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SIGNIFICADO
Los símbolos o signos del Espíritu Santo
El Señor Jesús en los evangelios nos enseñó misterios del Reino a través de las
parábolas, mediante narraciones sencillas y tomadas del diario vivir, Jesús
procura pues enseñarnos grandes secretos mediante representaciones o signos
sencillos, lo mismo hace para que conozcamos la persona y obra del Espíritu
Santo.
Pardington dice: "La palabra SÍMBOLO, viene de dos palabras griegas: "SUN" que
quiere decir "justo", y la palabra "BALIO" que quiere decir: tirado; significando
literalmente algo que ha sido tirado junto con otra cosa, uno al lado del otro, el uno
para representar y explicar el otro".
Estos símbolos o signos del Espíritu Santo, son dados por Dios para que
podamos más fácilmente comprender lo que el idioma mismo no puede explicar o
expresar (al igual que sus nombres y significados). Los símbolos son
empleados para describir las operaciones del Espíritu Santo.
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí,
cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en
Espíritu Santo y fuego”
El fuego nos enseña la naturaleza misma calienta, ilumina, purifica, prueba,
produce energía, y genera poder. El fuego consume el combustible, y refina o
purifica aquello que no puede ser consumido.
“El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni
a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.
La palabra de Dios nos enseña que sin la constante renovación y vivificación del
Espíritu que imparte vida, el creyente no podría sobrevivir. Nos dice Ezequiel 37.7-
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También al patriarca Job dijo: "El Espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del
Omnipotente me dio vida" Job 33.4. Entonces la obra del Espíritu Santo como
viento es traer vida y renovación.
Como podemos ver el poder del Espíritu Santo hace en el terreno de lo espiritual lo
que el agua hace en el orden material. El agua purifica, refresca, apaga la sed y
convierte el campo estéril en tierra fructífera.
El Espíritu Santo limpia de los hábitos pecaminosos, y sirve como fuente que
produce ríos de santidad, y renovación que sacia la necesidad del hijo de Dios en la
tierra.
Debemos también tener en cuenta textos bíblicos como Efesios 4.30 "Y no contristéis
al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención",
y 2ª Corintios 1.22 "el cual nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en
nuestros corazones".
El sello es puesto sobre una cosa de valor e implica y denota una transacción
terminada, como así también algo que es genuino, incambiable y de gran valor.
El Espíritu mismo es el sello que Dios el Padre pone en el corazón del creyente a fin
de asegurarle la certeza de una transacción completa.
5. El aceite como signo del Espíritu Santo: Lucas 4:18; Hebreos 1:9.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido…”
"Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios
tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros".
En los tiempos de la Biblia, la unción con aceite era usada primordialmente para
limpiar, suavizar y relajar; y para hermosura como sub-producto. Muchos de los
rituales del Antiguo Testamento requerían el uso del aceite, y en solemne ceremonia
de unción, los reyes, profetas y sacerdotes fueron puestos aparte para su
llamamiento divino.
También en aquellos tiempos (y quizá hoy día también) el pastor tomaba aceite
para aplicar a sus ovejas y evitar que las moscas pusieran sus huevos en sus ojos o
en su nariz; también usaban el aceite para aplicarlo en las heridas que se causaban
con arbustos espinosos, por ejemplo.
“Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron
abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él”
El interés de Dios en este suceso es evidente por el hecho que se registra en los cuatro
evangelios. Una tradición judía traduce Génesis 1.2. de la siguiente manera: "El
Espíritu de Dios como una paloma cobijaba el haz de las aguas".
El hecho de que el Espíritu Santo es representado como una paloma indica que Él
nunca demanda ni obliga a los suyos; Él obra por medio de suaves directivas o
persuasiones.
Cristo instruyó a los creyentes de ser "sencillos como palomas", Mateo 10.16. El
tener al Espíritu Santo morando dentro como paloma es saber que uno está en paz
con Dios, pues hemos sido justificados en Cristo.
7. El vino, otro símbolo del Espíritu Santo en la Biblia, Hechos 2:4, 12-13; Efesios 5:18.
“Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir
esto? Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto”.
"No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu Santo".
Fue en el vigor y el estímulo de esta clase de relación con el Espíritu Santo como los
apóstoles proclamaron el mensaje del Evangelio en ese día y vieron tres mil almas
añadidas a la Iglesia. Se requiere el poder y el denuedo que nos da el Espíritu Santo
para predicar su palabra.
Oración: Señor cada día lléname más de tu Santo Espíritu, ayúdame a entender
todo lo que tú me has dado, y cuanto deseas que yo camine en esa verdad. Amado
Espíritu Santo quiero conocerte cada día más y ser guiado por ti. Gracias Señor
por hacerme templo de tu Espíritu. Amen.
El Señor Jesús quiere transformar cada vez más nuestro corazón, por su
gracia ahora somos sus hijos, llamados a crecer, y una faceta de ese
crecimiento es precisamente conocer más al Espíritu Santo de Dios. Él es
nuestro Consolador, uno que está a nuestro lado para enseñarnos y dirigir
nuestra vida…
Aquí podemos ver a un discípulo llamado Ananías sensible a la voz del Señor.
Era entonces un hombre de intima comunión con Dios. Él recibe de Dios las
instrucciones para ir a buscar a Saulo de Tarso y ministrarlo.
Ananías lucha inicialmente con esta comisión (él tenía razones ciertas) pero
finalmente obedece al Señor, pues Dios le enseña su plan con Saulo de Tarso.
Fue también Ananías un hombre valiente ya que Saulo fue ese feroz y celoso
perseguidor de la iglesia de Jesucristo.
Nos dice la Biblia en Hechos 9:17 “Y Ananías fue y entró en aquella casa, y
poniendo sobre Saulo las manos, le dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que
se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que
recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo de Dios”.
Además podemos ver que más adelante el mismo apóstol Pablo nos dice en
Efesios 5:18 “No os embriaguéis con vino en lo que hay disolución, más bien
sed llenos del Espíritu Santo de Dios”. Concluimos así que nosotros somos
vasijas en las que Dios derrama su Santo Espíritu. Recordemos que el aceite
en la Biblia es uno de los símbolos del Espíritu Santo, y el Señor desea
llenarnos de su poderoso aceite.
La Biblia nos enseña que antes de Jesús comenzar su poderoso ministerio fue
lleno del Espíritu Santo de Dios en su bautismo en el río Jordán, el mismo
Saulo antes de iniciar su servicio al Señor fue lleno del Espíritu de Dios, y
antes de enviar a los doce discípulos por todas naciones el Señor Jesús les
dijo:
“Le cayeron de los ojos como escamas”. Esto hace referencia a una costra o
revestimiento que impedía a Saulo de Tarso ver el verdadero camino de Dios.
De hecho él creía que estaba haciendo el bien al perseguir la iglesia. Él
consideraba que la vida que llevaba era la que el Señor le había preparado.
Sin embargo él estaba muy lejos, muy equivocado, pero por el poder del
Espíritu de Dios aquellas cosas que le impedían andar por el camino de la
verdad son destruidas.
Debemos preguntarnos aquí: ¿Qué cosas deben caer de nuestra vida? Quizá
hablamos de cargas, miedos, preocupaciones, malos deseos, o tal vez sólo ves
fracaso y el caos en la familia, pues por el poder del Espíritu de Dios las cosas
pueden ser transformadas.
Saulo de Tarso “Recibió la vista”. Frase que nos hace reflexionar en el poder
de Dios para restaurar lo que hemos perdido, o lo que ha sido dañado. Saulo
recibió lo que había perdido. Por eso confía en Dios y prepárate para recibir
lo nuevo que el Señor trae a tu vida.
Nos dice además el texto bíblico que “Levantándose, fue bautizado”. Entonces
vemos que Saulo hizo lo que nunca antes había hecho, ni siquiera pensó
hacer. Esto nos recuerda que como resultado de la obra del Espíritu Santo el
cristiano se levanta de su condición o conformismo y avanza hacia los
nuevos niveles que Dios ha diseñado para él.
Nos dice la Escritura en Hechos 9:20-22 que “luego predicaba a Cristo en las
sinagogas, diciendo que Éste es el Hijo de Dios. Y todos los que le oían
estaban atónitos, y se preguntaban diciendo: ¿No es éste el que asolaba en
Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos
presos ante los príncipes de los sacerdotes? Pero Saulo de Tarso mucho más
se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco,
demostrando que Éste, es el Cristo”.
Dios anhela llenarnos con su poder y presencia, por eso abre tu corazón
como una vasija que necesita llenarse del Espíritu Santo, es necesario
desechar lo malo que está llenando nuestra vida y que no es útil, y más bien
permitir que la presencia del Señor nos dirija.
Recuerda que Dios ungió con su Espíritu Santo a David y desde aquel día su
vida fue completamente transformada: "Y Samuel tomó el cuerno del aceite,
y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el
Espíritu de Jehová vino sobre David" 1 Samuel 16:13.