Diplomado en Telemedicina y Tecnologías de Información en Salud

ASPECTOS CLAVES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LA

TELEMEDICINA
Prof. Felipe Parada Hernández, Subdirector Unidad de Telemedicina, Universidad de Concepción

Basado en WHO Library Cataloguing-in-Publication Data. Telemedicine: opportunities and developments in

Member States: report on the second global survey on eHealth 2009.
(Global Observatory for eHealth Series, 2) (Traducido y adaptado del Inglés)

La transformación del sistema de salud requiere la participación de todos los interesados. Las asociaciones
generalmente facilitan el cambio y el sector de la telemedicina no es diferente. Los líderes comunitarios,
los profesionales de la salud, las instituciones académicas y los educadores, los administradores de la
salud y los encargados de formular políticas representan la mejor alianza para realizar los cambios
necesarios para reflejar y reaccionar ante las necesidades de la sociedad.

A continuación se describen cinco aspectos claves a considerar en la implementación de estrategias

basadas en telemedicina y telesalud, que informan la responsabilidad social en la práctica de la salud en
todos los sectores.

I. La colaboración, la participación y el desarrollo de capacidades son fundamentales para el éxito

y la sostenibilidad de las iniciativas de telemedicina.

Los nuevos canales de comunicación y colaboración han permitido la desmaterialización de varios

procesos generalmente obstaculizados por infraestructuras físicas deficientes (por ejemplo,
almacenamiento de datos de pacientes). Sin embargo, para ser más efectivas, las estrategias para integrar
las iniciativas de telemedicina en los sistemas de salud existentes requieren un enfoque colaborativo, la
identificación de mejores prácticas, ensayos bien diseñados y la incorporación de muchos factores
sociales que impactan la adopción del usuario. La colaboración depende de la experiencia y capacidad
locales, que a su vez puede aumentar el uso de los programas de telemedicina; uno impulsa al otro a
través de la colaboración, mejorando la confiabilidad y sostenibilidad de los programas.

La integración, a nivel institucional, de las estrategias en telemedicina en los procesos asistenciales de

salud, se ha considerado clave para el éxito, esto debe hacerse junto con una colaboración bien
organizada de todos los actores involucrados. Para ser sostenibles y garantizar la fiabilidad, seguridad y
oportunidad en el intercambio de información confidencial, los servicios de telemedicina requieren la
participación activa de todos los usuarios. Se puede requerir educación para mitigar las percepciones
negativas de la telemedicina que dificultan la aceptación y participación del usuario. La calidad de los
servicios de telemedicina puede depender en gran medida del capital humano avanzado involucrado, por
lo que los expertos deben seleccionarse de acuerdo con su experiencia y compromiso con la prestación
de servicios a través de la telemedicina. Este capital humanos avanzado debe estar comprometido con el
desarrollo de capacidades locales, por ejemplo, a través de modelos de capacitación y formación de todo
el recurso humano involucrado en los procesos telemédicos.
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II. Las organizaciones y las personas que participan en iniciativas de telemedicina deben conocer
el contexto local en el que trabajan, es decir, los recursos disponibles, las necesidades, las
fortalezas y las debilidades.

Un desafío importante que enfrentan las iniciativas internacionales de telemedicina diseñadas para ayudar
a los países en desarrollo es la falta de un modelo apropiado para las realidades de esos entornos. Las
diferencias en las necesidades y condiciones entre países en desarrollo e industrializados hacen imperativo
que las aplicaciones de telemedicina se adapten a los contextos locales. Las variaciones en los recursos
locales, la infraestructura y el personal imponen restricciones a los servicios médicos disponibles e influyen
en la viabilidad técnica de ciertas aplicaciones de telemedicina. Para que sea técnicamente factible, las
aplicaciones de telemedicina deben desarrollarse en paralelo con las TIC y las infraestructuras tecnológicas
básicas y la conectividad local. Es esencial que los profesionales de la salud consultores estén
familiarizados con los protocolos, instalaciones, recursos y experiencia locales para sugerir planes de
diagnóstico y terapéuticos viables y apropiados. También es imperativo que se apoyen y empoderen sitios
remotos y fomenten formas sostenibles para mejorar la capacidad de consultar al personal de atención
médica, en lugar de reemplazar la atención directa por profesionales de la salud locales.

III. Usar soluciones simples que satisfagan adecuadamente las necesidades de un contexto clínico
o comunidad para optimizar la rentabilidad y minimizar la complejidad en la gestión del cambio.

Las interfaces y sistemas simples y fáciles de usar para las personas con poca o ninguna experiencia
técnica, son fundamentales para superar las barreras en la implementación y permitir una rápida difusión
de las aplicaciones de telemedicina en la atención médica. Este principio también es válido con soluciones
técnicas.

Las soluciones simples, de bajo costo y bajo ancho de banda han demostrado ser exitosas para entregar
telemedicina en el mundo. Tal éxito ha desafiado la noción de que se requiere, sistemas de
videoconferencia en tiempo real y de alta calidad para la evaluación diagnóstica. Las conferencias basadas
en la web de costo relativamente bajo, por ejemplo, pueden proporcionar una vía sincrónica atractiva para
brindar educación a los proveedores de servicios de salud y facilitar el diálogo entre miembros del equipo
de salud a distancia. Las aplicaciones de telemedicina, por su propia naturaleza, pueden ser más rentables
que otras soluciones para proporcionar atención médica. Las evaluaciones de los perfiles de costo-
beneficio han demostrado que los recursos de redes que utilizan programas de telemedicina pueden ser
ventajosos en comparación con actividades tales como programas de becas financiados o intercambios
de personal entre instituciones, o la construcción y mantenimiento de nuevos hospitales y clínicas.
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IV. La evaluación es vital para la escalabilidad, la transferencia y la mejora continua de la calidad de

la telemedicina; debe incluir documentación, análisis y difusión.

Teniendo en cuenta el bajo nivel de infraestructura y los recursos financieros limitados en muchos países,
es imperativa una evaluación y planificación cuidadosas de la telemedicina; debe realizarse para optimizar
el uso de los recursos disponibles. Para hacer posible la evaluación, los sitios participantes deben
garantizar un buen mantenimiento de registros clínicos que permita informar sobre los resultados. Dicha
evaluación puede usarse para informar la modificación de proyectos piloto para lograr rentabilidad y
escalabilidad, así como para evaluar la transferencia de los proyectos a otras subespecialidades y
ubicaciones médicas. Las lecciones aprendidas deberían compartirse para mejorar la investigación futura
y el desarrollo de aplicaciones de telemedicina. También se requieren estudios de investigación
metodológicamente sólidos para generar datos confiables para los formuladores de políticas públicas.

Existe la necesidad de modelos participativos de investigación y evaluación que involucren a los actores
locales en el desarrollo, diseño e implementación de preguntas, procesos y resultados de investigación
contextualmente significativos. Esto crea capacidad a nivel local para la investigación y la evidencia que
puede apoyar el cambio de práctica a nivel individual e informar el cambio de políticas y sistemas a nivel
macro. Además, los principios de propiedad, control y acceso a los procesos y datos locales contribuyen
a la adopción y a una evaluación significativa que responda a las limitaciones y fortalezas locales. Se
necesita un enfoque interdisciplinario que atienda las necesidades locales, con todas las partes interesadas
contribuyendo a una visión completa e integral. Esto incluye resultados clínicos y de salud pública (con
una salud ampliamente definida), satisfacción de pacientes y proveedores y análisis económicos que
pueden cuantificar el beneficio social. Junto con la implementación y difusión de los hallazgos de
investigación y evaluación, viene la capacidad de dichos hallazgos para informar el desarrollo y la
adaptación de políticas y directrices basadas en evidencia para la adopción de telemedicina en los diversos
contextos encontrados en los países en desarrollo.

La pregunta que queda es cuál es la mejor manera de garantizar que el conocimiento se comparta y se
traduzca a la práctica en contextos muy diferentes. Las alianzas entre académicos, administradores de
salud, profesionales, formuladores de políticas públicas y comunidades que implican la transferencia
recíproca de conocimientos, deben ser respaldadas a través de fondos de desarrollo y evaluación. Las
inversiones colaborativas son esenciales para definir y enfrentar los desafíos globales en Salud Digital.
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V. Los beneficios sociales de la telemedicina contribuyen a la salud de las comunidades y al

desarrollo humano, y son el objetivo final.

La telemedicina tiene el potencial de proporcionar considerables beneficios sociales y de desarrollo al

promover el acceso, la oportunidad y la calidad de salud especializada a todas las áreas geográficas,
además de promover la colaboración entre distintos actores del sistema de salud. Uno de los ejemplos de
la realización de este potencial, es lo realizado por la Unidad de Telemedicina de la Universidad de
Concepción, que ha atendido a más de 70 mil personas desde Arica hasta Magallanes, en sus distintas
estrategias de telemedicina y telesalud, en apoyo a los servicios de salud públicos de Chile. Se pueden
mantener altos estándares de atención a través de la telemedicina y se puede contribuir a mejorar la
calidad de vida, al tiempo que se ahorra a los pacientes la necesidad de viajar largas distancias para llegar
a hospitales o consultar a médicos. La telemedicina también puede proporcionar niveles adicionales de
servicio a regiones remotas, como la educación primaria y secundaria y el comercio electrónico, que
pueden proporcionar beneficios concomitantes y pueden tener un impacto positivo en las comunidades.

Al facilitar la colaboración, los esfuerzos de telemedicina pueden apoyar el empoderamiento de sitios

remotos, contribuir a la educación continua en salud y ampliar las comunidades de práctica y apoyo a los
profesionales de la salud en todo el mundo. La telesalud y el aprendizaje a distancia pueden ser uno de
los métodos pedagógicos más efectivos disponibles actualmente. Estos métodos permiten a la fuerza
laboral de salud consultar a especialistas y buscar orientación mediante el uso de las tecnologías de
información y comunicación. El apoyo continuo de los profesionales de la salud a través de la capacitación,
reuniones clínicas y el acceso a recursos informativos es un paso importante hacia el lanzamiento y el
mantenimiento de proyectos y programas de telemedicina.