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Tabaco y adicción

El consumo de tabaco no es un acto de libertad. Esto se debe a que el


tabaco, en todas sus formas, posee una sustancia de gran poder adictivo
llamada nicotina, la cual actúa en el sistema nervioso central produciendo
placer, a través de la activación de receptores neuronales a la dopamina y
la norepinefrina. El fumador busca mantener el efecto de placer volviendo
a fumar.
Aún cuando los adolescentes no se inician en el hábito porque éste les
genere un placer inmediato, lo cierto es que no se requiere de mucho
tiempo para “di sfru tar” l a n icotina y ha cerse adi cto a ell a.
Al cabo de algunas semanas de consumo de nicotina, el organismo se
adapta rápidamente a un nivel de nicotina que precisa para funcionar con
normalidad. La privación del nivel requerido causa síntomas desagradables
que el fumador evita al seguir fumando. A estos síntomas y signos que
aparecen al interrumpir o reducir bruscamente el consumo, se les
denomina síndrome de abstinencia o de privación a la nicotina; se
caracteriza por una necesidad imperiosa de fumar, irritabilidad, ansiedad,
dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño, aumento del apetito
y alteraciones gastrointestinales. Pueden ser intensos por 1 a 2 semanas
para ir disminuyendo progresivamente hasta desaparecer en un tiempo
variable.
La condición de drogodependencia a la nicotina se mantiene de por
vida debido a que se producen alteraciones en la estructura neuronal, al
aumentar los receptores de nicotina en el cerebro de los fumadores, razón
por la cual se pierde el control del consumo. Es decir, al igual que con otras
drogas, pueden pasar muchos años sin que una persona fume, pero al
existir una adicción, está en permanente riesgo de volver a fumar.
Por otro lado, los factores psicológicos son componentes esenciales de
la dependencia al tabaco. Su uso repetitivo en situaciones cotidianas va 25
estableciendo asociaciones automáticas entre fumar y manejo y solución
de tareas. El hábito se consolida asociado a determinadas situaciones
estresantes, desagradables o placenteras. Así, se busca en el cigarrillo el
efecto de relajación, estimulación, de mejorar el rendimiento y la
concentración, ayuda para enfrentar situaciones difíciles o estresantes. Los
fumadores tienen mil razones para fumar: por tristeza o por alegría, para
gratificarse, para conciliar el sueño o para combatirlo, para manejar la
depresión o el estrés, para compartir con los amigos o celebrar, para
acompañar el alcohol o el café... Para muchas personas el cigarrillo puede
significar su único lujo o su compañero inseparable.
Todo esto se ve reforzado por la aceptación social que tiene el
consumo de tabaco y de su relación, en jóvenes, con modelos y creencias
sociales, como los de éxito y glamour, que dificultan el cese del consumo.
¿Hay personas más predispuestas que otras a hacerse adictas a la
nicotina? Existen factores genéticos que determinan la susceptibilidad a
la adicción a la nicotina. Sin embargo la mayoría de los que fuman (90%)
la desarrollan al muy poco tiempo de comenzar a fumar. La gente con
depresión o trastornos de ansiedad es más vulnerable a la dependencia
a la nicotina. El 50% de quienes prueban un cigarrillo alguna vez en su
vida se convertirán en adictos. No existe edad para caer en la adicción; de
hecho, muchos adolescentes ya son adictos.

El tabaco genera adicción por una sustancia


llamada nicotina, la cual actúa en el cerebro
y produce cambios en su estructura que se
mantienen para toda la vida.

Inicio y mantención del consumo de tabaco.


Diversos estudios demuestran que el grado de dependencia al tabaco
se asocia a la edad de inicio de su consumo; existe más probabilidades de
llegar a ser un gran fumador mientras más precoz es el consumo. Es raro
que se inicie posterior a los 18 años de edad. En Chile el promedio de
edad de inicio al consumo es a los 12.9 años. Esta realidad realza aún
más la importancia de desarrollar acciones de prevención al interior del
sistema escolar. Justifica por qué la Reforma de Salud en marcha
contempla en sus objetivos sanitarios la disminución del consumo en los
alumnos y alumnas de octavo año básico, pues ese parece un momento
26 crucial en la adquisición del hábito.
Los niños se inician en el consumo fundamentalmente por curiosidad
natural, mientras que en los adolescentes la imitación de modelos adultos
(padres, profesores, estrellas del cine o la televisión) es fundamental. El
modelo del grupo de pares y los hermanos mayores, la disponibilidad de
cigarrillos, el deseo de aceptación social o de iniciación a la vida de adulto
son factores fundamentales. Es ind udable que l os medios d e
comunicación social constituyen un elemento muy importante, tanto
para crear la curiosidad en los niños, como para llevar a los adolescentes
a querer imitar patrones atractivos, fabricados por la publicidad en el
propósito de garantizar su mercado.
Estos factores resultan ser tan importantes a lo largo de un período
crítico de la vida como es la adolescencia, que logran superar el rechazo
inicial y las primeras reacciones desagradables del organismo ante la
exposición al humo de tabaco. El adolescente empieza a asociar el
consumo a actividades cotidianas, con lo cual condiciona sus acciones al
uso de tabaco. En la enseñanza media puede constatarse cómo el cigarrillo
es el compañero infaltable de fiestas, encuentros e incluso un hábito a la
salida del liceo. Ya en esta etapa se empieza a producir la dependencia
farmacológica, la cual dificulta aún más el cese del consumo. Un estudio
realizado por la OMS el año 2001 en jóvenes latinoamericanos de entre
13 y 15 años, muestra que alrededor del 60% de los jóvenes chilenos
intentaron dejar de fumar sin éxito.
Un estudio chileno relaciona el hábito tabáquico en los jóvenes al
consumo de alcohol en exceso y de drogas ilegales, a mayor impulsividad,
a la presión del grupo de pares, al estrés, estados emocionales negativos
y la creencia de que el tabaco no es dañino para su salud. Existe poca
influencia de la baja autoestima, la cual juega un papel importante en los
hombres, cuando se asocia a percepción de bajo apoyo social de padres y
amigos.
A estos factores que inciden en el inicio y mantención del hábito
tabáquico, se agrega el fácil acceso al consumo (en el hogar, venta sin
restricción, bajo precio, cigarrillos sueltos) y la “normalidad” de su
consumo en la sociedad.

27
Fumadores pasivos

Los fumadores pasivos son aquellas personas que respiran el humo de


tabaco de los fumadores con quienes comparten un mismo espacio. Ya
desde los años 50 se evidenció la relación que tenía el ser fumador pasivo
y las exacerbaciones del asma bronquial, con lo cual este humo de segunda
mano deja de ser simplemente un problema de molestia para los no
fumadores.
Día a día, aumentan los estudios que relacionan la exposición al humo
de tabaco ambiental con diversas enfermedades, muchas de las mismas
que se producen en los fumadores (cardiopatías, cáncer de pulmón,
enfermedades respiratorias como asma bronquial). Un estudio japonés de
1981 demostró que las mujeres no fumadoras cuyos maridos eran
fumadores se morían 40% más de cáncer de pulmón que las mujeres no
fumadoras que vivían con no fumadores. En 1980, la Agencia de
Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) determinó que sólo los
lugares cerrados totalmente libres de tabaco, cumplían con los estándares
de aire limpio; en 1992 se declaró que el humo de tabaco es un
carcinogénico de clase A (demostrado que produce cáncer en humanos).

El tabaquismo es una droga de inicio


al consumo de las drogas ilegales.

El humo de tabaco ambiental se compone de un 15% del aire espirado


por el fumador y un 85% de la combustión espontánea del cigarrillo (en
el cenicero o entre los dedos); este último contiene 3 veces más nicotina y
alquitrán y 5 veces más monóxido de carbono. La presencia de estos
compuestos en un ambiente determinado dependerá del volumen y
29
ventilación del espacio. Se calcula que por cada 20 cigarrillos consumidos
se liberan 20 mg/m3 de pequeñas partículas respirables y difusibles en el
ambiente. Estas partículas con más de 4.000 sustancias tóxicas son
pri ncip al me nte d añ ina s en l os ni ños, anci ano s y en fermo s.
El humo de tabaco es el principal contaminante de los ambientes
interiores; incluso llega a superar, en ciertas ocasiones, la contaminación
ambiental exterior de la ciudad de Santiago en días de emergencia
ambiental. Si bien se ha avanzado en la creación de conciencia de los
daños asociados al smog, no existe tal desarrollo en lo que respecta al
humo de tabaco ambiental. Aunque cada día más personas exigen un aire
limpio en los espacios públicos, todavía es común que se fume en lugares
compartidos.
Fumadores pasivos
Los niños son organismos en desarrollo y presentan un sistema de
defensas más frágil e inmaduro, por lo que el humo les ocasiona un
mayor daño a nivel de las vías respiratorias y penetra al organismo más
fácilmente, ocasionándoles alteraciones que pueden persistir toda la vida.
El humo de tabaco ambiental produce mayor frecuencia de síntomas
como irritación ocular, molestias faríngeas, tos, infecciones respiratorias
(resfríos, bronquitis, bronconeumonias), otitis media e inducción y
exacerbación de asma. Muchos niños están expuestos a los peligros del
tabaco incluso antes de nacer, ya que se sabe que se altera el crecimiento
fetal y el desarrollo cerebral de los fetos de madres expuestas al humo, lo
que es responsable de un tercio de los casos de muerte súbita infantil.
Niños y a dolescentes expuestos al humo de taba co ambi ental
presentarían una mayor susceptibilidad a los efectos de los carcinógenos
iniciadores presentes en el humo del tabaco.
Desafortunadamente la exposición al humo de tabaco ambiental es
generalizada en nuestra sociedad y afecta a la mayor parte de la
población. Un 50% de la población chilena está expuesta al humo de
tabaco en sus hogares y un 38% lo está en sus lugares de trabajo.

30
Mito y realidad

¿Son menos dañinos los cigarrillos light?


Se ha demostrado que cuando un fumador consume cigarrillos light,
compensa el menor aporte de nicotina aspirando más profundamente
(con o sin conciencia de ello) o fumando más cigarrillos al día, de manera
de mantener un aporte constante de nicotina en su organismo. Por otro
lado, un estudio estadounidense demostró que el 85% de estos cigarrillos
catalogados como suaves tenían la misma cantidad de nicotina y
alquitrán. Más bien, lo que determina que un cigarrillo sea suave es la
cantidad de poros de ventilación que éste posee, y no su contenido de
nicotina y alquitrán.
El fumar cigarrillos suaves o light es tan peligroso como fumar los
corrientes. Se trata de una estrategia publicitaria de la industria tabacalera
para acceder a un público "más preocupado" por su salud, y sobre todo
a las mujeres.

No existe daño al fumar menos de 5 cigarrillos diarios.


Falso, los estudios demuestran que los daños que produce el cigarrillo
son proporcionales a la cantidad fumada, incluso en fumadores de 5
cigarrillos diarios y menos. Un fumador reduce su vida en 5 minutos con
cada cigarrillo.

Yo fumo poco porque casi todo el cigarrillo se


consume en el cenicero.
El fumador que deja que el cigarrillo se queme en el cenicero, respira
mayor cantidad de cancerígenos porque el humo que se desprende de la 31
combustión espontánea del cigarrillo es cualitativamente más tóxico que
el que se inhala directamente, al tener 3 veces más nicotina y alquitrán, y
5 veces más monóxido de carbono.

Si no se aspira el cigarrillo no produce daño.


Esto es una ilusión porque siempre existe una cantidad de humo que
se aspira involuntariamente; el tabaco también se absorbe en la mucosa
de la boca y tiene su efecto en todo el organismo. Además es capaz de
producir daños en la boca como aumento de las infecciones de encías y
dientes, y es la principal causa de cáncer de boca.
Fumar me ayuda a calentar el cuerpo cuando hace frío.
Absolutamente falso. Los compuestos del tabaco contraen los vasos
sanguíneos del cuerpo, con lo cual disminuye el aporte de sangre a las
zonas más distales, como manos y pies. Con esto la temperatura de las
manos disminuye hasta en 2º C.

He conocido a muchos fumadores que nunca han


estado enfermos.
Probablemente Ud. recuerda algún anciano que ha fumado toda su
vida y que se ve bien, pero ¿tose?, ¿le cuesta respirar?, ¿qué grado de
actividad física tiene? Sólo se ven los que han logrado llegar a una edad
avanzada, pero no se ve envejecer a los que murieron prematuramente a
causa del tabaco. Y por último ¿cree Ud. que tendrá igual suerte?

Yo no dependo del tabaco, puedo dejar de fumar


cuando quiera.
Demuéstrelo dejando de fumar en una situación cotidiana de la vida
y no sólo cuando esté enfermo. Verá que es más difícil de lo que pensaba.
Todo fumador es dependiente, aunque fume poco. No siga dándose
excusas para continuar fumando.

Algún vicio hay que tener y éste no es el peor de todos.


La felicidad no requiere tener "vicios" o dependencia a drogas; más
bien todo lo contrario. Todas las personas que han dejado de fumar para
32 siempre se sienten liberadas de las pequeñas tiranías del tabaco. Nadie se
arrepiente de dejarlo. Además, actualmente el tabaco es el peor vicio de
todos y cobra más víctimas anuales que el alcohol y las drogas ilegales
juntas.

El tabaco tranquiliza.
Si bien hay personas que utilizan la nicotina del tabaco para
tranquilizarse, este efecto desaparece cuando los niveles de nicotina en
la sangre disminuyen, y aparece el síndrome de abstinencia. Recuerde que
hay múltiples formas de tranquilizarse y enfrentar el estrés cotidiano. Los
no fumadores también se angustian y enfrentan situaciones difíciles, pero
no ponen en juego su salud.
Fumar mejora mi imagen, me hace más interesante.
Fumar no es atractivo, se respira mal, produce mal olor corporal y mal
aliento, los dientes se vuelven amarillos, la ropa huele a humo y la piel se
arruga. En las mujeres se pierde el efecto de los estrógenos y aumenta el
vello corporal. Por último, es más interesante tener la facultad de decir
que no.

50% de los chilenos están expuestos a los


daños del humo de tabaco en sus hogares.

El tabaco contamina, pero los automóviles y las


fábricas también, y más. Un cáncer de pulmón te
puede dar por la contaminación ambiental.
Los estudios epidemiológicos señalan que el tabaco es causante del
30% de todos los cánceres diagnosticados, frente a un 2% producido por
la contaminación ambiental.

De algo hay que morir.


¿Compraría deliberadamente un alimento con un componente
cancerígeno? Por supuesto que no. Por otra parte, la muerte prematura
y el deterioro de la calidad de vida previo a morir son puntos a considerar.
Ud. está fabricando su propia muerte, y eso es algo que sólo los suicidas
33
hacen.
La industria tabacalera

L a ind ustri a t ab acal era co nsti tuy e un ne goci o le ga l


extraordinariamente rentable; cada año vende 6 trillones de
cigarrillos. Las ganancias de las compañías tabacaleras son del orden
de US 20 mil millones anuales. Actualmente las compañías
multinacionales dominan el mercado mundial y han desplazado a las
pequeñas industrias. Philip Morris es la compañía transnacional más
grande del mundo y su marca Marlboro es la más vendida; sin
embargo, la British American Tobacco (BAT) tiene la red más extensa
en la mayoría de los países, incluido Chile.
L as tabaca leras han util izado múltiples estrategias para
ob stacu li za r el control de l e sta do so bre la prod ucció n,
comercialización y marketing del tabaco. Dentro de éstas están el
uso de sus influencias políticas y económicas, contratando abogados
y periodistas en varios países para obtener sus fines mediante
tácticas de intimidación, de desinformación y mentiras, controlando
los medios de comunicación. Han financiado eventos políticos como
una forma de escapar a las medidas legislativas de control. Los
informes públicos de la industria referentes a los daños del tabaco y
los efectos de sus campañas publicitarias se contradicen con las
afirmaciones privadas. Han hecho todo lo posible por ocultar,
cuestionar o negar pruebas científicas sobre los ya conocidos efectos
perjudiciales para la salud del humo de tabaco ambiental, mediante
la contratación de científicos de todo el mundo, incluidos de Chile.
La industria del tabaco utiliza el argumento económico para
persuadir a los gobiernos, los medios de comunicación y a la
población general, sobre que el consumo de tabaco beneficia a la
economía. Pero no considera los costos para las personas, los
gobiernos, empleadores y el medioambiente, que incluyen los gastos
en salud y seguridad social, ausentismo laboral, licencias médicas, 35
disminución de la productividad, costos por incendios, deforestación
y utilización de tierras cultivables, etc.
La industria, a través de la publicidad ha sido el gran propagador
de la epidemia de tabaquismo en todo el mundo. Se gastan
anualmente 6 billones de dólares en marketing, 3 veces mayor al
presupuesto del National Cancer Institute, organismo destinado a la
investigación del cáncer.
Diversos documentos reflejan que ya desde mediados del siglo
XX las compañías conocían el carácter adictivo de la nicotina y la
relación entre tabaco y cáncer pulmonar. Además demuestran que
deliberadamente han diseñado campañas publicitarias para
promover el consumo en niños y adolescentes. Las razones de las
tabacaleras para dirigir su publicidad a los jóvenes son claras:
Se necesitan nuevos fumadores para reemplazar a los adultos
que mueren a causa del tabaquismo o que dejan de fumar.
Los nuevos fumadores son generalmente menores de 18 años.
La lealtad a las marcas de cigarrillos se forma en los primeros
años de fumar.
Un estudio realizado en 1991, a tres años del lanzamiento del
logo de "Joe Camel", demostró que los niños menores de 6 años lo
reconocían con la misma facilidad que al ratón Mickey. Entre 1978
y 1988 Philip Morris pagó para que sus productos aparecieran en
películas dirigidas a niños.

Para muchos adolescentes el consumo de tabaco es


un rito de iniciación a la vida adulta, mensaje que ha
sido difundido en la publicidad de la industria
tabacalera.

La publicidad del tabaco resulta ser 3 veces más atractiva para


jóvenes que para los adultos, ya que los incita a adentrarse a un
mundo "reservado" para los adultos, con mensajes de libertad,
rebeldía y diversión. Así, las tabacaleras patrocinan diversos eventos
deportivos, musicales y culturales, como copas de fútbol, carreras
de autos y de motos, conciertos de rock, sabiendo que son
frecuentados por niños y adolescentes. Las tabacaleras saben que
la Fórmula Uno es un deporte ideal para patrocinar porque tiene
36 g lamour y se transmite por televi sión a todo el mundo.
El mercado femenino ha sido explotado desde Hollywood, en
sus primeros años, con modelos como Rita Hayword y Greta Garbo,
para luego seguir con atractivas estrategias publicitarias que evocan
lo light, la audacia, lo femenino, la seducción y la independencia.
A pesar de que los jóvenes chilenos son atraídos fácilmente por
esta publicidad, también es cierto que ellos tienen la capacidad de
mirar críticamente los medios de comunicación constatando así
cuáles son las verdaderas intenciones de la industria tabacalera. El
fomento de esta mirada contribuye a que los jóvenes se den cuenta
q ue a l fuma r so n ma nip ula do s y d eja n de ser li bres.
Tabaco y medio ambiente

El grave daño para la salud y el medio ambiente que trae consigo el


cultivo del tabaco es equiparable al que se causa cada vez que se saca un
cigarrillo de la cajetilla y se enciende. Estas consecuencias nocivas se
derivan de las enormes cantidades de plaguicidas que se utilizan en
prácticamente todas las plantaciones de tabaco. Éstos causan daños,
muchas veces irreparables, en la salud de las personas expuestas a estos
compuestos (alteraciones genéticas, cáncer, alteraciones de los órganos
de los sentidos, del sistema nervioso, de los riñones, hígado, etc.), que no
cuentan con recursos para comprar la vestimenta adecuada. Además los
plaguicidas dañan la calidad de los suelos y producen alteraciones en los
ecosistemas.
La planta del tabaco requiere grandes cantidades de fertilizantes por
la rapidez con que agota los nutrientes del suelo; absorbe más nitrógeno,
fósforo y potasio que cualquiera de los principales cultivos de valor
comercial o alimentario, lo que se ve agravado debido a la falta de
rotación de cultivos.
En el procesamiento de las hojas de tabaco, luego de cortarlas éstas
deben ser curadas para darles su sabor, aroma y color característicos. En
la mayoría de los países en desarrollo se utiliza la madera como
combustible para proporcionar la energía que se requiere para curar la
hoja, lo que ha causado una situación ambiental crítica por las grandes
áreas de deforestación ocasionadas. Se estima que tan sólo en el sur del
continente africano se desmontan cada año 140.000 hectáreas de bosque
para curar hojas de tabaco, lo que equivale al 12% de la deforestación de
la región. Las tasas anuales de deforestación en los tres principales países
productores de tabaco en esta zona (Zimbabwe, Malawi y Tanzania) son
casi 60% más altas que la tasa promedio de África. Los esfuerzos llevados
a cabo para reforestar, por parte de los gobiernos y de las industrias
tabacaleras son insuficientes, ya que los productores cumplen en tan sólo
un 80% con las recomendaciones de reforestación. 37

Algunos países han cambiado el combustible para curar las hojas por
carbón, gas natural y petróleo/kerosén, contribuyendo al calentamiento
global del planeta.
En EEUU durante 1996, 24% de las muertes debidas a incendios
fueron provocadas por cigarrillos mal apagados, constituyéndose en la
primera causa de muerte por incendios. Ese mismo año, la basura
recogida en 43 estados de EEUU fue en un 20% compuesta por colillas de
cigarrillos. Por otro lado, se ha calculado que una colilla de cigarrillo
demora 5 años en degradarse.
Los niños y jóvenes chilenos están cada día más comprometidos con
el cuidado del medio ambiente y valoran todo aquello que contribuya a
preservar el medio natural. Esta buena disposición de los escolares a
cuidar y proteger su entorno puede, sin duda, constituirse en una
importante motivación para no fumar y propiciar los espacios libres de
humo de tabaco.

El cultivo del tabaco daña gravemente el


medio ambiente alterando los ecosistemas y
causando la deforestación de amplias
extensiones de bosque

38
Medidas de control
del Tabaquismo

Existen múltiples obstáculos al control del tabaquismo; para


comenzar la industria tabacalera usa sus influencias económica y política
para oponerse a los esfuerzos de control; la venta de cigarrillos contribuye
a los gobiernos con importantes sumas de dinero, de hecho en Chile
aportó con 375.000 millones de pesos en impuestos durante el año
2001. Por otro lado existe una marcada desinformación sobre los efectos
dañinos del tabaquismo en la salud de las personas, desinformación a la
cual las tabacaleras contribuyen.
Los objetivos de las estrategias de control del tabaquismo son que los
niños crezcan en un ambiente sin estímulos para fumar, que los adultos
fumadores que quieran dejar de fumar reciban apoyo para hacerlo y que
los no fumadores sean protegidos de los efectos perjudiciales del humo
de tabaco ambiental.
Existe consenso en que las políticas de control del tabaquismo deben
ser amplias, incluyendo acciones tanto políticas como económicas,
nacionales y regionales.
Las investigaciones actuales muestran que las estrategias más eficaces
para reducir el consumo de tabaco son la creación de ambientes libres de
humo, el aumento de los impuestos al tabaco y las prohibiciones de la
promoción del tabaco. La costo-efectividad de estas acciones es
equivalente a la vacunación infantil y la atención integrada de las
enfermedades predominantes de la infancia.
Resulta fundamental prevenir el inicio del consumo en los niños y
adolescentes, de ahí la importancia de los modelos sociales y de la
educación impartida tanto en las escuelas como en las familias.
A continuación se enuncian las principales estrategias de control del
tabaquismo: 39
Aumentar el impuesto al tabaco: las investigaciones demuestran
que un aumento de los impuestos al tabaco y consecuentemente de
su precio, incentiva a algunas personas a dejar de fumar, evita que
otras comiencen a hacerlo y reduce el número de ex fumadores que
recaen. Esto es particularmente cierto en los grupos de menos
recursos económicos (que en Chile fuman más que los estratos
socioeconómicos altos) y en los jóvenes, que aún no tienen ingresos
propios. Se ha estimado que un aumento del 10% del valor de los
cigarrillos disminuye el consumo entre 4 y 10%; este aumento del
valor sobre el precio promedio estimado de cada región, produciría
que 40 millones de personas dejaran de fumar en el mundo y se
evitaría la muerte prematura de 10 millones de personas. En Chile el
impuesto al tabaco ha aumentado recientemente y es bastante alto
(75.65%), encontrándose por sobre el valor recomendado por la OMS,
sin embargo el precio aún es accesible a gran parte de la población.
Control del contrabando: apunta, de igual forma, a dificultar el
acceso a los cigarrillos. Cabe destacar que diversos estudios de la
Organización Mundial de la Salud han vinculado el contrabando
directamente a la industria tabacalera, ya que constituye una forma
de acceder a los estratos socioeconómicos bajos y a los jóvenes, que
son los grupos más fumadores de la población. La dificultad de su
control radica en que deben tomarse políticas regionales para que
sean efectivas, lo cual está contemplado en el Convenio Marco que
enunciaremos posteriormente.
Espacios libres del humo: de acuerdo a la experiencia internacional,
las restricciones al acto de fumar en los lugares públicos y de trabajo
es la medida más costo-efectiva para el control del tabaquismo, ya
que protege la salud de quienes comparten un mismo aire, en especial
de los no fumadores y ayuda al cambio de valoración social del
tabaquismo. En este sentido, en nuestro país, el Ministerio de Salud
ha priorizado esta política fomentando la creación de ambientes sin
humo en los sectores salud, educación y otros.

El 50% de quienes prueban un cigarrillo alguna


vez en su vida se convertirán en adictos, sobre
todo si se inician en el consumo antes de los 18
años.
40

Prohibición de la promoción y publicidad del tabaco: la


promoción del tabaco, directa e indirecta, aumenta el consumo del
tabaco y es un factor importante que contribuye al inicio del consumo.
Los estudios demuestran que se logra reducir el consumo con
restricciones totales, ya que frente a las restricciones parciales, la
industria tabacalera enfoca su publicidad por otros medios. Sólo
Canadá , Brasil y Cuba han logrado aplicar legislaciones que limitan
ampliamente la publicidad de los productos del tabaco. En Chile los
esfuerzos han sido apagados por los obstá culos p ol íti cos y
económicos de las tabacaleras, logrando posponer la aprobación de
regulaciones claves al respecto.
Educación pública: la educación sobre los efectos del humo de
tabaco tanto a fumadores activos como pasivos, y sus consecuencias
económicas y sociales, deben ser informados a todos los grupos de la
población y por todos los medios de comunicación. Especial relevancia
tienen estos programas de educación en los jóvenes en la edad crítica
de in icio del co nsumo , en tre lo s 9 y 13 añ os de ed ad.
Disponer de terapias efectivas al alcance de los fumadores que
quieran dejar de fumar: estas terapias pueden ser impartidas no
tan sólo por el personal de salud. En las escuelas chilenas, alrededor
del 60% de los alumnos ha intentado dejar de fumar sin éxito. Los
educadores pueden tener un rol importante en apoyar a los
estudiantes fumadores que están luchando para dejar de fumar.
Suscripción del Convenio Marco para el Control del Tabaco: se
trata de un instrumento legal diseñado para frenar la propagación
mundial del consumo de tabaco, mediante protocolos específicos
como la fijación de precios del tabaco, el contrabando, la publicidad
y el patrocinio, entre otros; constituye un tratado internacional
liderado por la Organización Mundial de la Salud, que fue aprobado
en la Asamblea Mundial celebrada en Ginebra, en mayo del 2003, por
los estados miembros. El estado chileno está evaluando actualmente
la s condi ciones de su suscripci ón y ratifica ción posteri or.

41
Educación y Tabaquismo

Educación y tabaquismo en el contexto de la Reforma


de la Educación.
Uno de los principales objetivos de la Educación es lograr el desarrollo
integral y armónico de las personas. La educación, sobre todo en el
contexto de la actual Reforma Educativa, permite la formación de valores,
de aprendizajes de actitudes hacia el cuidado de sí mismo y los otros, y
del desarrollo de capacidades de conocer y procesar intelectualmente la
realidad de manera comprensiva y crítica. Educar es también, en el
contexto de Reforma, habilitar para la vida.
Cuando hablamos de prevenir el tabaquismo, nos aproximamos a una
tarea compleja porque el consumo de drogas no se explica por una o dos
causas. En esta conducta, influyen el individuo, su familia, la escuela, su
entorno social o macrosocial. Por lo mismo, los ámbitos de prevención
pueden ser muchos, incluido el escolar.
Sin embargo, el tabaquismo se diferencia del consumo de otras
drogas en aspectos importantes de destacar. Se trata de una droga que
no siempre es catalogada como tal, dado que es socialmente permitida
y cuyos daños se ven como lejanos y poco probables, sobre todo en el
caso de los adolescentes. Como se ha mostrado extensamente en este
manual, esa es una creencia que no se funda en el conocimiento científico
del tema. Pero sin duda se dificulta su prevención porque no sólo los
alumnos, también sus padres e incluso algunos profesores, consideran
que fumar no es un "hábito" grave.
El sistema escolar tiene ventajas significativas para la prevención. La
principal es que permite llegar a los niños, niñas y jóvenes en edades
centrales del proceso de conformación de la personalidad y en donde se
presenta el mayor riesgo para el consumo de las distintas drogas, incluido
el tabaco. Esto transforma a la escuela en un espacio privilegiado para 43
impulsar intervenciones preventivas.
La Reforma Educacional, a través de las modificaciones curriculares,
particularmente de los Objetivos Fundamentales Transversales (anexos 1
y 2), de la Jornada Escolar Completa, del Proyecto Educativo Institucional
así como de otras iniciativas que favorecen una mejor formación de los
alumnos; entrega a niños y jóvenes no sólo conocimientos sino también
habilidades para la vida. Éstas se traducen en una serie de elementos que
les permitan decidir de manera responsable si consumir o no consumir
cuando se vean enfrentados a esta situación. ¿Cuáles son estos
elementos? Primero, estar fortalecido internamente, con claridad
respecto de quién se es y cuánto se vale, con herramientas para discernir,
con manejo adecuado de los propios afectos, con proyecciones de vida
realistas, con vínculos profundos y estables con otras personas. Segundo,
informado sobre los efectos y consecuencias del consumo de tabaco,
alcohol y otras drogas. Tercero, con un entorno cercano coherente,
amoroso, sano, potenciador del crecimiento y de la autonomía.
El enfoque preventivo educativo integral que se ha escogido para el
t raba jo p reve nti vo en l iceos y e scue las se caracteri za po r:
Estar centrado en el fortalecimiento de los factores protectores del
consumo (condiciones de la persona o su entorno que disminuyen la
probabilidad de consumo) en el(la) alumno(a) y la comunidad
educativa, y en la disminución de la presencia de los factores de riesgo
en ellos (condiciones que aumentan la probabilidad de consumo).
Aspirar a que el proyecto educativo de cada establecimiento incorpore
la prevención del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas como
una dimensión más de la misión institucional y del plan de trabajo
anual.
Estar centrado en las personas y no en las sustancias, es decir, refuerza
los recursos personales que permiten a un individuo enfrentar de
manera crítica el consumo de drogas.
Tratar el consumo de drogas como un fenómeno sistémico y
multicausado, por lo que busca estrategias preventivas que aborden
distintas dimensiones.
Enfrentar comprensivamente el problema del consumo de drogas en
los estudiantes, es decir, detectar cuál es la funcionalidad que tiene el
consumo en ellos, tomando conciencia de que la base del problema
no es la sustancia, sino las necesidades que el joven cree satisfacer a
44 través de la droga.
Aspirar a que la prevención sea realizada de manera cotidiana y
sistemática en el contexto educativo, en la forma de establecer la
disciplina, en las interacciones dentro y fuera del aula, en las prácticas
pedagógicas, en el curriculum, etc.
Toda comunidad educativa puede ser preventiva en sí misma si trabaja
consistentemente en el logro de sus objetivos educativos, entre los que
están los Objetivos Fundamentales Transversales.
Actividades educativas en tabaquismo.
Si bien es cierto, la educación sobre los efectos del tabaquismo debe
dirigirse a toda la población, especial importancia tiene ésta en los niños
y jóvenes. La experiencia de países de América del Norte demuestra que
es recomendable que se inicie en la edad pre-escolar. Es particularmente
relevante desarrollarla durante el período en que los adolescentes se
inician en el consumo, entre los 9 y 13 años.
Cabe destacar que la experiencia acumulada en años de educación ha
demostrado que los jóvenes se benefician poco con los programas
puramente informativos, ya que consideran la realidad de los daños del
tabaquismo muy alejada a la propia, se sienten invulnerables. Las
iniciativas más efectivas han sido las que promueven habilidades para la
vida, conjunto de destrezas psicosociales que incluyen la asertividad, la
autoestima y la actitud crítica.
Los programas que proporcionan información relacionada con el
tabaco y recalcan el desarrollo de aptitudes para resistir al consumo, han
mostrado, en la experiencia internacional, ser eficaces al retardar el inicio
del consumo en un 30-50%; sin embargo se requiere seguimiento y
apoyo de las intervenciones en todos los niveles escolares para no
disminuir estos resultados.
Es importante que, junto con la formación valórica relativa al consumo
de tabaco, los profesores puedan conversar con sus alumnos sobre las
presiones sociales a las que se verán expuestos, la manipulación que
ejercen las tabacaleras y la sociedad, la actitud pasiva de la sociedad
misma frente al consumo de tabaco, para que ellos puedan proponer
alternativas para su control. Fundamental es que los mensajes que se
transmiten en las aulas promuevan una vida sana, reconociendo los
inmensos beneficios del no fumador en lugar de enfocarse en las
consecuencias adversas.
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La mayoría de las técnicas utilizadas para promover la discusión en
clase fomentan la participación activa de los alumnos. Éstas deben
enfocarse a las diferentes etapas de desarrollo. El rol del educador es
fundamental para brindar la información adecuada y precisa, y para
promover la búsqueda de material por parte de los alumnos (anexo 3).
Cabe destacar que muchos jóvenes tratan de minimizar los daños que el
tabaco produce y defienden lo que ellos consideran su "derecho a elegir"
(a consumir). En este sentido es fundamental promover discusiones
informadas y que se analice críticamente el rol de las tabacaleras.
Actividades sugeridas.
Aquí se presentan algunos ejemplos de actividades prácticas
sobre tabaco que pueden ser utilizadas en clase. Hay que considerar
que éstas deben ser adecuadas a la etapa de desarrollo de los niños
y adolescentes.
Los alumnos pueden entrevistar a un fumador cercano, familiar
o amigo, y preguntarles por qué comenzaron a fumar. Estas
respuestas servirán de base para una discusión en clase sobre
por qué la gente comienza a fumar.
Los alumnos pueden evaluar el contenido de una cajetilla de
cigarrillos: ¿está marcado el contenido de nicotina y
alquitrán?, ¿es bien visible la advertencia de los efectos
nocivos del cigarrillo? Fomentar la discusión y opinión de los
alumnos acerca de esta advertencia.
Los alumnos pueden discutir sobre el contenido y forma de
algunos anuncios publicitarios de tabaco; esto genera una
excelente oportunidad para hablar de los mitos que vende la
industria, como el del tabaco para obtener placer, éxito, sexo y
amigos. Los adolescentes se ven reflejados en los personajes de
los anuncios, que son generalmente jóvenes y saludables.
Los alumnos pueden formar grupos de discusión para
determinar cuáles son las razones para no consumir
cigarrillos. Entre todos pueden generar un compromiso de
no consumo.
Los alumnos no fumadores pueden expresar cómo se sienten
cuando se ven rodeados por fumadores: ¿les molesta?, ¿creen
que puede afectar su salud?, ¿están de acuerdo con la existencia
46 de restaurantes, bares o edificios públicos que protejan los
derechos de los no fumadores?
Lo s a lu mn os pue den exp resar a las a utori da de s
gubernamentales y parlamentarias sus posiciones acerca del
tabaco.
En Chile, 47.2% de los alumnos entre 7º año básico y 1º medio
refieren nunca haber discutido en clase sobre fumar y salud
( Encuesta Mundial de Tabaco en Jóvenes, OMS-2001). Sin
embargo, el hecho que el tema tabaco esté incluido en la reforma
educacional a través de los objetivos transversales, propiciará un
cambio profundo en esta realidad.
Por otro lado, la estrategia de las Escuelas Promotoras de la Salud,
impulsada por el MINSAL, considera como uno de los puntos clave de
trabajo el tabaquismo, a través de la declaración del establecimiento
como ambiente libre del humo y del trabajo educativo con los alumnos.
Desde el año 20 02 los Ministerios de Edu cación y Sa lud
implementaron el concurso nacional: “Cuando sea grande no quiero
fumar porque...” consistente en una composición que los niños de 5º y
6º básico deben realizar acerca de sus razones para no fumar cuando
sean grandes (anexo 4). Este concurso pretende contribuir a la reducción
del consumo en los escolares de 8º básico, que constituye uno de los
objetivos sanitarios al año 2010. Su objetivo es el desarrollo de
habilidades para la promoción y prevención del consumo de tabaco.
Éstas buscan fortalecer y reforzar los factores protectores y disminuir los
factores de riesgo. Los factores protectores son: la identidad social,
autoestima social, influencia de pares e información sobre efectos de los
daños del tabaco, tanto en el organismo como en el medio ambiente.
Bajo este enfoque, la prevención es integral y su objetivo es lograr que
los niños, niñas y jóvenes no se inicien en el consumo de tabaco,
enseñándoles destrezas para ello y creando ambientes sin estímulos para
fumar.

Evitar el inicio al consumo de tabaco en los niños y


adolescentes es la forma más efectiva de controlar
el tabaquismo. Para esto no sólo hay que entregarles
información, sino también educarlos en las habilidades
para la vida necesarias para decir que no al tabaco.

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Ambientes libres del
Humo de Tabaco

La creación de ambientes libres del humo de tabaco es una estrategia


probada internacionalmente como la mejor en términos de costo-
efectividad para el control del tabaquismo.
En Chile, la creación de ambientes libres del humo de tabaco está
enmarcada dentro de las actividades de control del tabaquismo,
destinadas al cumplimiento de las metas sanitarias al año 2010. Para esto
están trabajando en conjunto los Ministerios de Salud y Educación, más
otras instituciones del Consejo Nacional para la Promoción de la Salud,
VIDA CHILE, logrando al año 2003 la acreditación de más de 1.000
establecimientos de salud, educación y del intersector, tanto del ámbito
público como privado.
Esta política responde al cambio de percepción sociocultural que se
espera introducir en nuestra sociedad, para que el uso de tabaco pase de
ser un hábito valorado y público, y se convierta en una conducta privada
e inadecuada. Si los niños crecen en ambientes sin humo, no sólo se les
protege de los daños del tabaquismo pasivo, sino que se dificulta que
a dq ui era n e ste há bi to a l n o ten er est ímul o s p ar a fuma r.
Así mismo, la creación de ambientes libres del humo protege la salud
de los no fumadores de los efectos dañinos del humo de tabaco, favorece
la adquisición de estilos de vida, ambientes laborales y educacionales
saludables, y crea un ambiente propicio para el cambio de la conducta
fumadora hacia el abandono. De hecho, aunque se permite fumar en un
espacio delimitado para ello, los fumadores ven dificultada esta acción y
muchos de ellos dejan espontáneamente de fumar (entre un 4 a un 10%),
mientras otros disminuyen significativamente el consumo de cigarrillos.
Un ambiente libre del humo de tabaco es un espacio compartido por
fumadores y no fumadores que, en forma consensuada, han llegado a
establecer una restricción al acto de fumar, permitiendo hacerlo sólo en 49
un área delimitada para ello, situada habitualmente en el exterior de las
instalaciones. En otros ambientes se prohibe fumar en todo el recinto. Se
ha evaluado que un alto porcentaje de apoyo a esta política en las
personas que comparten ambientes laborales, incluso dentro de los
fumadores.
En los establecimientos educacionales es muy importante desarrollar
esta estrategia como una instancia educadora, con amplia participación
de la comunidad educativa (profesores, administrativos, apoderados y
alumnos), que permita reforzar actitudes y comportamientos favorables al
desarrollo de conductas saludables. Es un momento clave para educar y
poner la discusión de los temas relacionados con el tabaquismo entre los
estudiantes (daños en la salud a corto y largo plazo, influencias de la
sociedad y de la publicidad, consecuencias medioambientales, discusión
acerca de la libertad de elegir, humo de tabaco ambiental, etc),
fomentando en ellos las habilidades que les permitirán elegir una
conducta no fumadora.
Para el desarrollo de esta política se ha ideado una metodología que
consta de las siguientes etapas, las cuales deben cumplirse para poder
acceder a la acreditación del espacio como Ambiente Libre del Humo de
Tabaco:
Constitución de un equipo de trabajo y formulación del plan.
Aplicación y análisis de una encuesta sobre tabaquismo y
actitudes frente al tabaco.
Campaña de educación y comunicación.
Adecuación de la planta física (letreros donde se especifique que
es un ambiente libre del humo, delimitación y señalización del
espacio para fumadores).
Declaración oficial.
Comunicación y difusión a la comunidad.
Si Ud. está interesado en llevar a cabo esta estrategia en su
establecimiento educacional, contáctese con el Comité VIDA CHILE o el
consultorio de salud de su comuna, para preguntas sobre asesoría y
metodología. Además puede obtener información sobre el Programa
Ambientes Libres del Humo de Tabaco en el sitio web del Ministerio de
Salud, www.minsal.cl

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