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LA INJUSTA REDUCCIÓN A ESTADO LAICAL DEL OBISPO

CLAUDIO GATTI

El 18 de octubre del 2002, se escribió una de las páginas más


negras y tristes de la historia de la Iglesia. El "último golpe de
satanás" contra el obispo Claudio Gatti consistió en lo siguiente: Los
que luchan contra la Eucaristía, condenaron injustamente al obispo
ordenado por Dios, Claudio Gatti, al reducirlo al estado laical.

Los tres eclesiásticos que cometieron este plan diabólico fueron los
que en aquel tiempo eran el cardenal Joseph Ratzinger, el obispo
Tarcisio Bertone y el cardenal Camillo Ruini. Este último diciendo en
contra el obispo Claudio Gatti: "Me vengaré y lo aplastaré".

El entonces cardenal Ratzinger se aprovechó de las precarias


condiciones de salud del papa Juan Pablo II, para hacerle firmar, sin
que él lo supiera, el decreto de destitución del estado clerical del
obispo Claudio Gatti, durante la audiencia conciliar del 18 de
octubre del 2002.

La destitución del estado clerical puede ocurrir ex-officio, es decir,


sin el consentimiento del interesado, a través de una petición del
obispo al Pontífice, pero no puede ser establecida por ley particular
(can. 1317) y, ya que es una pena perpetua, ni siquiera por decreto
(can. 1342 § 2). Tiene que ser declarada sólo por vía judicial, por un
tribunal de tres o cinco jueces (can. 1425).

1
El cardenal Ruini, con la carta “prot. 1455/02”, entregada en casa
del obispo Claudio Gatti el día 16 de noviembre de 2002, le
comunicó al obispo simplemente que había sido reducido al estado
laical de acuerdo con la carta “prot. 174/95-15938”

De acuerdo con esto, la carta “prot. 174/95-15938” sería el decreto


pontificio de la reducción al estado laical del obispo Claudio Gatti
firmada por el papa Juan Pablo II el día 16 de octubre de 2002, sin
que el mismo papa supiera de su contenido.

El Cardenal Ruini al menos habría tenido que haber adjuntado a su


comunicación, una fotocopia compulsada de la carta "prot. 174/95-
15938", tramitada por la Congregación para la Doctrina de la Fe al
Vicariato de Roma, pero no lo hizo.

Los ejecutores de este plan diabólico, no sabiendo de que delito


acusar al obispo Claudio Gatti, no pusieron ninguno.

Para reducir al estado laical a un sacerdote es necesario haber


cometido alguno de los siguientes graves delitos: volverse apóstata,
herético, cismático; profanar la Eucaristía; usar la violencia física
contra el Papa; cometer determinados graves pecados contra el
sexto mandamiento, contenidos en los cánones 1364, 1367, 1370 §
1, 1387, 1394 § 1, 1395 del Código de Derecho Canónico.

2
El obispo ordenado por Dios, Claudio Gatti, jamás cometió nada de
esto. Además al obispo le fue negado el derecho a la defensa.

Puesto que el obispo no cometió ninguno de los delitos previstos


por el Código de Derecho Canónico, el Card. Ratzinger, el Card.
Ruini y el Obispo Bertone, artífices de la reducción a estado laical
del obispo Claudio Gatti, han cometido un acto moral ilícito y
jurídicamente inválido, porque han abusado de su autoridad, han
actuado contra el Código de Derecho Canónico, y sobre todo, al
condenar a un inocente, han faltado gravemente a la caridad y
ofendido a la verdad.

El obispo Claudio Gatti será rehabilitado pronto dentro de la Iglesia


y serán condenadas las obras de los enemigos de la Eucaristía.

ANEXO:

Jesús mismo dijo al respecto del último golpe de satanás (la


reducción a estado laical del obispo Claudio Gatti)

"Han involucrado al Santo Padre, aunque él no lo sabe, porque le


hacen firmar las cartas sin que sepa el contenido. El Papa ha
firmado, no la carta que os ha llegado, sino el documento que
permanece en el Vaticano, en el Vicariato" (Carta de Dios del
17.11.2002).

3
En la aparición mariana “Madre de la Eucaristía” del 16 de
noviembre de 2002, el día en el que ha llegado al Obispo la
comunicación del card. Ruini, Nuestra Señora ha permitido al
obispo Claudio dirigirle algunas preguntas:

Nuestra Señora - Excelencia, puedes preguntarme lo que quieras.

Obispo - A mí me interesa saber si hay verdaderamente un


documento firmado por el Papa.

Nuestra Señora - El documento firmado con el engaño está, pero el


Papa no lo ha leído. Él ha firmado muchas cartas, sin leerlas nunca,
porque le llevan las cartas ya hechas y él sin leerlas las firma. El
Papa no tiene nada que ver con el golpe de Satanás, ha firmado el
decreto sin saber lo que firmaba, si lo hubiese leído no lo habría
firmado.

Obispo - ¿Quiénes son los responsables del golpe de Satanás?

Nuestra Señora - Son los señores Ratzinger, Ruini y Bertone que


han tratado de hacer creer que la decisión viene del Santo Padre. El
Papa no está bien y ellos se aprovechan. Se sienten grandes y
poderosos y quieren vengarse de ti, porque les molestas mucho.

4
Obispo - Pero Dios ¿no puede detener a estos eclesiásticos?

Nuestra Señora - Sí y lo hará, pero no enseguida, porque el golpe


de satanás tendrá que durar todavía por la paz en el mundo. (Carta
de Dios del día 16 de noviembre de 2002)

ANEXO 2:

Ya que la firma del decreto ha sido hecha con engaño, sin que el
Papa supiese qué estaba firmando y puesto que con este decreto
era condenado injustamente el Obispo ordenado por Dios, el Señor
ordenó a Nuestra Señora que sustrajese tal documento a los
señores de la Iglesia.

Para el Vicariato y el Vaticano este documento era el único


elemento que tenían a mano para demostrar que la decisión de
reducir al estado laical al Obispo era del papa y por tanto
inapelable.

Tal documento reaparecerá cuando Dios querrá y llegará a las


manos del Papa que según los designios de Dios deberá hacer
renacer la Iglesia.

La sustracción del documento pontificio de las manos de los


poderosos eclesiásticos es una de las primeras intervenciones de

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Dios para rehabilitar en la Iglesia al Obispo que Él mismo ha
ordenado.

Es de suponer que por esta razón el cardenal Ruini nunca le mostró


al obispo Claudio Gatti el decreto pontificio de la reducción a estado
laical ni tampoco le proporcionó al obispo una copia compulsada del
mismo, ya que el Vicariato no lo tenía en su poder.

ANEXO 3:

El Papa Juan Pablo II, si hubiese sabido que la carta que firmaba
contenía la condena del obispo Claudio Gatti, no la habría firmado
nunca por los siguientes motivos:

1. El Papa conoció al obispo y a la vidente porque, al encontrarse


con ellos, se giró y les dijo: "Vosotros sois los de Nuestra Señora".

2. Marisa, varias veces fue en bilocación a ver al Papa para hablarle


de algunos problemas importantes de la Iglesia.

3. El Papa recitaba las oraciones dictadas por la Madre de la


Eucaristía.

4. El Santo Padre adoró la Eucaristía traída por Nuestra Señora a


Marisa en el lugar taumatúrgico y posteriormente traída por Don
Claudio al Vaticano el día 7 de Diciembre de 1997.

5. Juan Pablo II, en la audiencia general del 13 de Junio de 2001


6
terminó su catequesis diciendo: "María, Madre de la Eucaristía os
proteja a todos"; esta invocación, más tarde, fue censurada por sus
colaboradores y retirada del sitio web del Vaticano.

6. El secretario del Papa, a través de un común amigo polaco, pidió


a Marisa que orase por la salud del Papa y le hizo llegar, como
signo de reconocimiento, un cuadro que reproduce el rostro de
Jesús.

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