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REVISTA MEXICANA DE ORIENTACIÓN

EDUCATIVA

Volumen 18 número 40 enero-junio 2021, pp. 1-17.

El silencio: muerte psicológica en mujeres adolescentes


Silence: psychological death in adolescent women

Gloria Patricia Ledesma Ríos, 1

Karen Cruz Ramos, 2

Elsa Velasco Espinosa3

Fecha de recepción abril de 2021


Fecha de aprobación: abril de 2021
DOI: https://doi.org/10.31206/rmdo352020

1
Áreas de interés: comunicación, ciudadanía y autonomía, Universidad Autónoma de Chiapas,
Facultad de Humanidades Campus VI. Correo: gledesmarios2002@gmail.com.
2
Áreas de interés: comunicación, vida digital, Centro de Estudios Universitarios del Sur y Sureste.
Correo: karen.cruz1@hotmail.com.
3
Áreas de interés: currículo y procesos formativos, Universidad Autónoma de Chiapas, Facultad de
Humanidades Campus VI. Correo: kchus81@outlook.com.
Resumen
El aumento de la violencia a las adolescentes durante el noviazgo crece en forma
alarmante, se implementó una estrategia metodológica para conocer la denuncia
del maltrato a partir de utilizar canales informales ante la falta de respuesta de las
instituciones responsables.
El método análisis de contenido permitió revisar los perfiles grupales y de usuarios
del Facebook para atisbar las historias de las adolescentes; se encontró en un
primer momento videos, donde se toca el tema de violencia de género desde lo
informativo hasta narrar las experiencias sufridas por mujeres adolescentes, que
nos llevó a un segundo momento, el hallazgo de los relatos que permitió contabilizar
y categorizar la agresión en el noviazgo entre adolescentes.
Al encontrar los relatos de las adolescentes agredidas se buscó a una joven para
compartir su vivencia, se utilizó el método narrativo y la técnica de entrevista,
encontrando violencia psicológica mediante las palabras, base del control, donde
no se percibe el daño mental que se sufre y el silencio es el único aliado de la
víctima.
El lamentable relato sobre la violencia psicológica da como resultado la reflexión de
esta situación invisible, por no ser abuso sexual ni físico, sino control con acciones,
palabras, actitudes que las lleva a culparse del mal funcionamiento del noviazgo.
Palabras claves
Facebook, noviazgo adolescente, silencio, violencia psicológica
Abstract
The rise in violence in adolescents during courtship grows in alarming way so a
methodological strategy was implemented to know the complaint of abuse from the
use of informal channels against the null response of the responsible institutions.
The content analysis method allowed to check group profiles and individual profiles
on Facebook to glimpse stories of adolescents; it found in first time videos, which
take the gender violence from informative way until narrating the experiences
suffered for adolescent women that took us to a second moment, the finding stories,
that allowed count and categorize aggression in adolescent courtships.
By finding stories of attacked adolescents, it looked for an adolescent woman to
share her experience, it used the narrative method and the interview technique,
finding psychological violence when the words are the base of control, when the
mental damage isn’t perceived, and the silence is the only ally.
The unfortunate story about psychological violence gives as result the reflection of
this invisible situation, for not being sexual or physical abuse but the control with
actions, words, attitudes that leads them to blame themselves for the non-functioning
of the courtship.
Keywords: Facebook, adolescent courtship, silence, psychological violence
Resumo:
O aumento da violência em adolescentes durante o namoro cresce de forma
alarmante, portanto, foi implementada uma estratégia metodológica para conhecer
a denúncia de abusos a partir do uso de canais informais contra a resposta nula das
instituições responsáveis.
O método de análise de conteúdo permitiu verificar perfis de grupos e perfis
individuais no Facebook para vislumbrar histórias de adolescentes; encontrou em
vídeos inéditos, que levam a violência de gênero de forma informativa até narrar as
vivências sofridas por mulheres adolescentes que nos levaram a um segundo
momento, a descoberta de histórias, que permitiram contar e categorizar agressões
em namoros adolescentes.
Ao encontrar histórias de adolescentes agredidas, procurou uma adolescente para
compartilhar sua experiência, utilizou o método narrativo e a técnica da entrevista,
encontrando violência psicológica quando as palavras são a base do controle,
quando o dano mental não é percebido, e o silêncio é o único aliado.
A infeliz história da violência psicológica dá como resultado o reflexo dessa situação
invisível, por não ser abuso sexual ou físico, mas o controle com ações, palavras,
atitudes que os leva a se culparem pelo não funcionamento do namoro.
palavras-chave: Facebook, namoro adolescente, silêncio, violência psicológica

Introducción

El maltrato hacia las mujeres durante el noviazgo crece sin tener respaldo ante la
denuncia, quienes lo padecen buscan otros mecanismos para difundir la violencia
que sufren, porque se desmorona la construcción simbólica del amor ideal, hacia
una realidad que las rebasa y lastima. Esta violencia que viven las adolescentes les
marca en sus futuras relaciones porque la primera experiencia resultó contraria a lo
esperado, a lo imaginado.

Ante este suceso se eligió el método exploratorio para encontrar las denuncias de
las jóvenes durante el maltrato, inició con la búsqueda en la red social Facebook
para identificar si existían historias sobre maltrato físico, psicológico, sexual y/o de
otro tipo, porque desde el surgimiento del Facebook en 2004, la globalización de los
mensajes tiene como resultado construir redes entre usuarios con diversos
intereses desde el entretenimiento hasta denuncias sociales, evidenciando las
condiciones de realidades múltiples en la sociedad.
Matt Ahlgren (2021) informa que Facebook cuenta con 1.84 mil millones de
consumidores activos diarios, tiene como consecuencia el intercambio en las
denuncias cuando existen injusticias de diversa índole y la no respuesta institucional
sobre los casos, donde la difusión sobre el agresor se considera como muerte social
ante el repudio de los usuarios.

En la búsqueda sobre el maltrato hacia las mujeres durante el noviazgo se realizó


lectura de información localizada en Facebook. Los primeros resultados de la
observación de los mensajes de la página, se da en dos momentos, primero el
hallazgo de videos de diversa índole donde se cuantifican los datos y la segunda la
pesquisa de relatos sobre la violencia vivida, lo que llevó a un segundo momento a
localizar a personas que desearan compartir con las investigadoras y el público su
testimonio sobre el maltrato y la necesidad de romper el silencio.

Al identificar a la persona se utilizó la entrevista, permitió conocer el relato donde se


atisba el tipo de maltrato y la violencia psicológica, un factor no visible, sumado al
silencio de las mujeres maltratadas quienes no perciben que las palabras agresivas
las lleva a aceptar la situación y naturalizarse, es necesario enfatizar este tipo de
intimidación porque es imperceptible cuando no cruza la línea de lo físico y/o sexual,
pero daña y, a veces, mata.

Método

En esta investigación se buscó analizar cómo se narran las experiencias de


violencia en el noviazgo a través de la red social Facebook, durante un periodo de
30 días, mediante el análisis de contenido de los mensajes encontrados, escritos
por las protagonistas o en videos, dando seguimiento en perfiles individuales e
institucionales respecto a la información manejada sobre el tema de violencia en el
noviazgo. Paralelamente, se dio seguimiento a testimonios sobre experiencias
vividas durante relaciones de noviazgo violentas, para buscar quien quisiera
compartir su experiencia y parar este tipo de abuso, tan común en las relaciones
humanas.

A partir de los testimonios recabados durante el análisis de contenido se realizó


entrevista semiestructurada a una participante a quien se le invitó a narrar el hecho
de violencia, se diseñó una guía de preguntas basada en su historia de vida,
abordando desde los recuerdos de la infancia hasta lo sucedido después del
noviazgo violento. De forma paulatina se fue avanzando para que al hablar de la
violencia experimentada no fuese abrumante para la entrevistada y permitiera
conocer a detalle la experiencia de la persona en el entramado de las relaciones
entre los jóvenes de 15 a 19 años, quienes descubren la atracción sexual entre ellos
y las interacciones, que permiten comprender la ruptura entre el límite de la ilusión
para llegar a la violencia o el control extremo en la relación.
Desarrollo
El noviazgo, etapa importante para los sujetos al descubrir la atracción que ejerce
uno del otro y se despierta al amor erótico como afirma Fromm por ser “el anhelo
de fusión completa, de unión con una única otra persona”. (1983, p. 58) Descubre
emociones no experimentadas y sentimientos diferentes hacia otro sujeto. Es una
atracción dice Fromm continúa el autor “completamente individual, única entre dos
personas específicas, y el de que el amor erótico no es otra cosa que un acto de la
voluntad” (ibidem p. 59) donde es avasallante al experimentarlo dejando en un
segundo plano el amor hacia lo que les rodea.
La idealización del noviazgo en los adolescentes, los lleva a convivencias
inimaginables como no desear compartir con nadie el tiempo y el espacio para estar
juntos permanentemente, esa etapa idílica conforme pasa el tiempo se desvanece
para dar paso al control se inicia en forma imperceptible, mediante exigencias cada
vez más frecuentes, generalmente del hombre hacia su pareja, que a nombre del
amor controla la situación con palabras, actitudes, acciones, hasta llegar a la
violencia en cualesquiera de sus manifestaciones.

La Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo (ENVINOV) del


Instituto Mexicano de la Juventud, (IMJ), informó que en 2007 el 61.4% de las
mujeres han sufrido violencia física durante el noviazgo; 76% de los jóvenes son
víctimas de violencia psicológica, y/o 16.5% de las mujeres señalaron haber sufrido
algún evento de violencia sexual por parte de su pareja. Estas cifras son alarmantes
porque de una relación de descubrir la atracción de uno con otro, los lleva a vivir
experiencias graves a temprana edad, las malas experiencias llevan a las mujeres
a experimentar baja autoestima, se sienten culpables, se sobrevaloran en el ámbito
de no cumplir con las expectativas de la relación porque esos casos individuales
son sociales por la lucha patriarcal ejercida ante la dominación del machismo que
insiste en continuar con el poder. Avasallado por los logros de las mujeres, quienes
cada vez obtienen más espacios para desempeñarse y el hombre se siente relegado
por ello.

Las estadísticas de las instituciones oficiales muestran el fuerte incremento de la


violencia en el noviazgo, particularmente de la violencia psicológica como lo resalta
el ENVINOV, lo que resulta aún más preocupante por no ser perceptible ante la
mirada de los otros y que no se conoce la situación interna que se vive en el
noviazgo porque generalmente este tipo de agresión se realiza cuando las parejas
no son observadas por otros.
Las denuncias siempre versan sobre agresión sexual y/o física por lo que es
necesario realizar el estudio sobre el maltrato psicológico para identificar los
elementos de este rubro, por tal motivo se revisaron los perfiles en la red social
Facebook en un periodo de 30 días ( 5 de enero al 5 de febrero 2021) para localizar
las denuncias sobre maltrato durante el noviazgo obteniendo como resultado dos
momentos la localización de videos y relatos en los perfiles personales o de grupos
específicos sobre la temática.

En el hallazgo de la red social se encontraron 86 videos, 79 (91,8%) de carácter


informativo donde diversas instituciones sociales, políticas, educativas, religiosas
alertaban sobre la violencia en el noviazgo, evidenciando recreaciones, entrevistas
con especialistas para informar sobre los escenarios que se presentan sobre las
agresiones a la mujer en esta etapa de la adolescencia. Los otros siete videos
(8,2%) son denuncias testimoniales realizadas al término de la relación donde la
culpa por permitirse ser agredida era el factor principal de la denuncia y las formas
como eran violentadas.

1. VIDEOS ENCONTRADOS EN LA RED SOCIAL


Informativos Testimoniales

8%

92%

Las categorías encontradas son amplias, mayormente se relatan: celos, control de


llamadas por celular, no salir sin la presencia de ellos, no usar ropa “provocativa”,
exigencia de fotografías donde se muestran desnudas, lenguaje agresivo figurativo,
exigencia de tener sexo y golpes.

La duración de los videos dependía de la temática abordada, oscila de un minuto


hasta una hora con 20 minutos para exponer de diferentes maneras la agresión en
el noviazgo sufrida por las mujeres de 15 a 19 años manifestándose siempre
cualesquiera de los tipos de violencia mencionados e, incluso, en algunos videos,
la presencia de varios tipos de violencia emitidos hacia la pareja.

Al contabilizar los videos encontrados en el Facebook se buscó el tipo de violencia.


De los 86 videos se percibió que de violencia psicológica se encontraron siete (8 %)
denuncias, Abuso psicológico y físico 50 (57%) acusaciones, cinco (6 %) solo abuso
físico, una (1 %) en lo sexual y en el registro de violencia psicológica, física y sexual
se encuentra 25(28 %) imputaciones, estos datos reflejan el maltrato hacia las
jóvenes en la experiencia en el noviazgo.
2. Tipos de violencia encontrados en
los vídeos
8%
28% Psicológica

Psicológica y Física

Violencia Física

1%
Violencia Sexual
6% 57%
Violencia Psicológica, Física y
Sexual

La respuesta de los usuarios ante las denuncias es diversa, usan emoticones para
expresarse en los videos que se consultaron como, me gusta, me entristece, me
encanta, me enoja, me divierte y me asombra. Por ser los símbolos más usados y
vistos en Facebook, estos signos son las formas de expresión más recurridas
porque como se señala en la página .emojis 24, los emojis describen cualquier
sentimiento o situación, no se necesita redactar un texto para demostrar los
sentimientos de las personas ante los sucesos denunciados.

De las respuestas de los internautas de la red predominaron el uso de emoticones


para expresarse en los videos que se consultaron, con un resultado de 2928, de
este total se encontraron 2300 (78.55%) donde los usuarios expresaron agrado,
distribuidos mil 847 me gusta, 456 me encanta y siete me divierte. En tanto 628
(21.45%), fueron emoticones con muestras de desagrado, así derivaron 474
manifestaron me enoja, 224 me entristece y dos me asombra. Los comentarios eran
para invitar a asistir a las instituciones para denunciar abuso.
3. RESPUESTAS DE LOS INTERNAUTAS

21%

Agrado
Desagrado

79%

La marcada diferencia de las respuestas de los participantes, permite señalar la


naturalización de la violencia entre pares adolescentes durante el noviazgo,
situación alarmante en un siglo, donde la libertad en las relaciones se ha extendido
en buena parte de los países.

En cuanto a las denuncias particulares se recopilaron 18 historias, en una primera


instancia, la violencia se presentó con celos y prohibiciones respecto a cómo
vestirse, con quién salir y cómo comportarse. Se seguía con un discurso de “hago
esto porque te quiero”, en este punto, las adolescentes no podían identificar que su
individualidad estaba siendo violentada, por lo tanto, cedían a las restricciones
planteadas por su pareja, a partir de ese momento, las relaciones se tornaban
incómodas para los sujetos, sin embargo, no querían que el otro dejara de quererlas.
De los 18 testimonios recopilados, se encontró que siete (39%) narraban sucesos
de violencia psicológica, como manipulación y discursos contra la personalidad de
las sujetos amadas, en cinco (28%) casos se sumaba a la violencia psicológica, la
violencia física, además que en un caso (5%) existió la violencia económica, en
donde el violentador abusaba del nivel económico de la pareja, en dos testimonios
(11%) la violencia se presentó a través de golpes y daños físicos.
4. TESTIMONIOS EN LA RED
SOCIAL

Violencia Sexual
17%
Violencia
Violencia Física psicológica
11% 39%
Violencia
económica
5% Violencia
psicológica y
física
28%

En un par de testimonios la relación terminó después de estas formas de violencia,


pero, en tres (17%) se encontró que la violencia comenzó a girar en torno a la
sexualidad, después del primer encuentro sexual, la pareja se volvió hostil y utilizaba
las relaciones sexuales como moneda de cambio, para recibir trato agradable debía
recompensar con favores sexuales; en otros casos, en la vulnerabilidad del
encuentro sexual, se acompañaban con humillaciones, ofensas y amenazas con
quitarse el preservativo o se llegaba a obligar al encuentro sexual sin
consentimiento.
Las relaciones que se mantenían unidas a pesar de este tipo de violencia llegaban
a la violencia física, haciéndose en el cuerpo notorio lo que sucedía, jaloneos,
moretones, labios partidos, mostraban que la relación estaba en un punto de
inflexión, en el que era necesario salir. En los testimonios recopilados se podía leer
que quienes estaban en este punto pensaban que, si no terminaban la relación en
ese momento, la próxima forma de salir, sería sin vida.
La violencia en la etapa del noviazgo se aumenta, lo evidencian las múltiples
denuncias que realizan las adolescentes por medio de las redes sociales,
particularmente el Facebook, donde se registran videos manifestando algún tipo de
violencia o sobre prevención para informar a los jóvenes de las situaciones que se
presentan en ese periodo. Las subjetividades de cada sujeto ante la diversidad del
pensamiento, valores y miradas del mundo llevan a vivir de diferentes maneras las
relaciones y aunque el común es el enamoramiento, con la convivencia ese
parámetro cambia y las relaciones se vuelven agresivas, alcanzando mayor peligro
conforme se hacen más permisivas.
Las subjetividades son divergentes, mientras en el noviazgo la mujer continúa con
la idealización de la relación, el hombre cambia para demostrar su poder,
recuperando de la memoria de conocimiento de relaciones que los lleva a la
reproducción de la significación, la cual obtienen en sus respectivos contextos.
Arfuch dice que una memoria adquirida en las subjetividades y las representaciones
simbólicas que los lleva a internalizar el contexto donde se desenvuelven y donde
inconscientemente lo reproducen, pero cuando hay violencia no lo denuncian
porque aún sigue siendo un tabú pese al avance de hacer a un lado la carga social
de la culpa de la mujer y como reafirma, “las prácticas y las relaciones sociales
privadas, que son consideradas como no problemáticas porque son invisibles,
pueden ser cuestionadas cuando se convierten en objeto de debate y decisión
colectivos.” (2005 p. 73) como sucede cada vez más con las denuncias de maltrato,
especialmente manifestadas por mujeres adolescentes en situación de violencia.
La violencia a la mujer en la adolescencia, en la actualidad es más visible, se rompe
la línea de lo privado a lo público donde las denuncias son más frecuentes
particularmente en los casos del noviazgo, porque si no se realiza a nivel penal se
utilizan las redes sociales para narrar la experiencia de la violencia machista, dejan
al descubierto esas prácticas privadas que únicamente eran perceptibles cuando se
llegaba a la parte física donde los estragos de la agresión no tenían forma de
ocultarlo.
En los últimos años, las denuncias públicas a través de perfiles públicos de
Facebook muestran cómo las adolescentes viven la violencia, en su mayoría, a
través de la manipulación y la violencia psicológica, aumentando porque la
consideraban no violencia y no denunciable debido a la falta de evidencia física que
sirviera para denunciar a su agresor.
En el texto Violencia psicológica contra las mujeres, de la Unidad de igualdad de
género, de la Procuraduría General de la República en 2017 señaló que “la violencia
psicológica o emocional constituye una de las modalidades más constantes,
efectivas y generalizadas del ejercicio del poder. Son actos que conllevan a la
desvalorización y buscan disminuir o eliminar los recursos internos que la persona
posee para hacer frente a las diferentes situaciones de su vida cotidiana” (p. 1).
Es necesario percibir la violencia psicológica porque no se nota físicamente en las
mujeres adolescentes, por lo tanto, pierden seguridad, autoestima, se aíslan por el
temor de sufrir maltrato cuando consideran cometer errores y tiene como respuesta
la agresión de su compañero porque como señala la Procuraduría General de la
República en su Informe de la Violencia de género, que la violencia psicológica es:
Cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede
consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos,
humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad,
comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y
amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a
la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio (Ibídem 2017).
Este tipo de maltrato se puede convertir en el más peligroso por los riesgos que se
corren al no detectarse las situaciones que pasan las mujeres durante el noviazgo
por ese motivo es importante estudiarla.
Durante el análisis de contenido de los testimonios, se pudo contactar a una de las
afectadas dispuesta a compartir para conocer de cerca su experiencia de noviazgo,
mediante la narrativa personal a partir de una serie de preguntas para conocer el
relato y contar de forma directa esa situación vivida en la etapa de la adolescencia
cuando se inicia el acercamiento con los jóvenes en el proceso del enamoramiento
y se encuentran con una realidad que las estremece y cambia su perspectiva del
amor y las relaciones amorosas, como sucedió en el caso de María.
El testimonio de María
A nuestra entrevistada le llamaremos María, ella representa a miles de mujeres de
toda condición social, particularmente a las adolescentes que despiertan al amor, al
romanticismo, a emociones incomparables y a descubrir al lado del novio
sensaciones inimaginables, pero también el lado oscuro del amor.

Cuando María tenía cuatro años comenzó a practicar un deporte, siendo una niña
de ciudad encontró un espacio que les permitía a sus papás llevarla a la escuela y
por las tardes, dejarla en la práctica de su entrenamiento hasta que salían de
trabajar. A lo largo de su niñez se destacó en esta actividad y en los estudios, por
lo que considera no tuvo una infancia común, pues ella no tenía tiempo para jugar
o tener más diversiones fuera de los entrenamientos, menos para cultivar
amistades, su dedicación estaba en el estudio y el deporte.

Con ello conectó el cuerpo y mente, enfocándose en sobresalir en las ramas


posibles hasta llegar a competir a nivel nacional, a partir de ese momento, su vida
dependía de ella, pues desde los doce años aprendió a tomar decisiones, pues se
trasladaba de una ciudad a otra sin compañía de sus padres.

A partir de los doce años comienza a despertarse en ella interés por el sexo
masculino, empieza a ver a sus compañeros de equipo de una manera distinta, el
verse compartir todos los días por muchas horas, se llegan a conocer un poco más,
y como era de esperarse, comienza una relación con uno de sus compañeros, para
ella sería la primera relación de noviazgo, aunque por la edad la relación no
prosperó. Con el paso del tiempo los intereses cambiaron, el chico deseaba
relacionarse con personas mayores y eso les impidió pasar tiempo juntos, dando
paso a la ruptura de la relación, quedando en buenos términos y, para después de
varios meses, se convirtieron en amigos.

Los amigos
Durante los primeros años de María, sus amistades giraban en torno al deporte, al
verse todos los días en las prácticas, las familias conviven en las competencias e
incluso viajan juntas, no quedaba espacio para nuevas amistades, sumado a esto
ella es una chica tímida, lo que le dificulta abrirse a gente nueva, sin embargo, a
partir de su retirada de la vida deportiva, se acerca a personas nuevas en la
preparatoria y posteriormente, en la universidad, considerando que sus amistades
cercanas se formaron en estas etapas de su vida.

Relación familiar

María y sus padres tienen una relación considerablemente buena, su padre es un


hombre emprendedor, organizado, dedicado a la familia, quien se encargaba de
supervisar que las tareas escolares se cumplieran y de llevar a sus hijos a la escuela
y entrenamiento, al ser su propio jefe designaba tiempo para pasar en familia,
buscaba acomodar sus horarios de tal forma que hubiera tiempo de calidad en
familia, como los domingos en los que salían a comer, al cine o visitar algún sitio
nuevo. Su madre se dedicaba a las tareas del hogar, antes que los hijos salieran a
sus actividades deportivas y académicas les preparaba el desayuno
correspondiente, por las tardes, al volver a casa, los niños podían encontrar los
alimentos listos para después poder realizar sus actividades. Al tener la facilidad de
estar en casa, la madre podía acomodar sus tiempos para acompañar a los niños a
competencias, cuando era necesario. La vida era una rutina agradable, donde todos
compartían la vida en común.
La convivencia con los abuelos era un tanto diferente, de los cuatro abuelos que
tenía, con las abuelas la relación era amena. Los abuelos maternos viven lejos de
María, su abuela materna es con quien tiene una relación cercana, en tanto con el
abuelo, no, debido a que la relación es más fría y él tiene otros intereses que lo
alejan de la vida familiar. Con los abuelos paternos la relación es distinta, puesto
que, el abuelo falleció y ella no lo llegó a conocer, con la abuela la relación es cálida,
cercana, pues no sólo los une el lazo de sangre, sino además viven en la misma
colonia, por lo tanto, es más fácil compartir fiestas, vacaciones y momentos
especiales. Es una convivencia familiar normal como las familias promedio, tienen
dificultades, pero una relación de armonía.

Experiencia de violencia

Un par de años después de su primer noviazgo, ella se reencuentra con un chico


que entrenaba con ella, por un algún tiempo dejaron de coincidir en los
entrenamientos, pero, al verse de nuevo surgió el gusto por el otro, en ambos;
después de varios meses de acercamiento y alejamiento, deciden convertirse en
novios, al inicio, la relación estaba en la fase del enamoramiento, había cariño,
respeto, caballerosidad, por lo que se vuelve una relación formal, dando paso a la
convivencia entre las familias y cada uno se vio involucrado en la familia del otro.
Sin embargo, algo que María no se puede explicar aún, es el cambio de actitud de
quien era su novio, de repente, sin dar ninguna explicación, pide una tregua, pues
según él, la relación era monótona, no se veían lo suficiente, ella, atónita, no
comprendía a qué se debía el rechazo y no tuvo más opción que aceptar la ruptura.
Una semana después, el ex novio regresa a casa de María, esta vez para terminar
de forma definitiva la relación, sin dar más explicaciones se va, mientras ella se
queda llorando por lo que sucedió, para ella no había una explicación.

Al analizar los sucesos de los últimos tiempos de la relación, recordó que hacía unos
meses comenzaron a explorar en las relaciones sexuales, la tenían un tanto
preocupada debido a que un familiar cercano a ella, se había embarazado sin
desearlo, María consideraba que a ella podría pasarle lo mismo, su pareja no
entendía esta situación, por momentos le hacía creer que la comprendía, pero, al
pasar los días la manipulaba para obtener lo que él quería, encontró que a partir de
la manipulación y la culpabilidad podía manejarla, cuando ella decidió no ceder, no
complacerlo, entonces … él se fue.

María no comprendía lo que pasó, la educación sexual no era un tema del que se
hablara en casa y en la escuela sólo se enseñaba cómo colocar el condón, no
contaba con información suficiente para relacionar los sucesos con el chantaje
sentimental, para ella saber que se tiene el derecho a no querer mantener relaciones
sexuales, era inimaginable, ella se culpaba de la mala actitud de su pareja, las
atenciones, la amabilidad, el cariño se confundió con amor, ella no pensó que todo
eso era una estrategia para tener sexo.

La violencia que vivió no llegó a ser física, sin embargo, las exigencias de su pareja
comenzaron a afectar la autoestima de María, no quería continuar en una relación
en la que el siguiente paso pudiese ser la agresión física, la actitud de él era
suficiente. Al buscar ayuda psicológica descubrió que tenía recuerdos reprimidos de
pasajes de violencia en su familia, uno hacia su madre y otro entre tíos, aunque la
violencia no fue algo que estuviera presente cotidianamente en su familia, por lo
que desconocía que ésta podía presentarse en su noviazgo, no comprendía cómo
se debe actuar en estas situaciones.

En los siguientes años de María la vida es vista de forma negativa, las ilusiones de
una chica enamorada se olvidaron, si un hombre se acercaba a ella de forma
romántica, rápidamente era esquivado, se creó un blindaje para que nadie pudiese
dañarla; sin embargo, cinco años después volvió a relacionarse con un chico, quien
le ayudó a entender que su actitud podía cambiar, pues ella no era culpable de las
acciones de su exnovio.

Con su cambio de actitud la relación con sus compañeros de clase mejoró, pudo
entablar una relación con su actual novio, con quien lleva tres años de noviazgo.
Atrás quedó el tiempo del abuso de su agresor y hoy sanada, enfoca su vida en lo
profesional y amoroso.

El silencio como muerte simbólica

Cualquier tipo de agresión es reprobable y hacia la mujer, aún más porque por ser
cotidiana se ha naturalizado, sin embargo, la menos observable es la psicológica,
el rostro escondido del agresor tras una careta de simpatía en lo social y la imagen
de la crueldad en lo privado, donde las palabras penetran en el inconsciente hasta
acabar con la autoestima de quien es agredida, en una primera instancia que puede
terminar con el suicidio por la poca valoración hacia la persona violentada, porque
en quien depositó su confianza para construir una relación con amor no cumplió sus
expectativas, traduciéndose en un infierno la vida privada.

El silencio se convierte en el cómplice ideal para no comunicar la violencia, se va


tejiendo al interior un caos donde se va conformando un volcán de emociones que
en cualquier momento puede explotar, pero el otro no lo percibe, toda vez que su
procedimiento, es en estos casos, común en los noviazgos.

El no reclamo lo toma el agresor como control, supremacía, dominación, donde no


existe espacio de rebelión, porque maniata el alma, la conciencia, e infla el ego para
demostrar el poderío sobre la mujer quien interiormente se revuelve y desea
encontrar respuestas a las situaciones vividas, sin encontrar salidas.

El no rechazar la violencia psicológica se compara con la comunión del amor donde


no es necesario hablar, las caricias, los besos, la culminación del juego sexual es
una forma de asentir que la relación es perfecta por eso dice Bretón

El silencio también manifiesta el consentimiento o la connivencia de los


amantes o de los amigos que no temen callarse juntos. No hay necesidad de
amueblar siempre el tiempo con palabras; muchas veces, la presencia basta
por sí sola. El silencio también es comunicación, sobre todo si es cómplice,
pero también cuando manifiesta indiferencia hacia el otro, la inconsiderada
negación de su palabra. (2006, p. 9)

El callar la violencia es cultural, porque a la mujer se le enseña obediencia,


responder a situaciones que le corresponde por su género, de cumplir y callar. No
importa la situación socioeconómica, no se trata de ello, sino de cómo se apremia
la palabra del hombre frente a lo dicho por una mujer.

Callar se convierte en un malestar donde los rituales de obediencia hacia lo


patriarcal son difíciles de romper, pero cuando llega ese momento, se quiebran las
ataduras, se denuncia, se habla, se grita esa vivencia para ser escuchada, aparece
la subjetividad de la cultura para manifestarse porque muchas ocasiones no se es
escuchada, pasa por el escrutinio de lo social por denunciar el maltrato, sin
embargo, con dificultad logra romperlo para terminar con ese noviazgo e iniciar una
vida sin ataduras mentales por el tiempo en que fue violentada y algunas logran
sanar las heridas, otras parcialmente, pero hoy en día, existe una lucha interna y
externa de no permitir ningún tipo de agresión que ultraje las vidas de las mujeres.

Como el silencio de la mujer es cultural porque el patriarcado le “enseñó” a callar,


las subjetividades se transforman y en este tiempo de modernidad, con la
participación de la mujer en muchos ámbitos, logra percibir el maltrato para
denunciarlo, sin embargo, la adolescencia, es la etapa donde mayor vulnerabilidad
presenta la mujer, porque no tienen experiencia en relaciones amorosas, no les
transmiten educación sexual adecuada. No saben diferenciar el impacto de las
palabras violentas, discriminatorias, que penetran como un taladro, lo confunden
con amor, complicidad con el amado.

La violencia sexual, física y mental, en todas las edades hace daño, pero en la
adolescencia marca para siempre porque es el primer encuentro amoroso, el primer
acercamiento con el sexo opuesto porque dependen de los imaginarios sociales que
se construyen sobre la pareja y, tratar de romper con las ataduras no es fácil porque
como señala Rizo al citar a varios autores que:

Estos imaginarios nos permiten percibir, explicar e intervenir; ello se explica


porque los sujetos tenemos a nuestro alcance, como diría Schütz, un
“repertorio de conocimiento disponible” o un “acervo de conocimiento”
(Schütz, 1974), que posibilita “unas referencias semejantes de percepción
(espaciales, temporales, geográficas, históricas, culturales, religiosas, etc.),
de explicación (marcos lógicos, emocionales, sentimentales, biográficos,
etc.) y de intervención (estrategias, programas, políticas, tácticas,
aprendizajes, etc.)” (Pintos, 2005, citado por Rizo, 2012, p. 40)

Mucho se avanza en cuanto a la denuncia, pero aún no es suficiente para


comprender la violencia en todos sus géneros y aspectos culturales, pero al romper
el silencio, no callar, el decir ¡Basta! a través de verbalizar se rompe con los mitos
y rituales culturales del dominio patriarcal, indiscutiblemente con repercusiones
sociales, pero necesarias, para hacerse oír y ver por propios y extraños y, de
manera especial, en quienes están facultados para ejercer las funciones de aplicar
la normatividad al respecto.

Conclusiones

La violencia en el noviazgo es un fenómeno que se vincula con las relaciones


adolescentes, etapa en donde se experimentan nuevas formas de ver el mundo y
nuevos sentimientos florecen, como se ha explicado en el presente estudio, las
primeras señales de violencia no se ven como son, se tiene idealización de lo que
debería ser una relación y de los comienzos de ésta, en la que todo se veía de
maravilla.

Como el caso que se narró, hay muchos en las redes sociales, sin siquiera buscarlos
se pueden encontrar, historias en la que el común denominador es el silencio, el no
contarles a las personas que están alrededor lo que sucede, este silencio en el que
las mujeres violentadas viven día a día pensando que no les creerán y confiando en
que su pareja volverá a ser como al inicio de la relación.

Las estadísticas muestran que la violencia hacia las mujeres se presenta por
quienes dicen quererlas, las historias nos revelan es un hecho que es así, la única
forma de reducir este fenómeno es vencer el silencio, hablar de lo que sucede
dentro de la relación es importante, pues la violencia no siempre se presenta en
daños físicos, sino, como en la historia de la entrevistada, este daño puede ser
psicológico, a través de la constante manipulación ejercida por la pareja con daño
igual o peor a los otros tipos de violencia.

Con este estudio se puede ver la importancia de reconocer la violencia psicológica


dentro de las relaciones de noviazgo, pues a partir de ésta se desarrollan más
problemas para la persona violentada, al reconocer que este fenómeno sucede, más
personas podrán alzar la voz para denunciar los actos de violencia que viven y se
podrá intervenir en pro de defender a los sujetos violentadas y otorgar castigo a los
violentadores. Un beneficio adicional es la posible reflexión de quienes violentan por
el placer de sentirse poderosos, dominantes y con permisividad para violentar, es
necesario romper esas cadenas culturales de violencia de género, porque quienes
permitimos el avance somos quienes callamos el derecho de defendernos, de
clamar justicia, de ser personas libres con el derecho de convivir, de ser y estar en
paz consigo misma y los otros.

Referencias
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https://www.websitehostingrating.com/es/facebook-statistics/.
Arfuch L., Catanzaro, G., Di Cori, Paola., Pecheny, M., Robin, Régine., Sabsay, L.,
Silvestri, G. (2005). Identidades, sujetos y subjetividades. Compilado por
Leonor Arfuch (2a edición). Buenos Aires: Prometeo.
Fromm E. (1983) El arte de amar. México: Paidós.
Instituto Mexicano de la Juventud. (2007). Encuesta Nacional de Violencia en las
Relaciones de Noviazgo (ENVINOV) del, (IMJ), Resumen ejecutivo, 2007
Recuperado de: http://www.violenciaenlafamilia.conapo.gob.mx/es/
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Le Breton, D. (2006). El silencio. (2ª edición). Madrid, España: Editorial Sequitur.


Rizo García, M. (2012): Imaginarios sobre la comunicación. Algunas certezas y
muchas incertidumbres en torno a los estudios de comunicación, hoy.
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Unidad de igualdad de género PGR (2017) Violencia psicológica contra las mujeres.
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