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LA TEORIA DE CUERDAS, UN MANUAL PARA ENTENDER EL UNIVERSO

Por Oscar Molina V.


Desde hace mucho tiempo el ser humano se ha dedicado a tratar de entender cómo
funciona el mundo, estamos constantemente buscando el instructivo del universo, una
serie de reglas que nos expliquen a detalle todos y cada uno de los fenómenos que nos
rodean, desde cómo se mueven los electrones, hasta cómo colisionan las estrellas,
hemos estado luchando por encontrar la teoría del todo.
En un principio fueron los Dioses, no se necesitaba más para poder explicar el origen del
universo y todos los eventos de la naturaleza. Tiempo después creíamos que todo estaba
formado por los cuatro elementos fundamentales (agua, aire, tierra, fuego), sin embargo,
hace aproximadamente 2,450 años el filósofo griego Demócrito de Abdera aseguraba que
todo lo que conocíamos estaba formado de una serie de pequeños bloques esféricos de
materia a los que llamó átomos, los cuales, al juntarse unos con otros iban formando
sistemas más y más complejos. Sin saberlo, Demócrito había gestado una idea muy
precaria de lo que ahora conocemos como “El Modelo Estándar”.
De los tiempos de los griegos hasta nuestros días, se han pulido estas ideas. Fue en el
siglo XVIII que se encontraron tres partículas diminutas las cuales formaban a los átomos
y consigo a todo el cosmos; los neutrones, electrones y protones, sin duda, un logro muy
impresionante. No obstante, durante los años cuarenta y sesentas los físicos descubrieron
partes aún más pequeñas, convirtiendo el sistema simple de 3 partículas en uno de
cientos y cientos de ellas, así que para el inicio de los años setenta ya contábamos con un
entendimiento distinto del mundo subatómico. Setentas del siglo XVIII? Puede
confundirse.
A pesar de la trascendencia de estos pequeños bloques que forman la materia, nos
olvidamos de algo aún más importante, la fuerza. Sin fuerzas, estas partículas estarían
vagando por el espacio, sin ningún tipo de interacción entre ellas; de no ser por la fuerza
no se formaría ningún tipo de partículas ni moléculas, no habría átomos ni elementos,
consecuentemente no existiríamos. Gracias a los físicos conocemos cuatro fuerzas en el
universo, la primera es el electromagnetismo, responsable de la electricidad y las
manifestaciones magnéticas, a ella le debemos todos los fenómenos de la luz y
prácticamente la química que conocemos; después tenemos a dos fuerzas un poco
menos familiares, la fuerza nuclear fuerte quizá quizá yo pondría débil y fuerte en
cursiva es la encargada de unir nuestros pequeños bloquecitos de materia, y la fuerza
nuclear débil, causante de fenómenos radioactivos como la fusión de las estrellas.
La cuarta fuerza es probablemente la más famosa, la gravedad, la fuerza que nos
mantiene pegados a la tierra y gobierna la trayectoria de estrellas y planetas. Es aquí
donde empiezan los problemas, las primeras tres fuerzas se rigen perfectamente bajo el
ya mencionado Modelo Estándar; desgraciadamente la gravedad no encaja totalmente en
este modelo, llega un punto en que las partículas son tan diminutas que ya no siguen las
reglas de gravedad que plantea dicho modelo, dando origen a la Teoría de la Relatividad.
Así, por un lado, tenemos a la Mecánica Cuántica, que es la que comprende a las tres
fuerzas que se rigen bajo el Modelo Estándar, y por el otro nos encontramos con la Teoría
de la Relatividad que explica la gravedad.
El científico más famoso del siglo XX, Albert Einstein, pasó gran parte de su vida
intentando unificar ambas teorías sin éxito alguno, es aquí donde entra la famosa Teoría
de Cuerdas. En resumidas cuentas, la Teoría de Cuerdas postula que las partículas
subatómicas no son estos pequeños bloquecitos de materia con formas esféricas como
siempre nos lo han ilustrado, por el contrario, son pequeños filamentos de energía que
están en constante vibración y según su comportamiento forman los distintos tipos de
partículas. El problema de la gravedad se resuelve cuando las cuerdas son cerradas, es
decir, forman una especie de anillo, un anillo llamado gravitón.
Aunque la existencia del gravitón parece ser la última pieza del rompecabezas, la teoría
aún tiene algunos fallos, por ejemplo, para ser matemáticamente consistente las cuerdas
necesitarían habitar un espacio de 10 dimensiones (nueve espaciales y una temporal),
para nuestra desgracia, solamente conocemos 4 de ellas (tres espaciales y una temporal).
Evidentemente hay planteamientos que pretenden resolver este tipo de detalles, pero
estos aún no están del todo comprobados.
Sin importar la veracidad de esta teoría, me resulta muy poético pensar que estamos
formados por la vibración de diminutas cuerdas de energía, similar a un violín o una
guitarra, convirtiendo nuestra existencia y la de todo el cosmos en una sinfonía
maravillosa y perfectamente entonada.
PUEDES dar un ejemplo más para que cuaje, me dejas con ganas de saber más,
especialmente tu postura en esto. También puedes invitar, dejar la pregunta abierta
al lector, eso hace siempre sentir bonito

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