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La mendicidad infantil es un problema social que refleja las desigualdades y la pobreza en América Latina. Varios países han implementado políticas y programas para prevenir la mendicidad y proteger los derechos de los niños, como la erradicación progresiva de esta práctica y evitar que se convierta en una forma permanente de vida. En Ecuador, la mendicidad ha crecido debido a factores socioeconómicos como el desempleo y la crisis, y el Estado ha creado políticas a través de la Agenda Social para
La mendicidad infantil es un problema social que refleja las desigualdades y la pobreza en América Latina. Varios países han implementado políticas y programas para prevenir la mendicidad y proteger los derechos de los niños, como la erradicación progresiva de esta práctica y evitar que se convierta en una forma permanente de vida. En Ecuador, la mendicidad ha crecido debido a factores socioeconómicos como el desempleo y la crisis, y el Estado ha creado políticas a través de la Agenda Social para
La mendicidad infantil es un problema social que refleja las desigualdades y la pobreza en América Latina. Varios países han implementado políticas y programas para prevenir la mendicidad y proteger los derechos de los niños, como la erradicación progresiva de esta práctica y evitar que se convierta en una forma permanente de vida. En Ecuador, la mendicidad ha crecido debido a factores socioeconómicos como el desempleo y la crisis, y el Estado ha creado políticas a través de la Agenda Social para
“Erradicar la mendicidad infantil no es un acto de
caridad, es un acto de justicia” Históricamente la mendicidad es un fenómeno social que ha marcado a los países de Latinoamérica, funciona como un indicador que refleja las desigualdades y la condición socioeconómica o de pobreza que atraviesa un país. El término mendicidad es analizado y tratado desde varios puntos de vista, buscando diferenciar cuando es verdadera, es decir cuando es resultado de fenómenos socioeconómicos como la pobreza y no como forma de vida o producida por el ocio. Varios países latinoamericanos actualmente a través de sus ministerios y organismos estatales encargados de la política social han desarrollado e implementado políticas, programas, proyectos y diferentes actividades enfocadas en la prevención, atención directa, acogimiento institucional y seguimiento a las personas en situación de mendicidad y/o trabajo infantil. El interés radica en la búsqueda de la erradicación progresiva de esta problemática, la misma que atenta contra la integridad de los seres humanos, vulnerando sus derechos, de esta manera evitar que la mendicidad sea utilizada como una forma de vida y subsistencia económica permanente o valoración cultural. La población vulnerable a esta situación en su mayoría son niños, adolescentes, adultos mayores y personas con discapacidad. En Ecuador durante muchas épocas hemos visto un crecimiento en los índices de la mendicidad, convirtiéndose en los últimos años en una de las principales preocupaciones de la sociedad, este fenómeno está asociado a factores socioeconómicos como la falta de recursos necesarios para proveerse de la subsistencia, así como también el desempleo y la crisis económica que han provocado un incremento de esta problemática en nuestro país, en las que se puede visualizar una cantidad alarmante de personas ejerciendo esta actividad en las principales vías. Las políticas, programas y actividades para la erradicación de la mendicidad en Ecuador, se aplican para disminuir la mendicidad, debido a que es un problema social que afecta no sólo a niños, sino también a adolescentes, y personas de la tercera edad, es decir a personas en estado de vulnerabilidad, que se vieron obligados a recurrir a ella para sobrevivir. Por este motivo y con el objeto de contrarrestar y prevenir esta actividad, el Estado Ecuatoriano ha fomentado e implementado políticas en beneficio de la sociedad, específicamente en este ámbito, de las cuales tenemos la última Agenda Social, que expide el marco de las políticas públicas de competencia del sector social, representado por el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social, en el que se incluyen componentes específicos para el tema de la mendicidad y el trabajo infantil.