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Interacción entre los organismos que forman la parte viva del Ecosistema, es decir de los
componentes de la Biocenosis entre sí. De éstas interacciones surgen las Relaciones Intra e
Interespecíficas que estudiamos en la guía anterior.
Interacción entre el Biotopo y la Biocenosis, es decir entre la parte inerte y la parte viva del
Ecosistema. De éstas relaciones nos ocuparemos en la presente guía, veamos entonces:
Todo lo que hay en el Biotopo influye sobre la Biocenosis, de éstas interacciones diferentes que se presentan en el
ambiente surgen las Adaptaciones de todos los seres vivos.
A todos los ecosistemas del Planeta los podemos vincular a dos ambientes o conjunto de condiciones
ambientales que serán característicos y particulares de ellos. La variación de estas condiciones ambientales
en cada lugar definirá el tipo de Bioma al que pertenecen los ecosistemas. Analicemos a continuación la
información del texto “Dos ambientes muy diferentes”
Para vivir en el ambiente terrestre, los ANIMALES presentamos:
Órganos visuales para poder captar la intensa luz (generalmente).
Esqueletos de sostén que nos mantienen erguidos sobre la corteza terrestre o nos permiten volar.
Pulmones o tráqueas para respirar.
Cubiertas corporales variadas, tales como pelos, plumas, escamas, escudos y otras, para
protegernos del frio y la deshidratación.
Órganos que almacenan agua (si vivimos en zonas desérticas).
Un período de hibernación en épocas frías, en el que disminuyen todas nuestras funciones; otros,
estamos activos todo el año porque podemos conservar siempre la misma temperatura corporal.
Embriones que crecen en huevos o dentro del útero de las mamás, para protegerlos de la
deshidratación.
Para vivir en el ambiente terrestre, los VEGETALES presentamos:
Suficiente cantidad de clorofila en nuestras hojas y tallos verdes para captar la intensa luz y
fabricar nuestro alimento.
Tallos resistentes y firmes para poder sostenernos, pues el aire no nos sostiene.
Raíces muy desarrolladas para absorber la escasa agua presente en el suelo.
Cubiertas epidérmicas muy gruesas para evitar la pérdida excesiva agua.
Estomas a través de los cuales intercambiamos gases con la atmosfera y también transpiramos.
Tallos y hojas que almacenan agua si el ambiente es muy seco.
Hojas que pueden estar transformadas en espinas para evitar la evaporación.
En épocas frías, perdemos las hojas pero conservamos las yemas que brotaran en primavera.
Otras conservamos tallos subterráneos o bulbos. Otras morimos pero antes dejamos las semillas.
Los ANIMALES ACUÁTICOS presentamos:
Vista poco desarrollada pues hay poca luz. Algunos que vivimos en zonas muy profundas,
tenemos órganos luminiscentes.
Esqueletos débiles o ausentes, ya que el agua nos sostiene.
Branquias para respirar o lo hacemos directamente a través de la piel.
El cuerpo cubierto por escamas delgadas o, a veces, sin ellas, pues el ambiente nos mantiene
húmedos.
Ausencia de órganos almacenadores de agua.
Actividad durante todo el año, ya que la temperatura del agua es estable.
Embriones que generalmente se desarrollan libremente en el agua, sin riesgo de secarse.
Formas alargadas, hidrodinámicas, para deslizarnos fácilmente en el agua. Muchos de nosotros
también tenemos aletas.
Las PLANTAS ACUÁTICAS presentamos:
Abundancia de clorofila para poder captar la mayor cantidad de luz, ya que esta escasea.
Tejidos llenos de aire que nos ayudan a flotar y nos sirven como reserva de oxígeno.
Tallos blandos y frágiles, dado que nos sostiene el agua.
Ausencia de raíces, pues absorbemos agua y gases a través de nuestra delgada epidermis que no
está cubierta por películas protectoras ni posee estomas.
Ausencia de órganos que almacena agua.
Un aspecto similar durante toda época del año, pues en el agua la temperatura no se modifica
demasiado.
Distinta ubicación en el medio acuático, ya que algunas flotamos y otras estamos sumergidas.
Características y Dinámica de poblaciones. Las comunidades y sus relaciones.
Unidad
4
Recursos naturales
S
on todos aquellos factores bióticos y abióticos que permiten al ser
humano satisfacer múltiples necesidades, entre ellos tenemos los
recursos renovables y no renovables. El ser humano debe tener la
capacidad de utilizarlos sin sobreexplotarlos para no poner en riesgo el
equilibrio del ecosistema.
Recursos renovables
Los recursos naturales renovables son aquellos que pueden mantenerse
e incluso aumentar. Pueden ser usados una y otra vez, siempre que el
hombre los utilice a conciencia y cuide de su proceso de regeneración.
Entre estos recursos están las plantas, los animales y recursos “ilimitados”
que se encuentran en gran cantidad como el agua, el suelo, el sol, etc.
Figura 4.20 El ganado es un recurso muy apreciado, además de constituir un recurso alimenticio también se utiliza en vestimenta,
vivienda, decoración, etc. La madera es un recurso muy explotado debido a su uso no solamente en vivienda, sino también se utiliza para
la elaboración de papel.
Recursos no renovables
Son aquellos que se encuentran de forma limitada y no se regeneran a
menos que pasen por procesos químicos que demoran miles de años. Por
lo tanto, a medida que el ser humano los utiliza, se van acabando, como
el petróleo, el gas natural, el carbón, los minerales, etc.
Figura 4.21. Debido a la gran explotación de los recursos no renovables, como el petróleo y el carbón, éstos se están agotando considerablemente.
Efecto invernadero
Las moléculas de gas metano, vapor de agua, dióxido de carbono (CO2),
óxidos nitrogenados y CFC también afectan las temperaturas globales.
¿Cómo? Parte del calor de la luz solar es absorbido por los organismos y
las cosas no vivientes sobre la Tierra, pero otra gran parte es irradiada de
vuelta a la atmósfera.
Aunque parte de este calor escapa al espacio, el resto rebota en las moléculas
de gas atmosférico y regresa a la superficie de la Tierra, calentándola.
Incendios forestales
Un incendio forestal es un fuego que pone en peligro o daño a las perso-
nas, la propiedad o el ambiente; se propaga sin control en terrenos rurales
a través de la vegetación viva o muerta.
En Chile el principal origen de los incendios es el humano, y entre las causas
más frecuentes están las quemas de desechos agrícolas y forestales, que-
ma de basura, cigarrillos mal apagados y fogatas descuidadas. En febrero
Figura 4.27. El humano ha sido el respon del año 2005, un gran incendio consumió más de 15.000 hectáreas en el
sable de casi todos los incendios forestales
de nuestro ecosistema.
Parque Nacional Torres del Paine. La causa principal fue el descuido de un
turista al volcar una cocinilla de gas. Este es uno de los tantos ejemplo de
despreocupación y descuido del ser humano con su medio ambiente.