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THE CULTURAL NATURE OF HUMAN DEVELOPMENT

Previamente:

¿Qué es la teoría cultural en el desarrollo humano? La teoría sociocultural de Vygotsky


considera el desarrollo humano como un proceso mediado socialmente en el que los niños
adquieren sus valores culturales, creencias y estrategias de resolución de problemas a
través de diálogos colaborativos con miembros más conocedores de su entorno.

The Cultural Nature of Human Development es un estudio sobre el desarrollo de los seres
humanos, visto como procesos culturales que ocurren a través de la participación del sujeto,
junto a otros miembros de su comunidad, en la construcción y reconstrucción de prácticas
culturales que han sido heredadas de generaciones anteriores. Temas clásicos del
desarrollo humano como la crianza, la interdependencia y la autonomía, las transiciones a lo
largo del ciclo vital, el desarrollo cognoscitivo, el aprendizaje, los roles de género o las
relaciones sociales son examinados desde una perspectiva cultural, que reúne ideas de la
psicología evolutiva, la antropología, la educación y la historia.

THE CULTURAL NATURE OF HUMAN DEVELOPMENT


by J. Mey
https://www.sdu.dk/-/media/files/om_sdu/institutter/isk/forskningspublikationer/rask/rask+20/i
nger+mey+review9598.pdf

La naturaleza cultural del desarrollo humano es la relación dialéctica entre el individuo y la


sociedad.

La teoría de Rogoff se inspira en las teorías histórico-culturales y de la actividad de Lev S.


Vygotskij y Alexej N. Leont'ev

Las herramientas metodológicas de la autora se basan en su formación en psicología y


antropología, con énfasis de esta última en el trabajo de campo etnográfico y la
observación participante en pequeñas comunidades locales. Vygotskij y Leont'ev
aplicaron la dialéctica del marxismo para explicar las relaciones entre el desarrollo cognitivo
del individuo y los elementos e instituciones cambiantes de la comunidad en la que el
individuo es un miembro activo. Barbara Rogoff toma estas importantes ideas y las usa
como punto de partida para un recorrido impresionante por muchas culturas en muchos
continentes, y nos brinda maravillosas ilustraciones, tanto en palabras como en imágenes,
de cómo los individuos y sus prácticas culturales interactúan y cambian en la participación
dinámica emergente.

En la primera parte del libro (capítulos 1, 2 y 3), Rogoff analiza y critica las premisas
teóricas y metodológicas de generaciones anteriores de académicos interesados en el
desarrollo de la mente humana. Ella señala que la mayor parte de la investigación hasta
la fecha proviene de comunidades de clase media en Europa y América del Norte, y
que se supone que dicha investigación se generaliza a todas las personas. En
ausencia de datos contrastantes de otras culturas, los autores parecen dar por sentadas
sus propias instituciones culturales, considerando las diferencias encontradas en
otras culturas como déficits. Esta investigación también tiende a considerar al
individuo como una entidad independiente, separada del mundo, con características
inherentes que progresan de acuerdo con ciertas etapas de desarrollo. Estas
características inherentes pueden estar "influidas" por la cultura. Asimismo, se piensa en la
cultura como una entidad monolítica, que crea miembros uniformes y rasgos culturales
"esenciales".

En contraste con esto, Rogoff presenta el enfoque histórico-cultural de Vygotskij, que


'supone que el desarrollo individual debe entenderse en su contexto histórico social y
cultural, y no puede separarse de él' (pág. 50). Importante en su argumento es la noción de
"herramientas culturales para pensar" que los niños adquieren en presencia de
miembros hábiles y experimentados de la cultura, la adquisición tiene lugar en lo que
Vygotskij llama "la zona de desarrollo próximo". Rogoff está de acuerdo con otros
académicos que trabajan en la tradición de Vygotsky en que los procesos individuales y
culturales se constituyen mutuamente, en lugar de definirse por separado. La valiosa
contribución que Rogoff agrega a esta percepción es la forma precisa (ejemplificando
con datos antropológicos) con que da lugar a este proceso de constitución mutua.
Para enfatizar la simultaneidad de los procesos individuales y culturales, ubica estos
procesos dentro de la participación en actividades socioculturales. A medida que las
personas participan y contribuyen a las actividades culturales, su participación
produce cambios tanto en las actividades como en los participantes, al igual que ha
cambiado a las personas, las herramientas y las prácticas a través de generaciones
en la historia de la comunidad. Rogoff ilustra este proceso multifacético llamando a
diferentes aspectos de la 'perspectiva de la participación' (p. 52). Empleando diferentes
puntos de vista analíticos de una situación: personal e interpersonal, y centrándose en los
aspectos culturales de un proceso en curso, descubre elementos individuales, sociales,
culturales e históricos que interactúan de manera simultánea y dialéctica. De esta
manera, Rogoff logra eliminar la dicotomía naturaleza/cultura: elementos inherentes y
adquiridos interactúan felizmente en este marco de participación. Las comunidades no se
limitan a grupos étnicos o nacionales, y los individuos pueden participar en más de una
comunidad.

Los capítulos 4, 5 y 6 dan detalles sobre muchas prácticas diferentes de crianza y cómo
estas prácticas tienen sentido en términos de las comunidades en las que se llevan a cabo.
Las circunstancias ecológicas, culturales e históricas juegan un papel importante en la
formación de valores, prácticas y actividades en torno a los niños, sus familias y
comunidades. En su capítulo (5) sobre las diversas fases de la vida, Rogoff analiza el
concepto de edad y cómo se corresponde con los roles del individuo en diferentes culturas.
La interdependencia y la autonomía también son conceptos importantes para evaluar el
valor que las diferentes comunidades otorgan a cómo criar a sus hijos y qué características
personales se respetan particularmente al adherirse al código moral local.

Aprender a pensar y aprender varias habilidades son los temas de los capítulos 7 y 8.
Rogoff y otros científicos cognitivos siguen a Vygotskij al postular que las habilidades
cognitivas individuales se derivan de la participación de las personas en actividades
socioculturales. Más que representar una habilidad general, la cognición parece estar
'situada' en contextos específicos y es aprendida a través de actividades culturales
específicas. ES DECIR QUE LA COGNICIÓN ES UNA HABILIDAD APRENDIDA
SOCIALMENTE. Rogoff demuestra que los niños expuestos a la escolarización ocidental
muestran una variedad de habilidades que se asemejan a las actividades de la escuela y
les va bien en las pruebas de clasificación y memoria, que son dos de los elementos
en los que se centra 'Western Schools' (p. 242). Las herramientas culturales para el
pensamiento, como la alfabetización y las matemáticas en el mundo occidental, fueron
desarrolladas en conjunto con las prácticas y posibilidades en las respectivas culturas. La
invención de la escritura ha dependido de la disponibilidad de una buena superficie para
escribir; y la invención y fabricación del papel se produjo gracias a los esfuerzos individuales
y sociales, así como a las oportunidades ecológicas. Las comunidades no occidentales
tienen diferentes herramientas culturales que codifican el conocimiento local: taxonomías
para la clasificación de plantas y animales, herramientas de navegación y estructuras
narrativas específicamente adaptadas a la tradición oral. La idea de que la cognición tiene
lugar en una amplia variedad de campos personales, interpersonales y
socioculturales (y no solo dentro de la cabeza de las personas) hace posible sugerir
una teoría de la cognición colaborativa, distribuida entre individuos y herramientas en
una participación dinámica. Tal como lo desarrolla Hutchins en su libro Cognition In the
Wild. (Ed Hutchins, MIT Press, 2000).

Inspirado en la 'zona de desarrollo próximo' de Vygotski, la forma de aprendizaje de Rogoff


se llama 'participación guiada en actividades culturales' (p. 282). 'Guiar' es un
concepto que va más allá de la instrucción, y puede usarse para adquirir habilidades
deseables e indeseables. Guiar puede tomar la forma de burlas o provocar vergüenza
acerca de un comportamiento indeseable, así como incitar a través de formas de
expresión no verbal: gestos, expresiones faciales y posturas corporales. Los expertos
guían a los participantes novatos tratando de unir las diferentes perspectivas que cada uno
aporta a la situación, o estructurando su participación para hacerlo.

Este libro es interesante y útil para una variedad de campos académicos, en particular la
Antropología Lingüística, por varias razones. El desarrollo de la cognición individual a
través de la participación en actividades locales tiene lugar a través de la interacción, a
través del idioma local de la comunidad específica. Esta lengua local, con su propia
estructura, gramática y léxico específicos, fue desarrollada históricamente por los
miembros de la comunidad lingüística, a través de actividades verbales y no verbales
en las que los miembros participaban activamente, es decir, a través del uso de la
lengua. Debido a que el lenguaje y su uso son una parte integral del desarrollo humano, la
teoría de Rogoff de cómo los humanos adquieren habilidades cognitivas también implica la
adquisición del lenguaje.

La riqueza de ejemplos etnográficos que se dan en cada capítulo hace que el libro sea
valioso tanto para los antropólogos como para los no antropólogos. Dentro de los diversos
campos informados por este libro, es adecuado en cursos de grado como de posgrado. Sin
embargo, para los académicos familiarizados con el trabajo de Vygotskij y Rogoff, los
argumentos pueden tender a ser algo repetitivos, una tendencia que el libro de Rogoff
comparte con muchos otros libros extensos divididos en volúmenes.

Universidad de Texas en Austin


Departamento de Antropología
1 Estación Universitaria, C 3200
Austin, Texas 78712-0303

VERDADERO O FALSO

( ) ¿Todas las culturas le dan importancia al conteo cronológico de la edad?


( ) ¿Todas las culturas establecen edades de transición similares?
( ) Como especie biológica, ¿ se define a los humanos en términos de nuestra participación
cultural?

Capítulo 1

Orienting Concepts and Ways of Understanding the Cultural Nature of Human


Development

El desarrollo humano es un proceso cultural. Como especie biológica, los humanos se


definen en términos de su pertenencia cultural. Estamos cultural y biológicamente
conectados para usar el lenguaje y otras HERRAMIENTAS CULTURALES para aprender
unos de otros. Usando el significado del lenguaje y la alfabetización, podemos recordar,
eventos que no hemos experimentado personalmente y nos volvemos vicarios en la
experiencia de otras personas a través de generaciones. MI OBJETIVO EN ESTE LIBRO es
contribuir a la comprensión de los patrones culturales del desarrollo humano mediante el
examen de las regularidades que dan sentido a las diferencias y similitudes en las prácticas
y tradiciones de las comunidades. El recorte etnográfico se refiere a procesos culturales
rutinarios que tienen que ver con la vida de cualquier comunidad. (:3) Con ese objetivo
general, un objetivo específico es desarrollar las instancias en que las personas se vuelven
participantes en la cultura comunitaria que cambia como ellas. Lo que ha sucedido es que la
mayoría de las investigaciones existentes toman sujetos de las clases medias europeas y
norteamericanas y los resultados suelen generalizarse a toda la población humana. Esas
investigaciones utilizan expresiones que generalizan los niños todos, al revés de
expresiones que refieren a esa población de niños de las muestras. Por ejemplo, las
investigaciones en general intentan determinar a qué edad, correspondiente a un “estadío”,
se espera que “el niño” sea capaz de determinada habilidad. Entretanto en muchas
comunidades niños de 6-7 son capaces de cuidar a niños más chicos (el entrenamiento
para la autonomía comienza en la infancia). “Y aunque los niños pequeños tengan tiempo
para jugar, muchas de las funciones del juego se hacen a través del trabajo. El trabajo va
acompañado de cantos, bromas y conversaciones interesantes, tanto para adultos como
para niños. En lugar de cuidar de muñecas, los niños juegan con bebés reales. Además de
trabajar en el huerto familiar, los niños tienen sus propios huertos y a la edad de 4 años
pueden ir al mercado a venderlos, contribuyendo significativamente para la renta familiar.”
(:4) (...) “Lo que hacen depende de manera importante del significado cultural que se le dé a
los eventos y de los apoyos sociales e institucionales que brindan las comunidades para
aprender y desempeñar roles específicos en las actividades.” (:6) Las investigaciones
acerca de las culturas, han ayudado a los investigadores a refutar teorías cuyos hallazgos
refieren a comunidades europeas y americanas europeas. Algunos de esos trabajos han
demostrado las limitaciones y desafiando asunciones teóricas básicas de una teoría que ha
asumido que se puede aplicar a todo el mundo. Ejemplos de ello son las investigaciones de
Malinowski (1927) cuestionando el complejo de edipo de la teoría freudiana y los testes
transculturales del desarrollo cognitivo propuesto por Piaget que refutan su argumento y
pruebas transculturales de desarrollo cognitivo que llevaron a Jean Piaget a abandonar su
afirmación de que los adolescentes universalmente alcanzan una etapa "formal operativa"
de ser capaces de probar hipótesis sistemáticamente (1972; see Dasen & Heron, 1981) (:7).

Buscando regularidades culturales

Más allá de demostrar que “la cultura importa”, mi objetivo en este libro es integrar las ideas
e investigaciones disponibles para contribuir a una mayor comprensión de cómo la cultura
importa en el desarrollo humano. ¿Qué regularidades pueden ayudarnos a dar
sentido a los aspectos culturales del desarrollo humano? (>> su pregunta de
investigación<<), Tratar de encontrar los puntos comunes que dan sentido a la cambiante
dinámica que caracteriza los procesos culturales (:7). Por ejemplo, la importancia que se da
a la edad cronológica de los logros de forma incuestionable por muchos estudiosos del
desarrollo humano. Sin embargo, las preguntas sobre la edad de las transiciones se basan
en una perspectiva cultural. Ellas encajan en instituciones culturales que utilizan el lapso de
tiempo desde el nacimiento para medir el desarrollo (:8).

Un conjunto de patrones: Clasificación por edades y segregación de los niños de


esfuerzos comunitarios o participación en actividades maduras

“No fue sino hasta la última mitad del siglo XIX en los Estados Unidos y algunas otras
naciones que la edad se convirtió en un criterio para ordenar vidas, y esto se intensificó a
principios del siglo XX (Chudacoff, 1989)” (:8). Con el auge de la industrialización y los
esfuerzos para sistematizar los servicios humanos como la educación y la atención médica,
la edad se convirtió en una medida de desarrollo y un criterio para clasificar a la gente. Las
instituciones especializadas se diseñaron en torno a grupos de edad. La Psicología del
desarrollo y la pediatría comenzaron en este momento, junto con las instituciones de la
tercera edad y escuelas clasificadas por edades. Sostengo que los entornos centrados
en el niño y las formas en que los padres de clase media ahora interactúan con sus
hijos ESTÁN ESTRECHAMENTE RELACIONADOS CON LA CLASIFICACIÓN POR
EDADES Y LA SEGREGACIÓN DE LOS NIÑOS (:8). Un patrón alternativo implica la
integración de los niños en las actividades de la vida cotidiana de sus comunidades. Un
conjunto de regularidades tiene que ver con un patrón en el que se supone que las
relaciones humanas requieren una organización jerárquica, con alguien a cargo que
controla a los demás.

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