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Cuestió n de identidad
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Una invitació n a la sociología reflexiva

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08/03/2016

Carlos Armando López González

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Cuestiones de identidad: La duda radical

¿En qué momento el futbol deja de ser un deporte y pasa a ser un producto
mediático? Esta es, quizá, la pregunta con la que crecieron los estudios de futbol
en Latinoamérica a finales de la década de los 80 cuando la violencia y las bajas
entradas hicieron presa al futbol en Argentina. De esta manera, los investigadores
dinamizaron un objeto de estudio que se ha convertido en un amplio campo para
la reflexión y el constante cambio: El futbol.

El aficionado del futbol o “hincha” ha sido objeto de estudio de las ciencias


sociales en las distintas disciplinas que las componen desde hace
aproximadamente 30 años; la sociología y la antropología componen,
principalmente, el entramado teórico de estudios transdisciplinarios que se centran
en relaciones sociales, violencia, creación de identidad, así como distintos tipos de
valoraciones y rituales propios de una cultura que en años recientes ha cobrado
importancia social.

Utilizando el término de Pierre Bourdieu, “la duda radical” que conduce a la


búsqueda de identidad del aficionado potosino nace de “principios prácticos que
orientan las elecciones a la vez pequeñas y decisivas” (Bourdieu en Germana,
1999), un trabajo de campo indirectamente realizado con el paso de los años,
incluso antes de pensar en ser un investigador.

La pre construcción del objeto nace del cuestionamiento del futbol como objeto
mediático que va más allá del deporte y cuestiones de la cancha, a un terreno en
el que un discurso colectivo genera una identidad que se defiende en base a la
violencia y la negación del “otro” frente a un” yo” social.

Sin embargo, para aplicar el concepto de Bourdieu, se debe, primeramente,


cuestionar el porqué de la afición por el futbol de un aficionado, el cómo se genera
una identidad y cómo esta es defendida sobrepasando lo “socialmente aceptado”.

No obstante, para entender la identidad que nace del futbol, es necesario definir el
concepto mismo con el fin de cuestionar un hecho que por sí mismo, se ha
quedado inmerso en la cotidianeidad del entramado social
El conjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones,
valores, símbolos...) a través de los cuales los actores sociales (individuales
o colectivos) demarcan simbólicamente sus fronteras y se distinguen de los
demás actores en una situación determinada, todo ello en contextos
históricamente específicos y socialmente estructurados (Giménez, 2000,
p.28).

Es necesario seguir cuestionando el concepto de identidad con el fin de encontrar


un definición que pueda dar el objeto de estudio, por ello, para responder a las
interrogantes que genera el lenguaje científico, es que recurro a las técnicas
cualitativas para indagar dentro del significado que se le dio al concepto principal
en nuestra investigación.

El contrastar significados nos permitirá no ser absorbidos por las definiciones


científicas que mecanizan el trabajo y responden sólo aquello que el investigador
quiere escuchar. El aficionado potosino nace de una duda radical creada por un
contexto de inestabilidad, tanto en la directiva como en el campo de juego,
creando una escasa identificación que con el equipo que hace presente un
cuestionamiento acerca del devenir de su equipo.

La idea de una escasa identificación rompe con el imaginario social que tiene el
aficionado común dada la presencia de múltiples investigaciones y productos
mass media que generan un imaginario lleno de colorido y estadios llenos.

Esta ruptura epistemológica, pone en “suspenso de las preconstrucciones


ordinarias y de los principios de ordenamiento con los que se realizan esas
construcciones” (Bourdieu en Germana, 1999) empíricamente aprendidas, nos
sirve como guía para estudiar nuestro objeto desde cero, sin caer en sesgos.

La forma de indagar en la identidad del aficionado potosino pasa por la creación


de una relación entre lo científico y lo social para mediar entre la construcción
social y el estado del arte del nuestro objeto de estudio.
Debemos sumergirnos en la historia de una identidad creada por un deporte que
tiene una presencia de más de 50 años en nuestro estado para comprender las
evoluciones por las que ha pasado el futbol potosino y cómo a través de la
identificación con sus equipos ha generado una identidad entre los aficionados.

“La mejor forma de entender una realidad social, es indagar cómo fue construida”
(Constantino, 2012). La duda radical nos lleva a entender el futbol como un
mediador entre el entrenamiento y las cuestiones de identidad que generan un
discurso colectivo que se materializa en un aficionado que a su vez tiene una
historia que le liga a un contexto que, paradójicamente, se debe evitar con el fin de
no quedar inmerso en esa historia. Seguir cuestionando el objeto de estudio es
vital para no quedar atrapados en la incomprensión.

Lo dice un popular dicho, “quien no conoce de su historia está condenado a


repetirla” y preguntarnos el porqué del futbol, sus aficionados y su contexto, guiará
la investigación a los objetivos planteados en primera instancia. La duda radical
tiene, entonces, una triple función: Construir, guiar y definir nuestro objeto de
estudio.

Resulta un tanto extraño el pensamiento de Bourdieu al entrar al campo de


metodología de nuestro objeto de estudio, dado que dicho investigador nos invita a
convertirnos en “marginados” al practicar la duda radical, sin embargo, los
métodos que aplicaremos en nuestra investigación nos invitan a empaparnos de la
información que rodean al objeto de estudio para lograr un contraste de
información entre lo científico y lo social con la debida distancia que nos impida
tomar una posición que modifique los resultados que pretendemos obtener.

El futbol, sus aficionados y lo que le rodea, nos impide “marginarnos”, conocer la


identidad de un aficionado es comprender su motivación, su emoción y el contexto
que le hace generar una identificación lograda a través de una historia y un
discurso que llena de sentido las prácticas sociales que le rodean como
aficionado.
Alejarse del objeto supondrá una investigación bastante sesgada, sin embargo,
adentrarse demasiado guiará la investigación a los resultados que el investigador
deseé escuchar, un tanto cuanto parecido a las técnicas positivistas que no daban
demasiado voz al objeto y muestra seleccionada, así pues, el futbol nos invita a
sentir el colorido y la emoción del aficionado para adentrarnos en su identidad.

Táctica y práctica: Pensar relacionalmente

Acercarnos al futbol como objeto de estudio fue un trabajo más bien empírico que
teórico, un acercamiento mediático a un tema que ha tomado relevancia en el
pasado reciente en el entramado social que define nuestro contexto. Sin embargo,
Bourdieu (2005) rechaza que sólo el empirismo logre la construcción de un objeto
de estudio, por ello, es necesario que las teorías científicas medien el trabajo
experiencial para lograr enriquecer los conocimientos en la investigación.

Este universo tiene de particular que las estructuras que lo forman llevan, si
uno lo puede decir, una doble vida. Ellas existen dos veces, una primera
vez en "la objetividad del primer orden" dada por la distribución de recursos
materiales y de medios de apropiación de bienes y de valores (…) y una
segunda vez en la "objetividad de segundo orden", bajo la forma de
esquemas mentales y corporales que funcionan como la matriz simbólica de
las actividades prácticas, conductas, pensamientos, sentimientos y juicios
(Bourdieu en Casillas, 2000).

Acercarnos al futbol como objeto de estudio nos guía a dos teorías como génesis
del marco teórico que manejamos en el diseño de la investigación: La teoría de
sistemas y la fenomenología. Dos teorías que quizá en primera instancia se
contradigan entre sí, no obstante, nos alejamos de dichos antecedentes teóricos
para aterrizar en un marco teórico basado en la experiencia y los tipos de
emociones que llevan al aficionado a establecer una identidad propia.
La fenomenología implica una ruptura con las formas de pensamiento en la
sociología tradicional, ya que enfatiza la necesidad de comprender, más
que de explicar la realidad, sugiriendo que es en el durante, en el aquí y
ahora, donde es posible identificar elementos de significación que describen
y construyen lo real. (Rizo en Galindo, Karam y Rizo, 2009, p.477)

Rechazar las teorías clásicas significa, para Bourdieu, una parte significativa de la
investigación debido a que nos alejamos de un paradigma reduccionista que se
limita únicamente a la presencia de autores clásicos al construir el marco teórico
que guiará la investigación para darle un sentido de ciencia social, añadiendo las
pruebas empíricas como supuestos que podremos desmentir como el trabajo
científico-metodológico que ya hemos planteado anteriormente.

Hablar de futbol e identidad es hablar de un campo dominado por agentes que


poseen un acervo cultural de conocimiento, como diría la sociología
fenomenológica, en un contexto que dota de sentido los rituales propios del
aficionado.

En las sociedades altamente diferenciadas, el cosmos social está


constituido por el conjunto de estos microcosmos sociales relativamente
autónomos, espacios de relaciones objetivas que forman la base de una
lógica y una necesidad específicas, que son irreductibles a las que rigen a
los demás campos (Bourdieu en Casillas, 2000).

Hablar de la noción de campo que sugiere Bourdieu va de la mano de nuestro


objeto de estudio dado que el deporte siempre se lleva a cabo en un campo,
donde dos equipos buscan ser el ganador en un juego que tiene una duración de
90 minutos. La victoria y la derrota queda en el recuerdo colectivo del aficionado
quien la interioriza para establecer un discurso que genera una identidad propia.

El campo es un espacio de conflictos y de competencia al interior del cual


se desarrolla una batalla por establecer un monopolio sobre la especie
específica de capital que es eficiente para construir una autoridad y un
poder (Casillas, 2000).

Pensado desde la Fenomenología, el aficionado se desenvuelve en un campo


dentro del “mundo de la vida cotidiana”, un lugar donde la subjetividad del
individuo se haya frente a la subjetividad del otro, creando, a través del lenguaje,
un dialogo instaurador de sentido, un dialogo creador de significaciones
intersubjetivas conformadas por personas que viven dentro de él.

Entrar al campo de los aficionados significa entrar dialéctico entre un “yo” y un


“otro” que establece una lucha por un espacio simbólico con el fin de obtener un
triunfo mediante la negación de la identidad del “otro”, independientemente del
resultado que se presente en el campo.

El actor social se apropia de los símbolos y contexto socio-cultural, a través de la


intersubjetividad, con el fin de definir y de establecer una relación de identidad
común frente a los otros.

La identidad se construye a través de la dinámica de las relaciones sociales,


mediante de un proceso dialéctico, donde la comunicación actúa como una
herramienta que permite la construcción del “Yo” a través del “Otro”.

En las sociedades altamente diferenciadas, el cosmos social está


constituido por el conjunto de estos microcosmos sociales relativamente
autónomos, espacios de relaciones objetivas que forman la base de una
lógica y una necesidad específicas, que son irreductibles a las que rigen a
los demás campos (Bourdieu en Casillas, 2000).

El futbol presenta una lucha en los campos que lo componen, en el juego y en las
gradas. Una lucha por un gol que puede valer un título de liga o la salvación de un
descenso, mientras que el aficionado lucha con los “otros” para demostrar que él
quiere más la camiseta y domina un campo que resulta prohibido para sus
contrarios, resaltando la identidad que ha creado y significado a través de la
experiencia.
Línea de tres: Doble vínculo

La creación de un estado de la cuestión permite el acercamiento teórico a los


trabajos realizados en el pasado con nuestro objeto de estudio, no obstante, son
también una guía para no sesgarnos en ellos y llegar a las mismas conclusiones
que los demás investigadores.

Nuestra investigación exige romper el pensamiento “común” y unirlo con el


pensamiento “científico” a manera de abstracción para que nuestro objeto sea
definido en el momento de llegar a las conclusiones tras haber concluido con el
trabajo de campo.

Nuestro objeto de estudio presenta una problemática derivada de una visión


demasiado mecánica de los aficionados, una concepción errónea de la relación
hinchada – futbol. El futbol no es visto como una industria de consumo cultural
forjador de identidades sociales. Se tiene por concepto que la hinchada es una
masa fundamentada en la repetición de comportamientos donde domina la
violencia.

No obstante, los aficionados crean sistema de comunicación y una fuente para la


producción de bienes simbólicos. Da lugar a un grupo que produce cultura y
comunica sentidos. El futbol es, entonces, un sitio creador de identidad que otorga
un reconocimiento y un principio de diferenciación. Todo esto genera un espacio
dialectico y una dimensión identitaria.

Dar voz al aficionado es el deber que nos hemos marcado en esta investigación,
hacer hablar al sujeto y relacionarlo con las teorías generará una “conversión” del
objeto de estudio hacía un conocimiento más “verdadero” o acorde al contexto en
el que hemos desarrollado la investigación.

Uno de los objetivos no escritos de nuestra investigación, es romper la visión


empirista y mecánica que pesa sobre el futbol y todo aquello que deriva del
mismo. El descubrimiento nunca se reduce a una simple lectura de lo real, puesto
que supone siempre la ruptura con lo real y las configuraciones que éste impone a
la percepción.

Debemos marcar un límite entre el pensamiento “común”, el pensamiento


“científico” y los discursos corrientes y peyorativos que reducen nuestro objeto a
un mero hecho conductista. Al marcar dichos límites, podremos analizar y
construir nuestro objeto de estudio desde una mirada sociológica, logrando la
“conversión” de lo corriente a la ciencia.
Si estuvieras a mi nivel

Mediaciones

Mientras realizaba mi trabajo buscando información deportiva para la página de la


empresa en la cual me pagan, entré al diario Marca, por lo menos, dos veces al
día. El tema de la semana era el Clásico entre Atlético de Madrid y Real Madrid
con una clara campaña en favor de los blancos por el reciente cambio de
entrenador y la falta de resultados del equipo, creando, un imagen positiva del
equipo pese a la mala temporada realizada.

Notas como “La magia de Zidane”, “Real Madrid y su increíble racha en casa” o
“Las goleadas del Madrid bajo el mando de Zidane” se presentaban a diario como
notas principales en Marca, así como recuerdos de triunfos históricos de Real
Madrid ante el equipo de Manzanares. La campaña tuvo impacto total en los
aficionados blancos, que sabían que un triunfo dejaría al club con opciones en el
campeonato y levantaría la moral previo a la eliminatoria de Champions League.
Era común ver comentarios como “El cambio de técnico ha levantado el vestuario
y el Atlético viene mermado por la falta de gol” y “Será un difícil partido por el
planteamiento del Cholo, pero es seguro que saldremos con la victoria”.

Los columnistas también se unían a la campaña diseñada por el cuadro blanco “El
camino a la onceava inicia en el Bernabeú” se podía leer algún artículo de opinión
en el sitio web del diario. El espacio para campañas contra Real Madrid eran
pocos en el diario, sin embargo, era común ver comentarios apoyando al Atlético y
de muchos antimadridistas que presagiaban una derrota dada la baja forma del
equipo y la crisis institucional: “El trampas no puede ganar si no es con ayuda del
árbitro”, “Hoy cae la mentira de Zidane” e incluso, comentarios con una
simbólicamente ofensivos hacia los “merengues”: “Presumes de tus 10 Copas de
Europa, cuando Franco se las regaló para hacer crecer la farsa de su gobierno,
pero ni con eso estarán cerca de la gloria y el buen futbol que ha podido realizar el
Barcelona a lo largo de la historia”, “Penaldo siempre a la sombra del gran Messi”
y un comentario acerca de la situación por la que atraviesa Real Madrid y el
imaginario que ha caído sobre ellos a lo largo de su historia: “El Real Madrid
siempre será un segundón. Ni sus títulos, ni sus goles le salvarán de serlo, porque
muchos de ellos fueron regalos de una dictadura o triunfos escandalosos con
ayuda de un sujeto que viste de negro y camina por el campo. Ustedes siempre
serán segundones envidiando los títulos de otros en lugar de preocuparse por su
presente, dicen que quien no conoce su historia está condenado a repetirla”.

La campaña generada por el diario y la contracampaña de los foros funcionaron


como mediadores dentro de un contexto imaginado alrededor de un evento real
que tenía una importante carga simbólica: Ganar era un paso importante con
miras al futuro, perder significaba perder un título y seguir con la carga de ver a
sus rivales (Barcelona) seguir cosechando triunfos.

Marca medió entre el triunfo y la derrota de Real Madrid, pese a que su


favoritismo, la web abrió a paso a los detractores. Puso presión a un equipo
necesitado al hacer caer a su afición en el triunfalismo y generar expectativa en el
resultado del partido, un azar que se jugó la tarde del sábado.

Violencia Simbólica

El partido jugado fue un fiasco, los locales no desplegaron un buen futbol y


perdieron ante el Atlético, dando por sentenciado un fracaso más. Los aficionados
no aguantaron la derrota y silbaron al equipo en señal de descontento, señalando
al presidente del equipo, Florentino Pérez y a su estrella, Cristiano Ronaldo, como
los artífices de una muerte anunciada.

El descontento también se hizo presente en los jugadores, al término del partido


Cristiano Ronaldo señaló a sus compañeros como los culpables de la derrota: “Si
todos estuvieran a mi nivel, seríamos primeros (…) No digo que Jesé o Isco sean
malos, pero me gusta jugar con los mejores”. La violencia simbólica que ejerció
Ronaldo contra sus jugadores tuvo un importante efecto, se demostró que el
equipo está fracturado al apuntar a sus compañeros, además de enfurecer a la
afición que de por sí, estaba ya tocada por los malos resultados.
El jugador portugués pidió disculpas minutos después de hacer la declaración,
pero el daño estaba hecho. El arquero del equipo reaccionó al ataque de Ronaldo
argumentando que en Real Madrid “todos tienen un gran nivel” y del entrenador,
Zidane, que defendió a sus jugadores y llamó a la unión para solventar el mal
trago.

El pasado sábado 5 de marzo, Real Madrid regresó a casa para enfrentar a Celta
de Vigo. Cristiano Ronaldo fue recibido con abucheos luego de su menosprecio a
sus compañeros y por una pancarta en la que se referenciaba al máximo ídolo del
Club: Alfredo Di Stefano. “Para llevar este escudo hay que sudar la camiseta”,
haciendo referencia al poco esfuerzo y al egocentrismo del jugador. Ronaldo no
aguantó este ataque y al anotar uno de sus cuatro goles, puso su mano cerca de
su oreja haciendo alusión a que no escuchaba los pitidos de la afición.

Madrid ganó 7-1, pero las campañas en contra de sus ídolos y a favor del
club generaron un ambiente tenso dentro del madridismo que obtiene
respuesta mediante ataques y críticas a su actualidad. El contexto del club
ha generado una violencia simbólica efectiva bajo un contexto de derrotas y
un panorama que invita a la incertidumbre.
Bibliografía

Casillas, M. (2000) Casa del tiempo, UAM, Julio/Agosto. (Recuperado de:


http://filosofiaen.blogspot.mx/2012/06/bourdieu-la-duda-radical.html)

Constantino, G. [mi filosofía]. (2012, Junio 5). Bourdieu: La duda radical


[Archivo de video]. Recuperado de
http://filosofiaen.blogspot.mx/2012/06/bourdieu-la-duda-radical.html

Germaná, C. (1999) Revista de socilogía, UNMSM, N° 12. (Recuperado de:


http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/sociologia/1999_n12/
art014.htm)

Giménez, G. (2000). Identidades en globalización. Espiral,


Septiembre/Diciembre, 27-48. (Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13801902)

Rizo, M. (2009). La psicología social y la sociología fenomenológica como


espacios conceptuales para la exploración teórica de la interacción. En
Galindo, J; Karam, T., Rizo, M., Comunicología en construcción. (pp. 469 –
503). México: UACM

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