BREVES REFLEXIONES PARA COMPRENDER LAS SOCIEDADES DE HECHO Y

SOCIEDADES DE DERECHO.

Es importante tener presente que existen diferencias entre las sociedades de hecho y las
sociedades de derecho, esta precisión me permito hacer en virtud de las consultas que existieron
con relación a las sociedades de hecho en la primera clase virtual.

Me permito manifestar que ambas constituyen una asociación de personas que ponen sus capitales
o industrias para emprender en determinada actividad lícita, con la finalidad de obtener utilidades,
pero que existen diferencias que debe precisarse.

La sociedad de hecho no tiene personalidad jurídica y, por lo tanto, no puede ejercer derechos ni
adquirir obligaciones como sociedad, ejemplo: no puede arrendar, no puede demandar, no puede
ser demandada, puesto que no existe como sociedad por lo que, en caso de existir un representante
legal, este no podría ejercer esas funciones como tal puesto que como manifesté a la sociedad de
hecho no tiene personalidad jurídica.

La sociedad de derecho, si tienen un representante legal por lo tanto pueden contraer

obligaciones a través del representante legal, puede ser titular de derechos, cuentas bancarias,
puede contratar a nombre de una sociedad de derecho (compañía), además esta en capacidad de
demandar o ser demandada.

Los principales elementos que tiene una sociedad de derecho, en este caso de las compañías
podemos manifestar las siguientes:

1) Asociación de personas. - no pueden constituirse compañías sin el concurso mínimo

de las personas que establece la ley para cada especie, recordando que también se pueden
constituir de forma unipersonal de acuerdo con la ley.

2) Aporte. - no existe una sociedad en la que no se establezca un aporte.

3) Fin de lucro. - es necesario que exista participación de beneficios, puesto como lo

mencioné en la primera clase estas operaciones mercantiles necesariamente refieren la
obtención de utilidades.

4) Tipicidad. - la Ley de Compañías señala expresamente las especies de compañías que

reconoce y no se puede formar otro tipo de compañías con personalidad jurídica. No cabe
formar compañías atípicas con personalidad jurídica.
Con relación a los requisitos sí quiero precisar de igual manera que existen algunos que son de
fondo y por lo tanto comunes para que puedan constituirse compañías. Para lo cual es necesario
tener presente que debe existir como requisitos de fondo, los siguientes:

1) Capacidad en razón a lo dispuesto en el artículo 1461 del Código Civil, puesto que
solo las personas capaces ante la ley pueden constituir compañías;

2) Consentimiento, que es la expresión de la voluntad con libertad de inteligencia de

parte de un socio accionista para socios asociarse o constituir una compañía, esta debe
estar libre de vicios;

3) Objeto lícito, entendido como la actividad o actividades que realiza la compañía deben
reunir las siguientes características: no ser contrario al orden público, no ser contrario a
las leyes mercantiles, a las buenas costumbres, ser licitada negociación, entre otras; y,
finalmente;

4) Causa lícita qué es el motivo de interés que induce al socio o accionista a formar la
compañía, que por lo general es obtener utilidades.

Además, existen otros requisitos de forma que se establecen dependiendo del tipo de compañía,
dentro de los cuales podemos mencionar entre los más comunes como por ejemplo: el contrato
constitutivo que debe elevarse a escritura pública, inscribir la escritura ante el Registro Mercantil
y tener autorización sea del juez civil, Superintendencia de Compañías o Superintendencia de
Bancos dependiendo de la especie y del objeto social que trate la compañía.
 CAPÍTULO I

EMPRESA, EMPRENDIMIENTO E INNOVACIÓN

I. EMPRESA, EMPRENDIMIENTO E INNOVACIÓN

1. Empresa y Emprendimiento

En nuestros libros hemos señalado que "cuando una persona desea alcanzar algo y
pone todo su empeño en conseguirlo decimos que "emprende"; este verbo "emprender" lo
asimilamos al sustantivo "empresa", ya que de él surge. Pues bien, todos aquellos actos
encaminados a conseguir un efecto favorable a quien los realiza representan una "empresa".

Desde hace algún tiempo se ha venido discutiendo, no sabemos si con razón o sin
ella, que la concepción y definición de "empresa" son distintas a las de "emprendimiento",
de modo que nos parece oportuno dar nuestro criterio al respecto.

Iniciaremos nuestro comentario señalando que el término "empresa", acaba de ser

definido por el artículo 14 del nuevo Código de Comercio en los siguientes términos:

"Es la unidad económica a través de la cual se organizan elementos personales,

materiales e inmateriales, para desarrollar una actividad mercantil determinada".

Por su parte la Real Academia de la Lengua Española señala que "empresa" es:
"Unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación
de servicios con fines lucrativos".

De conformidad con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el

titular de una empresa" es el "empresario": "Titular, propietario o directivo de una industria,
negocio o empresa". Evidentemente, lo es el titular o propietario ya que un directivo puede
no serlo estrictamente.

¿Si esto es así, cabe que un "emprendimiento" sea distinto a una "empresa”?

La respuesta inmediata es que no, ya que se consideran términos sinónimos; porque

una "empresa" es, sin duda, un "emprendimiento": El "empresario" ejecuta un
"emprendimiento", si se toma en consideración que "emprender" de acuerdo al Diccionario
de la Real Academia de la Lengua Española significa: "Acometer y comenzar una obra, un
negocio, un empeño. especialmente si encierran dificultad o peligro"

Pero, sin embargo, muy sutilmente, en los últimos tiempos, se ha pretendido

profundizar en estos criterios y definiciones, de modo que, al hacerlo se han configurado dos
situaciones distintas, aunque, en nuestro criterio, de acuerdo a estas nuevas concepciones, de
ser así, el "emprendimiento" necesariamente precede a la "empresa" y no viceversa.

2. Diferencias entre empresa y emprendimiento

Particularmente consideramos que la diferencia fundamental entre "empresa" y

"emprendimiento" se encuentra en la situación y estado anímico del sujeto de modo que
tratándose de la "empresa", el empresario cuenta con elementos de mercado con los cuales
debe producir a fin de obtener un lucro mientras que en el "emprendimiento", el emprendedor
no cuenta con elementos de mercado que pueda producir, sino que debe crearlos, innovarlos,
para una vez obtenidos, poder producirlos y, solo entonces, pasar de "emprendimiento" a
empresa sobre todo porque en este segundo caso para la existencia del "emprendimiento"
debe haber previamente o dentro de él fundamentalmente una "innovación" y "creatividad"
que debe desarrollarse.

Si es así, entonces, el emprendedor requiere que el Estado le otorgue una ayuda y

facilidades para desarrollar el emprendimiento en circunstancias en las que se minimice su
riesgo, tomando en consideración que si bien es cierto el empresario, en cambio, ya cuenta
con fuentes de financiamiento y corre también con un riesgo, sin embargo ya cuenta con la
clientela que le permite permanecer dentro de un mercado, lo que no ocurre con el
emprendedor que primeramente debe desarrollar y obtener un producto para luego
comercializarlo creando una clientela.

Bajo estas ópticas mientras el empresario tiene un producto el emprendedor tiene un

sueño. Mientras el empresario valora la productividad, el emprendedor trata de convertir su
sueño en realidad. Para el empresario el perder dinero constituye una preocupación, para el
emprendedor tal pérdida implica menos preocupación porque recién inicia su gestión. El
empresario no puede perder tiempo, pero debe respetar horarios mientras que el emprendedor
prácticamente no tiene un horario que reportar. El empresario mira al mercado como una
oportunidad de ganar dinero mientras que el emprendedor lo mira como una posibilidad de
hacerlo si llega previamente a cumplir su sueño. El éxito para el empresario responde a la
rentabilidad o ganancia que obtenga mientras que para el emprendedor no importa tal
rentabilidad inmediata sino el avance de su sueño que posteriormente pueda permitirle
obtener una rentabilidad.

Bajo estas circunstancias consideramos que efectivamente el Estado debe propender

a ayudar a los emprendedores y es por eso que se ha promulgado la Ley Orgánica de
Emprendimiento e Innovación (de 18 de febrero del 2020, publicada en el Suplemento del
Registro Oficial 151 de 28 del mismo mes y año, cuyo Reglamento se dictó por Decreto 113
el 27 de julio del 2000, publicado en el Suplemento del Registro Oficial 260 de 4 de agosto
del mismo año) en la que, para beneficiarlos, ha realizado algunas definiciones de las cuales
se rescatan las siguientes:

Emprendimiento: "Es un proyecto con antigüedad menor a cinco años que requiere
recursos para cubrir una necesidad o aprovechar una oportunidad y que necesita ser
organizado y desarrollado, tiene riesgos y su finalidad es generar utilidad, empleo y
desarrollo" (Articulo 3, numeral 1°).

Emprendedor: "Son personas naturales o jurídicas que persiguen un beneficio,

trabajando individual o colectivamente. Pueden ser definidos como individuos que innovan,
identifican y crean oportunidades, desarrollan un proyecto y organizan los recursos
necesarios para aprovecharlos" (Artículo 3, numeral 3º)

Ecosistema emprendedor: "Es todo el entorno que facilita, incluye y fomenta el

desarrollo de empresas y proyectos en un lugar determinado" (Articulo 3, numeral 4°)

3. Innovación

La Ley la ha definido así:

Innovación: "Es el proceso creativo mediante el cual se genera un nuevo producto,

diseño, proceso, servicio, método u organización, o añade valor a los existentes" (Artículo
3, numeral 2º).
 Con respecto a este tema de innovación bien vale señalar que la Disposición
Transitoria Tercera de la Ley señala:

"TERCERA. - Registro de Propiedad intelectual para emprendedores.- El ente

rector de derechos intelectuales, dentro del plazo de 90 días posteriores a la publicación de
esta Ley en el Registro Oficial, deberá difundir los procedimientos y tasas aplicables para
el registro de propiedad intelectual para emprendedores, conforme la normativa de la
Comunidad Andina".

Adicionalmente, es importante mencionar el tema de proceso simplificado de

notificación sanitaria que ayudará a los emprendimientos y que se encuentra previsto en la
Disposición Transitoria Cuarta de la Ley, en los siguientes términos:

"CUARTA.-Otorgamiento de permisos sanitarios para emprendedores.- La

Autoridad Sanitaria Nacional, dentro del plazo de 90 días posteriores a la publicación de
esta Ley en el Registro Oficial, emitirá un proceso simplificado de notificación sanitaria
para la comercialización de alimentos procesados, aditivos alimentarios, cosméticos,
productos higiénicos, nutracéuticos, homeopáticos, plaguicidas para uso doméstico e
industrial y otros insumos de uso y consumo humano, fabricados en el territorio nacional
para su comercialización y expendio. Los requisitos y condiciones se establecerán en el
reglamento de la materia.

La Autoridad Sanitaria Nacional podrá celebrar contratos o convenios con las

Universidades y Escuelas Politécnicas que cuenten con el equipamiento y acreditación
necesaria, a efectos de verificar el cumplimiento de las condiciones, requisitos o estándares
que demande la emisión de las certificaciones o permisos sanitarios para el expendio,
comercialización o consumo de productos".

4. Contratación pública para emprendedores

Con respecto a este tema cabe señalar lo que expresa la Disposición Transitoria
Quinta:
 "QUINTA. - De la contratación pública para emprendedores. - El ente rector de las
compras públicas, dentro del plazo de 90 días posteriores a la publicación de esta ley en el
registro oficial, implementara parámetros de evaluación y participación para
emprendedores en las distintas modalidades de contratación pública.

Estos parámetros fomentaran la libre participación, concurrencia y trato justo, de

conformidad con los principios que rigen la contratación pública y estarán detallados en las
resoluciones administrativas que se emitan para el efecto”