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Principales diferencias entre chino simplificado y chino

tradicional
 El debate sobre el chino simplificado comenzó a finales del S. XIX. Además de la
decadencia del sistema imperial y las continuas derrotas frente a las potencias
extranjeras, la razón principal fue la dificultad del aprendizaje del chino en una
sociedad con un alto índice de analfabetismo. Esta es su historia:

Primeros pasos para hacer más fácil la escritura


Aunque algunos expertos consideran que la simplificación de la escritura es una
degeneración, se trata de una tendencia natural propia de cualquier sistema gráfico
que cumple con su función de herramienta de comunicación. Durante las primeras
dinastías Qin y Han ya se produjo una “simplificación” de la escritura al pasar de un estilo
caligráfico a otro más práctico que permitiese escribir más rápido y responder a las
necesidades de una gran administración. Fue el paso del estilo sigilar menor (Xiǎo Zhuàn
小篆) a la escritura de los escribas (Lì Shū 隶书) y más tarde a otro más fluido conocido
como estilo regular (Kǎi Shū 楷书) que se ha mantenido hasta la actualidad durante más
de 2000 años.

Los pocos burócratas e intelectuales que tuvieron acceso a la escritura durante estos años
utilizaban dos formas de escritura: los llamados “caracteres correctos” (Zhèng zì 正字), que
eran las formas prescritas y oficiales en la administración, y los “caracteres vulgares” (sú zì
俗 字 ), que eran variaciones no aceptadas de los anteriores y que se usaban en un
contexto más íntimo, para escribir más rápido a mano.

No fue hasta la caída de la última dinastía en 1911 y con la construcción del estado
moderno cuando comenzaron a plantearse dos propuestas para reformar la
escritura y hacerla más accesible para una población analfabeta: la transformación en
un sistema fonémico o su simplificación. En este caso nos centraremos en su proceso de
simplificación. En la década de 1930, durante la época de la República de China, Liu Fu y
Li Jiarui publicaron un glosario con “caracteres vulgares” en uso desde las dinastías Sòng
y Yuán (sòng yuán yǐ lái sú zì pǔ 宋元以来俗字谱) que recogía unos 6240 caracteres de
escritura más sencilla.

Qian Xuantong, en 1935, publicó otro glosario de 2400 caracteres simplificados, de los
cuales unos 324 se incluyeron en la  Primera lista de caracteres simplificados que
promulgó el gobierno chino. Estas nuevas formas debían ser promovidas en las escuelas,
la prensa y el mundo editorial. Por primera vez comenzaron a usarse dos términos
modernos para distinguir entre formas más sencillas (jiǎn tǐ zì 简 体 字 ) y formas
tradicionales (fán tǐ zì 繁体字). Son los dos términos que se usan en la actualidad.

La simplificación de la década de 1950: la más


polémica de todas
Con la llegada al poder de los comunistas, en 1949 se fundó la República Popular China.
Parecía probable que este nuevo régimen legislase sobre formas de la escritura: por un
lado, era un elemento del programa comunista para facilitar a las “masas” populares
el acceso a la educación en una sociedad prácticamente analfabeta; y por otro, había
que poner orden a décadas de  agitación y reducir el número de caracteres en uso.
N
o es de extrañar que en la actualidad, el 30% del tiempo que dedican los
estudiantes en la escuela primaria y secundaria sea al aprendizaje de la
lengua.

En 1956 se promulgó el Plan de caracteres simplificados con 3 listas: la primera con 230


caracteres simplificados que se reemplazaron de inmediato, la segunda lista con 285
caracteres simplificados y la tercera con 54 partes constitutivas simplificadas que se
aprobaron tras un periodo de prueba. En 1964 se publicó al fin la Lista general de
caracteres simplificados (Jianhuazi Zong Biao), una propuesta que presentaba los
2236 caracteres que se habían simplificado y a partir de ahora de uso obligatorio en
China.

Tras los difusos años de la Revolución cultural se intentó realizar una segunda
simplificación (èr jiǎn zì 二 简 字 ) con 853 caracteres nuevos. Sin embargo, no fue bien
recibido por la sociedad y le llovieron críticas por todos lados por haberse hecho con prisas
por personas no cualificadas que recurrieron a formas cuyo uso no estaba generalizado.
Así que no fue hasta 1986 cuando se publicó definitivamente la Lista general de
caracteres simplificados (jiǎn huà zì zǒng biǎo 简化字总表 ) que incluía los caracteres de
1964 y algunos cambios menores. Los sinogramas simplificados de esta lista
pretendían reducir por fin las dificultades del aprendizaje; la media de trazos pasó
de 16 a 10, es decir , se eliminó una media de seis trazos por carácter.

Actualmente, el debate sobre la simplificación de la escritura china se ha convertido en


un arma política para las disputas entre los partidarios de las reformas impulsadas
por el régimen comunista y sus detractores, principalmente en Taiwán y Hong Kong.
Pese a todo, las reformas que se llevaron a cabo en China continental no hicieron más que
reconocer oficialmente una práctica muy extendida durante siglos en la escritura
manuscrita. Se calcula que de todos los caracteres simplificados,  solo un 12% del total
fueron formas nuevas.

Entonces, ¿cuál es la situación actual?


El objetivo principal de la reforma de la escritura llevada a cabo en el S. XX era conseguir
la alfabetización universal. Aunque no se ha logrado del todo (en 2008 la tasa de
alfabetización era del 90%), sí que se ha conseguido que el acceso a la escritura no se
limite a una élite como ocurría a principios del S. XX y esté al acceso de toda la
población. En definitiva, el resultado tras este último medio siglo de reformas es el
siguiente:

En China continental
desde los años 50 los caracteres simplificados son la ortografía estándar en China.
Durante la época maoísta, la posesión de obras publicadas en el extranjero en chino
tradicional podía acarrear serios problemas. Tras la apertura de China, partir de los años
80 se fueron publicado cada vez más obras antiguas transcritas según las nuevas reglas
de simplificación y en el 2008 la ONU (el chino es una de las 6 lenguas oficiales) sustituyó
la escritura tradicional por la simplificada. Sin embargo, los caracteres tradicionales
siguen utilizándose en monumentos históricos, algunos nombres de familias, las
obras de caligrafía o en los trabajos de epigrafía o para el estudio de textos antiguos. En
la actualidad, un 95% usa habitualmente la escritura simplificada y aproximadamente la
mitad pueden leer textos en tradicional (no es raro encontrarnos con videos musicales de
Hong Kong o Taiwán que usan la escritura tradicional).

Por ejemplo, en este panel informativo del Templo de confucio de Pekín el


título está escrito en caracteres tradicionales (a la derecha) mientras que
la explicación a la izquierda está en chino simplificado.

En Hong Kong y Macao 


A pesar de estar bajo control de la RPC, se sigue empleando la ortografía con
caracteres tradicionales en el ámbito público. Esta renuncia a la unificación ortográfica
por parte del gobierno comunista tiene un precio: el uso simultáneo de ambas escrituras
representa un foco de tensión interna permanente. Sin embargo, no es extraño que una
persona escriba en chino simplificado para su uso personal o cuando se dirige a sus
amigos y en caracteres tradicionales si se dirige a sus mayores. Además, no hay que
olvidar que en el ámbito político el uso del inglés sigue estando muy presente en esta
región.

En Taiwán

La ortografía oficial de la isla son los caracteres tradicionales. En la década de 1980 se


publicó una lista con la forma cursiva de unos 4000 caracteres. Se denominó Modelos de
caligrafía cursiva estándar (biāo zhǔn xíng shū fàn běn 标 准 行 书 范 本 ). La mitad
corresponden con las formas simplificadas del resto de China, pero su aplicación se limita
a la escritura manuscrita. Por eso es curioso que, aunque muchos taiwaneses no
reconocen las ventajas de la escritura simplificada, no hay más que fijarse en los textos
escritos a mano para darse cuenta de que la simplificación es una práctica habitual allí
al igual que se hacía en China antes de la simplificación oficial de 1956. Son muchos
los que piensan que la ortografía tradicional es la portadora de toda la herencia cultural
china y la máxima expresión de su civilización. Por ese motivo su preservación se ha
convertido en una cruzada contra los chinos del continente. Por ejemplo, hasta que en
1987 se derogó la ley marcial, se confiscaban los libros que entraban a la isla con
caracteres simplificados.

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