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1.

LA PREPARACIÓN DEL EVANGELISTA


En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda
solo; pero si muere, produce mucho fruto.
Santo evangelio de Juan 12:24 LBLA.

INTRODUCCIÓN
Antes de poner manos a la obra, quien evangeliza debe ser enseñado por Dios. Es necesario
antes de anunciar la palabra a otros, haber experimentado en carne propia la salvación, un
encuentro real y verdadero con el autor de la vida, ser lleno del Espíritu y humillarse para
llevar mucho fruto.

I. EL ESTILO DE VIDA DEL EVANGELISTA


En gran, parte el evangelismo personal depende del evangelista. Es importante observar
que un evangelista debe ser una persona nacida de nuevo. Como portadora del evangelio,
debe haber experimentado en su vida la obra transformadora y regeneradora de la
salvación por medio del Espíritu Santo.
Se debe mantener una vida irreprensible para con los que nos rodean. La palabra de Dios
nos dice que somos como la luz que alumbra a los que están en tinieblas (Mt. 5:14); también
somos cartas leídas al mundo (2 Cor. 3:2). Si nuestro testimonio no es bueno, ¿cómo vamos
a ser ejemplo para otros?
Quien anhela compartir el mensaje de las buenas nuevas a los demás, deben ser un fiel
imitador de la vida de Cristo (Mt. 4:19). Seguir a Cristo significa haber dejado el mundo,
manteniendo una buena manera de vivir entre los del mundo y vivir como siervos de Dios
(1 Pedro 2:11-21).
Quien evangeliza debe vivir una vida consagrada al Señor; ir en pos de Cristo demanda
disfrutar de comunión plena con El, aprender y obedecer sus mandamientos.
Finalmente, el apóstol Pablo nos insta para que hagamos obra de evangelista, cumpliendo
así ́ lo que nos han encomendado (2 Tim. 4:5). El evangelista debe ser una persona activa,
pero a la vez discípulada; es decir, nutriéndose con la doctrina. Como buenos soldados
procuremos no enredarnos en los negocios de la vida (2 Tim. 2:4); por el contrario,
agrademos al Señor para que a través nuestro llevemos el mensaje a todos los hombres.

II. EL EQUIPAMIENTO CELESTIAL


El Señor prometió́ enviar al Espíritu Santo sobre sus discípulos previo a ser testigos (Hechos
1:6-8). Ser lleno del Espíritu es haber sido investidos con poder (Lc. 24:49) lo cual habilita a
todo siervo del Señor para hacer la obra que Dios quiere. Uno no es apto en sí mismo, pero
el Espíritu lo hará.́ El nos guiará y llenará nuestra boca con lo que hemos de hablar (Mt.
10:19.20). El evangelista debe conocer y usar su Biblia. Ella es la que la fundamentará para
dar respuesta a muchas de las interrogantes que se hacen los inconversos. Al hacer uso de
la Biblia obtendremos un más amplio entendimiento del plan de Dios. El apóstol nos insta
para que la palabra de Cristo more en abundancia en nosotros (Col. 3:16) y podamos decir
lo que hay en nuestro corazón (Mt. 12:34).

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El éxito en el evangelismo esta relacionado también con la vida devocional que tengamos.
Los discípulos del Señor fueron llamados para disfrutar una intima comunión con Él. Los
grandes evangelistas han sido hombres de oración. Dedicarse a la oración demuestra cuan
dependiente es uno de Dios. Es necesario pedir a Dios que de las oportunidades para
presentar el evangelio, hallar gracia con los oyentes y fruto de nuestra participación. Es
necesario clamar por la salvación de las almas (Romanos 10:1).
El evangelista es un testigo poderoso cuando es un verdadero adorador. Cuando las mujeres
iban en busca del cuerpo de Jesús él se les manifestó́ y le adoraron; posteriormente Jesús
las envió́ a dar las nuevas a los discípulos (Mt. 28:9.10). El evangelista es un verdadero
testigo cuando habla lo que ha visto y oído, puesto que tiene una comunión verdadera con
el Padre y el Hijo (1 Jn. 1:3).

III. ALGUNAS RECOMENDACIONES PRÁCTICAS


Muchas veces se fracasa en el evangelismo porque no hemos reflexionado en que antes
que la persona reconozca al Señor, nos debe aceptar a nosotros. Cuide su apariencia física.
No comencemos la presentación del evangelio hasta que se haya roto el hielo o tensión y
ambas partes se sientan cómodas. Es necesario demostrar interés por las personas y tener
entrañas de misericordia por ellas. Para lograr aceptación de parte de quien nos escucha no
hay que discutir ni regañar. Hay que evitar ser negativo y amenazante, solo presentemos a
Cristo.
La paciencia y perseverancia son útiles en el evangelismo; la indiferencia de unos, la
incredulidad de otros, etc., no deben ser motivo para dejar de hacer evangelismo. No tema
las objeciones que se le presenten, ellas demuestran que la persona esta escuchando. No
permita que esto lo desvíe, vuelva en cuanto pueda al punto principal de la conversación
(Cristo como Salvador).
Aproveche todas las oportunidades que el Señor le conceda y recuerde que nunca será́
como la vez anterior. Las personas son diferentes entre si. Nunca obligue a una persona a
tomar una decisión si no lo siente, solo hay que predicar el evangelio y no imponerlo. Evite
criticar a otras sectas o denominaciones.

CONCLUSIONES
a) Seria erróneo tratar de ganar almas para Cristo si no se disfruta de una vida abundante,
sometida al señorío de Cristo.
b) La preparación del evangelista principia con la llenura del Espíritu Santo, conocimiento
de las escrituras y una vida de oración.
c) Cuide la forma en que usted se presenta, así como, la manera de plantear la buena nueva
que lleva.

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2. EL MENSAJE EVANGELÍSTICO
Dios es tan sabio que no permitió que la gente de este mundo lo conociera mediante el
conocimiento humano. En lugar de eso, decidió salvar a los que creyeran en el mensaje que
anunciamos, aun cuando este mensaje parezca una tontería.”
1 Carta de Pablo a los Corintios 1:21 TLA

INTRODUCCIÓN
El mensaje de Dios se ha proclamado desde tiempos antiguos. Noé por ejemplo predico por
años (1 Pedro 3:20), con el objeto de que los hombres fuesen salvos. Pero la interrogante
surge ¿cómo presentar la Palabra de Dios en forma comprensible y sencilla? Las escrituras
nos enseñan los pasos siguientes:

I. CONTENIDO DEL MENSAJE


El centro del mensaje en el evangelismo debe ser Cristo (1 Cor. 1:23; Hch.5:42). En la vida
del cristiano nos encontramos con personas que se oponen al evangelio, pero que en lo más
íntimo de su corazón anhelan encontrar una solución al problema de su alma perdida. Otras,
cuando se les presenta a Cristo argumentan una serie de objeciones. Pablo dividió́ a las
personas de la siguiente manera:
Los que piden señales.
Los que buscan sabiduría.
Los que creen que es tropiezo el evangelio.
Los que consideran una locura la predicación.
Los llamados, quienes consideran la Palabra como poder de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor.
1:24).
Con esta clasificación se pretende señalar con que tipo de personas nos hemos de
encontrar. Pero debemos saber que la Palabra es como martillo que quebranta la piedra,
que llega como espada a penetrar hasta lo mas profundo de su ser, porque esta es la
voluntad de Dios, salvar al creyente por la predicación.
Quien comparte el testimonio de su fe en Cristo, debe llevar un mensaje claro que pueda
entender el receptor. La mayoría de nosotros no presta atención al orden del mensaje. Este
debe llevar una secuencia para lo cual sugerimos el siguiente bosquejo:

A. SEÑALAR LA CONDICION DEL HOMBRE DELANTE DE DIOS


Se requiere conocimiento de la Palabra para poder hacerlo. Es importante señalar que el
hombre es pecador y esta fuera de la gloria de Dios (Job. 15:14; Rom. 7:18). Que la paga del
pecado es muerte (Rom. 6:23), lo que significa que puede estar separado física, espiritual y
eternamente de Dios (Tito. 3:3).
B. PRESENTAR LA ESPERANZA GLORIOSA
Inmediatamente, después de señalar la condición pecaminosa del hombre es preciso decir
que Dios ama al hombre y que desea que todos procedan al arrepentimiento para salvación.
Hay que mencionar que Jesús tomo forma humana para venir a morir en la cruz del calvario,

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sustituyéndonos (Mt. 20:28; Rom. 5:6-10). Dios hizo la parte que le correspondía, ahora le
corresponde al hombre el arrepentirse y creer en Jesucristo (Filipenses 1:29, 1 Tim. 1:16).
El pecador debe saber que nuestro Padre celestial es un Dios perdonador; que mediante su
propia justicia se olvidara de todo pecado perdonado (Tito. 3:5; Rom. 3:23.24).

II. COMO TRANSMITIR EL MENSAJE


El apóstol Pablo llevo el mensaje del evangelio al pueblo gentil. Él era un hombre con las
mismas pasiones, deseos y emociones que las nuestras. Estuvo en Corinto en medio de una
gran multitud con debilidad, temor y temblor (1 Cor. 2:3). La misma actitud del apóstol ha
llegado a ser la nuestra, nos inunda el temor y no queremos hablar. Hemos de reconocer
que es Dios quien nos ha enviado a llevar la Palabra; por lo tanto, dejamos que el Espíritu
Santo actué́ a través nuestro (Isa. 40:30.31; Fil. 4:13). El mensaje se ha de caracterizar por
la sencillez de su composición, así:

1. NO CON EXCELENCIA DE PALABRA


Hay que anunciar las buenas nuevas con palabras sencillas, comunes, de fácil comprensión.
Se debe evitar palabras corrompidas que en nada edifican (Ef. 4:29). El Señor enseñaba,
dicto mandamientos, pronuncio juicios y todo con un lenguaje sencillo, de manera que le
entendían los del vulgo, como los mas altos, de manera que se cumplió el Salmo 119:130.
Se debe evitar la terminología que únicamente el pueblo de Dios conoce (teofanía, parusía,
ministros, misterio, etc.). Toda frase complicada se ha de eliminar, ya que las frases cortas
son mejores.
2. NO CON EXCELENCIA DE SABIDURÍA
Si por misericordia nos han sido revelados misterios (cosas ocultas) y que se han de
entender por el Espíritu, quien no ha nacido de nuevo ¿cómo entenderá́, si su estado es
natural? El nunca asimilara, a menos que exista un cambio de mente (1 Cor. 2:14.15). Por
lo tanto, debemos ser sabios evitando hablar profundidades, lucir y contender por la
Palabra (2 Tim. 2:14).
3. NO CON PALABRA PERSUASIVA
El libro de los Hechos narra como dos hombres elocuentes se levantaron logrando persuadir
a muchos; sin embargo, esa obra no duro mucho, sin lugar a duda porque era una obra
humana que afecto únicamente la mente y los sentidos de los oyentes (Hechos 5:36.37).
4. DAR PALABRA CON DEMOSTRACIÓN DE ESPÍRITU Y PODER
No es solamente cuando se observan sanidades, liberaciones o milagros. Recordemos que
es mejor entrar a la vida eterna manco o cojo que teniendo dos manos, dos pies y ser echado
al fuego eterno (Mt. 18:8). Muchas veces no ocurre nada, aparentemente. A decir verdad,
cuando el Espíritu habla, redarguye, convence de justicia, juicio y pecado (Jn. 16:8). El
pecador queda tocado por el Espíritu, y posteriormente tras un arrepentimiento llevado a
la cruz, convirtiéndose a Jesucristo, no precisamente por medio nuestro (1 Cor. 3:5.6).
Debemos recordar que las señales seguirán a los que creen para que nuestra fe no este
fundamentada en sabiduría humana (humanismo) Mr. 16:17.

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CONCLUSIONES
1. Quienes argumentan no tener conocimiento para proclamar el evangelio eluden su
responsabilidad. Ninguno sabe si posee el don de predicar o enseñar hasta no hacer la
prueba con honestidad y perseverancia.
2. Quien se dedica al evangelismo debe ser una persona estudiosa de la palabra y sabida.
Su objetivo tiene que ser presentar un mensaje sencillo pero entendible.
3. Dios busca hombres y mujeres que con valentía y amor que permitan al Espíritu dejarse
usar en la hermosa tarea de tirar la red y pescar hombres.

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3. COMO COMPARTIR EL TESTIMONIO
Vete a tu casa, a donde los tuyos, cuéntales todo cuanto el Señor ha hecho por ti.
Marcos 5:19

INTRODUCCIÓN
Muchas personas piensan que no tienen un testimonio que valga la pena darlo a conocer a
aquellos que no conocen a Cristo. La verdad es que todo creyente tiene un testimonio y más
aún, el testimonio de la persona que cree en Cristo es muy importante. Otros quizás, no
tengan dificultad para decir lo que Dios ha hecho con ellos, pero, no saben transmitir el
mensaje. En este tema, se analizara como llegar a dar nuestro testimonio en forma eficaz
aclarándose algunos aspectos al respecto.

I. POR QUE DAR A CONOCER MI TESTIMONIO


El testimonio es un relato autobiográfico de una persona que refiere la manera como llego
a conocer a Cristo como su salvador y la forma en que su vida ha sido transformada. Es
compartir brevemente la forma como su vida ha sido transformada como resultado de su
conversión (2 Tim. 1:8).
El propósito de narrar nuestro testimonio es que la persona o personas que nos escuchan
presten atención y se interesen desde el principio hasta el final.
Una de las razones por las cuales compartimos nuestro testimonio es porque nuestro
auditorio no podrá́ discutirnos. El testimonio sirve para comunicar verdades de manera que
no resulten ofensivas. Un hermano dijo en una ocasión: “yo era como muchas personas que
tienen por costumbre asistir al templo todos los domingos, déjeme decirle que la iglesia no
lo va a salvar a usted ni a nadie”. Lo correcto seria decir: “Toda mi vida había asistido a la
iglesia fielmente, sin embargo, mi alma anhelaba ansiosamente una realidad mas profunda,
fue entonces que oí el mensaje del evangelio. De pronto, descubrí que las iglesias no pueden
salvar, solo el Señor Jesucristo salva.
El testimonio debe despertar interés o curiosidad por conocer mas acerca de la fe. Quien
escucha también puede participar ya sea haciendo preguntas o comentando alguna
experiencia logrando así ́ mayor confianza (Hechos 4:33).

II. COMO PRESENTAR NUESTRO TESTIMONIO


La presentación de nuestro testimonio debe abarcar tres tiempos importantes:
a) Como era nuestra vida sin Cristo.
b) El arrepentimiento y la conversión.
c) Los cambios de vida experimentados.
El propósito de este orden es ser objetivos y dar un mensaje sencillo y claro.
Cuando hablemos de cómo era nuestra vida no lo hagamos con satisfacción por lo que
hicimos sino mas bien, queriendo olvidarlo y traerlo a luz únicamente para que los demás
vean la misericordia de Dios. Todos diremos cosas distintas, por ejemplo: le temíamos a

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Dios, no tenía paz, me sentía solo, era esclavo del pecado, etc., hay que dejar claro que ese
estilo de vida nos dejaba vacíos e insatisfechos (Sal. 136:3.4).
Cuando toquemos la conversión hablemos de lo que nos motivo a convertirnos y los medios
que Dios utilizo para hacernos ver nuestra condición pecadora (tragedia, aflicciones, la
palabra, otro testimonio, etc.) al hablar del cambio de vida relatemos que no somos los
mismos (2 Cor. 5:17).

III. SUGERENCIAS PARA COMPARTIR EL TESTIMONIO


1. No use demasiadas palabras o términos teológicos ya que los oyentes desconocen el
significado de nuestro vocabulario (1 Cor. 1:21).
2. Presente su testimonio siguiendo un orden de pensamiento en forma de progresión
lógica y ordenada, vaya de lo conocido a lo desconocido.
3. Evite hablar de cosas que no tengan relación con el tema, o el exceso de detalles, de esta
manera aprovecharemos el tiempo con que contemos.
4. No haga preguntas al inconverso ya que esto podría dar lugar a alejarnos de nuestro
objetivo. El inconverso dará su opinión y algunas veces hablara demasiado.
5. Evite criticar o hacer diferencias entre denominaciones, que son heréticas o explicar las
razones de nuestra afirmación. Aclare, solo cuando el inconverso este interesado o
pregunte por ello.
6. No se gloríe de la vida pasada, esto deja mucho en que pensar (Fil. 3:13).
7. Hable con honestidad y sin temor sabiendo que el Señor ya borro y perdono nuestra vida
pasada
(Isa. 43:25)

CONCLUSIONES
1. El testimonio de todo cristiano es válido y veraz.
2. Para exponer nuestro testimonio se ha de atender las instrucciones para ser ordenado,
claro y concreto.

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4. PASOS PARA EVANGELIZAR
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva
la perdición, y son muchos los que entran por ella; porque estrecha es la puerta y angosto
el camino que lleva a la vida y son pocos los que la hallan.
Mateo 7: 13-14

INTRODUCCIÓN
La tarea de quien evangeliza no se limita a presentar el evangelio. Nuestra parte es además,
ayudar a las personas, sabiendo que el Espíritu hará su parte.

PRIMER PASO: EL PROPÓSITO DE DIOS PARA EL HOMBRE


Para que el contacto con otras personas sea afectivo trate de propiciar un ambiente de
confianza y amistad. No sea pesimista.
Mi nombre es Misericordia, quisiera obsequiarle este pequeño folleto, ¿me permite unos
minutos para explicarle?, seré breve.
La Biblia dice que Dios creo al hombre, a su imagen y semejanza. Quiere decir que Dios doto
al hombre de intelecto, sentimientos y voluntad. El hogar del hombre era un jardín pero
estaba sujeto a observar un mandato de Dios. No comer del árbol de la ciencia del bien y
del mal. El propósito de Dios para el hombre era que este ejerciera dominio sobre todas las
cosas, pero principalmente para que tuviera comunión con su creador (Proverbios 3:32).

SEGUNDO PASO: EL PECADO Y SU SANCIÓN


El propósito de este paso es mostrar a la persona lo terrible del pecado y el peligro en el
que se encuentra.
El día que Adán desobedeció a Dios sufrió la pena de su pecado. Dios lo expulso del huerto,
hasta que finalmente murió físicamente. La Biblia declara que la paga del pecado es muerte
(Ezequiel 18:20).
Pecar es entonces seguir nuestro propio camino y no el de Dios. La Biblia dice que el hombre
cree que su camino es recto pero su final es muerte (Proverbios 14:12). El hombre al no
buscar de Dios se degenera, se vuelve injusto, malvado y perverso. No hay hombre alguno
que busque a Dios, sus obras son de continuo dirigidas al mal pues no hay temor de Dios
(Isaías 59:1-15).
Muchos dicen ¡ah! pero yo no soy pecador. El pecado es algo más que cometer un crimen,
es una actitud del corazón humano, el anhelo de ser independiente, de hacer lo que se le
antoja.
Ahora bien, todos hemos hecho esto, tanto usted como yo, ¿no es cierto? Ningún hombre
es perfecto. Lea esta porción de la Escritura: Por esta razón, así como el pecado entro en el
mundo por medio de un solo hombre y la muerte por medio del pecado, así también la
muerte paso a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Rom. 5:12). ¿Se da cuenta
de lo serio que es la consecuencia final del pecado?

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TERCER PASO: LA SOLUCIÓN DE DIOS
Muestre al prospecto como Dios proveyó la solución para el pecado.
Por cuanto hemos visto que todos pecan y no pueden alcanzar la gloria de Dios, somos
reconciliados con El por medio de Jesucristo. Jesús, Hijo de Dios murió en la cruz del calvario
para pagar la pena del pecado del hombre (1 Pedro. 1:18-19).
Jesús cargo con nuestro pecado en la cruz para que nosotros fuéramos justificados (Mt.
8:17; 1 Pedro 2:24).
Dice la Biblia que Dios nos amo de tal manera que envió a su hijo, para que todo aquel que
en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
La salvación que Dios ofrece es un regalo, nosotros no podemos ganarla, solo recibirla o
rechazarla (2 Tim. 1:9.10).

CUARTO PASO: TOMANDO UNA DECISION


Al evangelizar presentamos a Jesucristo como Salvador, pero ¿quién desea un salvador?
Solamente los que reconocen que están en peligro y no pueden salvarse a sí mismos.
¿Se siente agradecido al saber que Jesús murió por usted?
Dios nos ha dado oportunidad para escoger si seguimos siendo indiferentes permaneciendo
en nuestro caminar, o nos volvemos a Dios, creyendo en su Hijo quien nos salva y
transforma.
Toda persona tiene que hacer suya por propia decisión la obra de Cristo en la cruz y
depositar su confianza en ella (Jn. 1:12-13; Gal. 3:26; 1 Jn. 3:1).
Jesucristo lo ha hecho todo, lo único que tenemos que hacer es asirnos de esa provisión.
Las buenas obras no contribuyen en la salvación. Jesucristo hizo la obra y nosotros debemos
creer (Ef. 3:12).

QUINTO PASO: LA NUEVA VIDA


Después de oír el Evangelio y ser convencido de sus pecados por el Espíritu, la persona
necesita saber que debe hacer para ser salva.
Lea Romanos 10: 8-11. Si nuestro prospecto ha creído en el Señor Jesucristo de todo
corazón sin lugar a duda que estará arrepentido de su forma de vida. El paso siguiente será
confesar que cree en el sacrificio de Jesucristo. Para ello guiaremos al nuevo creyente a
elevar una oración al Padre.
Enseñe lo que el nuevo hermano ha experimentado, el fue trasladado del reino de las
tinieblas al reino de luz (Col. 1:13). Fue engendrado de arriba y ahora es hijo de Dios (Jn.
1:12). Explique que debemos permitirle a Jesucristo que sea Señor de nuestra vida (Rom.
6:17-22).
Finalmente anote los datos del nuevo creyente (dirección, teléfonos, hora de visita). En la
medida de lo posible de un seguimiento apropiado. Indique que debe congregarse en una
Iglesia de avivamiento y en donde se predique el Evangelio apostólico.

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CONCLUSIONES
Resumiendo al evangelizar tratemos de exponer:
a) El propósito de Dios para su vida.
b) Lo que la Biblia enseña en relación con el pecado.
c) Cristo murió en nuestro lugar como sustituto.
d) Tomar una decisión en cuanto a nuestro futuro.
e) Como iniciar la nueva vida.

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5. ESTRATEGIAS DEL EVANGELISMO
Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta
necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
1 Corintios 9:16

INTRODUCCIÓN
La estrategia a utilizar dependerá de las necesidades y objetivos que se establezcan.
Generalmente se hace un evangelismo dentro de la misma congregación pero nos
encontramos con la desventaja que los inconversos difícilmente aceptaran asistir a no ser
de una actividad bastante atractiva.
Jesús dijo a sus discípulos “Id por todo el mundo y proclamad el evangelio a toda criatura.”
Veremos a continuación como hacer uso de otras estrategias en el evangelismo personal.

I. ESTRATEGIAS CON MEDIOS MASIVOS


Hacer uso de los medios impresos, radiales o televisivos que permiten presentar el
evangelio en forma sumamente atractiva.
Una página impresa en periódicos, revistas, panfletos son armas eficaces. Entre las
principales ventajas de la presentación del mensaje escrito mencionamos la permanencia
del mensaje, la retención ya que recordamos mejor lo que vemos que lo que oímos. La
literatura permite penetrar en lugares donde las barreras de cualquier índole no dejan
entrar. En cuanto a los medios impresos nos encontramos con la escasez de ediciones
especiales para inconversos, que eviten términos teológicos y difíciles. Solo un material
atractivo e interesante para personas inconversas podrán ser atendidas, aun cuando hay
sus excepciones.
Cuando utilice literatura para evangelizar considere que el contenido sea interesante y
apropiado para el receptor. En la literatura debe decirle al lector donde puede conseguir
ayuda.
La radio y la televisión llegan aun a las personas analfabetas, sin embargo, lo dificultoso es
poder hacer una transmisión que llegue a los lugares más recónditos y de escasos recursos,
una dificultad aun mas seria constituye los costos y horarios de programación. Utilizar estos
medios implica preparación del material para ser lo mas efectivo posible. Podemos por
ejemplo trabajar en un programa noticioso, de entrevistas, a manera de panel o de
discusión, programa musical, de estudios bíblicos, etc.

II. VISITANDO LUGARES PÚBLICOS


Generalmente se buscan aquellos lugares mas concurridos (mercados, centros comerciales,
parques, etc.). La desventaja de abordar a las personas, es que se encuentran en estos
lugares de paso o con el tiempo limitado para realizar sus compras. El mensaje que
presentemos debe ser breve pero sustancial. Bastante interesante y con mucha educación.
Se debe cuidar la presentación para evitar malos entendidos (Hch. 17:19-34).

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III. EVANGELISMO EN INSTITUCIONES
Acudir a centros educativos y hospitales por ejemplo requiere un poco mas de tacto. Se
recomienda por ejemplo, quienes evangelizan en universidades sean personas preparadas
o del mismo nivel académico. Erróneamente el universitario ha encontrado en los cristianos
una actitud de rechazo (Rom. 1:14).

IV. OTROS MEDIOS


El correo y teléfono son medios que permiten llegar un poco mas directo saltando las
barreras de los intercomunicadores, puertas eléctricas y largas distancias, incluso, permite
evangelizar aquellos con dificultades de locomoción. Lamentablemente su fin es en el bote
de basura o cortando la comunicación. Este ultimo medio puede servir de apoyo, ya sea
invitando a un sector en especial para que asista a una campaña; invitando a los oyentes de
un programa radial o televisivo a pedir más información, consejo, oración, etc.; o bien
llamado a las personas nuevas que han visitado la iglesia alentándoles a volver.
La música, así como la dramatización constituye otra ayuda en la comunicación del
evangelio. Estos medios generalmente son usados para atraer, hay personas que principian
a escuchar la alabanza dirigida a Dios o ver un drama, y sin pensarlo, lo hacen con la predica.
La música ministra, pone en una actitud receptiva hacia el mensaje predicado. La música
ayuda a olvidar por un momento las preocupaciones de la gente.
De las estrategias antes mencionadas ninguno es mas efectivo que el de ser un testigo. La
iglesia del principio lleno el mundo de aquella época con este glorioso mensaje (Hch. 1:8).
De hecho, no somos testigos oculares como lo fueron los apóstoles del Señor, sin embargo,
todo cristiano tiene un conocimiento o experiencia de él. Testimonios impresos, predicas
televisivas, literatura, llamadas telefónicas, dramatizaciones, etc. todos deben corroborarse
con testimonios de lo que Dios ha hecho por distintas personas.
El gadareno después de ser una persona demente y sin esperanza, luego de haber tenido
una experiencia con Jesús, le pedía incorporarse al grupo evangelístico. El Señor le mando
volver a los suyos y contarles lo que Jesús había hecho en su vida (Mr. 5:19).

CONCLUSIONES
1. En el evangelismo personal no hay un método único y óptimo. Todo dependerá de las
circunstancias.
2. El pescador debe ir donde están los peces, al estar allí ́ debe dejarse guiar por el Espíritu
y utilizar el método que mejor se adapte a la necesidad del momento.
3. No utilice una sola estrategia sino más bien, complemente con otras a manera de obtener
un reforzamiento.

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