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Cuestionario Unidad II

1. El comercio internacional y el PIB.


El comercio mundial y el PIB tienden a crecer en paralelo, pero el comercio está sujeto a
fluctuaciones más intensas, sobre todo cuando disminuye. Los últimos 20 años han
confirmado que el PIB mundial y las exportaciones mundiales de mercancías fluctúan en
paralelo, pero el crecimiento de las exportaciones es mucho más volátil que el del PIB. La
participación media de las exportaciones e importaciones de mercancías y servicios
comerciales en el PIB mundial ha aumentado significativamente, pasando de un 20% en
1995 a un 30% en 2014 (en términos de valor). Dicho de otra forma: el comercio
internacional ejerce una gran influencia en el PIB actual. La internacionalización de la
producción ha generado redes de producción o cadenas de valor de alcance cada vez más
mundial.

2. Grado de apertura de una economía.


El grado de apertura refleja el peso del sector exterior (medido en términos de
exportaciones o importaciones de bienes) sobre el producto interior bruto corregido por el
tamaño de una economía (sesgo doméstico).
Abrir los mercados significa permitir la entrada de productos desde el exterior a competir
con la producción nacional, generando para quienes están de acuerdo con la apertura
económica una sana competencia que obliga a adecuar la calidad y precios del mercado
interno a la de los productos extranjeros, beneficiando a los consumidores; y para sus
detractores, implica la ruina de la industria nacional, que ni siquiera se ve respaldada por
créditos para adecuarse a las nuevas necesidades generadas por la alta competitividad.

3. Los mercantilistas y el comercio internacional.


Favorece la intervención del Estado en la Economía. El Estado debía ser económicamente rico y
políticamente poderoso. El oro y la plata eran los pilares fundamentales.

4. Las nueve reglas de los mercantilistas por Von Hornick.


a) Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las
manufacturas.
b) Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas
nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas
c) Que se fomente una población grande y trabajadora.
d) Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se
mantenga en circulación.
e) Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros
f) Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera
mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.
g) Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que
puedan acabarse en el país.
h) Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de
manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.
i) Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo
suficiente y adecuado en el país.

5. David Hume y su crítica a los mercantilistas. “Doctrina de flujo de las mercancías-


precios”.
Estrictamente, en teoría monetaria, Hume vivifica la teoría cuantitativa del dinero de
Locke con un maravilloso ejemplo, remarcando el hecho de que no importa qué cantidad
de dinero exista en un país concreto: cualquier cantidad, pequeña o grande, es suficiente
para hacer el trabajo del dinero de facilitar el intercambio. “Supongamos que,
milagrosamente, a cada hombre en Gran Bretaña se le pusieran cinco libras en su
bolsillo por la noche: esto superaría en  más del doble la cantidad de dinero que existe
actualmente en el reino; sin embargo no habría, ni al día siguiente ni durante algún
tiempo, más prestamistas ni variación alguna en los intereses”.

6. Adam Smith y su crítica a los mercantilistas. “La riqueza del mundo no es fija”.
-No cree que sea exacto que una nación no pueda ganar sino lo que pierda la otra.
-Piensa que es más importante el saldo favorable en la balanza producción-consumo que
en la balanza de pagos.
-Asevera que las barreras aduanales sólo sirven para orientar mal al capital, etc..
A lo anterior acepta algunas excepciones, V.gr.: cuando se trata de promover una industria
que es necesaria para la defensa del país; cuando los productos nacionales son gravados
con algún impuesto, conviene imponer uno igual a los productos extranjeros de la misma
clase.

7. Adam Smith y la ventaja absoluta.


Tiene lugar cuando un país produce un producto con el menor costo de producción. Tiene ventaja
absoluta el país que se enfoca en el bien que produce eficientemente, el que utilice menos
insumos.
8. Ejemplo numérico con dos países.

9. Aumento de la producción y del consumo derivado del comercio y la especialización.


Un motivo por el cual la cantidad de bienes y servicios de que dispone un país en un
momento determinado puede aumentar mediante el comercio es que dicho país puede
comprar bienes y servicios de fuentes en que su producción cuesta relativamente menos.
De este modo se liberan recursos locales que en ausencia de comercio se destinarían a la
producción de tales bienes, lo que permite producir cantidades mayores de otros bienes. Si
los Estados Unidos pueden producir componentes electrónicos para computadoras y
azúcar pero tienen ventajas para producir componentes electrónicos, y Brasil también
puede producir componentes electrónicos para computadoras y azúcar pero tiene ventajas
para producir azúcar, ambos países pueden beneficiarse del comercio de estos bienes. El
volumen total de recursos utilizados para producir las cantidades de azúcar y componentes
electrónicos requeridas globalmente por Estados Unidos y Brasil será menor si Brasil se
especializa en la producción de azúcar y Estados Unidos en la de componentes
electrónicos, y el azúcar brasileño se intercambia por los componentes para computadoras
de origen estadounidense.

10. David Ricardo y la ventaja comparativa.


Si el país tiene ventaja absoluta en ambos bienes debe centrarse en producir el bien que
menos costos pierda. Teoría de la Ventaja Comparativa de David Ricardo, según la cual,
los países tenderán a exportar aquellos bienes en los que presentan internamente mayor
productividad relativa, superando la errónea idea de que un país sólo puede ser
competitivo si supera a la productividad de otros países (que es la base de la Teoría de la
Ventaja Absoluta). No basta con que un país presente una alta productividad en una
industria comparada con el extranjero, debe presentar alta productividad al compararla
con la productividad relativa de otros sectores internos. En otras palabras, un país 1 tiene
ventaja comparativa produciendo un bien, si el coste de producir dicho bien en relación
con el coste que le supone producir otros bienes es más bajo en 1 que el coste de
producirlo en 2, en relación a otros bienes producidos en 2.
Por ejemplo, el principio de la ventaja comparativa explica cómo países de reciente
industrialización, con menores tasas medias de productividad, son capaces de exportar
ciertos bienes a países más desarrollados, como por ejemplo a la UE, con relativa
facilidad; porque la industria textil de la UE es más productiva (ventaja absoluta), pero la
ventaja comparativa que tiene la UE en confección, respecto a la ventaja que pueda tener
en otras industrias, es más pequeña que en esos otros países, con lo que no le interesa
producir textiles sino comprarlos y dedicarse a la fabricación de otros productos en los
que tiene mayor diferencial de productividad.

11. Ejemplo numérico con dos países.

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