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tradicional
El debate sobre el chino simplificado comenzó a finales del S. XIX. Además de la
decadencia del sistema imperial y las continuas derrotas frente a las potencias
extranjeras, la razón principal fue la dificultad del aprendizaje del chino en una
sociedad con un alto índice de analfabetismo. Esta es su historia:
Los pocos burócratas e intelectuales que tuvieron acceso a la escritura durante estos años
utilizaban dos formas de escritura: los llamados “caracteres correctos” (Zhèng zì 正字), que
eran las formas prescritas y oficiales en la administración, y los “caracteres vulgares” (sú zì
俗 字 ), que eran variaciones no aceptadas de los anteriores y que se usaban en un
contexto más íntimo, para escribir más rápido a mano.
No fue hasta la caída de la última dinastía en 1911 y con la construcción del estado
moderno cuando comenzaron a plantearse dos propuestas para reformar la
escritura y hacerla más accesible para una población analfabeta: la transformación en
un sistema fonémico o su simplificación. En este caso nos centraremos en su proceso de
simplificación. En la década de 1930, durante la época de la República de China, Liu Fu y
Li Jiarui publicaron un glosario con “caracteres vulgares” en uso desde las dinastías Sòng
y Yuán (sòng yuán yǐ lái sú zì pǔ 宋元以来俗字谱) que recogía unos 6240 caracteres de
escritura más sencilla.
Qian Xuantong, en 1935, publicó otro glosario de 2400 caracteres simplificados, de los
cuales unos 324 se incluyeron en la Primera lista de caracteres simplificados que
promulgó el gobierno chino. Estas nuevas formas debían ser promovidas en las escuelas,
la prensa y el mundo editorial. Por primera vez comenzaron a usarse dos términos
modernos para distinguir entre formas más sencillas (jiǎn tǐ zì 简 体 字 ) y formas
tradicionales (fán tǐ zì 繁体字). Son los dos términos que se usan en la actualidad.
Tras los difusos años de la Revolución cultural se intentó realizar una segunda
simplificación (èr jiǎn zì 二 简 字 ) con 853 caracteres nuevos. Sin embargo, no fue bien
recibido por la sociedad y le llovieron críticas por todos lados por haberse hecho con prisas
por personas no cualificadas que recurrieron a formas cuyo uso no estaba generalizado.
Así que no fue hasta 1986 cuando se publicó definitivamente la Lista general de
caracteres simplificados (jiǎn huà zì zǒng biǎo 简化字总表 ) que incluía los caracteres de
1964 y algunos cambios menores. Los sinogramas simplificados de esta lista
pretendían reducir por fin las dificultades del aprendizaje; la media de trazos pasó
de 16 a 10, es decir , se eliminó una media de seis trazos por carácter.
En China continental
desde los años 50 los caracteres simplificados son la ortografía estándar en China.
Durante la época maoísta, la posesión de obras publicadas en el extranjero en chino
tradicional podía acarrear serios problemas. Tras la apertura de China, partir de los años
80 se fueron publicado cada vez más obras antiguas transcritas según las nuevas reglas
de simplificación y en el 2008 la ONU (el chino es una de las 6 lenguas oficiales) sustituyó
la escritura tradicional por la simplificada. Sin embargo, los caracteres tradicionales
siguen utilizándose en monumentos históricos, algunos nombres de familias, las
obras de caligrafía o en los trabajos de epigrafía o para el estudio de textos antiguos. En
la actualidad, un 95% usa habitualmente la escritura simplificada y aproximadamente la
mitad pueden leer textos en tradicional (no es raro encontrarnos con videos musicales de
Hong Kong o Taiwán que usan la escritura tradicional).
En Taiwán