Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Nº 14-15-16
2009/2010
CONSEJO
CIENTÍFICO
DE HONOR SEMIÓTICA, CULTURA Y
SEMIÓTICA DE LA
CULTURA
Viacheslav Ivanov
Manuel Cáceres
Mihhail Lotman
Eduardo Chávez
Desiderio Navarro
Gastón Gainza
Cesare Segre Jaan Kaplinski
Peeter Torop Mirko Lampis
Boris Uspenski Desiderio Navarro
Francisco Pineda
Graciela Sánchez Guevara
Franciscu Sedda
Peeter Torop
Dirección y edición: Manuel Cáceres Sánchez · Universidad de Granada · Facultad de Filosofía y Letras · Departamento de
Lingüística General y Teoría de la Literatura · Campus de Cartuja, s/n · 18071-Granada (España) · redaccion.entretextos@gmail.com
Entretextos tiene como objetivo la libre difusión de la información y el conocimiento
en el ámbito de los estudios semióticos de la cultura de la denominada ‘Escuela de
Tartu-Moscú’, por lo que ofrece el libre acceso a todos sus artículos (textos
completos), con las siguientes restricciones y advertencias:
1. El copyright de los artículos publicados en Entretextos pertenece a sus autores, del
mismo modo que, en el caso de las traducciones, los derechos de las mismas
pertenecen a los traductores.
2. Los artículos pueden ser enlazados o reproducidos electrónicamente para fines
docentes e investigadores, sin alteraciones e indicando su procedencia. Se debe citar la
dirección electrónica (URL), así como el nombre del autor —y del traductor, dado el
caso—, cuando se reproduzca, distribuya o comunique públicamente el contenido de
estas páginas, en todo o en parte.
3. En el caso de una reproducción total en internet o en revista impresa, se debe
obtener autorización expresa de Entretextos, así como del autor —y del traductor,
dado el caso— o de quien posea los derechos de autoría o de traducción.
4. Se prohíbe la reproducción total de artículos en formato de libro impreso sin
permiso previo por escrito de Entretextos.
Dirección y edición:
Manuel Cáceres Sánchez
SEMIÓTICA, CULTURA Y
SEMIÓTICA DE LA CULTURA
Esta edición completa en pdf del número 14-15-16 de Entretextos está disponible desde Noviembre de 2010.
ARTÍCULOS
Pespuntes semióticos II 11
Gastón Gaínza
EN EL 60 CUMPLEAÑOS DE P. TOROP
Semiótica de la cultura y cultura 130
Peeter Torop
PUBLICACIONES
El pensamiento cultural ruso en Criterios (1972-2008) 184
Manuel Cáceres
PRESENTACIÓN
SEMIÓTICA, CULTURA Y SEMIÓTICA DE LA CULTURA
Presentación
MANUEL CÁCERES
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
8 M. CÁCERES
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
SEMIÓTICA, CULTURA Y SEMIÓTICA DE LA CULTURA. PRESENTACIÓN 9
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
ARTÍCULOS
PESPUNTES SEMIÓTICOS II1
GASTÓN GAÍNZA
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
12 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 13
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
14 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 15
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
16 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
La ciudad y el sentido
En una primera ojeada, toda ciudad es un ente material físicamente
perceptible. Puede ser descrita visualmente mediante imágenes iconográficas,
fotográficas o cinematográficas; o auditivamente, si recurrimos a fonogramas.
Hay también posibles descriptores olfato-gustativos y táctiles de la ciudad. En
todos estos casos, predomina la utilización de signos icónicos e indiciales, por
cuyo intermedio, puede ser representada la realidad física de cualquier ciudad.
Con todo, como producto del trabajo humano, el reconocimiento de
una ciudad exige asumirla como un ente histórico, habida cuenta de que solo
así accederemos a su dimensión humana. En este caso, para representárnosla,
debemos considerarla un texto que, en su calidad de tal, es susceptible de ser
leído. Esa lectura permite reconocerlo e interpretarlo.
Una precisión es necesaria: todo ‘texto-ciudad’ está inscrito en la
reproducción social de formaciones históricas que han existido y existen.
Como tal, la interpretación que se le dedique debe partir por reconocer su
ambigüedad o, lo que es lo mismo, la ineludible participación de la ideología, el
poder y el sujeto en la producción de su sentido 6 .
Se sigue de esto, que la lectura de un texto-ciudad exige distinguir, por
ejemplo, entre la naturaleza física de la ciudad y los actores y agentes sociales
que la habitan 7 . De hecho, estos pueden ser oriundos de ella o, por el
contrario, forasteros que la visitan o que han decidido establecer en ella su
residencia. Además, algunos grupos de sus habitantes pueden considerarse
6 El significado del término ‘sentido’ tiene muchas acepciones. Aquí lo empleo como
equivalente a ‘significación’, aunque de ninguna manera como sinónimo. Como mi propósito
es que se reconozca la pertinencia del perfil semiótico de una ciudad —su carácter de texto—,
es indispensable retener para ese fin la noción de ‘sentido’. Vid.: Gainza, 1992.
7 Utilizando la respectiva etimología de ambos términos, con ‘agentes’ denoto a los grupos,
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 17
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
18 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
era, en ese momento histórico, más socialista que el Chile que habíamos
intentado construir.
Nuestra casa y la de nuestros vecinos no tenían más rejas que las de la
verja del antejardín. Las ventanas también carecían de ellas. Las puertas de
acceso a la casa permanecían abiertas hasta promediar la tarde. No era extraño
que uno de los moradores llegase en su vehículo, lo detuviese sin parar el
motor y se apease de él para entrar en su casa a beber un café antes de seguir
su viaje y su rutina.
Aunque relativamente lejos del centro de la ciudad, donde entonces se
hallaban los principales cines locales, muchos fines de semana asistimos mi
mujer y yo a la función nocturna de alguno de ellos. Al término de la función, a
eso de las once pasadas de la noche, aprovechando la grata frescura del aire
(porque normalmente la lluvia tropical se producía entre el mediodía y el
anochecer), regresábamos caminando. Unos cinco kilómetros distaba nuestra
casa de la plaza principal (aquí llamada Parque Central), y la caminata,
amenizada con nuestros comentarios sobre el filme visto, purificaba nuestros
pulmones y nos preparaba para un sueño tan necesario como reparador.
En menos de una década, esas circunstancias cambiaron. Los gorjeos
y trinos de los pajarillos en las vísperas matutina y nocturna, fueron sustituidos
por la estridencia de las alarmas de domicilios y vehículos, sumada a la de
patrullas policiales y ambulancias. Las casas, sus puertas, ventanas y cualquier
otro acceso, fueron encerrados por rejas y otros parapetos. El centro de la
ciudad, al caer la tarde, se tornó violento. Paseos nocturnos como los que relaté
se hicieron imposibles. Un clima de desconfianza y temor creó, en poco
tiempo, compulsivos hábitos de defensa y protección que, hasta entonces, no
habíamos percibido.
Para nosotros, que proveníamos de Santiago de Chile —una ciudad
que había experimentado cambios semejantes desde fines de la década de los
cuarenta—, la experiencia de asistir a la transformación de San José fue mucho
más dramática que para nuestros vecinos y amigos ticos. Y mucho más patética
todavía, cuando regresamos de nuestra estancia de dos años en África, lapso en
el que habíamos idealizado la vida josefina como bálsamo restaurador de las
heridas del exilio.
La ‘inseguridad ciudadana’, como empezó a llamarse esa suerte de
contagioso sentimiento de miedo, tenía sus causas tanto en las migraciones
internas como en las del exterior. En gran medida, las primeras obedecieron al
progresivo empobrecimiento de los sectores rurales costarricenses; las
provenientes del exterior, al recrudecimiento de los conflictos militares en los
países centroamericanos. Los agentes sociales poseedores del poder
económico-político, la juzgaron producto del terrorismo internacional, para
usarla, de esa manera, como justificación de medidas represivas contra las
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 19
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
20 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 21
___________________________________________________________________
11 Vid. especialmente, Bakhtine (Volochinov), 1977, libro en que se funda el principio del
dialogismo. Es oportuno señalar, asimismo, que, en mi opinión, la conjunción entre la
concepción bajtiniana y el pensamiento de Lotman puede verificarse en Lotman, 1973.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
22 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
a EE. UU. En un lúcido análisis de Dorde Cuvardic sobre dos crónicas que
Martí dedica a sendos desastres naturales ocurridos en ese país norteamericano
(«El terremoto de Charleston» y «Nueva York bajo la nieve»), apunta a la clara
intención del autor de destacar, sobre la base del comportamiento colectivo de
los habitantes de las ciudades afectadas, “que el altruismo, la solidaridad y la
hermandad son valores que permiten enfrentar las épocas de adversidad”. De
esta manera, habría pretendido Martí dar a los lectores cubanos una lección
para su lucha contra la opresión política de la monarquía española de su
época 12 .
Asimismo, la calidad de la experiencia adquirida en ese viaje a la
otredad, puede reconocerse en la asimilación que los creadores itinerantes
hacen de nuevos códigos y subcódigos incorporados en los lenguajes
modelizantes de su práctica artística. Así acontece con el grabador
costarricense Francisco Amighetti, don Paco para sus amigos y discípulos,
viajero incansable de ese puñado de artistas que dejaron el ‘aquí’ de su
mismidad iberoamericana para ‘iniciarse’ en los sistemas de signos de los otros
en el ‘allá’, europeo en este caso. Víctor Valembois lo resalta en un artículo de
homenaje y reconocimiento a la obra de Amighetti 13 .
Con todo, la experiencia cualitativa más valiosa del viaje de los artistas
hacia ese texto-ciudad idealizado, es la inserción en unas relaciones de
producción artística cuyas condiciones históricas desconocían hasta su
enfrentamiento con la otredad. De esas vivencias surgen, inevitablemente, no
sólo nuevas estrategias discursivas, sino el establecimiento de vínculos con
sensibilidades sociales, si bien afines, diferentes a la que les permitió, en cada
caso, acceder a la práctica creativa en el seno de su mismidad.
A su vez, la diferencia cuantitativa entre las respectivas semiosis de la
ciudad de la mismidad (‘aquí’), por una parte, y de la de la otredad (‘allá’), por
otra, se hace evidente en la variedad y multiplicidad de enclaves culturales que
se convierten, para la lectura que hacemos, en ejes semánticos. La cantidad y
variedad de bibliotecas, museos, cafés literarios, salas de concierto, asociaciones
artísticas, centros intelectuales, periódicos, casas editoriales y todo tipo de sitios
que producen y reproducen la dimensión del arte y el conocimiento en una
ciudad, son los significantes constitutivos de la oferta de un texto-ciudad a sus
visitantes.
12 Cuvardic, 2009. Cabe destacar que Dorde Cuvardic concluyó, recientemente, una
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 23
___________________________________________________________________
describe el sentido de la existencia de la especie humana como un viaje entre esos dos puntos
de referencia: el de partida, que se inicia con la ruptura de las relaciones de necesidad con la
naturaleza (condición que transformó cualitativamente a los homínidos en seres humanos) y
que debe terminar en el acceso a la libertad social y la consiguiente conquista del universo en
que cada quien tenga lo que necesite y de cada quien se obtengan los productos de su
capacidad creativa.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
24 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 25
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
26 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
15 Este sustantivo proviene del adjetivo semiculto ‘precario’, del latín precarius que significaba
‘referente al ruego’, ‘que se obtiene por complacencia’, originado en el sustantivo latino preces,
que, a su vez, significaba ‘súplicas, preces’. Creo que este apunte etimológico permite atisbar
por qué lo empleo en este contexto. (Vid. Corominas, 1974; III, pp. 866 y s.).
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 27
___________________________________________________________________
16 Tal es el programa que, según Naomi Klein, lleva implícito el proyecto neoliberal dominante
(Klein, 2007).
17 Vid., en especial, Martín-Barbero y Rey, 1999.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
28 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bajtín, Mijaíl M.: 1982. Estética de la creación verbal. México: Siglo XXI. Trad.:
Tatiana Bubnova.
Bakhtine, M. M. (V. N. Volochinov): 1977. Le marxisme et la philosophie du
langage. Éssais d’application de la méthode sociologique en linguistique. Paris:
Les Éditions de Minuit. Préface: Roman Jakobson. Trad.: Marina
Yaguello.
Corominas, Joan: 1974. Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana, IV Vols.
Madrid: Editorial Gredos. Reimpresión de la edición original de 1954.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
PESPUNTES SEMIÓTICOS II 29
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
30 G. GAÍNZA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA
MODELIZACIÓN SISTÉMICA DE LOS PROCESOS
SEMIÓSICOS 1
MIRKO LAMPIS
1. El pensamiento sistémico
Con esta fórmula, pensamiento sistémico, solemos indicar un tipo
específico de actividad epistémico-crítica, una determinada manera de
investigar e interrogar los procesos del conocimiento, la conformación de la
realidad y el funcionamiento y los fundamentos de ese conjunto de prácticas
cognoscitivas y objetivadoras que comúnmente llamamos “ciencia”. Sus
modalidades explicativas fundamentales, sus principales procedimientos y
recorridos interpretativos, responden a los siguientes criterios generales:
— la dimensión sistémica, holística o ecológica de los fenómenos observados:
cuando hablamos de sistemas integrados (es decir, conjuntos organizados de
elementos que interactúan con más intensidad o frecuencia entre sí que con lo
que los rodea), hay que asumir que la totalidad no equivale nunca a la simple
suma de sus partes y que estas partes, si es que se admite su existencia
autónoma, se vuelven cualitativamente nuevas cuando entran en las dinámicas de
la totalidad; en consecuencia, para entender cuáles son y cómo funcionan los
elementos que conforman un sistema, es necesario entender su operar,
participar e interactuar en el sistema mismo; todo sistema, además, en tanto
que unidad integrada, sólo resulta comprensible si se considera su operar e
interactuar como elemento de un dominio sistémico mayor (en este sentido, el
pensamiento sistémico es profundamente anti-reduccionista);
— la dimensión relacional: el pensamiento sistémico desplaza la atención
de los objetos y conjuntos de objetos a las relaciones (e interacciones) que los
conforman, unen y diferencian; en primer lugar, los objetos participan en redes
de relaciones (existen, toman forma y cobran relevancia únicamente a partir de
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
32 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 33
___________________________________________________________________
exclusivamente los procesos de retroalimentación negativa, es decir, aquellos en los que la actividad
del sistema influye en (retroalimenta) el funcionamiento del sistema mismo mientras no se
alcancen determinadas condiciones internas (así en las máquinas autorreguladas y así en el
sistema nervioso de los animales). Pero en las últimas décadas ha venido despertado un gran
interés también la noción de retroalimentación positiva: los efectos de un proceso se propagan
hasta potenciar el proceso mismo, generando un bucle causal autoalimentado que altera el
estado del sistema hasta alcanzar un nuevo equilibrio global (así en muchos sistemas físicos,
químicos y biológicos alejados de las condiciones de equilibrio, incluidos los procesos
reorganizativos que comportaron la emergencia de la vida y la deriva de los seres vivos).
3 A veces, como ejemplos de fenómenos emergentes, se proponen el calor o la solidez de los
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
34 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 35
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
36 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
4 Cabe señalar aquí la fuerte continuidad teórica existente entre el estructuralismo checo y el
formalismo soviético. La noción de sistema en Tyniánov ya prefigura la noción de estructura en
Mukařovsky, ni hace falta recordar que Jakobson fue un destacado representante de ambas
corrientes (Fokkema e Ibsch, 1992).
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 37
___________________________________________________________________
5 Junto a la cibernética también hay que señalar la teoría de la información. Aún en los años
sesenta, una de las cuestiones más importantes para los estudios literaturológicos era el
reconocimiento de su estatus científico: los formalismos matemáticos (cuantitativos,
estadísticos) y el lenguaje de la teoría de la información parecieron ofrecer un método que, por
rigor y prestigio, reforzaría dicho estatus.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
38 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
4. La semiosfera
En el breve pero fundamental artículo Acerca de la semiosfera (Lotman,
1984), hallamos una clara y elegante formulación del principio fundamental
mismo del pensamiento sistémico: el todo es más que la suma de sus partes.
Lotman empieza este texto señalando la existencia de una fuerte
actitud reduccionista tanto en la semiótica que se remonta a las teorías de
Peirce y Morris como en la semiótica estructural de Saussure y de la Escuela de
Praga 7 . Esta actitud, por otra parte, responde a un principio científico más
general (base del pensamiento positivista): lo complejo se puede explicar sólo a
partir de lo simple y los objetos complejos, por lo tanto, se deben reducir a una
suma de objetos simples. Pero la investigación, sigue Lotman, ha revelado que
también existe otro camino:
Como ahora podemos suponer, no existen por sí solos en forma aislada
sistemas precisos y funcionalmente unívocos que funcionan realmente. La
6 Cabe señalar que este párrafo también abre, prácticamente inmutado, el importante
manifiesto colectivo Tesis para el estudio semiótico de las culturas (Lotman et alii, 1973).
7 Lotman señala que en el ámbito estructuralista se considera como primario el acto
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 39
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
40 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 41
___________________________________________________________________
5. La heterogeneidad semiótica
En el ámbito de los estudios culturales de enfoque cognitivista, se
suele señalar que a menudo, en antropología y sociología, la noción de cultura
responde a una concepción demasiado rígida y monolítica de las relaciones
interpersonales, como si la cultura fuese un bloque unitario y homogéneo con
fronteras y estructuras compactas y bien delimitadas. En contra de esta
concepción, los cognitivistas sostienen que lo que llamamos cultura no es, en
realidad, sino el espacio de difusión estadística (o “epidemiológica”) de
determinadas actitudes conductuales y cognoscitivas individuales (las cuales
dependen de especificaciones biológicas innatas).
En semiótica, sin embargo, concebimos el sistema cultural como una
red integrada de relaciones semiósicas, red en la que los sujetos humanos no sólo
son sujetos-agente (las personas hacen a la cultura con su actividad, sus
elecciones, sus preferencias, su creatividad, etc.), sino también sujetos-resultado
(la cultura hace a las personas: el individuo aprende a ser —se estructura y se
integra— en un sistema cultural y esto comporta su participación en pautas
extensas de actividad que modifican y determinan su propio operar). La
cultura, además, dista de ser rígida o monolítica, ya que uno de sus rasgos
característicos es, precisamente, la heterogeneidad semiótica, la presencia de
múltiples redes y sub-redes relacionales (y significacionales) diversamente
integradas e interconectadas y con diferentes dinámicas de deriva.
La no homogeneidad es, en opinión de Lotman, una de las dos
características fundamentales de cualquier sistema semiótico que produce
sentido, conocimiento, información nueva (no trivial, no previsible), siendo la
otra la capacidad del sistema para entrar en el “trato semiótico” con otros
sujetos culturales (la capacidad de dialogar, con-versar, la capacidad de
participar en la semiosfera). Para la subsistencia y la deriva del dominio
cultural, para que este siga produciendo información, es importante, en suma,
tanto su unidad como su diversidad interna, y es en este sentido que es
imprescindible no sólo la existencia de diferentes procesos modelizantes
(lenguajes lineales/discretos frente a lenguajes continuos/homeomorfos, por
ejemplo), sino también la variedad y la complejidad de los sujetos semióticos
activos en el dominio: las distinciones individuales y la capacidad de actuar de
diferentes maneras, nos dice Lotman (1978: 37), constituyen uno de los
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
42 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
lengua de la región o del grupo social económica, militar o culturalmente más fuerte, por la
elección (o incluso elaboración) de una lengua unitaria que pueda servir de vehículo de
identificación nacional o por el empleo masivo del lenguaje modelizante propio de una religión,
una ciencia o un grupo ideológico concreto para describir la realidad social y física de la
colectividad.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 43
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
44 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 45
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
46 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
sobre los hábitos semiósicos individuales. Factores, todos estos, que pueden (o
no) cambiar en profundidad las estructuras y la historia del sistema cultural 11 .
En opinión de Lotman, la aparición o introducción casual
(impredecible) de los desencadenantes de la explosión es más probable en esos
sectores del sistema menos rígidamente estructurados, menos homogéneos, ya
que la falta de estructuras rígidas favorece el intercambio y la hibridación y el
poliglotismo la traducción e introducción de textos externos al sistema. Para
que acontezca una explosión cultural, además, la variación inicial no debe ser
necesariamente grande, o frecuente: un texto, una persona o un grupo reducido
pueden desencadenar un cambio sistémico general. Lotman (1992b) habla, al
respecto, de “efecto avalancha”, algo que también se conoce como “efecto
mariposa” y que responde a una tendencia general de los sistemas complejos:
una pequeña variación puede generar transformaciones macroscópicas.
Otro dato que hay que tener en cuenta cuando se consideran las
dinámicas de la deriva cultural es que el sistema de la cultura está formado por
unidades que son, ellas mismas, totalidades semióticas dotadas de todas las
características propias de la semiosfera: clausura operacional, heterogeneidad y
plasticidad estructurales y procesos interpretativos, traductivos y
autodescriptivos mediante los que se define tanto la alteridad como la identidad
del sistema. Más específicamente, los propios sujetos humanos se constituyen
como sistemas semióticos complejamente organizados que operan e
interactúan en dominios relacionales igualmente complejos. Lotman (1992c,
1994) logra expresar las consecuencias debidas a esta gran complejidad de una
manera muy sintética y eficaz mediante la noción de inmoralidad: el ser humano
es un ser profundamente inmoral, el único animal capaz de actos
absolutamente novedosos (esto es, impredecibles). Y es por ello, por su
dimensión inmoral, que el dominio cultural se diferencia de todas las demás
formas de socialización biológica.
Es importante entender, y Lotman insiste una y otra vez sobre este
punto, que la cultura no es sólo el espacio-tiempo de la estructuración
semiótica del mundo y de la comunicación de la información relevante para
esta estructuración, sino que es también el dominio de la incomprensión, del
error, de las traducciones imperfectas, de las derivas interpretativas y de las
contradicciones y tensiones semióticas. Y es importante entenderlo porque en
los sistemas perfectamente ordenados, simétricos y regulares (en una palabra,
11 Así, por ejemplo, de tres géneros menores (periféricos) como las visiones de los predicadores
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 47
___________________________________________________________________
8. El peso de la descripción
Hoy en día se suele reconocer que no existe proceso de observación,
descripción o medición que ya no implique la introducción de un punto de vista:
quien observa casi nunca lo hace como un “recién llegado al mundo”, y aunque
lo hiciera, al participar en una comunidad de observadores pronto aprendería a
“orientar su mirada” con la de los demás. Aún más importante: cuando un
observador describe (modeliza) un fenómeno (también en el caso de que este
fenómeno sea el propio observador), necesariamente introduce una nueva clase
de orden en el sistema descrito, un orden que responde a las propias
modalidades del proceso de observación-descripción. Léase lo que escribieron,
ya en 1973, Lotman y Uspenski:
El hecho es que justamente desde el punto de vista científico de nuestro
tiempo es característica la atención preeminente dirigida al procedimiento y
al lenguaje de descripción. Hasta en las ciencias naturales el experimento,
tradicionalmente considerado como un valor autosuficiente, se ha
relacionado con el punto de vista del experimentador. (Notaremos de paso
que este problema específico de la física, que atañe a la influencia del
instrumento sobre el resultado del experimento, puede interpretarse como la
acción ejercida por el lenguaje del instrumento sobre el material empírico
obtenido, es decir, en último término, como un problema semiótico). [...]
Tanto en las ciencias naturales como en las humanas se ha desarrollado la
idea de la relatividad de las normas habituales. La atención dirigida al sistema
de descripción y al punto de vista del descriptor ha llegado a ser una cuestión
científica fundamental. (Lotman y Uspenski, 1973: 78-79; la traducción al
español de la versión italiana consultada es mía, ML)
Sin embargo, aún en nuestros días con frecuencia se sigue
confundiendo el proceso de descripción con la ontología de lo descrito. Esto
se debe sobre todo a la extendida creencia de que existe un único mundo
objetivo cuyas leyes inmanentes y regulares la investigación científica (“fría,
objetiva, exacta”) puede descubrir y describir. Con respecto a este mundo,
nuestras interpretaciones pueden ser más o menos correctas: cuando una
“interpretación correcta” sustituye a una “interpretación que erróneamente se
creía correcta”, hablamos de un progreso lineal del conocimiento, de un
acercamiento progresivo a la verdad inscrita en el texto investigado; y cuando,
en un mismo periodo, subsisten diferentes “interpretaciones correctas”,
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
48 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 49
___________________________________________________________________
9. Conclusiones
Estoy de acuerdo con González de Ávila cuando defiende que la
semiosis social, la construcción y creación social de sentido, es un proceso
continuo muy complejo cuyos efectos totalitarios atañen tanto al dominio
epistémico como al dominio pragmático del ser humano (sin olvidarnos, hay
que añadir, de su dominio emocional); dado el carácter sistémico de este
proceso, todas las discontinuidades introducidas por el análisis
(representaciones, esquemas, operaciones, etc.) no son sino fragmentos de una
totalidad comunicativa (semiósica) que la teoría sólo puede describir desde
sucesivos puntos de vista parciales; pero la proliferación terminológica no debe
hacernos olvidar la dimensión unitaria de la semiosis, el hecho de que no hay
ninguna divisoria clara e indiscutible entre el orden de los objetos, el del
conocimiento y el de la acción (González de Ávila, 2002: 234).
A conclusiones semejantes ya había llegado Morris al señalar que la
operación de distinguir una sintaxis, una semántica y una pragmática es en
realidad una abstracción que permite articular el discurso acerca de la semiosis,
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
50 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
así como la distinción entre una anatomía, una ecología y una fisiología permite
articular el estudio de los seres vivos (Morris, 1938: 87). Pero sería un error
perder de vista la profunda unidad o interdependencia semiósica que se da
entre las estructuras significantes (la sintaxis), los procesos significantes (la
semántica) y las actividades significantes (la pragmática).
Pues bien: la semiosis como proceso unitario y la semiosfera como
dominio sistémico de la semiosis son dos nociones límite que habrá que tener
en cuenta a la hora de analizar cualquier aspecto de los complejos procesos
textuales y culturales activos en nuestros dominios sociales, comunicacionales y
operacionales. La alternativa es fragmentar lo vivido en pequeños
compartimentos estancos, más manejables, sin duda alguna, pero con muy
poca progresión hacia el futuro. Y esto es, al fin y al cabo, un llamamiento, una
invitación a recordar que el establecimiento de identidades y de fronteras es sí
un hecho cultural fundamental, pero no más fundamental que la necesidad de
atravesarlas. El propio signo, y entiéndase esta noción como se quiera, pronto
deja de funcionar si no se traduce o relaciona a otros signos, si ya no puede
significar algo diferente de lo que significaba antes.
Tal vez sea esta la lección más importante que debemos al
pensamiento sistémico y a la semiótica de la cultura: al límite de lo que
conocemos (y de lo que a lo mejor nos ha costado mucho trabajo construir),
siempre divisamos un horizonte, aun borroso, que nos recuerda, queramos o
no, nos guste o no, que todas nuestras miradas son parciales y todas nuestras
conclusiones provisionales. Ahí “fuera”, más allá de esa frontera, hay “algo”.
Nunca lo vimos, no lo hemos considerado, pretendíamos ignorarlo, pero ahí está.
Lo cual, por otra parte, no tiene por qué desanimarnos, desconcertarnos o
volvernos agresivos: como jugadores de ese gran juego social que es la
construcción de sentido, todos nosotros podemos contribuir a hacer que ese
horizonte (y quizá lo que oculta) llegue a ser un poco menos ajeno, y un poco
más grande, por tanto, la semiosfera en que participamos.
BIBLIOGRAFÍA
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 51
___________________________________________________________________
Capra, F. (1996) The web of life, New York, Anchor Books; tr. esp. La Trama de
la vida. Una nueva perspectiva de los sisitemas vivos, Barcelona, Anagrama,
2009.
Eco, U. (1997) Kant e l’ornitorinco, Milano, Bompiani.
Even-Zohar, I. (1990) «Polysystem Theory», en Poetics Today, n. 11-1, pp. 9-26.
______ (1997) «Factors and Dependencies in Culture: A Revised Outline for
Polysystem Culture Research», en Canadian Rewiew of Comparative
Literature/Revue Canadienne de Littérature Comparée, marzo 1997, pp. 15-
34; tr. esp. «Factores y dependencias en la Cultura. Una revisión de la
Teoría de los Polisistemas», trad. de M. Iglesias Santos revisada por el
autor, en M. Iglesias Santos (comp.), Teoría de los Polisistemas: Estudio
introductorio, Madrid, Arco, 1999, pp. 23-52.
Fokkema, D. W., Ibsch, E. (1992) Theories of Literature in the Twentieth Century.
Structuralism, Marxism, Aesthetic of Reception, Semiotics, London, C. Hurst
& Company; tr. esp. Teorías de la literatura del siglo XX. Estructuralismo,
Marxismo, Estética de la Recepción, Semiótica, Madrid, Cátedra, 1992.
González de Ávila, M. (2002) Semiótica crítica y crítica de la cultura, Barcelona,
Anthropos.
Greimas, A. J., Courtés, J. (1979) Sémiotique – Dictionnaire raisonné de la théorie du
langage, Paris, Hachette; tr. esp. Semiótica. Diccionario razonado de la teoría
del lenguaje, Madrid, Gredos, 1982.
Lewontin, R. C. (1998) Gene, organismo e ambiente. I rapporti causa-effetto in biologia,
Roma-Bari, Laterza.
Lotman, I. M. (1970) «Predlozenija po programme IV Letnej skoly po
vtoricnym modelirujuscim sistemam», en Tezisy dokladov IV letnej skoly
po vtoricnym modelirujuscim sistemam, 17-24 augusta 1970, Tartu, pp. 3-5;
tr. it. «L’unità della cultura», en Ju. M. Lotman, Tesi per una semiotica
delle culture, Roma, Meltemi, 2006, pp. 103-106.
______ (1978) «Fenomen kul’tury», en Semeiotiké. Trudy po znakovym sistemam, n.
10, Tartu, pp. 3-17; tr. esp. «El fenómeno de la cultura», en I. M.
Lotman, La semiosfera II. Semiótica de la cultura, del texto, de la conducta y del
espacio, Madrid, Cátedra, 1998, pp. 24-41.
______ (1981) «Semiotika kul’tury i poniatie teksta», en Semeiotiké. Trudy po
znakovym sistemam, n. 12, Tartu, pp. 3-7; tr. esp. «La semiótica de la
cultura y el concepto de texto», en I. M. Lotman, La semiosfera I.
Semiótica de la cultura y del texto, Madrid, Cátedra, 1996, pp. 77-82.
______ (1984) «O semiosfere», en Semeiotiké. Trudy po znakovym sistemam, n. 17,
Tartu, pp. 5-23; tr. esp. «Acerca de la semiosfera», en I. M. Lotman,
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
52 M. LAMPIS
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA: HACIA UNA MODELIZACIÓN SISTÉMICA 53
___________________________________________________________________
Salvestroni, S. (1985) «Nuove chiavi di lettura del reale alla luce del pensiero di
Lotman e dell’epistemologia contemporanea», en Ju. M. Lotman, La
semiosfera. L’asimmetria e il dialogo nelle strutture pensanti, Venezia, Marsilio,
pp. 7-46.
Sonesson, G. (2005) «La semiosfera y el dominio de la alteridad», en Entretextos,
revista electrónica semestral de estudios semióticos de la cultura, n. 6 (Estudios
iberoamericanos sobre la semiosfera), noviembre 2005,
<http://www.ugr.es/~mcaceres/Entretextos/entre6/sonesson.htm>.
Varela G., F. J. (1988) Connaître: Les Sciences Cognitives, tendences et perspectives,
Paris, Editions du Seuil; tr. esp. Conocer. Las ciencias cognitivas: tendencias y
perspectivas. Cartografía de las ideas actuales, Barcelona, Gedisa, 1990.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL
PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 1
DESIDERIO NAVARRO
1 Este texto se ha publicado antes como «Prólogo» a la antología El pensamiento cultural ruso en
Criterios (1972-2008). Selección y traducción del ruso de Desiderio Navarro. La Habana,
Centro Teórico-Cultural Criterios, 2009, páginas v-xxxiii.
2 Cf. bibliografía completa al final del segundo volumen de la presente antología.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
55 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 56
___________________________________________________________________
Lotman, La semiosfera, selec. por Desiderio Navarro, Ediciones Cátedra, Madrid, tomo I,
Semiótica de la cultura y del texto, 1996; tomo II, Semiótica de la cultura, del texto, de la
conducta y del espacio, 1998; tomo III, Semiótica de las artes y de la cultura, 2000. Borís
Groys, Obra de arte total Stalin, Pre-Textos, Madrid, 2008.
5
En el prólogo al reciente volumen Semiótica da Cultura e Semiosfera (Sao Paulo, Annablume
editora, 2007, 304 págs.), recopilación editada por la Prof. Irene Machado sobre la base de los
trabajos presentados en el I Encuentro Internacional para el Estudio de la Semiosfera (Sao
Paulo, 22-26 agosto 2005), se reconoce lo siguiente: «Para nosotros [Desiderio Navarro] es el
principal mediador de los estudios de Tartu. Fue a través de sus traducciones de los artículos
de los semióticos de la cultura que muchos brasileños entraron en contacto con los textos
sobre semiótica de la cultura. Inicialmente leímos los artículos publicados en la revista Criterios;
después, pasamos a leer los tres volúmenes de La semiosfera [selec. y trad.: D. Navarro].»
6 Tal es el caso, por ejemplo, de diversas traducciones de textos de la Escuela de Tartu
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
57 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
7 http://www.ugr.es/~mcaceres/entretextos.htm
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 58
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
59 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
8Galin Tihanov, «Why did Modern Literary Theory Originate in Central and Eastern Europe?
(And Why Is It Now Dead?)», Common Knowledge 10:1, 2004, Duke University Press, pp. 63-64 y
68.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 60
___________________________________________________________________
9 «¿Cuántos años de qué color?: Para una introducción al Ciclo», La política cultural del período
revolucionario: memoria y reflexión, ed. por Eduardo Heras León y Desiderio Navarro, La Habana,
Centro Teórico-Cultural Criterios, p. 16.
10 Criterios dio a publicar traducciones de artículos sueltos o antologías enteras de autores de
Europa Socialista a la editorial Arte y Literatura, La Gaceta de Cuba, Casa de las Américas,
Revolución y Cultura, Temas, El Caimán Barbudo, Unión y Verde Olivo. Con o sin autorización, la
Facultad de Filología de la Universidad de La Habana y la editorial Pueblo y Educación
reprodujeron traducciones de Criterios en varias recopilaciones y selecciones de lecturas para la
docencia.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
61 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
exclusivamente teoría de sólo uno de esos países: la Unión Soviética. Y ello a pesar de
que Polonia, Checoslovaquia, Alemania y Hungría (y la «descarriada»
Yugoslavia) tenían una amplia y muy valiosa producción en las más diversas
disciplinas cientificoculturales, desde la culturología, la estética y la sociología,
la semiótica y la psicología del arte y la cultura hasta la teoría de la literatura, las
artes plásticas, el teatro, el cine, la televisión, la música, el folclor, etc., y en
subdisciplinas como, en el dominio literario, la poética teórica y la histórica, la
genología, la estilística, la versología, la comparatística, las teorías de la
recepción, del lenguaje poético y del proceso historicoliterario, etc. Sería
interminable la lista de las muy importantes obras y autores de esos y otros
países socialistas que nunca se publicaron en Cuba, y de los que una antología
como Textos y contextos: Una ojeada en la teoría literaria mundial, balance y
continuación de diez años de trabajo de Criterios, trató, en sus dos tomos (1986,
1989), de dar siquiera un mínimo vislumbre al menos en el dominio
cientificoliterario. Ya en marzo de 1981, en el prólogo a esa antología, sólo
publicada cinco años más tarde, escribí: «el error de cierta unilateralidad
“euroccidentocentrista” no debe superarse mediante la falta de publicaciones o
una unilateralidad opuesta»; 11 «Parece necesario prevenir contra la ilusa
esperanza —ya manifiesta en algunos— de encontrar en la ciencia literaria de
sólo uno o dos países socialistas europeos todo el bagaje teóricoliterario que
necesita hoy día un crítico o investigador». 12 Y pasé a exponer los motivos para
«prestar atención simultánea a las investigaciones literarias que se vienen
realizando en todos los países de la Europa socialista». Más adelante advertí
heréticamente que «en modo alguno creemos que esta “multinacionalidad” de
nuestras lecturas y publicaciones divulgativas deba reducirse al círculo de la
Europa socialista»; y que
es inadmisible el desconocimiento de los autores occidentales basados en el
marxismo (...) o influidos por él (...), y que no es posible apurarse a rechazar
a priori todos los demás autores occidentales, pues, para un espíritu marxista
penetrante, hay mucho de aprovechable o de sugerente, por ejemplo, en los
trabajos más recientes de un Escarpit, un Jauss, un Hirsch, un Rifaterre, un
Iser o un Greimas. 13
Siempre corriendo paulatinamente las cercas sobre el mapa en busca
de una mayor cobertura teórica, Criterios se las arregló para presentar
inicialmente al lector cubano algunas nuevas ideas y paradigmas teóricos
internacionales en boca de teóricos de la Europa socialista, aquí objeto, no
obstante, de mayor o menor recelo ideológico en una escala creciente que iba
de los soviéticos (que ocupaban el grado virtualmente cero de desconfiabilidad
hasta el comienzo de la perestroika), pasando por los búlgaros y alemanes,
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 62
___________________________________________________________________
luego por los checoeslovacos, polacos y húngaros, hasta llegar a los rumanos y
yugoslavos. Pero, mientras que, a la hora de realizar sus elecciones, nuestros
ortodoxos editores confiaban casi exclusivamente en obras de teóricos
soviéticos publicadas por sus colegas soviéticos, los propios editores soviéticos
—sobre todo la Editorial Progreso—, ya en los 60, 70 y 80, mucho antes de
cualquier perestroika, seleccionaban, traducían y publicaban más «liberalmente»
y sin demora algunas de esas importantes obras de los otros países socialistas
que nunca se darían a conocer en Cuba: por ejemplo, Investigaciones de estética
(1962) de Ingarden, Estética de la música cinematográfica (1970) de Zofia Lissa, y
Problemas fundamentales de la ciencia literaria (1980) de Markiewicz, polacos los tres;
Teoría del estudio comparativo de la literatura (1979) de Durisin, y Problemas de la
traducción artística (1980) de Popovic, ambos de Checoslovaquia; Historia de la
literatura y mitología (1975) de Robert Weiman y Sociedad – Literatura – Lectura: La
recepción de la literatura desde el punto de vista teórico (1978) de Nauman, Schlenstedt,
Barck y otros, todos alemanes; Principios de la ciencia literaria comparativa (1977)
del rumano Alexandru Dima, o antologías como Semiótica y artemetría (1972),
Estructuralismo: «pro» y «contra» (1975) y Semiótica (1983) en las que coexistían los
checos Mukařovský y Levý, el polaco Slawinski y los emigrados rusos Jakobson
y Trubetskoi, con los occidentales Barthes, Lévi-Strauss, Turner, Bremond,
Morris, Bense, Piaget y Todorov...
Entretanto, otros cubanólogos extranjeros, y también otros críticos,
investigadores y profesores cubanos, sí han percibido ese virtual monopolio de
la literatura teórico-cultural de la URSS en la Cuba de los 70 y 80, pero lo han
considerado el resultado de una imposición soviética, entusiastamente acogida
por los stalinistas locales y tolerada con resignación por otros como parte del
precio o del agradecimiento por la extraordinaria ayuda económica, militar, etc.
Sin negar el papel activo desempeñado por los asesores y profesores soviéticos
en nuestro sistema educacional, ni el peso de las sugerencias y
recomendaciones de la nomenklatura cultural soviética en las decisiones
editoriales cubanas —e incluso su intervención directa con ediciones
preparadas ad hoc para Cuba, como es el caso de la treintena de textos de los
cuatro tomos de Problemas de teoría del arte, seleccionados y prologados por el
profesor soviético Víktor Ivánov—, no me será preciso apelar a la crítica actual
del concepto de «influencia» para demostrar que en este caso no estamos ante
una vida cultural que recibió pasivamente la avasalladora influencia cultural de
una metrópoli neocolonial, sino ante una recepción activa cubana que escogió con
pinzas de ese gran centro cultural lo que mejor servía para la implantación de
un modelo de cultura y sociedad que, aunque originario de ese centro y allí
realizado y luego parcialmente criticado y abandonado desde mediados de los
50, con la asunción de Brézhnev no había sido restaurado en toda su
integridad, pureza y dureza, en todo su carácter totalitario, radical e
intransigente.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
63 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 64
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
65 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 66
___________________________________________________________________
12, 1987, pp. 168. En el mismo año 1986 la editorial mexicana Fondo de Cultura Económica
publicó otra traducción del libro.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
67 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
18 Que en esos años la exclusión o borramiento de un autor se podía decidir sobre la sola base
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 68
___________________________________________________________________
19 Cultura y marxismo. Problemas y polémicas, La Habana, Letras Cubanas, 1986, pp. 315-335.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
69 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 70
___________________________________________________________________
dialéctico: la tendencia. 21
Ahora bien, en medio de ese campo cultural que era escenario de
fuertes tensiones y luchas, Criterios publicó decenas de textos rusos (y
eurorientales) no sólo por el valor intrínseco de sus abordajes teóricos y
metodológicos a viejos y nuevos problemas y por su utilidad práctica para el
desarrollo de la investigación, la crítica y la docencia nacionales, sino también, y
a veces sobre todo, especialmente en los años 70 y 80, por su capacidad para
impugnar y contrarrestar con sus argumentos y con la autoridad de su capital
simbólico tendencias político-culturales muy dañinas que, primero durante su
hegemonía y después en una abierta o velada lucha de posiciones, pesaron
sobre el pensamiento, la creación y la vida culturales cubanas y que
precisamente se inspiraban y buscaban apoyo teórico de manera casi exclusiva
en textos rusos.
Así, por ejemplo, contra los extremismos de la línea política cultural
stalinizante —como, por ejemplo, la exigencia de la comprensibilidad masiva
de la obra en calidad de criterio valorativo decisivo, tan frecuentemente
esgrimida por nuestros populistas hostiles a todo arte innovador o difícil—,
Criterios dio a publicar un libro cuyo rechazo hubiera sido imposible legitimar:
la ya mencionada antología de textos del más autorizado político cultural
bolchevique, el primer Comisario de Instrucción Popular y compañero de
luchas de Lenin, Anatoli Lunacharski, 22 cuyas posiciones siempre fueron más
abiertas, multilaterales, matizadas, moderadas por reservas y precauciones,
tolerantes, respetuosas del arte y de los creadores, y cuya persona y obra ya a
fines de los años 20 Stalin marginó no sólo política y culturalmente, sino
también en el sentido más espacial (lo envió como diplomático a España y el ya
enfermo Lunacharski murió por el camino). Contra el dogma de la existencia
de un único método marxista (gnoseologista) para el análisis, interpretación y
valoración de la obra literaria y la consiguiente falsedad o inutilidad de los
demás métodos, Criterios publicó, además de un texto del húngaro Szabolcsi, el
trabajo «El análisis sistémico-integral de la obra artística» de Iuri Bórev. 23
Contra las tentativas de instaurar oficialmente como único método correcto de
21 Bertolt Brecht, Schriften zur Literatur und Kunst, tomo II, Aufbau-Verlag und Weimar, 1966, p.
228. Citamos el fragmento directamente del original alemán, dados los errores de la traducción
publicada en Cuba —por ejemplo: «Al realismo no se le puede estafar [unterschlagen] el elemento
crítico» (Bertolt Brecht, El arte y la política, Arte y Literatura, 1985, prólogo de Mario Rodríguez
Alemán, pp. 466-467).
22 Anatoli Lunacharski, Sobre cultura, arte y literatura, La Habana, Arte y Literatura, 1981, 596
págs.
23 En Boletín Criterios, nº 5, 1979. Ambos textos fueron incluidos por el profesor Salvador
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
71 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
creación artística la versión más dogmática del realismo socialista: los textos
«La estructura de la forma artística» de Kagan y «Sobre el realismo» de
Lijachóv, quien, además de propugnar un realismo proteico, esencialmente
anticanónico, enemigo de los estereotipos, no identificable con ningún estilo y
en búsqueda perpetua de un nuevo estilo, afirmaba que «[l]a irrupción, en
continuo desarrollo, en el dominio de los temas “prohibidos” es un rasgo
característico del arte realista». 24 Contra el silenciamiento y estigmatización del
arte que ejerce la crítica y la sátira de los fenómenos negativos de la sociedad
socialista: los textos «Sobre la sátira» de Lunacharski, «La sátira y la
democracia» de Bórev y «El arte y la concepción leninista de la verdad» de
Kagan, 25 la publicación del cual se logró luego de prolongadas discusiones a
alto nivel, debido al carácter no-ortodoxo de las allí citadas afirmaciones de...
Lenin.
Pero, mientras Criterios se empeñaba en esas criptopolémicas, en la
recepción de lo más dogmático del pensamiento ruso-soviético se ponían de
manifiesto dos fenómenos: el rusocentrismo de más de un epígono local y el
rusocentrismo de buena parte del propio pensamiento cultural ruso-soviético
de entonces.
Por una parte, ciertos profesores cubanos y soviéticos coincidían en la
aplicación forzada de tipologizaciones y periodizaciones construidas sobre la
base exclusiva de la cultura rusa a fenómenos y procesos de la cultura cubana.
Así, por ejemplo, Martí era colocado junto a Bielinski, Herzen y Chernyshevski
como una de «las destacadas figuras de la estética materialista pre-marxista», y
junto a Bielinski, Chernyshevski, Dobroliúbov y Saltikov-Shchedrín como uno
de los «representantes de la estética democrática revolucionaria». 26
En contraste con la enérgica actitud antietnocentrista de grandes
teóricos y comparatistas literarios soviéticos como Kónrad y Zhirmunski, la
teoría literaria y la estética soviéticas incurrían generalmente en un
eurocentrismo tanto teórico como metodológico. 27 En una de sus acerbas
críticas al eurocentrismo de la teoría literaria occidental, el comparatista francés
René Etiemble escribió lo siguiente sobre la Teoría literaria de Wellek y Warren:
En cuanto al índice de los nombres propios, ¡qué opiniones! Shakespeare a
tutiplén; Chikamatsu, que bien lo merece, no es citado una sola vez (...) Ni
24 El texto de Lijachov apareció en Casa de las Américas, nº 75, nov.-dic. 1972, y el de Kagan, en
Criterios, nº 3-4, julio-diciembre, 1982.
25 Los tres aparecieron en El Caimán Barbudo: el de Lunacharski en el nº 154, oct., 1980; el de
pensamiento estético universal», en Problemas de la teoría del arte, tomo I, Arte y Literatura, La
Habana, 1980, p. 11.
27 Introduje esta distinción en «Un ejemplo de la lucha contra el eurocentrismo en la ciencia
literaria de la América Latina y Europa», Casa de las Américas, nº 122, septiembre-octubre 1980.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 72
___________________________________________________________________
un solo Ibn en el sumario de una Teoría literaria. Sí, ¿qué pensar de una teoría
literaria que desatiende las retóricas árabes e hindúes y escamotea las obras
chinas y japonesas? Que no trata siquiera de integrar en sus resúmenes todo
lo que sabemos ya sobre las literaturas semíticas, finougrias, turcomongolas y
malayas, y a la que le importan un bledo las literaturas orales del África y lo
que subsiste de las obras precolombinas; que diserta sobre el poema y la
versificación, sin dar a las qacidas, a los rubayat, a los che, al zadzal, al ts’eu, al
pantum, al haiku, al waka, etc., lo que por derecho les corresponde... 28
Ahora bien, como señalé ya en 1982,
sin quitar una sola palabra de las citadas críticas de Etiemble a la clásica obra
de Wellek y Warren, ellas son igualmente válidas para los principales
manuales soviéticos de teoría literaria: los de Timoféev, Pospélov y
Abramóvich, así como para la más ambiciosa y fecunda tentativa soviética de
elaborar una teoría literaria: los tres valiosos tomos de Teoría de la literatura:
Problemas fundamentales a una luz histórica, preparados por un equipo de
científicos del Instituto de Literatura Mundial «Máximo Gorki» de la
Academia de Ciencias de la URSS (...). Y hay aquí una circunstancia
agravante, ausente en el caso de Wellek y Warren: Navoí, Firdusí, Jafiz,
Jayam, Rudakí y Nizamí, entre otros grandes poetas orientales, son clásicos
de las literaturas nacionales de muchos pueblos de la multinacional Unión
Soviética; y la qacida, el rubai, el ghazal y otras formas poéticas tradicionales
árabes, persas y turcas, han seguido siendo utilizadas ampliamente hasta hoy
por los escritores del Oriente soviético. 29
Todavía en los años 80 se podían escuchar en la Unión Soviética
declaraciones como ésta de uno de los más destacados escritores rusos de su
tiempo, Fiódor Abrámov, transmitida por la televisión soviética y reproducida
en Literatúrnaia Gazeta, órgano de la Unión de Escritores de la URSS:
Ahora existe el punto de vista de que el centro de la literatura mundial se ha
desplazado a la América Latina... ¡Quiero defender de la manera más
vehemente los valores que está elaborando la literatura soviética! Tal como
en el siglo XIX el centro de la literatura mundial se hallaba en Rusia,
asimismo sigue estando en ella hasta el día de hoy. 30
Y es que la teoría del realismo socialista era no sólo la teoría de un
método creador, sino también una teoría del proceso histórico literario y
artístico: ese método era considerado el escalón más elevado alcanzado por el
desarrollo histórico literario y artístico de la humanidad. Para esa teoría basada
en una concepción unilineal y unidireccional de la historia social y cultural, el
28 René Etiemble, Essais de littérature (vraiment) générale, Gallimard, París, 1974, pp. 9-11.
29 «Eurocentrismo y antieurocentrismo en la teoría literaria de la América latina y de Europa»,
en: Desiderio Navarro, Cultura y marxismo: Problemas y polémicas, Letras Cubanas, 1986, pp. 43-44
(publicado originalmente en Revista de Crítica Latinoamericana, Perú, no 16, 1982).
30 Cit. según Alexei Kondratovich, «Korni i kryl’ia», diálogo entre A. K. y Adyl Iakobov en
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
73 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 74
___________________________________________________________________
científicos. 31
A medida que avanzaban los años 80, la estética y la teoría literaria
soviéticas ortodoxas comenzaron a ser vistas en Cuba como inoperantes y
obsoletas por un número creciente de actores culturales, y en la docencia y la
investigación sus cultores empezaron a abandonar el currículo, la agenda y la
bibliografía al servicio de la fundamentación teórica y la implantación local del
realismo socialista —el cual a menudo, por consideraciones tácticas, sólo
figuraba, innombrado, en formulaciones perifrásticas a la manera de «animal
que maúlla, caza ratones y camina por los tejados». Pero ello no ocurrió por
obra de ninguna reorientación o rectificación operada o dictada por el aparato
ideológico-cultural, sino en virtud de la nueva situación cultural creada por la
nueva praxis creadora cubana de los 80: ésta llevó a primer plano de la vida
artística, literaria y cultural en general nuevos tipos de obras y prácticas, nuevos
conceptos de arte y de creación, nuevos criterios de valor, nuevas
problemáticas, etc. ante los cuales el pensamiento cultural escolástico soviético,
salvo una condena o una descalificación artística total a priori, no tenía nada que
decir. Entretanto, después de un breve período de ambivalencia, ya por 1987 lo
que llegaba de la Rusia soviética de la perestroika había pasado a ser tratado en
medios oficiales con tanto recelo ideológico como lo que venía de la Polonia de
Solidaridad.
En un artículo publicado en ese entonces, «La literatura europea
socialista de hoy: ¿una desconocida de mañana en la América Latina?», 32 que,
sin proponérmelo, resultó lamentablemente profético, llamé la atención sobre
la creciente posibilidad de que, por obra de la política editorial seguida durante
décadas, nos quedáramos sin conocer realmente lo mejor de la actualidad
literaria de la Europa Socialista. Si hubiera hecho la misma pregunta casi
retórica con respecto al pensamiento cultural de la Europa del Este o de Rusia
en particular, hoy tendría que decir que también esa posibilidad se hizo
lamentable realidad en gran medida.
En los 90, con la caída del socialismo en la URSS y la desintegración
de ésta, muchos dogmáticos filosoviéticos locales cambiaron de orientación de
la noche a la mañana y procedieron a un «lavado de biografías» y de
bibliografías; varios de los más activos y oficialmente encumbrados entre ellos
pasaron a la emigración y la disidencia; numerosos oportunistas comenzaron a
criticar despectivamente y sacar de la circulación cultural todo lo ruso que hasta
ayer habían elogiado y divulgado con insistencia; y tanto éstos como los que
nunca gustaron de lo ruso en su versión soviética y los que sostenían la total
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
75 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
CRITERIOS Y LA (NO)RECEPCIÓN CUBANA DEL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO 76
___________________________________________________________________
35 «Con posterioridad a 1972, (...) leí el excelente trabajo del investigador soviético N. I. Konrad
“Algunas cuestiones relativas a la historia de la literatura mundial”, que de inmediato traduje e
incorporé como material de consulta obligada en mis cursos universitarios de Teoría y Crítica
Literarias», en: Roberto Fernández Retamar, «Nota a esta edición», Para una teoría de la literatura
hispanoamericana, Pueblo y Educación, La Habana, 4ª ed., 1984, p. 8.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
77 D. NAVARRO
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
OTRA SEMIÓTICA PARA OTRA POLÍTICA1
FRANCISCO PINEDA
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
79 F. PINEDA
___________________________________________________________________
2 Cfr. Iuri Lotman, La semiosfera (tres tomos), Ed. Cátedra, Madrid, 1996-2000; Cultura y
explosión, Gedisa, Barcelona, 1999.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
OTRA SEMIÓTICA PARA OTRA POLÍTICA 80
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
81 F. PINEDA
___________________________________________________________________
3 Cfr. Frantz Fanon, Los condenados de la tierra, Fondo de Cultura Económica, México, 1965.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
OTRA SEMIÓTICA PARA OTRA POLÍTICA 82
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
83 F. PINEDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL
DE LA PLAZA MAYOR: LAS IMÁGENES DE LOS
TEXTOS DE HISTORIA1
GRACIELA SÁNCHEZ GUEVARA
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
85 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 86
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
87 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 88
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
89 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 90
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
91 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 92
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
93 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
Pero, sin duda, al margen de los cambios que ha sufrido, desde su fundación,
ésta ha sido y es el corazón de la ciudad.
Desde la estética del arte pictórico observamos “la metáfora del
reflejo” o de la representación:
La posibilidad de la duplicación es una premisa ontológica de la conversión
del mundo de objetos en mundo de signos: la imagen reflejada de la cosa
está arrancada de los vínculos prácticos naturales para ella (espaciales,
contextuales, de finalidad, etc.) y por eso puede ser incluida fácilmente en los
vínculos modelizantes de la conciencia humana. (Lotman, 2000: 85)
En este sentido, “en el hecho elemental de la duplicación del objeto,
la situación semiótica está latente como posibilidad pura”, dice Lotman (2000:
86); por ejemplo, los cuadros y los murales son la duplicación del espacio
estudiado. Sin embargo, permanece inadvertida para la conciencia ingenua no
orientada a la percepción sígnica del mundo. Por su parte, se crea una situación
distinta cuando se crea una doble duplicación, esto es una duplicación de una
duplicación; verbigratia la fotografía es la duplicación de la duplicación de la
pintura o del mural del Zócalo, de tal forma que la conciencia es muy diferente
de quien mira y pinta, de quien mira y fotografía la realidad del espacio, como
también es diferente la mirada de los múltiples espectadores en diversos
tiempos y espacios.
A decir de Lotman (ibídem), las artes plásticas crean la ilusión de la
identidad del objeto y su imagen; además, al proceso de creación del signo, o
sea el texto artístico o pintura, se añade un eslabón más: primeramente debe
ser revelada la naturaleza sígnico-convencional que se halla en la base de todo
hecho semiótico, de este modo el texto artístico debe ser percibido en su
convencionalidad sígnica, la cual se encuentra en la base del texto y hace del
lenguaje del arte, el objeto fundamental de la atención del auditorio.
Por su parte, la iconización del texto artístico es secundaria pues lo
que se pondera es, por un lado, los grados de convencionalidad que pone al
descubierto la naturaleza sígnica del texto como tal y, por otro, la doble
duplicación; por regla general, es el destino no de todo el lienzo, sino solo de
una determinada parte de éste.
El modo de representación deviene en objeto de representación, así
entramos al concepto de retórica del texto visual, el cual es definido por
Lotman (2000: 89) como “lo que puede ser representado como una unidad
estructural de dos subtextos”; es decir, el texto supone una doble lectura: una
lectura de la vida cotidiana y una lectura simbólica. Este tipo de textos retóricos
implica necesariamente un “choque contrapuntístico” de diferentes lenguajes
semióticos, siempre dentro de los límites de una única estructura.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 94
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
95 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 96
___________________________________________________________________
Mujer seca
Con todas las venas ocultas
La sangre derramada mancha sus manos
Pero los manantiales se han dormido
De brotar sin sol
Y sólo en sueños nacen mariposas negras
Mónica Mansour
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
97 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 98
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
99 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
música, el cine (todas las películas que refuerzan la forma del ser mexicano), la
televisión (telenovelas históricas: El vuelo del Águila, La tempestad, El carruaje),
videos (biografías del poder), radio, prensa como otras formas de consignar y
perpetuar los hechos históricos. También se conserva la memoria del saber
histórico en los nombres de las calles, de las colonias, del metro, de las
delegaciones; verbigratia: Benito Juárez, Venustiano Carranza, Gustavo A.
Madero en el nombre de las escuelas y edificios públicos. La oficialidad se
abreva del saber histórico para perpetuarse, independientemente del grupo en
el poder, en la memoria, y con ello obedece a leyes del movimiento cultural
general (Lotman, 1996: 159) en un constante olvido y recuerdo.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 100
___________________________________________________________________
Evidentemente las construcciones a su vez son espacios que dan lugar a otros
espacios y así sucesivamente. Se trata, pues, de un espacio real e histórico en el
que en un tiempo también histórico ocurren las luchas sociales, las masacres,
las tragedias, las celebraciones, las manifestaciones de toda índole.
5. Esta relación espacio-temporal es representada en el lienzo o en la
fotografía lo que constituye el espacio-tiempo del pintor o del fotógrafo, quien
ocupa un espacio de tiempo al pintar los episodios históricos en el lienzo, este
es el tiempo de creación (se refiere al tiempo que dura la realización de la obra
pictórica, que puede durar semanas, meses, etcétera, o el de la fotográfica, que
actualmente es un tiempo instantáneo).
6. Siempre hay un espacio que ocupan los sujetos semiótico visuales
(los que representan o los representados) ya sea del creador: pintor o fotógrafo;
del espectador, lector, interlocutor; del museo, del libro escolar. El espacio no
puede ser pensado sin el concepto ‘tiempo’, ya que simultáneamente ocurren
situaciones en un espacio y en un tiempo determinados.
7. Los sujetos semiótico-visuales individuales, los creadores (los que
representan mediante la pintura o la fotografía a otros sujetos) están
atravesados por las condiciones sociales, culturales, económicas, políticas,
psicológicas de producción de semiosis o del sentido, tanto en el sujeto creador
como a los que pinta o fotografía.
8. Toda producción cultural, social, histórica, económica, política,
etcétera en su conjunto es un sistema complejo cultural, y en consecuencia
tenemos:
a) Un espacio y tiempo histórico (primer sistema cultural)
b) El tiempo-espacio del pintor o fotógrafo y el tiempo de creación de
la obra (segundo sistema cultural)
c) El tiempo-espacio del espectador en relación con el espacio del
museo, del libro escolar, o de cualquier otro medio donde se vea la misma
imagen (tercer sistema cultural)
Estos tres sistemas en su conjunto conforman textos complejos
generadores de sentido cuyas condiciones sociales de producción, circulación y
recepción están determinadas por los diferentes tiempos-espacios de los
distintos sujetos: creadores y espectadores.
Todos los espacios y tiempos son reales, lo que los diferencia es que
unos son el puntos de partida y los otros de llegada; por ejemplo, cada uno de
los cuadros o murales o fotografías ocupan un espacio, el del lienzo o el del
papel, es en ese espacio donde el tiempo queda “detenido”, de modo que tanto
espacio como tiempo se perpetúan en la línea del tiempo.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
101 G. SÁNCHEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
LA RESEMANTIZACIÓN DEL ESPACIO CULTURAL DE LA PLAZA MAYOR 102
___________________________________________________________________
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Augé, Marc (2007), Los no lugares, Editorial Gedisa, Argentina
Barthes Roland (2007), La cámara lúcida, Editorial Paidós, Colección
Comunicación, España.
Celorio, Gonzalo (1998), México, ciudad de papel, Tusquets Editores,
México.
Florescano, Florencio (1998), La Bandera Mexicana. Breve historia de su
formación y simbolismo. Colección Popular 551, Fondo de Cultura Económica,
México.
Lotman, Iuri y Escuela de Tartu (1979), Semiótica de la Cultura.
Ediciones Cátedra, Madrid.
Lotman, Iuri (1996), La semiosfera I. Semiótica de la cultura y del texto
(Edición de Desiderio Navarro), Editorial Cátedra, Madrid.
Lotman, Iuri (1999), Cultura y explosión, Editorial Gedisa, España.
Lotman, Iuri (2000), La semiosfera III. Semiótica de las artes y de la cultura
(Edición de Desiderio Navarro), Editorial Cátedra, Madrid.
Sánchez Guevara, Graciela (2002), «Alteridad y Semiótica Visual»,
Cuicuilco, Revista de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, Nueva
Época, volumen 9, número 25, mayo-agosto, 2002. Disponible en línea
<http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/351/35102504.pdf>
Sánchez Guevara, Graciela (2005), «La retórica visual novohispana:
elemento fundamental para la construcción de la identidad nacional oficial», en
Arquitectura del Sentido, coord. Julieta Haidar, CONACULTA-INAH-ENAH,
México.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES
DE MUNDOS. UNA RIMA FUNDACIONAL ENTRE
EL ÚLTIMO LOTMAN Y EL PRIMER GREIMAS 1
FRANCISCU SEDDA
1. Operaciones metasemióticas
Comparando la obra de Greimas con la de Lotman, me parece que
emergen, como las intervenciones en estas jornadas ya subrayaron, dos ámbitos
generales de reflexión. 2
El primero es la realización de una práctica de análisis de las culturas,
de sus dinámicas —¡sin olvidarnos de las estáticas!— y de las formaciones
semióticas que las realizan. El encuentro-choque, el accidente, con la
empiricidad del material cultural —la construcción y el análisis de corpora
complejos y heterogéneos— es, de hecho, la mejor manera no sólo de aportar
una contribución de conocimiento sobre el devenir de las formas del mundo,
sino también de ver emerger, desde lo vivo de la vida de las culturas, unos
espacios de diálogo teórico y metodológico entre Greimas y Lotman.
Al segundo ámbito de reflexión se refirió Paolo Fabbri al hablar de las
posibles integraciones o de los eventuales transplantes teóricos y conceptuales
entre la visión teórica de Greimas y la de Lotman. Lo que expresa, a mi modo
de ver, el legítimo deseo de poner ‘en paralelo’ y ‘en abstracto’ la pregunta
1 «Intersezione di linguaggi, esplosione di mondi. Una rima fondativa fra l’ultimo Lotman e il
primo Greimas», EC. Revista dell’Associazione Italiana di Studi Semiotici. <http://www.ec-
aiss.it/pdf_contributi/Sedda_5_12_08.pdf>. Reelaboración de la intervención presentada en
las jornadas internacionales Incidenti ed esplosioni. A. J. Greimas e J. M. Lotman. Per una semiotica delle
culture, organizadas por el LISaV (Laboratorio Internazionale di Semiotica a Venezia), Venecia,
6-7 mayo 2008. Traducción del italiano al español de Mirko Lampis.
2 Quiero expresar mi agradecimiento a los colegas que, tras la realización de las jornadas y el
primer borrador, han comentado, criticado, sugerido: Silvia Burini, Manuel Cáceres, Pierluigi
Cervelli, Lucrecia D’Alessio Ferrara, Ana Claudia de Oliveira, Paolo Fabbri, Massimo Leone,
Gianfranco Marrone, Isabella Pezzini, Alessandro Soddu.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
104 F. SEDDA
___________________________________________________________________
2. Un trompo
Mi reflexión nace de una especie de rima conceptual. Pues al final del
pensamiento de Lotman se encuentra explicitada una posición teórica que
encontramos en los comienzos del recorrido de Greimas. Refuerza esta rima,
ante todo, el hecho de que en Lotman esta explicitación reformula y enmienda
una de sus posturas teóricas centrales, mientras que en Greimas, a la temprana
conceptualización del problema, sigue su desplazamiento a una zona de
trasfondo. Lo cual no significa su desaparición, sino, sobre todo al nivel del
análisis, su implicitación. Una implicitación, si se nos permite acuñar este
término, que se podría entender como un desarrollo parcial o una verificación
incompleta de la hipótesis de partida. Nos hallaríamos, en definitiva, ante una
especie de trompo, es decir, un giro completo en la postura de los dos autores,
pero también una especie de bloqueo en el trayecto teórico. Debido, tal vez, a
una aceleración, arriesgada (en aquel momento) pero necesaria (ya por
entonces y sobre todo de cara al futuro).
Y no sólo. Esta rima de la que hablaré dentro de poco se puede
definir, provocativamente, como ‘fundacional’, porque atañe a unos problemas,
a la vez, fundamentales y de fondo. En Greimas sirve para solucionar
semióticamente el problema del referente y, sobre todo —como recientemente
también destacaba Gianfranco Marrone (2006)—, para hacer de verdad de la
semiótica, como decía el propio Greimas, la teoría general “de todas las formas
y manifestaciones de la significación” (1968, p. 49), emancipándola así de la
lingüística y desvinculándola de la preeminencia del lenguaje verbal. En
Lotman, en cambio, la cuestión emerge en relación con una hipótesis general
sobre la génesis de la cultura y la emergencia de la semioticidad como tal.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 105
___________________________________________________________________
3. Duplicaciones y correlaciones
Intentemos, pues, entrar en materia.
Algirdas Greimas, en su ensayo de 1968 «Para una semiótica del
mundo natural», abriendo un número de Langages dedicado a las prácticas y a los
lenguajes gestuales, avanzaba la hipótesis de que no se debía considerar el
llamado “mundo extralingüístico” como un “referente absoluto” y externo al
ámbito semiótico, sino que se debía pensar en él también como una semiótica que
con el lenguaje natural tuviera una relación de continua traducción o correlación. La
semiótica de las lenguas naturales y la semiótica del mundo natural, por lo tanto, pasaban
a considerarse como las dos macrosemióticas fundamentales y fundantes para la
semiosis (cfr. Greimas 1968, p. 52). Volveremos sobre este punto.
Iuri Lotman, por su parte, en un ensayo de 1992 titulado «El texto y el
poliglotismo de la cultura» retomaba y, por así decirlo, corregía uno de los
asertos fundamentales de la Escuela de Tartu, es decir, la idea de que existía un
único sistema modelizante primario, la lengua natural. Ahora, en cambio, así se
expresaba Lotman:
Desde el punto de vista genético, la cultura se construye sobre la base de dos
lenguajes primarios. Uno de ellos es la lengua natural [...] 3
Menos evidente es la naturaleza del segundo lenguaje primario. Toda
actividad del hombre como homo sapiens está ligada a modelos
clasificacionales del espacio, a la división de éste en ‘propio’ y ‘ajeno’ y a la
traducción de los variados vínculos sociales, religiosos, políticos, de
parentesco, etc., al lenguaje de las relaciones espaciales (Lotman 1992, p. 83).
Y más adelante:
La duplicación del mundo en la palabra y la del hombre en el espacio forman
el dualismo semiótico de partida (Lotman 1992, p.85).
3 En este pasaje Lotman se refiere explícitamente a las tesis expuestas por Benveniste en su
ensayo «Semiología de la lengua» acerca de la necesidad de los sistemas no lingüísticos de
utilizar el sistema lingüístico para traducirse y existir. Lotman también recuerda que los
participantes en la primera Escuela de Verano de Kääriku, en 1964, se adhirieron a esta
postura. Nótese, sin embargo, que ya en 1970, redactando las «Propuestas para el programa de
la ‘IV Escuela de Verano sobre los sistemas modelizantes secundarios’», Lotman así se
expresaba: “Se debería realizar un análisis específico del problema de la correlación entre
lenguajes primarios y secundarios. ¿Es necesario este doble nivel para la construcción de la
cultura, y en qué consiste su necesidad funcional? ¿Es primario sólo el sistema de la lengua
natural? ¿Cuáles propiedades debe poseer un sistema para ser capaz de intervenir como sistema
primario, y cuáles para cumplir la función de sistema secundario?” (cfr. en Lotman 2006, p. 104).
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
106 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 107
___________________________________________________________________
4 De querer establecer más paralelismos, se podría recordar que Lotman acude a las categorías
espaciales cuando se propone investigar «El metalenguaje de las descripciones tipológicas de la
cultura» (en Lotman y Uspenskij, 1973, pp. 145-181). Véase el punto 5.1: “Las descripciones de
los textos de la cultura, construidas acudiendo a los medios de la modelización espacial y, en
particular, a los topológicos, se llamarán modelos de la cultura. Se pueden representar los varios
textos realmente dados de la cultura como las interpretaciones de estos modelos”.
5 Para atar más cabos, se podría señalar que en Semántica estructural Greimas, hablando de la
descripción semántica del término ‘butaca’, identificaba “dos sistemas sémicos, el del espacio y
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
108 F. SEDDA
___________________________________________________________________
5. Mundos en traducción
Hay otros elementos que podrían confirmar la rima que acabamos de
identificar entre Lotman y Greimas. Se trata de elementos que profundizan la
conceptualización y la confrontación entre los dos autores y que a la vez hacen
surgir, a lo largo del camino, nuevos problemas. Y que dejan abierta, sobre
todo, la cuestión de su traducción práctica, de su operatividad y eficacia para el
análisis.
Un elemento importante es que las dos macrosemióticas identificadas,
se quiera o no, terminan por estratificarse siempre de la misma manera. La
lengua natural arriba y el mundo natural abajo. O más bien, si preferís evitar la
metáfora de la ‘pareja cansada’, la lengua natural en primer plano y el mundo
natural en el fondo. Y esto sin considerar que en Lotman entra en juego de
manera más explícita que en Greimas el ‘fuera’, lo extrasemiótico radical.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 109
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
110 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 111
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
112 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 113
___________________________________________________________________
todo los mundos que enreda e implica: su mundo interno, el del que emergió,
el que de alguna manera quería contribuir a producir.
Nuestro objeto material —que está hecho de plomo, una materia no
indiferente, y no sólo por su valor funcional— se configura de esta manera: por
un lado, la representación de un hombre sentado en lo que parece ser un trono,
en su mano derecha el cetro y en la izquierda una esfera, rodeado por una
leyenda + S Petri Dei gracia regis Aragonum, por el otro lado, la figura de un
escudo semiredondo partido en cuatro por una cruz, en cada uno de los cuatro
cantos una cabeza orientada hacia la izquierda de quien mira, y la leyenda +
Serpens dapna tulit crus tae h repulit (cfr. D’Arienzo 1983, p. 9 8 ) (véase fig. 1).
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
114 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 115
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
116 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 117
___________________________________________________________________
10 Sobre la cuestión de las propiedades semánticas, aunque relacionadas sobre todo con el
lenguaje verbal, véase Greimas 1966, Eco 1979, Violi 1997.
11 Recordamos que este símbolo, aunque con algunas modificaciones, es hoy la bandera oficial
enciclopedia máxima, que “también contiene lo que de hecho hoy ya no contiene” (Eco 2007, p. 91),
si con esto no sólo se entendiera lo que se ha perdido, sino también lo que de momento parece
no existir. Esta similitud sin embargo se deberá examinar mejor.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
118 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 119
___________________________________________________________________
Figura 2. Sigilo de Alfonso el Benigno, 1328 Figura 3. Sigilo de Martín el Viejo, 1401
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
120 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 121
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
122 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 123
___________________________________________________________________
8. ¿Conclusiones?
¿Cómo concluir? El modo más sencillo sería afirmar con
determinación que las dos partes que componen este artículo son
deliberadamente exploratorias. Aún mejor: se trataría de subrayar que la
verdadera exploración está aún por hacer, y consiste en la posible correlación
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
124 F. SEDDA
___________________________________________________________________
entre los conceptos teóricos perfilados en la primera parte (1-5) y los modos de
trabajo activados en la segunda (6-7).
La antorcha y rastro para volver a penetrar en la selva de la que
acabamos de salir podría ser esta importante cita de Lotman, mencionada más
de una vez durante estas jornadas:
El espacio semiótico se nos presenta como una intersección en más niveles
de diferentes textos, que juntos conforman un determinado estrato, con
complejas correlaciones internas, diverso grado de traducibilidad y zonas de
intraducibilidad. Por debajo de este estrato se sitúa el estrato de la ‘realidad’:
de aquella realidad que está organizada por múltiples lenguas y que se halla
con ellas en una jerarquía de correlaciones. Ambos estratos forman, juntos,
la semiótica de la cultura. Más allá de los límites de la semiótica de la cultura
se extiende la realidad, que se halla fuera de las fronteras de la lengua. La
palabra ‘realidad’ cubre dos fenómenos diferentes (Lotman 1993, pp. 37-38).
La cita no sólo resuena, una vez más, como las palabras de Greimas
en su ensayo sobre el mundo natural, sino que con su estratificación del mundo
semiótico parece volvernos a enviar a los encajes de formaciones y estratos
emergidos, esperamos, de nuestro propio análisis. Una formación correlacionada
con un mundo y que define un fuera. Basta cambiar al plural, como es la cultura,
como es nuestra vida, esta afirmación y probablemente tendremos aquellos
estratos de los que Lotman habla y aquellos conflictos entre formaciones y
mundos que hemos mencionado.
BIBLIOGRAFÍA
Burini S., 1998, «Jurij Lotman e la semiotica delle arti figurative», «Postfazione»
a Lotman 1998, pp. 129-164.
Burke P., 2004, What is Cultural History?, Cambridge, Polity; trad. it. 2006, La
storia culturale, Bologna, Il Mulino.
Casula F. C., 1990, La Sardegna aragonese. Vol. I. La Corona d’Aragona; Vol. II. La
Nazione Sarda, Sassari, Chiarella.
de Certeau M, 1980, L’invention du quotidien. I. Arts de faire, Paris, UGE; trad. it.
2001, L’invenzione del quotidiano, Roma, Edizioni Lavoro.
D’Arienzo L., 1983, Lo scudo dei “Quattro mori” e la Sardegna, extraído del vol. IX
de Annali della Facoltà di Scienze Politiche dell’Università di Cagliari,
Cagliari.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 125
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
126 F. SEDDA
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
INTERSECCIONES DE LENGUAJES, EXPLOSIONES DE MUNDOS 127
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
TEXTOS DE I. LOTMAN Y DE LA
ESCUELA SEMIÓTICA DE TARTU-MOSCÚ
EN EL 60 CUMPLEAÑOS DE PEETER TOROP
SEMIÓTICA DE LA CULTURA Y CULTURA 1
PEETER TOROP
1 «Cultural semiotics and culture», Sign Systems Studies 27 (1999), páginas 9-23. Traducción del
inglés al español de Eduardo Chávez Herrera. Para la presente versión se ha tenido en cuenta,
además, el texto del que procede la traducción inglesa, titulado «Semiootika piiril», con el que
Peeter Torop cierra la antología de ensayos de Iuri Lotman publicada en estonio con el título
Semiosfäärist (Tallinn, Vagabund, 1999, páginas 387-404). Traducción del estonio al español y
revisión final de Klaarika Kaldjärv. Este texto se publica por primera vez en español en
Entretextos, con motivo del sexagésimo cumpleaños de Peeter Torop.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
131 P. TOROP
__________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
SEMIÓTICA DE LA CULTURA Y CULTURA 132
__________________________________________________________________
su vez, pertenecen a un círculo más amplio que está formado por una ciencia
general de la comunicación y que, en su opinión, está dirigida por la
antropología social, la sociología y la economía (Jakobson 1985: 320-321). La
relación entre lingüística y semiótica en el esquema de Jakobson le ha dado a
Umberto Eco una razón para demostrar la evolución, desde Saussure hasta
Jakobson, a través del cambio en el tratamiento del código. Mientras Saussure
habla de código lingüístico, Jakobson vincula la noción de código a la
correlación entre elementos de dos sistemas diferentes, y tiene en cuenta los
sistemas semióticos tanto en una perspectiva más amplia como más estrecha,
como códigos y subcódigos. Eco no sólo admira la habilidad de Jakobson para
distinguir entre códigos extralingüísticos, sino también su habilidad para traer la
semiótica a la lingüística (Eco 1977: 48-49).
La propia semiótica de Eco, como simbiosis de la teoría de la
generación de signos y la teoría del código, es definitivamente una
continuación de esta tendencia. Posteriormente, en el prólogo del libro de Iuri
Lotman Universe of the Mind, Eco también señaló (Eco 1990) la evolución de
Lotman a través de esta problemática. Primero, precisa el planteamiento
original de Lotman en la cuestión: “La reconstrucción del código cultural no
significa la explicación de todos los fenómenos de la cultura dada, sino más
bien nos permite explicar por qué esta cultura ha creado estos fenómenos” (Eco
1994: 600). Eco consideró la postura extralingüística de Lotman hacia el código
como una salida de los límites del estructuralismo: “Lotman de todos modos
comprendió que ver el texto como un mensaje producido sobre la base del
código lingüístico en absoluto es lo mismo que ver el texto (o el conjunto de
textos de una cultura) como un código, porque era consciente del hecho de que
no hay ningún periodo histórico con un único código cultural (aunque la
modelidad construida puede ser una abstracción eficaz), y que en cada cultura
diversos códigos existen simultáneamente. [...] En el transcurso de sus
investigaciones, Lotman llegó a la conclusión de que un código identificado en
la cultura es mucho mas complicado que aquél que puede identificarse en el
lenguaje, y sus análisis se volvieron cada vez más agudos y adquirieron el
trasfondo de un conocimiento histórico complejo y brillante” (Eco 1994: 600–
601). En la última década, los trabajos de Lotman también parten de su actitud
hacia los códigos: “Indudablemente Lotman comprendió ya en los años
sesenta que la multiplicidad de códigos en una cultura crea opuestos e híbridos,
es decir, ‘creolización’. En sus últimos trabajos, especialmente en aquellos
escritos durante la última década, acuñó el término semiosfera como un análogo
a la biosfera” (Eco 1994: 601).
Lenguaje, texto, estructura, modelo, sistema de modelización
(secundario) son aquellas nociones cuyo dinamismo —en cuanto al volumen
de su significado— provee una buena perspectiva general de la semiótica de
Lotman y de la Escuela Semiótica de Tartu-Moscú hasta el nacimiento de la
133 P. TOROP
__________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
SEMIÓTICA DE LA CULTURA Y CULTURA 134
__________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
SEMIÓTICA DE LA CULTURA Y CULTURA 136
__________________________________________________________________
ante el texto que es observable como un signo individual, pero también como
un conjunto de signos o un sistema. En la cultura, existen textos
funcionalmente posibles como ensamblajes de signos y se puede aproximar a la
semántica de tales textos a través de la semántica de los signos. Sin embargo,
también son posibles los textos que no son ni discretos ni se descomponen en
signos (Tesis 1998: 66). La relación entre tipos de textos discretos y no
discretos es importante en la comparación—descripción de las épocas
culturales o de los tipos culturales. Un planteamiento cultural complejo
también se basa en la misma lógica: “En la unión de diferentes niveles y
subsistemas en un único todo semiótico, la ‘cultura’, están funcionando dos
mecanismos mutuamente opuestos: a) La tendencia hacia la diversidad, hacia
un incremento del número de lenguajes semióticos organizados de manera
diferente, el ‘poliglotismo’ de la cultura. b) La tendencia hacia la uniformidad,
el intento de interpretarse a sí misma o a otras culturas como lenguas
uniformes, rígidamente organizadas” (Tesis 1998: 86).
En 1973, en Nueva York, apareció la primera impresión de la serie
The Interpretation of Cultures, de Clifford Geertz, suscitando entusiasmo en la
teoría cultural, y en la que las nociones ‘interpretativo’ y ‘semiótico’ son
sinónimas. Así, su antropología interpretativa guarda un cierto paralelo con la
semiótica de la cultura. Geertz sugiere que para introducirse en una ciencia no
hay que recurrir a las teorías sino examinar qué hacen los que practican aquella
ciencia. En su opinión, los antropólogos sociales ‘hacen’ etnografía: “En
antropología o, por lo menos, en antropología social, lo que los profesionales
hacen es etnografía” (Geertz 1993: 5). Geertz presenta dos acercamientos a la
etnografía. De acuerdo con el primero, el tradicional, la etnografía es una
compilación de informes sobre expediciones, transcripción de textos, elección
de informantes, catalogación de estudios, etcétera. Él mismo ofrece otro
planteamiento según el cual la etnografía es una descripción densa (thick description),
es decir, en realidad el etnógrafo se encuentra con un conjunto de diversas y, a
menudo, entrelazadas estructuras conceptuales en las que no hay regularidad
visible y que no siempre existen en una forma fácilmente perceptible, explícita.
Entrevistas, observaciones y apuntes pertenecen al trabajo de campo. Pero
‘hacer’ etnografía debe significar un intento de leer un manuscrito extraño,
figurativo e incoherente en el que los signos gráficos del lenguaje ordinario son
reemplazados por ejemplos conductuales. Y en el marco de esta concepción, la
cultura descrita misma se convierte en un ‘documento actuante’ (acted document)
que puede ser interpretado al comunicarse con él (Geertz 1993: 10). Geertz
tiene sorprendentemente muchos puntos en común con las obras de Lotman y
de la Escuela de Tartu-Moscú, aunque contactos entre sus concepciones, al
menos directos, seguramente no existieron.
En 1973, en París, apareció un pequeño libro del semiólogo francés
Roland Barthes, Le plaisir du texte (Barthes 1973), en el que el análisis del placer
137 P. TOROP
__________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
SEMIÓTICA DE LA CULTURA Y CULTURA 138
__________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
SEMIÓTICA DE LA CULTURA Y CULTURA 140
__________________________________________________________________
3Se refiere a Sign Systems Studies 27 (1999), del que este artículo es su presentación. Nota del
editor.
141 P. TOROP
__________________________________________________________________
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
SEMIÓTICA DE LA CULTURA Y CULTURA 142
__________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
SEMIÓTICA DE LA CULTURA Y CULTURA 144
__________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
147 J. KAPLINSKI
___________________________________________________________________
época provienen sus contactos con Estonia, donde, además de los semióticos,
tuvo relaciones asimismo con otras personas, entre ellos con Uku Masing 4 . Era
uno de los pocos intelectuales al que Masing podía considerar igual a sí mismo:
recuerdo en la casa de los Masing la foto de Piatigorski en un lugar destacado.
Piatigorski era asimismo uno de los profesores y motivador del joven Linnart
Mäll al inicio de su camino de indólogo 5 . Recuerdo las ponencias de Piatigorski
en Kääriku y Tartu: era un conferenciante sobresaliente, un orador innato y,
como orador, ciertamente también actor. Cada lección suya e incluso alguna
charla era un espectáculo.
Piatigorski era una persona extraordinaria, un espíritu móvil que
nunca se detenía, sino que siempre se apresuraba hacia adelante, cambiando de
lugares en los que vivir, de pareja, de especialidades, de intereses, de visiones.
Una vez, en Kääriku, presentó el punto de vista sobre el budismo como
camino, oponiendo el concepto de camino al de doctrina, al de teoría. Esa
oposición tiene algo de Sasha mismo. Aunque no le gustaba Wittgenstein (era
muy categórico con sus simpatías y antipatías), en su vida y en su obra hay algo
que recuerda lo dicho al final del Tractatus: el que ha comprendido las frases del
filósofo, las desecha como a una escalera de mano que se ha utilizado para
subir. Piatigorski desechó más tarde también la semiótica, diciendo que la había
agotado. Permaneció fiel al budismo, con el que trabajaba también
académicamente estando ya emigrado en la universidad de Londres. Tal vez
porque el budismo es, en cierto sentido, una doctrina que se supera a sí misma,
incluso se niega. Sin embargo, le dio tiempo para dedicarse a muchas otras
cosas: así escribió un pequeño estudio sobre la masonería 6 , con la que él
mismo no estaba directamente relacionado, un par de novelas, ensayos, actuó
en una película en el papel de marajá 7 y, naturalmente, viajó por el mundo,
dando conferencias tanto sobre filosofía india como de otras cosas. También
en la emisora de radio Svoboda solía de vez en cuando hablar de la historia de la
filosofía, probando que conoce excelentemente a los clásicos europeos como
Hume y Locke.
El encanto de Piatigorski se encontraba también en el hecho de que
no se conformaba con nada banal, no repetía nunca las ideas suyas o de otros,
4 Uku Masing (1909-1985) es conocido como teólogo, traductor, filósofo y folklorista estonio.
Políglota extraordinario (al parecer, conocía más de sesenta lenguas, pero sólo traducía de
veinte), antes de la guerra mundial, fue profesor de teología y lenguas semíticas.
5 Linnart Mäll (1938-2010), orientalista y traductor, profesor de la Universidad de Tartu, es un
1992, con Piatigorski en el papel de Sultán. En 2005 Uldis Tirons dirigió un documental
dedicado a él, Philosopher Escaped.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
NAVIGARE NECESSE EST… 148
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
JÓVENES COLEGAS
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ1
EDUARDO CHÁVEZ HERRERA
Introducción
El propósito de esta comunicación es revisar el fenómeno cultural del
té desde la semiótica de la cultura. El té, como bebida o práctica cultural
milenaria, industria, objeto de consumo, tradición, ceremonia, moda, etcétera,
es un producto de la comunicación humana. Como tal, encierra un complejo
tejido de significación y producción de sentido. Para dar cuenta de él, diremos
que constituye modelos semióticos los cuales explican y construyen, en su
contexto, el mundo en el que vivimos. De este modo, diremos que el té es un
mecanismo generador de sentido, lo cual supone que se encuentre inmerso
dentro del espacio cultural llamado semiosfera.
En el transcurso de este papel, definimos el espacio semiótico del té,
donde hay semiosferas específicas y particulares. Para dar cuenta de este
espacio semiótico particular, habrá que proceder a codificar el té como un
texto; ocuparnos de los lenguajes que fluyen a lo largo de la semiosfera del té y
llevar a cabo la descripción de la diversidad de sus propiedades y atributos, así
como el establecimiento de sus leyes de organización interna.
Fundamentalmente revisamos un espacio dentro del continente
euroasiático: el espacio oriental. Esto conlleva revisar la incidencia del té en las
culturas orientales. Por eso es importante mencionar que el té, en forma
silvestre, crece sólo en Asia. Referirse al espacio europeo significaría llevar a
cabo una investigación mucho más extensa, la cual implicaría hacer referencia a
las tradiciones de diversas culturas europeas.
El té como un texto
El té implica muchas cosas pues no es sólo un producto agrícola que
deviene en bebida mediante una infusión. También, es una comodidad y un
objeto consumible sujeto a las extravagancias de la naturaleza.
1Este trabajo ha sido escrito para este número de Entretextos. La imágenes que se reproducen
aquí proceden de camelliashop.com (imagen 1), teamuseum.cn (imágenes 2, 5 y 6) y
bandcantiques.com (imagen 8).
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
151 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
2 Entendemos como kinemas los diversos gestos especiales que se encuentran en todas las
situaciones de etiqueta, dígase saludos, despedidas, palmadas, besos, reverencias, etcétera
(Civ’jan, 1979).
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 152
___________________________________________________________________
segundo orden, semióticamente más complejos, circulan por la parte central del
espacio semiótico, entre ellos se ubican los textos culturales, ceremoniales y
rituales.
En el Libro del té, el maestro de té Kakuzo Okakura sugiere la
posibilidad de que el té pueda conformar textos de tercer orden, textos
artísticos. Esto cuando la apreciación del té se codifica como una ceremonia
ritual y, posteriormente, deviene en una obra de arte (Okakura, 2001:11).
En analogía con el concepto biosfera de Vernadsky, Lotman habla de
un espacio semiótico al que denomina semiosfera, constituyéndose ésta como
el espacio semiótico necesario para la existencia y el funcionamiento de
lenguajes, aunque no la suma total de lenguajes diferentes. Por lo tanto,
Lotman define la semiosfera como “el espacio semiótico fuera del cual es
imposible la existencia mínima de la semiosis” (Lotman, 1996:24).
La semiosfera del té
El origen del uso del té está en China y se remonta hacia unos 2500
años. Antes que el té fuera una bebida o comida siquiera, no era más que una
planta cuyas hojas servían, en ocasiones, como alimento para los antiguos
chinos. Entonces carecía de un significado propiamente elaborado. Con el paso
del tiempo y la extensión de su uso, el té se volvió, en primera instancia, parte
de un sistema culinario; cuando el té se difundió afuera de China, se tradujo de
diferentes maneras adquiriendo nuevos sentidos.
A continuación vamos a observar el proceso a través del cual el té
genera sentido en la semiosfera. El té “inició su vida” en la periferia de la
semiosfera; a través de diversos procesos de difusión llegó a extenderse sobre
todo el centro de la cultura oriental, donde trató de imponer sus leyes
volviéndose común. La semiosis del té la explicamos a partir de un proceso
textual, dialéctico y que ocurre solamente dentro del espacio semiótico.
Antes de explicarse a través de un lenguaje culinario en el espacio
semiótico, el té primero fue una caracterización mitológica que remite a un
texto fundante, al metatexto. Tratándose éste de un texto que cumple una
función metalingüística con respecto a los demás textos que pululan en la
semiosfera. El té, entonces, en primera instancia está codificado bajo el
lenguaje mitológico, y su expresión es en forma de una leyenda: el
descubrimiento accidental del té por parte del emperador chino Sheng Nong:
En el libro Plantas Medicinales de Sheng Nong, escrito durante las
dinastías Qin y Han (221 a.n.e.-220 n.e.) se narra que Sheng Nong fue uno de
los primeros antecesores de la nación china (uno de los tres Augustos) y un
héroe de la antigüedad.
Un día de mucho calor, Sheng Nong descansaba a la sombra de un árbol; de
repente tuvo mucha sed y, de acuerdo a la nueva costumbre, se puso a hervir
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
153 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 154
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
155 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 156
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
157 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 158
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
159 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
3 El tributo en té era un sistema aplicado en la sociedad feudal china y data desde los primeros
tiempos de la dinastía Zhou del Oeste (1100-770 a.n.e.). El té que tomaba la familia imperial de
las dinastías Han (206 a.ne.-220 n.e.) provenía del suroeste de China. Pero a partir del período
de los Tres Reinos (220-280 n.e.), como a los emperadores les gustaba mucho tomar té, el tributo
constituyó una carga pesada para los cultivadores de té (Maspero-Balazs, 1967: 453).
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 160
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
161 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 162
___________________________________________________________________
importada.
b) El texto extranjero (T1) y la cultura tibetana se re-estructuraron
entre sí. En esta etapa ocurrió una “idealización” del texto y los códigos
importados (L2), junto con el texto, se volvieron parte de su estructura
metalingüística.
c) El té obtuvo un nuevo valor. La cultura receptora ha comenzado a
adaptarlo y al imponerle un valor más alto, separa el valor “importado” y busca
acentuarle características nacionales. En esta parte el té se desarrolló como un
texto culinario autóctono (al que llamaremos T1’). Los tibetanos
experimentaron su preparación y empezaron a cocinar el té en agua (como los
chinos). Entonces lo colaron y lo trasvasaron a una mantequera de un metro de
largo, agregándole mantequilla de yak y sal; para mezclarlo todo, usaron un
palo de madera acabado en un disco que encajaba perfectamente en el cilindro
de la mantequera (logrando la emulsión total a través de este proceso). Al cabo
de un rato de mezclar el té obtenían una bebida bastante energética en la que,
además, mojaban harina de cebada tostada.
d) En esta etapa, el texto ya está totalmente disuelto en la cultura; ésta
ha cambiado hacia un estado activo y comenzado a generar nuevos textos
basados en códigos culturales los cuales en el pasado fueron estimulados por
invasiones exteriores, pero ahora, plenamente transformados, se vuelven
nuevos modelos estructurales. En esta etapa es cuando se produce el té con
manteca (T1’) como manifestación textual propia, además que surge el interés
de los tibetanos por el servicio de té, donde se obtiene un texto-objeto propio
(al que denominaremos T2’), producto de la traducción del lenguaje de los
objetos inherente que se importó antes.
En el Tíbet no existen tantos utensilios, en realidad el servicio de té
sólo está compuesto por las tazas para tomarlo. Éstas son de madera y cada
miembro de la familia tiene su propia taza. Es común que las familias tibetanas
tengan, también, tazas particulares para los huéspedes; su calidad depende de
una relación paradigmática entre el tibetano y su posición social: las mejores
tazas, de primera calidad, son de sándalo negro y sólo pueden usarlas personas
con posiciones sociales muy destacadas, como los funcionarios, los huéspedes
extranjeros o los monjes budistas.
e) Finalmente, se alcanza el centro de la cultura y se produce el
cambio a una cultura emisora, que comienza a transmitir textos al exterior. En
el caso del Tíbet, los textos que transmitieron los exportaron a sus vecinos, los
pastores mongoles, kazajos y uighures, quienes también adquirieron la
costumbre de tomar el té con mantequilla.
El mensaje comenzó a fluir hacia todas direcciones, la cuestión fue
que en algunas el té tuvo mayores repercusiones culturales que en otras, lo cual
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
163 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
4 Los Tang inventaron la elaboración de las hojas sueltas de té. Primero, se recogían los brotes
del té en la primavera, luego se cocinaban al vapor y se dejaban secar a fuego lento; finalmente
se convertían en hojas sueltas. Esta forma de presentación del té constituyó un paso adelante
en su consumo, pues las hojas sueltas de té de buena calidad y sabor despertaron el interés en
los consumidores (Butel, 1988).
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 164
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
165 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 166
___________________________________________________________________
El té vuelve a la periferia
En la dinastía Song (960-1279 n.e.), el té batido se puso en boga y
creó la segunda escuela de té. En ese entonces, las hojas eran reducidas a polvo
muy fino en un pequeño mortero y la preparación se batía en agua caliente
mediante un fino batidor hecho de bambú. Este nuevo proceso desencadenó
un cambio inherente en el sistema de objetos y en la selección de las hojas. La
cerámica toma su lugar especial, determinante, en el universo que rodea al té.
Además, la sal se descartó para siempre. En ese entonces coexistieron los
métodos de preparar el té desmenuzado en agua y el de preparar las hojas en
infusión.
Con los Song, también podemos ver dos factores que influyen en el
desarrollo continuo de la cultura del té en China:
1) Aparecen los esmaltes de color negro, café, azul y blanco-azulado, y
se empezó a usar el servicio de té en los banquetes. En ese entonces, el
poblado Changnan recibe el nombre Jingdezhen, cuya porcelana celadón 5 se
puso en boga, debido a su fina calidad; tazas muy brillantes cuyas bases eran el
color blanco y el tono azulado, así como muchos motivos de distintos colores.
2) Se legaliza totalmente la aplicación del monopolio del té. En todo
el país la corte estableció seis centros de acopio y 13 plantaciones de té. Los
cultivadores de té tenían que registrarse en las oficinas del gobierno, la cual les
prestaba el capital necesario para operar. Al concluir la cosecha, debían
devolver el capital prestado, entregar una tasa correspondiente y vender el té
cosechado al estado.
Hacia el siglo XIII, las tribus mongolas del norte conquistan China y
el país cayó bajo el yugo de los emperadores Yuen (1206-1368 n.e.),
destruyendo todo vestigio de la cultura Song. En la dinastía Yuen, el poblado
de Jingdezhen adquirió fama por su porcelana blanquiazul; más tarde, con los
Ming, este lugar se convirtió en el centro de fabricación de porcelana de todo
el país.
5 Celadón es un nombre acuñado por los franceses, hasta finales del siglo XVI y se tomó del
protagonista de una ópera llamada Astrée. Actualmente se han logrado nuevos desarrollos con
este tipo de porcelana al reproducir los servicios de té al estilo antiguo (Stella-Brochard, 2003).
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
167 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 168
___________________________________________________________________
6 Este proceso corresponde a una ley de los sistemas dialógicos que se llama discreción y se
conoce como “la habilidad de partir la información en porciones” (Lotman, 1990: 143).
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
169 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
entonces generará una sistematización que codifique sus usos y delimite sus
funciones.
En esta parte de la traducción, se transmitieron algunos factores de la
comunicación, esto es que a lo largo de este proceso, se tradujeron el Código
(L1) y el Mensaje (T1) a otro lenguaje (L5), dando como resultado una
traducción fiel y un texto-objeto similar. En esta parte de la semiosfera, los textos y
la cultura receptora japonesa comienzan a re-estructurse entre sí, de ahí que
ocurran imitaciones y adaptaciones.
En el año 805 de nuestra era, cuando el té entró en Japón,
encontramos la primera frontera de esta semiosfera: una frontera temporal,
ubicada en el eje del pasado: entonces el país se encontraba en la era Heian
(794-1185), un periodo durante el que la influencia china estaba en la cumbre y
la clase samurai comenzaba a hacerse con el poder. En ese tiempo ocurre la
introducción del té a Japón.
En 804 el monje budista Saicho (miembro de la secta Tendai) fue a
estudiar a China, allá conoció a otro japonés, Eichu. Ellos volvieron al Japón
juntos en el año 805 con semillas de té que plantaron en un monasterio a las
afueras de Kyoto, la capital. Ambos monjes coinciden en la frontera de
personalidad, pues a ellos les corresponde ser el sujeto socio-histórico-cultural de este
sistema, debido a que ellos fueron los responsables de la introducción del té
chino a Japón.
Cinco años después, cuando la planta había alcanzado madurez
suficiente, el recorrido del emperador se detuvo en el monasterio y Eichu, su
abad, le sirvió aquel té verde que había procesado. El emperador, encantado,
mandó a plantar el té en cinco provincias cercanas a Kyoto. El té entonces
comenzó a desarrollarse dentro de la vida monástica japonesa.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 170
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
171 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 172
___________________________________________________________________
Murata Juko, un maestro zen del siglo XV, (1422–1502), rompió todos
los convencionalismos al celebrar una ceremonia del té para la aristocracia en
una humilde habitación de cuatro esteras y media.
Aquí llegamos al centro de la semiosfera del té japonés (y al centro de toda la
cultura del té); éste corresponde al período de la historia japonesa durante el
que se desarrolló “la civilización del té”, el Momoyama (designado como el
castillo homónimo). Aunque en realidad, este período no duró más de 50 años.
En esta época, el país estaba bajo el patronazgo del shogun Ashikaga-
Yoshimasa; no obstante, su presencia era meramente simbólica pues sus dos
lugartenientes, Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi, eran los verdaderos
gobernantes del Japón, el cual controlaron durante algún tiempo mediante el
fuego y la sangre.
Contemporáneo de estos personajes, fue el maestro de la ceremonia
del té quién perfeccionó el ritual (Cha no yu, literalmente té agua-caliente): Sen
no Rikyu (1522– 1591).
Rikyu era hijo de un rico comerciante de Sakai, cerca de Osaka.
Gracias a su origen pudo acudir a las ceremonias del té de los ricos, pero lo que
más le interesó fue la forma en que los monjes consideraban el ritual del té
como la personificación de los principios del zen para apreciar lo sagrado en la
vida cotidiana (Yi et al, 1996).
Siguiendo el ejemplo de Juko, Rikyu eliminó de la habitación del té y
del estilo de preparación todo lo que no era esencial, y desarrolló un ritual del
té en el que ningún movimiento era inútil y ningún objeto resultaba superfluo.
Rikyu mismo se volvió el maestro de té personal de Hideyoshi. En
1590. Se sabe que algunos enemigos, celosos de la posición de Rikyu, le
acusaron de conspirar contra Hideyoshi; entonces “le advirtieron” que el
veneno le sería suministrado en una taza de té preparada por el maestro.
Eventualmente, Rikyu fue obligado por su señor a cometer el ritual del suicidio,
el seppuku, cuya concepción estaba basada en el honor. Así, el seppuku era visto
como un acto más honorable que aquél donde uno terminaba sus días
mediante la ejecución pública.
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
173 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 174
___________________________________________________________________
7Por ECD se entiende el índice objetivo de la posición social del individuo, y en cada situación
dada determina su posición con respecto al otro (Civ’jan, 1979).
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
175 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 176
___________________________________________________________________
detrás del otro entran al jardín interior, hacen sus abluciones en la pileta y
entran en el Chashitsu. Sus movimientos son aplazados con un tiempo estricto
y necesario, como forma de cumplir una cierta cantidad de kinemas.
Los invitados entran al Chashitsu a través de una puerta cuadrada de
aproximadamente 60 centímetros de ancho (Nijiriguchi). Cada uno, se inclina
profundamente ante la caligrafía (Kakemono) colocada sobre el nicho de honor
(Tokonoma). Después de haberla contemplado, cada uno se levanta, atraviesa
diagonalmente la sala y se dirige hacia el brasero dónde tres carbones se
queman y calientan un hervidor con agua. Entonces, el invitado se inclina,
contempla todo y se aparta para dejar el lugar al siguiente. El último invitado
en entrar, cierra la puerta con otro kinema: un ligero golpeteo, cuyo significado
está dirigido al anfitrión, quien en la sala anexa (dígase la sala de agua, Mizuya)
se encuentra preparando el almuerzo de sus invitados.
Generalmente, la puerta de entrada se encuentra en la esquina del
Chashitsu; yendo hacia el Tokonoma, el primer invitado en entre invitado
arranca con el pie derecho y atraviesa las separaciones entre los tatamis (esteras
de paja que fungen como piso), también, con el pie derecho. En el trayecto
diagonal hacia el brasero, cada uno arranca con el pie izquierdo y atraviesa las
separaciones, otra vez, con el pie izquierdo; antes de llegar al fuego, se cambia
el pie, y se adelanta el derecho. Este uso kinemático de los pies es importante,
pues conlleva un orden estricto a la hora de “ascender” hacia el tatami y hacia el
fuego.
Entonces, el anfitrión procede a abrir la puerta que separa la Mizuya
del Chashitsu, y saluda a los invitados, quienes le devuelven el saludo. Luego, el
invitado principal (ya determinado por el ECD) se dirige al anfitrión y le pide
entrar a la sala. Después de los saludos, el anfitrión sirve un almuerzo ligero
(Kaiseki) donde se sirven dos tipos de alimentos: del mar y de la montaña, los
cuales se preparan y distribuyen en porciones iguales para todos los invitados.
En este momento de la ceremonia podemos apreciar la “irrupción” del
lenguaje culinario (L4), el cual se encarga de distribuir los elementos que
componen el Kaiseki. De acuerdo a su contenido, los platillos siguen este
órden: una sopa de soya, arroz blanco, un caldo, alguna parrillada (pescado o
carnes) con legumbres, un caldo más ligero, legumbres en salmuera y una
infusión de arroz asado caliente. El sake acompaña todo el almuerzo que ha
sido servido sobre cerámica tradicional Mukozuke.
Mientras el anfitrión hace la infusión de arroz, come solo adentro de
la sala de agua (Mizuya).
Cuando se sirve el sake, el invitado principal se le ofrece al anfitrión,
quien “presta” su tazón a cada uno; el tazón circula por todos los invitados y el
anfitrión, cada uno sirviéndole el sake al otro. Este acto de compartir el tazón
del sake, indica la segunda fase de acercamiento entre el anfitrión y los invitados (la
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
177 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 178
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
179 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 180
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
181 E. CHÁVEZ
___________________________________________________________________
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Butel, Paul (1998). L’histoire du thé. Paris. Editions Desjonquères.
Civ’jan, T.V. (1979). «La semiótica del comportamiento humano en situaciones
dadas (principio y fin de la ceremonia, fórmulas de cortesía)» en
Semiótica de la cultura. Madrid. Ediciones Cátedra, pp. 173-194.
Fuxiang, Du y Mengliang, Lin (1990). El té chino. República Popular China.
Ediciones en lenguas extranjeras.
Haidar, Julieta (2006). Debate CEU-Rectoría. Torbellino pasional de los argumentos.
México. UNAM.
Hammad, Mannar (1987). «L’architecture du thé». en Actes Semiotiques.
Documents du groupe de recherches semio-linguistiques. Vol. IX. 84-85, pp. 1-
51.
Kaibara, Yukio (2000). Historia del Japón. México. FCE.
Kull, Kalevi (2002). «A sign is not alive - a text is». En Sign Systems Studies 30.1,
pp. 327-336.
Le Guide Théophile (2002). France. Le Palais des Thés.
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
ESBOZO DE LA SEMIOSFERA DEL TÉ 182
___________________________________________________________________
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
PUBLICACIONES
EL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO EN
CRITERIOS (1972-2008)
La Habana, Centro Teórico-Cultural Criterios, 2009.
Tomo 1: 343 páginas. ISBN 978-959-7195-03-0.
Tomo 2: 380 páginas. ISBN 978-959-7195-04-7.
ISBN 978-959-7195-00-9 (Obra completa).
Selección y traducción del ruso de Desiderio Navarro.
MANUEL CÁCERES
Correo electrónico:
criterio[arroba]cubarte[punto]cult[punto]cu
criterios[arroba]criterios[punto]es
Portal en Internet:
www.criterios.es
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
185 M. CÁCERES
___________________________________________________________________
ÍNDICES
Tomo 1
Desiderio Navarro
Criterios y la (no)recepción cubana del pensamiento cultural ruso
Borís Groys
El stalinismo como fenómeno estético
Iuri M. Lotman
La caza de brujas: Semiótica del miedo
Iuri Levin
Sobre la semiótica de la mentira
Viacheslav V. Ivánov
Eisenstein y la encarnación del mito: teoría semiótica y práctica artística
Mijaíl Iampolski
La teoría de la intertextualidad y el cine
Viacheslav V. Ivánov
Creación artística, asimetría funcional del cerebro y capacidades imaginales
del hombre
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16
EL PENSAMIENTO CULTURAL RUSO EN CRITERIOS (1972-2008) 186
___________________________________________________________________
Aleksandr M. Piatigorski
«El otro» y «lo propio» como conceptos de la filosofía literaria
Arón I. Gurévich
El portal occidental de la iglesia de Saint-Lazare en Autun
y las paradojas de la conciencia medieval
Iuri I. Levin
Tesis sobre el problema de la no comprensión del texto
Eleazar M. Meletinski
La organización semántica del relato mitológico y el problema
del índice semiótico de motivos y sujets
Viacheslav V. Ivánov
Contribución al estudio semiótico de la historia cultural de la gran ciudad
Viacheslav V. Ivánov, Vladímir N. Toporov
El enfoque tipológico-estructural de la interpretación semántica de las obras
de artes plásticas en el aspecto diacrónico
Borís A. Uspenski
Historia y semiótica (La percepción del tiempo como problema semiótico)
Mijaíl M. Bajtín
El autor y el héroe en la actividad estética
Iuri M. Lotman
Acerca de la semiosfera
Pável Medvédev/Mijaíl M. Bajtín
La evaluación social, su papel, el enunciado concreto y la construcción poética
Tomo 2
Viacheslav V. Ivánov
El filme en el filme
Viacheslav V. Ivánov
Contribución a la teoría semiótica del carnaval como inversión de oposiciones
binarias
Serguei S. Avérintsev
La movilidad histórica de la categoría de género: Un intento de periodización
Dmitri S. Lijachóv
El contrapunto de los estilos como particularidad de las artes
Elmar V. Sokolóv
Las funciones básicas de la cultura
_____________________________________________________________
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
187 M. CÁCERES
___________________________________________________________________
V. N. Toporov
Las artes plásticas y la mitología
Iuri Levin
La lírica desde el punto de vista comunicativo
Borís Uspenski
Los ‘puntos de vista’ en el plano de la psicología
Pável Medvédev/Mijaíl Bajtín
Tareas inmediatas de los estudios literarios
Borís Bernstein
Algunas consideraciones en relación con el problema ‘arte y etnos’
Moisei Samoilovich Kagan
La estructura de la forma artística
Dmitri Lijachóv
Poética del tiempo artístico de la obra literaria
Iuri Bórev
La sátira y la democracia
Mijaíl M. Bajtín
Contribución a la metodología de los estudios literarios
Nikolai I. Konrad
Carta de respuesta a Arnold Toynbee
Anatoli Lunacharski
Tesis sobre las tareas de la crítica marxista
Dmitri S. Lijachov
Sobre el realismo y su definición
Apéndice
El pensamiento cultural ruso en Criterios (1972-2008)
_____________________________________________________________
Entretextos 14-15-16