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COMPLICACIONES/ ACCIDENTES DE LA IRRIGACIÓN

Objetivos de la irrigación

 Lavado de residuos los cuales podría bloquear a los túbulos dentinarios durante

la preparación biomecánica.

 Lubricación del conducto permitiendo la humedad de los mismos y evitar que

las limaduras de dentina no obstruyan la zona apical y sean eliminadas

conjuntamente con la aspiración y dejándolo limpio en su interior.

 Actúa como acción antibacteriana.

Soluciones irrigantes en endodoncia

El objetivo principal de la endodoncia es la correcta desinfección de los conductos

radiculares antes de la obturación de los mismos.

E.D.T.A: Es utilizado al 17% y tiene la capacidad de descomponer residuos inorgánicos y

el frotis de las paredes de los conductos radiculares. Este se le utiliza al final de la fase de

preparación del conducto radicular.

Clorhexidina: es útil para la regeneración de los tejidos sin producir irritaciones o

toxicidad, se recomienda su uso en ápices abiertos, se emplea al 0,12% y 2% por lo que

actúa adecuadamente sobre anaerobios cabe recalcar que no disuelve tejido orgánico.

Hipoclorito de sodio

Es un gran irrigante usado en tratamientos de endodoncia para la desinfección y limpieza de

los conductos radiculares siendo un líquido claro, pálido, verde-amarillento, presenta un


fuerte olor a cloro con un pH alcalino, el efecto del hipoclorito de sodio es un disolvente de

amplio espectro sobre tejidos necróticos y restos orgánicos siendo un potente

antimicrobiano

Hidróxido de Calcio: debido a sus propiedades antibacterianas, terapéuticas,

biocompatibles y regenerativas es utilizado como medicación intracanal.

COMPLICACIONES EN LA IRRIGACIÓN – ENDODONCIA

El accidente con hipoclorito de sodio es una de las complicaciones que pueden presentarse

durante la terapia endodóntica convencional. Constituye el sobrepaso del irrigante a los

tejidos periapicales.

Daño en la ropa

Es un accidente común y de tipo leve, se podría evitar evidenciando que la jeringa y aguja

esté ajustada correctamente y que no exista goteo y así mismo protegiendo con un paño al

paciente.

- Contacto del naOCl con los ojos:

El contacto de esta sustancia con los ojos se traduce en dolor, eritema de la córnea,

sensación de quemazón, fotofobia, visión borrosa.

Pueden presentarse reacciones de leves a severas dependiente de la cantidad, concentración

y tiempo de contacto de la solución

Por tanto, se debe actuar con rapidez y lavar profusamente el ojo, con solución salina

estéril, o agua de la llave si no se dispone de la solución salina, por períodos de 10 a 15

minutos y remitir inmediatamente al paciente a consulta con oftalmólogo o médico general.


En cuanto al manejo cuando se carga y transporta la jeringa con la solución, especial

cuidado debe tenerse ya que sustancia por fuera del campo operatorio que pueden ser

inhaladas por el paciente y causar irritación del tracto respiratorio, laringe, tráquea y

provocar estornudos.

- Contacto con la piel:

Quemadura de piel alrededor de la boca del paciente por filtración del NaOCL a través de

la tela de caucho, el paciente manifestó la molestia al operador, pero no fue atendida. El

tratamiento médico fue tópico con crema aplicada tópicamente 2 veces al día por 2

semanas, durante este tiempo el paciente tuvo una sensación de quemazón en la zona por 3

días, el tejido de cicatrización (costra) se desprendió a los 7 días, la sensibilidad en la zona

continuó por 10 días y la decoloración causada por la quemadura desapareció a los 3 meses.

- Ingestión de hipoclorito de sodio:

Una mala colocación del dique de goma, puede provocar que el líquido escape y entre en

contacto ya sea con la piel o con la mucosa oral y, dependiendo del tiempo de exposición a

la solución, puede ocasionar dolor, ardor y enrojecimiento del área afectada, teniendo como

resultado una quemadura química.

Debe prestarse especial atención, generalmente la molestia que causa en el paciente el

contacto de la solución con la cavidad oral, la sensación de quemazón y el sabor

desagradable de la solución, son manifestados y en ningún caso debe omitirse.


Cualquier solución con un pH alcalino tiene la potencialidad de causar una lesión tisular si

es ingerido.

La extensión de la lesión no depende únicamente del pH sino también del volumen

ingerido, tiempo de contacto, viscosidad y concentración.

- Reacciones alérgicas

- Inyección dentro del seno maxilar

Existe cuando el foramen apical está abierto y se expulsa la solución con mucha

fuerza o presión, lo que puede ocasionar que llegue dentro del seno maxilar, y otra

causar el por no colocar bien el tope endodóntico y que la Ajuga Navi, se pase de la

LT.

RECOMENTACIONES

¿Cómo evitar accidentes en el momento de la irrigación – endodoncia?

- Si se va a utilizar esta sustancia como irrigante, realizar una adecuada historia

clínica y tener presenta si el paciente tiene antecedentes personales o familiares de

algún tipo de alergia a sustancias varias, y preguntar por contactos previos con

hipoclorito. Es fundamental utilizar lentes de protección tanto para el paciente como

para el clínico.

- Idealmente hacer aislamiento con dique de goma especialmente si se va a utilizar

una sustancia irrigante toxica; emplear la aguja adecuada calibre 27 o 30 con salida
lateral y llegar máximo hasta 1 mm antes del foramen tratando de no obliterar

totalmente el conducto para facilitar la circulación del irrigante e introducir

lentamente la solución entre 0.5cm a 2 cm por vez, evitando impulsar la sustancia a

través del foramen apical. También es recomendable usar sistemas de irrigación por

presión negativa.

- No utilizar NaOCl en pacientes de riesgo: ápices inmaduros, resorciones

patológicas, perforaciones accidentales; Lavar el NaOCl diluyéndolo con solución

salina.

- Finalmente todo odontólogo que realice tratamientos de conductos radiculares debe

tener un protocolo de manejo de complicaciones con hipoclorito.

- Protección adecuada para el paciente (baberos impermeables).

- Utilizar las jeringas para irrigación fabricadas especialmente para este fin.

- No utilizar jeringas hipodérmicas comunes.

- Verificar, lejos del paciente que la luz y punta de la aguja estén permeables.

- Verificar que no queden burbujas dentro de la jeringa pues ocasionan goteos así no

se ejerza presión sobre el émbolo.

- Cargar la jeringa con el NaOCl, lejos del paciente.

- Colocar la aguja de irrigación dentro del conducto sin ejercer presión.

- Desplazar suavemente el émbolo de la jeringa a 3 mm del ápice.

- Colocar topes de caucho en la aguja que indiquen la longitud correcta hasta la cual

debe introducirla e irrigar.

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