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Texto 1: La política sí es cosa de mujeres

Por el hecho de ser mujeres, las candidatas a ocupar cargos políticos en el Perú
suelen escuchar comentarios como “la política es cosa de hombres” o “no
están calificadas”. Además de restringir su efectiva participación en la política,
este acoso revela un desafío pendiente de cara a las próximas Elecciones
Congresales 2020. Las mujeres no deben seguir siendo dejadas atrás, sobre
todo en espacios tan decisivos para sí mimas.

En este proceso electoral, las mujeres representan el 40% del total de las
candidaturas al Congreso del Perú. Sin embargo, estas 1110 candidatas no lo
tienen fácil. Un indicador para medir con mayor precisión su participación es la
ubicación en las listas. Cuando un candidato o una candidata encabeza las
primeras posiciones de la lista de un partido político, tiene mayores
posibilidades para ser elegido o elegida, ya que aparece más en los medios de
comunicación y vocerías.
Aunque la cuota de género aplicable al proceso electoral de 2020 es del 30%, tan solo el 14% de las 540 listas congresales
está liderada por una mujer, según la plataforma Observa Igualdad del Jurado Nacional de Elecciones.
“Para una mujer no es fácil llegar al poder. Siempre hay discriminación. Siempre piensan a la mujer andina, indígena, ¿qué va
a poder?, ¿qué va a hacer?” , afirma María Choquepata Palomino, regidora de la provincia de Melgar en Puno que ha
franqueado esta desigualdad para ejercer la política desde sus 18 años.
Las brechas para la participación política de las mujeres son aún más desafiantes cuando, además, se pertenece a más de
uno de los grupos sociales que, históricamente, han sido excluidos. Ser mujer, joven e indígena, entonces, representa un
desafío mayor.
Si bien desde hace 8 años, el país aplica una cuota indígena en las elecciones regionales y municipales, no se ha
establecido ninguna medida para garantizar la representación de esta población a nivel congresal. De acuerdo con el último
censo nacional, hablamos de población de 6 millones de personas que se autoidentifican como indígenas u originarios, de las
cuales cerca del 50% son mujeres. Ellas, a su vez, representan aproximadamente el 23% del total de mujeres de todo el país,
según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En el contexto de las próximas Elecciones Congresales, es importante recordar también que uno de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) tiene como meta específica: “asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la
igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública”. Una
meta que, desde luego, incluye a las mujeres en toda su diversidad.
“Indígena, andina, originaria nos llaman y eso nos da fortaleza para seguir adelante y b uscar esos espacios para llegar
al poder”, manifiesta Choquepata, quien colabora en una iniciativa innovadora para empoderar a otras mujeres de su
comunidad en los espacios de toma de decisiones que permiten la conservación de la agrobiodiversidad de la cu al dependen.
Este empoderamiento tiene un valioso impacto para ellas que, como la mayoría de mujeres, están en posición de
desventaja política en el país por los roles de género. Según el último estudio del Índice de Desarrollo Humano1 del Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las mujeres en el Perú asumen una carga semanal de 9 horas más de
trabajo remunerado y no remunerado que los hombres, con lo cual su punto de partida en la participación política y la toma
de decisiones también es desigual en tiempo. (…)
Que más mujeres ocupen cargos políticos en igualdad de condiciones es una de las prioridades para acelerar el
desarrollo sostenible en el Perú. ¿Por qué? La razón es simple: una gobernanza inclusiva, donde las mujeres estén igualmente
representadas, es un punto de partida para provocar transformaciones estructurales 2 no solo para sí mismas, sino
indispensables para que eliminemos la violencia de género y garanticemos el ejercicio pleno de nuestros derechos.

Fuente: https://www.pe.undp.org/content/peru/es/home/presscenter/articles/2020/la-politica-si-es-cosa-de-mujeres.html

1 El Índice de desarrollo humano es un indicador, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), que se utiliza para clasificar a los países en cuatro niveles de desarrollo humano. El índice
está compuesto por la esperanza de vida, la educación e indicadores de ingreso per cápita.
2 Es el proceso estratégico cuyo fin es propiciar un conjunto de transformaciones de la estructura económica
y en la participación social, a través de cambios de fondo que corrijan des igualdades estructurales
(distribución de la riqueza, participación democrática, igualdad de derechos, ecología, etc.)
Texto 2: Cuota de género3

Mediante la Ley Orgánica de Elecciones —Ley N° 26859 de octubre de 1997—, se estableció por primera vez
en la regulación electoral del Perú una cuota electoral a fin de favorecer la participación política de la mujer en el
Parlamento. De esta manera, en el artículo 116° de esta norma se estableció que las listas de candidatos al
Congreso debían incluir un número no menor del 25 % de mujeres o varones. Luego, esta cuota electoral fue
elevada al 30 % mediante la modificatoria dada en la Ley N° 27387 de diciembre de 2000.

3
adaptado de Jurado Nacional de Elecciones (2015). Elecciones parlamentarias en el Perú (1931-2011) Lima,p.
136. Recuperado el 27 de enero de 2021 de https://bit.ly/2O3Kqq5

Presencia de las mujeres al congreso desde el año 1995 al 2021

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