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Pamplona, 23 de septiembre de 2021

¡Hola Sara!

¿Cómo te va todo? Ha pasado un tiempo desde la última vez que hablamos. Espero que estés
bien allí en Nueva York, ¿papá y mamá siguen como siempre verdad? Yo hace poco me mude a
Pamplona, en concreto a la calle San Gregorio. Te escribo porque me gustaría contarte un
contratiempo que ocurrió aquí en Pamplona donde vivo, porque esto que te voy a contar salió
hasta en las noticias.

Como ya sabrás, aquí en Pamplona hay toque de queda los fines de semana debido a la
pandemia, pero los jueves no. Los jueves no hay, porque se celebra el juevintxo. El juevintxo
empezó a celebrarse hace diez años. La idea principal era vigorizar la hostelería entre semana,
en concreto los jueves. Propuesta que en Vitoria tuvo éxito. Así el llamado jueves de pintxo se
colocó en la capital Navarra. Hasta ahí todo muy bien, pero los problemas vinieron el día
jueves 27 de septiembre durante la noche. Se ve que a la juventud le gusta reinventarse y
cambiar el formato del juevintxo, olvidándose del pintxo y quedándose solo con la
consumición alcohólica, y si es con mucha más gente y más alcohol mejor. Entonces ese jueves
no había ninguna restricción nocturna. La noche empezó con mucha gente joven borracha por
mi calle, San Gregorio y por el Casco Antiguo de Pamplona. Estaban tan mal que llegaron a
trepar a algunos balcones de los primeros pisos, menos mal que yo vivo en un tercero. El jefe
de policía Jesús Bariain desplegó a los policías por toda la calle para desalojarla, en un primer
momento todo iba razonablemente bien pero en el segundo intento un grupo de jóvenes se
dedicaron a tirar botellas y otros objetos a la policía. Lo cual termino con el arresto de dos de
ellos. Pero la noche no acaba aquí, sobre las tres de la mañana en la zona del Archivo (muy
cerca de donde vivo) la policía fue recibida por lanzamientos de piedras y botellas. Terminando
la noche con ocho policías heridos.

Así que todo esto fue lo que ocurrió Sara, una noche muy agitada, movida y difícil.
Sinceramente me parece que estos jóvenes necesitan madurar un poco más y pensar en sus
actos, porque todo acto malo tiene su consecuencia. A pesar de todo esto tú, mamá y papá
estáis más que invitados a venir aquí a Pamplona.

Un abrazo.

Marcos

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