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Cuestion de Identidad
Cuestion de Identidad
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Una invitació n a la sociología reflexiva
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08/03/2016
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Cuestiones de identidad: La duda radical
¿En qué momento el futbol deja de ser un deporte y pasa a ser un producto
mediático? Esta es, quizá, la pregunta con la que crecieron los estudios de futbol
en Latinoamérica a finales de la década de los 80 cuando la violencia y las bajas
entradas hicieron presa al futbol en Argentina. De esta manera, los investigadores
dinamizaron un objeto de estudio que se ha convertido en un amplio campo para
la reflexión y el constante cambio: El futbol.
La pre construcción del objeto nace del cuestionamiento del futbol como objeto
mediático que va más allá del deporte y cuestiones de la cancha, a un terreno en
el que un discurso colectivo genera una identidad que se defiende en base a la
violencia y la negación del “otro” frente a un” yo” social.
No obstante, para entender la identidad que nace del futbol, es necesario definir el
concepto mismo con el fin de cuestionar un hecho que por sí mismo, se ha
quedado inmerso en la cotidianeidad del entramado social
El conjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones,
valores, símbolos...) a través de los cuales los actores sociales (individuales
o colectivos) demarcan simbólicamente sus fronteras y se distinguen de los
demás actores en una situación determinada, todo ello en contextos
históricamente específicos y socialmente estructurados (Giménez, 2000,
p.28).
La idea de una escasa identificación rompe con el imaginario social que tiene el
aficionado común dada la presencia de múltiples investigaciones y productos
mass media que generan un imaginario lleno de colorido y estadios llenos.
“La mejor forma de entender una realidad social, es indagar cómo fue construida”
(Constantino, 2012). La duda radical nos lleva a entender el futbol como un
mediador entre el entrenamiento y las cuestiones de identidad que generan un
discurso colectivo que se materializa en un aficionado que a su vez tiene una
historia que le liga a un contexto que, paradójicamente, se debe evitar con el fin de
no quedar inmerso en esa historia. Seguir cuestionando el objeto de estudio es
vital para no quedar atrapados en la incomprensión.
Acercarnos al futbol como objeto de estudio fue un trabajo más bien empírico que
teórico, un acercamiento mediático a un tema que ha tomado relevancia en el
pasado reciente en el entramado social que define nuestro contexto. Sin embargo,
Bourdieu (2005) rechaza que sólo el empirismo logre la construcción de un objeto
de estudio, por ello, es necesario que las teorías científicas medien el trabajo
experiencial para lograr enriquecer los conocimientos en la investigación.
Este universo tiene de particular que las estructuras que lo forman llevan, si
uno lo puede decir, una doble vida. Ellas existen dos veces, una primera
vez en "la objetividad del primer orden" dada por la distribución de recursos
materiales y de medios de apropiación de bienes y de valores (…) y una
segunda vez en la "objetividad de segundo orden", bajo la forma de
esquemas mentales y corporales que funcionan como la matriz simbólica de
las actividades prácticas, conductas, pensamientos, sentimientos y juicios
(Bourdieu en Casillas, 2000).
Acercarnos al futbol como objeto de estudio nos guía a dos teorías como génesis
del marco teórico que manejamos en el diseño de la investigación: La teoría de
sistemas y la fenomenología. Dos teorías que quizá en primera instancia se
contradigan entre sí, no obstante, nos alejamos de dichos antecedentes teóricos
para aterrizar en un marco teórico basado en la experiencia y los tipos de
emociones que llevan al aficionado a establecer una identidad propia.
La fenomenología implica una ruptura con las formas de pensamiento en la
sociología tradicional, ya que enfatiza la necesidad de comprender, más
que de explicar la realidad, sugiriendo que es en el durante, en el aquí y
ahora, donde es posible identificar elementos de significación que describen
y construyen lo real. (Rizo en Galindo, Karam y Rizo, 2009, p.477)
Rechazar las teorías clásicas significa, para Bourdieu, una parte significativa de la
investigación debido a que nos alejamos de un paradigma reduccionista que se
limita únicamente a la presencia de autores clásicos al construir el marco teórico
que guiará la investigación para darle un sentido de ciencia social, añadiendo las
pruebas empíricas como supuestos que podremos desmentir como el trabajo
científico-metodológico que ya hemos planteado anteriormente.
El futbol presenta una lucha en los campos que lo componen, en el juego y en las
gradas. Una lucha por un gol que puede valer un título de liga o la salvación de un
descenso, mientras que el aficionado lucha con los “otros” para demostrar que él
quiere más la camiseta y domina un campo que resulta prohibido para sus
contrarios, resaltando la identidad que ha creado y significado a través de la
experiencia.
Línea de tres: Doble vínculo
Dar voz al aficionado es el deber que nos hemos marcado en esta investigación,
hacer hablar al sujeto y relacionarlo con las teorías generará una “conversión” del
objeto de estudio hacía un conocimiento más “verdadero” o acorde al contexto en
el que hemos desarrollado la investigación.
Mediaciones
Notas como “La magia de Zidane”, “Real Madrid y su increíble racha en casa” o
“Las goleadas del Madrid bajo el mando de Zidane” se presentaban a diario como
notas principales en Marca, así como recuerdos de triunfos históricos de Real
Madrid ante el equipo de Manzanares. La campaña tuvo impacto total en los
aficionados blancos, que sabían que un triunfo dejaría al club con opciones en el
campeonato y levantaría la moral previo a la eliminatoria de Champions League.
Era común ver comentarios como “El cambio de técnico ha levantado el vestuario
y el Atlético viene mermado por la falta de gol” y “Será un difícil partido por el
planteamiento del Cholo, pero es seguro que saldremos con la victoria”.
Los columnistas también se unían a la campaña diseñada por el cuadro blanco “El
camino a la onceava inicia en el Bernabeú” se podía leer algún artículo de opinión
en el sitio web del diario. El espacio para campañas contra Real Madrid eran
pocos en el diario, sin embargo, era común ver comentarios apoyando al Atlético y
de muchos antimadridistas que presagiaban una derrota dada la baja forma del
equipo y la crisis institucional: “El trampas no puede ganar si no es con ayuda del
árbitro”, “Hoy cae la mentira de Zidane” e incluso, comentarios con una
simbólicamente ofensivos hacia los “merengues”: “Presumes de tus 10 Copas de
Europa, cuando Franco se las regaló para hacer crecer la farsa de su gobierno,
pero ni con eso estarán cerca de la gloria y el buen futbol que ha podido realizar el
Barcelona a lo largo de la historia”, “Penaldo siempre a la sombra del gran Messi”
y un comentario acerca de la situación por la que atraviesa Real Madrid y el
imaginario que ha caído sobre ellos a lo largo de su historia: “El Real Madrid
siempre será un segundón. Ni sus títulos, ni sus goles le salvarán de serlo, porque
muchos de ellos fueron regalos de una dictadura o triunfos escandalosos con
ayuda de un sujeto que viste de negro y camina por el campo. Ustedes siempre
serán segundones envidiando los títulos de otros en lugar de preocuparse por su
presente, dicen que quien no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Violencia Simbólica
El pasado sábado 5 de marzo, Real Madrid regresó a casa para enfrentar a Celta
de Vigo. Cristiano Ronaldo fue recibido con abucheos luego de su menosprecio a
sus compañeros y por una pancarta en la que se referenciaba al máximo ídolo del
Club: Alfredo Di Stefano. “Para llevar este escudo hay que sudar la camiseta”,
haciendo referencia al poco esfuerzo y al egocentrismo del jugador. Ronaldo no
aguantó este ataque y al anotar uno de sus cuatro goles, puso su mano cerca de
su oreja haciendo alusión a que no escuchaba los pitidos de la afición.
Madrid ganó 7-1, pero las campañas en contra de sus ídolos y a favor del
club generaron un ambiente tenso dentro del madridismo que obtiene
respuesta mediante ataques y críticas a su actualidad. El contexto del club
ha generado una violencia simbólica efectiva bajo un contexto de derrotas y
un panorama que invita a la incertidumbre.
Bibliografía