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Además del qué hacer y cómo actuar si se es testigo de un acto de acoso callejero, las víctimas
también pueden actuar en defensa propia. En muchas ocasiones, este tipo de situaciones
hacen que las víctimas cuestionen sus comportamientos y vestimenta, generando
desconfianza y baja autoestima.
Reclamar tu espacio: decidir si quieres responder y cómo; cuestionar al victimario el por qué,
pedir que lo deje de hacer y que se aleje, establecer límites y luego de hacerlo, buscar espacios
seguros.
Pedir ayuda: acercarse a los transeúntes, describir detalladamente los sucesos y al victimario
para poder identificarlo y, de ser posible, pedir compañía o acudir a las autoridades.
COMO SE MANIFIESTA
Practicar resiliencia: reconocer que la víctima nunca es culpable de ser acosada y no hay
manera correcta de responder o reaccionar ante tal situación. Tomar el tiempo necesario para
asimilar lo sucedido y recuperarse suele ser un factor que pocas veces se tiene en cuenta.
El acoso callejero se produce cuando la víctima no tiene vínculo con el acosador y sucede en
espacios públicos, medios de transporte y lugares privados con acceso público. Se manifesta a
través de:
Silbidos.
Ruidos de besos.
Bocinazos.
Roces intencionados.
Miradas intimidantes.
Tocamientos.
Masturbación.
Exhibicionismo.
Abuso.
¿Cómo actuar ante una situación de acoso callejero?
Este tipo de acciones produce en las víctimas sensaciones muy negativas, como miedo,
estado de alerta, bronca, asco, baja autoestima y estrés. Además, en ciertos casos genera
en ellas un cambio de hábitos, como la evitación de lugares, la alteración de la rutina y la
modificación de la vestimenta.