
algunas vías posibles por donde avanzar en el progreso de la especificidad
profesional.
En primer lugar, y siguiendo a Falla (2009), instituir una línea de trabajo
de carácter disciplinar, que articule la investigación básica o teórica, en conjunto
con los profesionales que se despliegan en el “mundo real y concreto” de las
problemáticas sociales y a los de ejercicio en el mundo académico. En segundo
lugar, establecer una línea de trabajo donde la investigación social asuma la
demanda de los problemas sociopolíticos, económicos, de la naturaleza y en
general, de las necesidades de la sociedad, integrando enfoques metodológicos
de diversas disciplinas.
Del mismo modo, desde un sentido amplio, la investigación social debe
ser comprendida en términos bidimensionales, es decir: como investigación
propiamente tal y como intervención a partir de la identificación y solución de los
problemas sociales.
Con todo, para el Trabajo Social “la investigación es un proceso que se
da en un contexto en el cual tiene lugar una serie de relaciones y en el que
confluyen intereses, actores, valores y como lo mencionan Gartner, tiene que
ver con factores institucionales, del mismo sujeto que investiga, de la comunidad
en la que está inmerso, del interlocutor y la misma disciplina o profesión que la
vienen a caracterizar” (Falla, 2009, p.323).
En este sentido, no se puede abandonar la riqueza histórica de la
profesión, dilapidando los aportes y acervos que tributa la tradición práctica-
técnica que sin duda constituyen una fortaleza. Más aún, con la potenciación de
la investigación científica, es posible fortalecer la construcción del conocimiento
a partir de lo que se denomina un saber reflexivo.

 
Práctica Profesional e Investigación Social: Entre el practicismo y el
enfoque histórico-crítico, anverso y reverso del Trabajo Social

Desde sus orígenes como profesión el Trabajo Social ha visto ligado su


desarrollo con el de la sociedad. Sin embargo, con los años no se ha logrado
consenso sobre su objeto consgnoscible y, más aún, tal inquietud se ha
extendido por definir su campo de actuación.
De esta manera, es preciso reconocer que el ejercicio de la profesión ha
estado caracterizada por una relativa ausencia de enfoques teóricos propios que
guíen u orienten su devenir (Falla, 2009). Igualmente, toda identificación o
reconocimiento del Trabajo Social, ha estado ligado a la “postura ecléctica
fragmentaria y la práctica operativa, no pluralista y crítica, que, en un desorden
conceptual, escinde su praxis (Duque, 2002: 20)” (Falla, 2009, p.317).67
Lo anterior, se ha traducido en una preocupación por superar tal frontera
que no sólo se centra en los ámbitos específicos del ejercicio profesional, si no
también de su identidad. Igualmente se ha unido a la necesidad de reconocer si
se posee o no un cuerpo teórico que se reconozca como propio. Con todo, se
debe señalar que el llamado cuerpo teórico identificado como del Trabajo Social,
se encuentra a nuestro juicio en construcción, impregnado por insumos teóricos
de otras disciplinas.68
En este orden, podemos plantearnos algunas preguntas relacionadas con
los fundamentos de nuestra disciplina. Por lo pronto tres: ¿Qué enfoques
epistemológicos, sistemas teóricos, conceptuales y referentes metodológicos
fundamentan el Trabajo Social? ¿Cómo afecta la teoría del Trabajo Social a su
práctica?, y ¿Cómo se manifiesta la intervención en el trabajo cotidiano?
(Peñaherrera-León, 2010).
Aquí, advertimos algunos autores que han intentado dar respuesta a
estas interrogantes, como Malagón, 1999; De Robertis, 2003 y Carrillo, 2006,

                                                                                                               
67
“Praxis social (Social Praxis, Praxis sociale) Práctica en donde se tienen en cuenta las interconexiones
globales, a nivel socio-económico-estructural, de la situación problema, a fin de dar respuestas que produzcan
algunas modificaciones en la situación general, en la cual se encuentra inserto el hombre” (Montoya, Zapata y
Cardona, 2002, p.105-106, en Díaz, 2006, p. 252).
68
Como sabemos “el surgimiento y el desarrollo del Trabajo Social se fundamenta teórica y metodológicamente
en las aportaciones de otras disciplinas sociales, en el contexto social de cada período histórico por la que ha
pasado esta disciplina, en los cambios y dinámicas sociales, los problemas y necesidades que se originan en el
seno de la sociedad, todo ello configuran también la intervención en trabajo social” (Peñaherrera-León, 2010, p.
125).

 
entre otros. Estos reconocen que el Trabajo Social integra no sólo el objeto de
estudio-intervención, sino los sujetos, la intencionalidad, la metodología y
métodos. En este sentido cobra relevancia la generación de conocimiento crítico
desde el accionar práctico y no sólo sistematizarlo, es decir, recoger el
conocimiento práctico a través de la perspectiva histórico-crítico.
Esta mirada del Trabajo Social, surge posterior a la reconceptualización,69
“básicamente a partir de la década de los ochenta (80) principalmente en el
contexto brasileño y es sostenida de maneras diversas por algunos
Trabajadores Sociales brasileños como Marilda Iamamoto, Maria Lúcia
Martinelli, José Paulo Netto, Vicente de Paula Faleiros, Manuel Manrique
Castro, Carlos Montaño, quienes aportan..(…)… un nuevo camino de análisis,
en contraposición al practicismo dado en Trabajo Social referido a la
investigación desde y para la práctica directa” (Díaz, 2006, p. 253).
La visión histórico-crítico, plantea que el Trabajo Social genera
conocimiento a partir de la investigación científica sin la intencionalidad de un
estatuto teórico propio. En este orden, el enfoque parte de la base de que son
las condiciones del contexto económico, político, cultural, entre otras, las que
influyen en la conciencia de la humanidad. Por ende, "la profesión elabora teoría
de lo social, lo que hace parte del conocimiento teórico sobre la realidad y no
teorías propias, ya que la profesión para producir conocimiento se debe basar
en la investigación científica, y no, como se plantea desde el practicismo, a
partir de la práctica inmediata." (Díaz, 2006, p.255).
Paralelamente, bajo tal perspectiva la producción de conocimiento se
realiza con una mirada de totalidad, por cuanto se reconoce que frente la
existencia de una sociedad compleja, los problemas que se presentan no se
pueden afrontar, como tampoco “resolver descomponiéndolos en pequeñas
partes que parecen fáciles de manejar analíticamente, sino más bien abordando
estos problemas a los seres humanos y a la naturaleza, en toda su complejidad
y en sus interrelaciones” (Wallerstein, 2001, p. 87 en Díaz, 2006, p. 253).
En cuanto al practicismo en Trabajo Social, una construcción conceptual
desarrollada en la escuela de Brasil, plantea que tal accionar refiere al estatuto
                                                                                                               
69
La reconceptualización es un: “Movimiento profesional iniciado a finales de la década del 60, que fue la
expresión del gran cúmulo de inconformidades que se fueron recogiendo en el correr histórico del trabajo social
y en el inicio de la búsqueda de nuevas alternativas para operar en la realidad, con el objeto de redimensionar
la acción profesional” (Montoya, Zapata y Cardona, 2002, p.110, en Díaz, 2006, p. 249).

 
teórico y metodológico propio de la profesión, el cual se caracteriza por una
serie de componentes.
Estos elementos son cinco: la especificidad de la prestación de servicios
dirigidos a los sectores empobrecidos y carentes de la población; a su tipo de
investigación social, la cual aparece como orientada para la acción,
contrariamente a las demás disciplinas sociales; a su metodología de
intervención; a sus objetivos profesionales como “específicos” del Servicio
Social, y por último, al reconocer un sujeto “específico” propio de la profesión:
“los “pobres”, los carentes o, en la mejor de las hipótesis, los asistidos por las
políticas sociales donde trabajan estos profesionales” (Montaño, 2000ª, p. 42-43
en Díaz, 2006, p.249).
A la par, el practicismo parte del supuesto de que la práctica o la
intervención directa es la fuente generadora de conocimientos teóricos. Del
mismo modo, se indaga para descubrir el aporte de la experiencia, y a partir de
allí, plantear el mejoramiento de la intervención y la consolidación de un marco
teórico para el Trabajo Social.
Lo anterior, y desde un cierto nivel, se plasma en la sistematización de
experiencias, la cual se concibe como un “proceso permanente y acumulativo de
creación participativa de conocimientos, a partir de las experiencias de
intervención en una realidad social determinada, como un primer nivel de
teorización sobre la práctica (Parola, 1997:116)” (Díaz, 2006, p. 250).
En este orden, recordemos que a través de los años al pensar en la
producción de conocimiento desde el Trabajo Social y durante el período de la
reconceptualización, se plantea la inquietud por la generación de conocimiento
en razón de que se observaba que la profesión se asentaba en un nivel
supeditado al ámbito político y científico. Fruto de las discusiones de la época, y
en particular de las políticas, la profesión se despliega y se legitima en su
evolución como un quehacer volcado para la intervención en la realidad (Díaz,
2006).
De esta manera, se estigmatiza a la profesión definiéndola como una de
carácter auxiliar, que ejecuta acciones directas que emanan desde la Política
Pública, y en particular, la Política Social. Más aún, se le atribuye de que la
práctica profesional del Trabajo Social no sea pensada en la dimensión
ideológica y/o política (Restrepo, 2002 en Díaz, 2006), “por cuanto al profesional

 
se le forma para desempeñar actividades, alejándole del hecho de cuestionar
¿por qué? y ¿para quién? se ejecutan las políticas sociales” (Montaño, 2000a
en Díaz, 2006, p. 249).
Asimismo, en los años de la reconceptualización desde la academia se
exponía la situación relativa o condición epistemológica del Trabajo Social, en
cuanto a no ser “ciencia básica ya que carece de objeto teórico propio, y por
ende, es tecnología porque aplica ciertos discursos teóricos de diferentes
disciplinas para elaborar metodologías de intervención” (Díaz, 2006, p. 249).
Asimismo, “se ha centrado el interés en determinar el método antes que el
objeto, sin darse cuenta que el objeto es el que determina el método (…) y no al
objeto de estudio e intervención de Trabajo Social” (Díaz, 2006, p. 249, en
referencia a Montaño, 2000b).
Al mismo tiempo, durante este período se reconoce que la subalternidad
del Trabajo Social se relaciona con dos factores que condicionan su desarrollo y
que son asimismo constituyentes de la misma. Por una parte, el hecho político
de que la profesión ejecuta las decisiones del Estado y, por otra, el aspecto
científico, en donde se pone en práctica los conocimientos de otras profesiones
(Díaz, 2006).

Trabajo Social, Práctica Profesional e Investigación Social: Ideas y


Desafíos
En este punto, debemos tener presente ciertas limitaciones para la
integración de la investigación social e incorporación de las elaboraciones desde
la práctica profesional. La superación de estos obstáculos, que implica
necesariamente el ejercicio de procesos de investigación, permitiría edificar una
epistemología del Trabajo Social.
En este orden, podemos señalar al menos cuatro elementos que
caracterizan al Trabajo Social profesional en la construcción de una
epistemología propia. Primero, su originario énfasis práctico, focalizado en el
hacer en detrimento de la reflexión teórica y conceptual (orientación empírica-
pragmática); segundo, el acopio de fundamentos teóricos, metodológicos y
operativos de otros campos del conocimiento; tercero, el omitir la reflexión y
problematización de la experiencia como una forma de construir conocimiento
(sistematización más investigación); y cuarto, el fragmentar el Trabajo Social de

 
acuerdo a campos de acción o grupos poblacionales, perdiéndose de vista la
especificidad (Aquin, 1996).
Así, la profesión se obliga a incorporar la investigación social en el campo
de actuación profesional, ya que de ella dependen las actualizaciones
conceptuales, como de la generación de nuevas categorías analíticas de la
disciplina. Igualmente, es de exigencia básica el tener presente que el ejercicio
profesional no existe sin un nivel mínimo de interpretación y comprensión de las
condiciones de la praxis, junto a su sistematización (ya sea, desde el
practicismo al enfoque histórico-critico) que facilite la configuración de un saber
científico, y que el reflexionar en torno a la identidad y especificidad profesional
(objeto de intervención), contribuyen a la discusión epistemológica. Con todo, el
desarrollar procesos de investigación científica, permiten sustentar a la propia
profesión, como a las otras disciplinas sociales (Falla, 2009).
De igual manera, en la historia del Trabajo Social se hace patente el
recorrido “por diferentes enfoques epistemológicos, tales como el positivismo, el
interaccionismo simbólico, la teoría estructuralista, la praxis social y la teoría
crítica y el neopositivismo, entre otras” (Falla, 2009, p. 319). Del mismo modo, y
a partir de ello, se busca “ampliar los espacios de diálogo y quehacer científico
del trabajador social, desde paradigmas tales como el empírico-analítico,
histórico-hermenéutico o crítico-social, de tal manera que se generen
investigaciones de corte cuantitativo y cualitativo” (Falla, 2009, p. 319-320).70
De la misma forma, los procesos de investigación social que son paralelos
al desarrollo de las prácticas profesionales, se evidencian como dos
componentes del sistema disciplinar. Tal cualidad se constata desde los
singulares contextos de la práctica profesional, la cual permite una mejor
comprensión de los problemas sociales a partir de los sujetos sociales. En este
sentido, “la investigación aplicada a la manera de investigación diagnóstica,
evaluativa y sistematización de experiencias constituyen tipologías de
                                                                                                               
70
En este sentido, “en el marco político y normativo, el Trabajo Social ha jugado un papel histórico en dos
sentidos. Uno de ellos, es el desarrollo de acciones encaminadas al alcance de logros del proyecto moderno
orientados principalmente en la consolidación del estado-nación respondiendo a las necesidades de
poblaciones marginadas del proyecto modernizador, a la comprensión, análisis y atención de los sectores
socio-económicamente desfavorecidos. El segundo, ha jugado un papel crítico del mismo proyecto haciendo
énfasis en las consecuencias negativas a nivel social de dicho proyecto y evidencia política y éticamente la
existencia de la diferencia, el respeto del otro, el empoderamiento de los grupos sociales en situación de
exclusión de los escenarios de toma de decisiones y definición de los ordenes culturales, sociales y
económicos y ambientales a distintas escalas espaciales y temporales” (Medrano, 2006, p. 87 en Falla, 2009,
p. 318).

 
indagación estrechamente vinculadas con la práctica del Trabajador Social y,
por consiguiente, con los procesos de desarrollo humano y social propios de su
ejercicio profesional” (Gartner, 2006, p. 34 en Falla, 2009, p. 319).
En este sentido, toda práctica profesional se debe a un marco de re-
ferencia axiológico, máxime si hablamos de la dialéctica individuo-sociedad.
Encontrar el equilibrio a ambas cuestiones requiere de una intervención capaz
de transformar y mejorar la calidad de vida de la persona (caso) y su familia,
grupo, comunidad y organizaciones/instituciones las que, por lo demás, se
encuentran en múltiples contextos.
Más aún, las intervenciones sociales siguen ciertos modelos que
responden a diferentes teorías y enfoques de desarrollo del ser humano, y que
son base para los trabajadores sociales al realizar sus actuaciones
profesionales. De este modo, se acude por ejemplo al modelo psicodinámico, de
intervención en crisis, centrado en la tarea, conductual-cognitivo, humanista y
existencial, crítico-radical, gestión de casos, sistémico.71
Así entonces, en el ámbito de la formación profesional debemos promover
con fuerza la cooperación de docentes y estudiantes en ejercicios teórico-
prácticos que superen las tradicionales maneras de “aprender a investigar” y de
“hacer investigación”, incorporando a ello técnicas novedosas que permitan
aprender a “investigar investigando” (Falla, 2009), lo que implica, por de pronto,
reconceptualizar los currículos hacia nuevas estrategias de aprendizajes que
admitan la incorporación activa de los actores en el proceso educativo.
En estas condiciones, es obligación continuar con la reflexión en torno al
papel que ocupa la investigación social en la formación de los trabajadores
sociales, además de fortalecer la práctica profesional con el trabajo
interdisciplinario y la investigación disciplinaria. De esta manera, es importante
impulsar al interior de las escuelas de formación profesional -en particular
universitarias- el desarrollo de la investigación social como una práctica

                                                                                                               
71
Un profesional trabajador social debe disponer de distintas herramientas que le permita sistematizar,
organizar y gestionar adecuadamente su trabajo. Existen diversos instrumentos y fuentes documentales que un
profesional debe hacer uso en su labor. Es el caso de: la historia social, la ficha social y el informe social, por lo
demás, todos de gran riqueza conceptual.

En este punto se sugiere revisar, entre otros, el libro Fundamentos del trabajo social coordinado por el profesor
Tomás Fernández García (2009), Alianza Editorial, Madrid, España.    

 
frecuente, que contribuya en la construcción de entornos sociales menos
vulnerables.
Igualmente, las nuevas dinámicas relacionales desde diferentes esferas
de intervención tendrán que formar parte de los nuevos currículos para generar
mayores niveles de comprensión de esas realidades específicas, por cierto
complejas, tanto entre los estudiantes y los docentes, como en los lugares de
ejercicio profesional.
En este sentido, la formación de los trabajadores sociales se debe nutrir
en la investigación social, en sólidos fundamentos teóricos y en integrar la
experiencia de la práctica profesional, que por lo demás se funda en el vínculo
de dos factores claves. Por una parte el cuerpo docente y, por otra, los
supervisores colaboradores trabajadores sociales de los centros o unidades de
práctica. El acoplamiento de estos dos elementos es básico, y en último caso,
es esencial para la retroalimentación de la formación académica.
A modo de ejemplo, que el cuerpo docente de las universidades al menos
un mes al año, se empape de las condiciones y de las dinámicas del ejercicio
profesional fuera del ámbito académico, en cualquier área, ello permitiría
“reciclarse” desde la experiencia concreta, con las problemáticas sociales, de
cómo se enfrentan y resuelven, para llevar esa experiencia al paraninfo,
reconociendo con esta acción un diálogo de saberes que permita robustecer la
formación profesional.72
Lo anterior implica que en los planes de estudio se incluyan aspectos que
permitan "hacer converger la reflexión teórica, el análisis de contexto y técnico
alternativo, centrando el enfoque interdisciplinario a la luz del Trabajo Social”
(CONETS73, 2004, p. 62 en Falla, 2009, p. 321).
En tal sentido podemos plantear algunos elementos como: tener en cuenta
el contexto social en sus dimensiones políticas, económicas y culturales;
incorporación de teorías y enfoques de desarrollo humano; defensa de una
estructura histórica y epistemológica del Trabajo Social; construcción y
validación metodológica propia e interdisciplinaria; ejercicio de una metodología

                                                                                                               
72
Este ejercicio se puede realizar en los mismos centros de prácticas profesionales junto a los estudiantes, o
bien, en el trabajo en clínicas sociales comunitarias. Por ejemplo, en centros de mediación (familiar, de justicia
vecinal), que son a la vez atención de casos derivados por tribunales o bien público en general, y centros de
prácticas profesionales para estudiantes de niveles intermedios o superiores.
73
Consejo Nacional para la Educación en Trabajo Social de la República de Colombia, (CONETS).

 
profesional que contenga formación investigativa y práctica, y por último, que
responda a las problemáticas que se vayan planteando e integren conocimiento
(Falla, 2009).
De este modo, la relación práctica profesional e investigación social,
arranca desde un enfoque epistemológico que permite no sólo aportar
conocimientos nuevos, sino desarrollar un pensamiento crítico, problematizador
y creativo frente a los problemas sociales (Falla, 2009). Un ejemplo de lo
anterior es el empleo en el Programa de Trabajo Social de la Universidad de Los
Lagos de la metodología de taller, una estrategia pedagógica para algunos, para
otros una técnica.74 En este punto, detengámonos un momento.
El taller es “aparentemente simple, que por su metodología de aprender
haciendo en grupo, permite construir sentido a esos «alguien» que participan en
él con el fin de aprehender y conocer «algo», desde la inserción integral en el
proceso (…)” (Andrade y Muñoz, 2004, p. 254).75
El taller, concebido como un lugar pedagógico es conformado por 15 a 22
estudiantes, que son parte de "un espacio físico y simbólico para la interacción
de actores similares o diferentes que, a través de reflexión y debate, facilitados
por técnicas de dinámica grupal, arriban a un producto común donde se pueden
marcar diferencias o consensos. Se distinguen de otras modalidades, como las
reuniones grupales o el seminario, porque mezcla aspectos educativos y de
interacción social con la obtención de un producto concreto que puede ser
aplicado inmediatamente en la práctica cotidiana de trabajo” (Nirenberg,
Brawerman y Ruíz, 2003, pp. 118-119).
A modo de ilustración, podemos mencionar cinco tipos de taller, entre los
cuales distinguimos: taller con aplicación de cuestionarios; taller de
confrontación; taller de análisis de articulación organizacional; taller de análisis

                                                                                                               
74
“Etimológicamente, taller es una palabra que llega al español del francés, atelier. Es sinónimo de ouvroir.
Lugar donde se trabaja una obra de manos. La Real Academia de la Lengua Española (2002) lo define
también, en sentido figurado, como escuela o seminario de ciencias y, en bellas artes, como el conjunto de
colaboradores de un maestro. Por asimilación, define la obra de taller como la realizada por los discípulos, bajo
la dirección del maestro” (Andrade y Muñoz, 2004, p. 254).
75
Además, “el taller consiste en la reunión de un grupo de personas que desarrollan funciones o papeles
similares, para estudiar y analizar problemas y producir reflexiones, conclusiones o soluciones de conjunto, lo
cual implica que éste combina actividades tales como trabajo de grupo, sesiones generales, la elaboración y
presentación de actas e informes, organización y ejecución de trabajos en comisiones, investigaciones y
preparación de documentos” (Andrade y Muñoz, 2004, p. 254).

 
de procesos decisorios (Nirenberg, Brawerman y Ruíz, 2003). Asimismo,
podemos agregar el taller crítico (Facione, 2001; Facione y Facione, 1992). 76
La educación problematizadora que resulta en el taller, por lo demás
beneficiosa en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la investigación social y
de construcción del conocimiento, demanda “el ser creativa e innovadora donde
la actitud del docente este permeada por un acompañamiento respetuoso a los
estudiantes, en procesos de apropiación crítica y transformación creativa de la
realidad y de sí mismos…..” (Falla, 2009, p. 321).77
Del mismo modo, la práctica pedagógica se piensa como un saber
teórico-práctico donde la acción pedagógica es un proceso de reflexión-acción
de los actores involucrados en el acto pedagógico, en que la condición del
docente sea la de generador y acompañante del proceso de construcción,
creación e innovación de la formación, con una relación docente-estudiante de
comunicación dialógica y horizontal.
Asimismo, junto al taller es apropiado motivar la organización y desarrollo
de núcleos investigativos conformados por docentes y estudiantes de pre y
postgrado de diferentes disciplinas, lo que permita una mirada transdisciplinaria
y comprehensiva de la realidad social. Estos núcleos, son llamados a abordar
problemas específicos de la realidad más próxima a través de líneas de
investigación.78
Más aún, el nuevo orden mundial obliga dotar a la profesión de
propuestas metodológicas y modelos de formación, que enlacen la exigencia del

                                                                                                               
76
En este último caso, “el adjetivo crítico que se vincula a la palabra taller, alude a uno de los objetivos rectores
de la educación y es el de lograr que los estudiantes desarrollen un pensamiento capaz de cuestionar, evaluar
y valorar para construir nuevos sentidos en el proceso de aprendizaje, de tal manera que en su ejercicio se
promueva la capacidad de reflexionar sobre la validez del trabajo en equipo, el respeto por los puntos de vista
de los otros a la luz del conocimiento y del aprender a ser y construir saber, haciendo” (Andrade y Muñoz,
2004, p. 254).
77
De esta manera, el modelo pedagógico de la universidad se puede concebir, “como un conjunto de
posibilidades que integra diferentes componentes en una trama articulada y compleja en la que la misión de la
institución tenga en cuenta aspectos como una vida saludable, los derechos humanos, la democracia real, la
convivencia pacífica y la participación ciudadana, permitiría entonces, llevar a la práctica una educación integral
que abordaría criterios como: Filosófico-antropológico: identidad y dignidad del ser humano; Ético-pedagógico:
criterios de juicio que enmarca el quehacer pedagógico; Histórico-cultural: ubica en el tiempo y en el espacio;
Social-participativo: reconocimiento recíproco en la interacción social” (Falla, 2009, p.321).
78
A modo de ejemplo, debemos señalar que en la Universidad de Los Lagos, desde el 2011 se implementa un
Programa de Núcleos de Investigación. Este programa entre sus bases establece que debe incorporar
estudiantes, sean tesistas o no, a formar parte de un grupo de investigación en función de un objeto de estudio
específico. El programa de núcleos considera la presencia de investigadores titulares, asociados, en iniciación
y estudiantes de pre y/o postgrado. Es un programa bi-anual y actualmente existen 11 núcleos de investigación
aprobados (Decreto Universitario/ULA Nº 2.825, del 14 de septiembre de 2011).

 
operar tecnológico, con adherencia al pensamiento complejo y de carácter
transdisciplinaria.
Igualmente, para provocar procesos investigativos desde el estímulo de
una cultura investigativa que observe su pertinencia con el entorno, se requieren
de políticas, objetivos y estrategias, en las que se promueva la calidad de los
procesos de formación e indagación en el sistema de formación profesional.
Esto es, lograr enraizar una serie de interacciones, valores, actitudes y
comportamientos que impulsen el gusto y el deseo por participar en procesos de
investigación, bien sea, como investigadores iniciales, como coinvestigadores o
como investigadores principales (Falla, 2009).
De la misma forma, los programas académicos deben constituirse en
espacios de imaginización (Morgan, 1999), que fomenten la investigación y la
creación, sin abandonar una concepción de educación humanizante y
participativa, siendo concebidos estos espacios como nuevas maneras de ver,
organizar y dirigir los programas de formación, que a menudo se encuentran
atrapados por las imágenes que tienen ellos sobre sí mismos. En este sentido
debemos formular preguntas y posibilidades nuevas, ver problemas antiguos
desde un ángulo nuevo.

Bibliografía
1. Andrade, M. C. y Muñoz, C. (2004). El Taller Critico: Una propuesta de trabajo
interactivo, Tabula Rasa. Bogotá-Colombia, UCMC, Nº 2, enero-diciembre, 251-
26.

2. Aquin, N. (1996). La relación sujeto-objeto en Trabajo Social, una


resignificación posible en la especificidad del Trabajo Social y la formación
profesional. Buenos Aires, Argentina: Espacio Editorial.

3. Behncke C., R. (2005). Al pie del árbol, Prefacio al libro “el árbol de
conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento humano”, Humberto
Maturana R., y Francisco Varela G. (1984). Santiago de Chile: Editorial
Universitaria.

4. Díaz C., L. C. (2006). “Producción de conocimiento sobre trabajo social en las


unidades académicas de Bogotá”, Tabula Rasa. Bogotá-Colombia, UCMC, Nº.5,
julio-diciembre, pp. 247-259.

5. Facione, P. (2003). Critical Thinking: What It Is and Why It Counts.


http://www.calpress.com/pdf_files/what&why.pdf

 
6. Facione, P. A., y. Facione, N.C. (1992). The California Critical Thinking
Dispositions Inventory (CCTDI) and the CCDTI test manual. Millbrae, California:
Academic Press. California.

7. Falla, Uva. (2009). “Reflexiones sobre la investigación social y el Trabajo


Social,” Tabula Rasa. Bogotá-Colombia, UCMC, Nº10, enero-junio 2009, pp.
309-325.

8. Gartner, L. (2000). La investigación en la formación de trabajadores sociales:


su proyección y su condiciones de posibilidad
http://www.fts.uner.edu.ar/publicaciones/invest_ts/invest_ts_index.htm.
9. Gartner. L. (2006). “Modelo Gerencial para la formación investigativa en
trabajo Social”. Cali: Colombia: CONETS, Memorias del Encuentro Nacional
Sobre Formación Investigativa en Trabajo social.
10. Morgan, G. (1999). Imagin-I-zación. Una nueva aptitud crucial para la
conducción y el management en un mundo en movimiento y cambio. Barcelona,
España: Ediciones Granica S.A.
11. Nirenberg, O.; Brawerman, J. y Ruiz, V. (2003). Evaluar Para la
Transformación. Innovaciones en la evaluación de programas y proyectos
sociales. Buenos Aires, Argentina: Paidós Tramas Sociales.
12. Peñaherrera-León, M. (2010). Reseña libro Fundamentos del Trabajo Social,
de Fernández García (ed.) (2009). Portularia, España, Vol. X, Nº 1, 125-126.

 
SER PARTE Y TOMAR PARTE: DESDE EL TRABAJO SOCIAL,
ASOCIACIONISMO Y 
PARTICIPACIÓN CIUDADANA. ESTUDIO DE CASO
EN CUATRO COMUNAS DE LA PROVINCIA DE
OSORNO, REGIÓN DE
LOS LAGOS: OSORNO, PURRANQUE, SAN PABLO Y RÍO NEGRO 1

Jorge Rodrigo Yaitul Stormansan ∗

Resumen

El trabajo entrega un avance del Proyecto de Investigación (PI) abajo


señalado.79 Este PI perseguía tres propósitos.
El primero, ser un estudio en profundidad sobre el asociacionismo y la
participación ciudadana (PC) para el desarrollo democrático sustentable en
Chile, el cual generaría información sobre la PC, sus relaciones de
interdependencia; asimismo de un conjunto de variables/factores intervinientes,
desde el estudio de caso local/comunal.
El segundo, consistía en dinamizar la PC de las comunas en cuestión,
impulsando procesos de análisis, debate y reflexión conjunta en las
asociaciones, entre ellas y otras organizaciones sociales y el municipio. Por
último, el tercero se centraba en promover la participación de los ciudadanos y
de las asociaciones en el diseño y desarrollo de la política municipal en materia
de PC.
Respecto al planteamiento metodológico, asumía un diseño plural que
combinaba técnicas de investigación complementarias de carácter cuantitativo,
cualitativo y participativo. Finalmente, en relación a las metas, la principal era
profundizar en el nivel de conocimiento en torno al estado del asociacionismo y
la PC en las comunas en cuestión.
Conjuntamente, se orientaba a establecer dos vías de investigación y
PC. Por una parte, un Seminario permanente de Estudios para la Intervención
Social denominado SEPIS, y por otra, la creación de un equipo
multidisciplinario de nivel nacional e internacional.

Palabras claves: Trabajo Social, asociacionismo y participación ciudadana

                                                                                                               
1
 En esta comuna, por diversos obstáculos, no se llevó a cabo trabajo de campo durante el período 2012-
2013. Para el 2014 se tiene previsto el desarrollo de tales actividades

Académico jornada completa del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Los
Lagos 
(ULA), Osorno. Correo electrónico: jyaitul@ulagos.cl
79
Esta presentación es producto del Proyecto DIULA 08/2012 (mayo 2012-mayo 2014) " Asociacionismo y
participación ciudadana. Estudio de caso en cuatro comunas de la Provincia de Osorno: Osorno, Purranque, San
Pablo y Río Negro," del cual es investigador responsable el autor de la ponencia, y actúa como coinvestigador el
Dr. Patricio Valdivieso Fernández (CEDER-ULA).

 
De los fundamentos de la investigación

En la actualidad las grandes teorías contemporáneas de la democracia


(Macpherson, 1982; Held, 1991, entre otros) subrayan la necesidad de involucrar la
PC en las políticas públicas, como un medio para incrementar la calidad de los
sistemas democráticos y superar los síntomas de desencanto, apatía y desafección
de los ciudadanos frente a la política (Bardhan, 2002; Blanco y Brewer-Carias,
1997; Finot, diversos años; entre otros).

De la misma forma, al igual que otros países de América Latina, Chile se


encuentra en pleno proceso de modernización del Estado y de profundización de su
sistema democrático (Ahumada, 2002; Bardhan, 2002; Borja, 1987; Cunill, 1991;
entre otros). Chile, por cierto, se caracteriza por el alto grado de centralización y un
híperpresidencialismo.

En este orden, la descentralización y la democratización van de la mano, en la


cual, la primera consiste en la transferencia de facultades, prerrogativas, servicios,
presupuesto a los niveles subnacionales: regiones, provincias, municipios (Finot,
diversos años; Orlansky, 1998; entre otros), y la segunda, en políticas públicas e
instrumentos que tienen el propósito de involucrar a los actores sociales y la
ciudadanía activamente en los procesos de desarrollo (Bardhan, 2002; Bennett,
1994; Blanco y Brewer-Carías, 1997; Burki, Perry y Dillinger, 1999; entre otros).

Sin embargo, en el caso de los municipios se observa que tienen numerosos


problemas y déficits que dificultan las políticas de descentralización y
democratización. De este modo, urge encontrar caminos que ayuden a mejorar el
desempeño e incluir la PC en las políticas locales.

De esta manera, en línea con numerosos estudios que subrayan la


importancia del ámbito local, como unidad de análisis para el estudio de los
procesos de descentralización y democratización (Lechner, 1991; Zimmerman, 1992;
Mouffe, 1992; Cunill, 1997; Bobbio,1999b; Dastres, 2003; entre otros), en esta
investigación se estudian los instrumentos que permiten el asociacionismo y PC en

 
las comunas en cuestión, las cuales muestran diferencias en su grado de
urbanización y de ruralidad.80

Igualmente, esta iniciativa fue abordada por un equipo interdisciplinario, que en


virtud de los avances investigativos actuales, en particular los de P. Bourdieu, M.
Foucault, N. Chomsky, H. Arendt, E. Thompson y E. Said, entre otros, se determinó
integrar las siguientes disciplinas: Sociología, Economía y Ciencia Política, cada una
representada por especialistas. Lo anterior por la necesidad de trabajar
integralmente el estudio local/regional.

En cuanto a los supuestos, la investigación planteaba cuatro. El primero


basado en las indagaciones preliminares que han realizado los investigadores
responsables, en relación con la PC en las comunas, de que esta es más bien baja y
que existen numerosos factores adversos en los propios municipios que la
obstaculizan. Un segundo, que refería a que en los municipios chilenos existen
tensiones y contradicciones entre las metas del buen desempeño y de la legitimidad
(participación), y esto afecta los resultados de las políticas, planes, programas y
proyectos que apuntan a mejorar los niveles de PC.

Un tercer supuesto exponía que en los alcaldes y en las autoridades locales, la


PC tiene importancia como discurso políticamente correcto que justifica la
transferencia de recursos y poder. Finalmente, un cuarto supuesto esbozaba que la
PC es una bandera de lucha en las arenas electorales. Pero ese discurso no se
traduce en prácticas sustentables de participación que permean la estructura de la
toma de decisiones ni la marcha de los servicios municipales.

Lo anterior, obliga al rediseño de instrumentos de gestión en dirección de


racionalizar el funcionamiento de los servicios municipales y generar incentivos para
                                                                                                               
80
Estas comunas se seleccionaron, por cuanto: 1. representan en conjunto, un volumen de población del 87 por
ciento del total de habitantes de la provincia, es decir suman 203.108 habitantes de un universo de 232.476
habitantes (SINIM, 2010); 2. Igualmente, debemos consignar que las comunas escogidas, mantienen con la ULA
vínculos de trabajo, vía convenios marcos. Por ejemplo: carreras de pregrado como Trabajo Social, mantiene un
contingente de alumnos de cuarto y quinto año de su formación, a través de prácticas profesionales y del
desarrollo de seminarios de titulación, estos, en diferentes áreas de intervención comunal, como es el caso de
educación, salud, desarrollo rural y organizaciones comunitarias; 3. En conjunto, dos comunas (Osorno y
Purranque) representan, en términos promedio un 75,77 por ciento de población urbana, y las otras dos comunas
(Río Negro y San Pablo), un 63,5 por ciento de población rural, en relación al total de la población de la Provincia
de Osorno; 4. Las comunas se encuentran adyacentes a la carretera longitudinal norte-sur, totalmente
pavimentada y con facilidad de acceso al área urbana todo el año; y 5. Se encuentran a una distancia urbana, en
automóvil de menos de una hora: a Purranque 52 Km. sur, a Río Negro 36 Km. sur poniente, y San Pablo 27 Km.
Norte.

 
la participación, lo que ayudará a superar los desafíos, solo si se considera la
demanda ciudadana por participación, y se traduce en un sistema inclusivo de la
participación. El rediseño debe consistir en una reorganización de los vasos
comunicantes que conectan servicios públicos municipales, instrumentos y
programas con los actores comunales.

Del desarrollo de la iniciativa

Conforme a los propósitos planteadas en el PI y en concordancia con el


planteamiento metodológico, se armonizaron tres tipos de análisis: cuantitativo,
cualitativo y autodiagnóstico.

El primero, análisis cuantitativo, refería un trabajo de gabinete en torno a los


datos del Registro General de Asociaciones Comunitarias de las cuatro comunas;
del Registro de Asociaciones locales del Gobierno Regional; de los datos contenidos
en las guías de servicios y recursos sociales y económicos de diferentes entidades
comunales, provinciales y regionales.

Paralelamente, con el propósito de producir una adecuada caracterización, la


indagación comenzó sistematizando toda la información disponible sobre las cuatro
comunas y su municipios. Para ello, se obtuvo información del Servicio Nacional de
Información Municipal (www.sinim.cl) del INE, de las encuestas CASEN del
Ministerio de Desarrollo Social (antes MIDEPLAN, series 2003, 2006, 2009), las
cuentas municipales, las cuentas públicas anuales del alcalde.

De la misma forma, se analizó la oferta del municipio en materias sociales y de


PC, para ello se recopiló toda la información oficial pertinente. En relación con la
oferta municipal, se recabó información sobre los instrumentos legales y
administrativos, presupuestarios, y toda la información complementaria que dé
cuenta de canales que existen en el municipio para la PC. Esta información, más
tarde, se contrastó con los datos recabados en el trabajo de campo.

A estas acciones, se añadió la recopilación y análisis de información


cuantitativa y documental con entrevistas que se aplicaron a informantes calificados
de las cuatro comunas, las que incluyeron dirigentes sociales, funcionarios y

 
autoridades municipales. Del mismo modo, se diseñó y aplicó un cuestionario a
muestras representativas de actores de las cuatro comunas seleccionadas.

En segundo término, se llevó a cabo un análisis de las percepciones y de los


discursos de los distintos actores implicados, producidos mediante la aplicación de
una encuesta a informantes claves como un primer nivel (responsables políticos y
técnicos municipales y a miembros de asociaciones, directivos, socios, técnicos,
vecinos). Como segundo nivel, la aplicación de una entrevista en profundidad a una
muestra de los mismos, apuntando con ello a los temas que son más relevantes
para la PC. El propósito de las entrevistas era rescatar las percepciones y
valoraciones de sus experiencias en torno a la PC y la calidad de los instrumentos
municipales.

En tercer lugar, se realizó un autodiagnóstico por parte de las asociaciones en


el cual se analizaron temas centrales, devolución y contraste de la información
recogida y detección de necesidades mediante la realización de un Taller/Panel de
organizaciones sociales y comunitarias.

Paralelamente, el equipo de investigadores dictó un curso sobre este tema,


en el cual se capacitaron a estudiantes de cuarto año de Trabajo Social (TS) de la
ULA con el objeto de trabajar en la aplicación de encuestas y pautas de observación
en terreno, como también, en el análisis de información en base a la construcción
de un banco de datos. Las pautas fueron diseñadas para observar recurrencias en
los servicios que ofrece el municipio en terreno, tales como: oficinas de atención a
usuarios, rutinas en la atención, forma de ingresar demandas y procesarlas,
aplicación de instrumentos de participación, etc.

Al mismo tiempo, durante el desarrollo de la investigación el equipo realizó su


trabajo en los cuatro municipios, conjuntamente a las prácticas profesionales de los
estudiantes de TS de la ULA, en sus diferentes niveles. De la misma forma, tuvo el
apoyo de dos ayudantes de investigación, de nivel de postgrado, las cuales son
tituladas de TS de la ULA. Cabe consignar, que estas profesionales habían realizado
su seminario de título en el marco del proyecto interno DIULA 08/2012 y del proyecto
Fondecyt Nº 1110413 (2011-2014) que actúa como complementario.81 Asimismo, se
                                                                                                               
81
Proyecto “Factores Institucionales y Políticos en la Formación de Capital Social,” siendo investigador
responsable el Dr. Patricio Valdivieso Fernández.

 
debe señalar que estas ayudantes de investigación durante el período 2013-2014 se
encuentran cursando el Magister en Ciencias Sociales de la ULA.

Como se pudo advertir, en la investigación se consideraron tres tipos de


actores sociales que suministraron información de calidad sobre la PC en cada
comuna. Estos fueron entrevistados y se les aplicó un cuestionario compuesto de 58
Ítems con 41 preguntas. En este orden, tenemos los siguientes datos que se
muestran en el Cuadro n.° 1.

Cuadro n.° 1: Encuestas aplicadas por tipo de actor social, a nivel comunal

TIPO ACTOR SOCIAL Número de Comunas

encuestas aplicadas

Dirigentes de organizaciones territoriales: juntas de 80 Osorno


vecinos; Dirigentes de organizaciones funcionales:
deportivas, adulto mayor, centros de madres, etc.

45 Purranque

36 Río Negro

Autoridades municipales: alcaldes 3 Osorno; Purranque y Río


Negro

Concejales 9 Osorno; Purranque y Río


Negro

Directivos superiores de la administración y gestión 12 Osorno; Purranque y Río


municipal de áreas estratégicas, como: Administrador Negro
municipal, Director departamento de salud y educación,
SECPLAN, DIDECO que incluye organizaciones
comunitarias, de desarrollo rural y económico, etc.

Fuente: elaboración propia en base a encuestas, proyecto DIULA N° 08/2012.

De igual modo, como parte del proyecto de investigación a fines de 2012 se da


inicio al Seminario de Estudios para la intervención Social (SEPIS). Este es un
seminario permanente de estudios y propuestas en el ámbito de la asociación y
participación ciudadana en el nivel comunal de la Región de Los Lagos. En la
actividad confluyen y dialogan formaciones diversas, entre otras: trabajo social,
economía, geografía, sociología, ciencia política, historia.

El SEPIS es una instancia en la cual participan alumnos de pre y postgrado


que, junto a profesores de la ULA e invitados, construyen un espacio de
conocimiento. El SEPIS se desarrolla a través de Talleres, Charlas, Conferencias,

 
Exposiciones y Cursos electivos. Asimismo, genera artículos, ponencias,
investigaciones aplicadas y propuestas de líneas de investigación, entre otras.

Si bien el seminario se origina a partir del proyecto de investigación


DIULA08/2012 la iniciativa se encuentra constituida en lo fundamental por 25
estudiantes de Trabajo Social de la Universidad de Los Lagos, provenientes de
diferentes niveles. De la misma forma, el seminario se articula con el área de
investigación de la carrera de TS.

El SEPIS durante 2012 y 2013 llevó a cabo 7 actividades principales, entre las
que se destacan: un encuentro-seminario; dos seminarios-talleres; un coloquio con
estudiantes; dos talleres de análisis específicos, y una escuela para dirigentes,
reuniendo en total a 232 participantes. Estas actividades se distribuyeron entre
octubre de 2012 y diciembre de 2013 en las comunas de Osorno y Río Negro, y en
las cuales participaron diversos profesionales invitados, tanto nacionales como
internacionales, los que trabajaron junto a estudiantes de TS de la ULA, dirigentes
sociales y comunitarios de las cuatro comunas.

Asimismo, durante la implementación del SEPIS se realizaron tres focus


groups con representantes de los estamentos que participaron de la investigación,
ello, con el propósito de debatir puntos críticos de las políticas, instrumentos y
prácticas de PC de las comunas.

De la misma forma, como señalamos más arriba, en el transcurso de la


investigación se fue constituyendo un equipo multidisciplinario de nivel nacional e
internacional, participando investigadores de Chile, Brasil, Inglaterra, Colombia,
España y Suecia.

Conjuntamente, a partir de 2014 los logros y alcances del proyecto se


encontrarán en una sección habilitada para consulta de todo público en el sitio web
www.capital-social.com. Esta unidad contendrá los siguientes antecedentes por
comuna: bases de datos y análisis de resultados; publicaciones; documentos de
trabajo producidos durante la ejecución del proyecto, e información del SEPIS. 82

                                                                                                               
82
Del mismo modo, el presente proyecto se nutre de los resultados de las investigaciones realizadas en los
últimos cinco años por el Dr. Valdivieso que se encuentran en el sitio web www.capital-social.com, y en
particular, del proyecto Fondecyt Nº 1110413 (2011-2014).

 
Algunos antecedentes

Conforme al desarrollo de la investigación, se puede apreciar que no existe


una clasificación única o estandarizada de tipologías de asociaciones a nivel de las
comunas. Normalmente se realizan a partir de una diferenciación por actividades,
objetivos, formas de actuación, grupos de población a los que se dirige, etc.

Asimismo, estas tipologías son establecidas teniendo presente los cuerpos


legales relativos a la materia, como lo son la Ley N° 20.500 sobre Asociaciones y
Participación Ciudadana en la Gestión Pública del 16 de febrero de 2011; la Ley N°
19.418 que Establece normas sobre Juntas de Vecinos y demás Organizaciones
Comunitarias del 9 de octubre de 199583 y el texto refundido, coordinado y
sistematizado sobre la materia, consignado en el Decreto N° 58 del 20 de marzo de
1997.
Así entonces, siguiendo a Espadas y Alberich (2010), veamos a continuación
algunas formas de clasificación que podemos utilizar:
1. Por el contenido principal de las actividades: asociaciones de actividades de
cultura, entretenimiento, deportes, educación, solidaridad, ayuda mutua, etc.

2.Por los objetivos y la orientación sociopolítica: agrupaciones reivindicativas (por la


igualdad, por los derechos de…, por el desarrollo de un barrio, por el adelanto de un
sector, por la obtención de un servicio especifico, de una ciudad…), alternativas,
conservadoras, etc.

3. Por el grupo poblacional al que van dirigido: a. asociaciones de juventud, adulto


mayor, mujeres…. (grupos de población); b. asociaciones de estudiantes, padres y
madres, trabajadores, vecinos….. (grupos de según la actividad); c. otros.

4. Por el ámbito de actuación: territorial, de preferencia a nivel comunal, aunque


también provincial, sectorial o general.

En este orden, en tales términos podemos ordenar la existencia de las


diferentes asociaciones en una tipología como la que más adelante indicaremos, a

                                                                                                               
83
Esta disposición, promulgada por el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, derogó la Ley N° 18.893 del 30 de
diciembre de 1989 Sobre Organizaciones Comunitarias Territoriales y Funcionales que había emitido el Capitán
General Augusto Pinochet Ugarte, la cual, a su vez, había derogado la Ley N° 16.880 del 7 de agosto de 1968 de
Organizaciones Comunitarias, que había sido promulgada por el Presidente Eduardo Frei Montalva.

 
partir de un conjunto de datos por comuna que obedecen a resultados de carácter
cuantitativo. Tal información recogida se presenta en el Cuadro n.° 2 siguiente.

Cuadro n.° 2: Número de organizaciones territoriales y funcionales por comunas

Comuna Población Comunal (2012) Organizaciones Comunitarias

Total urbano/rural Territoriales Funcionales

1. Juntas de Vecinos: 1.Comunidades Indígenas 5


a. urbanas 5 2.Organizaciones de Adulto Mayor 22
Rio Negro 12.892 b. rurales 2 3.Comité de Adelanto Vivienda, Agua
Potable y Agua predial 76
4.Clubes Deportivos 63
5. Otras denominaciones 76
1. Juntas de Vecinos: 1.Comunidades Indígenas 5
a. urbanas 24 2.Organizaciones de Adulto Mayor 25
Purranque 20.705 b. rurales 2 3.Comité de Adelanto Vivienda, Agua
Potable y Agua predial 72
4.Clubes Deportivos 73
5. Otras denominaciones 40
1.Juntas de Vecinos: 1. Comités diverso tipo 581
a. urbanas 107 2. Talleres 56
Osorno 164.370 b. rurales 27 3. Agrupaciones de Comerciantes 40
4. Agrupaciones de Padres y 121
Apoderados
5. Grupos de Beneficencia 139
6. Agrupaciones Culturales 180
7. Agrupaciones de DD.HH 6
8. Agrupaciones de Jubilados 7
9. Centros de Alumnos 19
10. Consejos de Desarrollo 9
11. Clubes de Adulto Mayor 89
12.Centros de Estudios 4
13. Agrupaciones de Jóvenes 41
14. Asociaciones Deportivas 569
15. Asociaciones de Rehabilitación 3
16.Grupos Scout 4
17. Agrupaciones Animalistas 2
18. Agrupaciones de Minusválidos 6
19. Asociaciones Religiosas 17
20. Agrupaciones Indígenas 18
21. Agrupaciones de ex Funcionarios 7
22. Asociaciones de Turismo 3
23. Agrupaciones de Victimas 2
24. Clubes Aéreos 3
25. Asociaciones de Mujeres 37
26.Campamentos 2
27. Agrupaciones de Funcionarios 26
28. Clubes Rehabilitación de Alcohólicos 6
29. Consejos Vecinales 3
30. Coordinadora de Infancia 1
31. Unión comunal de Comités de Seguridad
Ciudadana 1
32. Unión Comunal de Organizaciones de
Adultos Mayores 1
33. Unión comunal de Juntas de Vecinos
Sector Urbano 1
34. Unión comunal de Juntas de Vecinos
Sector Rural 1
Fuente: elaboración propia en base a Informe Secretaria Municipal de IMO, 2012; Informes diversos
comunas de Rio Negro y Purranque 2012-2013, y entrevistas con directivos municipales.

 
En Osorno se encuentran inscritas 134 organizaciones comunitarias
territoriales y 2.005 funcionales. En cuanto al número de miembros por organización
el municipio de Osorno no cuenta con dicha información; solo se puede hacer una
estimación. En este sentido, a nivel de cada organización territorial, se presume un
promedio de 200 socios, y en cada organización funcional, un promedio de 18.

En el caso de Río Negro, se tiene contabilizado 249 organizaciones


comunitarias, de las cuales 7 son territoriales y 242 funcionales. A nivel de cada
organización, el número de integrantes, va desde los 11 hasta los 370, con un
promedio que fluctúa entre 15 a 40. Respecto a Purranque, se tienen registradas
241 organizaciones comunitarios, de las cuales 26 son territoriales y 215
funcionales. En cuanto al número de miembros, las estimaciones oscilan para las
organizaciones funcionales urbanas con un mínimo de 15, mientras que las rurales
solo 10 personas, y las Juntas de Vecinos como mínimo están integradas por 100
personas.

En suma, como comentábamos podemos ordenar la existencia de las


diferentes asociaciones en una tipología, la cual se presenta a continuación en el
Cuadro n.° 3

Cuadro n.° 3: Tipología de asociaciones para las comunas

Denominación Componentes

1. Acción Social Discapacidad; defensa de minorías étnicas y del pueblo mapuche; adulto mayor; asociaciones
para protección de menores o que actúan con la infancia y menores; otras que incluyen a
organizaciones singulares como Cruz Roja o Cáritas; voluntariado, de acción o cooperación
internacional
2. Juntas de Vecinos Conforme a Ley N° 19.418
3.Consumo y Medio Consumidores. Asociaciones de defensa de los consumidores; Medio ambiente. Conservacionistas
Ambiente y ecologistas
4. Cultura Asociaciones culturales y artísticas de todo tipo; folclor
5.Deporte Clubes, agrupaciones de ese fin
6.Educación Asociaciones de padres; centros de padres y apoderados públicos como privados de todos
niveles básico y medio; asociaciones de estudiantes, mayoritariamente son asociaciones de
universitarios (con gran variación y renovación)
7. Juventud De todo tipo pero sólo las inscritas como tales asociaciones juveniles (no culturales, deportivas)
8. Mujer Igual criterio
9.Profesionales, Asociaciones profesionales, sindicatos, asociaciones de empresarios
Sindicatos y
Empresarios
10.Religiosas Sólo se incluyen la asociaciones estrictamente o autodeterminadas como religiosas (no las
iglesias)
11.Salud y adiciones Salud, todas las entidades que trabajan en el ámbito de promoción de la salud y afectados por
enfermedades , grupos de ayuda mutua, etc. ( no discapacidad); dependencias y adicciones
(drogodependencias, alcoholismo…)
Fuente: elaboración propia en base a Espadas y Alberich, 2010.

 
Bibliografía

1. CASEN del Ministerio de Desarrollo Social (antes MIDEPLAN, series 2003, 2006, 2009).
Santiago, Chile: http://www.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/casen/bases_datos.html.

2. Cunill G., N. (1991). Repensando lo público a través de la sociedad. Nuevas formas de


gestión pública y representación social. Caracas, Venezuela: CLAD-Nueva Sociedad.

3. Cunill G., N. (1991). Participación Ciudadana. Dilemas y perspectivas para la


democratización de los estados latinoamericanos. Caracas, Venezuela: CLAD.

4. Espadas Alcázar, Ma. Á. y Alberich, T. N. (2010). Ser Parte y Tomar Parte. Análisis y
propuestas sobre asociacionismo y participación ciudadana en la ciudad de Jaén. Jaén,
España: Editorial Universidad de Jaén.

5. Held, D. (1997). La Democracia y el orden global. Del Estado Moderno al Gobierno


cosmopolita. Barcelona, España: Editorial Paidós.

6. Lechner, N. (1991). "Modernización y democratización: un dilema del desarrollo chileno",


EP, 70, 1998, 231-242.

7. SUBDERE, Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo. Santiago, Chile.


Sistema Nacional de Información Municipal: www.sinim.cl.

8. Valdivieso F., P. (2011-2014) “Factores Institucionales y Políticos en la Formación de


Capital Social." Proyecto FONDECYT Nº 1110413.

Webgrafía

1. www.capital-social.com.

 
APROXIMACIÓN PRELIMINAR AL ENTORNO LABORAL Y ETICO DE LOS
TRABAJADORES SOCIALES DE LA COMUNA DEL VALPARAISO.

Violeta Flores F . ∗

Patricia Mura ∗∗

Geraldine Vicencio ∗∗∗

RESUMEN

El documento obedece a las principales reflexiones que se hacen tomando


como base un estudio preliminar de campo en el marco de un seminario de
título y grado de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso,
guiado por la autora y que fue patrocinado por el Colegio de Asistentes
Sociales de Chile. Se hace una caracterización del entorno laboral y ético de
los trabajadores sociales de la Provincia de Valparaíso en el marco de los
objetivos e intereses de la Agenda Global de Trabajo Social. Teniendo como
referentes teóricos e ideológicos el entorno laboral asociado concepto de
calidad del empleo y los valores y principios del código de ética profesional y
laboral de Trabajo Social.

Entre los resultados más relevantes cabe señalar ,que permitió tener un
acercamiento exploratorio a la visión del entorno laboral de los trabajadores
sociales de la provincia en cuanto a su cuantificación , áreas de desempeño ,
como asimismo la percepción que los mismos profesionales tienen de su
contexto laboral, sus funciones , sus temores y desafíos ; que en términos
comparativos difiere notablemente de las visiones gremiales en otros contextos
nacionales , latinoamericanos e inclusive internacionales. Planteándose el
desafío en el corto plazo de profundizar el sustento de dichas visiones y/o
extender la experiencia en el contexto regional y nacional.

Palabras Clave:

                                                                                                               

  Asistente Social UV -Magister en Educación con mención en Gestión de Calidad UMC Doctorante de
Trabajo Social UNLP Docente Escuela de Trabajo Social Universidad de Valparaíso y Escuela de Trabajo
Social Universidad Miguel de Cervantes.
∗∗
Asistente Social UV, Licenciada en Trabajo Social
∗∗∗
 Asistente Social UV, Licenciada en Trabajo Social

 
1..-Introducción:

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS), desde el año


2006, a través de uno de los documentos base que contribuyeron a la
formulación de la Agenda Global para el Desarrollo del Milenio, ha manifestado
la relevancia de conocer y tener en cuenta cómo los empleadores otorgan un
entorno efectivo y ético al trabajo de los asistentes sociales en la práctica
laboral cotidiana. Sus estudios identifican varios factores que contribuyen a
crear el “ambiente de trabajo”, pero sin duda destacan la responsabilidad
significativa que tienen los empleadores en los mismos. Conjuntamente con
ello evidencian que existen tensiones entre algunas estrategias de gestión
utilizadas, los valores profesionales y enfoques de las prácticas laborales y
profesional, razones que fundamentan la elaboración de un proyecto de estudio
serio.

La preocupación y referencia planteada ilustran no solo la trascendencia del


entorno laboral en donde se desarrollan las prácticas de los trabajadores
sociales, sino que la necesidad de tener un conocimiento cualitativamente más
profundo , que permita dimensionar su calidad y real importancia, y que a su
vez favorezca el desarrollo de un trabajo eficaz y éticamente acorde con las
problemáticas y necesidades sentidas y valores de las personas , grupos y
comunidades objetivo de la intervención social de trabajo social.

En conformidad a lo señalado y los objetivos de la agenda global del milenio,


los países de la región se han propuesto realizar procesos de indagación y
conocimiento de los entornos laborales y éticos de los trabajadores sociales.
En esa línea , este documento se construye con el patrocinio del Colegio de
Asistentes Sociales de Chile , como un estudio base , en el marco del resultado
de un seminario de Titulo , a lo cual se le han agregado datos y antecedentes
complementarios de esta situación; ha pretendido captar esta preocupación a
través de un primer acercamiento preliminar a la realidad de los trabajadores
sociales de la Provincia de Valparaíso, el que no ha estado exento de
limitaciones dado que se realizó entre Mayo y noviembre del 2013 y al menos 3
meses de este tiempo, los servicios e instituciones públicas del país tuvieron un
prolongado paro de actividades , que afecto la metodología de recolección de
información programada inicialmente y el espectro representacional de la
población estudiada, lo que obligo a realizar los ajustes de rigor , que
permitieran validar su proceso y resultados.

2.-Mercado laboral y Trabajo Social en la Región de Valparaíso:

En el año 2005 el mercado laboral de Trabajo Social en la Quinta Región,


podría estimarse entre 1.000 a 1200 Asistentes Sociales en ejercicio. La
provincia que cuenta con un mayor número de Asistentes Sociales es
Valparaíso, la que reúne aproximadamente un 40% del número total de
´profesionales seguido por la provincia de San Antonio y San Felipe con un
15% respectivamente, de lo cual se puede inferir que los Asistentes Sociales
de la Quinta Región presentan una marcada tendencia de inserción laboral en
la capital regional. (Astudillo Vicencio & Cofré Arredondo, 2005).

 
En cuanto a los ámbitos institucionales del empleo y desempeño para
asistentes sociales en la Quinta Región pueden señalarse los siguientes:
(Astudillo Vicencio & Cofré Arredondo, 2005), que se asocian principalmente al
sector público y en segundo lugar, al privado. Entre estos cabe mencionar:
Municipio, Red de salud, Red SENAME: Gobierno Regional, Gendarmería,
Educación, Fuerzas Armadas y de orden, Empresas, Consultoras, Justicia,
JUNJI, SERVIU, IPS y ONG.

3.-Referentes teóricos, conceptuales, políticos y jurídicos:

El Entorno laboral, se asocia al Ambiente Laboral; el que su vez se entiende


como “…el entorno humano y físico en el que se desarrolla el trabajo cotidiano.
Es el medio dentro del cual se establecen relaciones y se desenvuelve la
dinámica habitual de una organización. Tiene impacto directo en los niveles de
satisfacción laboral y de productividad” (GLINKA & RSE, 2007). Concepto que
necesariamente nos refiere a tratar de entender que es “calidad de vida
laboral”, el cual según los autores Poza & Prior, es “la forma en que se produce
la experiencia laboral en condiciones objetivas como por ejemplo; seguridad e
higiene laboral, trabajo, salud laboral, etc. y en condiciones subjetivas del
trabajador en el sentido de cómo lo vive”. Lo cual alude a la bidimensionalidad
y complejidad de éste.

Un “buen lugar para trabajar” sería entonces aquel donde los trabajadores
confían en sus superiores, trabajan sintiéndose seguros y respaldados, lo que a
su vez les permita sentirse orgullosos de lo que hacen. Es importante también
el trabajo en equipo y las relaciones humanas dentro del lugar de trabajo,
donde se disfrute también compartiendo con los compañeros. Al respecto se
señala que, una cultura enfocada en sus trabajadores, es de suma importancia
para el logro de un buen ambiente laboral. Aquellas fuentes laborales que
consideran a sus trabajadores como su mayor capital, son las que consiguen
de éstos, “el mejor rendimiento. “….. El ambiente laboral es uno de los
aspectos que diferencian a las empresas o trabajos exitosos, de las que no lo
son. Garantizar un buen clima laboral es sin dudas uno de los desafíos más
importantes para quienes lideran una organización y un aspecto ineludible de
su responsabilidad social.” (GLINKA & RSE, 2007).

Laura Acotto (2009) enfatiza que es el Estado de Chile quien debe asegurar las
garantías del trabajo decente para sus empleados tanto del tercer sector y el
sector privado, Con respecto a los Trabajadores Sociales la autora menciona:
“En el caso de los Trabajadores Sociales cuyo gran empleador es el Estado,
debe ser un tema a debatir, en tanto éste asume y firme acuerdos a cumplir y
regular a instancias externas a sí mismo, pero muchas veces las condiciones
en que se desempeñan los profesionales, están muy distantes de responder a
los criterios de lo que se ha denominado Trabajo Decente”. (Acotto, 2009).

El Entorno laboral y la satisfacción laboral han sido estudiados en relación a


diferentes variables en un intento de encontrar nexos entre ellas. Diversos
estudios han hallado correlaciones positivas y significativas entre satisfacción
laboral y el buen estado de ánimo y actitudes positivas en la vida laboral y

 
privada, con la salud física y psíquica de los sujetos. Por otra parte, la
insatisfacción laboral converge de forma positiva con alteraciones
psicosomáticas diversas, como estrés, ausentismo, rotación o retrasos”.
(Opazo Morales, Pereira Figueroa, & Torrijo Guajardo, 2011).

Una de las teorías más influyentes en la satisfacción laboral es la formulada por


Herzberg la cual se denomina “Teoría Bifactorial”, que señala , lo contrario de
la satisfacción, no es la insatisfacción, como tradicionalmente se ha pensado,
ya que suprimir las características insatisfactorias de un trabajo no lo vuelve
automáticamente satisfactorio. Se postula que los resultados se desprenden de
la existencia de un continuo doble: lo opuesto de “satisfacción” es pues, “no
satisfacción” y lo opuesto de “insatisfacción” es “no insatisfacción”. Así, los
factores que producen satisfacción laboral son distintos de los que llevan a la
insatisfacción. En consecuencia, Herzberg denominó “factores de higiene” a las
condiciones de trabajo, relaciones con los demás y seguridad laboral. Cuando
son adecuados, las personas no se sentirán insatisfechas, aunque tampoco
satisfechas.

Es preciso concluir, que son distintos e independientes los factores que


contribuyen a la satisfacción y los que provocan insatisfacción. Se deduce por
tanto que, estos sentimientos no son opuestos entre sí. Entre los factores de
satisfacción o los motivadores que son intrínsecos al trabajo pueden
concretarse en: Deseo de realización o logro, Estima ajena, Gusto por el
trabajo, Responsabilidad y Promoción. Por lo contrario, los determinantes de la
insatisfacción, llamados también factores higiénicos, son: Política de la
compañía, Vigilancia excesiva, Salarios y Condiciones de trabajo”. (Layana
Zamora, 2009).Así las características del cargo que influirían en las
percepciones de las condiciones actuales de los trabajadores, son reto del
trabajo, sistema de recompensas justas, condiciones de seguridad, condiciones
físicas con supervisiones favorables, además contar con colegas que brinden
apoyo, y por último que haya compatibilidad entre personalidad y puesto de
trabajo. (Opazo Morales, Pereira Figueroa, & Torrijo Guajardo, 2011).

En cuanto a la Ética y Ética Laboral, puede señalarse que la palabra ética


proviene del griego “ethos”, la cual significa costumbre y a su vez está
relacionada con la epistemología latina denominada “more”, que es morada,
costumbre. Se puede entender como la “reflexión filosófica sobre la moral, las
costumbres, los comportamientos del ser humano y la relación de esos
comportamientos con sus posibles repercusiones“. (Hernández Baqueiro,
2006). La actuación de un individuo se puede evidenciar en cuanto a su modo
de ser, desde la perspectiva del “bien” y el “mal”. Lo “bueno” en términos
generales hace relación con valores morales, a su vez lo “malo” es el objeto de
juicio moral negativo. A. Cortina (2003), señala que la ética va en la búsqueda
del saber ser, tanto en la parte teórica como en la práctica, cuyo propósito será
señalar lo que está bien, lo justo y en síntesis lo que es moral.

En el desarrollo de la ética, sus características y en concreto, que es lo


“bueno”, influye en el comportamiento de las personas; esto orientado hacia el
bien, de manera tal, que se vincule a la búsqueda de normas y principios con
validez universal, que no se busque un interés personal. Esto deriva en el

 
comportamiento moral, sus razones y justificaciones, se encuentra ligado con
las necesidades y beneficios sociales. Así, es necesario decir que el
comportamiento moral, es evaluado socialmente, lo que nos acerca a su vez a
los valores. El comportamiento de cada sujeto, responde a razones personales
y sociales, traduciéndose en hechos morales. La ética da a entender que los
valores guían a la práctica moral de los seres humanos. El uso del término
valor, que es aplicable a un proceso económico, puede ser extendido en
distintos campos de la actividad humana. Pero en la ética es tomado desde el
punto de vista histórico, para dar un valor a un objeto que se materializa en
condiciones concretas de la existencia de los individuos, es decir, sus
necesidades.

El conjunto de estos principios y normas, que están destinados a regular las


acciones de las personas en la sociedad, se le denomina moral y el vínculo que
establece entre está y las personas es la conciencia moral, que valora las
acciones con base en las normas que se conocen y reconocen como
obligatorias. La moral será entonces la posibilidad de elegir entre distintos
actos posibles a realizar por la persona y en este papel entra en juego la
conciencia moral, en la que se incorporan normas y valores acordes con la
moral vigente, estableciendo una relación dialéctica entre la conciencia
autónoma y la conciencia heterónoma. Esto quiere decir que, solo el acto que
comprende la elección de un valor elegido de forma libre y sin imposición
puede considerarse inherente a la moral autónoma. La conciencia moral no se
encuentra condicionada totalmente, ni tampoco sometida a un poder del todo
externo.

Ahora en relación a la Ética Profesional y laboral, se evidencia en el


sentimiento de pertenencia en conjunto con la sociedad, el gremio de la
profesión y a la institución para la cual se trabaje. Teniendo la virtud que al
dotar al profesional de valores morales, lo torna más flexible, más fuerte, más
comprometido, más experimentado, y más humano. Sin duda, mejor preparado
para enfrentar y superar con éxito las contingencias que aparecen en el ámbito
del trabajo.

Aprender a decidir conforme a la ética profesional es asunto de la práctica, y no


solamente de conocimientos, habilidades o destrezas en abstracto; esto quiere
decir que tiene que ser la integración entre el saber, el saber hacer y el saber
ser y en los últimos años se le ha agregado , “saber convivir “ . La práctica
formaría el hábito y este se convierte en parte esencial de la personalidad del
profesional. Ello lo vincula de tal forma con el mundo, que le brinda la
oportunidad de ir creciendo y realizándose en sus acciones. Así, la libertad, la
razón, la voluntad, la responsabilidad y la justicia orientan a los profesionales
para que asuman que su ética, esencialmente depende de ellos mismos. Por lo
tanto, quienes no optan por los valores morales, corren el riesgo de no
reconocerse para sí, ni reconocer a los otros, a los demás. En esos términos,
se puede decir que la propuesta de la ética profesional comparada con la ética
general es más demandante, el razonamiento que requiere es más acucioso y
los compromisos que ella impone son de un nivel moral más complejo. Por
tanto, además de la aplicación de principios inherentes a la ética general, el

 
profesional debe tener presente el principio de servicio en sus acciones hacia
los otros, la institución que representa y la sociedad en su conjunto.

En cuanto a la Ética Laboral y el Derecho Laboral en Chile, el Código del


Trabajo Chileno, plantea aspectos que tienen que ver con reglamentos internos
y modos de comportamiento para la permanencia de los trabajadores en su
institución de trabajo y a su vez sus derechos y los deberes del empleador
hacia ellos. El artículo 153 del Código del Trabajo chileno, plantea que las
empresas, establecimientos, faenas o unidades económicas que ocupen
normalmente diez o más trabajadores permanentes estarán obligados a
realizar un reglamento interno de orden, higiene y seguridad, el cual debe
contener las obligaciones y prohibiciones de los trabajadores, en relación con la
permanencia, circulación en las dependencias de la empresa o establecimiento
y sus labores dentro de ésta. Enfatizando que, se deberán estipular normas
para tener un ambiente laboral digno, para el mutuo respeto entre los
trabajadores.

El articulo 157 plantea las sanciones a las cuales se verán expuestos los
trabajadores que infringen las normas del reglamento interno, estableciendo
tipos , montos y destino de las mismas .Puede citarse el artículo 160, referido al
término del contrato trabajo sin indemnización, por el hecho de cometer
algunas de las faltas graves estipuladas en el Código. Entre las conductas
indebidas de carácter grave y que deben ser comprobadas: la Falta de
probidad del trabajador en el desempeño de sus funciones; conductas de
acoso sexual; vías de hecho ejercidas por el trabajador en contra del
empleador o de cualquier trabajador que se desempeñe en la misma empresa;
injurias proferidas por el trabajador al empleador; conducta inmoral del
trabajador que afecte a la empresa donde se desempeña, y conductas de
acoso laboral. También nombra como, abandono del lugar de trabajo, actos
que perjudiquen la seguridad del establecimiento, incumplimiento de las
obligaciones impuestas en el contrato de trabajo, entre otras.

Así, el cumplimiento de normas éticas en el entorno laboral, se encuentra


regulado por el código del trabajo de Chile, en el caso de los privados y en el
sector público por las leyes orgánicas y estatutos administrativos, en donde la
premisa ética es la generación de adecuados ambientes laborales y su vez la
búsqueda del trabajo digno para las personas, para lo cual además establece
los organismos que tienen competencia para ello.

Por otro lado , para comprender la Ética y Trabajo Social, de mejor manera y
su sentido, se considera prudente comenzar definiendo la ética, “La ética como
filosofía moral; esto es: como una reflexión sistémica, como una indagación
teórica acerca del modo más adecuado de actuar y vivir la vida para que esta
sea “ buena”, es decir: lo más plenamente humano posible., en otras palabras
una inequívoca vocación práctica; toda vez de lo que se trata no es tanto “
saber”, cuanto de “saber vivir”; de actuar “bien””. (Bermejo, 1996).

Grazziosi, (1978). define al código de ética profesional como; “la ordenación


sistemática de principios, normas y reglas establecidas por un grupo
profesional o cuasiprofesional, para su propia vida, con el fin de regular y dirigir

 
la conducta moral de sus miembros o sus relaciones mutuas”. Agregando que
.“Los aspectos éticos que entrañan el ejercicio de la actividad profesional del
asistente social, hacen a su integridad social y humano y tiene al mismo tiempo
una seria proyección sobre la sociedad en que actúa. Las repercusiones
directas en la vida social son, en el caso de esta profesión, mayores y más
profundas que las que pueden tener otras ocupaciones. Se trata de un actuar
directo sobre la vida social, y las conductas anti-éticas son creadoras de
problemas psicosociales o sociales.” (Laura Grazziosi , (1978) “Códigos de
Ética del Servicio Social”) .

En cuanto a los Principios éticos del Trabajo Social, la Federación


Internacional de Trabajadores Sociales señala que la ética profesional, es una
parte relevante en la práctica de todo Trabajador Social, pero que esta misma
debe diferenciarse según los aspectos culturales y políticos de los distintos
países miembros de la Federación, por lo cual plantea una serie de principios
cuya aplicación requieren de una formación continua de los profesionales , lo
que aseguraría oficio en la intervención profesional. Los postulados éticos son
para el ejercicio profesional normas de intervención. Pudiendo destacarse entre
ellos :
-Respeto a la dignidad, el cual Implica considerar a la persona por sobre todas
las cosas, aceptarla tal cual es y en la situación que se encuentra, como sujeto
con derechos per se a su condición humana. El trabajador social en su ejercicio
debe evitar generar prejuicios frente a las personas que por diversos motivos
se encuentran en situaciones de marginalidad económica, social y familiar; la
actitud del profesional debe ser siempre de respeto, comprensión y apoyo
incondicional.
-Perfectibilidad humana: El ser humano es siempre capaz de crear, recrear y
transformar. Lo cual nos interpela a no negar ni olvidar esa capacidad
cualquiera sea su condición social, intelectual, biológica, etc.
-Sociabilidad esencial de la persona: La persona a lo largo de su vida establece
diferentes tipos de relaciones gracias a su capacidad de interacción
interpersonal, por tanto, es fundamental entender, valorar y reforzar esta
característica.

Por otro lado, es pertinente mencionar algunos principios determinados en el


Código internacional de Ética Profesional para el trabajo social, FITS año
1976, que señalan, que todo ser humano posee un valor único con
independencia de su origen, edad, creencia, etnia y condición socioeconómica ,
El trabajador social tiene la responsabilidad de encausar sus conocimientos y
capacidad hacían la ayuda de las personas como individuos o colectivo en el
desarrollo de sus posibilidades y la resolución de sus conflictos. Y El trabajador
social tiene como obligación suprema el servicio a los demás, lo cual debe
primar sobre cualquier otro interés particular. (Leticia, Oblitas B., & Lucila,
2000).

Ahora en el marco de los Derechos Humanos y Dignidad Humana, los


trabajadores sociales deben defender la integridad y bienestar físico,
psicológico, emocional y espiritual de cada persona. Es decir, Respetar el
derecho a la autodeterminación, promover el derecho a la participación, Tratar
a cada persona como un todo e identificar y desarrollar sus fortalezas. En

 
relación a la Justicia Social, tienen el deber de promoverla, para con la
sociedad en general, y de igual manera con las personas con las que trabajan.
Esto significa: Desafiar la discriminación negativa, reconocer la diversidad,
distribuir los recursos equitativamente, oponerse a las políticas y acciones
injustas y trabajar en solidaridad. A juicio de este organismo, los trabajadores
sociales deben estar preparados para dar cuenta de sus decisiones basadas
en consideraciones éticas, y asumir la responsabilidad de sus elecciones y
actuaciones.” Deben trabajar para generar condiciones, en las organizaciones
donde trabajan y en sus países, donde los principios de esta declaración y los
de sus códigos de ética nacionales (si los hay) sean debatidos, evaluados y
defendidos”. (Sociales & Asociación, 2004).

4.- Caracterización preliminar del Entorno Ético y Laboral de los


Trabajadores Sociales de la Provincia de Valparaíso:

4.1. De los sujetos de estudio:

Del total de Trabajadores Sociales encuestados, es decir 163, 127 fueron


mujeres lo que corresponde a un 77,91%, mientras que 36 son Hombres
equivalente a un 28,08%. La muestra marca un evidente predominio de
mujeres, superando en un 55,83 puntos porcentuales a los hombres, lo que
confirma la tendencia de la comuna de Valparaíso, en la cual la profesión de
Trabajo Social es mayoritariamente ejercida por mujeres, sumado a los datos
del catastro realizado en el marco de la misma investigación, la que arrojo la
existencia de 414 Asistentes y/o Trabajadores/as Sociales activos
laboralmente, aproximadamente.

En cuanto a institución de procedencia de formación, el 60% de los


Profesionales Laboralmente activos de la Comuna, egresó de Universidades
Publicas y de las Universidades Privadas un 39%. En lo relativo al ejercicio de
la profesión, el 79% de los participantes realizan funciones tradicionales del
Trabajo Social, mientras que un 9% NO realizan Funciones tradicionales de la
Profesión y un 10% no ejerce la profesión). Tras el análisis de los datos, se
detectó que existen profesionales que ejercen cargos como Directivos, Seremi,
Gerente, entre otros. Sin embargo, estos realizan, de igual manera, funciones
relacionadas con Trabajo Social. Ante la consulta si cuentan con otro trabajo, el
77,3% declaró no poseer otra actividad o fuente laboral, mientras que un 22,7%
indica contar con otro empleo.

4.2.- Entorno Laboral:

El Ambiente Físico, considerado en relación al tipo de oficina, condiciones de la


misma y equipamiento , fue consultado en cuanto al nivel de satisfacción,
distribuido en 5 dimensiones (nada satisfecho, poco satisfecho, medianamente
satisfecho, satisfecho, muy satisfecho), arrojando que en su mayoría, los
encuestados se encuentran “satisfechos/as” (38,03%), seguido de la opción de
“muy satisfecho” con (26,38%) , “medianamente satisfecho” alcanzó un valor
de 22,69%., y aproximadamente un 7,3% se sienten “poco o nada satisfechos”.

 
En el ámbito Socio organizacional y específicamente, las relaciones
laborales, se distingue la “relación con los grupos de Pares”, al respecto la
mayoría de los Trabajadores Sociales se encuentran de Satisfechos (44,17%) y
muy Satisfecho (31,9%) y sólo un 5,52% difieren de lo anterior y mencionan
que están poco satisfechos. En el caso de la Jefatura, se da una situación
similar a la relación con el grupo de pares, ya que, también los mayores
porcentajes se encuentran en la opción “Satisfecho” y “muy Satisfecho” que
con cifras similares , que en conjunto dan un 75,97%, y sólo un (3,68%)
manifestó estar “poco satisfecho” .Por otra parte, casi la mitad de los
encuestados se siente “muy satisfecho” (47,85%) con la relación que tiene con
los usuarios y el 36,80% indica sentirse “Satisfecho” . Cabe destacar que en la
opción “Poco Satisfecho” se obtiene un porcentaje que supera el 11%, en
cuanto a su Grupo de Pares, Jefatura y Usuarios.

En relación a las Pautas y políticas de la institución, se consideró el


reglamento interno existente en alguna institución, porque indica las normas
que todos los trabajadores deben seguir de igual manera. En cuanto al
cumplimiento por parte del grupo de pares, se manifestaron “satisfechos/as”, un
49,07%, seguido de un 22,69%, que indicaron sentirse muy satisfechos/as. Es
relevante mencionar que, se observó un porcentaje significativo de personas
que se inclinaron por la opción “nada satisfecho/a”, es decir 14,11%. Con
respecto al cumplimiento del reglamento por parte de la jefatura, los
encuestados indicaron sentirse mayormente “satisfechos”, equivalente a
(47,85%). A este porcentaje le sigue la categoría “muy satisfecho/a” con un
25,76%. Se repite un fenómeno similar al presentado con el “grupo de pares”,
en lo que respecta a la opción “”nada satisfecho/a”, con un 13,49%.

En el Desempeño laboral, se consultó por el Nivel de satisfacción y Tipo de


contrato, lo cual nos da cuenta que los trabajadores sociales encuestados se
halla en las categorías de Planta/contrato con un 38.03% y contrata/ honorario
(cabe señalar, que esta última categoría no constituye una relación laboral
contractual, solo de servicios) con un total de 30,67% cada una. Con respecto
al nivel de satisfacción de quienes declararon ser planta/contrato, mencionaron
sentirse mayormente “satisfechos” o “muy satisfechos” el 33,74%. Los
profesionales que se hallan a honorarios, la mayoría de ellos se encuentra en
la categoría “satisfecho/a” con un 8,58%. Sin embargo existe igual número de
personas que no está de acuerdo o se siente “nada satisfecho” con esta
modalidad de contrato. Aquellos que declararon su calidad de trabajo a
contrata en su mayoría se encuentran “satisfechos”, equivalentes a un 11,65%.

En cuanto a jornada laboral, la opción jornada completa, arroja una moda y


mediana de 4,00 (horas) es decir, el 50% de los encuestados tiene esta jornada
laboral. En el ámbito de las remuneraciones, su tipo y nivel de satisfacción, se
observó que el 100% de los encuestados percibe su remuneración en dinero. Y
quienes se distribuyen entre las categorías “satisfecho/a”, “muy satisfecho/a” y
“medianamente satisfecho/a”. (41,7%), 32,52% y 19,01% respectivamente.
Junto a ello hay un 6,74% de los encuestados, que se encuentra entre las
categorías con menor “poco o nada satisfecho” con su remuneración. Solo el
6,13% indicó recibir “servicios” como parte de su remuneración,
manifestándose “satisfecho” el 4,29%. La fecha de pago de la remuneración es

 
un aspecto importante para el trabajador, así Los encuestados demostraron
estar en su mayoría “muy satisfecho” (60,12% de los participantes) y un
20,85% de los/as sujetos establecieron estar “Satisfechos” y “Poco
Satisfecho”...

Ante la interrogante de las funciones que especificaba su cargo, los


profesionales manifestaron estar “muy de acuerdo”, un 33,12% .Seguido a esto
se observó un 26,38% “de acuerdo” .Un 18,40% declaró sentirse “poco de
acuerdo” con lo indicado cifra cercana que se contrapone al anterior. Las
categorías que concentran los porcentajes más bajos “medianamente de
acuerdo” y “nada de acuerdo” con un 13,49% y 8,58% respectivamente.

Otro aspecto importante a considerar dentro de la realización de funciones es


el tiempo de permanencia en el lugar de trabajo y que se destina para estas,
por lo que se consultó si consideraban que realizaban muchas funciones en su
jornada laboral. Frente a esto, los aludidos presentaron una inclinación hacia
las opciones “de acuerdo” (37,42%) y “muy de acuerdo” (26,99%), es decir que
más de la mitad de ellos, un 64,41% consideran que realizan más funciones
que su jornada laboral permite, pudiendo ser esto un factor negativo para la
salud mental y física del Trabajador Social. Sin embargo, las opciones
“medianamente de acuerdo” (20,24%) y “poco de acuerdo” (13,49%) obtienen
también un valor significativo.

Incentivos laborales, En cuanto a las gratificaciones el 71,16% cuenta con


este incentivo, en cambio el 28,83% no tiene la posibilidad de éste. Cuentan
con Bonos el 57,05%, mientras que (42,94%) NO reciben Bonos. Por último, en
cuanto a los Otros Beneficios se da lo contrario a los dos casos anteriores, ya
que el 66,87% NO cuenta con otros Beneficios, en cambio tan solo el 33,12%
Si cuentan.

Previsión social y de salud:, ambos ítems adquieren gran relevancia para los
trabajadores en general, y porsupuesto para los trabajadores sociales, quienes
se enfrentan a diario con esta temática orientando a personas. Es por ello, que
se consultó a los profesionales su realidad con respecto al pago de sus
cotizaciones y su nivel de satisfacción. Igual acción se realizó con respecto a la
previsión en salud. Frente a esto, los aludidos obtuvieron los mismos valores
en ambos ítems. Concentrando la mayoría de las preferencias en la opción
siempre, es decir (66,25%) reciben el pago de ambas previsiones en la fecha
que corresponde.
Por otra parte (28,22%) declararon que sus cotizaciones “nunca” son pagadas
en la fecha que corresponde, cifra que es de todos modos preocupante, pues
tiene que ver con aspectos de vejez, sobrevivencia y salud. Finalmente,
quienes optaron por la categoría “a veces” representan un 5,52% .Con respecto
al nivel de satisfacción de las mismas, la mayoría de los participantes se ubica
en la categoría “muy satisfecho/a” con un 52,76%, seguido un signficativo valor
de la opción “nada satisfecho/a”, con un 22,08% Además la categoría
satisfecho/a obtiene un 14,11% de las preferencias. Valoraciones
contradictorias considerando, lo que implica estar desprotegido de dicho
sistema de previsión y que los profesionales dedican gran parte de sus horas

 
de atención a realizar trámites de personas y familias para acceder a sus
derechos y pareciera naturalizarse el no contar con ello.

Redes de emergencias: Como parte de la seguridad con que debe contar una
institución que alberga a trabajadores, se contempla a las redes de atención
ante emergencias complejas con que cuentan las instituciones. Es por ello, que
se les consultó a los participantes su nivel de satisfacción. Según los análisis
de las encuestas, es posible concluir que las opciones “medianamente
satisfecho/a y satisfecho/a “concentran la mayoría de las preferencias con un
33,74% y 32,51%. Por otra parte las categorías, “muy satisfecho” y “poco
satisfecho” alcanzaron iguales valores a pesar de lo opuesto de las opiniones
representadas, equivalentes al 12,88% de los encuestados.

Seguro de vida y accidente, en este ítem se preguntó a los encuestados si


estos/as contaban con seguro de vida y accidentes, la alternativa Si alcanzo un
50,3% y No 49,69%, en el caso de que ocurra algún suceso imprevisto. Las
diferencias que se establecen respecto a la respuesta positiva, están
vinculadas a el grado de satisfacción con el seguro de Vida y Accidente, la
mayoría de ellos opto por las opciones “medianamente satisfecho “(19,63%) y
“satisfechos” (21,47%) lo que hace deducir que la mayoría no están conforme
en su totalidad con el seguro que cuentan, pero sí un 11,04% logra estar “Muy
satisfecho”.

En el Autocuidado, la opción que se repite en los tres ítems es “algunos/a


veces”, que perceptualmente va desde el 59% hasta el 67%, esto demostraría
que gran parte de los/as encuestados/as no desarrollan a cabalidad conductas
de autocuidado. En cuanto a los que Nunca realizan conductas de
Autocuidado, en los tres ítems son los que cuentan con menores porcentajes.
En el caso de factores de riesgo un 6% de los/as Profesionales NO conocen los
factores de riesgos a los que se ve expuesto en el ejercicio profesional y/o en la
institución que pertenece. En el caso de enfermedades profesionales, el 11%
NO conocen las enfermedades profesionales que pueden desarrollar (Ej.:
Síndrome de Burnout). Por otra parte, en cuanto al Estilo de Vida Saludable en
porcentaje más bajo es de 10%. Se observa que en el ítem factores de riesgo,
un tercio de los encuestados/as Sí conocen los factores que pueden afectar su
desempeño laboral. En el caso de las enfermedades Profesionales que puede
desarrollar el o la Trabajador/a Social, el 24% del total de los encuestados
responden que Sí las conoce. Mientras que en la categoría de desarrollo de
actitudes de estilo saludable el 20% aproximadamente las realizan. Esto
demuestra que menos de la mitad de los profesionales desarrollan conductas
de autocuidado, que les permiten desarrollar mejor su ejercicio profesional.

Desarrollo profesional: Según los datos se evidencia que un 52,14% de los


encuestados se capacita “a veces”, seguido a esto se encuentran el 34,96% en
la opción de “siempre” y un 12,88% en la categoría de “nunca. Siendo las dos
primeras, las más elegidas por los encuestados. La inclinación mayor de la
categoría “a veces” está dada hacia la opciones “satisfecho/a” y
“medianamente satisfecho/a”, lo que equivale a un 36,19%. Por otra parte la
opción “siempre” se distribuye entre las categorías “satisfecho/a” y “muy
satisfecho”, equivalente a un 25,15% .En general el “nivel de satisfacción” se

 
puede ubicar entre las categorías “satisfecho” con un 30,06% y “medianamente
satisfecho” con un 28,22%. Por otra parte, es importante mencionar que un
7,9% de los encuestados que eligieron la opción “nunca” se encuentran “nada
satisfechos” con esta realidad,

La capacitación en la vida profesional, es de vital importancia, ya que,


permite al trabajador actualizar sus conocimientos sobre determinadas
temáticas que favorecerán su quehacer profesional, por lo que, la gestión
realizada por la institución tanto para realizar alguna capacitación interna como
para permitir y facilitar que los trabajadores sociales asistan a las mismas
dentro o fuera de la institución o región es de vital importancia para ellos como
trabajadores. Por ello, se les consulto a los trabajadores sociales su nivel de
satisfacción con respecto a las gestiones realizadas por sus instituciones frente
a la capacitación. Al respecto, los trabajadores sociales se encuentran en su
mayoría “medianamente satisfecho/a” con esta gestión siendo esto un 30,67%.
Por otra parte, un 26,99% indicó sentirse satisfecho/a. Las opciones poco
satisfecho/a y muy satisfecho/a obtuvieron valores similares con mínima, es
decir que en la primera opción se encuentran un 14,11%, mientras que en la
segunda el equivalentes al 17,17% de los profesionales. Cabe destacar que, la
opción nada satisfecho obtuvo un porcentaje de 11,04%.

En relación a lo profesional, el 54% de los profesionales, se encuentran “Muy


Satisfechos” con la Profesión que tienen. El 14%, se representan por la opción
“medianamente satisfecho”. Prosigue la alternativa Satisfecho con un 31% que
ejercen su Profesión “Satisfactoriamente”. Es relevante mencionar, que la
mayoría de los Profesionales marcaron las opciones de “Satisfecho y Muy
Satisfecho”, esto quiere decir que, casi 70%, más que Satisfactoriamente
ejerciendo la Profesión de Trabajadores Sociales.

En lo relativo a la Conciliación ética personal/profesional, los encuestados


en su mayoría indicaron sentirse “muy satisfechos” con esta conciliación, en un
56,44%. Por otra parte la opción “satisfecho/a” concentra también a un gran
número de personas, 39%. Es importante mencionar que las opciones nada
satisfechas y poco satisfechas no obtuvieron preferencias, lo que evidencia que
no existen personas encuestadas que no se sientan satisfechas, con esta
conciliación

Habilidades y destrezas, para el ejercicio profesional el trabajador social


requiere de múltiples habilidades y destrezas, las que deben ser trabajadas y
perfeccionadas. A partir de esto, se consultó a los participantes el nivel de
satisfacción al respecto, de cuyo análisis se desprende que en su mayoría las
opciones elegidas se encuentran entre las categorías satisfecho/a (49,69%) y
muy satisfecho (46,62%), respectivamente.

Principios y valores: La profesión de trabajo social tiene principios y valores


que sustentan su desempeño y relación laboral es por ello se consultó el nivel
de satisfacción con los deberes y valores de la profesión .Ante este
cuestionamiento, la mayoría de los encuestados indicaron sentirse “muy
satisfechos/as” con su nivel de conocimiento, lo que corresponde a un 78,52%
La opción “satisfecho” alcanza un 19,01%. Sin embargo existe una diferencia

 
considerable entre ambas opciones, siendo estas positivas para el desarrollo
de la ética. El 42,33% de los Profesionales Laboralmente activos de la
Comuna, se encuentran Muy Satisfechos con la Valoración de su Profesión, en
la Institución en donde ejercen y. Por otro lado, (11,40%) encuentran que la
Profesión, en la Institución donde ejercen, se encuentra Medianamente
Valorada. Mientras que un 4,29% y 1,84%, se ubican en Poco y Nada
Valorada.

Errores profesionales:, aquí los trabajadores sociales se encuentra


mayoritariamente conformes con el hecho de poder asumir su errores
profesionales , acorde con su ética profesional, ya que se define capaces de
poder enfrentar y reconocer cuando han cometido una error en su ejercicio
profesional. Sin embargo, el 44% declara estar “Satisfecho” con el
cumplimiento de estos, mientras que el 49%, de ellos o ellas están “Muy
Satisfechos”.

Competencias profesionales: En este ítem se preguntó a los Trabajadores


Sociales si son capaces de darse cuenta cuando no puede enfrentar un
escenario al cual se ve expuesto/ha por no poseer las competencias
necesarias o específicas. Al respecto se pudo observar que gran parte de los
Profesionales se encuentra “Satisfecho/a” equivalente a un 53,37% de los
encuestados. Le sigue a esta opción “Muy Satisfecho/a”, (38,65%) y la última
categoría arroja 8% aproximadamente, los cuales manifiestan estar
medianamente de acuerdo con esta pregunta. Se complementa con la pregunta
anterior, la interrogante cuando un profesional se encuentra inhabilitado para
poder enfrentar una situación. En este caso se muestra algo parecido al Ítem
anterior, donde la mayoría de los encuestados expresan que se encuentran
“Satisfecho” (54,6%) al ser capaz de poder declarar su inhabilidad al
enfrentarse a una situación que no pueden desarrollar o intervenir y un 37,42%
que optan por la opción “Muy Satisfechos”.

Valoración del profesional: En cuanto a la valoración en la institución como


profesional, se puede decir que la mayoría de los Trabajadores Sociales
considera que es valorado como profesional en su lugar de trabajo, esto se
puede inferir en los resultados con más altos porcentajes, en donde las
alternativas Muy Satisfecho y Satisfecho concentran el mayor número de
encuestados, es decir, 45,39% y 38,65, respectivamente. Los encuestados que
están medianamente satisfecho corresponde (10,42%).

Autodeterminación: La autodeterminación es uno de los pilares del trabajo


social. Entendiéndola como el derecho a la toma de decisiones y libertad de
elegir del usuario complementado con el deber del trabajador social de respetar
este derecho. Es a raíz de la importancia de este concepto, que se consultó a
los participantes si la institución en la que están laboralmente insertos, respeta
la autodeterminación de los sujetos. A lo que ellos respondieron ubicando sus
preferencias mayormente en la categoría satisfecho, 44,78%. Luego la opción
muy satisfecho con un 26,99%. Con un porcentaje menor se ubica a la opción
medianamente satisfecho (21,47%).

 
Confidencialidad: El secreto profesional se configura como un derecho y un
deber de los trabajadores sociales en el ejercicio de su profesión. Es la
garantía establecida entre el trabajador social y la persona que atiende, de que
se resguardara su intimidad, lo cual es un aspecto de relevancia para el
ejercicio profesional. Es por ello que se preguntó a los trabajadores sociales de
la comuna, con respecto al nivel de satisfacción sobre este principio, frente a
ello, los profesionales se declararon mayormente “muy satisfechos”,
equivalentes a un 49,69%. La segunda opción que obtuvo mayor puntaje fue la
de Satisfecho/a con (36,80%).

Ética organizacional: En cuanto a la posibilidad de creación y participación


gremial por parte de los profesionales, el 50,3% de los Trabajadores Sociales
de la Comuna de Valparaíso, en su Institución de Trabajo, pueden participar en
alguna asociación gremial y se encuentran muy satisfechos con esta
posibilidad. En cambio, están Nada de Acuerdo un 9,81, a los cuales en su
institución no se les da la posibilidad...

Con respecto a las prácticas laborales abusivas, se deduce que el 58,28%


de los encuestados mencionan que NUNCA, en su institución de trabajo se han
desarrollado este tipo de prácticas. En cambio el 39,87%, indican a que a
veces se han cometido este tipo de prácticas en sus trabajos, referidas al nivel
de satisfacción y la existencia de líneas de acción ante políticas injustas. Frente
a lo cual indicaron que en sus lugares de trabajo SI existen líneas de acción
ante políticas injustas, un alto porcentaje equivalente a 71,16%. Por otra parte,
declararon que NO existen, un 28,8%. Con respecto al nivel de satisfacción, la
opción SI se distribuye entre las categorías “medianamente conforme” con
(29,44%), “muy conforme” con (21,47%) y “conforme” con (21,47%). Sin
embargo, la opción NO se reparte entre las categorías “poco conforme”
(1,84%), “medianamente conforme” con (4,90%) y “nada conforme” con
(21,47%), siendo esta la más significativa esta opción.

Reglamento interno: La existencia de un reglamento interno en la institución


laboral, permite que los trabajadores se ajusten a un comportamiento similar,
orientado a generar un entorno laboral que favorezca las relaciones y la ética
laboral, ya que, este se relaciona con las normas y conductas que los
trabajadores deben observar. Los trabajadores sociales encuestados indicaron
sentirse “muy de acuerdo o de acuerdo “con el cumplimiento de las normas
estipuladas en dicho reglamento, es decir, un 61,96% y 33,74%,
respectivamente. Similares cifras se repiten con respecto al nivel de
satisfacción o acuerdo con el reglamento interno de sus instituciones. Amabas
mayorías vuelven a estar identificadas por las mismas opciones anteriormente
descritas, de acuerdo con un 52,76% y muy de acuerdo con un 30,06%. Los
datos expuestos reflejan las preferencias marcadas por los encuestados con
respecto al conocimiento de sus deberes y derechos como trabajadores y el
nivel de satisfacción de los mismos. La mayor parte de los participantes indico
un conocimiento parcial de los derechos y deberes, es decir, (53,37%),
(44,17%) con un alto conocimiento y (2,45%) indicando un nulo conocimiento
de ellos.

 
Confidencialidad jefatura: La confidencialidad es un aspecto importante en el
trabajo social, ya que éticamente los trabajadores sociales deben ser capaces
de mantener el secreto profesional, pero hay casos en donde es necesario
solicitar ayuda de otro que pueda entregar las herramientas para intervenir una
situación o caso. En esta pregunta, se les consulto a los profesionales en
cuanto a la existencia de confidencialidad con la jefatura y en la institución en
donde se encuentra inmerso. Acá se pudo observar que más de la mitad de los
Trabajadores/as Sociales encuestados están conformes con la
confidencialidad, ya que estos optaron en su mayoría por la categoría Muy de
Acuerdo que representa a 53,37% de los encuestados, también en la categoría
de Acuerdo un 31,9% de los participantes de este estudio, Alrededor de un
10,42% respondió que esta medianamente de acuerdo e inferior a ello estar
Poco o Nada de acuerdo. Esto nos da a entender que la mayoría de los
encuestados cuenta con la confidencialidad de la jefatura ante los casos
tratados y que requieren de su cooperación.

Las preferencias de los encuestados frente a la pregunta sobre si se sienten


presionados por sus jefaturas para entregar algún beneficio o realizar
alguna gestión similar, se puede apreciar que las opciones “De Acuerdo Y
Muy de Acuerdo” es donde se encuentra el mayor número de Trabajadores
Sociales, con un 80% aproximadamente que se encuentran presionados para
la entrega de beneficios. Por otra parte, en cuanto a los resultados obtenidos
en las otras opciones se observa que un 7% de los encuestados se encuentra
medianamente presionado y un 2% de ellos se encuentra poco de acuerdo con
esta opción.

4.3.. Ética profesional:

Trato al usuario, es una parte fundamental en la relación profesional de los/as


Trabajadores Sociales. Es por esto que se consultó a los profesionales si se
encuentran conformes con el trato que entregan a sus usuarios. Según los
datos arrojados en las encuestas, la gran parte de los participantes de este
estudio selecciona la alternativa “Muy satisfecho/a “que representa a un
68,71% de estos y un 30,67% que se encuentran “Satisfecho/a” con el trato
que entregan.

Empatía con usuarios: En este ítem se preguntó a los encuestados si


consideran que son empáticos con los usuarios. Acá se observa que un
69,32% se manifiesta Muy de Acuerdo con la empatía que desarrolla con los
usuarios, luego en la categoría de Acuerdo, un 30,06%. Por otro lado, indicaron
el 51,53% estar “muy de acuerdo” con la atención que entregan a los usuarios,
es esta opción la que concentra un mayor número de personas, por otro lado,
la Opción que tiene la mayoría en porcentaje (64%) que representa Muy
Satisfechos, demuestra que gran parte de los trabajadores Sociales
encuestados, se reconocen ser capaces de diferenciar sus necesidades con las
de los usuarios que atiende. En cuanto a la atención, del total de los
Trabajadores Sociales encuestados, un 50,92% se encuentran “Muy de
acuerdo” con el acceso de la información que les entregan a los usuarios. En
cambio un 26,38% consideran que están de Acuerdo y tan solo un 22,69% cree
que entregan un acceso regular (medianamente).

 
Participación Gremial: se muestra variación entre los distintos ítems de
Participación Gremial, así, en el caso de Asociación Gremial, tan solo un
36,19% de los encuestados SI participa en este tipo de organizaciones. En
cuanto al Colegio de Asistentes Sociales, la gran Mayoría de los Profesionales
NO tiene participación .Por otra parte. La participación en Colectivos u
Organizaciones, la gran mayoría NO participan en ellos, siendo un 77,30% de
los encuestados los que mencionan esta opción.

Vinculación y colaboración con Escuelas de Trabajo Social: Con respecto


a este ítem, se aprecia que en los rangos menores (Nada Satisfecho y Poco
Satisfecho) juntos suman 25% aproximadamente, lo que demuestra que en
estos casos no existe una mayor vinculación con las Escuela de la orden. En
cambio los encuestados que están medianamente conforme con esta opción,
es una de los porcentajes más altos (36,19%). En los rangos mayores de
Satisfecho y Muy Satisfecho, ambos porcentajes suman un 23,3%. Analizando
los resultados se puede aseverar que es mínimo el porcentaje, es decir, 18%
de los Trabajadores Sociales que se vinculan con dichas escuelas, tomando en
cuenta este punto, esto se hace principalmente a través de alumnos en práctica
, lo cual favorece su aporte a la formación y al mismo tiempo contribuye a su
actualización y desarrollo profesional.

La Promoción y debate ético, es parte de la ética profesional del Trabajo


Social. Se puede decir que, un poco menos de un 20% de los encuestados
afirmaron que esta práctica Si existe en su trabajo. De estos, la mitad se
encuentran muy satisfechos con el tema. Mientras que las personas restantes
se encuentran Satisfechas. Por otro parte, quienes contestaron que solo A
veces, se realiza debate ético entre los profesionales, representan al 60% de
los profesionales, de los cuales se encuentran Medianamente Satisfecho
(51,5%) que es la opción mayor. Por otro lado, los restantes se consideran
poco satisfechos con la realización de Debate ético. Por último, están los que
Nunca tratan este tema en su lugar de trabajo, 25% de los Trabajadores/as
Sociales y se encuentran Poco y Nada Satisfecho al respecto...

Cumplimientos laborales: En cuanto al cumplimiento de las tareas y


actividades programadas por los trabajadores Sociales, se puede deducir
según los datos arrojados, que en su mayoría los profesionales se encuentran
“Satisfechos/as y Muy Satisfechos/as “su cumplimiento, siendo
porcentualmente muy cercanos, donde el primero corresponde a un 49,07% y
el siguiente a un 47,85%. Por lo que se interpreta que en ambos casos los
encuestados demuestran que están conformes con el cumplimientos de lo que
programan demostrando su responsabilidad y compromiso para la realización
de estas.

La investigación y análisis previo a la formulación de un documento, son parte


importantes del ejercicio profesional de los Trabajadores Sociales., gran
parte de los encuestados se encuentra en el rango de Satisfecho y Muy
Satisfecho, en el primero el 50% de los profesionales, consideran esta opción y
en la siguiente el 42% se encuentra Muy Satisfecho con la realización de esta,
lo que equivale a que 92% de las personas encuestadas realizan esta labor

 
para la formulación de documentación. Se muestra también que un 7%
aproximadamente considera que están Satisfechos y medianamente
Satisfecho, lo cual evidencia, un segmento de Trabajadores Sociales que no
tienen conformidad ética, pues no están realizando los pasos profesionales
previos para formular documentos confiables y válidos.

Sobre la evaluación del desempeño laboral del trabajador y el nivel de


satisfacción con el mismo se puede indicar que, en su mayoría esta
evaluación es realizada “siempre” por los lugares de trabajo es decir, un 77,3%,
seguido por la opción “a veces” con un 22,69%.Por otra parte, indican sentirse
“muy satisfecho” con esta práctica (43,55%) y declaran sentirse solo
satisfechos, el 22,69%.Cabe recalcar que la opción “siempre” es la que obtuvo
la mayor puntuación compuesta de las opciones muy satisfecho con 39,26% y
satisfecho con 42,33%, valores muy cercanos entre sí. Los datos expuestos
revelan que la mayoría de los trabajadores realizan siempre una
autoevaluación de su trabajo, es decir, (58,89%), seguido, de quienes lo
realizan A veces, con (39,87%) .

En cuanto al nivel de satisfacción respecto de su autoevaluación, los


participantes se declaran en su mayoría “satisfechos/as”, (53,37%), “muy
satisfechos/as” (32,52%) y “medianamente satisfechos” (13,49%). El mayor
valor del nivel de satisfacción es alcanzado por la opción “satisfecho” integrado
por quienes lo realizan Siempre 9,44% y quienes lo llevan a cabo A veces,
23,31%. En su mayoría las personas declararon realizar “siempre” roles
adscritos a la profesión, siendo esto un 83,43%, mientras que la opción a veces
fue elegida por el (16,56%),

Por otra parte el nivel de satisfacción indicó que un 38,6% se siente de acuerdo
con el desempeño de roles de la profesión, mientras que un 36,19% se
siente “muy de acuerdo” con ello, siendo estas las categorías con mayor
preferencia, le sigue la opción de “medianamente de acuerdo” con un
15,3.Quienes declaran realizar siempre estos roles se distribuyen mayormente
entre la opción muy de acuerdo (38,6) y la de acuerdo (36,2%) constituyendo
las opciones más recurrentes.

5.-.Conclusiones:

Según el catastro previo realizado al levantamiento de datos de campo, se


puede concluir que existe un alto número de profesionales en la comuna de
Valparaíso, desplegado en distintas instituciones, públicas y privadas. Dentro
de lo cual se observó que la mayoría de ellos se encuentra trabajando en el
sector público., aproximadamente 350 Asistentes Sociales. Por otro lado un
número considerablemente menor se observó en el sector privado, alrededor
de 64 profesionales. La distribución, dentro del sector público en la comuna de
Valparaíso, está marcada principalmente en tres áreas, Salud, Municipalidad y
Educación. En cuanto al sector privado, se encuentra una amplia gama de
áreas; educación, recursos humanos, ONGs, fundaciones, etc.,

Por otra parte se observó que en muchas instituciones, se conserva la visión


del Trabajo Social desde una perspectiva asistencialista, limitándose las

 
funciones de los profesionales a la entrega de beneficios, dejando a un lado los
roles y funciones asociados a la profesión como, gestión de redes, educador
social informal, implementador de políticas públicas, entre otros. Además, fue
posible comprobar que existen muchos profesionales, que siendo titulados de
la carrera de Trabajo Social, ejercen labor de “administración de empresas”,
siendo esta una de las visiones características del ámbito privado. Sin
embargo, y a pesar del bajo número de instituciones privadas que cuentan con
asistentes sociales dentro de su equipo de trabajo, existe un sector en donde la
profesión es valorada de manera muy positiva,
.
5.1.-Entorno laboral

En conformidad a los resultados obtenidos mayoritariamente los trabajadores


sociales reconocen tener un “Buen y regular ” entorno laboral, lo cual se
asocia a factores higiénicos como los denomina Herzberg , ya que todos ellos
cuentan con las condiciones físicas y de implementación necesarias para poder
desempeñar su trabajo de una manera óptima, favoreciendo además, a los
usuarios que atienden .Sin embargo, es relevante destacar que un número
significativo de personas (59) cuenta con un lugar de trabajo que les ofrece
medianamente las condiciones adecuadas para ejercer su trabajo. Lo cual se
funda principalmente en la falta de privacidad que los Trabajadores Sociales
tienen para desarrollar la atención social , pues la mayoría ocupa oficinas
compartidas y/o que tienen múltiples interferencias, afectando negativamente
su desempeño profesional y atención de las personas, además, estrechas, sin
condiciones de aislamiento de ruidos y sistemas de resguardo y privacidad de
la información...

Por otro lado , es posible deducir que, lo que hace la diferencia en que un
entorno sea bueno o no, también puede deberse también a los factores que
Herzberg, denomina motivadores, relacionados principalmente con el entorno
social y políticas de la empresa , dentro de lo cual se puede mencionar a la
gestión de la jefatura en relación a capacitación y perfeccionamiento del
recurso humano, frente a lo cual los encuestados declararon sentirse
medianamente satisfechos, constituyéndose , por tanto, en un factor
desmotivante y que desfavorece las posibilidades de actualización ,
reforzamiento de competencias y por tanto, el desarrollo profesional.

5.2.-Ética laboral

A diferencia de la variable anterior, la realidad de la ética laboral de los


trabajadores de la comuna de Valparaíso, es reconocida como positiva, y tiene
por tanto, un buen nivel de aprobación , está en su mayoría entre las opciones
Buena y Excelente. Esto indica que los Trabajadores conocen las
características principales de la carrera que ejercen, sus principios y valores,
manifiestan un alto compromiso laboral, entre otros. Reflejando , que en su
mayoría, son profesionales que actúan por vocación , que los llevó a elegir esta
carrera y ejercer profesionalmente el Trabajo Social; sin duda, quienes poseen
valores y conformidad ética en el ejercicio profesional , están mejor preparados
para enfrentar y superar con éxito las contingencias que se deriven en el
ámbito del trabajo (Javier, 2013).

 
Pese a lo anterior, cabe recalcar que los trabajadores sociales manifestaron
tener un nivel medio de conocimiento respecto del código de ética de la
profesión, aspecto que puede delimitar el marco comparativo sobre el cual
realizar la autoevaluación, considerando que, manifestaron una tendencia
mayoritaria de realizar un buen ejercicio del trabajo social desde la perspectiva
ética laboral y su alta valoración de este aspecto. Al respecto, también llama la
atención el bajo nivel de membresía y participación al colegio profesional, aun
cuando manifiestan no tener restricciones institucionales para ello,
considerando la prioridad y constantes esfuerzos que los profesionales
realizan en los diferentes ámbitos profesionales por promover la organización y
participación ciudadana.

La realidad ética aludida anteriormente, se contrapone con lo señalado en los


párrafos precedentes , por cuanto un grupo significativo de los encuestados
manifiesta su mediana y poca satisfacción, en relación a factores higiénicos y
motivadores, pues si bien es cierto, en ambos casos la tendencia mayoritaria
es muy buena y buena , presentan déficit que se contradicen en relación a los
principios y ética de la profesión; lo que de algún modo hace referencia, en
cuanto a la relación critica del ejercicio de la profesión y los entornos laborales,
la Federación Internacional de Trabajadores Sociales, en la Agenda Global del
Milenio (2010).

Por otro lado, es importante señalar, que los positivos resultados pudiese
obedecer, a la dificultad de exponer sus diferencias, una mayor conformidad,
y/o naturalización de entornos y/ contextos laborales adversos, por el reducido
campo laboral en la comuna y el alto nivel de conflictividad que estaba
atravesando el sistema público en los momentos que se desarrolló el
levantamiento de datos, el cual inclusive afectó, el nivel de error de la muestra,
debiendo reducirse y disminuir los trabajadores sociales encuestados al interior
del Municipio, por la negación del acceso en la contingencia política.

Aún cuando, Frente a los señalado , se puede concluir , que si bien es cierto ,
no existe un patrón único de entorno o ética laboral que globalice y/o generalice
a los distintos países, ya que cada lugar cuenta con una realidad social, laboral,
cultural y política peculiar, cuyas líneas de acción y características determinan
modos distintos de ejercer el trabajo social , hay principios y premisas básicas
que son comunes e ineludibles en cualquier contexto social , histórico y
geográfico , de allí que surge el interés y necesidad , de reforzar los factores
higiénicos y motivadores en la práctica del trabajo social en Valparaíso y sin
duda, propender a favorecer la superación y /o modificación de aquellos
factores que se constituyen en la actualidad como insatisfactores en el ejercicio
del trabajo social en la comuna y/o adversidad de los entornos laborales y
éticos, en la lógica y articulación de un trabajo social situado que favorezca del
acceso efectivo a los derechos sociales y promueva la dignidad no solo de los
sujetos de atención, sino que de los mismos trabajadores sociales, en el marco
de un entorno laboral social y político garante de derechos .

 
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SITUACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN PUERTO RICO: UN
ACERCAMIENTO A LOS 
DERECHOS SOCIALES

Mabel T. Lopez Ortiz,


RESUMEN

Los derechos sociales son un tema poco estudiado en Puerto Rico y de gran
relevancia para la profesión de Trabajo Social, a pesar de los avances del
derecho 
internacional y la evolución normativa de los derechos humanos. La
brecha significativa 
entre el reconocimiento formal, el conocimiento-valoración
que nuestra sociedad tiene 
sobre ellos, y la capacidad de reclamo
individual/colectivo para hacer esos derechos 
una realidad, fundamenta la
investigación auspiciada por el CPTSPR. La investigación 
explora la situación
de los derechos sociales en el país, el conocimiento sobre ellos y la percepción
sobre el desempeño del Estado para garantizarlos y protegerlos.

Para la 
metodología se utilizó un cuestionario autoadministrado y un análisis


descriptivo de los 
datos. Entre los hallazgos se identifica un conocimiento
parcial sobre los derechos 
sociales e insatisfacción con su disfrute en la
dimensión práctica. Esto representa 
implicaciones para el Trabajo Social en
Puerto Rico y su proyecto profesional.

Palabras Claves: Derechos Sociales; Trabajo Social; Puerto Rico

                                                                                                               

MTS, Ph.D. mabeLlopez2@upr.edu y Jessenia Rivera Ortega, Trabajadora Social, Magíster en
Derechos Humanos y Doctoranda Ese. Graduada de Trabajo Social; amainaras@yahoo.com.
Instituciones: Colegio de Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico, (CPTSPR); Universidad de
Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras, Departamento de Trabajo Social

 
En los últimos años, el tema sobre los derechos humanos en Puerto Rico ha
logrado mayor relevancia en el debate público. Eventos nacionales, que en
ocasiones 
han llamado la atención del lente internacional, apuntan a una
posible situación de 
violación sistemática de derechos fundamentales en el
país, muy relacionadas con el 
irrespeto a la dignidad humana. A pesar de los
grandes avances del derecho 
internacional y la evolución normativa de los
derechos humanos, Puerto Rico enfrenta 
multiplicidad de problemas sociales
y sufre cotidianamente los efectos de la 
desigualdad e injusticia. Esto denota
una brecha significativa entre el reconocimiento
formal de los derechos, el conocimiento y valoración que cada sociedad tiene
sobre 
ellos, la capacidad de reclamo individual/colectiva para hacer de esos
derechos una 
realidad y el disfrute pleno de los derechos humanos en la
dimensión vivencia!.

Aun cuando los temas relacionados con los derechos humanos, han logrado
insertarse con regularidad en el debate público, continúa como un asunto poco
estudiado en Puerto Rico. Contrario a otros países de la comunidad
internacional, 
Puerto Rico no desarrolla informes oficiales que evidencien con
regularidad la situación 
general de los derechos humanos en su territorio.
Desde el año 1959, el gobierno no ha 
realizado una investigación formal que
identifique dónde se encuentra el país respecto 
al reconocimiento, respeto y
ejercicio de los derechos humanos en general, incluyendo 
los derechos
económicos, sociales y culturales.

Hoy, la ausencia de investigaciones y análisis recurrentes sobre la situación de


los derechos en el país, niega el diseño y operacionalización de políticas
sociales que 
respondan a los intereses, necesidades y aspiraciones de la
sociedad puertorriqueña. 
Dada esta situación, se dificulta visibilizar el grado
de satisfacción y cumplimiento de 
los derechos por parte del gobierno de
Puerto Rico -generando como consecuencia 
que el ejercicio delegado de
gobernar no pueda ser debidamente fiscalizado-, y se 
dificulta además, el

 
desempeño de quienes tienen la obligación pública de actuar en 
función del
bienestar y el cumplimiento de los derechos fundamentales para la vida.

Asumiendo que los derechos humanos son inseparables de la teoría, los


valores, 
la ética y la práctica del Trabajo Social, hay que defender y fomentar
los derechos que 
responden a las necesidades humanas y encarnan la
justificación y motivación de la 
práctica profesional (Organización de Naciones
Unidas, 1995) ..

Trabajo Social y los derechos sociales

Para el Trabajo Social, la multiplicidad de problemas sociales se vinculan con la


privación sistemática de los derechos; y la negación del derecho es en un
sentido 
global lo que define el campo de actuación profesional (Eroles, 1997).
Por eso, mejorar 
la acción profesional en función del reconocimiento, respeto
y satisfacción de los 
derechos negados, requiere conocer la situación de los
derechos humanos con los 
cuales se trabaja diariamente.

Reconociendo entonces la relevancia de los derechos humanos para la


profesión y la poca investigación sobre ello, el 31 de noviembre de 2009,
mediante la 
Septuagésima Asamblea Anual del Colegio de Profesionales del
Trabajo Social de 
Puerto Rico, se aprueba una Resolución para la promoción
y elaboración de una 
Investigación sobre la Situación de los derechos
humanos en el país. Desde ese 
momento, el Colegio Profesional asume el
compromiso de incluir la investigación en su 
plan de trabajo; considerando
que un mayor conocimiento y una mayor comprensión de 
los Derechos
Humanos, mejorarán la actuación y las intervenciones de los y las
Trabajadoras Sociales en beneficio de quienes necesitan sus servicios.

La responsabilidad de realizar la Investigación, fue delegada a la entonces


Comisión Permanente de Diversidad y Derechos Humanos -hoy nombrada
Comisión 
Permanente de Acción Social y para la Defensa de los Derechos

 
Humanos y la 
Inclusión-, quien acordó que el estudio debía ser producto de un
esfuerzo colaborativo 
y participativo entre las diversas instituciones y
organizaciones del país, vinculadas a 
los asuntos de derechos humanos. Los
esfuerzos se iniciaron con la creación de un 
Comité Extendido que incluyó a
integrantes de la Comisión de Diversidad y Derechos 
Humanos del Colegio de
Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico y 
representación de la
Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de 
Puerto Rico y
Amnistía Internacional, Capítulo de Puerto Rico. Este esfuerzo no logró
acciones contundentes en la realización de la investigación por lo que el
CPTSPR 
asume el mismo. Es así como finalmente, se opta porque la
investigación se concentre 
en la situación de los derechos humanos más
pertinentes al Trabajo Social, entre ellos 
los derechos sociales.

Tanto la investigación como el informe final esta investigación se realizó


gracias 
al esfuerzo y colaboración de voluntades diversas: estudiantes del
curso de 
Investigación Social y Trabajo Social de los Programas Graduado y
Subgraduado de 
Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico, recinto de
Río Piedras, la Comisión de 
Diversidad y Derechos Humanos, y otras
personas que se sumaron a este proyecto de 
forma voluntaria.

Los derechos sociales: la historia y presente

Los derechos humanos son una construcción social dinámica-evolutiva, que


han 
tenido como propósito transformar las relaciones entre gobiernos e
individuos y obligar 
a las autoridades públicas a controlar y asumir con
responsabilidad el ejercicio del 
poder político. Son "aquellas exigencias que
brotan de la propia condición natural de la 
persona humana, y que por ende,
reclaman su reconocimiento, su respeto e incluso su 
tutela y promoción por
parte de todos y todas, pero especialmente de quienes están 
constituidas en
autoridad" (Vergés Ramírez, 1997, p.16). Según la normativa 
internacional de
los derechos humanos, el Estado es la institución responsable de velar 
por el

 
respeto y la vigencia efectiva de estos derechos. Esto implica, que en materia
de 
derechos humanos, "el Estado no es un fin en sí mismo, sino un medio,
una 
herramienta para cumplir con su deber fundamental de respetarlos y
hacerlos respetar" 
(Lizarazo & Salgada, 2008, p.46).

Aun cuando el derecho internacional ha reconocido multiplicidad de derechos


humanos y exhorta a los Estados que les incluya en su sistema normativo y
constitucional como derechos fundamentales a garantizar, es un hecho que no
en todas las sociedades se reconocen y disfrutan plenamente; ya sea ante la
falta de 
reconocimiento formal por parte del Estado, el desconocimiento de
una sociedad sobre 
la existencia del derecho, o la ausencia de condiciones y
recursos para llevar a cabo la 
dimensión vivencial del derecho. Sea cual fuese
la razón para el no disfrute, toda 
sociedad que aspira al buen vivir, debe
procurar el reclamo, reconocimiento y ejercicio 
de los derechos fundamentales
para conservar y mantener la vida; pues de lo contrario, 
tal y como plantea
Uribe Arzate, si los derechos "no son ejercidos, éstos fácilmente 
enmohecen y
mueren, y abren paso franco a todo tipo de abuso y ejercicio incontrolado 
del
poder" (2011, p.1253).

Específicamente en esta investigación, los derechos sociales se incluyen como


variables o categorías a investigar, al ser los derechos con mayor dificultad
para ser 
reconocidos como tales, ya sea por supuestas implicaciones
económicas o 
interpretaciones ideológicas sobre la funcionalidad y alcance
del Estado. Un Estado 
que se "compromete" con los derechos civiles y
políticos, y los incluye en las leyes y la 
Constitución; pero no asume con igual
compromiso jurídico los derechos sociales que
se incluyen como variables de este estudio: la salud, la vivienda, el ambiente
sano, la 
seguridad, la educación y el trabajo.

En el caso particular de Puerto Rico, lo relacionado a los derechos humanos,


no 
puede ser abordado sin considerar la situación política colonial con los

 
Estados Unidos, 
pues ésta ha influenciado significativamente la forma en que
se entienden, se definen e 
institucionalizan los derechos en el país. Con la
Ley Jones del año 1917 -además de 
que se otorgara la ciudadanía
estadounidense a residentes en Puerto Rico-, se aplicó a 
la isla una
declaración de derechos individuales basados en la Constitución
estadounidense. Desde ese entonces, comenzó a fortalecerse
institucionalmente una 
concepción liberal de los derechos; esto quiere decir,
una concepción clásica de los 
derechos, en la que se sobrevaloran los
derechos y libertades individuales (derechos 
civiles y políticos) en
comparación con derechos de carácter social (Rivera Ortega, 
2012).

Ya para el año 1952, con la creación del Estado Libre Asociado, también
comienza 
a regir en el país la Constitución de Puerto Rico, la cual contiene en
su Artículo 11, la 
Carta de derechos a ser garantizados a toda la población. En
ese momento histórico, 
quienes elaboraron la Constitución tuvieron gran
influencia de la Declaración Universal 
de los Derechos Humanos proclamada
en el año 1948, por la Organización de las 
Naciones Unidas. De acuerdo con
Rivera Ramos, "los autores de la Constitución 
dejaron claro su intención de
trascender la concepción de derechos liberales 
tradicionales y esbozaron una
Sección que provee para ciertos derechos sociales [ ... ] 
Aun cuando el
electorado puertorriqueño aprobó la Sección 20, junto al resto de la
Constitución, el Congreso de los Estados Unidos la rechazó y la excluyó de la
aprobación que autorizaba" (Citado en Guardiola, 2012, p.218). Esta decisión
unilateral 
del Congreso de los Estados Unidos, implicó que los derechos
sociales y económicos 
quedaran fuera del marco constitucional y no fueran
reconocidos como derechos 
positivos que pueden ser reclamables en los
tribunales u otras instituciones del país; tal 
y como pueden ser reclamados los
derechos civiles y políticos.

Otro de los aspectos importantes sobre los derechos económicos, sociales y


culturales en el país, es que como consecuencia de la relación política con los

 
Estados 
Unidos, Puerto Rico no ha logrado adherirse a la Organización de
Naciones Unidas ONU) como un Estado soberano, no adopta los diferentes
instrumentos 
internacionales en materia de derechos humanos y no forma
parte de los países que 
conforman la Organización de Estados Americanos
(Rivera Ortega, 2012). Esto genera 
como consecuencia que no se puedan
utilizar los mecanismos de protección existentes 
que permiten denunciar la
violación de estos derechos por parte del Estado. Como 
parte de los tratados
de derechos humanos en la ONU, existe el Pacto Internacional de 
derechos
económicos, sociales y culturales, vigente desde el año 1976, en el que se
establecen las obligaciones del Estado para garantizar estos derechos en su
territorio; 
y además, desde el año 2008, la comunidad internacional cuenta
con un Protocolo 
facultativo de los derechos económicos, sociales y
culturales, que permite la denuncia 
de violaciones a estos derechos e
investigaciones por parte de la ONU. Poder tener 
alcance a estos
mecanismos, requiere que el país participe de la comunidad 
internacional y
ratifique esos tratados de derechos humanos. Al momento, Puerto Rico 
se
mantiene como país "aislado" y desvinculado de toda iniciativa y recurso
internacional que provea para ampliar la concepción y reconocimiento de tales
derechos (Rivera Ortega, 2012).

Ante la situación particular de los derechos económicos, sociales y culturales


en 
Puerto Rico, es importante que desde el Trabajo Social se preste atención
a las 
razones y consecuencias de que en el país, estos derechos no tengan
rango 
constitucional, y no sean reclamados y tan apreciados como otros
derechos humanos 
fundamentales. Como varios autores señalan, las formas
en que la profesión aborda la 
multiplicidad de problemas sociales -que
enfrenta hoy Puerto Rico- no debe ignorar ni 
escapar de la perspectiva de
derechos humanos, pues los problemas sociales no son 
otra cosa que
derechos humanos suprimidos, así que la meta y objetivo fundamental 
de
nuestra profesión debe ser velar por el disfrute pleno de los derechos humanos
(Alayon, 2008; Chinchilla & Villegas, 1995). Identificar entonces si esos

 
derechos 
suprimidos constituyen en su mayoría derechos económicos,
sociales y culturales, es 
una tarea indelegable en el país, con gran
repercusión para el desarrollo y accionar del 
Trabajo Social. Los derechos
sociales deben ser entendidos como parte fundamental 
de una sociedad
democrática; en la que el Estado tiene el deber de asegurarlos 
mediante una
política social que propicie el cumplimiento de los derechos y esté atenta a
establecer el vínculo entre la ley, los derechos y las exigencias sociales
(Guendel, 
2003).

Cada país tiene el derecho -y debería asumir la capacidad- de definir y crear


los 
derechos humanos que interesa sean utilizados para organizar la vida en
sociedad. Para ello, es importante identificar qué conocimiento tiene sobre los
derechos, qué 
concepción maneja sobre ellos y cómo visualiza las funciones
del Estado en relación a 
éstos. De acuerdo con Uribe Arzate (2011), la
concepción que una sociedad tenga 
sobre los derechos humanos, influye y
determina los alcances de su protección; así 
como configura y predetermina el
tipo de intervención del Estado. Cuando la 
concepción de los derechos
humanos en una sociedad es fragmentada, debilitada y 
vaga, es posible que
el tipo de Estado predominante sea uno con actitud pasivo 
permisiva, que
hace poco o nada en relación con la generación de escenarios y 
procesos a
favor de la evolución de los derechos (Uribe Arzate, 2011). De otro lado, si 
la
concepción de los derechos humanos es desde una visión holística, se
entiende que 
los derechos deben acompañar a sus titulares en todo momento
y en todo lugar. Al ser 
los derechos entendidos de esta forma, el tipo de
intervención del Estado es proactiva. 
Esto quiere decir que el Estado se ocupa
en generar condiciones óptimas para que sus 
habitantes puedan vivir sus
derechos humanos sin pretextos, y se identifica a sí mismo 
como el principal
motor y defensor de los derechos humanos (Uribe Arzate, 2011). 
Hacer
referencia a la materialización de los derechos humanos desde una concepción
holística, es entender al Estado con una actitud proactiva, que "sitúa en el
centro de 
sus afanes a los seres humanos y que es capaz de llevar a cabo

 
una reforma 
sustancial que catapulte la evolución de los derechos humanos a
su plano más 
inmediato, es decir, a su vivencia, a su disfrute" (Uribe Arzate,
2011, p.1255).

Metodología

El propósito general de esta investigación fue realizar un estudio que pudiera


ofrecer información descriptiva sobre la situación actual de los derechos
sociales en 
Puerto Rico. Los objetivos específicos incluyeron: explorar los
conocimientos que 
posee la población en Puerto Rico, en cuanto al tema de
los derechos humanos, en 
particular sobre los derechos a la seguridad, la
salud, la educación, el trabajo, la 
vivienda y un medio ambiente sano; explorar
cómo en Puerto Rico se percibe el estado de los derechos humanos, en
especial: el derecho a la seguridad, a la salud, a la 
educación, al trabajo, a la
vivienda, y a un medio ambiente sano; conocer la percepción 
que tiene la
población en Puerto Rico sobre las obligaciones del Estado en cuanto a
respetar y garantizar los derechos humanos, en especial: el derecho a la
seguridad, a 
la salud, a la educación, al trabajo, a la vivienda, ya un medio
ambiente sano.

El diseño de investigación fue uno no experimental transversal, con enfoque


cuantitativo. En específico, se desarrolló un cuestionario autoadministrado por
las 
investigadoras. La muestra encuestada fue no probabilística, por
disposición y de 
carácter voluntario de personas residentes en Puerto Rico
mayores de 21 años. Se 
cumplió con las condiciones éticas requeridas por el
Código de Ética del CPTSPR, así 
como con estipulaciones nacionales y
federales que requieren la discusión de la hoja 
del consentimiento informado,
la protección de confidencialidad, el respeto a la 
voluntariedad en la
participación, y la disminución de riesgo en la recogida de datos.

 
Hallazgos

En esta investigación participaron de forma voluntaria 291 personas de varios


pueblos de la Isla. La mayor participación se conglomeró en el área
metropolitana, 
entre: Bayamón, Río Piedras, Trujillo Alto y San Juan, con 90
personas, para un 30 
de la muestra. El grupo mayor de edades
representadas por el perfil de la muestra, fue 
entre 21 a 35 años con un 40 de
la muestra, las otras personas se distribuyeron 
desde 36 a 81 años. Sobre el
perfil de género de esta muestra, se refleja un rostro 
mayormente femenino
con un 68 . En cuanto a la orientación sexual, un 88 se 
describen
heterosexuales y solo 10 participantes se reconocen gay, lesbiana o 
bisexual.

Conocimiento de los derechos, percepción de Estado como protección

Esta muestra indica tener conocimiento de que toda persona posee derechos
humanos en un 86 , pero solo el 50 reconoce que el Estado es responsable de
velar por los derechos; cónsono con esto, la mayoría señala que es la persona
la que 
debe ser responsable de defender sus derechos (80 ). Con relación al
reconocimiento de los derechos de otras personas las respuestas apuntan a
interpretar 
que los derechos propios no van sobre los de otros (67 ).

Sobre los derechos civiles, la mitad de las personas mostraron conocimiento de


que estos son derechos humanos (50 ), pero el resto de los participantes
contestó 
estar indecisos (15 ) o en desacuerdo (18 ). En la defensa de los
derechos civiles 
responsabilizan mayormente al Estado (79 ) Y un 63 está en
desacuerdo y 
parcialmente en desacuerdo que estos derechos no poseen
mayor valor que los 
derechos humanos.

Cuando se exploró sobre la opinión con relación a que diversas poblaciones


tuvieran los mismos derechos humanos, esta muestra consideró casi en su
totalidad, 
que las personas pobres tienen los mismos derechos humanos que
la población con 
mejores condiciones económicas (85 ). Sobre si el gobierno

 
puede cambiar los 
derechos humanos de las personas, 76 estuvieron en total
y parcial desacuerdo,

Se exploró sobre el conocimiento de los derechos sociales en esta muestra,


encontrando que más de la mitad los reconocen como derechos humanos (66),
pero 
todavía unas 49 personas estaban indecisas al respecto y un 15 se
expresó en 
desacuerdo con el reactivo. De igual forma cuando se preguntó si
los derechos sociales 
y los civiles eran lo mismo, las personas indecisas
aumentaron a 34, mientras que un 
32 estuvo en desacuerdo y un 29 de
acuerdo.

Sobre los derechos humanos, civiles y sociales se preguntó si el gobierno


cumplía con su protección, a lo que un 46 respondió estar de acuerdo y un 40
en 
desacuerdo, las respuestas se distribuyeron en mitades. Sobre el
conocimiento de la 
existencia de acuerdos internacionales que obligan a los
Estados a proteger los 
derechos consignados, un 81 respondió estar de
acuerdo. Al aplicarse esa pregunta 
al caso de Puerto Rico, un 79 estuvo de
acuerdo en que tales acuerdos también 
obligan al gobierno local.

La muestra estuvo de acuerdo en un 76 con la afirmación de que todos los


derechos humanos son importantes y no se puede considerar un derecho con
mayor 
valor que otro. Se preguntó en específico si la salud física y mental, el
trabajo, el
ambiente sano, la vivienda, la educación, la seguridad y la buena calidad de
vida son 
derechos humanos, encontrando una tendencia a estar de acuerdo.

Discusión y Reflexiones

Los resultados de esta investigación develan que existe un conocimiento


parcial 
sobre los derechos humanos en Puerto Rico. Por un lado, las personas
participantes 
pueden reconocer la existencia de los derechos humanos, pero
desconocer, por 
ejemplo, el estatus jurídico de los derechos sociales y las

 
implicaciones de ese estatus 
en la definición de funciones y obligaciones del
Estado. A pesar de reconocer la 
existencia de los derechos, los datos
sugieren insatisfacción de la población 
encuestada, en cuanto al disfrute de
los derechos en la dimensión vivencial y práctica, 
así como a la función de
protección del Estado de nuestros derechos. Específicamente 
con relación a
los derechos sociales, la investigación priorizó en medir la percepción y
conocimiento sobre éstos, por ser derechos poco discutidos y visibilizados. La
investigación develó que existe poco conocimiento sobre los derechos sociales,
reconocidos como derechos humanos, pero a su vez refleja que en Puerto Rico
existe 
poco acceso y disfrute de esos derechos en general. Algunas de las
personas pueden 
identificar los DESe como derechos humanos, pero en
general, presentaron dificultad 
cuando se preguntó en particular si el trabajo,
el ambiente sano y la salud física y 
mental eran derechos humanos. Se puede
concluir de estos hallazgos, que el tema de 
los derechos sociales requiere
mayor divulgación y análisis para que las personas 
puedan reconocerlos y
asumirlos como derechos fundamentales.

Promover que los derechos sociales en el país sean disfrutados plenamente


como derechos humanos fundamentales para garantizar y sostener la vida
individual y 
colectiva, requiere iniciar procesos de divulgación y educación
nacional sobre el 
contenido de estos derechos, su situación jurídica en el país
y las obligaciones 
indelegables que tiene el gobierno para garantizarlos. Aún
en tiempos de significativas 
crisis económicas, el gobierno de Puerto Rico
debe tener la apertura de evaluar cuál ha 
sido su posición histórica hacia los
derechos sociales e identificar los factores que 
mantienen a la población
insatisfecha e imposibilitada de disfrutar los derechos. Urge 
construir
alternativas en conjunto, que permitan el uso responsable de los recursos
económicos y humanos del país, sin sacrificar el respeto y garantía de los
derechos 
sociales a la población en general. Esto requiere de voluntad política
compartida entre 
la institución del Estado y la sociedad en Puerto Rico.

 
En esta propuesta de divulgación y educación, el CPTSPR podría tener un rol y
función importante, ya sea formando a sus colegiadas y colegiados en asuntos
de 
derechos sociales a través de su Instituto de Educación Continuada, así
como 
promoviendo que sus Comisiones y Capítulos integren la perspectiva de
derechos en 
su accionar profesional y organizacional. Debido a que los
hallazgos de la investigación 
develaron según las personas encuestadas, que
el Estado incumple con la protección y 
viabilidad del acceso a los derechos
sociales, yesos derechos están estrechamente 
vinculados con el quehacer del
Trabajo Social diariamente, el CPTSPR debe 
mantenerse vigilante ante todo
tipo de política, acción u omisión gubernamental, que 
implique violación al
disfrute de los derechos sociales; así como participar activamente 
en el diseño
e implantación de políticas o proyectos que procuren operacional izar estos
derechos.

Este estudio invita a sumar la mirada cualitativa sobre el tema, por lo que se
recomienda continuar trabajando sobre los datos e iniciar nuevas
investigaciones. El 
uso de estos hallazgos puede aportar al trabajo del
CPTSPR en la planificación de 
futuras acciones y nuevas investigaciones con
la colaboración de organizaciones 
interesadas en el tema de los derechos
humanos, en especial los derechos sociales. 
Considerando el proyecto
profesional asumido por el Colegio y su vínculo con la 
defensa de los
derechos, esta investigación puede ser utilizada como referencia por la
Comisión Permanente del Proyecto Profesional, para enmarcar parte de su
trabajo 
presente y futuro.

 
Referencias

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Vergés Ramírez, S. (1997). Derechos Humanos: fundamentación. Tecnos,


Madrid.

 
TRABAJO SOCIAL DE AL TERIDAD

Bonnie Xyomara Velásquez Rodríguez


Humberney Ramírez Pineda 



Resumen

En el Trabajo Social es un reto pensar la intervención profesional


trascendiendo la dimensión ética del ego para darle paso a la discusión del
alter-ego. Siendo así como se configura el profesional en trabajo social como
un ser racional, libre, justo y responsable, con una perspectiva ética que busca
el mejor modo posible de su quehacer a través de una actitud
permanentemente comprensiva y crítica frente a la realidad social y a la
cuestión social. Este ejercicio permite describir las características del Trabajo
Social con perspectiva de alteridad como fundamento de una propuesta ética,
metodológica y técnica en la intervención profesional, desde una perspectiva
hermenéutica, crítica y transdisciplinar con enfoque levinasiano. Esto permite
realizar un recorrido por la trascendencia del campo de la ética en la profesión,
seguido por el desarrollo de la ética como alteridad, haciéndose vital la
definición del Otro como eje articulador de una propuesta sustentada en los
valores del Trabajo Social y la definición de la intervención profesional desde la
alteridad.

Palabras Claves: Alteridad – Intervención profesional – Levinas – Otro –


Hospitalidad

                                                                                                               

Universidades: Fundación Universitaria Juan de Castellanos – Fundación Universitaria San Alfonso
Correos electrónicos: bonniefujc@gmail.com - humberney@gmail.com

 
Desarrollo del documento:

1. IMPORTANCIA DE LA ÉTICA EN EL TRABAJO SOCIAL

El hablar de ética nos remite a un contexto polisémico, donde el mundo de lo


social se presenta de manera compleja y al articularse con la cultura, y por
ende con aquel conjunto de principios, normas, valores, denominado moral
(Cortina y Navarro, 1996, p.22), nos exige la toma de decisiones que afectan la
vida del Otro.

El quehacer profesional al convertirse en una práctica sistemática y


metodológica, tiende a relegar la pregunta por la ética,

... llamamos Ética a esa disciplina filosófica que constituye una


reflexión de segundo orden sobre los problemas morales. La
pregunta básica de la moral sería entonces ¿qué debemos hacer?,
mientras que la cuestión central de la Ética sería más bien ¿por qué
debemos?, es decir, ¿qué argumentos avalan y sostienen el código
moral que estamos aceptando como guía de conducta? (Cortina y
Navarro, 1996, p.22).

Estas preguntas, deberían subyacer al quehacer del Trabajo Social,


permitiendo una constante reflexión sobre la acción, que es a su vez la
dimensión de la intencionalidad, los alcances, las consecuencias, los juegos de
intereses y por qué no formularlo, como la búsqueda constante del sentido de
la acción. Los fundamentos deontológicos y éticos de la profesión se han
acompañado por un conjunto de principios y valores que han guiado cada una
de sus etapas, planteando constante un profundo compromiso por el
mejoramiento de las condiciones de vida y el respeto hacia los otros.

Cristina De Robertis al retomar los principios de la profesión elaborados por la


Federación Internacional de Asistentes Sociales y Trabajadores Sociales
(FIAS-FITS) en 1999 (De Robertis, 2003, p.180) ve que éstos guardan estrecha
relación con la ética de la convicción y la responsabilidad, dado que conjugan
las exigencias dadas por la moral, el seguimiento de los principios y el acto de
racionalidad de cada una de las consecuencias y posibilidades del actuar, sin

 
dejar atrás la reflexión en torno a las medios y fines. Sin embargo, este tipo de
reflexiones deben ir mucho más allá. En el terreno de los deberes, se mira la
asociación de la deontología del Trabajo Social y la articulación con los hechos
cotidianos vistos desde la multiplicidad de factores que confluyen. Esta
exigencia está dada por la dinamicidad de los hechos sociales, las
problemáticas emergentes y por consiguiente la complejidad del mundo de la
vida.

Podríamos decir que aquello que ha de preexistir se ha de apoyar en el valor


del otro, asumiendo el reconocimiento de las fronteras dadas por la
institucionalidad, la primacía y consonancia con la realidad y la libertad de la
persona, acto que ha de legitimar “la renovación del Trabajo Social pasando
por un ideal de promoción de las personas, un proyecto emancipador y
productor de cambios sociales” (De Robertis, 2003, p.182).

2. LA ÉTICA COMO ALTERIDAD

Existen muchas perspectivas de ética de acuerdo a los enfoques filosóficos que


sustenten la reflexión sobre lo moral. Existen éticas que son eudemonistas,
otras ontológicas, algunas utilitaristas, otras hedonistas y para nuestro caso
particular, algunas que apuntan al reconocimiento del otro como principio
fundamental del quehacer humano. La FIAS-FITS plantea dentro de sus
principios deontológicos una ética de convicción y responsabilidad planteada
por Max Weber como principio de acción ética del (la) trabajador (a) social que
piensa su práctica desde la perspectiva del otro que exige un cambio profundo
de su ser y así mismo de su práctica por medio de la responsabilidad que tiene
en la acción social.

Las éticas de alteridad han sido muy importantes en las últimas éticas debido a
las manifestaciones de barbarie que ha tenido la humanidad en los periodos de
guerra en el siglo XX. En este contexto nace una nueva perspectiva bajo la
propuesta de Emmanuel Levinas, que después de haber sufrido las
inclemencias de la Segunda Guerra Mundial, encuentra en la ética la base que
debe construir la humanidad para vivir en paz; una ética que se basa en

 
principios de acción y no en principios ontológicos, tal como se había visto
hasta el momento. Esta nueva ética pensará la relación con el Otro a partir de
un Yo que exige apertura, “un cuestionamiento del Mismo –que no puede
hacerse en la espontaneidad del Mismo- se efectúa por el Otro. A este
cuestionamiento de mi espontaneidad por la presencia del Otro, se llama ética”
(Levinas, 1997, p. 67). Pensar el trabajo social desde una perspectiva de
alteridad es transformar la acción que busca los intereses personales por
abrirse al otro en sus necesidades y en su llamado.

Hablar de una ética en términos de alteridad exige para el trabajador social


reflexionar acerca de esos fundamentos que se presentan estáticos y que
ocupan en centro de su acción, fundamentos que se traslucen en una visión
técnica de la profesión. A esta totalidad, como la llamaría Levinas, que indica
una forma de intervención que piensa en términos de formatos y prácticas
establecidas, se antepone otra que va a apuntar hacia el infinito, hacia la
novedad, la transformación, el compromiso, propios de un ámbito de
complejidad que vive el mundo de hoy, complejidad manifestada cada vez con
mayor fuerza en las relaciones humanas y en el lugar que ocupa el otro en la
vida de cada persona. Por eso “el infinito no tiene, pues, gloria si no es por
medio de la subjetividad, por medio de la aventura humana del acercamiento al
otro, por medio de la substitución del otro, por medio de la expiación para el
otro” (Levinas, 1987, p. 225). Es pasar de una ética en términos de imperativos
categóricos, que son vistos como totalidad, a pensar en una ética que, sobre el
quehacer, reconoce al otro en todas sus dimensiones, proyectándose al infinito,
porque siempre hay algo más y nuevo que reflexionar y sobre lo cual puede
transformarse las prácticas profesionales. Es pasar de lo dicho, lo establecido,
al campo de lo que está por decirse, de lo que hay que cambiar y que me pide
contemplar al otro en su rostro, en su manifestación fenomenológica, que llama
ante la presencia del trabajador social para decir “heme aquí”. “Pero el decir es
el hecho de que ante el rostro yo no me quedo ahí a contemplarlo sin más: le
respondo. El decir es una manera de saludar al otro, pero saludar al otro es ya
responder de él” (Levinas, 1991, p. 82-83).

Esta respuesta por el otro se convierte en la dimensión propia de lo que será

 
hablar de alteridad en trabajo social, que permite reconocer al otro como
alguien distinto que llama constantemente ante la presencia del profesional
para reactivar el compromiso de la profesión y vuelva su mirada a sus
fundamentos. Hablar de trabajo social de alteridad es recuperar un fundamento
de la profesión que nace del llamado del otro ante la indiferencia de una
sociedad y el (la) trabajador(a) social lo acepta gozoso (a) porque encuentra en
esta relación el sentido de su accionar.

Recuperar la dimensión del sujeto que adquiere una doble perspectiva, la del
profesional sujeto y la del sujeto de intervención y, que en ambas, encuentra
superar el individualismo, la felicidad propia por abrirse a lo que el otro mueve
en el yo. “El sujeto es la experiencia del otro como totalmente otro, que se me
impone pasivamente como algo único no deducible de ninguna categoría, que
me hace responder de él sin permitirme que mi arbitrio decida aceptarlo o
rechazarlo, que me hace responsable antes de que pueda responderle”
(Levinas, 1987, p.27). Esta responsabilidad nace de un proceso de elección
que no es personal, sino de un llamado que hace constantemente el otro,
rompiendo la tranquilidad y estabilidad del yo. Es un Otro que irrumpe en la
Mismidad, para exigir un compromiso del cual no puede abstraerse, ni
sustituirlo, porque se convierte en una responsabilidad que hace del obrar del
(la) trabajador(a) social una dimensión esencial que transforma su ser y que se
abre al otro, no como un objeto con el que debe trabajar, sino como un
auténtico otro que pide responsabilidad por encima del accionar, porque se
convierte en presencia, acogida y hospitalidad.

3. ¿QUIÉN ES EL OTRO?

La reflexión por la alteridad nos conduce necesariamente a la pregunta por el


otro, ya no desde una dimensión ontológica que pregunta por la esencia del ser
y del dasein (ser-ahí planteado por Heiddeger) sino desde una reflexión que
personifica al sujeto y lo coloca en un contexto que exige ser interpretado a
partir de sus diferentes manifestaciones fenomenológicas. Esta pregunta por el
otro exige reflexionar en torno a la subjetividad que se siente interpelada por el
otro y comienza a mirarse en términos de acogida y responsabilidad de alguien

 
que es diferente pero que llama a la puerta e irrumpe la tranquilidad del Mismo.
"La subjetividad es el Otro-en-el-Mismo, según un modo que también difiere de
la presencia de los interlocutores, uno al lado del otro en un diálogo en el que
están en paz y de acuerdo uno con el otro. El Otro en el Mismo de la
subjetividad es la inquietud del Mismo inquietado por el Otro" (Levinas, 1987,
p.72). Ya no es una subjetividad de corte individualista como se ha planteado
desde Descartes que omite la relación del otro, es plantear un concepto de la
subjetividad donde el otro hace presencia en el Mismo y dinamiza la existencia.
No es una subjetividad estática, sino que se construye a medida que siente el
llamado de aquel que es diferente e indefenso. Cuando el otro llama nace de la
epifanía del rostro, que como manifestación fenomenológica, permite
comprender el mundo desde la dimensión de alteridad, convirtiéndose en
responsabilidad que pide y exige como primera manifestación la vida, por
medio del llamado del "no matarás" en la cual la desnudez del otro se muestra
en las condiciones de miseria, de huérfano, del desprotegido, del extranjero,
del desplazado que pide ayuda (Levinas, 1997, p.9) y que frente al llamado y
por la misma epifanía del rostro no queda más salida que responder. En este
cara a cara se da la relación ética que supera cualquier reflexión sobre el ser,
sobre el egoísmo y sobre cualquier subjetividad. Afecta la existencia y la
transforma.

Pero este rostro se tiene que entender como el llamado a ver la desnudez del
otro, a no quedarse en lo superficial de la existencia. Ver el rostro para el (la)
trabajador (a) social exige ser responsable con su profesión y con esa persona,
familia, comunidad, grupo, que ha llegado a su existencia y pide ayuda porque
se siente indefenso. Es la actitud de la persona desnuda que necesita de un
abrigo para calentarse. Frente a la indefensión del otro, el trabajador social
acoge y da seguridad frente a su existencia. Ya no es una intervención de
forma simétrica, que se hace igual para todos. La relación con el otro desde la
desnudez es asimetría, es dinámica y al mismo tiempo compleja. Un mundo
nuevo comienza a invadir y a cambiar la estructura y la función de un (a)
trabajador (a) social que se siente seguro frente a su quehacer profesional.

Llamo rostro a aquello que en otro tiene que ver con el yo –le

 
concierne- pues recuerda, tras la compostura que ofrece de sí
mismo en su retrato, su abandono, su indefensión y su mortalidad,
así como su apelación a mi antigua responsabilidad, como si fuera
único en el mundo: el amado. Llamada del rostro del prójimo que,
en su urgencia ética, aplaza o desplaza las obligaciones que el «yo
interpelado» se debe a sí mismo y en la cual la inquietud por la
muerte de otro puede importar al yo más que su propia muerte.
(Levinas, 1993, p. 275)

Cuando el otro llama y llega a la puerta del (la) trabajador (a) social,
mostrándose como rostro, pide la atención inmediata, se siente comprometido
y responsable con su existencia y pide una acción que desplaza las
obligaciones de tipo asistencialistas y técnicas, por unas que llenan de sentido
la humanidad y la intervención profesional. El (la) trabajador (a) social vuelve a
su ser, a su fundamento, a sus orígenes. Su estrategia es la caricia, que
interpela, que investiga y descubre las realidades no vistas por el ocultamiento
de la existencia. La caricia permite indagar lo más profundo, es delicadeza,
ternura y afecto, es humanidad en medio de un trabajo que cada vez es más
inhumano. La caricia no apresa nada, no limita sus posibilidades, solicita lo
oculto, busca y registra, es una marcha hacia lo invisible (Levinas, 1997, 267-
268).

El otro para el (la) trabajador (a) social es aquel que llama a la puerta, desnuda
su existencia por medio de su rostro, lo hace responsable, transforma su
subjetividad y ve la humanidad del que se siente desprotegido, desvalido y
huérfano.

4. VALORES DEL TRABAJO SOCIAL DESDE UNA PERSPECTIVA DE


ALTERIDAD

Esta reflexión por el otro lleva a la fundamentación de unos nuevos valores


para la profesión, que desde esta perspectiva, deben convertirse en los
principios y pilares de su ser y quehacer. Los principios deontológicos del
Trabajo Social pensados desde una perspectiva de alteridad van a encontrar
en la acogida, responsabilidad, hospitalidad, libertad y justicia, los aspectos
básicos para cumplir su misión profesional. No se trata de hacer una escala

 
con estos valores, todos tienen igual participación y cumplen una función
fundamental para el trabajo social, sin embargo, el orden de estos valores
muestra una estrategia de intervención desde una perspectiva de alteridad.

El primer valor es la acogida, que nace a partir de la epifanía del rostro, desde
su desnudez y el llamado que hace frente a la indefensión que encuentra. El
cara a cara dice al (la) trabajador (a) social "no matarás" y la respuesta es la
acogida, es el lugar donde "acojo al otro que se me presenta en mi casa al
abrirle mi casa" (Levinas, 1997, p. 189). Abrir la casa es la apertura de la
existencia, de su rol profesional y de su compromiso con la humanidad.

Después que acoger a la persona viene la responsabilidad. El hecho de abrir la


casa es mirar y hacer propia la situación que vive el otro, no es empatía,
porque la empatía es pensar como el otro, pero no es ser el otro, esta es una
dimensión en la cual la responsabilidad no se hace por obligación o por
profesión, sino que se hace por el llamado, por la existencia, "desde el
momento en que el otro me mira, yo soy responsable de él sin ni siquiera tener
que tomar responsabilidades en relación con él… (Digo, ende otro modo que
ser, que) la responsabilidad es inicialmente un para el otro" (Levinas, 1991, 90).

La acogida y la responsabilidad se sintetiza en la actitud de la hospitalidad, en


ella el (la) trabajador (a) social muestra su rasgo más humano, abriendo las
puertas de la existencia. El trabajador social hospitalario siempre está atento a
las necesidades del otro, sufre con el sufrimiento de la otra persona, indaga por
el ser y se compromete en su transformación, llega a la casa y es capaz de
ofrecerle techo, alimento, calor y comodidad, porque es interpelación y
potenciación de su quehacer. Es la capacidad de trascender en su profesión y
en sus prácticas, para darle paso al deseo del Otro, a su llamado y a sus
necesidades que piden ser atendidas. Se es hospitalario no por obligación sino
por vocación.

Esta actitud de acogida lleva inmerso dos valores que fundamentan y hace
posible la hospitalidad, el primero de ellos es la libertad, no se acoge al que no
se quiere, al que se ve como diferente, al que es un otro que no siento su

 
llamado, que no se deja ver en su rostro. La libertad es propia del (la)
trabajador (a) social que ha dedicado su vida al servicio de los demás, que
asume su rol con profesionalismo, que es capaz de dejar de lado sus intereses,
su egoísmo y sus necesidades por abrirse al llamado que hace una humanidad
cada vez más deshumanizada. "El hombre libre está consagrado al prójimo,
nadie puede salvarse sin los otros" (Levinas, 1993a, p. 130). El (la) trabajador
(a) social desde su elección profesional, lo hace desde la libertad y esa libertad
implica el otro, no puede existir un trabajador social que piense su rol
profesional en términos de esclavitud (a un estado, a unas políticas sociales, a
un sistema económico, a un sistema moral, a unas prácticas culturales), su
esclavitud es con el otro que nace de un llamado y de una opción libre.

Esta libertad implica asumir la justicia como uno de los valores fundamentales
del quehacer profesional. Se busca que la intervención se direccione a la
construcción de una justicia social que supera las dimensiones de la inequidad,
del maltrato, la violencia y la deshumanización, que observe la cuestión social,
la reflexione, la critique y la pueda transformar en dinámicas que apunten a la
dignidad de la persona, el bienestar social y la sociabilidad. La justicia asume
que cada ser es único, que tiene una existencia propia, sus necesidades y
ocuparse de ellas promueve un mundo más equitativo. La justicia desde la
alteridad es personal, se sustenta en el derecho natural, no en el derecho
positivo, busca afirmarse en los derechos humanos, no como declaración, sino
como el rasgo del otro que llama a la existencia y a la humanidad

5. INTERVENCIÓN PROFESIONAL DE ALTERIDAD

Los valores propuestos desde el trabajo social apuntan al ser del (la) trabajador
(a) social, que se convierten en rasgos distintivos de su identidad profesional.
Pero estos valores, fuera de asumirse y de convertirse en principios exigen
hacerlos parte de la práctica profesional. De aquí que sea necesario hablar de
unos principios básicos para la intervención desde una perspectiva de
alteridad. Estos principios se convierten en unos criterios para tenerlos en
cuenta al momento del hacer profesional, superando las dimensiones técnicas
y asistencialistas para enfocarlas a una visión humanista e integradoras,

 
buscando siempre la dignidad humana, el bienestar personal y social y la
sociabilidad.

El primer aspecto que se debe tener en cuenta es el amor, este principio para
la intervención coloca al otro en una dimensión de sujeto que exige estar atento
a sus necesidades y a su llamado. El amor como principio de intervención pide
abrirse al otro, "amar es temer por otro, socorrer su debilidad" (Levinas, 1997,
p. 266). En la intervención implica mirar que el otro socorre porque tiene una
debilidad, que se hace manifestación a partir del llamado, un rostro que pide
ser sensible frente a la realidad y a las condiciones que tiene cada persona, es
la exposición al otro (Levinas, 1987, p.133) por medio de la apertura y de la
confrontación de sus dinámicas personales, de su manera de vivir y la forma de
afrontar lo social.

Asumir el amor, con la ternura propia que exige el trabajo con lo social y la
sensibilidad del que se siente llamado a ser responsable del otro, implica
también tener la actitud de la escucha. La intervención parte de la posibilidad
de dejar que el otro se manifieste por medio del lenguaje, como prolongación
de su ser, esto facilita el diálogo, que evita dinámicas en la cual el otro es uno
mismo por medio del poder que el discurso trae consigo, sino que desde la
alteridad, el diálogo es la posibilidad que el otro sea. No es lineal, es variable,
está mediado por sentimientos y emociones. El (la) trabajador (a) social está
perdiendo la capacidad de escuchar, de dialogar; los tiempos y las exigencias
del trabajo hacen que se piense en términos de eficiencia y eficacia más que
de las necesidades del otro.

Estas dimensiones que hace parte del ser, como condiciones de intervención,
tienen que llevar a plantear una intervención desde, por y para los derechos
humanos. No como unos principios para ser asumidos de forma normativa e
imperativa, tal como se ha planteado en el derecho positivo, sino asumirlos
desde la propia vivencia, desde la esencia del ser humano, desde el derecho
natural que tiene como fundamento la dignidad humana. Pensar en términos de
humanidad es reconocer la importancia del otro y del contexto que está
viviendo, porque "para la defensa de los derechos humanos, no siempre es

 
fácil -se trata de un problema práctico pero importante- establecer un orden de
prioridad en estos derechos concretos. Este orden puede variar en función de
las situaciones de hecho de cada país" (Levinas, 1993, p. 244). Por lo tanto, el
(la) trabajador (a) social debe ser capaz de interpretar, analizar y criticar la
sociedad para darle argumentos a su intervención, para descubrir las
dinámicas ocultas que van moldeando el ser humano desde la política y la
economía. El trabajador social debe aprender a hacer una hermenéutica social
que dé sentido a su existencia y a la labor que está cumpliendo con su
profesión.

Estar atento de la realidad y ser capaz de leerla a partir de sus diferentes


dinámicas permite pensar una intervención que lucha y asegura una justicia
social que nace del amor. "El amor debe siempre vigilar a la justicia" (Levinas,
1993, p. 133). Este amor es una manifestación de un mundo más fraterno que
ve en el otro una responsabilidad personal de su quehacer, que implica ver la
justicia de forma restaurativa, no retributiva, que promueve la comunidad y un
entorno de armonía y paz en medio de la guerra y el egoísmo. Hablar de
justicia es superar las dinámicas individualistas del mercado y la política,
buscando una ética de alteridad, donde el otro es importante.

Una intervención que nace del amor, la ternura y la sensibilidad frente al otro,
buscando colocar la dignidad humana en el lugar que le corresponde para
crear un mundo más justo, permite centrar la profesión en su fundamento
esencial, superando las dimensiones técnicas y asistencialistas que ha
buscado el mundo económico y político, y comenzando a trascender al mundo,
dándole un nuevo sentido. Sentido que es manifestación de un (a) trabajador
(a) social que se abre al otro, que tiene rostro, tiene humanidad que invita a
escuchar su miseria, su no posesión, su desplazamiento; que busca
transformar la realidad haciéndola más justa, equitativa, fraterna y libre. Una
intervención que rescata la dignidad humana y busca el bienestar en el
encuentro con el otro al que le respondo "heme aquí".

 
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Salamanca: Sígueme.

 
"O QUE FOI FEITO É PRECISO CONHECER, PARA MELHOR
PROSSEGUIR": a afirmacáo do 
Projeto Ético-político do Servic;o Social,
o revigoramento das abordagens "Psi" e as novas 
roupagens do
conservadorismo

84∗
SANTOS, Tiago Barbosa
RESUMO:

Este artigo tem a finalidade de apresentar uma abordagem crítica sobre


o revigoramento 
das práticas terapéuticas/clínicas (inscritas nos marcos do
pensamento conservador), suas bases 
sincréticas e a tentativa de reatualiza-
Ias no contexto do Servico Social brasileiro.
Nossa arqurnentacáo perpassa pela crítica ao revigoramento do
conservadorismo, calcado 
no pensamento pós-moderno, sendo apresentada
com "novas" roupagens a partir das 
torrnulacóes do "Servi<;o Social Clínico" e
na retomada de práticas terapéuticas no servíco Social 
Brasileiro, trilhando
caminhos opostos ao projeto ético-político profissional.

Palavras-Chave: Servico Social; Práticas Terapéuticas;Projeto


Ético-Político; neoconservadorismo;

                                                                                                               

Assistente Social formado pela Pontifícia Universidade Católica de São Paulo (PUC-SP), Especialista
em Serviço Social pela Universidade de Brasília (UNB/DF - Brasil). Email: tiagocress@yahoo.com.br .

 
APRESENTAÇAO

Neste trabalho apresentaremos alguns resultados obtidos na monografia


de especialização85, que pretendeu compreender os caminhos e fundamentos
da reatualização das práticas terapêuticas no Serviço Social, como uma das
expressões do pensamento conservador.

Para tal, realizaremos um breve confronto analítico entre os


posicionamentos acerca desta temática, analisando alguns documentos
produzidos pela categoria profissional e dialogando com os argumentos que
buscam “justificar” a reatualização das práticas terapêuticas e/ou clínicas no
Serviço Social brasileiro.

2. O SERVIÇO SOCIAL CLÍNICO E AS PRÁTICAS TERAPÊUTICAS: sua


base sincrética, o “caleidoscópio” de formulações e as novas roupagens
do conservadorismo

Iamamoto (2007) considera que nos últimos vinte anos, o Serviço Social
brasileiro vivenciou basicamente duas movimentações opostas, de relevante
envergadura. A primeira refere-se ao “processo de ruptura teórica e política,
com o lastro conservador de suas origens” (idem: 222), inscrevendo a
Renovação do Serviço Social filiado à vertente de Intenção de Ruptura com o
conservadorismo, sinalizando um novo direcionamento social86 para a
profissão.

Na direção oposta, a segunda movimentação se expressa no


“revigoramento de uma reação neoconservadora aberta e/ou disfarçada em
aparências que a dissimulam” (ibidem:222). Nesta mesma linha, julgamos

                                                                                                               
85
Pesquisa intitulada: PRÁTICAS TERAPÊUTICAS E SERVIÇO SOCIAL: uma abordagem crítica sobre a
(re) atualização do pensamento conservador no Serviço Social Brasileiro. (monografia de especialização),
Universidade de Brasília-UNB. Brasília – DF, 2010.
86
Processo materializado nos instrumentos que norteiam o fazer profissional (Código de Ética – 1993; Lei
de regulamentação da Profissão – 8.662/1993 e Diretrizes Curriculares da ABEPSS-1996), fortalecimento
das entidades e fóruns da categoria e produções teóricas com base no pensamento marxiano e na
tradição marxista.

 
significativo sinalizar alguns prospectos trabalhados por Netto, ao tratar do
desenvolvimento das vertentes teórico-profissionais:

Registrar-se-á um novo alento de uma vertente de cariz tecnocrático,


herdeira daquela que foi a “perspectiva modernizadora” dos anos
sessenta e setenta [...] mas renovada pela ofensiva neoliberal e
reciclada por outras teorias sistêmico-organizacionais [...] Verificar-se-
á o desenvolvimento de uma vertente neoconservadora, inspirada
fortemente na epistemologia pós-moderna, afinadas com as
tendências da moda das chamadas ciências sociais e tendo seu
gume crítico apontado para a revisão dos substratos das conquistas
anticonservadoras dos anos oitenta; muito provavelmente, essa
vertente promoverá [...] uma reentronização das práticas tradicionais,
oferecendo-lhes um discurso legitimador de natureza “cultural”
(NETTO, 1996:126-127).
Seguindo este raciocínio, Iamamoto situa o solo comum do
“revigoramento conservador”, este apoiado no caldo da produção pós-moderna
e da negação da sociedade de classes:

é a negação do processo histórico enquanto totalidade [...] em favor


dos fragmentos e particularismos na vida em sociedade, que é
destituída das clivagens de classe, fazendo florescer influxos
voluntaristas ou deterministas, condensados nos dilemas do
fatalismo e do messianismo, ambos cativos de uma prática social
esvaziada de historicidade (IAMAMOTO, 2007:222).

Podemos dizer que a retomada de perspectivas “terapêuticas ou


clínicas” via representações da categoria, dirigindo-se ao tratamento das
expressões da questão social por meio de abordagens “psi”87, retomam,
supostamente, a herança conservadora e as bases sincréticas na profissão
justamente em um contexto de ofensiva conservadora de matrizes neoliberais e
pós-moderna.

O resgate de perspectivas que “reatualizam o Serviço Social


Tradicional”, influenciada pelo legado norte-americano e do campo “psi”, visam
legitimar a prática profissional no campo clínico, reinterpretando-a para os
tempos atuais (novas roupagens das velhas experiências)88. Assim, Vale
destacar:

                                                                                                               
87
Para Vasconcelos (2008), o chamado campo “psi” (psicologia, psiquiatria e psicanálise) no
desenvolvimento do Serviço Social brasileiro, embasou-se nas linhas de atuação do Serviço Social
Tradicional com enfoque nas abordagens de caso - marcadas, sobretudo no contexto das instituições
psiquiátricas.
88
Importante situarmos: “O Serviço Social Clínico é terapia, na medida em que procura ajudar às
pessoas que apresentam dificuldades em seus relacionamentos interpessoais. Propõe-se a ajudar o

 
[...] nos percebemos neste momento histórico relendo e resignificando
o Serviço Social de casos clínicos, no processo de evolução para o
Serviço Social clínico (FREITAS, 2001).
[...] Percebemos com satisfação, que são inúmeros, embora se
mostrem poucos, os Assistentes Sociais que buscam formação na
área psi [...] como um caminho de exercício profissional [...] No
entanto, nos deparamos com a falta de reconhecimento dessa prática
legítima do Assistente Social, embora a literatura a comprove desde
Mary Richmond com o Serviço Social de Casos (BARBOSA, 2001).

Sobre a gênese da profissão, Montaño aponta duas perspectivas que se


constituem em teses antagônicas, a saber: a perspectiva endogenista que
“sustenta a origem do Serviço Social na evolução, organização e
profissionalização das formas ‘anteriores’ de ajuda, da caridade e da filantropia”
(2009:19-20); e a perspectiva Histórico-Crítica, que compreende o surgimento
do Serviço Social como,

síntese dos projetos político-econômicos que operam no


desenvolvimento histórico, onde se produz material e
ideologicamente a fração da classe hegemônica, quando [...] o
Estado toma para si as respostas à “questão social” (MONTAÑO,
2009:30).

Importante situarmos que a crítica ao Serviço Social Tradicional89 tem


suas bases calcadas no Movimento de Reconceituação90, sendo que este
movimento político e social, favorecedor de rupturas, coexistiu com reações
conservadoras advindas dos regimes militar-ditatoriais e repressivos
instaurados nos países latino-americanos.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   
cliente “a discernir a realidade do mundo exterior, quer ele a aceite ou não” (HAMILTON apud
VASCONCELOS, 2008:53); “O Serviço Social de Casos [focaliza - JFV] a relação íntima entre a
adaptação do indivíduo e o melhoramento das condições sociais [...] refere-se ao [...] processo pelo qual
se desenvolve a personalidade, através de ajustamentos realizados conscientemente entre os indivíduos
e o seu meio. O Serviço Social de Casos pode definir-se como a arte de ajudar as pessoas a ajudarem-
se a si mesmas, cooperando com elas a fim de beneficiá-las e, ao mesmo tempo, à sociedade em geral”
(idem); “O Serviço Social Psiquiátrico é o Serviço Social de Casos (casework), baseado na
compreensão psicológica do comportamento humano, praticado por Assistentes Sociais de casos que
tiveram uma formação especial para lidarem com crianças e adultos que sofrem de doenças mentais,
problemas de comportamento ou personalidade” (NOEL HUNNYBUN apud VASCONCELOS, 2008:53).
89
Nas palavras de Netto, podemos considerar o Serviço Social Tradicional como: “[...] a prática empirista,
reiterativa, paliativa, burocratizada, orientada por uma ética liberal-burguesa, que, de um ponto de vista
claramente funcionalista, visava enfrentar as incidências psicossociais da “questão social” sobre
indivíduos e grupos, sempre pressuposta a ordenação capitalista da vida social como um dado factual
ineliminável” (NETTO, 2005:06).
90
Trata-se de um movimento que ganha visibilidade no continente Latino-Americano a partir de 1965
(NETTO, 2005), avançando com significativo crescimento durante uma década. Tem como objetivo
central, a revisão crítica da profissão frente ao Serviço Social Tradicional. Ganha força com a adesão de
setores críticos da profissão e pela união entre as vanguardas profissionais dos países latino-americanos,
engajados com as mobilizações sociais e na busca de repensar suas próprias práticas.

 
Para Netto a “Reconceituação vem despertando paixões e ódios, e a
prova cabal da sua relevância nos é oferecida ainda hoje pelo trato que
conservadores e reacionários lhe conferem” (NETTO, 2005:06). Esta
polarização pode ser observada em algumas formulações contemporâneas de
representações que reivindicam a retomada de práticas terapêuticas, valendo
citar:

o Movimento de Reconceituação negou tanto o trabalho


institucional como o individual, o que repercutiu profundamente
na intervenção clínica. A identificação da prática clínica com famílias
nos parâmetros do que passa a ser identificado como Serviço Social
Tradicional, atingiu de forma marcante estes profissionais que
passaram a se ver como desenvolvendo uma atividade de menor
importância, sem reconhecimento da categoria e com o estigma de
profissional alienado, vinculado ao poder dominante [...] Em grandes
grupos (segmentos comunitários) e somente assim, é entendida uma
prática merecedora de possibilidades de transformações sociais?
Porque não individual e familiar? (FARHAT, 2009:20 grifos
nossos).

Ocorre que o Movimento de Reconceituação não proporcionou apenas


uma mera mudança técnico-operativa no âmbito do exercício profissional, mas
uma substanciosa crítica às bases teóricas e filosóficas alinhadas ao
pensamento tradicional no contexto latino americano. Este movimento existiu
necessariamente por causa da vigência do Serviço Social Tradicional, sendo
inclusive uma reação à vigência do mesmo por meio de um processo coletivo
na busca de novos referenciais para atuação profissional. Para isso, cabe
elucidar que:

[...] é falso afirmar que ao apreender as determinações societárias


que incidem na dinâmica da vida cotidiana dos indivíduos, a profissão
teria feito uma opção teórico-metodológica e ético-política de não
considerar os indivíduos em sua singularidade [...] o entendimento
do indivíduo como ser genérico e singular e não há espaços para
nenhuma dicotomia e/ou antinomia entre sociedade e indivíduo.
O entendimento do indivíduo simultaneamente como ser genérico e
singular, nos remete a considerar tanto as determinações societárias
que possibilitam identificar a existência de um profundo processo de
desigualdade social, como também valorizar, dentre muitas outras, as
dimensões de gênero, raça/etnia, orientação sexual e geração.
Historicizados em seu tempo histórico e em suas condições de vida e
de trabalho, os usuários com os quais trabalhamos, são pessoas
concretas, com sonhos, desejos, frustrações e buscas incessantes
para assegurar possibilidade de continuação da vida em tempos de
barbárie produzida pelo sistema do capital (CFESS, 2010:11, grifos
nossos).

 
Refletindo os aspectos identificados na pesquisa do CFESS91, os
apontamentos de Farhat (2009) sinalizam uma “aparente” confusão
metodológica, no que compreende o objeto profissional.

Para tanto, expressões da questão social tomadas como objeto do


Serviço Social, são enfrentadas a partir de duas perspectivas distintas, quais
sejam: a administração da ordem ou perspectiva de enfrentamento das
contradições oriundas e inerentes ao processo de produção e reprodução
social (MOTA, 2008).

A primeira é “demarcada pela implementação de reformas sociais e


morais, tanto mais ‘eficientes’ quanto mais ancoradas tecnicamente” (idem:49).
A segunda perspectiva está atrelada a uma transformação, não da questão
social, mas da ordem social que a determina92. Percebe-se uma possível
negação da centralidade do trabalho e da “questão social”, quando observado
o objeto da atuação do Serviço Social:

[...] o objeto profissional do Serviço Social se define como


empoderamento, fortalecimento, “empowerment” do sujeito,
individual ou coletivo, na sua relação de cidadania [...], de
identificação [...] de autonomia [...] vida social [...] pensar a relação
terapêutica, clínica, como também um espaço onde se fortalece a
decisão do usuário, calcado em construções possíveis de saídas,
alívio de tensão e sofrimento FARHAT, 2009:24-26, grifos nossos).

Identificamos outros autores que reivindicam a retomada das abordagens


terapêuticas no Serviço Social e que comungam deste “caleidoscópio” de
propostas para justificar tal perspectiva. Segundo Barbosa (2001), “os
conceitos de produção, capital x trabalho, relações sociais e políticas sociais,
são fundamentais na compreensão da realidade social”, no entanto, considera
que tais conceitos relegam a subjetividade.

Por esta razão a autora justifica a busca dos Assistentes Sociais por
formações no campo “psi” – psicanálise, psicodrama, bioenergética, terapia de

                                                                                                               
91
Trata-se de pesquisa realizada sobre as práticas terapêuticas. Conferir CFESS (2009).
92
Segundo a autora, “implicam em escolhas ético-políticas e em uma direção ideológica referenciada por
um projeto político de classe – e que, mormente no que toca a tendência superadora, para a sua
realização, requer rigorosa análise da realidade e delineamento de estratégias de luta, balizadas pelas
possibilidades contidas nas condições históricas existentes. Lutas que, longe de serem profissionais, são
sociais, apesar das profissões terem um papel a desempenhar no seu marco (MOTA:49).

 
família, dentre outros – “como um caminho do exercício profissional”. A autora
contesta, ainda, a vedação das abordagens terapêuticas pelos Assistentes
Sociais, uma vez que identifica formulações semelhantes desde a gênese da
profissão, principalmente por Mary Richmond, com o Serviço Social de Caso.
Por fim, a autora reivindica o resgate do aspecto emocional, por que não dizer
a retomada de vertentes conservadoras, como matéria/objeto de intervenção
profissional.

Na mesma linha, Emiliano (s.d) considera que o Serviço Social intervém


na esfera das relações entre os homens, sendo o método de abordagem de
caso o mais antigo e utilizado no contexto profissional, concebendo o homem
enquanto ser biopsicossocial. Para a autora, a prática clínica promove
encontros entre o profissional e o “cliente”, contribuindo para “a consciência de
si mesmo, de seus padrões relacionais e da sua corresponsabilidade nas
dificuldades que possa estar enfrentando” (idem), efetivando a “ajuda” através
do diálogo.

Conforme consta na tradução de Seixas (s.d)93, o Serviço Social Clínico


é definido como uma especialidade da profissão tendo como propósito,
diagnosticar e tratar os aspetos psicossociais.

Intervém nas desordens mentais, emotivas e incapacidades de


desenvolvimento [...] inclui sem limitações um entendimento do
comportamento humano, da psicopatologia, e da diversidade
humana, relacionamentos interpessoais, dinâmica familiar; desordens
mentais, tensão, dependência química, violência interpessoal,
consequências de doenças; impacto físico, social, ambiental,
cultural; cognitivo, afetivo, e manifestações comportamentais dos
processos conscientes e inconscientes (SEIXAS, S.d).
 
Rodrigues (2009) refere que as práticas terapêuticas, se confundem com
a história do Serviço Social - influenciadas pelas ciências comportamentais -
sendo possível atuar no alívio das angústias emocionais das famílias e de sua
“clientela” de forma geral. De alguma forma, o autor apresenta uma abordagem
ahistórica e acrítica, transpondo as experiências passadas, de forma mecânica
para os dias atuais, não considerando a movimentação dialética da história.
Reivindica ainda que o Serviço Social brasileiro deva adequar-se a formulação

                                                                                                               
93
Referente a nota da AAPCSW- American Association for Psychoanalysis in Clinical Social Work.

 
do Serviço Social Mundial94, opondo-se a proposta de definição do CFESS95 - o
que nos parece equivocado uma vez que não reconhece as particularidades do
desenvolvimento do Serviço Social brasileiro e seu protagonismo crítico,
perante a realidade latino-americana.

Concordamos com Iamamoto ao afirmar que o processo de


redimensionamento profissional é algo dinâmico e não linear, “cabendo aos
profissionais entender e detectar as tendências presentes na sociedade,
apropriar-se das possibilidades historicamente dadas e transformá-las em
propostas de trabalho” (IAMAMOTO in: EM FOCO, 2004:33).

É certo que ações de teor psicologizante marcaram os primórdios da


profissão. Mas é certo, igualmente, que nos afastamos
substancialmente dessa vertente, e que a realização de terapias não
integram nem a fundamentação teórica contemporânea da profissão
e nem suas diretivas legais (CFESS, 2010:05).

De forma alguma estamos descartando a dimensão subjetiva96 como


parte inerente do trabalho profissional, produto da produção e reprodução da
totalidade social e formação do ser social. No entanto, não significa que a
subjetividade em si, seja o objeto específico de intervenção do Serviço Social.
Segundo Vasconcelos,

[...] não se pode negar nem deixar de reconhecer que, em algumas


circunstâncias e momentos, o apoio, o alívio de tensão, a orientação
podem até ser o mais urgente e necessário, mas nunca o suficiente da
parte do Assistente Social. Os psicólogos e os médicos também
trabalham com esse objetivo, mas nenhum outro profissional da saúde
tem como objetivo a realização do direito individual e coletivo. É
nessa direção [...] que os Assistentes Sociais tem a possibilidade de
potencializar a participação social, a organização e capacidade dos
usuários com vistas ao controle social da política de saúde e dos serviços
prestados [...] (VASCONCELOS, 2007:432).

                                                                                                               
94
Conferir a definição hegemônica de Serviço Social adotada pela Assembleia Geral da Federação
Internacional de Trabalhadores Sociais (FITS), Canadá (Montreal), em julho de 2000.
95
Conferir proposta apresentada pelo CFESS na Conferencia Mundial de Serviço Social – China (Hong
Kong), junho de 2010.
96
O problema não é a incorporação da dimensão subjetiva no trabalho profissional, mas de desconsiderá-
la como parte inerente da totalidade social. Podemos dizer que a teoria social considera a subjetividade
como grau de consciência e organização dos indivíduos sociais, enquanto sujeitos de classe, e que os
rebatimentos na subjetividade são partes constitutivas do trabalho social e não se confundem com o
subjetivismo descolado da objetividade e relações sociais. Conferir Iasi (2007).

 
Na mesma lógica, Borba (2010) afirma que as terapias de grupo e
individuais (que não se confundem com atendimento grupal e individual), não
fazem parte do escopo profissional. De acordo com CFESS (2010), a atuação
terapêutica “exige um modo de intervenção na subjetividade prenhe de
consequências práticas na vida dos indivíduos.” Afirma, ainda, que há
diferentes áreas do saber que atuam nas diversas condições objetivas e
subjetivas dos sujeitos “[...] mas cada profissão busca objetivar finalidades
compatíveis com suas atribuições privativas, competências e habilidades”
(CFESS, 2010:12).

Farhat (2009) critica a direção social e política do Serviço Social


Brasileiro afirmando que “ainda se insiste em uma hegemonia, a todo custo, de
forma autoritária e excludente, sem refletir no profissional especialista em
outras vertentes, dentro da dinâmica da profissão” (FARHAT, 2009:30).

No entanto, consideramos a direção socio-política hegemonia como “a


formação de uma vontade coletiva, de um conjunto de valores que move um
sujeito coletivo e se torna, através de sua ação, um fenômeno objetivo da
realidade social” (Coutinho, 1991:16). Compreendemos que o denso processo
que culminou com o Projeto Ético-Político do Serviço Social, foi fruto do embate
de posições, conforme argumenta Netto:

O primeiro foi o crescente envolvimento de segmentos cada vez


maiores no corpo profissional, nos fóruns, nos espaços de discussão
e nos eventos profissionais – bem como a multiplicação e
descentralização desses fóruns, espaços e eventos. Tal envolvimento
se registrou nos vários Congressos Brasileiros de Assistentes Sociais
e em seus encontros regionais preparatórios, nas convenções
nacionais e nas “oficinas regionais” da ABESS, nos encontros de
pesquisadores promovidos pela CEDEPSS, nos encontros regionais
e nos seminários nacionais patrocinados pelo sistema
CFESS/CRESS, etc […] (NETTO, 2006:156-157).

Assim, enfatizamos que a consolidação de um projeto profissional não


suprime as divergências e contradições no seu interior. No entanto, a
consolidação de um projeto, deve levar em conta o pluralismo e o respeito à
hegemonia conquistada. Contudo, cabe dizer que pensar na convivência plural,
não pressupõe a aceitação (acrítica) de todos os projetos profissionais
existentes (muitas vezes antagônicos).

 
Concordamos com Brites e Sales ao situarem o sentido desta disputa:

deve ser uma referência ao debate teórico para consolidação deste


projeto profissional no âmbito da disputa com outros projetos,
respeitando-se nesta disputa, a diversidade e o pluralismo. No
entanto, ao defender a convivência plural, o Código de Ética coloca-a
num campo definido: o respeito a todas as expressões profissionais,
sociais e culturais que sejam democráticas e busquem a ampliação
da liberdade, enquanto valor ético central (BRITES e SALES,
2007:77).

Neste contexto, considerando as atribuições e competências do


assistente social, bem como a necessidade de regulamentar tal matéria, o
CFESS lança a resolução 569/2010 e justifica:

a Resolução que “veda a realização de terapias associadas ao título


e/ou ao exercício profissional do Assistente Social” não cerceia o
direito ao trabalho [...] também não impede as pessoas que queiram
realizar as diversas formas de terapias existentes [...] O que a
resolução explicita é que a realização de terapias não está no
escopo das competências e atribuições profissionais do/a
Assistente Social regulamentadas em Lei e nas infra-legislações
pelo CFESS. Se um/a Assistente Social quiser praticar atividades
terapêuticas, poderá fazê-lo, desde que não associe essas práticas
ao exercício da profissão de Assistente Social (CFESS, 2010:08).

Vale evidenciar que “a realização das terapias requer conhecimento


especializado e que este, por não se constituir matéria do Serviço Social, não
integra sua formação básica” (idem), portanto não especificado nas diretrizes
curriculares da ABEPSS. A presente resolução estabelece ainda, que a
realização de terapias (ou atividades cujas finalidades sejam os tratamentos
somáticos, psicológicos, psicossomáticos de cunho medicinal, psicológico,
psicanalítico ou que atuem sobre a psique), não constituem atribuições e/ou
competências do Assistente Social.

Nota-se que a resolução não limita a intervenção do Assistente Social


nos diversos espaços sócio-ocupacionais que, por ventura, possua natureza
terapêutica. Porém, baliza que, mesmo nestes espaços, o Serviço Social
contribui enquanto saber técnico especializado, não se confundindo com
abordagens de fins terapêuticos.

Com isto, pode-se dizer que a busca para legitimar as práticas


terapêuticas no período contemporâneo – transportando mecanicamente

 
expressões do passado sem mediações histórico-críticas (forjando uma
resignificação do Serviço Social de Casos) – busca mudanças no “perfil
profissional”, retomando feições da origem da profissão, preservando seus
compromissos com o conservadorismo.

No mesmo sentido, concordamos com o pensamento de Vasconcelos ao


afirmar que o “Serviço Social Clínico” e as práticas terapêuticas, retomam o
que se tem de mais “arcaico”, priorizando intervenções com base na ajuda, no
conforto, na apaziguação e na integração ao meio social, extrapolando o
campo do serviço social e “não faz avançar o atual projeto profissional”
(VASCONCELOS, 2008:72). Na mesma medida “passam a supervalorizar os
aspectos subjetivos (emocionais e interpessoais), contribuindo tanto para o
processo de psicologização das relações sociais quanto para o ajustamento e
adaptação do sujeito ao seu meio” (idem:74), revigorando modelos
“importados” para “aplicação” na realidade brasileira.

Todavia, vale sinalizar que não rejeitamos a busca por especializações,


porém no caso dos “Assistentes Sociais Clínicos”, entendemos tal busca
associa-se à reserva de mercado e à relativização das atribuições profissionais.
Assim, a especialização deve servir para qualificar o trabalho do Assistente
Social, no âmbito de suas atribuições e competências97 e não para corroborar
com práticas e identidades genéricas e distintas de sua formação.

3. CONSIDERAÇÕES
A busca de releitura do Serviço Social Tradicional para o atual momento
histórico é claramente incompatível com o que foi conquistado no Serviço
Social brasileiro (fruto do embate ideológico-político, teórico e ético), pois
deslocam as análises das expressões da “questão social” do campo
macrossocietário e suas múltiplas determinações, para a esfera da
microrrelação (relações interpessoais, do empoderamento, da valorização dos
olhares sobre a realidade, supremacia da esfera da subjetividade,
                                                                                                               
97
Concordamos com o pensamento de Vasconcelos ao dizer que não considera o “Serviço Social Clínico”
como uma especialização do Serviço Social “pois o fazer das ‘Assistentes Sociais Clínicas’ advém do
campo psicanalítico, que nada tema ver com as atribuições do Serviço Social [...] passam a assumir outra
identidade profissional que não condiz com a atual identidade e proposta profissional. [...]”
(VASCONCELOS, 2008:75).

 
compreendida como algo descolado da objetividade do ser social, etc). Trata-
se de retrocesso ao Serviço Social Brasileiro à medida que a prática
terapêutica parte do legado conservador e reivindica o que conhecemos como
Serviço Social de Casos Clínico ou Psiquiátrico.
A proposta de retorno às vertentes conservadoras sob o viés da
“psicologização" das relações, do pensamento pós-moderno e a busca de
“resignificar” as abordagens terapêuticas/clínicas, mesclam conceitos
“estranhos” (sincréticos)98 para as bases de formação e trabalho profissional99
que por sua vez, distanciam-se das atribuições, competências e do legado
crítico hegemônico na profissão.

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para a Profissão In: Sersoclínico Boletim Informativo Virtual, 2001- ano 1, n.1.
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BRITES, Maria Cristina e SALES, Maria Apolinário. Ética e Práxis profissional.
Brasília: CFESS, 2000.
BORBA, Maria José Mota de. Intervenção com homens autores de agressão
contra a mulher: assistente social também mete a colher. Artigo apresentado ao Pré-
CBAS/SP, 2010.
CFESS. Práticas terapêuticas no âmbito do Serviço Social: subsídios para
aprofundamento do Estudo. Brasília, 2009.
CFESS. Serviço Social e Reflexões Críticas sobre Práticas Terapêuticas. Brasília,
2010.
COUTINHO. C.N. Pluralismo: dimensões teóricas e políticas. In: Cadernos ABESS.
Ensino em Serviço Social: pluralismo e formação profissional. nº 04. Cortez: 1991.
EMILIANO, Norma. A Importância do Serviço Social Clínico na atualidade (S.d).
Disponível em http://br.groups.yahoo.com/group/serclinico/. Acesso em: 27 jun. 2010.
EM FOCO. O Serviço Social Clínico e o Projeto Ético-Político do Serviço Social.
CRESS – 7ª Região/Programa de Pós-Graduação de Serviço Social da UERJ. Rio de
Janeiro, Maio/2003.
_________; Atribuições Privativas do Assistente Social e o “Serviço Social
Clínico”. Edição Complementar à revista nº 1. Programa de Pós-Graduação de
Serviço Social da UERJ. Rio de Janeiro: UERJ, maio/2004.
FARHAT, Carla. “Afinal o que legitima a atuação do Assistente Social como
terapeuta de família?” - Instituto de Psiquiatria- IPUB/UFRJ. Rio de Janeiro: 2009.
                                                                                                               
98
A concepção de que é possível resignificar o conservadorismo, bem como o “mix” teórico-metodológico
utilizado para “justificar” a prática profissional (sob o viés terapêutico) alinha-se com a tese sobre o
sincretismo no interior da profissão (NETTO, 2006).
99
Tais como: visão holística do ser humano, psicanálise, bioenergética, biossíntese, teoria sistêmica,
terapia familiar, psicodrama, terapia organizacional, mediações de conflito, comunicação não violenta,
aplicar técnicas de relaxamento, danças circulares, dentre outras práticas.

 
FREITAS, Virginia. Evolução do Serviço Social de Caso In: Sersoclínico Boletim
Informativo Virtual, 2001 – ano 1, n.2. Disponível em
http://br.groups.yahoo.com/group/serclinico/. Acesso em: 27 jun. 2010.
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como exercício profissional. Trabalho de Conclusão de Curso (graduação em
Serviço Social) – UFRJ/CFCH/Escola de Serviço Social. Rio de Janeiro, 2008.

 
O TRABALHO SAZONAL DA COLHEITA DE CAFÉ E AS CONDIÇÕES DO
TRABALHO RURAL

Jeovana Nunes Ribeiro


RESUMO

Este artigo é fruto do projeto de tese de doutorado em Serviço Social na


Unesp, com o objetivo de analisar os desdobramentos dos trabalhadores para
“sobreviver” ao trabalho sazonal, abordando, os ciclos do café e a busca pelas
políticas sociais. A metodologia, utilizada foi à qualitativa, onde aplicamos um
questionário semi-estruturado a 20 trabalhadores rurais. Como resultado temos
que o período de colheita ocorre em 05 meses, o que significa dizer que pós-
safra muitos trabalhadores desenvolvem trabalhos temporários ou bicos, não
têm direito ao seguro desemprego, uma vez que nem todos têm contrato formal
e para ter direito ao seguro desemprego no Brasil, o trabalhador precisa
comprovar vínculo empregatício de no mínimo seis meses para receber de 03 a
05 parcelas de seguro desemprego; o trabalhador que recebe benefício social
não tem seu benefício suspenso tendo em vista o “período de colheita”, e,
muitos, não procuram o programa bolsa família por não fazer parte das
exigências do programa social.

Palavras-chave: Trabalhador Rural; Café; Trabalho Sazonal; Políticas Sociais.

                                                                                                               

Universidade Estadual Paulista (UNESP Franca-SP)
jeonurib@yahoo.com.br

 
CONSIDERAÇÕES INICIAIS

O trabalho rural é o tema de reflexão a fim de compreender o objeto


de estudo: as condições de trabalho vivenciadas pelo trabalhador sazonal da
colheita de café.

O percurso que nos induziu ao estudo do trabalho rural, na região


Sul de Minas Gerais, foi por ser considerada, hoje, a maior região produtora de
café do mundo. Isto nos chamou a atenção para compreender em primeiro
lugar, o trabalho rural, levando em consideração as condições de trabalho que
envolve desde o trabalho sazonal a jornada de trabalho, produção, salário; e
em segundo, as alternativas de sobrevivência encontradas pelos trabalhadores
na entressafra das atividades no café.

Minas Gerais é o maior estado produtor de café do Brasil, responde


por cerca de 50% da produção nacional. Praticamente 100% das plantações
são de café arábica, cultivado em quatro regiões produtoras: Sul de Minas,
Cerrado de Minas, Chapada de Minas e Matas de Minas, que exportam seus
cafés pelos portos de Santos, Rio de Janeiro e Vitória.
Metade dos empregos gerados pelo café no Brasil se encontra em
Minas Gerais, que lidera a produção nacional. O café movimenta anualmente
US$ 800 milhões no estado - 18% do PIB agropecuários. A cadeia produtiva
movimenta em torno de US$ 1,6 bilhão por ano (4,5% do PIB agropecuário) e é
responsável por cerca de 8 milhões de postos de trabalho diretos e indiretos.
(VERAS, 2002).

O Sul de Minas é, isoladamente, a maior região produtora de cafés do


Brasil. Com altitudes entre 850m e 1.250m, esta região é uma
tradicional área de produção de café arábica a mais de um século.
Mais de 70% das propriedades produtoras são de pequeno porte
e a maior parte do restante de porte médio, embora algumas das
maiores fazendas do Brasil estejam localizadas nesta área. O sistema
semi-mecanizado adotado na maior parte do Sul de Minas é

 
compatível com topografia de montanha e também com plantio
adensado que vem sendo adotado nas áreas de relevo mais
acidentado. A mecanização plena é possível nas áreas mais planas.
A cafeicultura do Sul de Minas se baseia na diversificação agrícola.
Em média, apenas 15% da propriedade são usados para o cultivo do
café, embora o café represente 70% da renda. Cerca de 300.000
pessoas moram em fazendas de café no Sul de Minas, representando
50% da mão-de-obra empregada, o restante da qual deriva das
pequenas cidades da região. (SINDICAFÉ, 2012, p. 3). (Grifos
nossos).

A reportagem, como é peculiar nesta área, camufla e provoca


distorção fundamental na análise: embora predominem as pequenas
propriedades em número, estas ocupam área ínfima frente as grandes
propriedades. Estas, embora em menor número, ocupam a maior parte do
território. A verdade trazida pela reportagem é que de fato, são as pequenas
propriedades que empregam mais e povoam a área rural.

Neste sentido, nosso estudo do trabalhador rural na região Sul de


Minas, se justifica por estarmos envolvidos100 com ela, o que viabiliza o estudo
e para além, por ser uma região que abarca, anualmente, milhares de
trabalhadores rurais, nas condições de formalidade e informalidade, na colheita
de café, que migram, diariamente, da cidade para o campo.

É importante ressaltar neste espaço que:

A cafeicultura foi inserida no Sul de Minas na metade do século 19


em grandes propriedades, que deram origem a diversos municípios.
Algumas das principais cidades produtoras de café são Três Pontas,
Guaxupé, São Sebastião do Paraíso, Varginha, São Tomás de
Aquino, Itamogi, Alpinópolis e Santa Rita do Sapucaí. A região viu
suas plantações crescerem vertiginosamente a partir de 1976,
financiadas pelo governo brasileiro depois da quebra histórica da
safra do Paraná com a geada de 1975. (VERAS, 2002, p. 18).

O crescimento da produção do café desde o século XIX passa por


diferentes ciclos de crises, e, o Brasil se estabelece como o maior produtor de
                                                                                                               
100
A viabilidade de nosso estudo é por estarmos inseridos no curso de Serviço Social da
Unifenas Campus Campo Belo que nos oferta apoio e por residirmos no município, o que
facilita a pesquisa.

 
café do mundo, do século XXI, sendo responsável por 40% da produção
mundial, segundo dados da Organização Internacional do Café de 2009. O
estado de Minas Gerais é o maior responsável pelo processo de produção, que
dos 853 municípios do Estado, aproximadamente 700, cultivam café. (LOPES,
2012).

Abaixo, segue a relação do ranking dos maiores produtores de


café:

1 – Brasil – 2,553 toneladas


2 – Vietnã – 1,107
3 – Colômbia – 767
4 – Indonésia – 399
5 – Índia – 285
6 – Etiópia – 278
7 – México – 252
8 – Guatemala – 237
Fonte: LOPES, 2012.

Todavia, ressaltamos que:

A opção do Brasil no cenário atual é por um modelo de


desenvolvimento agrário que associa os interesses do
capital financeiro, industrial e rural, sem romper a aliança
com as elites agrárias que se reúnem sob o signo do
agronegócio. A modernidade do agronegócio, no entanto,
desfaz-se ao desvendar as relações arcaicas de trabalho
a que estão submetidos/as os/as trabalhadores/as das
diversas cadeias produtivas e os graves problemas
ambientais resultantes do uso abusivo e, por vezes
indiscriminado, de agrotóxicos, o desrespeito ao meio
ambiente e, ainda, o comprometimento da segurança
alimentar do país, devido ao uso de sementes
transgênicas e da vinculação da produção ao mercado
internacional de commodities. (SANT’ANA, 2012, p. 1).

 
Nosso estudo teve como finalidade analisar como os trabalhadores
sobrevivem às passagens cíclicas do café, abordando, sobretudo, a exploração
do trabalho.

A fim de analisar a existência das expectativas geradas pelo “ganhar


um pouco mais de dinheiro, na colheita” e, posterior colheita, relatar o que faz o
trabalhador desempregado, residindo na zona urbana, onde os empregos
foram reduzidos desde a década de 1990, anverso do processo de
reestruturação produtiva. Neste sentido, compreender melhor, qual é a
perspectiva de sobrevivência do trabalhador no período de entressafra, no
município de Campo Belo-MG, ou, melhor, analisar como fazem os
trabalhadores sazonais, quando ficam desempregados, quais as alternativas de
sobrevivência buscadas por estes trabalhadores?

Para isso, partimos do pressuposto que muitos trabalhadores


procuram os programas sociais de transferência de renda ou, quando
adoecidos, auxílio doença/Previdência Social.

A viabilização deste processo é feita pelo Estado que de um lado


cria programas focalizados de transferência de renda e de outro, permite o
trabalho rural com contratos por safras (Lei 5.889 de 08/06/1973; Decreto
73.626 de 12/02/1974 e NR 31 anexo a Portaria nº 86, de 03 de março de
2005).

Existem hoje no Brasil cerca de 5 milhões de homens e mulheres


vendendo a sua mão-de-obra na agricultura, segundo a
Confederação Nacional dos Trabalhadores na Agricultura (Contag). A
maioria exerce as atividades sem proteção de convenções ou
acordos coletivos de trabalho. Muitos trabalhadores moram nas
periferias das cidades e se deslocam quando surge serviço.
Enfrentam problemas graves, como remuneração baixa,
discriminação da mulher, analfabetismo, envenenamento por
agrotóxicos e diversas situações degradantes. O café é a segunda
atividade rural que mais emprega à margem da legislação, só
perdendo para a pecuária, afirma o diretor de assalariados da
Contag, Guilherme Pedro Neto: “Menos de 10% dos trabalhadores do
café têm carteira assinada”. (VERAS, 2002, p. 17) (Grifos do autor).

Ressaltamos, também, que o trabalho nas “ruas das fazendas de


café”, como assim denominam os trabalhadores, são periódicos, tendo em vista

 
o ciclo de frutificação “natural”, que “depende da natureza”, das plantas, e
outro, da colheita do café, pós-chuvas, que vai de março a outubro. Assim,
desperta-nos o interesse em analisar como ocorrem as condições de trabalho
no campo, tendo em vista a sazonalidade. É importante ressaltar que há
trabalhadores que permanecem na produção de café mesmo posterior ao
período de colheita, haja vista a necessidade da produção de café, entretanto,
um grande número de trabalhadores são descartados, semestralmente, devido
ao processo social de produção, que inclui todos os procedimentos
“necessários”, desde os insumos químicos.

Como sabemos, existe toda uma história para criação das fazendas
de café101 , e que pós-criação, abolição da mão de obra escrava, os
proprietários das terras contratavam imigrantes de outros países como
parceiros, tendo em vista que com o contrato de parceria, o fazendeiro
financiava o transporte dos imigrantes do seu país de origem, adiantando-lhes
o custo do percurso, os mantimentos e instrumentos necessários, até que eles
pudessem reembolsar com os ganhos nas colheitas. O fazendeiro designava
aos trabalhadores o número de pés de café que eles poderiam cuidar, colher e
beneficiar, e, atribuía-lhes um pedaço de terra para o cultivo de seus próprios
gêneros alimentícios. Além disso, os imigrantes recebiam uma casa,
aparentemente, grátis e sua remuneração consistia em metade dos ganhos
líquidos do café e com as colheitas dos gêneros alimentícios.

Os trabalhadores parceiros eram obrigados a repor os gastos feitos


pelos fazendeiros em seu favor com pelo menos metade dos seus ganhos
anuais com o café. O contrato inicial não especificava sua duração, mas
declarava o volume do débito acumulado pelo imigrante por conta de suas
despesas e transportes e outros adiantamentos, os imigrantes só podiam
deixar a fazenda de café depois de quitar seus débitos, que incorriam com
                                                                                                               
101   Na construção da tese mencionaremos São   Paulo   enquanto   referência

importante para compreendermos esse processo, uma vez que o território


paulista foi apropriado, principalmente, por meio da formação de fazendas de
café, assim como abordaremos o processo de apropriação das novas fazendas
de café, a partir da derrubadas das florestas e das práticas dos grileiros   para  
posteriormente  tratarmos  a  entrada  do  café  em  Minas  Gerais. (MONBEIG, 1984;
MARTINS,  1986).

 
juros, onde todo o trabalho era organizado e supervisionado pelo fazendeiro
e/ou administrador, enquanto que os empregados eram convidados a se
comportar pacificamente. (STOLCKE; HALL, 1983).

Não era o fazendeiro quem pagava ao trabalhador pela formação do


cafezal. Era o trabalhador quem pagava com cafezal ao fazendeiro o direito de
usar as terras na produção de alimentos durante a fase de formação, e, a
principal forma de capital absorvida na formação da fazenda de café era o
trabalho – trabalho que se convertia diretamente em capital constante, no
cafezal. (MARTINS, 1986).

Na contemporaneidade, acreditamos que o processo de trabalho nas


fazendas de café se constitui pela legislação trabalhista, enquanto “conquista
do trabalhador”, e que neste sentido, o trabalho é regido por contrato de
trabalho, seja ele formal ou informal, onde as condições de trabalho são
proporcionadas pelas safras e que posterior ao período de colheita, muitos
trabalhadores ficam desempregados e, neste sentido, partimos do pressuposto
de que não há mercado de trabalho para todos que passam pela condição de
desemprego. Assim, questionamos: os trabalhadores antes empregados na
cultura cafeeira, agora na condição de desempregados, ficam na dependência
dos programas sociais ou dos programas da previdência social: auxílio
doença?

Talvez o aspecto essencial das atuais transformações no mundo do


trabalho, aquilo que genericamente denominamos “reestruturação
produtiva”, seja a destruição em larga escala de força de trabalho.
Nunca antes o desenvolvimento das forças produtivas sob a regência
do capital articulou, de forma tão intensa, o desenvolvimento das
forças produtivas com a geração de um excedente tão expressivo de
força de trabalho. A tal ponto chegamos nesse processo que, tanto
nos países capitalistas centrais, quanto na periferia, tanto em
economias mais modernas e industrializadas (França, Inglaterra,
Alemanha e EUA) quanto nas mais atrasadas (América Latina,
Espanha, países africanos, etc.), a “reestruturação produtiva”, a
“modernização”, têm se convertido em sinônimo de desemprego2.
Talvez estejamos no limiar de um período histórico no qual o caráter
destrutivo do capital se manifeste, como nunca antes, na articulação
estrutural entre desenvolvimento das forças produtivas e destruição
da força de trabalho através da manutenção de taxas elevadas de
desemprego. (LESSA, 1997)

 
Em diálogo informal com Assistente Social da Secretaria de
Assistência Social do município de Campo Belo-MG perguntamos como se dá
a relação dos programas de transferência de renda para famílias que estão na
colheita de café. Conversamos ainda com a Assistente Social da previdência
para verificar se há procura pelo auxílio doença pós-safra?

A resposta obtida em relação ao cadastro, é que o preenchimento é


feito por um entrevistador que só registra os dados: os técnicos, e, não tem
contato direto com as famílias. Estas procuram a Secretaria de Assistência
Social para responder as questões estabelecidas pelo programa, denominado
Cadastro Único.

Apenas, quando há cruzamento de informações equivocadas é que


a Assistente Social realiza uma visita domiciliar a fim de sanar os equívocos.
Isto nos faz refletir sobre a possibilidade de famílias não terem seus benefícios
suspensos durante o trabalho sazonal, uma vez que o cadastro é atualizado a
cada dois anos. Como o trabalho na colheita de café acontece por período, ou
safra, o trabalhador muitas vezes, se insere na categoria de trabalhador
informal, uma vez que ganha muito pouco e não declara vínculo para se manter
como usuário da política.

A Assistente Social da Previdência Social nos informou que muitos


trabalhadores procuram o INSS em busca do auxílio doença, pós-colheita.
Neste período há uma grande demanda de trabalho, enquanto que na época
da colheita o instituto fica vazio.

O mundo do trabalho adoece ao transformar a categoria trabalho, a


qual é ontológica e própria do mundo dos homens, em sacrifício para
quem o realiza a medida que o seu exercício é extenuante e marcado
pela baixa remuneração, aumento da jornada de trabalho,
cumprimento de metas, aumento da competitividade, envolvimento
com a filosofia empresarial e perda de referência de classe e, ainda,
pelo desmantelamento dos direitos trabalhistas”. (LESSA, 2002 apud
LOURENÇO, 2008).

 
E ainda, diante de um quadro de desemprego, afastamento dos
Sindicatos e do Estado ocorre, cada vez mais, esforços excessivos para
maximizar o lucro expondo os trabalhadores a pressão no que tange ao
cumprimento de metas, ritmos de produtividade, manutenção dos
equipamentos, novas exigências de qualificação profissional e de produção e
controle, por meio do uso de recursos eletrônicos, informática e práticas
administrativas, bem como o uso do tempo livre, entre outros. Estas novas
exigências, presentes nos ambientes e relações sociais de trabalho,
vulnerabilizam a saúde dos trabalhadores. (LOURENÇO, 2008).

Todavia, ressaltamos neste espaço que esta pesquisa não se revela


pelo estudo da categoria de análise: saúde do trabalhador, mas, relatamos as
consequências da sobrecarga do trabalho como via de complemento ao estudo
para alcançarmos as formas utilizadas pelo trabalhador sazonal, na perspectiva
de sobrevivência, e, consequentemente, pelo Estado para evitar e/ou pacificar
os conflitos sociais, ocasionados pela exploração do trabalho, enquanto que, os
trabalhadores utilizam desta via, como forma de sobrevivência, acreditando ser
um mecanismo de “ajuda”.

Antunes (1999) nos leva a reflexão de que os países europeus


levantaram a bandeira dos programas sociais como forma de pacificação dos
conflitos de classes e neste sentido o Brasil é signatário em copiá-los. Em
relação à pacificação o autor cita Habermas:

A institucionalização legal da negociação coletiva tonou-se a base da


reforma política que levou a uma pacificação do conflito de classes no
social welfare-state. O núcleo desse problema é a legislação dos
direitos na esfera do trabalho e do welfare, provendo os traços
básicos da existência dos trabalhadores assalariados e
compensando-os pelas desvantagens que nascem da fraqueza
estrutural da sua posição de mercado. (HABERMAS, 1989 apud
ANTUNES, 1999).

 
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O CONJUNTO CFESS/CRESS O A VONTADE COLETIVA

Everton Souza de Araujo


Resumo

Este presente artigo esta voltado para análise da luta pela hegemonia e
organização política do Conjunto CFESS/CRESS. Estas analises estarão
correlatas com outras entidades da categoria profissional, visto a interface das
temáticas, mas não aprofundaremos os estudos em outras entidades e suas
respectivas histórias.
As análises em questão representam a organização política, o debate da
hegemonia, categorias teóricas legadas a hegemonias e o debate de projetos
coletivos, sendo no caso o profissional e os societários.
Hegemonia, Projeto Profissional e sua relação com Projeto Societário além da
organização política e mediações da relação base e direção, são eixos que
norteiam as analises deste artigo.

Palavras-chave:

                                                                                                               

Pontifícia Universidade Católica de Sao Paulo (PUC - SP)
Email:marxista82@yahoo.com.br

 
O Conjunto CFESS/CRESS102 e a Vontade Coletiva

Quando debatemos hegemonia em Gramsci, temos como um dos objetivos


desvendar a questão do processo de formação da consciência política e social
dos indivíduos e como estes conseguem elevar ou rebaixar tal processo de
consciência.

Esta mediação se faz no sentido de descobrirmos o que pode levar as pessoas


tomar consciência da realidade e se mobilizarem para uma possível
transformação social. Quando debatemos a vontade coletiva, a conexão entre
a objetivação do subjetivo se torna clara, visto a necessidade de intervenção
nas relações sociais. O processo de consciência não é algo que brota
simplesmente do espontâneo, ao contrario há fatores determinantes para este
tal processo.

No caso do serviço social brasileiro, pode-se dizer que fatores objetivos


contribuíram decisivamente nos fatores subjetivos. Historicamente o chamado
Movimento Intenção de Ruptura teve como processo de construção a
conjuntura das lutas sociais dos anos 1980, lutas estas que se conectaram
fortemente com a profissão de serviço social. Na conjuntura dos anos de 1980
a categoria profissional que tem como lócus privilegiado de atuação as políticas
sociais, viu a sociedade brasileira se organizar a lutar não só contra a Ditadura
Militar, mas por melhores condições de vida. Foi uma década de intensa
organização política.

Fortes lutas sindicais e greves foram realizadas, a luta no local de trabalho foi
um espaço privilegiado de experiências e articulações. Greves contra o forte
arrocho salarial imposto pelo governo ditatorial, além de melhores condições de
trabalho e vida, visto a penúria dos trabalhadores e o alto grau de exploração
imposto pela Autocracia Burguesa (Netto, 2010).

                                                                                                               
102
Conselho Federal de Serviço e Conselhos Regionais de Serviço Social.

 
As lutas sindicais conseguiram catalisar uma vontade coletiva de outros
segmentos da sociedade, nos locais de estudo, moradia e trabalho em
especial, mostrando o lastro das relações sociais de produção de forma
evidente nos espaços de socialização ligados a vida social produtiva dos
trabalhadores.

Movimentos sociais ligados a questão da terra se reorganizam no Brasil na luta


pela Reforma Agrária, a UNE103 renasce e começa seu refortalecimento,
organizando secundaristas e universitários, e movimentos sociais de diversas
temáticas tomam as ruas brasileiras juntando forças por avanços nos âmbitos
dos direitos sociais. É neste contexto que a categoria profissional dos
assistentes sociais começa a retomar seu curso interrompido pelo Golpe de
1964104. Ao calor destas lutas os assistentes sociais brasileiros em setores da
categoria profissional começam a se movimentar a fim de debater e avançar na
direção da superação do paradigma conservador presente na profissão. O
protagonismo sindical e intelectual foi importante para categoria profissional,
pois no âmbito da formação profissional mudanças começaram a ocorrer, no
sentido de superar a modernização conservadora presente na profissão e no
seio sindical os assistentes sociais brasileiros começaram a montar suas
associações e a juntar forças com o conjunto da classe trabalhadora. Tal
processo demonstra ruptura e “crise” de consciência no âmbito da identidade
profissional. Como dissemos a categoria profissional tem como lócus
privilegiado a atuação junto às políticas sociais, espaço este que tem o contato
muitas vezes direto com os usuários dos serviços. Usuários estes que em
muitos casos lutam para avanços nestas políticas sociais, como ocorreu
fortemente na década de 1980. Ou seja, os assistentes sociais que em
determinado momento tinham como projeto o conservadorismo e a negação da
luta social dos trabalhadores, apegados as burocracias da Autocracia
Burguesa, tem como combinação o contato direto com a realidade social das
lutas dos trabalhadores e a intervenção organizada de setores da categoria
profissional a mescla perfeita para enfrentar o projeto da modernização
                                                                                                               
103
União Nacional dos Estudantes.
104
O debate da retomada democrática da categoria profissional podemos encontrar na
transcrição dos debates promovidos em comemoração aos 30 anos do Congresso da Virada,
evento realizado em São Paulo, na brochura feita pelo CFESS 2012 e em Fernandes (2004).

 
conservadora e gerar uma “crise” de consciência no seio de diversos setores
da categoria profissional105. As próprias reivindicações populares eram
incompatíveis com as propostas advindas das burocracias estatais e seus
serviços públicos.

Ou seja, a luta da organização política e a conjuntura das lutas sociais abriram-


se possibilidade no seio da categoria profissional. Possibilidades estas que
tiveram o fator organizativo como fundamental na luta pela própria
democratização da categoria. Na década de 1980 o Conjunto CFAS/CRAS106
hoje CFESS/CRESS teve as portas das entidades abertas com a eleição de
direções progressistas e com propostas de superação da modernização
conservadoras. Direções estas advindas dos espaços de produção teórica
(espaços acadêmicos e não acadêmicos), do movimento sindical e outros
movimentos sociais.

Anima-se no seio da categoria profissional um intenso debate da produção


teórica e da pratica profissional, se questiona o histórico da profissão e se
estimula polemicas e debates nas entidades representativas e espaços de
produção teórica, como por exemplo, revistas e periódicos. Um novo senso
comum e um novo processo educativo começam se forjar na categoria
profissional.

Neste movimento histórico para que “vôos” maiores fossem dados, a


organização política da categoria profissional foi fundamental, pois as
“trincheiras” representativas da categoria estavam sendo conquistas por
setores progressistas, nas áreas estudantil com a articulação da ENESSO107 ,
na academia e setores intelectuais com a ABEPSS108 e no seio da base da
categoria profissional com Conjunto CFESS/CRESS. Porem tal articulação não
se faz apenas pelo processo das lutas sociais, mas foi necessário o processo
de uma nova construção com arcabouço jurídico – institucional. Esta
                                                                                                               
105
O debate das transformações sofridas pela categoria profissional tem como referencia para
aprofundamento Netto (2010) e Iamamoto (1982).
106
São as siglas dos antigos Conselho Federal dos Assistentes Sociais e Conselhos Regionais
dos Assistentes Sociais.
107
Executiva Nacional dos Estudantes de Serviço Social.
108
Associação Brasileira de Ensino e Pesquisa em Serviço Social.

 
organização ganhou forte espaço nas entidades representativas da categoria
profissional e de produção teórica. Trabalhos acadêmicos, artigos, debates e
formação tiveram uma reviravolta para outras direções.

Tal processo não ocorreu de forma linear e sem tensões. Para superar os
desafios o processo organizativo, foi fundamental. Sem ele, certamente a
categoria profissional seria levada para uma euforia desorganizada nas lutas
sociais dos anos 1980 e o conservadorismo poderia ter feito apenas
concessões, mas continuaria hegemonicamente vigente. Ou seja, avançar para
além do espontaneismo foi o que garantiu o sucesso do projeto levado a cabo
pelos setores progressistas da categoria profissional. Para conseguir catalisar
os esforços da década de 1980 que decorreram na construção do chamado
PEP hegemônico, um processo de garantia de apoio da base teve que ocorrer,
além de um processo de consciência construído no senso comum especifico da
categoria profissional.

Quando falamos senso comum especifico a intenção não é fragmentar, mas


sim ressaltar a contribuição do que representou a nova fase da categoria
profissional, no processo de luta contra o senso comum conservador da
sociedade burguesa, começando pela própria categoria profissional. A
elevação da consciência de setores da categoria profissional contribui para o
começo da desconstrução do legado conservador da profissão, tida como
controladora e disciplinadora da força de trabalho na sociedade burguesa
historicamente109.

Se a “fama” era disciplinar a força de trabalho na sociedade burguesa, o


processo de aproximação do conjunto da classe trabalhadora, em especial aos
setores organizados e em luta, foi um processo de construção, que apenas na
pratica social, em especial das entidades representativas da categoria, foi
conseguido promover tal processo.

                                                                                                               
109
Iamamoto (2008).

 
Para conseguir avançar no processo organizativo, ter aderência da boa parte
da categoria profissional as propostas advindas do projeto que se construía o
fator movimento, expressado na mobilização da categoria teve que ocorrer.
Mobilização esta, que em um Projeto Profissional em construção que se propõe
a ser hegemônico em uma categoria profissional e se colocar contra-
hegemônico na sociedade burguesa, fatores subjetivos tem que ser preparados
e estarem razoavelmente avançados para que tal projeto se coloque como
opção. Uma vontade coletiva tem que ser aguçada e organizada para o
direcionamento da construção de um projeto, que tenha relativa base social e
que atenda aos chamados e tarefas de um processo de direção construído no
projeto que se leva a cabo.

Esta vontade coletiva (Machiochi, 1987), tem que ter um fator que mobilize e
transforme o senso comum, motivos que tenham um centro catalisador que
organize, sistematize e encaminhe tais anseios. Para isso ocorrer à proposta
de organização tem que ser materializada, tendo algo superior que forneça a
orientação e direcionamento necessário para a intervenção nestes espaços da
“sociedade civil”.

São nestas questões que o debate do intelectual orgânico é pertinente e nos


ajuda compreender a intervenção organizativa da vontade coletiva no Conjunto
CFESS/CRESS.

Para Gramsci o intelectual orgânico cumpre uma função na sociedade de


formador de opinião e construção do senso comum, seja de forma consciente
ou inconsciente. Geralmente quando inconsciente este intelectual orgânico da
burguesia compre um papel técnico e gerenciador, legado ao trabalho, não só
da à direção técnica que certo espaço tem como encaminha a moral e a cultura
que se adotara no espaço, o que acaba sendo uma forma de continuar e
justifica a dominação burguesa na sociedade de classes.

Quando consciente este intelectual orgânico, pode estar em diversas funções


na sociedade burguesa, espaços diversificados, compartindo com as idéias da
burguesia, fantasiando a realidade e a busca do sucesso, contribuindo para a

 
construção do senso comum na sociedade de classes, impregnado de
ideologia e “fantasias” fetichistas da realidade. Este que tem consciência da
sociedade burguesa, é um quadro, vai além daquele que cumpre papeis
conservadores sem ter a consciência que faz isso, o intelectual orgânico
consciente, não estão só no espaço da execução da ideologia e disseminação
desta no senso comum, mas esta também na elaboração, planejamento e
gestão da ideologia em defesa da manutenção da hegemonia burguesa na
sociedade de classes110.

Mas Gramsci aborda em todo seu debate, a luta de classes e suas mediações.
Dentro disso, ele aborda também o papel do intelectual do proletariado. É neste
quesito que Intelectual Orgânico se interliga com o debate do Partido Político.
De forma simplificada, para Gramsci o Partido Político é o “novo Príncipe”,
baseado em seus estudos na questão nacional da Itália, no qual o Partido é o
Intelectual Orgânico das classes subalternas. Podemos dizer também que
Gramsci apanha a importância do Partido, nos debates que naquele momento
se fazia no seio do marxismo, com as contribuições de Lênin, em “O que fazer”.
Gramsci destaca o papel do intelectual na sociedade, como aquele que
influencia e constrói a opinião publica, e que também formula concepções para
a construção e movimento da sociedade. Neste sentido, o Partido
Revolucionário é um “intelectual” no sentido geral da entidade, mas na verdade
o que ele direciona é que os membros do partido são os intelectuais orgânicos
das classes subalternas. Logo são eles que vão através da práxis atuar e
intervir na sociedade burguesa, nas lutas sociais dos trabalhadores, nos seus
espaços de sociabilidade, local de trabalho, moradia e estudo, entre outros.
Nesta práxis estes devem contrapor a ideologia burguesa, seu senso comum,
desconstruindo e construindo outro novo, no sentido de elevar a consciência de
classe, para organizar as classes subalternas, para avançar em suas lutas,
tendo como estratégia a emancipação humana.

Porém, nem todos que aderem as lutas sociais são do partido, nem todos de
um movimento de luta são do partido, e muitos são protagonistas, às vezes até

                                                                                                               
110
Portelli (1987).

 
lideranças neste processo. Eis que surge o debate, se estes são ou não
intelectuais orgânicos.

Lênin aborda em “O que Fazer” que um dos problemas da organização dos


trabalhadores na luta por sua emancipação é o espontaneismo, e que os
trabalhadores na resistência meramente econômica sempre se colocaram na
luta, mesmo sem uma organização e concepção de mundo maior para
organizá-los. Ou seja, a teoria e intervenção da organização revolucionaria o
Partido, vem de fora, trazendo como elemento novo não só o debate
econômico, como o político111. Logo através de lutas especificas diversas, a
classe operaria poderia acumular forças para lutas gerais e maiores, contra a
burguesia e o próprio capital. O debate nesta questão se dá como é esta
intervenção? Como se relaciona as organizações autônomas dos trabalhadores
com o Partido?

Para os não militantes o marxismo necessariamente não se apresenta como


tal, mas sim sob os processos e pautas dos trabalhadores. Ou seja, na
concepção de Gramsci que intervém no movimento da realidade com a
estratégia socialista, deve estar sob orientação direta ou indireta do partido,
tendo a luz da intervenção o marxismo, mesmo que para alguns ele não se
apresente com tal.

Trazendo Gramsci para a atual realidade podemos sem cair no erro de sermos
mecanicistas traduzi-lo para a questão organizativa na luta social. Estar sob
orientação do marxismo, de forma sozinha e individual, não basta para ser um
intelectual orgânico, mas estar sob a forma direta e indireta, pode-se considerar
que seja um intelectual orgânico.

Neste sentido, continuemos com o essencial que é os membros da


organização marxista e sua área de influencia, devemos ter como relevante
que estar organizado é importante e que ou os desorganizados112 são dirigidos

                                                                                                               
111
Gruppi (1978) e Lênin (1979).
112
Quando falamos desorganizados não significa só estar em um partido ou não, mas sim ter concepção e
visão de mundo.

 
pelos organizados, ou os desorganizados não dirigem politicamente de fato um
espaço de intervenção da realidade. Logo, o intelectual orgânico é aquele que
esta organizado preterivelmente e também aquele que esta sob a área de
influencia da organização marxista, e “seu braços mais longos e distantes”,
tendo o marxismo e a orientação direta ou indireta como forma a dar direção
nos diversos espaços da sociedade onde há contradições e intervenção dos
trabalhadores em suas pautas e reivindicações.

Sendo assim, vale a reflexão da relação CFESS/CRESS e pessoas que


intervém no processo de direção deste espaço. Se quem intervém faz isso de
forma voluntarista, negando a organização ou até mesmo não fazendo esforços
e questão dela, pode-se dizer que estes ou não são intelectuais orgânicos ou
são intelectuais orgânicos da burguesia ao atuarem neste espaço. Tendem a
ficar o extremo da legalidade da Autarquia Especial e ainda, apenas se
preocuparem com as tarefas burocráticas – administrativas. Há uma diferença
entre partido e organizações da sociedade civil113, o partido é um
operacionalizador da organização e orientação da classe trabalhadora, já as
organizações autônomas com pautas especificas, são instrumentos de luta
para intervenção direta na realidade114.

Logo, a intervenção no Conjunto CFESS/CRESS, quando falamos dos


intelectuais orgânicos, ou seja, vanguarda da categoria profissional, pode-se
dizer que para ter tal patamar de intervenção a organização marxista (o Partido
Revolucionário ou no caso do Brasil partidos) influencia direta ou indiretamente
as pessoas que atuarão no processo de direção do espaço a concepção geral
do marxismo ou com grande influencia dele, quando a pessoa estiver em
processo de formação ainda, mas já com avanços.

Logo quando falamos de vontade coletiva é neste momento que se entrelaça a


construção orgânica das entidades da categoria profissional, em especial o
Conjunto CFESS/CRESS e o processo de construção e manutenção de uma
hegemonia.
                                                                                                               
113
Simionatto (2011).
114
Debate da aproximação do debate de Gramsci e Lênin contido em Macciocchi (1997).

 
A vontade coletiva tem a possibilidade de se manifestar quando organizada,
como projeto. A teoria “vem de fora”115, ou seja, há um processo de intervenção
na realidade feita por quem se coloca de forma a trazer algum projeto. Isso não
significa um “vanguardismo”, mas sim um reconhecimento da realidade
concreta na sociedade capitalista, no qual quem detém a hegemonia é a
burguesia, logo constrói o senso comum capitalista, e nas fissuras das
contradições deste sistema alguns conseguem apreender outras possibilidades
que não seja as oferecidas pelo capital e vão disputar a possibilidade de
construir o que apreenderam que por conseqüência entra em choque com a
sociedade burguesa e disputam o senso comum construído por esta, no âmbito
da chamada sociedade civil e seus aparatos organizativos.

Nesta direção de disputa do senso comum e de outros aspectos da sociedade


burguesa que se constrói a plataforma programática de pavimentar a vontade
coletiva de aderir o projeto propostos pelos intelectuais orgânicos do
proletariado.

A vontade coletiva deve combinar a pratica com a teoria, a construção dela


deve ocorrer com formas tradicionais de se organizar com medidas inovadoras
exigidas por cada conjuntura de uma determinada época. Vontade coletiva
pressupõe motivação, consciência e atitude, para colocar em pratica algo que
esta sendo proposto.

No âmbito da categoria profissional o instrumento organizativo mais próximo


dos assistentes sociais e que tem a intervenção de intelectuais orgânicos,
pressupondo a defesa do Projeto Ético – Político (PEP) visto que este é
hegemônico, o Conjunto CFESS/CRESS é o articulador e organizador desta
vontade coletiva que se propõe a fazer o PEP acontecer. É o espaço
catalisador, que promove o momento - síntese (Granemann, 2012), que
intervém com a finalidade de elevar a consciência, organizar e mobilizar a
categoria profissional.

                                                                                                               
115
Lênin (1982).

 
Sendo assim, a vontade coletiva é um momento privilegiado que catalisa os
frutos da organização e consegue articular direção e base, compartilhando o
processo de direção, se afastando assim de concepções burocráticas –
administrativas e pavimentando avanços na construção ético – política não só
da classe trabalhadora, mas também de frações dela, como é o caso dos
assistentes sociais e seus instrumentos organizativos.

Bibliografia

Gramsci, Antonio. Os intelectuais e a organização da cultura. Civilização


Brasileira, 1984.

Gruppi, Luciano. O Conceito de Hegemonia em Gramsci. Rio de Janeiro, Graal,


1978.

Lênin, Vladimir. O que Fazer?. Obras Escolhidas, São Paulo, 1979, Alfa –
Ômega, 1979.

Macciocchi, Maria Antonietta. A Favor de Gramsci. Rio de Janeiro, 2º edição,


Paz e terra, 1977.

Netto, José Paulo. Ditadura e Serviço Social: Uma análise do Serviço Social no
Brasil pós-64. São Paulo, 15º edição, Cortez, 2010.

Seminário Nacional “Congresso da Virada 1979 – 2009, São Paulo, CFESS,


2012.

 
Reflexiones y conclusiones de la mesa 3

Direccionalidad, sentido de proyecto ético politico del Trabajo Social


¿Es posible identificar en los actuales los principios y valores por lo cual aboga
el Trabajo Social, que se constituyan en efectivos derechos sociales para la
población latinoamericana en general?,

Los participantes del taller (Colombia, Brasil, Chile, Puerto Rico, Argentina)
concuerdan que no es posible identificar principios y valores comunes, único o
unificadores, que se identifiquen en las políticas sociales latinoamericanas. Aún
cuando muchas de las políticas y discursos apelan a valores y principios tales
como la Justicia social, solidaridad, igualdad, entre otros, porque ello reproduce
en general prácticas conservadoras del sistema político y hegemónico; desde
el discurso al parecer lo tenemos claro, pero desde la práctica se presenta la
dicotomía y tensión.

Se dan ejemplos, tales como, Brasil que tiene su código de ética acordado a
través de un proceso participativo de interés y voluntad colectiva, el cual
incluye la libertad como principio esencial, mientras que en Puerto Rico, lo
central se centra en los Derechos Humanos. En Colombia el código de ética
está en proceso de revisión y transformación, y en este caso contempla el valor
de la justicia, pero contrasta con los altos niveles de pobreza de este país. En
relación a Chile, aun cuando en muchos discursosse apela, a la igualdad,
solidaridad y justicia, los cambios y reformas políticas básicas de educación,
salud, derechos sociales y reproductivos, matrimonio homosexual, entre otros;
aún divide, polariza y conflictúa a la población y la clase política, frente a lo cual
han ido emergiendo grupos y movimientos sociales que buscan acortar las
brechas de desigualdad. Si bien es cierto, se ha ido avanzando, el proceso se
produce lentamente por esta resistencia .Habiendo surgido una amplia
discusiones en sectores conservadores y más revolucionarios.

Además, se señala la íntima relación entre estos principios, valores y el modelo


de desarrollo reinante, el proyecto político de sociedad que cada país se ha
trazado, de lo cual la políticas no pueden estar ajenas, es más, desde allí

 
surgen visiones más actuales y contemporáneas, dado que muchos de estos
principios y valores se reproducen en el marco de un proceso para mantener el
sistema, pero sin tener un sustento real en los libertades y procesos para
otorgar la oportunidades de igualdades culturales y sociales. Si es que hay
algún principio y valor que nos mueve es la cuestión social, que es diversa, con
sentidos que difieren de acuerdo a los contextos sociales, culturales, políticos,
económicos y culturales de cada país.

¿Qué escenarios específicos tenemos hoy en día para hacer frente e intervenir
diferentes contextos sociales y culturales, que permitan la promoción y defensa
derechos humanos y la apreciada justicia social?

Complejos, variados, cambiantes, en procesos y niveles de discursos y


prácticas muy diversos, desde un proceso y surgimiento de movimientos
sociales emergentes que buscan generar mayores oportunidades de ejercer
influencia, liderazgo y romper con el conservadurismo, y quienes por otro lado
avalan y defienden la hegemonía y colonización del discurso y prácticas
sociales.

¿Hay una clara identificación, sello y legitimidad del proyecto ético político del
Trabajo Social Latinoamericano?

No hay, esta en proceso de construcción, es un esfuerzo que están haciendo


los trabajadores sociales organizados internamente a través de cada uno los
países latinoamericanos, que también están en constante enfrentamiento y
desafío, tanto interno como externo y cuyos discursos van desde la
emancipación, a la transformación social o el cambio social situado, en un
marco regional muy dispar, con aquellos que se plantean un trabajo social
emancipador o quienes se plantean, como implementadores incondicionales de
una política social pública que reproduce desigualdad y que contiene cualquier
intento de emancipación, en una articulación entre un trabajo social objetivo y
aquel trabajo social sociocrltico.

 
Colacats.se ha planteado como objetivo y asume que es un trabajo colectivo,
infinito, complejo, que no puede negar lo histórico, las diferencias, el devenir,
las prácticas y por sobre todo el proyecto ético político de sociedad,
inseparable, univoco y esencial.lo importante que ya se ha ido instalando como
discurso, como necesidad, a través de las diferentes estructuras y luchando
con la subsistencia económica y laboral, dentro de nuestros sistemas
capitalistas y hegemónicos.

Propuestas y desafíos:

No se alcanzaron a plantear, pero se entiende que es lograr consensos, con


elementos comunes, y mas que un proyecto común, un proyecto que recoja
esta diversidad y nos una para trabajar en armonía

 
Mesa 4

Las Políticas Públicas y sociales latinoamericanas y del Caribe como respuesta


de la cuestión social y su relación con los aportes a la construcción de
democracia, Estado y ciudadanía

Relator: Teresa López

Ponentes

Cassia María Carloto Brasil


Estela Mary Lima Martins Soares Brasil
Paola Rojas Chile
Iván Cisternas
Rodrigo Marcelo Cortés Mancilla Chile
Mireya Patricia Arias Soto Mexico
Rodolfo Cárdenas Chile
Gisella Aparecida Bovolenta Brasil
Carla Escobar Gómez Chile
Norma Angélica Gómez Ríos México

 
TERRITÓRIO E A POSSIBILIDADE DO TRABALHO SOCIAL COM
FAMÍLIAS NOS CENTROS DE REFERÊNCIA DE ASSISTÊNCIA SOCIAL
 
 
 

Cássia Maria Carloto116


Tatiana de Oliveira Stechi117

Resumo:

O presente artigo tem como objetivo apresentar algumas reflexões sobre o


trabalho social com famílias a partir do território, eixo estruturante da Política
Nacional de Assistência Social (PNAS) no Brasil. Considerando a experiência
prática bem como a atuação profissional, se faz necessário uma compreensão
do trabalho social realizado com essas famílias enquanto possibilidade de uma
intervenção qualificada nas necessidades e demandas apresentadas pelas
famílias, tendo como parâmetro os novos direcionamentos do processo de
gestão e da articulação da rede de proteção. Nesse campo de análise,
destacamos a dimensão socioterritorial, tendo a concepção de território como
categoria central.

Palavras-chave: Território. Família. Centro de Referência da Assistência


Social. Proteção Social Básica.

                                                                                                               
116
Assistente Social, professora do Departamento de Serviço Social da Universidade Estadual
de Londrina, doutora em Serviço Social pela PUC – SP. cmcarloto@gmail.com
117
Assistente Social, aluna regular do curso de pós graduação Mestrado em Serviço Social e
Políticas Sociais da Universidade Estadual de Londrina. tatistechi@yahoo.com.br

 
Território e Proteção Social

Na atual conjuntura, pós Constituição brasileira de 1988, a assistência


social passou por mudanças significativas considerando a sua gênese,
buscando romper com a tradição de assistencialismo, se configurando
enquanto política pública. Neste sentido, incorporou-se o investimento em
ações preventivas e de melhoria da qualidade de vida através de ações
planejadas e contínuas não mais pontuais e emergenciais.
Na expectativa de ser desenvolvido um trabalho social que vá ao encontro
das reais necessidades das famílias atendidas pela política de assistência
social, e que desse modo, vislumbrem a proteção social para além da
transferência de renda, oportunizando o acesso às políticas públicas e aos
direitos sociais é necessário conhecer a realidade do território em que vivem,
bem como vulnerabilidades, potencialidades, fragilidades, riscos sociais,
cultura, histórias de vida e as relações sociais, indicativos essenciais para
direcionar a atuação profissional.
A partir da Política Nacional de Assistência Social - PNAS (2004) e das
Normas Operacionais Básicas- NOBs do Sistema Unificado de Assistência
Social - SUAS (2005), foram introduzidos novos conceitos em relação à
concepção de política de assistência social bem como novos direcionamentos
quanto ao processo de gestão e da articulação da rede de proteção. Nesse
campo de análise, importa destacar a visão socioterritorial que enfatiza o novo
modo de se compreender e de se atuar na realidade, ou seja:

Uma visão social inovadora, pautada na dimensão ética


de incluir “os invisíveis” enquanto integrantes de uma
situação social coletiva; uma visão que exige o
reconhecimento para além das demandas setoriais e
segmentadas, afirmando que o chão onde se encontram e
se movimentam setores e segmentos fazem a diferença
no manejo da própria política; uma visão social que exige
relacionar as pessoas e seus territórios, identificando no
cotidiano do “território vivido”, os riscos e vulnerabilidades,
mas também as potencialidades e os recursos
disponíveis; uma visão que se pauta na perspectiva
socioterritorial, cujas intervenções se dão nas
capilaridades dos territórios, a partir do reconhecimento
da dinâmica que se processa no cotidiano das populações
(BRASIL, 2005, p. 15).

 
Andrade (2012) em relação a esse novo conceito pontua que é uma visão
que vem requerer a articulação de novos referenciais teórico-metodológicos,
assim como de novas práticas sociais. É necessário, a compreensão da
dinâmica da realidade socioterritorial concreta, altamente desigual, dinâmica e
complexa, buscando a aproximação com o cotidiano da população usuária,
considerando que é através dele que as condições e o modo de vida da
população se expressam concretamente.
Para tanto, é preciso analisar as formas de organização familiar no
território, ou seja, considerar fatores como aspectos geracionais e de gênero,
os valores construídos, relações comunitárias, para garantir o bem estar das
famílias. Neste sentido, é necessário reconhecer suas próprias dinâmicas e as
repercussões na realidade cultural, econômica e social no território e em suas
vidas.
A concepção de território adotada pela PNAS vai além da delimitação
espacial. Segundo o documento o território não é somente uma porção
específica de terra, mas uma localidade marcada pelas pessoas que ali vivem.
É nos espaços coletivos que se expressam a solidariedade, a extensão das
relações familiares para além da consanguinidade, o fortalecimento da
cumplicidade da vizinhança e o desenvolvimento do sentimento de pertença e
identidade.
O conceito de território, então, abrange as relações de reconhecimento,
afetividade e identidade entre os indivíduos que compartilham a vida em
determinada localidade. Neste sentido, Santos (2000, p. 22) completa dizendo
que “o território em si não é um conceito. Ele só se torna um conceito utilizável
para a análise social quando o consideramos a partir de seu uso, a partir do
momento em que o pensamos juntamente com aqueles atores que dele se
utilizam”.
Na visão de Koga (2003) é possível compreender o território a partir da
dinâmica das pessoas que participam de sua constituição, sendo assim:

A apropriação do território diz respeito ao aspecto


interventivo realizado pelos homens, criando e recriando
significados em torno dessa apropriação cotidiana. Nesse
sentido, utiliza-se também o termo territorialidade, como
uma maneira singular de se apropriar, fazer uso da terra,
do território. (KOGA, 2003, p. 38).

 
A autora ainda faz referência ao fato de que “a territorialidade se faz pelos
significados e ressignificações que os sujeitos vão construindo em torno de
suas experiências de vida em dado território”. (2003, p.38).
Considerando o debate em torno do conceito de território, e tendo como
parâmetro a diretriz da descentralização político administrativa da assistência
social e para tanto a constituição dos CRASs em áreas de vulnerabilidade
social, a PNAS (2004) define que os programas e projetos de proteção social
básica devem ser desenvolvidos nos CRASs- Centro de Referência de
Assistência Social e possuem a obrigação de priorizar o acolhimento e a
convivência e socialização de famílias e indivíduos. O CRAS, equipamento
público responsável pelo oferecimento da proteção socioassitencial básica,
constitui-se em:

[...] uma unidade da rede socioassistencial de proteção


social básica que se diferencia das demais, pois, além da
oferta de serviços e ações, possui as funções exclusivas
de oferta pública do trabalho social com famílias do PAIF
e de gestão territorial da rede socioassistencial de
proteção social básica. Esta última função demanda do
CRAS um adequado conhecimento do território, a
organização e articulação das unidades da rede
socioassistencial a ele referenciadas e o gerenciamento
do acolhimento, inserção, do encaminhamento e
acompanhamento dos usuários no SUAS (BRASIL, 2006).

O CRAS enquanto operacionalizador e gestor da proteção social básica


no seu território de abrangência assume os dois eixos estruturantes do modelo
de gestão do SUAS – Sistema Único de Assistência Social, são eles: a
matricialidade sociofamiliar e a territorialização. A matricialidade sociofamiliar
enquanto eixo estruturante da gestão pressupõe que,

[...], a política de assistência social reconhece que


somente é possível tecer uma rede de proteção social ao
se compreender os determinantes familiares de uma
situação de vulnerabilidade social e acolher mais de um
membro dessa família na busca da superação dessa
situação. (BRASIL, 2009, p.13).

 
O mesmo documento, assim apresenta a relevância da territorialização
como eixo estruturante da gestão do CRAS:

O CRAS materializa a presença do Estado no território,


possibilitando a democratização do acesso aos direitos
socioassistenciais e contribuindo para o fortalecimento da
cidadania. Ao eleger a territorialização como eixo
estruturante do SUAS, reconhece-se que a mobilização
das forças no território e a integração de políticas públicas
podem potencializar iniciativas e induzir processos de
desenvolvimento social. A integração de políticas, por sua
vez, é potencializada pela clareza de objetivos e pela
definição de diretrizes governamentais. (BRASIL, 2009,
p.13-14).

O CRAS enquanto articulador da rede de proteção social e viabilizador do


acesso aos direitos de cidadania deve manter “ativos os mecanismos de
vigilância da exclusão social por meio da produção, sistematização e
divulgação de indicadores sociais da área de sua abrangência”. (BRASIL,
2008, p. 43).
Neste sentido, é necessário que os trabalhadores do CRAS estejam
atentos, às possibilidades existentes no território para os encaminhamentos,
conhecimentos e articulações da rede de serviços, bem como o conhecimento
das histórias de vida, das relações sociais estabelecidas a fim de que os
procedimentos sejam de fato efetivos e venham ao encontro as demandas e
necessidades da população.
Andrade (2012) aponta que em relação à abordagem territorial a ser
implementada a partir dos CRAS, é necessário compreender que se deve
desenvolver de forma democrática e participativa com os sujeitos que ali vivem,
produzindo, junto com eles, as transformações necessárias. Isso equivale a
dizer que a participação crítica das classes subalternizadas constitui uma
dimensão estratégica no processo de politização das relações sociais,
rompimento da condição histórica de subalternização e fortalecimento de sua
organização coletiva.
Considerando o conceito de território bem como as perspectivas e
orientações de trabalho no CRAS, é necessário que se leve em consideração a
construção do processo de direcionamento e objetivos do trabalho social no

 
intuito de que seja construído de acordo com a realidade daquela localidade, a
partir das necessidades das famílias que ali vivem através de uma construção
coletiva e participativa.
Desse modo, considerar a importância dos fatores sociais, culturais e
políticos existentes na sociedade, são essenciais ao permitirem que os
indivíduos compartilhem as suas experiências de vidas e oferecem
oportunidades de relações sociais coletivas.
Portanto, um aspecto se deve a necessidade do profissional conhecer o
território, quais as relações sociais existentes, a história, a cultura, a rede de
serviços, enfim quem são os autores envolvidos, ou seja, quem são essas
famílias, e a forma como que está constituída.
É necessário para tanto, também conhecer as vulnerabilidades que
afetam essas famílias, ou seja, identificar as múltiplas expressões da questão
social, ou seja, visualizar os processos que causam a exclusão de acesso aos
direitos sociais e pessoais naquela realidade e considerando o território em que
vivem.
Vale ressaltar a necessidade do trabalho em rede, que deve ser motivado
pelos profissionais que atuam no CRAS no sentido de fortalecer aquele
território a fim de que juntos as políticas públicas, instituições, comércio, igrejas
possam tomar conhecimento da realidade vivenciada pelas famílias bem como
de suas potencialidades, vulnerabilidades e riscos sociais existentes. É
necessário que tracem objetivos comuns e trabalhem de forma coletiva, pois as
vulnerabilidades envolvem questões de educação, saúde, habitação, trabalho,
e, portanto, necessitam da articulação e envolvimento de todas as políticas.
No âmbito do trabalho social com famílias não se pode deixar de
considerar o trabalho interdisciplinar que acontece no CRAS, ou seja, trabalho
articulado entre os profissionais o que fortalece e proporciona uma intervenção
mais qualificada na realidade. A psicologia, por exemplo, tem fortalecido o
trabalho social na medida em que constrói juntamente com o serviço social
uma leitura das situações vivenciadas pelas famílias a partir da realidade social
permitindo, assim, um trabalho direcionado para uma prática de fortalecimento
comunitário e familiar atuando na subjetividade, histórias de vida, e
reconstrução de significados.

 
Teixeira (2010), apresenta um desafio no trabalho interdisciplinar quando
refere que há necessidade de trabalhar com essas famílias de forma articulada
e numa perspectiva de totalidade, ou seja, sem supervalorizar as questões
subjetivas ou internas às famílias, cujo objetivo deve ser sempre o alargamento
da percepção das situações pessoais e sociais e a luta pela garantia dos
direitos.
O trabalho social articulado e envolvendo outras áreas do saber viabiliza
uma leitura crítica da realidade numa perspectiva de totalidade, ou seja, que o
trabalho social venha de fato compreender as famílias que ali vivem de maneira
a intervir de forma propositiva na realidade social com a finalidade de atendê-
las respeitando suas necessidades, potencialidades e históricas de vida.
Andrade (2012) afirma que o que está em questão se refere ao estímulo
e ao fortalecimento da participação e da ação política da população usuária
desde a leitura crítica da realidade vivida, dos direitos socioassistenciais a
serem assegurados de forma territorializada pelo Estado, assim como do direito
da população de acessar e usufruir da totalidade dos bens públicos produzidos
pela cidade.

Em relação aos profissionais da equipe interdisciplinar,


exige-se postura crítica que vise o protagonismo dos
usuários, dentro do quadro das lutas por seus direitos de
cidadania concomitante ao de suas relações familiares;
portanto, para atender suas necessidades, além de
abertura para a realidade social para além do grupo
familiar e realidade do território, tanto na análise da
realidade e dos problemas como na intervenção para
resolvê-los. (TEIXEIRA, 2010, p. 21)

Nesse enfoque, os profissionais devem trabalhar em busca de construir


com as famílias beneficiárias um trabalho coletivo, no sentido de fazê-la
pertencente ao território em que vive, criando uma identidade naquele espaço,
em que os objetivos sejam comuns e que todos os membros familiares,
comunidade e rede de serviços sejam considerados e pertencentes nesse
processo.
Andrade (2012) completa dizendo que,

É nessa arena pública, permeada de conflitos, que se


situam os desafios a serem compreendidos, explicitados e
enfrentados pelos trabalhadores sociais, com especial

 
ênfase aos Assistentes Sociais, no sentido de nutrir cada
iniciativa e movimento realizado pela população usuária,
estimulando a apropriação gradativa e contínua do
espaço socialmente produzido. A direção social
anunciada certamente será resultado do compromisso
ético-político, sustentado por procedimentos técnico-
operativos definidos a partir de um consistente referencial
teórico-metodológico crítico. Tais pressupostos colocam-
se enquanto exigência profissional a ser assegurada, de
modo que o exercício profissional, em seu cotidiano,
possa, efetivamente, produzir ações que contribuam com
o fortalecimento e a qualificação política da participação e
da organização coletiva da população usuária na luta por
seus direitos. (ANDRADE, 2012, p.158)

Considerando a dimensão e ao mesmo tempo especificidade que envolve


o trabalho do assistente social com as famílias a partir da realidade local é
necessário, como pontua o autor acima, que a intervenção profissional esteja
articulada ao projeto ético político do Serviço Social brasileiro que direciona as
ações de forma crítica e propositiva.
Toninato, Tavares e Pessini (2010) trazem um apontamento interessante
quando diz que deve-se considerar para compreensão da situação e realidade
da família os referenciais sociais e culturais da sociedade atual, ou seja, cada
família tem sua versão da história de vida, a qual dá significado. Neste sentido,
trabalhar com essas famílias requer identificação dos pontos de
vulnerabilidade, espaço de escuta qualificada e os recursos que estão
disponíveis.
O trabalho coletivo proporciona que as situações identificadas não sejam
apenas particularizadas e assim enfrentadas de forma isolada. É a partir do
coletivo que se pode alcançar a participação e mudanças capazes de afetar
todo território.

Considerações Finais

O território é onde se inicia a compreensão de toda a possibilidade de


trabalho que pode ser desenvolvido por um serviço ou política dentro daquele
determinado espaço e que não pode ser considerado somente enquanto
espaço geográfico.

 
Dessa forma, compreender a territorialização é um avanço trazido pela
PNAS, pois possibilita um estudo das especificidades encontradas nos
diferentes espaços territoriais de uma determinada região. Essa perspectiva
possibilita a criação de ações voltadas a atender as demandas trazidas pelas
famílias que ali vivem.
Neste sentido, o CRAS que tem enquanto eixo estruturante da proteção
social básica o território, deve ser motivador do estabelecimento e
conhecimento das relações que envolvem este território. É necessário
conhecer as famílias em suas limitações, potencialidades e vulnerabilidades,
não as responsabilizando unicamente pelas dificuldades encontradas no
processo de acompanhamento e atendimento das demandas trazidas ao
serviço.
Sendo assim, o trabalho social direcionado ao
atendimento/acompanhamento dessas famílias no território deve ser pautado
com objetivo de alcançar um processo de superação de vulnerabilidades e de
acesso aos direitos. Garantindo de fato a vivência das seguranças afiançadas
pela PNAS como acolhida, renda, convivência familiares e comunitárias,
desenvolvimento da autonomia e sobrevivência a riscos circunstanciais,
contribuindo para materializar o direito das famílias à proteção do Estado.
Neste sentido, o trabalho articulado entre as políticas e o território
habitado viabiliza um sistema de proteção social para além da assistência
social, com a participação das outras políticas públicas e sociais
compreendendo as famílias que ali vivem de forma a possibilitar o
enfretamento das vulnerabilidades.
Dessa forma, para se alcançar uma efetiva proteção às famílias, o
trabalho social com famílias também requer o avanço na potencialização da
rede de serviços públicos e privados e a articulação intersetorial entre eles.
O trabalho social deve ser direcionado pela compreensão dos sujeitos e
das famílias enquanto seres de direito, identificando e encaminhando
demandas, sendo capaz de visualizar as possíveis soluções e intervenções, no
intuito de superação da responsabilização individual, e contextualizar quanto
dimensão pública e social, mediante a articulação dos serviços e políticas com
objetivo de viabilizar a proteção social.

 
BIBLIOGRAFIA

ANDRADE, Iraci de. Território e Assistência Social: uma análise do Serviço


Social a partir da produção social do espaço. Tese (Doutorado em Serviço
Social) – Pontifícia Católica do Rio Grande do Sul. Porto Alegre, 2012.

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no âmbito do Sistema Único de Assistência Social (SUAS). Versão Preliminar.
Brasília, junho de 2006. Disponível em:
<http://www.redesabara.org.br/downloads/2009/famlia_orientao%20acompanha
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proteção social básica - Orientações técnicas: Centro de Referência de
Assistência Social - CRAS. Brasília: MDS, 2009.

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Atendimento Integral à Família, PAIF, vol. 01. Brasília, 2012.

BRASIL. Ministério de desenvolvimento social e combate à fome. Orientações


técnicas sobre o PAIF, Trabalho social com famílias do Serviço de Proteção e
Atendimento Integral à Família, PAIF, vol. 02. Brasília, 2012.

BRASIL, Ministério do desenvolvimento social e combate à fome. Política


Nacional de Assistência Social.Brasília: 2005.

KOGA, Dirce. Medidas de Cidades: Entre Territórios de Vida e Territórios


Vividos. São Paulo, Cortez Editora, 2003. 299p.

TEIXEIRA, Solange Maria. Trabalho social com famílias na política de


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TEIXEIRA, Solange Maria. Trabalho interdisciplinar no CRAS: um novo


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297, ago./dez. 2010.

 
Disponível:http://revistaseletronicas.pucrs.br/ojs/index.php/fass/article/viewFile/
7032/5781. Acesso em 26/08/2013

TONINATO, Juliany Saqueti; TAVARES, Thamelly; PESSINI, Maria Adelaide.


As contribuições do Centro de Referência de Assistência Social (CRAS) às
famílias em vulnerabilidade/risco social. AkrópolisUmuarana, v.18, n.4, p.247-
261, out/dez. 2010.

 
O ASSISTENTE SOCIAL, A PRÁTICA E OS NOVOS PARÂMETROS DO
SERVIÇO SOCIAL NA SAÚDE¹

Estela Mary Lima Martins Soares²


Maxciene da Penha dos Anjos²
Silmara Gomes da Silva²
Profª. Msc. Tânia Maria de Araújo³.

RESUMO

Analisar prática do Assistente Social a partir dos Parâmetros para atuação na


área saúde. Metodologia: Selecionou-se instituições de saúde- duas publicas
e uma privada. Sendo: Unidade Básica de Saúde; Unidade Pronto
Atendimento e Unidade Hospitalar. Utilizou-se entrevistas semi estruturada
seguindo roteiro. Resultados: Constatou-se quanto aos parâmetros, aceitação
unânime dos entrevistados, sendo documento que poderá contribuir para
delimitar o espaço profissional, criar protocolo e direcionar a prática, mas sem
engessar o processo. Considerações Finais: Concluiu-se distinção
significativa em relação à atuação profissional dos assistentes sociais nos
serviços de saúde públicos e privados. Percebeu-se que objeto, meios e
instrumentos utilizados são os mesmos, entretanto, atuação de cada
profissional depende de sua intencionalidade. O documento somente surtirá
efeito se a categoria apropriar da proposta e fizer uso cotidianamente, bem
como levar ao conhecimento dos gestores, para anuência dos mesmos.

Palavras-chaves: Trabalho do assistente social. Política de saúde. Processo


de trabalho.

¹    Trabalho  de  Conclusão  do  Curso  de  Serviço  Social  –  Faculdade  Católica  Salesiana  do  Espirito  Santo  -­‐  2007/2010.    

²     Alunas   do   Curso   de   Serviço   Social   -­‐   Faculdade   Católica   Salesiana   do   Espirito   Santo     -­‐   email:  
emary.soares@gmail.com.    
 
³    Orientadora  do  trabalho:   Profª. Msc. Tânia Maria de Araújo – Curso  de  Serviço  Social  –  Faculdade  Católica  Salesiana  do  
Espirito  Santo    -­‐  email: taniaaraujo@saude.es.gov.br.
I INTRODUÇÃO

Trata-se de pesquisa desenvolvida junto ao Curso de Serviço Social da


Faculdade Católica Salesiana do Espírito Santo, como requisito para conclusão
do curso de Graduação. Abordando a análise do processo de trabalho do
Assistente Social frente aos novos parâmetros para a atuação desse
profissional na área da saúde. O interesse por este tema surgiu a partir do fato
de que a saúde é um dos campos que mais empregam assistentes sociais e na
atualidade existe um debate entre os profissionais frente aos novos parâmetros
de atuação.

São muitas as indagações sobre as funções e competências desse profissional


no campo da saúde nascidas na prática do Assistente Social nos hospitais,
Unidades Básicas de Saúde, Unidades de Pronto Atendimento, dentre outros.
Dilemas esses que se referem à atuação, às atribuições e demandas que são
postas pelos usuários e pela própria instituição.

Neste contexto, alguns questionamentos despontaram no interior da categoria,


em especial daqueles profissionais inseridos no setor saúde, o interesse e
necessidade em aprofundar trabalho do assistente social nesta área.
Apresentamos aqui algumas destas questões: quais são as verdadeiras
atribuições do Assistente Social na saúde diante das demandas que emergem
para a sua ação? Como essas demandas se configuram no processo de
trabalho e que competências passam a requerer do profissional? Estes
questionamentos levaram um grupo de profissionais a formularem um
documento que trata dos novos parâmetros para a atuação do Assistente
Social na Saúde. Esse grupo foi instituído pelo Conselho Federal de Serviço
Social em Março de 2008, através da Portaria CFESS N°. 10.

Os novos parâmetros representam um marco na atuação do Serviço Social na


saúde, no sentido de orientar a prática do profissional quanto às atribuições e
competências. Diante disso, o problema que nos instiga a pesquisar sobre esse

 
tema está em como as mudanças apresentadas pelos parâmetros da atuação
do assistente social na saúde irá interferir na prática desse profissional.

A atuação do Serviço Social na saúde está ligada aos fenômenos sociais,


culturais e econômicos que possam estar interferindo no estado de saúde dos
pacientes. Os Assistentes Sociais, com suas competências e atribuições na
equipe de saúde, contribuem com pareceres e informações para que o
paciente também possa ser visto sob um olhar mais abrangente, no sentido de
detectar aspectos de saúde; assistência; educação; direitos sociais;
alimentação; condições de habitação; condições de higiene e limpeza (pessoal
e do ambiente em que está inserido); situação de saúde (adesão ao tratamento
e a medicação); relações familiares; adesão a grupos de convivência e de
ajuda mútua; grupos e associações em que participam, tais como, associação
de moradores; situação de trabalho e renda familiar e a participação nos
programas governamentais. Desenvolve ainda, identificação e reflexão com os
usuários sobre os condicionantes da situação saúde; acompanhamento social
do tratamento da saúde; orientações e informações aos usuários acerca dos
direitos sociais; participação em reuniões técnicas da equipe interdisciplinar;
elaboração de relatórios sociais e pareceres, dentre outros.

Os Assistentes Sociais são reconhecidos como profissionais de saúde pela


resolução N°. 218 de Março de 1997 do Conselho Nacional de Saúde, além da
resolução CFESS N°. 383 de 29 de Março de 1999. O profissional de Serviço
Social intervém junto aos fenômenos sócio-culturais e econômicos que possam
interferir no processo saúde/doença. Muitos fatores podem interferir nesse
processo, como por exemplo, condições de alimentação, habitação, educação,
acesso aos serviços de prevenção/promoção e/ou recuperação da saúde.

A partir da mudança na concepção de saúde e da efetivação do SUS (Sistema


Único de Saúde), no processo de gestão da política de saúde, com a
descentralização político-administrativa, os assistentes sociais vêm ganhando
novas funções nesse setor, a exemplo: participação da gestão da saúde,

 
atuação nos conselhos de saúde, na formulação e avaliação da política. Esse
profissional vem ganhando importância e reconhecimento no setor saúde, pois
sua prática se situa na relação dever/direito à saúde. O Assistente Social é um
especialista na intervenção social, fundamental nesse processo de prevenção,
promoção e recuperação da saúde.

Neste sentido, a pesquisa analisa a prática do Assistente Social a partir dos


novos parâmetros para a atuação na área da saúde, tendo como objetivos
específicos (1) identificar as possibilidades e os limites da prática do Serviço
Social na Saúde; (2) analisar os processos de trabalho do Assistente Social
nos diferentes campos da saúde; (3) avaliar os impactos dos novos parâmetros
para a atuação do profissional neste campo.

II DESENVOLVIMENTO

A saúde como campo de intervenção do Assistente Social

Ao final da década de 1970, o Brasil passou por uma reorientação política e


institucional da política de saúde. Um dos momentos marcantes desse período
foi o movimento da reforma sanitária, que buscou mudanças na organização
dessa política. Esse movimento resultou num novo conceito de saúde, que foi
incorporado na Constituição Federal de 1988.

A saúde define-se no contexto histórico de determinada sociedade e num dado


momento do seu desenvolvimento. Em seu sentido mais abrangente, a saúde é
resultante das condições de alimentação, habitação, educação, renda, meio
ambiente, transporte, lazer, liberdade, acesso e posse da terra e acesso a
serviços de saúde. É assim, antes de tudo, o resultado da organização social
da produção, as quais podem gerar grandes desigualdades nos meios de vida
(PACHECO, 2007).

 
A partir desse novo conceito de saúde, presente na Constituição Federal de
1988, que procurou garantir a saúde como um direito de todos e um dever do
Estado, o Serviço Social passa a fazer parte das profissões necessárias à
identificação e análise dos fatores que intervém no processo saúde/doença.

A política de saúde é o setor que, historicamente, mais tem absorvido


profissionais de Serviço Social. O Conselho Nacional de Saúde (CNS) através
da resolução N° 218/1997, reconheceu o Assistente Social como um dos treze
profissionais de saúde de nível superior – junto com o biólogo, profissionais de
educação física, enfermeiros, farmacêuticos, fonoaudiólogos, odontólogos,
psicólogos e terapeutas ocupacionais. E o Conselho Federal de Serviço Social,
através da resolução 338/1995 reafirma o Assistente Social como profissional
de saúde (PACHECO, 2007).

No processo de trabalho em saúde, os assistentes sociais atuam como agentes


de interação entre os níveis do Sistema Único de Saúde com as demais
políticas sociais. O Assistente Social desenvolve ainda, ações de natureza
educativa, no sentido de incentivar a participação da comunidade para atender
as necessidades de co-participação dos usuários no desenvolvimento de ações
voltadas para a prevenção, promoção e recuperação da saúde.

Pensar na trajetória do Serviço Social na área da saúde, principalmente a partir


dos anos noventa do século XX, é pensar que a profissão passou e ainda
passa por desafios em sua prática. Podemos considerar que a saúde é um
campo a mercê de uma disputa entre dois projetos: o projeto da reforma
sanitária x projeto privatista. E o Serviço Social não passa ao largo dessa
tensão. A década de 1990 é marcada por dois momentos: pela hegemonia da
tendência intenção de ruptura e a ofensiva conservadora a esta tendência
(CFESS, 2009, pág.12).

 
Esse debate também se expressa no campo da saúde, pois há uma crítica ao
projeto hegemônico da profissão que passa pela descrença da possibilidade da
existência de políticas públicas, além da suposta necessidade da construção
de um saber específico na área, que demonstra certa negação da formação
original em Serviço Social. Mas o dilema não está no fato dos profissionais de
Serviço Social buscarem conhecimentos na área da saúde. O dilema se faz
presente quando o profissional passa a exercer outras atividades e não mais as
identifica como as de um assistente social. E, na maioria das vezes, as novas
demandas não são consideradas como competências ou atribuições
profissionais. Outra questão é quando o profissional se distancia, no seu
cotidiano de trabalho, do objetivo da profissão na área da saúde que está na
compreensão dos aspectos sociais, econômicos e culturais que interferem no
processo saúde-doença e a busca de estratégias para o enfrentamento destas
questões (CFESS, 2009, pág. 13)

Compreende-se que cabe ao Serviço Social, formular estratégias que busquem


reforçar ou criar experiências nos serviços de saúde que efetivem o direito
social à saúde, atentando que o trabalho do Assistente Social que queira ter
como norte o projeto ético-político profissional deve, necessariamente, estar
articulado ao projeto da reforma sanitária (BRAVO; MATOS apud CFESS,
2009). Assim, é preciso avançar numa maior definição e clareza para
compreender em que medida envolvimento do Assistente Social tem refletido
nessa direção.

Os novos parâmetros de atuação do Assistente Social na Saúde

A partir de questionamentos que surgem na prática do Assistente Social na


saúde, quanto às suas funções, iniciou-se um processo de elaboração de um
documento que tem como título “Parâmetros de Atuação de Assistentes Sociais
na Saúde”. Este documento foi constituído por um grupo de trabalho “Serviço

 
Social na Saúde”. Foi estabelecido pelo Conselho Federal de Serviço Social
(CFESS) em 2008, que agrupou em suas discussões e sistematização as
deliberações no 36º e 37º Encontro nacional CFESS/CRESS. Os referidos
encontros foram realizados em 2007, na cidade de Natal e em 2008 na cidade
de Brasília.

A partir desses encontros foram realizadas outras quatro reuniões de trabalho


realizadas no CFESS em Brasília entre junho de 2008 a março de 2009.
Inicialmente foi definida a estrutura do documento e a metodologia para a
coleta no que diz respeito a atribuições e competências profissionais até então
norteadas pelos conselhos Regionais de Serviço Social (CRESS). Estas
reuniões aprofundaram as competências do profissional na área de saúde
resultando na versão preliminar do documento.

A referida versão foi apresentada ao CFESS e discutida pelos profissionais


entre abril e maio de 2009. As atividades foram organizadas pela instancia
citada acima sob a forma de oficinas, reuniões e ampliada em debates. Por fim,
este debate foi introduzido no Seminário Nacional de Serviço Social na Saúde,
em junho de 2009 na cidade de Olinda – PE.

O que se pretende com os “Parâmetros de Atuação de Assistentes Sociais na


Saúde” é referenciar a intervenção dos profissionais na mencionada área de
atuação, ele visa responder o processo histórico da categoria em torno de
orientações gerais, as respostas profissionais a serem dadas pelos assistentes
sociais a demandas identificadas na área saúde e que ora são requisitadas
pelos usuários desses serviços ou pelos empregadores desse setor.

Os parâmetros visam fornecer subsidio para ampliação do debate e fazer com


que os profissionais reflitam frente às praticas realizadas, o documento visa
também fortalecer o projeto ético - político profissional. A intenção não é
abordar todas as atribuições do serviço social, pois considera que esta pratica

 
está sempre em construção, o que é um desafio para a categoria que atua na
área de saúde. Com esse documento procura-se centralizar algumas ações e
destacar outras que causam polêmicas como o serviço social na ouvidoria, a
humanização e as atividades burocráticas que são transferidas para o
profissional.

Os assistentes sociais precisam ter como preocupação, frente a sua inserção e


efetivação de suas competências, as armadilhas que são colocadas pelo
capital, pelas teorias criticas e pós-modernas no que se refere análise das
expressões da questão social, objeto de intervenção profissional e que estão
presente em seu cotidiano. Segundo Iamamoto (2002) deve-se estar atentos a
seguintes questões: a primeira armadilha é a pulverização e a fragmentação da
questão social, que atribui ao indivíduo à responsabilidade de suas mazelas,
isentando a sociedade de classes de suas responsabilidades na produção e
reprodução das desigualdades sociais.

A questão social na atualidade assume novos rumos em decorrência dos


processos históricos que a redimensionam resultando no aprofundamento de
suas contradições. Neste contexto o Serviço social tem sofrido impactos com
essas mudanças, estas transformações vão de encontro à saúde.

Os autores desse documento descrevem que a equipe de saúde e ou


empregadores vem requisitando da categoria diversas ações que não são
atribuições do assistente social tais como marcação de consultas e exames
bem como solicitação de autorização para tais procedimentos aos setores
competentes; solicitação e regulação de ambulância para remoção e alta;
pesagem e medição de crianças e gestantes, dentre outros. Compreende-se
que muitas destas atribuições demandam uma formação técnica especifica de
outros profissionais de saúde não correspondendo a formação de assistentes
sociais.

Neste sentido o profissional de Serviço Social tem obtido por parte da equipe
de saúde dificuldades de compreensão frente as suas atribuições, tendo em

 
vista a dinâmica de trabalho imposta nas unidades de saúde determinadas
pelas pressões com relação a demandas e da fragmentação do trabalho
existente.

Frente a esses embates o que se ressalta é que o conjunto de atribuições e


competências do serviço social na saúde apresentados nesse documento
podem contribuir para a defesa de políticas publicas de saúde, garantia dos
direitos sociais, o fortalecimento da participação e das lutas dos sujeitos sociais
assim como a viabilização do Sistema Único de Saúde (SUS). Garantias
respaldadas pela Constituição Federal Brasileira de 1988 e nas leis 8080/90 e
8142/90, bem como ressaltar também a intenção do fortalecimento do projeto
Ético - Político do Serviço Social brasileiro e sua efetivação.

IV CONSIDERAÇÕES FINAIS

Embora o documento apresentado pelo CFESS, acerca dos Parâmetros para


Atuação dos Assistentes Sociais na Política de Saúde, ter sido promulgado
recentemente, essa não é uma discussão atual. É um debate que remonta aos
primórdios da intervenção do Serviço Social no âmbito da saúde. Desde o
início, a prática profissional nesse setor vem sofrendo transformações ligadas
aos seus objetivos frente às demandas que emergem no seu cotidiano. A
princípio, a prática buscava fortalecer a personalidade do paciente,
colaborando com os médicos nas suas atividades. A partir do momento em que
houve a necessidade da intervenção estatal na questão social, possibilitou-se a
inserção do Serviço Social, como uma profissão especializada, nas instituições
públicas para atuar na execução das políticas sociais.

Especificamente em relação à política de saúde, a ação do assistente social


passou a ter um novo direcionamento com o advento da reforma sanitária.
Esse movimento significou um marco para a mudança de paradigmas na
saúde, onde esta passou a ser considerada como resultante dos aspectos

 
biopsicossociais. Diante disso, o Serviço Social passou a atuar como um
profissional fundamental para a identificação dos fatores sociais, econômicos e
culturais que possam estar interferindo no processo saúde-doença.

No processo de desenvolvimento da pesquisa, identificou-se que o setor saúde


é um espaço amplo, com infinitas possibilidades de intervenção para o
assistente social. Entretanto, por envolver um processo dinâmico, ou seja, não
estático, se torna um campo complexo para toda a equipe de trabalhadores, o
que se configura como limites a serem enfrentados no cotidiano. Afinal, o que
se apresenta na contemporaneidade é um constante conflito entre o que está
posto pelas legislações e o que está visível na realidade. Destaca-se a
ausência da oferta de leitos nas instituições públicas de saúde, a precariedade
dos serviços prestados, insuficiência de recursos financeiros e tecnológicos,
carência de profissionais especializados e qualificados, descaso por parte dos
gestores, remuneração parca aos trabalhadores desse setor, dentre outros.
Culminando, muitas vezes, na dificuldade do acesso ou o não acesso ao direito
aos serviços de saúde.

Constatou-se através que existe uma distinção expressiva no que tange ao


processo de trabalho do assistente social no setor público e no privado. Mas,
essa diferença é até justificável visto que o público atendido não possui o
mesmo perfil nas duas instâncias. Percebeu-se que o objeto, os meios e
instrumentos utilizados são os mesmos, entretanto, a atuação de cada
profissional depende de sua intencionalidade. E as atividades exercidas pelos
profissionais estão sujeitas ao espaço em que os mesmos estão inseridos.

Tendo em vista a complexidade que envolve o setor saúde, muitas são as


angústias que despontam no interior da categoria dos assistentes sociais. O
que consequentemente reflete diretamente no seu agir profissional, gerando
debates em torno das atribuições e competências do Serviço Social na área.
Para fortalecer e ampliar esse debate foi constituído um grupo de estudo com o

 
intuito de elaborar um documento que pudesse referenciar a intervenção dos
profissionais na saúde.

No que se refere aos parâmetros verificou-se uma aceitação unânime por parte
dos entrevistados, a fim de que é um documento que poderá contribuir para
delimitar o espaço profissional, criar um protocolo e direcionar a prática, mas
com o cuidado de não engessar o processo. Ressalta-se que somente surtirá
efeito se a categoria se apropriar da proposta e fizer uso no seu cotidiano, bem
como levar ao conhecimento dos gestores, para anuência dos mesmos.

Os parâmetros buscam responder aos questionamentos ligados às


competências dos assistentes sociais no âmbito da saúde. A intenção é nortear
a ação profissional, considerando as múltiplas particularidades das atividades
desenvolvidas nos programas. Porém, não se caracteriza como um manual que
deverá ser seguido à risca, visto que as atribuições demandadas nos espaços
sócio ocupacionais são diversificadas, e também varia conforme o nível de
complexidade.

Entende-se que esses parâmetros não colocarão fim a essa discussão, uma
vez que toda normatização tem que, necessariamente, estar em concordância
com a dinâmica societária. A realidade brasileira está em constante
transformação e por isso não se pode engessar a prática, ao ponto de acreditar
que esse documento irá subsidiar o pleito da categoria ininterruptamente. Até
porque se a sociedade muda as demandas nunca terão a mesma característica
conceitual.

Assim, conclui-se que o maior desafio dos assistentes sociais, em torno de


suas atribuições e competências na saúde, é criar alternativas que possam
superar as atividades técnico-burocráticas que lhe são impostas. Sabendo
também que é a realidade que sempre irá requerer novas respostas, novos
parâmetros.

 
"Quando novas informações surgem e as circunstâncias
mudam já não é possível resolver os problemas com as
soluções de ontem."

Roger von Oech

REFERÊNCIAS

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Capacitação em Serviço Social e Política Social. Módulo III: Política Social.
Brasília: UnB- CEAD/ CFESS, 2000.

BARDIN, Ludmila. Análise de conteúdo. 3. ed. Lisboa: Edições 70, p. 37,


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BRAVO, Maria Inês Souza; MATOS, Maurílio Castro. Reforma Sanitária e o


Projeto Ético-Político do Serviço Social: elementos para o debate. In:
BRAVO, Maria Inês Souza; VASCONCELOS, Ana Maria; GAMA, Andréa de
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Paulo: Cortez, Rio de Janeiro: UERJ, 2004.

PACHECO, Valdirene. O Assistente Social como profissional de Saúde.


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IAMAMOTO, Marilda Vilela. Projeto Profissional, Espaços Ocupacionais e


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LUCCHESE, Patrícia Tavares Ribeiro. Descentralização do financiamento e


da gestão da assistência à saúde no Brasil: A implementação do Sistema
Único de Saúde – p. 42, 1996.

 
LA PRÁCTICA DEL TRABAJO SOCIAL FORENSE: DESAFíos EN
CONTEXTOS DE TRANSFORMACiÓN CULTURAL Y SOCIAL.

Iván Cisternas Villacura


Paola Rojas Marin'

ABSTRAC T

Palabras Clave: Trabajo Social, Pericia Social Forense, Reforma Judicial,


Cambio Social, Cambio Cultural, Interculturalidad, Familias fragilizadas,

Introducción

En la actualidad nacional y latinoamericana se observa, en el medio de la


docencia y formación continua de la profesión, el entregar y compartir
conocimientos necesarios para el desarrollo de un Trabajo Social en el ámbito
de la Pericia Social Forense, ejercicio emergente que requiere de un
profesional con formación específica y especializada.

En ese sentido, sería necesario conocer, no sólo los cuerpos legales


involucrados en el quehacer y que regula el proceso normativo de los
Dictámenes Periciales, sino además, manejar cada una de las etapas de dicho
proceso, donde adquiere gran relevancia la elaboración del Informes Periciales,
orientados a otorgar información experta del ámbito social, conducente a
colaborar y mejorar la toma de decisiones en los debates judiciales.

Por otra parte, en términos de la formación, se hace imprescindible el favorecer


la integración de conocimientos propios de la profesión con habilidades y
destrezas requeridas por el sistema judicial, sustentado en el principio de la
oralidad. Es decir, la presencia del Perito Social Forense, no sólo se reduce a
la entrega de un "informe" escrito, sino de la opinión pericial oral en el juicio.
Para ello, se requiere, además, ejercitar la habilidad de entrevistar, de realizar
preguntas aclaratorias, de saber escuchar, de no dar por sobreentendido lo

 
dicho o lo escuchado, evitando las interpretaciones sin fundamento técnico;
toda vez ,que el rol del Perito Trabajador Social se configurará con base a su
experiencia y conocimientos de la realidad integrada a un marco de
investigación social, con elementos teóricos ad hoc a la materia que se
pretende valorar y con los lineamientos del diagnóstico social en su dimensión
específica.

Los cambios en la judicatura Nacional de Chile - Reforma Procesal Penal,


Tribunales de Familia, Defensoría de Víctimas de Delitos Graves, entre otras -
plantea la necesidad de contar con una oferta de profesionales especializados
en materia judicial, capaces de brindar conocimientos técnicos orientados a la
comprobación de un hecho controvertido o la determinación de sus causas o
efectos cuando nada tienen que ver con el conocimiento específicamente
jurídico que debe ostentar el juez. Como asimismo, descartar la ocurrencia de
ciertos hechos que son llevados a la justicia poniendo en movimiento una serie
de recursos y operadores del sistema.

1.- La Familia y el cambio social. Una unidad de análisis en la práctica


social forense.

Cuando hablamos de peritaje social forense, no sólo nos referimos a métodos,


investigación y conocimiento jurídico, sino que además se hace necesario
contextualizar esta práctica, tanto para comprender y darle sentido al fenómeno
social a periciar, como para entregar un marco de referencia al sistema judicial
el que además integra otros medios de prueba que generalmente se focalizan
en el o los hechos y en los sujetos como unidades individuales. En este
sentido, el peritaje social forense, no sólo entrega una perspectiva de los
hechos que se investigan, sino que les otorga dinámica y articula otros medios
de prueba.

Siendo la familia, una unidad principal en la formación del trabajo social, lo es


también para el ejercicio pericial y uno de los elementos distintivos, por los que
el trabajador social es requerido perito. Realidad que trasciende a la judicatura
de familia, esto es, los Tribunales de Familia, sino que se extiende al ámbito

 
penal, donde graves vulneraciones de los sujetos en contexto familiar y social,
pueden constituir un delito.

La familia es actualmente uno de los temas de los que más se habla y escribe
en todas las sociedades occidentales. Y la razón es muy sencilla: porque es
una de las instituciones sociales a la que más le han afectado los cambios de la
llamada postmodernidad y porque, como todos tenemos una familia, vivimos y
experimentamos muy cercana e íntimamente todas esas transformaciones.

Cambios como la reducción de matrimonios y número de hijos: el aumento de


separaciones y divorcios, y de madres y de padres solteros sin hijos o con hijos
fuera del matrimonio o adoptados (familias de un solo progenitor); el
surgimiento de nuevas formas de organización familiar, como las familias
monoparentales, las reconstituidas y las llamadas familias a distancia (porque
los cónyuges viven en localidades distintas), la cohabitación o parejas de hecho
y las uniones homosexuales, entre otras; igualmente la salida a la esfera
pública de los problemas de la violencia familiar o doméstica, afectando
principalmente a mujeres y niños, sin olvidar el maltrato bastante frecuente en
familias y residencias hacia mayores; y muchos más temas que quedan por
resolver en el ámbito de la familia, como las desigualdades de género que,
tradicionalmente, se aceptaban como natural, como la atribución de roles
diferentes a hombres y mujeres en el hogar, en el mundo profesional y laboral,
en las religiones, en la política, etc. (departamento de sociología Univ. Granada
- UTEM, 2007, P 7)

La familia es la productora y la principal encargada de conservar y acrecentar


el capital humano de la sociedad. La forma como cumpla esta tarea esencial
dependerá de sus propios recursos internos y de las contribuciones que reciba
de su medio externo en forma de servicios de salud, vivienda, educación formal
e informal, oportunidades económicas y variados servicios de apoyo, que
respondan en forma flexible a las diferentes necesidades que se van
presentando. (Aylwin, Solar, 2002, p, 52).

En virtud del acelerado proceso de cambio social, con fuerte crecimiento de las

 
economías mundiales, desarrollo de la tecnología y masificación de los medios
de comunicación, es fundamental orientar la mirada a las familias no sólo
desde diversas perspectivas teóricas, sino que también en su contexto histórico
y en su dinámica relacional constante con el entorno. De manera de hacer
visible su posición y puntuación respecto de esta realidad en transformación no
sólo como unidad de análisis en función de sus problemáticas, o como sujeto
de intervención.

Sino que como escenario social donde sus miembros adquieren herramientas
para acoplarse a los cambios, nutriéndose de recursos para enfrentar diversas
dificultades y construyendo marcos referenciales para establecer
interrelaciones con otros sujetos y otros escenarios. A la vez, que éstos la
retroalimentan simultáneamente, de manera que sus acciones y
planteamientos como sistema se ven influidos en su respuesta social, a través
de sus miembros. (Baeza, Donoso, Rojas. Univ. Católica Silva Henríquez,
2013, p,14)

Las situaciones descritas por las que atraviesa la familia actual, agregan
Quiroga y Arias (2004, p. 5), desencadenan en problemáticas familiares
emergentes, las que pueden ser entendidas como las "dificultades de cualquier
índole que la familia no ha podido resolver y que incluye uno o más integrantes
del sistema familia". Los mismos autores, consideran como emergente
cualquier tipo de problema nuevo, que se hacen visibles y/o presentan una
nueva forma.

Es en este contexto de nuevas configuraciones familiares, de nuevas


exigencias y sobre exigencias y del surgimiento de nuevas problemáticas
familiares emergentes, es posible ubicar a las que se han llamado las "familias
fragilizadas"; es decir, familias que están tensionadas en su relación con los
sistemas e instituciones sociales, lo que favorece en su interior conflictos que
no son adecuadamente resueltos, deteriorando con ello' las relaciones
afectivas, y configurándolas, muchas veces, como un contexto de violencia, y
por tanto, de autodestrucción. (Baeza, Donoso, Rojas. Univ. Católica Silva
Henríquez, 2013, p, 16)

 
Lo anteriormente expuesto da cuenta que la temática familiar, no sólo plantea
un desafío para la intervención social, sino que para su comprensión dinámica
a nivel micro hasta el nivel macro social, en tanto constituye un actor social, un
actor político y un escenario donde se desarrollan situaciones y hechos que de
acuerdo a su naturaleza pueden llegar a judicializarse, y para lo cual se hace
necesario un profesional capaz de interpretar en forma pertinente y conducente
dicha realidad.

2.- La valoración pericial social forense desde una comprensión


intercultural

La valoración de una pericia fundada en los ancestros culturales del país, pasa
necesariamente por reconocer que dichas culturas han debido mutar desde un
ambiente eco lógico a un nuevo ambientesociocultural, que no necesariamente
les permite mantener un espacio de autonomía de sus vivencias y valores
culturales propios en un contexto mediatizado por las razas y clases
hegemónicas.

Si bien es necesario reconocer que entre los pueblos indígenas americanos los
mapuches son un ejemplo de resistencia cultural (Zambrano, 1989), porque
han sabido incorporar oportunamente diversos elementos de la cultura
dominante para reforzar la propia y donde la forma de aprender la cultura,
"históricamente está dada por el papel de la madre durante la infancia; la
socialización de cuentos, leyendas, mitos, las celebraciones rituales; práctica
de ayuda mutua y otros" (CEPAL, 1993).

Por tanto, la interpretación de los dictámenes periciales debe considerar la


cultura propia de los pueblos originarios que se transmite a través del proceso
de tradición generacional. Y que esta forma de transmitir la cultura, se ha
logrado mantener a pesar de la subordinación - dicha subordinación debe
entenderse en cuanto no habia un cierto grado de control cultural (Bonfill,
1981), en cuanto a que como piscologia social 'posee el poder de decisión
sobre algunos elementos culturales y a su vez es capaz de producirlos, usarlos
y reproducirlos, lo que nos permite hablar de

 
un cierto grado de autonomía cultural, entendida "cuando el grupo social posee
el poder de decisión sobre sus propios elementos culturales: es capaz de
producirlos, usarlos y reproducirlos" (Bonfill, 1981).

Sin embargo, al tratar de establecer un análisis relacional de las cuestiones


jurídicas a valorar desde el proceso pericial, nos percatamos que no es posible
establecer una cultura autónoma en sentido estricto, en cuanto está en una
relación asimétrica con la cultura dominante y en cuanto carece de los recursos
materiales necesarios para su cultivo y desarrollo, por tanto, estamos frente a
un fenómeno histórico que propicia los cambios culturales a lo largo del tiempo
(Bonfil, 1981).

La visión que tenemos los profesionales del ámbito de la investigación pericial


social forense, es que los indígenas en general están asimilados e integrados a
la sociedad no - indígena.

Aquí se hace necesaria una reflexión, pues si bien es cierto que la adaptación
de una cultura a un nuevo ambiente sociocultural significa una suerte de
hibridación
(García, 1995), en el sentido de que los portadores de la cultura vivencian dos
o más formas culturales sucesivamente o paralelamente o simultáneamente, en
una suerte de armonía más que sincretismo. Tanto la adaptación como la
integración se da en un solo sentido, ya que es la cultura indígena que debe
adaptarse a un nuevo ambiente sociocultural, lo que necesariamente no
significa abandonar los elementos culturales propios.

En este sentido, la adaptación de un grupo humano portador de una


determinada cultura significa la capacidad de vivir en otro ambiente ecológico,
sin perder sus elementos culturales.
Esta adaptación aplicada a la realidad de los pueblos originarios significa
entonces la capacidad de mantener sus elementos culturales propios en este
nuevo ambiente sociocultural, pero a su vez significa aquella capacidad de vivir
de acuerdo a la cultura mayoritaria sin abandonar lo propio.

 
En rigor podríamos entenderlo como una forma de vivir en un ambiente
pluricultural. Desde esta comprensión quisiéramos relevar el lenguaje como
base la valoración pericial y como una de las formas más importantes de
inclusión y vinculación social; resaltamos la función socializadora del lenguaje,
independiente de la forma que se manifiesta (Gil, 2001). En este sentido
partimos del supuesto de que no existe una sociedad que no tenga alguna
forma de comunicar su cultura, aunque las formas y el fondo varían de cultura
en cultura. Ya que el lenguaje está presente en todas las manifestaciones de
vida y la cultura, fue elemento decidor en la comprensión de las cosmovisiones
de los pueblos originarios insertos en un contexto social urbano.

 
POBREZA, ASISTENCIALlSMO y CIUDADANIA:
Las paradojas del ingreso ético familiar en Chile

Rodrigo Cortes Mancilla


ABSTRAC T

Palabras Clave:

l. Introducción

Desde 1990 la reducción de la pobreza en Chile ha sido el principal objetivo de


la 
Política Social post dictadura. Los procesos de empobrecimiento, de
desigualdad y 
exclusión social se pueden comprender desde diversas
dimensiones, como también 
desde distintas perspectivas, pero por sobre todo
desde la propia experiencia de los 
sujetos que están viviendo dicha situación.
El Gobierno de Sebastián Piñera, previo a las elecciones municipales del año
2011, Y 
en la búsqueda de incidir política-electoralmente en ese momento,
agenda de suma 
urgencia la discusión del proyecto denominado Ingreso
Ético Familiar en la cámara 
de Diputados, como uno de sus ejes de campaña
presidencial. Este se transformó en 
uno de los Programas emblemáticos de
este Gobierno.
                                                                                                               

  Trabajador Social, Magister en Políticas Sociales de la Universidad ARClS, Doctorando en Trabajo
Social Universidad Nacional de Rosario. Docente Universidad Andrés Bello.

 
Este programa, plantea diversas paradojas, entre ellas, la noción de sujeto a
partir de 
la cual se configura; la Ética que sustenta el programa; y el concepto
de ciudadanía 
que se encuentra implícito en su fundamentación e
implementación.

Durante las próximas páginas, nos adentraremos en estas paradojas,


realizando un 
análisis crítico del Programa Ingreso Ético familiar. Para tales
efectos, se optó por una 
metodología cualitativa, mediante: la realización de
entrevistas en profundidad a 
Gestoras Psicolaborales del programa IEF, de
las comunas de Val paraíso y Viña del 
Mar; el análisis bibliográfico y análisis
de notas de prensa.

El camino propuesto comienza con una contextualización la situación de


pobreza y 
desigualdad en Chile, así como una revisión conceptual e histórica
de las 
Transferencias Condicionadas para en un segundo momento
adentrarse en cada una 
de las paradojas mencionadas.

11. CONTEXTO

11.1 DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD: EL CASO DE CHILE.

Chile, desde mediados de 1970, puso en marcha un sistema neoliberal radical,


la 
dictadura cívico militar planteo que la estrategia de desarrollo basada en la
sustitución 
de importaciones había sido un error para Chile, pues los
mercados nacionales 
protegidos nunca brindarían un desarrollo sólido.
Basado en el bloque de Friedman la 
dictadura planteo que la única forma de
recuperar el equilibrio era dejando que el 
mercado funcionara en absoluta
libertad.

Se instaló entonces un nuevo sistema económico, caracterizado por la


privatización 
masiva de la economía (la salud, la educación, así como las

 
empresas públicas) y por 
lo tanto la expulsión hacia el sector privado de
numerosos trabajadores y trabajadoras. 
Es así que el denominado ajuste
estructural desplazó lo económico desde el Estado 
hacia el mercado. En este
contexto "la privatización se unió a la supresión de los 
mecanismos de
representación política, buscando alcanzar la utopía de una sociedad 
en la
cual la política fuera eliminada para que los problemas de los ciudadanos
fueran 
resueltos individualmente por el mercado" (Garretón, 1987 :24). Esta
estructu ra fue 
heredada y administrada por los Gobiernos democráticos, post
Pinochet.

A lo largo de los últimos veinte años, la pobreza en Chile se redujo desde


niveles 
cercanos al 40 hasta bajo el 20, constituyéndose en uno de los casos
más 
exitosos en la región latinoamericana, consecuencia de una política
social 
dependiente del crecimiento y equilibrio macroeconómico. (sólo con un
cambio de 
curva en la Casen 2009)

La superación de la pobreza constituyó el motivo y horizonte de la política


social en las 
últimas dos décadas -en los gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos y
Bachelet-, en este 
período, "la política social del sector público comenzó a
desplazarse crecientemente 
hacia los grupos sociales con más dificultades
para superar la condición de pobreza, 
estableciendo una focalización de alta
precisión para terminar con las formas más 
extremas de pobreza" (Raczynski,
1994:14).

Sin embargo, llama la atención lo que plantean Joigant y Güell, que el proceso
de 
superación de la pobreza no estuviera asociada con una modificación de la
desigualdad de ingreso, que se mantenía prácticamente a un mismo nivel, lo
cual 
indicaba incrementos en el ingreso del conjunto de la población, lo que
muestra la incompatibilidad con la mejora de las condiciones de vida de la
población y menos con 
la distribución y la concentración de la riqueza.
(Informa OCDE 2013)

 
11.3 DE LAS POLlTICAS SOCIALES EN BASE A TRANSFERENCIAS

CONDICIONADAS

El Estado de Chile desde el año 2002 busca instalar una Política de Combate a
la 
Pobreza, este fue el sello del gobierno de Ricardo Lagos, a través del
programa Chile 
Solidario, que instaló un sistema de protección social
orientado a la superación de la 
extrema pobreza o indigencia, dando inicio a
las políticas sociales en base a 
transferencias condicionadas en Chile.

La teoría base tanto del Chile Solidario, ayer, como del Ingreso Ético Familiar,
hoy, es 
la Transferencia Condicionada, mediante la entrega de recursos
monetarios y no 
monetarios a familias en situación de pobreza extrema,
condicionando este apoyo a 
ciertas acciones que refuercen algunos aspectos
necesarios para salir de su situación 
de vulnerabilidad. Estas transferencias
tienen el objetivo de "asignar ciertas cantidades 
de dinero a fin de atender las
condiciones de pobreza en las que se encuentran la 
población" (Rowling, en
Cogco, Rodriguez y Perez, 2011: 24). Su categoría de 
condicionada "tiene
que ver con la imposición sobre la conducta de los beneficiarios, 
de ciertas
actividades específicas para quien o quienes forman el padrón de un

programa de esta naturaleza" (Martinez y Campillo, 2012: 1 01).

Estos programas tienen compromisos que se relacionan principalmente con las


áreas 
de educación, salud y nutrición. En la gran mayoría de los programas de
TC en 
Latinoamérica las receptoras de las transferencias son las mujeres,
bajo el supuesto 
de que ellas usarán los recursos monetarios para mejorar el
bienestar de su familia en 
general y de sus hijos en particular. Asimismo, son
las madres quienes están a cargo 
del cumplimiento de las condicionalidades
y, a veces, actúan como promotoras de los 
programas. Esto da cuenta de la
noción de norma y de género que sostiene este tipo 
de programa. (ejemplo de

 
ello son las evaluaciones realizadas en México 
(Oportunidades -ex Progresa-
1997); Brasil (Bolsa Família-2003); Bolivia (Bono 
Juancito Pinto - 2006, entre
otros)

Otro aspecto común en los programas de TC es el predominio de la


focalización por 
unidades geográficas y los métodos de selección de hogares
por comprobación 
indirecta de los medios de vida (proxy means test). En el
gobierno de Ricardo Lagos 
para generar una mejor selectividad perfeccionó
este método a través un índice multidimensional de calidad de vida llamada
Ficha de Protección Social (reemplazo de 
cas y casi), el cual se ha mantenido
como base de focalización fuerte para diversos 
programas sociales.

11.2 PROGRAMA INGRESO ETICO FAMILIAR (IEF)

1. Del fundamento del Programa IEF.

La propuesta programática denominada Subsistema de protección y Promoción


Social 
"Seguridades y Oportunidades" del Ingreso Ético familiar y sus
diferentes programas 
enfocados en la población de extrema pobreza es de
responsabilidad del Ministerio de 
Desarrollo Social a través de sus Secretarías
Regionales Ministeriales y del Fondo de 
Solidaridad e Inversión Social
(FOSIS) . 1

El IEF en su propuesta persigue, según declara "mejorar las opciones para que
las 
familias superen la pobreza de forma definitiva". Este programa se basa en
dos 
componentes: seguridades y oportunidades, el primero consiste en una
transferencia 
para las personas por el solo hecho de ser pobres sin exigírseles
ningún requisito de 
ingreso. Mientras que el segundo, el de oportunidades,
busca fomentar las 
habilidades de las familias para que superen por sí
mismos la situación de pobreza.
                                                                                                               
1
Esta oferta programática parte como una Asignación social o bonificación allEF (Decreto ley
29 del ministerio de Planificación publicado el 2011 y consistió en un programa piloto dellEF
que es regulado por Ley Nº 20.595 publicada el 2012)

 
En relación a la institucionalidad del programa es el Ministerio de Desarrollo
Social 
(MDS), en su rol de administrador, coordinador, supervisor y evaluador
del Subsistema 
de Protección y Promoción Social Seguridades y
Oportunidades - IEF, es el 
responsable de la ejecución del Programa Eje, y le
encomienda al FOSIS la 
implementación de los Programas de
Acompañamiento Psicosocial y Sociolaboral. El 
FOSIS, a su vez, delega esta
tarea a las municipalidades del país u otros organismos 
públicos o privados, a
través de convenios de transferencia . 2

El programa eje, es un plan de acompañamiento base, que tiene como objetivo


realizar un diagnóstico, elaborar un plan de intervención, seguimiento y
evaluación a 
los usuarios . 3

A partir de esto los usuarios son derivados al programa de acompañamiento


psicosocial y al programa de acompañamiento psicolaboral. El primero, el
psicosocial, tal como lo señala el reglamento delIEF, tiene como objetivo
promover el desarrollo de 
habilidades y capacidades necesarias que les
permitan a los usuarios tener los 
recursos psicosociales que faciliten el logro
del Plan de Intervención definido en el 
Programa Eje y avanzar en un proceso
de desenvolvimiento autónomo e inclusión 
social.

Las transferencias que entrega el programa del Ingreso Ético Familiar se


dividen en 
tres pilares: transferencias por dignidad, por deberes y por logros.
Las por dignidad 
corresponden a un bono que se otorga a las familias por el
solo de hecho de vivir en 
extrema pobreza. Las transferencias por deberes
son un bono para los usuarios que 
viven en extrema pobreza, y que además
cumplen con los deberes en materia de 
salud y educación. Y las

                                                                                                               
2
Normas Técnicas del Ingreso Ético Familiar: Familias
3
Para efectos descriptivos se utlizará el concepto: usuarios de acuerdo a lo establecido en las
orientaciones técnicas del programa IEF

 
transferencias por logros son un bono para usuarios que, 
además de cumplir
con los deberes, alcanzan ciertos desempeños destacados en los 
estudios o
en el plano laboral. Además de todos los bonos del programa Ingreso Ético

Familiar, los usuarios pueden recibir otras prestaciones del Estado, como el
subsidio 
de agua potable o los programas de habilitación social y laboral.

111. ANALlSIS DEL PROGRAMA INGRESO ETICO FAMILIAR

111. 1. Con relación a la visión de sujeto dellEF y de las PPSS Chilenas.

Antes que todo es importante plantear el cambio que la Política Social Chile ha
tenido 
respecto a su fundamento, el ejemplo evidente es el paso del Programa
Chile 
Solidario que tuvo un argumento inicial desde un enfoque de derechos
reconociendo 
las responsabilidades del Estado con la ciudadanía, basada en
ciertas normativas 
internacionales de derechos humanos y expresado en
garantías sociales, lo que fue 
transformándose paulatinamente en
condicionalidades mas rígidas y basadas en lo 
individual y en lo asistencial.

Esa transformación da cierta base para que se explicite el 
fundamento del


proyecto del IEF que es el enfoque Asistencialista y Meritocrático, 
desde la
idea de las seguridades y oportunidades, ya que el proyecto de Ley está
basado en el principio de los esfuerzos individuales y de asistencia temporal
para el 
segmento de la población en situación de extrema pobreza y con
mayor daño social.
Este enfoque Asistencialista y meritocrático no oculta en su fundamento la
intervención 
individualizada y la fragmentación de cualquier posibilidad de un
sujeto colectivo. Es 
así como el IEF plantea una noción de sujeto - "usuario"
de transferencias 
condicionadas dejando en claro su opción es por una visión
del individuo, atomizado 
de su realidad comunitaria y local:

"el IEF claro que realiza una intervención en el individuo, separado de cualquier

 
dinámica 
comunitaria, somos los asesores quienes buscamos los vínculos con
lo local, el programa 
no permite eso, por eso depende de nosotros, bueno hay
casos y casos, pero claro me 
encantaría agrupar a mujeres con
emprendimientos colectivos, pero la metodología del 
programa no o permite,
menos los tiempos disponibles" (Gestora Valparaíso)

Igualmente el IEF genera cierto espejismo, pues si bien habla de familia, no


existe un 
marco referencial explicito para comprender lo que el programa
entiende por la o las 
familias, mas aun cuando el individuo al centro del
programa es la mujer, quien es la 
que estaría a cargo del cumplimiento de las
condicionalidades:

"el sujeto de este programa es la mujer, la mayoría de los compromisos son


firmados por 
ellas, existe la idea que ellas deben llevar a los niños al
consultorio, son ellas quienes 
deben ver que los niños vayan al colegio, son
ellas las que reciben los bonos, el hombre es 
invisibilizado ... " (Gestora
Valparaíso)

La feminización de la intervención del Estado, reproduce la idea que la mujer,


es la 
encargada de gestionar la organización social de la vida cotidiana y
distribución de 
recursos, más aun serían ellas quienes deben integrarse al
mercado laboral, los 
hombres -parejas de estas- no adhieren al programa,
solo en algunos casos, los 
jóvenes se motivan inicialmente.

"son muy pocos los hombres que participan directamente de la intervención,


algunos casos 
son de jóvenes, pero son muy pocos ... a ellos no les interesa
estos espacios, piensan que 
es un programa para mujeres ... " (Gestora Viña
del Mar)

"Yo trabajo principalmente con mujeres, porque la gran mayoría de las listas
entregadas por 
el ministerio son de mujeres pobres jefas de hogar" (Gestora

 
Valparaíso)

Es entonces la mujer quien actúa como interlocutora del programa en su


entorno, se 
reconoce como quien es la administradora de recursos, el
discurso que "la mujer es la 
mejor administradora del hogar" es la
reproducción sociocultural del programa.

Se podría plantear entonces que el sujeto del IEF es la mujer pobre


individualizada, 
que es focalizada por las carencias, por las necesidades
básicas y que pretende su 
integración socio-laboral o al mercado del trabajo
desregulador. Además el IEF en su 
fundamento busca esa integración
funcional desde la meritocracia, desde las 
oportunidades que le da a esa
mujer pobre subvencionada para que pueda 
administrar los mínimos para la
reproducción de la vida cotidiana familiar y 
autogestionar sus recursos
escasos, gracias a las capacidades fortalecidas vía los 
programas ejes.
--------
Entonces el IEF al responsabilizar a la mujer y por tanto a la familia pobre de su

bienestar, sin duda busca externalizar los problemas sociales y focalizarlos en
los 
individuos. Este ha sido el gran logro del paradigma neoliberal resituando
en la vida 
privada familiar el problema de la pobreza extrema, planteando que
todo se puede 
resolver en el cambio de conductas al interior de las relaciones
familiares. Ese soporte 
funcional estructuralista y cognitivo conductual serían
los fundamentos para que esta o 
este pobre individual izado pueda salir de
dicha situación.

Así también se desvanecen en la discusión pública, las responsabilidades del


Estado, 
y de la exclusión social que el propio neoliberalismo ha generado, y
que programas 
como el IEF siguen reproduciendo, mediante la
responsabilización del pobre 
individualizado, problematizado, excluido,
vulnerable:

 
"hay personas que no aceptan el programa, que dicen que es una nueva
mentira de los 
gobernantes, entonces ellos quedan fuera, excluídos por no
firmar una carta de 
compromiso, y el Estado no se hace cargo de sus
derechos fundamentales, es una nueva 
forma de exclusión" (Gestora
Valparaíso)

El sujeto de hoyes un individuo que habita en la incertidumbre, la


imprevisibilidad y la 
falta de control a mediano y largo plazo sobre su vida.
Entonces es contradictorio con 
ese planteamiento de mediano y largo plazo
que el IEF propone, con esa idea de 
desarrollo de capital humano, sin tener
transformaciones estructurales de fondo, tanto 
en el Trabajo, en la Educación,
en la Salud.

En Chile se puede decir que se ha profundizado en "una segmentación y


fragmentación de la cuestión social que se traduce en la intervención del
Estado en 
múltiples programas específicos" (Fernández Soto, 2007:19), sin
ningún tipo de 
complementariedad o intersectorialidad. El IEF como propuesta
programática 
selectiva, invisibiliza los factores estructurales de producción y
reproducción de la 
situación de pobreza, reduciendo este fenómeno en
personas y familias con 
determinadas problemáticas que pueden ser
superadas . con un bono, una 
transferencia, o asesoría individualizada
durante 24 meses, mediante a cual un 
gestor familiar debe resolver un
tramado histórico de exclusión social.

Este juego de asignación y asunción de roles y lugares sociales configura la


producción de sujetos caracterizados por formas de sentir, pensar y actuar
desde las 
cuales se naturaliza su condición de excluidos. O sea "cuando
sobre las personas 
recae la adjudicación de cierta "inutilidad social" quedan
también descalificados en el 
plano cívico y político, la ausencia de proyecto
"hace difícil hablar en nombre propio 
aunque sea para decir no" (Castel, 2001
:).

 
111.2 De lo Ético de esta Transferencia Condicionada.

Como se planteó anteriormente, las TC pueden ser promotoras de un proceso


de 
Capital Humano para las familias en situación de extrema pobreza, pero
¿Desde qué 
posición ética se plantea la imposición conductual de los
sujetos?, claramente desde la 
asistencia que "se basa en una concepción
residual y liberal del Estado. Brinda ayuda 
social mínima a los grupos que se
verifica que no tienen medios para satisfacer sus 
necesidades... los resultados
de desmercantilización son escasos, sometiéndose el 
conjunto de la población
a alcanzar el bienestar social a través del mercado, quienes 
no lo alcanzan
reciben la ayuda mínima del Estado" (Fernandez Soto, 2012:159-160).

La idea de integración social del sujeto se fundamenta en un soporte cognitivo


conductal donde las funciones y los roles que generan estabilidad (en lo
familiar, en lo 
educacional, en el mercado) son reproducidos como propósito
de la intervención.

Es necesario criticar la forma que tiene este programa de concebir al sujeto


destinatario y reposicionarlo desde lo ético-político. Urge cuestionar la ética de
la 
beneficencia de la que los operadores -representantes del Estado y la
cultura 
hegemónica- son portadores, pues encarna valores desde los cuales
se norma el ser 
funcional o no funcional al sistema neoliberal, interpretando y
jerarquizando 
necesidades, marcando el rumbo de los procesos y sus
referentes para medir éxitos y 
fracasos de un o una pobre individual izada y su
familia.

Ante esta ética-moral conservadora en que los criterios o condiciones han sido
definidos a priori, sin participación del sujeto beneficiario, se obliga a los
asesores del 
programa a mantener un equilibrio entre la contemplación
acrítica de valores 
funcionales al sometimiento y la imposición autoritaria de
los valores de la cultura 
política hegemónica.

 
"las condicionantes de esto tiene que ver en cómo a la gente se les orienta a
ser 
adecuaditos en lo laboral, en lo educacional, en lo social, es mantenerlos
sin critica, sin 
poder reclamar sus verdaderos derechos" (Gestora Valparaíso)

"el gobierno busca instalar una forma de ser no pobre, que es moralmente
correcta, que 
responda a los intereses de mercado"(gestora Viña del mar)

Esta mirada dominante y administradora gubernamental instaura su orden


favorable a 
sus intereses, promoviendo la adaptación de la realidad social
hacia su ideología, su 
cultura: "la supremacía de un grupo social se manifiesta
en dos modos, como dominio 
y como dirección intelectual y moral. Un grupo
social es dominante respecto de los 
grupos adversarios que tiende a liquidar o
a someter incluso con la fuerza armada, y es dirigente de los grupos afines y
aliados. Un grupo social puede y hasta tiene que 
ser dirigente ya antes de
conquistar el poder gubernativo (esta es una de las 
condiciones principales
para la conquista del poder); luego, cuando ejerce el poder y 
aunque lo tenga
firmemente en las manos, se hace dominante pero tiene que seguir 
siendo
también dirigente" (Gramsci, 2001: 17).

Entonces es esta clase la que sustenta el control de los medios de producción


social y 
el control de la dirección ideológica de la sociedad (superestructura
ideológica), se 
crea "la estructura y las superestructuras forman un bloque
histórico, o sea, que el 
conjunto complejo, contradictorio y discorde de las
superestructuras es el reflejo de las 
relaciones sociales de producción"
(Gramsci, 1997:49)

En este contexto, es imperativo poner en tensión a este programa con una


ética de la 
autonomía con un sujeto autónomo, con ese carácter dialógico de
los procesos como 
nos planteara Freire. Respetar al otro como portador de su
cultura y sus valores que 
aún en conflicto con los nuestros deben ser

 
respetados.

"la verdad cuesta estar en el programa, es permanente tensión y darse cuenta


de las 
contradicciones, hacer permanente ejercicio reflexivo, eso es lo
importante de la formación, 
porque una cosa es lo teórico y otro es la practica"
(Gestora Valparaíso)

Es necesario poner en cuestionamiento las percepciones anticipadas, por


ejemplo de 
las y los asesores y de las y los gestores del IEF, quienes marcan
al otro por su 
condición social, elementos siempre presentes en el lente a
través del que se percibe 
al diferente y que lleva a contradicciones entre el
discurso teórico y las lógicas 
prácticas.

"Siempre depende del o la asesora, porque algunas buscamos que las


personas sean 
autónomas, que decidan por su propia cuenta mostrándole lo
que va más allá del programa, 
otros son de la idea del tutelaje, llevan a las
personas de la mano a todas las gestiones, eso 
no puede ser, pero es ... "
(Gestora Valparaíso)

Lo anterior da cuenta que si bien la autonomía del sujeto es fundamental para



algunos, para otros, lo central es mantener la lógica tecnicista "neutral" del
programa, 
mediante el tutelaje asistencial. Lo anterior pone de manifiesto la
necesidad de exigir 
un permanente análisis de las resonancias afectivas en
los operadores de la política 
social y trabajar hacia una autentica restitución
de derechos, con promoción de un 
sujeto autónomo, pues claramente lo ético
se entrelaza con lo metodológico y con lo 
político.

111.3. Noción de Ciudadanía.

El enfoque de Seguridades y Oportunidades del IEF, está basado en el


esfuerzo 
individualizado, con una teoría estructural funcionalista que la clase

 
dirigente ha 
implementado, invisibilizando la opción de un sujeto colectivo, con
su intervención 
fragmentada y fragmentante de las comunidades que viven en
situación de pobreza.

Lo anterior evidencia un momento clientelista de la política social del Estado


chileno 
que busca persuadir al pobre individualizado de la eficacia de sus
propios esfuerzos, 
de la posibilidad de habilitarlo para que sea capaz de
movilizarse en la estructura de 
poder, mediante su inserción en el en el
mercado laboral.

"las personas que están en el programa laboral deben darse cuenta que deben
responder 
de cierta forma a las posibilidades de trabajo, deben tener en claro
que son empleados, que 
deben responder a ordenes a jerarquías, pero
evidente que eso es muy difícil" (Gestora 
Valparaíso)

En este sentido, se da cuenta que el Estado que implementa este programa


toma esa 
imagen de Estado Benevolente, que busca a través de una lógica
clientelar, sin ningún 
tipo de participación social, la subalteridad de la persona
y de su entorno más próximo, 
para resolver problemas o carencias de la
familia focalizada, por parte de la 
institucionalidad del programa.

"lo que se pretende es que la persona pueda adecuarse al trabajo para el que
ha sido 
habilitado, pero obviamente no tiene capacitación, a lo mas se
entregan elementos básicos 
para que puedan volver a ocuparse" (Gestora
Viña del Mar)

El IEF busca integrar socialmente al pobre individualizado a través de la lógica


del pilar 
de logros. Esta integración se reduce a su incorporación a un
mercado laboral 
precarizado, supeditado a una sociedad estructurada por una
ideología dominante 
que ha administrado la política pública bajo el modelo de
economía neoliberal, 
profundizando la ruptura del pacto social entre capital y

 
trabajo, desarollando políticas 
laborales que profundizan las prácticas de
extemalización y la especialización, dónde 
el arrendamiento de la fuerza de
trabajo es barata y frágil, en un contexto de 
precariedad y la temporalidad del
empleo, con trabajadores y trabajadoras en 
condiciones de riesgo y
vulnerabilidad social. Ese es el escenario al que llegará esa 
persona luego del
plan de intervención de 24 meses en el eje psicolaboral.

"he intentado que las mujeres se agrupen para emprendimientos, pero la


verdad es muy 
difícil, desconfían, no hay encuentro, además que el programa
no lo permite, con suerte 
conocen el sector en el que viven" (Gestora
Valparaíso)

"es complicado trabajar generando habilidades de adecuación de los sujetos


para que 
entren al trabajo, porque ingresaran a la misma inestabilidad, tal vez
con un sueldo, pero 
cuanto durará, serán expulsados nuevamente" (Gestora
Valparaíso)

Ese quiebre del vínculo social, la desconfianza hoyes parte de la subjetividad


en los 
sectores más pobres, esos procesos de fragmentación y expulsión o
exclusión es 
cultural, económica, social y política conlleva a que ese sujeto de
la PPSS no pueda 
sentirse parte de un tejido social, es el gran logro
neoliberal, donde las lealtades y los 
vínculos se diluyen, y por tanto la
conflictividad es manejada fácilmente por el Estado, 
y además lo hace
compatible con el ejercicio de la democracia representativa.

“… a estas personas se les hace difícil, son analfabetos por desuso, tienen
carencias 
históricas y son familia tras familia ... ah y son buscados por los
candidatos, las listan se 
transfieren, saben donde buscarlos, pueden ser voto
seguro, puede ser un bono un voto" 
(Gestora Viña del Mar)

Lo anterior da cuenta que la carencia es histórica, se trata de procesos

 
transgeneracionales, que encarnan una pobreza estructural, además de la
desvalorización y resentimiento respecto de los espacios educativos y políticos.
Lo 
expuesto se puede contrastar con lo planteado por Vilas "para los
ciudadanos 
educados y comprometidos, que disponen de medios para
resolver mas o menos 
satisfactoriamente las inconveniencias de la vida, el
voto puede estar asociado o 
responder a propuestas de cómo administrar el
país, cómo encarar desafíos de la 
globalización, qué estrategia de educativa
es mas conveniente para la sociedad" 
(Vilas, 1999:127), este no es el caso del
mundo de la pobreza, como el sujeto del 
Programa IEF y de la Política Social
chilena.

Hoy nos encontramos con una "ciudadanía realmente existente conjugando



ingredientes propiamente ciudadanos con la persistencia, o reaparición, de
elementos 
de clientelismo" (Vilas, 1999: 129). No existe en este programa,
como en otros que 
conforman las políticas sociales, reales espacios de
participación social, ni menos de 
control ciudadano.

Es por ello que las carencias no solo se deben referir a bienes tangibles sino a

aspectos como la falta de participación, de falta de libertad, la imposibilidad de
decidir, 
la falta de respeto al otro. Por ello, el planteamiento hacia comprender
la pobreza "se 
debe situar en el marco de la desigualdad en la distribución de
la riqueza, de los 
servicios públicos, de los derechos sociales, y de las
oportunidades y características 
del empleo" (Karsz, 2004:62).

"igual existen personas que no quieren participar del IEF, porque no lo ven
como 
alternativa, o están aburridos de que les mientan ... eso a los gestores
les complica, por que 
hay metas, sería interesante ver cuantos rechazan
elprograma y el por qué" (Gestora Viña 
del Mar)

Aparece entonces en este escenario esa posibilidad de decir que NO, que
puede ser 
un valor ante el proceso de subalteridad, pero ¿puede ser un

 
problema para alguien?, 
claro para las metas del Estado, seguramente, pero
para los profesionales, cómo 
puede ser un problema el decir No, o el discutir
una situación, lo planteado por la 
gestora de Valparaíso también es clave. Se
debe remirar los procesos de formación de 
los y las profesionales que
intervienen en los programas, ya que el sentido crítico y 
dialógico tendría que
ser parte del perfil profesional, puesto que la mayoría de las 
gestoras son de
las disciplinas de las ciencias sociales y humanas.
y ese sujeto que dice NO es excluído de la cualquier tipo de promoción, o
acción 
estatal, entonces en la practica discursiva del IEF la noción de sujeto
activo en la 
construcción de la ciudadanía se desvanece, el planteamiento es
ese individuo pasivo, 
subalterno es el que permanence, ese es el merecedor
de la asistencia del estado.

IV. Reflexiones y un Final Abierto

El Ingreso Ético Familiar es un programa basado en un modelo asistencialista y


meritocrático, que deja atrás las responsabilidades del Estado con la
ciudadanía, 
basando su intervención en la responsabilidad individual de las
personas "usuarias" de 
la asistencia temporal vía transferencias
condicionadas, con el propósito final de 
incentivar el empleo.

El objetivo del Gobierno de terminar con la pobrezadefinidamente, está lejos de


cumplirse, más aún cuando con el IEF se retrocede en las garantías sociales,
agudizando la focalización y la política selectiva, sin tener incidencia alguna en
la 
desigualdad social, y menos en la redistribución económica y política. Si
bien este 
programa de transferencia condicionada puede momentáneamente
resolver problemas 
materiales está lejos está superar la pobreza, pues su
marco referencial para 
entender el fenómeno de la pobreza es simplificador,
reduciéndola a un hecho 
cuantitativo, invsibilizando su complejidad.

 
Así también es necesario cuestionar este programa asistencialista -
benevolente, sin 
seguridades sociales, en una sociedad chilena frágil,
fracturada, atomizada, es "una 
aporía fundamental en la que la sociedad
experimenta el enigma de su cohesión y 
trata de conjurar el riesgo de su
fractura, interroga, pone de nuevo en cuestión su 
capacidad. de para existir
como conjunto vinculado por las relaciones de 
interdependencia" (Castel,
2001 :20). Es la nueva cuestión social esa que Marilda 
lamamoto sintetiza en
que es "históricamente situada e indisociable de la realidad 
capitalista;
condensación del conjunto de desigualdades económicas, sociales, 
políticas y
culturales referidas a los trabajadores; terreno de disputas, rebeldías,

conformismos, resistencias; enfrentada por las fuerzas organizadas de la
sociedad civil 
y por las políticas publicas" (lamamoto, 2003:41-66).

Frente a este escenario se hace necesario la re-politización de la sociedad civil,


esa 
sociedad civil de Gramsci como el espacio de la ideología, mediante la
formación de 
sociabilidades alternativas, rebeldes, es decir, que tengan el
valor de decir: NO. Son 
esos sujetos inconformistas, descontentos, fastidiados
y democráticos que con su 
discurso critico y acción solidaria, anulen o
prevengan los efectos negativos de la 
ideología hegemónica o como para
Boaventura de Sousa enfrenten el "fascismo 
social” , y sienten las bases de 4

"un proyecto de transformación social orientado por el 
regreso del Estado


Social, el combate contra las injusticias y desigualdades sociales, 
la
revitalización de la ciudadanía y del espacio público" (Albert Camus, 1978: 17)

Cabe también en esta idea de restituir lo político en la formación de los


profesionales 
de las ciencias sociales, poniendo confrontación esos dos
paradigmas que emergen 
desde el planteamiento de las gestoras del
                                                                                                               
4
  El Fascismo Social estaría conformado por seis formas: 1) Fascismo del apartheid social; 2) Fascismo
del Estado paralelo;3) Fascismo paraestatal; .4) Fascismo populista; 5) Fascismo de la inseguridad; y 6)
Fascismo financiero.

 
programa "el técnico bien adiestrado que 
va a operar instrumental mente
sobre las demandas del mercado del trabajo tal como 
ellas se presentan; o el
intelectual que, con calificación operativa, va a intervenir sobre 
las demandas
a partir de su comprensión teórico-crítica, identificando la significación, 
los
límites y las alternativas de acción" (Netto, en Fernandez Soto 2012:139). Lo

anterior implica una posición ideológica fundamental para configurar
sociabilidades 
alternativas al neoliberalismo y al solipsismo práctico. Como lo
planteara Gramsci 
"Toda revolución ha sido precedida por un intenso trabajo
de crítica, de penetración 
cultural, de permeación de ideas" (Gramsci,
1997:49)

Esta búsqueda de contribuir a sociabilidades alternativas, pasaría por dos ejes


complementarios: "El primero es la reinvención del Estado en clave igualitaria,
solidaria y participativa. La segunda es la reinvención de la democracia para
abrir 
camino a nuevas posibilidades de intervenciones democráticas de alta
intensidad. 
Ambos proyectos comparten el mismo objetivo: ejercer una acción
política 
radicalmente democrática que haga de la participación ciudadana
activa y directa en la 
toma pública de decisiones su principal logro"
(Buonaventura de Sousa, 2004). De 
este modo, la democracia resultante será
un sistema político mucho más rico que la 
democracia representativa liberal y
mucho más incómodo para el capitalismo 
neoliberal.

Los que contamos con ciertas condiciones materiales y subjetivas tenemos la


responsabilidad ética-política de restituir lo político en los ámbitos de
convivencia 
social, como la familia, el trabajo, la escuela, la comunidad, entre
otros. Por ello este 
trabajo tiene un final abierto para poder superar ese
"Miedo a la multitud, miedo a la 
soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede
ser, miedo de morir, miedo de vivir" 
(Galeano, 1998: 84).

 
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EPISTEMOLOGíA - IDEOLOGíAS - TRABAJO SOCIAL:
Análisis y reflexiones sobre esta relación indispensable.

Rodrigo Cortés Mancilla ∗

ABSTRAC T

Palabras Clave:

1. Introducción

El propósito de esta presentación es configurar un análisis crítico, reflexivo y


argumentado tensiones, configuraciones y visiones entre los problemas
epistemológicos que se constituyen en la formación del Trabajo Social en su
relación indispensable con el concepto de ideología.

En Chile la utilización del término ideología es superficial, cuando se quiere


refutar un planteamiento, lo primero que se hace es tacharlo inmediatamente
con Ja rúbrica de ideológico y desde ahí no habría más que agregar, se cierra
o clausura la conversación o discusión. Esto se reproduce en los espacios
académicos donde aun ideología es mirado tras un biombo, de reojo, o
solapado en otros conceptos como lo social, lo ético. Pero qué de negativo
tendría un concepto que surge en la teoría social para explicitarlo en la
formación? Así también cómo una configuración tan compleja llegó a ser
banalizada, caricaturizada por quienes son parte de una clase dirigente, o
académica?, Cómo recuperarla para iluminar las tensiones, los conflictos u
obstáculos que las disciplinas de las ciencias sociales han sustentado?

                                                                                                               

Trabajador Social, Magister en Políticas Sociales de la Universidad ARClS, Doctorando en Trabajo
Social Universidad Nacional de Rosario. Docente Universidad Andrés Bello.

 
Ideología(s) y Epistemología(s) son construcciones con un indispensable
vínculo, además de provocador para proyectar tanto el proceso de
investigación del doctorado, como también para intentar transitar por una serie
de inquietudes que emergen desde el Trabajo Social tanto disciplina y
profesión, en la realidad social.

Es este Trabajo Social chileno que surge ante la demanda de resolución de


ciertas problemáticas generadas al interior del sistema capitalista, por allá en
el año 1925, momento en que la cuestión social ya estaba configu rada por las
migraciones, la crisis del salitre, el fortalecimiento del movimiento obrero, las
demandas de salud y vivienda, y que los procesos históricos, políticos,
culturales y económicos han complejizado y se manifiestan en la cuestión
social contemporánea.

La apuesta además es contribuir a la reflexión sobre el carácter disciplinar del


trabajo social, ya que pongo desde ya en tensión cierto cuadros profesionales
formados como Solipsistas Prácticos, quienes reconocen equivocadamente la
función socio sintética del intercambio, es decir, el nivel de la abstracción real
como la forma de socialización de la producción privada, a través del medio,
del mercado.

11. Epistemología y conocimiento como campo de historicidad

A propósito de la formación del Trabajo Social en Chile he realizado una


primera aproximación a quince curriculums de diferentes escuelas,
encontrando primero distintas nomenclaturas de asignaturas para el abordaje
epistemológico del Trabajo Social: epistemología de las ciencias sociales,
epistemología para el trabajo social, filosofía y Trabajo Social, Epistemología y
trabajo social; Teoría Social; y sólo un currículo describe una epistemología del
trabajo social. Interesante como contexto para comenzar este apartado, ya que
es fundamental comprender en como la formación del trabajo social aborda,
incluso puede clausurar en una asignatura la discusión epistemológica, como
también transformar esas asignaturas en una Catequesis.

 
Desde este contexto entonces, qué es esa cosa en términos de cómo lo
podemos conocer? Como se produce el conocimiento? Que estatus social
tiene? Desde ya Horkheimer nos plantea que un concepto universal de verdad
para la ciencia es, hoy día, insostenible (Horkherimer, 1973: 140)

Partiré desde la premisa que la ciencia no la podemos catalogar como


universal, ya que no se puede aplicar en los distintos contextos socio
históricos, menos en la diversidad de contextos culturales. El cocimiento es un
campo de la historia donde esa ciencia aparece, esa ciencia que es en sí
producto de la historicidad y de las transformaciones sociales y culturales. Y
por supuesto esas variaciones han conllevado a luchas, disputas que han
generado nuevos paradigmas, concepciones, estrategias metodológicas,
observaciones, etc. Alan Chalmers explica con claridad y en cierta forma
pragmáticamente que "los científicos finalmente transformarán sus métodos y
estándares cuando aprendan lo que se ganará con el cambio" (Chalmers
1990:20) esas transformaciones son fundamentales para producir nuevos
conocimientos, lecturas diversas de la realidad, pero también para el Trabajo
Social son necesarias para comprender los escenarios contemporáneos y las
posibilidades de transformación social.

Este proceso transformador y diverso conlleva a la producción y reproducción


de disciplinas de las ciencias que configuran nuevas teorías y métodos para
aproximarse a la realidad social, por tanto la heterogeneidad es una
característica indispensable de estas ciencias contemporáneas.

Así también en las ciencias existen conexiones regulares que son otra de las
características fundamentales, que toman la forma de una ley, porque "Si se
toma seriamente la opinión de que las leyes describen conexiones regulares,
sin excepciones, entre sucesos, entonces no cumpliría los requisitos, ninguna
de las afirmaciones que comúnmente se acepta como leyes científicas.... Si se
pretende que las leyes sean regularidades sin ninguna excepción será
entonces muy difícil encontrar serias aspirantes a leyes por falta de
regularidades apropiadas, y lo que es más interesante, la mayoría de las

 
generalizaciones, sino todas, tomadas por leyes en la ciencia no cumplirán los
requisitos necesarios"(Chalmers: 2010-202).

La proliferación de las disciplinas nominadas como científicas se multiplica, y


ello ha venido acompañado de una mayor diversidad de estrategias
metodológicas, objetos y producción de información para observar y analizar.

Este es un espacio de lucha del trabajo social, ya que se ha considerado como


una profesión subalterna a las disciplinas tradicionales, no obstante su
reposicionamiento tiene que ver con el problematizar desde su que hacer,
desde su producción de conocimiento, desde su intervención, pero también con
el ejercicio de reivindicación como disciplina social en contacto intimo con
otras.

El posicionamiento del trabajo social se debe dar en medio de avances y


retrocesos, del surgimiento y la caída de paradigmas y de las distintas modas
intelectuales-académicas, y por tanto es posible reposicionarse, pero
claramente distanciados de la idea de unificación epistemológica.

Es Feyerabend quien nos entrega un argumento fundamental para el


reposicionarnos en la discusión disciplinar y está en su planteamiento sobre
que ciencia es "una forma de pensamiento conspicua, estrepitosa e insolente,
pero solo intrínsecamente superior a aquellos que ya han decidido a favor de
cierta ideología, o que la han aceptado sin haber examinado sus ventajas y
sus límites. Y puesto que la aceptación o rechazo de ideologías deberían
alejarse en manos del individuo, resulta que la separación de iglesia y estado
debe complementarse son la separación estado y ciencia: la institución
religiosa más reciente, más agresiva y más dogmática. Semejante separación
quizá sea nuestra única oportunidad de conseguir una humanidad que somos
capaces de realizar, pero que nunca hemos realizado permanentemente"
(Feyebarend, 1981 :289)

Con esto se está apoyando hacia una crítica política sobre una base
epistemológica, es una crítica al poder de la ciencia, por lo que nos llama a

 
reflexionar sobre lo que implica esa necesaria mirada a la relación saber-
poder, o sea no es necesario que tengamos poder debido a que sepamos
cosas, sino al revés , decimos que sabemos cosas en la medida que tengamos
hacia nosotros la balanza del las relaciones de poder. Pero el tema es como
se ejerce entre las distintas disciplinas, y cómo el trabajo social llega a una
correlación de fuerza primero interna como sujeto colectivo, y al mismo tiempo
con otras disciplinas para contribuir a comprender la complejidad social. Es lo
que implica este llamado "anarquismo epistemológico" base para remirarnos
como disciplina.

111. El indispensable vínculo ciencia e ideología

Es clave argumentar en este apartado que todo conocimiento en las ciencias


sociales deriva de observar (participativamente-o no) la realidad social desde
una determinada mirada, perspectiva, enfoque, que se encuentra al servicio de
algunos intereses y por ende no de otros. Cómo podemos comprender este
vínculo, claro está desde la tensión y desde el actuar humano.

La ciencia es una producción humana, eso es algo evidente, pero tiene esa
dimensión subjetiva, que desde algunos planteamientos se le consideró como
error, donde aparecen la imaginación, los juicios de valor, las intuiciones que
son parte de ese conocimiento determinado como científico. Se plantea
entonces que "el funcionamiento ideológico de las ciencias no se articulan al
nivel de su estructura ideal, ni al nivel de su realización técnica de la sociedad,
ni al nivel de la conciencia de los sujetos que la construyen, se articulan allí
donde la ciencia se perfila sobre el saber". (Foucault, 2009:311 ) desde este
planteamiento el funcionamiento no estaría ni en su estructura, ni a nivel de
conciencia de los sujetos, sino que se localiza en otra zona del saber.

La relación de ideología con la ciencia, se puede comprender en que la


primera, sin identificarse se localiza en la segunda, es decir " ... estructura
alguno de sus objetos, sistematiza alguno de sus enunciados, formaliza tales o
cuales de sus conceptos y de sus estrategias; y en la medida en que esta

 
elaboración escande de saber, lo modifica y lo redistribuye por una parte, lo
confirma y lo deja valer por otra; en la medida que la ciencia encuentra su
lugar en una regularidad discursiva yen que, por ella se despliega y funciona
en todo un campo de prácticas discursivas o no" (Foucault, 2009: 312). La
cuestión ideológica planteada a la ciencia es la cuestión de su existencia como
practica discursiva de su funcionamiento entre otras prácticas.

Importante recalcar que algunas versiones no ven a ciencia e ideología como lo


mismo, aunque otros planteamientos lo ven uno en el otro. Partamos
planteando que son formas de conocimiento diverso, pero con límites
inestables, una explicación es que la ciencia se involucra con la ideología al
pretender ser una saturación interna del universo, complejo ya que per se
entendemos que la realidad social sería un espacio no saturado. El vinculo
entre ciencia e ideología se entiende desde las relaciones de poder y esta n
relacionadas a acciones de grupos particulares. Por lo tanto la comprensión de
lo ideológico, de sus representaciones sociales y sus estrategias sociopolíticas
demanda de una mirada epistemológica y de una visión socio critica.

No es descabellado pensar entonces que la ciencia puede ejercer cierto


monopolio sobre el que hacer de las prácticas sociales como así también
sobre las instituciones, como consecuencia de poderes hegemónicos con una
práctica discursiva dominante, desde una perspectiva epistemológica.

El trabajo social bajo este planteamiento se sitúa en la comprensión de esta


relación, pero no tan solo en ello, sino en la misma correlación de fuerzas, ya
que como profesión ha estado involucrado como dispositivo del estado, o sea
de una clase dominante y su lectura de la realidad social. Da cuenta de ello el
surgimiento de la primer escuela de trabajo social chile para enfrentar desde el
estado la cuestión social, y como ha ido configurando la formación profesional
desde concepciones caritativas laicas, con un breve paso por posturas críticas
fines de los 60 y principios de los 70, pero que en los últimos cuarenta años se
ha situado en la estrategia política y como soporte ideológico neoliberal. No
obstante en estos últimos diez años surgen prácticas discursivas contra-
hegemónicas, pero que aun no logran el consenso en los espacios de

 
formación y menos aun en la intervención social, ya que aun por ejemplo la
discusión sobre Trabajo social - ideología - epistemología no se cristaliza. Ese
es el desafío que queda por delante.

IV. Sobre la cuestión ideológica

a) Un fantasma recorre estos párrafos: el fantasma de la ideología.

El positivismo, como fue planteado, ha naturalizado y fragmentado lo social, así


también ha condicionado la configuración del Trabajo Social Chileno, en la
idea de la Saber- Acción y Sujeto -Objeto configurando un obstáculo
epistemológico para el conocimiento de la realidad y por sobre todo para la
transformación de ésta.

Las configuraciones de la ideología construidas por otros paradigmas han


contribuido a la desnaturalización, además puede jugar un rol análogo a la
filosofía cartesiana, en casi un rol desmitificador necesario y con ello
comprender los obstáculos epistemológicos que se encuentra el trabajo social. 1

Quiero fundamentar este posicionamiento del trabajo social frente a las


configuraciones ideológicas es una necesidad epistemológica, teniendo en
claro que su estudio tiene que ver con cuestiones de índole epistemológicos
como también de índole político para configurar acción transformadora de
trabajo social tanto en el aula como en la intervención de las políticas de
estado.

Las configuraciones ideológicas son un punto de encuentro de perspectivas y


problemas epistemológicos de las ciencias sociales, pone en tensión la
relación entre objetividad científica y la práctica política, en la cuestión de las
ideas y a la importancia de la práctica para precisar la certeza de las

                                                                                                               
1
No se trata de considerar los obstáculos externos, como la complejidad o la fugacidad de los
fenómenos, ni de incriminar a la debilidad de los sentidos o del espíritu humano: es en el acto
mismo de conocer, íntimamente, donde aparecen, por una especie de necesidad funcional, los
entorpecimientos y las confusiones (BACHELARD).

 
concepciones teóricas.

Hoy mirando desde el Trabajo Social el uso del concepto ideología es


despreocupado, facilista, clausurador, pero encierra posibilidades
fundamentales para comprender las configuraciones que se dan en la práctica
tanto pedagógica como también en la intervención social desde los
paradigmas de las ciencias sociales, ya que algunas concepciones la plantean
como la tendencia a sobrevalorar las ideas como lo vimos anteriormente.

Un ejemplo de ello es el planteamiento que refutaba que la ideología se


fundara en la independencia de las ideas a la vida material, ya que “… sigue
conteniendo un elemento que se mantiene opuesto a las pretensiones del
intelecto o espíritu de que, de acuerdo con su modo de ser o su contenido, se
le considere incondicionado. Así, pues, el concepto de ideología contradice,
incluso en su forma achatada, la perspectiva idealista: como ideología, el
espíritu no es absoluto."(Horkheimer, 2002:45). Generando la relativización de
la idea de la "falsa conciencia".

A continuación revisaré sintéticamente los aportes y planteamientos de algunas


perspectivas acerca de las configuraciones ideológicas, para luego configurar
algunas reflexiones finales.

b) Ideología desde Marx - Engels.

La idea de falsa conciencia se sitúa en el planteamiento de Marx y Engels


quienes utilizan la tesis del reflejo para configurar el surgimiento de la
ideología, con el agregado de que lo específico de la ideología consiste en
invertir la relación "normal" entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. En
otros términos, la ideología invierte la relación existente entre los hombres y
sus representaciones. Se habla de la cámara oscura para mostrar cómo
funciona la ideología: "Los hombres son los productores de sus
representaciones, de sus ideas, etc., pero los hombres reales y actuantes, tal y
como se hallan condicionados por un determinado desarrollo de sus fuerzas
productivas ( ... ) La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser

 
consciente, y el ser de los hombres es su proceso de vida real. Y si en toda la
ideología los hombres y sus relaciones aparecen invertidos como en una
cámara oscura, este fenómeno responde a un proceso histórico de vida, como
la inversión de los objetos al proyectarse sobre la retina responde a un
proceso de vida directamente físico." (Marx y Engels, 2010: 26).

De acuerdo al párrafo anterior ideología es, por tanto, el reflejo deformado de


las relaciones sociales existentes. La deformación consiste en invertir el orden
existente en la realidad, presentando a las personas en una posición de
subordinación frente a las representaciones de los fenómenos sociales, que
son las que parecen dominar todo el proceso de constitución de las ideas
sobre el mundo natural y social.

El proceso de producción parte de la producción material de la vida inmediata,


y en concebir la forma de intercambio correspondiente a este modo de
producción y engendrada por él, se presenta en su acción en cuanto Estado,
con referencia a producciones teóricas y formas de la conciencia, la religión, la
filosofía, la moral, etc.

Esta deformación hace que las personas tengan una "falsa conciencia"
(conciencia deformada) de la sociedad y de la posición que ocupan en ella. La
teoría de la ideología como conciencia deformada presenta puntos de contacto
con la concepción negativa de la ideología. Ahí está el efecto reflejo,
contraponer las representaciones ideológicas con la ciencia en tanto actividad
cuyo objetivo es la búsqueda de la verdad y no la elaboración de una "falsa
conciencia" acerca de la realidad.

c) Ideología y Hegemonía desde Antonio Gramsci.

El planteamiento de ideología como "falsa conciencia" fue reconfigurado


posteriormente por diversos teóricos y filósofos, pero quien agudiza, desde
esta perspectiva, la reformulación de configuración ideológica es Antonio
Gramsci, quien planteara: "Todo es político, también la filosofía o las filosofías,
y la única filosofía es la historia en acto, es decir la vida misma" (Gramsci,

 
2008:32) Es una de los planteamientos fundantes para comprender la
formación de trabajo social, es un trabajo en lo político, un trabajo en y desde
la filosofía de la práctica, por tanto no neutral.

Según Gramsci, las ideologías históricamente orgánicas son aquellas que se


presentan "como una concepción de mundo y se manifiestan implícitamente en
el arte, el derecho, en la actividad económica, en todas las manifestaciones de
la vida intelectual y colectiva" (Gramsci, 2011:108) Entonces la configuración
ideológica se manifiesta de diferentes maneras, según criterios de complejidad
y unidad. Asimismo, la concepción de mundo
profundo en una ideología determinada se hace visible en el folklore, en el
sentido común, en la religión y en la filosofía. De acuerdo a esto es ideología
cada concepción propia de las fracciones de clase que se propone ayudar en
la resolución de los problemas inmediatos.

De acuerdo al párrafo anterior no existe una única y general filosofía o


concepción de mundo, sino que existen diversas, y siempre se produce una
elección entre ellas. Esta elección, es un hecho político. La particular
formación resulta de la actividad humana, se encuentra implícita en el operar
de los hombres y las mujeres, a través de comportamientos que le son
propios. Esta ideología o concepción de mundo se encuentra en todas las
manifestaciones de la vidaindlvidual y colectiva y es por tanto con lo que se
correlaciona el trabajo social, y por tanto debe comprender este
posicionamiento.

Por otra parte para Gramsci además se presenta como una relación orqaruca
entre pensamiento y acción, entre conocimiento y acción, en la que una
determinada concepción se expresa tanto en el accionar de la totalidad del
conjunto social, como en las particulares acciones de cada uno de los
integrantes de esa totalidad, nos permite pensar una relación de tensión
existente entre distintas concepciones de mundo. Esta diversidad surge del
lugar diferencial que ocupan los diferentes actores sociales, pertenecientes a
distintas clases, la tensión entre estas concepciones se manifiesta en la
búsqueda de mantener, detentar o lograr la hegemonía ideológica de un

 
bloque histórico determinado.

Gramsci define la hegemonía como dirección intelectual y moral, es decir


"presupone que se toman en cuenta los intereses y las tendencias de los
grupos sobre los cuales la hegemonía ejercida y que un cierto compromiso de
equilibrio de formarse que el grupo que lidera debe hacer sacrificios de tipo
económico -corporativo". (Gramsci, 2011: 161) dirección que se ejerce en el
campo de las ideas y de la cultura, manifestando la capacidad de conquistar el
consenso y de formar una base social. Es ahora cuando se debe plantear un
proyecto político desde el trabajo social basado en los consensos asumiendo
la subalteridad en las ciencias sociales.

Asegura que no hay dirección política sin consenso, es decir, sin él la clase
dominante ya no es más dirigente, sólo le queda como herramienta de dominio
la fuerza coercitiva. Esta configura subalternidad de otros grupos sociales, la
que no se refiere apenas a la sumisión por la fuerza, sino también de las ideas.
La subalternidad no es sólo social y económica, sino también política y
cultural.

d) Ideología desde Foucault

Los textos tempranos de Foucault planteaban (desde su proximidad con


Althusser y Marx) de que no existía una oposición entre ciencia e ideología, es
decir con desde una concepción negativa "la ideología no excluye la
cientificidad. Pocos discursos han dado lugar a la ideología como el discurso
clínico o el de la economía política: esta no es razón suficientemente buena
para tratar a la totalidad de sus afirmaciones como distorsionadas por el
error... corrigiéndose, rectificando sus errores, el discurso no deshace
necesariamente sus relaciones con la ideología. El rol de la ideología no
disminuye a medida que se incrementa el rigor y el error es disipado"
(Foucault- 2011- 241-242).

Queda en evidencia en un primer momento el rechazo a la oposición


ciencia/ideología entrando a la discusión de cierta validez epistemológica del

 
discurso.
Pero posteriormente "un segundo Foucault" argumenta que la formación de
discursos no necesita ser analizada en términos de ideología, que por ejemplo
el no impone contenidos ideológicos al conocimiento, momento en que es
crítico del marxismo en la medida que da cuenta que presta mucha
importancia a la ideología, ya estaba claro su quiebre con Marx y con
Althusser.

Para Foucault la noción de ideología está sobreestimada, en este otro


momento, reconoce que " ... me parece difícilmente utílizable por tres razones.
La primera es que, se quiera o no, está siempre en oposición virtual a algo que
sería la verdad. Ahora bien, yo creo que el problema no está en hacer la
partición entre lo que, en un discurso, evidencia la cientificidad y la verdad y lo
que evidencia otra cosa, sino ver históricamente cómo se producen los efectos
de verdad en el interior de los discursos que no son en sí mismos ni
verdaderos ni falsos. Segundo inconveniente, es que se refiere, pienso,
necesariamente a algo como a un sujeto. Y tercero, la ideología está en
posición secundaria respecto a algo que debe funcionar para ella como
infraestructura o de terminante económico, material, etc. Por estas tres
razones, creo que es una noción que no puede ser utilizada sin precaución"
(Foucault 181-182) Entonces Foucault expone que las discusiones discursivas
no pueden ser llevados a cabo desde el punto de vista de la epistemología, es
decir la pregunta acerca de si los discursos son verdaderos o falsos, ideológico
o científicos, racionales o irracionales.

La critica ideológica ha adquirido una importancia renovada posplanteamientos


foucultianos, solo como una forma desmitificadora del ejercicio del poder, sino
también como una precondición para desarrollar una efectiva resistencia de
poder. Por lo que se puede decir exclusivamente en la concepción de
ideología que habiéndola expulsado de la cancha, el propio Foucault y otros
teóricos las han hecho reingresar por el mismo túnel y siendo un jugador clave
en el partido. Es evidente la importancia de Foucault para análisis de las
relaciones de poder, los dispositivos, también es importante reconocer en estas
breves líneas que subestimó el concepto.

 
e) Posmarxismo de Zizek.

De acuerdo a lo ya relatado ideología no es solamente un falsa conciencia, una


representación ilusoria de la realidad, es más bien esta realidad a la que ya se
ha de concebir como ideología - ideología es una realidad social cuya
existencia implica el no conocimiento de sus participantes en lo que se refiere
a su esencia es decir efectividad social, cuya misma reproducción implica que
los individuos "no sepan lo que están haciendo". Por lo tanto no es la falsa
conciencia de un ser social sino este ser en la medida en que está soportado
por la falsa conciencia". Esa falsa conciencia como un saber distorsionado e
instrumentalizado por las clases dominantes, no obstante el desarrollo de las
configuraciones ideológicas nos muestra una situación más compleja, o sea:
epistemológico y político.

La ideología es la realidad que constituye un orden coherente y sistemático,


una totalidad saturada en la que todos los elementos han sido articulados
como momentos inmanentes es ese antagonismo social que ha sido borrado.,
como espacio neutral, buenos conceptos que se asemejan a lo que Foucault
denomina como Panoptismo o "poder disciplinario" .... Igualmente en proceso
histórico la disolución de fundamentos absolutos toda ideología supone una
fisura constitutiva que la constituye, "toda formulación ideológica está sujeta a
rearticulación de esta enlaces constituye un orden temporal de democracia
como futuro inalcanzable y deja abierta la producción de nuevas posiciones de
sujetos, nuevos significantes políticos" (BUTLER, 2002: 275)

Es como emerge el síntoma -no?- el desorden que implica ese orden, entonces
se hace indispensable el "detectar un punto de ruptura heterogéneo a un
campo ideológico determinado y al mismo tiempo necesario para que ese
campo logre su clausura" (Zizek, 2009: 35)

Zizek nos expone la compleja y poblemática, tengo que plantearlo


explícitamente, hipótesis pscioanalítica en que en la época moderna las
relaciones de dominio entre los hombres se "reprimen" desplazándose hacia

 
las relaciones entre las cosas: "el lugar del fetichismo ha variado simplemente
de las relaciones intersubjetivas a las relaciones de las cosas: las relaciones
sociales cruciales, las de producción ya no son inmediatamente transparentes
en la forma de las relaciones. interpersonales de dominio y esclavitud, sino que
se disfrazan bajo la forma de relaciones sociales entre las cosas, entre los
productos" (Zizek, 2002,. 53)

Entonces esta falsa conciencia no implica que sea simple llegar a una
conciencia verdadera, no radica en las máscaras, sino mas bien en la realidad
misma, en la praxis, en lo que hombre y mujeres realmente hacen, por lo
tanto" ... Ia ilusión no está del lado del saber, está ya del lado de la realidad
social, su actividad, está guiada por una ilusión, por una inversión fetichista. Lo
que los dejan de lado, lo que falsamente, no es la realidad, sino la ilusión que
estructura su realidad, su actividad real. Saben muy bien como son en realidad
las cosas, pero aun así. Hacen como si no lo supieran ... el nivel fundamental
de la ideología no es el de una ilusión que enmascare el estado real de las
cosas, sino el de una fantasía (inconciente) que estructura nuestra propia
realidad social" (Zizek 2009:61)

La ideología por lo tanto es real, opera efectivamente en la acción de los


individuos, así "parece injustificado asumir que los receptores crean o sean
llevados a creer lo que se les dice. El nuevo recurso de lenguaje mágico-ritual
consiste más bien e que la gente no lo cree, o no le importe y, sin embargo,
actúa de acuerdo a él" (Marcuse, 1985:133) así las convicciones no se sitúan a
niel de los pensamientos, sino de la acción.

La ideología de acuerdo a esto entonces es esa ilusión que estructura nuestras


relaciones sociales efectivas, entonces esta no nos entregaría ese punto de
fuga que se creemos, sino nos transmite la realidad social misma. Este
planteamiento lleva a un desplazamiento fundamental desde la línea de
funcionalidad desde el eje universal- particular al eje de sistema cerrado, de
las posibilidades de una estructura fallada.

La concepción positivista de la ideología la identifica con la ilusión, con el error

 
y con la falsedad, que obstaculizan el acceso al conocimiento de la verdad.
Este planteamiento nos expresa que la vedad no es algo dado, sino una
construcción, y que la ilusión no es un obstáculo, sino un medio de acceso a la
verdad, la que está construida por la ilusión, por lo tanto la realidad social está
construida por la ideología.
La estructura temporal y espacial que nos inquieta, la construcción de la
realidad social " ... es de tal clase que esta mediada por la subjetividad: el error
- falta, equivocación, falso reconocimiento- llega paradójicamente antes que la
verdad en relación a la cual lo designamos como error., porque esta verdad
lleva a serio únicamente por medio de -o, para usar un término hegeliano, por
mediación de- el error. Esta es la lógica de la astucia inconsciente, el modo en
que el inconsciente nos engaña ... pasamos por alto el modo en que nuestro
error es parte de la verdad" (Zizek, 2009:90) de acuerdo a esto ese falso
reconocimiento tiene una dimensión ontológica positiva puesto que el error es
interno a la verdad, dialécticamente situado.

Lo real se configura desde el conflicto, que es constitutivo del orden social,


como platean Mouffe y Laclau desde el antagonismo se hace posible la
sociedad porque el orden social se construye como respuesta al conflicto
constitutivo. Es decir "lejos de ser una relación objetiva, es una relación en la
que se muestran -en el sentido en que Wittgenstein decía que lo que no se
puede decir se puede mostrar- los límites de toda objetividad. Pero si, como
hemos visto, lo social sólo existe como esfuerzo parcial por instituir la sociedad
- esto es, un sistema objetivo y cerrado de diferencias-, el antagonismo como
testigo de la imposibilidad de una sutura última, es la 'experiencia' del límite de
lo social. Estrictamente hablando, los antagonismos no son interiores sino
exteriores a la sociedad; o mejor dicho, ellos establecen los límites de la
sociedad, la imposibilidad de esta última de constituirse plenamente" (Mouffe -
Laclau 2011: 169)

La dimensión propiamente ideológica entonces es "el efecto de un cierto error


de perspectiva: el elemento a través del cual el no sentido del significante
irrumpe en pleno significado- se percibe como un punto de suma saturación de
significado, como el punto que da significado a todos los demás y totaliza así

 
el campo del significado. El elemento representa, en la estructura del
enunciado, la inmanencia de su propio proceso de enunciación se vive como
una especie de garantía trascendente .... la pura diferencia se percibe como
identidad exenta de la interacción relación-diferencia y garantía de su
homogeneidad" (Zizek, 2009:140).

El último soporte del efecto ideológico es el núcleo insensato, pre-ideológico


del núcleo del goce, que pertenece al orden de lo real y no a orden de lo
imaginario o simbólico. Por lo que hay dos modos de proceder en la mirada
crítica a la ideología:La primera es la distinción de dos dimensiones: una es la
discursiva: "la lectura sintomática del texto ideológico trae consigo la
desconstrucción de la experiencia espontanea de su significado mediante la
demostración de cómo el campo ideológico determinado es el resultado de un
montaje de significantes flotantes heterogéneos, de la totalización de estas
mediante la intervención de ciertos puntos nodales" (Zizek, 2009:171). La otra
esta en el núcleo del goce: " ... a articular el modo en que una ideología
implica, manipula, produce goce pre- ideológico estructurado en la fantasía"
(Zizek, 2009:172)

En este entramado provocativo en qué lugar está el sujeto, éste entonces vive
bajo aseveraciones, aserciones, calificativos e interpelaciones que le permiten
entender lo que es, por lo que el sujeto es lo que Foucault llamó sujeto-
sujetado que responde a la interpelación ideológica, o sea un sujeto con
menos posibilidades de elección (no deja de deprimirme este momento del
texto).

Los sujetos actuales estamos atrapados, quizá más que nunca en una
compulsión que rige efectivamente nuestras vidas. La reificación: "hoy en día
subrayar la lógica económica objetiva despolitizada contra las formas
supuestamente anticuadas de las pasiones ideológicas, es la forma ideológica
predominante, puesto que ideología es siempre autoreferencia, siempre se
define tomando distancia respecto de otro descartado y denunciado como

 
ideológico. (Zizek, 2011: 378) el sujeto actual está preso en esa coacción que 2

gobierna su vida, o sea no tenemos una libertad real, estamos sujetados a


elegir un estilo de vida en un marco regulado.

Pero volviendo puedo expresar que lo real es incomprensible, incognoscente,


inefable y también maravilloso... sería posible captar en su totalidad aquello
que escapa al discurso, no es debido a una barrera epistemológica, sino es
una barrera ontológicamente constitutiva. El discurso entonces está en
permanente tensión, está al interior de éste. ¿Podría ser entonces la distinción
que Lancán desarrolla entre la realidad y lo real? (que no cabe duda es tan
complejo que cuesta comprender, faltan lecturas lacaneanas para poder
captar, el desafío está planteado).

Lo real entonces es lo que no tiene sentido, ni significado, lo real no designa un


orden, sino la falta de este, y por lo tanto no puede inscribirse, aunque
"podemos ubicar el lugar que tiene: un lugar traumático que es la causa de una
serie de fracasos. Yen conjunto, la tesis de lacan es que lo real no es más que
esta imposibilidad de su inscripción: lo real no es una entidad positiva
trascendente, que persiste en algún lugar mas allá del orden simbólico como
núcleo duro inaccesible a este, una especie de cosa-en-si kantiana- en si no
es nada, sólo un vacío, una vacuidad en una estructura simbólica que marca
alguna imposibilidad central" (Zizek 225). Entonces debemos comprender que
el sujeto no es sino el punto fallido del proceso de representación simbólica
que adscribe lo propio de la dialéctica donde los opuestos coinciden.

Es acá donde comienza a develarse esa constitución del sujeto que nos
provoca, esto porque la contradicción sería esa condición interna de toda
identidad, es ese momento de la lógica hegeliana de la negación de la
negación. Es ese movimiento implica entonces ese primer movimiento de
negatividad, que necesita el segundo momento para completarse, ya que toda

                                                                                                               
2
El acto realmente político es repolitizar la economía. Cabe lo planteado por Marx en que en
cierta etapa d esu desarrollo, las fuerzas rductivas materiales de la sociedad entran en
conflicto o las relaciones d eproduccion existetes o con as relaciones de propiedad en cuyo
seno han estado operando hasta el ese momento? Critica a la economía política.

 
identidad estará mediada por otro contradictorio. La primera negación
inmediata niega la posición de su opuesto sin abandonar el espacio simbólico
compartido. Por ejemplo la configuración de la identidad de los oprimidos frente
al otro que oprime, pero por esta insuficiencia la primera negación inmediata
debe completarse con una negación de la negación la que constituye un
movimiento en dos momentos, una repetición que implica el pasaje en sí al
para sí y que no agregaría nada nuevo, sino que afirmaría el segundo
momento lo que era en sí en el primero.

V. Reflexiones Finales.

EL planteamiento inicial en este apartado final, es que este texto tiene un final
claramente abierto, ya que no logra un proceso analítico, crítico como el
esperado inicialmente, ya que aún falta por profundizar en las perpectivas
revisadas.

Gramsci admiraba el catesismo católico y cómo jugaba un rol de imprimir


pedagógicamente en las más un concepción religiosa_ en pro de un bloque
intelectual y moral, esto tengo que someterlo al análisis desde lo revisado en la
asignatura del doctorado, ya que responde no a la clase de epistemología
como esa catequesis encontramos en algunos posgrados y para qué hablar
del grado (pre-grado), sino que genera el actuar crítico y reflexivo frente a las
distintas matrices revisadas.

Desde el Trabajo Social puedo exponer la necesidad de construir un nuevo


bloque intelectual desde esas filosofías propuestas por gramsci, que haga
posible el la resignificación en los procesos de formación disciplinar y
profesional.

Continuando los desarrollos teóricos de Marx, Gramsci, Derrida, Foucault y


Zizek hay que aceptar es necesario comprender en cómo y desde donde se
constituyen las configuraciones ideológicas como evidentes los síntomas de la
eficiencia de la ideología.

 
La ideología deja de ser un fenómeno derivado y secundario en relación con la
realidad fundamental del trabajo y la producción, para convertirse en la
condición de posibilidad de la realidad y de la conciencia de la realidad.
Se puede ir enriqueciendo la teoría de la ideología con los aportes
principalmente de Zizek quien construye un método para una crítica de la
ideología, cuya primera característica es la detección del síntoma.

Los avances en la investigación del fenómeno ideológico nos permite


comprender que las relaciones de dominación en el capitalismo son reprimidas
y se desplazan hacia las relaciones entre las cosas.

Entonces la verdad que presenta está constituida por la ilusión, porque la


realidad social está constituida por la ideología, lo que me implica seguir
profundizando en ella.

VI. BIBLIOGRAFíA

HORKHEIMER, Max. (2002) Critica de la razón instrumental. Sur. Buenos


Aires. 
CHALMERS, Alan. (2010). ¿Qué es esa cosa llamada Ciencia? .Siglo
XXI de España. Madrid. 
-(2000) Ciencia y cómo se elabora. Siglo XXI España.
Madrid.

FEYEBAREND, Paul. (2007) Tratado Contra el método. Tecnos. Madrid.

FOUCAULT, Michael. (2011) La arqueología del saber. Siglo XXI. Buenos


Aires.
-Verdad y poder. Entrevista a Michel Foucault por Fontana.
MORIN, Edgar. (200S) Introducción al pensamiento complejo. Gedisa.
Barcelona.

ADORNO, Theodor. Y otros. (1973) La disputa del positivismo en la sociología


alemana. Grijalbo. Barcelona. 
MARX, Karl. (2010) La ideología alemana (1) y
otos escritos filosóficos. Losada. Buenos Aires.

GRAMSCI, Antonio. (2008) El materialismo histórico y la filosofía del Benedetto


Croce. Nueva Visión. Buenos 
Aires.
-(2011) Escritos Políticos (1917 -1933). Siglo XXI. Buenos Aires.

ZIZEK, Slavoj. (2009) El sublime objeto de la ideología. Siglo XXI. Buenos


Aires.
-(2011) El espinoso sujeto. El centro ausente de la ontología política. Paidos.
Buenos Aires.

 
“MODELOS DE ATENCIÓN PARA ADULTOS MAYORES DESDE TRABAJO
SOCIAL EN EL ESTADO DE COLIMA, MÉXICO. UN ESTUDIO DE CASO”.

MTS. Mireya Patricia Arias Soto ∗

Dra. Claudia Angélica Alcaraz Munguía   ∗∗

Dra. Susana Aurelia Preciado Jiménez   ∗∗∗

MTS. Jesús David Amador Anguiano   ∗∗∗∗

Resumen:

Los estudios sobre adultos mayores en México ha comenzado a tener mayor


importancia, particularmente en Escuelas o Facultades de Educación Superior,
siendo una de ellas la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima,
en donde se han realizado diagnósticos situacionales de las casas hogares, de
atención a adultos mayores o asilos; se elaboró un directorio sobre los servicios
que ofrecen las casas de Día y de Institucionalización para el adulto mayor de
beneficencia privada; de igual manera se han elaborado tesis de licenciatura
relacionados con este grupo etario que han explorado los temas como:
abandono familiar, los factores que influyen en la institucionalización de los
adultos mayores, calidad de vida, desarrollo de habilidades sociales, miedos
sociales de los adultos mayores, entre otros. Sin embargo, en las casas de
atención para adultos mayores o asilos, no existen investigaciones que hagan
referencia a las acciones de atención del trabajador social hacia este grupo de
personas.
Esta investigación se realizó en cuatro casas de atención o asilos con
mayor antigüedad que existen en el Estado y un Centro de Convivencia; la cual
fue a partir de un enfoque cualitativo, analizando los modelos de actuación de
los trabajadores sociales, así como los modelos que utilizan los profesionistas o
personal que labora en las instituciones que fueron objeto de esta
investigación. El nivel fue exploratorio y el método utilizado fue el
fenomenológico.
Las conclusiones más relevantes son: se encontró que en las instituciones
de apoyo para los adultos mayores, como son las casas hogares o asilos y los
centros de día, no existen modelos de atención específicos para este grupo de
personas; además, la institucionalización del adulto mayor constituye una
                                                                                                               

  Profesora Investigadora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima, asociada “C”.
Correo electrónico: mireya_arias@ucol.mx
∗∗
Profesora Investigadora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima, asociada “C”.
Correo electrónico: claudian@ucol.mx
Profesora Investigadora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima, titular “A”. Correo
∗∗∗

electrónico: preciado@ucol.mx
Profesor por horas de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima. Correo electrónico:
∗∗∗∗

jesus_david@ucol.mx  

 
realidad necesaria que irá en aumento por nuestra expectativa de vida y no
siempre será la mejor opción, puesto que los asilos o casa hogares para la
atención de los ancianos, aunque estén normadas, la mayoría de las veces no
cumplen con los requisitos mínimos para satisfacer las necesidades de los
internos, ya sea porque el personal no está capacitado para ello, o por falta de
recursos para brindar los servicios con calidad.

Palabras claves: Adultos mayores y Modelos de atención desde Trabajo


Social

 
Introducción:

Revisando las estadísticas del Consejo Nacional de Población (CONAPO)


encontramos que muestran un proceso acelerado en la transición demográfica,
pues considerando tan solo el dato de la tasa de fecundidad, se intensifica
como en 1960 el número de nacimientos era de 46 por cada mil habitantes,
mientras que en el año 2000 éste disminuyó a 21, esperando que este
decremento siga bajando en las próximas cinco décadas hasta alcanzar los 11
nacimientos por cada mil habitantes en 2050 (Zuñiga y Vega, 2004).
Esto nos muestra que en México estas generaciones ya están viviendo este
proceso de envejecimiento, es decir los adultos del mañana ya se encuentran
con nosotros.

Las generaciones más numerosas, las nacidas entre 1960 y 1980, ingresarán
al grupo de 60 años y más a partir de 2020. Esto se refleja en el aumento de
las proporciones de adultos mayores en las próximas décadas. En 2000 la
proporción de adultos mayores fue de alrededor de 7.0 por ciento. Se estima
que este porcentaje se encuentra a 12.5 por ciento en 2020 y 28.0 por ciento
en 2050 (Zuñiga y Vega, 2004).

En Estado de Colima México, este grupo etario están en situaciones familiares


muy diferentes, pues en algunas localidades se encuentran personas mayores
de 60 años que viven solas, sin embargo algunas de ellas tienen la asistencia
de familiares o de vecinos; otros reciben apoyo económico e incluso una
pensión, o bien remesas de parientes que viven en el extranjero. En la ciudad
capital del Estado también se observa un incremento de este fenómeno, ya que
al hacer un recorrido por algunas colonias del centro se encontró que en una
cuadra de 10 viviendas, en cuatro de ellas existen personas mayores de 60
años que viven solo con su pareja o bien solos por viudez; en otra una persona
de 65 años con una hija con discapacidad y sus nietos debido a que sus hijos
viven en Estados Unidos; en otra casa se encuentra una pareja de
pensionados que vive con sus hijos mayores de edad y que están concluyendo
sus estudios de licenciatura; en otra vivienda se encontró una pareja con edad
promedio de 40 años y tiene hijos en licenciatura y preparatoria; dos familias

 
con hijos menores de seis años; y una casa deshabitada porque las personas
que vivían ahí se fueron a Estados Unidos. Es importante señalar que las
personas que viven solos o con su pareja aún se encuentran insertos en el
mercado laboral, pero están pronto a jubilarse. Lo anterior nos muestra que en
6 viviendas de 10 encontramos adultos mayores que posiblemente tienen
acceso a una pensión.

Otro porcentaje de adultos mayores son beneficiarios de los programas


federales o estatales, como PROCAMPO, 70 y más, entre otros. Sin embargo,
de acuerdo a la CONAPO hay un gran número de personas que se encuentran
solos, sin apoyo familiar, incluso sin ser susceptible de apoyos federales y que
viven de la beneficencia pública o privada, esta situación fue estudiada en una
residencia de cuidados de adultos mayores por Preciado, Covarrubias y Arias
(2009), donde describen que existen un gran número de personas que viven en
residencias para el cuidado de adultos mayores, en diversas situaciones, pues
un porcentaje mínimo continúan recibiendo la asistencia de sus familiares, pero
otros se encuentran abandonados.

Considerando lo anterior, en este estudio se propuso la necesidad de analizar


si existe un modelo de atención en las instituciones que ofrezca cuidados a los
adultos mayores por parte de asistentes, trabajadores sociales y si además
existe un grupo multiprofesional de apoyo, sin embargo, encontramos que “a
pesar de que las instituciones ofrecen servicios de cuidado y alimentación las
24 horas del día no cumplen con los requerimientos indispensables para la
atención (Preciado, Covarrubias y Arias, 2009), y de acuerdo con Beaver y
Miller (1998) “los servicios ofrecidos deben ser ordenados por un médico o
estar bajo la supervisión de personal médico experto”, situación que no se logró
encontrar, razón por la cual Preciado, Covarrubias y Arias (2011) hacen una
propuesta de trabajo con este grupo etario y proponen la importancia de que
Trabajo Social comience a desarrollar un planteamiento para la
profesionalización de asistentes y cuidadores.

Esta investigación se realizó en cuatro casas de atención o asilos con mayor


antigüedad que existen en el Estado y un Centro de Convivencia; la cual fue a

 
partir de un enfoque cualitativo, analizando los modelos de actuación de los
trabajadores sociales, así como los modelos que utilizan los profesionistas o
personal que labora en las instituciones que fueron objeto de esta
investigación. El nivel fue exploratorio, considerando que el tema no ha sido
investigado desde la perspectiva de Trabajo Social y el método utilizado fue el
fenomenológico. La teoría en que se sustentó este estudio fue la sistémica,
coincidiendo que las personas dependen de los subsistemas de su entorno
social inmediato como lo puede ser la familia, amigos, grupos comunitarios,
hospitales y escuelas. Es decir, los adultos mayores que se encuentran en una
casa de atención, conforman un sistema, el cual les brinda elementos para que
tengan una relación satisfactoria con la sociedad y con su familia. De igual
manera se hizo uso de la teoría de la actividad, que sostienen que mientras
más activa socialmente sea una persona, su vida será más placentera. La
unidad de investigación fueron los adultos mayores que viven en las Casas
Hogar seleccionadas y un Centro de Convivencia, así como los cuidadores,
directivos y participantes de los cursos de capacitación ofrecieron al público en
general la Dra. Susana Preciado, MTS. Elba Covarrubias y MTS. Mireya Arias
(profesoras de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima). La
muestra fue por conveniencia, ya que se entrevistaron a todos los casos
disponibles. Las técnicas utilizadas fueron entrevistas descriptivas y en
profundidad a los adultos mayores institucionalizados, cuidadores y directivos.

Se instrumentó también un grupo de enfoque, el cual se realizó a partir de


cinco cursos de capacitación que diseñaron y fueron ofrecidos por las
profesoras antes mencionadas.

Modelos de atención para adultos mayores desde Trabajo Social:

De acuerdo a los resultados de las investigaciones que se han realizado en la


Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima, con respecto a
metodologías para la atención de adultos mayores, se encontró que en las
instituciones de apoyo para este grupo etario, como son los centros de día,
asilos de ancianos, casa hogares o de retiro, no existen modelos específicos
para este grupo de personas. Además, las personas que atienden a los adultos

 
mayores no siempre son profesionales, lo cual conlleva a dos graves
problemas: a) personas con pocas competencias profesionales para la atención
de este grupo etario y b) proyectos o programas que deben justificar su
presencia, por cuestiones de política social, sin embargo, no se observa que
respondan a la demanda por la cual fueron creados.

Haciendo una revisión de los modelos de actuación que se han desarrollado


desde Trabajo Social para la atención al adulto mayor, se encontró que varios
de ellos son desde la perspectiva de la familia, de los cuidadores, del propio
adulto mayor; modelos que se han llevado a cabo en España, Argentina, Chile,
Canadá Y Estados Unidos. Por ejemplo: en la Universidad de McMaster, se
implementó un programa de capacitación para cuidadores y personas
interesadas en la aplicación del Método de Montessori, el cual sirvió como
marco de referencia para el modelo de atención diseñado e implementado por
la Dra. Susana Aurelia Preciado Jiménez, MTS. Elba Covarrubias Ortiz y MTS.
Mireya Patricia Arias Soto (profesoras de la Facultad de Trabajo Social de la
Universidad de Colima). Así mismo, en Chile, en la Universidad de Maullé se
están desarrollando modelos de atención para los adultos mayores, como lo ha
descrito Piña (2004) en su libro de Gerontología social aplicada, estrategias del
Trabajo Social.

En los modelos de actuación profesional revisados, se observa que se han


construido desde la base del sentido común hasta los que contienen una base
metodológica fundamentada, como son: a) Modelo Tecnocrático, Maños (1998)
señala que parte de un abordaje terapéutico que realizan diversos
profesionales. Se centra en la secuencia del trabajo definida por la observación
de indicadores de problemas a partir de instrumentos de valoración; por la
elaboración de diagnósticos y por la definición de tratamientos. Este modelo es
semejante al propuesto por Beaver y Miller (1998) que toman como sustento el
modelo de salud pública, en donde se observan los niveles primario,
secundario y terciario, en el cual consideran que a partir de un Trabajo Social
individual, y de una práctica clínica, los casos se deben abordar a partir de
incorporarlos en ambientes sociales, incluyendo los sistemas de apoyo
informales de los propios adultos mayores, con lo cual se podrán afrontar

 
situaciones físicas, psicológicas y sociales relacionadas con el envejecimiento.
b) Modelo Asistencial, el cual describe como el trabajo que se realiza
generalmente en instituciones, visto también desde la óptica de la salud
pública, se centra en la prestación de servicios de tipo asistencial, en donde
uno de sus objetivos es paliar las dificultades cotidianas, y donde los
profesionistas, cuidadores y otras personas de apoyo, se enfocan más en
aspectos de gestión de recursos limitados para la atención de problemáticas
básicas, al centro de este modelo se encuentra el problema a atender, en
donde cada uno de las profesiones e instituciones participantes generalizan las
situaciones y asignan recursos específicos para aminorar el problema que
enfrenta las personas mayores. c) Modelo Participativo, de acuerdo a Maños
(1998) se basa en la generación de oportunidades para la toma de decisiones,
en procesos educativos y de desarrollo de capacidades personales, así como
en la facilitación de recursos para que las personas reciban la intervención
profesional, en este modelo se demanda que el profesional sea un mediador,
es decir, que sea una Correa de transmisión entre los recursos existentes y el
uso razonable de los mismos por parte de las personas que los utilizan. La
participación debe facilitar dónde elegir y dar el protagonismo a la persona que
no solo es receptora de atención sino que es a su vez actor. Este ámbito es el
más cercano a la Gerontagogía (Maños, 1998).

Propuesta del Modelo de Atención para el cuidado de adultos.

Este modelo fue diseñado e implementado en instituciones de atención al


adulto mayor del Estado de Colima, México, por Preciado, Covarrubias y Arias
(2011), y parte de la idea que cuando definamos a los adultos mayores
debemos de considerar los principios propuestos por María Montessori, los
cuales son: ayudar al desarrollo natural del Ser Humano, estimular a la persona
a tener seguridad y respeto, favorecer a la responsabilidad y el desarrollo de la
autodisciplina, libertad para el desarrollar el propio control, desarrollar la
capacidad de participación para ser aceptado, guiar en la formación espiritual e
intelectual y reconocer que se construye así mismo (Röhrs, 1993). Es decir,
reconocer que los adultos mayores son seres humanos, personas únicas y
plenamente capacitadas para actuar con libertad, inteligencia y dignidad, con

 
quienes vamos a convivir y brindar atención con calidad y calidez. Esto
requiere una actitud positiva tanto de las personas que se encuentran al
cuidado de los adultos mayores como de los propios.

En este modelo las personas son el eje central del sistema, y además se debe
considerar los cambios que han ido presentándose a lo largo de su vida, pues
tiene una relación estrecha con el modo de vida. Otro referente necesario a
considerar en el núcleo del sistema es la teoría de la actividad, pues señala
que cuando en algunas situaciones se involucra a grupos de personas, es
necesario el diseño de estrategias de la gerontología educativa, que permita a
los adultos mayores a aprender o reaprender habilidades sociales.

El reconocer que esta teoría sustenta en parte el modelo que se propone, es a


partir de que promover el desarrollo de habilidades sociales en los adultos
mayores, generará en éstos una relación armónica y positiva a su entorno así
como al nivel de satisfacción de la vejez, pues destaca que a partir de la
actividad que se planea se logra tener un buen funcionamiento general de la
persona, ya que además las tareas que realizarán deberán estar acordes a su
edad, condiciones físicas, psíquicas y emocionales.

Modelo para el cuidado de los adultos mayores, se sustenta en los conceptos


del humanismo integral, que fue tomado del pensamiento cristiano, del cual se
tomó la importancia de centrarse en el adulto mayor como persona,
respetándolo y reconociendo sus derechos, y buscando que la interacción con
ellos se promueva el aspecto espiritual. Por ello, el modelo promueve que cada
una de las personas participantes serán capaces de desarrollar de manera
integral acciones que les permitan responder a las necesidades sociales de
una forma libre, responsable; así, como el desarrollo de capacidades de
participación en grupo en actividades de tipo espiritual e intelectual.

Además se incorporan elementos del método Montessori, aunque se reconoce


que existen diferencias entre las formas de comprender lo que es el trabajo
entre niños y adultos; los primeros “no tienen una conciencia clara de que hay
que lograr un fin externo. La finalidad real de la actividad de un niño es algo

 
más profundo, más vital, oculto; algo que brota de las profundidades
inconscientes de la personalidad del niño” (Standing, 2004; citado por Preciado,
Covarrubias y Arias, 2011). En cambio para los segundos, “el trabajo tiene una
finalidad externa, producir algo fuera de él mismo, ya sea construir un puente,
cultivar un campo o formular un código de leyes. Tiende a edificar, a
transformar su medio” (ibídem). Lo que lleva a señalar que existen grandes
diferencias entre los niños y los adultos, sin embargo, estas diferencias de
acuerdo a Montessori tienen relación con el desarrollo cambiante, que va
distinguiendo a un niño de un adulto; pues el primero se encuentra en un
estado de devenir y el segundo ya ha dejado de crecer (Standing, 2004; citado
por Preciado, Covarrubias y Arias, 2011).

Por otro lado, este Modelo de Atención para el trabajo con adultos mayores
centra su atención en tres aspectos importantes que la propia Gerontagogía
destaca: las habilidades sociales o mentales, la actividad social productiva y los
procesos cognitivos, en donde: a) la edad no se vincula necesariamente con la
pérdida gradual de habilidades sociales o mentales. Entonces aquí se
derrumbaría un dicho de que un viejo no aprende cosas nuevas, por el
contrario cuando la “educación entra en juego se ponen en marcha nuevas
destrezas, nuevos horizontes” (Escarbajal, 1995 y otros; citados por Saéz,
1997). b) la edad no se relaciona con actividad social productiva, por el
contrario se ha observado que las personas que participan en programas
educacionales logran aprender nuevas actividades. c) y finalmente, los
procesos cognitivos, en la manera en que esto se utiliza, pues se ha
encontrado que aun después de los 50 años las personas tienen grandes
posibilidades de aprender algo nuevo, lo cual fundamenta lo expuesto en este
modelo que proponen sus autoras.

De igual manera, en la propuesta del Modelo, se toma en cuenta las


condiciones fisiológicas de los adultos mayores, para el desarrollo de sus
habilidades sociales y el mejoramiento de su calidad de vida, para lo cual se
reconoce que al igual que Montessori es importante el significado de la
repetición y la no intervención con las personas. Es por ello que en la
implementación del modelo a través de los ejercicios que realizan las personas

 
mayores, habrán ido redescubriendo la importancia de la repetición relacionada
con la sensibilidad y la movilización de los músculos que en muchas ocasiones
se encuentran atrofiados. También se favorece que se busque distintos
caminos para llegar a los mismos resultados, de esta manera se preparan
actividades que promuevan la coordinación, la discriminación, el manejo de los
sentidos, así como también tareas de socialización. Con respecto a la no
intervención directa de los cuidadores, se debe propiciar que el adulto mayor
haga su trabajo por sí mismo y no propiciar a que dependan de sus cuidadores,
lo que lleva a recordar un principio “toda ayuda inútil que se da retiene su
desarrollo”, lo cual significa que el cuidador debe evitar con vigilancia
constante, cualquier interferencia innecesaria en el trabajo a realizar; lo que si
debe hacer el cuidador es preparar el ambiente, brindar instrucciones
adecuadas, utilizando el juego de roles, la demostración clara, considerando el
tipo de personas con las que se trabaja, para que entonces se estimule al
adulto mayor a tener una auto actividad creadora; además se debe prestar la
ayuda de manera directa, en el momento oportuno, y eliminar dificultades
insuperables.

Otro factor importante en este trabajo es el que realizan las redes sociales, las
cuales se entienden “que son una práctica simbólica-cultural que incluye el
conjunto de relaciones interpersonales que integran a una persona en su
entorno social y le permite mantener o mejorar su bienestar material, físico y
emocional y evitar así el deterioro real o imaginado” (Guzmán, Huenchuan,
Sandra y Montes de Oca, 2003).

Conclusiones:

Los retos y las oportunidades para la disciplina de Trabajo Social para la


atención de los adultos mayores institucionalizados debe comenzar a ser una
prioridad tomando en cuenta la tasa de crecimiento de este sector de la
población, además está la poca especialización por parte de estos
profesionistas para tener una actuación profesional pertinente. Por ello, se
considera que en los planes de estudio de la licenciatura así como de los
posgrados, se debe promover que los trabajadores sociales reconozcan que la

 
atención al adulto mayor debe ser desde una perspectiva interdisciplinaria, en
la cual deben tener una formación sólida en temas tales del adulto mayor que
contemplen, su condición de salud, funcional, psíquica y social. Con lo cual se
podrán establecer modelos de atención incluyentes en donde también se
considere la participación de la familia.

Por otro lado, se requiere que los propios profesionistas también realicen
acciones que van más allá de su actuación en las instituciones, incluso en la
promoción de políticas públicas que permitan que el Estado y la Sociedad Civil
dispongan de los recursos institucionales acordes a la realidad de la población
adulta mayor, particularmente en el Estado de Colima, para que se pueda
ofrecer una atención de calidad a las demandas específicas de este sector de
la población.

Cuando se ha propuesto este modelo de atención para los adultos mayores se


promueve que existan diferentes apartados tales como: ejercicio físico, facilitar
el acceso de los bienes culturales, propiciar el aprovechamiento de la riqueza
cultural, fomentar la participación social y política de las personas mayores,
entre otras acciones.

Este modelo se ha comenzado a difundir en el Estado de Colima, con la


participación de personas que están al frente de centros de apoyo para los
adultos mayores, lo que permitirá seguir probándolo y llegar a diseñar
estrategias a partir de las condiciones de los adultos mayores haciendo uso de
los materiales de la vida cotidiana, además identificar los roles, funciones y
actividades que deberá realizar todos los participantes.

Bibliografía:

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personas mayores. Intervención primaria, secundaria y terciaria. Barcelona:
Paidos.

Guzmán, M., Huenchuan, S. y Montes de Oca, V. (2003). Redes de apoyo


social de las personas mayores: marco conceptual. Notas de Población N° 77

 
(LC/G.2213-P). Santiago de Chile: CEPAL Publicaciones de las Naciones
Unidas, N° de venta: S.03.II.G.171.

Maños, Q. (1998). Animación estimulativa para personas mayores


discapacitadas. Madrid: Narcea.

Piña, M. (2004). Gerontología social aplicada. Visiones estratégicas para el


Trabajo Social. Argentina: Espacio.

Preciado, S., Covarrubias, E. y Arias, M. (2011). Modelos de atención para el


cuidado de adultos mayores institucionalizados desde Trabajo Social. Estados
Unidos de América: Palibrio.

Preciado, S., Covarrubias, E. y Arias, M. (2009). Pobreza e Invesibilidad de los


adultos mayores institucionalizados. En Barrón, M. Programas sociales
focalizados al combate de la pobreza en el Estado de Colima. México: Red
Nacional de Investigación Urbana.

Röhrs, H. (1993). María Montessori. Perspectivas: Revista trimestral de


educación. Pensadores de la educación

Saéz, J. (1997). La tercera edad. Madrid: Dykinson.

Zuñiga, E. y Vega, D. (2004). Envejecimiento de la Población de México.


México: Consejo Nacional de Población.

 
ANALlSIS DE LAS POLlTICAS SOCIALES EN TIERRA DEL FUEGO (CHILE)
APROXIMANDONOS A UN ENFOQUE DE DERECHOS

Carmen sekulovich Mattus ∗

Mauriclo Villegas
Rodolfo Cárdenas Alvarado

ABSTRACT

La Provincia de Tierra del Fuego, geográficamente se ubica en el centro-este


de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, posee una superficie de
29.484,7 km² y cuenta, según el Censo 2002, con una población de 6.838
habitantes. Se encuentra dividida administrativamente por 3 comunas, su
capital provincial es Porvenir, siendo la cabecera provincial la cual fue fundada
en 1894, posee una superficie de 3.321 km2, en la actualidad posee una
población de 5.406 habitantes, lo que representa a un 3,62% de la población
total de la región, proyectándose un incremento de la población de 2.76%
(censo,2002). Las comunas rurales de la provincia son Primavera, y Timaukel.
Las políticas públicas son justamente una de las maneras como los gobiernos
buscan responder a las necesidades que se han expresado en demandas
políticas hacia el Estado. Responder bien no sólo significa mejorar la calidad de
vida de los habitantes de una sociedad, sino que aumentar la legitimidad de
forma de gobernar de un grupo político, que en el caso chileno, tiene por
premisa salvar, promover o enfatizar la democracia, bajo un sistema económico
de mercado más o menos ajustado a los principios del Banco Mundial o las
Grandes Economías, que luchan por mantener sus principios o estilos
económicos como aquellos que deben gobernar el mundo.
Una política es un comportamiento propositivo, intencional, planificado, no
simplemente reactivo, casual. Se pone en movimiento con la decisión de
alcanzar ciertos objetivos a través de ciertos medios: es una acción con
sentido.
Nuestra presentación tiene por objetivo generar un análisis y contexto sobre
las políticas públicas en implementación en Tierra del Fuego y sobre aquellas

                                                                                                               

 Trabajadores sociales de Porvenir, Tierra dei Fuego - reg. De Magallanes Chile. rodoka@grnaiLcom

 
políticas que deberían ser revisadas o formuladas con la finalidad de hacerse
cargo de los problemas del desarrollo, bajo la mirada local.
De igual forma, podemos entender que las Políticas Públicas son una arena
de disputa entre actores sociales con intereses y agendas particulares, el
carácter más o menos público depende de cuán capaces hacerse oír o
también el peso electoral que tengan, y a la forma de dar respuestas
satisfactorias a los respectivos intereses y programas de gobiernos.
Por consiguiente, no podemos olvidar la injerencia de grupos o personas que
en ocasiones marcan o diseccionan el objetivo de una Política Pública,
estableciendo el interés de la Nación como una forma de ocultar los intereses
personales o grupales que en ocasiones predominan ( lobby ). Siendo esto algo
que entorpece, obstaculiza y perjudica a la clara visión del concepto de lo
público y a su vez su vinculación con lo territorial o el bienestar integral de las
personas, qué es lo buscado por las políticas públicas, o en su defecto
responder a las necesidades de los habitantes.
De acuerdo a diversos autores, las dos principales ramas de las políticas
públicas son la económica y la social, esta última ocasionalmente maltratada,
por presentar desajustes con la realidad. Por cuanto, las Políticas Sociales,
tienden a construir un marco conceptual para promover el bienestar de las
personas – comunidades, contribuyendo a la inclusión social.
Lo que de igual forma, delata las necesidades de la Nación, carencias de los
territorios, sin embargo la falta de caracterización territorial, deja de manifiesto
la realidad local, por tanto, tiende a diluirse a lo largo y ancho del territorio,
olvidando el fortalecimiento del capital humano, lo que se ve cruzado por la
sobre focalización mecanizada y centralizada, que no reconoce el cara a cara
que debe buscar la política social, la individualización de la persona, el
reconocimiento de sus capacidades, sino un perfil macroeconómico que es
sustento de los noticieros de los canales de televisión, dados los reiterados
errores “digitación” de la realidad socio-familiar de nuestros habitantes.
Nuestra Tierra del Fuego, no está lejana a los flujos de intenciones, intereses, y
condiciones macroeconómicas que rigen otros lugares de Chile u otras
naciones, por cuanto, aunque las Políticas Sociales, o mejor dicho, aquellas
expresiones de programa sociales, que se habilitan o desarrollan y que tienen
por premisa la unificación del bienestar, no necesariamente se cumple o
lamentablemente, no alcanza a cruzar el Estrecho de Magallanes, quedando
todo en la capital regional. Lo que sin lugar a dudas sucede en los diversos
territorios, lograr romper esos esquemas, son las luchas constantes de los
movimientos sociales, que han surgido en nuestra historia regional - provincial.
La constante ignorancia de las necesidades o realidades locales, se traduce en
la ineficiencia o inoperancia de ciertos estándares necesarios que debe
contener toda política pública, tales como eficiencia, legalidad, solidez, calidad.
Estableciendo que el Gobierno actual, con la importancia de un segundo
período, se visualiza con la impronta de instalar definitivamente un Sistema de
Protección Social, que se basa en garantías explícitas de protección a los
derechos sociales de las personas, por tal motivo, realizaremos un análisis y

 
contextualización de los derechos de Educación, Vivienda, Salud, Trabajo,
Género, entre otros; con la intención de rescatar las fortalezas, debilidades y
oportunidades.
La unificación de esfuerzos, el tesón así como el ingenio y creatividad son
elementos que en procesos de trabajo colectivo se unifican y permiten
desarrollar acciones que permiten contribuir al desarrollo local, haciéndose
cargo de las propia realidad y sus circunstancias, podríamos establecer que
como colectivo nace el Encuentro de Políticas Publicas de Tierra del Fuego,
con enfoque en Infancia, Familia y Género, esfuerzos proporcionados por PPF
Tomás Apóstol de la Fundación Esperanza de Magallanes, el Centro C. Tucker
de la Corporación Metodista de Punta Arenas, el Departamento Social de la
Gobernación de Tierra del Fuego, y finalmente la motivación e interés de los
colegios provinciales de Asistente / Trabajador Sociales de Tierra del Fuego y
Magallanes.
Iniciar en el año 2011, con un desafío y sin recursos son los cimientos que han
fortalecido el accionar, tal vez sólo para sus impulsores, una gran satisfacción,
pero estamos seguros, que los aportes o el vínculo que nace a partir de estas
intervenciones sociales, dejan huella que trascenderán en el tiempo.

Palabras clave: Tierra del Fuego - Porvenir - Políticas Sociales – Derechos


Sociales - Zonas Extremas

 
TIERRA DEL FUEGO, LA TIERRA DE TUS SUEÑOS
Abordaremos diversas temáticas, con una mirada diagnostica y de proyección,
estableciendo las fortalezas como también las debilidades, buscando no
quejarnos del centralismo, sino más bien proponer y establecer acciones para
eliminar brechas y barreras existentes en nuestra realidad, de igual forma, es
un primer análisis que esperamos trascienda en el tiempo con mayor
profundidad, trabajo colectivo desde el gremio de Trabajadores Sociales de
Tierra del Fuego.

La Provincia de Tierra del Fuego es una provincia de Chile que se ubica en el


centro-este de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, en la isla
Grande de Tierra del Fuego. Tiene una superficie de 29 484,7 km² y posee una
población de 6904 habitantes. Su capital provincial es la ciudad de Porvenir.

La provincia corresponde al territorio occidental de la gran isla al sur


del Estrecho de Magallanes. El origen de su nombre data de 1520,
cuando Hernando de Magallanes la bautizó por primera vez como Tierra de los
Fuegos o de los Humos por las fumarolas que destacaban en sus riveras y que
eran encendidas por los selknam (onas). Carlos I, rey de España, cambió esta
denominación por la de Tierra de Fuego, considerando que el humo debía
provenir del fuego.

 
La Provincia está constituida por 3 comunas, Porvenir, Primavera y Timaukel,
en donde la ciudad de Porvenir concentra la mayor cantidad de población,
siendo ésta según las proyecciones del INE para el año 2013 es de 5.671
habitantes. Con respecto a la extensión territorial la comuna de Porvenir cuenta
con una superficie de 6.982.6 km2.
La comuna de Porvenir presenta un alto grado de población urbana, ya que
más de un 87% del total vive en estas zonas. De hecho entre el último CENSO
del año 2002 y los datos que proporciona SINIM para el año 2012 se puede
observar que existe un aumento de la población urbana, aunque este aumento
es menor a un 1%.

Grafico Población por distribución rural y urbana.

86,62   87,19  
90  
80  
70  
60  
50   2002  
40   2012  
13,38   12,81  
30  
20  
10  
0  
Urbano   rural  

Fuente: Elaboración propia, datos Censo 2002 y SINIM

Con respecto a la distribución de población por género, podemos observar que


existe una predominancia masculina en una proporción 60/40. Según el censo
2002 el índice de masculinidad era de 153,24%. Según las proyecciones para
el año 2013 esta tendencia se ha mantenido y aumentado levemente, ya que el
índice de masculinidad ha subido a 160,74%.

 
Índice de Masculinidad

AÑO HOMBRES % MUJERES % TOTAL MASCULINIDAD


2002 3370 60.51% 2158 39,39% 5465 153.24%
2013 3496 61.65% 2175 38.35% 5671 160.74%

Distribución de Población por Grupos de Edad

Fuente: Proyecciones INE

De acuerdo a la proyección de datos presentados, se aprecia que existe una


proporción de la población intermedia. El segmento predominante es el de 25 –
29 años, además se advierte que entre los 15 y 34 años se encuentran los
segmentos de mayor población. Otro punto destacable es que existe una
marcada tendencia de la población masculina más irregular en cuanto a su
distribución, lo que se explica por movimientos migratorios tras la oferta laboral
de la provincia.
Con el fin de establecer ciertos parámetros respecto a Equidad de Género,
podemos señalar que el concepto de equidad está vinculado a la justicia,
imparcialidad e igualdad social. El género, por otra parte, es una clase o tipo
que permite agrupar a los seres que tienen uno o varios caracteres comunes.

 
Se conoce equidad de género a la defensa de la igualdad del hombre y la
mujer en el control y el uso de los bienes y servicios de la sociedad. Esto
supone abolir la discriminación entre ambos sexos. Por cuanto, en el plano
mundial ha sido uno de los principales ejes sobre los Derechos Humanos, tal
cual lo estableció en su oportunidad la Convención sobre los derechos Políticos
de la Mujer de 1952. Para posteriormente, desarrollarse una serie de iniciativas
en diversos ámbitos como: Convención Sobre Eliminación de todas las formas
de discriminación contra las Mujeres, 1979. La Cuarta conferencia Mundial
SOBRE LA Mujer de Beijing, 1995, y la Conferencia del Milenio celebrada en
Nueva York.

En nuestro país, con la conformación del Servicio Nacional de la Mujer, a


principios de los 90, y de igual forma la Fundación Prodemu en una forma
operativa, actualmente el Proyecto de Ley que crea el Ministerio de la Mujer,
forma parte de establecer policías sociales sectoriales, que relevan la equidad
de género como accionar, con nuevas facultades.

Así mismo, el Plan Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres 2011-


2020, publicado el año 2011, forma parte de los compromisos establecidos por
el Estado de Chile, y que busca además de dar cuenta de la situación de la
población, viene a establecer Metas para el Decenio. Las cuales permiten al
país un marco de acción mínimo para superar condiciones de vulnerabilidad.

Lo que se puede establecer, es que la ardua tarea de establecer Metas, no


basta cuando estas no tienen la operatoria o la conexión total con un
responsable que se hace cargo de su cumplimiento, seguimiento y
sistematización. A nivel Regional esta tarea las desarrollan los Servicios
Regionales de Sernam, a través de las Mesas PRIO, las cuales, establecen sus
buenas intenciones grupales y compromisos institucionales desde el ámbito
público, pero falta el lado social – privado, que visualiza a estas Metas Milenio
como lejanas a la realidad.

 
Lo que se trasluce nuevamente en el territorio, donde las Provincias –
Comunas van asumiendo paulatinamente y sin recursos la gestión local de
acciones en que buscan la equidad de género, el mejoramiento de las
oportunidades, y el desarrollo integral de las personas.

Por ejemplo, para el Área de Calidad de Vida: Hacia la dignidad plena, se


establecen como Metas, las siguientes:

-­‐ Implementar a nivel local, en las áreas de educación, salud y desarrollo


comunitario programas de promoción de hábitos de vida saludable para
hombres y mujeres, que fomenten los hábitos deportivos, buena alimentación, y
disminución del tabaquismo y la obesidad.
-­‐ Mejorar la calidad de vida de las mujeres adultas mayores, fomentando los
estilos de vida sanos y eliminar todo tipo de maltrato hacia ellas, motivando la
participación ciudadana.
-­‐ Que el porcentaje de nacidos vivos de madres mejores de 19 años disminuya
de un 17.5% a un 10%.
-­‐ Disminución sustantiva de la deserción escolar por causa de embarazo
adolescente.
-­‐ Que niños y niñas completen 14 años de educación de calidad, que les
entregue las herramientas necesarias para construir un proyecto de vida y
desincentive el embarazo adolescente.

Bajo un análisis in –situ, podemos establecer al implementación de estas


acciones es escasa y limitada a iniciativas de la sociedad civil concursables a
través de Fondos Sectoriales / Regionales, y escasamente comunales. Ya que
no existe una política clara que permita profundizar en el territorio acciones de
abordaje directo de estas problemáticas y en de promoción de una vida
saludable para hombres y mujeres.

El aumento del nivel de esperanza de vida, que entre otros factores


biopsicosociales, permite tener personas mayores activas, participantes ,
capaces, conlleva generar un sin número de acciones que permitan otorgar
seguridades sociales hacia nuestros adultos mayores sin distinción, basado en

 
una seguridad social - previsional justa y digna, acceso a prestaciones de
salud y tratamiento medicamentosos, participación social, y acceso a las
nuevas tecnologías, como a la cultura y a una vivienda digna, manteniendo el
vínculo con su entorno familiar – social en un ambiente de respeto y dignidad,
la población en Tierra del Fuego, principalmente personas mayores, vive
condiciones de aislamiento, escaso y limitado acceso a prestaciones sociales o
comunitarias, con ingresos que disminuyen considerablemente, donde el costo
de vida aumenta, no existiendo ingresos diferenciados que permitan solventar
sus necesidades básicas, generan entre otras cosas una pobreza encubierta,
con personas mayores que no pueden acceder a prestaciones de salud, a un
medicamento, a contar con alimentación adecuada. Y en un constante
abandono de su entorno más cercano, de redes sociales que se limitan al
avanzar los años, con pérdidas y duelos no abordados, por cuanto, las
acciones de la política social, recae nuevamente en el fondo concursables, que
en su aproximación de cobertura aumenta, sin embargo, en montos se
mantiene desde el año 2010.

El abandono, una forma de maltrato silencioso, que deja huella, se hace


presente en nuestra realidad, día tras día, se busca el abordaje a corto plazo,
no existiendo un proceso sistemático en el tiempo, responsabilidades del
círculo cercano, y de las institucionalidad publica que no ha sido capaz de
poner en el tapete la situación que se vive cada día tanto por hombres como
por mujeres. Es así como durante el año 2013-2014, se aborda este tema por
los propios adultos mayores, generando una Obra de Teatro que da cuenta de
esta grave problemática, que esperemos sea el punta pie para remover
conciencias y generar acciones que permitan eliminar este flagelo que afecta
sin distinción a todas las personas mayores, tanto a hombres como mujeres, y
de igual forma niños y niñas en nuestro territorio.

La política del Adulto Mayor, se traslada a un convenio de colaboración entre


Senama y Gobernación Provincial, que tiene un monto de $136.000 anuales,
para apoyar el proceso de participación en Fondos Concursables, que para la
provincia son $3.500.000, con 6 organizaciones de adultos mayores activos,
donde la Política Social se grafica como Envejecimiento Activo, siendo su

 
fundamento la participación, el autocuidado, la alimentación, la actividad física,
estimulación cognitiva, actividades significativas de la vida y la seguridad
social.

La oferta educacional en la provincia de Tierra del Fuego, se encuentra


compuesta desde Salas Cunas, Jardines Infantiles urbanos y rurales, Escuelas
de Educación Gral. Básica, con el soporte económico de Junaeb para
estudiantes de zonas rurales, así como un establecimiento de Educación
Media, que incorpora el año 2014 una Carrera bajo la modalidad Técnico
Profesional de Turismo, la cual retorna luego de desaparecer hace 10 años.
Hoy en que nuestro país, visualiza una nueva Reforma Educacional.

La seguridad social que comienza a instalarse en el Gobierno de Ricardo


Lagos, con la generación del Programa AUGE y el Programa PUENTE, como
instancias para la protección de los derechos de las personas, avanza
considerablemente en el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, con la
articulación de un sistema de garantías, llamado Sistema de Protección Social,
QUE ABARCA 3 PILARES fundamentales, Prestaciones Monetarias, Seguridad
Laboral; y finalmente Sistema de Pensiones. Posteriormente, en el Gobierno de
Sebastián Piñera, esto recibe modificaciones de titulares, incorporándose
elementos que buscan fortalecer la estructura, así como la intervención por
diferentes profesionales – técnicos, con el componente de una asignación
económica base de acceso.

En definitiva, se habilita el acceso a distintas prestaciones sociales, siendo


incorporadas personas – familias automáticamente, por pertenecer a
determinadas categorías socio –económicas, entendiéndose como una
prestación colectiva garantizada, dando lugar a un escalón continuo de
procesos de intervención sistemática, a través de una burocracia que en el
último gobierno alcanza su mayor índice, de igual forma, la precariedad laboral
de las personas que otorgan estas prestaciones, es una situación preocupante,
con contratos a honorarios, anuales, sin proyección y sin seguridad social, a lo
que se suma, el clientelismo que utilizan los administradores (Municipalidades)

 
de estos sistemas en la contratación de los mismos, de seguro reflejado en
todo el país.

En nuestra Isla, la existencia de una cobertura limitada, con un discurso de


incorporación progresiva en el tiempo, con la afiliación automática, sin chistar,
nos sorprende y ha sido objeto de reclamo frente a los mismos, el ingreso no
puede estar supeditado a una máquina o al centralismo del mismo, sino que
debe ser realizado por personal competente, capacitado y claramente en
condiciones cara a cara. La falta de una mirada provincial, igual sorprende, lo
anterior dada la rigidez comunal para desarrollar estos programas, olvidándose
la política pública y sus operadores que en las zonas rurales, la pobreza es
sorprendente y la cadena de todo sistema se rompe, por cuanto no existe
oferta programática de nada, es un hecho cierto, que el único servicio estatal
presente en las 2 comunas rurales son Carabineros, y el Municipio, no existe la
posibilidad de Registro Civil, o una oficina Multiservicio que proporcione a esa
población posibilidades de acceso al sistema.

El olvido de estas características, nuevamente impregna los programas de


centralismos, y hemos visto como las personas deben recorrer kilómetros para
poder acceder a una prestación básica, que en otros lugares de Chile, son de
primera línea, tal vez claro, teñidas por falta de calidad.

Hoy la Comuna de Primavera, solo tiene garantizada salud privada, al ser un ex


– campamento de Enap, la población que hace soberanía en esa latitud, frente
a una enfermedad, no tiene acceso, y debe mendigar a la Empresa que
administra la salud de ENAP su atención. Condiciones tan básicas, como
traslado a un paciente desde ese lugar a un Hospital Estatal, implica mil de
gestiones y nuevamente, la buena voluntad, en ocasiones lograda, luego de
horas de espera, que en atención de primera línea son fundamentales, y en
otras, no se alcanza a llegar y pacientes fallecen o se aborta su situación,
postergando sus derechos por la burocratización y el centralismo.

Las prestaciones sociales, deben estar fundamentadas en derechos, y esos ser


visualizados por políticas sociales, donde sus articuladores deben visualizar

 
estas características territoriales, otorgando flexibilidad en los procesos de
intervención y gestión, por cuanto, la superación de las condiciones de riesgo y
pobreza son fundamentales, para contar con una nación más justa y solidaria,
entendiéndose que la pobreza no es solo económica, sino que multifactorial.

La desvinculación con la realidad, nos lleva a el olvido de que esta intervención


debe ser integral, interdisciplinaria, con apoyos profesionales pertinentes, que
fundamenten las redes sociales, las capacidades personales – familiares y
comunitarias, bajo procesos metodológicos flexibilizados a la realidad territorial
– familiar, con una estructura que garantice a los operadores del sistema
condiciones mínimas de trabajo, y seguridad socio – laboral.

POLÍTICAS PÚBLICAS ZONAS EXTREMAS: LEYES DE EXCEPCIÓN

Con el objeto en incentivar un mayor desarrollo de las zonas extremas el


estado ha generado una seria de herramientas tributarias y subsidiarias a las
empresas de 1era categoría, las cuales podemos mencionar:

La Ley Zonas Extremas, “Ley Austral”

Está dirigida a los contribuyentes que declaren Impuesto de Primera Categoría


de la Ley de Impuesto a la Renta, sobre renta efectiva determinada según
contabilidad completa, por las inversiones que efectúen en las Regiones XI y
XII y en la Provincia de Palena de la X Región, destinadas a la producción de
bienes o prestación de servicios en esas Regiones y Provincia, de acuerdo con
las disposiciones establecidas en la presente ley.

Este beneficio sólo podrá otorgarse a los citados contribuyentes cuya inversión
en bienes objeto del crédito tributario sea por un monto superior a 1.500 ó 1000
Unidades Tributarias Mensuales (UTM), según sean las comunas en que se
materialice la inversión.

 
El beneficio directo que otorga un crédito tributario respecto de los bienes
incorporados a un proyecto de inversión que efectúen en las regiones XI y XII y
en la Provincia de Palena, y que esta inversión haya sido realizada hasta el
31.12.2011, y destinados a la producción de bienes o prestación de servicios
en esas Regiones y Provincia. El porcentaje del crédito será determinado
conforme se indica:

Proyectos de inversión realizados hasta el 31.12.2003: El porcentaje del crédito


será de 10%, 15%, 20% ó 40% según sea el tipo de inversión realizada y los
montos invertidos. No obstante, los proyectos de inversión que acrediten
haberse iniciado entre el 1.01.2004 al 10.05.2004, podrán optar por acogerse
con los mismos porcentajes, de acuerdo con la normativa fijada por el SII para
los efectos de hacer ejercicio de esa opción.
Proyectos de inversión iniciados desde el 01.01.2004: El porcentaje de crédito
será de 10%, 15% ó 32% según tramo de inversión en que se ubique, sin
perjuicio de la opción que existe para los proyectos de inversión referidos en el
punto anterior.

Ley Navarino

La Ley N° 18.392 (Ley Navarino) previamente mencionada presenta un


escenario diferente, menos claro. Su origen data de 1985 y fue originalmente
promulgada para promover el desarrollo de la Provincia de Navarino, de allí su
denominación común.

La Ley contempla un atractivo conjunto de beneficios: Exención de impuestos


territoriales y sobre los ingresos; exención del impuesto al valor agregado (IVA)
de todas las importaciones requeridas para su actividad productiva, amén de
otras exenciones impositivas menores. Más importante, el Estado se
compromete a cancelar una bonificación de 20% sobre el valor neto de todas
las ventas realizadas al resto del territorio nacional (excluidas las ventas a la XII
Región de Magallanes y Antártica Chilena).

 
Los requerimientos básicos para acogerse a los beneficios de esta Ley son:
Estar establecido en el área geográfica estipulada por la Ley e incorporar al
menos un 25% de insumos locales (trabajo u otros) en el proceso productivo.

Las únicas actividades excluidas de sus beneficios son las relacionadas con la
extracción y explotación de petróleo, manufactura de armas y la importación de
navíos de cualquier tipo.

Desde su promulgación en 1985 y hasta el año 2000, la ley tuvo poco efecto en
la creación de nuevos emprendimientos, principalmente debido a que el área
original beneficiada por esta adolecía de gigantescas carencias de
infraestructura. Durante 15 años fueron pocas las empresas que se acogieron a
los beneficios. Las pocas excepciones fueron empresas operando con
productos pesqueros en el área circundante a la isla Navarino y la industria
Russfin en la Municipalidad de Timaukel, Provincia de Tierra del Fuego.

A partir de 1999, el escenario cambió radicalmente, con la aprobación de la Ley


N° 19.606, que extendió los beneficios de la Ley Navarino a la totalidad de la
isla de Tierra del Fuego, lo cual produjo cierto incremento en la inversión
privada.

No obstante a lo anterior, en los últimos años las inversiones se han visto


estancadas, y más aún, algunas iniciativas se vieron truncadas y se han
cerrado empresas, siendo esto claro retroceso en el desarrollo productivo de la
provincia.

En Tierra del Fuego podemos observar una interesante concentración de


recursos naturales que se han visto postergados en algunos casos y en otros
escasamente explotados, recursos hídricos, forestales, pesqueros, turísticos y
energéticos.

Para incentivar el desarrollo productivo en el marco de la Política para


territorios especiales se proponen las siguientes medidas o acciones:

 
-­‐ Identificar la vocación productiva de cada territorio y sus habitantes, con el
propósito de focalizar eficientemente los recursos financieros que respalden
proyectos de emprendimiento y aprovechamiento;
-­‐ Establecer qué actividades son sustentables en el largo plazo y cuáles no lo
son;
-­‐ Potenciar el perfil productivo de cada territorio especial;
-­‐ Acelerar la regularización de la propiedad y el saneamiento de los títulos de
dominio, con el propósito de definir correctamente el uso del suelo y su forma
de explotación.
-­‐ Además claramente se debe realizar un exhaustiva revisión y evaluación de las
leyes de excepción, a objeto de definir su impacto y pertinencia en el desarrollo
de la provincia de acuerdo a una visión local que de respuesta a las
necesidades de los habitantes de la zona

POLÍTICAS PÚBLICAS ÁREA SALUD

Con respecto a la cobertura pública de salud y sus prestaciones, estas se


desarrollan en el Hospital de Porvenir, en cual es considerado como hospital
comunitario (antes considerado de tipo 4), el cual no cuenta con especialistas,
perjudicando que la población general tenga acceso a ellos con la recurrencia
necesaria en la ciudad de Punta Arenas debido a las dificultades de
conectividad, ante la condición de isla de la provincia. Además debemos
considerar el costo económico en los traslados y la permanencia de las
personas al viajar.

En la actualidad existe una proyecto para la edificación de un nuevo hospital en


la comuna de Porvenir (lo que se ha postergado en más de una oportunidad),
pero esto no significará la presencia de especialista, ya que no cambia la
categoría del hospital y las mejores son solo estructurales.

Existe una carencia de recursos que perjudican la implementación de de


programas gravitantes en la implementación de programas, como el “Chile

 
Crece Contigo”, en donde los recursos destinados a la contratación de un/a
educador/a de Párvulos son la 11 horas para la atención focalizada de 180
niños y niñas de entre 0 a 4 años, lo cual es visualizado como insuficiente por
la profesional que realiza esta función ya que la cantidad de horas asignadas
impiden que el trabajo de apoyo a la estimulación en niños y niñas no realice
con la periodicidad más apropiada y con el suficiente acompañamiento a las
familias.

Otro aspecto importante a destacar en la implementación de las políticas


públicas en el área de salud son Los Planes Comunales de Promoción de la
Salud (PCPS) los que son un instrumento de creación colectiva de carácter
técnico-social preparado en conjunto con el gobierno local y la comunidad, que
señala las metas y los procesos necesarios para conseguirlas. En lo operativo,
por ejemplo en la comuna de Porvenir se ha desarrollado una serie de
iniciativas para promover estilos de vida saludable con el aporte del Ministerio
de Salud al municipio de Porvenir, quién es el encargado de la ejecución del
programa. Los recursos asignados son de $ 3.500.000.-, los cuales fueron
invertidos en el año 2013 en actividades como; la contratación de monitores
deportivos para los jardines infantiles, clases de baile entretenido,
excursionismo y talleres de teatro principalmente. El actual convenio entre el
Ministerio de Salud se encuentra en evaluación, básicamente con dificultades
en la ejecución del programa lo cual significará contar con menos recursos
financieros para el presente año.

¿QUÉ NOS GARANTIZA EL ESTADO?

La Tierra del Fuego, nos proporciona una naturaleza indómita, que maravilla al
mundo con lugares aún desconocidos para sus propios habitantes, de difícil
acceso, que deslumbra por sus riquezas en avifauna, glaciares, ventisqueros y
lagos, pampa maravillosa que desde sus entrañas brotan riquezas inigualables
como el oro negro o petróleo, el gas, el oro, y el oro blanco o cordero, el mar
que circunda esta isla proporciona una riqueza inigualable que permite la
recolección y pesca de productos que alimentan a chilenos y extranjeros.

 
Una historia milenaria con una riqueza étnica que se pierde en la línea del
tiempo, con una identidad cultural que busca el rescate de su patrimonio.
Fundamentan la cotidianidad en estas localidades fueguinas, que luego ha sido
forjada por hombres y mujeres que han llegado de diferentes países como
regiones de Chile, desarrollando una identidad, sin diferencias sociales de
estratificación como en otras regiones, por razones económicas.

El Estado Chileno, nos garantiza un marco normativo que regula nuestro


territorio en materia económica y aduanera, al crear leyes de exención
tributaria. La Ley N°18.392 del año 1985, que establece régimen preferencial
aduanero y tributario para la Región de Magallanes, y la Ley Tierra del Fuego
n°19.606 del año 1999, las cuales incentivan la instalación de empresas y con
ello la contratación de la mano de obra, la cual presenta condiciones de
escasa regulación, con contratos anuales para no generar años de servicio e
indemnización laboral, escasa sindicalización, sólo 1 empresa de las 10
presentes y que cuentan con el número para la creación de sindicato, nula
sindicalización hace referencia a un proceso poco garantista para los
trabajadores, coartando los principios que establece la OIT al respecto.

De igual forma, así como todo Chile, nos rige el sistema legal y sus programas
sociales disminuidos o en la medida de lo posible, con escasa estrategia
territorial, todo supeditado al número insignificante de cobertura posible,
basada en la estratificación de la cuestionada Ficha de Protección Social –
Ficha Social.

Nos garantiza retraso en la protección ambiental, en contraste a lo que


públicamente pueda existir como figura maqueteada de la realidad social de la
provincia. Localidades sitiadas por empresas contaminantes, con entes que
regulan dentro un sistema amorfo.

Constante modificación de los ejes programáticos del territorio, al existir


debilidad en el sistema político –administrativo, como un claro ejemplo: El
Gobierno de Michelle Bachelet establece Litación de Transbordador Estatal

 
para proveer conectividad al territorio, el Gobierno de Sebastián Piñera, elimina
esta acción, y no desarrolla ninguna alternativa paliativa.

Limitada conectividad interprovincial, e intercomunal, lo que conlleva a poseer


por razones geográficas aislamiento natural, lo que sin lugar a dudas es una
maravilla, y que se limita por la condición climática, sin embargo, se espera que
al menos exista comunicación continua a través de los medios de transporte
disponibles, es así como no existe continuidad del servicio de transbordador,
solo funciona de martes a domingo en una frecuencia, en tanto vía aérea, con
capacidad para 8 pasajeros, funciona de lunes a viernes con 3 frecuencias (24
pasajeros por día). Las comunas rurales, poseen conexión terrestre, a través
de minibús con 3 frecuencias semanales en el caso de Primavera, y en el caso
de la comuna de Timaukel, la frecuencia es 2 dos recorridos a la semana.

La construcción de viviendas en la capital provincial, cada 10 años, con una


gestión municipal debilitada por falta de recursos económicos, técnicos y
profesionales para llevar a cabo procesos habitacionales – barrios, con altos
costos de construcción, limitando la permanencia y la migración, y radicación
en el territorio.

Altos niveles de emigración y desarraigo por parte de población en edad


productiva o jóvenes, quienes deben trasladarse obligadamente en búsqueda
de mejores expectativas educacionales (técnica – profesional), así como
laboral y mayores condiciones de habitabilidad y conectividad para su
desarrollo pleno. Lo que conlleva a contar con una población mayor en
aumento constante, la cual de igual forma, no cuenta con acceso a salud plena
y adecuada de acuerdo a nuevos requerimientos.

Debilidad en la gestión de programas sociales, de salud y vivienda, los cuales


tal cual hemos mencionado no facultan a los habitantes a diversas acciones o
intenciones de desarrollo o integración social en un medio enriquecido por la
naturaleza física como humana, con características culturales propias, donde la
imaginación y la creatividad son y han sido características propias para su
desarrollo.

 
La presencia de 4 entidades que pretenden la contribución al desarrollo
territorial y de su población, tales como Fundación Integra – Fundación
Prodemu, cuyo origen es el Estado, pero que sin lugar a dudas, su
institucionalidad difiere de la administración pública. Luego contamos, en el
ámbito protección a la Infancia a la Fundación Esperanza del Obispado de
Magallanes, que recibe subvención estatal a través de SENAME para la
intervención con niños, niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos, y
finalmente contamos con WCS (Wildlife Conservation Society), cuyo objetivo
es la protección ambiental y la administración del Parque Karukinka, situado en
una en el extremo sur de la isla de Tierra del Fuego. Es de difícil acceso, pero
sus casi infinitas 300.000 hectáreas están abiertas a quienes deseen
aventurarse entre sus antiquísimos bosques de lengas, sus montañas siempre
nevadas y sus humedales de exuberante flora y fauna nativas.

Tal cual se ha escrito en la historia de nuestro país, Tierra del Fuego, se ilustra
y grafica como un territorio que avanza paulatinamente en post de un
bienestar… ”El desarrollo de la actividad ganadera permitió el crecimiento
paulatino de la comunidad de Porvenir, que a través de la provisión de servicios
fue convirtiéndose en el principal poblado de la isla. Su "época dorada", hacia
1925-1945, le permitió adquirir los perfiles que la caracterizarían históricamente
entre las comunidades magallánicas. La historia más reciente de la zona está
vinculada al descubrimiento de los yacimientos de hidrocarburos, a la paulatina
decadencia de la ganadería ovina y la explotación de una nueva estrategia de
desarrollo a través del turismo.” Mateo Martinic Beros.

Hoy la Provincia de Tierra del Fuego, de acuerdo los datos estadísticos posee
una población de 6.904 habitantes, en territorio Chileno, en tantos, el territorio
Argentino está compuesto por 148.143 habitantes, siendo Rio Grande, el
poblado con mayor densidad de habitantes, y que naciera oficialmente en el
año 1921, constituyéndose en el lugar de mayor industrialización del sur de
Argentina. En tanto, Porvenir, nace oficialmente en el año 1894, y representa
el espacio con menor densidad poblacional proporcional al igual que la Región
de Magallanes, así mismo, una escasa presencia industrial, y no muy alejada a

 
su origen como destacamento policial dada la fiebre del oro de fines de 1880.
Crecimiento desigual en el mismo territorio, en que entre otros factores se debe
a políticas migratorias, franquicias y de promoción de la industrialización
impulsadas por el Gobierno central como provincial de la nación Argentina.

Inversión  Pública  Provincia  Tierra  del  


Fuego    
20000000  
18000000  
16000000  
Título  del  eje  

14000000  
12000000  
10000000  
8000000  
6000000  
4000000  
2000000  
0  
1   2   3  
Serie1   2012   2013   2014  
Serie2   18798267   13147269   12582034  

COSTO  TOTAL    PROVINCIA  INICIATIVAS  CON  RS  


2014  
40.000.000,00  
35.000.000,00   35.010.458,00  
30.000.000,00  
25.000.000,00   23.603.338,00  
20.000.000,00  
15.000.000,00  
10.000.000,00   11.355.016,00  
5.000.000,00   7.582.300,00  
0,00  
Serie1  

Fuente: Min. Desarrollo Social

De acuerdo al BIP del Ministerio de Desarrollo Social, la inversión pública en


proyectos en etapas de diseño, ejecución de diferentes fuentes de
financiamiento sectorial y Gobierno Regional, presenta una considerable baja
durante los 3 últimos años. Al realizarse una comparación, se puede

 
establecer que en el año 2008, la inversión correspondía M$113.475. Por
tanto, se puede establecer que la inversión pública presenta un ciclo de
aumento considerable en los últimos años, al nivel de inversión del año 2008,
lo que implica claramente un retroceso. De igual forma, la inversión
comparativa con otras provincias disminuye considerablemente, tal cual lo
indica el último gráfico de iniciativas con (RS) Recomendación Favorable
Técnica y Económica.

CONCLUSIONES

Se requiere insistir, tal cual lo han señalado lo más diversos autores de libros
de economía, trabajo social, ciencias sociales, etc., que debe existir un cambio
real de paradigma desde la seguridad centrada en el Estado a una seguridad
centrada en la persona, por cuanto, es un derecho fundamental de cada uno de
nosotros, tanto de aquellos que viven gustosamente en el territorio insular
como aquellos que residen en el continente, de vivir sin temores.

El Estado en plenitud, y los Gobiernos que administran, desarrollan y potencian


las Políticas Sociales, deben responder a la ciudadanía en lo esencial, lo cual
es proteger a las personas de amenazas, riesgos, peligros y carencias que
existen hoy en lo cotidiano, y que traza desigualdades a lo largo de la historia,
marcando profundamente las oportunidades, y limitando el desarrollo esperado,
buscado por todos y todas.

La modificación de los sistemas de focalización en lo esencial, que no


visibilicen las características, necesidades y potencialidades de las familias es
fundamental, para mejorar la operativa de los programas sociales, sino
corremos continuamente el riesgo de que la Política Pública, sea
instrumentalizada o su efecto no se alcance. Se requiere por tanto, que
considere dimensiones territoriales, sociales, económicas asociadas al costo
de vida, para superar condiciones básicas de superación de la pobreza, sin
embargo, la tendencia debe ser hacia la universabilidad de los derechos

 
sociales, generando un sostén continuo en el tiempo que otorgue las garantías
para vivir dignamente a cada una de las personas.

De lo anterior, se desprende que de coexistir en un sistema de programas


focalizados, estos deben contener elementos que no solo se limiten a un
puntaje, sino que los criterios de selección deben esencialmente venir del
contacto cara a cara, con evaluación in-situ, y desde ahí con un trabajo
cercano, real que otorga dignidad a la persona, reconoce sus capacidades, su
realidad y condiciones culturales, entre otros elementos que configuran su
identidad.

El Estado debe asumir un rol de mayor preponderancia en la realidad local, la


inversión pública es esencial para eliminar las brechas existentes en la
actualidad, la construcción de ejes programáticos desde las bases es
fundamental para la búsqueda del desarrollo, la promoción y protección social
de las personas, garantizando sus derechos sociales fundamentales.

La exclusión social que vive el territorio insular, más allá de exportar su


naturaleza, y sus riquezas naturales, requiere que los recursos naturales que
se extraigan retribuyan en el territorio, y beneficie a su población, por muy
mínima que sea en comparación a otras urbes, pero son y merecen el mismo
trato que las demás. El olvido, la insatisfacción han sido los componentes de
diversos episodios de lucha a lo largo de la historia, tal cual lo fue la Crisis del
Gas, y antes lo fue el Puntarenazo por la búsqueda de la libertad en período
de dictadura, entre otros.

Las líneas de intervención deben ser estratégicas y estructurales, que se


centren en la persona y el territorio, eliminando las barreras y brechas
existentes, con la utilización de los recursos propios, así como las capacidades
para producir impactos significativos. Y tal cual, lo plantea la CEPAL y UNICEF,
se requiere de políticas específicas con perspectiva de derechos e igualdad de
género, que promuevan la inclusión y la calidad en educación, vivienda, salud,
ruralidad y el empleo.

 
Fortalecer a la familia, como espacio de formación del ser humano, así como la
capacidad institucional en el ámbito provincial - municipal – local para
garantizar el cumplimiento de los derechos constitucionales, buscando la
universalidad de las prestaciones sociales, facultando a las personas a su
desarrollo y crecimiento bajo una estructura de participación, igualdad y
seguridad.

Por tanto, una política pública universal – territorial, en que frente a los riesgo de la
vida este presente, a través de programas focalizados para condiciones
excepcionales resulta fundamental, en caso contrario, el olvido y la desesperanza
aprendida son ejes marcan la multidimensionalidad de la pobreza y exclusión social
en este territorio.

El empoderamiento del territorio, con hincapié en el desarrollo local, mejoramiento


de la conectividad, acceso garantizado a salud y aumento de la resolutividad,
prestaciones especializadas continuas y permanentes, acciones socio –culturales
que permitan la prevención y mejoramiento de la calidad de vida de la población,
eliminando toda situación de violencia y exclusión, promover el desarrollo
económico - productivo con un empleo digno, en concordancia a los derechos
laborales – humanos. Favorecer la migración y condiciones habitacionales, el
resguardo del medio ambiente y la provisión de sistemas eficientes de ahorro
energético son fundamentales. Reconocimiento de instancias tributarias centradas
en las personas – trabajadores y no tan solo en la empresa como en la actualidad,
limitar los procesos burocráticos para la instalación de empresas mejorando los
sistemas de fiscalización y seguimiento.

Desarrollar acciones a nivel local y en forma integrada por todos los actores resulta
fundamental para promover el buen trato y una cultura de la paz como
características sociales que potencien la hermandad y la eliminación de cualquier
situación de maltrato o violencia, para lo cual, la puesta en común es fundamental,
y en la cual como profesionales del Trabajo Social en conjunto con otros crearon la
Red local del Buen Trato, que luego de un buen andar empieza a decaer dado el

 
escaso interés demostrado por las jefaturas de los mismos y las entidades con las
cuales se coordinaban las acciones preventivas, rearmarse, configurar nuevas
estrategias resulta fundamental para promover el buen trato al interior de las
familias y en la comunidad.

El Trabajo Social, como agente, instrumento y herramienta de cambio, resulta


fundamental en el quehacer territorial, en los diversos roles de la política pública,
así como también en el análisis y promoción de nuevos estándares, mejoramientos
e innovación para el desarrollo de Tierra del Fuego. Es así como, a través del
trabajo colaborativo, hemos creado como colectivo el Encuentro de Políticas
Públicas en Tierra del Fuego, en materias de infancia, familia y género, en el año
2011, que une a la Isla tanto el territorio chileno como al argentino, en un encuentro
de intercambio de experiencias, discusión, buenas prácticas, así como de
formación y capacitación para los participantes, no sólo Trabajadores Sociales, sino
que la más variada gama de profesionales, técnicos y autoridades, lo que permite
fortalecer los lazos de hermandad en lo humano, en lo social y en lo técnico.

El Colegio, como entidad gremial pretende en esencia el desarrollo de las


capacidades individuales – grupales de los profesionales, así como también
fortalecer el ejercicio en un contexto extremo, que adquiere particularidades,
donde el ingenio y el desarrollo de las redes sociales son fundamentales, así
como la protección de los derechos de las personas, participando, motivando y
creando en conjunto con otros diversas instancias para la promoción social en
el territorio austral.

 
BIBLIOGRAFIA

-­‐ IL. Municipalidad de Porvenir, PLADECO 2009-20013


-­‐ Servicio de Impuestos Internos, www.sii.cl -2014
-­‐ Ministerio de Salud, www.minsal.cl -2014
-­‐ Rodolfo Cárdenas A., Derechos Sociales – I Encuentro Políticas
Públicas en Tierra del Fuego, 2011.
-­‐ Mateo Martinic Beros, La Tierra de los Fuegos, 1982
-­‐ Nidia Aylwin, María Olga Solar, Trabajo Social Familiar. 2002
-­‐ Alma Idiart, Estado Benefactor y Políticas Sociales. 2011
-­‐ Sernam, Plan Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres
2011-2020, 2011
-­‐ Ministerio de Desarrollo Social, Informe de Política Social, 2012
-­‐ Ministerio de Desarrollo Social, Ingreso Ético Familiar – Chile Solidario,
2014
-­‐ CEPAL, Hacia un modelo de protección social universal en América
Latina, 2014

 
O DIREITO AOS BENEFÍCIOS EVENTUAIS: ALGUMAS CONSIDERAÇÕES
EM DEBATE.


Gisele Aparecida Bovolenta

Resumo

Este artigo busca refletir sobre os benefícios eventuais enquanto parte do


sistema de proteção social. Observa-se que na prática esta atenção encontra-
se numa condição marginal junto à política de assistência social, a gestão
pública e as legislações vigentes. Trata-se de um direito socioassistencial que
precisa ser melhor definido, analisado e interpretado, principalmente por
considerá-lo como integrante do Sistema Único de Assistência Social (SUAS)
no Brasil.

Palavras-chave: benefícios eventuais, SUAS, assistência social, direito,


legislação.
.

                                                                                                               

Assistente social; Mestre em Serviço Social pela PUC-SP; Doutoranda em Serviço Social pela PUC-SP,
com Bolsa da CAPES e docente em Serviço Social no Centro Universitário Ítalo Brasileiro (UniÍtalo) em
São Paulo/SP – Brasil, e-mail: gibovolenta@yahoo.com.br

 
I – Introdução

A Constituição Federal de 1988 no Brasil reconheceu em níveis de


igualdade, de reparo das injustiças, no desenvolvimento de uma sociedade
mais igualitária, os direitos fundamentais, civis, políticos e os direitos sociais,
cuja finalidade centrava-se na construção de um país mais justo e igualitário.
A assistência social enquanto política pública fez parte destas
conquistas ao ser reconhecida enquanto um dever estatal e direito do cidadão.
A Lei Orgânica de Assistência Social (LOAS) foi implementada cinco anos mais
tarde, em 1993, tendo como incumbência a implementação desta “recém”
reconhecida política pública. Dentre as diversas orientações trazidas por esta
lei, há a garantia dos benefícios socioassistenciais é aqui destacada.
Os benefícios eventuais é uma dessas garantias trazidas pela LOAS.
Esta atenção se inscreve no rol de provisão procedentes da gestão municipal,
estadual e do Distrito Federal da política de assistência social, como política de
Estado, cujos respectivos conselhos ficaram com a incumbência quanto a sua
regulamentação.118
Neste sentido, a proposta deste trabalho se dá na socialização de
informações quanto as considerações obtidas acerca deste objeto de estudo.
Acredita-se ser relevante a apresentação do tema tanto no âmbito acadêmico
quanto fora deste. Defende-se o compartilhamento de informações sobre a
pesquisa realizada. Pondera-se que a relevância do objeto trabalhado pelo
pesquisador possa contribuir para uma sociedade mais humana, que não se
limita aos muros da Universidade, mas se propõe chegar a outros espaços.

II – Desenvolvimento
                                                                                                               
118
Na LOAS, os Benefícios Eventuais (BE) e o Benefício de Prestação Continuada (BPC) são as duas
categorias de benefícios socioassistenciais assegurados como direito do cidadão. O primeiro, BE, ficou
sob responsabilidade dos estados federados e seus respectivos municípios, além do Distrito Federal no
que tange a sua implementação, gestão e provisão; enquanto o segundo, BPC, ficou sob incumbência da
União. Esta divisão de tarefas acompanhou a orientação constitucional quanto ao pacto federativo em que
cada ente da federação no Brasil possui uma parcela de responsabilidade na gestão pública,
descentralizando o poder e as ações. A União, neste sentido, regulamentou o BPC e desde 1996 ele
vigora em todo país. Os BE ainda não possuem plena regulamentação em todo território nacional.

 
A oferta e concessão de auxílios e benefícios acompanha a atenção
dada por parte da assistência social, a qual se construiu no Brasil no campo do
direito. O auxílio natalidade, auxílio funeral e a Renda Mensal Vitalícia (RMV)
estavam até 1993 sob responsabilidade da política previdenciária, cuja base é
contributiva. No caso, ao serem transferidos para a política de assistência
social a RMV compôs o campo dos benefícios continuados, cuja atenção se
expressou por meio do Benefício de Prestação Continuada (BPC). Os auxílios
natalidade e funeral passaram a compor o campo dos benefícios eventuais, e
foram ampliados para as situações de vulnerabilidade temporária e
calamidades públicas, cuja a base é universal.

Ao que tange os benefícios eventuais, o translado de uma política para


outra gerou alguns impasses em relação a sua atenção: tão logo foram
transferidos deixaram de ser concedidos pela política previdenciária; o
enquadramento dado à atenção limitou-se a ¼ do salário mínimo, focalizando o
direito a um público bem específico – àqueles extremamente pobres; além
disto, o que deveria ser um avanço, o fato da regulação ocorrer a partir dos
municípios, dos estados federados e do Distrito Federal tornou-se um problema
face às diversas limitações existentes (de ordem econômica, política, social,
cultural, etc.). Com isto, somente a Renda Mensal Vitalícia (RMV) conseguiu, a
partir de 1996, ser regulamentada na assistência social e passou a prestar
atenção similar por meio do Benefício de Prestação Continuada (BPC),
compondo o campo dos benefícios continuados.

Em outras palavras, as legislações precedentes dividiram as tarefas: os


benefícios continuados ficaram sob responsabilidade da União; os benefícios
eventuais (no caso os auxílios natalidade, funeral e demais provisões) ficaram
a cargo dos estados, municípios e Distrito Federal, os quais, em sua grande
maioria, não possuem uma atenção definida até os dias atuais.

Ou seja, há, na prática, um descumprimento dos direitos sociais ao dar a


estes benefícios um tratamento marginal face ao seu reconhecimento.
Considera-se que os benefícios eventuais cumprem um papel fundamental no
enfrentamento à pobreza, a desigualdade social e é parte de todo um sistema

 
de proteção social que vem sendo construído no Brasil, desde 2005, com o
Sistema Único de Assistência Social (SUAS).

Na Dissertação de Mestrado “Os benefícios eventuais e a gestão


119
municipal” foi possível confirmar a assertiva quanto à significativa ausência
de regulação destes benefícios no âmbito municipal. Na ocasião da pesquisa,
dos vinte municípios da DRADS, quinze participaram efetivamente da
pesquisa, destes, apenas dois possuíam esta categoria de benefícios
regulamentados, no entanto, sem a devida participação do estado paulista. Ou
seja, a responsabilidade, no caso, terminava por ficar na esfera municipal,
desconsiderando o co-financiamento das ações públicas.

Do mesmo modo, o estado de São Paulo também não possui nenhuma


atenção específica neste campo, ao que parece, os processos de
regulamentação dos benefícios eventuais no estado paulista encontram-se
“engavetados”, junto ao Conselho Estadual de Assistência Social (CONSEAS)
face a ausência de informações veiculados a este respeito.

Em relação ao auxílio natalidade e auxílio funeral temos um impasse


logo de início: há um direito que é repassado e um repasse que está impreciso,
o que nos faz repensar que estar legalmente instituído não foi (e não é)
suficiente para estar plenamente implementado em todo território nacional, o
que supõe empecilhos de várias ordens, dando a esta atenção um tratamento
marginal junto à política pública.

Esta análise propõe-se então a contribuir para o debate acerca da atual


conjuntura na qual se encontram os benefícios eventuais, busca-se conhecer e
refletir sobre o papel dos entes da federação, com ênfase nos estados
federados, acerca desta provisão, bem como o tratamento dispensado a este
direito, passados praticamente vinte anos de seu reconhecimento junto a
LOAS. Neste sentido, a Universidade possuí um papel ímpar junto a
construção do pensamento crítico, bem como ao acesso as bases teóricas-

                                                                                                               
119
Esta pesquisa foi apresentada em outubro de 2010 junto a Pontificia Universidade Católica de São
Paulo, PUC-SP. Na ocasião, o trabalho fez uma análise da gestão dos BE no âmbito municipal, a partir
da realidade de vinte municípios, os quais compõem a Diretoria Regional de Assistência e
Desenvolvimento Social (DRADS) Mogiana, especificidade esta do estado de São Paulo quanto à
organização e gestão da política de assistência social.

 
metodológicas que orientam a pesquisa, além dos espaços de fomento e
socialização de ideias.

III – Algumas considerações

Na dissertação “Os benefícios eventuais e a gestão municipal” é


possível observar a realidade dos BE junto aos municípios brasileiros, no caso,
junto a DRADS Mogiana120 . O que se identificou, além da significativa ausência
de regulação121, foi à incoerência e inconstância quanto ao seu entendimento
legal. Distante de uma análise legalista, os municípios, por vezes, não sabiam
nem qualificar esta categoria de benefícios e a quem de fato se destinaria.
Neste sentido, algumas conclusões podem ser obtidas a partir deste
trabalho: a ausência de regulação, a diversidade de entendimentos acerca
deste direito, a presença da terminologia “benefícios eventuais” sem
regulamentação definida, os parcos recursos destinados a este direito, a plena
ausência e participação do estado paulista, a atenção a benefícios de outras
políticas públicas, entre outros.
O artigo 22 da LOAS – que assegura os benefícios eventuais – ao que se
observa tem sido tratado as margens dos debates acadêmicos, bem como
junto a categoria profissional. Observa-se pouca ou quase nenhuma publicação
a respeito desta temática, do mesmo modo, verifica-se pouca informação
veiculada nos espaços profissionais. Prova disto foi que, ao fazer a análise
destes benefícios junto aos municípios da DRADS Mogiana, à primeira
dificuldade foi no levantamento bibliográfico como construção e fundamentação
teórica da temática. A partir daí, concluiu-se que a professora Potyara A. P.
Pereira da Universidade de Brasília (UnB) tem sido a grande referência neste
debate.
Efetivamente, desde a aprovação da LOAS, em 1993, os benefícios
eventuais não foram regulamentados e nem suficientemente
tematizados nos fóruns e nas instâncias competentes,
transformando-se, assim, em direito apenas declarado e
impossibilitado de se concretizar por meio de política (PEREIRA,
2010, p.18)

                                                                                                               
120
A Diretoria Regional de Assistência e Desenvolvimento Social (DRADS) Mogiana responde por vinte
municípios do estado de São Paulo, são eles: Aguaí, Águas da Prata, Caconde, Casa Branca,
Divinolândia, Espírito Santo do Pinhal, Estiva Gerbi, Itapira, Itobi, Mococa, Mogi Guaçu, Mogi Mirim, Santa
Cruz das Palmeiras, Santo Antonio do Jardim, São José do Rio Pardo, São João da Boa Vista, São
Sebastião da Grama, Tambaú, Tapiratiba e Vargem Grande do Sul.
121
Nesta pesquisa, dos 20 municípios da região de abrangência da DRADS, 15 participaram do trabalho.
Destes, apenas 2 (ou 13,3%) relataram ter estes benefícios regulamentados no âmbito municipal.

 
Além disto, o acesso a este direito, junto aos municípios da DRADS
Mogiana, não é algo claro e preciso até mesmo para quem gerencia a política
pública de assistência social em âmbito municipal. Exemplo disto foi que, face
ao questionamento com os gestores municipais quanto à implementação ou
não dos benefícios eventuais, houve gestor que não sabia nem de qual direito
estávamos nos referindo “[...] mas você quer saber que tipo de benefício
eventual? Aquele do tipo Bolsa Família, de transferência de renda ou aquele do
tipo para deficiente ou para idoso [...]122”.
A observação que se faz, em âmbito municipal, é que não
necessariamente quem vai gerenciar e/ou administrar uma política pública
conhece seu campo de atuação e a que tal política se destina. Isto permite dar
margem para que a assistência social, enquanto política de direito, continue
sendo executada ao acaso, sem precisão e delimitação de acesso. Em outras
palavras, continuamos endossando a “cordialidade”, já descrita por Sérgio
Buarque de Holanda, como condutora das relações sociais, o que parece
predominar na gestão pública, em que, para ser gestor de política pública não
requer, necessariamente, competência e conhecimento, mas por vezes
relações de afetividade e compadrio.
Neste sentido, há de fato, um conjunto de condições contrárias à
emancipação e consolidação da assistência social enquanto política pública de
direito: questões de cunho econômico, político, cultural, social, etc. O fato do
art. 22 da LOAS não estar, de fato, plenamente implementado até os dias
atuais demonstra um dever parcialmente realizado, ou seja, um direito tratado
numa condição marginal.

Ademais, do ponto de vista da gestão das políticas públicas, a não


regulamentação dos BEs caracteriza um procedimento politicamente
incorreto e traiçoeiro, conhecido como não-ação governamental,
porque, paradoxalmente, produz efeitos sociais mais danosos do que
qualquer tentativa de intervenção pública. Isso porque, a não-ação,
por ser aparentemente inexistente, não é identificada, controlada e
avaliada e, por isso, dá margem ao surgimento de ações
improvisadas, intuitivas, quando não inconseqüentes ou até
oportunistas. (PEREIRA, 2010, p.17)

                                                                                                               
122
Citação pontuada e contextualizada na Dissertação de Mestrado, intitulada “Os benefícios eventuais e
a gestão municipal”, face a indagação da temática a um dos gestores da região.

 
Ou seja, os diversos limites possivelmente existentes no processo de
regulamentação deste direito incentivaram em vários municípios, segundo
Pereira (2010, p.19), as:

[...] práticas assistencialistas e clientelistas em torno de demandas


eventuais, já que, para a satisfação dessas demandas, não existiam
normas-padrão regulamentadas e compatíveis com o conteúdo da
LOAS e da PNAS-SUAS. Em decorrência, não é casual que a prática
da concessão dos Benefícios Eventuais venha apresentando as
seguintes tendências: cada governo municipal os concebem,
denominam, provêem e administram, de acordo com o seu
entendimento, valendo-se quase sempre do senso comum para,
dentro de suas possibilidades financeiras e gerenciais, atender
contingências sociais prementes. Tem-se, assim, num espaço não
desprezível de participação da Assistência Social como política
pública e direito de cidadania a condenável prática do
assistencialismo que, além de desafiar os recentes avanços no
campo assistencial, vem se afirmando como um não-direito social.

Este ponto trazido pela autora nos direciona a pensá-los e/ou correlacioná-
los junto aos estados federados e Distrito Federal. Considera-se importante
compreender e analisar o atual contexto vivenciado pelos benefícios eventuais
em âmbito estadual e distrital, uma vez que, se trata de uma atenção que deve
ser compartilhada entre os municípios, seus respectivos estados federados,
além do Distrito Federal.
Neste sentido, a divisão de responsabilidades divide tarefas na concessão
e gestão dos benefícios eventuais. Trata-se de benefícios, cuja incumbência
está a cargo dos estados federados, municípios e Distrito Federal. Não é
possível que tal regulamentação ocorra a partir do nível federal. Mesmo assim,
a União, ao que parece, tem “estimulado” os demais níveis de gestão no
sentido de que haja a implementação destes benefícios. Prova disto, foi à
publicação da Resolução nº 212 do Conselho Nacional de Assistência Social
(CNAS) em 2006, que propõe critérios orientadores para a regulação da
provisão dos benefícios eventuais no âmbito da política pública de assistência
social e a promulgação do Decreto Presidencial nº 6.307 de 2007, o qual
dispõe sobre os benefícios eventuais de que trata o art. 22 da LOAS.
Ambos os documentos, já editados no contexto do SUAS, são ou seriam
referências aos estados federados, municípios e Distrito Federal no intuito de
auxiliar, fomentar, estimular ou dar continuidade, conforme o caso, ao processo

 
de regulamentação deste direito social. Ao que parece, o Governo Federal tem
atuado até onde à legislação lhe permite, cabe aos demais níveis da federação
dar continuidade (ou iniciar) este reconhecimento legal.
Além disso, por meio do Relatório do Levantamento Nacional realizado em
123
2009 pelo Ministério do Desenvolvimento Social (MDS) e CNAS , observou-
se que dos municípios que declararam ter este direito regulamentado (1.229),
70% o fizeram a partir de 2006, o que supõe que estes documentos tenham
servido de base e orientação quanto à sua regulamentação.
Ainda neste documento, é impressionante notar a ausência do papel dos
estados federados quando mais de 80% dos municípios relataram que ainda
não há o co-financiamento do respectivo estado para o financiamento dos
benefícios eventuais. O que supõe interpretar que o maior ônus nesta atenção,
quando existe, acaba ficando para os municípios.
Ao destacar o campo heterogêneo de atenções concedidas, o documento
apresenta ainda a variedade de benefícios concedidos como sendo benefícios
eventuais para situações de vulnerabilidade, risco e calamidades públicas. Há,
segundo o relatório, atenção com fotos, documentos, agasalhos, roupas,
pagamento de diversas taxas, aparelhos ortopédicos em geral, apoio financeiro
para o tratamento de saúde fora do município, cadeira de rodas, fraldas,
pagamento de exames médicos, medicamentos, transporte para doentes,
auxílio alimentação, cesta básica, leite em pó, auxílio construção, pagamento
de aluguel, uniforme e material escolar, passagens, material esportivo e outros.
Ou seja, há uma dificuldade, ainda presente, em delimitar, de fato, o campo de
atuação da assistência social, mesmo face as seguranças sociais reconhecidas
na Política Nacional de Assistência Social (PNAS) e legislações subseqüentes
que buscam, na realidade, delimitar a especificidade desta política pública.
Apesar dos imbróglios, tem havido alguns esforços no sentido de
reconhecer este direito social, embora não suficientes e precisos. As
legislações promulgadas, já no contexto do SUAS, tem feito referência aos

                                                                                                               
123
Em 2009 o MDS e CNAS realizou a 2ª Pesquisa Nacional sobre a implementação dos benefícios
eventuais, do qual resultou o documento “Relatório sobre o Levantamento Nacional dos Benefícios
Eventuais”. Nesta pesquisa, buscou-se mapear a situação nacional destes benefícios, houve a
participação de 75% dos municípios brasileiros. A 1ª Pesquisa Nacional sobre esta temática foi realizada
em 2004, na ocasião participaram apenas 626 municípios de 11 estados brasileiros.

 
benefícios eventuais, justamente por se entender a importância de sua
concessão, dentro de um sistema de garantia de direitos. Neste sentido, trazer
e/ou propor o debate acerca desta temática pode contribuir no fortalecimento
do SUAS e no reconhecimento de uma atenção que tem sido tratada à margem
das legislações e da gestão da política pública de assistência social, enquanto
política de Estado no Brasil.

IV– Referências bibliográficas

BOVOLENTA, Gisele Aparecida. Os benefícios eventuais e a gestão


municipal. Dissertação (Mestrado em Serviço Social) – Pontifícia Universidade
Católica de São Paulo (PUC-SP), São Paulo, 2008.

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Desenvolvimento Social e Combate à Fome; Secretaria de Avaliação e Gestão
da Informação, 2010.

 
GÉNERO, TRABAJO SOCIAL Y POLÍTICA EDUCATIVA: ANÁLISIS DE LAS
PERCEPCIONES SOCIALES Y EL CONTEXTO ESCOLAR

Caria Escobar Gómez 



Abstract

La sociedad Chilena, puede ser entendida y caracterizada como una sociedad,


en 
donde, el género es un componente del sistema de dominación. La
inequidad en las 
relaciones de género es una problemática transversal a las
políticas sociales. 
Entendiendo que género no sólo tiene un componente
biológico sino que cultural, 
resulta indispensable estudiar los espacios, e
instituciones socializadoras, principalmente el sistema educativo ya que pasa a
ser un agente socializador de gran 
importancia en la reproducción de sistemas
de relaciones. Por esto la investigación 
"Percepciones de Género en el
Contexto Escolar", a través de un estudio cuantitativo 
profundiza sobre las
percepciones de género de los/as alumnos/as, y como se dan 
estas en el
contexto educativo. Los resultados son contradictorios, si bien se ha dejado

atrás la mirada tradicional, principalmente de los varones, son las mujeres
quienes 
mantienen sesgos patriarcales en cuanto a su rol y en las relaciones
sociales.

Palabras Clave:

                                                                                                               

Escuela Trabajo Social UAHC Chile

 
Género, Trabajo Social y Política Educativa: Análisis de las percepciones
sociales y el contexto escolar

El quehacer del Trabajo Social permite un análisis crítico de la realidad social,


cultural e individual y busca a través de acciones específicas la transformación
del 
medio. Este análisis para dicha transformación supone una abstracción de
los 
"modelos" culturales socialmente impuestos, un análisis de la realidad
macro y 
micro social, además de una reflexión constante de la producción y
reproducción 
de las relaciones sociales. En términos precisos, tanto los
derechos humanos 
como la igualdad son elementos transversales a cualquier
análisis, ya que buscan 
mejorar la calidad de vida y la relación de las
personas con su entorno social.

Dicho esto resulta imprescindible reconocer el componente género como


elemento 
relaciona! La inequidad en las relaciones de género hoy en día
forma parte de los 
indicadores de las políticas sociales, ya que se pretende
que estas sean 
democráticas, que no se supriman las identidades y que no
exista el ejercicio del 
poder, desde la condición de ser hombre o mujer. Ya
que si bien existen avances 
desde la incorporación de la mujer al trabajo, aún
existen brechas salariales, ocupacionales, diferencias en los roles y
estereotipos que no han sido resueltos y 
forman parte de las Agendas de
Género a nivel gubernamental.

Para comprender dicho componente, Rubin (1986), Barbieri (1997), Bourdieu


(2005), entre otros, han propuesto el sistema sexo- género, para comprender
de 
manera holística las diferencias que existen a nivel relacional entre
hombres y 
mujeres, entendiendo que existe un entramado de instituciones
sociales y 
elementos culturales que sustentan tales diferencias.

Entonces, si las características que tenemos arraigadas como mujeres u


hombres 
son parte de un entramado cultural que busca sustentar el modelo

 
patriarcal y la 
familia, podemos indagar en lo que se transmite, en cómo se
transmite, y si, 
efectivamente responde a las necesidades reales de los
individuos y no a 
estereotipos ni roles impuestos, ya que bien sabemos que al
no acercarnos a lo que "socialmente" se espera de nosotros/as, se trasgrede la
dignidad, los 
derechos humanos y principalmente la libertad y el derecho a
elegir.

Sobre estas premisas podemos sostener que tanto los valores como las
creencias 
y todo lo que conocemos del mundo, lo hacemos a través de la
familia y la 
escuela, lo que teóricamente llamamos socialización. Por eso es
que en ambas 
instancias no sólo se transmite el rol formativo en cuanto al
traspaso de 
conocimiento, también se transmite cultura de una generación a
otra y esto 
supone la subjetividad, los valores, creencias y normas propias del
entorno 
sociocultural donde está inserta esa familia, esa escuela y que van a
contribuir de 
manera significativa en determinar la identidad de ese/a niño/a.
Se reconoce la gran importancia que tiene la familia en este primer
acercamiento 
al mundo, pero la escuela, es el espacio donde el niño/a
aprehende e incorpora 
realidades parciales que puede contrastar con el
mundo que se ha adquirido en la 
primera socialización. Esto resguardado en
una política educativa, sustentada en 
un currículum, y en aspectos subjetivos
como lenguaje o uso de los espacios que 
pueden ser diferenciados para niños
y niñas. Por esto el analizar lo macrosocial 
como la educación y lo microsocial
en la escuela, resulta fundamental a la hora 
de promover el desarrollo de la
identidad y la equidad en las relaciones entre los 
géneros.

La desigualdad de género supone diferencias en la posición social que ocupan


hombres y mujeres en la sociedad, lo que implica diferencias en la valoración y
acceso a recursos de manera diferenciada. "La desigualdad está ligada a la
falta 
de acceso a los derechos, bienes y toma de decisiones, y a la falta de
control 
sobre ciertas facetas de la vida de cada uno/a" (SERNAM, s/a:11), por
lo tanto, 
existe desigualdad en el sistema educativo formal, a través de la

 
socialización se 
nos imponen roles sexistas, sustentados en un modelo
patriarcal, que no 
podemos rechazar ya que no tenemos control sobre ello,
son implícitos.

"Igualdad no significa que las mujeres y los hombres vayan a 
identificarse,


sino que los derechos, las responsabilidades y las oportunidades de las
mujeres y de los hombres no dependan de 
que hayan nacido mujeres u
hombres. La igualdad entre mujeres y 
hombres es un problema de derechos
humanos y una condición 
previa para la consecución de un desarrollo
sostenible centrado en 
las personas". (CEPAL, 2006: 224)

En términos de las políticas educativas se considera esta igualdad como


equidad, 
y desde esta perspectiva se ha trabajado en dos enfoques: el
primero tiene que 
ver con el acceso a la educación y el segundo con la
calidad, los que sirven para 
evaluar y planificar dichas políticas. En el primer
enfoque, la paridad de acceso se 
considera la cantidad matrículas,
permanencias-y abandonos del sistema escolar 
en todos sus niveles y en el
segundo se evalúan las diferencias que existen en el 
desarrollo intelectual de
niños y niñas (Guerrero, Provoste, Valdés, 1996).

Ante esto Nancy Fraser (1997) propone un análisis integral de la relación entre
educación escolar y equidad de género, precisando que no sólo debe cumplir
un 
rol de equidad en términos cuantitativos como manera de incluir a la
población en 
el uso de recursos y bienes como derechos, lo que considera
una justicia 
distributiva, sino que también se deben integrar aspectos
implícitos culturales que 
discriminan a sectores de la sociedad, a lo que
denomina justicia cultural o 
simbólica. En la política educativa la primera
estaría acotada al acceso igualitario 
para ambos sexos en educación y sus
beneficios, mientras que la segunda 
tendría que ver con la socialización de
género en la escuela.

 
Las desigualdades que se mantienen y que son producto de las diferencias
sociales y culturales de género, son principalmente las que tienen que ver con
lo 
laboral, en cuanto al acceso, la incorporación de puestos calificados,
segregación 
ocupacional, y diferencias en los salarios. Esto como
consecuencia de un proceso 
de socialización diferenciada y sexista, que
desde la familia y luego en la escuela, 
va incorporando roles específicos para
hombres y mujeres, dividiendo los espacios 
de actuación y reproduciendo el
orden social vigente.

Con los cambios que han existido en la sociedad, y teniendo presente que la
población joven es más permeable a los cambios culturales, se realizó una
investigación en cuatro colegios municipalizados de la Comuna de La Florida,
Santiago de Chile, sobre la situación actual sobre las visiones que tienen los/as
estudiantes de octavos básicos y segundos medios respecto de su género y las
relaciones entre hombres y mujeres, además de profundizar en la incidencia
del 
espacio escolar en la conformación y reproducción de identidades
estereotipadas 
de género.

Los aspectos más importantes que surgieron de la investigación y que permiten


dar cuenta de cómo los/as estudiantes de octavos básicos y segundos medios,
perciben su identidad de género, encuadran las relaciones entre hombres y
mujeres y su relación con el contexto escolar son los siguientes:

En los/as estudiantes se observan significativas rupturas con los estereotipos


patriarcales y tradicionales sobre la identidad de género, con una clara
tendencia 
hacia la igualdad, pero al mismo tiempo también se observa que
aún persisten un 
sesgo androcéntrico en la mayoría de los elementos que la
constituyen, 
especialmente en los roles y en ciertos rasgos de las
características de la 
personalidad. En aspectos como la fragilidad y la
madurez, las mujeres afirman 
que son características que les atribuyen a su
género, por lo que estarían 
socializadas desde un papel secundario, ya que la
fragilidad tiene un tono y un 
valor de subordinación.

 
En los elementos que tienen que ver con la formación de un proyecto de vida,
se 
rompe drásticamente lo tradicional, entendiendo que mujeres y hombres
privilegian el desarrollo educacional y laboral por sobre la formación de una
familia. Lo mismo sucede con los espacios de actuación de hombres y mujeres,
ya 
que ambos sexos indican que mujeres y hombres se pueden desarrollar en
todos 
los espacios.

Hombres y mujeres permanecen socializados por género en la definición de las


carreras de educación superior, teniendo como prioridades desarrollarse en
áreas que históricamente han sido otorgadas a hombres y mujeres,
proyectando el 
potencial intelectual diferenciado por sexo.

La percepción de su identidad y proyección de su vida depende del ciclo vital


que 
estén viviendo, en la medida que los/as estudiantes van creciendo, va
cambiando 
su autopercepción y las expectativas laborales. Mientras más
jóvenes, se sienten 
más identificados/as con el rol de hijo/a, y además
mientras crecen van 
considerando la pronta inserción al mundo laboral.

En cuanto a las relaciones mujeres y hombres no se sienten discriminados por


el 
hecho de pertenecer a uno u otro sexo, y además se sienten valorados/as
por sus 
pares del mismo sexo y del sexo opuesto, y no consideran que existen
diferencias 
en la calidad de las relaciones entre los géneros. Pero al consultar
de modo 
general, los/as estudiantes perciben las diferencias que existen entre
los sexos 
para acceder a la educación, al trabajo, y en los juegos, y además
consideran que 
no existe igualdad entre los sexos porque son diferentes física
y psicológicamente.

Mujeres y hombres tienen una perspectiva situacional de los aspectos


genéricos, 
ya que si bien consideran que debe existir igualdad en los aspectos
señalados, 
perciben que las diversas situaciones que viven hombres y

 
mujeres son producto 
de la división sexual del trabajo y las normas y
representaciones de lo femenino y 
masculino vigentes en la sociedad.

Los/as estudiantes tienen una percepción de las actitudes docentes que tiende
hacia la neutralidad; a ambos sexos les resulta indiferente la expresión de
sentimientos en este espacio y el que fomenten las relaciones con el sexo
opuesto. Pero- se mantiene un sesgo que permite establecer que si se
existirían 
jerarquías entre los sexos. Los varones sienten que reciben mayor
atención que 
las mujeres en la escuela, esto a nivel individual y a nivel
relacional, ya que se 
sienten menos juzgados que ellas al relacionarse con
sus pares del sexo opuesto.

Las relaciones entre los géneros tiende hacia la igualdad, pero existen indicios
que 
tienden hacia la ruptura de las relaciones de poder de los varones por
sobre las 
mujeres, ya que son ellos sienten que las mujeres tienen más poder
sobre ellos, situación que no se percibe en un sentido inverso donde los
discursos resaltan la 
igualdad. Esta situación se repite en el caso de las
relaciones de competencia, 
tanto las mujeres como los varones perciben más
rasgos competitivos por parte 
del género femenino que del masculino. Por
otro lado, el único tipo de relación que 
mantiene un rasgo tradicional es en las
relaciones de cooperación, en que las 
mujeres las prefieren con sus pares y a
los varones les resultan indiferentes en 
cuanto a género. Por lo que
nuevamente aparece un rasgo de socialización diferenciada en ellas, que les
otorga de manera predominante el rol de la cooperación.

En cuanto a la actitud que los/as estudiantes tienen ante la escuela, no se


presentan diferencias por género, ambos coinciden en que la escuela no es un
espacio afectivo, pero si un espacio educativo útil por sobre el desorden. La
escuela no estaría cumpliendo con sus funciones de integración, y
democratización de las relaciones en general, ya que una cantidad importante
de 
alumnos/as coinciden ser indiferentes ante la escuela como un espacio
libre donde 
pueden ser ellos/as mismos, y si lo reconocen como un espacio de

 
control, donde 
se cometerían injusticias.

Tanto hombres como mujeres tienen una actitud positiva ante la educación en
general, y solo se mantiene un sesgo sexista en los varones, en quienes los
rasgos de desorden prevalecen por sobre las mujeres, mientras que a las
mujeres 
les gusta estudiar por sobre los varones. Pero en general son sólo
sesgos, por lo 
que no es posible ser determinante y mencionar que tal
adhesión a la cultura 
escolar de las mujeres por sobre los hombres sea así, ya
que más bien ambos 
tienen una actitud positiva.

En general, los/as adolescentes tienen una percepción de la escuela y la


educación que tiende a la indiferencia en aspectos relacionados con el
desarrollo 
individual. Si bien reconocen la importancia de la adquisición de
conocimientos, 
respeto hacia sus profesores/as, no es posible que se inserten
elementos de un 
modelo comprensivo de la escuela que permita la
coeducación, ya que según 
los/as adolescentes encuestados, no se estarían
generando las instancias quepermita la participación de los/as alumnos/as en la
construcción de un diálogo que 
permita el libre desarrollo de las personas, no
solo en función de su género sino 
respecto de sí mismos.

En ese sentido, en el contexto escolar no se estarían desarrollando estrategias


adecuadas que permitan la identificación de los/as estudiantes con la
institución 
educativa en sí. Si bien, ambos sexos reconocen la importancia de
aprender y 
estudiar, no sienten que la escuela les otorgue elementos que les
permitan 
desarrollarse libremente, sino más bien consideran que es un
espacio de control 
social. En este sentido es importante intervenir en esta
relación alumno/a escuela, 
que permita el reconocimiento de las necesidades
de los/as estudiantes, y a partir 
de eso comenzar a trabajar los elementos que
potencien la libertad de las 
identidades genéricas, y la igualdad de derechos y
oportunidades para hombres y 
mujeres.

 
Es necesario recalcar que en la medida que se trabaje la problemática no 
sólo
se estaría interviniendo para lograr la igualdad de oportunidades entre hombres
y mujeres, sino que los/as estudiantes se estarían involucrando en el 
proceso
de enseñanza, lo que inevitablemente contribuye a solucionar problemas 
de
deserción escolar, entre otros, y además se sentirían mayormente involucrados
con la institución escolar, y así se pueden prevenir factores de riesgos
presentes 
en el contexto donde se sitúan.

Para realizar cambios sustanciales, es importante que todos los esfuerzos


estén 
dirigidos a elaborar constantemente datos estadísticos, estrategias de
intervención 
diferenciadas por sexo en conjunto con todos los actores del
sistema educativo. El 
SERNAM propone las siguientes categorizaciones que
pueden dar directrices de 
la evolución de las futuras estrategias planteadas:

- Tradicionales; que van a afirmar y reproducir el orden de género propio


de 
las sociedades industriales a nivel de discurso, y la identificación de roles

específicos y diferenciados a los comportamientos de hombres y mujeres.
- Sítuacionales; que dan cuenta de las diversas situaciones de la vida de

hombres y mujeres debido a la división sexual del trabajo y a las normas y

representaciones de lo femenino y masculino vigentes.

- Progresistas; que dan cuenta que existen rasgos que cuestionan el


orden 
vigente, y manifiestan un cambio en las relaciones sociales.

Si bien han existido avances en la concepción patriarcal en los roles,


estereotipos y proyecto de vida de hombres y mujeres, aún se mantienen
elementos que no permiten el avance hacia una sociedad más justa e
igualitaria. 
Hoy, mujeres se han incorporado al mundo público, que
históricamente ha sido de 
los varones, por lo que los esfuerzos deben estar
destinados a fomentar el uso del 
espacio privado para los hombres. En la
medida que eso no ocurra la tan anhelada igualdad no existirá.

 
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SERNAM (s/a): Curso 1 "Género y políticas públicas". UTEM. Servicio Nacional
de 
la Mujer.

 
LAS REFORMAS ESTRUCTURALES EN MÉXICO Y LA CIUDADANÍA

Norma Angélica Gómez Ríos Φ

Resumen:

Este documento tiene la finalidad de presentar una reflexión uniendo algunos


temas que son importantes, primero esta la visión del contexto desde la
perspectiva de Edgar Morín, en segundo momento esta el análisis del contexto
mexicano en cuanto a las reformas estructurales, con ejes transversales que se
presentan en este mismo contexto tales como la corrupción, el clientelismo y la
burocratización, por otro lado el ejercicio de los derechos ciudadanos en un
marco autoritario, para lo cual se define concretamente el concepto ciudadanía
y su vinculación con el tema del derecho a la ciudad y la gobernanza. Cada uno
de estos aspectos está íntimamente relacionado con el ejercicio profesional de
las/los trabajadores/as sociales, se plantea al final una pregunta ¿Qué trabajo
social necesitamos ante este contexto? Todo esto en el marco del último
Seminario de la Asociación de Trabajadores Sociales de México. (ATSMAC).

Palabras Clave: Reformas Estructurales, Corrupción, Clientelismo,


Burocratización,Ciudadanía.

                                                                                                               
Φ
 Escuela Nacional de Trabajo Social –U.N.A.M. México, D.F. entsunam2011nagr@gmail.com

 
LAS REFORMAS ESTRUCTURALES EN MÉXICO Y LA CIUDADANÍA

La gran vía no tiene puerta, millares de caminos desembocan allí.


Proverbio Zen

INTRODUCCIÓN.

CONTEXTO.

Para Morín la globalización constituye lo peor que le ha sucedido a la


humanidad. Porque la especialización compartimenta a los individuos, se
reemplazan las antiguas ignorancias por una nueva ceguera; ésta es
mantenida por la ilusión de que la racionalidad determina el desarrollo, mientas
que éste confunde racionalización tecno económica y racionalidad humana.

El cálculo ignora no sólo las actividades no monetaristas, como las


producciones domésticas y/o de subsistencia, los servicios mutuos, el uso de
bienes comunes, la parte gratuita de la existencia, también lo que no puede ser
calculado ni medido: la alegría, el amor, el sufrimiento, la dignidad, es decir el
mismo tejido de nuestras vidas.

En México este proceso que más que globalizante podemos llamarlo neoliberal
pretende a través de lo que ha llamado Reformas Estructurales que son planes
que devastan al país, ponen en manos de la empresa privada todo lo que al
Estado corresponde, justifican en nombre de la “nación”, entregar al extranjero
el petróleo, la energía, un basto ejército de mano de obra barata para el mejor
postor.

Este es un proceso de encargo de los diversos organismos trasnacionales


como el F.M.I. y el B.M. en donde el mercado es que define las políticas
económicas, políticas pero principalmente las sociales.

 
Es necesario analizar desde la vida cotidiana como percibimos esta falta de
democracia, con actos que para su análisis necesitamos separar del todo.

La corrupción.

Entendida como: Acción o efecto de corromperse, soborno, vicio o abuso.


(1994)

La corrupción es un acto ilegal que ocurre cuando una persona abusa de su


poder para obtener algún beneficio para sí mismo, para sus familiares o para
sus amigos.

Requiere de la participación de dos o más actores: uno que por su posición de


poder pueda ofrecer algo valioso y otro que esté dispuesto a pagar una
"mordida" o soborno para obtenerlo.

Estos actos los observamos diariamente desde que abordamos cualquier


transporte, en el mercado, al realizar trámites oficiales, etc; puede suceder en
los lugares menos pensados y con las personas menos esperadas.

Por ejemplo, la baja calidad de los servicios médicos puede costarle la vida a
un ciudadano enfermo. La construcción de edificios que no cumplen con los
mínimos requisitos de seguridad, pueden costarle la vida a un ciudadano
durante un temblor. La malas carreteras pueden ser muy peligrosas para los
conductores de camiones y sus pasajeros, etc.

La corrupción rompe el tejido social pues disminuye la confianza de los


ciudadanos en las instituciones, el gobierno y entre ellos mismos. También
afecta el nivel ético de la sociedad en su conjunto. En la medida en que la
corrupción se generaliza, los escrúpulos éticos se van perdiendo.

Por otro lado los dirigentes o los partidos políticos pierden su función
representativa al sumergirse o ser acusados de sumergirse en la corrupción o
el cinismo. Los partidos no son ya otra cosa que empresas políticas puestas al

 
servicio de un candidato más que de un programa o de los intereses sociales
de sus mandantes.

Los electores no tienen la sensación de gozar de una ciudadanía plena; no


tienen confianza en sus dirigentes políticos; se sienten mal o no representados.
(Saramago, 44-45)

Los expertos en economía de todo el mundo convienen actualmente que la


corrupción puede tener efectos devastadores sobre las economías que pasan
por una situación difícil.

El Banco Mundial ha señalado que el pago de sobornos a los funcionarios


públicos representa un alto costo para las empresas, lo que las mueve a
declarar a las autoridades menores ventas, costos y nómina, para pagar menos
impuestos. Por supuesto que el Estado pierde una cantidad sustancial de sus
ingresos y los pobres pueden tener llevar la peor parte al tener que pagar
mayores impuestos y recibiendo menos beneficios sociales.

La delincuencia organizada puede usar deliberadamente la corrupción para


aumentar su participación en los mercados ilegales. Por ejemplo, los que
trafican con el juego y con la droga en América del Norte y en América Latina
han pagado a los funcionarios para que hagan redadas entre sus competidores
o los mantengan alejados del país, según observa el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD). O bien las empresas corruptas pueden
intimidar directamente a los posibles rivales pagando con frecuencia a la policía
para que no intervenga. Asimismo, la delincuencia organizada puede usar
prácticas corruptas para extorsionar a empresas legales.

La corrupción en altas esferas oficiales también tiene efectos devastadores y


de gran alcance. Los funcionarios corruptos que ocupan altos cargos pueden
hacer un mal uso de la ayuda internacional, abandonar proyectos de desarrollo
esenciales o, debido a los gastos excesivos, mantener el nivel de vida por
debajo de lo tolerable.

 
La corrupción sigue avanzando y es una raíz difícil de cortar, si tomamos en
cuenta que están inmersos desde los mandos internacionales hasta los locales.
La corrupción es una práctica cotidiana en México, esta presente en la vida de
la población donde quiera que esta se encuentre, ya en los párrafos anteriores
se ejemplifico dicha práctica, enseguida mencionaremos otra práctica
íntimamente relacionada con el ejercicio del poder.

El clientelismo.

Es un término que se utiliza en el ámbito político para denotar una acción en la


que una persona recibe un “regalo” a cambio de su participación ya sea a
través de un voto, asistencia, opinión etc.

En nuestro país esta práctica ha sido muy utilizada por los diferentes partidos y
sindicatos, como por ejemplo el PRI, el sindicato de PEMEX, entre otros.

Esta práctica ha permitido a grupos y personas llegar al poder y la sociedad


tiende a reproducir esta práctica aún en las circunstancias más cotidianas
como la elección vecinal, la invitación a formar parte de un grupo en la
comunidad, en la suma de votos para una decisión familiar, etc.

Lo anterior afecta directamente a la vida democrática poniendo en tela de juicio


el concepto básico de la participación que es ponerse en acción como una
decisión personal en la que no haya cabida a la acción clientelar. La primer
pregunta que surge cuando a alguien se le invita a participar es ¿Qué me van a
dar?

El clientelismo es una práctica que ha sorprendido a los extranjeros, por su


bien tejido hilo de permanencia en el poder en particular del PRI.

La burocratización.

En el tipo ideal de burocracia de Weber existe una notoria dualidad. Por un


lado, contiene elementos empíricos inducidos por observación de ciertas

 
características presentes en organizaciones concretas. Por otro, contiene
suposiciones acerca de los atributos de tales elementos (la eficiencia) por
ejemplo, de este modo, el término burocracia puede significar cosas distintas.
Weber (1973, 21-39) por su parte tiene aportaciones interesantes desde su
teoría de la dominación y define al poder [[como la posibilidad de imponer la
voluntad de una persona sobre el comportamiento de otras]]. Y el se refiere a
un tipo especial de relaciones de poder que el llama dominación. En este tipo
de relaciones se encuentran ciertas creencias que legitiman el ejercicio del
poder, tanto a los ojos de los gobernantes como de los gobernados. Estas
creencias determinan la estabilidad en los sistemas de dominación y facilitan
las diferencias básicas en estos sistemas. Para lo cual existe una organización
administrativa que ejecute las órdenes y sirva de puente entre gobernantes y
gobernados.

En estos momentos el ejercicio de la burocracia es un ejercicio de poder, que


esta linealmente establecido, en donde el servicio a la población no es una
función, sino un favor que se le hace al otro. Los burócratas no sirven, se sirven
del poder. La población debería recibir de ellos un servicio.

Existe también los que actúan por fe, cuando existe una creencia en el pasado
eterno que legitima el poder, el líder es el superior que ordena en virtud de un
status heredado, sus órdenes son personales y arbitrarias, dentro de los límites
marcados por la costumbre, los súbditos le obedecen en virtud de una lealtad
personal o por respeto a su estatus tradicional.

Y finalmente los que tienen en la Ley su mayor apoyo ya que el pueblo


obedece las leyes porque cree que han sido establecidas a través de un
procedimiento correcto en tanto que considerado como tal por gobernantes y
gobernados; el gobernante ha sido considerado como superior porque ha
obtenido esta posición por procedimientos legales. Por lo que el gobernante
ejerce el poder dentro de lo legalmente sancionado.

También se le caracteriza por su creencia en las leyes y en el orden legal.


Están estrictamente definidos por reglas impersonales.

 
A veces se utiliza la ley para acabar con los adversarios o con aquellas
personas que estorban en el camino del autoritarismo.

Estas formas de dominación se encuentran en diversos ejemplos, pero no de


manera pura. Pero de lo que podemos estar seguros es de que la burocracia
ha penetrado gradualmente en la mayoría de las instituciones sociales, se
expresa a través de prácticas como las que se enumeran a continuación.

-Limita la espontaneidad y libertad personal en una creciente incapacidad para


comprender las propias actividades individuales en relación con los fines de la
organización.

-Genera diferencias sociales, existe un acceso privilegiado a los puestos,

-La inclusión de todos en la Ley se ve detenida por las desigualdades sociales,


el formalismo puede servir para frustrar las demandas populares de justicia
social.

-Cuando la posición del funcionario es demasiado inestable y temporal, queda


por completo a merced de los jefes políticos locales y, en tal situación, la
corrupción y el soborno ganan carta de naturaleza.

-La centralización es un atentado a la autonomía local y en general de un


sistema pluralista.

El problema central de la burocracia es la forma en que se ha desvirtuado este


servicio hacía la población, ha sido un espacio para servirse de él y no para
servir.

Como es el caso del proceso máximo de burocratización que había alcanzado


la dictadura de Stalin, Trotsky lo caracteriza.

[[como un grupo privilegiado, que no era solo de índole cuantitativo, era algo
más que el crecimiento en las dimensiones del aparato administrativo, había un

 
cambio cualitativo en el que el sentido de que la burocracia del partido se había
despegado de sus bases proletarias]].

Ya que durante la dirección de Lenin la burocracia conservó aún su carácter


instrumental al servicio del pueblo.

Con Stalin este no volvió a ser el caso. No se le considera una clase porque su
poder es puramente político no económico, la burocracia dispone de los medios
de producción solamente por delegación. El poder pasa de los escalones
inferiores a los superiores y este proceso de centralización origina conflictos.
(Mouzelis, 1973, 20)

Lenin y Trotsky tratan de explicar un fenómeno que se empieza a vivir en el


régimen Stalinista, y le apuestan al desarrollo de las fuerzas obreras para
detener el crecimiento de este grupo, que para Trotsky no tiene categoría de
“Clase”, las dimensiones que plantean Lenin y Trotsky con respecto a la forma
como se distorsiona el sentido de servicio de los funcionarios en la actualidad
también se presenta.

La burocracia no es un problema en sí mismo, creo que el problema esta en el


abandono del servicio y atención a la población en sus necesidades sociales,
es decir de la separación de su origen social ya que no es un espacio de
privilegio, es un espacio de atención y apoyo a los demás.

Afortunadamente no sucede así en todos los casos ya que existen experiencias


que permiten observar que el funcionario público da un servicio con calidad,
calidez, efectividad, respondiendo a las necesidades de la población.

La corrupción, el clientelismo y la burocracia se ven expuestas en un contexto


concreto, a este contexto lo llamaremos economía de mercado.
Ya que en muchos países, la democracia se limita a la ausencia de poder
absoluto y al triunfo de la economía de mercado.

 
El mercado esta organizado en torno a un proceso de globalización, que se
verá como un monstruo de mil cabezas pero que pienso solo tiene dos, una
que fue la primera en la cual se pensó y que impacta ahora mundialmente, en
este momento existen ricos y pobres, los ricos con el tiempo cada vez tienen
más en sus arcas familiares y los pobres cada vez son más y se extienden en
el mundo sumando los porcentajes de miseria y formas de vida completamente
deshumanizante.

La globalización en esta forma de ver el mundo parece desigual y aplastante


para los que menos tienen.

La segunda mirada es aquella que guarda expectativas acerca de la justicia y


la búsqueda de nuevas formas de organización mundial, donde los que más
tienen puedan apoyar el crecimiento de los demás y se avance en conjunto por
el bien de la humanidad y finalmente por la búsqueda de mejores condiciones
de vida de los seres humanos en relación con la naturaleza.
Ha llegado el momento de sentarnos y discutir plenamente acerca del mundo
que queremos construir.

Y para hacerle frente a esto se requiere de una participación permanente y a


largo plazo que construya procesos de autogestión e inclusión
Se dice fácil pero se requiere décadas para que los cambios se perciban y se
disfruten, sin embargo creo que lo último que podemos perder, es, la confianza
en una vida diferente y más equitativa.

Algunos valores están siendo pisoteados por todos y ya no queda claro en que
dirección mirar o caminar. La justicia como dice Saramago (Ceceña, 2002) solo
es justicia. No la que se envuelve con túnicas de teatro y nos confunde con
flores de vana retórica judicial, no la que permitió que le vendasen los ojos y
maleasen las pesas de la balanza, no la de la espada que siempre corta más
hacia un lado que otro, sino una justicia pedestre, una justicia, compañera
cotidiana de los hombres, una justicia para la cual lo justo sería el sinónimo
más exacto y riguroso de lo ético, una justicia que llegase a ser tan
indispensable para la felicidad del espíritu como indispensable para la vida es

 
el alimento del cuerpo. Una justicia ejercida por los tribunales, sin duda,
siempre que a ellos los determinase la ley, más también y sobre todo, una
justicia que fuese emanación espontánea de la propia sociedad en acción, una
justicia en la que se manifestase, como ineludible imperativo moral, el respeto
por el derecho a “ser” que asiste a cada ser humano.

Para Saramago la Declaración Universal de los Derechos Humanos podría


sustituir en la rectitud de principios y la claridad de objetivos, a los programas
de todos los partidos políticos del mundo, expresamente a los de la
denominada izquierda, anquilosados en fórmulas caducas, ajenos o impotentes
para plantar cara a la brutal realidad del mundo actual, que cierran los ojos a
las ya evidentes y temibles amenazas que el futuro prepara contra aquella
dignidad racional y sensible que imaginábamos que era la aspiración suprema
de los seres humanos.

Añadiría que a la falta de principios, objetivos y programas acompaña una


visión muy corta del poder y una parodia del ejercicio de la política, así como
una distancia enorme de los electores y sus necesidades, los partidos políticos
son cada vez más instancias que albergan pequeños burócratas con
aspiraciones muy personales y una visión de muy corto plazo.

Pero las responsabilidades van más allá de estas instancias de poder, también
esta en el adormecimiento social resultante del proceso de globalización
económica en marcha como bien señala Saramago en este mismo texto, -el
ratón de los derechos humanos acabará por ser devorado implacablemente por
el gato de la globalización económica-.

Por otro lado reconoce que en un marco de sistema democrático general se


requiere la condición de que el sistema de gobierno y de gestión de la sociedad
al que actualmente llamamos democracia fuese efectivamente democrático. Y
no lo es.

Es verdad que podemos votar, es verdad que podemos, por delegación de la


particular soberanía que se nos reconoce como ciudadanos con voto y

 
normalmente a través de un partido, escoger nuestros representantes en las
Cámaras; es cierto, en fin, que la relevancia numérica de tales
representaciones y de las combinaciones políticas que la necesidad de una
mayoría impone, siempre resultará un gobierno. Pero igualmente cierto es que
la posibilidad de acción democrática comienza y acaba ahí.
La formación de la cultura política y la libertad en acciones y decisiones no se
ha construido todavía. Como lo vimos anteriormente.

Los gobiernos que para bien o para mal elegimos y de los que somos, por lo
tanto, los primeros responsables, se van convirtiendo cada vez más en meros
comisarios políticos del poder económico, con la misión objetivo de producir las
leyes que convengan a ese poder, para después, envueltas en los dulces de la
pertinente publicidad oficial, y en particular introducirlas en el mercado social
sin suscitar demasiadas protestas salvo las de ciertas minorías eternamente
descontentas.

Reconoce entonces que urge promover un debate mundial sobre la democracia


y las causas de su decadencia, sobre la intervención de los ciudadanos en la
vida política y social, sobre las relaciones entre los estados y el poder
económico y financiero mundial, sobre aquellos que afirman y aquellos que
niegan la democracia sobre el derecho a la felicidad y una existencia digna,
sobre las miserias y esperanzas de la humanidad o, hablando con menor
retórica de los simples seres humanos que la componen, uno a uno y todos
juntos.

Creo que cuando se dice esto se esta en concordancia con muchas voces que
dicen igual, y también se estará en contra de muchas más, creo que este es un
ejercicio pleno del derecho de expresión que es una característica de la
democracia.

Una vez reconocidas las limitaciones de la democracia y sus posibilidades


podemos desarrollar algunos ejemplos de la relación entre la población y la
vida institucional en la que estamos inmersos.

 
Cuando un sistema es incapaz de tratar sus problemas vitales, se degrada, se
desintegra, o bien se revela capaz de suscitar un meta-sistema que produzca
las condiciones para tratar sus problemas: se metamorfosea.

Para ir hacia la metamorfosis, es necesario cambiar de vía. Todo comienza


siempre con una iniciativa, una innovación, un nuevo mensaje.

Esta vuelta ya comenzó, pero sin que se sepa. Nosotros estamos en la etapa
de preliminares modestos, invisibles, marginales, dispersos. Ya existen, en
todos los continentes, en todas las naciones, ebulliciones creativas, multitudes
de iniciativas locales en el sentido de la regeneración económica o social o
política o congnoscitiva o educativa o ética o existencial.

Se trata de reconocerlas, de recensarlas, de reunirlas, de repertoriarlas, con el


fin de abrir una pluralidad de caminos reformadores. Son estas vías múltiples
que podrían, en su desarrollo conjunto, conjugarse para formar la Vía Nueva, la
cual descompondrá la vía que seguimos y nos dirigirá hacia la, todavía invisible
e inconcebible, metamorfosis.

Lo que uno puede esperar no es el mejor de los mundos, sino un mundo mejor.
(p. 297) (…) Todo tiene que ser reformado y transformado. Pero todo comenzó
sin que todavía se lo sepa. Miradas de iniciativas florecen un poco por todas
partes sobre el planeta.

Por cierto, son a menudo ignoradas, pero cada una, sobre su vía, aporta
confianza y conciencia. Trabajemos en diagnosticar, en transformar.
¡Trabajemos en religar, siempre religar! (p. 297).
Repitámoslo: las reformas son solidarias, no son solamente institucionales,
económicas, sociales, ellas son también mentales, y necesitan una aptitud para
concebir y abrazar los problemas fundamentales, la aptitud que requiere una
reforma del espíritu.

 
Las virtudes de la crisis. Al mismo tiempo que fuerzas regresivas o
desintegrantes, las fuerzas generadoras/creadoras se despiertan en las crisis
(p. 299)

Las virtudes del peligro. «Allí donde crece el peligro, crece también lo que
salva» Allí donde crece la desesperanza, crece también la esperanza.

25La aspiración multimillonaria de la humanidad a la armonía. Ella se expresó


en los paraísos, después en las utopías, luego en las ideologías
libertarias/socialistas/comunistas, luego en las aspiraciones juveniles de los
años 1960 (Paz y Amor) y en las revueltas estudiantiles de Mayo del 68. Esta
aspiración renace y renacerá sin cesar (p. 299).

Este es el marco en el que ante una visión de catástrofe como inicia Morín en
su texto se entreteje un mundo que es posible reconstruir desde lo local, desde
las experiencias de la sociedad organizada, pero principalmente desde la idea
de que es posible.

En México como en el planeta existe una crisis, con sus propias


particularidades, con sus propios conflictos y sus recursos. La pregunta sería ,
¿Esta nueva vía será posible construirla en el país?

Si miramos en el proceso histórico la desigualdad imperante en la sociedad


mexicana y el crecimiento de las funciones asumidas por el Estado, favoreció el
desarrollo de una relación asistencialista entre la autoridad pública y los grupos
demandantes de servicios, esta relación más allá de su carácter instrumental,
fortaleció una cultura pragmática orientada hacía la gestoría.

Esta relación rebasa la instauración de canales de transmisión de demandas


para generar practicas y expectativas asentadas en amplios sectores de la
población, esto nos permite entender las dificultades del surgimiento de una
cultura ciudadana, basada en la igualdad jurídica en términos de ejercicio de
derechos políticos e individuales por el conjunto de los integrantes de una
sociedad nacional. En una democratización política, la ciudadanía esta

 
acompañada de la noción de responsabilidad política de los gobernantes hacía
los gobernados. (O´Donell 1991, p.32)

El autoritarismo en México se refleja en la competencia electoral constituida en


un espacio de representación subordinada: Las elecciones tenían efectos de
demostración y una función legitimadora del sistema en su conjunto (Lomnitz y
Adler, 1990, p.32)

Las organizaciones y movimientos sociales por más autónomos que sean se


encuentran frente a un reto de consolidación y adaptación institucional cuando
entran en relación el Estado y el sistema de partidos y a la vez tanto el Estado
como los partidos políticos deben resolver institucionalmente la forma que
adoptan sus relaciones con los movimientos y organizaciones sociales. Esta es
la importancia de la transferencia institucional en el desarrollo de la acción
colectiva y este es uno de los mayores retos para la democracia y las
posibilidades locales de organización de la sociedad.

Para lograr que se refleje en la ciudadanía como una condición política y social,
se trata entonces de grupos que se constituyen como diferentes a partir de su
identidad socio-cultural, es necesario pensar en la construcción de un espacio
público que pueda acoger las múltiples pertenencias comunitarias en la
reconstitución que acoja en su seno a las diferencias y a la vez impidan la
fragmentación.Es la capacidad para integrar las exigencias de justicia y
pertenencia, por un lado la tendencia instalada de creciente indiferencia de los
ciudadanos en su calidad de votantes y por otro las nuevas reglas de juego
impuestas por la globalización lo que provoca una crisis en las identidades
políticas.

Sus componentes centrales son: pertenencia, jerarquía, igualdad.Marschall


considera a la ciudadanía en tres dimensiones: la civil, la política y la social; la
define como la fuerza opuesta a la desigualdad en tanto se trata de derechos
universales que comparten todos y cada uno de los miembros de una
comunidad nacional.La ciudadanía civil: Se corresponde con los derechos

 
legales.La ciudadanía política: Se refiere a los derechos de participar en el
poder político ya sea como votante o mediante la práctica política activa.

La ciudadanía social: Se refiere al derecho de gozar cierto estándar mínimo de


vida, de bienestar y de seguridad económica. Como refiere Nora Aquín para lo
cual es importante realizar el esfuerzo de reconocer la multiplicidad de
particularidades a partir de las prácticas conjuntas. Generar lógicas de acción
colectiva basadas en el reconocimiento de la diversidad respecto a otras
diversidades, pero implementando al mismo tiempo un accionar conjunto.

Hacer de la ciudadanía una práctica de la palabra, el gesto, la imagen y la


acción. La ciudadanía como uno de los compromisos ético-políticos, en tanto
sostenemos los demás compromisos con la sociedad civil en una actuación
transversal.Una de las demandas centrales de este ejercicio ciudadano será el
del derecho a la ciudad con la finalidad de fortalecer a la sociedad civil cada
vez más autónoma y con capacidad de organización interna e interlocución con
los gobiernos y con otros actores políticos. Incidir en la construcción de formas
más democráticas de organización que posibiliten la creación de nuevas
relaciones sociales. Relaciones sociales que se tejen en las ciudades y para lo
cual es necesario también ejercer el derecho a la ciudad, que como concepto
fue introducido por Lefebvre (1969) la ciudad como un espacio construido y
perteneciente al hombre, en el análisis de la ciudad convertida en una
mercancía al servicio exclusivo de los intereses de la acumulación del capital
(Mathivet,2010).

Rescatar el escenario de encuentro para la construcción de la vida colectiva ,


según Enrique Ortiz “Construir una ciudad para la vida digna a partir de: la
producción social del hábitat, del espacio físico, una producción económica de
la ciudad que sea sustentable, una producción social de la ciudad para
entenderla como el lugar de la sociabilidad , de las relaciones, de los vínculos,
una producción cultural basada en la identidad de sus habitantes y en la
construcción de símbolos que permitan la cohesión social y una producción
política que fortalezca la democracia a través de una mayor participación de la
sociedad en los asuntos públicos.En la acción política permite la creación de

 
ciudadanía como elemento fundamental en el intento de generar cambios en
los estados que hagan efectivos los derechos de los habitantes de la ciudad;
pone a los ciudadanos como protagonistas y pone marcado énfasis en los
derechos humanos.

Ejemplo: La red promotora del derecho a la ciudad, como complejo entramado


de relaciones entre los más diversos actores políticos, sociales y económicos
que forman redes sociales que tienen como objetivo final incidir en la toma de
decisiones colectivas que un régimen democrático supone entonces que el
proceso de formación de ciudadanía se produce para la pertenencia progresiva
a un variado número de redes sociales que también son redes civiles. Este
proceso es el que crea y fortalece a la sociedad civil. Concebida de esta forma,
la sociedad civil está formada por un vasto conjunto de redes sociales en el que
las personas y las instituciones se implican y son implicadas” (Requena, 2008,
p.11)Para lograr lo anterior y como infiere Morín este mundo posible y mundo
mejor requiere de una buena gobernanza entendida como la acción de
fomentar de manera proactiva la participación de la sociedad civil en la toma
democrática de las decisiones para ampliar su legitimidad a partir de la
transparencia y la eficiencia administrativa.Demanda establecer un marco
ampliamente aceptado que permita institucionalizar la interacción entre grupos
interesados; negociar los intereses contrapuestos y mitigar los conflictos, para
determinar así la forma en que se llevarán a cabo la toma de decisiones y el
ejercicio de poder. Ese México mejor es posible y el sueño es que la sociedad
organizada pueda contrarrestar los efectos de la globalización y la política
neoliberal, hasta ahora parece fragmentada, débil e inconsistente, pero se abre
caminos todos los días a partir de las experiencias locales que requieren ser
integradas que van más allá de la gestión buscan un Buen Vivir como filosofía
de su existencia.

Fuentes Consultadas.

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Ciudadanía, Argentina, Escuela de Trabajo Social de Córdoba.

 
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REQUENA, Santos Felix, (2008), Redes sociales y sociedad civil, CIS, Madrid.

 
Reflexiones y conclusiones Mesa 4

La Política latinoamericana y del Caribe como respuesta de la cuestión social


y su relación con los aportes de la intervención profesional situada.

l.-Propóslto: Generar las bases de una agenda del Trabajo Social de América
Latina y el Caribe que recoja la revisión y análisis críticos de los escenarios del
debate contemporáneo del Trabajo Social y sus proyecciones regionales , tanto
en su formación como , ejercicio y práctica profesional; e identificando sus
tendencias y desafíos en el corto, mediano y largo plazo.

II.-Interrogantes para el debate: Al respecto entonces, nos surgen numerosas


interrogantes, que guían nuestra refiexión y que pretendemos revisar, debatir,
concluir y aportar, .. entre los cuales, cabe mencionar:

¿Cuáles son los escenarios políticos, sociales, culturales y económicos que


enfrenta la política social Latinoamericana y del Caribe?

¿Qué escenarios específicos tenemos hoy en día para hacer frente e intervenir
diferentes contextos sociales y culturales, que permitan la promoción y defensa
derechos humanos desde la política social?

¿Siguen siendo la educación, la vivienda y salud, las necesidades y


problemáticas asociadas, a la cuestión social?

¿Cuáles son las categorías emergentes más relevantes en nuestro ejercicio


profesional vinculado a la política social latinoamericana y del Caribe?

¿Cuáles son los encuentros y desencuentros de la Política Social


latinoamericana y el Caribe y la cuestión social?

Principales conclusiones

 
• de las intervenciones desarrolladas se puede establecer que en la
Actualidad se avanza en la configuracion idiologica de las pollticas sociales Y
del trabajo social incidiendo significativamente en su desarrollo y
Profundizacion.

• la idiologia de la neutralidad fomentada por el trabajo social durante las


Ultimas decadas, afecta considerableme-nte el ejercicio profesional,
Limitando las fuerzas del cambio social. Situacion en la que se ha ido
Avanzando en los ultimos años.

• que las pollticas publicas continuan desarrollandose desde las cupulas


del Poder, sin considerar a las personas como su eje, ni menos condiciones
Geograficas, sociales, culturales o etnicas, afectando considerablemente a Los
territorios mas aislados, y a la poblacion vulnerable, lo que se deja ver En los
reiterados conflictos sociales existentes durante los ultimos años.

• la sobrefocallzacion mecanizada de los beneficios monetarios o sociales,


Afecta considerablemente la dignidad de las personas, se debe avanzar a la
Universallzaclon de los derechos sociales de las personas, grupos o
Comunidades.

• los programas sociales en la actualidad se implementan solo


preocupados Por el cumplimiento de metas cuantitativas, y no por el desarrollo
y logro De los objetivos planteados. Sumandose a la burocratizacion de los
sistemas, A la terciarizaclon (sub-empleo de profesionales o tecnicos) de los
servicios Publlcos - sociales, afectando la calidad de las prestaciones, y la
calidad del Empleo. Es importante saltar de lo cuantitativo a lo cualitativo, dada
la Precariedad del trabajo social.

• como tematicas emergentes, resurge el fortalecimiento del trabajo social


En terreno, la reconceptuallzacion continua de la profesion, la vinculaclon De
las universidades con el gremio que se debe profundizar y fortalecer.

 
• la participacion del trabajador social, es fundamental en la opinion
publica, En el gremio y en la formulacion y ejecucion de las pollticas sociales.

• es necesario que el trabajo social, siga profundizando su intervencion


desde Lo interdiscipllnario a transdicipllnario con el fin de profundizar los
Procesos de intervencion social - familiar, grupal, y comunitario.

• fomentar la descentrallzacion de las pollticas publicas, así como el


Contacto cara a cara, centrando nuestros ejes de intervencion en los Derechos
humanos - deerechos sociales de las personas y su contexto,
Permitiran sin lugar a dudas procesos sociales mas adecuados, pertinentes y
Productivos para el cambio social, en un pais fortalecido Democraticamente,
donde debe primar el respeto de los derechos e Individualldades tanto de las
personas como de los territorios.

• por consiguiente, esto definira claramente desde donde miramos a las


Pollticas sociales, si las realizamos desde las poblaciones o territorios, y si
Surgen desde las bases, su avance sera mas significativo, promoviendo los
Derechos de las personas - comunidades, se construiran mas y mejores
Oportunidades, avanzand en una sociedad libre, solidaria, y disminuida.

 
Ponencias expuestas fuera de paneles y mesas

CONCIENCIACIÓN AMBIENTAL EN LA CONSERVACION DE


ECOSISTEMAS.

María Fernanda Ortiz García124


Eduardo Mantilla Pinilla125

Resumen

La creciente preocupación por la acelerada alteración de los ecosistemas


terrestres, que comprometen directamente la supervivencia humana, motiva
impulsar la concienciación ambiental de cada sociedad, y representa un gran
desafío para los educadores sociales en el mundo contemporáneo. Un sistema
educativo que aliena las formas de pensar, que no permite problematizar la
cuestión social y anima a las personas a competir por metas particulares, es sin
duda, una educación que impide afrontar problemas de coyuntura socio-
ambiental. De ahí que sea necesaria una educación popular para la
transformación mental; una educación de corte Freireano que posibilite las
bases de la concienciación, como sistema educativo no tradicional, con
currículos flexibles y reflexivos. El trabajo se centra en la educación en la
primera infancia (0 a 5 años) y la niñez (6 a 11años) base de una
concienciación socio-ambiental, porque es ahí donde se forman las
capacidades y condiciones esenciales para la vida, permitiendo el desarrollo de
seres humanos capaces de actuar con sentido crítico.

PALABRAS CLAVE: Alteración ambiental, Educación popular, Concienciación


Ambiental, Transformación, Crítica social, Conservación ecosistémica, Primera
infancia, Niñez.

                                                                                                               
124
Estudiante de Trabajo Social; Universidad Industrial de Santander -UIS-,
Bucaramanga, Colombia, tsfernandaortiz@gmail.com
125
Docente USTA-UIS , Bucaramanga Colombia, edomantillap@gmail.com

 
CONCIENCIACIÓN AMBIENTAL EN LA CONSERVACION DE
ECOSISTEMAS

Introducción

Cuando se lleva a la discusión el tema de los problemas ambiéntales en la


búsqueda de responsable yo posibles soluciones, la educación emana como
herramienta importante para detener tan peligroso proceso de destrucción del
hábitat humano. Pero surgen las preguntas ¿Qué tipo de educación? ¿En qué
momento y conque fines se debe educar?. Ahora bien, buscar respuesta a los
interrogantes siempre ira ligado a los propósitos, del educar, que en esencia es
procurar un verdadero desarrollo, es construir una cultura protectora del
planeta y la vida en el, lo cual es cuestión de conciencia. Conciencia que se
debe construir desde las diferentes formas, tipos y medios de educación.

El aprendizaje como proceso natural en el ser humano, es el reto más largo al


que nos enfrentamos, pues se inicia incluso antes del nacimiento,
prolongándose a lo largo de toda la vida. Peter Hepper en sus estudios de
psicología y salud prenatal y perinatal, demuestra como el feto en la constante
exposición sonora procesa los audios más significativos que luego del
nacimiento el neonato identificará para demostrar su interés por los mismos.
"Lejos de limitar su vida perceptiva al mundo sonoro, el feto se informa
asimismo a nivel vestibular, olfativo, gustativo y táctil." (Auriol, 2003).

Cuando el bebe nace comienza a experimentar diversas situaciones utilizando


todos sus sentidos en el proceso. Se evidencia en "el caso de un infante de
cuatro semanas que deja de llorar por hambre justo antes de que su madre le
tome en brazos para alimentarlo. Queda claro que el infante ya ha desarrollado
una conexión mental entre su alimentación y los actos de su madre: su
experiencia previa le ha enseñado que el alimento está por llegar. Al observar
que el llanto de la criatura vuelve a aumentar si la madre se aleja sin tomarla en
brazos, podemos confirmar que ha ocurrido un aprendizaje". (Universidad
Manuela Beltran, 2001)

 
El desarrollo del (a) niño (a) quien en sus primeros años de vida tiene ante sus
ojos un mundo social constituido por cantidad de códigos culturales que debe
descifrar, comprender, interiorizar, asumir o rechazar, y reelaborar. Los padres,
los maestros, los acompañantes del proceso, quedan encargados de la labor
más importante en estas primeras etapas, la educación. Para Erich Fromm "La
educación consiste en ayudar al niño a llevar a la realidad lo mejor de él", pues
la realidad en la que el (a) niño (a) vive prima en comunicarle las nociones
básicas para su crecimiento, y él en esa relación recíproca reconfigura sus
propias ideas. En consecuencia, si se quiere prosperar en una cultura que
garantice la conservacion de los ecositemas que constituyen el planeta, se
debe avanzar en la concienciaciòn ambiental, partiendo de estrategias
educativas desde la infancia, lo cual es abordado en este escrito.

La educación ambiental es una respuesta a la preocupación por el deterioro de


las condiciones naturales del planeta tierra. Contaminación, cambio climático,
gases efecto invernadero, energía, agua, explotación, etc…, y las medidas para
afrontar dicha alteración, son el tema principal en ciencias ambientales. Educar
en una conciencia ambiental de protección y valoración de los ecosistemas
permite al ser humano identificar la relación de dependencia que tiene con la
naturaleza, haciéndole parte de ella, comprendiendo sus dinámicas y
cooperando para la mutua supervivencia. Si agregamos el componente
problematizador y reflexivo del enfóque educativo expuesto por Paulo Freire,
conducimos la conciencia crítica al accionar transformador, y es ahí donde se
revela la esencia de la educación.

Reflexión como principio básico para la educación concienciadora.


"Las orientaciones fundamentales, así como los principios básicos de la
educación ambiental en todo el mundo se establecieron en la conferencia
intergubernamental de educación ambiental de Tbilisi celebrada en 1977."
(Sánchez, 2001) La conferencia gira en torno a la necesidad de aunar fuerzas
para afrontar el "acelerado desequilibrio de la naturaleza" a merced del poder
humano. Alteración que suma varios centenares de años en la historia de la
civilización.

 
"Mediante la utilización de los hallazgos de la ciencia y la tecnología, la
educación debe desempeñar una función capital con miras a crear la
conciencia y comprensión de los problemas que afectan al medio ambiente.
Esa educación ha de fomentar la elaboración de comportamientos positivos de
conducta con respecto al medio ambiente y la utilización por las naciones de
sus recursos." (UNESCO, PNUMA, 1977)

El enfóque ambiental de los años setenta expresa claramente la preocupación


globalizada de conservar lo que aún se tiene y recuperar lo afectado en materia
de recursos naturales, otorgando a la educación ambiental la responsabilidad
de la concienciación, elemento primordial si se busca la transformación social.
Actualmente se conserva la misma preocupación, y se puede decir que ha
aumentado; "el reto actual, de la misma manera que lo fue hace más de 20
años en la conferencia de Tbilisi, sigue siendo cómo llevar los principios
filosóficos y éticos planteados a la práctica educativa." (Sánchez, 2001)

El dilema es lograr patentar los fundamentos de la educación ambiental en los


hogares, los colegios, las universidades, educación formal y no formal, en la
empresa, el sector público y privado, en el niño y el adulto; es obtener un
cambio en el paradigma, en la forma de pensar y concebir el mundo, es
transformar la realidad sin sobrepasar la raya de la utopía, pisando fuerte en la
esperanza, seguros del potencial y convencidos de que existe voluntad para tal
fin. El dilema crece al revisar la forma en como se ha implementado la
educación ambiental en las últimas decadas. "El resultado ha sido la
reproduccion de una visión fragmentada de la realidad, dejando a menudo de
lado, los componentes sociales, económicos, politicos y culturales del deterioro
ambiental. A su vez, el quehacer ambiental se sigue basando en disciplinas
aisladas, sin que esto contribuya a la generación de un pensamiento crítico y
responsable." (Sánchez, 2001)

Es indispensable articular el conocimiento de los problemas del medio natural y


social, identificando las causas y los efectos para hablar de educación
ambiental entendida como "la acción [pedagógica] permanente por la cual la
comunidad educativa tiende a la toma de conciencia de su realidad global, del

 
tipo de relaciones que las personas establecen entre sí y con la naturaleza, de
los problemas que se derivan de dichas relaciones y sus causas profundas.
Ella desarrolla mediante una práctica que vincula al educando con la
comunidad, valores y actitudes que promueven un comportamiento dirigido
hacia la transformación superadora de esa realidad, tanto en sus aspectos
naturales como sociales, desarrollando en el educando las habilidades y
aptitudes necesarias para dicha transformación" (Gonzáles, 2001)

La EA nos propone una mirada holística de la realidad; la integración de cada


uno de los componentes presentes en el plano vital apreciando las múltiples
interacciones que lo caracteriza. La comprensión del contexto social no se
logra si parcializamos el todo, si estudiamos aspectos emancipados, que solo
conllevan a percepciones restringidas, y por consiguiente a intervenciones
reducidas, ineficaces y muchas veces equívocas. "Para comprender la
naturaleza compleja del medio, deriva de la interacción de sus aspectos
biológicos, físicos, sociales y culturales en el espacio y en el tiempo, asi como
la interdependecia económica, política y ecológica del mundo." (Gonzáles,
2001)
Siguiendo la misma linea, otro aspecto interesante dentro de la EA supone la
necesidad de promover una educación interdisciplinaria, proponiendo "no solo
la adquisición de conocimientos y técnicas, sino el despliegue de prácticas
comunitarias a ejercer sobre medios determinados y con un carácter
permanente…" (Gonzáles, 2001)

Paulo Reglus Neves Freire, educador y filósofo brasileño, reconocido por


exponer una educación alternativa desde su enfóque crítico, a la que se le
coonoce como "educación popular", o liberadora, o problematizadora, nacio en
Recife, capital de Estado brasileño de Pernambuco, una de las regiones más
necesitadas de todo el continente latinoamericano. Esto le llevo a estudiar la
problématica de la pobreza y muy especialmente la educación de los
pobladores, convencido de que ésta les permitiria reconocer su calidad de
seres humanos defendiendo sus derechos como evocación del proceso
libertario.

 
Freire incorpora al proceso educativo el componente concientizador que para él
se encuentra intimamente ligado con la liberación, correspondiendo esta al
completo conocimiento del medio circundante que se cohabita, para luego
incurrir en la transformación del mismo; todo ello en función del bienestar
social.

"La concientización es la mirada más crítica posible de la realidad, y que la


desvela para conocerla y conocer los mitos que engañan y que ayudan a
mantener la realidad de la estructura dominante" (Chesnaey, 2008) "Los
costarricenses Francisco Gutiérrez y Cruz Prado (2000) en su libro
Ecopedagogía y Ciudadanía Planetaria exponen que el concepto de
ecopedagogía parte del supuesto de que el ser humano se entiende no como el
centro sino como uno más que forma parte del eco, del todo, del ambiente, del
planeta." (Zingaretti, 2008) Conexión directa que le permite identificar su papel
dentro del mismo.

Para la Real Academia Española Conciencia, (del latín conscire, conscientia)


significa "propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos
esenciales y en todas las codificaciones que en sí mismo experimenta;
conocimiento interior del bien y el mal; conocimiento reflexivo de las cosas…"
"Paulo Freire se ocupó de los hombres y mujeres "no letrados", de aquellos
llamados "los desarrapados del mundo", de aquellos que no podían construirse
un mundo de signos escritos y abrirse otros mundos, entre ellos, el mundo del
conocimiento (sistematizado) y el mundo de la conciencia (crítica). Porque para
Freire el conocimiento no se transmite, se "está construyendo": el acto
educativo no consiste en una transmisión de conocimientos, es el goce de la
construcción de un mundo común." (Fernández, 1999)

Se deben tener en cuenta otros componentes del enfóque de la educación


popular de Freire para comprender la concienciación en la EA. "La
«deshumanización» es consecuencia de la opresión, y afecta a los oprimidos y
a quienes oprimen. Los oprimidos, en reacción contra los opresores, a quienes
idealizan, desean convertirse a su vez en opresores. Es una gran
contradicción, que desafía al oprimido proponiéndole una nueva fórmula,

 
transformarse en los restauradores de la libertad de ambos. De esta forma,
debería nacer un hombre nuevo que supere la contradicción: ni opresor ni
oprimido: un hombre liberándose, humanizándose." (Martínez & Sánchez) En
este sentido, humanizar relaciona en su concepto tanto al medio de relaciones
sociales, como al medio natural y la relación con el mismo. La noción de lo
humano implica sensibilidad.

Dentro de la educación problematizadora se rechaza el sistema unidireccional


de las relaciones educativas, lo llama "educación bancaria". La dialogicidad
permite que educador y educandos se eduquen entre sí haciendo de la palabra
"una unión inquebrantable entre acción y reflexión". "Ambas en relación
dialéctica establecen la praxis del proceso transformador. La reflexión sin
acción, se reduce al verbalismo estéril y la acción sin reflexión es activismo. La
palabra verdadera es la praxis, porque los hombres deben actuar en el mundo
para humanizarlo, transformarlo y liberarlo." (Martínez & Sánchez, 2004)

En el escenario de la EA, la concienciación como proceso marca la pauta


central; entendida esta como el conocimiento y reconocimiento reflexivo de la
realidad, en un tiempo y lugar determinados que permita acumular poder
intelectual y práctico para la construcción de un ambiente libremente común. La
Cultura es ese ambiente libre y común, cambiante y cíclico dependiendo de las
necesidades situacionales de la cada sociedad. La una conlleva a la otra. La
concienciación crea la cultura, en este caso la cultura de lo ambiental; y "los
códigos culturales nos ayudan a antender los diferentes significados que las
personas dan a las cosas de manera inconsciente." (Rapaille, 2006) El
verdadero reto es que sean conscientes.

El papel de la conservación:

El objeto de estudio en Ecología son los ecosistemas, el cuál posee ciertas


propiedades que pueden ser afectadas por la interacción de los organísmos
con su ambiente. "La biosfera, esa "delgada capa" que ocupa lo primeros
kilómetros de la atmósfera, la superficie de los continentes y los océanos hasta
los fondos de sus más profundos abismos, donde se desarrolla y manifiesta la

 
vida en nuestro planeta en todo su potencial, se ha ido "construyendo" a lo
largo de centenares de millones de años, durante los cuáles la "cadena de la
vida", transmitida a través del código genético, ha originado su enorme
complejidad. Esta gran complejidad no se ha estructurado al azar, sino que los
individuos se organizan en bloques más o menos grandes que podemos
denominar "ecosistemas". (Turnes, 2002)

"La palabra ecosistema es un neologismo acuñado por primera vez en 1935


por el ecólogo y botanista inglés, Arthur G. Tansley (1871-1955) usando la
palabra griega oikos que traduce casa, hábitat; y la palara sistema que significa
normas, procedimientos." (dechile, 1998)

Las definiciones de ecosistema varían según los diferentes autores, y por


supuesto, el contexto histórico en el que se han expuesto. Por ejemplo "para
Ramón Margalef, se trata de sistemas formados por individuos de muchas
especies, en seno de ambientes de característica definibles, e implicados en un
proceso dinámico e incesante de interacción, ajuste y regulación, expresable
bien como intercambio de materia y energía, bien como una consecuencia de
nacimientos y de muertes, y uno de cuyos resultados es la evolución a nivel de
las especies y la sucesión en el sistema entero. Un sistema de este tipo, es
decir formado por organismos vivos, un retazo cualquiera de la biosfera, es un
ecosistema. La palabra ecosistema no se usa en el sentido de unidad concreta,
sino de nivel de organización." (Turnes, 2002)

Cada "retazo cualquiera de la biosfera" posee características particulares,


propiedades físicas donde se agrupan los factores abióticos locales, como el
clima y la geología, y los demás organismos que comparten ese hábitat, es
decir el componente biótico. Cada organísmo posee un papel determinante
dentro de los diferentes ecosistemas, y afecta al mismo dependiendo de su
interacción con todas las propiedades que le acompañan. "Por ejemplo, la
sustitución completa de un bosque por un pastizal para la cría de ganado, lleva
consigo no sólo la pérdida de especies vegetales y animales, sino además se
alteran procesos tales como la filtración de agua en el suelo o la disponibilidad
de nutrientes en los suelos. Estos cambios terminan repercutiendo en

 
cuestiones como la disponibilidad de los recursos agua y suelos fértiles para
las propias comunidades humanas." (Castillo & Gonzáles, 2009)

Es indispensable pensar en la relación de afectación dentro de cada


ecosistema, sí un elemento altera su condición, seguidamente alterará la
condición de los demás elementos, lo que conlleva a alterar las condiciones de
su ambiente, tal cual efecto dominó, puesto que es un sistema. "En la
naturaleza todas las especies de un ecosistema se relacionan directa o
indirectamente y su permanencia en el tiempo está condicionada por estas
relaciones, y es por ello que la conservación de la biodiversidad no puede ser
entendida en términos de especies aisladas, por lo menos no a largo plazo."
(Fontúrbel, 2009)

Se observa que "el enfóque estructural de la ecología acuática involucra el


trabajo clásico de botánicos y zoólogos de colección, identificación y registro
de la abundancia de las especies, sin embargo no es suficiente para entender a
un lago como un sistema. Para ello es imprescindible entender las
propiedades internas del lago, lo que colectivamente denominamos función.
Una forma de entender el funcionamiento es analizar procesos centrales, como
la producción primaria (producción, productividad, producto)". (Universidad de
la República de Paraguay, 2007)

Para nadie es un secreto que el momento histórico por el cuál pasa la


humanidad está cargado de preocupaciones en torno a la escasez de los
recursos naturales. Preocupaciones que se tornan cada vez más
trascendentales, y han abarcado aceleradamente todas las esferas de la
sociedad.

Los seres humanos a lo largo de la historia de la humanidad nos hemos


encargado de administrar los recursos existentes en cada uno de los
ecosistemas que habitamos; administrar en el sentido de hacer uso de dichos
recursos según se crea conveniente, no precisamente cumpliendo el principio
ético de responsabilidad ante la utilización y distribución apta de los mismos. La
necesidad de aportar al modelo económico actual y a su fin último de la

 
acumulación de capital, ha ocasionado severas afectaciones en el equilibrio
natural de la biosfera. Dicha situación parece no tener "vuelta de hoja", y aún
cuando todos los seres humanos comprendemos cuál es la solución para
frenarla, la estructura socio-política, y el sistema económico mundial legitimado
no lo permiten. Por ello las políticas ambientales hablan solo de restauración,
rehabilitación y recuperación, medidas que centran su atención en los efectos,
más no en las causas.

Se comienza entonces a hablar de la conservación. "Como consecuencia de


todo el movimiento realizado entre 1972 y 1992, se celebra la primera Cumbre
de la Tierra en Rio de Janeiro (Brasil), donde dignatarios de estado de todo el
mundo, junto con representantes de organizaciones no gubernamentales
involucradas en el área y expertos en el tema se reunieron para definir los
lineamientos del mundo en cuanto al aprovechamiento sostenible de los
recursos naturales y el control de la contaminación y la degradación de los
ambientes." (Fontúrbel, 2009).

El enfóque de conservación que opera hoy día está basado en los pequeños
cambios dentro del sistema para que nada cambie, llamado por las ciencias
sociales el "gatopardismo". "El hecho o procedimiento de "cambiar algo para
que nada cambie", tiene su origen en la paradoja expuesta en la novela El
gatopardo, del escritor italiano Giuseppe Tomasi diLampedusa.

La cita original expresa la siguiente contradicción aparente: /Si queremos que


todo siga como está, es necesario que todo cambie/. /¿Y ahora qué sucederá?
¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual
pese a que todo habrá cambiado/. /…una de esas batallas que se libran para
que todo siga como está/." (AVIZORA, 2001)

"El todo es más que la suma de sus partes". Aristóteles al avanzar en el


concepto holístico indica el deber de analizar cada uno de los aspectos de un
tema con sus relaciones obvias e invisibles. "El holismo es una posición
metodológica y epistemológica según la cual el organismo debe ser estudiado
no como la suma de las partes sino como una totalidad organizada, de modo

 
que es el "todo" lo que permite distinguir y comprender sus "partes", y no al
contrario. Las partes no tiene entidad ni significado alguno al margen del todo,
por lo que difícilmente se puede aceptar que el todo sea la "suma" de tales
partes."

La percepción que se tiene de la conservación no corresponde para nada al


holismo; se tiene una visión fragmentada del ecosistema, desconociendo la
relación de afectación citada anteriormente en este texto. Si dentro del
ecosistema los elementos se afectan entre sí, sobre la biosfera los ecosistemas
se complementan; uno de ellos pierde el equilibrio y las consecuencias se
verán reflejadas en los demás.

El papel de la educación, en función de la conservación de ecosistemas se


plantea como un gran reto que debe ser abordado desde la raíz, desde las
causas. Construimos un castillo sobre tierra movediza, a simple vista se podrá
considerar como la octava maravilla del mundo, pero ignorar las condiciones
que lo soportan le llevarán a un inexorable y devastador final. Y aun cuando se
conozcan, pero no se haga nada al respecto, y la tarea de maquilla prosiga, la
sorpresa podrá ser aún más demoledora.

Pedagogía en construcción:

Dos siglos después del grito de "independencia" donde se promulgaba la


soberanía del pueblo desde la perspectiva democrática, ni democracia ni
soberanía son cultivadas en las mentes de los ciudadanos que conforman el
"pueblo". Y no solo desde el ámbito político, aunque todo lo social requiere de
ello, sino específicamente desde el ámbito personal, el papel del ser humano
en la educación para la sociedad.

Para Inmanuel Kant "tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser
hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él." Como ya
hemos dicho, si el ser humano no recibe orientación de aquello que ya está
construido a su llegada en el mundo social, no podrá resignificar su presencia
dentro de él.

 
Juan Manuel Fernández Moreno plantea la educación como el goce en la
construcción de un mundo común; común entendido como la horizontalidad en
las relaciones. Cada ser, dentro del ambiente que se encuentre, cumple una
función específica, y si deja de hacerlo a simple vista no parece afectar, pero al
abandonar su poder de acción y decisión abandona su esencia básica. Cuando
este comportamiento se reproduce, con él se reproducen todas las pobrezas
empezando por la intelectual.

El sistema socio-político actual no le permite al individuo ser sujeto, (actor con


alto nivel de voluntad y participación) pues no le conviene, y esto se refleja en
todas las dimensiones de lo cotidiano. Las mentes se reducen cada vez más, el
desconocimiento, la enajenación y la alienación se convierten en "pan de cada
día", no hay capacidad de asombro frente a ninguna cuestión social. El sistema
educativo como aparato de socialización propaga la debilidad y el conformismo
ante la visión macroestructural, incentivando la competición individual.
Situación que compromete al individuo a desligarse de la realidad, a aniquilar
sus opciones de vida digna, a una lucha inhóspita por el parecer, minimizando
su actuación sin siquiera comprender las consecuencias a corto plazo de ello.
Así se encuentra nuestro actual sistema educativo, unos lo reconocen, otros los
legitiman, para algunos sencillamente no hay nada por hacer ante ello, la
mayoría se olvida del "discurso" cuando debe enfrentarse al mundo laboral y
"cumplir con sus obligaciones".

"El panorama aunque desolador, es razonable. Se conocen situaciones en las


cuales la escuela se pone de espaldas a la realidad como, por ejemplo, cuando
a un niño que vive en una zona de alta contaminación se le "enseñan" en el
aula de clase las definiciones generales de la misma, obligándolo a repetirlas y
memorizarlas, sin ninguna contextualización, solamente para resolver un
examen, olvidándose que él hace parte de una comunidad que sufre el
problema y negándole la posibilidad de influir sobre él y transformarlo."
(Ministerio de Medio Ambiente, Ministerio de Educación Nacional, 2002).

Las asignaturas que requieren de la conexión de los y las estudiantes con su


medio circundante para que estos aprendan jugando y aprendan viendo e

 
interactuando con todos los componentes de su ecosistema, no obtiene tal
práctica resumiéndose la enseñanza a la transmisión teórica y "material
didáctico" bastante lejos de la realidad.

"¿Cómo pasar de una educación repetitiva, memorista, pasiva y bancaria a una


educación cuestionadora, curiosa, activa y creativa?; ¿cómo pasar de una
educación de los saberes académicos, del claustro-aula, la disciplina y la
seriedad a una educación de los saberes sociales, de la realidad cotidiana, de
la libertad y del juego?; ¿cómo pasar de una educación donde se instaló el
sufrimiento a una educación del placer?; ¿cómo pasar de una educación del
irrespeto y dominación a una educación del respeto y la colaboración?; ¿cómo
pasar de una relación profesor/profeta - alumno/sin luz a una relación
educador-educando o maestro-estudiante?; ¿cómo pasar de una educación
apoyada en el enseñar a otra apoyada en el aprender?; ¿cómo pasar de una
educación que examina y califica determinados momentos de los individuos a
una que valore grupalmente los procesos educativos?; ¿cómo pasar de una
educación que mide un solo tipo de inteligencia, la matemática, a otra que
considere las demás inteligencias -la creativa, la interpersonal, la emocional,
etc.-¿; ¿cómo pasar de una educación de la destrucción, de la guerra y de la
pobreza humana a una educación de la construcción, de la paz y de la
riqueza?; ¿cómo pasar de una educación del odio al diferente y de la
homogenización a una educación del amor al otro distinto y de la
heterogeneidad; simplemente, cómo crear una educación para la vida.?"
(Fuentes, 2007)

Educación formal, no formal, pública, privada, en colegios y universidades,


cada una permeada por los intereses mercantilistas. "No se trata de revisar el
enfóque de la educación formal, de la no formal o de la informal, sino de revisar
el enfóque de la educación en general." (Fuentes, 2007) Si no se alienta a los
niños y niñas a educarse para la vida con ciertos elementos indispensables que
le permitiran desarrollarse mejor como ser humano integral, no podremos
seguir llamando educación al proceso, y no sería un proceso; debe entonces
adoptarse el término adiestrar.

 
"La manera en que Freire concibe la metodología quedan expresadas las
principales variables que sirven de coordenadas al proceso educativo como
acto político y como acto de conocimiento; éstas son: la capacidad creativa y
transformadora del hombre; la capacidad de asombro, que cualquier persona
tiene, sin importar la posición que ocupe en la estructura social; la naturaleza
social del acto de conocimiento y la dimensión histórica de éste." (Martínez &
Sánchez, 2004)

Acuñando la educación popular del pedagogo brasileño descubrimos, además,


la gran similitud, asociación y complementariedad que existe entre la educación
popular y la educación ambiental, que pasa por la construcción o la creación de
nuevas actitudes o valores alternativos a los predominantes en cuanto a la
relación entre los seres humanos, los seres humanos y los demás seres vivos,
y entre los seres humanos y el planeta que habitamos." (Fuentes, 2007)

Dentro de este enfóque ya se ha avanzado bastante en lo que respecta a la


educación de la niñez, por ejemplo el "proyecto del centro de ciencia y
sensibilización ambiental para la primera infancia" desarrollado en Antioquia,
Colombia, tiene como objetivo desarrollar programas de sensibilización
ambiental, a través de la educación informal de carácter lúdico - formativo,
donde los niños, jóvenes y adultos, se acerquen a la ciencia, despierten su
espíritu inquisitivo y mejoren su pensamiento crítico reflexivo, para que así
interioricen, refuercen y construyan valores, que los hagan personas
conscientes y respetuosas del medio en que viven; así como asumir una
posición activa y compromiso de acción con respecto a la necesidad imperante
de la preservación y conservación del agua como elemento indispensable para
la existencia de la humanidad y de los ecosistemas, para alcanzar una calidad
de vida razonablemente sustentable para sí mismo, para su generación y para
las que le siguen.

El proyecto del Centro de Ciencia cuenta con estrategias formativas y


pedagógicas que combinan la educación experiencial, la formación reflexiva
constructiva y el contacto directo con la naturaleza, para impactar el desarrollo
psicosocial, cognitivo y sensorial de nuestro visitantes, contribuyendo en la

 
formación de una consciencia ambiental y el desarrollo de un pensamiento
crítico - reflexivo, siempre acompañado de los valores humanos."

Así como este proyecto, muchos más unen ideas y fuerzas sin perder la
esperanza de establecer pautas reales para la conservación de los
ecosistemas, desde los más pequeños, hasta los gobernantes de cada país. El
problema es la cobertura, y la financiación. No todos tienen acceso, y en los
colegios estas prácticas no son incluidas dentro del PEI (Proyecto Educativo
Institucional), porque tampoco es incluido en los planes de desarrollo, y
tampoco lo prevé el ministerio de educación con el mismo enfóque. Además el
presupuesto público se queda corto ante este tipo de políticas.

¿Por dónde y cómo iniciar? Primera infancia y niñez:

"La primera infancia, considerada como aquella etapa del desarrollo que abarca
desde el nacimiento hasta los 6 ó 7 años, es considerada el período más
significativo en la formación del individuo, pues en la misma se estructuran las
bases fundamentales de las particularidades biológicas, fisiológicas y físicas, y
de las formaciones psicológicas de la personalidad, que en las sucesivas
etapas del desarrollo se consolidarán y perfeccionarán. En estos primeros
años se establecen los primeros nexos, enlaces y relaciones que forman la
nueva unidad superior de la actividad y, de manera simultánea, la del propio
sujeto: la unidad de su personalidad. Es precisamente por esto que la primera
infancia es tan significativa a los fines del desarrollo, porque es el período de
formación de los mecanismos psicológicos de la personalidad." (Asociación
Mundial de Educadores Infantiles, 2003)

Aprovechar el potencial que las mentes infantiles poseen para absorber


conocimientos, pautas, formas de ver, sentir y pensar, puede realizarse de
forma negativa o positiva. Es decir, aquellos que tienen a su cuidado la
educación pueden llegar a dificultar un buen proceso de enseñanza-
aprendizaje, o por el contrario aportarán significativamente al desarrollo integral
del niño o de la niña.

 
"Es quizás el momento de la vida del ser humano en el cual la estimulación, la
educación, es capaz de ejercer la acción más determinante sobre el desarrollo,
precisamente por actuar sobre formaciones que están en plena fase de
maduración. Así, el proceso de maduración general del organismo va a
constituir la base sobre la cual el proceso de educación ejerce su influencia
determinante." (Asociación Mundial de Educadores Infantiles, 2003)

Es entonces el momento más oportuno para fomentar conciencia crítica ante


las diferentes problemáticas coyunturales. Es cuando todos los sentidos del ser
se encuentran activados para recibir información del mundo que lo rodea,
permitiendo de esta manera establecer pautas de comportamiento social.
Cuestiones problema como el desequilibrio ambiental, como ya se había citado,
requiere de la intervención de las causas más no de los efectos, de la
concientización desde la base, de seres que crezcan conociendo los
ecosistemas y reconociendo la relación de interdependencia dentro de los
mismos; relación en la cual el ser humano no es superior ni inferior, es arte y
parte de la organización natural.

La propuesta de educación ambiental para la infancia y la niñez, basada en el


proceso de concienciación para la conservación de los ecosistemas, posee un
enfóque problematizador y reflexivo, donde se busca que componentes como
la alfabetización no sean solo prácticas desagregadas de la realidad. "Para
Freire (1980) el método no enseña a repetir mecánicamente palabras, sino que
coloca al individuo en condiciones de replantearse críticamente las palabras de
su mundo, para en su momento debido saber y poder decir su palabra y asumir
conscientemente su condición humana. De esta manera, una educación
liberadora crea las condiciones para que todos seamos actores activos en la
transformación individual y social ecoamigable." (Vega, 2011)

La propuesta comprende que dicho proceso conlleva tiempo, esfuerzo,


compromiso, apostarle a la real aplicación de políticas públicas de corte social,
disposición de los actores, etc. Y así "haciendose y rehaciendose en el proceso
de crear la historia, como sujetos y objetos, mujeres y hombres, convirtiendose
en seres de la inserción en el mundo y no de la pura adaptación al mundo,

 
[terminaremos] por tener en el sueño también un motor de la historia. No hay
cambio sin sueño, como no hay sueño sin esperanza." (Freire, 1993)-.
Esperanza que necesariamente debe ser transmitida por los padres y
maestros. Aquí entramos a revisar el papel de cada actor dentro de la
educación ambiental problematizadora.

Primero debemos tener en cuenta el trabajar con el sistema educativo


establecido, pues no partimos de cero, tenemos una realidad conformada. El
estado con sus políticas debe apoyar y permitir la realización de propuestas
pedagógicas curriculares y extracurriculares. Los docentes deben ser educados
también en cuanto al enfóque que se requiere para los contenidos de las
asignaturas.

"El conocer requiere que el individuo se adentre en sus entrañas, que lo es-
tudie, que se disfrute y reconozca los cambios a los que está expuesto para su
beneficio. Es entender la relación existente entre los miembros de la familia y la
sociedad, el individuo y su entorno natural." El papel de los padres como el de
los educadores de las instituciones educativas privadas o públicas se enmarca
en la responsabilidad de la vida futura. Son ellos también aprendíces y a la vez
son aquellos que exigen seriedad, preparación científica, preparación física,
emocional y afectiva. "Es el maestro el responsable de facilitar las experiencias
enriquecedoras para llevar a cabo los procesos de aprendizaje en ambientes
efectivos, reflexivos, críticos y creativos." (Vega, 2011)

Los educadores estudiamos, aprendemos, enseñamos y conocemos con


nuestro cuerpo entero; con los sentimientos, con las emociones, con los
deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón
crítica. Ante la crisis educativa tradicional existente, se debe revisar la
metodología de enseñanza y de aprendizaje. "Tenemos la necesidad de partir
de los conocimientos previos de nuestros estudiantes sobre su entorno, sus
problemas y sus atributos, para propiciar el enlace y atemperarlos a los
conocimientos de nueva creación." (Vega, 2011)

 
El rol de los niños dentro de esta propuesta educativa será siempre activo y
proactivo dentro de la naturaleza de ser niño o niña, pero el proceso se verá
especialmente influenciado por las actitudes y aptitudes de quienes colaboran
en el proceso educativo. El cómo responde a la propia creatividad de los
actores, a la aplicación de mecanismos de enseñanza según las realidades
específicas, a la construcción colectiva de herramientas apropiadas según la
edad del niño y de la niña, teniendo en cuenta sus limitaciones físicas y
activando sus potencialidades mentales.

Acciones hacia la concienciación.

Relación de interdependencia con el medio circundante: Comprensión


sistémica de la relación que existe entre cada uno de los elementos que
componen un ecosistema. Definir las consecuencias de las interacciones entre
dichos elementos, identificando al ser humano como un ente dependiente de
los lazos que se establecen dentro del ecosistema. Para lograr que el(a)
niño(a) se identifique como parte del sistema debe establecerse una conexión y
dicha conexión le permitirá volverse un cuidador constante. Reconoce que su
desarrollo está íntimamente ligado al de las demás especies.

El Maestro Jorge Uribe Sáenz, destacado investigador español de origen


colombiano, está construyendo las bases de la llamada Teoría del
Desgajamiento en la que básicamente expone que "los seres humanos se han
independizado de la Naturaleza, y al hacerlo se han desgajado. Es como si nos
saliéramos de la órbita y camináramos hacia la nada. El olvido de que
pertenecemos a un Todo es el origen del Yoísmo, sea, es el fundamento de la
"ilusión" de independencia, que generalmente asociamos a separación-
desprendimiento. Se puede ser independiente sin des-prenderse. Cada rama
de un árbol crece independiente, pero sin arrancarse, sin dejar de pertenecer al
árbol, al bosque, al campo, al Todo.

El desgajamiento hace que dejemos de sentirnos parte del Todo y esa falsa
ilusión de independencia (producto del egoísmo) además de una inmensa
soledad, genera el des-interés por algo que parece estar tan lejos que no nos

 
incumbe. Es porque hemos olvidado que son las raíces de donde provenimos y
que nos han permitido crecer y alejarnos, y en el nuevo afán de poseer hemos
perdido la fortuna de ser poseídos por el Todo. Mientras sigamos empeñados
en ignorar las raíces, porque no se ven (o porque las encubrimos) no
conseguiremos un desarrollo verdaderamente sostenible. No podremos ayudar
al Todo si nos quedamos fuera, ignorando que somos y formamos parte del
Todo. Sólo nos podremos unir si reconocemos nuestra pequeñez que es donde
justamente está nuestra grandeza. No existiría la playa si no fuera por la unión
de millones de granitos de arena que sólo quieren ser eso. Ninguno pretende ni
desea ser playa. La vida consiste en transitar por una playa infinita donde se
van encontrando cosas que nadie mira, a las que sin embargo podemos darles
su valor, o tal vez, descubrirlo". (Trellez Solís, 2010)

Cohesionar las bases teóricas con la práctica "no significa que propicia un
activismo irresponsable; sino una acción reflexiva, para evitar tanto las
acciones miopes e invertebradas, como los idealismos ingenuos e impotentes."
(Zingaretti, 2008)

La educación ambiental experiencial permite a quien experimenta conocer los


ecosistemas en todo su esplendor reconociendo cada elemento y
comprendiendo cada una de sus funciones y de los procesos vitales que se
dan en su medio circundante.

Los niños aprenden de manera más amena, más consciente, más


trascendental cuando hacen uso de todos sus sentidos, tacto, olfato, vista,
oído, gusto; los órganos de los sentidos absorben impresiones que luego son
transmitidas al cerebro para convertirse en sensaciones. En las etapas de
descubrimiento, las primeras sensaciones hacen que el niño o niña establezca
conexiones de interés y aceptación.

Las caminatas dirigidas, las salidas de campo, los diferentes juegos en


ambientes naturales, propician el aprendizaje vivencial de manera directa,
mientras las capacidades sensorio-motoras se afinan poco a poco.

 
Valoración integral de los componentes del medio circundante: Valorar implica
identificar la importancia de la función que algo desempeña y que tiene
propiedades que aportan al sistema al que pertenece. Valorar significa
reconocer necesario algo o alguien para el óptimo desempeño de algo. Aquello
que se valora se conserva, se hace buen uso de él.

Los juegos de simulación y los juegos de rol aportan una parte bien importante
en el crecimiento del ser humano, la imitación. Estas herramientas educativas
activan el sentido de conservación de los niños sugiriéndole comportamientos
específicos con los demás elementos del ecosistema. "La simulación puede
definirse como la utilización de modelos para el estudio de dinámicas vitales o
sistemas hipotéticos. El modelo, base para todo proceso de simulación y del
pensamiento analógico, se construye para mejorar la comprensión de aspectos
de la realidad y explicitar complejas relaciones existentes en su seno." (Sureda
Negre)

Es importante la creación de las "aulas abiertas", experiencias tomadas desde


el reconocimiento del ambiente en que se vive, de la realidad que merece ser
observada, estudiada y posteriormente transformada.

Prevención y promoción: Las acciones en P&P requieren dejar en claro ciertos


parámetros para el cuidado, protección y consumo razonable de recursos. El
niño necesita conocer no solamente el lado bonito y los colores de los
ecosistemas, sino también debe conocer las afectaciones que pueden
presentarse debido a las interacciones desequilibradas entre el ser humano y el
medio que le rodea.

Los carteles informativos, las campañas, el teatro, los títeres, fichas didácticas,
"plan padrinos de la naturaleza" (niños que junto a sus padres apadrinan un
árbol), las campañas de limpieza comunitaria, (…), son varias de las
herramientas que pueden ser utilizadas para la promoción del espíritu de
cuidado y conservación en los niños, y la prevención de las conductas nocivas
para el medio y para todos los seres vivos.

 
Reflexión para la transformación: La reflexión, la crítica, la problematización, la
proyección, deben todas conducir a la necesidad de transformación. Aquí
pasamos a un segundo plano, cuando el niño ya posee bases de identificación
con su medio circundante y reconoce el desequilibrio que además le afecta
directamente, el discurso cambia significativamente. La conservación se
identifica como la "oportunidad de hacer algo al respecto para", más que "no
hacer algo en contra de".

La programación neurolingüística entonces toma un papel fundamental; bien


nos dice la psicología social que la manera de formular las preguntas influencia
a manera de subliminal las posibles respuestas. Es decir, cuando se cuestiona
incluyendo negatividad en la pregunta, muy posiblemente la respuesta será
negativa, y de la misma manera con los cuestionamientos positivos. Es
diferente preguntar ¿No quieres venir mañana?, a ¿Vendrás mañana verdad?
Aquí incluimos las iniciativas conservacionistas de los niños que podemos
llamar "emprendimiento". Las mentes incentivadas y activas de los niños y
niñas, en la mayoría de los casos recrean ideas impresionantes de las cuales la
mitad son denegadas y la otra mitad cuestionadas, sin permitir la productividad
en todos los aspectos de su vida. Toda lectura de la realidad requiere escribir y
reescribir primero en borrador, luego de manera indeleble sobre la misma
realidad.

A modo de conclusión:

Es urgente cambiar de paradigma en cuanto la visión de la conservación.


¿Para qué se conserva? ¿Son políticas diseñadas para el cambio de pequeñas
cosas o la realización de minúsculas mejorías para que dentro del sistema no
cambie nada, y siga todo en función a los intereses de las elites, los gobiernos,
el capitalismo acumulativo, y los poderes políticos y económicos en general?

Por ejemplo ¿en las universidades como se "educa"? Siempre en función de la


acumulación de bienes, mano de obra apta para engrosar los bolsillos de los
que se encuentran arriba.

 
Si los dirigentes que tienen el poder político en sus manos, si aquellos
empresarios que poseen poder económico, si aquellos hombres que poseen
poder oculto pero legitimado de alguna manera, hubieran tenido la oportunidad
de ser educados para ser exitosos bajo otro enfóque, otro paradigma, otra
forma de ver y concebir el mundo, entendiendo la vida como resultado de las
interacciones de las demás, quizá no sería necesario hablar de educación
ambiental, pues la educación sería entrelazada, integradora, sin lugar a quejas.
Necesitamos comprender que la naturaleza no se encuentra a nuestra merced,
debemos comprender que somos parte de ella, que la relación que tenemos
con el ambiente es de dependencia y que conformamos la cadena natural de
supervivencia. Es pues como la naturaleza podría sobrevivir sin el ser humano,
pero el ser humano no tiene garantizada una vida naturalmente digna sin los
componentes naturales del ambiente, sin su ecosistema.

La problemática ambiental, presupone un reto, la educación ambiental para


responder a los requerimientos de nuestra sociedad. Se debe rescatar que los
seres humanos tenemos capacidades para comprender las situaciones aún
más, si lo hacemos desde antes de nacer, recordemos que la transmisión se
hace de generación en generación y los hijos son reflejo de sus padres, de la
sociedad, y de la educación que ha recibido de estas. Es así, como fijar la
mirada en la educación ambiental problematizadora para la primera infancia y
la niñez, se convierte en el foco de esperanza de nuestra generación. Mentes
de niños y niñas que van creciendo poco a poco, apropiándose de la realidad y
promoviendo la transformación de la misma, requieren de la concienciación
como proceso holístico constructor de una cultura socio-ambiental.

"Se debería inventar (tal cual inventaron, promocionaron, y propagaron el


Condón) un dispositivo que prevenga la embarazosa condición de
contaminación mundial.
A mi parecer sería un preservativo mental.
Aunque no habría necesidad de ello, si cada ser humano desde antes de nacer
se educara integralmente para ser consciente de su realidad, tuviera instinto de
conservación social, desarrollara sus capacidades y habilidades
constantemente, pusiera en práctica la voluntad y el autocontrol y valorara cada
componente del ecosistema dentro del que habita, empezando por sí mismo."

 
Trabajos citados

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ALGUNOS DESAFÍOS PARA LA FORMACIÓN DE LOS PROFESIONALES
DEL TRABAJO SOCIAL: CONDICIONES DE TRABAJO Y FORMACIÓN
CONTINUA DE LOS GRADUADOS

Adela Claramunt126
Adriana García127

Palabras clave: Trabajo Social-formación profesional-condiciones de trabajo

1.- Introducción

En esta ponencia se ponen en debate las relaciones entre condiciones de


trabajo de los Trabajadores Sociales y sus posibilidades de desarrollo en la
esfera profesional, a través sobre todo de procesos de formación continua. Las
alteraciones ocurridas en las últimas décadas en las políticas sociales, en las
instituciones que las llevan adelante y en el mundo del trabajo, vienen
determinando entre otros procesos, la precarización de las condiciones
laborales de los profesionales y la proliferación del multiempleo, con sus
impactos en la disponibilidad de tiempo e ingresos necesarios para la
formación permanente y un desarrollo profesional acorde a los requerimientos
actuales.

Se parte de considerar que el profesional, para concretar su trabajo se vale de


recursos técnico-profesionales e intelectuales que obtiene a través de su
formación profesional especializada, los que deben estar sujetos a la formación
permanente y a la adecuación a las condiciones históricas de la actualidad, así
                                                                                                               
126
Profesora Agregada (grado 4) de la Universidad de la República-Uruguay. Master en Servicio Social
por la UFRJ. adela.claramunt@cienciasociales.edu.uy
127 Profesora Adjunta (grado3) de la Universidad de la República. Especializada en
Intervención Familiar (DTS-FCS-UdelaR)
adriana.garcia@cienciassociales.edu.uy

 
como a las características particulares de las situaciones con las que trabaja.
Los aspectos aquí planteados se desarrollan partiendo de una investigación
llevada a cabo en Uruguay, por lo que los datos analizados remiten a esta
realidad, pero sin duda pueden servir de base para reflexionar acerca de estos
mismos problemas en otros países de la región.

Como preámbulo a la exposición que desarrollaremos a continuación, se


presentan algunos datos socio demográficos que surgen del 1er Censo de
Trabajadores Sociales del Uruguay128, realizado en diciembre del año 2011 por
el Departamento de Trabajo Social – FCS, bajo nuestra responsabilidad, y que
permiten situar algunas características generales de nuestro colectivo
profesional.

                                                                                                               
128 Este censo fue llevado adelante a través de un formulario auto-administrado que se aplicó on line y
fue editado con el software Limesurvey, tratándose de una aplicación open source para la edición y
gestión de encuestas on line. Es de señalar que como actividad preparatoria e imprescindible para la
realización del Censo de profesionales, se debió proceder a la confección de un padrón exhaustivo de
Trabajadores Sociales de nuestro país, el que era inexistente hasta el momento, con sus datos básicos para
ser localizados. Al mismo tiempo se trabajó conjuntamente con la asociación profesional y con diferentes
núcleos de egresados y docentes, en la elaboración de los principales contenidos que interesaba relevar en
el censo, de modo de considerar pero trascender, la mirada unilateral de la Universidad, en torno a los
tópicos y preocupaciones a ser considerados en el relevamiento de información.
Con este material se procedió a confeccionar el formulario censal, utilizando además como base otras
encuestas o censos de Asistentes Sociales o Trabajadores Sociales realizados en la región. Por otra parte
se tuvieron como referencia la Encuesta Europea sobre Calidad de Vida y sobre Condiciones de Trabajo,
que periódicamente lleva adelante la European Foundation for the Improvement of Living and Working
Conditions. Este censo aporta centralmente acerca de las siguientes dimensiones: condiciones de trabajo,
trayectoria laboral, condiciones y calidad de vida, nivel de formación alcanzado y demandas que en este
sentido plantean los Trabajadores Sociales del Uruguay, y finalmente, la participación técnica, política y
social que desarrollan en los ámbitos en los que se insertan.

 
Las dos terceras partes de los trabajadores sociales de Uruguay, reside
en Montevideo, ciudad Capital del país.

Cuadro 1
Lugar de
residencia
Frecuencia %
Montevideo 504 65,7
Interior 250 32,6
Exterior 13 1,7
Total 767 100
Sin dato 97 11,2

El colectivo profesional está integrado mayoritariamente por mujeres


(92%).
Cuadro 2
Sexo
Frecuencia %
Mujer 711 92,0
Hombre 62 8,0
Total 773 100
Sin dato 91

Los tramos de edad se distribuyen en tercios relativamente homogéneos


Cuadro 3
Tramos de edad (en tercios)
Frecuencia %
Hasta 34 257 33,4
35 a 49 277 33,5
50 y más 236 33,1
Total 770 100
Sin dato 94 10,9

 
2. En relación a las condiciones de trabajo y las condiciones de vida de
nuestros profesionales.

La situación laboral de las/los egresadas/os indica condiciones que se podría


definir como de pleno empleo para los trabajadores sociales uruguayos, en la
actualidad.
Cuadro 4
Situación laboral
Frecuencia %
Trabajador remunerado 803 92,9
Colabora en un negocio familiar 4 0,5
No trabaja pero tiene un trabajo
3 0,3
al que volverá
No trabaja pero está buscando 20 2,3
No trabaja ni está buscando
34 3,9
trabajo
Total 864 100

En la actualidad no existe un desenvolvimiento homogéneo del Trabajo Social,


sino que éste se encuentra compuesto por una compleja heterogeneidad de
prácticas. Estas prácticas se tensionan y reconfiguran ante las
transformaciones vividas en el sector productor de servicios sociales en que
mayoritariamente se inscriben los Trabajadores Sociales. Son múltiples los
trabajos que vinculan la trayectoria constitutiva del Trabajo Social como
profesión con las políticas sociales (Grassi, 1989; Rozas, 2001) y al
transformarse las mismas, así como las modalidades que adoptan los servicios
públicos-estatales y los desarrollados por el mix público-privado, el espacio
ocupacional de los trabajadores sociales se ve necesariamente afectado.

Entre otros aspectos se detecta, que la focalización, la descentralización, la


creciente importancia en la atención de los problemas sociales de los gobiernos
y organizaciones locales, conlleva a la delimitación territorial de los pobres, así
como también a redefinir el locus del ejercicio profesional, donde el territorio y
lo local parece tener cada vez más relevancia. Al mismo tiempo, el desarrollo
de organizaciones sin fines de lucro, que prestan servicios sociales, en las que
el Estado ha delegado responsabilidades y recursos, se amplía y consolida
como ámbito de ejercicio profesional. Por otra parte las formas de contratación
de los profesionales por parte del Estado se han modificado (por proyectos,

 
como empresas unipersonales, etc.) lo que ha derivado sobre todo en la
precarización de las condiciones de trabajo (Britos: 2006, 14).

OCUPADOS. Número de empleos y Horas de trabajo


Cuadro 5
TOTAL
1 40
Número de
trabajos o 2 44
empleos
3 o más 16
Total 100

Cuadro 6
TOTAL
Hasta 20 12
Entre 21 y
18
Horas de 30
trabajo Entre 31 y
35
40
41 y más 35
Total 100

Cuadro 7
TOTAL
Hasta 20 20
Entre 21 y
Horas de 47
30
trabajo
Entre 31 y
deseadas 29
40
41 y más 4
Total 100

Cuadro 8
TOTAL
Trabaja
Diferencia más de lo 66
entre que quisiera
horario que Trabaja lo
23
quisiera y que quiere
horario que Trabaja
realiza menos de lo 11
que quisiera
Total 100

 
Cuadro 9
TOTAL
Ninguno 56
Veces que
trabajó al 1 15
menos dos
horas los 2 15
domingos
(últimos 30 3 7
días) 4 7
Total 100

Cuadro 10
TOTAL
Número de
veces que Ninguna 32
realizó
jornadas de
Entre 1 y 5 40
más de 10
horas
(últimos 30 Más de 5 28
días)
Total 100

El Trabajador Social es por lo común un trabajador asalariado que se inscribe


como tal en las esferas: gubernamental, empresarial, en organizaciones no
gubernamentales y en entidades filantrópicas. En estos espacios vende su
fuerza de trabajo especializada a cambio de un salario, por lo que entrega el
valor de uso de la misma al empleador, otorgándole el derecho de consumirla
durante la jornada de trabajo, según las directrices, objetivos y políticas de la
institución empleadora. Es en este marco que se materializa la autonomía
(relativa) de que dispone el profesional para definir prioridades y formas de
llevar adelante su trabajo.

El trabajo de los Trabajadores Sociales se desarrolla en el sector de los


servicios y siguiendo los planteos de Nora Britos “El trabajo de servicios no
opera principalmente con instrumentos ni materias primas a ser transformadas,
sino que sus medios son símbolos, información, competencias discursivas e
interacción con personas. La producción inmaterial no existe separada de la
propia actividad de producir, y además aparece, en el mismo momento de la

 
producción de un servicio un tercer sujeto, el usuario o cliente, sin el cual, por
lo demás, generalmente no se puede llevar adelante tal servicio” (2006: 24). De
esta manera los servicios son así producidos al mismo tiempo que se los
consume, por lo que no se verificaría el proceso de intercambio tal como
sucede con las mercancías y que supone la separación entre uso y cambio. Al
mismo tiempo los trabajos que sólo se disfrutan como servicios no se
transforman en productos separables de los trabajadores, y son los contextos
organizativos en que estos se inscriben, los que determinan la situación del
trabajo de servicios y perfilan la existencia de variaciones, aún en los casos
que se desarrolla la misma actividad de servicios. Avanzaremos más adelante
en esta exposición, en el análisis de algunas de las consecuencias de estas
condiciones.

De los aspectos anteriormente planteados se desprende la importancia de


conocer las instituciones en que se ubican los Trabajadores Sociales en tanto
trabajadores para analizar las posibilidades de desarrollo de la profesión y en el
mismo sentido, de acrecentar su legitimidad social y funcional. El carácter y la
naturaleza de dichas instituciones contratantes –públicas, privadas, mix
público-privado129-- son determinaciones fundamentales para la comprensión
de los límites y posibilidades reales, de las demandas y respuestas posibles en
lo cotidiano del trabajo profesional. Dar cuenta de la dimensión institucional
remite a conocer las características del empleador, de las relaciones de poder y
del tipo de trabajo que se demanda del Trabajador Social. En este sentido
investigaciones realizadas en algunas regiones de Brasil (Granemann, 2000),
en Argentina (Britos, 2006, Cademartori, Campos y Seiffer, 2007) y en estudios
exploratorios en Uruguay (Claramunt y otros, 2004) indican que el Estado es
aún la esfera que más puestos de trabajo ofrece a los Trabajadores Sociales.

                                                                                                               
129
También denominado sector público-no estatal, ante el desdibujamiento de las diferencias y
límites entre lo público y lo privado, con la tendencia creciente a la externalización hacia la sociedad
civil, de muchas responsabilidades que anteriormente asumía el Estado.

 
Cuadro 11

Lugar de trabajo de los ocupados según


trabajo principal
% %
Frecuencia
válido acumulado
1
UDELAR 44 5 5
Intendecias2 97 12 17
INAU 87 11 28
MIDES 41 5 33
3
SP 73 9 42
ANEP 35 4 47
Otros organismos
públicos 152 19 65
Sector privado4 45 6 71
ONG 151 19 90
Otros-Ns/Nc 85 10 100
Total 810 100
1. Incluye Facultad de Ciencias
Sociales
2. Equivale a gobiernos municipales
3. Salud Pública
4. Incluye cooperativas y salud privada

No obstante también se encuentran numerosos profesionales que cambian su


fuerza de trabajo especializada por salario, en ámbitos de la esfera productiva
en actividades que componen el trabajo colectivo del cual se extrae plusvalía
(empresas de distinto tipo). El trabajo del Asistente Social se desarrolla en
organismos estatales o privados que prestan servicios públicos, movidos por
objetivos socio-políticos y no lucrativos; así como, en menor medida en el caso
de Uruguay, en empresas capitalistas movidas por la lógica de la obtención del
lucro.

Los procesos de trabajo en los que participa el Trabajo Social vienen siendo
afectados entre otros aspectos por profundas alteraciones tanto en las
condiciones institucionales como en lo que hace a los medios y recursos de su
trabajo, los que sustancialmente son proporcionados por los propios
organismos que contratan al Trabajador Social (recursos financieros,
materiales, humanos). Se observa en general, asociado a los cambios en las

 
políticas sociales y la tendencia a la retracción del Estado -sobre todo en la
década de los ´90, un proceso de deterioro de las instituciones y de escasez de
los recursos para dar respuesta a las expresiones actuales de la cuestión social
(lo que conlleva el riesgo de “desmaterialización” del trabajo profesional).

En este sentido, en la realidad uruguaya se observa en los últimos años una


reubicación del papel del Estado, el que indica claramente situarse nuevamente
como el actor central en la atención de las diferentes expresiones de la
cuestión social. No obstante esto, aún permanecen en las más diversas
instituciones estatales así como en el mix público-privado que depende
financieramente del Estado, situaciones de fuertes carencias de recursos en
estos servicios y programas sociales, las que repercuten negativamente en la
calidad de los mismos. Estas carencias son a su vez relativas a las
características y profundidad de las necesidades de la población que en la
mayoría de los casos es atendida por los servicios y programas sociales en los
que se inscriben como profesionales los Trabajadores Sociales.

3. Las necesidades del trabajo profesional y la subalternidad de género y


de clase que caracteriza el perfil del colectivo de trabajadores sociales en
el contexto general del capitalismo flexible.

El profesional -como ya indicáramos anteriormente- para concretar su trabajo


se vale de recursos técnico-profesionales e intelectuales que obtiene a través
de su formación profesional especializada, los que deben estar sujetos a la
formación permanente y a la adecuación a las condiciones históricas de la
actualidad, así como a las características particulares de las situaciones con las
que trabaja. Estos procesos formativos e investigativos, se ven también
afectados por las especificidades de la fuerza de trabajo, en definitiva las
particularidades de los trabajadores de esta área profesional. Como el trabajo
es una actividad social del sujeto, su realización pone en juego no sólo
conocimientos, sino también la herencia sociocultural acumulada, sus raíces de
clase, género, etnia y todos los sellos derivados de los procesos de

 
socialización (valores, sentimientos, experiencias de vida, preconceptos) que
también marcan su actividad.

De acuerdo al conocimiento que ya se tiene de la categoría profesional -y como


se desprende de los datos presentados al comenzar este trabajo- se puede
decir que el Trabajo Social es una profesión predominantemente femenina, lo
que no está exento de consecuencias en una sociedad que en general
remunera a las mujeres –por su condición de tales- con ingresos equivalentes
al 65% de lo que ganan los hombres, a igual educación y capacitación, brecha
de ingresos que aumenta a medida que aumenta el nivel educativo (Battyány,
K. Cabrera, M. y Scuro, L., 2007: 30-31). Esta tendencia indica al menos, que
en nuestra sociedad se mantiene una subalternidad de género que atraviesa
también los segmentos profesionales, expresándose de formas diversas.

Otra característica -a ser profundizada- es que estos profesionales son


reclutados mayoritariamente de los trabajadores urbanos víctimas de un
acelerado empobrecimiento, lo que a partir de la observación de los segmentos
de clase que conforman el alumnado de la Licenciatura en Trabajo Social en
Uruguay, parece indiscutible (Perera et al, 2004). En tal situación en general se
observa en las últimas décadas, que el capital cultural de los Trabajadores
Sociales suele estar también restringido, lo que se detecta año a año en cada
nueva generación que ingresa a la formación de grado. Estas condiciones de
subalternidad (asociadas en los aspectos antes planteados: de género y de
clase), dejan un sello no siempre sencillo de revertir, en términos de la
cualificación de la categoría profesional, así como de sus posibilidades de
crítica e incidencia en la redefinición y en la direccionalidad de las políticas
sociales.

Por otro lado, se visualiza que las innovaciones tecnológicas y la competitividad


en un mercado globalizado afectan las formas de gestión y de organización del
trabajo colectivo que son definidas por los empleadores. A su vez, los cambios
antes reseñados en el Estado y en las políticas sociales afectan directamente a
los Trabajadores Sociales que se desempeñan directa o indirectamente bajo su
órbita. Se modifican las funciones, las demandas y calificaciones, a la vez que

 
se alteran las condiciones y relaciones sociales en que el trabajo es llevado
adelante (salarios, formas de contratación, derechos de los trabajadores,
características de la jornada de trabajo, etc.).

Podríamos afirmar –en el marco de reflexiones indicativas y aún sin


conclusiones rigurosas que nos permitan hacerlo de modo categórico- que los
Trabajadores Sociales, junto a los variados profesionales de perfil socio-
asistencial, se ven enfrentados a condiciones limitadas para la autonomía
teórico-metodológica, técnica y ético-política del ejercicio profesional (Torres y
Graneman, 2009). Siguiendo lo planteado por estas autoras, a esto se suele
sumar el desánimo, el sufrimiento y el desgaste emocional que viven muchos
de estos profesionales, enfrentados a las reglas y parámetros que plantean las
instituciones en las que trabajan, donde muchas veces se hace
extremadamente difícil hacer operativos sus principios ético-políticos, así como
sus enfoques teórico-metodológicos. Entran en colisión proyectos de corto
plazo, definidos por resultados y productos, para atender procesos y problemas
sociales profundos y de larga data.

Por otra parte, al igual que en otras esferas del mundo del trabajo, el espacio
ocupacional de los Trabajadores Sociales está habitado por múltiples formas
de uso de su trabajo, las que contradictoriamente muestran avances y
retrocesos. Por un lado, ha crecido el número de Trabajadores Sociales
calificados que ocupan lugares de decisión política de distinto nivel, y al mismo
tiempo pulula el multiempleo y el sobre-trabajo (muchas veces por miedo a la
pérdida del empleo y a su inestabilidad) así como los empleos precarios,
informales, con salarios bajos y jornadas extensas e intensivas, sobre todo en
las generaciones más jóvenes o menos calificadas.

Por otra parte las posibilidades efectivas de investigar en los espacios


laborales, se ven muy restringidas por el tipo de demandas que en general
plantean las organizaciones contratantes a los Trabajadores Sociales, donde
se requiere predominantemente “operadores sociales” con mucho bagaje
operativo para la actuación técnica, y no tanto así, profesionales reflexivos con
fuerte formación teórica e investigativa, que puedan aportar en el diseño de los

 
programas y servicios y a su evaluación. Eso no quiere decir que no existan
espacios donde es factible avanzar en procesos investigativos, así como en la
formación de posgrado que se requiere para ello, pero no siempre los
profesionales tienen las condiciones para hacer uso de estas posibilidades y
potenciarlas, incidiendo en los mismos, la multiplicidad de aspectos que ya
hemos reseñado, así como condicionamientos que tienen que ver con la
subjetividad del Trabajador Social y su forma de hacerse cargo de la historia
que le ha tocado vivir y generar. También inciden en estas opciones, los
colectivos de profesionales en los que se inscribe el Trabajador Social, sus
orientaciones teórico metodológicas y ético-políticas, las que pueden estimular
o no el desarrollo de un ejercicio profesional crítico, sólido teóricamente y
propositivo.

4. Algunos avances y otros pendientes, en la relación entre formación


profesional y condiciones de trabajo.

Es preciso reconocer además, que el proceso de profesionalización es un


camino inacabado y en transformación permanente. En el caso uruguayo el
Trabajo Social, cuenta con una formación específica, con reconocimiento de la
competencia teórica y técnica, existen ciertas garantías respecto a la ocupación
de un espacio en el mercado de trabajo y sobre sus mecanismos de acceso, se
cuenta con un código de ética profesional, pero falta avanzar en la legislación
sobre reglamentación profesional, así como en el reconocimiento y legitimación
social de la misma. Todos estos aspectos y procesos vienen siendo
interpelados en los últimos años, a la luz de las condiciones que impone el
capitalismo “flexible”.

Por otra parte, teniendo en cuenta los aportes de Friedson (1998) en De


Martino, Bentura y Melgar (2006: 239) el principio que distingue a las
profesiones es la autonomía y el control sobre su propio trabajo. Establece
“[...] la necesidad que la sociedad acepte como legítimo el poder de una
profesión de definir el problema que la ocupa y preocupa y cuáles son las
posibles soluciones”. Se produce de esta manera el proceso que las autoras
denominan de “autoconstrucción profesional y sus auto-representaciones”. En

 
este sentido resulta necesario decir que el Trabajo Social, en su trayectoria
socio-histórica, en general no ha ejercido un control total sobre su ejercicio
profesional; cabe preguntarse ante las nuevas formas de gestión del trabajo y
de implementación de las políticas sociales, cuánto se contribuye o se va en
desmedro de esta posibilidad.

Se hace necesario conocer en profundidad los límites y contradicciones que


atraviesan las políticas sociales en la actualidad, así como los cambios en la
forma en que es gestionado el trabajo, de modo de aproximarnos a comprender
algunas tendencias -que como hemos subrayado, diferentes autores señalan
de modo indicativo-, como propias de la situación actual del trabajo profesional:
la precarización del trabajo, el temor a la pérdida del empleo, el intenso grado
de frustración y sufrimiento que se expresa en los diversos ambientes
profesionales, la ampliación -fundamentalmente por el multiempleo- de la
jornada de trabajo, así como la decadencia de las condiciones de vida y de
trabajo.

En relación a esto y de acuerdo a lo relevado en el primer censo de


Trabajadores Sociales del Uruguay, es posible relativizar algunas de las
afirmaciones antes señaladas, entre ellas, que no es tan intenso el temor a la
pérdida del empleo, así como tampoco el grado de frustración y sufrimiento de
nuestros profesionales en sus ambientes de trabajo, como lo veremos más
adelante en esta exposición. No obstante consideramos que la persistencia de
los bajos salarios y la ampliación de la jornada de trabajo por el multiempleo,
afectan negativamente las posibilidades tanto de formación permanente para
nuestros profesionales como el encuentro y la reflexión en espacios colectivos,
con las repercusiones que luego tendrían en la capacidad propositiva y crítica
ante los desafíos que impone la realidad actual.

En este sentido cabe puntualizar que en relación a las condiciones de trabajo


existen datos que permiten aproximarnos a caracterizar algunos aspectos de
las condiciones de vida de nuestros profesionales y sus familias. A fines del
año 2011 el 35% de los egresados integra hogares en los cuales los ingresos
líquidos mensuales por persona son de $10.000 pesos o menos

 
(aproximadamente u$s 508 de acuerdo al valor del dólar de el momento del
relevamiento de la información), dentro de los cuales un 8,5% no supera los
$6.000 pesos (aproximadamente u$s 305) por integrante. Además, casi el 60%
(58,7) no supera los $15.000 por integrante (u$s 763).

Como ilustración de lo antes expuesto se presenta el siguiente gráfico (1) que


muestra la distribución de los hogares a los que pertenecen los trabajadores
sociales según el ingreso promedio líquido mensual por integrante del hogar
que componen:

Esto indica que los ingresos de buena parte de los hogares de los Trabajadores
Sociales son bajos, lo que se refuerza con los datos de los salarios que
declaran nuestros profesionales según se extrae del informe preliminar del
censo realizado:

"Los ingresos percibidos por lo egresados de trabajo social en el empleo


principal son concluyentemente muy bajos. Independientemente de que sea
común que en relevamientos de este tipo exista cierto grado de sub-
declaración más de la mitad de los ocupados (54%) declara percibir
ingresos mensuales líquidos inferiores a $20.000. Si a estos se le suman
aquellos que ganan por debajo de los $30.000 este porcentaje asciende a 84%.
De esta manera los que percibe ingresos líquidos superiores a este monto en

 
su empleo principal son claramente minoría. Es fundamental identificar en el
análisis las características de los egresados cuyos salarios se encuentran por
debajo de los $10.000 (en el caso de la población total alcanzan un 6%) dado
que al momento del censo en diciembre 2011 el umbral de pobreza se
encontraba en casi 8.000 pesos de ingresos mensuales per cápita ($7.784)
según el Instituto de Estadística y Censos." (Claramunt y otros, 2013: 26)

Otro gráfico (2) significativo es el que se presenta a continuación que muestra


la vulnerabilidad de al menos un 16% de los hogares de los trabajadores
sociales. Por otro lado el 48% de los profesionales que respondieron, se
encontrarían en una suerte de fino equilibrio, que ante eventuales riesgos de la
vida tendrían mayores posibilidades de encontrarse vulnerables en lo que
respecta a la relación ingresos/necesidades del hogar.

Porcentaje  de  egresados  según  valoración  de  la  capacidad  de  


llegar  a  Hin  de  mes  segun  ingresos  del  hogar  

Muy  dioicil   Bastante  dioicil   Ni  fácil  ni  dioicil   Bastante  fácil   Muy  fácil  

2%  

8%  
14%  

28%  

48%  

No obstante lo anteriormente planteado, la mayoría de los Trabajadores


Sociales se encuentran satisfechos con su vida en los distintos aspectos
evaluados en el formulario censal. Los mayores niveles de satisfacción se
vinculan con la vida familiar, ítem con el cual un 89% declara sentirse
satisfecho o muy satisfecho. Le siguen la educación recibida con un 85%.

 
El nivel de satisfacción con el reconocimiento por lo que la persona hace es el
tercer aspecto que ha sido mejor evaluado: un 82% afirma sentirse satisfecho o
muy satisfecho, un 15% ni uno ni lo otro, y solamente un 2% se encuentra
insatisfecho.

El aspecto que obtiene menores valoraciones positivas es el nivel de vida: un


31% se encuentra poco satisfecho o insatisfecho con este ítem. Sin embargo,
aún en este caso un 68% declara estar satisfecho o muy satisfecho con su vida
en términos generales.

En lo que respecta a la formación de posgrado en sus diversas


expresiones (doctorados, maestrías, especializaciones) y otras formas de
formación permanente, es de destacar que el 51% de quienes llenaron el
formulario censal realizó o se encontraba realizando al momento del censo
algún curso de posgrado en oposición a un 49% que nunca lo hizo.

Gráfico 3: Porcentaje total y porcentaje de egresados por condición laboral


según participación en cursos de posgrado

100   94  
90  
80  
70   64  
60   51   49   52  
48  
50   Participó  o  participa  en  
40   36  
posgrado  
30  
20   No  participó  o  participa  
10   6   en  posgrado  
0  
Ocupados   Desocupados   Inactivos  

TOTAL   Condición  laboral  

Por otra parte, el 37% de los encuestados realizaron cursos de educación


permanente, porcentaje relativamente alto si se considera que la consulta
refería a un período de dos años. Es de señalar que estos cursos resultan en
muchos casos más accesibles por sus costos más reducidos, así como por las

 
exigencias en términos de carga horaria y de criterios de certificación y/o
aprobación de los mismos.

Gráfico 4: Porcentaje total y porcentaje de egresados por condición laboral


según participación en cursos de educación permanente en el período
comprendido entre 2010 y 2011.

90  
83  

80  

70  
63   62  
60   56  

50  
44  
37   38  
40   Participó  en  curso  

30   No  participó  en  curso  

20   17  

10  

0  
Ocupados   Desocupados   Inactivos  

TOTAL   Condición  laboral  

Finalmente importa destacar la relevancia de que nuestros profesionales


continúen su formación de cuarto nivel, sobre todo si se tiene en cuenta lo ya
planteado en términos de los requisitos de un trabajo profesional fundado,
autónomo, crítico y con capacidad de propuesta ante los enormes desafíos
que la realidad social impone. La formación de grado -a pesar de sus avances
y revisiones sistemáticas- resulta insuficiente para atender en forma calificada
las necesidades de nuestros espacios ocupacionales y por sobre todo de la
población a la que finalmente está destinado nuestro trabajo. Estamos ante el
desafío de superar los obstáculos y generar las condiciones necesarias para
ampliar el acceso a la formación de posgrado a través de cursos, certificados,
diplomas, maestrías y doctorados. Aspiramos que este documento contribuya a

 
incentivar el necesario debate sobre estos temas y a considerarlos de manera
integrada pues no se trata de problemas aislados, sino profundamente
interconectados.

5. Bibliografía y fuentes consultadas

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A QUESTAO SOCIAL NO BRASIL E OS DESAFIOS PARA A
UNIVERSALlZACAO
DE DIREITOS

Paula galindo da costa


RESUMO

A questáo social surge com a forrnacáo da sociedad e capitalista e tem como


principal marca a desigualdade social, exclusáo e pauperismo; ela passa por
rnudancas ao longo do tempo, principalmente por conta da cornplexlñcacáo do

sistema económico, e essas rnudancas fazem alterar as expressóes da
questáo 
social, esta vai apresentando novas manifestacóes exigindo políticas
sociais que 
garantam o bem-estar social da populacáo que sofre as
consequéncias do 
sistema, mas o que se presencia é justamente uma política
económica de 
estreitamento desses direitos. No Brasil, a partir da década de
1990, essa 
relacáo se torna mais evidente com o legado neoliberal, e apesar
de uma 
Constituicáo Federal com garantia de direitos sociais de cunho muito
avancados, 
a efetivacáo destes direitos é falha e considerada um "entrave" ao

desenvolvimento económico.

Palavras-chave: questáo social, políticas sociais, Serviyo Social, Constltuicáo



Federal.

 
1. lntroducáo

O presente trabalho visa problematizar o tema da questão social


compreendendo suas particularidades na realidade brasileira, bem como as
mudanças pelas quais ela passa com as transformações estruturais do
capitalismo contemporâneo, – que nesse texto serão tratadas como ‘novas
manifestações da questão social’ – além disso, trata da relação que há entre
essas manifestações e a ausência de uma universalização dos direitos sociais,
que ocorre principalmente em decorrência de uma política econômica com
tendência neoliberal. Nesse aspecto particulariza-se os desafio enfrentados
para a efetivação da política de assistência social.

Faz-se importante destacar que a questão social surge com a


constituição da sociedade capitalista e a formação da classe operária, na qual
o processo de industrialização iniciado na Europa Ocidental na segunda
metade do século XIX, e as modernas condições de trabalho urbano criam um
conjunto de novos problemas com destaque para o pauperismo, num processo
que combina o contraditório crescimento econômico com o aumento da
pobreza.

Embora existisse pobreza antes do capitalismo, determinada pela


divisão de classes, ela estava mais ligada ao baixo nível de desenvolvimento
das forças produtivas, portanto a questão social deve ser pensada como
expressão das desigualdades sociais originárias do modo de produção
capitalista, pelo processo de acumulação ou reprodução ampliada do capital.
(SANTOS, 2012)

Como um fenômeno próprio do modo de produção capitalista, a questão


social constitui-se da relação capital-trabalho a partir do processo produtivo, de
suas contradições de interesses e suas formas de enfrentamento e lutas de
classes. Ela expressa a relação entre as classes conformadas a partir do lugar
que ocupam e o papel que desempenham os sujeitos no processo produtivo.
(MONTAÑO, 2012)

 
No Brasil, especificamente, a questão social se faz presente no final do
século XIX, período em que acaba a escravidão e inicia o trabalho livre,
surgindo com isso um conjunto de problemas políticos, sociais e econômicos.
Iamamoto e Carvalho (2011) destacam que esse período histórico é marcado
pela separação entre homens e meios de produção, formando-se um mercado
de trabalho aos moldes capitalistas, no qual a força de trabalho se torna
mercadoria.

Os autores complementam o raciocínio afirmando que na ocasião, o


operário ao vender sua força de trabalho fica submetido à exploração abusiva
do capital, fator que afeta sua capacidade vital, portanto faz-se necessária uma
verdadeira “guerra civil” travada pela classe operária contra a classe capitalista
para garantir e ampliar suas condições de existência.

Com isso, tem-se que a questão social diz respeito à formação da classe
operária e de sua entrada no cenário político, da necessidade de seu
reconhecimento pelo Estado, logo, da implementação de políticas que de
alguma forma levem em consideração seus interesses. (IAMAMOTO e
CARVALHO, 2011).

I. Desenvolvimento

De acordo com o exposto pode-se compreender de que modo a questão


social se faz presente na história. O Serviço Social tem sua implementação
nesse processo, em que o proletariado exige o reconhecimento de sua
cidadania, de forma que a profissão “[...] não se relaciona decisivamente à
"evolução da ajuda", à "racionalização da filantropia", nem à "organização da
caridade” vincula-se à dinâmica da ordem monopólica” (NETTO, 2007, p. 69);
de modo que a profissão tem a questão social como objeto de intervenção
desde sua gênese.

Para Pereira (1999, p. 53) “a questão social supõe sempre correlação de


forças e confronto de interesses opostos, que irão se reproduzir nas políticas

 
sociais correspondentes”, tratando da proteção social implementada na época
para amenizar as expressões da questão social.

Em relação a essa questão, Behring & Santos (2009) afirmam que as


políticas sociais e a formação de padrões de proteção social são
desdobramentos e até mesmo respostas – em geral setorializadas e
fragmentadas – às expressões multifacetadas e complexas da questão social
no capitalismo.

Para Pastorini (2007), as ações estatais tais como as políticas sociais


têm como meta principal o enfrentamento de situações que possam colocar em
xeque a ordem burguesa, não se trata de um atendimento que vai à raiz do
problema, mas ao contrário, é orientado para enfrentar algumas manifestações
da questão social como problemáticas particulares, fragmentando as
demandas sociais como forma de reprimir e acalmar qualquer voz que atente
contra a ordem estabelecida.

A partir da década de 1970, em termos mundiais as expressões


assumem novas formas, marcadas principalmente pelo desemprego estrutural,
aumento da pobreza e da exclusão social, precarização do trabalho e
desmonte de direitos sociais. Pereira (1999) afirma que, apesar dessas
expressões se apresentarem de formas variadas em diferentes localidades,
elas produzem efeitos comuns em termos globais.

Nesse momento também se diferenciam as respostas a essas novas


expressões da questão social, pois a proteção social realizada por meio das
políticas sociais públicas passa a se desintegrar, de modo que o compromisso
governamental com o pleno emprego, com políticas sociais universais, e
provimento de mínimos sociais como direito de todos é substituído por políticas
sociais seletivas e focalizadas na pobreza extrema. (PEREIRA, 1999)

Na atualidade o assistente social vai se deparar diante dessas


peculiaridades, já que o objeto de trabalho do Serviço Social são as múltiplas

 
expressões da questão social – pobreza, exclusão, desigualdade,
vulnerabilidade social, como afirma Yazbek (1999):

A questão social em suas variadas expressões


e, em especial, nas condições objetivas de vida
dos segmentos mais empobrecidos da
população, é portanto, a matéria-prima e a
justificativa da constituição do espaço do
Serviço Social na divisão sócio-técnica do
trabalho e na construção/atribuição da
identidade da profissão. (p. 91)

O Estado brasileiro não tem o enfrentamento das sequelas da questão


social como prioridade, de modo que prevalece a proposta neoliberal de Estado
mínimo com prevalência da privatização de políticas sociais, transferindo essa
responsabilidade para a sociedade civil e ênfase na filantropia empresarial.

No período anterior a 1988, no que diz respeito às suas legislações, o


Brasil se deparava com Constituições de cunho autoritário, que apesar de
desde a década de 1930 ter se volvido para a construção de um país atado aos
princípios do Estado social, defendia minimamente os interesses coletivos da
população brasileira, sobretudo a população economicamente desfavorecida, e
a Constituição Cidadã de 1988 vem registrar o ápice das conquistas populares
nesse sentido. Entretanto sua conquista é procedida de uma intensificação dos
---- neoliberais que consideram os direitos sociais nela preconizados “entraves”
ao desenvolvimento econômico.

Yazbek (2004) afirma que apesar do reconhecimento de direitos sociais


afiançados pela Constituição de 1988 na conjuntura do sistema, encolhem-se
as responsabilidades públicas e constata-se que, nos últimos anos, as
intervenções sociais do Estado nem sequer cumprem o papel de amenizar as
condições de pobreza, exclusão e desigualdade da população brasileira,
quando o que se promulgou foi a erradicação da pobreza e da marginalização
e redução das desigualdades sociais e regionais.

O questionamento que se faz é se efetivamente há proteção


constitucional às camadas economicamente desfavorecidas da população e a

 
resposta é clara, pois se materializa cotidianamente, tanto nos centros urbanos,
quanto na zona rural, no qual essa população vivencia a privação de seus
direitos em vários âmbitos, claramente expressa no formato da
desumanização.

O que se identifica é que o sistema capitalista tem exercido um


retrocesso na área social, ainda que com uma Constituição Federal com
aspectos tão avançados no campo dos direitos sociais, assim como afirma
Branco (2009, p. 299):

O neoliberalismo ocasionou uma enorme regressão


social para a humanidade como um todo, em especial
para a classe trabalhadora. Segundo a Organização
Internacional do Trabalho (OIT), mais de 500 milhões de
seres humanos vivem com menos de US$ 1 por dia
(miseráveis), e 1,374 bilhão com menos de US$ 2
(pobres). Tais números dizem respeito à quase metade
da força de trabalho mundial. Já o Banco Mundial (Bird)
afirma que a desigualdade social medida pelo índice de
Gini, piorou na década de 1990 em relação aos anos
1980 em todas as regiões do planeta.
Acompanha-se a isso a onda de privatização, atribuindo ao Estado o
estigma de ineficaz, a saúde preconizada como universal tem seus recursos
minimizados, portanto, a qualidade é precarizada, o caráter preventivo de
execução de políticas que visem a redução de riscos é sobreposta pelo
remediativo, de modo que ela é vendida por empresas privadas aos que podem
comprar seus planos.

[...] o discurso neoliberal tem a espantosa façanha de


atribuir título de modernidade ao que há de mais
conservador e atrasado na sociedade brasileira: fazer do
interesse privado a medida de todas as coisas,
obstruindo a esfera pública, a dimensão ética da vida
social pela recusa das responsabilidades e obrigações
sociais do Estado. (IAMAMOTO, 2009, p.37)
Como afirma Iamamoto, estamos diante de uma situação em que o
sistema neoliberal é quem dita as regras e se sobrepõe ao que está instituído
por lei e pode, portanto, desautorizar seus preceitos. Este é o desafio que se
faz para a profissão de Serviço Social, a qual prima pela universalização de
direitos.

 
Bonavides (2004, p.30) alega que estamos diante de uma forma de
sistema neocolonial no qual a:

[...] queda maior deriva de a classe dominante


empenhar-se em aprofundar a injustiça social, em
governar unicamente para as elites e em perpetuar um
statu quo de iniqüidade e violência, que é a desonra de
uma nação. De país constitucional se converte
gradativamente em país neocolonial, em “colônia de
banqueiros”, praça de “negócios da China” e mercado de
especuladores internacionais, que lhe sugam as
riquezas, lhe empobrecem o povo e criam a mais injusta
dívida externa e interna já contraída, este século por um
Estado.
A reelaboração do Código de Ética Profissional do Assistente Social no
ano de 1993 demonstrou extrema insatisfação ao mundo globalizado e ao
neoliberalismo; também em 1993 no dia 7 de dezembro foi aprovada a Lei
Orgânica da Assistência Social - LOAS, definindo a Assistência Social como
não contributiva, que provê os mínimos sociais através de um conjunto
integrado de ações de iniciativa pública e da sociedade para garantir o
atendimento às necessidades básicas.

O Serviço Social é uma das poucas profissões que dentro da onda


neoliberal formulou e mantém seus princípios éticos baseados em um
fundamento contra-hegemônico em relação à ordem social vigente.

O Código de Ética Profissional do Assistente Social demonstra


claramente em seus princípios fundamentais esse posicionamento contra-
hegemônico quando defende o reconhecimento da liberdade como valor ético
central e das demandas políticas a ela inerentes – autonomia, emancipação e
plena expansão dos indivíduos sociais –, esta liberdade está muito distante da
liberdade de compra de que trata a ideologia neoliberal. Sen (2000) ao tratar de
liberdade, refere-se, por exemplo, à segurança protetora que resguarda os
vulneráveis de caírem na miséria extrema através de uma rede de seguridade
social e outras medidas que visem as garantias mínimas de sobrevivência das
pessoas.
Dentro dos princípios fundamentais da profissão, também é tratada a
defesa do aprofundamento da democracia enquanto socialização da

 
participação política e da riqueza socialmente produzida, assim como o
posicionamento em favor da equidade e justiça social que assegure a
universalidade de acesso aos bens e serviços relativos aos programas e
políticas sociais, no entanto, uma sociedade padronizada aos moldes do
Consenso de Washington jamais será equitativa e oferecerá acesso universal a
serviços de qualidade, pois o que ela necessita para sua manutenção é
exatamente o contrário.

Esses são alguns aspectos que demonstram o quanto o exercício


profissional, que visa a garantia de direitos sociais, sofre limitações e ainda
assim se pauta no processo de construção de uma nova ordem societária sem
a dominação e exploração de classe etnia e gênero, acreditando que apenas
desta maneira poderá efetivar seu objetivo, atuando na incoerência de uma
conjuntura em que leis não são plenamente aplicadas, como afirma Tavares:

A falta de acesso à terra, à educação, e ao trabalho de


nossa população rural e urbana, nunca pôde ser
equacionada nos marcos do nosso precário estado de
direito. Não por falta de “leis”, mas porque uma das
marcas terríveis da nossa sociedade capitalista foi a
descolagem completa entre a ideologia das elites
bacharelescas, liberais ou libertárias e os pactos de
poder ferozmente conservadores que conduziram o país
através dos embates entre as cúpulas política territoriais
e as cúpulas do poder ligadas ao império e ao dinheiro.
(TAVARES, 2000, p. 453)
 

Paulo Netto e Braz (2008) destacam que os capitalistas valem-se da


existência de um contingente de desempregados para pressionar para baixo os
salários, aliás, os próprios capitalistas dispõem de meios para forçar o
desemprego (entre outros o aumento da jornada de trabalho e o emprego de
crianças). Mas o exército industrial de reserva não resulta de uma intenção
consciente da classe capitalista, embora esta se sirva dele estrategicamente
para seus objetivos – tal exército é um componente necessário e constitutivo
da dinâmica histórico-concreta do capitalismo. Não há um exemplo de
economia capitalista sem desemprego; suas taxas podem variar, aumentando

 
ou diminuindo, mas o capitalismo “real” sempre registrou um ineliminável
contingente de trabalhadores desempregados.
Essa população caracteriza-se como aquela que busca o atendimento
da assistência social e esta, por sua vez, tem oferecido como tendência de
política social dentro dos ditames neoliberais os programas de transferência de
renda, que de acordo com Robert Castel (2008, p. 555) têm demonstrado o
seguinte efeito:

[...] para a grande maioria dos beneficiários, o RMI130


não desempenha o papel que se supunha que tivesse
no espírito de seus promotores: representar uma etapa
transitória, uma ajuda limitada no tempo para permitir às
pessoas em dificuldade que atravessem um momento
difícil, antes de pôr o pé no estribo. Porém, se não
funciona como uma peneira, o RMI torna-se um beco-
sem-saída onde correm o risco de ser espremidos todos
aqueles cuja existência não é justificada socialmente. É
a constatação que fazem, em termos mais ou menos
explícitos, os relatórios de avaliação: “O RMI é uma
baforada de oxigênio que melhora, marginalmente as
condições de vida dos beneficiários, sem poder
transformá-las [...].

Isso porque esta não é a intenção da sociedade globalizada neoliberal,


ao contrário, é inerente ao capital seu desenvolvimento desigual e combinado,
com um vínculo estrutural entre desenvolvimento e subdesenvolvimento. Desta
forma, o que esse sistema tem a oferecer é a “política pobre para pobres”, o
sistema necessita desta população para manter sua sobrevivência e, desta
maneira, o que pode se notar, muitas vezes, é uma política que tem a
finalidade de submeter a assistência social ao atendimento da população
oferecendo mesquinharias, para que a questão social seja “gerenciada” e
assim possa-se manter um controle sobre esta com o intuito que esta não se
rebele.  
 
 
 
 
 
                                                                                                               
130
Renda Mínima de Inserção

 
II. Conclusão  
 
Diante das considerações realizadas até o presente, pauta-se nas ideias
de Simões quando afirma que como duas faces da mesma moeda, uma política
será, portanto, meramente assistencialista se atender apenas as necessidades
imediatas sem estar inserida, simultaneamente, em uma política de geração de
renda e auto-suficiência. A população, em situação de vulnerabilidade social,
tem o direito de receber do Estado e da sociedade os mínimos sociais para
uma vida digna, sem o que não se pode falar em cidadania. Essa política é, por
isso, condição da sustentabilidade social do crescimento econômico, se
integrada a outras que, no mínimo prazo possível, retire a mesma população
da situação de vulnerabilidade e, emulativamente, lhe propicie as condições de
auto-suficiência. (SIMÕES, 2007)

Portanto, as ações profissionais devem voltar-se, sim, para o


atendimento dos mínimos sociais por meio de políticas sociais, mas, acima de
tudo, para o compromisso de fornecer elementos para a emancipação do
sujeito social, caso contrário, a formação profissional estará meramente
submetida a assumir o papel subserviente dos ditames da conjuntura neoliberal
produtora da miséria, que submete a população usuária ao conformismo da
inserção em políticas minimalistas.

Afinal, a Política Nacional de Assistência Social (PNAS) propõe uma


visão social capaz de entender que a população tem necessidades, mas
também possibilidades ou capacidades que devem e podem ser desenvolvidas.
Assim, uma análise de situação não pode ser só das ausências, mas também
das presenças até mesmo como desejos em superar a situação atual. Outro
aspecto de destaque na “reforma” do Estado diz respeito à regulamentação do
terceiro setor para a execução de políticas públicas, na qual se estabelece
parcerias com ONG’s e Instituições Filantrópicas para a implementação das
políticas, ignorando-se o conceito constitucional de Seguridade Social; tal fator
se combinou ao serviço voluntário, o qual desprofissionaliza a intervenção
nessas áreas, remetendo-as ao mundo da solidariedade através de um
trabalho voluntário não remunerado. (BEHRING;BOSCHETTI, 2008)

 
Desta forma também, Benring e Boschetti vêm dizer que a assistência
social é a política que mais vem sofrendo para se materializar como política
pública e para superar algumas características históricas como: morosidade na
sua regulamentação como direito (a LOAS só foi sancionada em 1993 e
efetivada em 1995); redução e residualidade na abrangência, visto que os
serviços e programas só atingem entre 15% e 25% da população que deveria
ter acesso aos direitos. (BEHRING;BOSCHETTI, 2008, p. 161)

A PNAS vem dizer que a nova concepção de assistência social como


direito à proteção social e direito à seguridade social tem duplo efeito: o de
suprir sob dado padrão pré-definido um recebimento e o de desenvolver
capacidades para maior autonomia. Neste sentido, ela é aliada ao
desenvolvimento humano e social e não tuteladora ou assistencialista, ou ainda
tão só provedora de necessidades ou vulnerabilidades sociais. O
desenvolvimento depende também de capacidade de acesso, vale dizer da
redistribuição, ou melhor, distribuição dos acessos a bens e recursos.

Para Behring & Santos (2009), o grande desafio para aqueles que lidam
cotidianamente com as sequelas da questão social é conhecer as suas
diversas faces no Brasil, das quais a mais perversa é a desigualdade
econômica, política, social e cultural a que são submetidas milhões de
pessoas.

Por meio dessas considerações, tem-se que as refrações da questão


social são cada vez mais diversificadas e possuem relações mais complexas
na medida em que se universalizam aspectos de barbarização da vida social
em função da crise na qual o capital está imerso nas últimas décadas, e por
outro lado, são cada vez mais frágeis as bases universais das políticas sociais
brasileiras em face dessa massificação da questão social. (SANTOS, 2012)

Nesse marco está inscrita a intervenção profissional do


assistente social. Trata-se de uma área que atua pela garantia de direitos
sociais diante das novas expressões e manifestações da questão social, estas
se apresentam nas mais diversas regiões do país, de modo que o profissional

 
precisa repensar cotidianamente sua prática no enfrentamento dessa
problemática, como propõe a legislação profissional, na busca da inserção dos
excluídos.

REFERÊNCIAS

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Capacitação em serviço social e política social. Módulo 2: Crise
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e formação profissional. 17. ed. São Paulo: Cortez, 2009.

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esboço de uma interpretação histórico-metodológica. 35. ed., São Paulo:
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NETTO, José Paulo. Ditadura e Serviço Social: uma análise do Serviço Social
no Brasil pós-64. 2. ed. São Paulo: Cortez, 2007.

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São Paulo: Cortez, 2008. (Biblioteca básica de serviço social, 1).

 
PASTORINI, Alejandra. A categoria “questão social” em debate. 2. ed. São
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PEREIRA, Potyara Amazoneida Pereira. A metamorfose da questão social e a


reestruturação das políticas sociais. In: Capacitação em serviço social e
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Brasília: CEAD, 1999

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ética profissional. In: Capacitação em serviço social e política social. Módulo 2:
Crise Contemporânea, Questão Social e Serviço Social. Brasília: CEAD, 1999.

SANTOS, Josiane Soares. “Questão Social”: particularidades no Brasil. São


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SEN, Amartya Kumar. Desenvolvimento como liberdade / Tradução Laura


Teixeira Motta ; revisão técnica Ricardo Doninelli Mendes. São
Paulo: Companhia das Letras, 2000.
TAVARES. Maria da Conceição. Império, território e dinheiro. In: FIORI, José
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Vozes, 2000. (Zero à esquerda).
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coletivo. In: Capacitação em serviço social e política social: Módulo 2: Crise
Contemporânea, Questão Social e Serviço Social. Brasília: CEAD, 1999.

YAZBEK, Maria Carmelita, Introdução. In: CRESS/SP – 9ª Região (Org.)


Legislação Brasileira para o Serviço Social: coletânea de leis, decretos e
regulamentos para instrumentação da (o) assistente social, São Paulo, 2004.

 
Ponencia presentada en la Reunión del Comité Latinoamericano y Caribeño de
Organizaciones Profesionales de Trabajo Social/Servicio Social (COLACATS)
y Organismos Miembros Federación Internacional de Trabajo Social (FITS),
Región de América Latina. Santiago de Chile, Chile

DATOS PRELIMINARES
24 DE ABRIL DE 2014

Esterla Barreto Cortez


Jessenia Rivera Ortega

 
Tabla de Contenido

INTRODUCCIÓN 3

DATOS SOCIO-DEMOGRAFICOS 5
Tabla 1: Selección de características socio demográficas 5
Tabla 2: Tabulación general cruzada Composición del grupo familiar por
Género 6
Tabla 3: Comparación género, jefatura familiar y principal responsabilidad
económica por País 6
Tabla 4: Grado universitario por Estatus del grado 7
Tabla 5: Tabulación cruzada Grado universitario de Licenciatura, Bachillerato o
Profesional por Tipo de institución universitaria 7
Tabla 6: Comparación de tabulación cruzada Grado universitario de Licenciatura,
Bachillerato o Profesional por Tipo de institución universitaria por País 8
Tabla 7: Comparación de tabulación cruzada entre Grado universitario de Maestría
por Tipo de institución universitaria por País 9
Tabla 8: Comparación de tabulación cruzada entre Grado universitario de
Doctorado por Tipo de institución universitaria por País 10
Tabla 9: Selección de datos sobre educación continuada 11
Tabla 10: Comparación de Horas de educación continua o capacitación
profesional por País 11
DATOS DE EMPLEO 12
Tabla 11: Selección de características del empleo 12
Tabla 12: Comparación de Años de experiencia profesional por Pais 14
Tabla 13: Comparación de Particularidad de la región en la cual trabaja por
País (N=433) 15
Tabla14: Comparación de Tipo de organismo empleador por País 15
Tabla 15: Comparación entre Sí indica que en el lugar de trabajo existe o
pudiera existir un sindicato al cual puedan ingresar profesionales de
TS/SS por País 16
Tabla 16: Comparación entre Tipo de contratación en lugar de trabajo por País 17
Tabla 17: Comparación de Título del puesto en la cual se emplea por País 18
Tabla 18: Comparación de Beneficios que incluye la condición laboral por País 19

 
Tabla 19: Comparación de Ingreso neto devengado mensualmente en US-
dólares por País 20 Tabla 20: Comparación de Percepciones sobre los
salarios u honorarios de profesionales del
TS/SS con los de otras profesiones afines en su país 21
CARACTERíSTICAS DEL EMPLEO 22
Tabla 21: Selección de características del trabajo desempeñado 22
Tabla 22: Comparación de Área principal de desempeño laboral por País 23
Tabla 23: Comparación de Población principal de trabajo por País 25
Tabla 24: Comparación de Actividades realizadas con una frecuencia de "casi
siempre" por País 26
Tabla 25: Comparación entre Marcos teóricos o referenciales utilizados en su
trabajo profesional por País 29
CONDICIONES LABORALES 30
Tabla 26: Existencia, calidad e implantación de políticas y procedimientos de
protección de las condiciones laborales 30
Tabla 27: Comparación "No existencia" de políticas y procedimientos para el
ejercicio profesional por País 33
Tabla 28: Comparación de Medias, Frecuencia y Desviación Estándar de
Percepciones sobre el lugar de empleo por País 35
Tabla 29: Comparación de Medias, Frecuencia y Desviación Estándar de
Sentimientos a cerca del lugar de empleo por País 38
Tabla 30: Comparación de Medias, Frecuencia y Desviación Estándar de
Percepciones a cerca del Estado de la profesión por País 39
Tabla 31: Comparación de Percepción acerca de las Condiciones laborales de la
profesión por País 41
Tabla 32: Comparación de Afiliación a organismos profesionales por País 41
LEGISLACiÓN LABORAL 42
Tabla 33: Existencia de legislación laboral en países de COLACATS
que participan del Estudio* 42
Tabla 34: Contenido del derecho en países de COLACATS que participan del
Estudio 43
LIMITACIONES 51
CRÉDITOS y AGRADECIMIENTOS 52

 
INTRODUCCiÓN

En el año 2013, surge la propuesta de realizar una investigación regional sobre


las condiciones de trabajo que enfrentan los y las profesionales de Trabajo
Social/Servicio Social en la actualidad. La investigación es hoy posible gracias
al apoyo de la Lic. Laura Acotto, Presidenta de la Región de América Latina de
la Federación Internacional de Trabajo Social (FITS), Irina Moreyra de la
Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social, el
Comité Mercosur de Organizaciones Profesionales de Trabajo Social,
organizaciones miembros del Comité Latinoamericano y Caribeño de
Organizaciones Profesionales de Trabajo Social/Servicio Social (COLACATS),
la membrecía a SurveyMonkey del Colegio de Profesionales de Trabajo Social
de Puerto Rico y los recursos para investigación de la Escuela Graduada de
Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

Además, el estudio contó con el endoso de varios organismos profesionales de


la región:

Asociación de Asistentes Sociales de Uruguay (ADASU); Asociación


Dominicana de Profesionales de Trabajo Social (ADOPTRASOC); Colegio de
Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico (CPTSPR); Colegio de
Trabajadores Sociales de Costa Rica (CTS); Conselho Federal de Servico
Social (CFESS); Federación de Argentina de Asociaciones Profesionales de
Servicio Social (FAAPSS); Federación Colombiana de Trabajadores Sociales
(FECTS); y Sociedad Cubana de Trabajadores Sociales de la Salud
(SOCUTRAS)

Los objetivos de la investigación son:

a) identificar las condiciones laborales de los y las profesionales del Trabajo


Social/Servicio Social de la Región, en pos de aproximarse al conocimiento y la
comprensión del estado de la profesión.

b) sistematizar, analizar y elaborar un documento que permita construir un

 
diagnóstico sobre las condiciones laborales en el actual contexto político y
socioeconómico; y

c) establecer guías de acción política en función de los datos revelados.


La metodología seleccionada para el Estudio es una mixta, que combina la
realización de una encuesta auto-administrada a nivel regional, el análisis de
contenido de la reglamentación profesional y legislación laboral en cada uno de
los países participantes, y la realización de grupos nacionales para el análisis
de los datos relevados por país.

La encuesta en SurveyMonkey cumplió con un Protocolo para la Protección de


Sujetos Humanos en la Investigación el cual fuera revisado y autorizado por el
Comité Institucional establecido para tales fines por la Universidad de Puerto
Rico, Recinto de Río Piedras.

Los datos compartidos en este informe preliminar fueron recopilados a través


de un cuestionario auto-administrado a través de la plataforma de Internet
conocida como SurveyMonkey. Esta plataforma es una herramienta para la
elaboración, publicación, recopilación y análisis de encuestas vía Internet. Las
y los participantes accedieron a enlaces Web en su propio computador
personal, alguno público o uno provisto por el propio organismo profesional
para facilitar acceso a Internet. Los datos que presentamos fueron recopilados
mediante dos enlaces creados para este estudio. El primero en español estuvo
accesible del 1 de febrero al 31 de marzo de 2014. En este participaron 4,402
personas. El segundo fue una versión en portugués trabajada por integrantes
del CFESS de Brasil. Este enlace estuvo accesible del 3 de marzo al11 de
abril del corriente y recopiló 515 respuestas. Éstas se sumaron a 239
recopiladas en la versión en español. No tenemos manera de saber si algunas
personas llenaron ambas versiones de la encuesta, por lo que esto se
presenta como una limitación.
Los datos en ambos recopiladores se unieron para propósitos de análisis. Se
seleccionaron para análisis sólo las personas que indicaron estar actualmente
ejerciendo como profesional de Trabajo Social/Servicio Social, lo que llevó la

 
muestra a un total de 3,268 participantes, los cuales presentamos en este
informe preliminar. Los datos requerirán de transformaciones adicionales que
nos permitan la aplicación de estadísticas inferenciales para determinar si las
diferencias entre países son significativas. Por lo pronto, sólo presentamos los
datos y las estadísticas descriptivas que nos permiten conocer las tendencias
entre los países participantes. Para propósitos de este informe solo
presentamos los datos de aquellos países para los cuales los organismos
profesionales dieron su endoso o visto bueno para el desarrollo de este
estudio, con excepción de los casos de Cuba y República Dominicana . Estos 1

países dada las dificultades de acceso a Internet no logramos una muestra


que pudiera presentarse al momento.

Éstos, junto a los demás países de la región, están agrupados en la categoría


de Otros en el presente informe.

Aunque la plataforma SurveyMonkey nos permitió recopilar información de una


muestra amplia a través de la región, es importante tomar en consideración al
momento del análisis que el estudio se limitó en buena parte a participantes
tuvieron acceso a Internet para participar del mismo.

Por último, las tablas al final agrupan las legislaciones laborales de algunos de
los países participantes del estudio. Estas sirven de referencia para el análisis
de los datos recopilados a través del estudio.

                                                                                                               
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En ambos casos estamos haciendo coordinaciones para recopilar los datos por otros medios.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LIMITACIONES
1) Dado que el cuestionario se realizó por Internet, la muestra está sesgada por
generaciones de profesionales jóvenes, con poca experiencia profesional. Se
pudieran comparar los grupos con menos de 5 años de experiencia con los que
tienen más años experiencia de experiencia para analizar algunas diferencias
en preguntas claves.
2) Brasil, son dos grupos. Uno que respondió al cuestionario en español y otro
en portugués. Más adelante, se debe hacer una comparación de las
características socio-demográficas entre ambos grupos para determinar si hay
diferencias significativas entre ambos grupos. Además, desconocemos si hay
personas que llenaron la encuesta en ambos idiomas.
3) La versión en portugués de la encuesta elaborada para Brasil no contenía
las siguientes alternativas a preguntas:
a) País, otro (q002_other)
b) Redacción de propuestas/proyectos para obtención de fondos
(q0033_0026)
c) Redacción de prepuestas para desarrollo de programas (q0033_0027)
d) Estoy satisfecho/a con mi desempeño profesional. (q0038_0005)
4) Cuba: Los cuestionarios fueron enviados a los posibles participantes por
correo- e por la representante de país, y devueltos a ella. La representante iba
a entrar los datos directamente en SurveyMonkey, pero esta tarea no pudo ser
completada. Por lo cual, los cuestionarios fueron enviados a la asistente de
investigación del proyecto. Estos datos todavía no han sido entrados al
sistema.
5) República Dominicana: Debido a la dificultad de acceso a Intenet en el país
la respuesta a la encuesta fue baja. Ante los cual, la Asociación, está
considerando invertir en contratar una agencia encuestadora para que lleve el
mismo a través de llamadas telefónicas. En el transcurso de estas gestiones
cambió la Junta Directiva de la Asociación. En estos momentos estamos a la
espera de que la nueva Junta determine si contratarán los servicios de la
agencia encuestadora.
6) Varias variables numéricas fueron insertadas en la programación de Survey
Monkey como variables "string". Esto limitó la posibilidad de respuestas de los
y las participantes. Por ejemplo, el año de nacimiento llegó hasta el 1950, y los
años de servicio hasta 30. En el análisis esta información no podrá ser tratada
como numérica, lo que imposibilita que se calculen promedios de edad y de
años de servicio. Sólo se usarán categorías ordinales para analizar estas
variables.
7) Hay 46 participantes que respondieron O años de experiencia profesional.
Sin embargo, respondieron que están ejerciendo como TS, ya sea en
posiciones asalariadas o con pasantías. Estos 46 casos no se eliminaron del
análisis, pues la pregunta no era obligada, por lo cual hay otros 65 casos cuya
respuesta a esta variable es perdida. esta variable es perdida.

 
CRÉDITOS y AGRADECIMIENTOS
Sometido por:
Esterla Barreto Cortez, PhD
Catedrática
Escuela Graduada de Trabajo Social Beatriz Lasalle
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras

Jessenia Rivera Ortega, TS y Magíster en Derechos Humanos


Asistente de Investigación
Programa Doctoral de Trabajo Social
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras

Equipo de investigación:

• Laura Acotto, Presidenta, FITS - Región América Latina


• Irina Moreyra, Miembro, Federación Argentina de Asociaciones
Profesionales de Servicio Social
• Silvana Martínez, Presidenta, Federación Argentina de Asociaciones
• Profesionales de Servicio Social
• Rodolfo Martínez, Presidente, Asociación de Asistentes Sociales del
Uruguay

Nuestros agradecimientos a todas las personas que participaron en la revisión


del instrumento: Marcos Chinchilla y María Lorena Molina (Costa Rica); Rosa
María Cifuentes (Colombia); Alba de Moya (República Dominicana); Enrique
Zamot y Pablo Ramos (Puerto Rico). A Marcelo Sitcovsky por la traducción del
documento al portugués.

 
NOTA

Los responsables de la edición de la “Memoria del Encuentro”, se excusan por


eventuales errores en las ponencias escritas en portugues y aquellas donde el
contenido incluye tablas e imágenes.

RESPONSABLE DE LA EDICIÓN DE LA MEMORIA DEL ENCUENTRO

Teresa López Vázquez


Vicepresidenta Colegio de Asistentes Sociales de Chile

DISEÑO Y COMPAGINACIÓN

María José Valls Alarcón


Periodista

Fecha de Edición: Santiago, junio de 2014

 
 

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